Santiago - Asociación de Amigos del Camino de Santiago de

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Caminamos
a
Santiago
Por el Camino Francés
Itinerario desde
Somport y Roncesvalles
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INDICE
E T A PA
PAGINA
La preparación física
Las provisiones en ruta
La planificación del recorrido
El estado de la ruta
El equipaje
Para no perderse o la señalización del Camino
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EMPEZANDO EN SOMPORT
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1ª Etapa Somport - Castiello de Jaca
2ª Etapa Castiello - Jaca - Santa Cilia
3ª Etapa Stª Cilia-Puente la Reina-Artieda
4ª Etapa Artieda - Undues - Sangüesa
5ª Etapa Sangüesa - Monreal
6ª Etapa Monreal - Puente la Reina
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EMPEZANDO EN RONCESVALLES
1ª Etapa Roncesvalles - Zubiri
2ª Etapa Zubiri - Pamplona
3ª Etapa Pamplona - Puente la Reina
4ª Etapa Puente la Reina - Estella
5ª Etapa Estella - Los Arcos
6ª Etapa Los Arcos - Logroño
7ª Etapa Logroño - Nájera
8ª Etapa Nájera - Santo Domingo de la Calzada
9ª Etapa Santo Domingo de la Calzada - Belorado
10ª Etapa Belorado - San Juan de Ortega
11ª Etapa San Juan de Ortega - Burgos
12ª Etapa Burgos - Castrojeriz
13ª Etapa Castrojeriz - Frómista
14ª Etapa Frómista - Calzadilla de la Cueza
15ª Etapa Calzadilla de la Cueza-Sahagún
16ª Etapa Sahagún - Mansilla de las Mulas
17ª Etapa Mansilla las Mulas - León
18ª Etapa León - Hospital de Órbigo
19ª Etapa Hospital de Órbigo-Rabanal del Camino
20ª Etapa Rabanal del Camino-Ponferrada
21ª Etapa Ponferrada - Villafranca del Bierzo
22ª Etapa Villafranca del Bierzo - O’Cebreiro
23ª Etapa O’Cebreiro - Triacastela
24ª Etapa Triacastela - Sarria
25ª Etapa Sarria - Portomarin
26ª Etapa Portomarin - Palas do Rei
27ª Etapa Palas do Rei - Melide - Arzua
28ª Etapa Arzúa – Rua - Arca do Pino
29ª Etapa Arca-Santiago de Compostela
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ALBERGUES
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El Camino de Santiago, a pie
ecorrer el Camino de Santiago a pie no es tarea sencilla, si bien puede considerarse al alcance de cualquier persona con una mínima preparación física. Y no es
tarea sencilla porque el recorrido, de aproximadamente 800
Km. desde Roncesvalles ó 900 desde Somport, transcurre
en su mayor parte por pistas y caminos de tierra, a menudo
pedregosos, o proclives a encharcarse durante buena parte
del año.
La mitad del Camino discurre por zonas de accidentado perfil, está salpicado de continuos repechos, subidas,
bajadas y algún que otro puerto de considerable entidad.
Pero el peregrino puede planificar el recorrido a su antojo,
tanto en tiempo, como en las distancias a recorrer, teniendo
en cuenta tanto su preparación física como su disponibilidad temporal.
Los factores clave que el peregrino deberá tener muy
en cuenta antes de iniciar el recorrido son: la preparación
física, la alimentación en marcha, la planificación del trayecto, el previsible estado de la ruta y el equipaje a transportar.
La preparación física
ay que distinguir en este apartado entre la preparación que deberán seguir los ya iniciados en recorridos o largas caminatas y quienes se acercan por vez primera a una gran travesía.
Para los primeros bastará con mantener un ritmo de
salidas, acostumbrarse a algunos elementos que pueden
resultar novedosos en un recorrido como el Camino de
Santiago. Así, por ejemplo es importante aclimatarse a
viajar por estrechos senderos o salvar fuertes pendientes.
Los no iniciados deberán comenzar por un proceso
lento de aclimatación, de los recorridos por caminos, senderos y zonas de firme irregular. No conviene obsesionarse
en hacer kilómetros.
Es suficiente empezar la preparación un mes antes de
iniciar el Camino, eso sí, habrá que entrenar un poco cada
día, aumentando gradualmente tanto las distancias como la
complejidad del recorrido.
Durante la última semana habrá que entrenar con la
mochila a cuestas y utilizando los mismos materiales que
se van a llevar luego. Es fundamental no dejar nada sin
probar antes de partir, desde el calzado hasta el impermeable, pasando por las prendas de abrigo, por el sombrero y
el bordón, etc.
En el Camino de Santiago, el caminar en general, no
está reñido con la edad. Lo fundamental es que cada uno
lleve el ritmo que mejor le acomode, pues tanto cansa la
excesiva lentitud como la viveza del paso. He de recordar
los viejos y sabios refranes “La cuesta que te cueste” o
aquel otro “No hay atajo sin su trabajo” y también “sube
como un viejo, para continuar como un joven”.
Las provisiones en ruta
unque a lo largo del Camino sólo encontraremos un
par de zonas en las que transitaremos durante horas
sin encontrar población alguna, no hace falta llevar consigo
mas que las suficientes provisiones que garanticen la reposición de las sustancias consumidas por el esfuerzo, para
un caso de desfallecimiento.
En este sentido, será suficiente unos frutos secos,
alguna pieza de fruta, un poco de chocolate, o un poco de
glucosa (GlucoSport).
Todo ello acompañado siempre, por el imprescindible
suministro de agua, al que se puede añadir algún complejo
vitamínico o bebida isotónica.
Planificación del recorrido
ntes de partir, la lectura en casa de estos apuntes te
permitirá organizar el viaje en función de los días que
dispongas. La división que hago del recorrido en 29 etapas,
(32 desde Somport) tiene simplemente un carácter indicativo.
Se ha tratado de conjugar el interés histórico-artístico,
o la tradición jacobea de las poblaciones elegidas como
final de etapa, con un recorrido asequible para un caminante de tipo ¿medio?.
En todo caso, en las Asociaciones de Amigos del Camino se atiende gustosamente, a los posibles peregrinos,
asesorándoles sobre todos los aspectos del Camino, incluido, hacerlo en un número de etapas diferente a las de la
presente guía. En este sentido, la lista de alojamientos que
figura al final de la guía puede ayudarte.
Nunca debe convertirse el Camino de Santiago en una
carrera hasta Compostela, por ello resulta aconsejable
contemplar siempre un amplio margen de tiempo, en el que
tengan cabida todos aquellos alicientes que sin duda, el
peregrino irá encontrando en su travesía; un margen que
incluso considere la posibilidad de dedicar jornadas enteras
a aspectos, lugares o gentes que, surgiendo sobre la marcha, ejerzan una fascinación tal, que inviten a ser vividos
con el detenimiento que requieren. Esto debe ser así porque en el Camino no sólo se ve, se oye, se vive.
A la hora de planificar el recorrido se ha de tener en
cuenta, en primer lugar, la disponibilidad de tiempo. No
conviene obsesionarse por avanzar. Los grandes caminantes obtienen unas medias de 11 ó 12 minutos por kilómetro
recorrido.
Pero resulta mucho más gratificante, dejarse acompañar por la armoniosa cadencia que genera la propia ruta, y
aprovechar al máximo las jornadas de que se dispongan.
Otro factor fundamental a la hora de hacer los planes
es la propia preparación física. Para ello, no basta sólo con
contabilizar los kilómetros del recorrido elegido, hay otros
factores que hay que tener muy en cuenta, como es el perfil
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del mismo o el tipo de superficie por el que se transita.
Como siempre, también en el Camino, las obsesiones
son malas compañeras, y en caso, de que no se vea con
claridad la posibilidad de llegar hasta el punto prefijado
como final de etapa, es más aconsejable buscar refugio en
otro lugar, que intentar llegar a la meta prevista, con el riesgo de una posible pérdida cuando se acerca la noche.
El lugar elegido para pernoctar es otro de los factores
que deben influir en la planificación de la ruta, tratando de
contemplar siempre una posibilidad alternativa próxima al
lugar elegido como fin de etapa, ya que, según la época del
año en que se haga el recorrido, aquél pudiera estar lleno a
nuestra llegada.
Una correcta planificación, nos facilitará el hecho de
disfrutar en plenitud del Camino de Santiago, evitando tanto
la obsesión por avanzar, lógica al principio, como las angustiosas prisas de última hora.
El estado de la ruta
l estado de la ruta variará ostensiblemente en función
de la época del año en que se realice el Camino de
Santiago.
Los elementos que determinarán la bondad o no del
recorrido son fundamentalmente tres: el calor, la lluvia y las
zonas encharcadas o embarradas.
Sin duda, la fecha óptima para iniciar el Camino de
Santiago, es durante la primera quincena del mes de septiembre. Superados los rigores estivales, el peregrino dispondrá aún de numerosas horas de luz en las que podrá
disfrutar de un paisaje espectacular, inundado de tonos
otoñales.
Otra buena época es entre los meses de mayo y principio de julio. En estas fechas, prácticamente, se puede caminar desde el amanecer hasta la puesta del sol.
Los meses de julio y agosto son, por razones obvias,
los más utilizados para efectuar el Camino de Santiago. En
este tiempo habrá que aprovechar las primeras y las últimas horas del día para afrontar los recorridos.
El sofocante calor y la falta de agua pueden causar,
especialmente en la meseta, importantes problemas a
quien no tome las oportunas medidas al respecto. Desde
noviembre hasta marzo es más difícil transitar por el Camino. Lluvia, nieve y barro probablemente nos esperen al
principio y al final del mismo.
Durante los primeros meses de la primavera y al comienzo del otoño, el Camino de Santiago se manifiesta en
plenitud. Los paisajes alcanzan en estas fechas sus imágenes más impresionantes, combinando infinidad de matices
que los convierten en un espectáculo sorprendente y placentero. El riesgo está en que la inestabilidad climatológica,
con cambios de tiempo y lluvias que pueden ser frecuentes,
nos pueden complicar seriamente algunas etapas.
¿Cómo hacer el Camino, sólo o en compañía? La respuesta es que no existe ningún problema en hacerlo sólo,
pues siempre nos encontraremos con otros peregrinos con
los que podamos compartir un rato de compañía aunque
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tramos en solitario apenas se consiguen. Si elegimos viajar
en compañía, hay que tener presente que el ritmo de los
componentes del grupo debe ser en lo posible homogéneo,
y que compartir demasiado tiempo con otros, puede acarrear algún problema de convivencia.
El equipaje
anto el equipaje como su correspondiente peso han
de reducirse al mínimo imprescindible. Hay que tener
en cuenta que el Camino tiene ochocientos kilómetros, mas
o menos, si empiezas en Roncesvalles y casi cien más si lo
haces desde Somport y que según cuándo lo hagas, puedes encontrarte toda clase de situaciones climatológicas y,
claro, debes ir preparado, pero sin pasarte, porque tienes
que llevarlo encima.
Dicen que antiguamente el equipaje del peregrino consistía en un abrigo o capa con una esclavina para protegerse de la lluvia y del frío, un sombrero de ala ancha, para el
sol y el agua, unas sandalias, supongo que el que tuviese
unas botas, una calabaza para llevar el agua o el vino, un
macuto o zurrón para la comida y las cosas personales, el
bordón para apoyo y defensa tanto de animales como de
personas, la vieira y una credencial que, sellada en iglesias,
hospitales o albergues, daba autenticidad de su peregrinación.
Actualmente sólo dos cosas siguen siendo útiles: el
sombrero, que ahora es de algodón, y el bordón, que aparte
de apoyo sirve para que no se hinchen las manos y para
espantar a los perros; así pues, lo demás ha cambiado.
En la mochila, versión moderna del zurrón, yo te aconsejo que lleves, aparte de lo puesto, un pantalón, una camisa o camiseta, dos mudas completas, de algodón, hilo o
seda, nunca de fibra, una capa de plástico, unas polainas
(para que en el caso de lluvia nos protejan los pantalones
ya que se lavan y se secan más fácilmente), calcetines de
algodón finos (es mejor ponerse dos pares finos, que unos
gruesos: se lavan y se secan mucho mejor), saco de dormir
(que no es necesario si te has planificado las etapas para
dormir en pensiones y hoteles, ten presente que pesa dos
kilos más o menos), un jersey que abrigando pese muy
poco, (fibra polar) un vaso de plástico o aluminio, unas zapatillas de descanso tan ligeras como te sea posible y una
toalla mediana.
Dentro del neceser puedes poner el cepillo y la pasta
dentífrica, el peine, jabón para el aseo personal y como
tendrás que lavar la ropa, otro jabón, la cuerda y las pinzas
para tenderla, colonia, desodorante, crema hidratante y
protectora, cacao para los labios, cortaúñas, tijeras pequeñas, bálsamo para escoceduras, una multinavaja con sacacorchos y abrelatas, algún botón y aguja e hilo ya sea para
la ropa o para resolver alguna ampolla y "vicks-vaporub".
Este último producto va fenómeno para los pies, siendo mi
consejo que te lo apliques antes de empezar a caminar y al
terminar, después de que te hayas duchado.
En el botiquín debemos llevar mercromina, tiritas (las
de silicona son fenomenales), glucosa, vitamina C, vendas,
antidiarreicos, alguna aspirina o similar y tus medicamentos
habituales. Si alguna otra cosa te hiciera falta podrías comprarla en cualquier farmacia del camino.
También es aconsejable llevar fotocopias de una guía
o los mapas del Camino; la credencial de peregrino; el D.
N. I.; la tarjeta de la seguridad social; la libreta de ahorro,
tarjeta de crédito o similar; pañuelos de papel; un mini-bloc
para escribir tu diario; la máquina fotográfica; mini-agenda
de direcciones y teléfonos; un boli; una linterna pequeña, a
ser posible frontal ya que deja las manos libres; un pequeño aparato de radio para oír la previsión del tiempo y las
noticias y que te servirá como despertador; unas bolsas de
plástico, para llevar la ropa sucia o mojada; papel higiénico;
un silbato; y, un pequeño estuche de costura de esos que
llevan un poco de todo. Finalmente, si quieres decorarte, lo
tradicional es la vieira y una calabaza pequeña.
Puedes ir vestido con un chandal, que es más ligero
que los vaqueros u otra ropa similar, muda completa de
algodón y en cuanto al calzado, unas buenas botas, cuanto
más buenas mejor, ya que son tu medio de transporte,
domadas, térmicas, impermeabilizadas, anti-rebote y si
llevan “turbo” y “marcha atrás”, mejor; no te haga duelo
unos €urillos más, que luego lo agradecerás.
Todo esto te lo estoy contando, sin saber si algún día
vas a emprender el camino; si no lo haces, no pasa nada,
pero si te pica la curiosidad de lo que llevamos en la mochila, pues ya lo sabes. Piensa bien todo lo que metes en la
mochila y reflexiona de qué puedes prescindir, piénsatelo
bien, ya que lo tendrás que llevar encima. Date cuenta que
el peso es tu peor enemigo y que con un 25% menos de
peso tu rendimiento será un 50% mayor. Si te sirve de
orientación, algunos peregrinos experimentados intentan
no superar los 6 Kg. de peso, y nunca debe de pasar del 10
% de tu peso.
Para no perderse o la
señalización del Camino
l Camino se encuentra completamente señalado por
flechas amarillas que han sido pintadas en rocas,
pretiles de puentes, bordillos de aceras, esquinas de casas
y otros lugares apropiados.
Cuando no ha sido posible pintarlas se ha colgado en
las ramas de algunos árboles, una cinta de plástico amarilla. Es prácticamente imposible perderse si se siguen las
flechas y yo recomiendo que, aunque a veces vislumbres
atajos, no dejes de seguirlas, por la seguridad que te proporcionarán. Su pintura y conservación corren a cargo de
personas experimentadas y amigas del Camino.
Ya sólo falta adosar la típica vieira jacobea, en algún
lugar de nuestra mochila e iniciar la marcha.
Ultreya!!!
Empezando en Somport
l primer itinerario que conduce hacia Santiago,
pasa por Saint-Gilles, Montpellier, Tolosa y Somport...” “Desde el Somport a Puente la Reina hay tres cortas
etapas. La primera va de Borce, una villa situada al pie del
Somport, en la vertiente de Gascuña, hasta Jaca. La segunda va de Jaca a Monreal. La tercera de Monreal a
Puente la Reina...” “De Somport a Puente la Reina, éstas
son las localidades que se encuentran en la ruta jacobea: la
primera es Borce, en la vertiente de Gascuña; viene luego,
cruzada la cima del monte, el Hospital de Santa Cristina
(una de las tres columnas, de extraordinaria utilidad, que el
Señor estableció en éste mundo para sostenimiento de sus
pobres; a saber, el hospital de Jerusalém, el hospital de
Mont-Joux y el hospital de Santa Cristina, en el Somport);
después, Canfranc; a continuación, Jaca; luego Osturit;
después Tiermas con sus baños reales, que fluyen calientes constantemente. Luego Monreal, y finalmente se encuentra Puente la Reina...”
(“Codex Calixtinus”, siglo XII)
ste mismo “CAMINO”, tan fielmente descrito en el año
1160 por Aymeric Picaud en su “Liber Sancti Jacobi”,
y más concretamente en su Libro V, denominado “Liber
Peregrinationis”, es el que nosotros vamos a describir. Tan
solo le pondríamos una pequeña enmienda a nuestro ami-
go Aymeric: lo de las tres cortas etapas entre el Somport y
Puente la Reina, ya que nosotros las vamos a realizar en
seis, pero eso que cada uno lo haga como pueda o quiera.
1ª Etapa (24 Km.)
Somport-Castiello de Jaca
i se desea iniciar la etapa en las primeras horas de la
mañana y por ello se desea dormir debes de saber
que en las inmediaciones del Somport existen buenas instalaciones hoteleras y un refugio.
Se puede llegar al Somport en autobús, líneas regulares Jaca-Olorón y Jaca-Estaciones de Esquí. La distancia
desde Canfranc, a donde llega el ferrocarril, es de 6 Km.
Características de la etapa.e trata de un recorrido de alta montaña entre el Somport y Canfranc debiendo descender un fuerte desnivel
de 600 m., atención a la probable presencia de nieve y si
llueve o ha llovido a lo resbaladizo del terreno; desde Canfranc el trayecto se vuelve más llano con suave pendiente
descendente en general.
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Alternativas a la etapa propuesta.unque el maravilloso paisaje de alta montaña pueda
invitar al caminante a disfrutar del paisaje caminando
despacio, Canfranc está muy cerca del Somport. No obstante, también en Canfranc hay todo tipo de instalaciones
hoteleras y refugio.
En Villanúa, a 17 Km. del Somport, también encontrarás toda clase de alojamiento.
Si se sobrepasa Castiello de Jaca hay que llegar a
Jaca, ciudad con toda clase de alojamientos. La distancia a
recorrer Somport-Jaca sería entonces de 32 Km.
omport.- Altitud 1.632 m. A Santiago 860 Km.- Comenzamos la etapa que nos ocupa, en la cima del
Somport (Sumo Puerto) con 1.632 m. de altitud. Da comienzo justo en el mojón del puesto fronterizo, y allí encontramos una capillita con la Virgen del Pilar, y en lo alto la cruz
de Santiago, luego continuamos por la antigua nacional
330, que a los pocos metros, abandonamos por su izquierda, para seguir el curso del río Aragón y llegar al “Puente
de Santa Cristina”, una vez pasados los restos que quedan
del famoso hospital del mismo nombre y que citamos al
principio.
Fue tal la importancia de éste Monasterio-Hospital, que
los frailes del mismo, establecieron una encomienda por los
monasterios de ambas vertientes de los Pirineos, destacando los fundados en Maltray, Navarra, Tarazona, Calatayud,
Castejón de Valdejasa, Roncesvalles, Tudela y Soria, y que
todos ellos se regían como dependencias del priorato de
Santa Cristina, en las que se dispensaban servicios religiosos y de enfermería, hospedaje y cambio de moneda. Todo
esto acontecía en los siglos XII y XIII.
La brillante historia de Santa Cristina, terminó en 1569,
cuando el gobernador de Aragón, Don Juan de Gurrea,
pidió al prior y frailes que abandonaran el Somport y se
estableciesen en Jaca. En 1593 fue suprimida la comunidad
de “frailes soportianos” y en 1607, en acuerdo entre el rey
Felipe III y el Papa Pablo V, ordenaron destinar sus rentas y
propiedades a la fundación de un convento de dominicos en
Jaca.
Seguimos nuestro caminar. Dejamos a nuestra derecha la Estación de Esquí de Candanchú (“Camp d'Anjou”),
complejo que tuvo sus comienzos a finales de los años 20 y
principios de los 30 del pasado siglo.
Tocamos brevemente la carretera, para seguir el Camino por su izquierda, por una pista, que pasando por las
“Piedras Rojas” características, asciende suavemente hasta
una pequeña loma donde se asentaba el “Castillo de Candanchú”, hoy en ruinas. Actualmente, este tramo del Camino ha quedado muy afectado con la construcción de la nueva carretera.
Desde el collado del castillo, se desciende primero por
una pista y luego por el camino hasta las proximidades del
“Puente del Ruso”, en la carretera nacional. Continuamos
descendiendo por la margen izquierda del río Aragón, por
una senda algo abrupta en ocasiones y que pasa junto a
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unas fortificaciones militares. Tras bordear un prado, desembocamos en la pista de la “Canal Roya” nombre que es
debido al color ferroso de sus rocas. Seguiremos la pista
hacia la izquierda, ascendiendo primero y luego llaneando
hasta encontrar la bifurcación con el Camino, lugar donde
abandonamos la pista que se adentra en el valle de la
“Canal Roya”, camino de Formigal y Sallent.
Descendemos a la derecha por una empinada senda
entre bosques, que pasando junto a una sólida caseta de
pastores, alcanza una pista más baja, en la que encontramos otra caseta. Tomamos la pista de acceso al camping,
hacia la derecha, que cruza el río Aragón y alcanza la vieja
carretera al Somport por la que continuamos descendiendo,
pasando junto a un gran hotel (antiguo cuartel de la Guardia
Civil) y alcanzando la actual carretera nacional.
Descendemos por ella un centenar de metros y nos
desviamos a la izquierda para cruzar una pasarela metálica
sobre el río justo bajo la vertical de “Coll de Ladrones”,
construido a finales del siglo XIX sobre otro más antiguo,
edificado por orden de Felipe II, en 1582 y concebido por
Spannocchi, que ya había ideado por aquel entonces la
Ciudadela de Jaca. Si vamos bien de tiempo, podemos
apartarnos del Camino para visitarla, de lo cual no nos arrepentiremos, ya que su situación privilegiada nos permitirá
ver una amplia panorámica del Valle, mientras tratamos de
imaginar entre las ruinas de mármol sin pulir, la dura vida
militar que aquí se desarrollaba. Este fuerte ha sido adquirido por una empresa para montar un complejo turístico.
Un curioso y divertido descenso por las escaleras subterráneas que se toman a la izquierda de un mirador orientado al sur, rematará de forma agradable el desvío que
hayamos efectuado. Para volver al Camino, saldremos de
ellas por un boquete y tomaremos un senderillo primero
hacia abajo, y luego a la izquierda, que nos hará descender
por una pedrera hasta el Camino, que después, recorriendo
la margen izquierda del río, bordeando algunos prados
hasta alcanzar una pista, cruzaremos el puente que da
acceso a la carretera y entraremos en Canfranc-Estación.
anfranc-Estación.- Altitud 1.280 m. Su población,
480 habitantes. A Santiago 852 Km. La meseta que
pisamos y que ocupan la estación, viviendas y carretera, es
toda artificial, ya que el valle fue anegado con los residuos
procedentes de la perforación del túnel del Somport. La
profundidad del río, que hubo de ser desviado, nos dará
una idea de ello.
Fue proyectada por el arquitecto Juan Bruill en 1853;
en 1885 se iniciaron las obras del que habría de ser el ferrocarril que uniría Zaragoza con Pau. En 1893, el ferrocarril
estaba ya en Jaca. En 1907 se reanudan los trabajos y se
acometían las rampas de subida desde Jaca, (que nosotros
contemplaremos desde nuestro Camino) y se comenzaba la
perforación del imponente túnel del Somport (7.875 m.) uno
de los más largos de Europa. En 1912 se encontraron las
galerías de avance española y francesa. Don Alfonso XII
visitó en varias ocasiones las obras. Pero no sería su inauguración hasta el 18 de julio de 1928, en que con gran solemnidad y con la presencia de los Jefes de Estado de Es-
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paña y Francia, se procedía a la apertura de esta nueva
comunicación internacional. Su estación, la segunda de
Europa en su tiempo por su extensión, es una de las obras
más importantes del modernismo español; lástima que
haya estado tan abandonada, aunque ahora ya ha comenzado su recuperación. El lugar donde se construyó se llama
“Los Arañones”, nombre que por estas tierras se le da a la
planta del endrino o pacharán. En la actualidad, la denominación, de Los Arañones, el uso ha ido suplantándola por la
de Canfranc.
Salimos de Canfranc Estación por la carretera y tomamos un camino de tierra a la izquierda, junto a unas edificaciones, nos evitaremos pisar el asfalto en un centenar de
metros. A nuestra derecha “La Torreta”, sólida torre de
buenos sillares rodeada de un foso. Es la Torre de Felipe II,
o Torre de Fusileros, los lugareños la llaman “Torre Espelunca” (espeluncas se llaman a las cosas de aspecto tenebroso) que al igual que el fuerte de Coll de Ladrones, fue
ideada por Spannocchi en 1592. En 1990 y con motivo de
la remodelación de la carretera, el ejército, su propietario,
quiso desmontarla y hacer su traslado a Jaca, en terrenos
de la Escuela Militar de Montaña y frente a la entrada al
Valle de Canfranc. Hubo oposición por parte de los vecinos
y ayuntamientos y tras un acuerdo, “La Torreta” sigue donde debe estar: en el lugar que vigila desde hace siglos.
Atravesamos el túnel de la carretera dejando a nuestra
izquierda la presa de Ip y su central eléctrica, que toma sus
aguas del lago de Ip, 1.000 m. por encima del río. Su construcción, iniciada en 1957, no fue concluida hasta 1971.
Para levantar la presa del lago y descender la tubería, fue
precisa la construcción de un plano inclinado llamado “el
carretón”, que constituyó un ingente trabajo en el que participaron más de 3.000 trabajadores venidos de toda España, que constituían ya una ciudad entre ellos, dotada de
todo tipo de servicios. Fue una obra de ingeniería, entonces
única en Europa.
Por unas escaleras de cemento descendemos a un
camino que nos lleva al puente sobre el río que hay que
atravesar. Pasado el puente tomaremos un camino en la
margen izquierda del Aragón, que por un espeso y bonito
bosquecillo de avellanos y bordeando algunos prados de
siega, recorre el valle elevado sobre el río. El camino alcanza un terreno más abierto, atraviesa el barranco de Ip por
un puente de cemento, y tras una corta subida desemboca
en una trocha maderera, que continuando la dirección,
conduce descendiendo ligeramente, al puente sobre el río
Aragón. Lo cruzaremos hasta la carretera y alcanzaremos
en pocos metros el pueblo de Canfranc, que atravesaremos
por su única calle.
anfranc.- Altitud 1.040 m. Su población, 70 habitantes. A Santiago 847 Km. Cuenta con un abundante turismo de temporada. Es el “Campus Francus” medieval. En aquella época, sus habitantes gozaban de privilegios y exenciones fiscales a cambio de mantener el camino de la frontera abierto y protegido.
Se sabe que en el año 1095 existía un hospital “al
servicio de los pobres y peregrinos”. En 1617, cuando ya
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contaba con 200 habitantes, el pueblo sufrió su primer incendio conocido, solo quedaron en pié la iglesia de la
Santísima Trinidad, dos casas, el castillo real y el molino
harinero.
Los escasos restos que quedan del castillo medieval
están entrando al pueblo, a la derecha; sus piedras fueron
empleadas, al igual que las de Santa Cristina, en la construcción de la carretera. Hacia el sur, quedan las ruinas de
algunas paredes y la torre de la vieja iglesia del siglo XII,
donación póstuma del prócer Blasco de Les, para ayuda y
alivio de peregrinos.
De este mismo siglo es el hermoso y bien conservado
puente románico que cruza el río Aragón en la salida hacia
Villanúa, con forma de arco de medio punto rebajado, utilizado durante siglos por viajeros y peregrinos.
La actual iglesia del pueblo, dedicada a la Asunción,
está situada en la plaza, data el siglo XVI y muestra un
portal gótico tardío.
Canfranc que a principios del siglo pasado, contaba
con 900 habitantes y disponía de tiendas y casino fue una
población próspera hasta el año 1944 en que un violento y
accidental incendio la destruyó por completo y la convirtió
en un pueblo casi abandonado. El incendio fue declarado
catástrofe nacional.
Saldremos del pueblo por su calle única, como indicábamos anteriormente, y al llegar a las últimas casas, tomaremos un camino que se desvía a la izquierda, que pasa
por delante de las ruinas de la antigua iglesia del siglo XII,
orilla del cementerio, y cruza el río Aragón por el puente
románico ya descrito.
Un bonito camino bien trazado nos llevará por la margen izquierda hasta que en las proximidades de Peña Caída coincide con la pista abierta para maquinaria pesada.
Pasado este tramo, el Camino continúa siempre por la margen izquierda del Aragón por encima de unas gargantas,
para adentrarse en una zona más abierta entre prados de
siega.
En uno de estos prados, grande, situado inmediatamente sobre el Camino, se encuentra un Dolmen oculto en
un círculo de maleza. Este “dolmen”, llamado “Casa de las
Güixas” (brujas), bien merecerá un corto desvío. Excavado
en 1975, es de entre todos conocidos el dolmen aragonés
más completo. Tiene planta rectangular de más de dos
metros de longitud y conserva la cubierta, túmulo de piedras y la parte del cierre de la cámara, cuyo suelo está
pavimentado por una gran losa. Tiene una estancia principal y siete cavidades laterales, bautizados con nombres tan
pomposos como: La Catedral, El campanario, El Laberinto,
El Belén, La Tortuga, La Cola de Caballo, La Tortuga y Las
Piletas. Está datado aproximadamente en el tercer milenio
A. C., con la llegada de las primeras culturas metalúrgicas.
Atravesada la zona de prados y tras un suave descenso por un camino pedregoso primero y empedrado después, se llega a Villanúa, desembocando junto al parque, al
lado del puente de acceso a la población.
illanúa.- Su población, 365 habitantes, altitud 953
m. A Santiago 842 Km. Es citado ya en escritos del
1079, con fuerte carácter medieval y formado por casonas
de piedra que rodean su iglesia parroquial de San Esteban,
del siglo XVIII, de tres naves, que posee en su cabecera
una valiosa talla de madera policromada de Nuestra Señora
de los Ángeles, con el Niño, de los siglos XI ó XII, y una
imagen de Santiago, gótica en madera bellamente policromada del siglo XIII.
La población está dividida en dos barrios, separados
por el río, perfectamente diferenciados tanto en materiales
como en uso y concepción.
El casco viejo, núcleo histórico del pueblo, situado en
la margen izquierda del río, conserva todavía algunas hermosas viviendas de piedra con tejados de losa y pórticos en
arco que sostienen escudos familiares.
Este núcleo está condicionado por la calle de la iglesia,
que conecta dos plazas y recibe callejas transversales. Está
declarado Conjunto Histórico Artístico.
El otro barrio de Villanúa, el llamado El Arrabal, agrupa
construcciones modernas, chales, apartamentos y adosados amontonados a lo largo de la carretera, constituyendo
un ejemplo de crecimiento desordenado y disarmónico con
el entorno. Es aquí donde se centran la mayor parte de los
servicios destinados al turismo.
Continuemos ahora nuestro caminar y tras cruzar el
puente nos situamos en El Arrabal. Las urbanizaciones
terminan frente a la gasolinera, y el Camino de Santiago,
destruida la traza histórica, obliga a tomar el camino del
ganado, la nueva “cabañera” que discurre junto a la carretera, y a la izquierda de esta.
Pasaremos bajo el caserío de Arruej, situado a la derecha de la carretera; después, sin abandonar la cabañera,
por la parte baja de una urbanización y tras 1’5 Km. llegaremos a un área de descanso, situada en una curva de la
carretera y en frente a una colonia de vacaciones. Atravesaremos la carretera y tomaremos un camino que se bifurca
frente a la colonia.
Elegir el de la izquierda, que bordeando la colonia
asciende entre campos hasta alcanzar una trocha-pista,
sobre un canal subterráneo, donde se encuentra una bifurcación. Continuaremos por una pista que, en dirección sur,
llegaremos a la carretera de Borau.
Descenderemos por ella y un poco antes de su cruce
con la nacional 330, a la derecha de una casa tomaremos
un camino. Nada más pasar la casa se atraviesa un pequeño barranco y tomaremos un camino ligeramente ascendente que, tras convertirse en pista, llanea atravesando una
gran meseta cultivada.
Tendremos que desechar los caminos que aparecerán
a derecha e izquierda. Desde un cruce, se continúa hacia
Castiello por un bonito camino empedrado y entre bojes.
Entramos en Castiello por la calle de Santiago.
astiello de Jaca.- Su población 182 habitantes,
altitud 921 m. A Santiago 835 Km. Pueblo ya mencionado en 1203 y que debe su nombre a un castillo situado
en el monte Grosín, del que no quedan más que algunos
vestigios. La población se asienta sobre un perfil morrénico,
está dividida por un barranco en dos barrios que antaño
agruparon un gran número de viviendas.
El pueblo está considerado conjunto Histórico Artístico.
La iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, es de estilo
románico, edificada entre los siglos XII y XIII, fue restaurada
en el siglo XVI, tiene tres naves y en su interior multitud de
reliquias, entre ellas, una custodia renacentista, una cruz
penitencial barroca y un relicario que contiene una astilla de
la cruz de Cristo y una púa de su corona de espinas.
En el río quedan las pilastras de un puente medieval, y
en los alrededores hay tres ermitas románicas del siglo XII:
San Bartolomé, Santa Juliana y La Virgen, las tres de nave
rectangular y ábside semicircular.
Las urbanizaciones modernas han comenzado a construirse recientemente, tanto en la parte baja del pueblo como en la alta.
Esperemos que estas no afecten al núcleo antiguo y
que su construcción se realice de forma racional, sin afear
ni banalizar esa parte de nuestro patrimonio que son las
antiguas poblaciones.
Y aquí, precisamente en esta parte moderna, es donde
damos por finalizada nuestra 1ª Etapa, junto a la carretera
nacional y en la embocadura del Valle de la Garcipollera,
precioso valle que bien se merece una caminata, de 12 Km.
en suave pendiente, hasta la románica ermita de Nuestra
Señora de Iguácel.
Lástima que se haya convertido este valle, en uno de
los más feroces ejemplos de la despoblación de nuestras
tierras: Bescós, Acin, Villanovilla, Larrosa, Bergosa...
Eran todos pueblos que llenaban de vida este valle, y
que hoy aparecen completamente abandonados y la mayoría de ellos en estado de ruina.
2ª Etapa (23 Km.)
Castiello de Jaca - Jaca - Santa
Cilia de Jaca
ealizamos esta bonita y cómoda marcha, entre
Castiello y Santa Cilia de Jaca. Etapa esta que tan
solo presenta dos pequeñas dificultades: una, la subida a la
fuente de la Salud, a la entrada de Jaca, y la otra, pasado el
campamento de las Batiellas, donde ascenderemos, a la
izquierda de la carretera, por una pista forestal, para evitar
así el recorrido de unos cuatro kilómetros por la Nacional
240.
El resto del Camino es muy fácil, y aunque el paisaje
no es tan bonito como en la anterior, seguro que también
nos va a gustar, pues a partir de Jaca y siguiendo el curso
del río Aragón, entraremos en la Canal de Berdún, que
también tiene su encanto y vistas muy preciosas, ya que si
el tiempo está despejado podremos contemplar hacia el
norte las cumbres de la Collarada, el Aspe, Los Lecherines
y el Visaurín y a nuestra izquierda, al sur, los potentes macizos de Oroel y San Juan de la Peña.
Iniciaremos nuestra andadura a partir de la carretera
nacional, en la parte baja del pueblo, tomando la pista del
Valle de la Garcipollera, la cual abandonaremos al poco
9
10
rato de haber cruzado el puente sobre el río Aragón, donde
tomaremos un camino de tierra que encontramos a nuestra
derecha. Descenderemos por dicho camino hasta encontrarnos el río Ijuez, que atravesaremos por una pasarela
habilitada en 2010. Solventado este punto, antes conflictivo
y que gracias a la pasarela ha quedado en el recuerdo. En
este lugar, y en la confluencia del río Ijuez con el Aragón,
se encuentra la ermita románica de Santa Juliana.
Cruzado el río encontramos el camino de cabañera,
que discurre paralelo al río Aragón, por su izquierda. Seguiremos el camino que encontraremos a la derecha y por
debajo de una casilla del ferrocarril de Canfranc, y entre
fincas de labor, iremos a desembocar al puente de Torrijos,
en el antiguo trazado de la Nacional 330, la que seguiremos unos metros hasta alcanzar el nuevo puente que cruzaremos para tomar un camino a su derecha. Este desciende a veces del nivel de la carretera, sin apartarse mucho de
ella ni atravesarla.
La Venta de Charli y el Puente de las Grallas quedarán a la derecha. A un kilómetro de Jaca, al comienzo de
una gran curva que describe la carretera para llegar a la
ciudad, el camino se separa de ella y desciende. Pasamos
junto a la Ermita de San Cristóbal y cruzamos un puente
románico. Entorno sereno y de gran belleza. La ermita se
encuentra bien conservada, rodeada de una espesa y refrescante vegetación; fue construida con sillarejo en 1796
por un tal Francisco Villanúa de Jaca, según reza la placa
de la puerta. Sin embargo, esta construcción sucede a otra
medieval que aquí se erigía, y que estaba cuidada por un
clérigo, el “frate” de San Cristóbal.
El Camino continúa recto hacia la ciudad, ascendiendo
hasta alcanzar en su entrada el nivel de la carretera, a pocos metros de un pequeño parque, magnífico balcón mirador sobre el valle del río Aragón, con una acogedora fuente
“de la Salud”, que nos recuerda la ubicación del Hospital de
la Salud, dedicado a los peregrinos leprosos y del que sólo
se conserva un capitel, expuesto en los jardines que hoy
llevan su nombre. A partir de aquí, dos son los caminos
hacia Jaca. El uno fue transformado en carretera internacional asfaltada y nos sirve como itinerario jacobeo.
El otro, el que vamos a llevar nosotros, el Camino
histórico por el que transitaron Santos, Reyes, Príncipes y
miles de peregrinos, es el actual Camino de la Cantera o de
Mocorones, que con firme de tierra hoy, se conserva como
en el siglo VIII, bordeando la meseta, con su largo balcón
mirador sobre el río y valles del Aragón, hasta llegar al
Rompeolas del Parque, continuando siempre bordeando la
meseta hasta el actual cementerio.
La belleza paisajística de este histórico Camino a su
paso por la primera capital de Aragón, debe ser conservada
con su actual firme de tierra, no solo por que así lo diga la
ley, al haber sido declarado por la UNESCO, Patrimonio de
la Humanidad, el más valioso de los títulos, sino también
por sus propios valores intrínsecos.
aca.- Su población, 11.840 habitantes altitud 818 m.
A Santiago 826 Km. Tiene un refugio de 30 plazas, con
salón, cocina y agua caliente. Junto al viejo Camino de
Santiago, se encontraba el Burgo o Burnao, que situado en
las afueras de la ciudad amurallada de Jaca, era el lugar de
alojamiento de peregrinos y de artesanos que trabajaban
para ellos; contaba el barrio con varias iglesias. Todo ello
fue destruido para edificar en 1592 la actual Ciudadela.
Tocando a las murallas (hoy destruidas por la ignorancia, quedan unos 50 metros), está la Catedral, que al igual
que la Ciudadela detallamos más adelante.
Monumentos importantes son: La Torre del Reloj o del
Merino de finales del siglo XIII, que ocupa el solar del Palacio Real y cerca de ésta se encuentra la Casa Consistorial,
con portada del plateresco aragonés, siglo XVI.
La iglesia de San Salvador y San Ginés, del siglo XII,
con su notable sarcófago de la infanta Doña Sancha, hija
del rey Ramiro I, construido en el año 1097. En la iglesia de
Santiago, ya restaurada en 1088, por el Obispo Don Pedro
I, y renovada en el siglo XVIII, hay una interesante pila
bautismal de estilo románico.
Pero, para muchos jacetanos, el mejor monumento es
la Naturaleza, sus valles, sus vistas, sus paisajes, sus ríos,
que quieren preservar, junto a los monumentos artísticos,
para legarlo a generaciones futuras.
CATEDRAL DE JACA
ue mandada edificar en el siglo XI por el Rey Ramiro I
de Aragón. Es de planta basilical con crucero. Tiene
tres naves, la central más elevada y separada de las laterales mediante soportes alternados: pilares cruciformes y
columnas de fuste muy grueso, todos con capiteles ricamente decorados.
El crucero se cubre con bóveda de cañón y en su centro se levanta una cúpula nervada de arcos cruzados apoyada en trompas cónicas.
Triple ábside escalonado en planta, el central fue ampliado en el siglo XVIII, los laterales se cubren con bóveda
de horno. Están decorados en el exterior con capiteles,
columnas, canecillos labrados y ventanales de arco de
medio punto (derramados en el interior); estos grandes
vanos se distribuyen alrededor de todo el edificio. Otro
motivo decorativo es el “ajedrezado” que por nacer aquí, se
denominará “jaqués”.
El atrio principal u occidental está cubierto con bóveda
de cañón. Tiene seis grandes figuras de los apóstoles (uno
de ellos Santiago) que antaño decoraban el retablo mayor.
La Magna Porta está orlada de archivoltas y un hermoso y
majestuoso crismón, tan repetido después a lo largo del
Camino. El acceso lateral o sur, es posterior; además de su
portada y preciosos capiteles, conserva la “vara jaquesa”.
El Museo Diocesano de Pintura Románica está situado en la antigua capilla del Pilar, donde podremos contemplar, del siglo XII los ábsides de Susín, Ruesta, Navasa y
de la grandiosa ermita de Bagües; del siglo XIII Urriés,
Orús, Escó, Sorripas, Cerésola y el completísimo ábside de
Osia; del siglo XIV Ipas, y de transición del XIII al XIV el de
Concilio.
11
LA CIUDADELA
“FUERTE DE SAN PEDRO”
egundo edificio más importante de la ciudad tras la
Catedral; es una gigantesca construcción pentagonal
en forma de estrella, y rodeada de un profundo foso. Comenzó a construirse bajo el reinado de Felipe II y terminada por Felipe III en el año 1641.
Muestra una poderosa muralla de planta pentagonal,
de 260 metros de lado. Conserva perfectos los fosos y la
plaza de armas y es sede aún de la Comandancia Militar.
Única completa en su fábrica que queda en España. Fue
declarada Monumento Nacional en 1951.
Motivo de su construcción: los graves desórdenes
provocados por la huida de Antonio Pérez (1590) y su
posterior intento de invadir Aragón desde Francia. Ante
esto y el peligro hugonote, Felipe II decide la construcción
de un plan defensivo que se centre en Jaca.
Su último episodio guerrero fue en 1814. Jaca había
sido tomada por los franceses de Napoleón sin lucha en
1809. Permanecieron aquí cinco años, hasta que el 17 de
febrero de 1814, Espoz y Mina, desde Navarra, logra expulsarlos. Una caballerosa acta de rendición, concede a
los vencidos la salida con todos los honores y son acompañados hacia el Somport y Urdós los 702 franceses que
superviven al asedio.
Dejamos a nuestra izquierda la bella ciudad de Jaca,
una de las primeras ciudades documentadas de nuestra
historia, y salimos de la ciudad por el Mirador del Parque,
siguiendo el Camino que por detrás del Camping Victoria y
siguiendo el curso de un pequeño canal, desciende un
poco y nos lleva a pasar por las edificaciones del Campamento Militar de las Batiellas. Antiguamente los peregrinos
salían de Jaca por la puerta de los Baños, pero hoy no la
busquéis, ya que fue demolida en el siglo XVIII.
Unos 800 metros después, el sendero alcanza la carretera y la cruza, para continuar ahora por su izquierda,
siempre paralelo a ella, aunque más alejado, coincidiendo
siempre con la cabañera. Muy pronto se alcanza el Barranco de Atarés, que se cruza habitualmente sin problemas
(sí hubiese fuerte crecida, habría que retornar a la Nacional 240 que se encuentra a 100 m. aguas abajo).
Cruzado el barranco llegamos a la carretera de
Atarés, por la que descendemos hacia la derecha, y sin
llegar a la general, porque antes se toma un camino a la
izquierda paralelo a la carretera y a la Escuela de Capacitación Agraria, y más tarde asciende considerablemente
entre bosques de roble y pino.
El Camino baja luego hasta la confluencia de la antigua carretera, a Santa Cruz de la Serós, la que seguiremos unos metros para abandonarla a la derecha por un
camino que cruza otro barranco y nos deja en la antigua
Venta de Esculabolsas, hoy Hotel Aragón. El Camino pasa
tras la piscina del Hotel y cruza la nueva carretera a Santa
Cruz de la Serós. Continúa hacia el oeste, siempre al sur
de la Nacional, durante 1’5 Km. junto a campos de cultivo.
12
Tras un pequeño ascenso se llega a una curva de la
carretera a Binacua. La seguiremos hacia la derecha en
descenso, hasta la siguiente curva, donde la abandonamos por la izquierda descendiendo por un sendero que la
ataja, en dirección a unas casas.
