1 DICTAMEN Nº 250 /2008 de 24 de julio de 2008 Expediente de

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DICTAMEN Nº 250 /2008 de 24 de julio de 2008
Responsabilidad patrimonial. Estado de la vía pública.
Expediente de responsabilidad patrimonial por caída en vía pública,
tramitado a instancia de Dª Mercedes .
Ha sido Ponente la Excma. Sra. Consejera Dª Casilda Gutiérrez Pérez,
asistida por la Letrada Dª Fátima Corchero Alves, acordándose el Dictamen por
unanimidad, y resultando los siguientes,
I. ANTECEDENTES
PRIMERO.- El día 3 de julio de 2008 tuvo entrada en la Secretaría del
Consejo Consultivo solicitud de Dictamen remitido por el Excmo. Consejero de
Agricultura y Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, de acuerdo con lo
establecido en el artículo 12.2 de la Ley 16/2001, en virtud del cual el Consejo
Consultivo emitirá Dictamen en cuantos asuntos legalmente previstos deban
someter preceptivamente a su consulta las Entidades Locales, efectuándose
dicha petición por los Presidentes de las mismas a través del titular de la
Consejería competente en materia de Administración Local.
Se cursa solicitud de Dictamen a iniciativa del Excmo. Ayuntamiento de
Garganta la Olla (Cáceres), en relación con el expediente de responsabilidad
patrimonial iniciado a instancia de Dª Mercedes por caída en vía pública.
No se requiere la evacuación de la consulta por procedimiento de
urgencia.
SEGUNDO.- Se acompaña el expediente administrativo tramitado como
consecuencia de la indicada reclamación de responsabilidad patrimonial,
incluyendo propuesta de resolución; resultado del examen del expediente los
siguientes antecedentes:
1º) Mediante escrito registrado de entrada el día 2 de abril de 2008, en el
registro general del Excmo. Ayuntamiento de Garganta la Olla, Dª Mercedes
presenta escrito de reclamación exponiendo en su solicitud:
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“El día 2 de abril de 2007 me encontraba en Garganta la Olla, provincia de
Cáceres, donde había acudido a pasar unos días de vacaciones. Ese día en
concreto, entorno al medio medía, estaba paseando por la calle Solono del citado
pueblo, cuando me caí al suelo como consecuencia de la mala instalación de
alcantarillas.
Como consecuencia de la caída sufrida tuve que ser asistida en un primer
momento por el médico del lugar citado, acudiendo inmediatamente después a
Navalmoral de la Mata, para ser reconocida por el Área de Salud, Hospital de
Campo Arañuelo, diagnosticándose una fractura de tobillo.
Dicha fractura necesitaba de intervención quirúrgica, por lo que fui
traslada al Hospital Ramón y Cajal de Madrid, al tener mi domicilio en esta
ciudad. En referido hospital estuve ingresada hasta el día 19 de Abril de 2007,
habiéndose practicado intervención quirúrgica el día 16 de abril de 2007.
Como consecuencia de la lesión sufrida y la preceptiva operación tuve que
guardar reposo en mi domicilio, realizar rehabilitación desde el día 1 julio hasta
el 14 de agosto de 2007, causar baja laboral por enfermedad, requerir el auxilio
de familiares para poder realizar las tareas cotidianas de la vida doméstica,
causando graves perjuicios tanto psicológicos, como económicos.
En dicha reclamación solicita una indemnización de 24.000€.
Se adjunta al expediente la siguiente documental:
-
Reportaje fotográfico del lugar del accidente.
- Informes clínicos del SES, del Área de Salud de Navalmoral de la Mata
y del Hospital de Ramón y Cajal.
-
Partes de Baja de incapacidad temporal
2º) En Resolución de la alcaldía de fecha 7 de abril de 2008 se
acuerda iniciar el expediente de responsabilidad patrimonial por los daños
ocasionados por caída en vía pública, sustanciándose el procedimiento de
acuerdo con los trámites establecidos en el Reglamento de los Procedimientos
de las Administraciones Públicas en Materia de Responsabilidad Patrimonial.
