1 LA ORGANIZACIÓN DE LA JUSTICIA PENAL Y LA CONSTITUCIÓN DEL CHUBUT Se ha puesto en cuestión la reforma a la organización judicial que supone la puesta en marcha del Código Procesal Penal, proyectado por Julio B. J. Maier1 y convertido en Ley 4566 por la Provincia del Chubut, bajo la afirmación de que esa organización, el Colegio de Jueces, se encontraría en contradicción con la Constitución de la Provincia2. El propósito de este trabajo es contribuir a la polémica ya abierta, disputando algunas de las afirmaciones que descalifican la adecuación de la nueva ley procesal, y de la organización judicial que proyecta, a la Carta Magna provincial. Reza la Exposición de Motivos de la Ley 4566 sobre los lineamientos de la organización de los jueces que propone: “El tribunal penal permanente. En la organización de los jueces, ello significa abandonar la organización sobre la base de oficios rígidos, unipersonales o colegiados, para reunir a los jueces en audiencias judiciales o cortes de justicia delimitadas territorialmente. Los cuerpos de decisión fijos de antemano o rígidos, transforman rápidamente las reglas de distribución del trabajo, prácticamente, en reglas de competencia. Esta organización, de tipo “feudal”, por la cual a cada cuerpo de decisión del tribunal le corresponde un “territorio” (juzgado o cámara) y unos “súbditos” (empleados auxiliares) determinados, que provoca incluso el efecto de jueces que sólo aplican unos pocos artículos de la ley procesal, conforme a su misión específica (tribunales que operan durante la investigación preliminar, tribunales de apelación de esas decisiones, tribunales que operan durante el juicio público, tribunales de ejecución), pretende variar hacia cortes de justicia conformadas por múltiples jueces permanentes, con una organización central que distribuya el trabajo, de manera tal que los jueces permanentes que la integran, alternativamente, desempeñen las variadas tareas que el Código propone para los jueces. Sólo el Tribunal Superior, por la previsión constitucional, estará considerado aparte de esta horizontalización de la tarea judicial. El problema a resolver todavía, al menos parcialmente, consiste en la integración –unipersonal o pluripersonal- del cuerpo de decisión a través del cual se expresa el tribunal en un caso determinado (integración). La organización horizontal de los jueces –junto a reglas ya contenidas en la ley procesal que se propone- contribuirá efectivamente a la consecución del ideal relativo a la independencia judicial (interna). ...” “Por lo demás, este tipo de organización puede contribuir eficazmente a seguir rutinas democráticas internas en cada tribunal o corte de justicia. Si los jueces de un tribunal se reúnen en asamblea anualmente, para recibir de los colegas que administraron la corte ese año un informe (memoria) sobre la labor anual desarrollada, aprobándola o desaprobándola, y, al mismo tiempo, eligen a aquellos que continuarán esa tarea en el año próximo, es probable que la tarea crítica, siempre necesaria en un tribunal de justicia desde el punto de vista de la política judicial, se acreciente y dé lugar a transformaciones de provecho en cada tribunal”. Resumiré en cinco puntos las objeciones constitucionales que, a mi juicio, Roberto Portela y Alejandro Defranco señalan a esta organización, y la respuesta posible. 1. Objeción: La Constitución impone una organización vertical y por grados de la judicatura en materia penal (Art. 162 C. Chubut), y la Ley 4566 propone una organización horizontal que desautoriza a la Constitución. 