Presentación Camara de Diputados Carrera Docente Versión

Anuncio
PRESENTACION
ANTE COMISION DE EDUCACION DE LA CAMARA DE
DIPUTADOS
Patricia Matte
Presidenta Red de Colegios SIP
8 junio 2015
Sobre Proyecto de Ley que crea el Sistema de Desarrollo
Profesional Docente y modifica otras normas. Boletín 10008-04
(25 abril 2015)
Antecedentes
La SIP agradece la invitación de esta Comisión de Educación de
la Cámara de Diputados, y aprovecha esta ocasión para hacer
valer sus puntos de vista sobre los aspectos que más le
preocupan de este proyecto de ley, y para presentar propuestas y
aportes para que sean considerados por la Cámara durante la
tramitación del proyecto. Nuestra opinión general, es que el
Proyecto de Ley que ha sido enviado al Congreso, va en la
dirección correcta. Más aún, estimamos que es un paso
trascendental para avanzar en atraer y retener a los mejores
profesores hacia la educación pública y subvencionada.
Compartimos el objetivo del proyecto de mejorar las condiciones
de desarrollo profesional y laboral de los docentes y la calidad del
desempeño de estos. Lo hacemos desde nuestra más profunda
convicción y también basándonos en nuestra experiencia
concreta. La Sip, hace más de 15 años, partió diseñando un
sistema de evaluación de desempeño de sus profesores que fue
evolucionando, a lo largo de los años y después de un fructífero
trabajo conjunto con profesores, sindicato y equipos directivos,
1
hacia una carrera de desarrollo profesional docente. Nuestro
objetivo central era alinear a toda la comunidad educativa con los
objetivos institucionales; integrar formalmente las dimensiones de
evaluación, planificación del trabajo individual y desarrollo de
carrera de los docentes; construir cultura SIP promoviendo ciertos
razgos y virtudes carácterísticas de nuestro trabajo y predictivas
de logro al interior de la SIP; retroalimentar a los procesos de
selección, capacitación, promoción y desvinculación y, finalmente,
fomentar el trabajo colaborativo entre los distintos estamentos de
la institución. Producto de este tremendo esfuerzo de trabajo
conjunto, tenemos hoy día un instrumento que contempla metas
individuales y colectivas, que genera también un sistema de
remuneración variable aunque sólo en el margen y que está en
permanente evaluación para irlo perfeccionando y adecuando a
los desafíos propios de una institución como la SIP que tiene un
proyecto educativo muy nítido y que cuenta con casi 160 años de
vida.
Debido a esta ya larga experiencia es que discrepamos en los
medios elegidos para tratar de alcanzar los objetivos loables que
se han propuesto y echamos de menos elementos que no han
sido debidamente reflejados en este proyecto.
Cuatro son los puntos del proyecto a los cuales queremos hacer
aportes concretos
1.- En primer lugar, el proyecto de ley establece un único
sistema nacional de perfeccionamiento docente para el 92%
de los establecimientos educacionales del país, sin
considerar que tanto en el sector municipal como en el sector
particular subvencionado, existen varios sostenedores que
2
tienen sistemas propios que funcionan con buenos
resultados. Proponemos que el sistema que se diseñe a partir de
este proyecto de ley tenga un carácter subsidiario, y se aplique
solamente a los establecimientos municipales y particulares que
no puedan o no quieran generar y administrar sistemas propios, o
que sea solamente para los municipales, y respecto de los
particulares subvencionados sea un sistema subsidiario, para
aquellos que no quieran o no puedan tener sistemas propios
diseñados por ellos mismos. Esta es una lógica normativa
parecida a la que actualmente regula los planes y programas de
estudio. Habría que agregar al proyecto una norma que dijera lo
siguiente:
“Los establecimientos educacionales tendrán libertad para
establecer los sistemas de perfeccionamiento y desarrollo
profesional que consideren adecuados conforme a su proyecto
educativo y a su reglamento interno.