Se designó Instructora del mismo a Dª Inmaculada
, notificándose
debidamente a la interesada todos estos extremos que también es la secretaria
del Ayuntamiento.
3º) Por lo que respecta a la actividad probatoria desarrollada por el
Ayuntamiento de Garganta la Olla, ha de señalarse que se adoptó el siguiente
acuerdo:
“PRIMERO. Se acuerda la admisión de las siguientes pruebas propuestos
por los interesados, consistentes en:
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Que los servicios de mantenimiento del Ayuntamiento de Garganta la Olla
o de empresa que se encargue del mismo se emita informe sobre el estado de la
Vía Pública de la C/ Solano, y en concreto de las alcantarillas
No se rechaza ninguna prueba.
SEGUNDO. Realizar la práctica de las pruebas en un plazo de 30 días en
el que se utilizarán los siguientes medios de prueba:
1.- INSPECCIÓN OCULAR.: Informe por el Aguacil-Agente servicios
múltiples del Ayuntamiento de Garganta la Olla, D. Teodoro
al que se
adjuntaran fotografías del estado de las alcantarillas.”
Se adjuntan al expediente informes sobre el estado de la vía pública
anteriormente señalada realizados por el Excmo. Alcalde-Presidente del
Ayuntamiento D. Juan Bautista y por D. José Antonio . Junto a los citados
informes se adjunta reportaje fotográfico donde se aprecia el estado de las
alcantarillas.
4º) Por escrito de 12 de mayo de 2008, la instructora del procedimiento
comunica a la parte reclamante que concluida la fase de instrucción del
expediente, se acordaba la apertura del trámite de audiencia, concediéndole un
plazo de quince días para que formulase alegaciones y presentase los
documentos y justificaciones que estimase procedentes. A tales efectos, se le
facilitó relación de los documentos que obraban en el expediente para que
pudiese obtener copia de los que estimase pertinentes.
Consta en el expediente que en dicho trámite la interesada con fecha 4
de junio de 2008 presenta escrito de alegaciones.
5º) En fecha 9 de junio de 2008, la instructora emite propuesta de
resolución, en sentido desestimatorio, no reconociendo, por tanto, la
indemnización como consecuencia de los daños sufridos en su bienes y
derechos por el funcionamiento del Servicio del Ayuntamiento de Garganta la
Olla, y cuyos daños han sido los siguientes: Fractura de tobillo siendo evaluado
el lucro emergente y cesante en 24.000 euros; No habiendo sido confirmada la
relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la lesión
producida.
TERCERO.- Por resolución de la Presidencia de este Consejo de la fecha
de su registro, la consulta fue admitida, se ordenó continuar la evacuación de
la misma por el procedimiento ordinario y se turnó ponencia según orden
preestablecido, correspondiendo como queda indicado en el encabezamiento
dando cuenta al Pleno de tales determinaciones.
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CUARTO.- No habiéndose considerado necesaria la práctica de
diligencias adicionales quedó conclusa esta fase del procedimiento de la
consulta con la documentación obrante en el expediente, elevándose por el
Ponente propuesta de Dictamen que fue incluida en el orden del día de la
sesión plenaria que figura en el encabezamiento.
QUINTO.- En la referida sesión plenaria el Ponente informó del contenido
del proyecto de Dictamen y sometido a la deliberación del Pleno, el Consejo
estimó, por unanimidad, la suficiencia de dicho informe y su conformidad con
la propuesta, por lo que se acordó aprobar el proyecto de Dictamen sin
necesidad de debate en ulterior sesión.
II.
OBJETO Y ALCANCE DE LA CONSULTA
PRIMERO.- Se somete a la consideración de este Consejo Consultivo
una consulta en un expediente de responsabilidad patrimonial de la
Administración Pública, regulada en los artículos 139 a 144 de la Ley
30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y Procedimiento Administrativo Común; en los artículos 133 a 135
de la Ley 1/2002, de 28 de febrero, del Gobierno y Administración de la
Comunidad Autónoma de Extremadura, y en el Real Decreto 429/1993, de 26
de marzo, por el que se aprueba el Reglamento de los Procedimientos de las
Administraciones Públicas en Materia de Responsabilidad Patrimonial.
