Salvoconducto al futuro: La Cartera de Servicios

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cartera de servicios
Salvoconducto al futuro:
La Cartera de Servicios
Farmacéuticos
SEGÚN CRITERIO DEL CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE FARMACÉUTICOS
CGCOF, LOS SERVICIOS QUE PUEDEN PRESTARSE O SE PRESTAN YA EN UNA OFICINA
DE FARMACIA PUEDEN DIVIDIRSE ENTRE ESENCIALES BÁSICOS, COMPLEMENTARIOS
Y COLABORATIVOS. TODOS ELLOS CONFORMAN LO QUE SE HA VENIDO A LLAMAR
“CARTERA” DE SERVICIOS, COMO EMULACIÓN DE LAS PRESTACIONES DEL SISTEMA
NACIONAL DE SALUD SNS. COMPARTEN POR TANTO ESTA DENOMINACIÓN DOS
ELEMENTOS CLAVES PARA LA SALUD DE TODOS LOS CIUDADANOS, CUYA SOSTENIBILIDAD
ESTÁ EN ENTREDICHO, TAMBIÉN EN AMBOS CASOS
A
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demás del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos,
existe otra entidad vivamente comprometida con la definición y
puesta en marcha de una moderna y completa cartera de servicios.
Se trata de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC). En nombre
de ella, su vocal y coordinadora de la Comisión de Servicios Profesionales, Sonia
Sáenz de Buruaga, explicó recientemente a este medio de comunicación
qué servicios presta actualmente la oficina de farmacia de manera totalmente
desinteresada y qué otros podría prestar, pero de forma retribuida. Antes de
nada, esta farmacéutica perteneciente a la sección aragonesa de la sociedad
científica, quiso dejar clara la definición de Servicios Profesionales Farmacéuticos (SPF). Estos son, según explicitó, “aquellos servicios profesionales prestados
por farmacéuticos que emplean sus habilidades y conocimientos para adoptar
un papel activo en la asistencia sanitaria del paciente, mediante una interacción
eficaz tanto con los pacientes como con los otros profesionales de la salud”. Según
Sáenz de Buruaga, es muy importante tener presente esta descripción, ya que
deben ser servicios que los farmacéuticos pueden prestar y ofrecer a partir de
la titulación y la formación que han adquirido, siendo siempre considerados
en relación con los medicamentos y productos sanitarios, y atendiendo espe70 cialmente al efecto que tiene el trabajo sobre el paciente, su salud y calidad
de vida siempre como objetivos principales.
Tal como explicó la coordinadora, en la farmacia comunitaria, además de los
servicios descritos, se pueden prestar o realizar otro tipo de actividades, más
relacionadas con el Bienestar y la Belleza, consideradas genéricamente, u
otras especialidades como la Ortopedia, la Óptica, etc. Todas estas actividades
no pueden ser consideradas de la misma manera, porque ofrecen notables
diferencias específicas.
Hablando de cobrar
Atendiendo a las detalladas respuestas de Buruaga, esta cabecera tuvo conocimiento de que, “en estos momentos, los únicos servicios retribuidos por la
Administración sanitaria reflejados en la Ley 16/1997 de regulación de servicios de
las oficinas de farmacia son la adquisición, custodia, conservación y dispensación
de medicamentos, vacunas individualizadas y productos sanitarios, y el servicio
de elaboración de fórmulas magistrales”. Además, algunas farmacias ya prestan
otros SPF, retribuidos por el SNS en algunas CCAA o por los mismos pacientes
en otros casos, como son el cribado de infección por VIH y de Cáncer de Colón,
en algunos casos, la preparación de Sistemas Personalizados de Reacondicionamiento (SPD), la Cesación Tabáquica o el AMPA/MAPA para el seguimiento
y control de pacientes con riesgo cardiovascular. El resto de servicios que se
prestan en las farmacias, salvo excepciones, se hace de manera totalmente
desinteresada: consulta farmacéutica, urgencias, colaboración en la docencia
de prácticas tuteladas, el seguimiento de los tratamientos farmacológicos a los
pacientes, la colaboración en los programas que promuevan las Administraciones sanitarias sobre garantía de calidad de la asistencia farmacéutica y de la
atención sanitaria en general, promoción y protección de la salud, prevención
de la enfermedad y educación sanitaria,…
Tal como se recoge en la “Propuesta de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria sobre servicios profesionales farmacéuticos en Farmacia Comunitaria”,
tanto los servicios mencionados como muchos otros que SEFAC ha incluido
en su propuesta de catálogo de SPF podrían prestarse de forma retribuida. En
dicho catálogo, los SPF se clasifican en tres grandes grupos: los relacionados
con los medicamentos, los relacionados con la salud pública y los relativos a
la docencia y la investigación.
