económico - Banco Central de Venezuela

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económico
Banco Central de Venezuela
Departamento de Información
Boletín
Económico
Ene-Feb 2016
Año 20
Términos de intercambio
y desempeño económico
omar a. mendoza lugo
L
os “términos de intercambio” son la capacidad
de importación de una economía en comparación con el precio promedio de sus bienes
de exportación. Es decir, miden la evolución del
precio de los productos exportados por los países,
calculada según el valor de los que importa. Se
habla de deterioro o caída en los términos de
intercambio cuando el precio promedio de los productos exportados tiende a disminuir comparado
con el de los importados.
Por ejemplo, tomemos el caso de un país X
que importa maíz blanco, cuyo precio en el mercado internacional es de 160 dólares por tonelada
métrica y, a su vez, exporta petróleo con una cotización internacional de 100 dólares por barril. Ello
quiere decir que por cada barril de petróleo que
el país venda es capaz de importar 0,625 toneladas de maíz blanco (esto es, 100/160=0,625
toneladas por barril). Expresado de otra forma:
con la venta de dos barriles de petróleo se puede
adquirir algo más de una tonelada de maíz en el
mercado internacional.
Imaginemos ahora una situación en la que el
precio del maíz se mantiene estable en el mercado
foráneo, pero el petróleo experimenta abruptamente una caída en el precio hasta 20 dólares por
barril. En la nueva situación, por cada barril de
petróleo que exporte el país solo podrá importar
0,125 toneladas de maíz (20/160=0,125). En
este caso, la caída en los términos de intercambio para el país X es acentuada, ya que ahora
tiene que dedicar lo obtenido por la venta de 8
barriles de petróleo para adquirir una tonelada de
maíz (8x20=160); esto es, una mayor cantidad
del bien exportado a cambio de una unidad del
bien importado.
Disyuntiva frente a una caída abrupta
en los términos de intercambio
El deterioro en los términos de intercambio
trae una serie de inconvenientes para el país X:
en primer lugar, experimenta una drástica caída
en las reservas internacionales1 si desea importar
la misma cantidad de maíz.
A propósito de contrarrestar el efecto en las
reservas internacionales, el país podría decidir
importar cantidades menores de maíz. No obstante, es probable que no pueda reducir a cero
sus importaciones de este producto debido a que
la producción nacional, aun cuando pueda incrementarse, es posible que no sea suficiente para
cubrir las necesidades del mercado interno. Por
otra parte, podría tratarse de un bien fundamental para el consumo o la producción y que no se
produce en el país. Otra limitación a considerar
es que el aumento de la producción nacional no
se obtendrá de inmediato, pues en el caso de los
bienes agrícolas, se requiere de un proceso de preparación de la tierra, tiempo de cultivo y cosecha,
almacenamiento, procesamiento y distribución
para que esté disponible al consumidor.
De allí que ante una caída en los términos de
intercambio, el país X enfrenta un dilema: pedir
prestado en el exterior, hacer uso de las reservas
internacionales o adoptar acciones de política para
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Las reservas internacionales son el conjunto de activos externos o medios de
pago que están disponibles de inmediato y bajo el control de la autoridad monetaria para el financiamiento de transacciones externas de un país. Asimismo,
se utilizan para intervenir en los mercados cambiarios a fin de influir sobre el
tipo de cambio, el mantenimiento de la confianza en la moneda y la economía,
y otros fines relacionados.
Palabras clave: Términos de intercambio, precios del petróleo, actividad económica.
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instrumentar los correctivos que se consideren
necesarios. Es probable que, en una primera instancia, las autoridades económicas se decanten
por pedir prestado en el exterior, hacer uso de las
reservas internacionales o una combinación de
ambos. Estas acciones son comprensibles cuando
se trata de un problema coyuntural en la caída
de los precios de los productos de exportación.
Cuando la caída en los precios internacionales
es consecuencia de un fenómeno estructural o
que se vislumbra que prevalezca por un tiempo
considerable, entonces otras acciones de política
se tornan ineludibles.