Pues bien, la referida normativa estatal sobre responsabilidad
patrimonial de la Administración resulta de aplicación a las Entidades que
integran la Administración Local, de conformidad con lo dispuesto en los
artículos 5 y 54 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases de
Régimen Local y en los artículos 1 y 2 de la propia Ley 30/1992, de 26 de
noviembre, de acuerdo con lo previsto en el artículo 149.1.18ª de la
Constitución Española.
SEGUNDO.- Se requiere Dictamen ordinario en derecho, sin extenderse
a cuestiones o consideraciones de oportunidad, de conformidad con lo
prevenido en el artículo 2.2 de la Ley de creación de esta instancia consultiva.
En particular, dado el tipo de expediente sobre el que versa la consulta el
contenido del Dictamen debe atemperarse a lo prevenido en el artículo 12,
apartado 2, del anteriormente citado Reglamento de los Procedimientos de las
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Administraciones Públicas en materia de responsabilidad patrimonial que
establece que “se solicitará que el Dictamen se pronuncie sobre la existencia o
no de la relación de causalidad entre el funcionamiento del servicio público y la
lesión producida y, en su caso, sobre la valoración del daño causado y la
cuantía y modo de la indemnización, considerando los criterios previstos en la
Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común”.
III.
COMPETENCIA Y CARÁCTER DEL DICTAMEN
PRIMERO.- El artículo 13.1.i) de la Ley 16/2001 de 14 de diciembre,
del Consejo Consultivo de Extremadura establece el carácter preceptivo de la
consulta en los expedientes tramitados por la Administración Autonómica y,
en su caso, por las Administraciones Locales de su territorio, relativo a las
reclamaciones de indemnización de daños y perjuicios.
En particular, el artículo 12.1 del Reglamento de los Procedimientos de
las Administraciones Públicas en Materia de Responsabilidad Patrimonial
dispone que, cuando sea preceptivo a tenor de lo establecido en la Ley
Orgánica del Consejo de Estado, se recabe el Dictamen de este órgano
consultivo o, en su caso, del órgano consultivo de la Comunidad Autónoma,
remitiéndole todo lo actuado en el procedimiento, así como una propuesta de
resolución.
SEGUNDO.- Por todo ello, el Consejo Consultivo de Extremadura emite
este Dictamen con carácter preceptivo, y, además, de modo no vinculante a
tenor de lo dispuesto en el artículo 3, apartado 2, de la citada Ley 16/2001.
En el análisis del caso concreto, se han de considerar los factores a que
alude el referido artículo 12.2 del Reglamento de los Procedimientos de las
Administraciones Públicas en Materia de Responsabilidad Patrimonial.
IV.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La responsabilidad Patrimonial de las Administraciones
Públicas: régimen jurídico.
El artículo 9.3 de la CE garantiza la responsabilidad y la interdicción de
la arbitrariedad de los poderes públicos. Por su parte, el artículo 106.2 de la
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CE, enuncia los presupuestos básicos al establecer que “los particulares, en
los términos establecidos por la Ley, tendrán derecho a ser indemnizados por
toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los
casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del
funcionamiento de los servicios públicos”.
La regulación de las previsiones constitucionales se contienen en los
artículos 139 a 146 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo
Común, que han sido parcialmente modificadas por la Ley 4/1999, de 13 de
enero, y en Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo, que aprueba el
Reglamento de los Procedimientos en Materia de Responsabilidad Patrimonial.
