T E X T O S P A R A R E Z A WHAT’S UP ! R NÚM. 12 Álvaro del Portillo CAPELLANÍA DEL COLEGIO LOS TILOS UN EVANGELIO QUE LE MARCÓ... Lectura del santo Evangelio según San Lucas 5, 4-8.10-11 ¿Quién es? Nació en Madrid el 11 de marzo de 1914. Estudió ingeniería industrial, y con 21 años se incorporó al Opus Dei. Muy pronto se convir$ó en la ayuda más firme de san Josemaría. En 1944 fue ordenado sacerdote, y dos años después marchó a Roma, donde vivió hasta su muerte. Allí trabajó en la expansión del Opus Dei y ayudando al Papa en el Va$cano. En 1991 fue ordenado obispo. Falleció el 23 de marzo de 1994, a la vuelta de un viaje a Tierra Santa. Celebró su úl$ma Misa en el Cenáculo. Sep$embre 27 Bea$ficación en Madrid Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: “Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar”. Respondiendo Simón, le dijo: “Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red”. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: “Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador”. Pero Jesús dijo a Simón: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron. ...PARA TODA LA VIDA Con 21 años, entendió que Jesús le pedía, como a san Pedro, que fuera pescador de hombres. El Opus Dei acababa de empezar, y Álvaro viajaba por España explicando su mensaje a estudiantes (a los que casi no conocía)... y también a los obispos. Un amigo suyo, viendo lo que hacía, le preguntó: “¿cómo te arreglas para decir con esa claridad las cosas a personas que no conoces?, ¿no te impone?”. Y Álvaro le contestó, con toda sencillez: “Me acuerdo de la pesca milagrosa, y procuro hacer lo que hizo san Pedro: ¡En tu palabra echaré la red!”. Si Jesús le pedía que fuera apóstol, ¿por qué iba a dejar de serlo? ¿Súperhombre? Más bien, superhumilde... Si somos perfeccionistas, si nos empeñamos en hacer las cosas por amor propio o por motivos que no son sobrenaturales, entonces, al menor descalabro, nos vendremos abajo, y diremos esa tontería tan grande: o todo, o nada; no soy capaz de conseguir esto, pues lo dejo todo... ¡Qué bobada! Ya se sabe que con nuestras propias fuerzas no llegamos a ninguna parte. Toda nuestra fortaleza es prestada, enseñaba san Josemaría; todo lo que acabamos bien, lo debemos al auxilio de Dios. Solos, no podemos nada; con su fortaleza, en cambio, con la intercesión de la Santísima Virgen, de san José y de san Josemaría, alcanzamos todo. (Álvaro del Portillo). El Motor de un hombre santo Álvaro recibió la primera comunión en Madrid, en la iglesia de la Concepción. Desde entonces, la recibía con frecuencia. En aquella época, significaba un esfuerzo notable, porque el ayuno eucarístico no era como el actual: había que estar sin comer ni beber nada (tampoco agua) desde las 12 de la noche del día anterior. «Eso suponía — comentaba su hermana Pilar— marcharse al colegio todas las mañanas sin probar bocado. Es duro para un chico joven empezar el día sin desayunar. Sin embargo, él lo hacía todos los días sin darle importancia: se iba sin tomar nada, sonriente, solo con un pedazo de pan que guardaba, envuelto, en el bolsillo. “Álvaro, ¿no desayunas?”, le preguntábamos. “No, no, me basta con esto” nos decía, señalando el panecillo. Y así, un día y otro, desde muy pequeño». Jesús premió ese esfuerzo, que se prolongó durante toda su vida. Con ganas y sin ganas, siguió comulgando a diario, y más tarde celebrando la Misa todos los días. Muchos años después, en 1983, confiaba a un pequeño grupo de personas: «62 ó 63 años que llevo comulgando a diario y es como una caricia de Dios». Eucaristía Oración diaria Diálogo con el Señor: en esto ha de traducirse nuestros ratos de oración mental. Una conversación de enamorados, en el que no puede haber lugar para la desgana o las distracciones. Un coloquio que se aguarda con impaciencia, al que se acude con hambre de conocer mejor a Jesús y de tratarlo. Una charla que se desarrolla con delicadezas de alma enamorada, y que se concluye con renovados deseos de vivir y trabajar sólo para el Señor. No se me oculta que muchas veces, incluso por largas temporadas, vivir bien la oración requerirá esfuerzo. Humanamente hablando, quizá el alma y el cuerpo no se encuentren a gusto en esos momentos dedicados exclusivamente al trato con Dios. Y, sin embargo ¡dependen tantas cosas grandes de una meditación bien hecha! (Alvaro del PorLllo, Carta pastoral 1.XI.1987) ¿Quieres saber más? Misión cumplida Hugo de Azevedo Una biografía para conocer de cerca a este gran santo. Orar. Como sal y como luz Álvaro del Portillo Textos escritos por don Álvaro, sobre temas muy diversos, para ayudarte en tu oración. [Encontrarás estos libros en el oratorio. Si los quieres comprar, pregunta en Recepción] Oración para la devoción privada Dios Padre misericordioso, que concediste a tu siervo Álvaro, Obispo, la gracia de ser Pastor ejemplar en el servicio a la Iglesia y fidelísimo hijo y sucesor de San Josemaría, Fundador del Opus Dei: haz que yo sepa también responder con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de servir al Reino de Jesucristo; dígnate glorificar a tu siervo Álvaro, y concédeme por su intercesión el favor que te pido... (pídase). Así sea. Padrenuestro, Avemaría, Gloria. Puedes descargar todos los What’s Up! en el blog de la Capellanía del Colegio: http://capellaniaaldeafuente.blogspot.com.es/