Los establecimientos educacionales harán entrega, a la autoridad
correspondiente, del documento que contiene la presentación del
sistema que libremente elaboren, debiendo dicha autoridad
certificar la fecha de entrega. Esta autoridad enviará dicho
documento a la Agencia de Calidad de la Educación, la cual lo
incorporará a un registro que llevará al efecto, y a partir de esta
fecha, el sostenedor del establecimiento respectivo recibirá la
subvención destinada para estos efectos.
La Agencia de Calidad de la Educación fiscalizará la aplicación
efectiva de los sistemas propios de perfeccionamiento y desarrollo
profesional.”
¿Por qué tendría que existir una única modalidad de
perfeccionamiento o desarrollo profesional en un sistema que se
funda en los principios de diversidad y flexibilidad? (Letras e y h
3
del artículo 3 de la Ley General de Educación), ¿Qué justificaría
este monopolio estatal de un asunto propio y trascendental de la
gestión de los establecimientos educacionales públicos y
privados? La realidad de los establecimientos educacionales del
país es muy heterogenea por lo que resulta a nuestro modo de
ver, imposible y muy engorroso e ineficiente, diseñar un sistema
único que de cuenta de esta diversidad.
2.- En segundo lugar,
nos parece sorprendente
que la
responsabilidad de este sistema de carrera docente sea
entregado a una institución, que por años ha intentado
perfeccionar a los profesores del país, con casi nulos
resultados. Más aún, si consideramos que producto de la
promulgación de la Ley que creó el Sistema de
Aseguramiento de la Calidad de la Educación, se implementó
la Agencia de Calidad de la Educación que tiene como su
principal tarea el apoyo a los establecimientos para que
mejoren. ¿Hay algo que tenga más relación con calidad de la
educación que el desempeño de los profesores?
Proponemos entonces que todas las facultades que el
proyecto de ley otorga al CPEIP se otorguen a la Agencia de
la Calidad de la Educación. La cantidad de nuevas atribuciones
del CPEIP en el proyecto presuponen una envergadura
institucional que esta entidad no tiene, y que sería más fácil
radicar en la Agencia (Ver números 11, 12, 13, 14, 15 y 17 del
artículo primero del proyecto). Además, proponemos que se
introduzcan al proyecto las siguientes modificaciones:
2.1.- Modificaciones a la ley 20.529:
A.- Sustituir el punto final del inciso primero del artículo 10, que
define el objeto de la Agencia de la calidad para la Educación, por
4
una coma, y agregar a continuación: “y garantizar la calidad del
ejercicio de la docencia en los establecimientos educacionales
que reciban recursos públicos”
B.- Agregar en el inciso segundo del artículo 10, que establece las
funciones de la Agencia de la Calidad de la Educación las
siguientes letras:
“f) Establecer y realizar evaluaciones para todos los egresados de
todas las Facultades de Educación de todas las Instituciones de
Educación Superior, y emitir autorizaciones para el ejercicio de la
docencia en los establecimientos que reciban recursos públicos, y
renovaciones de dichas autorizaciones cada 5 años”.
“g) Asegurar la calidad del perfeccionamiento y desarrollo
profesional docente.
C.- Agregar en el artículo 11, que establece las atribuciones de la
Agencia de la Calidad de la Educación, las siguientes letras:
“q) Administrar el sistema de formación para el desarrollo
profesional establecido en el Estatuto de los Profesionales de la
Educación”
“r) Establecer pruebas de acreditación de conocimientos,
destrezas y habilidades docentes que sean aplicadas a todos los
egresados de todas las Facultades de Educación de todas las
Instituciones de Educación Superior, para garantizar la calidad de
los servicios que presten los profesionales de la educación.