Y esta normativa estatal sobre responsabilidad patrimonial resulta de
aplicación a la Comunidad Autónoma de Extremadura de acuerdo con lo
dispuesto en los artículos 133 a 135 de la Ley 1/2002, de 28 de febrero, del
Gobierno y Administración de la Comunidad Autónoma y a los Entes Locales,
a tenor de lo dispuesto en los artículos 5 y 54 de la Ley 7/1985, de 2 de
abril, Reguladora de las Bases de Régimen Local, y en los artículos 1 y 2, de
la propia Ley 30/1992, de 26 de noviembre, dictada por el Estado, en
ejercicio de la competencia atribuida en el artículo 149.1.18ª de la
Constitución, así como en el artículo 1.2 del Reglamento de los
Procedimientos en Materia de Responsabilidad Patrimonial.
Las principales características de nuestro sistema de responsabilidad
patrimonial, tal y como aparece configurado en los preceptos constitucionales
y legales citados, pueden sintetizarse así: “(...) es un sistema unitario en
cuanto rige para todas las Administraciones; general en la medida en que se
refiere a toda la actividad administrativa, sea de carácter jurídico o puramente
fáctico, y tanto por acción como por omisión; de responsabilidad directa de
modo que la Administración cubre directamente, y no sólo de forma subsidiaria,
la actividad dañosa de sus autoridades, funcionarios y personal laboral, sin
perjuicio de la posibilidad de ejercitar luego la acción de regreso cuando
aquellos hubieran incurrido en dolo, culpa o negligencias graves; pretende
lograr una reparación integral; y, finalmente es, sobre todo, un régimen de
carácter objetivo que, por tanto, prescinde de la idea de culpa, por lo que el
problema de la causalidad adquiere aquí la máxima relevancia (...)” (Sentencia
del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, Sala de lo ContenciosoAdministrativo, de 25 de enero de 2007).
La responsabilidad patrimonial de la Administración, de naturaleza
directa y objetiva, exige, conforme a la doctrina y reiterada jurisprudencia, los
siguientes presupuestos:
a) La existencia de un daño o perjuicio en la doble modalidad de daño
emergente o lucro cesante. El daño ha de ser efectivo y cierto, nunca
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contingente o futuro, evaluable económicamente e individualizado en relación
a una persona o grupo de personas.
b) El daño se define como antijurídico, toda vez que la persona que lo
sufre no tiene el deber jurídico de soportarlo de acuerdo con la Ley.
c) La imputación a la Administración de la actividad dañosa como
consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos,
por lo que tan indemnizables son los daños que procedan de uno como de
otro, en tanto esta responsabilidad patrimonial se configura como una
responsabilidad objetiva o por el resultado.
d) La relación de causalidad entre la actuación administrativa y el daño
ocasionado o producido. Este necesario e imprescindible nexo causal ha de
ser directo, inmediato y exclusivo. Esta exclusividad del nexo causal ha sido
matizada por la doctrina jurisprudencial que sostiene la exoneración de
responsabilidad para la Administración, a pesar del carácter objetivo de la
misma, cuando es la conducta del propio perjudicado o la de un tercero la
única determinante del daño producido aunque hubiese sido incorrecto el
funcionamiento del servicio público. Dicha exoneración de responsabilidad
patrimonial puede ser también, obviamente, parcial, lo que se producirá en el
supuesto de que el daño ocasionado haya sido debido tanto a la conducta de
la Administración como a la del propio afectado, esto es, la concurrencia de
causas (concausas) puede dar lugar a la graduación del quantum
indemnizatorio que, en su caso, deba abonar la Administración.
e) Ausencia de fuerza mayor.
f) El derecho a reclamar prescribe al año de producido el hecho o acto
que motive la indemnización o de manifestarse su efecto lesivo.
En todo caso, debe abordarse el examen puntual y particular de cada
petición concreta de responsabilidad patrimonial de la Administración,
analizando las circunstancias específicas y peculiares de las mismas hasta
llegar a determinar si en ellas concurren, o no, todos los requisitos exigibles,
en particular el nexo causal, para poder declarar tal responsabilidad, pues de
concitarse todos los anteriores requisitos surge la obligación de reparación
que deje a la víctima indemne del daño pues la indemnización por este título
jurídico debe cubrir los daños y perjuicios hasta conseguir la reparación
integral de los mismos.
