Visualización de información y conocimiento

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Visualización de la Información y Conocimiento estructurado
Ponencia en Visualizar'07
MediaLab­Prado, Madrid, Noviembre 2007
Manuel Sánchez­Gestido
e­mail: [email protected]
1 Introducción
Vivimos en una sociedad en la que la sobreabundancia de información, sobre todo visual, dificulta la tarea de discernir qué es lo realmente importante para manejarnos adecuadamente en nuestro entorno y extraer de ahí aquello que puede considerarse como conocimiento. Ante la abundancia de nuevos medios y formatos que han traído las nuevas tecnologías, debemos seguir un proceso de alfabetización digital, re­aprender a "leer" (interpretar) esos nuevos formatos, definiendo estrategias personales que permitan incorporarlos a nuestra experiencia intelectual y emocional. De la misma manera, el acceso generalizado a estas tecnologías, junto con las ingentes posibilidades de procesamiento de información, permite una nueva aproximación a problemas clásicos en diferentes áreas del quehacer científico. Pero la información en bruto (sin procesar) no es útil en la mayoría de los casos. Las herramientas de visualización de información, no sólo desde el punto de vista de representación gráfica de datos sino utilizando estrategias combinadas de diferentes disciplinas, permiten filtrar y predisponer al usuario para que sea capaz de identificar los aspectos esenciales en un problema o los componentes clave dentro de un conjunto de datos. Para que la visualización no sea un mero ejercicio de entretenimiento debe fundamentarse sobre unos objetivos programáticos claros en relación a dos actividades, en muchos aspectos complementarias:
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Sugerencia de patrones dentro de los datos (estructuras emergentes), identificando, racionalizando y jerarquizando la información en bruto.
1
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Permitir interactuar, explorar de forma intuitiva (y acaso emocionalmente), ampliando nuestra perspectiva de relaciones entre los elementos a estudio en la situación concreta de que se trate.
El presente trabajo se estructura del siguiente modo:
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La sección 2 resume las características esenciales de la información visual y los referentes simbólicos asociados a su interpretación.
La sección 3 describe las diferencias entre información en bruto (sin procesar) y el conocimiento estructurado que puede generarse a partir de ella.
La sección 4 señala las características esenciales de dos formas de explorar la información: A través de una aproximación racional, con una secuencia lógica de razonamientos, o mediante mecanismos, por ejemplo, de asociación libre de ideas. La sección 5 presenta un caso concreto (y actual, los Navegadores GPS) donde la información, proveniente de distintas fuentes y formatos, se estructura de manera cómoda y práctica para el usuario.
La sección 5 describe varios ejemplos de utilización de herramientas gráficas como aproximación a la proyectación técnica y artística.
2 La Información visual y la representación de Información estructurada
Los seres humanos somos animales simbólicos, capaces de abstraer formas, de reconocer figuras, separarlas de un fondo y singularizarlas en un conjunto de manchas de colores que conforman nuestras experiencias visuales. La Figura 1 muestra un ejercicio clásico de interpretación de formas ("¿qué es lo que ves?"). Más allá de los condicionantes culturales o psicológicos que nos empujan a identificar unas determinadas figuras frente a otras igualmente plausibles, este ejemplo muestra cómo el proceso de visión supone la creación de vínculos y asociaciones con otros conceptos previamente grabados en nuestro subconsciente. Al aumentar nuestro bagaje cultural se multiplican las posibilidades de asociación, permitiendo re­crear la realidad en nuestra mente de manera distinta y más variada. 2
Figura 1 Ilusiones ópticas: ¿Una joven o una anciana? Desde un punto de vista meramente fisiológico, la visión humana permite extraer, a partir de dos imágenes proyectadas en el fondo de la retina de cada ojo (visión binocular), información de profundidad en la escena, separando objetos próximos de aquellos más lejanos. Esto es también posible con un solo ojo mediante el enfoque selectivo de objetos (un proceso reflejo del que casi no somos conscientes). Podríamos decir así que la visión humana es 2½­D, un poco más que 2D. Además de estar limitada por el ángulo visual (apenas unos 120º en dirección frontal), estamos atados a un único punto de vista en cada instante. Por extensión, la plena visión 3D es la que tendría, por ejemplo, un programa CAD (Computer Aided Design) con un modelo tridimensional completo, en el que es posible la representación desde cualquier punto de vista (arbitrario) siguiendo las convenciones de proyección sobre una superficie plana a las que estamos acostumbrados (axonométrica, perspectiva, etc). Nuestra propia fisiología nos dificulta el captar el espacio tridimensional y nos vemos forzados a utilizar argucias para orientarnos en él.