Desde ellas, quedando la carretera a la derecha, se
atraviesa un barranco por una pista con su puente, que se
sigue junto a unas edificaciones hasta desembocar en la
carretera nacional, que habrá que atravesar frente al desvío a Santa Cilia y Somanés. Por esta entrada llegamos a
Santa Cilia y damos por concluida la etapa.
anta Cilia de Jaca.- Su población, 176 habitantes
altitud 649 m. A Santiago 810 Km. Tiene un nuevo y
bonito refugio municipal de 16 plazas. Situada en la margen izquierda del río Aragón. En la plaza mayor hay un
monumento al peregrino de chapa. Santa Cilia constituye
un núcleo importante, denso, y de trama viaria compleja
cuyo eje es la Calle Mayor.
Se sabe que ya era pueblo en el año 989 cuando fue
donado por el rey Sancho Garcés II al monasterio de San
Juan, que estaba situado a la orilla del río, y en cuyo emplazamiento existe actualmente otro del siglo XVII.
Fueron los monjes del primitivo monasterio los que
construyeron el dique de piedra que protege aun hoy el
pueblo de las crecidas del río Aragón.
En el año 1098, Pedro I concede a sus habitantes
franquicias y beneficios.
Cerca del Camino existía la capilla de San Décimo, de
la que solamente quedan las bases de piedra.
a iglesia parroquial del Salvador, data del siglo XVII,
es de nave rectangular, posee una torre muy esbelta
y guarda un retablo renacentista de 1565. Otro edificio de
interés es “El Palacio”, del siglo XV-XVI, con puerta adovelada, amplia fachada y numerosos vanos uno de ellos geminado, con arquitos lobulados, rematado en saliente alero.
La arquitectura popular alto aragonesa alcanza, en
algunos casos, su máxima expresión. Ya se hace anunciar
desde el Camino, con la gigantesca chimenea de la pardina de Cascallo.
El pueblo está declarado Conjunto Histórico Artístico.
L
3ª Etapa (27 Km.)
Santa Cilia de Jaca-Artieda
alimos de Santa Cilia, y vamos caminando por un
camino paralelo a la carretera por un lado y luego por
el otro, para después de caminar unos seis kilómetros
llegar a Puente la Reina de Jaca.
uente la Reina de Jaca.- Su población, 55 habitantes. Altitud 618 m. A Santiago 803 Km. Pueblo
típico tradicional del alto Aragón que da paso al valle de
Hecho que, junto con el valle de Ansó tienen su dialecto
vernáculo, sus costumbres y trajes típicos. Fue durante la
13
Edad Media residencia de reyes y reinas.
Es aquí donde se unen la ruta de Somport, Jaca y la
que entraba por el Puerto del Palo, que bajaba por el valle
de Hecho, y también donde se dividía para ir un camino por
cada margen del río Aragón.
Actualmente ofrece el aspecto de un pueblo nuevo,
orientado principalmente a la hostelería turística y otros
servicios, aprovechando su posición viaria privilegiada. Hay
Ayuntamiento, pero no iglesia parroquial. Para suplir esta
carencia se alza la próxima ermita de San Babil, que es
románica, del siglo XII. Consta de una sola nave y ábside
semicircular.
Los antiguos peregrinos del camino de Santiago se
detenían en Puente la Reina para reponer fuerzas. En la
actualidad sucede otro tanto, aunque haya cambiado el
sentido del peregrinaje
En la Edad Media, existía en Puente la Reina un importante Monasterio llamado Astorit, conocido por antiguos
documentos (Aymeric Picaud entre ellos), del que hoy día
no queda ningún resto. Existía un puente, también desaparecido; el actual data de 1870. Aquí confluía (como digo al
empezar) también el camino que atravesaba el Pirineo por
el Puerto del Palo, camino más antiguo que el del Somport,
y que procedente de los pueblos franceses de Borce y
Lescún, llegaba hasta aquí siguiendo el curso del río
Aragón-Subordan, atravesando la Selva de Oza, y la Boca
del Infierno. Pasa por el Monasterio de Siresa (siglo IX) y la
villa de Hecho, ruta utilizada principalmente hasta el siglo
XI.
Nosotros continuamos por la carreterita que conduce a
Arrés, después de haber cruzado el puente del río Aragón
en la carretera nacional. Caminaremos por el camino de
Arrés, como tres Km., hasta pasar por la Venta de Samitier,
entre campos de cultivo, principalmente cereal, hasta una
curva dominada por unas grandes naves ganaderas, lugar
en que la carretera asfaltada se eleva hacia el sur para
ascender hasta Arrés, que se divisa en lo alto de un montículo, y a donde nosotros solo subiremos, si necesitamos
hacer uso de su refugio de 16 plazas.
rrés.- Su población, 14 habitantes, altitud 965 m.
A Santiago 797 Km. Pueblo nombrado en el año
1096, en una donación de San Juan de la Peña, está dominado por los restos de un castillo del siglo XV. La parroquial
de la Concepción es del siglo XVI. Bajo el caserío, en el
siglo XII se encontraba el Monasterio de Santa Culumba.
Dejamos la carretera nacional tomando una espléndida pista agrícola, recientemente construida al efectuar la
concentración parcelaria de la zona. A los tres Km. de pista, llegamos a la “Pardina de Solano” explotación agro ganadera que se atraviesa por su mitad. Hemos de procurar
no molestar al ganado, que por cierto está protegido por
vallas electrificadas. Tras atravesar por un puente el barranco de La Guarda, la pista sigue llaneando hasta el barranco de Patral. Una vez cruzado encontramos una pequeña subida que nos sitúa en la cota 604. Desde éste lugar la
vista es impresionante. Si el día está despejado, desde
aquí se divisa gran parte de la Cordillera Pirenaica, con
14
todas sus cimas. Más próximas, y delante de aquellas, la
mole boscosa de la sierra de Orba, coronada por unos
cortados rocosos; un poco más allá, a su izquierda la sierra
de Leyre, cuya larga y regular cresta sigue la misma dirección que lleva la ruta.
En medio, separando las dos sierras, queda un profundo tajo surcado por el río Esca, todo ello en territorio zaragozano. También se divisa perfectamente el pueblo de
Berdún, elevado sobre un cerro alargado y con parte de su
casco urbano en pendiente y orientado a la solana. Seguirá
siendo nuestra referencia. A nuestra izquierda, los montes
de Samitier, Parueta y Peña Nobla.
Dejamos la pista por un camino a la derecha y empiezan a aparecer pequeños cerros fuertemente erosionados.
En la ascensión a uno de ellos hay un nuevo desvío a la
derecha, rodeando una loma. Un kilómetro después aparece la carretera que va desde Berdún a Martes; hay un
buzón en el cruce y unos planos orientadores.
El resto del camino es algo más duro, sin llegar a serlo
excesivamente y ha sido, como toda la parte anterior, recientemente señalizado por miembros de nuestra Asociación. Cruzamos la carretera y dejamos dos caminos a
nuestra izquierda que ascienden al pueblo de Martes, en el
que no entramos, ya que hay pocos servicios para el peregrino.
artes.- Su población, 32 habitantes, altitud 612
m. A Santiago 793 Km. La iglesia parroquial está
dedicada a Nuestra Señora de las Candelas. Es del siglo
XV y responde al tradicional estilo gótico aragonés. Consta
de una nave, bóvedas nervadas y capillas simétricas.
En la primera curva, el trazado continúa de frente
hacia unas casas. Es el lugar donde acaba la larga y fértil
terraza oscense y punto final de la Jacetania. Es el límite
con la provincia de Zaragoza, justo en el fondo del barranco
de Sobresechos. El terreno que pisamos se transforma y
empieza una serie de barrancos continuados donde la erosión, en muchos tramos, ha desfigurado el Camino.
Ascendemos y cruzamos por dos montículos, para
descender nuevamente y cruzar un nuevo barranco, el de
Calcones, que probablemente tengamos que vadear pisando algo de agua. Aquí dicen que estaba el límite de los
reinos de Aragón y Navarra en el siglo XI. El Camino asciende de nuevo a la meseta y serpentea después por una
garganta de altas lomas muy descarnadas.
A nuestra derecha, la Granja de San Martín, propiedad
y residencia de nuestro buen amigo y asociado Francisco
de Asís Peralta Abad, gran amigo de los peregrinos y del
Camino de Santiago, donde podrás descansar y te prestaran ayuda, si la necesitas; a nuestra izquierda el desvío
hacia Mianos, al que no subimos, ya que hay pocos servicios para el peregrino.
ianos.- Su población, 54 habitantes. Altitud 686
m. A Santiago 786 Km. La iglesia parroquial data
del siglo XII, pero profundamente reconstruida en el siglo
XVI, está dedicada a Santa Ana. Tiene portada de arco de
medio punto con baquetones góticos, que se ve coronada
por una sencilla imposta renacentista.
La torre tiene planta cuadrada, subiendo a escasa
altura. La nave del templo se prolonga por la cabecera, y
ofrece la particularidad de abrir una capilla al dorso del
presbiterio, a la que se accede por el exterior, bajo pórtico
atravesado por dos arcos que comunican con la plaza.
Tiene dos retablos del siglo XVI y una pequeña colección
de orfebrería.
Tan sólo 3’5 Km. nos separan del final de esta etapa.
Ya se divisan las aguas remansadas del pantano de Yesa
y, recostado en la sierra, el Monasterio de Leyre; más a la
derecha, enfrente a nosotros, los pueblos de Sigüés, Escó
y Tiermas, todos ellos en el antiguo camino y abandonados
al haber sido anegadas sus tierras por las aguas del pantano.
De nuevo el camino asciende con una fuerte curva
para dirigirse a la carretera de Mianos a Artieda.
Poco antes de la curva la abandonaremos por la derecha, por un camino peor, que pasa al borde de una cárcava, donde las aguas de arroyada lo han erosionado por
completo. Descenderemos por las margas y cruzaremos el
barranco que proviene de Artieda. Por fin, tras el ascenso
por empinado sendero hasta la meseta, encontraremos el
Corral de Peroneo en un cruce de pistas, lugar éste, junto
al cementerio, donde daremos por finalizada nuestra etapa
de hoy.
4ª Etapa (34 Km.)
Artieda - Sangüesa
rtieda.- Su población, 105 habitantes altitud 652
m. A Santiago 781 Km. Tiene un refugio de peregrinos de 20 plazas. El edificio parroquial está dedicado a San
Martín, tiene la fábrica de sillería, con portada sencilla en
uno de los laterales de su única nave.
La torre es cuadrada. Consta de tres cuerpos iguales,
separados por una imposta lisa. Le falta el remate del chapitel, sustituido por una terraza. El interior del edificio es de
origen románico del siglo XII. Se conserva el ábside circular, pero presenta sensibles reformas del siglo XVI, cuando
se añadieron dos capillas a modo de crucero, a ambos
lados. La de la epístola, de planta cuadrada, cubierta con
bóveda de crucería estrellada, y la del Evangelio, cubierta
con bóveda de arista. A los pies se alza el coro sobre entramado de madera.
Los retablos, así como las piezas de orfebrería, corresponden a los siglos XVI y XVII.
Comenzamos la etapa, y descenderemos hasta el
Corral de Peroneo, muy cerca del cementerio de Artieda.
Tomaremos un camino agrícola hacia el oeste, que tras
caminar 1 Km. alcanza la carretera de Artieda a Mianos,
junto a una edificación. El camino atraviesa dicha carretera
y continúa por camino de tierra unos 700 m. hasta desembocar de nuevo en la carretera, por la que habrá de seguirse.
En adelante la traza histórica del Camino ha desapare-
cido, corre por debajo de la carretera o se encuentra en un
estado de total abandono. Así pues, ha de tomarse la carretera durante 3’5 Km., hasta el Km. 27’700, donde se
toma a la derecha la traza histórica, que a través de un
bosque de robles y encinas y varios campos de labor, nos
sitúa en la románica ermita de San Juan Bautista, en cuyo
ábside se encontraban los frescos románicos del maestro
de Ruesta, hoy en el Museo Diocesano de Jaca. Es el único resto que queda de la que fue abadía de Maltray, construida por orden del Rey de Pamplona, Sancho Garcés en
el año 911. En 1054 paso a depender, al conquistar estas
tierras, del Rey de Aragón Ramiro I.
Se sale de nuevo a la carretera y tras una curva llegamos al final de la primera parte de la etapa, Ruesta.
uesta.- Su población 3 habitantes, altitud 553 m.
A Santiago 770 Km. Hay en la actualidad, un refugio
particular de 78 plazas, restaurado por jóvenes de la C. G.
T. Desde la ermita se asciende suavemente hasta divisar la
imponente estructura de su castillo cuya edificación se
debió iniciar en el siglo XI, sobre los restos de lo que fue
una fortificación musulmana, abandonada tras su conquista
por Sancho I Garcés de Pamplona.
Más tarde fue remodelado en los siglos XII y XIII. Seguramente contó con otros torreones que cerrarían los
laterales. Actualmente se conservan dos torreones y un
paño de muralla.
Recorriendo el barranco que franquea el perímetro del
pueblo, se accede a la entrada de lo que fue Villa de Ruesta y en este punto confluyen los caminos de Artieda, Tiermas y Sos del Rey Católico.
Ruesta, fue de importancia estratégica fundamental,
tanto por su valor defensivo como punto de paso de la Ruta
Jacobea, sufrió diversas vicisitudes a lo largo de la convulsiva Edad Media, siendo primera línea defensiva del Reino
de Aragón contra las invasiones y correrías del vecino reino
navarro.
En los siglos XII y XIII tuvo un relevante papel conjugando las facetas militar y mercantil. Disponía de un albergue con horno, encomendado a los judíos, siendo esta
comunidad la responsable de la “tenencia” del castillo, lo
que suponía su defensa y manutención. Los hebreos contaban con una importante presencia en el conjunto de los
habitantes de la villa.
El acceso a la Villa se realiza por el paso formado por
el caserón de los Marqueses de la Cadena y la iglesia de
Santa María, del siglo XVI, (hoy totalmente en ruinas ambas) con probabilidad edificada sobre los restos de una
antigua ermita.
Recorriendo el poblado por la calle Mayor, nos franquean a derecha e izquierda las fachadas de señoriales
caserones edificados en su totalidad en los siglos XV al
XIX, ascendiendo posteriormente hacia la actual entrada
del castillo, desde cuyas ruinas contemplamos un espléndido paisaje del Valle del río Aragón, así como del río Regal,
hasta su desembocadura en el Embalse de Yesa.
La vista se detiene en el Pueyo de Tiermas con su
caserío, hoy también despoblado. Es fácil comprender en15
16
tonces el papel estratégico de estas dos poblaciones que
servían como verdadero cerrojo de la Canal de Berdún.
La construcción del Embalse de Yesa, supuso el abandono de la Villa, junto con la de Escó y Tiermas. El Pantano
firmó la sentencia de muerte para las tres poblaciones en el
año 1963. La mayoría de su población se encaminaron a
Zaragoza, Pamplona y Barcelona, aunque algunos pocos
se establecieron en los pueblos de colonización de las Cinco Villas, comarca que se vio beneficiada por el Canal de
las Bardenas, cuya agua riega sus tierras.
También supuso la desaparición de uno de los ramales históricos del Camino de Santiago por la margen derecha del río Aragón, así como el camino que unía Ruesta
con Tiermas. También las aguas ocultan los restos de
túmulos funerarios del siglo V antes de Cristo, que en épocas de estiaje afloran como testigos mudos del pasado.
Existe un proyecto de recrecimiento de la actual presa
que supondría la elevación del nivel actual en 34 metros, a
la cota 524’20 sobre el nivel del mar, lo que supondría la
anegación del pueblo de Sigües y la construcción de varias
decenas de kilómetros de nueva carretera por la falda de la
Sierra de Leire. Será, si esto sucede, como en el caso de
Ruesta, que tuvo que morir, en aras de las aguas vivificadoras, holocausto de un pueblo para que otros pueblos
puedan asegurar mejor su futuro. Las aguas redentoras del
Pantano de Yesa, en la alta Zaragoza, exigieron éste y
otros muchos sacrificios. Ahora, a Ruesta, no le queda
siquiera el consuelo de contemplar el ejemplo de Tiermas,
allí enfrente, como emergiendo del embalse coronando el
monte, otro pueblo fortaleza sacrificado al beneficio común.
Es lo que se dice siempre.
Triste destino de los pueblos que se quedan solos,
muertos para siempre; aunque uno piensa que Ruesta
podría resucitar al amor del paisaje. ¿Por qué no aprovechar las posibilidades turísticas que brinda?.
No tengáis prisa al pasar por Ruesta; pasar despacio,
contemplad su ruina y pensar en aquellas gentes que con
tanto amor y sacrificio levantaron ésta Villa y tuvieron que
abandonarla con lágrimas en sus ojos.
Una vez que ya hemos atravesado el pueblo abandonado, y descendiendo por una de sus calles, se toma un
camino que lleva a cruzar el río Regal, por un moderno
puente construido en el Jacobeo 93 y junto a otro viejo
puente, para así llegar al Camping que se encuentra situado cerca de la ermita de Santiago de Ruesta y junto a la
gratificante fuente con el mismo nombre.
A partir de la ermita de Santiago, se afrontan las estribaciones de la sierra de Peña Musera.
El camino asciende por una pista forestal, la pendiente
que iniciamos en este punto, sin ser excesivamente dura, sí
que al menos podríamos considerarla como fuerte y prolongada.
Pasaremos de los 450 metros en que se encuentra el
camping a los 865 en la cota máxima. El camino es bonito;
nada más salir de Ruesta se contempla un paisaje precioso
del pueblo, el pantano y la sierra de Leire al fondo. Tras un
giro a la derecha, continuaremos por la pista, durante unos
cinco kilómetros que restan hasta la cumbre. El camino es
bonito y transcurre todo él entre un espeso y limpio pinar;
parece ser que aquí no ha llegado la procesionaria.
No cabe perderse, las flechas amarillas del Camino no
dejan que lo hagas. Una vez en la cumbre y tras un llano,
aparece a la vista Undués. Iniciado el descenso, abandonamos la pista, que se dirige a Sangüesa, y seguimos por la
izquierda, por unas rodadas sobre el monte bajo que llevan
una dirección rectilínea hacia el pueblo.
Poco antes de llegar al arroyo Molinar, encontramos
un bonito camino empedrado, es la famosa “Calzada Romana” que cruza el río y luego tras una fuerte pero corta
subida, se llega al pueblo pasando junto al lavadero, para
desembocar en una plazoleta de la extremidad norte del
casco urbano y donde está situado el albergue de peregrinos.
ndués de Lerda.- Su población, 45 habitantes, altitud 642 m. A Santiago 758 Km. Tiene un Refugio de 60 plazas, salón, cocina y agua
caliente. Es el último pueblo en nuestro recorrido
aragonés, a escasos kilómetros del límite con la vecina Navarra (a la que perteneció alternativamente
en ocasiones a lo largo de la historia).
Lugar de paso y parada del peregrino, y también
importante lugar de paso en aquellos tiempos en que ésta
comarca conoció días mejores y los caminos, bien cuidados, eran el medio obligado de peregrinos, viajeros, ganados y pastores, bandidos, artes, modas y culturas. Aún
recuerdan algunos habitantes cuando, en su infancia, pasaba por aquí todos los años una caravana de hombres y
caballerías de origen y destino desconocidos, a los que
llamaban “Los del Camino de Santiago”, que misteriosamente, no entraban en el pueblo, por donde pasa el trazado
directo y más corto del Camino, sino que daban un pequeño rodeo para evitarlo y retomar éste más adelante. Por
qué daban este rodeo, no lo sabe nadie. ¿Recuerdo de
antiguos peajes a evitar? ¿Maldiciones? ¿Quiénes eran
estos misteriosos viajeros?.
Este pueblo es un buen ejemplo del despoblamiento
que ha acarreado el envejecimiento de la población en esta
comarca. De los 480 habitantes con los que contaba a principios del siglo XX, sólo quedan alrededor de 30, y estos de
edad avanzada. Entre sus casas, de una construcción
espléndida de dura piedra arenisca, con cantos y vanos de
sillar y tejados en su mayoría de teja árabe, hay una gran
proporción de edificios arruinados y abandonados. La disposición del pueblo es de origen medieval, en torno a la
iglesia parroquial. Esta, dedicada a San Martín de Tours, es
del siglo XVI, de grandes proporciones y construida en
buena sillería. En el interior se aprecia la nave con crucero
y cabecera cuadrada, cubierta con bóveda estrellada. Otros
elementos son: el coro de tracería gótico mudéjar, una pila
bautismal del siglo XIII y el retablo mayor del XVI. Ha sido
recientemente restaurada, así como los exteriores que la
rodean.
Entre las hermosas construcciones civiles de Undués
de Lerda, destacan varias casas señoriales, que atestiguan
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la riqueza de tiempos pasados, como un edificio gótico de
dos plantas, y dos casas-palacios del siglo XVIII, al igual
que la casa Ayuntamiento, bonito edificio en mampostería y
ladrillo del siglo XV, con reformas del XVII, en el que en las
dos plantas superiores está situado el albergue de peregrinos.
Efectuamos la salida desde la plazoleta del Albergue,
y siguiendo las flechas amarillas descenderemos por una
calle que, un poco más adelante, se transforma en una
pista. Inmediatamente después, se deja la pista para tomar
a la izquierda una amplia cañada a la que sigue el viejo
camino, que desemboca, tras 300 metros, en la pista mencionada, habiendo acortado una revuelta. A un lado queda
lo poco que queda de monte con carrascas. El antiguo
camino, convertido en pista, se desarrolla siempre sobre la
margen izquierda del arroyo de Molinar.
Tras una hora aproximada de camino, llegamos al
límite de Aragón con Navarra, y a la izquierda del Camino
encontramos un panel indicador y una gran piedra que
sirve de muga.
El Camino se dirige a Sangüesa, siempre al oeste, y
llevando como guía, a nuestra derecha, la ermita del Socorro. Atravesamos la carretera del Canal de las Bardenas,
(bajo nuestros pies, y a profundidad, un túnel conduciendo
las aguas del Canal; no es visible), cien metros al sur de un
corral, para continuar por un camino de concentración parcelaria durante 4 Km., tras los cuales contactamos con la
carretera de Sangüesa a Javier, sin arcén, y por la que
caminaremos con mucho cuidado, como un kilómetro, hasta llegar a las inmediaciones de Sangüesa.
angüesa (Zangotza).- Su población, 4.583 habitantes, altitud 404 m. A Santiago 747 Km. Tiene un
refugio de 10 plazas, salón, cocina y agua caliente. La antigua “Sancosa” prerromana, cuyo solar se encontraba al
otro lado del río Aragón, sobre el alto de “Rocaforte”.
Ciudad importantísima en el camino de Santiago, debe
su esplendor a la peregrinación. En 1122, Alfonso I “el Batallador” le concedió el Fuero de Jaca, y a partir de ese
momento, comienzan a asentarse numerosos forasteros,
para constituir el “Burgo nuevo”, que en realidad da origen
a la ciudad.
Quizás a esta fundación tan tardía, se debe el hecho
de que Aymeric no la nombre en su famosa “Guía” compuesta hacia 1130. Los vestigios de su pasado jacobeo,
además de abundantes, son excepcionales.
En su calle Mayor, que atraviesa toda la población,
hay casonas señoriales de ventanales góticos y conventos
de grandes aleros, típicas tiendas antiguas y monumentales iglesias. Al final de la calle Mayor, la “sirga peregrinal”
de Sangüesa, se levanta la soberbia Colegiata de Santa
María la Real, de planta de cruz latina, con tres naves rematadas por sendos ábsides y con una esbelta y majestuosa torre, rematada por una flecha del siglo XIII que se ha
convertido en el símbolo de Sangüesa. En su interior se
venera la imagen gótica de Nuestra Señora de Rocamador,
la célebre advocación francesa tan ligada a la peregrinación. En la sacristía se guarda una custodia procesional del
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siglo XV.
La iglesia de Santiago (siglos XII-XIII), aparte de su
esbelta torre cuadrangular, presenta en la portada una
estatua policromada de Santiago “Peregrino” del siglo XVI.
En la capilla del ábside, está colocada una gran escultura gótica de Santiago, de piedra labrada, encontrada bajo
la tarima en 1964.
Además de éstas, merecen visitarse la iglesia de San
Francisco, fundada en 1266 por Teobaldo II; el Ayuntamiento; el Castillo Medieval de los Reyes de Navarra, hoy
llamado Palacio del Príncipe de Viana, recientemente restaurado; la Casa Rectoral, situada enfrente de la iglesia de
Santiago y con numerosos motivos jacobeos en su fachada, y en las afueras la ermita de San Adrián.
5ª Etapa (30 Km.)
Sangüesa - Monreal
niciaremos nuestro caminar cruzando la ciudad por su
Rúa Mayor, calle principal y “Sirga Peregrinal”, que a
través del trazado reticular de la nueva ciudad, creada por
los arquitectos del rey Batallador Alfonso I, nos situará, tras
pasar por la increíble portada de Santa María, en el puente
del río Aragón.
De él nos despedimos con pena ya que ha sido, desde su
nacimiento allá en Somport, compañero nuestro de camino
durante un centenar de kilómetros, en el transcurso de
nuestras etapas anteriores.
Dos comarcas muy distintas vamos a recorrer en estas dos
etapas que nos ocupan. La Navarra Media Oriental, lindante con nuestra Provincia de Zaragoza, y la Comarca de la
Montaña, en su parte más baja, la Cuenca de LumbierAoiz.
Así pues, una vez cruzado el puente metálico sobre el río
Aragón a la salida de Sangüesa, y tras un recorrido de
medio kilómetro por la NA-127, tenemos el desvío hacia
Rocaforte. Quizá es el camino más histórico, es más directo, pero hay 15 Km. hasta llegar a Izco sin pueblos y es
mas aburrido.
Nosotros continuaremos por la derecha, por la carretera
hasta la gasolinera y cafetería Latorre, y así llegaremos a
Liédena
iedena.- Su población, 338 habitantes, altitud 450
m. A Santiago 742 Km. Cruzaremos el puente sobre
el río Irati y proseguiremos a la izquierda por un camino
peatonal asfaltado que se halla limitado por su flanco derecho por un seto.
Luego continuamos por la calle que da comienzo en este
punto y siguiendo las indicaciones de las flechas amarillas.
Dicha calle desemboca en un camino que discurre por
lo que antaño fue el trazado del desaparecido ferrocarril de
vía estrecha de “El Irati”, que unía Pamplona con Sangüesa.
Este ferrocarril estuvo en funcionamiento entre los
años 1911 y 1955, y fue uno de los primeros ejemplos de
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tren con tracción eléctrica en España. La composición pedregosa de la pista, los restos de un pequeño muelleapeadero y la hilera de postes que jalonan el trazado, delatan su origen y lo hacen inconfundible.
Seguiremos la pista durante 2’5 Km., llevando a nuestra derecha las últimas estribaciones de la sierra de Leyre,
donde vemos algunas canteras de piedra, y a nuestra izquierda el bonito paisaje del curso del río Irati y sus frondosas arboledas. (¡como nos recuerda este tramo a nuestro
Camino Jacobeo del Ebro!)
Tras caminar una media hora, llegamos a la boca del
túnel que da acceso al interior de la Foz de Lumbier
Antes de cruzar el túnel, un agreste sendero que nace
a su izquierda conduce hasta el lugar donde se encuentran
los restos del puente romano. Su único arco (volado en la
guerra de la Independencia) tiene 8 metros de luz y 15 de
altura sobre el nivel del río. Desde este punto se disfruta de
una impresionante vista de La Foz de Lumbier, profunda
garganta horadada por las aguas del río Irati, paraíso ornitológico y refugio de una gran variedad de aves; está declarada zona protegida. Vale la pena detenerse un rato y contemplar su belleza.
Regresamos de nuevo a la pista, y una vez que atravesemos el túnel (tiene 200 m. y describe un trazado en
curva que obliga al uso de linternas en su zona central), el
camino, tras pasar un segundo túnel, éste en línea recta,
discurre paralelo al río.
Dada la abundante colonia de buitres leonados que
habitan y crían en el interior de la Foz y la proximidad de
las paredes, nos será fácil ver algunos ejemplares entrando
o saliendo de sus nidos o bien posados en las aristas del
desfiladero.
El paso de este segundo túnel, nos señala la parte
final de la Foz. Fuera ya de la garganta, hay un cartel orientador, una fuente y un merendero con bancos y mesas (que
pena, un poco pronto para el bocata). Desde aquí a Lumbier se prosigue por el sendero asfaltado del ferrocarril y
sólo el puente de hierro y hormigón que hay junto al pueblo
y sobre el río Salazar (que aquí se une al Irati), recuerda su
antiguo trazado.
A nuestra derecha dejamos el pueblo de Lumbier, al
que no ascendemos.
umbier (Irunberri).- Su población 1.540 habitantes
altitud 470 m. A Santiago 736 Km. La población
tiene una bonita iglesia gótica dedicada a Nuestra Señora
de la Asunción, que preside la plaza de Los Fueros. En su
interior se custodian un crucifijo gótico, un retablo barroco
de Juan de Beauves, y un Cristo yaciente en una urna de
cristal.
Su Ayuntamiento es del siglo XVI y el palacio del marqués de Jaureguizar, del siglo XV, ambos situados en la
calle Mayor. Sólo se conserva una puerta de la que fue su
antigua muralla.
Como decimos, dejamos el pueblo a la derecha y cruzamos el Irati por un antiguo puente girando el sentido de la
marcha hacia el oeste. Tenemos que caminar por el arcén
de la carretera N-150, como un kilómetro, carretera que
dejamos por su margen derecha, tomando un buen camino
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de tierra, que si no ha llovido es de muy buen llevar. El
paisaje que se divisa hacia nuestra derecha es precioso,
sobre una cuenca agrícola y con los Pirineos nevados al
fondo. Vamos a media ladera y en poco más de media hora
llegamos al pueblo de Nardués.
ardués.- Su población, 8 habitantes, altitud 500
m. A Santiago 731 Km. Pequeño núcleo de casas,
muy bien conservadas por cierto, y en el que encontramos
pocos servicios.
Cruzamos el pueblo en ascenso y por unos campos de
labor llegamos a la carretera general que recorremos escasos metros, tomando un desvío a la derecha que nos sitúa,
tras 200 metros, en el pueblecito de Aldunate.
ldunate.- Su población, 4 habitantes, altitud 570
m. A Santiago 730 Km. También muy bien conservado y con un bonito restaurante. Salimos por la parte baja
del pueblo y caminamos algo más de una hora por las laderas de la sierra de Izco, entre pinos y prados. En uno de
ellos tenemos que atravesar tres alambradas consecutivas,
que bien habrá que treparlas por una especie de escalera
de madera, o bien intentar abrir sus puertas, si bien tras
nuestro paso habrá que cerrarlas.
Este tramo del camino es muy bonito, si la lluvia no lo
ha embarrado, pues si así fuera nos encontraríamos con
bastantes dificultades.
La senda nos conduce hacia el alto de Loiti, donde nos
encontramos de nuevo con la N-240. Pasado el alto, las
flechas nos indican que tenemos que cruzarla hacia la izquierda, donde se toma un camino de fuerte ascenso durante 700 metros en que se une con el que viene de la
sierra de Izco y que es al parecer más tradicional y algo
mas corto. Una vez en la conjunción de los caminos y tras
un kilómetro de buen firme, llegamos a Izco.
zco.- Su población, 50 habitantes, altitud 740 m. A
Santiago 725 Km. Tiene un bonito refugio, con ocho
literas, cocina, salón y agua caliente.
Pequeño poblado situado en el Valle de Ibargoiti. Su
iglesia parroquial de San Martín de Tours, del siglo XIII, es
un templo románico de transición, aunque presenta reformas y añadidos del siglo XVI. Emprendemos de nuevo el
caminar con destino a Monreal. Tomamos una ancha pista
de concentración y en dos Km. llegamos a:
A
binzano.- Su población, 18 habitantes, altitud 680
m. A Santiago 722 Km. Pueblo perteneciente al
municipio de Ibargoiti. Su parroquial de San Pedro del siglo
XIII, con numerosas reformas posteriores. Continuamos por
la misma pista y en 2 Km. dejamos a nuestra derecha la
localidad de Idocin.
docin.- Su población, 51 habitantes, altitud 602 m. A
Santiago 720 Km. Capital del municipio y que se reparte a ambos lados de la N-240. Su iglesia parroquial de San
Clemente fue construida en estilo gótico, siendo remodelada en el siglo XVI.
En esta localidad se encuentra, medio derruida, la
casa nativa del célebre general y guerrillero Francisco Espoz e Ilundain, más conocido por Francisco Espoz y Mina,
líder de la resistencia en Navarra durante las guerras napoleónicas, y quien fue elegido en 1810 por la Junta de Salvación de Aragón y Valencia, como Jefe de las guerrillas de
Navarra y del Alto Aragón.
Tres Km. más y llegamos a Salinas de Ibargoiti.
alinas de Ibargoiti (Ibargoiti-Gatzaga).- Su población, 183 habitantes, altitud 560 m. A Santiago 718
Km. Situada en una llanura cerealista. A ella entramos por
el Puente Grande.
Su nombre se debe a sus pozos salineros. En ella se
conserva otro buen representante del estilo gótico rural
navarro del siglo XIV, el templo parroquial de San Miguel
Arcángel, defensor de la cristiandad amenazada y en particular, protector de los peregrinos expuestos a los peligros
del camino.
Destaca su abocinada portada, tiene una nave única y
ábside poligonal, en el cual hay un hermoso retablo plateresco de 1550.
A la salida del pueblo, hay que salvar el río Elorz. Tomaremos un camino que, primero, entre pinos y matorrales,
y después a través de un robledal, nos ha de llevar hasta
Monreal. El Camino hace su entrada en la localidad, escoltado por una hilera de chopos que crecen en la ribera del
Elorz y que nos conducen al poblado por su hermoso puente románico.
onreal.- Su población, 290 habitantes, altitud 550
m. A Santiago 716 Km. Tiene un Refugio de 30
plazas. Se halla la población al pie de la Higa del mismo
nombre. En tiempos fue un punto importante en la peregrinación a Compostela.
Aymeric en su famosa “Guía” sitúa aquí el final de una
etapa. A esta categoría que Aymeric le confiere, responde
su configuración urbanística, dispuesta, como en tantos
otros burgos de peregrinación, a lo largo de una larga calle,
es decir, la “sirga peregrinal” o del camino de Santiago.
Hay además documentos contemporáneos de la
“Guía”, que nos hablan de hospitales en Monreal, dependientes de Pamplona. Por esas mismas fechas (en 1149),
el rey García Ramírez concedía a Monreal fueros semejantes a los de Estella, con la intención de asentar un próspero
burgo de francos.
Reminiscencias de la época son nombres como el de
“Barrio de francos” o la mencionada calle principal, llamada
del “Burgo”. Su iglesia parroquial, originariamente gótica,
pero con muchos retoques de otras épocas, estuvo dedicada en principio a San Martín.
Con posterioridad, con la destrucción de la otra iglesia
de la villa y el traslado de la imagen de “Santa María del
Burgo” a la que quedó en pie, ésta unió a la advocación del
Santo francés, la de la Virgen local. En lo alto del gigante
cónico que domina Monreal, “La Higa”, (antiguamente
Mons Regalis) se ha construido, no hace mucho, una ermita dedicada a Santa Bárbara.
Destaca en ella la portada, procedente de la derruida
Ermita de San Babil. El puente románico de dos ojos sobre
el río Elorz y su calle Mayor en forma de sirga peregrina
son el recuerdo que queda de la hospitalidad de esta pequeña villa.
6ª Etapa (29 Km.)
Monreal - Puente la Reina
na vez fuera de Monreal, del que habremos salido
por su jacobea “Calle del Burgo”, seguiremos por el
“Camino de los Carros”, en la falda de la gran Higa de Monreal, cuya cima alcanza la altura de 1.289 m.
Dejaremos a la derecha las instalaciones de una gran
casa editorial, para dirigirnos hacia el río Elorz, por cuya
margen derecha se sigue hasta cruzarlo por un puente.
A nuestra derecha podemos contemplar un crucero
gótico, que hoy se erige en medio de un sembrado, llamado
“Piedra de San Blas”, posible vestigio de un antiguo hospital para peregrinos con enfermedades contagiosas.
Por pistas de concentración, faldeando la Sierra de
Aláiz, se sigue hasta cruzar un arroyo, en un lugar próximo
a los restos de la Ermita de Garitoaín. Todavía bajo los
dominios de la Higa, el Camino entra, por su parte alta, en
la localidad de Yárnoz.
árnoz.- Su población, 19 habitantes, altitud 520 m.
A Santiago 711 Km. Situada a las faldas de la sierra
de Alaiz, a 4 Km. de Monreal.
Entre su caserío, que conserva un interesante aire de
antigüedad, destaca su iglesia de la Natividad, del siglo XVI
con una imagen románica de la Virgen del siglo XIII, y una
torre fortificada en la parte alta del pueblo, que perteneció
al castillo que mandó construir Teobaldo I en 1234. Es un
pueblo tranquilo que ofrece al peregrino el agua fresca que
sale de su fuente.
Se sale de Yárnoz por el camino del cementerio, continuando por la ladera de la sierra de Aláiz, hasta Otano,
después de caminar más de 1’5 Km.
tano.- Su población, 15 habitantes, altitud 525 m.
A Santiago 709 Km. Su parroquia, la iglesia de la
Asunción, es medieval, con una pila bautismal románica.
Por la parte baja, un puente medieval de cuatro ojos salva
el cauce del río Elorz. Caminamos 1’5 km. más y pasando
al lado de una cantera, se llega Ezperun,
zperun.- Su población, 16 habitantes, altitud 540
m. A Santiago 705 Km. Su parroquia es la iglesia de
la Concepción, de origen medieval, con bóvedas nervadas
del siglo XVI. La utilizan como almacén. Se sale por la parte alta y un Km. más adelante se llega a Guerendiaín.
uerendiaín.- Su población, 23 habitantes, altitud
600 m. A Santiago 707 Km. Pequeña población ésta
pero con dilatada historia, dedicada a la agricultura. Situada
21
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a los pies de la sierra como las anteriores, se agrupa, algo
alejada de la carretera, en torno a su iglesia de San Juan
Bautista, templo medieval reformado en el siglo XVI, con un
retablo mayor de estilo barroco tardío.
Desde Guerendiaín, bordeando siempre la sierra, el
Camino pasa al lado de otra cantera primero, para continuar luego entre un hermoso encinar a su izquierda y los
campos de labor del valle del Elorz a la derecha. Antes de
entrar en Tiebas, el Camino llega a una comarcal que viene
por su derecha.
iebas.- Su población, 325 habitantes, altitud 580
m. A Santiago 703 Km. Tiene un refugio de 40 plazas. Aunque también a los pies de la sierra de Aláiz, forma
parte de otra comarca tanto geográfica como política. Al
llegar a ella el Camino entra en la “Cuenca de Pamplona”.
Su importancia como punto estratégico, en un cruce de
varias vías de comunicación, debe remontarse a épocas
bastante antiguas.
Sin embargo, la documentación y los vestigios arquitectónicos no van mucho más allá de la época altomedieval
tardía. El castillo, que domina la población desde un promontorio del terreno, y del que sólo quedan unas ruinas,
fue construido por el rey trovador, Teobaldo I, que hizo de
la villa uno de sus lugares favoritos. Su hijo Teobaldo II
continuó favoreciéndola hasta el punto de llegar a ser en
algún momento residencia regia. Allí estuvieron los Archivos Reales del Reino de Navarra.
Además del castillo, se conserva la iglesia Parroquial
de Santa Eufemia, la antigua mártir de Calcedonia. Edificio
románico ojival, con una bonita portada bajo pórtico. Sin
embargo, son inevitables los retoques de tipo clasicista y
barroco, siempre irrespetuosos con la “barbarie” de los
estilos medievales. En su parte exterior, hay una bella imagen de Santa Eufemia.
Salimos de Tiebas, junto al cementerio y el campo de
fútbol, iremos paralelos a la autopista, pasaremos el túnel
por debajo de ella y salvando dos rotondas peligrosas, y en
un breve tramo llegaremos a Muruarte de Reta.
uruarte de Reta ( Muru Artederreta).- Su población, 221 habitantes, altitud 540 m. A Santiago
699 Km. Su parroquia está dedicada a San Esteban, delante del pórtico hay un crucero. Debemos atravesar las vías
del tren por un túnel y por una carretera local legaremos a
Olcoz
lcoz.- Su población, 48 habitantes, altitud 580 m.
A Santiago 697 Km. Su parroquia está dedicada a
San Miguel, barroca reconstruida, conserva la torre del
siglo XIII y la portada románica del siglo XII
Salimos de Olcoz por la izquierda de su plaza Mayor,
junto al parque infantil, y tras seguir unos cinco minutos por
la carretera, encontramos de nuevo el camino a su derecha, y que durante unos 3 Km. va serpenteando entre lomas y cultivos, alejándonos de la sierra que se va quedando a nuestra derecha. Desembocamos en el Valle del río
Robo, y siguiendo su curso durante 3’5 Km. habremos lle-
gado a Enériz.
nériz.- Su población, 179 habitantes, altitud 424 m.
A Santiago 691 Km. Elegante población situada al
fondo del valle del río Robo, nuestro compañero de viaje en
este tramo de la etapa de hoy, siendo su principal ocupación la agricultura. Guarda interesantes muestras de arquitectura civil y religiosa.
Su parroquia, Santa María Magdalena, bello ejemplar
construido por entero durante el siglo XVIII, y que la pone
claramente en relación con la asistencia hospitalaria.
El peregrino que cruzaba la villa tenía que soportar
sus inclinadas calles, con prolongadas subidas y bajadas.
Salimos del pueblo por un puente sobre el río Robo, al
que seguiremos por su margen izquierda durante algo menos de tres Km., hasta llegar a la iglesia de Santa María de
Eunate, del siglo XII, una de las joyas del románico que
mejor se conserva y que se alza aislada, rodeada de campos de cereal. Se trata de un pequeño templo románico de
planta octogonal, rodeado por un corredor porticado a modo de claustro exterior. Se corona con un tejado piramidal
de ocho aguas. Dentro de la iglesia, una reproducción sustituye la original imagen románica de Santa María de Eunate, “la Virgen de las cien puertas”.
Hay quien dice que en este punto y no en Puente la
Reina, se fundían los caminos aragonés y navarro. De cierto, sólo sabemos que en el siglo XIII funcionaba aquí un
hospital dependiente de la orden de San Juan de Jerusalén. En estos albergues, los peregrinos recibían lumbre,
sal, agua y lecho con dos mantas, tal como prescribía la
regla de aquellos monjes-soldado; si el peregrino estaba
enfermo, recibía como ración suplementaria un huevo, pan
y tocino.
Las últimas excavaciones arqueológicas verificadas en
el templo han descubierto numerosos restos de conchas
agujereadas, que sin duda pertenecían al atuendo de los
peregrinos. Muchos de ellos debieron recibir aquí sepultura.
Visitado Eunate, uno de los monumentos más conocidos del camino, y también uno de los más valiosos, el camino avanza hasta Puente la Reina en un tramo de unos
cinco Km., siguiendo el cauce del río Robo. A nuestra derecha, sobre un alto, se encuentra la señorial Obanos, ya en
el camino navarro que se nos aproxima. Si vamos bien de
tiempo, es interesante efectuar una visita a esta villa.
banos.- Su población, 804 habitantes, altitud de
412 m. A Santiago 685 Km. La gran importancia
histórica que tiene esta localidad se detecta en sus palacetes y calles. Villa del valle de Ilzarbe. Esta villa es famosa
por la institución que existía hacia el año 1297 llamada de
los “Infanzones de Obanos” ya que en ella se reunió la
pequeña y mediana nobleza para tratar de impedir abusos
de la corona y establecer un poder alternativo. En el año
1665, Obanos recibe el privilegio de “Buena Villa” con el
derecho de asiento en Cortes.
Cuenta con la maravillosa parroquia de San Juan Bautista, edificio suntuoso, con pórticos de mucho costo y trabajo, considerado como uno de los grandes monumentos
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góticos de Navarra. El retablo de la misma, del siglo XVI, es
obra del gran maestro Diego Polo.
El pueblo conserva un importante caserío de piedra y
ladrillo que, pese a unas restauraciones, todavía presenta
algunos espacios de claro sabor medieval.
En esta villa, los peregrinos escuchaban la historia de
San Guillén y Santa Felicia. Lo legendario tenía hasta el
año 1978, una bonita representación dramatizada que se
conoce como “Misterio de Obanos”. La recuperación de la
leyenda dramatizada del medievo, ha vuelto a ponerse en
escena nuevamente a partir de 1993. Su autor, la pluma del
ilustre Canónigo y escritor oriundo de la localidad, Don
Santos Beguiristáin, ya fallecido.
Los hermanos Guillén y Felicia, príncipes de Aquitania,
movidos por su devoción a Santiago el Mayor, emprendieron la peregrinación a Compostela. Felicia prefirió quedarse
en el caserío de Amocáin sirviendo a Dios en total anonimato. Su hermano, indignado por verla ejerciendo labores
indignas de su rango social, en pleno arrebato de furor, le
dio muerte. Arrepentido de esta acción tan vil, reanudó su
viaje a Compostela para implorar el perdón del Apóstol. A
su regreso decidió permanecer en la capilla de la Virgen de
Arnotegui llevando vida de ermitaño hasta el final de sus
días.