SEGUNDO.- Consideraciones sobre el procedimiento administrativo
tramitado.
Corresponde analizar la adecuación de los trámites realizados por la
Administración instructora a las disposiciones aplicables a los procedimientos
para exigir responsabilidad patrimonial ante las Administraciones Públicas
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contenidas en el Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo, por el que se
aprueba el Reglamento de los Procedimientos de las Administraciones Públicas
en Materia de Responsabilidad Patrimonial.
A tales efectos, el iter procedimental ha quedado detalladamente
descrito en los antecedentes de este Dictamen, en particular ha de señalarse
que han sido solicitados y evacuados los informes precisos para la
comprobación de los daños objeto de reclamación y su relación con el
funcionamiento del servicio público. De hecho, se admiten y practican en su
totalidad todas las pruebas solicitadas por la parte reclamante en su escrito de
interposición de la reclamación, tal y como consta en el acuerdo del órgano
instructor de fecha 10 de abril de 2008.
Por otra parte, respecto del Instructor y el Secretario del expediente,
hemos de decir que el imprescindible en un expediente es el Instructor, ya que
el Secretario del mismo sólo se necesita cuando la complejidad de la materia
así lo requiera, según se desprende, no del Reglamento de los Procedimientos
de las Administraciones Públicas en Materia de Responsabilidad Patrimonial,
sino, por ejemplo, del Reglamento Disciplinario de los Funcionarios Civiles del
Estado. En el presente caso, se nombra Instructora y Secretaria del
procedimiento a Dña Inmaculada
, que también es la Secretaria del
Ayuntamiento tal y como consta en el Decreto de la Alcaldía de Inicio del
expediente de fecha 7 de abril de 2008. Si bien, lo que se pretende en este
caso, es sin duda, una mayor garantía del procedimiento, hay que señalar que
tal actuación no hubiera sido necesaria, pues tal y como se ha manifestado
anteriormente sólo es legalmente preceptiva la designación del Instructor, pero
es que además, en el presente caso, Dª Inmaculada actúa como Instructora
del expediente, como Secretaria del mismo y a la vez es la Secretaria del
Ayuntamiento, por lo que todo se concentra en una misma persona. Se trata,
por tanto de una redundancia innecesaria, puesto que, como hemos dicho, la
persona del Secretario del expediente es perfectamente prescindible.
En cuanto a las alegaciones presentadas por la interesada en el trámite
de audiencia, es de especial interés para este órgano la primera que dice así:
“De forma previa, se quiere hacer constar por esta parte que al tener su
residencia en Madrid le ha sido imposible acudir a Garganta de la Olla a
examinar el expediente, por lo que se solicito telefónicamente, y en repetidas
ocasiones, que se remitiera por correo, y contra reembolso, copia del expediente
administrativo a mi domicilio particular, sin que se haya obtenido respuesta en
ningún sentido por esa administración.” Al respecto, hemos de decir que el
artículo 11.1, del Real Decreto 429/93, de 26 de marzo establece que Instruido
el procedimiento, e inmediatamente antes de redactar la propuesta de
resolución, se pondrá aquel de manifiesto a los interesados, salvo en lo que
afecte a las informaciones y datos a que se refiere el art.37. 5 De la Ley de
Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas
y Del Procedimiento
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Administrativo Común. De otra parte, el párrafo segundo del mismo artículo
establece que a efectos de lo citado anteriormente, a los interesados se les
facilitará una relación de los documentos obrantes en el procedimiento, “...a fin
de que puedan obtener copia de los que estimen convenientes...” Es
