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Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, Sala de lo Social, Sentencia de 13 Jul. 2005, rec. 14/2005
Decisión
N.º Sentencia
N.º Recurso
13-07-2005
2440/2005
14/2005
Ponente
Lluch Corell, Francisco Javier
Texto
En Valencia, a trece de julio de dos mil cinco 5
Rec.c/sent.nº 14/2005
Recurso contra Sentencia núm. 14/2005
Ilma. Sra. Dª. Isabel Moreno de Viana Cárdenas
Presidente
Ilmo. Sr. D. Javier Lluch Corell
Ilma. Sra. Dª Teresa Pilar Blanco Pertegaz
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, compuesta por los Ilmos.
Sres. Magistrados citados al margen, ha dictado la siguiente,
SENTENCIA Nº 2440/2005
En el Recurso de Suplicación núm. 14/2005, interpuesto contra la sentencia de fecha 30 de Abril de 2004,
dictada por el Juzgado de lo Social núm. Catorce de Valencia, en los autos núm. 564/03, seguidos sobre reconocimiento de derecho, a instancia de D. Claudio, asistido de la Letrada Dª Consuelo Herráiz Alcón, contra Leman
XXI, S.L, asistido de la Letrada Dª Monica Escrihuela Grau, y en los que es recurrente la demandada, habiendo
actuado como Ponente el/a Ilmo. Sr. D. Javier Lluch Corell
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La sentencia recurrida de fecha 30 de Abril de 2004, dice en su parte dispositiva: "FALLO: "Que
estimando parcialmente la demanda formulada por Confederación Sindical de CC.OO.- P.V, actuando en nombre
e interés de su afiliado Claudio contra la empresa Leman XXI, S.L, debo declarar y declaro el derecho de la demandante a disfrutar 14 días de permiso por exceso de jornada en el año 2002, condenando a la empresa demandada a estar y pasar por tal declaración y a conceder a la parte demandante el disfrute de los 11 días pendientes.".
SEGUNDO.- Que en la citada sentencia y como HECHOS PROBADOS se declaran los siguientes: "PRIMERO.La parte actora Claudio, mayor de edad, con DNI nº NUM000, viene prestando servicios por cuenta y dependencia
de la empresa demandada, LEMAN XXI, S.L, dedicada a la actividad de industria del metal, con antigüedad desde
el 19-4-94, categoría profesional de oficial de 1ª y salario de 1.477,63 mensuales, incluida la parte proporcional
de pagas extraordinarias. SEGUNDO.- La empresa reconoce que durante el año 2002 el demandante ha trabajado
un total de 225 días, computando días de huelga y de baja por incapacidad temporal, a razón de 8 horas diarias,
distribuidos de la siguiente forma: enero 22 días, febrero 21 días, marzo 16 días, abril 23 días, mayo 21 días, junio
20 días, julio 21 días, agosto 13 días, septiembre 15 días, octubre 18 días, noviembre 18 días, diciembre 17 días.
TERCERO.- Además el demandante disfrutó de 7 días de permiso, 3 días a partir del 5 de marzo, dos días a partir
del 25 de marzo y 2 días a partir del doce de octubre, por hospitalización de su padre, que permaneció ingresado
desde el 5 al 12-3-2002 por neumonía y coma hiploglucémico, del 25-3 al 5-4 por OCFA muy evolucionado e insuficiencia respiratoria crónica y del 12 al 23 de octubre por EPOC cor pulmonare crónico e infección respiratoria.
La empresa abonó al trabajador la retribución correspondiente a esos días. CUARTO.- La empresa ha reconocido
al trabajador 3 días de compensación por exceso de jornada. Y le quedan pendientes de disfrutar dos días del año
2002. QUINTO.- Que se celebró el acto de conciliación ante el S.M.A.C que concluyó como intentado sin efecto
el 2 de junio de 2003".
TERCERO.- Que contra dicha sentencia se interpuso recurso de suplicación por la parte demandada, habiendo
sido impugnado en debida forma por la parte actora. Recibidos los autos en esta Sala, se acordó la formación del
rollo correspondiente y su pase al Ponente.
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FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Interpone la empresa demandada recurso de suplicación contra la sentencia de instancia y en un
primer motivo, por el cauce que ofrece la letra b) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral -en adelante,
LPL-, solicita la revisión del hecho probado tercero de la sentencia, a fin de que se sustituya la frase "la empresa
abonó al trabajador la retribución correspondiente a esos días", en referencia a los siete días de permiso disfrutados
por el trabajador como consecuencia de la enfermedad de su padre, por otra que diga lo siguiente, "la empresa
abonó la retribución anual estipulada con el trabajador de acuerdo con la jornada máxima anual de 1760 horas
pactadas en el sector de industria del metal en Valencia". Se señalan a tal fin los documentos números 3 a 13
aportados por la parte actora, que se corresponden con los folios 24 a 34 de las actuaciones. La modificación propuesta no puede prosperar, pues por lo que se refiere a la dolencia padecida por el padre del actor, ya se ofrecen
en el hecho tercero los datos suficientes para conocer su etiología. Y por lo que respecta a la retribución abonada
por la empresa, nada indican los documentos referidos, si bien lo que no ofrece duda alguna es que el presente
pleito tiene por objeto, precisamente, determinar si los sucesivos permisos disfrutados por el demandante como
consecuencia de las sucesivas hospitalizaciones de su padre, deben ser retribuidos por la empresa.