Testigos permanentes de la leyenda son el relicario de
plata que conserva el cráneo de Guillén y la ermita de Arnotegui, que divisamos a la izquierda de nuestro camino.
En relación con este cráneo existe una ceremonia, no bien
vista por la jerarquía eclesiástica, que rememora ciertas
prácticas de tradición mítica: utilizado como un embudo, se
hace correr por él, el agua y el vino recién fermentado,
quedando así santificado y repartido entre los fieles. Esta
original ceremonia se celebra, todos los años, el jueves de
Pascua.
No menos milagroso es el cuerpo de Felicia. Fue sepultada en Amocáin, pero no contenta con su enterramiento
salió con su ataúd al campo y, montada en una mula blanca, se trasladó a Labiano, donde permanece su cuerpo
incorrupto, curando los dolores de cabeza de sus muchos y
fervorosos devotos.
Tres kilómetros nos separan de Puente la Reina, pero
antes de entrar en ella, nos detenemos en la conjunción de
los dos caminos procedentes de Francia, el que traemos
desde el Somport y el de Roncesvalles; y allí, junto al monumento al Peregrino (al pie del mismo se lee: “Y desde
aquí, todos los Caminos a Santiago se hacen uno solo”),
llegamos a Puente la Reina.
uente la Reina.- Su población 2.324 habitantes
altitud 347 m. A Santiago 683 Km. Villa fundada por
y para las peregrinaciones, cuenta con el símbolo más
representativo del camino de Santiago a su paso por Navarra: el Puente de los Peregrinos construido en el siglo XI.
De nuevo el mundo de las sensaciones se hace patente de manera casi violenta en el peregrino al cruzar este
puente cargado de historia. La antigua aldea vasca llamada
“Gares” fue poblándose en la Edad Media gracias a su
situación estratégica. Alfonso I el Batallador le concedió
24
privilegios y fueros y favoreció su repoblación por parte de
los francos, pero el impulso definitivo llegó con la construcción del puente sobre el río Arga, para facilitar el paso de
los peregrinos. La villa surge durante la segunda mitad del
siglo XI. Como su nombre indica de manera inequívoca, se
trata de una población que debe su existencia a un puente.
Más difícil resulta explicar a qué reina se debe; es
opinión muy generalizada, aunque nada rigurosa, el identificarla con Doña Mayor, esposa de Sancho III el Mayor de
Navarra. Visos de una más creíble realidad histórica tiene
la atribución a doña Estefanía, consorte de García el de
Nájera.
El primer monumento que nos encontramos al entrar
en la villa, es la iglesia de Santa María de la Vega (hoy
conocida como iglesia del Crucifijo). La iglesia, de dos naves, es de estilo popular románico y es de fundación templaria, del siglo XII, con ampliación de finales de la Edad
Media.
La imagen del Crucificado que se venera aquí es una
hermosa talla, atribuida a una ofrenda de un peregrino renano -según opinión generalizada-, que corresponde al
siglo XV.
Además del puente románico, en Puente la Reina
destaca sobremanera la portada de la parroquia de Santiago el Mayor del siglo XII, la primera de una serie de tres
excepcionales pórticos polilobulados, de clara influencia
islámica, que encontraremos en Cirauqui y Estella.
En el interior destaca un enorme retablo, dedicado a
Santiago, del siglo XVIII, una popular talla gótica de cedro
del siglo XIV representando a Santiago Peregrino, el
“Beltza” (negro, en euskera), debido al humo de las velas
que siempre están encendidas a sus pies y la talla gótica
de Santa María del Rosario del siglo XIV.
La iglesia de San Pedro es de origen medieval, con
añadidos de los siglos XVI al XIX, contiene un órgano, que
es una joya del barroco navarro del siglo XVII. En su interior se venera la imagen de Nuestra Señora del Puy o del
“Txori” (pájaro, en euskera).
La calle Mayor en su conjunto constituye de por sí un
interesante conjunto monumental.
Aún se conserva en Puente la Reina la tradición de
tocar cuarenta campanadas al anochecer, tradición que
antaño servía para avisar a los peregrinos de que se iban a
cerrar las puertas de la ciudad.
El puente, aunque con reformas, es el mejor de los
medievales de la ruta. Todavía conserva la puerta que lo
integraba en la fortificación de la ciudad. Ha perdido la torreta del centro, donde había una pequeña capilla en la que
se guardaba una imagen de la Virgen, de gran devoción
entre los habitantes de Puente la Reina.
Un extraño prodigio convertido en hermosa leyenda se
produjo en este lugar hasta el siglo XIX. De cuando en
cuando un “txori” (pájaro, en euskera) acudía a la imagen y
le limpiaba las telarañas y lavaba la cara trayendo agua del
río en el pico. Con motivo de estos sucesos, la población
los celebraba con cohetes y redobles de campanas. Pese
al tumulto que se armaba, el “txori” cumplía su misión con
absoluto aplomo. La Virgen del “Txori” fue trasladada del
puente al interior de la iglesia de San Pedro en 1843.
En Puente la Reina, los Padres Reparadores ofrecen
un albergue que dispone de 33 plazas y duchas con agua
caliente. Asimismo, existe otro refugio municipal (abierto
sólo desde mediados de junio hasta finales de septiembre)
en el edificio de las antiguas escuelas (calle San Pedro).
Dispone de 40 camas y duchas con agua caliente.
Empezando en Roncesvalles
ado que llegar hasta Roncesvalles puede presentarse algo dificultoso, si no poseemos otro medio que
nos acerque hasta allí; os aconsejo que utilicéis el tren o el
autobús hasta Pamplona y desde dicho lugar, hay un autobús que sube a Roncesvalles a las seis de la tarde.
oncesvalles (Orreaga).- Su población, 35 habitantes, altitud 952 m. A Santiago 793 Km. Está declarada como sitio Histórico de Interés Nacional. La Colegiata
de Roncesvalles fue fundada en el siglo XII por Alfonso I El
Batallador y Sancho Larrosa obispo de Pamplona, para
atender a los cada vez más numerosos peregrinos tras el
duro paso por los Pirineos. El nombre procede del francés
Ronceveaux (valle de los espinos), y del español antiguo,
cuando lo llamaban Rozabals (valle de las rosas).
De su hospitalidad da fe un texto de la época: “La
puerta se abre a todos, enfermos y sanos; no sólo a los
católicos sino aun a paganos, a judíos, herejes, ociosos y
vanos”
Roncesvalles es enclave capital en la ruta jacobea y
lugar elegido actualmente por muchos peregrinos para
iniciar desde aquí la marcha hasta Santiago de Compostela.
Es un pequeño pueblo con un conjunto histórico de
edificaciones monásticas alrededor de la Real Colegiata.
En la actualidad el conjunto lo forman:
a Real Colegiata, gran ejemplo del gótico francés,
construida sobre una primitiva iglesia románica. En el
ábside destaca la Virgen de Roncesvalles, del siglo XIII,
tallada en madera de cedro y recubierta de plata y oro.
En la sala capitular se halla el Panteón Real, sepulcro
de Sancho VII el Fuerte, (con 2’25 m. de estatura, que dicen era la real del rey) y de su esposa, Doña Clemencia de
Touluse. También se conservan las cadenas que rompió en
la batalla de las Navas de Tolosa contra los árabes, y que
dicen que rodeaban la tienda real del moro Miramolín. Tiene también un interesante museo, que guarda una excelente colección de pintura, imaginería y orfebrería.
a Capilla de Sancti Spiritus o Silo de Carlomagno,
del siglo XII, servía de sepulcro para los peregrinos
que habían fallecido, levantada en el mismo lugar en que
Roldán quebró la roca con su espada Duarandart.
apilla de Santiago o de los Peregrinos, del siglo
XIII, situada junto a la anterior. En su espadaña se
colocó la campana de San Salvador de Ibañeta. Es un edificio sencillo y armónico de estilo gótico.
a Cruz de los Peregrinos, del siglo XI, situada a la
salida, a la izquierda en la carretera, sobre una columna con un capitel renaciente, que debió de ser muy significativa antes de ser destruida por los franceses y que se
levantaba en el lugar la que podemos ver ahora, conserva
algunas leyendas piadosas, que seguramente se referirán a
la antigua.
Aquí en Roncesvalles, pueden también facilitar la credencial al peregrino que la desee, y que si va a utilizar los
refugios, es obligatoria.
En Roncesvalles hay un confortable refugio que dispone de 80 plazas, cocina y agua caliente.
1ª Etapa (22 Km.)
Roncesvalles - Zubiri
l camino deja atrás los Pirineos para descender en
busca de los valles de los grandes ríos mesetarios. Se
despide de Roncesvalles a través de una pista de gravilla
paralela a la carretera. Justo a la salida de tan histórico
enclave un cartel indica a los vehículos la distancia a la
meta final. Poco a poco la gravilla deja paso a la tierra, y la
N-135, que continúa muy próxima a la ruta, se pierde de
vista por los robles, hayas, abetos y acebos del bosque de
Sorginaritzaga, que en el idioma local significa robledal de
las brujas.
En el siglo XVI, el bosque de Sorginaritzaga acogió la
celebración de múltiples aquelarres (quema de personas
acusadas de practicar la brujería impulsadas por el Tribunal
de la Inquisición). A los pies del Camino se encuentra una
réplica de la Cruz Blanca, plantada por la Iglesia para purificar la zona, que divide los términos municipales de Roncesvalles y de Burguete.
a Cruz de Roldán: La Cruz Blanca, como se puede
leer en la base, también se conoce como la Cruz de
Roldán. La leyenda cuenta que en este punto descansan
los restos del popular comandante de Carlomagno, aunque
los historiadores especializados lo descartan por completo.
A finales del XVIII fue gravemente dañada por un rayo y
pocos años más tarde las tropas revolucionarias francesas,
que se habían tomado la leyenda al pie de la letra, le dieron
el golpe de gracia, eliminando así un símbolo de la derrota
de sus antepasados ante los vascones. Su reconstrucción
no se culminó hasta el 2006.
Al llegar a una nave hay que tomar el sendero a la
izquierda que devuelve el Camino a la N-120, cruzar la
carretera y avanzar por una pista de gravilla, dejando atrás
un merendero. La ruta jacobea vuelve a salir a la carretera. Durante un pequeño tramo el peregrino comparte espacio con los vehículos hasta la entrada de Burguete en el
que los peregrinos disponen de todo tipo de servicios.
urguete (Auritz).- Su población, 320 habitantes,
altitud 893 m. A Santiago 790 Km. Típico pueblo de
la Alta Navarra, con grandes y cuidadas casonas alineadas
a ambos lados de la carretera. Su iglesia dedicada a San
Nicolás de Bari, destruida en sucesivos incendios ha adqui25
26
rido la configuración actual como fruto de las reconstrucciones realizadas en 1948 y 1965, aunque incorpora restos de
edificaciones anteriores, medievales como las dos ventanas abocinadas en la cabecera y en el tramo junto al crucero; del siglo XVI como restos de nervios y ménsulas en la
cabecera y crucero; y del siglo XVII como la fachada con
una monumental portada.
Presenta planta de nave única de tres tramos incluído
el crucero, más cabecera recta. Los muros son de sillarejo
y la cubierta se encuentra enlucida. La nave y la cabecera
se cubren con bóvedas de arista, mientras que los brazos
del crucero lo hacen con bóvedas de lunetos. Un coro de
obra se levanta a los pies de la nave, cubierto por un cielo
raso. Los dos tramos de la sacristía se cubren también por
bóvedas de lunetos, quedando adosada a la cabecera por
el lado de la Epístola.
Al exterior, la fachada de sillar culmina en piñón, flanqueado por pináculos, en cuyo centro se coloca un gran
reloj. Este conjunto de reconstrucción moderna se culmina
con una pequeña torre con chapitel piramidal. En la parte
inferior, una portada de estilo barroco clasicista fechada en
1699. Está enmarcada por columnas sobre pedestales
cajeados y capiteles con águilas explayadas en sus frentes
y dragones en los laterales. Sobre ellas monta un friso dórico con relieves en las metopas. Se abre en ella un arco de
medio punto con dos arquivoltas. Sobre la puerta hay una
hornacina avenerada entre columnas con capiteles flanqueada por pináculos. Culmina con un frontón triangular
partido.
El ajuar parroquial desapareció en sucesivos incendios. Los retablos e imágenes que hay en la actualidad son
modernos.
En la sacristía se custodian algunas piezas de orfebrería: cáliz barroco de plata del siglo XVIII; otro cáliz de
metal dorado con estructura bajo-renacentista de finales del
siglo XVI; y un copón de plata fechado en 1819, posiblemente regalo de los canónigos de Roncesvalles.
Durante la invasión napoleónica de principios del siglo
XIX, el ejército francés despojó la iglesia de su ajuar y a los
vecinos de todos sus bienes. También la ermita de San
Hilario fue incendiada en 1794 durante la Guerra con la
Convención.
Esta pequeña localidad forma parte de la ruta Hemingway, ya que era uno de los puntos de visita obligada del
afamado escritor durante sus estancias en Navarra. Antes y
después de los Sanfermines, el autor de Fiesta se relajaba
pescando truchas en el río Irati.
A la salida de Burguete, tomamos un desvío a la derecha, bien señalizado, (Banco Santander) que tras pasar
unos regatos, inmediatamente después de cruzar el río
Urrobi por un puente peatonal de madera, llaneamos entre
prados por donde sestean las vacas y algunos caballos, y
tras caminar unos tres kilómetros, nos deja de nuevo en la
C-135, junto al indicador del municipio de Espinal.
spinal (Aurizberri).- Su población, 249 habitantes
altitud 870 m. A Santiago 787 Km. Villa fundada en
el siglo XIII por Teobaldo II, hijo del rey trovador Teovaldo I,
y de similares características a Burguete. Su iglesia parroquial de San Bartolomé del siglo XX. Es una construcción
moderna ejecutada entre 1959 y 1961 sustituyendo a una
antigua parroquia que había sufrido maltrato por las incursiones de los franceses en la Guerra de la Convención y
luego a principios del siglo XIX con la traición napoleónica,
habiéndose luego incendiado el 7 de agosto de 1881 y
posteriormente reconstruida.
Presenta la nueva iglesia planta de nave muy amplia
de seis tramos más una cabecera semicircular elevada. En
los lados de los tramos hay capillas-hornacinas con entrada
de arco rebajado. La nave tiene una cubierta en artesa,
separándose los tramos por medio de fajones, mientras
que la cabecera lleva una bóveda de horno decorada por
un mosaico con escenas de la vida de San Bartolomé. El
coro está situado a los pies de la nave, ocupando los dos
últimos tramos y se prolonga hasta la cabecera por tribunas
laterales que llegan hasta la cabecera. La sacristía queda
adosada a la cabecera por el lado de la Epístola.
Al exterior, un pórtico de cinco arcadas rebajadas y
cubierta de bóvedas vaídas. Este pórtico se prolonga por
una galería de estructura semejante que forma ángulo con
él y que termina en una torre muy alta de sillar y por el otro
hace ángulo con la casa parroquial, formando un patio cerrado por tres de sus lados. El exterior de la nave presenta
un zócalo se sillar rústico de color rosa que comprende
pilares, arcos y esquinas. La cubierta, muy empinada, es a
dos vertientes, en pizarra y a cada lado se abren seis ventanas cubiertas cada una, a su vez, a dos aguas. La iglesia
no incorpora retablo ni imágenes antiguas que fueron vendidas en 1928.
En la sacristía se conserva un cáliz de plata de la segunda mitad del siglo XVII y una cruz parroquial de plata de
la segunda mitad del siglo XVI, de estilo bajo-renacentista,
muy semejante a la cruz de la iglesia de San Lorenzo en
Arrieta (valle de Arce, merindad de Sangüesa). Tiene un
nudo barroco del siglo XVIII.
Casi en el centro de Espinal, entre los caseríos Auñamendia y Erburu, parte hacia la izquierda una pista asfáltica. Su entrada está visiblemente señalizada con flechas
amarillas en los bordillos de las aceras.
Tras 500 metros de ascenso, dejamos el asfalto y
seguimos de frente por un estrecho camino de tierra, que
pronto se torna sendero para adentrarse en un pequeño
bosque. Llegados a este punto, encontramos una alambrada profusamente señalizada, que cierra un prado. Tras
cruzar la verja, que cerraremos tras pasar nosotros, continuaremos hacia la izquierda y bordearemos por completo el
terreno, teniendo la precaución de no introducirnos en el
cercano bosque, donde podríamos con facilidad perder la
orientación
Una vez pasado, de nuevo las flechas amarillas nos
descubrirán el punto de partida de un sendero de tierra por
el que se camina sin demasiada dificultad. Tras cruzar un
nuevo cierre de la alambrada, este camino nos conduce
directamente al alto de Mezkíriz (952 m.).
El camino suele estar embarrado buena parte del año.
Es éste un tramo corto pero bastante complicado, en el que
las zarzas y las ramas de los avellanos invaden el camino
dificultando el paso del peregrino. En la margen derecha
del camino existe una lápida dedicada a Nuestra Señora de
Roncesvalles en la que no suelen faltar flores.
Unos metros después de salir al asfalto, numerosas
flechas en el guardarail de la carretera nos señalan un estrecho camino que parte hacia la derecha. Excepto en los
meses estivales, este camino sirve de curso a un pequeño
arroyo, por lo que puede suceder que los primeros 250
metros de este corto tramo haya que hacerlos con el agua
a la altura de los tobillos.
Tras un repecho de 400 metros volvemos a la carrete27
ra, justo a la entrada de Viscarret
iscarret (Biskarreta Gerendiain).- Su población,
118 habitantes, altitud 780 m. A Santiago 782 Km.
Su iglesia de San Pedro, del siglo XIII reformada en 1904.
Presenta planta de nave única de tres tramos, más cabecera recta cuadrangular, a la que queda adosada por el lado
del Evangelio una capilla a la que se accede por un arco de
medio punto. A través de esta capilla se accede a la sacristía que se cubre con un cielo raso. Los interiores - muros y bóvedas - están pintados figurando sillares trasdosados. La nave se cubre por una bóveda de cañón apuntado
sobre tres fajones apuntados. El coro situado a los pies de
la nave es de obra y se cubre con techo plano sobre vigas.
Al exterior, muros de sillarejo revocado a zonas. Un
pórtico sostenido por una pilastra y cerrado en los laterales
cobija la portada que consiste en tres arquivoltas de arista
achaflanada y baquetón en esquina más un guardalluvia
que termina a un lado en una cabeza de rey. La torre se
sitúa a los pies de la nave y presenta una estructura reformada en tiempos recientes. La parte de la torre sobre el
muro de la Epístola de poca altura está cubierta a dos
aguas, mientras que la otra parte forma la torre propiamente dicha y es moderna, rematándose en chapitel.
Preside el presbiterio un retablo mayor de estilo neoclásico del siglo XIX que sustituyó a otro renacentista del
siglo XVI. La imaginería comprende tallas de la época del
retablo. A un lado se emplaza el retablo de la Inmaculada,
neogótico de hacia 1900, que forma pareja con el del Sagrado Corazón del lado del Evangelio.
En el lado del Evangelio cuelga un Cristo Crucificado
del siglo XIX. En la sacristía se conservan algunas piezas
de orfebrería: cáliz de plata de estilo neoclásico fechado en
1827; copón de plata de principios del siglo XIX; y un ostensorio plateado de estilo neoclásico de hacia 1800.
Tuvo importante Hospital, como lo demuestra el hecho
de que aquí finalizaba la primera etapa del “Códice Calixtino” (Biscarre-tum). Pero fue perdiendo importancia a favor
de Roncesvalles, a partir del siglo XII.
Era precisamente la siguiente etapa, la que discurre
desde Viscarret hasta Pamplona, una de las más temidas
por los peregrinos medievales, a quienes Aymeric Pícaud
alertaba tanto de las manadas de lobos y de osos que habitaban en los frondosos bosques de la zona, como de los
numerosos maleantes y salteadores que solían frecuentar
estos parajes y que le llevó a definir a los navarros, como
“un pueblo bárbaro, diferente de todos los demás en sus
costumbres y naturaleza, colmado de maldades, de color
negro, de aspecto innoble, malvados, perversos, pérfidos,
desleales, lujuriosos, borrachos, agresivos, feroces y salvajes, desalmados y réprobos, impíos y rudos, crueles y pendencieros, desprovistos de cualquier virtud y enseñados en
todos los vicios”.
Gerendiain tiene un bar con terraza en la plaza principal en el que hacen bocadillos, y un pequeño supermercado en el que no falta de nada (La Tiendita de Biskarreta)
justo a la salida del pueblo. Último punto en el que es posible el avituallamiento hasta Zubiri.
Esta pequeña pero histórica aldea contó con un hospital de peregrinos que funcionó hasta la inauguración del
complejo de Roncesvalles.
A la salida de Viscarret, junto a la última casa, unas
flechas en el asfalto nos indican que debemos tomar un
camino de tierra que desciende hacia la izquierda para
28
ascender poco después hasta el cementerio. De aquí parten tres caminos. Nosotros tomaremos el del centro, que
transita paralelo al tendido telefónico y que nos conduce,
en 400 metros, hasta la C-135.
Se sigue la carretera y 500 metros después, pasado el
punto kilométrico 34 de la misma, parte a la derecha un
camino semioculto por sendas hileras de avellanos. Este
angosto túnel natural, desemboca junto al frontón de Lintzoaín.
intzoaín.- Su población, 62 habitantes, altitud 748
m. A Santiago 780 Km. Su iglesia de San Saturnino,
construcción protogótica de principios del siglo XIII, con
arreglos en el XVI en las cubiertas de la capilla y sacristía y
en las ménsulas de la nave. En fecha reciente se llevaron a
cabo otras reformas.
Presenta planta de nave única de tres tramos, más
cabecera recta, en cuyo tramo inmediato se abre una capilla del lado del Evangelio. Los muros se encuentran enlucidos. La nave se cubre con bóveda de medio cañón sobre
fajones apoyados en ménsulas cilíndricas con molduras
típicas del siglo XVI. La capilla lo hace con bóveda de nervios mixtilíneos con estrella de ocho puntas y círculo central. La sacristía queda adosada a la cabecera por el lado
del Evangelio, cubriéndose por crucería simple. El coro se
emplaza a los pies de la iglesia, cubriéndose el sotocoro
con un cielo raso.
Al exterior, muros enlucidos a excepción de los contrafuertes donde es visible el sillar. Un pórtico moderno de tres
arcos de dovelas bicolores cobija la puerta en un paramento resaltado de sillar que remata en una imposta con bolas.
Presenta cuatro arquivoltas abocinadas que rematan en
una imposta lisa. La torre se levanta a los pies de la nave.
Preside el presbiterio un retablo mayor tardomanierista
de la primera mitad del siglo XVII, que procede de la iglesia
de San Pedro de la Rúa de Estella y es semejante al del
Rosario de esa iglesia. En el tablero del banco hay un hermoso relieve con la Adoración de los Pastores de estilo
tardorromanista, bellamente policromado y en la hornacina
central una talla de San Saturnino en pie, revestido de pontifical. En el ático se inscribe un relieve con Jesús en el
templo con los Doctores. La titular primitiva debe ser una
Virgen con el Niño, de estilo romanista, que se conserva en
el sotocoro.
La capilla del lado del Evangelio está presidida por un
retablo barroco de la Inmaculada Concepción, de la segunda mitad del siglo XVIII. Dentro de la capilla bautismal, del
lado de la Epístola, una pila sacramental de piedra de época medieval.
En la sacristía se custodia un cáliz de plata de principios del siglo XIX y un portapaz de metal de estilo neoclásico, también del siglo XIX.
En el mismo centro de Lintzoain se inicia la ascensión
que culminará en el Alto de Erro.
Tras la última casa del pueblo nos encontramos un
duro repecho, al que hay que añadir la irregularidad del
terreno por el que discurre. Se trata de una zona compuesta por lajas de pizarra, sumamente resbaladizas y con gran
cantidad de piedras sueltas. A partir de aquí la pendiente
no disminuye, pero el camino mejora ostensiblemente.
De nuevo se nos ofrece la posibilidad de disfrutar en
plenitud del camino de Santiago. La ascensión al Alto de
Erro es una ascensión tan dura como gratificante y estimulante. De nuevo los impresionantes bosques de robles y
hayas, arriba y abajo, a izquierda y derecha, tiñen el paisaje de un colorido inimaginable, creando esa atmósfera de
majestuosidad que empapa nuestro recorrido por estos
valles navarros.
Es muy de agradecer el perfecto estado de conservación
de este tramo del camino, que hace de la ascensión a Erro
otro de los momentos mágicos de esta Gran Ruta. En una
zona de descanso se encuentra un homenaje al peregrino
japonés Shingo Yamashita, fallecido en el 2006. A su lado,
un par de troncos colocados a modo de bancos.
Unos metros más adelante del cruce con el camino
que une las localidades de Erro y Cliveti están los “Pasos
de Roldán”, tres grandes losas que según la tradición corresponden: a los pasos de Roldán, la mayor; a los pasos
de su mujer, la mediana; y a los pasos de sus hijos, la pequeña.
Tras los “Pasos de Roldán” el recorrido alterna las
subidas con los falsos llanos y un suave descenso hasta
llegar al Alto de Erro (801 m.), en cuya cima nuestro camino cruza la carretera.
Durante siglos hubo en el alto del puerto un manantial
que sirvió para calmar la sed de los peregrinos tras el duro
ascenso. Hoy en su lugar sólo quedan unas losas que, eso
sí, pueden aliviar nuestro cansancio.
Desde este punto se inicia ya el descenso por un camino de tierra. De nuevo, el bosque, aunque en esta vertiente un poco más caótico debido a las repoblaciones de
coníferas. A lo largo de la bajada nos encontraremos con
varias verjas de cierre de terrenos particulares, verjas que
deberemos cerrar a nuestro paso, como convenientemente
se señala. Al llegar a la Venta del Puerto, llamada también
del Caminante, antiguo albergue hoy totalmente abandonado, y con riesgo de hundimiento, el camino desaparece y la
pendiente se hace más pronunciada, proporcionándonos
así uno de los descensos más amenos de todo el camino
de Santiago. Las rampas se suceden y ponen a prueba
nuestra habilidad, combinando zonas de tierra con otras en
las que sobresalen las rocas, redondeadas por el paso de
los peregrinos.
Un kilómetro y medio después, este divertido sendero
desemboca en un camino de tierra que aborda una fuerte
pendiente, tras la cual aparece una complicada y peligrosa
zona de lajas de pizarra, que deberemos recorrer con mucho cuidado.
Este descenso se complica seriamente en el caso de
que el suelo esté mojado, ya que entonces estas losetas se
convierten en auténticas pistas de patinaje. La bajada hasta
Zubiri es uno de los trayectos más peligrosos de todo el
Camino. Cada año, multitud de peregrinos tienen que abandonar al poco de poner en marcha su aventura. Esguinces,
torceduras, golpes.
Superado este tramo, nos situamos ya en la falda del
Monte Erro junto a un transformador eléctrico, y muy cerca
de Zubiri, localidad a la que se llega por una pista asfáltica.
ubiri.- Su población, 400 habitantes, altitud 526 m.
A Santiago 772 Km. La iglesia parroquial de San
Esteban, del siglo XIII, es románica de transición al gótico,
fue utilizada como cuartel en las guerras carlistas. Se trata
de una iglesia que quedó prácticamente destruida en 1836
durante la primera guerra carlista. Presenta planta de nave
única rectangular de tres tramos desiguales y capillas laterales, siendo la del lado de la Epístola de reciente construcción. El coro y la capilla del lado de la Epístola se cubren
con bóvedas de cañón rebajado, mientras que los otros
tramos de la nave y la capilla del lado del Evangelio lo
hacen con bóveda de aristas. La sacristía se adosa a la
cabecera por el lado del Evangelio.
Al exterior, muros enlucidos salvo las cadenas de sillar
en las esquinas y enmarques de vanos. La puerta se abre
tras un pórtico adintelado, con un arco de medio punto y
dos arquivoltas sin imposta. La torre se alza junto a la portada, adosada al tramo del coro. El exterior tiene un gran
parecido con la iglesia San Lorenzo de Iragui (valle de Esteríbar).
Preside el presbiterio un retablo mayor de estilo barroco de la primera mitad del siglo XVIII, procedente del convento de San Agustín de Pamplona. Su repertorio iconográfico es moderno, del siglo XX, salvo la talla de San Esteban
que corresponde al XIX. Las tallas de San Francisco Javier
y San Antonio que correspondían al siglo XIX han sido
substituidas por otras modernas de San José y del Sagrado
Corazón.
La pila bautismal es de época medieval. En la sacristía
se conserva una talla de la Virgen con el Niño, procedente
del despoblado de Idoyeta, de principios del siglo XVII,
todavía con rasgos romanistas junto a otros ya naturalistas.
Entre las piezas de orfebrería destaca la cruz parroquial,
barroca, de la segunda mitad del siglo XVIII, con una densa
decoración repujada de ces, volutas e incipiente rocalla.
Otras piezas de platería incluyen: dos cálices, uno barroco
liso y el segundo fechado en 1800; y un copón del siglo XIX
sin decorar.
Topónimo que en euskera significa “pueblo del puente”. No en vano aquí se encuentra, sobre el río Arga, el
conocido como “Puente de la Rabia”.
Según la tradición, los animales afectados por esta
enfermedad se curan pasando tres veces bajo uno de sus
dos arcos, y también, según dicen, bajo sus estribos están
enterradas las reliquias de Santa Quiteria. En esta localidad
la parroquia ofrece en la Avenida de Roncesvalles un refugio con 16 literas y duchas con agua caliente.
2ª Etapa (23 Km.)
Zubiri - Pamplona
l camino continúa volviendo atrás nuestros pasos,
junto al puente, y transcurre paralelamente al río por
su margen izquierda. Pasaremos por detrás de la fábrica de
magnesitas, con sus chimeneas siempre echando humo.
La empresa Magna (Magnesitas Navarra S. A.) lleva más
de medio siglo explotando el rico yacimiento de magnesitas
de la zona. Algunos vecinos se quejan de la contaminación,
mientras que para otras familias supone la principal fuente
de ingresos. Polémicas aparte, la agresión al Camino de
Santiago es incuestionable.
Tras el caos regresa la paz. Un estrecho sendero de
piedra castigado por el paso de los años, a la orilla del Arga, y a cobijo de un pelotón de hayas, conduce hasta las
minúsculas localidades de Illaratz (fuente) y Eskirotz.
Se baja a un arroyo y, nada más atravesarlo, se inicia
la ascensión por una estrecha senda, hasta el primer pueblo que se encuentra en este tramo.
lárraz (Illárratz).- Su población, 21 habitantes, altitud
520 m. A Santiago 769 Km. Gozo de fueros a partir de
1192. La iglesia Santa Lucía de Ilárraz y Esquíroz.
29
30
La iglesia se encuentra a medio camino entre Esquíroz
e Ilárraz, lugares que compartían la iglesia, actualmente
(2007) cerrada al culto. Construcción de posible origen
medieval, totalmente transformada en el siglo XVI.
Presenta planta de nave única rectangular, con cuatro
tramos, incluida la cabecera recta. En el tramo que precede
a ésta se abre por el lado del Evangelio una capilla rectangular, sin correspondencia en el lado de la Epístola. El tramo del coro se cubre con un cielo raso y el resto de la nave
con bóveda de nervios mixtilíneos de elaborado diseño. La
sacristía se adosa a la cabecera por el lado del Evangelio.
Al exterior, muros de sillar con contrafuertes y una
torre de sillarejo sin desarrollo, a los pies sobre la nave. Un
pórtico adintelado cobija la puerta que consiste en un arco
levemente apuntado con grandes dovelas, característico
del siglo XVI.
Preside el presbiterio un retablo de mediados del siglo
XVII, con reformas posteriores y repintes. La hornacina
principal y la del ático han sido modificadas al dotarlas de
enmarques mixtilíneos, propios del estilo rococó. La imagen
titular, Santa Lucía, es moderna, siendo de época del retablo el Ángel del ático.
En la capilla del lado del Evangelio se encuentra una
hermosa talla barroca de San Pedro de Alcántara, con bella
policromía.
En el sotocoro se ubica una pila bautismal de época
medieval.
El trayecto de Ilárraz a Esquíroz se cubre sobre la
carreterilla que une ambas poblaciones. Desde ella también
sale un ramal a la carretera principal, que transcurre a lo
largo del valle.
squíroz (Eskírotz).- Su población, 353 habitantes,
altitud 526 m. A Santiago 768 Km. Pueblo ya citado
en las crónicas del siglo XIII. La iglesia de Santa Lucía ejerce de parroquia tanto para Ezkirotz como para Ilarratz. Es un edificio de un probable origen medieval pero
totalmente transformada en el siglo XVI. En el exterior presenta un marcado carácter horizontal dada la poca altura
de la torre, situada a los pies sobre la nave. La pila bautismal que se sitúa en el sotocoro es de la época medieval.
Tras descender a un arroyo, la ruta se dirige hacia una
granja. Nada más rebasarla, cruza la carretera que va a
Irure. Las flechas indican la izquierda, hacia esta localidad,
evitando siempre la parte más baja del valle, a cambio de
un considerable e inútil rodeo, pues la completa recuperación de la traza histórica no ha sido posible por los cultivos
que allí han modificado el terreno. Tampoco se entraría,
además, en Larrasoaña, importante enclave medieval.
Hay que ir a la derecha, cruzar el río Arga por el Puente de los Bandidos del siglo XIV, llamado así por ser escondite de bribones y rufianes que en la antigüedad desplumaban a los peregrinos, y, por la carretera, llegar al pueblo.
arrasoaña (Larrasoaina).- Su población, 160 habitantes, altitud 495 m. A Santiago 768 Km. La iglesia
San Nicolás de Bari de construcción medieval posiblemente
del siglo XIII, con transformaciones en la cubierta intervenidas en el período barroco, que le confieren su aspecto
actual.
Presenta planta de nave única rectangular de tres tramos,
más la cabecera recta. La bóveda de época barroca es de
lunetos. El coro puede corresponder al siglo XIX y se levanta a los pies de la nave. Cuenta con dos sacristías adosa-
das a ambos lados de la cabecera, la antigua del siglo XVI
en lado del Evangelio cubierta con bóveda de nervios sexpartita. La del lado de la Epístola es moderna.
Al exterior, muros de sillarejo, tomando protagonismo
un gran pórtico moderno que abarca los pies y el lado de la
Epístola con una secuencia de arcos de medio punto de
ladrillo sobre pilares enlucidos. El pórtico cobija dos puertas, una abierta bajo el coro y otra en el lado de la Epístola.
La primera está formada por un arco apuntado con dos
arquivoltas, de origen medieval. La otra puerta es un simple
dintel sobre ménsulas. La torre es de época medieval y se
alza sobre el último tramo de la nave, aunque pudo haber
sido rehecha en época barroca al mismo tiempo que la
cubierta de la nave.
Preside el presbiterio un retablo mayor barroco propio
de la segunda mitad del siglo XVII, con pocos motivos decorativos. Su imaginería corresponde a diversas épocas,
siendo la talla sedente del titular San Nicolás del período
gótico, muy restaurada. El Cristo Crucificado pertenece al
siglo XVI y el San Luis Gonzaga y el obispo que lo flanquean al barroco.
En la sacristía se conservan algunas piezas de orfebrería: dos cálices de plata de estructura purista de la primera mitad del siglo XVII y un tercero que aprovecha un
astil barroco; un copón de plata arreglado; un ostensorio
barroco de plata punzonada en Madrid en 1712; y un relicario plateado del siglo XIX.
En el Museo Diocesano de Pamplona se guarda un
portapaz procedente de esta parroquia.
Villa que llegó a ser sede de las Cortes de Navarra.
Fue residencia de Doña Urraca, hija de Sancho de Peñalén. Existió en Larrasoaña un monasterio dedicado a San
Agustín que en 1049, durante el reinado de García III
Sánchez "el de Nájera" (1020-1035-1054) fue donado
al monasterio de Leyre.
El Monasterio de San Agustín o Clavería fue el origen
de esta villa siendo en 1072 su Abad el encargado de la
educación de Doña Urraca.
En 1329 se celebraron las Cortes Generales.
En la actualidad hay un remodelado albergue municipal que ofrece 30 plazas, duchas con agua caliente y cocina.
La salida (lo mismo que en Zubiri, hay que volver
hacia atrás), está en mitad del pueblo, por el mismo puente
medieval por donde hemos entrado.
Desde ahí se regresa a la media ladera de los montes.
En seguida se alcanza Aquerreta, la primera de la serie de
localidades que seguirán a partir de ahora y en las que no
hay ninguna posibilidad de aprovisionamiento.
querreta (Akerreta).– Su población, 8 habitantes,
altitud 555 m. A Santiago 767 Km. Su iglesia de la
Transfiguración de Nuestro Señor, es del siglo XVIII con
origen medieval, y una talla del siglo XIV. Construcción de
origen medieval a juzgar por la distribución espacial y algunos elementos que se conservan, como la torre y la puerta
de acceso. Su configuración actual se debe a las reformas
del siglo XVIII, época a la que corresponde la cubierta.
Presenta planta de nave única rectangular de cuatro
tramos, incluida la cabecera recta, a la que se adosa una
sacristía por el lado de la Epístola. La nave, salvo el tramo
del coro, se cubre con bóveda de cañón con lunetos, percibiéndose restos de un fajón medieval. El coro se levanta a
los pies de la nave, sobre viga de madera, cubierta plana y
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barandilla de madera.
Al exterior, se observan las distintas etapas constructivas. La portada es un arco de medio punto con dos arquivoltas que apoyan en pies derechos sobre imposta. La torre
se alza a los pies de la nave y es de época medieval en
buen sillar.
Preside el presbiterio un retablo de traza renacentista,
de mediados del siglo XVI, cuyas pinturas de época se
sitúan entre lo italiano y lo flamenco. En el lado del Evangelio se encuentra un retablo de apariencia neoclásica dedicado a la Virgen que aprovecha algún elemento barroco.
Su policromía neoclásica imita mármoles. La imagen de la
Virgen con el Niño es de estilo gótico, de principios del siglo
XIV.
La pila bautismal del sotocoro es de época medieval.
En el coro se conservan dos tallas de niños con escudos de
época del retablo, así como un lienzo del siglo XVII enmarcado por un medio punto que representa a Santa Ana y
San Joaquín acompañando a la Virgen.
Se conserva un copón de madera del siglo XVI con
policromía primitiva y una arqueta de tapa prismática, quizá
contemporánea del anterior.
Gozó de fueros otorgados por Sancho el Sabio en
1194. La recuperación del camino permite atravesar esta
pequeña población.
Hay que bajar nuevamente a la carretera; después,
desviarse para iniciar un recorrido que transcurre a través
de sendas y pistas, ignorando la carreterita que sale de
Aquerreta y que más tarde se atraviesa. La última parte de
este tramo se hace siguiendo el río. Ya está a la vista Zuriáin, y hay que cruzar el Arga y tomar la N-135.
uriáin.- Su población, 28 habitantes, altitud 495 m.
A Santiago 764 Km. La iglesia de San Millán, es gótica del siglo XIV, construcción posiblemente de origen medieval, con reformas en el último tercio del siglo XVI que le
confieren su aspecto actual.
Presenta planta de nave única rectangular de tres
tramos, más cabecera recta y dos capillas laterales en el
crucero. La nave se cubre con una bóveda de nervios sixpartita colocada en el primer tercio del siglo XVII. Las de las
capillas son de terceletes, lado del Evangelio y estrellada la
de la cabecera y la de la otra capilla del lado de la Epístola.
El coro se levanta a los pies de la nave y se cubre con
bóveda de medio cañón. La sacristía queda adosada a la
cabecera por el lado del Evangelio, quedando cubierta con
bóveda de nervios estrellada.
Al exterior, muros de excelente sillería con tres contrafuertes. La portada consiste en un sencillo arco de medio
punto moldurado sobre pies derechos e imposta corrida. Se
encuentra encajada en un nicho de arco rebajado, cubierto
por bóveda de cañón que apoya en una cornisa moldurada.
El conjunto corresponde al siglo XVI. La torre se levanta
sobre el coro con un cuerpo rectangular adosado al muro
de la Epístola, que contiene la escalera de caracol.
El retablo mayor del presbiterio es de traza rococó y
se documenta en 1768, si bien la policromía imitando a
mármoles es posterior, de época neoclásica. Las tallas de
San Antón, Santa Lucía y San Millán son contemporáneas
del retablo, mientras que el Cristo Crucificado del ático es
del siglo XVI.
En la capilla lateral del lado del Evangelio se ubica un
retablo barroco fechado en 1725, dedicado a la Virgen del
Rosario. En la hornacina central se venera una talla de la
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Virgen sedente con el Niño del siglo XIII, si bien el Niño
presenta cuerpo barroco en el que se ha encajado la cabeza medieval. En la capilla del crucero del lado de la Epístola se encuentra un retablo neogótico dedicado al Sagrado
Corazón, con imaginería también moderna.
Sólo hay casas privadas.
Pasado el punto kilométrico 12 se coge la carretera
que, a la izquierda, conduce a Ilúrdoz. Se abandona por la
derecha nada más pasar el río, en dirección a unas canteras.
roz (Irozt).- Su población, 20 habitantes, altitud 475
m. A Santiago 761 Km. La iglesia de San Pedro, del
siglo XIII, es su monumento más notable. Reconstruida en
el siglo XX, de hacia 1920.
Presenta planta de nave única con cuatro tramos,
incluida la cabecera recta, y hornacinas laterales abiertas
en el tramo anterior a ésta. La nave se cubre con bóveda
de lunetos, salvo en el tramo del coro a los pies de la nave
en donde se utiliza medio cañón. La sacristía se adosa a la
cabecera por el lado de la Epístola.
Al exterior, muros de sillarejo, con la portada de arco
de medio punto con intrados y guardalluvias moldurados,
propio del siglo XVI. La torre se adosa al tramo de los pies
de la nave por el lado de la Epístola. Entre la sacristía y la
torre se ubica un pórtico que cobija la puerta.
Preside el presbiterio un retablo mayor, bajo la advocación de San Pedro, cuya traza con elementos todavía
platerescos cabe fechar en la década de 1570. Su iconografía consiste en tablas pintadas de rico colorido, excepto
en la calle central donde se sucede el sagrario moderno, la
talla de San Pedro de época del retablo y un Cristo Crucificado barroco.
En el lado del Evangelio se encuentra un retablo rococó de la segunda mitad del siglo XVIII que carece de talla
titular. En ese lado, frente a la puerta, cuelga un Cristo
Crucificado barroco. La pila bautismal que se encuentra en
el sotocoro es moderna, mientras que la pila aguabenditera
puede corresponder al período románico. En el Museo
Diocesano de Pamplona se guardan cinco tablas pintadas
con imágenes de santos, procedentes de Iroz, del siglo
XVI.
Iroz contó con una ermita de Monserrat que ha desaparecido.
Tiene una buena fuente y un precioso puente. Tampoco cuenta con establecimientos públicos.
El recorrido termina su nuevo rodeo volviendo, ya por
última vez, a la carretera general, junto al punto kilométrico
10. Hay que hacer 600 metros para salir de ella, en el desvío que sube por la derecha hacia las casas de Zabaldica.
abaldica (Zabaldika).- Su población, 24 habitantes,
altitud 500 m. A Santiago 760 Km. La iglesia de San
Esteban del siglo XIII es una de las más antiguas de la
zona, y de las pocas que se conservan casi sin reformar,
contiene una talla de Santiago Peregrino.
Construcción protogótica de principios del siglo XIII
que ha llegado a nuestros días sin apenas retoques. Presenta planta de nave única de tres tramos, más cabecera
recta, nichos laterales a la altura del crucero y pequeña
capilla bajo el coro del lado del Evangelio. Se cubre toda la
nave con una bóveda de cañón apuntado, con fajones rectangulares, y las capillas con medio cañón. El coro se levanta a los pies de la nave y la sacristía, de construcción
moderna, queda adosada a la cabecera por el lado del
Evangelio.
Al exterior, muros de sillar con una portada cubierta
por un nicho abovedado y encajada entre la escalera de
caracol de subida a la torre y la capilla del crucero. Consta
de arco de medio punto con dos arquivoltas de arista viva,
imposta lisa y pies derechos. La torre se levanta a los pies
apoyada en el tramo del coro.
Preside el presbiterio un retablo mayor del primer tercio del siglo XVII, de arquitectura manierista con nitidez y
claridad de líneas. Su iconografía se compone de relieves y
bultos que representan santos individualizados, siendo la
escultura de buena calidad, a veces con alardes de estudios anatómicos y figuras elegantes que comunican idealismo. Su policromía es vistosa y decorativa. Contiene un
espléndido sagrario-tabernáculo de dos cuerpos.
En la capilla lateral del lado del Evangelio se ubica un
pequeño retablo barroco dedicado a San José, de la segunda mitad del siglo XVII. La escultura renacentista de la Virgen con el Niño en el ático es del siglo XVI. De traza similar
es el retablo dedicado a la Virgen del Pópolo que se encuentra en la capilla del lado de la Epístola. En la capilla
bautismal se encuentra una monumental pila de época
medieval.
En la sacristía se conservan varias obras de arte sacro
y orfebrería. En esta iglesia se encuentra la campana más
antigua de las fechadas en Navarra (1377).
En seguida unas flechas amarillas nos indican, a la
izquierda, la pista que hay que seguir, pasando por el caserío de Arleta, hasta llegar a un desmonte, y por un camino ancho unas veces y sendero en otras vamos bordeando
el monte, pasando por los registros de la conducción de
agua a Pamplona, en invierno este tramo tiene mucho barro y algunos tramos se hacen intransitables, poco después
llegaremos a la circunvalación de Pamplona.