imprescindible señalar que lo que tal precepto exige es que a los interesados se
les ponga de manifiesto el expediente, no que se les de traslado del mismo. La
distinción de ambas situaciones tiene sus diferencias jurídicamente, ya que
mientras que en la primera el expediente se pone a disposición del interesado
en las dependencias administrativas donde se tramita el expediente, en la
segunda es la Administración la que ha de notificar y remitir el mismo al
particular. Por lo tanto, en el presente caso hay que partir de que lo que se
exige es que sea el interesado el que recabe e inspeccione el expediente en las
dependencias administrativa. Con posterioridad el párrafo segundo del art,11.1
del Real Decreto 429/93 de 26 de marzo, establece que ha de facilitarse una
lista de los documentos obrantes en el expediente a fin de que además de
examinar el mismo puedan pedir una copia de los mismos. Pues bien, en el
presente caso, se alega por la reclamante en el escrito de alegaciones del
trámite de audiencia (el cual se presentó el último día de plazo habilitado para
ello) que se solicitó “telefónicamente” que el Ayuntamiento le remitiera por
correo y contra reembolso el citado expediente. Pues bien, frente a esto hay que
señalar que no hay ninguna constancia que pueda ser válida en derecho de
que tal petición se haya formulado, y no deja de sorprender que la misma se
alegue al final del plazo de alegaciones, pero es que, además, hay que tener en
cuenta lo que se ha razonado anteriormente, en el sentido de que el trámite
legal del Ayuntamiento es mostrar en esas dependencias el expediente, y es a
la interesada a la que corresponde realizar los trámites necesarios para que le
sean traslados los informes, trámite del que no hay constancia alguna hasta en
el final del plazo de alegaciones cuando, además, ya no hay plazo para ello. Por
todo lo expuesto, no cabe realizar ningún reproche a la actuación del
Ayuntamiento.
Por fin, concluida la instrucción del procedimiento, y otorgado trámite de
vista y audiencia, en los términos prescritos por los artículos 10 y 11 del citado
Reglamento, respectivamente, se emitió propuesta de resolución, para
finalmente solicitar el preceptivo Dictamen de este Órgano consultivo.
En conclusión, cabe afirmar que el procedimiento observado se ajusta,
salvo los comentarios que aquí se han vertido, suficientemente, a las
previsiones contenidas en su norma reguladora constituida principalmente
por lo dispuesto en el Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo.
TERCERO.- Análisis del caso concreto sometido a consulta de este
Órgano.
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El asunto que se examina está centrado, en el expediente de
responsabilidad patrimonial de la Administración Pública incoado como
consecuencia de la caída sufrida por Dª. Mercedes en la Calle Solono, de
Garganta de la Olla, “como consecuencia de la mala instalación de las
alcantarillas”, según sus propias manifestaciones. La caída le ocasionó una
fractura de tobillo de la que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente, por lo
que estuvo de baja laboral durante mas de cinco meses. Por ello, solicita una
indemnización de 24.000 euros por el mal funcionamiento de la
Administración “por falta de cuidado en las reparaciones necesarias en la vía
pública”.
Por lo que se refiere a la temporaneidad de la acción, la reclamación se
ha presentado dentro del plazo de un año previsto en el artículo 142.5 de la
Ley 30/1992, de 26 de noviembre, por lo que procede señalar que la parte
interesada ha ejercido su derecho en tiempo hábil.
Respecto a la legitimación activa de quien ejercita la acción de
indemnización de daños y perjuicios, consta, suficientemente acreditada que la
ostenta Dª Mercedes , por ser ella la persona que sufrió los daños personales
por los cuales reclama.