De la misma manera, la representación de información cuantitativa puede seguir una serie de convenciones, basadas en diferenciación a través de líneas, colores, simbologías comúnmente aceptadas, etc. A modo de ejemplo, la Figura 2 muestra un mapa de las bajas del ejército napoleónico en la campaña de Rusia, donde el ancho del trazo representa los efectivos militares y se ha empleado un color distinto (el negro, asociado al crudo invierno) para mostrar el tránsito en retirada desde Moscú. Se complementa con información textual y una gráfica de la temperatura en varios puntos del trayecto. 3
Figura 2 Representación de las bajas de Napoleón en la campaña de Rusia (tomado de [Tufte_EnvisioningInformation])
La Figura 3 ejemplifica un caso en el que una notación particular permite la codificación y la transmisión de información asociada al movimiento de bailarines (dentro de unas pautas más o menos fijas).
Figura 3 Notación de figuras de Danza (tomado de [Tufte_EnvisioningInformation])
Existen también otras formas no visuales de representación de la información. Por ejemplo, la asociación de un conjunto de datos a sonidos permite la identificación de ritmos repetitivos, frecuencias características, etc.
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3 Conocimiento vs. Información
Puede entenderse el conocimiento que se tiene de una parte del mundo como la representación que un sujeto hace de esa realidad. El mundo, en su realidad objetiva, se nos aparece como una serie de hechos y acontecimientos que desde el punto de vista de las disciplinas científicas, la Física por ejemplo, llevan asociadas un conjunto de magnitudes susceptibles de ser cuantificadas (medibles) y por tanto comparables. La conceptualización1 primero y la relación entre esos conceptos es un ejercicio intelectual. Los animales, por ejemplo, actúan por instinto y hasta donde nosotros conocemos no realizan esas tareas intelectuales2, lo cual ha supuesto una ventaja evolutiva para el Homo Sapiens cuando tenía que luchar por la supervivencia con otras especies. Aún enfrentándose a un Mundo, unos hechos objetivos, iguales que para el resto de los animales, el Homo Sapiens fue capaz de entender e interpretar mejor su entorno3 y aprovechar en su propio beneficio ese conocimiento, esa descripción, en principio muy rudimentaria, de su mundo. Así también en la sociedad actual, mientras la realidad es común para todos, una más adecuada conceptualización de los hechos relevantes puede suponer una ventaja competitiva4.
De esta manera, el conocimiento está asociado al acto de definición, identificación conceptual de algo nuevo (una estructura, una jerarquía, una relación entre objeto físicos o conceptuales). Estos conceptos no están en el mundo exterior ([Lakoff­2000]), que desde el punto de vista de nuestra experiencia perceptiva está solo constituido por hechos. En cierto modo se puede decir que el mundo simplemente sucede y que es el hombre el que lo interpreta. Las estructuras, las jerarquías, las arquitecturas internas de los sistemas5 actúan como formas de explicar a alto nivel cómo se relacionan sus elementos, cómo interaccionan unos con otros. Y esto es patente en infinidad de sistemas de la vida cotidiana ([Coutin­2002]).
1
Entendida como abstracción de unos hechos y objetos particulares
2
Como decía Unamuno ([Unam­1913]), a propósito de si los animales tienen sentimientos o no, "Acaso llore o ría por dentro, pero por dentro acaso también el cangrejo resuelva ecuaciones de segundo grado". Si realmente lo hacen no parecen dar muestras de ello.
3
Encontrando relaciones entre hechos, por ejemplo, a la hora de buscar la caza, o de desarrollar herramientas más adecuadas para su función.
4
Puede que realmente no la suponga. Hay que distinguir entre la persona reflexiva, que piensa muy bien y la persona de acción, más intuitiva, que actúa de una forma rápida y correcta (aunque seguramente con soluciones que no siendo óptimas son razonables dadas las circunstancias). Ambas características, en su mayor grado, no suelen darse simultáneamente ([Maravall­2005]). La persona de acción a la hora de interaccionar con el entorno suele tener una ventaja en el corto plazo, en las situaciones que se resuelven en las distancias cortas.
5
Definiendo la organización general.
5
Conocimiento es definir estructura, es establecer relaciones y por ende, nuevos conceptos mentales que explican agrupaciones de elementos basados en determinados criterios. Así nosotros vemos un rebaño (un conjunto de elementos) mientras un ser no racional sólo ve ovejas 6. O identificamos palabras en un secuencia de letras sueltas. Conviene en este punto señalar la diferencia entre conocimiento e información. Reconociendo que todavía ambos adolecen de una definición precisa y consensuada, podemos aventurar que la información está relacionada con la enumeración de hechos, con los datos, con medidas, y que el conocimiento es más una representación de alguna forma comprimida de esos datos, extrayendo las características relevantes que unifican una serie de fenómenos y dejando de lado otras características, que aún diferenciándolos individualmente, no son relevantes para el estudio del fenómeno de que se trate.