Inmediatamente después de cruzar la carretera (por
un túnel, si no está lleno de agua) se gira 90º a la derecha
para ascender un fuerte repecho de unos 300 metros por
una buena pista, apta para vehículos, que va bordeando el
monte de Miravalles.
Una vez coronado este repecho, se inicia un pronunciado descenso que nos situará en el Puente Medieval de
Arre.
Tras cruzar este puente sobre el río Ulzama y pasar
bajo los arcos de la Basílica de la Trinidad de Arre, del
siglo XIII, entramos ya en las calles de Villaba. El Convento
de la Trinidad de Arre, ofrece al peregrino un pequeño refugio con 16 camas, duchas con agua caliente y cocina.
illaba (Atarrabia).- Su población, 9.328 habitantes,
altitud 430 m. A Santiago 758 Km. Si bien antaño
éste fue un importante jalón en la Ruta Jacobea (desde
aquí ya veían los peregrinos las torres de la catedral de
Pamplona), en la actualidad Villaba es casi considerada
como un barrio más de la capital navarra, y últimamente
muy conocido por ser el pueblo de Induráin (ganador de
cinco tours de Francia).
Su parroquia está dedicada a San Andrés. Es de construcción moderna de 1963-1966 que sustituye en el mismo
emplazamiento a otra iglesia de principios del siglo XVII,
que a su vez sustituyó con mayores dimensiones a una
tercera iglesia anterior que se documenta ya en el siglo XIII
y que en 1406 Carlos III el Noble (1361–1387–1425) había
entregado a la Abadía de Santa María de Roncesvalles.
Las obras de la segunda iglesia se interrumpieron en 1623,
todavía a falta de colocar la cubierta, hasta 1682 en que se
contrataron las bóvedas que fueron ejecutadas defectuosamente y debieron ser reformadas hacia 1691. Se documenta otra fase constructiva a finales del siglo XVIII (1784), año
en que se erige la capilla de Nuestra Señora del Rosario.
La iglesia moderna actual constituye un local de carácter funcional formado por una amplia nave rectangular, más
cabecera ochavada. Los muros se encuentran enlucidos y
sobre ellos se eleva una cubierta plana.
Al exterior, los muros combinan sillar con placas de
piedra. El acceso tiene lugar a través de dos puertas adinteladas. La torre es un esbelto fuste cúbico perforado por
arcos de medio punto para alojar las campanas. Presidía la
primitiva parroquia un retablo mayor del último cuarto del
siglo XVII que con la sustitución de la iglesia, fue desmontado y trasladado a las dependencias de la catedral de
Pamplona. Ocupaba la calle central del retablo una talla
renacentista de estilo expresivita de San Andrés, del segundo tercio del siglo XVI, que actualmente se emplaza en
uno de los ángulos del presbiterio de la nueva iglesia.
Además de esta imagen, en el altar mayor se localizan
también las tallas de la Virgen del Rosario, un buena escultura tardo-romanista de principios del siglo XVII, y un Cristo
Crucificado romanista, de finales del siglo XVI.
En la sacristía se conservan algunas piezas de orfebrería: cáliz de plata de estilo neoclásico de principios del
siglo XIX; dos coronas de plata de la Virgen del Rosario,
barrocas del siglo XVIII, tipo imperial, con profusa ornamentación vegetal; crismera de plata fechada en 1816; incensario de plata de la misma fecha; y un ostensorio de plata,
barroco de comienzos del siglo XVIII.
Villaba se cruza por su calle Mayor, que coincide con
el trazado de la carretera. Fusionada a ella se encuentra la
localidad de Burlada, área de expansión industrial y comercial de Pamplona, que también atravesamos por su avenida
-carretera.
A la salida de Burlada, entre el concesionario de Renault y Talleres Garisa, parte una calle hacia la derecha.
Flechas amarillas en ambos edificios nos indican que éste
es el camino a tomar.
Doscientos metros después se cruza la carretera Pamplona-Irún para entrar ya en el barrio pamplonica de La
Magdalena, donde en el siglo XI existió un hospital para
leprosos.
Un kilómetro y medio después, tras cruzar el río Arga
por el Puente de La Magdalena del siglo XIII, (en su cabecera, a la derecha, se levanta un crucero) el camino atraviesa el parque de la Tejeria, y bordeando la muralla entramos en el casco antiguo de Pamplona.
amplona (Iruña).- Su población, 185.372 habitantes, altitud 449 m. A Santiago 752 Km. Es la primera
gran ciudad por la que pasa el camino de Santiago. Es de
origen romano, fundada por el general romano Pompaelo,
en el año 75, fue invadida por vascones, visigodos y árabes, hasta convertirse en capital del reino.
Capital durante muchos siglos del antiguo Reino de
Navarra, estuvo formada por tres burgos independientes,
cada uno de ellos con su propio recinto amurallado: la Navarrería (que aún conserva la estructura clásica romana), el
Burgo de San Cernin (de forma hexagonal) y el Burgo Nuevo de San Nicolás (de estructura rectangular).
Pamplona era y es ciudad acogedora, como reza el
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lema inscrito en el dintel de la puerta del Ayuntamiento:
“Patet ómnibus jauna, cor valde magis” (La puerta está
abierta para todos, pero mucho más el corazón).
El camino asciende solemnemente a Pamplona bordeando sus murallas hasta alcanzar el Portal de Francia o de
Zumalacárregui, para llegar después, por la Calle del Carmen, a la Catedral de Santa María, construida en el siglo
XV.
El itinerario prosigue por las calles Curia y Mercaderes
hasta llegar a la Iglesia de San Cernín (o San Saturnino)
del siglo XIII.
Desde aquí el trayecto continúa por la calle Mayor, en
cuyo extremo estaba la Puerta de la Taconera, puerta por
la que abandonaban la ciudad los peregrinos medievales,
calle Bosquecillo y Vuelta del Castillo.
En el final de ésta cruzamos la moderna Avenida de
Sancho el Fuerte para entrar en la calle Fuente de Hierro
que, paralela a la carretera general, nos sitúa junto a la
Universidad, ya en las afueras de Pamplona.
El refugio, tiene 114 camas, duchas con agua caliente,
aseos y cocina.
La catedral es el monumento más importante de Pamplona. Levantada sobre un templo románico del siglo XII,
en el que trabajó el Maestro Esteban (autor de la compostelana fachada de las Platerías), es de estilo gótico destacando sobremanera su impresionante claustro (según algunas guías, el más bello de Europa).
La desluce su sobria fachada neoclásica, realizada a
finales del siglo XVIII. En su interior se hallan el Refectorio
y la antigua cocina de peregrinos; hoy convertidos en Museo Diocesano.
Junto a la Catedral destaca también la iglesia de San
Cernin, o San Saturnino, del siglo XIII, patrón de Pamplona,
en cuya portada figura una imagen de Santiago ataviado de
peregrino, y la iglesia de San Nicolás, del siglo XII.
En la calle Santo Domingo se encuentran el antiguo
Hospital General, hoy Museo de Navarra y la iglesia de
Santo Domingo (siglo XIV) cuyas puertas están decoradas
con vieiras jacobeas, y cuyo retablo mayor corona una
imagen de Santiago peregrino.
En la iglesia de San Lorenzo tiene su capilla San
Fermín, sin duda uno de los santos más populares de España, junto con Santiago Apóstol, si bien por diferentes
motivos.
El casco antiguo de la Ciudad fue declarado en 1968,
Conjunto Histórico Artístico, incluyendo los Baluartes y la
Ciudadela.
3ª Etapa (22 Km.)
Pamplona-Puente la Reina
l Camino de Santiago abandona Pamplona a través
del campus de la Universidad de Navarra. Paseo tranquilo hasta el río Sadar, que se salva a través del puente
de Acella. un laberinto de cruces, calles y jardines parece
dispuesto a complicar el tránsito del peregrino. No obstante, la correcta señalización de esta zona facilita en todo
momento su perfecta orientación.
Abandonado el recinto universitario, la ruta continúa
por una carretera paralela a la N-111 hasta llegar a la altura
de un transformador eléctrico.
En este punto se abandona momentáneamente la
calzada, que atraviesa la línea del ferrocarril por un paso
elevado. Pronto volvemos a la carretera que nos conduce
directamente al núcleo urbano de Cizur Menor.
En su tránsito hacia la Ribera, atravesamos el corazón
de Navarra por tierras secas y alomadas, salpicadas de
pueblos en los que aún se conserva un marcado sabor
medieval, encaramados a cerros y oteros, y muchos de
ellos en lamentable estado de abandono. A veinte kilómetros se encuentra uno de los hitos del camino, Puente la
Reina, lugar de confluencia de las dos principales rutas
españolas, la que entra por Somport y la que nosotros seguimos desde Roncesvalles.
izur Menor (Zizur Txiki).- Su población, 693 habitantes, altitud 487 m. A Santiago 748 Km. La iglesia
San Emeterio y San Celedonio es una construcción rural
románica del siglo XII, que perteneció a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén.
Presenta en planta nave única rectangular de cuatro
tramos -mayor el situado a los pies3
- y una cabecera semicircular. Al nivel del tercer tramo
se abren dos pequeñas capillas laterales. Los muros son
de sillar de pequeño tamaño y contrastan con la cubierta
enlucida, consistente en una bóveda de horno para la cabecera y cuatro tramos de cañón para la nave. Las capillas
reciben bóvedas de cañón. A los pies de la nave se levanta
un coro de madera con una balaustrada de hierro que sustituye a la primitiva de madera. La sacristía se cubre por un
techo de bovedilla y se adosa a la cabecera por el lado del
Evangelio.
La iglesia conserva en el exterior su aspecto medieval
con sus muros de sillar, a excepción de un pórtico barroco
de ladrillo, de triple arcada de medio punto sobre pilares.
Cobija éste la puerta de ingreso gótica, de arco apuntado,
formada por tres arquivoltas sobre sus correspondientes
columnas. En el dintel figura un crismón trinitario. Los capiteles se ornamentan con caulículos, palmetas, piñas y bolas en las esquinas.
La torre forma un bloque prismático de gran empaque
y escasa altura, que se levanta sobre el tramo de los pies
de la nave. El cuerpo de campanas ha sido reformado en
época moderna. Una pila bautismal de piedra de época
medieval se encuentra en el sotocoro.
Preside el presbiterio una imagen barroca de Cristo
Crucificado, de la primera mitad del siglo XVII. Es moderna
la talla de la Virgen en la capilla del lado del Evangelio. En
la sacristía cuelga otro Cristo Crucificado renacentista, del
segundo tercio del siglo XVI.
En el capítulo de orfebrería se conservan varias piezas: dos cálices, uno de plata dorada y otro de plata, de
origen bajo-renacentista, de finales del siglo XVI; un copón
liso barroco de plata del siglo XVIII; una concha de plata de
bautismo, también del siglo XVIII; y una cruz parroquial de
metal dorado, de estilo neoclásico del siglo XIX.
Su iglesia de San Miguel Arcángel, del siglo XII, es la
única iglesia porticada románica del reino de Navarra. La
mandó levantar el obispo Pedro Jiménez de Gozálaz, quien
tuvo un papel decisivo en la historia de Navarra durante los
últimos años del reinado de Teobaldo I el Trovador. Cizur
Menor fue encomienda de la Orden del Temple de San
Juan de Jerusalén.
Esta iglesia ha perdido casi por completo su iconografía. Se adivinan malamente sus intenciones militares de la
Orden por el aspecto de fortaleza que tiene todo el templo,
aunque, desde el momento mismo de su instauración, su
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primer comendador, García de Obárriz (1181), hizo que
aquella sede fuera destinada a la ayuda de los peregrinos
que pasaban por allí camino del puerto del Perdón. Llegó a
contar con tres hospitales para peregrinos. En la actualidad
es una familia particular quien regenta el refugio de peregrinos de esta localidad. Se trata de un confortable albergue
habilitado con unas modernas instalaciones y que dispone
de 50 plazas (ampliables con colchonetas), cocina y duchas con agua caliente. Para pernoctar en Cizur, llamar con
antelación a Maribel Roncal (Teléfono 948 183 885).
Del centro de Cizur y bien señalizado, parte un sendero en dirección al frontón municipal, que se deja a la derecha. Este sendero nos conduce hasta una pista asfaltada y
ésta a su vez a un buen camino de tierra, apto incluso para
vehículos.
Trescientos metros después, junto a las últimas casas
de Cizur Menor, parte la carretera que enlaza con la N-111
en Cizur Mayor. Nuestro camino sigue de frente, por un
tramo ascendente perfectamente señalizado hasta pasar
bajo la línea del tendido eléctrico y coronar una pequeña
loma.
Desde aquí la panorámica se extiende ya sobre toda
la llanura que rodea la capital navarra, en la que destacan
pequeños montículos dominados casi siempre por pequeños grupos de edificaciones, hoy abandonadas en su mayor parte.
Tras 500 metros de suave descenso se llega a la carretera de Galar, que tomamos para 150 metros después
desviamos hacia la derecha por un buen camino.
Es ésta una zona de toboganes en la que se acumula
bastante agua. La impermeabilidad del terreno hace que se
encharque abundantemente, pero sin llegar a formar el tan
molesto barro.
Hasta llegar a Guendulaín, numerosos senderos surgen hacia ambos lados. Las flechas y los lazos amarillos
colocados en las ramas de los chopos señalizan correctamente este tramo del camino.
uendulaín.- Su población, 15 habitantes, altitud
520 m. A Santiago 744 Km. Presenta al peregrino
una imagen turbadora. Enclavado en lo alto de una loma (a
la que el camino no asciende) destaca la parroquial de San
Andrés, y el palacio de los Condes de Guendulaín, contrasta su estampa de fortaleza con el estado de abandono en
que se encuentra.
La iglesia, actualmente en estado de ruina, es parte
del señorío de Guenduláin. Construcción originariamente
del siglo XVI, avanzado. Muestra mezcla de tendencias
estilísticas, algunas tardogóticas como las bóvedas, otras
propias del siglo XVII como las columnas de la nave o la
torre, y otras incluso del siglo XVIII como la puerta de acceso al interior del templo.
Presenta en planta una amplia nave de cruz latina de
tres tramos, crucero de brazos rectos y cabecera poligonal.
En el interior se encuentra la capilla funeraria de la familia
de los condes de Guendulain, que se adosa al brazo del
crucero del lado del Evangelio. La nave se cubre con tres
tramos de bóveda de terceletes. El crucero lo hace con
bóveda estrellada sobre cuatro gruesas columnas. La sacristía se adosa a la cabecera por el lado del Evangelio.
Al exterior, muros de buen sillar regular. La puerta de
acceso, de estilo barroco del siglo XVIII, es un arco de medio punto enmarcado sobre recuadramientos sobre pilares
cajeados y columnas dóricas que apoyan en pedestales.
Sostienen un entablamento con frontón curvo de volutas.
La puerta queda protegida por un pórtico de piedra de tres
arcadas semicirculares, sostenidas por pilares cuadrados.
La torre del siglo XVII se emplaza sobre el tramo de
los pies de la nave. La pila bautismal del siglo XVI se encuentra en el sotocoro.
Los tres retablos localizados actualmente en Peralta:
Los tres retablos principales se trasladaron al hospital
de Peralta -encontrándose actualmente en la iglesia de San
Miguel de Peralta-, las piezas de orfebrería al almacén del
Museo Diocesano de Pamplona, excepto una custodia que
se guarda en la parroquia de Santa María de Ermitagaña.
La Virgen titular del retablo del lado del Evangelio se encuentra depositada en la parroquia de San Juan Bosco.
Desde aquí ya podemos ver, un kilómetro y medio
más allá, las casas de Zariquiegui, en la ladera del Monte
Perdón.
Un merendero a mano derecha del sendero ofrece
reposo antes de la iglesia de San Andrés.
ariquiegui.- Su población, 67 habitantes, altitud
623 m. A Santiago 741 Km. Su iglesia de San
Andrés, construcción de origen románico de la segunda
mitad del siglo XII, según algunos vestigios que se conservan como la puerta de ingreso y la pila bautismal. En el
siglo XIV se llevó a cabo una profunda remodelación que le
aportó su configuración actual.
Presenta planta de nave única de cuatro tramos regulares, más cabecera recta de menor anchura. Los muros se
cubren de un enlucido imitando sillar. Las cubiertas tardogóticas están formadas por cinco tramos de terceletes
entre fajones de medio punto. El coro de madera se emplaza a los pies de la nave. La sacristía se cubre a cielo raso y
queda adosada a la cabecera por el lado de la Epístola.
Al exterior, elevados muros de sillar y una portada
románica de la segunda mitad del siglo XII protegida por un
tejadillo. La componen tres arquivoltas baquetonadas y un
guardalluvia moldurado exterior que descansan en columnas cilíndricas con capiteles. El dintel lleva un crismón trinitario. La torre es de gran anchura y escasamente sobresale
en altura por encima del tramo de los pies de la nave.
Preside la cabecera un retablo mayor romanista de la
primera mitad del siglo XVII. La escultura es de mediana
calidad y predomina el relieve. En el primer cuerpo se desarrollan escenas de la Pasión como la Oración del Huerto y
el Prendimiento que flanquean la hornacina enla que se ha
colocado una imagen de la Virgen con el Niño sobre el
sagrario. En los dos tableros del friso superior que separa
ambos cuerpos, figuran cuatro Padres de la Iglesia emparejados, entre dos angelitos de los pedestales.
La talla de San Andrés en el segundo cuerpo es de
una gran monumentalidad y nos remite al Moisés de Miguel
Angel con su rostro de largas barbas. Está flanqueado por
escenas relivarias de su Martirio y su Juicio. El ático acoge
el grupo del Calvario entre los relieves de dos parejas de
obispos que recostados se acoplan a los tableros y de pequeñas tallas de una santa mártir con palma y de San
Ramón Nonato. El sagrario es renacentista de hacia 1570,
anterior al retablo, e incluye en los tableros laterales los
relieves de San Pedro y San Pablo, mientras que en la
puerta figura la pintura de un cáliz. Su interior se ha policromado con un busto policromado de Cristo, de la época del
retablo. En la sacristía se conserva otro sagrario. La pila
bautismal de la iglesia es de época medieval. En la sacrist37
ía se custodian algunas piezas de orfebrería: una campanilla de bronce dorado de posible origen flamenco, bajorenacentista de finales del siglo XVI; un copón barroco de
plata del siglo XVIII; una crismera barroca de plata con
forma de arqueta, de la segunda mitad del siglo XVII; un
hostiario de plata del siglo XVI; un ostensorio de plata dorada de la segunda mitad del siglo XVII; y una cruz parroquial.
En el coro se localiza un reloj de sol que inscribe la
fecha de 1678.
A la salida de Zariquiegui hay un descenso de apenas
200 metros que conduce hasta un pequeño arroyo. Será el
último en un buen trecho.
La ascensión al Alto del Perdón no es muy larga
(1.900 m.), pero puede hacerse muy dura en función de las
condiciones del terreno.
Con el suelo completamente seco, este ascenso no
debe presentar dificultades salvo en sus últimos 300 metros, en los que hay que superar un desnivel del 15% sobre
un terreno pedregoso. Con el terreno embarrado, el panorama cambia radicalmente. El terreno arcilloso por el que
discurre la mayor parte del ascenso al monte El Perdón se
convierte en un barrizal por el que se hace muy difícil avanzar.
En este punto se localiza la “Fuente de la Teja” o de
Reniega, en la que, según la tradición, el diablo disfrazado
de caminante se ofrecía al cansado peregrino para indicarle
una fuente oculta a condición de que éste renegase de
Dios, de la Virgen o de Santiago. El propio Apóstol será el
que recoja al peregrino moribundo y lo lleve a la escondida
fuente dándole de beber con su vieira.
(Advertencia: si quieres beber agua en este punto,
procura llevarla en la cantimplora, ya que la fuente solo cae
un hilillo, y en algunas épocas, nada, y entonces serás tú el
que “reniegues”)
lto del Perdón.- Altitud 780 m. A Santiago 739 Km.
Nuestra subida finaliza al llegar al cruce con la carretera que asciende hasta la cumbre del monte El Perdón
(lleno de “ventiladores” por eso casi siempre hace viento).
Hemos alcanzado la cota 790, mientras que la cima se
halla a nuestra izquierda, a 1.037 metros de altitud.
Desde 1996, uno de los grandes símbolos del Camino
de Santiago es la escultura realizada por Vicente Galbete,
que inmortalizó en chapa a un pelotón de peregrinos en su
camino a Compostela. En una de las figuras que integran la
obra se puede leer: “Donde se cruza el camino del viento
con el de las estrellas”.
Desde este punto la panorámica se amplía de manera
extraordinaria. Atrás quedan Pamplona y la cuenca del
Arga. De frente se divisan ya los poblados de Uterga, Muruzábal, Obanos, hacia los que nos dirigimos, y más al
fondo las cumbres del Arnotegui y Montejurra.
La carretera se cruza por el mismo punto por el que se
accede a ella para inmediatamente descender por una
ladera de tierra en empinada pendiente hasta el cierre de
una alambrada, profusamente señalizada, y en la que se
nos solicita sea cerrada al pasar. Así lo hacemos e iniciamos un peligroso descenso por un terreno irregular en el
que abundan las piedras sueltas, algunas de ellas de tamaño considerable.
Si el ascenso del Perdón exige cierto esfuerzo físico,
su descenso no lo desmerece. El firme es muy irregular,
propicio para las lesiones. Conviene extremar la precaución
38
y, durante los tramos más comprometidos, examinar a fondo los puntos en los que se va a apoyar el siguiente pie.
Dos kilómetros después llegamos al otro extremo de la
finca, también convenientemente cercado. Superada esta
segunda valla la pendiente decrece y el terreno se va convirtiendo poco a poco en una aceptable pista de tierra por la
que caminar se convierte en un verdadero placer.
Flanqueados por una chopera que se extiende a ambos lados de un pequeño arroyo, el camino llega a Uterga.
terga.- Su población, 142 habitantes, altitud 495
m. A Santiago 735 Km. Su iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, es una construcción del siglo XVI, con
obras y reformas documentadas en el siglo XVII, que por su
defectuosa ejecución generaron contenciosos, todavía
vigentes a comienzos del último tercio del siglo XVIII. La
cabecera, capillas laterales y dos tramos de la nave deben
de corresponder al siglo XVI, mientras que otros dos tramos de la nave, la portada, el coro y parte de la torre pueden corresponder a las obras pleiteadas del siglo XVII.
Presenta planta con nave de cuatro tramos, más cabecera pentagonal, ante la que se abren dos pequeñas capillas. La cabecera se cubre con bóveda estrellada del siglo
XVI, el tramo del crucero con una forma circular y las capillas con simples bóvedas de terceletes. El tramo siguiente
al crucero lleva una bóveda de lunetos que se prolonga por
el resto de la nave y corresponde a la obras del siglo XVII,
que incluyeron el coro con bóveda de terceletes. La sacristía se cubre por bóveda de arista y queda adosada a la
cabecera por el lado de la Epístola.
Al exterior, las obras de los siglos XVI y XVII muestran
muros de sillar. La portada del siglo XVII lleva un dintel y
jambas molduradas que rematan en frontón triangular en el
interior del cual se halla una hornacina. El pórtico de ladrillo
que la cobija se realizó en 1820 y en su frontis hay una
triple arcada sobre pilares y bóveda interior de arista. La
torre, comenzada a mediados del siglo XVII y continuada
en el XVIII, se adosa a los pies de la nave por el lado de la
Epístola. En el siglo XVIII se levantó el cuerpo de campanas y más recientemente la espadaña de remate.
Preside el presbiterio un retablo mayor de principios
del siglo XX que aprovecha los relieves del basamento de
un retablo anterior de principios del siglo XVII. En la capilla
del lado del Evangelio se sitúa un retablo de la Virgen del
Rosario de principios del siglo XIX, cuya hornacina la ocupa
una imagen de vestir de la primera mitad del siglo XVII. En
el lado de la Epístola, un retablo simétrico del anterior dedicado a San José.
La cajonería de la sacristía es de principios del siglo
XVII. La colección de orfebrería incluye: dos cálices barrocos de la primera mitad del siglo XVIII; crismeras de plata
de hacia 1622; hostiario de plata del siglo XVIII; incensario
de plata del siglo XVII; lámpara votiva de plata, pieza poco
frecuente en Navarra; hermosa naveta de plata de mediados del siglo XVII; pareja de portapaces de metal posiblemente del siglo XVII y otro de plata del siglo XVIII; y un
relicario de plata, tipo ostensorio, del siglo XIX.
En las dependencias parroquiales se conservan otros
objetos, entre ellos una talla gótica de la Virgen sedente
con el Niño, de la primera mitad del siglo XIV, con policromía dorada del XVI.
Conserva unas buenas casas blasonadas, tiene un
pequeño refugio de 4 plazas.
Su travesía se halla perfectamente señalizada. Dos
kilómetros después entramos en Muruzábal.
uruzábal.- Su población, 250 habitantes, altitud
455 m. A Santiago 732 Km. Su iglesia de San Esteban, es de construcción gótica de las primeras décadas del
siglo XIV, con posteriores ampliaciones, principalmente en
los siglos XVI y XVII que le otorgan su actual configuración.
En las obras de finales del siglo XV o principios del
XVI se añade la "capilla del Madrileño" en el tercer tramo
de la nave, del lado del Evangelio, también la escalera
renacentista del coro y los dos cuerpos inferiores del fuste
de la torre. Al siglo XVII corresponde la ampliación de la
iglesia con crucero, capilla mayor y sacristía, para lo que se
derriba parte del edificio medieval, probablemente una cabecera poligonal. A principios del siglo XIX se acometieron
obras de acondicionamiento interno y reformas en el abovedamiento de crucero y cabecera. En el siglo XX se levantó la parte superior de la torre en estilo neogótico.
Presenta planta de cruz latina formada por una nave
gótica de tres tramos desiguales, a la que se añade en el
siglo XVII crucero y cabecera recta y una capilla en el XVI
en el lado del Evangelio, en el tercer tramo. Los muros
presentan sillar en la nave y enlucidos en el crucero y cabecera. La nave medieval se cubre con tres tramos de bóveda
de crucería, al igual que la capilla del siglo XVI. El tramo
que antecede al crucero y sus brazos se cubren con bóvedas de lunetos, cubriéndose el tramo central del crucero
con una cúpula sobre pechinas.
El coro de obra se emplaza en el tramo de los pies de
la nave, sustituyendo probablemente a otro coro del siglo
XVI, momento al que pertenece la bella escalera de acceso.
Al exterior, muros de buen sillar en los que se aprecian
las distintas fases constructivas del templo. El lado de la
Epístola queda en gran parte enmascarado por un alto
pórtico de ladrillo abierto por tres arcos de medio punto
sobre pilares. Encima, un espacio destinado a dependencias parroquiales. El interior del pórtico se cubre por tres
bóvedas de arista y cobija una portada gótica del siglo XIV
de acceso al templo, abocinada por cuatro arquivoltas
apuntadas y guardalluvia exterior.
Preside el presbiterio un retablo mayor barroco de la
segunda mitad del siglo XVII. En su iconografía, que en
general no muestra dominio de la perspectiva y anatomía,
contiene una excelente talla de estilo romanista de la Virgen con el Niño, de gran monumentalidad y empaque miguelangelesco, de finales del siglo XVI, que conserva su
policromía original. Guarda cierta analogía estilística con la
que se conserva en Obanos.
En la "capilla del Madrileño" o "del Escolar", también
llamada de "San Juan Bautista", se ubica un pequeño retablo de los Santos Juanes, gótico de finales del siglo XV o
principios del XVI, que conserva pinturas sobre tabla de
tradición hispano-flamenca, de ingenuidad compositiva y
riqueza de colorido e indumentarias y adornos de joyas,
predominando los tonos rojos, verdes y ocres. La hornacina
central alberga dos tallas de los Santos Juanes, de estilo
gótico de la segunda mitad del siglo XV. La talla renacentista de Cristo Crucificado corresponde al segundo tercio del
siglo XVI. En el brazo del crucero se ubica el retablo de
estilo rococó dedicado a la Virgen del Rosario, de la segunda mitad del siglo XVIII. En el lado opuesto, en la capilla del
lado de la Epístola, el retablo barroco de mediados del siglo
XVII dedicado a San José, en cuyo lienzo destaca el man-
to, una gran mancha ocre que domina cromáticamente todo
el conjunto.
En esta misma capilla se encuentra el sepulcro del
Obispo de Calahorra, Juan Juániz de Echálaz, nacido en
Muruzábal (1591-1648-1656).
Fue ejecutado el sepulcro entre 1664 y
1666. Juntamente con el sepulcro del Obispo Esparza, que
se encuentra en la iglesia San Millán de Iturgoyen (valle de
Guesálaz, merindad de Estella), constituye uno de los escasos monumentos funerarios levantados en Navarra durante el siglo XVII. Se trata de un sepulcro parietal que
adopta forma de arco de triunfo con un edículo para el yacente entre pilastras cajeadas de capitel dórico, sobre las
que se eleva un entablamento y encima un frontón triangular. En los extremos del frontón se disponen pequeñas
pilastras con puntas de diamante sobre las que se elevan
pirámides con bolas. En el arco de medio punto se encuentra la imágen yacente del prelado, vestido de pontifical.
La parroquia cuenta con una interesante colección de
orfebrería: tres cálices, dos de plata y uno de bronce dorado, del siglo XVII; dos copones de plata, uno barroco de
principios del siglo XVIII y el otro de 1861; un juego de crismeras de plata de principios del siglo XVII; una cruz parroquial de bronce dorado, neoclásica, de principios del siglo
XIX; un ostensorio del siglo XX; unos interesantes relicarios
de plata, entre ellos: de San Francisco de Asís y San José,
barroco, tipo ostensorio, del siglo XVIII; relicario de plata de
San Blas con elementos del siglo XVIII y del XIX; y otros
tres relicarios del siglo XIX de San Roque, San Esteban y
San Francisco Javier.
En la casa parroquial se conservan varias tallas de
diferentes procedencias y estilos, varias de ellas del siglo
XVI
Tiene un retablo con una talla de Santiago Peregrino.
Tiene un palacio barroco, conocido como el palacio del
Marqués, que es la marca de un vino de la zona.
A la salida, una cruz de hierro a la derecha de la carretera nos indica el lugar del que parte un estrecho camino
por el que desciende nuestra ruta. Este camino desemboca
1.200 metros después en otro de similares características,
que tras un pequeño repecho nos sitúa junto a la primera
casa de Obanos.
banos.- Su población, 804 habitantes, altitud 412
m. A Santiago 731 Km. Su iglesia de San Juan Bautista, de construcción neogótica ojival llevada a cabo en
1912, sustituyendo a otra iglesia anterior posiblemente de
origen gótico que se conservaba en mal estado y resultaba
insuficiente. De la iglesia antigua se conservan todavía
fotografías. La nueva construcción utilizó algunos elementos de la antigua como la portada, los arcos del pórtico y la
bóveda del sotocoro colocada sobre el presbiterio.
Presenta planta de nave única espaciosa, con cinco
tramos sin crucero, y profunda cabecera recta más estrecha que la nave, a la que se adosa la sacristía por el lado
del Evangelio. Cubren la nave cinco tramos de bóveda de
crucería entre fajones apuntados. En las capillas laterales
se disponen bóvedas de medio cañón apuntado y en la
cabecera una bóveda estrellada de la iglesia antigua. El
coro se emplaza a los pies de la nave sobre un arco ligeramente rebajado, y tiene un gran ventanal. La sacristía se
cubre a cielo raso.
Al exterior, la portada antigua del siglo XIV se localiza
a los pies de la nave y consiste en un arco apuntado que
39
abocina sobre jambas fasciculadas que acaban en basas
poligonales. La portada se cobija bajo un pórtico que aprovecha materiales del pórtico de la antigua iglesia, con trece
arquerías de arco apuntado. Por encima del pórtico en el
muro hastial se abre un gran ventanal inscrito en un arco
apuntado con remate de crestería y pináculos. La torre se
encuentra adosada a los pies de la nave por el lado de la
Epístola y consta de un fuste cúbico y cuerpo de campanas
con arcos apuntados. Bajo el pórtico del lado del Evangelio
se ubica otra portada de arco apuntado con cuatro arquivoltas y guardalluvia exterior.
Preside el presbiterio un retablo mayor dedicado a San
Juan Bautista, neogótico, a juego con los colaterales dedicados al Sagrado Corazón y a la Inmaculada. Su imaginería es moderna a excepción del Calvario del ático que presenta un Cristo Crucificado barroco y tallas romanistas de
María y San Juan, probablemente pertenecientes al retablo
de la antigua iglesia contratado en 1588.
En el lado del Evangelio se localizan los retablos dedicados a la Dolorosa (neoclásico, s. XIX) y la Virgen Blanca
(rococó, segunda mitad s. XVIII), en cuya calle central,
sobre un pedestal poligonal, se encuentra una Virgen con
el Niño, la Virgen Blanca, románica del siglo XIII. En el lado
de la Epístola se encuentra otro retablo rococó, similar al
anterior, dedicado a la Virgen de Soterraña, de la segunda
mitad del siglo XVIII, con una imagen de vestir del siglo
XVIII. Y en otra capilla del mismo lado, un retablo de Cristo
Crucificado de traza idéntica al de la Dolorosa del lado del
Evangelio. Lo preside una espléndida escultura renacentista del segundo tercio del siglo XVI con anatomía expresivita
del Crucificado y dramática cabeza inclinada con los ojos y
la boca entreabiertos.
En la sacristía se conservan dos grandes esculturas
que pertenecían al retablo de la antigua iglesia. La de San
Juan Bautista, romanista de finales del siglo XVI, y la de la
Virgen con el Niño, erguida con San Juanito a sus pies,
también romanista, de soberbia factura, que se coloca en
primera línea entre las obras romanistas en Navarra. Conserva la policromía original.
En la sacristía se conservan algunas piezas de orfebrería. Destaca un ostensorio de plata sobredorada de
origen mejicano del tercer cuarto del siglo XVIII, cuyo sol
presenta rayos rectos y flameados ejecutados a bisel. Un
aparatoso conjunto forman las sacras de plata de estilo
tardorrococó de 1797 y cuatro relicarios de plata, a juego
dos a dos, con marcas de Zaragoza. Entre otras piezas:
cáliz de plata del siglo XVIII; dos cálices de plata, a juego,
de 1790; cáliz de plata sobredorada a juego con vinajeras y
campanilla, fechado en 1820; otro cáliz de plata sobredorada del siglo XIX; candelabros de plata de 1825; dos copones de plata, uno del siglo XVIII y el otro de 1832; bellas
crismeras de plata de hacia 1626; dos cruces, una parroquial de plata sobredorada de 1820 y la otra de plata, de
altar, tardorrococó de principios del siglo XIX; incensario de
plata, neoclásico, de hacia 1800, con naveta de plata fechada en 1832; y dos portapaces de plata, neoclásicos,
fechados en 1797.
También es famosa, la representación del “Misterio de
Obanos” a cargo de los habitantes del pueblo. (Ver relato
en el tramo Aragonés) Es en este municipio en el que se
unen los dos ramales pirenaicos del camino de Santiago, el
procedente de Somport y el que nosotros seguimos desde
Roncesvalles.
Se abandona Obanos descendiendo por un camino de
40
tierra (en el que suele formarse barro), que discurre por
entre una plantación de viñas y que nos deja en la carretera
procedente de Campanas. Unos metros antes está la Ermita de San Salvador, punto en que se unen las dos rutas
jacobeas y en el que se ha levantado un monumento a los
Caminos.
Tomamos esta carretera hacia la derecha hasta llegar
a la N-111. En este cruce también se ha colocado un monumento al peregrino en el que pueden leerse las palabras
de Aymeric Picaud “Desde aquí todos los Caminos a Santiago se hacen uno sólo”.
La N-111 nos conduce en apenas 500 metros hasta
Puente La Reina. La carretera se abandona a la altura del
kilómetro 23, muy cerca del Convento de los Padres Reparadores, bajo cuya bóveda gótica enfilamos una larga y
recta calle, la señorial calle Mayor, que nos situará directamente junto a “la linda puente” del Códice Calixtino.
uente la Reina (Gares).- Su población 2.324 habitantes altitud 347 m. A Santiago 728 Km. Villa fundada por y para las peregrinaciones, cuenta con el símbolo
más representativo del camino de Santiago a su paso por
Navarra: el Puente de los Peregrinos construido en el siglo
XI.
De nuevo el mundo de las sensaciones se hace patente de manera casi violenta en el peregrino al cruzar este
puente cargado de historia. La antigua aldea vasca llamada
“Gares” fue poblándose en la Edad Media gracias a su
situación estratégica. Alfonso I el Batallador le concedió
privilegios y fueros y favoreció su repoblación por parte de
los francos, pero el impulso definitivo llegó con la construcción del puente sobre el río Arga, para facilitar el paso de
los peregrinos. La villa surge durante la segunda mitad del
siglo XI. Como su nombre indica de manera inequívoca, se
trata de una población que debe su existencia a un puente.
Más difícil resulta explicar a qué reina se debe; es
opinión muy generalizada, aunque nada rigurosa, el identificarla con Doña Mayor, esposa de Sancho III el Mayor de
Navarra. Visos de una más creíble realidad histórica tiene
la atribución a doña Estefanía, consorte de García el de
Nájera.
El primer monumento que nos encontramos al entrar
en la villa, es la iglesia de Santa María de la Vega (hoy
conocida como iglesia del Crucifijo). La iglesia, de dos naves, es de estilo popular románico y es de fundación templaria, del siglo XII, con ampliación de finales de la Edad
Media.
La imagen del Crucificado que se venera aquí es una
hermosa talla, atribuida a una ofrenda de un peregrino renano -según opinión generalizada-, que corresponde al
siglo XV.
Se localiza en el poblado de Murugarren o "Villa Vieja", quizá el más antiguo existente en la época de construcción del Puente de la Reina o "Ponte Regina". Este poblado
había sido donado en 1142 a la Orden del Temple por el
rey García V Ramírez "el Restaurador" (1110-1134-1150).
Presentó inicialmente planta de nave única de cuatro
tramos más cabecera formada por un tramo recto y ábside
semicircular. Se cubre esta nave por una bóveda de cañón
ligeramente apuntado articulada por arcos fajones. La cabecera se cubre por bóveda de horno.
A esta nave románica de finales del siglo XII se le
añadió por el lado del Evangelio en el siglo XIV una segunda nave gótica, que se edifica después de la supresión de
los Templarios, decretada en 1312 por el heredero de la
corona de Francia y rey de Navarra, Luis I (1289-13051316), cuando la iglesia templaria se convierte en parroquia. Esta nueva nave consta de cuatro tramos más cabecera semicircular al interior y poligonal al exterior, abriéndose una capilla en el tercer tramo, por el lado del Evangelio.
La nave se cubre con bóveda de cañón apuntado, mientras
que la cabecera lo hace con una bóveda de horno. La sacristía, seguramente del siglo XVII, se cubre con cúpula
ciega sobre pechinas y un tramo de bóveda de lunetos,
quedando adosada a la cabecera de la ampliación gótica.
En el exterior se pone de manifiesto la complejidad
estructural debida a la existencia de dos naves y dos cabeceras. La hermosa portada es de principios del siglo XIII,
abocinada por tres arquivoltas apuntadas que se elevan
sobre otras tantas columnas y capiteles a cada lado, labrados con variado diseño que sirve de catequesis de contenido moral y teológico, advirtiendo a los peregrinos del peligro de la lujuria y el pecado.
La torre, de origen medieval correspondiente a la
construcción de la nave gótica, se eleva a los pies adosada
al muro hastial de la nave románica. Fue objeto de sucesivos recrecimientos posteriores, iniciados a principios del
siglo XVII, como pone en evidencia el cambio de sillar.
La iglesia y las dependencias conventuales sufrieron
un gran deterioro a lo largo del siglo XIX. En la primera
guerra carlista sirvió de equipamiento militar y, tras las leyes desamortizadoras de los regímenes centralistas, desapareció la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén que había asumido en el siglo XV (1443) los bienes
de los Templarios. En 1919 se instalaron los padres Reparadores y el culto fue reinstaurado en 1951.
Ocupa el ábside de la nave principal románica una
copia moderna de la imagen de la Virgen con el Niño, robada (aunque devuelta y custodiada en las dependencias
conventuales) en 1986. Se trata de una talla románica procedente de la iglesia San Román de Urdánoz (valle de
Goñi, merindad de Estella), del último tercio del siglo XII,
que emparenta con las tallas de Oriz, Mutilva Alta y Eristáin.
Ocupa el ábside de la nave gótica una excepcional
talla gótica de Cristo Crucificado doloroso de grandes dimensiones, del siglo XIV (1315-1320), en el que se funden
dos corrientes estilísticas europeas de modelos de la Alemania renana y de la Italia del Trecento. La forma en "Y" de
la cruz coincide con los modelos renanos, como el de Santa María en Colonia. Mientras que los largos mechones de
la cabellera partida con raya en medio, el fino tratamiento
de los rasgos faciales de Cristo, su vientre hundido y la
posición cruzada de los pies, indican la corriente italiana.
En el interior de la iglesia se encontraba el enterramiento de don Juan de Beaumont, Prior de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, primer vizconde de Abarca y Arberoa (1455) y ayo o tutor del Príncipe Carlos de
Viana (1421-1441-1461). Era un sepulcro de alabastro de
estilo renacentista, de mediados del siglo XVI, que se colocó en la nave gótica. Debió de ser destruido durante la
primera guerra carlista del siglo XIX. Algunos restos se
conservan en un salón del colegio de los padres Reparadores.
Junto a la iglesia se emplaza el Convento de los Padres Reparadores quedando ambos edificios unidos por un
tramo porticado a modo de atrio o vestíbulo, posiblemente
de origen gótico, aunque fue destruido en el siglo XIX, con-
servándose los arranques de las cubiertas. El que se conserva actualmente corresponde a la restauración de 1951,
cubierto por una bóveda de crucería.
El convento actual ocupa el emplazamiento que antiguamente tuvo el hospital de los Templarios y que más
tarde fue restaurado y ampliado al hacerse cargo del mismo en el siglo XV la Orden Hospitalaria de San Juan de
Jerusalén.
Además del puente románico, en Puente la Reina
destaca sobremanera la portada de la parroquia de Santiago el Mayor del siglo XII, la primera de una serie de tres
excepcionales pórticos polilobulados, de clara influencia
islámica, que encontraremos en Cirauqui y Estella.
En el interior destaca un enorme retablo, dedicado a
Santiago, del siglo XVIII, una popular talla gótica de cedro
del siglo XIV representando a Santiago Peregrino, el
“Beltza” (negro, en euskera), debido al humo de las velas
que siempre están encendidas a sus pies y la talla gótica
de Santa María del Rosario del siglo XIV.
Construcción de origen tardomedieval del siglo XVI,
ampliada en la primera mitad del XVIII con una serie de
capillas barrocas añadidas a ambos lados de la nave, y
otras reformas.
Presenta planta de nave gótica de tres tramos, más
cabecera pentagonal. En los tramos segundo y tercero de
la nave, del lado del Evangelio, se abren dos capillas laterales, la primera de época barroca cubierta con bóveda de
lunetos y la segunda de época anterior cubierta con bóveda
de cañón apuntado. Las dos capillas del lado de la Epístola
son de época barroca, de mayor dimensión y comunicadas
entre sí formando una especie de segunda nave, presentando la del tercer tramo un ábside semicircular cubierto
con bóveda de horno y practicado en el muro, lo que destaca en el exterior. Estas dos capillas se cubren, la del segundo tramo con una bóveda de arista y la del tercero con
una cúpula nervada. La nave medieval recibe tres tramos
de bóveda de crucería y la cabecera una cubierta de paños.
El coro se emplaza a los pies de la nave, sobre un
arco de medio punto de embocadura. La sacristía es del
siglo XVIII y se cubre con dos tramos de bóvedas de aristas, quedando adosada a la cabecera por el lado de la
Epístola.
Al exterior, muros de sillarejo o de ladrillo, excepto de
sillar en el fuste de la torre, muro hastial y parte del muro
del lado del Evangelio. La portada es tardogótica del siglo
XVI y se abre a los pies de la nave. Está formada por cuatro arquivoltas ligeramente apuntadas y baquetonadas con
capiteles lisos corridos. La torre queda emplazada formando ángulo entre el lado de la Epístola y el muro hastial. En
la remodelación de 1797 se mantiene el fuste medieval de
sillar y se incorpora el remate de ladrillo y yeso, formado
por un basamento y un cuerpo de campanas con remate
cupuliforme entre florones.
En el interior destaca un enorme retablo, dedicado a
Santiago, del siglo XVIII, una popular talla gótica de cedro
del siglo XIV representando a Santiago Peregrino, el
“Beltza” (negro, en euskera), debido al humo de las velas
que siempre están encendidas a sus pies y la talla gótica
de Santa María del Rosario del siglo XIV.
En el sotocoro se ubica un retablo de Cristo Crucificado, de la segunda mitad del siglo XVIII, de estilo rococó
avanzando hacia lo neoclásico. En las capillas del lado del
Evangelio se encuentran los retablos de estilo rococó, de la
41
segunda mitad del siglo XVIII, dedicados a San Babil y a
Nuestra Señora del Puy o del “Txori” (pájaro, en euskera).
En las capillas del lado de la Epístola, los retablos de Nuestra Señora de las Nieves y de los Desposorios de la Virgen,
ambos también de estilo rococó, de la segunda mitad del
siglo XVIII.
En el coro se conserva una sillería barroca del siglo
XVIII, formada por ocho sitiales, un facistol a juego y el
órgano, todos ellos de ese mismo siglo, contiene un órgano, que es una joya del barroco navarro del siglo XVII.
