Que es evaluar El concepto de evaluación es polisémico porque éste se impone o no en la práctica según las necesidades mismas de la evaluación y en función de las diferentes formas de concebirla. En efecto, puede significar tanto estimar y calcular como valorar o apreciar. Quizá en este sentido, conviene no olvidar tampoco desde la dimensión pedagógica las implicancias polivalentes del término: la evaluación hace referencia a un proceso por medio del cual alguna o varias características de un alumno, de un grupo de estudiantes o un ambiente educativo, objetivos, materiales, profesores, programas, reciben la atención de quien evalúa, se analizan y se valoran sus características y condiciones en función de parámetros de referencia para emitir un juicio que sea relevante para la educación la evaluación no solo se centra en recoger información sino que también implica diálogo y autorreflexión. ¿Cómo evaluar? La evaluación, como hemos mencionado, puede ser utilizada como un instrumento de control social que fija parámetros y legitima niveles de acreditación. Sin embargo, una mirada reflexiva sobre las prácticas pedagógicas, implica concebirlos como herramientas que permiten identificar el modo en que el alumno construye su conocimiento. Esto implica: Comprender el significado de las respuestas elaboradas por el alumno. Considerar el tipo de información relevada por el docente en relación al proceso de aprendizaje y al proceso de producción. QUE EVALUAR, lo que los alumnos conozcan y aprendan tras el periodo de enseñanza esto es, los contenidos de la evaluación , qué pretendemos que los alumnos realicen con el conocimiento adquirido (es decir, qué operaciones mentales o cognitivas hay implicadas en las tareas que les vamos a proponer para la evaluación de su conocimiento), los objetivos de aprendizaje que define, el procedimiento de evaluación que propone y las estrategias de aprendizaje que todo ello fomenta en los estudiantes. Una correcta planificación de la evaluación facilita información y considera que un alumno debe saber y debe saber hacer con lo que sabe. Además, ayuda no sólo a calificar a los alumnos, sino también a detectar las dificultades encontradas en el aprendizaje y las causas posibles de esas dificultades. COMO SE EVALUA La dimensión disciplinar comprende componentes y contenidos referenciales. La dimensión cognitiva recoge la propuesta de evaluación por competencias, la cual reconoce tres acciones básicas: la interpretación, la argumentación y la proposición. PORQUE SE EVALUA Evaluar es comparar el resultado obtenido con el resultado esperado, para establecer razonablemente el valor de un proceso o un método, de una hipótesis o teoría, de la acción de una persona o un equipo. Propiamente el objetivo de la evaluación no es histórico, ni judicial, ni anecdótico, sino práctico: se evalúa para hacer las cosas mejor Cuando se trata de situaciones cíclicas o cuando menos repetible Para obtener el máximo provecho de las circunstancias Si se trata de hechos irrepetibles La evaluación es un instrumento metódico irreemplazable que las personas utilizan en su vida privada o pública, individual o colectiva, normalmente como preparación para tomar decisiones. las evaluaciones llevarán siempre el sesgo del interés parcial que las motivó. A su vez, este cuestionamiento requiere de un oportuno discernimiento de principio, que posibilite ver cuáles son los intereses e intencionalidades en juego, porque la mediocridad no se evalúa a sí misma, o lo hace sólo mediocremente. Por el contrario, la excelencia empieza en una adecuada evaluación. Desde las juntas de gerencia hasta el examen cotidiano de conciencia, la perfección es hermana de la evaluación. Cuando se evalúa, las capacidades de los niños, en la variedad de formas en que estas capacidades se manifiestan y en los diversos niveles de dominio que de ellas pueden existir entre niñas o niños de una misma edad. Los avances que logran los alumnos en cada una de estas competencias se manifiestan al actuar en situaciones reales de la vida escolar o extraescolar; por esta razón es necesario subrayar que la evaluación del aprendizaje es continua: al observar su participación en las actividades, las relaciones que establecen con sus compañeros, al escuchar sus opiniones y propuestas, la educadora puede percatarse de logros, dificultades y necesidades . Se aspira a que asuma una actitud de alerta constante hacia lo que pasa en el aprendizaje, lo que posibilitará la puesta en práctica de mejores estrategias y decisiones educativas.