Así la estadística en muchas ocasiones supone una forma de adentrarse en una masa ingente de datos que en principio no guardan relación (matemática) alguna. Pero la argucia intelectual de la media o la desviación típica son, generalmente, tremendamente clarificadoras y, sin llegar a describir completamente un aluvión de datos, si nos va permitiendo acotar el problema, conocerlo (nunca mejor dicho) un poco mejor.
De nuevo volvemos a la misma idea. En realidad, no hay distribuciones estadísticas en la naturaleza. Sólo hay datos, y las distribuciones estadísticas son una invención conceptual del intelecto humano que facilita mucho la labor de describir ciertos fenómenos, explicándolos en principio tanto mejor cuanto mayor sea el detalle matemático.
Ampliando un poco más nuestra definición de Conocimiento, vemos que es también la capacidad de clasificar, la identificación de categorías, y de esa forma agrupar comportamientos, bajo un denominador común. Comprimir información, dejar de lado lo que no es relevante y quedarse sólo con lo esencial para el problema en cuestión7.
Un teorema es en cierta manera un ejemplo de esa forma de representar las cosas, una manera de comprimir, resumir en una frase corta un comportamiento de muchos individuos. Por ejemplo, cuando se ha establecido 6
Y ni siquiera las identifica como tales (lo cual no es necesario mientras sea capaza de reaccionar instintivamente y recordar comportamientos). La conceptualización de rebaño como conjunto de ovejas tiene implicaciones metafísicas. La paradoja de Russell ("El conjunto de todos los conjuntos que no son miembros de ellos mismos. ¿Es ese conjunto miembro de sí mismo? ", [Kleene­1952], p. 37) surge por no distinguir entre elemento y conjunto a la hora de formar conjuntos de conjuntos. Un conjunto de otros conjuntos es un conjunto, por decirlo de alguna manera, de orden superior. Un ser no racional sólo ve cosas y no entiende de conjuntos, asociaciones de cosas (como se ha dicho antes, puede no ser necesario para su supervivencia).
7
Así en cualquier modelado de un sistema ([Booch­2001])
6
(demostrado a partir de ciertos axiomas) que "El producto de dos números impares es impar y el producto de cualquier número por otro par es par" hemos identificado el comportamiento, en términos de paridad, del conjunto de todos los números en base únicamente a la paridad de sus factores, como única característica relevante en este caso. Cuando observamos el conjunto de todos los números naturales, cada uno de ellos es distinto de todos los demás, pero desde el punto de este problema tienen un comportamiento que puede agruparse por categorías (clases de equivalencia en terminología matemática).
Y un poco más allá, las teorías de la Física describen las leyes que gobiernan una serie de comportamientos relacionados por elementos comunes, cuantificando las relaciones entre las magnitudes objeto de estudio. Las leyes de una teoría suponen otra forma de comprimir la información, representando de una manera concisa nuestro conocimiento de una serie de fenómenos, o dicho de otra manera, una justificación de lo que ha ocurrido en base a unos hechos (parte explicativa de una teoría) y de lo que se espera que ocurra si se dan una serie de circunstancias (parte predictiva de la teoría).
Que conocimiento no es lo mismo que información seguramente quede más claro con el siguiente ejemplo: Supongamos que disponemos de una edición en texto de la Enciclopedia Británica. Podemos afirmar que constituye un compendio de la mayor parte del conocimiento humano. La cantidad de información que contiene puede medirse por el número de palabras o la medida del texto completo en bytes (en cierto modo el número de caracteres). Esta cantidad de "información" será aproximadamente la misma en un idioma como el inglés, el castellano o el francés. Pero si nos dan el texto de la Enciclopedia en francés y no conocemos ese idioma no nos aportará ningún conocimiento porque no sabremos relacionarlo con nuestras propias experiencias anteriores. Y no es tanto un problema de la necesidad de una traducción. La información es expresión, en un lenguaje determinado, de los objetos que suponen nuestro conocimiento, nuestra representación de las cosas (reales o conceptuales). El lenguaje es un vehículo de expresión del conocimiento y como tal, de comunicación de conocimientos entre personas.