En la sacristía se guarda en una hornacina la Virgen
de los Esclavos, imagen de vestir del siglo XVIII. Se custodian también algunas piezas de orfebrería, entre las que
destaca la cruz parroquial de plata, recientemente dorada,
de estilo bajorrenacentista, de la primera mitad del siglo
XVII, con decoración cincelada. Entre otras piezas, un ostensorio de plata dorada, de la segunda mitad del siglo
XVII, con muy bella decoración repujada de sabor todavía
renacentista.
La calle Mayor en su conjunto constituye de por sí un
interesante conjunto monumental.
Aún se conserva en Puente la Reina la tradición de
tocar cuarenta campanadas al anochecer, tradición que
antaño servía para avisar a los peregrinos de que se iban a
cerrar las puertas de la ciudad.
El puente, aunque con reformas, es el mejor de los
medievales de la ruta. Todavía conserva la puerta que lo
integraba en la fortificación de la ciudad. Ha perdido la torreta del centro, donde había una pequeña capilla en la que
se guardaba una imagen de la Virgen, de gran devoción
entre los habitantes de Puente la Reina.
Atraviesa el río Arga y siempre ha caracterizado a la
villa, desde su construcción y actualmente. Constituye el
más bello ejemplar de época medieval que se conservan
en Navarra y el más importante de cuantos se cruzan a lo
largo del Camino de Santiago.
Su construcción se remonta a mediados del siglo XI,
bajo el reinado de García III Sánchez “el de Nájera” (10201035-1054) y el patrocinio de su madre y/o de su esposa,
las reinas Munia de Castilla y Estefania de Foix-Bigorre,
para facilitar el paso sobre el río Arga de los peregrinos que
se dirigían a Santiago de Compostela.
Construido en sillar y sillarejo, tiene una longitud de
110 metros con una anchura de 4 metros. Su calzada
adopta una disposición en forma de "lomo de dromedario"
con una fuerte inclinación hacia ambos extremos, como
corresponde a los puentes medievales. Consta de seis
arcos circulares de medio punto y distinto radio, que abarca
desde los 20 metros el mayor hasta los 6 metros del más
pequeño. Entre ellos se abren unos arquillos a modo de
respiraderos para aliviar en las avenidas y aligerar la obra.
A ambos lados se disponen cuatro tajamares triangulares,
cuyo vértice alcanza la base de dichos arquillos.
El puente estuvo defendido por dos torreones, uno que
lo unía con la Rúa Mayor de los Peregrinos y el otro levantado en el lado opuesto.
En el centro, coincidiendo con su parte más elevada,
se construyó una torreta a modo de capilla que custodiaba
la imagen renacentista de la Virgen del Puy, labrada en
piedra a principios del siglo XVI, muy venerada en Puente
la Reina. Un extraño prodigio convertido en hermosa leyenda se produjo en este lugar hasta el siglo XIX. De cuando
en cuando un “txori” (pájaro, en euskera) acudía a la imagen y le limpiaba las telarañas y lavaba la cara trayendo
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agua del río en el pico.
Con motivo de estos sucesos, la población los celebraba con cohetes y redobles de campanas. Pese al tumulto
que se armaba, el “txori” cumplía su misión con absoluto
aplomo. La Virgen del “Txori” fue trasladada del puente al
interior de la iglesia de San Pedro en 1843.
Junto a la Virgen se colocaba un grupo del Calvario.
En los cuatro ángulos se hallaban grabadas en medallones
las imágenes de San Pedro, San José, Santiago el Mayor,
San Francisco Javier y Santa Bárbara. También se representaba un Cardenal de la Santa Madre Iglesia que intervino en la construcción de la capilla.
En 1843, en previsión de ensanchar el puente, la imagen fue desmontada y llevada en procesión hasta la iglesia
San Pedro, donde actualmente preside uno de los retablos
del lado del Evangelio.
En Puente la Reina, los Padres Reparadores ofrecen
un albergue que dispone de 33 plazas y duchas con agua
caliente. Asimismo, existe otro refugio municipal (abierto
sólo desde mediados de junio hasta finales de septiembre)
en el edificio de las antiguas escuelas (calle San Pedro).
Dispone de 40 camas y duchas con agua caliente.
4ª Etapa (24 Km.)
Puente la Reina - Estella
o hay mejor forma de decir adiós a Puente la Reina
que a través del impresionante puente medieval, se
sale por la carretera N-111 en dirección a Logroño, carretera que pronto abandonamos (a la altura de la factoría Eunesa) para tomar un camino bien definido que parte por el
otro lado de la calzada. El itinerario adelanta una pequeña
área de descanso, y tras acercarse al río por un terrero
llano y sin complicaciones, deja atrás la depuradora de
Puente la Reina.
Es éste un tramo de dos kilómetros francamente entretenido, en el que se alternan las zonas llanas con otras de
continuos subibajas. Al final de este tramo, en un triple
cruce sin señalizar, hay que tomar el del centro, para atacar
un fuerte repecho que sube a la colina donde estaba el
poblado de Bargota de la Orden del Temple, y que nos
situará al mismo nivel que la carretera, que va siempre a
nuestra derecha. Al final del repecho ya se ven las primeras
casas de Mañeru, pueblo al que se llega por una buena
pista.
añeru.- Su población, 362 habitantes, altitud 456
m. A Santiago 722 Km. Un crucero del siglo XVI,
nos da la bienvenida al pueblo con casas blasonadas. Su
iglesia de San Pedro, del siglo XVIII, neoclásica reconstruida sobre otra de posible origen medieval. Sustituye a un
primitivo templo de los siglos XVI y XVII del que se aprovechó el tramo de los pies.
Se trata de un edificio de estilo barroco tardío, de planta de cruz latina muy original, con un amplio crucero cubierto por una media naranja con linterna. La nave se configura
con tres tramos desiguales, el primero que acoge al coro
alto y sobre el que se sitúa la torre campanario. El segundo
tramo es semicircular.
El exterior presenta una pureza volumétrica propia del
estilo neoclásico, resaltando especialmente, por original,
las formas absidales de los brazos del crucero.
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La portada neoclásica se compone de una puerta
adintelada que alberga en una hornacina una escultura
sedente de San Pedro revestido de Pontifical, del siglo XVI.
La torre que se levanta a los pies del templo se compone
de un primer cuerpo del sigo XVI, sobre el que se eleva un
cuerpo de campanas, barroco, del siglo XVIII.
El templo está presidido por un retablo mayor realizado según modelos neoclásicos en el año 1930. Las imágenes son de la época del retablo.
Tras el friso del altar exento se oculta un interesante
conjunto de reliquias traídas de Santa María la Real de
Nájera en el año 1606.
En el brazo del crucero, del lado del Evangelio, se
encuentra una magnífica talla romanista de Santa Bárbara titular de la ermita de su nombre - de hacia 1600 y conserva su primitiva y bella policromía. Sigue luego un pequeño
retablo de la Virgen del Rosario con tallas y relieves que
pertenecen al manierismo romanista. E la caja central del
primer cuerpo se cobija la talla sedente de Nuestra Señora
del Rosario. En las calles laterales del mismo nivel aparecen los bellos relieves del Nacimiento de Cristo y de la
Epifanía. El segundo cuerpo tiene la imagen de la Asunción
y los relieves extremos de la Anunciación y la Visitación.
A continuación, un púlpito neoclásico rematado por
una imagen de la Fe entre ángeles.
En el lado de la Epístola, otro púlpito neoclásico adosado a uno de los machones del crucero. Sigue un pequeño retablo romanista de Santa Catalina, similar en traza y
decoración al colateral simétrico de la Virgen del Rosario.
En el coro se ubica una sillería barroca de hacia 16601670.
La sacristía conserva las imágenes del Corazón de
Jesús, la Inmaculada y San José, todas ellas del siglo XIX.
Entre los ornamentos conservados destacan unos
paños de púlpito y atril blancos con bordados en colores del
siglo XVIII. Del siglo XIX es el terno rojo de San Pedro,
entre otros.
En el capítulo de orfebrería: una crismera barroca de
plata con forma de arqueta, de la segunda mitad del siglo
XVII y dos cruces procesionales neoclásicas, una de plata
fechada en 1819 y punzonada en Pamplona, la otra plateada, también del siglo XIX. Un incensario neoclásico de plata
de principios del siglo XIX. Destaca en este capítulo de
orfebrería un plato limosnero de latón del siglo XVI con
dorado moderno y lleva una inscripción de origen alemán.
Finalmente, se conserva un ostensorio rococó de plata
dorada de finales del siglo XVIII.
En la casa parroquial y dependencias se guardan al
menos tres tallas de Cristos Crucificados, uno de ellos romanista de hacia 1600. Los otros dos son del siglo XVIII,
uno de ellos de marfil.
Abandonamos el pueblo por la calle “Forzosa”, que así
la llaman humorísticamente, porque conduce al cementerio,
que dejamos a la izquierda. Desde este pueblo, se divisa
ya nuestro siguiente destino: Cirauki. Sin embargo, los tres
kilómetros que separan estos dos poblados son bastante
confusos para el peregrino, que debe atravesar numerosos
viñedos por estrechos senderos de los que, en no pocas
ocasiones, el trazado del camino desaparece por completo.
Entre campos de labor y viñas se entra en Cirauki.
irauqui (Zirauki).- Su población, 470 habitantes,
altitud 495 m. A Santiago 719 Km. Dan refugio al
peregrino en el Centro Social. Es uno de los pueblos más
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bonitos del camino de Santiago, con sus casas blasonadas
circundando un otero y sus estrechas y empinadas calles
de sabor medieval en torno a la iglesia de San Román,
segunda que encontramos con una magnífica portada polilobulada, del siglo XI, reconstruida en el siglo XVII, similar a
la de Santiago el Mayor en Puente la Reina y a la de San
Pedro de Estella.
De origen medieval de hacia 1200 en tiempos
de Sancho VII el Fuerte (1154-1194-1234), la iglesia fue
ampliada y remodelada en los siglos XVI y XVII. La primitiva iglesia constaba de nave única de cuatro tramos y ábside semicircular, disposición que aún se mantiene en los
dos primeros tramos.
Presenta planta de nave central de cuatro tramos más
cabecera recta y dos naves laterales que ocupan solamente los dos primeros tramos de la nave. La sacristía queda
adosada a la cabecera por el lado de la Epístola y lleva
cubierta plana.
Corresponde a la etapa medieval la portada románica de
un gran arco apuntado del lado de la Epístola bajo un sencillo alero. Se abocina mediante 8 arquivoltas y tiene el
arco lobulado por arquillos de herradura de influjo musulmán. El rico repertorio decorativo del arco se culmina
con un crismón situado en la clave. Esta portada tiene una
evidente conexión con la de San Pedro de la Rúa en Estella, viniendo ambas a continuar un tipo iniciado en la zona
con la magnífica portada de la iglesia de Santiago de Puente la Reina construida en estilo románico en
1142. Es un ejemplo de la fusión entre caracteres musulmanes, románicos y cistercienses.
La torre tiene planta rectangular con ventanas geminadas de arcos apuntados en los frentes mayores. En él apoya un recrecimiento posterior de sillarejo que remata en la
línea del contrafuerte mayor en un templetillo poligonal
moderno.
Entre la portada y la torre se encuentra una gran hornacina de arco de medio punto más un segundo cuerpo de
arco rebajado que se decora con bolas Reyes Católicos del
siglo XVI y que se hizo probablemente al construir el coro.
El presbiterio está presidido por el retablo de San
Román de estilo barroco realizado entre 1702 y 1706. En la
hornacina central se encuentra una talla gótica de San
Román sedente, obra del siglo XIII, muy restaurada y con
policromía moderna.
En la nave del Evangelio se encuentran dos retablos
barrocos de hacia 1700: el retablo de San Francisco Javier
(con un lienzo del titular de la primera mitad del s. XVII) y el
de la Virgen del Rosario. En la nave de la Epístola se encuentran: el pequeño retablo de la Inmaculada y los de San
Juan Bautista (con relieves del siglo XVI) y del Santo Cristo
(similar a su colateral simétrico de San Francisco Javier).
En el coro alto se encuentra una sillería manierista de
finales del siglo XVI con once sillas. Se encuentra también
la caja del órgano con follaje barroco de 1714.
En las dependencias parroquiales se conservan varias
tallas populares de diversas épocas, entre ellas un San
Miguel del segundo tercio del siglo XVI y un Cristo Crucificado de principios del XVII. Existe también un sagrario de
madera dorada de la segunda mitad del siglo XVIII.
En el capítulo de orfebrería, la sacristía guarda un
gran número de piezas: cuatro cálices de diferentes épocas, entre ellos uno de hacia 1600 en plata dorada, una
concha bautismal punzonada, dos copones de plata y una
pequeña corona ambos del siglo XVIII, varias crismeras del
siglo XVII, varios ostensorios, relicarios, incensario, entre
otras.
Destaca sin embargo la gran Cruz procesional de plata
parcialmente dorada y estilo bajo-renacentista del último
cuarto del siglo XVI. Es de extraordinaria calidad y se trata
de uno de los mejores ejemplos de la orfebrería navarra de
este período.
Es digna de visitar, la Casa Consistorial que alberga
en su entrada una gran pila bautismal.
Tras ascender los duros repechos que son las calles
de Cirauki, se desciende la vertiente sur del cerro sobre el
que se asienta este precioso poblado precisamente por el
trazado de la antigua calzada romana, cuyo empedrado
asoma semioculto por la tierra y la maleza. Tras cruzar el
vetusto puente (también muy deteriorado), un breve ascenso nos sitúa en la N-111, que cruzamos para seguir de
frente por un buen camino de tierra en dirección a lo que en
otro tiempo fuera el poblado de Urbe, del que hoy sólo quedan unos cuantos montones de piedras a ambos lados de
la Ruta.
Pronto cruzamos un arroyo por un pequeño puente e
iniciamos un ameno descenso por un buen camino agrícola
de tierra rojiza paralelo a la carretera, a la que, en ocasiones, asoman los restos de la calzada.
Después de estos cuatro gratificantes kilómetros de
descenso nos acercamos de nuevo hasta la carretera para
tomar un desvío correctamente señalizado en dirección al
Embalse de Alloz. Tras pasar bajo un moderno acueducto,
abandonamos el asfalto para tomar un camino de tierra que
salva el Río Salado por un pequeño puente de dos arcos,
recientemente restaurado.
ío Salado.- Este puente evoca uno de los pasajes
más conocidos del “Códice Calixtino”. Aquel en el que
Aymeric Picaud advierte “¡cuidado con beber en él ni tú ni
tu caballo!”. Pues es un río mortífero. Camino de Santiago,
sentados a su orilla, encontramos a dos navarros afilando
los cuchillos con los que solían desollar las caballerías de
los peregrinos que bebían de aquel agua y morían. Les
preguntamos y nos respondieron mintiendo que aquella
agua era potable, por lo que dimos de beber a nuestros
caballos, de los que al punto murieron dos, que los navarros desollaron allí mismo.
Conocida es la fobia que Aymeric siente por las gentes
de estas tierras, quienes, si bien reconocen que ciertamente el agua de este río es ligeramente salada, también aseguran que nunca ha sido maligna.
Pasado el río Salado, el camino pasa por debajo de la
N-111 para salir a un tramo muerto de su antiguo trazado.
Descendemos unos metros hacia la izquierda y enfilamos
un camino de tierra que nos aúpa hasta la calle Mayor de
Lorca.
orca.- Su población, 120 habitantes, altitud 480 m.
A Santiago 713 Km. En la mitad de su rectilínea calle
Mayor nos encontramos una buena fuente que permite el
descanso al peregrino. Su iglesia de San Salvador, es de
estilo románico tardío, del siglo XII, transformada en los
siglos XVIII, XIX y XX.
Presenta planta de una pequeña nave única de cuatro
tramos y ábside semicircular. Los pilares de los tramos y la
cornisa son del siglo XVIII y el coro data de principios del
siglo XX. La cubierta es de medio cañón apuntado y el
ábside se cubre con un cuarto de esfera.
Al exterior, luce muros del siglo XII, ocultos en gran
parte por construcciones posteriores, como la sacristía y el
pórtico. También son del siglo XII los muros del ábside. De
principios del siglo XX son el pórtico, la portada y el campanario.
El retablo mayor dedicado al Salvador es un buen
ejemplo del tránsito del estilo plateresco al manierista, pudiéndose fechar en la década de 1560 a 1570. Mientras
que en la traza predomina lo arquitectónico, en la ornamentación conviven motivos propios del primer Renacimiento
con otros ya de carácter manierista.
En el lado del Evangelio se encuentra un retablo romanista del último cuarto del siglo XVI, dedicado a la Virgen
del Rosario. En el lado de la Epístola, el retablo de Santiago, de traza manierista de hacia 1600.
A los pies de la iglesia se sitúa la pila bautismal de
piedra, de origen románico medieval.
La sacristía conserva una talla romanista de Cristo
Crucificado de hacia 1600. Se custodia también una capa
pluvial de seda roja del siglo XVIII, bordada en rico colorido.
Las piezas de orfebrería que se conservan son numerosas: dos cálices, uno de plata dorada seguramente peruano, de finales del siglo XVII, y el otro de plata sobredorada de estilo neoclásico; un copón de plata del siglo XVII;
dos crismeras de plata, una purista de comienzos del siglo
XVII, la otra de 1801 y estilo rococó; un incensario neoclásico; una naveta de plata del siglo XVIII, y un ostensorio neoclásico de plata dorada, fechado en 1816.
Esta localidad, de poco mas de 100 habitantes, y en
donde se conservan dos albergues privados, se halla íntimamente ligada a la ruta jacobea.
De hecho, ya en el siglo XIII albergaba un hospital de
peregrinos. La ruta atraviesa el enclave de punta a punta a
través de la calle Mayor y enlaza, a continuación, por una
pista de cemento nos sitúa en la carretera general, y por un
camino que seguiremos paralelo a la carretera, llegaremos
hasta el desvío de la carretera de Villatuerta, lugar del que
parte, hacia la izquierda, una calle, que tras cruzar el río
Iranzu por un puente medieval de dos arcos, se introduce
ya en Villatuerta.
illatuerta (Bilatorta).- Su población, 797 habitantes,
altitud 439 m. A Santiago 707 Km. Poblado ya en
época romana, fue lugar de señorío desde 1073, en sus
calles se ven algunas casonas de los siglos XVI y XVII.
Esta localidad, recibe al peregrino con un itinerario
urbano que le rinde honores. Primero por la calle Camino
de Santiago y después por la Plaza del Peregrino, se llega
al entorno de la calle San Ginés, que conduce a los romeros al puente románico-medieval que divide el pueblo. Tras
sobrepasarlo y alcanzar la calle Nueva se llega a la iglesia
gótica de la Asunción y a la plaza contigua, que acoge la
estatua de san Veremundo, abad de Irache y patrón del
Camino de Santiago en Navarra, y de quien Villatuerta
presume ser su cuna
Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, de origen románico de hacia 1200, fue destruida probablemente en el incendio de 1378 cuando los castellanos asolaron la villa, en
tiempos de las guerras entre Carlos II de Navarra Evreux (1332-1349-1387) y los Trastamara de Castilla.
Debió ser reconstruida en estilo gótico, llevándose
después a cabo diversas obras en los siglos XVI y XVIII
para completar el edificio que actualmente se presenta.
Presenta planta de nave única rectangular de tres
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tramos, con cuatro capillas-hornacinas, cabecera pentagonal y coro alto a los pies sobre arco rebajado. Del románico
se conserva la torre y una portada del muro de la Epístola,
con arco de medio punto y abocinada con dos arquivoltas.
El resto de la fábrica interior del templo con sus muros y las
cubiertas son de estilo gótico.
La sacristía, de estilo barroco, data del siglo XVIII. Al
exterior, luce la portada principal del lado del Evangelio, del
siglo XIV. Tiene forma de arco apuntado y se abocina mediante seis arquivoltas. Se protege por un pórtico barroco
del siglo XVIII cuya planta rectangular se cubre mediante
una bóveda de cañón.
Preside el templo un retablo mayor en estilo romanista
tardío ya superado por elementos naturalistas, construido a
mediados del siglo XVII para sustituir otro anterior. En el
lado del Evangelio se ubica un pequeño retablo romanista
dedicado a Santa Catalina, de finales del siglo XVI, en el
que destaca la esbelta y estilizada imagen de la Santa titular. En el lado de la Epístola se encuentra el pequeño retablo de San Miguel, también de estilo romanista, labrado
hacia 1596 como el de Santa Catalina, su simétrico.
En la sacristía se encuentran dos tableros romanistas
con relieves de San Miguel venciendo a los demonios y
varias esculturas, entre ellas las de San Sebastián y de la
Magdalena, de finales del siglo XVI. Hay también una Dolorosa del siglo XIX y un Cristo crucificado del siglo XVII.
En el capítulo de orfebrería existen varias piezas: dos
cálices barrocos de plata de la primera mitad del siglo XVIII
y un tercero de plata dorada de hacia 1777. Un ostensorio
de la misma fecha y unas interesantes crismeras de plata,
de estilo y época bajo-renacentista de principios del siglo
XVII. Se custodian también: una cruz procesional de metal
plateado y estilo neoclásico, fechable a finales del siglo
XVIII; dos ostensorios, uno de plata dorada y estilo rococó
a juego con un cáliz, de hacia 1777 y el otro de plata de
estilo neoclásico del siglo XIX.
Debe destacarse una arqueta-relicario que contiene
reliquias de San Veremundo, abad de Irache en el siglo XI,
que gozó de gran devoción en Villatuerta. Es tradicional, no
obstante, la disputa sostenida por Villatuerta y Arellano por
atribuirse la cuna de San Veremundo, abad del monasterio
de Santa María la Real de Irache (Ayegui, merindad de
Estella) en la segunda mitad del siglo XI.
Se abandona por una pista de cemento hasta encontrar una senda en dirección a Estella. A la izquierda queda
la ermita de San Miguel, (siglo X), rodeada de olivos, bajamos a una zona recreativa y de descanso, al pie de la NA132, carretera en la que falleció en el 2002 la peregrina
canadiense Mary Catherine Kimpton. Un monumento de
piedra con el lema «Pueda ella caminar siempre sobre los
campos de oro» recuerda este trágico accidente, que forzó
a las autoridades a evitar que el trazado cruzase la carretera. En la actualidad, un paso subterráneo lo evita, continuamos y pasamos un puente metálico sobre el río Ega, por
cuya orilla llegaremos a las mismas puertas de Estella.
stella (Lizarra).- Su población, 12.841 habitantes,
altitud 423 m. A Santiago 703 Km. Asentada en las
faldas de Montejurra (el monte santo de los tradicionalistas), Estella fue fundada en el año 1090 por Sancho V a fin
de favorecer el asentamiento de francos en el emplazamiento de la antigua Lizarra.
Estos orígenes favorecían el hecho de que los peregrinos franceses encontrasen en Estella una acogida verda46
deramente generosa. Así, el propio Aymeric Pícaud, poco
amante de estas tierras, al referirse a Estella dice “que es
fértil en buen pan, óptimo vino, carne y pescado, y llena de
toda suerte de felicidades”, y el agua de su río Ega “es
dulce, sana y muy buena”.
El trayecto original del camino de Santiago se aparta
de la actual carretera a la entrada de Estella para introducirse en su casco histórico por la calle de Espoz y Mina. Al
final de la misma se gira a la izquierda para cruzar el río
Ega por el recientemente restaurado Puente de la Cárcel,
que da acceso a la calle de la Rúa, tras la cual se llega a la
Plaza de San Martín, auténtico núcleo de la actividad comercial y política de la población. La Ruta continúa por la
calle de San Nicolás hasta la Puerta de Castilla, lugar por el
que, durante siglos, los peregrinos abandonaban la ciudad.
En la actualidad, tras pasar este solemne arco, se regresa
de nuevo a la carretera por la que recorreremos los últimos
barrios de Estella.
La calle de la Rúa y la Plaza de San Martín de Estella
forman un conjunto monumental excepcional en el camino
de Santiago. En este corto tramo el peregrino puede contemplar:
La Parroquia de San Miguel, ejemplar del románico del
siglo XII que se levanta sobre el primitivo núcleo de Lizarra.
En el año 1145 se tiene ya noticia de la existencia de
una iglesia dedicada a San Miguel, ubicada en la cima de
un escarpe rocoso, «La Mota», bien dotado para la defensa
del burgo. Sin embargo, los restos más antiguos conservados evidencian una construcción posterior a esta fecha,
seguramente entre 1187 y 1196, durante los reinados
de Sancho VI el Sabio y Sancho VII el Fuerte. Las obras se
dilataron en el tiempo, con lo que se yuxtapusieron varios
estilos en el mismo edificio.
Presenta planta de tres naves de tres tramos, más
crucero y cabecera con tres ábsides semicirculares. Éstos
se cubren con bóvedas de horno, precediendo al central un
tramo de bóveda de cañón apuntado. Las naves laterales
se cubren con bóveda de crucería sencilla separadas por
arcos de tipo cisterciense. Las bóvedas estrelladas de la
nave central son de una época posterior, de hacia 1537.
El exterior presenta aspecto de fortaleza. Se accede al
interior mediante dos puertas situadas en los lados de la
Epístola (sur) y del Evangelio (norte). La puerta meridional
es muy sencilla, con arquivoltas apoyadas en capiteles
decorados con vegetales estilizados y algunas cabecitas (s.
XIII). Mayor interés reviste la portada septentrional que
muestra una de las mejores iconografías del románico tardío español. Se trata de un gran arco de medio punto con
tímpano decorado que se abocina mediante cinco arquivoltas figurativas más una sexta exterior de encuadre. Los
capiteles apoyan sobre seis columnas de fuste liso apeadas en basas redondeadas sobre pedestales cuadrados
con cenefas decorativas. Centra la portada un tímpano con
una mandorla en forma de cuadrilóbulo, con el Pantocrátor
sedente bendiciendo. A ambos lados de la portada se distribuyen elementos arquitectónicos y relieves de variada calidad.
Las escenas de mayor calidad son las situadas en las
jambas bajo la línea de imposta, representándose a la izquierda a San Miguel alanceando al dragón. En el lado
opuesto se localizan los relieves de las tres Marías en el
sepulcro ante dos ángeles. Sobre estas escenas se localizan sendos arcos apuntados de finales del siglo XII, el de la
derecha semioculto por la bóveda del pórtico, que apoyan
sobre capiteles con animales y cobijan cuatro estatuas
columnas cada uno representando apóstoles y profetas.
Preside el presbiterio un gran retablo mayor en artesa
adaptado al ábside, de estilo barroco, de finales del primer
tercio del siglo XVIII. El gran óvalo del retablo cobija una
interesante talla de San Miguel venciendo al demonio, de
principios del siglo XVI y estilizadas proporciones goticistas,
resto del primitivo retablo que tuvo la iglesia. A ambos lados se sitúan las tallas de San Gabriel y San Rafael y sobre
ellas, dos ángeles trompeteros flanqueando a la imagen del
Salvador, todas ellas de estilo barroco, de mediados del
siglo XVIII.
En la nave del lado del Evangelio se encuentran los
retablos del Corazón de Jesús (ábside lateral, barroco, de
hacia 1700, con una imagen de San José con el Niño de
finales del s. XVI); de San Crispín y San Crispiniano o de
los Zapateros (romanista, de 1602, con el grupo del Calvario entre Santo Domingo y Santa Catalina y tres pequeñas
tablas con el Salvador y los Apóstoles); y de Santa Elena,
de estilo gótico internacional, igual que el retablo de Santa
Catalina de la catedral de Tudela y el de la de Tarazona, de
principios del siglo XV, de traza aragonesa, adosado al
muro de los pies de la nave del Evangelio, donado por dos
vecinos de Estella cuyos sepulcros se encuentran en el
brazo norte del transepto.
En la nave del lado de la Epístola se encuentran los
retablos del Corazón de María (barroco, principios del s.
XVIII, con interesantes tallas góticas de San Cosme y San
Damián en el ático, de finales del s. XV); y de San José
(tramo de los pies, barroco, segunda mitad s. XVII, con una
talla barroca de un santo obispo en el ático). En el brazo
del crucero se localizan dos sepulcros góticos que forman
conjunto con los antes mencionados del lado del Evangelio.
La colección de orfebrería es importante en calidad y
cantidad: arqueta de carey con aplicaciones de plata
(s.XVIII), campanilla (s. XVI), cálices de plata uno de los
cuales es de hacia 1500, crismeras de plata. Destacan una
cruz gótica patriarcal de altar de la segunda mitad del siglo
XIV y dos cruces procesionales de plata, una labrada en
estilo plateresco de mitades del siglo XVI y la segunda de
finales del siglo XVI idéntica a la cruz de Lácar que se conserva en el Museo Diocesano de Pamplona. Se conservan
también otras piezas: naveta de plata con decoración neoclásica y varios relicarios, entre los que destaca el gótico de
los Santos Inocentes de hacia 1500. Entre los ostensorios,
uno de bronce y plata dorada del Bajo Renacimiento, de
principios del siglo XVII, con un sol de rayos rectos y flameados con remates de estrellas. Otro ostensorio de bronce y plata, más tardío, que sigue una tipología barroca con
nudo de pera, cuyo sol presenta la disposición del siglo
XVIII con rayos rectos y flameados.
En el exterior, a unos metros de la cabecera y unida a
ella mediante un arco apuntado, se ubica la pequeña capilla gótica de San Jorge, de nave única trapezoidal, cubierta
con bóveda de crucería simple con clave central decorada
con una Anunciación.
La iglesia del Santo Sepulcro, románico tardío del siglo
XII, la portada gótica del siglo XIII, es uno de los mejores
ejemplares de la escultura bajomedieval, un Santiago Peregrino delante de la portada, y en el dintel, se halla representada la Ultima Cena. En el interior está la pila bautismal
gótica del siglo XIII.
Situada en un extremo de la calle de Curtidores en
uno de los extremos de la Rúa de los Peregrinos, que atra-
vesaba el burgo de San Martín fundado por el rey de
Aragón y de Navarra Sancho I Ramírez (1042-1063-10761094). Fue una de las parroquias más antiguas de la ciudad, de la que consta que en 1123 era sede de la cofradía
del Santo Sepulcro. Su arruinada fábrica muestra las huellas de un largo proceso constructivo que, iniciado en el
románico, no se concluyó hasta el siglo XVI. Fue suprimida
como parroquia en 1881.
Construcción grandiosa y monumental de estilo románico tardío de influencia cisterciense de hacia 1200, modificada en estilo gótico, en los siglos XIII y XIV. Constaba de
tres naves aunque del alzado de la iglesia solo se conserva
íntegramente la zona que corresponde a la nave del Evangelio, ampliada con parte de la central. De finales del siglo
XII es el ábside de la nave del Evangelio de planta semicircular y con un arco ligeramente apuntado en la ventana. En
el siglo XIV se procedió a la edificación de las cabeceras de
la capilla central y la del lado de la Epístola, ambas poligonales. Se conservan todavía hoy parte de los muros de la
capilla mayor, mientras que de la meridional no restan sino
los cimientos. Los muros exteriores son de grueso sillar
medieval.
El acceso al interior se realiza a través de una importante y ricamente decorada portada gótica de aspecto monumental, también de finales del siglo XIII, aunque los rasgos estilísticos de la escultura responden a la gran calidad
del gótico francés de la primera mitad del siglo XIV. La
puerta define su profundidad mediante el abocinamiento de
doce arquivoltas, que descansan en estilizadas columnillas
rematadas por un capitel corrido con motivos vegetales y
animales.
El mensaje cristológico descansa en el tímpano dividido en tres registros: la Última Cena como representación
única en el dintel; las Tres Marías ante el sepulcro vacío, el
Descenso de Cristo al Limbo -Anástasis- y la aparición a la
Magdalena -Noli me tangere- en el registro intermedio; y la
Crucifixión en el superior.
Coronan la portada sendos grupos de seis hornacinas
a cada lado, que cobijan un apostolado y, ante la puerta, a
modo de guardianes, las figuras exentas de Santiago (en
hábito de peregrino jacobeo) y de san Martín de Tours
(vestido de obispo y en actitud de bendecir).
La cabecera de la nave del Evangelio está presidida
por un retablo barroco de mediados del siglo XVII. La hornacina del ático alberga una talla de Cristo Resucitado de
estilo barroco popular contemporánea del retablo. La policromía es posterior, de época neoclásica. Destaca la original gran pila bautismal gótica del siglo XIII.
La Parroquia de San Pedro de la Rúa, iglesia mayor
de Estella y tercera y última que encontramos con el pórtico
polilobulado del siglo XII, como la de Santiago en Puente la
Reina y San Román en Cirauqui. En su interior se guarda
una talla románica de Cristo procedente de la iglesia del
Santo Sepulcro. Aún así, lo más destacable de este recinto
es su impresionante claustro.
Ubicada en lo alto de un encrespado risco, se accede
al templo a través de una escalinata que conduce a la puerta principal. Fue la primera parroquia de Estella y goza del
título de iglesia mayor de Estella, título conferido en 1256
en tiempos del reinado de Teobaldo II de Navarra Champagne. Su antigüedad se remonta a la propia fundación de
la ciudad hacia el año 1090, aunque en la documentación
no es nombrada la iglesia explícitamente hasta el año
1174, en tiempo de Sancho VI el Sabio (1132-1150-1194).
47
Desde un principio perteneció la iglesia al monasterio de
San Juan de la Peña, enclavado en Aragón, por donación
del rey de Aragón y de Navarra Sancho I Ramírez (10421063-1076-1094). En esta iglesia juraban los reyes de Navarra los fueros y privilegios de Estella.
El actual edificio comenzó a ser construido en el último
cuarto del siglo XII sobre un edificio primitivo, en un estilo
románico tardío y protogótico con influencias cistercienses.
Las obras continuaron durante el resto del siglo XII y comienzos del XIII. Durante el siglo XIV se repusieron las
bóvedas de las naves laterales que se conservan. De esta
centuria datan también los grandes ventanales góticos de
la iglesia. Desde mediados del siglo XVI el edificio amenazaba ruina y la situación empeoró cuando se demolió el
cercano castillo en el año 1572. En 1609 se acuerda el
derribo de las bóvedas centrales y construcción de unas
nuevas.
Presenta planta de tres naves - con las laterales de
anchura desigual, más amplia la del Evangelio - de tres
tramos. Tiene el templo triple cabecera de ábsides semicirculares, el central con tres absidiolos.
Al exterior, la iglesia muestra una complicada volumetría, fruto de las diversas etapas constructivas, mereciendo mención especial el triple ábside de la cabecera. La
portada es de finales del siglo XII de estructura y decoración similares a la de San Román de Cirauqui. Su esquema
es una versión cisterciense del modelo románico de
la iglesia de Santiago de Puente la Reina. El claustro románico tardío, de finales del siglo XII y principios del siglo XIII,
representa uno de los conjuntos de mayor riqueza escultórica del Románico navarro. En la demolición del cercano
castillo en 1572, el claustro perdió dos de sus cuatro alas.
La torre confiere a la iglesia un aspecto de fortaleza habiendo sido reformada su zona media en el siglo XIV.
A la capilla mayor del presbiterio, de estilo románico
tardío, se accede por doble arco triunfal apuntado, de gran
altura, que monta en medias columnas con basas circulares. En el primer nivel se abren cinco arcos ojivales, los de
los extremos para las entradas laterales y los tres del centro para los absidiolos. El primero de estos tres absidiolos
centrales alberga la talla sedente de la Virgen de Belén con
el Niño Jesús, de finales del siglo XIII, todavía de rasgos
románicos, conservada sin policromía y que procede de
la iglesia del Santo Sepulcro de Estella; el segundo alberga
un Cristo Crucificado gótico, del siglo XIV temprano, procedente de la iglesia de Santa María de Jus del Castillo de
Estella, con un rostro de gran patetismo; y el tercero una
talla sedente de San Pedro, fechada en 1687, con su primitiva policromía. En el arco que comunica con el ábside del
lado de la Epístola está la talla de San Andrés.
En el interior del templo se conserva un importante
conjunto de tallas, retablos y pinturas, a menudo procedentes de iglesias y conventos desaparecidos de Estella. Pueden observarse varios retablos: de la Virgen del Rosario
(manierista, primera mitad s. XVII, procedente del Convento
de Santo Domingo, con una gran talla gótica en la hornacina central de la Virgen del Rosario o de la O, del siglo XIV),
San Andrés (capilla de san Andrés, con reja barroca, retablo rococó, segunda mitad s. XVIII, con un templete sobre
pedestal con las reliquias de San Andrés que trajo a Estella
el obispo de Patrás.
En el frontal del retablo, una lápida de piedra con la
inscripción "HIC IACENT OSSA EPISCOPI PATRASESIS
QUI AT TULLIT HUMERUM DIVI ADREIN HANC SANC48
TAM ECCLESSIAM TRANSLATA SUI A. DOMINI 1615". La
talla romanista de Santa Lucía proviene de la iglesia de
Santa María de Jus del Castillo); Cristo Crucificado (tercer
cuarto, s. XVII en donde se venera un Crucificado románico
con la corona de espinas, del siglo XIII), San Nicolás
(manierista, primera mitad s. XVII donde se venera una
hermosa talla del santo, del siglo XIV con policromía del
XVII. Muy cerca, la imagen de Santo Domingo de gran
tamaño, del siglo XVIII y un lienzo de San Francisco Javier
de la segunda mitad del XVII); y de la Santísima Trinidad
(s. XVII como el de San Nicolás, con un lienzo de la Trinidad de la época del retablo y un busto de San Fermín en el
ático).
En el retablo de la capilla de San Andrés, del lado del
Evangelio y construida en 1596, se conservan las reliquias
del Santo - patrón de Estella - que trajo a Estella el obispo
de la ciudad-puerto Patrás de Grecia, muerto en Estella
cuando peregrinaba a Santiago de Compostela. Su relicario
fue regalado por Carlos II de Navarra Evreux (1332-13491387). Sobre esta capilla voltea una media naranja con
linterna que se apoya en pechinas.
Junto al retablo de San Nicolás se encuentra un sepulcro de la época del ábside lateral del lado de la Epístola,
bajo arco levemente apuntado. El frente del sepulcro lo
ocupa una lápida del siglo XVI que luce tres escudos.
En el sotocoro se encuentra una sillería barroca del
primer tercio del siglo XVIII compuesta de 19 asientos. En
la silla principal se aprovecha un relieve con el Calvario del
segundo tercio del siglo XVI de estilo expresivista. Adosado
al pilar del coro se encuentra un lienzo de la Virgen del Puy
vestida, de la primera mitad del siglo XVII, procedente de la
iglesia de Santa María Jus del Castillo. Destaca su técnica
minuciosa y el detallismo con que son tratados los adornos
y joyas de la indumentaria de la Virgen.
En la iglesia, cerca del presbiterio, se encuentra una
gran pila bautismal de piedra, románica, de la segunda
mitad del siglo XII.
Se adosan a los pilares de la nave central dos púlpitos
de hierro con tornavoces de madera, de la primera mitad
del siglo XVIII, en forma de cúpulas caladas con linterna.
La sacristía contiene variadas obras de arte, tallas,
lienzos, ornamentos y orfebrería. En este último capítulo
debe señalarse un magnífico cáliz de plata de finales del
siglo XVI de estilo bajo-renacentista que procede del Hospital de Nuestra Señora de Gracia. Del siglo XIV son tres
relicarios góticos labrados en plata parcialmente dorada
sobre alma de madera. En 1979 fue robada una larga lista
de valiosas piezas de orfebrería entre ellas el báculo de
Limoges en cobre dorado y esmaltado del siglo XIII que
según la tradición dejó en esta iglesia el obispo de Patrás
en su peregrinación a Santiago. Del mismo obispo son las
vinajeras de bronce que todavía se conservan en la sacristía.
La Plaza de San Martín, centrada por su popular fuente de los Chorros, o de la Mona, de inspiración renacentista, y flanqueada por el Antiguo Ayuntamiento, la casa de
Fray Diego y el Palacio de los Reyes de Navarra del siglo
XII, en la que se puede contemplar el famoso capitel románico que representa la batalla de Roldán con el gigante
Ferragut.
El albergue, construido por el MOPU frente al Santo
Sepulcro, dispone de 50 confortables plazas, duchas con
agua caliente cocina, sala de estar, patio para bicicletas y
lavadero.
Para casos excepcionales, se habilitan además plazas
en hospederías y campings de la zona.
5ª Etapa (21 Km.)
Estella - Los Arcos
tapa que afrontamos en dirección sudoeste. A partir
de Logroño el camino enfila la ruta de poniente, ruta
que no abandona hasta la misma Compostela. Es de nuevo, una etapa prácticamente llana.
Los campos de cereal y las viñas ofrecen un bonito
paisaje.
El camino de Santiago abandona Estella por la N-111,
tras dejar atrás la Puerta de Castilla (o Portal de San Nicolás). Nada más acceder al asfalto encontramos una primera gasolinera y unos metros más adelante, una segunda. Junto a ésta parte hacia la derecha una buena pista,
que en suave pero continua ascensión nos sitúa dos kilómetros y medio después en la Plaza de San Pelayo de
Ayegui
yegui.- Su población, 898 habitantes, altitud 500
m. A Santiago 702 Km. Su iglesia de San Martín de
Tours, de los siglos XVII y XVIII. Su construcción del siglo
XVII con una intensa remodelación neoclásica llevada a
cabo a finales del siglo XVIII. A principios del siglo XX se
añadió una capilla en el lado del Evangelio.
Presenta planta de nave única rectangular y capilla
mayor más estrecha acompañada por hornacinas a cada
lado. La nave se cubre por cuatro tramos de bóvedas neoclásicas de medio cañón, y el tramo precedente del presbiterio por bóveda vaída rectangular, también neoclásica. La
cabecera se cubre por una bóveda de arista del siglo XVII.
Un coro alto se sitúa a los pies de la nave. En 1902 se añadió por el lado del Evangelio una capilla longitudinal a modo
de pequeña nave, abierta a la nave.
La portada es un arco de medio punto con grandes
dovelas y pertenece a la primitiva construcción. A los pies
del templo se encuentra la torre construida a principios del
siglo XVII.
El templo está presidido por un Cristo Crucificado gótico de mayor tamaño que el natural, del siglo XIV. Procede
del Museo Diocesano de Pamplona. En la capilla del lado
del Evangelio se encuentra una talla sedente de la Virgen
del Rosario. Se trata de una talla gótica del siglo XIV muy
retocada con ojos de cristal añadidos. También una talla
rococó de San Martín obispo, de la segunda mitad del XVIII
que mantiene su policromía primitiva.
En el museo diocesano de Pamplona se conserva una
imagen de San Roque que procede de Ayegui.
La sacristía guarda diversas piezas de orfebrería de
diversas épocas del siglo XVI al XIX. Destaca entre ellas un
hostiario de plata punzonada en Estella probablemente del
primer tercio del siglo XVI. En el Museo Diocesano de Pamplona se conserva una imagen de San Roque en madera
policromada de principios del siglo XVI.
Desde la Plaza de San Pelayo de Ayegui.se inicia un
cómodo descenso por un camino de piedra. Pero
¡atención! ahora tenemos dos caminos, uno que va derecho a Azqueta, y el otro con 500 m. más de recorrido, que
pasa por el Monasterio de Irache, y por la “Fuente del vino”,
seguimos por este ultimo.
En cincuenta metros del comienzo de éste, deberemos
tomar otro de similares características que parte a la izquierda haciendo una curva de 180º, y cuya entrada no es
fácil de ver y nos podemos despistar.
Este camino nos conducirá hasta la carretera general,
que cruzamos en ese mismo punto en dirección al Monasterio de Santa María la Real de Irache que tenemos ya
frente a nosotros; a su vera la bodega del mismo nombre y
la “Fuente del vino”.
Esta es una nota de color en nuestro caminar, las
Bodegas Irache, han instalado una fuente que da agua y
vino, para calmar nuestra sed, con un letrero en el que
puede leerse:
“Peregrino
si quieres llegar a Santiago
con fuerza y vitalidad
de este gran vino echa un trago
y brinda por la felicidad”.
rache.- Su población, 140 habitantes, altitud 507 m.
A Santiago 700 Km. En la misma falda del Montejurra,
el de Irache es uno de los monasterios benedictinos más
antiguos de Navarra.
Por este lugar ya pasaban los peregrinos antes de la
fundación de Estella y aquí se encontraba uno de los principales hospitales de la ruta jacobea fundado por García de
Nájera. Fue también sede de la primera Universidad de
Navarra.
El conjunto lo forman una iglesia románica del siglo
XIII y un claustro renacentista, en el que se da la curiosa
circunstancia de que una parte del mismo (norte y oriental)
se construyó antes del Concilio de Trento y el resto después. El resultado es una primera zona en la que abundan
las tallas de inspiración clásica (frecuentes desnudos y
detalles anatómicos), y una segunda, decorada casi exclusivamente con escenas religiosas.
De estilos medieval, renacentista y barroco, monasterio benedictino de origen remoto y confuso, aunque documentado por primera vez el año 958, bajo el abad Teudano.
Puede pensarse que fuera fundado por Sancho I
Garcés (865-905-925) tras la conquista de Monjardín en el
año 908. El cronista de la orden Fray Antonio Yepes pretende remontar su origen a comienzos del siglo VIII.