SEGUNDO.- El segundo motivo del recurso está redactado al amparo de la letra c) del artículo 191 LPL y
está dividido en dos apartados. Se denuncia en el primero de ellos, la infracción del artículo 34 del Estatuto de los
Trabajadores -en adelante, ET-, en relación con el artículo 38 del convenio colectivo de la Industria del Metal para
la provincia de Valencia, en cuanto regula la jornada máxima anual, pero lo que en realidad se quiere poner de
manifiesto por la empresa recurrente, es la existencia de lo que califica como un "error aritmético" cometido por
la Magistrada de instancia, que es previo a la cuestión de fondo objeto del litigio. Y en efecto, el motivo debe
prosperar, pues con los mismos datos manejados por la sentencia de instancia resulta que, sumados los 225 días
trabajados por el demandante, incluidos los días de huelga y de baja por incapacidad temporal, a que se refiere el
hecho probado segundo, a los siete días de permiso disfrutados con causa en la enfermedad y hospitalización de
su padre -hecho probado tercero-, el resultado es de 232 días, y no 234 días como se dice erróneamente en la resolución recurrida. Pues bien, estos 232 días equivalen a un total de 1856 horas de trabajo que, descontadas de la
jornada anual máxima pactada en convenio de 1760 horas, arroja un resultado de 96 horas de exceso, equivalentes
a 12 días. Por tanto, si de esos 12 días de exceso, descontamos los 3 ya reconocidos y compensados por la empresa,
quedarían un total de 9 días, que son los debatidos en el presente proceso.
TERCERO.- 1. En el apartado segundo y último del motivo segundo del recurso, se denuncia la infracción
del artículo 37.3.b) ET, que regula los permisos retribuidos por enfermedad grave de familiar, en relación con el
artículo 52 del convenio colectivo de la Industria del Metal para la provincia de Valencia. La tesis que viene a
sustentar la empresa recurrente, es que el derecho contemplado por los preceptos citados, a disfrutar de un permiso
retribuido -de dos días para el Estatuto y tres días para el convenio del metal- en caso de enfermedad grave u
hospitalización de parientes hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, sólo se puede reconocer una
sola vez para el mismo pariente y enfermedad, de acuerdo con la tesis mantenida por la STSJ de Asturias de 251-2002. De ahí que en el presente caso -y siguiendo con el razonamiento de la recurrente-, no quepa reconocer al
actor el derecho a disfrutar de siete días de permiso retribuido por la enfermedad padecida por su padre a lo largo
del año 2002, pues los tres permisos disfrutados por el actor en los meses de marzo y octubre de ese año, de 3 días,
2 días y 2 días, respectivamente, tuvieron por causa la misma dolencia sufrida por el mismo pariente.
2. Tesis contraria es la que mantuvo la sentencia de instancia al entender que, como ni el precepto sustantivo
ni el convencional establecen un límite anual para el disfrute de dichos permisos, el actor tiene derecho a que se
le reconozcan como permiso retribuido los siete días que tomó como consecuencia de la enfermedad de su padre.
3. Planteada la cuestión en los términos indicados, hay que recordar el texto de la previsión normativa sobre
la que descansa la controversia. El artículo 37 ET lleva por título "Descanso semanal, fiestas y permisos" y en su
número 3, en lo que aquí interesa, dispone lo siguiente, "El trabajador, previo aviso y justificación, podrá ausentarse del trabajo, con derecho a remuneración, por alguno de los motivos y por el tiempo siguiente: ... b) Dos días
por el nacimiento de hijo o por el fallecimiento, accidente o enfermedad graves u hospitalización de parientes
hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad...". Pues bien, como se ha señalado, la cuestión que se trata
de dilucidar, es si los días de permiso concedidos al demandante en el año 2002, en las tres ocasiones en que su
padre fue hospitalizado como consecuencia de la dolencia pulmonar que padece, deben ser retribuidos por la empresa. Respuesta que debe ser positiva, en base a los siguientes razonamientos:
A) En primer lugar, porque una interpretación literal y sistemática del precepto estatutario, abona la solución
expuesta. En efecto, lo primero que se observa del examen de la norma controvertida - tanto la legal, como la
convencional-, es que, como acertadamente se razona en la sentencia recurrida, no se establece en ella ningún periodo de referencia para el disfrute de los permisos reconocidos. Ello contrasta con la regulación que en los números
1 y 2 del mismo precepto se hace, respectivamente, del descanso semanal y de las fiestas laborales. Así, en el
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artículo 37.1 se alude a un descanso "mínimo semanal, acumulable por periodos de hasta catorce días"; mientras
que en el número 2, el periodo de referencia que se fija es el anual. Así se dice en su párrafo primero de este
artículo 37.2, que "Las fiestas laborales, que tendrán carácter retribuido y no recuperable, no podrán exceder de
catorce al año"; y en el párrafo tercero se insiste en la misma línea al indicar que, "Las Comunidades Autónomas,
dentro del límite anual de catorce días festivos...". Por tanto, nos encontramos con un primer elemento diferenciador
a tener en cuenta, cual es la ausencia del establecimiento de un periodo de referencia para el disfrute de los permisos
regulados en el número 3 del precepto, a diferencia del sistema elegido por el legislador en los dos números anteriores.