Un problema adicional que enfrenta la autoridad económica para la adopción de decisiones
es la incertidumbre sobre la temporalidad de la
caída de los precios del petróleo. ¿Se recuperarán
pronto hasta llegar a los niveles existentes antes
de la caída? ¿Se elevarán pero no alcanzarán en el
corto ni en el mediano plazo los niveles existentes
antes del descenso? ¿Se estima que se mantendrán a ese nivel de 20 dólares por barril de aquí en
adelante? Estas son algunas de las interrogantes
que enfrentarían los hacedores de política.
La asignación de un mayor peso a alguno
de los escenarios implícitos en estas interrogantes pasaría por evaluar de manera exhaustiva la
realidad del mercado internacional de su rubro de
exportación, es decir, el petróleo. A partir de allí,
se adoptarían las decisiones que mejor se correspondan con el escenario más probable. Mientras
aquellas se ponen en marcha, es posible que el
país haga uso de las reservas internacionales o
acuda al apoyo financiero del exterior. Es importante destacar que ambos mecanismos enfrentan
limitaciones. Las reservas internacionales podrían
llegar a un nivel crítico o agotarse. Por su parte,
recurrir al endeudamiento externo no resulta una
tarea fácil, pues tiene implícito un proceso de
negociación que no necesariamente resultará en
la obtención del préstamo deseado por parte del
país X, en las condiciones o monto deseados.
Asimismo, este proceso de negociación resultará
más difícil en la medida en que se vislumbre una
caída permanente o de largo plazo en el precio
del principal producto de exportación.
Es muy probable que de proyectarse, por
un largo tiempo, un precio del producto de
exportación a niveles bajos o no favorables para
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el país X, entonces será inevitable la adopción
de políticas macroeconómicas y sectoriales que
hagan posible aminorar el impacto adverso en
la economía nacional de la caída del precio del
rubro de exportación. Asimismo, hay que tomar
en cuenta la necesidad de adoptar medidas de
naturaleza social, a efectos de brindar protección
a los sectores más vulnerables y garantizar su
acceso a bienes y servicios esenciales.
Términos de intercambio y tipo de cambio real
Por el hecho de que los países importan, por
lo general, varios bienes y exportan más de un
producto, los términos de intercambio se calculan al tomar en cuenta un índice de precios de
las exportaciones y un índice de precios de las
importaciones. Es necesario que ambos índices
estén expresados en el mismo período base, por
lo general un año. De allí que los términos de
intercambio, en la práctica, muestran el cambio
proporcional en el precio de las exportaciones
e importaciones.
Por su parte, el tipo de cambio real2 mide el
precio o costo de los bienes importados en proporción al precio o costo de los bienes nacionales,
expresados ambos en términos de la moneda
nacional. Solo en el caso de que los precios de
los bienes exportados sean los mismos que los
de los bienes que se consumen en el país X y
si los precios de los bienes importados fueran
iguales a los del consumidor en los países de los
cuales importa el país X, entonces los términos
de intercambio serían exactamente iguales al tipo
de cambio real.
Además, es necesario tomar en cuenta que
en el proceso de nacionalización de las mercancías inciden otros elementos, como los aranceles,
los costos del trasporte internacional y el tipo de
cambio nominal. De igual forma, la composición de las exportaciones no necesariamente es
igual a la de la canasta de consumo en el país
X; y las importaciones que realiza no siempre
coinciden con las canastas de consumo de los
hogares de los que importan dichas mercancías.
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El tipo de cambio real, R, se mide como
R = E*P* = Precios de los bienes externos expresados en la moneda nacional o del país X
Precios de los bienes nacionales expresado en la moneda nacional o del país X.
P
Donde E se refiere al tipo de cambio nominal (precio de la moneda foránea en
términos de la moneda del país X, por ejemplo US dólares/Bs.), P * es el nivel de
precios externos y P el nivel de precios nacionales. Para facilitar la comparación
de R con los términos de intercambio del país X, se podría obtener el inverso
del tipo de cambio real.
Estos elementos se adicionan para hacer que difieran los indicadores de términos de intercambio
y de tipo de cambio real.
No obstante, es innegable que existe una
conexión entre ambos indicadores, puesto que
cuando los términos de intercambio se hacen
desfavorables para una nación, por lo general,
esta se ve en la necesidad de ajustar el tipo de
cambio nominal como un elemento para absorber,
de manera parcial o total, el efecto en la economía nacional de la variación de los términos
de intercambio3.