Tipos de servicios prestados por el Farmacéutico
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Buscando un pagador solvente
Según la coordinadora de la SEFAC para temas relacionados con los servicios
farmacéuticos, “el mayor problema de los SPF es que en muchos casos, cuando se
han implementado gratuitamente se terminan por dejar de hacerlos o la manera
de prestarlos dista de la calidad y rigor que deberían tener”. Según Sáenz de
Buruaga, “la remuneración de los SPF no debería estar ligada a la bajada de los
precios”. Como en cualquier otra profesión sanitaria los servicios que se dan
deberían estar todos retribuidos, porque nadie trabaja “gratis” o al menos no
debería hacerlo. El problema que se ha dado hasta ahora es que el sistema de
pago por margen sobre el precio de los medicamentos era más que suficiente
para cubrir el coste de los servicios que se prestaban, así que los farmacéuticos
trabajaban contentos en un sistema de “todo incluido”. Junto con la bajada de
precios existe un cambio dentro del sistema sanitario en el que la sociedad
demanda más servicios y por lo tanto se ha introducido un debate sobre un
cambio de rol del farmacéutico dentro del sistema sanitario. Los pacientes
demandan al profesional farmacéutico, como experto en el medicamento y
primer y último eslabón de la cadena sanitaria, que emplee todos sus conocimientos y habilidades en una involucración más plena con la salud de los
ciudadanos, sus tratamientos y la resolución de sus dudas. Obviamente, estimó
la coordinadora, “en una coyuntura de recortes y de bajada de márgenes, una
mayor implicación, más trabajo, tiene que tener indiscutiblemente su retribución
económica correspondiente para ser viable y sostenible”.
La cuestión es quién podría o debería costear los SPF: ¿El SNS o los propios
pacientes? Y de ser el primero el pagador, cómo debería sufragar los gastos,
¿con cargo a los presupuestos generales del Estado o mediante una partida
especial del MSSSI? En ese sentido, la farmacéutica de la SEFAC contestó con
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Servicios altruistas prestados en la Oficina
de Farmacia:
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Consulta farmacéutica
Urgencias
Colaboración en la docencia de prácticas tuteladas
Seguimiento de tratamientos farmacológicos a pacientes
Colaboración con programas promovidos por la
Administración sanitaria
Supervisión de la garantía de calidad de la asistencia
farmacéutica
Atención sanitaria en general
Promoción y protección de la salud
Prevención de la enfermedad
Educación sanitaria
Catálogo de SPF retribuidos, propuesto por
la SEFAC:
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Sonia Sáenz de Buruaga
Servicios esenciales o básicos. Inherentes a la condición de
farmacéutico comunitario, y definidos como sus funciones
básicas.
Servicios complementarios: Relacionados con programas
de salud pública, voluntarios, y que requieren formación y
acreditación previa.
Servicios colaborativos: Aquellos que se pueden desarrollar
en colaboración con otros profesionales sanitarios,
voluntarios, y que requieren un convenio previo y
acreditación.
SPF retribuidos relacionados con los medicamentos
SPF retribuidos relacionados con la salud pública
SPF retribuidos relativos a la docencia y la investigación
Jesús Carlos Gómez
cartera de servicios
un “depende”. Según su opinión, “la retribución podría ser con cargo al SNS, de
mutuas, de seguros o del paciente o recurriendo a un sistema mixto”. Todo puede depender de si el servicio del que se habla es interesante para el sistema
público, o para el sistema privado o en última instancia para el paciente.