En 1033, Sancho III Garcés el Mayor (990-1004-1035)
entregó al monasterio el castillo de Monjardín y más adelante recibió por donación real otros monasterios, villas,
haciendas e iglesias. Durante el siglo XI se fue engrandeciendo por su ubicación estratégica en el camino de Pamplona a Nájera y a Santiago y próximo a Estella. A mediados del siglo XI el rey García III Sánchez "el de Nájera" (1020-1035-1054) fundó entre 1052 y 1054 en Irache un
Hospital de Peregrinos. Fue a finales del siglo XI cuando el
monasterio alcanzó su máxima prosperidad con el abad
San Veremundo, cuyo origen se disputan amistosamente Arellano y Villatuerta, aunque sus reliquias se conservan
en la iglesia de San Emeterio y San Celedonio de Dicastillo.
En el siglo XII se construyó el gran templo abacial de
cabecera románica y cuerpo de naves cistercienses. El rico
y grandioso claustro plateresco fue construido en el siglo
XVI así como el coro alto y la sacristía, agregándose otro
claustro a los pies de la iglesia en el siglo XVII cuando se
construye también la capilla barroca de San Veremundo. El
claustro plateresco es uno de los más ricos del Renaci49
50
miento navarro. Su verdadera riqueza reside en la decoración, esculpida en piedra con minuciosidad casi de orfebre.
El claustro se comunica con el templo abacial por la bella
portada Espaciosa que se fecha en 1547.
El muro del Evangelio presenta la portada de san Pedro de finales del siglo XII levemente apuntada. Junto al
pórtico situado a los pies de la iglesia se encuentra una
monumental torre de severo estilo herreriano cuya construcción fue terminada en el año 1609.
La decadencia del monasterio llega en el siglo XIII y se
ve acentuada en los siglos XIII y XIV con la disminución del
número de monjes y la relajación de la regla benedictina.
A partir de 1522 el monasterio vuelve a florecer con la
reforma que impulsan los monjes venidos de San Benito de
Valladolid, al incorporarse a esta Congregación. En esta
época (1544) funcionó un colegio, convertido en universidad en 1615, que alcanzó un gran auge.
En 1809, con la invasión napoleónica y en 1820, con
el gobierno liberal, los monjes tuvieron que abandonar el
monasterio. Fernando VII restauró la Comunidad, que se
suprimió definitivamente en 1839. Durante la segunda guerra carlista se utilizó el monasterio como hospital de sangre.
Tras esta contienda, el gobierno central donó la imagen
románica de la Virgen de Irache y los retablos de la iglesia
a la parroquia de Dicastillo, en compensación por su destrucción durante la guerra. Años después, se establecieron
los Pasionistas y los Escolapios. Fue declarado Monumento Nacional en 1887. Desde 1986 el monasterio se halla
bajo titularidad del gobierno foral de Navarra y desde 1984
alberga los fondos de un proyectado museo etnográfico.
La restauración arquitectónica comenzó en 1941. Restaurados recientemente el claustro nuevo, la torre y otras
dependencias para albergar un museo. (como casi todos
museos, cierran los lunes)
Desde el monasterio, el camino retoma la pista asfáltica que en menos de un kilómetro nos devuelve a la carretera general, justo al lado del Hotel Irache.
Los siguientes cuatro kilómetros se caminan por entre
cultivos y están bien señalizados. Tras pasar bajo un túnel
la desviación de la carretera, aguardan 700 metros de encinar en perfecto estado de conservación. Una cerca protege
el bosque natural, pero no impide el paso al peregrino. El
encuentro con otro ramal de la carretera marca el inicio de
un segundo bosquecillo, también vallado. A la salida, se
presentan dificultades para proseguir a través de un monte
bajo muy quebrado. Conviene coger las lindes de los cultivos.
zqueta.- Su población, 75 habitantes, altitud 580
m. A Santiago 695 Km. Su iglesia de San Pedro de
estilo gótico tardío, reformado en el siglo XVI. La primitiva
estructura y disposición espacial es medieval lo que nos
recuerda que Azqueta se encuentra en la ruta jacobea.
Las reformas del siglo XVI le confirieron el aspecto
gótico-renacentista que ofrece actualmente. Otras reformas
se acometieron en 1745 para remodelar la capilla mayor.
En 1949 se reformó el coro y el tramo de los pies de la
iglesia.
Presenta planta de cruz latina con nave de tres tramos, más cabecera trapezoidal. Cubren bóvedas vistosas
cuyas claves se decoran con bustos. A la cabecera se adosa la sacristía del siglo XVI con bóveda de terceletes.
La torre es moderna, construida en 1949, seguramente aprovechando estructuras medievales. Consta de un
fuste y dos cuerpos. En el fuste se encuentra la puerta
adintelada de acceso al templo y una ventana de medio
punto.
La cabeza del presbiterio está ocupada por un retablo
mayor romanista de principios del siglo XVII, bajo la advocación de San Pedro. La escultura ofrece una aceptable
calidad, aunque lleva una deficiente policromía.
En la capilla del crucero, en el lado del Evangelio, se
ubica un retablo barroco de comienzos del siglo XVIII de la
Virgen del Rosario, modificado en gusto neoclásico. La talla
de la Virgen es moderna. En el muro frontal de la capilla del
crucero, del lado de la Epístola, se apoya un pequeño retablo dedicado a María Magdalena fechado en 1557. Los
elementos decorativos llevan una fina policromía. En el
retablo se distribuyen pinturas sobre tabla a excepción de
la talla de la Magdalena con rostro expresivo, que ocupa la
hornacina central.
A los pies de la iglesia se encuentra una pila bautismal
románica.
En la sacristía se conserva un frontal de cajoneras de
mediados del siglo XVI.
Al llegar a Azqueta, nosotros seguiremos la ruta clásica apartándonos a la derecha para ascender hasta el centro del poblado y regresar a la carretera, apenas 300 metros después.
Aquí vive Pablito (el de las varas) un enamorado del
camino que te cambiará tu bordón por uno a tu medida, o te
podrás coger uno, si no llevas. Además, te desvela todos
los secretos sobre su depurada técnica para coordinar el
bastón con los pies. Un apoyo cada cuatro pasos. Ni más,
ni menos. Allá por los años 60 Pablito fue una de las primeras personas que peregrinó a Santiago subido a una bicicleta. Desde entonces, completó el Camino en infinidad de
ocasiones. Ni él mismo las recuerda
A lo largo de este tramo nos acompaña siempre por la
derecha el esbelto cerro de Monjardín, coronado por el
Castillo de Deyo.
A la salida del pueblo hay que descender por la derecha hacia una vaquería. La pista gira después a la izquierda y sube hasta unas lindes. Al poco rato puede verse la
estilizada torre barroca de la iglesia de Villamayor de Monjardin. Pero antes, una sorpresa similar a la de la fuente del
vino.
uente medieval (Fuente de los Moros) Es fácil de
distinguir en cuanto se divisa, porque su apariencia
externa se identifica al momento con lo que se espera de
una elemental construcción realizada en la Edad Media. Es
un aljibe gótico cubierto con una bóveda de cañón, al que
accedemos por un arco de medio punto y una escalera de
piedra que nos lleva hasta el nivel del agua. Datada en el
año 1200, esta restaurada por la Institución Príncipe de
Viana.
illamayor de Monjardin (Donetzebe).- Su población, 151 habitantes, altitud 663 m. A Santiago 693
Km. Su iglesia de San Andrés Apóstol, de estilo románico
tardío del siglo XII, en cuyo interior se guarda una Virgen
sedente con el Niño, un capitel con una escena de lucha
entre dos caballeros armados que se supone que son Ferragut y Roldan, y una cruz procesional recubierta de plata.
La torre es de estilo barroco-riojano del siglo XVIII. De
construcción de estilo románico rural con avances al protogótico, de finales del siglo XII.
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La planta, que deriva de la iglesia San Adrián de Vadoluengo, presenta nave única de dos tramos rectangulares con cubiertas de cañón, cabecera con amplio ábside
semicircular y coro alto a los pies sobre un arco rebajado.
La sacristía se adosa a la cabecera por el lado de la Epístola.
Al exterior, luce muros de sillería y contrafuertes. La
portada principal del siglo XII, abierta en el muro de los
pies, es de bellas proporciones y forma un arco de medio
punto con cuatro gruesas arquivoltas. Conserva herrajes
medievales. Antecede a la portada un pórtico rectangular
con arcos de medio punto.
Se conserva íntegra en el coro la mazonería desmembrada del retablo mayor, de estilo romanista, que debió
labrarse hacia 1600.
En la sacristía se conserva una buena talla de San
Andrés, titular del antiguo retablo mayor, labrada en estilo
romanista de principios del siglo XVII, igual que una Virgen
con el Niño convertida en imagen de vestir en el siglo XVIII.
Se conservan también tres tallas de Cristo crucificado, una
de hacia 1600, otra de mediados del siglo XVII y la tercera
del XVIII. Existe también en la sacristía una pequeña cajonería manierista del siglo XVII.
En el capítulo de orfebrería destaca la gran cruz procesional de plata que debió labrarse hacia el año 1200,
aunque una leyenda remonta su origen hasta la primera
parte del siglo X. Se trata de la única pieza románica de
orfebrería existente en Navarra, junto con el evangelario
de Roncesvalles. Sus caracteres románicos se mezclan ya
con otros más naturalistas que anuncian el gótico.
En la sacristía se conservan también algunas otras
piezas de orfebrería, tres cálices de plata, uno del siglo
XVII y dos del XIX, unas crismeras barrocas de plata sin
decorar y dos relicarios del siglo XIX, tipo ostensorio.
No hay que atravesar todo el pueblo a lo largo, porque
se entra por una pista de la zona este y la salida está al
sur, por la carretera que lleva a la general.
A los 200 metros de haber dejado atrás Villamayor la
ruta sigue a la derecha, sobre una larga pista, amplia y de
buen firme. Últimamente las flechas amarillas te hacen
pasar por Urbiola, pero si sigues el camino agrícola, te
ahorras pasar por el pueblo, salvo que necesitemos de sus
servicios.
En su primera mitad no ofrece dudas. Cuando la pista
ha ganado el oeste claramente y lleva ya cuatro kilómetros
de trayecto surge, a 45 grados a la izquierda, una sucesión
de protuberancias en la falda del alto, que se llaman los
Cogoticos. Dos kilómetros más adelante quedarán justamente a la izquierda. Próximo a ese punto está el Corral del
Santo, a la derecha, donde hay un atajo de 500 m.
La ruta se dirige hacia los Cogoticos y transcurre junto
a ellos hasta el final. Lejos, hacia la derecha, en todo lo
alto, la basílica de San Gregorio, que agrupaba a todos los
pueblos de su alrededor.
Dos kilómetros y medio después acaba este largo
tramo por lugares de gran soledad. La carretera ha ido por
la vertiente opuesta de los montes, y llegamos a Los Arcos,
localidad que cruzamos, cómo no, por su Calle Mayor, en
dirección a la Plaza de la iglesia.
os Arcos (Urantzia).- Su población, 1.399 habitantes, altitud 444 m. A Santiago 680 Km. Pequeña
localidad ya citada en el “Códice Calixtino” con una calle
Mayor larguísima con casas blasonadas, y que nos lleva a
52
la plaza de la iglesia, y en la que destaca su iglesia Parroquial de Santa María en la que se mezclan los estilos de los
siglos XII al XVII.
En el interior lo más destacable es la capilla bautismal,
del siglo XII, y el claustro gótico flamígero del siglo XV. En
el pórtico una talla de la virgen es iluminada por el sol una
vez al año, el 15 de junio.
Debe ser considerada como una de las grandes iglesias de Navarra.
Monumental templo en el que se mezclan armónicamente construcciones y estilos sucesivos de los siglos XII,
XIII, XVI, XVII y XVIII: románico tardío y protogótico, renacimiento y barroco.
La primitiva iglesia protogótica fue construida en tiempos de Sancho VI el Sabio (finales del siglo XII) para sustituir otra más antigua existente en el barrio de Santa Olalla.
De la primitiva iglesia quedan solamente los muros perimetrales, cuatro pilares cruciformes en el sotocoro y la Capilla
del Bautismo situada a los pies con su pila bautismal.
Junto a ella, se erigió la Capilla de Eulate, tardogótica,
de principios del siglo XVI. A partir el año 1561 se llevó a
cabo una profunda reforma renacentista que afectó a la
zona de los pies del templo, elevándose el coro y construyéndose las dependencias laterales. Se edificaron seis
capillas, la cabeza pentagonal y, en el exterior, la portada
del lado del Evangelio y la torre. Las obras estaban ya terminadas en el año 1591 e introdujeron importantes reformas de estilo plateresco.
El definitivo aspecto del templo se alcanzó con la reforma barroca de finales del siglo XVII y principios del siglo
XVIII. Se construyó el crucero, se remodeló la nave y se
reformaron las seis capillas laterales.
Como resultado de todo ello, se ha llegado en la actualidad a una iglesia de planta de cruz latina, de una sola
nave con tres tramos, dos capillas entre los contrafuertes,
crucero alineado, cabecera pentagonal y coro elevado a los
pies. La iglesia se cubre por bóvedas de medio cañón,
excepto el tramo central del crucero que lo hace por una
amplia media naranja y el coro por bóveda estrellada.
En el lado del Evangelio se sitúa la hermosa portada
de arco de medio punto flanqueado por columnas corintias,
del siglo XVI, de factura delicada y armoniosa, de estilo
plateresco avanzado - de hacia 1560 - que en vez de arquivoltas luce un artesonado. Tipológicamente se ajusta al
modelo clásico de arco de triunfo. Presenta un solemne
arco de medio punto con cabezas de querubines, sobre
pilastras cajeadas y con tondos en sus enjutas. Encuadrando el arco pares de columnas acanaladas, colocadas en
diagonal, para adaptarse al escorzamiento de los paneles
laterales, encima de los cuales monta un entablamento,
cuyo friso superior aparece invadido por grutescos de fina
ejecución, en los que se entremezclan seres monstruosos,
mascarones y otros motivos platerescos.
En los intercolumnios se encuentran hornacinas sobre
ostentosas peanas ricamente decoradas por robustas figuras masculinas y cabezas de querubines, cubriéndose por
veneras con charnela hacia arriba. Sirve de ático un pequeño edículo entre columnas acanaladas y capiteles en los
que apoya un frontón triangular. Un amplio medio punto
abocinado y casetonado culmina y cierra el conjunto. Sus
cuatro series de casetones se hallan ocupadas por motivos
decorativos diversos: rosetas variadas en la primera y tercera series, querubines con alas cruzadas y cabezas de
expresiones y posturas distintas en la segunda y un aposto-
lado más ocho profetas presididos por el Padre Eterno en
la última. La arquivolta exterior también se halla decorada,
en este caso con cabezas de querubines. Seguramente
sustituye a otra portada románica primitiva de la que se
aprovechó el abocinamiento. Delante de la portada se levanta un solemne pórtico de sillería de siete arcos de medio punto, del siglo XVIII, que destaca por su clasicismo y
severidad. Se cubre por bóvedas aristadas separadas por
potentes arcos fajones.
La torre, una de las más bellas del Renacimiento navarro en estilo plateresco con elementos de corte goticista,
fue construida en el siglo XVI.
La reforma barroca abarcó muy principalmente la decoración interior. La decoración de yeserías y pinturas,
sillería manierista y los numerosos retablos dorados y repletos de imágenes, forman uno de los conjuntos más sorprendentes del Barroco navarro, por riqueza y espectacularidad.
El hermoso claustro que posee esta iglesia es tardogótico de mediados del siglo XVI. Las arcadas tienen rica
tracería flamígera cubriéndose las galerías con bóvedas de
crucería con nervios que confluyen en claves decorativas.
Las capillas son contemporáneas del claustro.
Preside el templo un gran retablo mayor del tercer
cuarto del siglo XVI, constituyendo uno de los primeros y
excepcionales ejemplos de retablo barroco navarro. Su
traza es todavía de tipo romanista, bien ordenada para
ajustarse a la forma poligonal de la cabecera. La iconografía de los relieves y de las tallas es estilísticamente de un
naturalismo típico del momento. Algunas tallas son monumentales, como las de los Apóstoles. Debe destacarse la
hermosa talla de la Virgen sedente de ojos almendrados
con el Divino Niño, que habría pertenecido a la antigua
iglesia románica. Su trono es barroco del siglo XVIII. Es
una Virgen Negra de madera policromada. De estilo gótico,
del último tercio del siglo XIII o principios del XIV con reminiscencias románicas que ya se veneraba en la primitiva
iglesia. El pueblo de Los Arcos la conoce como
la "morenica de los ojos zarcos". A mediados de ese siglo
se añadieron al retablo mayor dos retablos laterales a modo de alas, de idéntica traza y muy delicada decoración.
En el lado del Evangelio se ubican varios retablos: del
Corazón de Jesús (en el sotocoro, del siglo XIX con imitaciones eclécticas de varios estilos), de San Francisco Javier (barroco, de mitad del siglo XVII), y de San Juan Bautista (barroco, de principios del siglo XVIII). En el lado de la
Epístola: de la Virgen del Rosario (antiguamente de la Inmaculada, simétrico al de San Juan), de San Gregorio Ostiense y Ánimas (barroco, de principios del s. XVIII), de la
Visitación de Nuestra Señora (traza gótica de tipo aragonés, del siglo XVI) y el pequeño retablo de la Dolorosa, a
los pies de la nave, de mediados del siglo XVII.
En el coro se encuentra una gran sillería manierista de
23 asientos, con algunos resabios platerescos, realizada a
partir de 1561. Las figuras de los santos responden estilísticamente al expresivismo de la escultura riojana del momento. El facistol es también de la misma época. El órgano
de estilo rococó se contrató en el año 1756.
Describir el contenido de la sacristía y dependencias
parroquiales ocuparía mucho espacio si hubieran de reseñarse las numerosas obras de arte que custodia. Pero algunas, unas pocas, deben reseñarse: la cajonería del siglo
XVIII a la que acompaña un retablo policromado también
rococó que alberga numerosas hornacinas con tallas, en
una de ellas un Cristo Crucificado de marfil del s. XVIII; una
fuente neoclásica de finales del s. XVIII; un pequeño retablo rococó de traza mixtilínea ubicado en la pequeña capilla
de la sacristía, cuya hornacina avenerada alberga una imagen de candelero de la Virgen, del siglo XVIII; otro retablo
expresivista que estuvo en el claustro y se encuentra actualmente en el Museo Diocesano de Pamplona; un Cristo
Crucificado de estilo romanista de hacia 1570; varias tallas
de los siglos XVII y XVIII; un terno blanco bordado de la
segunda mitad del s. XVIII y otros ornamentos; y variada y
rica orfebrería, entre la que destacan unas magníficas crismeras renacentistas de plata de forma de arqueta, fechadas en el año 1561.
El ayuntamiento ofrece como refugio al peregrino un
refugio nuevo, y bien acondicionado de 40 plazas, con cocina, sala de estar, patio y duchas con agua caliente.
6ª Etapa (27 Km.)
Los Arcos - Logroño
la salida, pasamos bajo un arco llamado Puerta de
Castilla, del siglo XVIII, que luce las armas de Felipe
IV, ya que Los Arcos perteneció a la Corona de Castilla
entre los siglo XV y XVIII, cruzaremos la carretera y el río
Odrón hasta llegar al cementerio, desde el cual, seguiremos por una pista de tierra que atraviesa viñedos y campos
de labor (en un trazado casi paralelo a la N-111) hasta
llegar al cruce con la carretera de Desojo.
Numerosas flechas nos señalan aquí que debemos dirigirnos hacia la izquierda, dirección Sansol, que ya aparece al
fondo.
ansol.- Su población, 150 habitantes, altitud 514 m.
A Santiago 672 Km. La parroquia de San Zoilo es
barroca del siglo XVIII, cuenta con una talla del gótico tardío de San Pedro.
Construcción barroca de la primera mitad del siglo
XVIII, posiblemente aprovechando la nave de una iglesia
anterior del XVI.
Planta de cruz latina con nave de tres tramos, cabecera recta y bóveda de aristas. Los brazos del crucero se
cubren con bóveda de medio cañón. En el tramo central del
crucero, una cúpula que se decora con pinturas del siglo
XVIII.
Se accede al interior por una puerta adintelada con
baquetón mixtilínea enmarcado por pilastras sobre las que
monta una cornisa moldurada. Su diseño recuerda a algunas portadas de Los Arcos. La torre se edificó al mismo
tiempo que la iglesia, en el siglo XVIII. Se adosa a los pies
de la iglesia por el lado del Evangelio. El remate de la torre
consiste en una cúpula y linterna con arcadas y bolas.
Preside el templo un retablo mayor de estilo neoclásico, bajo la advocación de San Zoilo, realizado en Logroño
hacia el año 1800. El repertorio decorativo es muy simple.
En el lado del Evangelio se encuentran los retablos de la
Inmaculada y de la Virgen de la Nieva, ambos neoclásicos
de principios del siglo XIX. En el de la Epístola, un retablo
bajo la advocación de San José (de traza similar al de la
Virgen de la Nieva) y otro dedicado a la Piedad (simétrico al
de la Inmaculada).
En el coro se encuentran restos de una sillería de la
primera mitad del siglo XVII y una magnífica talla gótica de
53
54
San Pedro, del siglo XIII o XIV, procedente de la desaparecida ermita de su nombre. En el sotocoro, una gran pila
bautismal de pìedra del siglo XVI.
En la sacristía se encuentran dos tallas de estilo romanista tardío de Cristo Crucificado, de principios del siglo
XVII.
En el capítulo de orfebrería: un cáliz de plata de estilo
rococó con incipiente neoclasicismo, punzonado en Logroño, del tercer cuarto del siglo XVIII; un relicario de San
Cornelio, San Valentín y San Zenón de estilo barroco, de
finales del s. XVII o principios del XVIII.
En las dependencias y en la casa parroquial se conservan al menos dos tallas de Cristo Crucificado del siglo
XVII.
En el Museo Diocesano de Pamplona se encuentra un
portapaz plateresco en metal dorado, procedente de Sansol.
El recorrido por las callejuelas de Sansol es un verdadero laberinto.
Afortunadamente, se halla totalmente señalizado y nos
conduce, de nuevo, hasta la N-111, que cruzamos por enésima vez.
Se presenta ahora un tramo corto pero complicado
para el peregrino ciclista. En primer lugar habrá de saltar el
guardarraíl de la carretera para acceder a un estrecho e
irregular sendero que desciende por la pronunciada pendiente de una ladera de hierba. Por el fondo de este pequeño barranco discurre el río Linares, sobre el cual se levanta
el municipio de Torres del Río.
orres del Río.- Su población, 204 habitantes, altitud 480 m. A Santiago 671 Km. Aquí se encuentra la
iglesia de Santa María, o del Santo Sepulcro (siglo XII), un
peculiar templo de planta octogonal, similar al de Eunate,
en el que se aprecia una gran influencia mudéjar y bizantina (según algunas guías, inspirada directamente en la Mezquita de Córdoba).
Esta iglesia está considerada como un monumento
cumbre del Románico navarro del siglo XII.
Se encuentra al borde del Camino de Santiago. Sobre
el origen del templo existen dos hipótesis. Una afirma que
el templo fue una iglesia de los Caballeros del Santo Sepulcro. La segunda hipótesis sostiene que la Iglesia se construyó bajo los auspicios del monasterio Santa María la Real de Irache, en torno a 1160-1170 en tiempos de los reinados de García III Sánchez "el de Nájera" o de su hijo Sancho IV Garcés “el de Peñalén”.
Su advocación del Santo Sepulcro impuso un plan
centralizado en recuerdo de la basílica de Jerusalén, aunque de forma octogonal en vez de circular, más propio de
otras iglesias levantadas por el Temple. La iglesia funcionó
como un faro con la luz encendida en la linterna que culmina el edificio. Para su mantenimiento se construyó el torreón con caracol adosado al recinto principal. Otras iglesias de parecida índole eran la capilla del Santo Espíritu
de Roncesvalles y la iglesia de Nuestra Señora de Eunate,
sirviendo con sus linternas de faro en el camino nocturno
de los peregrinos. También se encuentra en Francia esta
tipología del uso del faro, como en la iglesia del Hospital
San Blas en Soule (departamento de Pyrénées Atlantiques).
Presenta en planta un cuerpo octogonal ligeramente
irregular con un pequeño ábside semicircular que sustituye
el flanco este y funciona como cabecera. Frente a ella, el
torreón de acceso a la linterna. Se accede por el lado sur.
Los alzados forman dos cuerpos decrecientes en altura. La
cúpula peraltada de la iglesia es un gran atractivo arquitectónico de la iglesia. Se trata de un diseño de abolengo
musulmán que recuerda las soluciones arquitectónicas de
la Mezquita de Córdoba, como la de Almazán en Soria o la
de la iglesia del Hospital Saint-Blaise en Soule, entre Oloron y Mauleon (Francia).
El conjunto, en su interior, supera en monumentalidad
a la iglesia de Nuestra Señora de Eunate y la experiencia
espacial es casi única en el románico navarro. Sus proporciones exquisitas generan de inmediato una impresión de
satisfacción al visitante, que pocas edificaciones consiguen.
La portada de ingreso presenta medio punto con arquivolta baquetonada y arco exterior decorado, apoyando en
columnas. En el siglo XVI, la portada se convirtió en un
vano adintelado sobre el que monta un escudo con cruz
patriarcal. Culmina el conjunto la linterna que, a escala más
reducida, repite las proporciones y formas de la iglesia. El
torreón cilíndrico, que por su escalera de caracol permite
salir al tejado para el mantenimiento de la linterna, y el
ábside semicilíndrico, crean en sentido longitudinal un eje
al templo.
Preside el templo un Cristo Crucificado y muerto, todavía románico aunque avanza hacia el gótico en flexibilidad y cierto realismo. Puede fecharse a principios del siglo
XIII.
Torres del Río se cruza en continuo ascenso por una
pista de cemento, que se convierte en camino de tierra al
llegar al cementerio. Ascensos y descensos se suceden
hasta volver a la carretera. El ascenso, con rampas de
hasta un 8% de desnivel, continúa hasta coronar este pequeño puerto en cuya cima se halla la Ermita de la Virgen
del Poyo, del siglo XVI, y con una imagen gótica en el interior, fue antiguo albergue de peregrinos.
A partir de este punto, la carretera comienza un serpenteante descenso, que nuestra ruta evitará siguiendo
casi siempre en línea recta.
En pleno descenso, un difuso camino de tierra, cuya
entrada está señalizada, se aparta a la derecha evitando
perder altura, mientras la carretera describe una gran curva
a la izquierda. Este camino retorna a la N-111 un kilómetro
después, junto a un viejo corral.
Es precisamente en este, punto en el que volvemos a
cruzar la calzada para descender de frente hacia unos viñedos. Una vez llegado a ellos, se inicia un fuerte ascenso
por caminos de tierra que desembocan de nuevo en la
carretera, por la que descendemos 300 metros.
Parte entonces, por el arcén contrario, un evidente
camino de hierba que 400 metros después desemboca en
la N-111, carretera que seguimos ya hasta la entrada de
Viana.
Justo a la entrada de esta localidad, tras pasar el cuartel de la Guardia Civil, tomamos por la derecha de la calzada un sendero de tierra visiblemente señalizado que nos
deja en las calles centrales de Viana. Basta ascender unos
metros para llegar a su Calle Mayor.
iana.- Su población, 3.613 habitantes, altitud 476
m. A Santiago 660 Km. Es la última población de
Navarra. Su estratégica situación, enclavada en una colina
dominadora del valle del Ebro le confirió carácter de secular
centinela frente a las invasiones castellanas.
Obtuvo varios privilegios, de entre los que destaca el
55
del título de “Principado de Viana”, título que ostentaba el
heredero de la corona navarra (y que en la actualidad corresponde al heredero de la corona española).
De entre sus monumentos destaca la iglesia de Santa
María y su majestuosa puerta plateresca. Hay un retablo
dedicado a Santiago. En el atrio, una lápida recuerda a uno
de los personajes más instigantes del renacimiento: César
Borgia, muerto en campos de Viana en 1.507.
Se trata de una de las iglesias más monumentales de la
merindad de Estella, juntamente con las medievales de
Estella y Santa María de Los Arcos. Desde el punto de
vista eclesiástico, perteneció históricamente a la diócesis
de Calahorra.
Desde la creación de Viana en 1219 por Sancho VII el
Fuerte (1154-1194-1234) para mejor defender la frontera
de Castilla, se había reservado en el proyecto urbanístico
un solar para elevar una iglesia, en el lugar estratégico del
cruce de las rúas principales. La erección del templo debió
comenzar en 1250, finalizando el reinado de Teobaldo I de
Navarra Champagne (1201-1234-1253), cuando terminan
las obras de la iglesia de San Pedro. El grueso del edificio
se construye en estilo gótico de finales del siglo XIII y comienzos del XIV. La edificación se completa a lo largo del
siglo XVI y los siglos XVII y XVIII.
El resultado es un templo monumental de amplias
proporciones, formando en planta un rectángulo con tres
naves de desigual anchura, con cuatro tramos y capillas
laterales entre los contrafuertes, más un coro alto a los
pies. La última capilla del lado de la Epístola se destruyó en
el siglo XVI para construir la portada. La cabecera adquiere
gran desarrollo con un presbiterio poligonal y girola. El proyecto primitivo del siglo XIII se conserva prácticamente
intacto dentro del edificio actual y se localiza en el cuerpo
de naves con sus capillas adyacentes. El coro pertenece
también a la antigua construcción.
La reforma renacentista lleva a cabo obras de menor
envergadura en el interior (escalera del coro y otras) y afecta principalmente al aspecto exterior, que se completa con
una torre y la monumental portada del muro de la Epístola.
La girola es de estilo gótico imitando la construcción medieval y fue construida a partir de los últimos años del siglo
XVII, terminándose en 1717. Destaca en la girola la capilla
axial de la Magdalena con cúpula de media naranja, en el
lugar en donde debió existir una capilla de época siglo XVI.
Otras reformas de esta misma época son la sacristía
(1711), sala capitular (1718), aguamanil y reforma del baptisterio, en el lado del Evangelio.
A fines del siglo XVIII se añade en el muro del Evangelio por su penúltimo tramo - sobre el solar del antiguo
cementerio lindante con la sala capitular - la espléndida
capilla de San Juan del Ramo, trayéndose su imagen medieval del antiguo convento de Franciscanos.
En el exterior se manifiestan las distintas épocas constructivas de la iglesia. La obra gótica medieval está labrada
en buena cantería de piedra arenisca y destaca por su
monumentalidad y robustez, acorde con sus fines defensivos. La fachada Oeste ostenta asimismo el carácter de
fortaleza y se corresponde con el muro de los pies, actualmente muy transformada por las obras renacentistas de la
torre. La sencilla portada es gótica con tres arquivoltas, del
siglo XIV.
La deslumbrante portada-retablo renacentista, en forma de hornacina de medio punto -eco del Belvedere de
Bramante- abierta en el muro de la Epístola, es de media56
dos del siglo XVI. Sus precedentes significativos hispánicos
se encuentran en la portada manierista de la parroquia de
San Esteban (Murillo de río Leza, La Rioja), y las barrocas
de Santa María la Redonda (Logroño), Santa María (San
Sebastián) y San Gregorio Ostiense (Sorlada, merindad de
Estella). También pertenece a las obras del siglo XVI la
balaustrada renacentista situada sobre las capillas laterales
entre los contrafuertes del muro sur de la iglesia y la torre
junto a la portada medieval a los pies del templo.
El presbiterio está presidido por un retablo mayor de
gran tamaño, en artesa, de comienzos del Barroco, construido a partir de 1664, que sustituye a otro anterior de pinturas sobre tabla de mediados del siglo XVI. Está dedicado
a la Virgen María rodeada de los doce Apóstoles y de San
Esteban y San Lorenzo. Se trata de uno de los grandes
retablos del Barroco navarro. Su calidad es buena y su
valor radica principalmente en el efecto del conjunto, con
rica ornamentación y cuidada policromía. Se complementa
con un gran sagrario-expositor de estilo neoclásico diseñado a finales del siglo XVIII.
En la iglesia existen numerosos otros retablos y obras
de arte sacro de gran interés.
En la girola, la capilla axial dedicada a la Magdalena
está presidida por un templete neoclásico ejecutado en
1818 y que fue parte del retablo mayor de la iglesia de San
Pedro, que se desmembró en 1842 por amenazar ruina la
iglesia y que pasó a la iglesia de San Francisco. También
en la girola, hacia el lado del Evangelio, se encuentra el
retablo de Santiago que forma conjunto con el de Santa
Catalina (ejecutado en 1631, con un Crucificado hispanoflamenco gótico de principios del s. XVI, Santiago Matamoros en el ático con los Evangelistas y un bello sagrario manierista procedente de la iglesia de San Pedro). En el muro
junto a este retablo se encuentra una imagen de San Roque. También en la girola, hacia el lado de la Epístola, se
encuentra el retablo de San Juan del Ramo, cuya imagen
ha sido trasladada a otra capilla, siendo sustituida por la
imagen de Santa María de Cuevas, del siglo XIV, procedente de la ermita de su nombre. En las calles laterales se
encuentran las imágenes de los santos Crispín y Crispiniano.
En el lado del Evangelio se encuentran los retablos de
San Lorenzo (rococó, de mediados del siglo XVIII, con las
imágenes de San Lorenzo, Santa Clara, Santa Teresa y el
martirio de San Esteban en el ático, contemporáneas del
retablo. En el muro cercano se encuentra una imagen moderna de la Virgen del Carmen); de Santa Catalina
(manierista, realizado en 1631-1635 con la imagen romanista de Santa Catalina y otras imágenes, entre ellas los
relieves de Santa Catalina discutiendo con los sabios de
Alejandría y las Bodas místicas de Santa Catalina). Cerca
de este retablo se encuentra un pequeño retablo de la Trinidad. En la capilla de San Bartolomé, el retablo renacentista
del titular, de mediados del siglo XVI, labrado en un estilo
de transición del Plateresco al Manierismo. Destaca la imagen de San Bartolomé de finales del siglo XVI. Entre otras
imágenes, los relieves de la Acusación de San Bartolomé
ante el Juez y su martirio. A los pies de la nave se encuentra la capilla actualmente dedicada a San Juan del Ramo actualmente en proceso de restauración - en donde se
encuentra un conjunto de tres retablos neoclásicos de finales del siglo XVIII que completan el programa iconográfico
dedicado a San Juan Bautista. La talla del titular es de estilo gótico franco-flamenco del siglo XV. En la capilla del
baptisterio se localiza la gran pila bautismal de piedra, obra
renacentista de mediados del segundo tercio del siglo XVI.
En el lado de la Epístola se encuentran los retablos
de: San Francisco Javier (capilla de Santa Lucía y Santa
Águeda, barroco, comenzado en 1690, con tallas de Santa
Lucía y Santa Apolonia en el ático, del segundo tercio del s.
XVI. La imagen del titular es contemporánea del retablo);
San José (capilla de San Nicolás, barroco, comenzado en
1672, con la imagen de San José con el Niño flanqueado
por San Francisco Javier y San Agustín, con San Nicolás
entre dos ángeles en el ático. En los relieves, el rey Fernando el Santo, San Hermenegildo y la Adoración de los
Pastores); Virgen de la Nieva (en antigua capilla de San
Agustín, barroco, de hacia 1730, con imagen de candelero
de la Virgen con el Niño, de rostro gótico, con las imágenes
de Santa Ana y San Joaquín, y Santa Bárbara en el ático);
y San Félix (mediados del siglo XVIII, cuya imagen está
flanqueada por las de San Cosme y San Damián, de inferior calidad. En la hornacina del cuerpo inferior, Santa Ana
enseñando a leer a la Virgen Niña).
En el coro se encuentra una sillería de madera sin
policromar de gran tamaño, realizada en 1774-1776 para
sustituir a otra anterior del siglo XVI. En los muros laterales
cuelgan dos grandes lienzos de medio punto con pasajes
de la vida de San Pedro, de la segunda mitad del siglo
XVIII.
La decoración de la sacristía muestra las etapas barroca y rococó. La sacristía, juntamente con el cuarto del
aguamanil, la sala capitular, dependencias bajas y casa
parroquial, albergan numerosas obras de arte de gran interés que no podrían ser descritas en una breve reseña
como ésta: retablos, tallas y esculturas, mobiliario, magníficos espejos arriñonados, marcos, lienzos, marfiles, relieves
romanistas, relicarios, bustos-relicario, extensa colección
de orfebrería (numerosos cálices de plata y plata dorada,
copones, muy interesante cruz parroquial, ostensorios,
portapaz) y excepcional colección de ornamentos.
Ruinas de la iglesia San Pedro
Se trata de la parroquia más antigua de Viana y ha
llegado a nuestros tiempos en estado de ruina.
El carácter militar que presidió la creación de Viana en
1219 por Sancho VII el Fuerte (1154-1194-1234), confirió a
esta parroquia un cierto carácter de fortaleza. Con la unión
de los reinos hispánicos a principios del siglo XVI, este
carácter defensivo cesó y las reformas posteriores son
únicamente para ensalzar lo religioso. Tras el hundimiento
casi completo en 1844 y la aplicación poco después de las
leyes desamortizadoras liberales-centralistas, la parroquia
quedó sin recursos para llevar a cabo una reconstrucción.
En el año 1877 dejó de ser parroquia.
La iglesia debió de estar terminada hacia el año 1264
o poco antes, ya en el reinado de Teobaldo II de Navarra
Champagne , cuando van a comenzar las obras en la iglesia de Santa María. La obra del siglo XIII se verá ampliada
y reformada en los siglos XVII y XVIII cuando se levanta la
sacristía, el trascoro y se amplíe la iglesia con nuevas capillas laterales.
Ofrece un estilo gótico incipiente, todavía con influencias
arquitectónicas cistercienses, como la cabecera provista de
cinco capillas. La planta debió de consistir en tres naves la central más amplia y más alta - divididas todas ellas en
cuatro tramos desiguales y coronados por una original cabecera pentagonal que engloba cinco pequeñas capillas
poligonales dispuestas radialmente. Esta solución puede
relacionarse con el monasterio Santa María la Real de Fitero. Daría como resultado un amplio presbítero-girola pentagonal sin muros ni pilastras intermedias. Este planteamiento habría sido modificado al construirse en el siglo XVII una
sacristía adosada a la cabecera. En 1747 se acoplan entre
los contrafuertes de las naves laterales dos capillas rectangulares que se conservan.
En el siglo XVII se desmontó el primitivo coro alto y se
construyó un trascoro ocupando parte del cementerio.
A pesar de tratarse de un edificio gótico en su origen,
las soluciones arquitectónicas no permitieron obtener la
luminosidad que este estilo supo dar a los edificios, y ello
se debió sin duda al hecho de que había que preservar la
robustez de los muros por la vocación defensiva que debía
conservar la edificación.
A pesar del estado de ruina, el exterior mantiene la
monumentalidad del templo, ennoblecida por la perfecta
talla de los sillares. Una monumental portada se abre en el
ángulo noroeste de la iglesia. La obra fue contratada en
1740. Presenta un gran arco-hornacina de medio punto
sobre columnas gigantes bajo la que se cobija una portada
de un arco de medio punto sobre pilastras con decoración
vegetal. El remate lo constituye una hornacina donde se
aloja la escultura de San Pedro sedente.
Tiene un buen refugio de 50 plazas. El camino sale de
Viana por la Puerta de San Pedro, desde la que se inicia un
descenso de un kilómetro hasta llegar a la carretera de
Logroño. En ese lugar tomaremos hacia la derecha por una
pista de tierra que transita muy cerca de la general, paralela a la misma, durante 400 metros.
Nuestra ruta cruza entonces la carretera y continúa
por un sendero que se forma entre los campos agrícolas
hasta llegar a la Ermita de la Virgen de Cuevas, del siglo
XVI, junto a la cual, en una chopera, se ha instalado una
pequeña área recreativa.
Una nueva pista nos conduce, tras pasar un corral que
ya vemos coronando una pequeña loma, hasta la Laguna
de las Cañas. A la izquierda se deja un cerro sobre el que
se asientan unas ruinas.
Frente a la laguna el camino prosigue en dirección a
un pinar que queda a la derecha para 800 metros después
volver a la N-111 justo al lado de la empresa Papelera del
Norte, unos metros antes del límite territorial de las comunidades de Navarra y La Rioja.
De inmediato encontramos unas señales de carretera
que indican la dirección del camino de Santiago, pasando
por unos túneles por debajo de la nueva circunvalación de
Logroño, señales que se sucederán a lo largo de toda la
Ruta, así como unos paneles de información del MOPU,
que son inútiles para quienes realizan el camino ajustándose en la medida de lo posible a su trazado original.
Precisamente, junto a uno de estos paneles, ya en la
carretera de La Guardia, parte una buena pista hacia la
izquierda, pista por la que ascendemos hasta situarnos en
la misma falda del histórico Cerro Cantabria, cerro en el
que se encuentra un importante yacimiento arqueológico;
un poco más adelante, en el descenso, hay una modesta
casa, rodeada de perros en la que vivía la Sra. Felisa,
(murió en el 2002, y había nacido en 1910) después de
estar más de treinta años a la orilla del camino, siempre
dispuesta a ofrecer al peregrino, agua fresca y sombra bajo
la higuera, como reza en su sello “agua, higos y amor”,
ahora Mari una hija, espera a los peregrinos bajo la higuera
para continuar la tradición.
57
58
Un cómodo descenso nos sitúa, un kilómetro y medio
después, junto al cementerio de la capital riojana. Por la
carretera de Mendavia retornamos a la N-111 a la altura del
histórico Puente de Piedra sobre el río Ebro mandado construir por Alfonso VI, sobre otro más antiguo, y después otra
reparación, en la cual participaron Santo Domingo de la
Calzada y su discípulo San Juan de Ortega, y ya estamos
en las puertas de Logroño.
El itinerario urbano del camino por Logroño recorre las
calles de Ruavieja y Barriocepo (en la que está la Fuente
de los Peregrinos) hasta llegar a la Puerta del Revellín o
Puerta del Camino. Desde allí, por la Avenida Marqués de
Murrieta, desde la cual ya se accede, tras cruzar la línea
ferroviaria, a la N-120, dirección a Burgos.
ogroño.- Su población, 135.250 habitantes, altitud
384 m. A Santiago 649 Km. Ciudad capital en el actual trazado del camino. Salvado el Ebro, principal río que
atraviesa la ruta, ésta se orienta ya definitivamente hacia el
oeste, dirección que no se abandona hasta Compostela.
Logroño creció al amparo del camino, y más concretamente al amparo del antiguo puente de piedra que con casi
200 metros y doce arcos salvaba el cauce del Ebro. (Sirva
como dato orientativo que en el siglo X, en este lugar no
había más que una simple granja que aprovechaba las
fértiles tierras de esta ribera). Su urbanismo medieval constata su carácter de ciudad jacobea. Logroño es aún hoy
una ciudad lineal, de este a oeste, como el propio camino.
El casco antiguo de la ciudad conserva destacados
vestigios de las peregrinaciones medievales. Entre los más
significativos destacan:
La iglesia de Santiago el Real, del siglo XVI, situada
en pleno corazón de la ruta (en la calle Barriocepo), y cuya
portada adorna una enorme estatua de Santiago Matamoros del siglo XVII. No hay que olvidar que la leyenda que
atribuye al Apóstol semejante apodo nace muy cerca de
Logroño, al sur, donde tuvo lugar la célebre Batalla de Clavijo en la que el mismísimo Apóstol aparece sobre su blanco corcel, blandiendo cegadora espada con la que carga
contra la morisma y consigue decantar la suerte de la batalla del lado de las tropas cristianas.
En otras zonas de la ciudad se levantan interesantes
monumentos artísticos: la Catedral de Santa María la Redonda, del siglo XV, levantada sobre un antiguo templo del
siglo X, gótico reformado en los siglos XVII-XVIII; la iglesia
de San Bartolomé del siglo XIII-XIV, y la iglesia de Santa
María del Palacio, caracterizada por una elegante torre
gótica piramidal de ocho caras.
Catedral de Santa María de la Redonda. Declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 3 de junio de 1931. Construida sobre un primitivo templo del siglo XII, adquirió el rango de Colegiata en 1453. Ha
sufrido numerosas reformas y ampliaciones a lo largo de la
historia, siendo la última la incorporación de sus conocidas torres gemelas, en el siglo XVIII y que los logroñeses
las laman Las Gemelas. Caben destacar en el interior la
sillería del coro, el retablo mayor, que data del siglo XVII y
el cuadro de la Crucifixión atribuido a Miguel Ángel Buonarroti.
Iglesia de San Bartolomé. Declarada Bien de Interés
Cultural en la categoría de Monumento el 18 de septiembre
de 1866. Edificada en el siglo XIII adosada a la muralla de
la ciudad, su portada es la mejor muestra de escultura gótica de La Rioja. Consta de tres naves, crucero alineado y
triple ábside románico.
Iglesia Imperial de Santa María de Palacio. Declarada Bien de Interés Cultural en la categoría
de Monumento el 27 de septiembre de 1943. Debe su nombre a la donación que realizó Alfonso VII de su palacio en1130 para que se erigiera la primera fundación de la orden
del Santo Sepulcro en el Reino de Castilla. Destaca su
aguja gótica piramidal del siglo XIII. Sufrió numerosas reformas en los siglos posteriores En su interior un gran retablo
del siglo XVI y una Virgen románica.
La Puerta del Camino o de Revellín, por la que los
peregrinos abandonaban el recinto amurallado de la ciudad.
La Fuente de los Peregrinos, profusamente adornada por motivos jacobeos.
En Logroño hay dos buenos, albergues. Uno de ellos
está en los locales de la juventud obrera Cristiana (Hospital
Viejo, 9), y dispone de 14 plazas y duchas con agua caliente.