De la misma manera se puede entender la Física como la ciencia que interpreta y busca conocimientos en los fenómenos de la Naturaleza que son repetibles. De alguna forma los hechos (experimentos) estudiados por la Física son, utilizando un lenguaje metafórico, la forma en que la Naturaleza, el Mundo físico tiene de comunicarse, de decir algo. Esa información, ese mensaje, repetido una y otra vez de manera parecida8 (así cuando se repite un cierto 8
Se insiste en que este símil se entiende sólo como una metáfora. No se trata de buscar un mensaje oculto en la Naturaleza sino que simplemente, interpretando los hechos como mensajes se pueden aplicar elementos conceptuales y matemáticos desarrollados en la Teoría de la comunicación y la Información y que ayuden a 7
experimento en muy aproximadamente las mismas circunstancias), puede resumirse en una ley física que toma a bordo y cuantifica las variables relevantes que entran en juego, las más significativas, dejando de lado las características accesorias que diferencian ligeramente unas condiciones experimentales de otras. El conocimiento, la ley física, es así una forma de comprimir toda esa información, todos esos experimentos, todos esos mensajes muy parecidos, y es ese parecido lo que se identifica como característico del fenómeno en cuestión. Unas leyes físicas cada vez más precisas9 ayudan a entender cada vez mejor la Naturaleza. Así las modificaciones que la teoría de la Relatividad introdujo a la mecánica de Newton (masa dependiente de la velocidad cuando ésta es próxima a la de la luz), ampliaron el campo de fenómenos físicos explicados cuando nuevos experimentos dejaban en evidencia las teorías de la Mecánica Clásica.
Nos sentimos abrumados por la cantidad de información que nos bombardea continuamente, una cantidad ingente de datos inconexos que no somos capaces de canalizar, agrupar, clasificar, ... No nos es posible ir juntando pedazos de realidad y guardándolos en compartimientos donde aparezcan relacionados y sean más fáciles de recordar. Quizás conocer sea tan sólo eso, acercarse a la realidad por medio de asociaciones, de relaciones, sin llegar nunca a lo que son la esencia de las cosas. Puede que esta pregunta, qué es la esencia de las cosas, tampoco importe mucho10 mientras seamos capaces de manejarnos con suficiencia en nuestro entorno.
Así nos invade la información, pero no el conocimiento (las teorías, las explicaciones sobre la organización de las cosas, sus causas y efectos, sus estructura). El conocimiento refleja un entendimiento de las relaciones entre las cosas, ya sean asociaciones causales, por oposición, por similitud, etc.
La sociedad, como un todo, avanza en Conocimiento11, cuando se crean nuevos símbolos ([Deacon­1997]), se descubren nuevos conceptos, nuevas ideas, símbolos mentales que explican un poco mejor el mundo que nos rodea. Por ejemplo podemos comparar la idea que tenía del mundo una persona en la Edad Media y la que tenemos ahora. En cierto modo, en la sociedad actual estamos más informados, pero somos más ignorantes.
entender esas situaciones.
9
No necesariamente más complejas. Bien al contrario, la búsqueda de leyes más simples, las teorías Unificadas, y que expliquen un abanico más amplio de interacciones (electromagnéticas, gravitatorias, etc) rigen el desarrollo de la Física actual.
10
La pregunta cobra una importancia filosófica esencial, pero más de 2500 años de Filosofía Occidental no han conseguido aclarar nada en este asunto.
11
Otra cuestión completamente distinta, y que no viene al caso pero conviene mencionar brevemente, es si ese conocimiento se aplica con la intención de producir una sociedad más justa o sólo sirve para aumentar las desigualdades entre las sociedades más desarrolladas y las menos favorecidas.
8
4 Conocimiento racional vs. Conocimiento intuitivo
"El corazón tiene razones que la razón no entiende."
Blaise Pascal
“... enciendo un cigarrillo y salgo del poema”
Joan Brossa
Se mencionaba anteriormente la diferencia entre la persona de reflexión y la persona de acción. En cierto modo la primera tiene un mayor conocimiento racional del entorno y la segunda un mayor conocimiento intuitivo. Citando de nuevo a Unamuno ([Unam­1913]): “El hombre, dicen, es un animal racional. No sé por qué no se haya dicho que es un animal afectivo o sentimental. Y acaso lo que de los demás animales le diferencia sea más el sentimiento que no la razón. Más veces he visto razonar a un gato que no reír o llorar.”
El conocimiento racional del mundo, el explicable con conceptos, con palabras, es el que se puede formalizar, seguir con argumentos precisos. Así, por ejemplo, nos encontramos con la concisión de la Matemática y la Física teórica. El conocimiento racional parte de una discretización en nuestra representación del mundo, porque sólo trabajamos mentalmente con un conjunto numerable, finito, de conceptos discretos12.