Por su parte, la legitimación pasiva del Ayuntamiento de Garganta de La
Olla deriva de la competencia de la Administración Local en materia de
“ordenación del tráfico de vehículos y personas en las vías públicas”, a tenor de
lo dispuesto en el artículo 25.2, apartado b) de la Ley 7/1985, de 2 de abril,
reguladora de las Bases de Régimen Local, correspondiendo a los servicios
técnicos de la Administración local velar, poniendo los medios personales y
materiales necesarios, para que las vías públicas se encuentren en las debidas
condiciones de seguridad. También por corresponder a la Administración
Municipal la competencia sobre el servicio de alcantarillado (artículo 25.2,
apartado l) de la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases de Régimen
Local)
Ante todo procede señalar que existe en este expediente una falta de
actividad probatoria total por parte de la reclamante, ya que el expediente gira
en torno a lo manifestado, pero no a lo probado por ella,. En este sentido, el
artículo 6.1 del Real Decreto 429/1993, de 26 de marzo en su segundo párrafo
establece que “En la reclamación se deberán especificar las lesiones producidas,
la presunta relación de causalidad entre éstas y el servicio público, la evaluación
económica de la responsabilidad patrimonial, si fuera posible, y el momento en
que la lesión efectivamente se produjo, e irá acompañada de cuantas
alegaciones, documentos e informaciones se estimen oportunos y de la
proposición de la prueba, concretando los medios de que pretenda valerse el
reclamante.” A ello hay que añadir que la carga de la prueba corresponde al
reclamante, según los viejos aforismos “necessitas probandi incumbit ei qui
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agit” y “onus probandi incumbit actori”, y conforme a las reglas generales de la
carga de la prueba del artículo 217 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Así lo
han declarado las SSTS de 3 mayo 1977 (RJ 1977, 2688), 9 mayo 1978 (RJ
1978, 1996), 18 enero 1982 (RJ 1982, 13), 12 mayo 1982 (RJ 1982, 3326), 13
marzo 1986 (RJ 1986, 2298), 2 marzo 1994 (RJ 1994, 1722) y 16 octubre 1995
(RJ 1995, 7412), entre otras muchos. También se ha pronunciado en igual
sentido el más reciente Dictamen del Consejo de Estado, nº de Expte. 98/2002,
de 31 de enero de 2002.
Sin embargo, sí constan en el expediente sendos informes realizados por
D Juan Bautista , a la sazón Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Garganta
La Olla y, de D. José Antonio , encargado del mantenimiento de jardines, agua
y saneamiento del Ayuntamiento que dicen los siguiente:
El primero de ellos; “Que no consta en estas dependencias municipales
ningún escrito en el que se diga que el estado del pavimento y alcantarillas de la
calle Solano, al menos desde que está abierta al público una tienda de
comestibles, que ninguna persona haya sufrido daños por caídas debido al
estado del pavimento o alcantarillas, a pesar de ser bastante frecuentada la
calle, tanto para ir a la mencionada tienda, como para acceder a la Iglesia
Parroquial San Lorenzo Mártir.
Que no se han realizado obras de reparación o mantenimiento en la citada
calle Solano, por no haber sido necesarias para el uso público, ni antes ni
después de la caída a la que hace referencia la Sra.
en su escrito de
reclamación patrimonial por los daños sufridos.
Si realmente se produjo la caída en la calle Solano, entiendo que se debe a
un caso fortuito y nunca por funcionamiento anormal de los servicios
municipales.”
El segundo informe al que hemos hecho referencia dice así:
“Personado el día de hoy (9/05/08) a la calle Solano de esta Localidad,
para comprobar el estado en que se encuentra tanto el pavimento de la misma
como las tapas de los pozos de alcantarillado, resulta que tanto uno como otras
se encuentra en un estado normal. No he observado nada anormal en la vía
pública que haga que ésta sea intransitable o que haya objetos, obras, etc. que
supongan peligro para quienes usen mencionada calle Solano.”
Por tanto, la absoluta falta de pruebas por parte de la interesada, acerca
del lugar exacto donde se produjo el accidente que impera en el expediente, es
la que nos lleva a desestimar la reclamación presentada por Dª Mercedes ,
pues no permite establecer el nexo de causalidad necesario para declarar la
responsabilidad patrimonial de la Administración local.
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CONCLUSIÓN
En mérito de lo expuesto, el Consejo Consultivo de Extremadura
dictamina,
“Que teniendo presentes las consideraciones contenidas en el cuerpo de
este Dictamen, no resulta procedente declarar en este supuesto la
responsabilidad patrimonial del Ayuntamiento de Garganta la Olla (Cáceres),
por inexistencia de relación de causalidad entre el daño sufrido por la
reclamante, Dª Mercedes
y, el funcionamiento de los servicios públicos
municipales”.
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