SE PRESENTA COMO AMICUS CURIAE Tribunal Superior de Justicia: MARIO JAIME KESTELBOIM, en mi carácter de Defensor General del Ministerio Público del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, en autos caratulados “ASOCIACIÓN CIVIL POR LA IGUALDAD Y LA JUSTICIA (ACIJ) c/ GCBA s/ AMPARO” (Expte. Nº 23.360/0); constituyendo domicilio procesal en Combate de los Pozos 155 5º piso, a ese Tribunal me presento y digo: Que vengo por la presente a solicitar al Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se admita este memorial de Amicus Curiae en el que se desarrollan una serie de consideraciones jurídicas que son conducentes para la resolución de las cuestiones planteadas en el caso de referencia, en el que se discute la violación del derecho a la educación, el derecho a la autonomía y el derecho a la igualdad consagrados en la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la Constitución Nacional y en instrumentos internacionales que gozan de jerarquía constitucional. I. INTERÉS DE LA DEFENSORÍA GENERAL EN PRESENTARSE COMO AMICUS CURIAE El caso que nos ocupa plantea la violación de un derecho humano esencial, como es el acceso a la educación inicial en condiciones de igualdad, con claros fundamentos normativos que involucran derechos humanos fundamentales. El interés del Ministerio Público de la Defensa en esta presentación se funda en: I.1. El art. 125 incs. 1 y 2 de la CCABA, en cuanto le reconoce como funciones: “promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad” y “procurar ante los tribunales la satisfacción del interés social”. 1 I.2. El art. 17 incs. 1, 2, 5 y 6 de la Ley 1903: en cuanto lo faculta a “intervenir en todos los asuntos en los que se hallaren involucrados el interés de la sociedad y el orden público; Promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad; Intervenir en los procesos en que se alegare privación de justicia; Velar por la observancia de la Constitución Nacional, los Tratados Internacionales, la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires y las leyes nacionales y locales”. La intervención de esta Defensoría está avalada en tanto se encuentran involucrados el interés general de la sociedad, pomover la defensa de la legalidad y velar por la observancia de las Constituciones Nacional y de la CABA, así como de los tratados internacionales en razón de: * el incumplimiento por parte del GCABA de sus obligaciones de asegurar y garantizar el acceso a la educación de todos los niños y niñas de la CABA, desde los cuarenta y cinco días hasta los cinco años de edad, violando así los derechos reconocidos por el bloque constitucional federal y de la CCABA, afectando de manera particular los derechos de los niños y niñas de sectores sociales más desfavorecidos y aquellos que residen en los barrios del sur de la ciudad. * las consecuencias gravosas que se derivan de ese incumplimiento: mayor vulnerabilidad, marginalidad y exclusión de los grupos sociales más desfavorecidos, estimulando un sistema social cada vez más regresivo contraviniendo las cláusulas de progreso. 1.3. Los antecedentes nacionales e internacionales que se citarán en los puntos siguientes. 1.4. El reconocimiento y regulación del instituto del Amicus Curiae por parte de la CSJN (Acordada 28/04). 1.5. La no intervención anterior de los defensores oficiales de Primera Instancia ni de la Defensoría General, con lo cual no se afectaría la igualdad de las partes en el proceso. Por ello no sería aplicable el antecedente del caso Vidal (Expte. 3274/04) en el cual el TSJ resolvió que el DG carecía de legitimación para presentarse como AC, porque, durante el 2 proceso, hubo actuación previa de los defensores oficiales de instancias inferiores por la parte actora y entendió que esa nueva presentación vulneraba el principio de bilateralidad e igualdad entre las partes. En definitiva, siguiendo los considerandos de la Acordada CSJN 28/04, la presentación que aquí se propone: a. trata de un asunto de interés público que trasciende al de las partes y se proyecta sobre la comunidad. b. la Defensoría General es un tercero ajeno a las partes, desde el punto de vista procesal y cuenta con competencia sobre la cuestión debatida. c. tiene un interés inequívoco en la resolución del caso. d. puede aportar argumentos de trascendencia para la decisión del asunto y amplía el debate, garantía esencial del sistema democrático. e. contribuye a afianzar la justicia, valor no solo individual sino también colectivo. II.- ADMISIBILIDAD FORMAL DEL AMICUS CURIAE II. 1. Fundamentos para la admisibilidad de los amicus curiae.En nuestra práctica jurídica se encuentra aceptado e incorporado el instituto del Amicus Curiae, de conformidad con los antecedentes existentes en el derecho comparado y en el derecho internacional de derechos humanos. Los "amicus curiae" son presentaciones que pueden realizar terceros ajenos a una disputa judicial a fin de expresar sus opiniones y acercar argumentos de trascendencia para la sustentación del proceso judicial y la materia en discusión. Dichos terceros deben tener un justificado interés en la resolución final del litigio. Si bien la presentación de amicus curiae ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad sólo está expresamente regulada para el trámite de acciones declarativas de inconstitucionalidad (conf. art. 22 de la Ley Nº 402), su admisibilidad en el caso de autos se deriva de los principios 3 constitucionales que determinaron su recepción pretoriana y normativa en el ámbito internacional, nacional y local. En efecto, en el orden nacional diversos tribunales admitieron la presentación de amicus curiae en cierto tipo de causas, no obstante su falta de regulación expresa, en aplicación de principios claramente receptados por la jurisprudencia. Así, en la causa Nº 761, sobre “Hechos ocurridos en el ámbito de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada”, la Cámara Federal en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal en pleno resolvió admitir un memorial en derecho presentado por dos organismos internacionales de derechos humanos. La Cámara tuvo en cuenta el amplio interés público de la causa, y la incorporación de esta forma de participación del derecho internacional al ámbito del derecho interno sobre todo desde 1994 con la jerarquización de ciertos instrumentos de derechos humanos. A su vez, también se admitió la presentación de amicus curiae en la causa “Sterla, Silvia s/interrupción de la prisión preventiva” que tramitó ante el Juzgado Criminal y Correccional Nº 2 de Capital Federal, y en la causa “Felicetti, Roberto y otros s/revisión” (causa 2831) que tramitó ante la sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal. Su reiterada aceptación pretoriana encuentra sustento en principios consagrados en la Constitución Nacional y en la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La presentación de amicus curiae