1 Julio B.J. Maier ha sido autor del Código Procesal Penal Modelo para Iberoamérica, que inspiró, a su vez, los modernos Códigos Procesales vigentes en Paraguay, Chile, Bolivia, Guatemala y Costa Rica, entre otros, y el Proyecto de Código Procesal Penal de la Nación de 1986. El Proyecto de Ley Orgánica para la puesta en marcha de ese Código, que no alcanzó sanción legislativa, puede consultarse en Doctrina Penal, Año 11, Abril-Junio de 1988, p. 340 y ss. 2 Roberto Rubén Portela y Alejandro Gustavo Defranco, “Reflexiones en ocasión de la reforma al sistema procesal penal de Chubut”, Revista Informativa de la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales de la Provincia del Chubut, , Año II, n° 5, Agosto de 2002, p.6 y ss. 2 El artículo 162 de la Constitución del Chubut previene que “El Poder Judicial es ejercido por un Superior Tribunal de Justicia, un Procurador General, un Defensor General, Jueces Letrados, Jurados y demás funcionarios judiciales, con la denominación, competencia material, territorial y de grado que establecen esta Constitución y las leyes orgánicas. Constituye un poder autónomo e independiente de todo otro poder, al que compete exclusivamente la función judicial”. Los jueces y jurados pueden tener diferentes competencias por materia, por territorio y por grado. Esta atribución de competencia surge de la propia Constitución, y de las leyes orgánicas. Por cierto que las leyes no pueden alterar las mandas constitucionales, por lo que ninguna ley orgánica podría contradecir la competencia atribuida por la Constitución. Así, por ejemplo, la atribuida al Superior Tribunal de Justicia, que tiene asignada competencia originaria, como juez de conocimiento, en asuntos especialmente determinados (art. 179,1 C. Chubut), por vía de consulta en causas criminales con penas de privación de libertad mayores de diez años (179, 2 C. Chubut) y recursiva en otros (179, 3 C. Chubut). Ninguna ley podría parificar a todos los jueces con los jueces del Superior Tribunal de Justicia, pues hace a la función política del Superior Tribunal de Justicia su condición de órgano superior del Poder Judicial. En el terreno del proceso, en razón de la doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, sentada en las causas “Strada” y “Di Mascio”, debe ser el máximo organismo judicial de la Provincia el que tome conocimiento de una causa que será elevada a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Pero esto no significa que la Constitución exija que deba haber más de un grado entre el Superior Tribunal de Justicia y el Juez del caso. De hecho, en el Territorio Nacional que luego fue la Provincia del Chubut funcionó la Justicia Letrada Nacional como juez de conocimiento desde 18843, con competencia en asuntos de derecho común y la atribuida a los Jueces Federales, cuyas decisiones eran revisadas en grado de apelación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, hasta la creación de las Cámaras Federales. Y desde la organización Provincial en 1957 hasta después del año 19744, en el que se dictara la Ley 1130, los procesos de conocimiento tramitaron frente a jueces Letrados, unipersonales, de cuyas decisiones conocía en grado de apelación el Superior Tribunal de Justicia como Tribunal de alzada, sin que esta organización mereciera reparos. La reforma de 1994 no produjo alteraciones de la Carta Constitucional en este sentido. La existencia de grados en la organización judicial depende de las instancias que el legislador decida establecer. Por lo general, el procedimiento escrito, de cuño inquisitivo, está relacionado con la posibilidad de apelar de la decisión de un órgano ante otro superior jerárquicamente. El juicio oral, de raíz acusatoria, es un proceso de conocimiento en única instancia, donde la revisión es sólo posible en cuestiones de derecho. Tampoco entonces podría haber ninguna objeción a una ley que prescriba un grado de jueces de conocimiento y otro de jueces de revisión. De hecho, El Código Procesal Penal vigente (Ley 3155), puso en marcha un procedimiento donde interviene un Juez en la investigación preliminar, pero el juzgamiento de los delitos se hace en única instancia. De lo que se trata en la Ley 4566 es de transferir la 3 4 Ley 1532, art. 36. Promulgada el 8 de enero de 1974. 