Actualmente, el sistema sanitario funciona mediante una cartera de servicios
que paga el Estado íntegramente o en parte, como ocurre en el caso de los
medicamentos. En otros casos, los ciudadanos pagan totalmente los servicios,
como ocurre, por ejemplo con los servicios dentales. En ese caso, los pacientes
contratan seguros privados. Otro caso de abono por parte de los ciudadanos,
son las pólizas que estos suscriben como protección ante enfermedades y
accidentes laborales. En palabras de Sáenz de Buruaga, “cargar los SPF a los
presupuestos generales, mediante un copago al usuario o cargarlos a partidas
especiales sería responsabilidad del ente o autoridad encargada de gestionar los
pagos”. En caso de tener que abonar los pacientes los servicios que reciben,
“¿sería difícil cobrar por unos servicios que tradicionalmente se prestaban de forma
gratuita?”, según su reflexión. Sería imposible que no hubiese pacientes que se
mostraran reticentes, pero no debería ser difícil cobrarles, ya que la farmacia
comunitaria no está en las mismas condiciones que antes y se vería obligada a
cobrar dichos servicios para seguir siendo sostenible. En ese contexto también
hay algunos servicios profesionales “novedosos”, y sobre los que tradicionalmente no se ha pedido una prestación habitual y generalizada. Por otra parte,
estimó la coordinadora, “el sistema sanitario está cambiando y no sólo a nivel de
la farmacia comunitaria. Se han reducido prestaciones a cargo del SNS, y se han
aplicado también medidas como el copago. Como ha ocurrido con otros servicios
no farmacéuticos, la continuidad del sistema requerirá cambiar la mentalidad del
“todo incluido” y empezar a pagar por lo que se recibe, especialmente en Salud”.
Sintonía entre el CGCOF y SEFAC
Preguntada la integrante de la sociedad científica de Farmacia Comunitaria
sobre si el Consejo General está en línea con la postura de asociaciones profesionales como SEFAC, en materia de servicios farmacéuticos, Sáenz contestó
afirmativamente. “De hecho, el Consejo General ha presentado un catálogo de
servicios e incluso un documento sobre el servicio de SPD, en el que también ha
participado SEFAC”, argumentó Buruaga. Al ser una sociedad científica y profesional centrada en la farmacia comunitaria, SEFAC tiene sus objetivos muy
bien definidos. Por su parte, el Consejo General tiene que hacerse cargo de
numerosos frentes: la farmacia comunitaria, la hospitalaria, los analistas, los
farmacéuticos de salud pública, los impagos, la ley de colegios
profesionales,… Un cuadro complejo que se magnifica con su papel de representación del colectivo, presente en 17 comunidades
autónomas. En cualquier caso, el trabajo conjunto es fructífero
a través de la participación conjunta en distintas comisiones y
grupos de trabajo. Pero este compromiso mutuo a nivel de altas
representaciones profesionales también tiene su paralelismo con
la que ocurre entre las presidencias de distintas sociedades, al
margen de las diferencias que puedan existir en otros terrenos. En el caso del
presidente de SEFAC, Jesús Carlos Gómez, ha estimado reiteradamente que “ha
llegado el momento en que el farmacéutico debe facilitar servicios profesionales
destinados a dar respuesta a las nuevas necesidades de los pacientes, generadas
por la extensión del uso de los fármacos en la sociedad”. Entre esas necesidades
están la reducción de la morbimortalidad asociada a la utilización inadecuada
de los medicamentos y la prevención de enfermedades. En su opinión de
Gómez, “para que el farmacéutico siga siendo el primer y último eslabón de la
cadena sanitaria, la referencia indiscutible e imprescindible en el ámbito del medicamento y garantizar nuestra viabilidad como profesión, debe dotarse de un
catálogo de servicios que le asegure un rol protagonista en la asistencia integral
al paciente”. En ese muestrario de servicios deben primar aquellos en los que
le farmacéutico sea protagonista único, como es el caso de la optimización de
la farmacoterapia, en la eficiencia de los recursos disponibles o en la mejora
de la salud pública. Prestaciones todas ellas que llevan inevitablemente la
remuneración de las tareas que se realicen en beneficio de los ciudadanos.