tiende a asegurar una amplia participación de la sociedad en causas de especial trascendencia pública, y de ese modo refuerza sustancialmente el principio republicano de Gobierno. En tal sentido, se ha entendido que “La falta de previsión normativa expresa puede decidirse a favor de la admisión de esta figura en tanto constituye un medio procedimental no prohibido de ejercicio de la libertad de expresión, del derecho a peticionar ante las autoridades y de reforzamiento del principio republicano de gobierno” (Martín Abregú-Christian Courtis, Perspectivas y posibilidades del amicus curiae en el derecho argentino, artículo publicado en ‘La aplicación de los tratados sobre derechos 4 humanos por los tribunales locales’, pág.390, Editores del Puerto, 1º reimpresión, 2004). Al respecto, Carlos Nino sostuvo que promover y ampliar el proceso democrático requiere hacer más laxos los criterios de participación en el proceso judicial, por vía del reconocimiento de intereses difusos, de las acciones de clase, y de la intervención de amicus curiae (Fundamentos de Derecho Constitucional, Ed. Astrea, 1992, pág. 696) A su vez, la admisibilidad de esta forma de participación en procesos judiciales se ve consolidada en virtud de la incorporación del derecho internacional al ámbito del derecho interno, sobre todo desde 1994 con la jerarquización de ciertos instrumentos de derechos humanos. Concretamente, los tribunales tuvieron en cuenta que esta figura se encuentra comprendida en el art. 44 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en los reglamentos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En igual sentido, se ha sostenido que toda vez que “El Reglamento de la Corte Interamericana, a su vez, establece en forma expresa en su art. 54.3 la posibilidad de presentarse en calidad de amicus curiae ante dicho tribunal…Resulta entonces absurdo prohibir a instituciones o grupos interesados presentarse en calidad de amicus curiae ante los tribunales internos –oportunidad frente a la que el Estado tiene posibilidades de remediar la alegada violación en sede interna- y conceder esa posibilidad después” (Perspectivas y posibilidades del amicus curiae en el derecho argentino, Martín Abregú y Christian Courtis, pág. 387 en “La aplicación de los tratados sobre derechos humanos en los tribunales locales”, el resaltado no está en el original, pág. 392). A su vez, cabe recordar que en la causa “Provincia de San Luis v. Estado Nacional y otros” (5/3/2003, J.A. 2003-I-188); ya en el año 2003 la Corte Suprema de Justicia de la Nación consideró que “la Corte, en el ámbito de la propuesta conciliatoria en la que estaba ocupada, consideró conveniente oír a las asociaciones bancarias involucradas, viabilizando así la intención de esas entidades de no mantenerse ajenas a un conflicto generalizado que ya había sido expresada en la causa M.12 XXXVIII 5 `Ministerio de Economía y Banco Central de la República Argentina s/ apelación contra medidas cautelares’. En consecuencia citó a una nueva audiencia y convocó a la Asociación de Bancos Argentinos –ABA-, a la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina – ABAPRA- y a las partes en este proceso para que concurrieran a ese acto...” (considerando 7º, voto de los jueces Moliné O´Connor y López; en igual sentido se expresaron los restantes magistrados intervinientes en la causa). Es decir que la Corte Suprema reconoció expresamente que, con base en las amplias facultades instructorias que le concede el art. 36 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, se encuentra facultada a escuchar la opinión de entidades que no son parte en el proceso pero pueden aportar una opinión autorizada respecto de la solución del caso. Ello implica reconocer la admisibilidad de la institución del “amicus curiae”. A su vez, cabe señalar que el hábeas corpus colectivo iniciado por Horacio Verbitsky, Presidente del CELS, también fue acompañado por múltiples presentaciones de Amicus Curiae de organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales y todas ellas fueron admitidas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN, 03/05/2005, “Verbitsky, Horacio”, Sup. Const. 2005, julio, 32). Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a través de la Acordada Nº 28 del año 2004, reconoció expresamente que terceros ajenos a las partes que cuenten con una reconocida competencia sobre la cuestión debatida y demuestren un interés inequívoco en la resolución final del caso, pueden presentarse en las causas en trámite ante sus estrados en las que se ventilen asuntos de trascendencia institucional o que resulten de interés público a fin de que ofrezcan argumentos de trascendencia para la decisión del asunto. En sus considerandos, la Corte sostuvo que dicho instrumento estaba destinado a permitir la participación ciudadana en la administración de justicia, y agregó que “en el marco de las controversias cuya resolución por esta Corte genere un interés que trascienda al de las partes y se proyecte sobre la comunidad o ciertos sectores o grupos de ella, a fin de resguardar el más amplio debate como garantía esencial del sistema 6 republicano democrático, debe imperar un principio hermenéutico amplio y de apertura frente a instituciones, figuras o metodologías que, por su naturaleza, responden al objetivo de afianzar la justicia entronizado por el Preámbulo de la Constitución ” (énfasis propio) . Es decir que de conformidad con el criterio de la Corte, la admisibilidad de amicus curiae en cierto tipo de causas se deriva directamente de nuestra forma republicana de Gobierno, y del objetivo de afianzar la justicia, expresado en el Preámbulo de la Constitución Nacional. En dicha Acordada se consideró que la intervención de amicus también encuentra su fundamento en lo dispuesto en el art. 33 de la Constitución, y que “la actuación de los Amigos del Tribunal encuentra sustento en el sistema interamericano al cual se ha asignado jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22), pues ha sido objeto de regulación en el Reglamento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (art. 62.3) y ha sido expresamente autorizada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con sustento en los arts. 44 y 48 de la Convención Americana”. A su vez, en relación con la participación de amici curiae reconocida por la Corte, la doctrina ha sostenido que “ella recibe legitimación constitucional, enunciativamente, en los arts. 14 (derecho de peticionar a las autoridades); 18 (debido proceso); 33 (derechos y garantías implícitos); 28 (prohibición de toda limitación irrazonable al ejercicio de los derechos); 75 inc. 22 párr. 2º, en cuanto a la jerarquización constitucional de los tratados internacionales en materia de derechos humanos allí individualizados y los que en el futuro sean ungidos con tal carácter; y 36, que entroniza un postulado trascendente de autoafirmación de la fuerza normativa de la Constitución; todo lo que conforma un complejo de factores recorrido por el caudal axiológico que le suministra el imperativo de "afianzar la justicia", que representa una de las pautas vertebrales del preludio constitucional” (conf. Bazán, Víctor, “La Corte Suprema de Justicia de la Nación y un importante respaldo institucional a la figura del amicus curiae”, en JA 2004-III-1240-SJA 29/9/2004) 7 En conclusión, en cuestiones de gran trascendencia e impacto público, los tribunales nacionales, y en particular la Corte Suprema de Justicia de la Nación, consideran admisible la presentación de amicus curiae, fundamentando dicha posición en diversas normas y principios constitucionales. De ese modo, admiten y promueven la participación en ciertos procesos judiciales, escuchando a una mayor cantidad de voces que enriquecen el debate, lo que fortalece la legitimidad democrática de sus decisiones. II. 2. La presentación de memoriales de amicus curiae ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad.- En el orden local, el art. 22 de la ley 402 prevé expresamente la presentación de amicus curiae en el trámite de acciones declarativas de inconstitucionalidad. Su admisión expresa en ese tipo de procesos se fundamenta en la necesidad de asegurar un amplio debate público en forma previa a la decisión sobre cuestiones que exceden a las partes involucradas. En tales casos el cabal respeto al sistema republicano de Gobierno exige que las personas e instituciones con competencia en la materia y un justificado interés en la cuestión que se ventila, cuenten con la oportunidad de dar su opinión fundada sobre el litigio. Como resulta obvio, nada impide la extensión analógica de la figura a otro tipo de procesos en los que la decisión revista gran trascendencia e impacto público. Por el contrario, los fundamentos que determinaron la recepción de memoriales de amicus curiae para el trámite de acciones declarativas de inconstitucionalidad en el ámbito local, y que justificaron su admisibilidad en diversos casos ventilados en tribunales nacionales, justifican plenamente su admisibilidad en el caso de autos. Ello porque la participación amplia en procesos cuya resolución genera un interés que trasciende al de las partes y se proyecta sobre la comunidad o ciertos sectores o grupos de ella, resulta imprescindible para 8 asegurar que “La Ciudad de Buenos Aires, conforme al principio federal establecido en la Constitución Nacional, organiza sus instituciones autónomas como democracia participativa y adopta para su gobierno la forma republicana y representativa” (CCABA, art. 1º) Además, en el ámbito local rigen los principios y garantías constitucionales que determinaron su clara recepción en los tribunales nacionales, y en particular en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. A su vez, cabe señalar que el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires admitió la presentación de amicus curiae en el trámite de acciones declarativas de inconstitucionalidad con anterioridad a su regulación expresa a través de la Ley Nº 402, lo que implica que la falta de reglamentación del instituto no resulta un obstáculo para su admisibilidad. . En efecto, en la causa “Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires c/ Estado de la Ciudad de Bs. As. s/ Acción declarativa de inconstitucionalidad”, Expte. N° 18/99, el Tribunal admitió la presentación de un amicus curiae del profesor Germán Bidart Campos, en un caso en el cual se impugnó la norma establecida en el art. 71 del Código Contravencional. La presentación contenía argumentos relacionados con la facultad de la Defensora del Pueblo para promover acciones de inconstitucionalidad. El Tribunal Superior de Justicia agregó el escrito al expediente y contempló sus argumentos en la sentencia, con expresa mención al amicus curiae. En la sentencia de septiembre de 1999 se citó la presentación de Germán Bidart Campos, y se analizaron sus argumentos. Finalmente se consideraron errados, pero fueron analizados. En conclusión, este Tribunal —a pesar de la inexistencia de una regulación expresa del instituto en cuestión en la Ciudad de Bs. As. al momento de dictarse el fallo—, consideró que las presentaciones en carácter de amicus curiae eran admisibles. En sentido coincidente, la doctrina ha señalado que “la carencia de una previsión legal expresa que institucionalice la figura no es óbice para su planteo por el interesado y su posterior admisión por parte del tribunal actuante. Es posible pensar que tal recepción por el órgano judiciario en 9 cuestión se enmarca en el complejo de facultades implícitas que le viene adjudicado legalmente” (conf. Bazán, Victor, “El amicus curiae, su incidencia en el debate judicial y la discusión acerca de la necesidad de interpositio legislatoris para su admisibilidad”, JA 2003-II-997). Si bien en el caso “Vidal, Sonia Miriam y otros c/ GCBA s/ amparo (art. 14, CCABA) s/ recurso de inconstitucionalidad concedido” (del 24/11/04, Expte. n° 3274/04), el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad resolvió rechazar el escrito presentado por el Defensor General en carácter de Amicus Curiae, es claro que dicho caso presenta notorias y relevantes diferencias con el sub examen. En efecto, en el voto de la mayoría se tuvo en cuenta que el Ministerio Público de la Defensa, representado por la Defensora General Adjunta, y por el Defensor ante los Juzgados de Primera Instancia, ya había intervenido en esas actuaciones en ejercicio de su competencia, en defensa del derecho de los actores; y que no había razones para extender la figura al caso. En efecto, en dicho caso los actores eran patrocinados por el Ministerio Público de la Defensa, y su opinión sobre la cuestión debatida ya había sido presentada al Tribunal. En conclusión, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires rigen principios que determinan la admisibilidad de la intervención de terceros en calidad de amicus curiae en cierto tipo de procesos judiciales, y tales intervenciones se encuentran expresamente reguladas para el trámite de las acciones declarativas de inconstitucionalidad. Como se desprende de lo expuesto, la aplicación de tales criterios al caso de autos determina la admisibilidad de amicus curiae en otro tipo de procesos, en mérito a la especial trascendencia e interés público de la cuestión debatida. II. 3. La trascendencia e interés público del caso de autos.