Resulta paradójico conocer las limitaciones de la Teoría de la computación y de la Lógica matemática. No existe un algoritmo que resuelva todos los problemas matemáticos ([Davis­1965]), así como no existe un conjunto de axiomas de los que se deduzcan todos los teoremas de la Aritmética ([Gödel­1930]). Estos resultados vienen a decir que nuestro conocimiento matemático no es automatizable. Pero sin embargo se nos ocurre que un matemático (o el conjunto de todos los matemáticos), con el tiempo suficiente, acabarán resolviendo cualquier problema planteado, de forma positiva (encontrando la solución) o en forma negativa (demostrando que esa solución no existe). Y eso que tienen los matemáticos como seres humanos, frente a una máquina que implementase un algoritmo concreto, es la intuición. Esa capacidad para discernir entre todas las estrategias posibles, entre todos los potenciales caminos y posibilidades que se abren frene a uno, aquellas que ofrecen más garantías de éxito13. 12
Considerando las palabras como representación de las cosas, no hay más que pensar que nuestro vocabulario, en cualquier idioma, es limitado. 13
Así, una metáfora puede aportar luz, una claridad difusa, pero la misma que aporta un buen poema, que no nos deja indiferentes y nos acerca un poco más, y de una manera indirecta, a lo que son las cosas.
9
De esta forma, emocionalmente, alcanzamos mucho más lejos, donde las palabras no llegan. Somos, como seres humanos, muy limitados y falibles, aunque nos creamos muy inteligentes, simplemente porque somos, dentro de las criaturas de la Naturaleza, lo mejor que hay alrededor 14. Pensamos muy mal pero nos emocionamos muy bien. Y ahí radica lo extraordinario de nuestra forma de pensar, de manejar información incompleta, comprender sin comprender, y aún así llegar a conclusiones válidas. Si hay una característica que nos permite desenvolvernos con cierta soltura en un mundo incierto es nuestra capacidad para entender lo suficiente sin llegar a entender del todo.
El conocimiento intuitivo15 es el que, entonces, se asocia con las metáforas16, con un acercarse a los fenómenos de una forma más vaga, más imprecisa, pero que nos orienta cuando otros métodos fallan17. Una forma de conocer las cosas que no es automatizable, y que, por ende, nos sorprende. No es programable e incluso a expertos en un dominio concreto les resulta muy difícil describir exhaustiva y explícitamente en qué se basan para tomar determinadas decisiones dentro de sus áreas de conocimiento. El conocimiento racional es una conceptualización formalizada, y por ende limitada a un conjunto (grande, aunque finito) de conceptos. El conocimiento intuitivo está relacionado con la creatividad, con la intuición. Es menos constreñido, más amplio, pero también menos preciso. La discretización de los conceptos parece basarse en una limitación inherente al pensamiento racional.
A propósito de estas ideas, que complementan más que oponen, el pensamiento racional al intuitivo, también se pueden mencionar la relación que existe entre nuestra percepción consciente e inconsciente, entre el conocimiento que podemos hacer explícito y el que permanece implícito. Así experimentos de Eye tracking revelan que en determinadas situaciones fijamos nuestra atención en áreas muy concretas del campo visual mientras otras son ignoradas. Al estudiar la respuesta de los sujetos bajo estudio, se llega a la conclusión de que el procesamiento de esa información visual18 se hace, en parte, explícitamente (y entonces se ha conceptualizado y los propios sujetos cuentan con palabras lo que han percibido) o se realiza de forma inconsciente y 14
Por usar la locución en inglés: "We are just the best guys in town".
15
Estamos tentados de utilizar la expresión "Conocimiento emocional" pero podría asociarse con "Inteligencia emocional", que es otra cosa.
16
Conocer, permítasenos la digresión filosófica y utilizando una metáfora al decir esto, es tanto acercar conceptualmente el objeto hacia nosotros (hacerlo un poco más nuestro, reducir la distancia conceptual que nos separaba de él) como ir nosotros (mentalmente) hacia el objeto. Conocer es ampliar nuestra relación con el mundo.
17
Así la mayoría de las expresiones artísticas intentan explicar el mundo, verlo de forma distinta, utilizando un lenguaje diferente al de las palabras. El Arte es, en cierto modo, una reflexión sobre el mundo y las cosas.
18
Mucha de esa ingente información visual se desecha y se pierde.