3 encomienda dada a este juez como investigador, tarea que se confía al Ministerio Público Fiscal. Pero no se modifica el hecho de que la decisión substancial es tomada por un órgano jurisdiccional en única instancia. La instancia única de conocimiento podría establecerse también en materia laboral, por ejemplo, y permanecer en materia civil. Son éstas decisiones del legislador, pero no hay ninguna garantía del ciudadano que deba estar cubierta por una organización judicial que distinga grados, más allá del derecho al recurso. El derecho del condenado al recurso, previsto en la Convención Americana de Derechos Humanos5, incluso concebida como garantía del “doble conforme” frente a una sentencia condenatoria, está adecuadamente preservada en la Ley 4566, donde se le concede un capítulo dentro de los derechos del imputado6. En suma, no hay diferencia substancial entre los jueces de conocimiento de las Leyes 3155 y 4566, con la salvedad de que los primeros conforman tribunales unipersonales como los Juzgados Correccionales o pluripersonales como las Cámaras Criminales, fijos en las personas instituidas salvo cuando actúan con subrogantes, lo que sucede muy a menudo; y los otros se integran con los mismos jueces pero en diferentes conformaciones de individuos por razones de división del trabajo. La propuesta de integrar en colegio a los jueces Correccionales y Criminales, para equiparar las cargas de trabajo y racionalizar la utilización de recursos escasos era y es perfectamente compatible con la Ley 3155, y por cierto con la Constitución del Chubut.7 En cuanto a modelos histórico-preceptivos, la justicia por grados es heredera de la administración española y francesa, que concibe la administración de justicia como una de las atribuciones del poder real, delegada en funcionarios especializados y siempre revisable. La organización colegiada tiene sus antecedentes en el modelo anglosajón. Nuestro país abreva en ambas vertientes, como claramente indica la decisión constitucional, ratificada en las Convenciones Constituyentes nacional y provincial de 1994, de asumir el juicio por y con jurados8 La única o múltiple instancia ya es mencionada por la Constitución del Chubut de 1957. Pese a que la Constitución hacía referencia a jueces de primera instancia (art. 169 Constitución del Chubut de 1957), la misma Constitución, en su artículo 32, incluía un claro mandato para el legislador, sólo cumplido en 1989: “La Ley establecerá la instancia única, en base al juicio oral en el plenario, en las causas criminales que se determinen”. La Reforma Procesal Penal, en aquellos años, estaba inspirada en el orden nacional en la legislación cordobesa. Y la Convención empleó la locución “establecerá”, en lugar de “podrá establecer”, para que la reforma así propiciada se hiciera de modo urgente. En conclusión, la Constitución asigna competencia originaria al Superior Tribunal en algunos asuntos, y deja librado al legislador la posibilidad de establecer tribunales de única o de doble instancia en otras. En materia penal la Constitución del Chubut históricamente prohijó la instancia única de conocimiento, ahora con el 5 Art. 8 inc. 2.h. C.A.D.H. Código Procesal Penal Ley 4566, Libro II, Título I, Capítulo 7, artículos 151 y ss. 7 A. Pérez Galimberti, “Tribunal Penal Oral”, en Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal, Ad-Hoc, Buenos Aires, 1998, Año IV, Número 8 A, p. 221 y ss. 8 Rafael A. Bielsa, “Jueces, Gobierno y Política: el debate hoy”, en Materiales para el Trabajo y la Discusión, A.A.V.V., Taller sobre la Red Latinoamericana de Magistrados y Funcionarios Judiciales por la Democratización de la Justicia en el marco de las XIII Jornadas Científicas de la Magistratura Argentina, Paraná, 14,15 y 16 de Setiembre de 2000. 6 4 aditamento (art. 22 Constitución del Chubut) de que siempre se deje en salvo el derecho del condenado al recurso (Art. 7 Convención Americana de Derechos Humanos; art. 75 inc. 22 Constitución Argentina). 