El otro, se halla en la calle Rúa Vieja, tiene 86 plazas,
se trata de un antiguo Palacio que ha sido restaurado por la
comunidad riojana y que dispone de dos habitaciones con
numerosas camas y una amplia zona libre, además de
duchas, agua caliente y cocina.
La Sierra de la Demanda al sur y la Sierra de Cantabria al norte flanquean el extenso valle del Ebro y, entre
otras cosas, favorecen el hecho de que en esta llanura
habitualmente sople un fuerte viento que endurece una
etapa que ya de por sí lo es.
Afortunadamente, sólo los primeros kilómetros del
recorrido son por asfalto. Del resto aún se conserva buena
parte del recorrido original, trazado en su tramo final por el
propio santo riojano que da nombre a la localidad que pronto visitaremos.
7ª Etapa (25 Km.)
Logroño - Nájera
la salida el itinerario urbano del camino por Logroño
recorre las calles de Ruavieja y Barriocepo (en la que
está la Fuente de los Peregrinos) hasta llegar a la Puerta
del Revellín o Puerta del Camino. Desde allí, por la Avenida
Marqués de Murrieta, desde la cual ya se accede, tras cruzar la línea ferroviaria, a la N-120, dirección a Burgos para
atravesar en las afueras de Logroño y un polígono industrial. A la altura del concesionario de IVECO se debe tomar
una pista asfáltica que parte por el lado izquierdo de la
calzada y que en pocos metros nos sitúa frente a la factoría
Tobefil, que rodeamos para, tras cruzar una carretera secundaria, acceder a la circunvalación de la capital riojana,
que se atraviesa por un túnel.
La ruta prosigue de frente por una buena pista, que se
halla provisto de carril bici, que desemboca dos kilómetros
después en la carretera que accede al Embalse de la Grajera. El muro de contención del propio embalse será nuestro guía. Al final del mismo retomamos la pista que pasando
por una zona de recreo y descanso de Logroño, después
de dar unos rodeos nos dejará de nuevo en la carretera. En
este punto se esconde, además, durante la época estival
una de esas personas que, con su carisma y buena atención a los romeros, han logrado «colarse» en varias guías.
Se trata de Marcelino, un vecino que ofrece souvenirs y
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sellos para la credencial jacobea.
El itinerario prosigue entonces por una pista con la que
se afronta un repecho de poco más de un kilómetro, se
avanza en paralelo a una valla metálica, que distintos peregrinos han cubierto con cruces de madera (una tradición
extendida a lo largo de toda la ruta jacobea). Unos metros
después nos desviamos a la izquierda en un cruce perfectamente señalizado, en dirección Navarrete.
Pronto flechas y señales de carretera apuntan la entrada de un buen camino de tierra que nos aparta a la derecha
y por el que, tras cruzar la autopista por un paso elevado,
pasamos al lado de unas bodegas y de las ruinas del antiguo albergue de San Juan de Acre, del siglo XII, fundado
hacia 1185 como albergue y auxilio de peregrinos. Unas
excavaciones arqueológicas realizadas en 1990 permitieron
localizar los muros principales del antiguo hospital, que
contaba con una gran iglesia con planta de cruz latina y
torre cilíndrica con escalera de caracol, un kilómetro más
adelante, llegamos a las primeras casas de Navarrete.
Antes de acceder al núcleo histórico de esta tradicional villa debemos de cruzar la carretera, después de ascender por unas rústicas escalinatas de piedra, al lado de una
vaquería, que anticipan nuestra entrada en la calle Mayor
Baja de Navarrete.
avarrete.- Su población, 2.221 habitantes, altitud
518 m. A Santiago 635 Km. Villa de marcado aspecto medieval, con sus casas y palacios blasonados circundando un cerro dominado por las ruinas de un castillo del
siglo XII.
Ofrece al peregrino un albergue de 40 plazas, en un
edificio bastante interesante arquitectónicamente.
Son famosas sus piezas de artesanía y alfarería. Tras
recorrer la calle Mayor Baja, el camino continúa por la calle
Mayor Alta en la que se halla la monumental iglesia de
Nuestra Señora de la Asunción, gótica renacentista, del
siglo XVI.
La iglesia parroquial de Navarrete es un templo renacentista de considerable envergadura, cuya construcción se
prolongó durante cerca de un siglo, entre 1553 y 1645, a
causa de problemas presupuestarios y de sucesivos cambios en la dirección de las obras. Entre los diversos canteros que se hicieron cargo del proyecto figuraron algunos de
primer nivel, como Juan Pérez de Solarte, maestro mayor
de la catedral de Burgos, a quien se atribuyen determinadas soluciones arquitectónicas que fueron pioneras en La
Rioja.
Sin embargo, el principal reclamo del templo se encuentra en el interior. Se trata de su retablo mayor, realizado por Fernando de la Peña a lo largo de cuatro años (1694
-1698) y reformado por José de San Juan y Martín en 1713.
Cuando el autor principal contempló la cabecera de la iglesia en la que debía instalarlo, afirmó que iba a ser “obra de
mucho rumbo y consecuencia; tanto que en ambas Castillas me parece no habrá otra que en la valentía y todo de
ella se pueda igualar”. Jovellanos visitó Navarrete muchos
años después, en 1795, y emitió un juicio completamente
distinto, describiéndolo como “espantoso por su altura,
anchura, mala escultura y profusión de oro”. Hoy está considerado como el más espectacular de todo el barroco riojano, precisamente por la suntuosidad y los excesos decorativos que debieron de contrariar el gusto neoclásico del intelectual ilustrado.
De dimensiones apabullantes y un color dorado des-
lumbrante tras una reciente restauración, está repleto de
relieves y figuras policromadas de diversos estilos, que en
unos casos son imágenes romanistas reutilizadas y en
otros esculturas debidas a Andrés de Monasterio y a Juan
Francisco de Peralta. En el centro aparece un templete con
una talla de la Virgen.
Si bien esta obra acapara toda la atención, en el interior destacan también las capillas laterales, con columnas
corintias y bóvedas de horno y cañón. Todo el edificio está
construido en piedra de sillería, a diferencia de las casas
más antiguas de la localidad, que combinan sillares en la
planta baja y ladrillo en la superior.
La ruta atraviesa el centro urbano por la calle Mayor
Baja, para continuar por la Mayor Alta y Arrabal, desde
donde se enlaza de nuevo con la N-120. A la salida del
pueblo dejamos a un lado el cementerio, cuya portada
románica pertenecía al antiguo Hospital de Peregrinos de
San Juan de Acre. En uno de sus capiteles se aprecian dos
personajes sedentes. Uno alza la copa mientras otro come
y sujeta un bordón. Hay quien identifica esta escena con
pasajes vitales de los peregrinos mientras que, para otros
estudiosos, son pastores quienes protagonizan estas secuencias. Antes de continuar, muchos peregrinos se detienen, además, a leer la placa que se halla sobre el conjunto.
Con ella se quiso rendir homenaje a todos los peregrinos
muertos en su periplo hacia Santiago y, de forma especial,
a Alice de Crae, fallecida en 1986.
Finalizada la travesía urbana de Navarrete, el camino
coincide de nuevo con la N-120 junto al punto kilométrico
11 de la misma.
Al poco de salir a la carretera unas flechas amarillas
pintadas en el asfalto por algunos vecinos de las localidades próximas de Sotes y Ventosa, tratan de llevar el camino por donde nunca pasó. No haremos caso de tales indicaciones (salvo que necesitemos hacer uso del albergue
que hay en Ventosa. Llegados a Ventosa se puede continuar por asfalto o por camino. Si se opta por girar a la izquierda y seguir por camino, llega un momento en el que el
peregrino se encuentra con una bifurcación no señalizada.
Lo correcto es coger el camino de la derecha). Si, en cambio, se ha seguido el de asfalto (carretera hacia Nájera), a
unos metros está bien señalizado un camino a la izquierda
hacia el alto de San Antón, por un camino que discurre
entre vides y campos de cereal, y que 600 metros después
cruza la carretera de Ventosa.
En este tramo del camino el terreno es sumamente
arcilloso y habitualmente está bastante removido, por lo
que a poco que llueva se forma un tremendo barrizal.
Tras un breve recorrido por este camino alcanzamos
una curva muerta del antiguo trazado de la N-120, curva
que nos acerca hasta la carretera actual que deberemos
cruzar por un paso abierto en su guarda-raíl, que está convenientemente señalizado.
De nuevo por entre campos de labor nuestro camino
se dirige a Nájera en leve descenso por un buen camino de
tierra que nos permite disfrutar con la contemplación de un
espectacular paisaje. A la izquierda, frente a nosotros, la
sierra de la Demanda, en la que destaca la cumbre del San
Lorenzo (2.271 m.); por la derecha cierra el horizonte la
crestería completa de la Sierra de Cantabria.
El camino asciende a un collado cercano al Poyo de
Roldán, lugar en el que la leyenda sitúa la batalla entre
Roldán y el gigante Ferragut, episodio épico que con frecuencia aparecerá representado en cornisas y capiteles a
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lo largo de la ruta jacobea.
La leyenda apunta que Ferragut era un gigante musulmán procedente de Siria, cuya principal característica
era su fuerza, valor e invulnerabilidad. Tras enterarse Carlomagno de su existencia, acudió con sus tropas al lugar,
propiciándose un combate. Tras varios intentos fallidos de
los paladines galos, el propio Roldán pidió permiso a su tío
para retar al gigante. Fueron dos días sin tregua que, sin
embargo, no pudieron dar a ninguno de los contendientes
como ganador del duelo. Por ello, al atardecer del segundo
día, decidieron darse un descanso para recuperar fuerzas.
Durante este alto los contrincantes entablaron una conversación sobre la fe de Roldán y la religión cristiana. En un
momento de camadería Ferragut confió a su rival el secreto
de su invulnerabilidad, que consistía en que solo podía ser
herido en el ombligo. Concluido el descanso, Roldán clavó
su daga en esta parte del cuerpo de su enemigo, matándolo y dando por finalizada y ganada la lucha para las armas
cristianas. La representación iconográfica de este combate
teológico entre dos religiones se puede contemplar en dos
capiteles románicos en Navarrete, así como en uno del
palacio de los Reyes de Navarra de la localidad de Estella.
Pasado este lugar se inicia un divertido y rápido descenso por un camino a través de unos viaductos que enlazan con la autovía y que continúan por un sendero que
desemboca en un puente sobre el río Yalde. (Junto a una
gravera). Este río se cruza por un rústico puente de cemento y madera de no más de un metro de ancho y sin barandilla. Salvado el curso fluvial, un buen camino (al que en
algunos tramos, asoman numerosas piedras) prosigue
junto a unos frutales hasta cruzar, un kilómetro y medio
después, la carretera de circunvalación de Nájera. Se sigue
por una pista asfáltica que al poco se transforma en pista
tierra para, junto a unas escuelas, entramos ya en Nájera.
Antes de entrar en una pared de una fábrica, hay escrito un
bonito poema, y que, por si lo borran copio.
ájera.- Su población, 7.807 habitantes, altitud 495
m. A Santiago 616 Km. De etimología árabe: “lugar
entre peñas”. Conquistada por Ordoño II, Nájera se asienta
al pie de una colina horadada por infinidad de, grutas, en
otro tiempo habitadas. Fue capital histórica de La Rioja y
segunda corte del reino de Navarra.
De su esplendor de antaño da fe el Monasterio cisterciense de Santa María la Real, El monasterio fue fundado
por el rey Don García Sánchez III “el de Nájera” y su esposa Doña Estefanía de Foix que lo mandaron construir en
1052. El origen de su fundación se pierde en la leyenda
que relata cómo el monarca encontrándose de cacería
persiguió a su presa hasta una cueva donde encontró una
misteriosa imagen de la Virgen y junto a ella un jarrón de
azucenas, una campana y una lámpara. Tiempo más tarde
el rey reconquistó la población rioja-bajera de Calahorra a
los musulmanes y construyó el monasterio de Santa María
La Real como una ofrenda a la Virgen que le había ayudado. A su vez instituyó la Orden Militar de los caballeros de
la Terraza o de la Jarra, una de las órdenes más antiguas
de España.
En 1079 Alfonso VI de Castilla incorporó a la orden
benedictina de Cluny el monasterio junto al grupo de clérigos que lo habitaban desde su fundación, en el que permanecieron hasta la desamortización de Mendizábal en el
1835. Desde 1895 es una comunidad de frailes Franciscanos quien rige el monasterio.
La actual iglesia del monasterio data del 1516, consta
de tres naves y crucero. La cueva primitiva en la que la
leyenda sitúa la aparición de la Virgen se encuentra a los
pies de la nave, la imagen que la preside es la de Ntra.
Señora de la Rosa, de comienzos del siglo XIV. En su entrada se encuentra el Panteón Real que alberga doce sepulturas de dos dinastías: la de “los Abarca” o “Jimena” de
los siglos X y XI y la dinastía de García Ramírez “el Restaurador”, siglos XII y XIII, frente a ellos cabe destacar el sepulcro de Doña Blanca de Navarra que constituye una verdadera joya románica del siglo XII.
Polvo, barro, sol y lluvia
Ni es la historia y la cultura;
El retablo de la capilla mayor es de finales del siglo
es el camino de Santiago;
ni el gallo de la Calzada;
XVII, de estilo barroco, sobresale en el centro la talla romámillares de peregrinos
ni el palacio de Gaudí;
nica de Santa María La Real sosteniendo al niño en su
y más de un millar de años. ni el castillo de Ponferrada.
rodilla izquierda.
Peregrino ¿quién te llama? Todo lo veo pasar
El coro de principios del siglo XVI es de estilo Reyes
Católicos y en él se puede apreciar la influencia de la última
¿qué fuerza oculta te atrae? y es un gozo verlo todo;
Ni el camino de las estrellas mas la voz que a mí me llama época del gótico y comienzo del renacimiento. La sillería
ni las grandes catedrales.
lo siento mucho más hondo.
tallada en madera de nogal es una obra maestra del gótico
florido, en la silla abacial podemos admirar la figura policroNo es la bravura Navarra;
La fuerza que a mi me empuja, mada del rey Don García.
ni el vino de los Riojanos;
la fuerza que a mi me atrae,
El claustro se empezó a construir a principios del siglo
ni los mariscos gallegos;
XVI, conocido como Claustro de los Caballeros ha sido
no se explicarla yo.
ni los campos castellanos. Sólo el de arriba lo sabe.
durante siglos lugar de enterramiento de muchos nobles.
Cabe destacar entre todos, el sepulcro de don Diego López
Peregrino ¿quién te llama?
de Haro con su escultura yacente del siglo XIII y a sus pies
¿qué fuerza oculta te atrae?
E. G. B. el sarcófago gótico de su esposa doña Toda Pérez de AzaNi las gentes del camino,
gra. La mezcla armónica de estilos como el gótico florido de
ni las costumbres rurales.
las bóvedas y el plateresco de las tracerías caladas han
dado lugar a una sorprendente obra arquitectónica digna de
El camino continúa en Nájera por delante del cuartel de la ser visitada.
Guardia Civil, pasa después por el Convento de Santa EleEn Nájera hay un sencillo y bonito refugio con 100
na y entra en la ciudad vieja por un puente de piedra sobre literas, bien acondicionado, con cocina, sala de estar y
el río Najerilla, obra también de San Juan de Ortega. Pasa- duchas con agua caliente. Cabe recordar que el refugio es
mos después bajo un pequeño arco y nos dirigimos (en nuevo, al lado del río, pues en junio del 2004 se trasladaron
travesía bien señalizada) hasta la iglesia de Santa María a la Plaza de Santiago
del Real.
Ocasionalmente el Ayuntamiento también permite
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pernoctar en el polideportivo municipal. Cuando no es verano, abre a partir de las tres de la tarde.
8ª Etapa (22 Km.)
Nájera-Santo Domingo de la Calzada
esde Santa María la Real, el camino asciende por la
calle de Costanilla hasta un complejo deportivo. Tras
la última casa de Nájera, se asciende por entre dos cerros
repoblados de pinos.
Una pequeña bajada nos sitúa en un cruce junto a un
gran corral. Iniciamos aquí un tramo por entre campos de
labor, caminando por estrechos caminos bastante estropeados por las roderas de los tractores. Continuos baches
y piedras que sobresalen con el terreno seco, o el pegajoso
barro que se forma con el terreno mojado convierten el
recorrido hasta Azofra en lo que podíamos llamar un duro
camino.
Multitud de pistas, trazadas con la concentración parcelaria, se suceden a uno y otro lado. Afortunadamente,
como orientación nos sirven en todo momento las numerosas canaletas de riego de la zona sobre las que se han
pintado las oportunas flechas amarillas.
Cinco kilómetros después de dejar Nájera salimos a
una carreterilla asfaltada que nos conduce hasta Azofra.
zofra.- Su población, 331 habitantes, altitud 560 m.
A Santiago 610 Km. Es un buen ejemplo de típico
pueblo del camino: La Calle Mayor de Azofra coincide con
el Camino que, como en otros tantos puntos del trayecto,
se ensancha para dar lugar a la plaza del pueblo.
Allí se encuentra el templo de Nuestra Señora de los
Ángeles, obra en piedra de sillería y sillarejo, datada entre
los siglos XVII y XVIII. Consta de una nave de tres tramos cubierta con lunetos- sobre arcos de medio punto y ménsulas crucero y cabecera ochavada de tres paños. Crucero y
cabecera se cubren con crucería estrellada, y combados
curvos, apoyada en arcos apuntados y columnas adosadas. Orientada al norte, capilla con bóveda de medio cañón
realizada en ladrillo. Torre al este, edificada en sillería.
Ingreso bajo dintel, en el segundo tramo. En el altar
mayor, retablo de tres cuerpos y ático en tres calles, de
mediados del siglo XVII. En el primer cuerpo, imágenes de
San José, la Magdalena y San Roque. En el segundo, tallas de San Pedro y San Pablo, del XVII, flanqueando a
Nuestra Señora de los Ángeles. En el tercero, Santiago
Peregrino ocupando el centro, y a sus lados San Buenaventura y San Antonio de Padua.
En el ático, Cristo en la Cruz. A ambos lados del crucero pueden observarse retablillos del siglo XVIII muy similares: el del lado del Evangelio, con imágenes de Cristo
resucitado, la Dolorosa, la Flagelación, y San Martín de
Tours. El del lado de la Epístola, con imágenes de San
Juan Bautista y de la Virgen del Rosario.
Azofra ofrece al peregrino un buen refugio con capacidad para 16 personas, duchas con agua caliente y cocina,
en la calle Antonio Pérez.
Saliendo del pueblo y en la margen derecha, el Camino pasa entre el Parque de la Virgen de Valvanera, monumento a la Patrona de La Rioja y la Fuente de los Romeros.
Será desde este punto donde todos aquellos caminantes interesados en visitar San Millán de la Cogolla, cuna de
la lengua castellana y cuyos célebres e impresionantes
monasterios de Suso y Yuso fueron declarados patrimonio
de la humanidad por la Unesco, deban desviarse del Camino para proseguir carretera (por la LR-206) en dirección
hacia Alesanco. Después de 18 kilómetros llegarán al destino.
Tras este desplazamiento no será necesario retroceder sobre lo andado, ya que la carretera de Villar de Torres
(LR-204) vuelve a conectar con la ruta y a reencontrar las
flechas amarillas en Cirueña.
Desde Azofra existe también un desvío de 5 kilómetros hasta Cañas, la localidad natal de Santo Domingo de
Silos, y sede de la abadía Cisterciense de Cañas, en el que
se conserva el sepulcro gótico de la beata doña Urraca
López de Haro (1170-1262), considerado uno de los mejores monumentos funerarios de España.
Nosotros seguimos la carretera hasta la altura de la
Fuente de los Romeros, donde el camino se aparta a la
izquierda.
Se inicia así un suave ascenso, siempre entre viñedos
y campos de cereal. En este tramo el terreno está menos
castigado y se camina bastante mejor. Tres kilómetros
después, llegamos al “Alto de la Picota”, un Rollo Medieval
o Cruz de los Peregrinos nos confirma que pisamos el verdadero trazado de la ruta jacobea.
Un recorrido por pistas vecinales y caminos agrícolas,
afortunadamente bien señalizados, nos situará muy cerca
de la carretera, junto a un arroyo. Desde este punto las
flechas amarillas serán vuestra mejor guía.
El punto más confuso de este tramo es un pequeño
cruce que surge tras cruzar una carretera secundaria perpendicular a la N-120. Apenas 20 metros después unas
flechas erróneas nos indican que debemos seguir de frente.
De hacerlo así, este camino nos llevaría hasta Ciriñuela, por donde nunca pasó la ruta jacobea. La dirección más
apropiada es tomar un camino que parte hacia la derecha
para cruzar el arroyo por un pequeño puente de cemento.
Este camino enlaza sucesivamente con otros de similares características, ya correctamente señalizados, hasta
ponernos a la altura de la carretera general. Cuatro kilómetros más adelante, llegamos a Cirueña; algo más apartado
a la derecha está Ciriñuela.
irueña.- Su población, 129 habitantes, altitud 713
m. A Santiago 599 Km. La Parroquial de San Andrés,
es una construcción reciente, ya que data de 1965, sobre la
base de un templo prerrománico del siglo X, su construcción es obra en piedra de sillería, mampostería y ladrillo.
La nave de cuatro tramos y cabecera rectangular,
cubiertas con bóvedas de aristas sobre arcos de medio
punto. En el primer tramo, dos capillas laterales con bóvedas de cañón una tercera capilla en el segundo tramo,
orientada al sur. Ingreso de medio punto en el penúltimo
tramo junto a la entrada, campanario funcional de sección
cuadrada.
En el presbiterio, retablo formado por banco, cuerpo
de tres calles y ático, barroco, de la primera mitad del siglo
XVII, con imágenes de San Pedro, San Juan Evangelista,
San Andrés, Virgen y Crucifijo.
No ofrece ningún tipo de servicio para el peregrino,
salvo una buena fuente.
Para continuar el camino no hay que entrar en el pueblo.
Pasadas unas curvas de la carretera, se coge la pista
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que sale a la izquierda, sobre la que todavía quedan vestigios de asfalto. El camino ya no ofrece discusión: siempre
recto, hasta Santo Domingo de la Calzada.
Entramos en Santo Domingo, para cruzar la población,
¡cómo no! por la calle Real, hasta llegar a la Catedral.
anto Domingo de la Calzada.- Su población, 6.390
habitantes, altitud 639 m. A Santiago 593 Km. Como
señala Elías Valíña en su “Guía del peregrino”, Santo Domingo es una de las ciudades fundamentales del camino de
Santiago. Todo lo que es, incluida su propia existencia
fundacional, se debe al camino.
El Camino entra a Santo Domingo de la Calzada por la
calle Real, a cuyos lados se fue formando la ciudad, hasta
llegar al río Oja. La ciudad, se lo debe todo a la peregrinación o, mejor, a Santo Domingo. Cuando todavía no existía
la localidad, ni el Camino pasaba por este lugar, ya la peregrinación estaba consolidada. Un pastor, de nombre Domingo (1019-1109), nacido en el cercano pueblo de Viloria,
rechazado en los Monasterios de la Cogolla y Valvanera,
se propuso hacer vida de ermitaño, primero en el monte
San Lorenzo, después junto al río Oja. A pocos kilómetros
pasaba el Camino francés, siguiendo la vieja calzada romana, y Domingo conoció y sintió las penalidades de los peregrinos jacobeos en el paso del río y a lo largo de la Ruta.
Construyó un puente, dicen que de veinticuatro arcos, levantó un hospital para refugio de los jacobitas, hizo desviar
hacia este lugar la Calzada y la acondicionó desde Nájera
hasta el pueblo de Redecilla. Alfonso VI conoció y protegió
al Santo, que pudo levantar una iglesia, haciéndola consagrar en 1106, en la que fue enterrado. En torno a ella, comenzó a levantarse el burgo de Santo Domingo. El Santo
siguió, después de su muerte, bendiciendo el burgo con
portentosos milagros y atendiendo a los peregrinos, tanto
que la ciudad merecidamente consiguió el título de Compostela Riojana.
El románico de la iglesia del Santo Pontonero mantiene el ábside. El templo actual, de tres naves, es de estilo
gótico (siglos XV-XVI). El retablo central de alabastro y
nogal es obra fundamental de Damián Forment (siglo XVI).
El sepulcro del Santo, románico con estatua yaciente (siglo
XII], fue ampliado con un monumento de alabastro (siglo
XV) y cubierto con un baldaquino, obra de Felipe Vigarny
(siglo XVI). La torre de la catedral se levantó en 1762, sobre un cuadrado de nueve metros de lado. Tiene una altura
de 69 m., de alta. El pueblo la apellida “la Moza de La Rioja”. Esta iglesia recibió el título de colegiata en 1180 y de
catedral en 1232. El lugar más visitado del templo es “el
gallinero”, jaula donde pasan su existencia un gallo y una
gallina blancos, recuerdo del tan divulgado milagro jacobeo
de la resurrección de la gallina Santo Domingo de lo Calzada, donde cantó la gallina después de asada.
Una sostenida tradición, titubeante en cuanto a localización y tiempo, aunque suele situarse en el siglo XIV, nos
transmite el suceso milagroso.
Cuenta la tradición que entre los muchos peregrinos
compostelanos que hacen alto en esta ciudad para venerar
las reliquias de Santo Domingo de la Calzada, llegó aquí un
matrimonio alemán con su hijo de dieciocho años llamado
Hugonell. La mesonera donde se hospedaron se enamora
del muchacho, que la rechaza: “cómo en el siglo XIV llega a
esta localidad, acompañado de sus padres, (un matrimonio
de Saintes, pertenecientes a la diócesis de Colonia, de ahí
las vacilaciones sobre su origen francés o alemán, incluso
algún historiador dice que eran griegos, de Tesalónica) un
apuesto joven de 18 años llamado Hugonell.
Al hacer noche en una posada de Santo Domingo de
la Calzada, se negó a corresponder a los requiebros de la
hija del mesonero. Desdeñada la muchacha, los celos la
impulsaron a introducir una copa de plata en el equipaje del
peregrino y acusar a éste de robo.
El corregidor no dudó en condenarlo a la horca, y fue
ejecutado.
Sus padres, al día siguiente, antes de seguir camino a
Santiago de Compostela, fueron a despedirse de su hijo, al
que encontraron vivo por la intersección de Santo Domingo
que sabía de su inocencia.
Sin dudarlo, volvieron a casa del corregidor, que en
este momento se aprestaba a dar cuenta de un gallo y una
gallina asadas, y le contaron la novedad, a lo que éste respondió que el muchacho estaba tan vivo como las aves que
él se iba a comer, y entonces, ante el asombro de todos, el
gallo y la gallina saltaron del plato y empezaron a cantar”.
De ahí el dicho de “Santo Domingo de la Calzada,
donde cantó la gallina después de asada”.
El Parador Nacional de Turismo, es el antiguo hospital
de peregrinos, levantado por Santo Domingo y modernamente reconstruido y adaptado. Entre otros recuerdos del
santo permanece el gran fervor de todo el pueblo en la
acogida de los peregrinos.
Santo Domingo ofrece al peregrino un albergue excelente, en la calle Mayor.
Cuenta con 40 camas y duchas con agua caliente,
sala de estar y cocina completa, en caso de gran afluencia
de peregrinos, habilitan una sala con capacidad para más
de cien personas.
9ª Etapa (22 Km.)
Santo Domingo de la Calzada-Belorado
l Camino parte del pueblo dejando a la derecha la
Ermita del Santo, a la entrada del puente sobre el Oja,
el que construyó Domingo, y se incorpora a la carretera N120. Por ella sigue hacia el pueblo de Grañón. A la izquierda se encuentra la Cruz de los Valientes, recuerdo de un
“Juicio de Dios” para resolver un pleito entre los pueblos de
Santo Domingo y Grañón. Se abandona la carretera, por la
izquierda y se asciende por los caminos de concentración
parcelaria.
Desde ese punto, cerca de un almacén, parte una
pista asfáltica que nos conduce directamente hasta
Grañón.
rañón.- Su población, 417 habitantes, altitud 724
m. A Santiago 585 Km. La iglesia parroquial, de
impresionante monumentalidad y dedicada a San Juan
Bautista, es un edificio en sillería, de una nave con tres
tramos, cubiertos con bóvedas de terceletes, crucero, presbiterio y cabecera ochavada de cinco paños. Se inició su
construcción en el siglo XIV, produciéndose numerosos
añadidos y remodelaciones en épocas posteriores: así, el
coro alto data del XVI, la sacristía nueva y la torre neoclásica del XVII-XVIII.
Portada con arco de medio punto a los pies; al lado
norte del crucero, portada de seis arquivoltas apuntadas
baquetonadas. En el interior, coro alto, al que se asciende
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por una escalera con balaustrada y decoración flamígera,
con sillería. Pila bautismal gallonada.
El retablo mayor, renacentista, con banco y tres cuerpos sobre zócalo de piedra en nueve calles, presenta pilastras, balaustres, zócalos y entablamentos decorados con
grutescos e imaginería. Intervinieron en su construcción,
realizada entre 1545 y 1556, el arquitecto Natuera Borgoñón y los escultores Bemal Forment y Juan de Beaugrant. En 1556, policromaba el conjunto Francisco de Lubiano.
En el lado del Evangelio, retablo menor romanista de
banco, cuerpo y ático en tres calles, dedicado a la Trinidad.
En el brazo del crucero, retablo rococó de banco y cuerpo,
de la segunda mitad del siglo XVIII, con imagen de tamaño
natural de un Cristo Yaciente gótico, articulado.
En el lado de la Epístola, podrá observar el visitante
numerosos retablos: uno clasicista -rehecho en estilo rococó- de banco, cuerpo y ático; otro rococó, realizado con
cuerpo y ático en tres calles en la segunda mitad del siglo
XVIII; un tercero manierista y romanista construido en templete de banco, cuerpo y ático en tres calles.
El Camino atraviesa el casco urbano por la calle Mayor y desciende, colina abajo, mostrando un impresionante
paisaje, para atravesar los cercanos limites provinciales y
autonómicos que separan La Rioja y Castilla.
Cuenta con un refugio de peregrinos con capacidad
para 25 personas.
El Camino sigue en Grañón el trazado de la calle Mayor hasta pasar la iglesia. Poco después, de entre dos casas, parte una calle descendente que pronto se convierte
en pista de tierra. Después de 250 metros cuesta abajo,
comenzamos el ascenso a la loma que queda frente a nosotros por caminos de tierra, bien señalizados, entre campos de cereal. Coronado el altillo se divisa ya al fondo Redecilla del Camino, localidad a la que nos dirigimos.
Entre Grañón y Redecilla se encuentra el límite territorial de las comunidades de La Rioja y Castilla-León.
Cuatro kilómetros después de Grañón, salimos a la N120 al lado de las primeras casas de Redecilla del Camino.
En este mismo punto, junto a un parque centrado por
un Rollo Medieval, cruzamos la carretera, y encontramos
una caseta de información al peregrino, que solo funciona
en verano, continuamos para atravesar Redecilla por su
calle Real.
edecilla del Camino.- Su población, 147 habitantes, altitud 740 m. A Santiago 580 Km. Nombrado
en el Codex como Redicela. Un rollo jurisdiccional marca el
inicio de su calle Real o calle Mayor, de trazado eminentemente jacobeo. Pueblo-Camino cuyo principal monumento
del lugar es la iglesia, de torre cuadrada de ladrillo, con un
pórtico con una elevada arcada renacentista, que preside
una imagen de la Virgen de la Calle. Reedificada en los
siglos XVII y XVIII, conserva un conjunto de retablos y mobiliario rococó.
En dicha iglesia hay un pequeño espacio habilitado
como baptisterio, donde se guarda tras una reja, pero perfectamente visible, una de las joyas de esta comarca burgalesa de los Montes de Oca, su espectacular pila sacramental, una de las mejor trabajadas y mejor conservadas
de todo el románico español.
De más de un metro de alto, esta pila de Redecilla del
Camino está constituida por un pie formado por un pilar
circular al que se adosan ocho columnas embebidas con
sus respectivas basas románicas.
Los fustes no terminan en capitel, sino que soportan la
copa de la pila que tiene una silueta circular lobulada y en
cuya cara externa se tallaron las edificaciones de una ciudad a base de grandes torreones de planta curva
(coinciden con los lóbulos de la embocadura) y otras torres
menores amatacanadas, rematadas con chapiteles triangulares.
Los muros de esta ciudad imaginaria están estructurados en pisos, separados entre sí por frisos o cenefas decoradas con motivos geométricos. Cada fragmento de muralla
aparece calada con ventanales y arcos de medio punto.
La belleza de la pila radica en el sabio ordenamiento
de los elementos arquitectónicos que representa, con un
ritmo y simetría muy bien pensados.
Se trata de una pila original, pues lo más habitual en
estas pilas del siglo XII es encontrarnos con los consabidos
gallones o gajos, o bien arquerías o zigzagueados que
simbolizan las aguas del bautismo. También es frecuente,
en las pilas de mayor calidad, encontrar personajes y/o
animales relacionables con el papel del Bautismo en la
religión cristiana.
Sin embargo, el escultor de la pila de Redecilla del
Camino emplea una fórmula originalísima para representar
la feliz consecuencia del sacramento bautismal.
Se cree que representa el paraíso al que sólo acceden
los bautizados al ser así redimidos del pecado original, y
que esa representación se hace mediante la forma de una
ciudad, la Jerusalén Celestial del Apocalipsis de San Juan.
No es casualidad que la ciudad representada en esta
pila muestre tanto orden y perfección para representar el
Cielo. Ello nos recuerda otras representaciones románicas
del Cielo y el infierno, donde, al margen de los detalles
iconográficos, el primero es representado con elementos
arquitectónicos ordenados y actitudes y personajes serenos, frente al caos y desorden del segundo.
La parroquia ofrece confortable refugio en un local
cercano a la iglesia. Dispone de 40 literas, duchas con
agua caliente y cocina completa.
La calle Real nos deja de nuevo en la N-120, por la
que seguimos hasta Castildelgado.
astildelgado.- Su población, 90 habitantes, altitud
771 m. A Santiago 578 Km. Conocida como San
Pedro de Villa de Pún, hasta el siglo XVI.
Su templo parroquial de San Pedro es de estilo tardogótico, del siglo XVI donde destaca la Virgen del Rosario,
románica del siglo XIII, posee una esbelta torre. En su interior reposan los restos de su vecino más ilustre: Don Francisco Delgado, quien fue obispo de Jaén y Lugo y posteriormente arzobispo en Burgos. Es destacable la capilla consagrada a su nombre. De él se cuenta que fue el artífice del
cambio de nombre de la Villa de Pún a la Castildelgado
actual. Posee una esbelta torre e interesantes retablos
barrocos. En el mayor aparece una imagen de la Virgen
con el Niño del primer tercio del siglo XIII
Se puede visitar también la Ermita de la Virgen de
Campos, que posee una talla de la Virgen del siglo XIII. Un
kilómetro después tomamos un desvío a la izquierda, visiblemente señalizado, que nos conduce hasta Viloria de la
Rioja.
iloria de Rioja.- Su población, 83 habitantes, altitud 773 m. A Santiago 576 Km. Cuna de Santo Do67
mingo de la Calzada, y en la que se conserva la casa natal
del Santo (en ruinas), y en la iglesia de la Asunción, el retablo es barroco, y conserva la pila donde fue bautizado el
Santo.
La Iglesia parroquial de Viloria de Rioja es un edificio
de mampostería y ladrillo que consta de una nave, terminada en cabecera ochavada y a la que posteriormente se le
añadieron dos capillas, una a cada lado del primer tramo,
dedicadas a San Juan y a Santo Domingo, y diversas dependencias a ambos lados, entre ellas la sacristía.
La torre se alza a los pies sobre el último tramo de
bóveda. La puerta de ingreso al templo se sitúa al mediodía
y le precede un pórtico de triple arquería de moderna construcción, pues sustituye a otro con un arco en el centro y
dos medios a ambos lados. Los muros exteriores de la
cabecera se refuerzan con poderosos contrafuertes de
sillería y es de presumir que también los haya a lo largo de
los muros de la nave pero que no se ven por estar tapados
por las construcciones añadidas.
La nave se cubre con bóveda de crucería sencilla,
dividida en cuatro tramos, más la cabecera. Los tramos
primero, segundo, tercero y cuarto están separados por
arcos fajones más anchos que los demás y sus claves unidas por un nervio espinazo. Tanto los fajones como los
nervios de toda la bóveda apoyan en ménsulas. Las claves
están decoradas con estrellas policromadas y algún símbolo como el jarrón de azucenas.
La luz que penetra en el interior de la nave lo hace a
través de tres ventanas abiertas en el muro meridional y
otra en el último tramo.
Las capillas laterales se cubren con bóveda de arista.
El primitivo templo parece de origen románico o protogótico, según el modelo de las pequeñas iglesias de la
zona de una nave y cabecera semicircular. Pudieran avalar
esta suposición la existencia de arcos fajones en el interior
y canecillos al exterior. Después, a finales del Siglo XV o
Siglo XVI, se reabovedó con las crucerías, que se conservan. La explicación de este reabovedamiento está en el
exterior, en el realzado de los muros a partir de la línea de
canecillos.
Las capillas y demás elementos añadidos, pertenecientes a la tercera fase de la construcción, son de época
barroca.
Pronto volvemos a la carretera para culminar un pequeño ascenso hasta Villamayor del Río y afrontar los cinco
kilómetros que nos separan de Belorado.
illamayor del Río.- Su población, 57 habitantes,
altitud 790 m. A Santiago 573 Km. Pasamos por el
centro del pueblo por su calle Real, y por delante su iglesia
parroquial dedicada a San Gil.
La iglesia de San Gil Abad es el principal referente
arquitectónico de Villamayor. El edificio, del siglo XVIII,
presenta influencias neoclásicas. Tanto el retablo mayor
como los laterales son de estilo barroco. Hay, además,
varias tablas sueltas que podrían corresponder a un retablo
anterior.
Es ésta una zona de campo abierto en la que es muy
habitual que sople un fuerte viento de costado, lo que unido
a los continuos toboganes y a caminar por la cuneta, confiere a este tramo, una aspereza mayor de la que podría
apreciarse con una simple ojeada a su engañoso perfil.
68
elorado.- Su población, 2.089 habitantes, altitud
770 m. A Santiago 567 Km. Ya citado en el “Códice
Calixtino” como “Belfuratus” “Lugar hermoso y angosto”, es
hoy una población típicamente castellana concentrada en
torno a su Plaza Mayor.
La iglesia de Santa María del siglo XVI, tiene un retablo renacentista con una imagen de Santiago Matamoros, y
una talla de la Virgen del siglo XIII. La iglesia de San Pedro,
del siglo XVII, está ubicada en la Plaza Mayor, y la Ermita
de Nuestra Señora de Belén del siglo XVIII, son los monumentos más relevantes.
La iglesia de Santa María, está erigida al pie de las
ruinas del antiguo castillo, en el mismo lugar donde, en su
día, estuvo ubicado el pequeño templo llamado de Santa
María de la Capilla, del que únicamente se conserva la
imagen titular, que en la actualidad preside el retablo del
altar mayor.
Fue construida en estilo gótico tardío en el siglo XVI y
está concebida de acuerdo con el modelo de iglesia-salón
con tres naves sobre columnas y cuenta con una cúpula
sustentada sobre cuatro pechinas y rematada con un pequeño cimborio. Sus muros están construidos, fundamentalmente, con canto rodado recogido con argamasa, si bien
la parte central de la fachada principal es de piedra de sillería. En las bóvedas se puede admirar vistoso arandelaje
dispuesto a modo de remate de las claves de crucería y de
las distintas nervaduras.
EL retablo mayor es barroco de finales del siglo XVII o
principios del XVIII y se organiza con cuatro columnas salomónicas y consta de banco o predela, cuerpo tetrástilo
sostenido por dichas columnas, que le dividen en tres calles y de remata el ático. En el centro se halla la imagen de
la Virgen, antes mencionada, obra del gótico del último
tercio del siglo XIII. Esta talla se encuentra flanqueada por
las esculturas de San Juan Bautista y de San Lorenzo.
Sobre la hornacina de la Virgen se puede contemplar una
cartela con un jarrón de azucenas, motivo que se volverá a
repetir en otros lugares del templo y que es símbolo de
Nuestra Señora. En el remate y sobre el eje de la calle
principal se halla un calvario de la mitad del siglo XVI.
Hay una capilla dedicada a la Inmaculada, otra a la
Virgen de los Dolores y una tercera de los MendozaSalazar, de la segunda mitad del siglo XVI y dedicada a
San Nicolás de Bari y también hay una pequeña imagen
que, se supone, es de San Juan de Ortega. Son también
de interés la capilla del Baptisterio, la sacristía, un Cristo
pequeño de marfil, un calvario con sus tres figuras, también
de marfil y algunos cuadros.
La Capilla de Santiago, se encuentra en la cabecera
de la iglesia, junto al presbiterio y al lado de la epístola.
Está delimitada por unas notables rejas renacentistas de
estilo plateresco del siglo XVI, cuyos barrotes se ven animados con mazorcas y anillas. Se encuentran rematadas
por unos bajorrelieves con el rostro de Nuestro Señor y el
escudo familiar del fundador de la capilla, el licenciado
Gonzalo Monte de Marrón, inquisidor que fue de Valladolid,
canónigo de Zamora y canónigo de Cámara y beneficiado
de esta iglesia y natural de esta villa.
En su cabecera hay dos columnas de piedra, que delimitan una amplia hornacina, también de piedra, con las
esculturas del Crucificado, de la Virgen Dolorosa y de San
Juan Evangelista. En dicha hornacina se encuentra enmarcado un retablo de madera de bella factura romanista de
hacia el año 1570 y consta de banco o pedrela, con cuer-
pos divididos en tres calles, más ático o remate. Sus columnas son estriadas con un capitel jónico las del primer cuerpo y corintio las del segundo; y el establamento cuenta con
arquitrabe, friso y cornisa.
En el primero de los cuerpos en la calle central está la
imagen de Santiago Peregrino con aspecto varonil de singular belleza, acompañado en las calles laterales por las
esculturas de San Blas y San Atilano. En el centro del cuerpo segundo y en alto-relieve, otra efigie del santo conocida
como de Santiago Matamoros, flanqueada por sendos bajorelieves que representan el uno el martirio del Santo y el
otro a unos peregrino implorando la ayuda del mismo. El
ático del retablo lo configura un tímpano con la representación antropomorfa del Padre Eterno.
En el paño del lado de la epístola de esta capilla hay
dos arcosolios funerarios, con el escudo del fundador en la
parte superior de ambos. En el vano de uno de estos arcosolios se encuentra una pequeña hornacina con una bella
escultura pétrea renacentista de Santa Ana Triple. En las
tres figuras, el Niño, María y Santa Ana hay una gran expresividad y gran naturalismo. Son también de tener en
cuenta las arandelas de madres de las claves de la bóveda.
La iglesia de San Pedro, enclavada en la parte oriental de la Plaza mayor, parece ser que fue de fábrica medieval, aunque muy reformada en el siglo XVII. ES de una sola
nave de notables proporciones, dividida en cinco tramos y
sostenida por los correspondientes contrafuertes, que dan
lugar a pequeños espacios o capillas y que , al estar abiertos tres de cada uno de los lados laterales por unos arcos
de medio punto, hace que dichas capillas se comuniquen
entre si. De este modo la impresión que ofrece es que se
trata de un templo con tres naves.
Entrando en la iglesia lo primero que salta a la vista es
el retablo mayor, realizado hacia el año 1760 por Manuel y
Pedro- Román Solano, padre e hijo respectivamente y maestros entalladores, el primero procedente de la Calahorra
y el segundo natural de Cuzcurrita, pueblos ambos de La
Rioja. Éstos residieron en la villa de Belorado y trabajaron
para La Rioja, Álava y Burgos. Éste retablo generoso en
oro y en líneas curvas es de estilo barroco, pero dentro del
gusto rococó y, sustentado sobre un pedestal de ladrillo
recubierto de madera, consta de banco o pedrela, cuerpo
sostenido por cuatro columnas gigantes y triple remate o
ático.
Dentro de la calle central y en lugar preferente está, en
su correspondiente hornacina, la esbelta imagen de San
Pedro, de pie y revestido de los atuendos de Romano
Pontífice, tocado con la tiara y portando el Báculo papal. A
ambos lados están las imágenes de San Juan Evangelista
y San Andrés. En la parte superior y en el centro está la
Virgen Asumpta y junto a Ella en las otras dos calles laterales las imágenes de San Matías y San Ciriaco. Tiene
además el retablo estatuas de las tres virtudes teolo9gales
y las cuatro cardinales que con otros adornos hacen del
mismo un conjunto muy bello.
A uno y otro lado del presbiterio se encuentran ubicadas sendas capillas: la de los herederos de Bartolomé Alvarado y la de Don Hernando Correa de Velasco. En la del
primero hay una bella talla de la Inmaculada del siglo XVII,
obra que recuerda a las Inmaculadas de Gregorio Fernández. En la otra capilla hay una imagen gótica de la primera
mitad del siglo XIV de Santa Ana Triple. Hay, también, un
busto-relicario de San Esteban, abad que fue del monasterio de Cardeña y nacido en Fresneña. A ambos lados de la
iglesia hay otros cuatro pequeños retablos del siglo XVIII.
En el coro se puede fijar la atención en tres clases de
elementos: EL órgano de estilo rococó, habiendo sido construido en el año 1785. Un fascistol de nogal y cuyo pie y
astil están primorosamente labreados.
Finalmente una bella sillería que procede del antiguo
convento de San Francisco, del que se trasladó al lugar
que ocupa en el año 1809.