2.2.- Modificación al Estatuto de los Profesionales de la
Educación:
Agregar en el artículo 2, el siguiente inciso final:
“Para poder ser contratados en los establecimientos
educacionales que reciban recursos públicos, los profesionales de
5
la educación deberán haber rendido y aprobado las pruebas de
acreditación establecidas por la Agencia de la Calidad de la
Educación, conforme a lo dispuesto en la letra r) del artículo 11 de
la ley 20.529.”
3.- En tercer lugar, pedimos que se mantenga la estructura de
carrera municipal para los docentes de este sector y de
contrato docente para los del sector particular. Una cosa es
proponer modificar una ley cambiando algunos de sus artículos,
incluso la mayoría de ellos, y otra muy distinta es modificar su
estructura, la cual tiene un fundamento constitucional y lógico que
merece ser respetado. En este caso, la norma que se propone
modificar es el Estatuto de los Profesionales de la Educación,
vigente desde el 1 de julio de 1991. Esta norma tiene una
estructura básica que diferencia una carrera docente para los
profesores del sector municipal, y un contrato docente para los del
sector particular, a partir del principio de que el estatuto laboral de
un trabajador depende de la naturaleza jurídica de su empleador.
Si el empleador es una institución pública, el régimen laboral debe
ser de carácter estatutario, en cambio si el empleador es
particular, el régimen laboral debe ser contractual. En la
legislación chilena existen varios casos de servicios de utilidad
pública prestados por particulares, y el régimen laboral del
personal de estos es contractual, generalmente el del Código del
Trabajo, y no estatutario.
Es paradojal que existiendo actualmente dos sectores distintos,
con dos modalidades de funcionamiento, y siendo el municipal el
más complejo y el que ha demostrado tener más falencias, el
proyecto proponga en la práctica eliminar al sector que funciona
menos mal, que es el particular subvencionado, e imponerle a
este las normas del sistema que funciona peor.
6
Por lo anterior, proponemos los siguientes cambios al proyecto:
3.1.- Eliminar el N°43 del artículo primero del proyecto de ley, el
cual modifica el actual artículo 84 del Estatuto de los
Profesionales de la Educación, y hace aplicable al sector
particular subvencionado las asignaciones del sector municipal.
3.2.- Sustituir en el N°18 del artículo primero del proyecto, el
inciso segundo del artículo 19 por el siguiente: “El desarrollo
profesional docente regulado en el presente título se aplicará a los
profesionales de la educación que se desempeñen en los
establecimientos educacionales regidos por el decreto con fuerza
de ley N°2 de 1998 del Ministerio de Educación y los regulados
por el decreto ley N°3.166 de 1980 que no tengan sistemas
propios de desarrollo profesional docente, y a los que ocupan
cargos directivos y técnico-pedagógicos en los Departamentos de
Administración Educacional de cada Municipalidad, o de las
Corporaciones Educacionales creadas por estas.”
3.3.- En todo caso, si se mantuviera la norma que propone el
proyecto de ley, sería lógico que se suprimiera el derecho a
negociar colectivamente en el sector particular subvencionado,
eliminando el inciso final del artículo 304 del Código del Trabajo.
4.- En cuarto y último lugar, pedimos que se elimine el
artículo tercero del proyecto de ley, que modifica la letra G
del artículo 46 de la Ley General de Educación, y elimina la
posibilidad de que profesionales que no son docentes
puedan ejercer como docentes en la enseñanza media. La
aplicación de esta norma permite que ejerzan la docencia
personas de gran calidad y vocación, y la escasez de profesores
en algunas disciplinas, la falta de preparación y motivación de
muchos docentes justifica su mantención. En esta línea, es
deseable que el proyecto contenga exigencias para las
7
Facultades de Educación de las Universidades, que es donde se
encuentra el origen del problema de las deficiencias en los
actuales docentes y en los que se están incorporando al ejercicio
profesional.