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pasa a formar parte únicamente de nuestro conocimiento intuicional, de la parte emocional de lo que somos. Así, una teoría racional de las emociones o las actividades artísticas nunca podría explicarlas completamente, simplemente porque no son racionales. El estudio sistemático y científico de las mismas llevaría a la identificación de propiedades, relaciones, etc, entre procesos físico­químicos y/o genéticos, por ejemplo, y actitudes sociales y personales, pero siempre quedaría algo que no explicarían. Se iría aumentando el conocimiento racional de las emociones, pero al mismo tiempo el horizonte de nuestra experiencia (incluyendo en ella nuestra capacidad de emocionarnos) estaría moviéndose al mismo tiempo. Estaríamos persiguiendo un objetivo móvil. De la diferencia entre ambos (lo que se amplía nuestro universo conceptual y lo que se mueve nuestro horizonte emocional) radica el que se progrese realmente en este sentido19. En cierto modo, que las respuestas (racionales) vayan ganando en número a las preguntas20 (lo que no nos cuadra, lo que nos sorprende y deja perplejos sobre ese asunto)21.
Sobre los límites de nuestro conocimiento racional en cada momento 22 conviene citar el siguiente comentario de Ginés Morata a propósito de la situación actual de nuestro saber sobre el cerebro ([Morata­2005]): "El problema fundamental de los estudios del cerebro es que aún no se han desarrollado los conceptos adecuados para hacer las preguntas significativas. [...] Recuerdo un libro en que dos exploradores del confín celeste se encontraban con las huellas de una civilización desaparecida que había logrado descifrar todas las claves del Universo y había almacenado toda la información en un enorme ordenador. Ante las preguntas de los exploradores sobre el origen y evolución del Universo, sistemáticamente el ordenador contestaba que, en los términos plateados, la pregunta no era adecuada.[...] Cuando uno da con la pregunta adecuada ya tiene parte de la respuesta."
La exploración intuitiva permite plantear las preguntas adecuadas, correctas, de alguna manera aquellas que encajan con una mejor descripción racional del mundo. En su época, las leyes de la dinámica de Newton, que ahora nos parecen tan inmediatas, simplemente porque se estudian en cursos elementales de Física, debieron chocar a sus contemporáneos. Involucran 19
Que se progrese en sentido relativo. En sentido absoluto estaríamos siempre avanzando porque nuestro universo conceptual se hace más grande en esta dirección.
20
Uno se inclina a pensar que las preguntas siempre superarán a las respuestas. Las preguntas son las que hacen la vida más interesante. Como decía Picasso, para qué sirve un ordenador si sólo da respuestas.
21
De la misma manera al ser humano que se interroga sobre sí mismo, a la vez que aprende, le nacen, en base a esas respuestas, nuevas preguntas que no se había planteado antes. 22
De la cantidad, complejidad y completud, ...
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conceptos no triviales que se derivan de una conceptualización de la experiencia23 (la cuantificación de magnitudes como la fuerza o la masa y su relación matemática en una expresión tan sencilla como F = m a ).
Siguiendo con el ejemplo anterior, uno se pregunta qué ocurriría si un día, en una Biblioteca perdida, encontrásemos un libro en el que se explicasen todas las claves del Universo. Seguramente no lo entenderíamos. Esa clase de información, desde fuera, sin venir al hilo de algo que habíamos pensado (al menos inicialmente), solamente es útil con problemas relativamente triviales en el límite de lo que se conoce en cada momento, o con otras cuestiones meramente prácticas que sólo requiriesen una comprobación más o menos sencilla24. Pero esto no es avanzar en Conocimiento.
Elucubrar nuevas teorías es un procesos arduo. Las grandes revoluciones científicas han supuesto también grandes cambios conceptuales, nuevas formas de ver las cosas, y por eso mismo, porque esos conceptos todavía no estaban asentados en la comunidad científica, no cuajaron inmediatamente, salvo en grupos reducidos de investigadores que ya trabajaban en una dirección parecida, pensando cuestiones similares y planteándose las mismas preguntas fundamentales.
5 El Navegador GPS como ejemplo de Visualización de Información estructurada
Los navegadores GPS (Figura 4) se han extendido rápidamente entre los conductores de vehículos particulares. Ofrecen una información geográfica en tiempo real sobre el trayecto a seguir para desplazarse a un destino concreto que se ha especificado de antemano. Suponen una ayuda a la conducción y un primer paso hacia la conducción automática de vehículos.
Pero, ¿qué es lo que los hace tan útiles y por qué unos programas concretos se han vuelto más populares que otros? La respuesta a la primera pregunta es obvia: Porque ofrecen la información necesaria para el propósito que persiguen y lo hacen en el momento apropiado.