- La doctrina señala que “La evolución contemporánea de la figura en el marco del derecho anglosajón y del derecho internacional de los derechos humanos aporta a la presentación una nota distintiva, que 10 justificará la procedencia de la opinión que se ofrece al tribunal: el carácter, trascendencia o interés público de la cuestión debatida” (Perspectivas y posibilidades del amicus curiae en el derecho argentino, Martín Abregú y Christian Courtis, pág. 387 en “La aplicación de los tratados sobre derechos humanos en los tribunales locales”, énfasis propio). A su vez, la Acordada 28/2004 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación autoriza la presentación de amicus curiae “en todos los procesos judiciales correspondientes a la competencia originaria o apelada, en los que se debatan cuestiones de trascendencia colectiva o interés general” (énfasis propio). La aplicación de dicho criterio al caso de autos conduce ineludiblemente a reconocer la admisibilidad formal de dichas presentaciones. El caso sub examen involucra una discusión de amplio interés público y reviste trascendencia social, por encontrarse en juego el derecho a la educación, el derecho a la autonomía y el derecho a la igualdad de oportunidades de todos los niños y niñas de la Ciudad de Buenos Aires, y la educación como bien público. Es en esta clase de asuntos que deviene necesaria la amplia participación pública en el proceso, para asegurar que todas las voces con interés en el tema y reconocida competencia sobre la cuestión debatida sean escuchadas y sus opiniones y argumentos puedan ser tenidos en cuenta por el Tribunal. En relación con la importancia central de la educación la Corte Suprema ha señalado que “la responsabilidad indelegable del Estado a la que hace referencia el art. 75, inc. 19, deja en claro que aquél no puede desatender la educación pues el constituyente le confió con carácter propio una materia que constituye, a no dudarlo, uno de los objetivos primordiales de la Nación” (Corte Suprema, “Universidad Nacional de Córdoba c. Estado Nacional”, 27 de mayo de 1999). A su vez, “según las normas incluidas en los tratados que ostentan jerarquía constitucional los estados tienen el poder de garantizar el derecho a la educación y son responsables internacionalmente por 11 incumplimiento de las obligaciones impuestas por dichas normas” (Corte Suprema, “Universidad Nacional de Córdoba c. Estado Nacional”, 27 de mayo de 1999; Corte Suprema, “Ferrer de Leonard, Josefina y otros c. Provincia de Tucumán”, 12 de agosto de 2003). El criterio de la Corte basta para confirmar la repercusión e impacto público de la decisión a la que se arribará en el proceso, en el que se encuentra en juego el derecho a la educación de miles de niñas y niños de la Ciudad. De otro lado, cabe señalar la trascendencia que adquiere la discusión abierta con carácter previo a la resolución de casos que recaen sobre bienes colectivos, o en los cuales se encuentran en juego derechos de incidencia colectiva. En ese aspecto, el art. 2 de la Ley de Educación Nacional, Nº 26.206 establece que “La educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social, garantizados por el Estado”. El impacto público del caso es evidente, y la sentencia que en él recaiga tendrá un efecto generalizado, pues tiene incidencia sobre todos los sujetos que se encuentran en condiciones de acceder a la educación inicial en la CABA. En función de lo expuesto, queda demostrada la trascendencia jurídica, moral y económica del asunto para el grupo afectado y para casos futuros. A continuación se expone la Opinión Fundada de esta Defensoría: III. OPINIÓN FUNDADA PARA LA PRESENTACIÓN COMO AMICUS CURIAE EN LA CAUSA 23.360/0 III.1. Objeto En esta sección se expone la opinión fundamentada de la Defensoría General de la CABA relativa a la omisión de cumplir con los derechos y garantías de los niños y niñas de la Ciudad por parte del GCABA, al no garantizar el derecho constitucional al acceso a la educación pública, estatal, laica y gratuita en el nivel inicial. 12 A raíz de este derecho, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas ha sostenido que “La base del derecho a la educación es un sistema en el que la educación sea gratuita en los lugares donde se imparte, como ejercicio de un derecho y no en función de la capacidad de cada uno para costeársela. En virtud de la normativa de derechos humanos los gobiernos tienen la obligación de financiar adecuadamente la educación para que los niños no deban pagar por su escolarización ni se les prive de ella por falta de recursos. Los niños no pueden esperar hasta que crezcan y de ahí su derecho prioritario a la educación en la normativa internacional de derechos humanos. Las consecuencias de negarles la educación en su período de crecimiento no se pueden reparar retroactivamente.” (ONU, Consejo Económico y Social, “Los Derechos Económicos, Sociales y Culturales: El Derecho a la Educación” - Informe presentado por Katarina Tomasevski, Relatora Especial sobre el derecho a la educación – 25 Enero 2004) Los argumentos que se desarrollarán, se refieren de manera particular al trato discriminatorio que sufren los niños y niñas de la ciudad, en razón de su pertenencia social y lugar de residencia, respecto del acceso a la educación inicial. Fundan esta afirmación los datos estadísticos procesados a solicitud de esta Defensoría General por el Observatorio de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina, en base a datos disponibles de la Encuesta Permanente de Hogares (INDEC), que permiten estimar las tasas de escolarización de los niños y niñas según el nivel de ingresos de la familia. Asimismo, se obtuvo del Ministerio de Educación de la Nación información geo referenciada sobre establecimientos educativos de nivel inicial (mapa educativo, en Anexo 1) con identificación de establecimientos públicos y privados y coberturas horarias y por grupo etario. Los datos estadísticos que se presentan son los más actualizados que disponemos. Adicionalmente, se incorpora información relativa al presupuesto educativo 2009 de la CABA, a las variaciones en el mismo y a la ejecución presupuestaria a lo largo de los últimos años, pudiendo inferirse las prioridades adoptadas desde el gobierno. 13 III.2 - La violación del derecho a la igualdad de trato y no discriminación El incumplimiento de la obligación estatal de garantizar el acceso a la educación inicial es violatorio del derecho a la igualdad y a la no discriminación de los niños y niñas que resultan de hecho arbitrariamente excluidos de la posibilidad de recibir esa enseñanza. III.2.1. Discriminación por pertenencia social. La deficiencia en la oferta pública de servicios educativos en el nivel inicial es contraria al principio de igualdad de trato y no discriminación en el acceso a las instituciones educativas del nivel inicial, y específicamente al requisito de ”accesibilidad no discriminatoria” con que la educación debe brindarse conforme a la propia Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Art. 23 CCABA) y a normativa internacional de jerarquía constitucional, ya que afecta de manera diferencial a los niños y niñas de hogares más pobres. Más allá del hecho reconocido por el GCABA acerca de la existencia (en 2007) de al menos 6100 niños que vieron rechazado el ingreso a escuelas de la Ciudad por falta de vacantes, los análisis