2. Objeción: La Constitución impone el principio de territorialidad, que impide que un Juez sea trasladado de jurisdicción (Art. 170 C. Chubut), y divide la Provincia en cinco Circunscripciones (Art. 167 C. Chubut) Esto impide el funcionamiento de los colegios de jueces. El Artículo 167 de la Constitución del Chubut dispone: “La Provincia se divide en cinco circunscripciones judiciales, con asiento en las ciudades de Esquel, Comodoro Rivadavia, Trelew, Puerto Madryn y Sarmiento, sin perjuicio de la ampliación del número que establezca la ley. Las atribuciones de los distintos funcionarios, la extensión y límites de sus jurisdicciones territoriales y el orden de sus procedimientos son establecidos por leyes especiales. Las leyes orgánicas pueden disponer que determinados órganos judiciales actúen con carácter itinerante aún en distintas circunscripciones y crear distritos judiciales en el ámbito de éstas”. La Constitución de 1957 establecía tres Circunscripciones Judiciales en el territorio de la Provincia del Chubut, con sede en las ciudades de Esquel, Comodoro Rivadavia y Trelew. La última parte de esta norma, el artículo 172, establecía: “Las atribuciones de los distintos funcionarios, la extensión y límite de sus jurisdicciones territoriales, que podrán ser aumentadas, y el orden de sus procedimientos serán establecidos por leyes especiales”. La idea de Circunscripción como jurisdicción está vinculada a la posibilidad de que un asunto comience y fenezca en la misma sede. Sin embargo, ni en la Constitución de 1957 ni en la de 1994 se previno que magistrados de una Circunscripción no pudieran atender asuntos de otras. Y, en efecto, siempre hubo permeabilidad en este punto. Así, la Cámara de Apelaciones con asiento en Trelew fue tribunal de alzada para la Circunscripción del Noroeste, con sede en Esquel, desde su creación en hasta la puesta en marcha de la Cámara de Apelaciones del Noroeste, en 1982. La misma Cámara de Apelaciones de Trelew sigue siendo tribunal de apelación de la Circunscripción Judicial de Puerto Madryn, desde la instalación de tribunales en esa ciudad. Las Cámaras Criminales de Comodoro Rivadavia y de Trelew ejercen su jurisdicción no sólo en su Circunscripción de asiento material, sino sobre las Circunscripciones Judiciales de Sarmiento y Puerto Madryn, y de hecho se constituyen en diferentes localidades de ambas Circunscripciones y realizan allí debates. Nadie podría disputar que los actuales jueces de Cámara han asumido su cargo con jurisdicción sobre las Circunscripciones múltiples en las que vienen ejerciendo su magisterio. La Ley de Organización judicial sí debería tener en cuenta situaciones particulares, como las de los actuales jueces que tienen su domicilio establecido en una localidad, y podrían tener que desplazarse sesenta kilómetros (Trelew – Puerto Madryn) o cien (Comodoro Rivadavia – Sarmiento), según la tarea que el Colegio de Jueces les asigne. De acuerdo a la realidad económica y social, y a los índices de población y litigiosidad que por el momento no proporcionan justificaciones objetivas, no puede pensarse que en el tiempo próximo se disponga de recursos económicos como para equipar completamente a las cinco Circunscripciones, de modo tal que todos los 5 pleitos comiencen y fenezcan, en cuestiones de hecho, en la misma Circunscripción. Los Constituyentes de 1994 dejaron asentado el punto en la cláusula Cuarta de las Disposiciones Transitorias. La Constitución de 1994 fue más lejos que la de 1957 en su apuesta a una organización judicial flexible, y permite al legislador crear tribunales itinerantes, como de hecho existen en numerosas organizaciones judiciales en el derecho comparado del que se ha nutrido el derecho patrio9 . En suma, no encuentro ninguna objeción constitucional a que un Juez o Tribunal ejerza su jurisdicción sobre más de una Circunscripción. El artículo 170 establece una garantía contra el traslado compulsivo a jurisdicción distinta, y no impide la ampliación legal de la jurisdicción territorial. 