Lo que no es tan fácil de responder, y esto tiene que ver con la segunda pregunta, es cómo se consigue eso. Desde un punto de vista técnico, partiendo de las señales provenientes de los satélites, se calcula la posición del vehículo y esta se complementa a lo largo de todo el recorrido, con información 23
El desequilibrio de fuerzas como causa de cualquier variación de movimiento, por ejemplo. 24
Así por ejemplo si alguien nos dijese un número primo de Fermat más grande que cualquiera de los publicados hasta ahora. 12
geográfica (cuantitativa y cualitativa) adecuada a cada instante y posición del vehículo. La presentación visual e intuitiva de la información realmente relevante para la conducción es un tema de estudio en sí mismo. La pantalla muestra datos numéricos, simbólicos, geométricos y cartográficos de un modo que es inmediatamente utilizable por el conductor. Es esta usabilidad del interfaz la que permite una interacción eficiente y fluida entre el dispositivo (Harware y Software) y el conductor humano.
Figura 4 Navegador GPS Una ayuda a la conducción de este tipo se fundamenta en un análisis previo y exhaustivo sobre nuestra capacidad para adecuar la representación, que nos ofrece el dispositivo GPS, del área por la que circulamos, con la información desestructurada (visual y sonora) que recibimos de nuestro entorno cuando nos encontramos al volante (en realidad sólo vemos manchas de colores que en un proceso cognitivo subconsciente interpretamos continuamente como objetos asociados a experiencias previas). El ámbito de la conducción es relativamente previsible, con lo que se puede estructurar y organizar, anticipando avisos al conductor (que en general conduce siguiendo patrones esperables) y ofreciéndole datos que seguramente considerará útiles (p. ej. “Puntos de Interés” clasificados por categorías). Estos avances suponen un primer paso hacia la conducción totalmente automática de vehículos. Mientras tanto, la pantalla del Navegador es en cierto modo una ventana de Realidad Aumentada, pero también, en otro sentido, Realidad Disminuida, en el sentido de que ofrece una imagen simplificada del entorno, con lo más importante, al menos desde el punto de vista de la conducción.
13
6 La modelación arquitectónica y la fotografía como herramientas visuales de reflexión y exploración proyectual
“There is more to the picture than meets the eye”
Neil Young
La presente sección presenta tres ejemplos correspondientes a la frontera entre el análisis racional y la exploración emocional. La visualización puede entenderse en un sentido más general, como una forma de ampliar nuestro horizonte intelectual o emocional con nuevas perspectivas sobre las cosas.
La Figura 5 muestra una maqueta de trabajo a propósito de un ejercicio arquitectónico para un Proyecto de Centro de Artes Escénicas. Sobre la maqueta de proyecto se han incluido un collage fotográfico, textual, tipográfico y escultórico, como herramienta de reflexión sobre el hecho escénico previa a la definición y concreción del proyecto. Como resultado de ese estudio y análisis artístico aparecen los elementos claves, las convenciones usuales de la representación teatral: Relación textual­visual­musical entre el espectador y lo representado, linealidad del argumento, frontalidad del escenario, la obra de teatro como una ventana abierta a otros mundos imaginarios, etc. Es necesario conocer estas reglas si se quieren reflejar convenientemente utilizando nuevas formas (y aún más necesario su conocimiento si quieren subvertirse en el proyecto final).
Figura 5 Maqueta para un Centro de Representaciones para Nuevas Artes Escénicas (maqueta y fotografía del autor)
14
En la Figura 6 se muestra un detalle de la maqueta, un desorden aparente de ideas, previo a la racionalización y concreción lógica, como el inspirar y el expirar alternos cuando respiramos. La imagen sugiere recorridos, con palabras de ida y vuelta, que van y vuelven, que llenan la escena y se expanden por el patio de butacas, reflejándose de muchas formas distintas y produciendo un efecto diferente en cada espectador.
Figura 6 Maqueta Centro de Representaciones para Nuevas Artes Escénicas (detalle; maqueta y fotografía del autor)
La Figura 7 muestra una maqueta conceptual­emocional de la Plaza Mayor de un pueblo. Sin llegar a ser figurativa muestra con exactitud su trazado en planta, con la situación, altura y forma real de las fachadas orientadas a la misma. Pero va un poco más lejos cuando estas fachadas se sustituyen por imágenes recortadas de instantáneas tomadas en otros lugares del pueblo, recogiendo los paisajes próximos del imaginario colectivo local. La representación de la plaza se reduce a sus elementos fundamentales, sugiriendo una escenografía en la que tiene lugar el acontecer diario de la villa.