Es decir, si el precio de exportación por alguna razón se ve disminuido, el país X en algún
momento tendrá que ajustar al alza su tipo de
cambio nominal (precio de la moneda extranjera
en términos de la moneda nacional). De esta
manera, se busca incidir de forma indirecta en la
disminución de las importaciones, que ahora se
hacen más costosas, e incentivar, al menos en el
corto plazo, la producción de los bienes exportados, los cuales se ven favorecidos con el ajuste del
tipo de cambio nominal porque permite obtener
una mayor cantidad de moneda nacional por la
venta de cada unidad de producto que realice en
el mercado internacional. También, el ajuste en
el tipo de cambio nominal podría posibilitar que,
en el corto plazo, se vea favorecida la producción
en el país X de bienes y servicios destinados al
mercado doméstico. Sin embargo, es necesario
incidir en la productividad de los factores de
producción y en las innovaciones institucionales
que hagan posible el aumento continuo de la
producción interna.
El efecto de la caída en los términos
de intercambio, las acciones de política
y el desempeño de la economía
Por lo general, una perturbación negativa en
los términos de intercambio trae como consecuencia una caída en la actividad económica. Empero,
esta situación podría representar una oportunidad
para la implementación de nuevas alternativas de
política que hagan posible la recuperación de la
economía nacional. Por ello, frente a una caída
en los términos de intercambio es necesaria la
adopción de medidas en lo macroeconómico
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Hasta ahora hemos prestado un énfasis especial a lo que podría denominarse
“relación de precios del intercambio”. Para profundizar en esta materia, véase
por ejemplo, Cepal, 1976 y Rodríguez, 1993.
(fiscal, cambiario y monetario) y en lo sectorial (es
decir, en la fabricación, almacenamiento y distribución), así como en materia social, en particular,
lo referente al empleo y medidas compensatorias
que permitan aminorar el efecto sobre la capacidad económica de acceder a los bienes y servicios.
Funke, Granziera e Imam (2008) demuestran
que, ante una caída en los términos de intercambio, si bien un ajuste en el tipo de cambio nominal
puede ocasionar efectos adversos en el crecimiento económico en el corto plazo, este impacto en
la producción se revierte y se torna positivo en
el mediano y largo plazo. De allí que un ajuste
en la tasa de cambio nominal, que propicie una
recuperación del tipo de cambio real a efectos
de absorber parte de la perturbación negativa,
pareciera ser una especie de mal necesario para
afrontar una contracción en los términos de intercambio. Sin embargo, las acciones de política
cambiaria no suelen adoptarse de manera aislada,
sino que forman parte de una revisión integral del
conjunto de políticas y, en materia cambiaria, en
particular, lo que podría representar una revisión
un poco más profunda que la simple adopción
de un nuevo tipo de cambio, a efectos de adoptar los correctivos e innovaciones necesarias en
los diferentes ámbitos que se determinen como
estratégicos para encausar la economía, lo más
pronto posible, hacia una senda de prosperidad
y de un mayor bienestar social.
Cuando ocurre una caída de los términos de
intercambio, los esfuerzos orientados a obtener
apoyo financiero y la adopción de innovaciones
institucionales que permitan la reactivación del
aparato productivo nacional parecieran jugar también un papel estratégico para abatir los impactos
económicos adversos. Por su parte, las acciones
orientadas a mejorar las finanzas públicas lucen
poco relevantes para el comportamiento de la
economía en el corto plazo; sin embargo, adquieren una importancia estratégica para facilitar
la recuperación económica en el mediano plazo.
De este modo, la caída considerable en los
términos de intercambio hace posible plantearse
una evaluación de las políticas públicas (macroeconómicas, microeconómicas y sociales) y
rediseñar aquellos ámbitos que así se consideren
pertinentes a efectos de procurar el menor impacto
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Presidente
Nelson J. Merentes D.
primer vicePresidente gerente (e)
Eudomar Tovar
Gerente de Comunicaciones
Institucionales (e)
Franklin Graterol
Grupo Editor
Luis E. Rivero M.
