12+13+14+15 23/3/09 10:19 Página 2 yoga Centro Internacional de Yoga Sivananda Vedanta de Madrid www.sivananda.org/madrid Asanas: Pada Hastasana, Flexión hacia delante de pié Trikonasana, El triángulo BENEFICIOS FÍSICOS Y MENTALES DE PADAHASTASANA 1. El cerebro recibe una mayor irrigación sanguínea. 2. Desaparece el tejido adiposo del abdomen. Es especial para aquellos que desean diminuir grasa y desarrollar una buena postura de la espalda. 3. Corrige cualquier desigualdad en la longitud de las piernas. 4. El cuerpo queda liviano al disiparse tamas (inercia). 5. Pada Hastasana ayuda al pasaje de apana vayu hacia abajo. 6. Se purifica y fortalece el sushumna nadi (canal energético central o nervio astral) 7. Tonifica y alarga los músculos isquiotibiales. INSTRUCCIONES PARA EJECUTAR LA POSTURA (La descripción corresponde al CD de audio Yoga@Home, Yoga en casa, del Centro Internacional de Yoga Sivananda de Madrid) Imagen 1 espacio HUMANO Pada Hastasana FLEXIÓN HACIA DELANTE DE PIE 1 12 Postura de las manos a los pies, Pada Hastasana te aporta muchos de los beneficios de Paschimothanasana, pinza ó flexión hacia delante sentado. Es la primera de las posturas de pie. En recuerdo de que “eres tan joven como tu columna vertebral”, Padahastasana es considerada como un verdadero elixir de juventud. Su práctica continuada promueve un mantenimiento de la energía vital. Postura (Imagen 01) De pie, nos colocamos derechos con las piernas y pies juntos. Elevamos los brazos estirándolos por encima de la cabeza, para estirar cada una de las vértebras de la columna, inhalando profundamente. Al exhalar estiramos lentamente los brazos y la espalda en una sola línea hacia adelante, flexionamos el tronco a la altura de las caderas, hasta que los brazos estén paralelos al suelo y los llevamos luego hacia abajo. Los brazos estirados deberán estar en contacto con las orejas durante todo el ejercicio, incluso mientras se flexiona el tronco. Cogemos con las manos los tobillos, con el índice y el pulgar los dedos gordos, o simplemente las depositamos en el suelo con las palmas hacia abajo. Mantenemos las rodillas completamente estiradas inten- 12+13+14+15 23/3/09 10:19 Página 4 yoga tando tocarlas con la frente. Respiramos profunda y rítmicamente. Luego, soltamos las manos y dejamos balancear el tronco. Respiramos lentamente. Progresivamente se van estirando las piernas y la espalda. Relajamos la nuca. Regresamos lentamente, extendiendo las vértebras una por una desde la región lumbar, pasando por la dorsal, hasta la cervical, a la posición erguida, enderezando la cabeza y los hombros en último lugar. De esta forma evitamos marearnos al elevar el tronco y la cabeza. Nos quedamos de pie bien rectos y respiramos profundamente. Imagen 2 Trikonasana EL TRIÁNGULO El triángulo es la última de las doce posturas básicas que se practican en la serie habitual de la Escuela Sivananda en todo el mundo. Aunque se habla de la existencia de 84.000 asanas diferentes en Yoga es importante dominar las básicas para intentar posteriormente las más avanzadas. Trikonasana facilita los movimientos laterales a la columna. Es complementaria de Ardha Matsyendrasana (media torsión espinal) ampliando y completando los movimientos posibles de la columna vertebral que hemos ido mostrando a lo largo de estos meses: extensión, flexión, tracción, rotación y ahora finalmente inclinación con la postura del triángulo. BENEFICIOS FÍSICOS Y MENTALES DE TRIKONÁSANA 1. El triángulo tonifica los nervios espinales y los órganos abdominales. 2. El pecho se relaja, expande y “abre”. 3. Se masajean el hígado y el bazo facilitando sus secreciones naturales. espacio HUMANO 4. Se tonifica y se da una mayor irrigación sanguínea a las raíces de los pares de nervios. Se da un estiramiento lateral a la columna de ambos lados y se estiran los músculos de la zona. Esto mantiene la columna elástica. 14 5. El triángulo promueve la flexibilidad de la cadera y piernas. 6. Quienes sufren el acortamiento de una de las dos piernas, como resultado de una fractura de cadera, muslo u otro hueso de la pierna se benefician con esta postura. 7. El cuerpo se aligera y se mejoran las otras ásanas. 8. Se calma la mente, con un aumento del control de las emociones. 9. Se fortalece la autoconciencia y aumenta la empatía. INSTRUCCIONES PARA EJECUTAR LA POSTURA Postura (Imagen 02) Nos ponemos de pie con las piernas separadas a una distancia doble de nuestra cintura. Gire el pie izquierdo hacia fuera y el derecho ligeramente hacia dentro. Al inhalar levantamos los dos brazos, con las palmas hacia abajo, hasta que estén paralelos al suelo. Al inhalar elevamos el brazo derecho, pegado a la oreja, hacia arriba intentando que el hombro supere la altura de la oreja derecha e inclinamos el cuerpo hacia el lado izquierdo y ligeramente hacia delante para evitar las costillas. Nos dejamos deslizar hacia el lateral izquierdo, la mano izquierda a lo largo de la pierna izquierda. Las piernas están estiradas y las caderas y el tronco hacia delante. El brazo derecho sigue pegado a la oreja y extendido paralelamente al suelo. Respiramos pro- fundamente varias veces. Con cada exhalación vamos descendiendo un poco más, hasta que la mano izquierda tome el tobillo izquierdo. Miramos, a la mano derecha, hacia el techo. Inhalamos, deshacemos la postura y volvemos a colocarnos derechos. No flexionamos las rodillas ni los codos al inclinar el cuerpo o al devolverlo a su posición inicial. A continuación giramos el pie derecho hacia fuera y el izquierdo ligeramente hacia dentro. Al inhalar levantamos los dos brazos, con las palmas hacia abajo, hasta que estén paralelos al suelo. Al exhalar elevamos el brazo izquierdo, pegado a la oreja, hacia arriba intentando que el hombro supere la altura de la oreja izquierda e inclinamos el cuerpo hacia el lado derecho y ligeramente hacia delante para evitar las costillas. Nos dejamos deslizar hacia el lateral derecho, la mano derecha a lo largo de la pierna derecha. Las piernas están estiradas y las caderas y el tronco hacia delante. El brazo izquierdo sigue pegado a la oreja y extendido paralelamente al suelo. Respiramos profundamente varias veces. Con cada exhalación vamos descendiendo un poco más, hasta que la mano derecha tome el tobillo derecho. Miramos a la mano izquierda, hacia el techo. Inhalamos, deshacemos la postura y volvemos a ponernos derechos.●