Figura 7 Perspectiva Sentimental del pueblo Cubas de la Sagra (maqueta y fotografía del autor)
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La Figura 8 muestra una fotografía extraída de una serie de autorretratos (un conjunto de instantáneas correspondientes a determinados estados de ánimo). Por decirlo de alguna manera, son autorretratos simbólicos o emocionales, más allá de la mera representación literal. Constituyen también una reflexión sobre la fotografía, sobre las múltiples miradas que se establecen en un mismo encuadre: Una fotografía de unas manos sobre las que se proyecta otra imagen ligeramente desenfocada y que sugiere un entorno costero en el que cada uno podría situar sus propios recuerdos. Figura 8 “Self­Portrait as a Summer Day” (Fotografía del autor)
El título y la imagen aparecen imbricados, de algún modo desmontando la rotundidad visual con la poética y el carácter más difuso de la palabra. Por otros motivos, la proyección y el desenfoque no son casuales. Sugieren el debate sobre qué puede considerarse como bello (“Beauty is only skin deep”), y si éste es el objetivo en sí del arte o sólo una de sus múltiples y potenciales manifestaciones como transmisora de sentimientos. Las manos juntas recogiendo, o casi protegiendo, esa imagen, son referencias que van más allá de la literalidad de la misma y que dependen en gran medida de la empatía que sienta el espectador (y el propio artista, como primer espectador de su obra). El observador de esta fotografía puede, de todas maneras, quedarse indiferente. Después de todo, cada uno es libre de pensar lo que quiera. Y esto no supone, en principio, una merma de su horizonte emocional. Simplemente éste puede estar ampliado en otra dirección.
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El título y la composición, no cabe duda, son intencionados. El autor pretende transmitir un mensaje, contar algo, sobre todo a sí mismo, tratando de explicar más allá de las palabras. Y trata de hacerlo de una manera original. Esta fotografía es inventada, creada. Es una fotografía de vacaciones, pero frente al retrato convencional en el que la familia y/o los amigos aparecen frente a un fondo veraniego, se invierten los papeles y es el propio retratado, del que sólo vemos sus manos, el que muestra ese retazo de su memoria. Todo lo que hacemos, de una manera u otra, es autobiográfico. En cierto sentido estamos hechos de recuerdos. En eso consiste el acto creativo. Cuando el artista se encuentra, al final, delante de un objeto nunca visto, cuando ha acabado de crearlo después de multitud de elecciones y opciones rechazadas, ofrece, con mayor o menor éxito dependiendo del caso, una nueva mirada sobre las cosas. 7 Conclusiones
Resumiendo lo expuesto, las herramientas de visualización pueden resultar útiles en los siguientes aspectos:
•
•
•
Representación de la realidad conceptual de objetos, físicos o mentales y sus relaciones (de causalidad, proximidad, diferencia, etc). Y así formando nuevos conceptos a partir de otros o combinándolos con nuevos hechos amplian el horizonte de nuestro universo conceptual.
Identificación y agrupación de elementos por características comunes relevantes al fenómeno en cuestión, dejando de lado otros rasgos diferenciadores no importantes al caso.
Definición de estructuras, jerarquías, arquitecturas como relación entre elementos (organización de la información al fin y al cabo).
El conocimiento racional está limitado por su propia forma de conceptualización discreta. El conocimiento intuitivo, asociado a la creatividad, a la imaginación, a las metáforas, actúa como guía, aportando sugerencias, cuando el conocimiento racional no puede aportar más respuestas, nos ha dejado en un callejón sin salida y ya no sabemos por dónde seguir 25. Distintas herramientas de visualización (como explicitadores de información) pueden utilizarse en ambos casos.
25
Podemos entonces probar como Alicia (), continuamente "haciendo como que ..." ("Let's pretend that ..."), dando una oportunidad a la imaginación.
17
Vamos construyendo conceptos poco a poco, unos sobre otros, ampliando nuestro horizonte racional, por etapas, en círculos concéntricos. Vivimos con ese misterio y esa inquietud, dónde estamos y cuánto nos queda por comprender. Pero no debe impedirnos progresar y quién sabe, quizá no estemos tan lejos de todos esas teorías por descubrir y que nos parecen tan importantes en estos momentos. Y en el camino, conviene no olvidar que en realidad son las emociones las que nos hacen más felices.
8 Referencias
[Lakoff­2000] George Lakoff, Rafael E. Núñez, "Where Mathematics comes from", Ed. Basic Books, 2000
[Coutin­2002] Adrián Coutin Domínguez "Arquitectura de información para sitios Web", Anaya Multimedia, 2002
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