3. Objeción: No es posible modificar la competencia de los magistrados y funcionarios elegidos con acuerdo legislativo, pues esto afecta la participación ciudadana (Art. 1° C. Chubut). La denominación de los cargos es taxativa (art. 166 C. Chubut). El artículo 167 de la Constitución del Chubut dispone que “...Las atribuciones de los distintos funcionarios, la extensión y límites de sus jurisdicciones y el orden de sus procedimientos son establecidos por leyes especiales”. El artículo 162, por su parte, dispone: “El Poder Judicial es ejercido por un Superior Tribunal de Justicia, un Procurador General, un Defensor General, Jueces Letrados, Jurados y demás funcionarios judiciales, con la denominación, competencia material, territorial y de grado que establecen esta Constitución y las leyes orgánicas” La necesidad de dar respuesta de mejor calidad a una creciente demanda poblacional, con incremento en el número y complejidad de los asuntos llevados a la justicia, y el cumplimiento de mandatos del constituyente10, impone al Legislador la creación de nuevos organismos y la modificación de sus competencias, de modo permanente. Así, los primitivos Juzgados de Fuero Universal se dividieron, en Trelew y Comodoro Rivadavia primero y luego en Esquel, en Juzgados en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería y Juzgados en lo Criminal y Correccional; luego los Juzgados del fuero Civil perdieron parte de su competencia material al crearse los Juzgados en lo Laboral; todos resignaron parte de su jurisdicción territorial al crearse nuevos Juzgados en Puerto Madryn, Rawson y Sarmiento. En vigencia de la nueva Constitución los Juzgados de Familia y en lo Penal y Contravencional de Niños y Adolescentes restaron competencia por materia a los Juzgados en lo Civil y de Instrucción. Los Juzgados de Ejecución recientemente creados quitarán a los jueces en lo Civil el cocimiento en procesos voluntarios. Ninguna de estas modificaciones fue tachada de contraria a la Constitución. Una interpretación contraria haría que, creado un Tribunal, debiera esperarse su vacancia para producir cualquier modificación a la organización judicial, lo que no tiene ninguna justificación. Como la letra expresa del texto constitucional lo señala, el Legislador está habilitado para dar denominaciones distintas a los organismos que crea. Valga 9 Hendler, Edmundo y A.A.V.V. “Sistemas Procesales Penales Comparados”, Ad-Hoc, Buenos Aires, 1999. La Cláusula Quinta de las Disposiciones Transitorias de la Constitución de 1994 fijaba un plazo de veinticuatro meses para la creación de los Tribunales de Menores y Familia. 10 6 como ejemplo la denominación “Juzgados de Familia” y “Juzgados en lo Penal y Contravencional de Niños y Adolescentes”, que vienen a cumplir las funciones que el Constituyente previó para ser realizadas por “Tribunales de Menores y Familia”. En conclusión, opino que, con ciertos recaudos, es posible modificar legalmente la competencia de un órgano jurisdiccional. Las denominaciones Juez Letrado, Juez de Cámara, Fiscal de Cámara, Defensor de Cámara, Juez Letrado, Fiscal y Defensor establecen categorías con requisitos mínimos. También, que puede el legislador crear organismos con diferentes denominaciones, identificando la categoría que otorgará. 4. Objeción: Un Juzgado no puede ser suprimido si no se encuentra vacante (Art. 170 C. Chubut). Reza el Artículo 170 de la Constitución del Chubut: “...Toda ley que suprime juzgados sólo se aplica si vacaren”. El artículo en cuestión está destinado a proteger la garantía del Juez Imparcial e Independiente. Todas las previsiones del constituyente apuntan en este sentido. Se designa a los jueces con acuerdo legislativo, se pagan puntualmente sus remuneraciones, no se las disminuye, no se lo traslada sin su consentimiento – y el del Consejo de la Magistratura-, no se lo expulsa del cargo sin enjuiciamiento por jurado, y no se aplica una ley que cierra un juzgado si el juzgado no se encuentra vacante. Todas son garantías destinadas a resguardar un interés público11; están puestas, no para privilegiar a la clase de ciudadanos jueces, sino para garantizar a todos los ciudadanos que los jueces gozan de todas las condiciones necesarias para mantener una posición independiente e imparcial, cuando deban controlar los actos de los restantes poderes públicos. Esta no es una previsión que se refiera a la organización judicial, sino que impide que, bajo la apariencia de una modificación en la organización judicial, se expulse sin enjuiciamiento a un magistrado que molesta al poder político o se lo traslade a una