Omar Mendoza
Maritza Balza de Chacón
Francisco Vallenilla
José Pulido
Jefe del departamento
de Información (e)
Amarelis Vásquez
diagramación
Luzmila Perdomo
Corrección
Departamento de Publicaciones
ISSN: 1315-1407
Los artículos de opinión
no reflejan necesariamente
la política informativa del BCV.
El Grupo Editor
evalúa los contenidos
de esta publicación.
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posible, en el corto plazo, en términos de
producto, inflación, empleo y distribución
del ingreso. Además, se hace necesaria
la evaluación de elementos institucionales en procura de la estabilización de
la economía y fomento de la inversión
extranjera directa, orientada hacia actividades productivas consideradas como
estratégicas y con capacidad exportable,
entre otras. En un sentido amplio, valdría la pena considerar la evaluación
de algunos aspectos que podrían formar parte de una estrategia general de
impulso a los sectores productivos; la
adecuación de las finanzas públicas en
un contexto de caída en los términos de
intercambio; la viabilidad del esquema
cambiario, al menos en el corto plazo; así
como las acciones de política monetaria
y financiera, entre otros, con el propósito de propiciar su consistencia con las
acciones de política social que se desean
instrumentar.
Conclusiones
La dependencia de una economía de
un rubro de exportación constituye una
condición de vulnerabilidad para propiciar
un crecimiento sostenido y avanzar en
materia de desarrollo económico y social.
Por ello, es necesario aunar esfuerzos en
procura del fortalecimiento de las cadenas
de valor4 y una mayor diversificación de la
economía, que actúa, a su vez, como especie de un mecanismo de diversificación
de riesgo ante una posible contracción en
los precios de los bienes de exportación,
siempre y cuando contribuya a aumentar
la base exportable. No es lo mismo, en
materia de impacto en producto e inflación, para una economía que experimente
la caída en el precio de uno de sus tantos
productos de exportación que para una
4 Las cadenas de valor comprenden todos los eslabones de un
proceso económico, que considera desde las materias primas y su
transformación, así como a las cadenas de suministro, actividades
de apoyo a la producción (administración y gerencia, almacenamiento, tecnología, investigación y desarrollo, entre otras) y redes
de distribución (mayoristas y minoristas) que facilitan el acceso
de los productos al usuario final.
economía que experimenta una caída
similar en el precio de su principal producto de exportación.
Asimismo, se hace necesario avanzar en la consolidación de las instituciones en materia de estabilización de la
economía ante una perturbación externa
que afecte a los términos de intercambio; esto es, que facilite el ahorro de
divisas en tiempos de bonanza y su uso
en tiempos de precios internacionales
desfavorables. Igualmente, reviste una
importancia estratégica profundizar en
la formación de talento humano y el
estímulo de iniciativas de innovación y
desarrollo tecnológico. Además, las políticas macroeconómicas deben guardar
cierto grado de consistencia, a efectos de
incidir de manera favorable sobre la percepción futura de la economía, el proceso
de formación de precios, las decisiones
de inversión, en la generación de empleos de calidad, el desarrollo armónico
de la economía nacional y el ahorro y la
diversificación de las fuentes generadoras
de divisas.
Referencias
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pp. 89-110.
Cashin,P.; Pattillo, C. (2000). Terms of trade shocks in
Africa: Are they short-lived or long-lived? International
Monetary Fund, IMF Working Paper N° 72.
Cepal (1976). América Latina: Relación de precios de
intercambio. Cuadernos Estadísticos de la Cepal, N°
1, Santiago de Chile.
Durlauf, S.; Quah, D. (1999). The new empirics of
economic growth, en Handbook of Macroeconomics,
Vol. 1A, editado por John Taylor y Michael Woodford
(Amsterdam: North Holland).
Funke, N.; Granziera, E.; Imam, P. (2008). Terms of
trade shocks and economic recovery. International
Monetary Fund, IMF Working Paper N°36.
Mendoza, E. (1997). Terms of trade uncertainty and
economic growth. Journal of Economic Development,
Vol. 54, pp. 323-356.
Prebisch, R. (1950). The economic development of
Latin America and its principal problems. Comisión
Económica para América Latina (Cepal), New York,
United Nations.
Rodríguez, O. (1993). La teoría del subdesarrollo de
la Cepal. Siglo XXI Editores, 8ª Edición.
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