B) Sentado lo anterior, no habría inconveniente en admitir que una misma enfermedad grave padecida por un
mismo pariente, sólo dé derecho a un único permiso retribuido de dos días. Ahora bien, lo que no procede es
identificar los conceptos de dolencia y enfermedad grave, pues no cabe duda que una persona pueda padecer una
determinada dolencia de tipo crónico que, estando normalmente estabilizada, le ocasione episodios de agudización
que generen una situación de gravedad objetiva y puntual. En tales casos, acreditada la gravedad del pariente, el
trabajador tendría derecho a obtener el permiso de dos días al que alude el precepto, sin perjuicio de que la enfermedad fuera anterior a la crisis padecida o de que se hubieran padecido otros procesos de agudización derivados
de la misma patología.
C) La interpretación anterior permite dar un sentido coherente al precepto, pues lo que parece fuera de toda
duda es que cada proceso de hospitalización de uno de los parientes a los que se refiere la norma, genera el derecho
al permiso retribuido, y no es ningún secreto que las enfermedades graves suelen comportar la hospitalización de
quien las padece.
D) Desde un punto de vista teleológico, la conclusión a la que nos conduce el examen de la finalidad de la
norma es la misma. En efecto, a diferencia de lo que sucede con el permiso regulado en la letra a) del mismo
artículo 37.3 ET, cuyo objeto sería el disfrute de lo que se conoce normalmente como "luna de miel", el escaso
número de días de permiso previsto para las situaciones contempladas en la letra b), nos lleva a pensar que lo que
se pretende con ellos, no es reparar el duelo experimentado por el fallecimiento de un pariente tan próximo -lo
que resulta a todas luces imposible-, ni posibilitar una atención continuada del pariente que ha sufrido un accidente
grave o padece una enfermedad también grave o ha tenido que ser hospitalizado, sino otorgar unas horas de permiso
para que el trabajador pueda adoptar las medidas necesarias para afrontar una situación tan inesperada y perturbadora como la producida. Por tanto, desde esta perspectiva, no cabe duda alguna que toda hospitalización genera
esa situación de necesidad que el precepto trata de reparar, por lo que no resulta comprensible que el aludido permiso sólo se pueda disfrutar en la primera de las hospitalizaciones del pariente si, después, se han producido otras,
aunque deriven de un mismo proceso patológico, pues no existe ninguna razón para vincular la etiología de la
dolencia que ha dado lugar a la hospitalización, con el número de veces que se puede disfrutar del permiso reconocido en el artículo 37.3.b) ET.
E) Y, por último, porque al no haber una previsión específica sobre la materia y tratarse de un problema de
interpretación de la norma aplicable, el principio "in dubio pro operario", tradicional en el campo de nuestro Derecho
del Trabajo, abona, igualmente, la conclusión expuesta.
4. Así pues y en virtud de lo expuesto, procede desestimar el recurso interpuesto por la empresa demandada
contra la sentencia de instancia, salvo en lo relativo a la corrección del error material sufrido por aquélla, al que
se ha hecho referencia en el fundamento de derecho segundo de la presente resolución.
CUARTO.- 1. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 201.3 LPL, se acuerda la devolución del depósito constituido para recurrir.
2. Asimismo y de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 233.1 LPL, no procede la imposición de costas.
FALLO
Estimamos en parte el recurso de suplicación interpuesto por la representación letrada de la empresa "LEMAN
XXI, S.L." contra la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social nº.14 de los de Valencia y su provincia de fecha
30 de abril de 2004, en virtud de demanda presentada a instancia de la Confederación Sindical de CC.OO, actuando
en nombre e interés de su afiliado DON Claudio; y, en consecuencia, declaramos el derecho del actor a disfrutar
de nueve (9) días de permiso retribuido por exceso de jornada.
Se acuerda la devolución del depósito constituido para recurrir.
La presente sentencia que se notificará a las partes y al Ministerio Fiscal no es firme. Póngase certificación literal de la misma en el rollo que se archivará en este Tribunal y también en los autos, que se devolverán al Juzgado
de procedencia tan pronto adquiera firmeza para su ejecución.
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Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN.La anterior Sentencia ha sido leída en audiencia pública por el/a Ilmo/a Sr/a Magistrado/a Ponente que en ella
consta en el día de su fecha, de lo que yo, el Secretario, doy fe.
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