Antes de concluir, nos gustaría agregar aquellos aspectos que
estimamos importantes y que no han sido bien abordados o,
directamente han sido omitidos, en este proyecto de ley. Para
empezar, creemos que no se le da la debida importancia al
atraer a los mejores profesores a trabajar a las escuelas más
vulnerables ya que el premio pecuniario que se ofrece es muy
reducido.
Estamos convencidas, que este es un tema tan
trascendental para comenzar a hacer el cambio en esos
establecimientos,
que amerita concentrar ahí los mayores
esfuerzos. Ello implica no sólo una mejor remuneración, sino que
también retribuciones simbólicas que muestren la importancia que
tienen esos profesores para todos los chilenos.
Otro aspecto totalmente ausente en esta propuesta, es el rol que
en la estructuración de esta carrera profesional juegan los equipos
directivos y la comunidad educativa en general. Nuestra
experiencia concreta nos demuestra que el liderazgo directivo, se
ve reforzado producto de la interacción que se genera entre estos
y los profesores que son parte de su equipo, en este trabajo
conjunto para ir estructurando la carrera profesional individual y
colectiva de cada unidad educativa. No nos imaginamos una
verdadera y efectiva carrera profesional sin que se de esa
interacción. Más aún, creemos inconducente una carrera
profesional estructurada sin la participación de los actores directos
del proceso educativo.
8
Con respecto al tema de horas lectivas versus disminución del
número de alumnos por profesor, ambas medidas que implican un
tremendo costo fiscal queremos desde nuestra experiencia alertar
sobre que, cualquiera de ellas o ambas, de ser implementadas
no necesariamente producirán, por si solas, una mejoría de la
calidad de la educación. Un colegio mal gestionado o manejado
con menos alumnos y mas horas profesor fuera del aula, lo más
probable que siga siendo igualmente malo. No debemos olvidar
nuestra experiencia con la prolongación de la jornada horaria y la
cantidad de establecimientos municipales que funcionan con muy
pocos alumnos en el aula y muchos profesores que no han podido
ser removidos de sus cargos por el actual Estatuto Docente, y que
a pesar de ello, no han logrado mejorar. Por el contrario, para los
colegios que hoy funcionan bien y tienen un número considerable
de alumnos una medida como esa podría significarles una
tremenda oportunidad de mejoría.
Consideraciones finales
Reconocemos que la presencia del Estado en la Educación es
muy importante y que debe fortalecerse la educación pública pero
una cosa es que exista más Estado en Educación; pero otra muy
diferente es sobredimensionar inadecuadamente el rol de este en
el sector. Es comprensible que la gestión de los establecimientos
educacionales municipales y particulares que reciben recursos
públicos esté sujeta a regulaciones más estrictas; pero estas
regulaciones no pueden reducir la gestión educacional a cero o a
un margen ínfimo o insignificante, y transformar al gestor
educacional y a todos los actores del sistema en funcionarios
públicos. La ley que eliminó el copago, la selección y el
9
financiamiento compartido introdujo varios requisitos que han
limitado severamente la autonomía de gestión del 92% de los
establecimientos. Si a ellos se sumaran las propuestas de este
proyecto de ley estaríamos ante una vulneración de lo establecido
en el N°26 del artículo 19 de la Constitución, el cual dice que “los
preceptos legales que por mandato de la Constitución regulen o
complementen las garantías que ésta establece o que las limiten
en los casos en que ella lo autoriza, no podrán afectar los
derechos en su esencia, ni imponer condiciones, tributos o
requisitos que impidan su libre ejercicio”. Este es un límite
constitucional a la acción legislativa para que las garantías o
derechos reconocidos en la misma Constitución no queden
reducidos a meras declaraciones. En este caso, el proyecto de
ley está imponiendo requisitos que afectan la esencia del
derecho a gestionar de los sostenedores e impiden el libre
ejercicio de este derecho, menoscabando la autonomía y la
diversidad educacional en casi todo el país.
10
Descargar