jurisdicción distinta para que no incomode. En varias ocasiones se han suprimido juzgados en la Provincia del Chubut. Así, se suprimieron los Juzgados de Paz Letrados, creados por la Ley 1954, repartiéndose su competencia entre los Juzgados de Primera Instancia en lo Civil, Comercial y Laboral, y los Juzgados de Paz. La Ley 1130 suprimió, a partir de la fecha en que vacare, el Juzgado Letrado de Primera Instancia en lo Laboral con asiento en la ciudad de Comodoro Rivadavia, y atribuyó competencia en esa materia a los Juzgados en lo civil (art. 23) También suprimió una Procuración Fiscal de las dos existentes, “la que vacare primero” (art. 24), cambiando la denominación tanto de los Juzgados como de la Procuración subsistente, y facultando al Superior Tribunal de Justicia a distribuir las cusas y el personal al ponerse en funcionamiento las Cámaras de Apelaciones. Con la Ley 4566 los Juzgados de Instrucción desaparecen como tales, en cuanto la investigación preparatoria se confía al Ministerio Fiscal. Pero parte de la encomienda actual de los Jueces de Instrucción es, justamente, la que toca a los Jueces de Garantías. Cuando procede privar de libertad a una persona, allanar un domicilio, conservar prueba para el debate o practicar algún acto definitivo, intervendrá el Juez de Garantías como lo hace ahora el Juez de Instrucción. 11 Así se dice expresamente en autos “JURI, H.y Otros c/Estado Provincial s/Amparo” – GHIO, M. Y Otros c/Pcia del Chubut s/ Amparo, acumulados, sentencia del 1/08/85, voto, como conjuez, del Dr. José Raúl Heredia. 7 Por la Ley 319312 dejaron de existir los Juzgados de Instrucción y Sentencia en lo Criminal y Correccional, órganos que tenían a su cargo la instrucción sumarial y dictaban sentencias definitivas en materia penal. En su reemplazo se crearon Juzgados de Instrucción, sin facultades para dictar sentencia en el proceso y esta competencia se otorgó a tres Cámaras en lo Criminal. A las Cámaras de Apelaciones y del Trabajo se les retiró la competencia para entender, como tribunal de alzada, en sentencias definitivas penales. Los Jueces de las Cámaras de Apelaciones pudieron ejercer la opción de continuar en su puesto, o formar parte de las Cámaras en Lo Criminal creadas por la ley. Varios jueces de Cámara ejercieron la opción, con lo que pasaron de ser jueces de segunda instancia, de fuero universal, a ser jueces de instancia única, en materia penal exclusivamente. Ningún magistrado, y ningún ciudadano, objetaron estas reformas en la organización judicial, pues se trató de reformas generales, que no estaban enderezadas a la persecución de ningún juez, sino al mejoramiento de la justicia como administradora de conflictos penales13. El análisis empírico debe demostrar qué número de jueces es indispensable para el funcionamiento del sistema. Si los puestos de jueces son excesivos, pues la labor de investigadores se les detrae de su competencia, se podrán suprimir Juzgados. Si éstos no estuvieren vacantes, la ley sólo se podrá aplicar cuando los juzgados vacaren. En otras jurisdicciones provinciales, como la Provincia de Buenos Aires, debieron mantenerse juzgados para hacerse cargo de las causas que no ingresaban al nuevo sistema. En ningún punto de la Ley 4566 –ni de las leyes orgánicas de Ministerios Públicos en tratamiento legislativo- se contradice al artículo 170 de la Constitución del Chubut. La regla no es que la Ley no puede suprimir Juzgados. La regla constitucional dice que una ley que suprime juzgados no se puede aplicar, si el juzgado no está vacante. Si el Juez a cargo sufre una modificación de su competencia, genérica y legal, la regla no es aplicable. 