Por su parte, Fernando Redondo, presidente de la Federación Empresarial de
Farmacéuticos Españoles (FEFE) estimó en otros foros que resulta tan importante asumir nuevos servicios por parte de los farmacéuticos como simplificar
los requisitos necesarios para ello. En cualquier caso, para Redondo siempre
debe primar la libertad profesional del farmacéutico a la hora de prestar o no
los servicios existentes y, a ser posible “sin el lastre de acreditaciones adicionales”.
No obstante, coincidió plenamente con su homólogo de la SEFAC, en que tales
servicios deben ajustarse a las necesidades de la zona en la que está ubicada
el establecimiento farmacéutico y que, por supuesto, deben ser siempre remunerados. Dicha remuneración deberá ser satisfecha por las personas físicas
(pacientes) o jurídica (SNS, mutuas,…) que demande los servicios a prestar.
Como avances en este terreno, Redondo citó la preparación de sistemas personalizados de dosificación (SPD) que ya se hacen en Cataluña, País Vasco y
Andalucía, aunque se requiera para ello acreditaciones especiales y claramente
“innecesarias”, aseguró el presidente de FEFE.
Con buen Consejo
Como centinela de la profesión farmacéutica está el Consejo General CGCOF,
según cuyos principios, la Farmacia es el establecimiento sanitario en el que
confluyen todas las dispensaciones de medicamentos de los pacientes, ya sea
con o sin receta, del ámbito público o del privado. Es una red planificada de
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Fernando Redondo
De izq. a dcha.: Carmen Peña y Ana María Aliaga
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22·23·24 DE MAYO | SEFAC
cartera de servicios
farmacias en España con un modelo de titularidad y propiedad que prioriza el
interés sanitario sobre otro tipo de condicionamientos, constituyendo espacios
sanitarios estratégicos en coordinación con los otros profesionales sanitarios.
Sin embargo, según sus máximas responsables Carmen Peña (presidenta) y
Ana María Aliaga (secretaria general) la Farmacia comunitaria debe incrementar sus servicios asistenciales en aras de contribuir a la sostenibilidad del
SNS y la suya propia. En esa búsqueda, el Quinto Comunicado del Foro de la
Atención Farmacéutica en Farmacéutica Comunitaria (FORO AF-FC) ofrece
una completa definición de “Cartera de Servicios”, refiriéndose a ellos como
“las diferentes actividades sanitarias, independientes entre sí, con estructura, definición, objetivos, procedimientos consensuados y sistemas de documentación,
que se desarrollan en el interior de la farmacia comunitaria por parte del personal
que realiza su trabajo en la misma. Estas actividades se deben prestar de manera
integrada en el sistema sanitario y de forma coordinada con otros profesionales
de la salud para contribuir a la mejora de la salud de los ciudadanos.”
Por todo lo dicho, desde el CGCOF se estima que resulta fundamental y estratégico para la sostenibilidad del SNS implicar a los farmacéuticos comunitarios
en servicios como la detección precoz de enfermedades y la realización de
programas de cribado. Por su accesibilidad y disponibilidad, la farmacia es
el establecimiento sanitario más cercano para los ciudadanos, no sólo para
dispensar a la población su medicación. La Oficina, junto al farmacéutico han
evolucionado para pasar de ser meros dispensadores a ser proveedores de
servicios asistenciales, información y cuidados de salud, haciendo una clara
contribución a la mejora en el acceso a la atención sanitaria, la promoción de
la salud y al uso de los medicamentos. En el ámbito del medicamento es necesario desarrollar servicios asistenciales, a través de las farmacias, que permitan
una mejora de resultados en salud, como son, entre otros: el seguimiento de
los tratamientos farmacológicos del paciente, el cribado de enfermedades, la
detección de problemas relacionados con los medicamentos, la adherencia
a los tratamientos y proyectos de investigación orientados a conseguir este
fin. En línea con este razonamiento, las experiencias habidas en otros países
han demostrado que la intervención del farmacéutico genera resultados
en términos de salud y en términos económicos. Por todo ello, dentro de
la cartera común de servicios del SNS, especialmente en la cartera común
suplementaria, deben establecerse junto con la prestación farmacéutica los
servicios asistenciales que puede ofrecer la Farmacia Comunitaria en respuesta
a las necesidades sanitarias actuales. Y, naturalmente, cobrar de una forma
proporcional a la excelencia de la prestación ofrecida.