estadísticos dan cuenta de una demanda potencial no cubierta, concentrada en los sectores de menores ingresos. Según la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, (2006, 4º trimestre, últimos datos disponibles), el 84% de los niños/as entre 3 y 4 años de edad se encontraban escolarizados en un jardín de infantes o maternal en la CABA. Sin embargo, dicho nivel de escolarización presenta desigualdades en su distribución según el quintil de ingresos del hogar al que pertenecen los/as niños/as. (Procesamiento ad hoc del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA). En efecto, en el 1° quintil de ingresos el 80% de l os niños y niñas asistían a un centro educativo, mientras que en el 5° quintil de ingresos lo hacía el 90,8%. Estos niveles de desigualdad social en la educación inicial 14 se agravan cuando se considera sólo a los niños/as de 3 años. Aquí se observa que en el 1° quintil de ingresos la inclusi ón educativa alcanza sólo al 58.8% de los niños/as, mientras que en el 5° quinti l al 85.9 % de los niños/as: Cuadro Nº 1 Niños/as de 3 años que asisten a Jardines de Infantes por quintil de ingreso familiar. CABA . 2006 Quintil de Ingreso Familiar Total 1º 2º 3º 4º 5º No asiste 41.2% 20.1% 15.6% 42.2% 14.1% 26.2% Asiste 58.8% 79.9% 84.4% 57.8% 85.9% 73.8% Fuente: Encuesta Permanente de Hogares – INDEC – Procesamiento ad hoc realizado a solicitud de la Defensoría General por el equipo de Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, Observatorio de la Deuda Social Argentina, UCA. Otras fuentes llegan a similares conclusiones respecto de la relación entre educación y pobreza: “Los datos confirman que en el tramo de la primera infancia, entre los niños y niñas de 3 años, si bien la escolaridad respecto de otros tramos etarios es más baja en general, en situación de pobreza sólo acceden a la escolaridad el 55.8% (mientras que entre los no pobres lo hace el 82.8%). Entre los niños y niñas de 4 años en situación de pobreza sólo asiste al jardín de infantes el 70.4%, en tanto entre el grupo no pobre lo hace el 96.2%” (Asesoría General Tutelar y Programa de Derechos Económicos, Sociales y Culturales del CELS, “Infantilización del déficit habitacional: una temática invisible”, 2009) Esta diferenciación puede explicarse por las dificultades de acceso de los niños pertenecientes a familias más pobres ya que la oferta educativa en el nivel inicial es preponderantemente privada, lo que viola el espíritu y la letra de la Constitución de la CABA, que refiere explícitamente a la obligación estatal de asegurar el acceso a la educación pública y gratuita. Según la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC (4º trimestre de 2006, procesamiento ya citado), 44,2% de los niños/as escolarizados en el nivel inicial asistían a establecimientos públicos, mientras que el restante 55,8% lo hacía a establecimientos privados. La gran mayoría 15 de los niños/as en el 1° quintil de ingresos asistí an a establecimientos educativos públicos (87%), mientras que en el 5° qu intil de ingresos sólo el 22,9% de los niño/as asistía a establecimientos públicos. El Cuadro Nº 2 indica una gran desproporción entre la oferta privada y la pública, acentuada en los jardines maternales. Cuadro Nº 2 Oferta educativa pública y privada en la CABA Público Privado Jardín Maternal 53 193 Sala 3 años 181 424 Sala 4 años 189 440 Sala 5 años 190 463 Total 613 1520 Fuente: “Relevamiento Anual 2006”, Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa – DINIECE, Ministerio de Educación de la Nación. Nota: A los fines estadísticos, la DINIECE considera unidades educativas a: jardín maternal (hasta 2 años), salas de 3,4 y 5 años. No debe interpretarse como número de establecimientos. Si bien la asistencia escolar de niños y niñas entre 3 y 4 años en la CABA se incrementó entre los años 2000 y 2006 en 33,4 puntos porcentuales, pasando de un 50,8% a un 84,2%, respectivamente, el Ministro de Educación de la Ciudad, Lic. Narodowski, reconoció que “La Ciudad tiene la misma cantidad de escuelas infantiles en 2008 que en 1998. En estos años, la matrícula educativa en la Ciudad creció un 32% en el ámbito privado y un 4% en el estatal. Hemos asistido a un violento proceso de privatización de la educación" (Clarín, 2/4/08, “Condenan a la Ciudad por falta de vacantes en escuelas”). Otras estimaciones realizadas en 2007 en base a la Encuesta de Hogares de la Dirección de Estadística del GCBA identifican también brechas importantes entre niveles socioeconómicos en la asistencia a jardines de infantes. Ellas son significativas para los niños y niñas de 3 y 4 años, y resultan también relevantes para el nivel preescolar (5 años, obligatorio), lo que se observa en el Cuadro Nº 3. (Beccaria Luis, “Apuntes para repensar la Política Social en la Ciudad de Buenos Aires”, INPADE, Documento de Trabajo Nº 6, 2007). 16 Cuadro Nº 3 Tasas de asistencia a la educación por situación económica Vulnerables Total Edades Pobres Resto (Entre 1 y 1.5 LP) Población 3 años 37.1 48.1 78.5 66.2 4 años 68.2 71.2 95.5 86.0 5 años 83.5 98 99.5 95.3 Fuente: Beccaria – Estimaciones propias sobre la base de la EH de la Dirección de Estadística del GCBA Según Beccaria “Los hogares que enfrentan regularmente dificultades sociales no se concentran, sin embargo, exclusivamente entre aquellos cuyos ingresos se ubican por debajo de la línea de pobreza. Por ejemplo, quienes cuentan con recursos monetarios corrientes que superan a esa norma, pero que resultan aún reducidos –específicamente, los que tienen ingresos mayores que ella pero en no más del 50%–, comparten muchas de las características de los pobres. Este conjunto, que se denominará a partir de aquí como “vulnerables” al sólo efecto de simplificar la referencia, alcanza una magnitud muy parecida al de los pobres (8.9% de la población de la Ciudad en el segundo semestre de 2006 según la EPH ó 10.7% según la EH)”. El déficit de asistencia escolar para los niños y niñas pobres de 5 años (pre- escolar, obligatorio) se observa también en datos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: Cuadro Nº 4 Acceso a la Ecuación en Niños y Niñas en situación de pobreza Grupo de Edad 5 años 6 a 12 años 13 y 14 años 15 a 17 años No asisten a establecimiento educativo Pobre 10.7 1.9 2.8 23.2 No pobre 0 0.2 2 7.7 Fuente: UIMyE: (2008e). Unidad de Información, Monitoreo y Evaluación. GCABA “Este déficit en cuanto a la concurrencia a jardines se traducirá en diferencias en las oportunidades de aprendizaje temprano y de 17 socialización lo cual, a su vez, disminuirá las probabilidades de que los niños de hogares pobres y vulnerables alcancen trayectorias escolares posteriores completas y/o oportunas”(Beccaria, op. cit.). Cabe destacar que los porcentajes de acceso a la educación de niños y niñas en situación de pobreza, presentados en los cuadros 1, 3, y 4, si bien no son idénticos, dado que son estimados en base