5. Objeción: La organización judicial propuesta afecta la previsión constitucional en cuanto a los mayores requisitos exigidos para la cobertura del cargo de Juez de Cámara sobre los del Juez Letrado (Art. 164 C. Chubut). La Constitución del Chubut, en su artículo 164, establece diferentes requisitos para acceder a distintos puestos en la organización judicial y de los Ministerios Públicos. Así, siete años para Juez Letrado, Fiscal o Defensor, diez para Juez, Fiscal o Defensor de Cámara y 12 para Juez del Superior Tribunal, Procurador o Defensor General (art. 167 C. Chubut). Es obvio que no podría otorgarse competencia, denominación y remuneración a un magistrado como Juez de Cámara, si sólo reúne los requisitos para ser Juez Letrado. Pero ningún obstáculo existe para que determinado tipo de asuntos sea tratado exclusivamente por Jueces de Cámara, así como determinado grupo de asuntos sólo puede ser tratado, por mandato de la Constitución, por Jueces del Superior Tribunal de Justicia. Si el legislador decide que los asuntos laborales o penales sean tratados exclusivamente en tribunales de instancia única, podrá decidir también si exige en éstos jueces calidad de Juez de Cámara o de Juez Letrado. 12 13 Ley Orgánica de la Justicia Penal. Permitió la puesta en vigor del Código Procesal Penal Ley 3155. Disposiciones Transitorias, Ley 3193, art. 55. 8 Ya lo hizo el legislador con la Ley 3193. Así, a algunos jueces de conocimiento, por la relevancia menor de los asuntos confiados, sólo se les exigieron los requisitos para ser Juez Letrado, como sucedió con los Jueces Correccionales; otros asuntos de mayor gravedad, pero del mismo grado, fueron confiados sólo a Jueces de Cámara. Ambos órganos, Juzgados Correccionales y Cámaras en lo Criminal, son tribunales de instancia única. El crecimiento de la estructura judicial, malas remuneraciones y falta de incentivos en algún momento de la historia de la ya no tan joven magistratura chubutense, pudo generar alguna dificultad para encontrar candidatos que cumplieran las exigencias constitucionales. Si en el plano normativo no se encuentran obstáculos, en el plano empírico puede comprobarse que hoy, no solamente los Jueces de Instrucción, sino todos los jueces con acuerdo legislativo de la Provincia del Chubut reúnen las condiciones para ser Juez de Cámara; es decir, ninguno de ellos tiene menos de diez años en el ejercicio de la profesión o de funciones judiciales, por lo que cualquier objeción hecha en este plano tampoco puede aceptarse14. Respecto de los requisitos para determinada posición, por ejemplo la aptitud para ser elegido miembro del Consejo de la Magistratura, basta con respetar lo que la norma dispone: sólo pueden ser elegidos para esa posición magistrados de la judicatura o del Ministerio Público, con diez años de antigüedad profesional, y remuneración y trato de Juez de Cámara. De hecho, no se menciona en el artículo 187 a Fiscales y Defensores de Cámara, y sin embargo dos Defensores de Cámara ya fueron honrados con esa designación15. Por lo dicho, no advierto que la Ley 4566 produzca afectación a los requisitos profesionales exigidos por la Constitución 6. Conclusión Para analizar el Código Procesal Penal del Chubut Ley 4566 y la legislación orgánica, aún no dictada, que hará posible su puesta en funcionamiento, es necesario pensar cómo ha definido la Constitución del Chubut el juicio penal. Pues éste es el interés relevante del poder constituyente, por sobre los intereses particulares, y por ello se articula como clave de interpretación. Pues bien, el juicio penal, para reunir los recaudos contenidos en la fórmula juicio previo, como expresión del principio de legalidad, y constitutivo del debido proceso, es el juicio oral, público, y por jurados16. Todas las normas de la Constitución contenidas en la parte orgánica están concebidas para hacer realidad este objetivo: que una sanción penal sólo pueda hacerse efectiva luego de un juicio previo, respetuoso del debido proceso, y por ende, de las garantías que lo enmarcan y trascienden. Alfredo Pérez Galimberti 14 Hay en la Provincia del Chubut diez jueces de Instrucción, uno de ellos de fuero universal. Es muy sencillo comprobar que todos ellos acreditan más de diez años de actividad profesional. 15 Sergio María Oribones, Defensor de Cámara de Comodoro Rivadavia y el autor de esta nota integraron el Consejo de la Magistratura en su primera composición, años 1995-1999. 16 Binder, Alberto, “Introducción al Derecho Procesal Penal”, Ad-Hoc, año 2001, p. 67 y ss.