Una cuestión candente: La promoción
La cartera de servicios profesionales entronca directamente con el debate de
la promoción dentro de los establecimientos farmacéuticos. Generalmente,
el desconocimiento de los aspectos legales suele ser una cortapisa para los
farmacéuticos. Como en otros temas, las diferencias suelen ser de naturaleza
autonómica. Por ejemplo, en Cataluña no hay trabas legales para publicitar
la farmacia, a diferencia de otras CC.AA. como la Comunidad de Madrid, por
ejemplo. No obstante, unifica a todos los territorios el Decreto 168/1990 por
el que se establecen los requisitos técnico-sanitarios que deben cumplir las
oficinas de farmacia, al enumerar de forma clara los productos a dispensar y los
servicios a ofrecer. Sin embargo, lo que genera confusión en el farmacéutico es
la adopción de un servicio de nueva creación. Para ello, el farmacéutico debe
estar atento para no entrar en posibles incompatibilidades, incumplir cualquier
requisito o invadir competencias profesionales de
otros profesionales. En este último sentido, el texto
legal es muy claro en materia de análisis clínicos,
pruebas bromatológicas, óptica oftálmica, acústica
audiométrica y ortopedia mayor. No obstante, fuera
En la Ley 16/1997, de 25 abril, de regulación de servicios de las oficinas de farmacia,
de las prescripciones, también hay vida para la prose definen las funciones básicas de la farmacia:
moción de las farmacias, siendo quizás verdaderas
las palabras del director general de Anefp, en rela1. La adquisición, custodia, conservación y dispensación de los medicamentos y productos
ción a que la salvación de las farmacias pasa por el
sanitarios.
autocuidado, compartiendo productos y servicios
2. La vigilancia, control y custodia de las recetas médicas dispensadas.
sobre los que se sí puede realizar publicidad.
Con la Ley en la mano
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3. La garantía de la atención farmacéutica, en su zona farmacéutica, a los núcleos de
población en los que no existan oficinas de farmacia.
4. La elaboración de fórmulas magistrales y preparados oficinales, en los casos y según
los procedimientos y controles establecidos.
5. La información y el seguimiento de los tratamientos farmacológicos a los pacientes.
6. La colaboración en el control del uso individualizado de los medicamentos, a fin de
detectar las reacciones adversas que puedan producirse y notificarlas a los organismos
responsables de la farmacovigilancia.
7. La colaboración en los programas que promuevan las Administraciones sanitarias sobre
garantía de calidad de la asistencia farmacéutica y de la atención sanitaria en general,
promoción y protección de la salud, prevención de la enfermedad y educación sanitaria.
8. La colaboración con la Administración sanitaria en la formación e información dirigidas
al resto de profesionales sanitarios y usuarios sobre el uso de los medicamentos y
productos sanitarios.
9. La actuación coordinada con las estructuras asistenciales de los Servicios de Salud de
las Comunidades Autónomas.
74 10. La colaboración en la docencia para la obtención del título de Licenciado en Farmacia,
de acuerdo con lo previsto en las Directivas Comunitarias, y en la normativa estatal y
de las Universidades por las que se establecen los correspondientes planes de estudio
en cada una de ellas.
Farmacias diminutas, cuando el
tamaño sí importa
La adopción de servicios profesionales se perfila
como una obligación para todas las farmacias
españolas, pero no todas pueden competir en condiciones de igualdad. Concretamente, aquellas que
tienen unas dimensiones pequeñas, no lo tienen
fácil para incorporar nuevos servicios profesionales.
Este es el caso de muchas farmacias de pueblo, tal
como asegura el presidente de la Sociedad Española
de Farmacia Rural (Sefar), Francisco Javier Guerrero. La falta de capacidad financiera, las limitaciones
de espacio para ofrecer una atención personalizada
y las pocas perspectivas de amortización de las
inversiones aparecen como las sombras más importantes. En cualquier caso, Guerrero ha estimado en
distintos foros que hay campo de desarrollo para
las farmacias rurales, siempre que sepan fidelizar a
sus pacientes y no caigan en la tentación de hacer
guerras de precios. +
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