a diversas fuentes y metodologías, dan cuenta del mismo fenómeno: la brecha en el acceso a la educación inicial por parte de niños y niñas pobres y no pobres. III.2.2. Discriminación por lugar de residencia Este acceso diferencial según pertenencia social viola el principio de igualdad de trato y no discriminación en el acceso a las instituciones educativas del nivel inicial, ya que pone en evidencia que la oferta educativa para el nivel inicial está concentrada en los barrios en que residen aquellos sectores con capacidad económica suficiente para adquirir en el mercado los servicios educativos que el estado no ofrece, lo que vulnera los derechos a la educación, a la igualdad de oportunidades y a la no discriminación de los niños y niñas provenientes de familias pobres. Los datos estadísticos disponibles confirman que la oferta educativa es altamente desigual entre el sur y el norte de la ciudad, lo que se ve claramente reflejado en el “Mapa Educativo de la CABA – Nivel Inicial” (Anexo I). Según afirma la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, el 70% de los alumnos en “lista de espera” del nivel inicial habitan en la zona sur: “Entendemos que es uno de los factores a tener en cuenta al momento de analizar los índices de repitencia en primer grado, que en los Distritos Escolares del extremo sur de la Ciudad se observan muy por encima de la media que se registra en otros Distritos” (Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Resolución 5090/08 del 23 de Diciembre de 2008). Hoy, en las zonas más pobres faltan escuelas, las aulas se encuentran superpobladas, hay niños y niñas que son trasladados todos los 18 días a escuelas en distritos escolares aledaños y otros que no pueden asistir a clases porque no consiguen vacante. En relación con el nivel primario, la Defensoría del Pueblo sostiene: “La relación matrícula de alumnos/ establecimientos escolares es inversamente proporcional entre las zonas Norte y Sur de la jurisdicción, profundizándose esa asimetría con relación a la oferta de escuelas de jornada completa y a las condiciones de equipamiento y de habitabilidad de las aulas. El 60% de las escuelas de Jornada Completa están ubicadas al norte de la Avda. Rivadavia(...) en los Distritos Escolares de la zona norte el promedio es de 20 alumnos por sección de grado, con escuelas con 10 ó 15 alumnos, mientras que en los Distritos Escolares de la zona sur el promedio es de 25 alumnos por sección de grado, con escuelas con 35 y hasta 40 alumnos, como sucede por ejemplo en muchas del barrio de Lugano.” (Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, ídem) Esta situación se ve agravada porque, siendo la oferta educativa para el nivel inicial preponderantemente privada, ella se concentra en aquellos distritos con mayor capacidad de pago. Esto pone en evidencia la gravedad de la vacancia pública en esta materia, que afecta de manera más aguda a aquellos niños para los cuales el acceso temprano a la educación significaría una compensación de otras carencias y permitiría equilibrar, en parte, el punto de partida. En efecto, en el resto de la Ciudad las deficiencias en la oferta pública son compensadas por la oferta privada, que cada familia cubre con ingresos propios. En los barrios menos favorecidos la oferta educativa pública es insuficiente y no es compensada por la privada, lo que es consistente con las bajas tasas de escolarización ya presentadas para los sectores sociales menos favorecidos. Como ya se ha señalado en el punto IV.2.1, el 87 % de los niños de bajos ingresos escolarizados en el nivel inicial, asisten a establecimientos públicos. Como pudo observarse en el Cuadro Nº 2 de este memorial, para el conjunto de la Ciudad las escuelas privadas prácticamente triplican a las públicas, en tanto que en los Distritos del sur de la ciudad, esta proporción 19 se equipara notablemente, por disminución de la oferta privada, en función de un menor poder adquisitivo de las familias. Al analizar los seis Distritos Escolares del sur de la Ciudad en el Cuadro Nº 5, se observa que para el total de ellos, el número de escuelas públicas es casi igual que el de las privadas, aún cuando los sectores sociales que allí habitan tendrían por definición, necesidad de una oferta pública más amplia y de calidad, ya que carecen de capacidad económica para acceder a la educación de gestión privada. Cuadro Nº 5 Unidades Educativas de Educación Común de Nivel Inicial y Jardín Maternal por sector de gestión en Distritos Escolares Pobres Distrito escolar DISTRITO ESCOLAR N° 3 DISTRITO ESCOLAR N° 4 DISTRITO ESCOLAR N° 5 DISTRITO ESCOLAR N° 19 DISTRITO ESCOLAR N° 20 DISTRITO ESCOLAR N° 21 Estatal Privado 11 13 20 16 17 11 88 25 15 14 10 22 10 96 Nota: D.E Nº 3: Constitución, Montserrat (parcial); D.E. Nº 4: Boca, San Telmo y Puerto Madero; D.E. Nº 5: Barracas y Nueva Pompeya (parcial); D.E. Nº 19: Nueva Pompeya (parcial) y Villa Soldati (parcial); D.E. Nº 20: Liniers, Mataderos y Villa Lugano (parcial); y D.E. Nº 21: Villa Lugano (parcial) y Villa Riachuelo). Fuente: “Relevamiento Anual 2006”, Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa – DINIECE, Ministerio de Educación de la Nación. La situación es crítica sobre todo para los primeros años de vida. Según se observa en el Cuadro Nº 6, en los seis distritos más desfavorecidos hay sólo 17 jardines maternales públicos, de los cuales sólo 11 son de jornada completa. El Distrito Escolar 21, en el que habitan 87.624 personas, no cuenta con ningún Jardín Maternal público de jornada completa y con sólo uno de jornada simple y los Distritos Escolares 3 y 4, con 232.894 habitantes, carecen de Jardines Maternales públicos de Jornada Simple y cuentan solamente con tres Jardines Maternales públicos de Jornada Completa. (Datos poblacionales del Anuario Estadístico 2007, Dirección General de Estadísticas y Censos, Secretaría de Hacienda, GCABA). 20 Cuadro Nº 6 Unidades Educativas Públicas de Educación Común de Nivel Inicial y Jardín Maternal por jornada en Distritos Escolares Pobres Unidades Educativas Públicas Distrito escolar Jardín Maternal Nivel inicial Simple Completa Simple Completa DISTRITO ESCOLAR N° 3 1 5 5 DISTRITO ESCOLAR N° 4 2 4 7 DISTRITO ESCOLAR N° 5 1 4 8 7 DISTRITO ESCOLAR N° 19 1 2 5 8 DISTRITO ESCOLAR N° 20 3 2 5 7 DISTRITO ESCOLAR N° 21 1 6 4 Fuente: “Relevamiento Anual 2006”, Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa – DINIECE, Ministerio de Educación de la Nación En las comunas más pobres, como es el caso de las Comunas 4 y 8, que incluyen los Distritos Escolares 3, 4 y 21, el tamaño de los hogares es de 3.42 personas por hogar, contra 2.58 como promedio para la Ciudad, lo que permite inferir una presencia proporcionalmente mayor de niños en estas zonas. Según los resultados publicados sobre población por comunas y edad de la Encuesta Anual de Hogares de la CABA (2006), en las Comunas 4 y 8, los niños menores de 9 años representan el 16.9% de la población, en tanto en toda la población de la CABA este grupo representa el 11.5%. En lo que respecta a las instituciones privadas, según se observa en el Cuadro nº 7, para los 6 distritos más pobres, hay sólo un Jardín Maternal (DE Nº 5) y un Jardín de Infantes de Jornada completa (DE Nº 4); y sólo 17 Jardines Maternales de jornada simple. Es evidente que los servicios educativos privados, que en el resto de la ciudad compensan las deficiencias en la oferta pública, no resultan rentables entre los más pobres, lo que, como ya señaláremos, acentúa la responsabilidad pública en la materia. 21 Cuadro Nº 7 Unidades Educativas Privadas de Educación Común de Nivel Inicial y Jardín Maternal por jornada en Distritos Escolares Pobres Privado Distrito escolar Jardín Maternal Nivel inicial Simple Completa Simple Completa DISTRITO ESCOLAR N° 3 6 19 DISTRITO ESCOLAR N° 4 1 13 1 DISTRITO ESCOLAR N° 5 1 13 DISTRITO ESCOLAR N° 19 1 9 DISTRITO ESCOLAR N° 20 6 16 DISTRITO ESCOLAR N° 21 3 7 Fuente: “Relevamiento Anual 2006”, Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa – DINIECE, Ministerio de Educación de la Nación y Evaluación de la Calidad Educativa – DINIECE, Ministerio de Educación de la Nación. Por todo ello, la distribución de la oferta educativa en el nivel inicial, viola el principio de igualdad de trato y no discriminación y las disposiciones de la CCABA en lo que hace a la obligación de asegurar la prestación del servicio evitando y compensando las desigualdades zonales, en igualdad de condiciones de acceso, permanencia, reinserción y egreso. III.3. Asignación de recursos, ejecución presupuestaria y discriminación Uno de los caminos para analizar el grado de prioridad asignado a la educación, es indagar acerca de los recursos destinados para llevarla adelante y la ejecución efectiva de esos recursos. En ese sentido, resulta significativo destacar que en la Ley de Presupuesto 2009, el gasto previsto para el área de Educación con respecto al total del presupuesto de la Ciudad Autónoma disminuyó de un 25.89% en 2008 a un 24.23% por ciento en 2009. (Ley 2571, artículo 7, para 2008 y Ley 2999, artículo 7 para 2009). Ello fue discutido en la Reunión de Comisión de Presupuesto de la Legislatura de la CABA del 28 de Noviembre 2008, en la que el Ministro Mariano Narodowski realizó la presentación del presupuesto del área. Allí, el Diputado Olivera manifestó: “Quiero señalar que ha habido una pérdida de la participación del Presupuesto educativo en el presupuesto global de la 22 Ciudad. Si uno hace un cálculo a mano alzada, la cifra debe estar en el orden de los 1.100 millones de pesos. ¿Qué significa esto? Significa que se han establecido en la Ciudad otras prioridades, porque la participación relativa de cada partida o cada jurisdicción presupuestaria es la que muestra el tipo de prioridades que, anualmente, se asigna a las diferentes jurisdicciones.” (versión taquigráfica). En lo que hace a los criterios de distribución de los recursos públicos del Ministerio de Educación en contextos de amplia desigualdad, del análisis de la asignación presupuestaria a la educación surge que el gasto en educación privada no decrece sino que aumenta: sube de un 14.78% por ciento a un 17,69%. “El presupuesto para educación de gestión privada pasa de ser 482.907.763 pesos en 2008 a 705.649.740 en el presupuesto 2009. Es decir, se incrementa en 222.741.977 pesos el dinero destinado a las escuelas privadas. Es uno de los pocos rubros que mejoran su participación en el próximo presupuesto”. (Diputado Olivera, versión taquigráfica). El incremento en pesos corrientes del presupuesto global de Educación fue del 18% entre 2008 y 2009, en tanto que las transferencias al sector privado se incrementaron en un 46%. Este hecho también fue señalado durante el debate parlamentario por varios diputados en la sesión antes mencionada: “....advertimos que la partida más dinámica –que explica una parte sustantiva del incremento del gasto– vuelve a ser la transferencia a la Dirección General de Educación Privada, que pasa de 582 millones de pesos a 705 millones. Me gustaría que usted, desde el punto de vista de la igualdad, de honrar criterios y de achicar diferencias sociales –no de la ecuación económico financiera–, me dijera por qué esa partida es la que más tiene que crecer en el presupuesto a su cargo y por qué, en paralelo, cae la provisión de infraestructura pública en materia de construcciones...” (Intervención del Diputado Hourest, Reunión de Comisión antes citada, Versión Taquigráfica.) Las explicaciones del Dr. Narodowski fueron las siguientes: “...en cuanto al tema de transferencia a las escuelas privadas .... En realidad, lo que estamos viendo es que el salto que se produce tiene que ver con 23 problemas de la presupuestación, de la subpresupuestación y con 40 millones de pesos del año 2007 que tuvimos que pagar con presupuesto de 2008. Ésta es toda la argumentación... Esto le permite a la Ciudad de Buenos Aires mantener un sistema de gestión de educación privada que atiende alrededor del 50% por ciento de los alumnos de esta Ciudad. El sistema de educación privada viene creciendo, desde 2000 a 2007, a pasos agigantados... Claramente, el Estado tiene una responsabilidad establecida por la normativa. Pensamos que el mejoramiento de la educación pública debería tender a equilibrar los valores de participación de la matrícula en la educación privada. Hoy todavía no estamos en ese umbral... Nosotros entendemos que la educación de la Ciudad de Buenos Aires tiene una gestión estatal y una gestión privada. Hay que trabajar con ambos sectores; no hay que contraponer educación estatal con educación privada”. (Versión taquigráfica). El Ministro reconoce las deficiencias y al mismo tiempo no asume la “responsabilidad indelegable de asegurar y financiar la educación pública, estatal laica y gratuita en todos los niveles” y la prioridad debida “a las instituciones (privadas) que reciban alumnos de menores recursos” (Arts. 24 y 25, CCABA) De otro lado, se ha asegurado que el presupuesto asignado y ejecutado, destinado a educación privada fue creciendo sustancialmente a lo largo de los años y que el mayor porcentaje de aumento presupuestario se registra para el año 2009. (ACIJ, Presupuesto 2009, “Un análisis sobre el grado de avance en la promoción del derecho a la educación, a la igualdad y a la vivienda digna”, Nov. 2008, Mimeo.) Por otra parte, suele argumentarse que resulta difícil resolver el déficit de oferta educativa debido a restricciones en la disponibilidad de recursos para la construcción y/o ampliación de escuelas que puedan acoger a los niños y niñas, cuyo derecho de acceso a la educación pública no está siendo cubierto por el GCABA. Sin embargo, la sub-ejecución presupuestaria es una deficiencia sistemática en las diversas gestiones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En el Informe recién citado, se observa para el período 2001-2007 en el gasto para infraestructura escolar, una sub-ejecución presupuestaria 24 persistente (20% en total) a pesar de las notorias necesidades educativas insatisfechas. Lejos de resolverse, este problema parece haberse agravado en 2008, con una sub-ejecución del presupuesto para infraestructura educativa de más del 40%: “...se destaca el programa 20-Infraestructura, Mantenimiento y Equipamiento con un devengado del 57,7% (sobre un crédito de $ 251,6 millones)”.(Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública, ASAP, Informe de Ejecución del Presupuesto del Gobierno de da Ciudad de Buenos Aires, Cuarto Trimestre 2008). Respecto del año 2009, “el informe de Contaduría del gobierno porteño para el primer trimestre no sólo volvió a arrojar una baja ejecución del presupuesto sino que los desniveles de los gastos en las partidas son asombrosos (...) El informe indica que al 31 de marzo de este año entre gastos corrientes y gastos de capital se ejecutó el 15 por ciento del presupuesto cuando, por lógica, debería rondar el 25 por ciento. El bajo nivel de ejecución se explica principalmente por el pobre desempeño en el desarrollo de la inversión real directa, término con el que se alude a la obra pública. En la obra a través de terceros, en este punto se muestra una ejecución del 5,5 por ciento, y en obra propia, de tan sólo el 1,6 por ciento.” En el caso de Educación, que incluye las obras en las escuelas públicas la ejecución asciende a “apenas el 1,8 por ciento” (“Una ejecución en cámara lenta”, Página/12, 23/05/09). Finalmente, la asignación y ejecución presupuestaria han sido también diferenciadas, postergando las necesidades de las personas en peores condiciones socioeconómicas que se han visto perjudicadas en la distribución de los bienes y recursos educativos de la Ciudad. En efecto, se observa para el período 2001-2007 que la subejecución presupuestaria en el gasto para infraestructura escolar se profundizó en los distritos escolares más pobres: “En promedio para los distritos más pobres (DE 3, 4, 5, 19 y 21 todos ubicados en la zona sur) se ejecutó para el período en promedio el 32.6% de los recursos, mientras que para los cinco distritos escolares más ricos de la ciudad, el porcentaje de 25 ejecución alcanzó el 50% (...) 2) La cantidad de dinero destinada por obra para los distritos pobres fue en promedio menor que para el resto de los distritos de la ciudad para casi todos los años (en el 2001, 2002, 2005 y 2006). En promedio en el período la ciudad gastó $232.166 por obra en los distritos pobres y $505.821 para el resto de la ciudad” (ACIJ, ibídem). En consecuencia, la desigualdad educativa estructural lejos de atenuarse, se acentúa en el Presupuesto 2009, a pesar del mandato constitucional respecto de la obligación de la Ciudad de garantizar el derecho humano básico a la educación y del principio de igualdad de oportunidades y la no discriminación como reglas a las que deben ajustarse las políticas públicas. III.4 Conclusiones En este memorial de Amicus Curiae se sostiene que las acciones del Gobierno de la Ciudad respecto a la educación inicial resultan discriminatorias respecto de las familias en peor situación socioeconómica de la Ciudad. Así, se observa que la falta de vacantes en las escuelas públicas afecta principalmente a las familias pobres. El cuadro 1 muestra que sólo el 58.8% de los niños y niñas de 3 años cuyas familias se encuentran en el primer quintil de ingresos asiste a jardines de infantes, mientras que lo hacen el 85.9% de los niños y niñas del quintil superior de ingresos. Al mismo tiempo, puede observarse un proceso de privatización de la educación inicial. Mientras que entre el año 2000 y 2006 la matrícula de niños o niñas de 3 y 4 años se incrementó del 50.8% al 84.2% del total, las vacantes en la escuela pública aumentaron sólo el 4%. Así, este crecimiento de la matrícula fue absorbido por la oferta privada, mayoritariamente ubicada en los barrios del norte de la Ciudad, que alojan a familias con mayor capacidad económica para adquirir los servicios educativos en el mercado (ver Anexo 1). El gobierno de la Ciudad, lejos de garantizar el acceso a la educación pública, laica y gratuita a todos los niños y niñas desde los 45 26 días, apoyó —por acción u omisión— la progresiva privatización del nivel inicial. Así, podemos ver que el presupuesto del último año redujo la proporción de la partida de educación en general, pero aumentaron las transferencias a los establecimientos privados: el incremento en pesos corrientes del presupuesto global de Educación fue del 18% entre 2008 y 2009, en tanto que las transferencias al sector privado aumentaron en un 46%. Esta política decidida desde el Gobierno de la Ciudad resulta inconstitucional, por violar expresamente el artículo 18 de la Constitución de la Ciudad, que impone el deber de evitar y compensar las desigualdades zonales. Viola al mismo tiempo el deber genérico de garantizar una educación pública, laica y gratuita en todos los niveles a partir de los cuarenta y cinco días de edad, del artículo 24 de la Constitución de la Ciudad. Incumple las obligaciones que surgen del artículo 23 de la misma, al no asegurar la igualdad de oportunidades y posibilidades para el acceso o permanencia en el sistema educativo. Al mismo tiempo no garantiza a todos los niños y niñas de la Ciudad sus derechos, contrariando de lo dispuesto por el artículo 39 de la Constitución de la Ciudad. A su vez, viola los artículos 14 y 16 de la Constitución Nacional que obligan a garantizar el derecho a la educación, y a la igualdad real de oportunidades. Estos derechos están también ampliamente reconocidos en los tratados internacionales con jerarquía constitucional reconocidos en el artículo 75 inciso 22 de la Constitución Nacional. Así sucede respecto del artículo 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; y del artículo 28 de la Convención de los Derechos del Niño, que establece un derecho a la educación en condiciones de igualdad de oportunidades. Lo expuesto vale como la Opinión Fundada que –en los términos de la Acordada 28/04 CSJN, utilizando la herramienta del Amicus Curiaeaporta argumentos a lo ya actuado en la Causa Nº 23.360; en defensa del interés público y respecto del derecho humano básico a la educación inicial que afecta a entre 6.000 y 8.000 niños de la Ciudad de Buenos Aires. 27 IV. PETITORIO: Por lo expuesto, solicito: 1. Se me tenga por presentado en el carácter invocado y por constituido el domicilio procesal. 2. Se admita la procedencia de la presentación como Amicus Curiae por parte del suscripto, en su carácter de Defensor General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 3. Se tenga en consideración la Opinión Fundada aquí expuesta, y se resuelva en consecuencia al dictar sentencia. Proveer de conformidad SERA JUSTICIA 28 ANEXO 1 ANEXO 1 29