A todo lo expuesto se puede añadir una serie de abundantes cuadros que se albergan en el recinto sagrado,
provenientes casi todos ellos del ya mencionado exconvento de San Francisco.
Ermita de Nuestra Señora de Belén patrona del pueblo, se halla enclavada a la entrada del pueblo viniendo de
La Rioja, junto a la carretera y a la vera del Camino Jacobeo Francés, no en vano fue antiguo hospital de peregrinos.
Su edificación era medieval y a la misma alude un
documento, que se conserva en el Archivo catedralicio de
Burgos, según el cual el rey Alfonso VIII la dona en el año
1171 a la iglesia metropolitana de Burgos y a su obispo
Son Pedro “esta iglesia de Santa María de Belén con su
hospital y sus posesiones…”
La estructura primitiva de esta ermita se renovó en el
siglo XVIII, época a la que corresponde su retablo mayor
con camarín para recoger a la Virgen titular.
Su imagen es de las de vestir y su estructura deja
mucho que desear. Se hizo para sustituir a otra, con toda
probabilidad del siglo XII, que desapareció a consecuencia
de un incendio en el siglo XVIII. Se encuentra rodeada de
sus padres San Joaquín y Santa Ana a los dos lados, y de
su esposo, San José en lo más alto, esculturas estas últimas que ofrecen un aspecto del todo agradable gracias a
su rica y brillante policromía naturalista muy cuidada.
El presbiterio se cierra mediante una notable reja cuyos balaustres se encuentran animados por mazorcas y
anillas, y es de mediados del siglo XVIII. El púlpito mantiene idénticas características a las de la verja.
Dentro también de la ermita existe un notable conjunto
de cuadros al óleo, todos ellos de notable interés artístico,
entre los cuales cabe señalar a una que muestra a la Virgen de Belén, flanqueada por San Vitores y San Isidro,
patronos del pueblo.
En ella se encuentra el Cristo de San Lázaro procedente del antiguo Hospital de San Lázaro. También se conserva una estatua de San Juan (s. XV) trasladada desde la
capilla del cementerio viejo.
Cabe destacar un Reja del siglo XVIII de los talleres
vascos.
En la Ermita de Nuestra Señora de Belén radicaba la
Cofradía de Santiago. De esta cofradía de origen medieval,
reservada únicamente a los hidalgos pudientes, se conservan de forma parcial, y a partir de 1540, sus libros. Los
estatutos de esta hermandad datan también de esta misma
fecha. Es ésta la única ermita que queda en pie tras haberse demolido la del Santísimo Cristo de San Lázaro, en donde radicaba, al menos desde 1666, una cofradía bajo la
misma advocación.
Desde 1662, en los libros de fábrica de Santa María
solo se habla de la existencia de un hospital dependiente
económicamente del concejo y conocido como el de la
Misericordia. Ya en 1701 era el único existente en la villa.
De éste hospital, que se cita en 1706 bajo la advocación de
Santa Ana, en 1772 como el de la Misericordia y más tarde
69
como el de Santa Isabel, tan solo nos queda hoy el recuerdo de su existencia en el solar donde actualmente se ubica
la discoteca.
Antaño hubo aquí varias instituciones hospitalarias.
Hoy, Belorado conserva la tradición y ofrece al peregrino
dos albergues.
Uno parroquial, con 22 literas, duchas con agua caliente y cocina, y una curiosa estructura, ya que era una
sala teatral adosada a la iglesia; y otro municipal, en bastantes peores condiciones.
10ª Etapa (24 Km)
Belorado - San Juan de Ortega
os Montes de Oca, extremo occidental de la Sierra de
la Demanda, suponen el mojón natural que delimita
las tierras castellanas. En su ascensión atravesaremos el
que será el último bosque en muchos kilómetros del Camino. No encontraremos otro de semejantes dimensiones
hasta los Montes de León.
Superado el duro puerto de la Pedraja, el peregrino se
verá recompensado con uno de esos rincones sublimes
que se hallan dispersos a lo largo de toda la ruta jacobea;
es el Monasterio de San Juan de Ortega, que anticipa la
entrada a la ciudad más poblada del Camino.
Desde Belorado se observa ya la barrera montañosa
de los Montes de Oca, extremo occidental de la Sierra de la
Demanda y principal dificultad orográfica del tramo burgalés del Camino de Santiago.
Pasado el punto kilométrico 68 de la N-120, en un
cruce que hay cien metros después de una gasolinera,
tomamos un pequeño camino de hierba que parte por la
izquierda, ascendiendo paralelo a la carretera general.
Pocos metros después se abandona este camino para
tomar otro de similares características que continúa a media ladera entre la carretera y la colina que queda a nuestra
izquierda. Entre el camino y la carretera discurre un pequeño arroyo sombreado por una chopera. Este camino finaliza
en Tosantos.
osantos.- Su población, 66 habitantes, altitud 818
m. A Santiago 562 Km. Este poblado lo dejamos a la
derecha para, por una buena pista de tierra, llegar hasta la
orilla de la carretera, justo debajo de la Ermita de la Virgen
de la Peña, ermita enclavada en un peñasco rocoso.
En el pueblo hay una bonita iglesia parroquial bajo la
advocación de San Esteban, es una sólida construcción de
excelente piedra blanquecina y sencilla espadaña, en su
interior destacan un retablo barroco con interesantes relieves del siglo XVII y una cruz de esmaltes del siglo XIII, en
la plaza contigua un enorme castaño de indias da encanto
al enclave.
Las cuevas de los Arancones en un peñón al este del
pueblo son un grupo de oquedades, la mayor parte de ellas
inaccesibles hoy en día, sin formas definidas como suele
ser frecuente en este tipo de excavaciones en blandos
yesos, se cree que fue obra de los moros. Pero lo que más
destaca en la silueta del pueblo es su ermita rupestre, dedicada a la Virgen de la Peña, excavada en la roca y asomando al exterior solamente su fachada. Es un pequeño
templo en el que la capilla principal está separada del resto
por una verja de hierro, encontrándose en ella el altar y el
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retablo con el camarín que contiene una imagen de la Virgen del siglo XII
Desde aquí parte por la izquierda una buena pista de
tierra que nos dejará en Villambistia.
illambistia.- Su población, 74 habitantes, altitud
868 m. A Santiago 560 Km. Su iglesia parroquial de
Villambistia, dedicada a san Esteban Protomártir, es una
obra del siglo XVII, ocupa una parte elevada y preside el
casco urbano con su aspecto de fortín y su torrecampanario cuadrada. Se trata de un templo de una sola
nave rematada por un ábside semicircular, con una torre en
los pies. Construida en piedra, es un claro ejemplo del barroco rural burgalés. En el presbiterio existe un interesante
cuadro de San Sebastián de escuela italiana. Conserva en
su interior varios retablos renacentistas.
A la salida del pueblo, después de haber pasado junto
al cementerio y a la ermita de San Roque encontramos una
fuente, el camino sigue por campo abierto hasta alcanzar la
carretera. Tan sólo 100 metros de asfalto, y de nuevo a la
tierra. En esta ocasión, una buena pista apta para vehículos que en 600 metros nos coloca en la calle Real de Espinosa del Camino.
spinosa del Camino.- Su población, 52 habitantes,
altitud 891 m. A Santiago 558 Km. Su iglesia de
Nuestra Señora de la Asunción, el recinto es de estilo renacentista, del siglo XVI, con portada del siglo XVIII, con una
capilla mayor de planta cuadrada y bóveda estrellada añadida en el siglo XVI y construida por los canteros Juan de
Landeras y Juan de Carasa, que por la mano de obra cobraron 40.000 maravedíes, ya que los materiales fueron
pagados y puestos por el pueblo a pie de fábrica. Destaca
en su interior una talla románica de San Indalecio, discípulo
de Santiago, responsable de la evangelización hispana
junto con los otros seis varones apostólicos.
A la salida de Espinosa deberemos ascender la colina
de San Felices. Trescientos metros después de superar su
cima, en medio de campos de labor, aparece el Ábside de
San Felices (siglo IX), únicos restos del que fuera Monasterio de San Félix de Oca siglos VI-VII.
Siempre por buena pista de tierra, el descenso continúa hasta alcanzar la carretera 800 metros antes de entrar
en Villafranca.
illafranca Montes de Oca.- Su población, 216 habitantes, altitud 948 m. A Santiago 554 Km. Localidad
de tradición jacobea como pocas. Históricamente, los montes de Oca fueron frontera oriental de Castilla “Entonces
era Castiella un pequeño rincón, era de castellanos Montes
de Oca mojón”, recuerda el poema de Fernán González.
Aunque en la actualidad cuenta con menos de 300
habitantes, durante siglos Villafranca fue enclave fundamental del Camino. Tenía un Hospital fundado en 1370 por
Doña Juana, esposa de Enrique II. De su hospitalidad dan
fe los testimonios de los peregrinos Künig “Acuérdate allí
del Hospital de la Reina, en el que dan a los hermanos una
buena ración”, y Laffi “Dan gran caridad allí al peregrino, en
particular, en el Hospital, donde dan de comer muy bien”.
En la actualidad este Hospital se halla en fase de restauración. Pero Villafranca también era lugar temido. “Si quieres
robar, vete a Montes de Oca”, reza un dicho popular. Y es
que, efectivamente, estos montes eran frecuentados por
numerosos bandoleros y salteadores que se refugiaban en
71
lo que era, y aún es, una de las más importantes masas
forestales de Castilla.
La iglesia de Santiago Apóstol, del Siglo XVII, edificada sobre un templo medieval. Contiene en su interior, la
pila de agua bendita realizada en una concha natural, la
más grande del Camino, traída desde Filipinas; un Santiago
Peregrino y un Ecce Homo, atribuido a Juan de Mena.
La iglesia parroquial es un templo de planta de cruz
latina, de una sola nave, muros de sillarejo y cubierta de
bóveda de medio cañón con lunetos. El brazo mayor de la
cruz latina, la nave, se articula en tres tramos mediante los
correspondientes arcos fajones que apean sobre pilastras
que se rematan en capital de orden jónico, como todos los
existentes en este templo. Toda la nave va recorrida a la
altura del arranque de la bóveda por una cuidada cornisa,
de doble moldura que significa ópticamente tanto el alzado
del muro como el arranque de las pilastras. Al muro sur del
segundo tramo se abre la actual portada que es una sencilla estructura arquitrabada. La portada más antigua es la
que se abre en el hastial. Un cuidado arco de medio punto,
con significada rosca y línea de impostas, enmarcado por
sendas columnas de orden toscano sobre las que se apea
el correspondiente entablamento. Al primer tramo del muro
sur adosa la torre cuyos muros son de sillarejo con pilastras
de sillares en los ángulos que llegan hasta la primera cornisa muy resaltada que define el primer cuerpo. El segundo
es el cuerpo de campanas, se apea sobe un pequeño podio
y presenta ángulos achaflanados. El remate actual, el tercer cuerpo, lleva óculos y cúpula muy al estilo barroco del
mundo austríaco. En el tramo de los pies se ubica un coro
alto con arco carpanel. El crucero se apea sobe cuatro
pilares, expresados ópticamente en pilastras que ascienden
hasta el arranque de la cúpula semiesférica.
Los brazos norte, sur y este se cubren con bóveda de
medio cañón y presentan testero recto. Al muro sur del
brazo este se adosa la sacristía que presenta muros de
piedra sillería, pilastras en los ángulos y se cubre con bóveda de medio cañón, de ladrillo y yesones. El templo que
vemos en la actualidad es una obra de aires claramente
escurialenses, clasicistas en toda la extensión de la palabra
que nos parece pudo levantarse a finales del siglo XVI o
principios del XVII. Esa realidad se pone de manifiesto en
la propia torre en la que el segundo cuerpo presenta ya
formas claramente barrocas mientras que el primero es de
porte clasicista.
En este templo hay cinco retablos de madera policromada todos ellos ubicados en la cabecera del templo, brazos norte, sur y este, significando el valor sagrado de esa
parte de la iglesia parroquial. Significamos los números dos
y cuatro del plano por sus formas barrocas. Ambos constan
de banco, articulada en tres netos, un cuerpo, tres calles,
mayor la central que las laterales y remate en un segundo
cuerpo con frontón semicircular partido. Ambos parecen
obras de trazas y formas barrocas del último cuarto del
siglo XVII.
El retablo mayor, el número tres del plano, es una gran
estructura de madera dorada que consta de banco, articulado en cinco netos, tres cuerpos, tres calles, dos entrecalles,
tres entablamentos y remate con hornacina central que
cobija un calvario. Actualmente es un retablo dedicado a
Santiago que aparece en la hornacina central del segundo
cuerpo vestido de peregrino, pero parece que en su origen
estuvo dedicado a San Francisco de Asís, pues los relieves
de las calles laterales escenifican algunos de los pasajes
72
más conocidos de la vida del santo y de hecho algunas de
las tallas de las entrecalles son también de santos franciscanos. Los símbolos que vemos en los tondos del entablamento tercero igualmente reproducen la enseña de la orden
franciscana.
El retablo presenta en su estructura, tipo de hornacinas, pináculos y estriado de los fustes de las columnas
cierto aire clasicista con algún recuerdo del mundo postridentino. Pero hay también alguna evidencias de los primeros paso de la estética barroca. Nos parece una obra de la
tercera o cuarta década del siglo XVII. Probablemente el
retablo de mayor calidad formal tanto por sus trazas, formas constructivas y el tratamiento de la imaginería, relieves
y tallas, sea el número cinco del plano. Es una estructura
de madera policromada que consta de banco, tres cuerpos,
tres calles, dos entrecalles, entablamentos y remate con
frontón y podios sobre los que se colocan las tres tallas del
calvario. Es una obra cuyas trazas se atribuyen a Rodrigo
de la Haya quien contratara la obra para retablo mayor
recibiendo los primeros pagos por el trabajo el año 1574.
Es muy posible que a la muerte de este arquitecto de retablos, año 1577, la obra no estuviera terminada por lo que
no sería extraño que en ella trabajaran su hermano Martín
y Domingo de Bérriz, pues lo hicieron con él en muchas de
sus obras. Es un retablo del que los expertos dicen que es “
… de total clasicismo en su arquitectura y escultura en la
línea del de la catedral (creemos que se refiere al altar
mayor).” Aunque no sea una imagen de este templo parroquial deseamos hacernos eco de la talla de madera policromada de la Virgen con el Niño, Nuestra Señora de Oca. Se
trata de una obra de formas góticas, de finales del siglo XIV
o tal vez ya de la siguiente centuria.
En la calle Mayor de Villafranca hay un albergue municipal de 20 plazas con duchas y agua caliente.
Junto a la iglesia de Villafranca se inician los 4’5 kilómetros de ascenso hasta el Puerto de la Pedraja (1.165
m.), punto por el que cruzaremos los antes temidos Montes
de Oca. Es precisamente el primer kilómetro de subida él
más duro.
La iglesia se bordea, dejándola a la izquierda para
ascender por un camino de tierra que pronto se convierte
en un durísimo repecho herbóreo paralelo al tendido telefónico y flanqueado a ambos lados por arbustos y abundante maleza.
Recorridos estos primeros 200 metros de fortísimo
ascenso, que en caso de estar mojado se hacen mucho
más duros, accedemos a un buen camino de tierra que se
nos une por la izquierda y por el que continuamos la ruta.
A medida que se avanza en el ascenso, la pendiente
disminuye y el paisaje cambia por completo. Nada tiene ya
que ver con las agrestes llanuras que se cruzaban apenas
unos kilómetros antes, y agradece el peregrino contemplar
cómo el bosque de roble autóctono aún se conserva, sombreando este tramo de Camino.
Aproximadamente a mitad de subida se encuentra la
Fuente de Mojapán, de agua no tratada. (otra fuente, que
como no lleves tú el agua, desde luego que no mojas el
pan, ya que está seca la mayor parte del año). A partir de
este punto alternan ya las zonas de ascenso con los falsos
llanos. En el bosque comienzan a aparecer especies repobladas (pinos y abetos) que alternan con los robles autóctonos.
Transitamos ahora por buen camino de tierra, en el
que en época de lluvia se forma un pegajoso barrizal, que
sin llegar a impedir el caminar con soltura, sí lo hace bastante molesto. De todos modos, aprovechando las orillas,
en las que hay hierba alta, se llega sin demasiadas dificultades hasta la cima de La Pedraja, en la que se halla un
monumento a los muertos en la Guerra Civil
a Pedraja.- Altitud 1.130 m. A Santiago 549 Km. En
este punto afrontamos un fuerte descenso por un
corta-fuegos bastante irregular hasta llegar a la vaguada
que forma un pequeño arroyo. Se asciende la vertiente
contraria de esta vaguada por un camino de similares características y llegamos a una amplia pista de tierra abierta
por el servicio forestal.
Desde aquí hasta San Juan de Ortega no hay más
que seis kilómetros de ameno paseo, en descenso, rodeados en todo momento por plantaciones, ahora ya sólo de
pinos. Sólo el barro que en seguida se forma en este tipo
de terrenos puede privar al peregrino del placer de caminar
por esta ruta.
an Juan de Ortega.- Su población, 24 habitantes,
altitud 1.030 m. A Santiago 542 Km. Otro hito del
Camino. El hecho de quedar aún hoy al margen de las
modernas vías de comunicación le ha permitido conservar
un entorno natural privilegiado y un ambiente sobrecogedor, rodeado de nuevo de robles, acentuado por el silencio
y la soledad, durante buena parte del año sólo alterada por
el paso de peregrinos.
El conjunto monumental, levantado a instancias del
propio santo, lo forman los dos edificios monacales y la
hospedería.
La iglesia es un bello ejemplar románico, del siglo XII,
del que destaca la cripta funeraria original del siglo XV, que
se conserva en su interior. Es románica en su cabecera
(siglo XII) y gótica en su puerta y arco (siglo XV). Sobre
éste se observan los escudos episcopales con la flor de lis,
propia de D. Pablo de Santa María y su familia. La cabecera tiene 3 ábsides, el central bien desarrollado, cubierto por
bóveda gallonada. Son interesantes sus capiteles con elementos vegetales, animales y temas evangélicos. El cuerpo
de la iglesia es una ampliación del siglo XV, merced a Isabel la Católica, los Condestables de Castilla y el obispo D.
Pablo de Santa María. Se piensa puede ser obra de Simón
de Colonia. En el centro de la Iglesia se encuentra un baldaquino bajo el cual está la cripta que desde 1966 aloja el
sarcófago de San Juan de Ortega.
Es curioso el tiple capitel del ábside de la epístola
(Anunciación, Abrazo de Sta. Isabel y Nacimiento), con la
originalidad de que es iluminado por un rayo de sol que
penetra por una ventana exactamente a las 5 de la tarde,
hora solar, en los dos equinoccios del 21 de marzo y 22 de
septiembre. Un verdadero prodigio de la arquitectura medieval.
El peregrino no debe dejar de visitar tampoco
la Capilla de San Nicolás de Bari, también conocida como
Capilla del Santo. Se halla junto a la iglesia, posee una
buena rejería renacentista, y fue erigida por la reina Isabel I
de Castilla en 1447.
Fue en ella donde guardó las diversas reliquias que
reunió en los lugares santos que visitó. Entre ellas, la de
San Nicolás de Bari, su protector. Fue en esta pequeña
iglesia donde también inicialmente se enterró a San Juan
de Ortega.
La tradición hospitalaria de este singular enclave se
mantiene hoy gracias a la amplia y acogedora hospedería,
80 plazas con ducha, restaurada en torno a un patio del
siglo XVI.
Desde hace años, San Juan de Ortega estaba asociado a su párroco, Don José María Alonso, (fallecido en febrero de 2008) que además de aconsejar y hospedar a los
peregrinos, los obsequiaba con las ya famosas sopas de
ajo de San Juan. Tradición que se mantiene. Hay que llevar
provisiones, (para hacer más sólidas las sopas) ya que solo
hay un bar y no siempre está abierto.
El itinerario de la Ruta Jacobea entre San Juan de
Ortega y Atapuerca fue trazado por el propio santo.
11ª Etapa (24 Km)
San Juan de Ortega-Burgos
el santuario parte una pista de tierra que pronto alcanza un cruce. En el centro, una gran cruz de madera. El Camino sigue de frente para internarse en un bosque mixto de pino y roble por un aceptable camino de tierra.
Con la desaparición de los pinos se descubren unas
magníficas vistas de los campos burgaleses. No hay pérdida. Ni un solo cruce que pueda llevar a la confusión. Por si
acaso, los contados árboles que se encuentran a los pies
del Camino lucen una flecha amarilla en su tronco.
El terreno hasta Agés es muy cómodo salvo un pequeño tobogán al final del trayecto, en el que vuelven a hacer
acto de presencia las piedras sueltas. Dos kilómetros después deberemos salvar las dos alambradas que cierran un
prado en cada uno de sus extremos. Poco después un
camino de tierra nos deja en la misma plaza de la localidad
de Agés.
gés.- Su población, 49 habitantes, altitud 970 m. A
Santiago 538 Km. En la iglesia parroquial, de Santa
Eulalia de Mérida, del siglo XVI, en ella se dice que bajo
una losa a la entrada se enterraron los restos del rey navarro García, que murió en la batalla de Atapuerca contra
Fernando I de Castilla, a mediados del siglo XI.
La construcción de esta iglesia, de estilo gótico, data
del siglo XVI. Siendo construida sobre un templo románico.
Tiene planta de cruz griega, piedra de sillería y bóveda de
crucería.
La portada del templo es del gótico tardío y la espectacular espadaña, levantada sobre el muro occidental, del
XVIII. Siglo en el cual el templo sufre una reforma que afecta sobre todo a uno de los muros y la techumbre
A la salida a la izquierda y casi cubierto por la maleza,
hay un pequeño puente sobre el río Vena construido por
San Juan de Ortega.
Atapuerca, está separada dos kilómetros y medio de
Agés, que recorremos por una carretera secundaria.
tapuerca.- Su población, 149 habitantes, altitud
966 m. A Santiago 535 Km. La iglesia de San Martín
de Tours, dedicada a San Martín obispo de Tours, se halla
situada en un alto que domina toda la villa. Se encuentra
aislada de cualquier otra construcción y en el lado Norte del
pueblo. Está construida con calizas del lugar de una calidad
mediana. Predomina la fábrica de sillar, de medida irregular
y no muy trabajado. La mayor parte de la construcción, es
del siglo XVI con sus habituales características, poseyendo
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74
el añadido posterior de la Sacristía ya del siglo XVIII y de
sillares más trabajados.
La torre-campanario, es un gran prisma con un pequeño rebaje en bisel a la altura del piso del campanario, al
que se accede por medio de una escalera de caracol. Posee tres ventanas abocinadas en sus tres frentes. En su
parte inferior, una ventana rectangular con moldura saliente
lisa y con orejas, permite el acceso de la luz al coro, situado en el interior.
El ábside es de planta cuadrada y de paredes totalmente lisas, con sólo una ventana en su su cara Sur, de
jambas nervadas y en derrame con un arco continuo de
medio punto. Posee todo el edificio, un zócalo corrido de
una altura media de 1,5 m., rematado por un bisel. La sacristía adosada al ábside y de la mitad de su altura, es de
fábrica más cuidada, poseyendo una ventana rectangular
orientada al Sur de vano abocinado. Para armonizar exteriormente con el resto de la obra, el zócalo existente se
continúa es sus dos caras exteriores.
A los pies de la nave izquierda, se encuentra el Baptisterio, pequeño recinto abovedado, saliente al exterior y de
baja altura, obtenido posteriormente al abrir el muro de los
pies de la nave. Sobre él se sitúa un óculo o rosetón abocinado y moldurado. Su calado, es simple y su dibujo es
típico del siglo XVI. En el ángulo N.E., se asienta la sacristía vieja, más pequeña que la nueva y con una pequeña
ventana hacia el E. Entre su esquina y la del ábside, hay un
muro bajo que cierra el espacio existente y que no es otra
cosa que el osario.
En el ángulo N.E., se asienta la sacristía vieja, más
pequeña que la nueva y con una pequeña ventana hacia el
E. Entre su esquina y la del ábside, hay un muro bajo que
cierra el espacio existente y que no es otra cosa que el
osario. El Cementerio está enclavado en el ángulo N.O. de
la iglesia. Es de planta irregular y su cerramiento posee una
altura aproximada de 2 m. El frente S. es el más cuidado
con sillares más trabajados y con la puerta en su parte
central. Está rebordeado por una moldura saliente lista y
rematada por un cuerpo angular a modo de frontón pero sin
el lado de base. La esquina está reforzada y rematada por
un pequeño piramidión.
Todo el borde superior de este frente está recorrido
por una cornisa tallada a dos aguas. El resto del muro, es
bastante irregular. En su lado E. se encontraba el Cementerio Civil separado y con una entrada independiente, pero
hoy la pared que lo separaba está semiderruida y su puerta, cegada. La capilla lateral derecha, posee una ventana
de medio punto parecida a la del ábside aunque de menor
tamaño. La portada exterior, consta de un gran arco carpanel que descansa sobre dos medias columnas de capitel
liso. Estas a su vez, descansan sobre dos potentes podios
que avanzan hasta flanquear la entrada. Cierra este vano
con una reja simple de gruesos barrotes lisos, fechada
según consta en su parte central superior, en 1895.
En las cercanías hay un yacimiento arqueológico, en
el que han aparecido varios fósiles humanos y de animales,
con miles de años de antigüedad, que le han dado renombre universal. Los yacimientos paleontológicos, sin duda,
unos de los más importantes y famosos del planeta, están
algo alejados del pueblo.
En las cercanías tuvo lugar en 1054 la batalla en la
que falleció Don García Sánchez, el de Nájera en lucha con
su hermano Fernando I de Castilla. El lugar exacto está
señalado antes de llegar al pueblo por un mojón de más de
dos metros de altura.
Junto a las últimas casas de Atapuerca, un mojón
(encontraremos muchos similares a lo largo del camino
castellano) señaliza la entrada de un camino de hierba que
parte por el lado contrario de la calzada. Este camino inicia
un leve pero continuo ascenso hasta alcanzar un pequeño
bosque de encinas.
El suelo es bastante irregular y rocoso, hay numerosos
peñascos calizos que asoman al camino, haciendo nuestro
caminar, más entretenido y más duro a la vez.
Desde un claro del bosquecillo de encinas se divisa ya
la cima de esta colina, en la que se ha levantado una enorme cruz de madera. Los duros repechos se suceden en
este tramo final mientras el camino prosigue paralelo a una
alambrada que dejamos por la izquierda, siempre con la
cruz de madera como faro orientador.
Al alcanzar la cima se abre ante nosotros la gran llanura sobre la que se asienta la capital burgalesa. A la derecha, el cerro Matagrande (1.078 m.) coronado por unas
inmensas antenas de Telefónica.
El descenso se inicia por un campo de hierba en el
que el Camino prácticamente desaparece. Para orientarnos
basta con seguir la alambrada y mejor aún, las flechas
amarillas.
En el fondo de este prado nace un camino de tierra
por el que continuamos el descenso. Pronto encontramos
una bifurcación. Por la derecha se desciende a Villalbal.
Nosotros tomaremos el camino de la izquierda, que nos
conduce directamente hasta Cardeñuela de Ríopico.
ardeñuela de Ríopico.- Su población, 90 habitantes, altitud 932 m. A Santiago 529 Km. A la derecha
dejaremos la iglesia, renacentista y dedicada a Santa Eulalia de Mérida. Se trata de un modesto y sencillo templo, de
pequeñas proporciones. Levantado a principios del siglo
XVI, probablemente sobre una construcción anterior, sigue
los estilos gótico y renacentista.
El aspecto exterior es de sobriedad y firmeza, con
gruesos muros de piedra y severos contrafuertes, tiene una
interesante portada renacentista con un relieve de la Piedad. Por antiguos documentos sabemos que los vecinos de
la localidad compraron al cabildo de la Catedral de Burgos,
en el siglo XVI, un altar dedicado a Santa Eulalia, obra
de Felipe de Vigarny. Este altar, la pieza más importante
del templo, aún puede contemplarse en la actualidad.
La parroquia conserva también el documento original
del Primer Juicio al Cid.
Hay un expresivo mural sobre las mochilas de los
peregrinos. Continuaremos por pista asfáltica, que ya seguiremos hasta Orbaneja de Río Pico.
rbaneja de Ríopico.- Su población, 159 habitantes,
altitud 925 m. A Santiago 527 Km. La parroquial de
San Millán Abad es del siglo XVI.
Iglesia de San Millán Abad, es una sencilla construcción encaramada en un alto en cuyo interior se guarda una
curiosa talla de San Roque vestido con los atributos tradicionales del peregrino. La planta está formada por una sola
nave rectangular con cinco partes, cuyas paredes están
apoyadas por contrafuertes en las esquinas. Su portada
está compuesta de arquivoltas ligeramente apuntadas y
está cubierta por un pórtico enrejado realizado en 1877. A
un lado de la nave está la torre que tiene un vuelco dispuesto para colocar las campanas y está fechado en el
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siglo XVII.
Como la anterior situada en el valle del Río Pico. Solamente hay un bar para aprovisionamiento del peregrino.
Cruzamos la autopista por un paso elevado, después la
línea férrea, y muy cerca de Villafría nuestra pista se fusiona con la N-I, ya a las puertas de la capital burgalesa.
Aunque los puristas la desaconsejen, en los últimos
años está ganando terreno la entrada en Burgos por la
variante de Castañares. A su favor juega que los últimos
kilómetros se realizan a través de un parque. El que opte
por este camino, un kilómetro más largo que por Gamonal.
illafría.- Su población, 478 habitantes, altitud 875
m. A Santiago 522 Km. Su iglesia parroquial de San
Esteban Protomártir, es del siglo XVI queda a la derecha.
A un kilómetro, una señal nos informa de que entramos en
el municipio de Burgos por la calle Vitoria, en el barrio de
Gamonal, donde encontramos el primer templo, la iglesia
gótica de Santa María la Real del siglo XIV, con una sólida
torre del siglo XIII
La Iglesia de Santa María la Real y Antigua de Gamonal está situada en el Barrio del mismo nombre, a tres kilómetros del centro de la Ciudad de Burgos. Anteriormente a
la maravilla que hoy contemplamos, hubo una Iglesia románica. Fue esa primera iglesia la que el obispo de Oca, D.
Simón, recibió como donación de parte de las Infantas hermanas Dª Urraca y Dª Elvira, herencia que a su vez les
había llegado de su padre, el rey D. Fernando. Ellas se la
entregan a este obispo, para que edifique allí la catedral
donde esté la sede episcopal de castilla. Todo ello con
permiso del rey D. Alfonso VI, hermano de las Infantas.
La actual iglesia de estilo gótico puro comienza a
construirse a principios del siglo XIV y su terminación concluye hasta el siglo XVI. Destacamos sus bóvedas: 6 en el
interior y 1 en el exterior; la del ábside, octopartita; las de la
nave central, sexpartitas; y las de las capillas, de crucería
simple. Destacamos, también el arco de entrada y su
tímpano. En este tímpano esculpido y sostenido por el arco
adintelado, está representada, en el alto relieve, la escena
bellísima de la Coronación de la Virgen. La puerta principal
de entrada, de tracería mudéjar,
Cinco kilómetros después, ya en las calles de la capital, junto a una gasolinera, la ruta original se desvía a la
derecha para acceder a la calle de las Calzadas.
El itinerario urbano continúa por la Plaza de San Juan
y la calle del mismo nombre, por la que se entra en el casco antiguo. Pronto tomamos la larga calle Fernán González, que nos sitúa ya en uno de los laterales de la majestuosa Catedral burgalesa.
urgos.- Su población, 169.280 habitantes, altitud
870 m. A Santiago 514 Km. Su riqueza artística y su
tradición jacobea no pueden ser pasadas por alto, ni siquiera por los peregrinos más apremiados.
Burgos es hoy una moderna capital de provincia con
más de 160.000 habitantes. Ello no es óbice para que conserve aún en muchos de sus barrios el viejo encanto medieval que hicieron de ella una ciudad de leyenda.
A la ciudad antigua se entraba por donde hoy entra el
Camino de Santiago, por la Puerta de San Juan, junto a la
que se halla el Hospital del mismo nombre (hoy Casa de la
Cultura) y la iglesia gótica de San Lesmes (patrón de la
ciudad), fundada por Alfonso VI en el siglo XI, en la que
abundan las representaciones del Apóstol.
En el corazón del barrio antiguo se encuentra la Catedral de Burgos. Libros enteros hay dedicados a este majestuoso edificio, obra maestra del gótico español. Baste desde aquí decir que en la actualidad está considerada
“Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO y que tanto
su interior como su exterior deslumbran incluso al profano.
Ya a la salida de la ciudad, pasado el río Arlanzón, se
encuentra el Hospital del Rey, hoy sede de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Burgos, reedificado por Carlos V en 1525. Este hospital era, junto con el Hospital Real
de Santiago, el mayor de toda la ruta. Destaca su grandiosa Puerta plateresca (Puerta del Romero) decorada con un
relieve esculpido en la madera en el que se representa a
una comitiva de peregrinos, y entre ellos a una madre que
da el pecho a su hijo sin perder el paso.
Muy cerca del Hospital del Rey se halla el monasterio
de las Huelgas Reales, fundado en el siglo XII por Alfonso
VIII y que posee dos bellísimos claustros, uno románico y el
otro gótico. Cuenta este monasterio con una talla verdaderamente singular. Santiago del Espaldarazo, figura de corte
islámico con un brazo articulado que blande una espada y
cuya misión era la de armar caballeros a los reyes.
Burgos cuenta además con otros muchos lugares de
interés histórico artístico que, lógicamente, no es éste el
lugar de describir. La iglesia gótica de San Nicolás, del
siglo XV. El Arco de Santa María. El Palacio de los Condestables. La Cartuja de Miraflores, del siglo XVI. El Castillo y
el Alcázar. La iglesia de San Esteban, del siglo XIV. La
Puerta mudéjar de San Esteban y tantos otros serán descubiertos “in situ” por el atento peregrino.
Desde agosto de 2008 funciona el nuevo albergue de
peregrinos de Burgos, ubicado en el edificio rehabilitado de
la “Casa del Cubo, en la calle de Fernán González, en el
centro histórico de la ciudad, ofrece desde hoy acogida a
todos cuantos se dirigen a Santiago de Compostela provistos de la necesaria “Credencial” que acredite su condición,
para evitar el uso de sus instalaciones por parte de personas con intereses ajenos a la peregrinación.
Este nuevo servicio de peregrinaje da acogida entre
las 12 del mediodía y las 8 de la mañana, aunque cierra
sus puertas todos los días a las 22’30 horas.
Es Burgos la ciudad del Cid, y el propio cantar se encarga de recordarnos que también el Campeador fue peregrino jacobeo: “Ya parte Don Rodrigo, que de Vivar se apellida, para visitar Santiago, andando va en romería”.
El tramo que discurre entre Burgos y Carrión de los
Condes es también engañoso. Sobre el papel, el peregrino
se espera una cómoda travesía por la llanura burgalesa,
quizá sólo importunada por el implacable sol mesetario.
Nada más lejos de la realidad. El recorrido, hasta bien entrados en la provincia de Palencia es realmente duro.
Continuos repechos por polvorientos caminos ascienden y descienden por una sucesión de pequeñas mesetas
que no parecen tener fin. Coronada una, se advierte ya en
el horizonte la siguiente. Así una y cien veces. A cambio,
las impresionantes panorámicas que se nos ofrecen desde
cada una de estas atalayas, recompensan al peregrino en
su acercamiento al páramo.
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12ª Etapa (36 Km)
Burgos - Castrogeriz
na vez superada la Catedral, el Camino de Santiago
sale de Burgos por la Puerta de San Martín, justo a la
izquierda del Seminario, y desciende por las calles Emperador y Villalón hasta el Puente de Malatos, (leprosos), que
salva el río Arlanzón, y en cuyo entorno se situaban la mayoría de los hospitales para peregrinos.
Por el parque del Parral el se localiza la capilla de San
Amaro y el Hospital del Rey, hoy sede de la Universidad de
Burgos y antaño una de las instituciones hospitalarias más
destacadas de todo el Camino de Santiago. Fundado por el
rey Alfonso VIII en favor de los peregrinos, en él destaca la
plateresca puerta de Romeros que da acceso al patio principal, presidido por una imagen del Apóstol.
Salimos entonces a la N-120, que tomamos hacia la
derecha. El Camino pasa bajo las vías del tren y, 400 metros más adelante, se desvía a la derecha, en un gran aparcamiento. Continúa después sobre una carretera abandonada a la izquierda, paralela al río, que acaba transformándose en pista, pasados unos viveros.
Empieza un agradable paseo por la vega del Arlanzón,
entre plantaciones de árboles, de poco más de tres kilómetros. Llegamos a Villalbilla, que la ruta deja a la izquierda.
Sin embargo, no hay que descartar entrar en el pueblo por
su oferta de servicios.
illalbilla.- Su población, 494 habitantes, altitud 830
m. A Santiago 506 Km. Su iglesia de la Asunción es
del siglo XV, conocida en el siglo pasado como Santa María La Mayor. Algunas partes de esta iglesia datan del siglo XVI, aunque conserva una portada del siglo XIII, del
anterior templo sobre el que se asienta.
Hay que cruzar la vía del tren por una estación que se
llama Alameda. La razón de que lleve dicho nombre, y no el
del pueblo, es que la construyó el dueño de Harinas Alameda, cuando desvió una vía de servicio hacia su fábrica. El
ayuntamiento ofrece una antigua casa de maestros como
humilde cobijo. No cuenta con ningún otro tipo de servicio,
si bien pueden utilizarse las duchas del cercano polideportivo.
El Camino conduce hasta un túnel que salva un paso
ferroviario del AVE, para girar a la izquierda y proseguir
trazado por una pista que conduce hasta un paso elevado
sobre la autovía de circunvalación. Se recorre este tramo y,
en el siguiente cruce, se gira de nuevo a la izquierda y se
continúa por un sendero que discurre en paralelo a la autovía. Poco después, pasa por debajo del viaducto del Arlanzón, dejando este río a mano derecha. Tras un leve
ascenso en el que la pista se torna en gravilla, se llega a un
peligroso cruce con la N-120. Aunque señalizado, no cuenta con paso de peatones. Se atraviesa, se salva el río a
través del conocido como puente del Arzobispo y nos conduce hasta la carretera a través de una pista de hierba;
cruzamos el río Ubierna, que en ese punto arrastra aguas
residuales y, sobre la ya conocida N-120, llegamos hasta
Tardajos.
ardajos.- Su población, 645 habitantes, altitud 827
m. A Santiago 502 Km. La iglesia de Santa María de
la Asunción, del siglo XIII, que posee una cabecera gótica,
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aunque la mayor parte es del siglo XVI, tiene la portada del
siglo XVIII, y en su interior una talla barroca del Ecce
Homo. Conserva una torre de época medieval.
Edificación religiosa de potente presencia levantada
en fábrica de piedra sobre una pequeña elevación. Presenta dos naves de gran altura y volumen, con crucero y cabecera cuadrada, contrafuertes en naves y en las esquinas
del alzado de acceso. Torre sobre el lado del crucero, con
cuerpo último barroco. Portada a los pies añadida posteriormente, está formada por arco de medio punto con pilastras
y hornacina y remate de frontón. Ventanas añadidas góticas en la cabecera y añadidos populares. La iglesia se
sitúa sobre el montículo donde se asentó el castillo de Tardajos siendo probable que la torre sea un resto de la antigua fortaleza.
El Ayuntamiento ha habilitado en la calle Asunción la
antigua casa del maestro como refugio. Dispone de 8 camas, cocina y ducha con agua caliente.
A la salida de Tardajos, la pista se fusiona con la carretera que conduce a Rabé de las Calzadas.
Es éste un tramo de apenas dos kilómetros que transita por un pequeño valle, entre campos de labor y con hileras de chopos a ambos lados de la carretera. Por el fondo
corre el río Urbel, de caudal muy inestable y que con frecuencia anegaba estos terrenos, lo que dio lugar al dicho
popular “De Rabé a Tardajos, no te faltarán trabajos. De
Tardajos a Rabé, libéranos Domine”.
Es la ocasión de abastecerse, porque ya no habrá
más oportunidades para ello hasta llegar a Hontanas.
abé de las Calzadas.- Su población, 169 habitantes, altitud 841 m. A Santiago 500 Km. Su iglesia
de Santa Marina, es gótica con una portada del siglo XIII. El
elemento más antiguo de la iglesia de Rabé de las Calzadas, es su portada cisterciense, pues se conserva desde el
siglo XIII aunque en delicado estado. A pesar de esto, se
puede observar todavía el elemento decorativo: un arco
ojival adornado por unos dientes de sierra. Todo sujetado
por unas columnas lisas coronadas por capiteles con motivos vegetales.
La pila bautismal que encontramos en la iglesia de
Santa Marina data del siglo XVI y fue la que tuvo la iglesia
anterior, ya que la nueva parroquia está construida donde
se ubicaba la antigua en honor a San Martín.
Diez años después de la remodelación, llegó el órgano
de la iglesia procedente de Zaragoza. Esta construido en
tres piezas de madera de roble y tiene las teclas de marfil.
Su precio fue de alrededor de 7.500 pesetas que fueron
pagados con la herencia de Baldomero Pampliega, pues
ese deseo expresó él en su testamento.
La iglesia de Rabé dedica el retablo mayor a su patrona, Santa Marina, que se encuentra en el centro del mismo.
A un lado de esta se sitúa la imagen de San Juan Bautista
y al contrario la de San Pedro sujetando en su mano derecha las llaves del cielo. Encima de la Santa, hay un lienzo
que representa la Anunciación rodeado por dos relieves,
uno que simboliza la adoración de los pastores y otro la
adoración de los Reyes Magos.
En la parte superior hay un Cristo crucificado que corona el retablo. Es de estilo barroco, de color dorado y con
columnas de fuste ondulado.
Los dos retablos de los laterales datan del siglo XIX y
son de estilo neoclásico. Fueron un regalo de Baldomero
Pampliega a su pueblo y tienen como imagen a la Virgen
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del Rosario y a San José. Además la iglesia posee dos
retablos más en los laterales. Uno de ellos conmemora a
Cristo crucificado, y el otro representa la Ascensión al cielo.
La ermita de la Virgen de Monasterio, situada en pleno
Camino de Santiago, se llama así porque alberga una talla
de la Virgen que fue encontrada en esta zona donde existió
un monasterio. A la entrada del pueblo, según se viene de
Tardajos se yergue el Palacio que perteneció al conde de
Villariezo y que pudo ser construido a principios del siglo
XVII, es uno de los edificios más emblemáticos de Rabé de
las Calzadas, a ambos lados de la puerta principal hay dos
torreones y en su dintel se sitúa el escudo del conde de
Villariezo.
La fuente de Prado Torre, la del peregrino o el paseo
que en la zona denominada el Cotorro en la montaña del
pueblo recrea el Camino, son otros atractivos que nos ofrece Rabé.
Tiene dos albergues privados.
Desde ésta se asciende por una pequeña calle hasta
la iglesia, para salir del pueblo dejando a la izquierda el
cementerio. Numerosas bifurcaciones correctamente señalizadas se suceden en esta pista de tierra. De nuevo las
roderas de la maquinaria agrícola hacen estragos en el
caminar del peregrino.
A cuatro kilómetros de Rabé coronamos una pequeña
loma que da acceso a una meseta, desde la cual ya se ve
Hornillos. Setecientos metros después iniciamos el descenso por la vertiente opuesta. Este descenso no es sencillo,
por algo lo llaman la cuesta de Matamulos. A la fuerte pendiente hay que añadir los surcos, las roderas y la gran cantidad de piedra suelta que dificulta la bajada, que puede
resultar peligrosa.
Tras 1.200 metros de potente descenso, de nuevo un
falso llano por buen camino de tierra con mediana de hierba, lo que facilita el caminar incluso en el caso de que el
camino se halle embarrado.
El camino cruza la carretera que une la N-120 y la N620 unos metros antes de entrar en Hornillos del Camino.
ornillos del Camino.- Su población, 79 habitantes,
altitud 821 m. A Santiago 492 Km. Típico pueblo
del Camino, con sus casas alineadas en torno a la calle
Real. Contrasta su actual estado de abandono con la grandeza que se advierte en su iglesia, único vestigio de glorias
pasadas.
En la Iglesia de San Román se conjuga el arte románico inicial con bóvedas góticas muy adornadas. Se destaca
la imagen de San Román y la de la Virgen de Rocamador,
de influencia francesa porque hubo un monasterio del vecino país. La imagen de la Virgen se ha restaurado recientemente. En un principio, le quitaron su largo cuello. Fue
conservado, y se le ha vuelto a dar su anterior esbeltez. La
iglesia de San Román, tenía el privilegio de conceder, 40
días de indulgencia, a los peregrinos que la visitaban.
Junto a la Iglesia de San Román hay un monolito coronado por un gallo blanco cuya historia es: Al terminar la
Guerra de la Independencia y una vez derrotados los ejércitos de Napoleón, llegó a Hornillos un grupo de franceses
que deambulaban por estas tierras camino de Francia.
Hambriento y sin comida, los franceses enviaron una avanzadilla al pueblo con la misión de encontrar comida. Quiso
el destino que en ese momento los vecinos de hornillos se
encontraran en la misa, momento que los franceses aprovecharon para recorrer los corrales y sustraer todas las
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gallinas, gallos y pollos que encontraron. Para no ser descubiertos escondieron todos los animales muertos en sus
tambores, reuniéndose en la Plaza de la Fuente junto a la
iglesia. Cuando los vecinos de Hornillos salieron de misa se
dieron cuenta del robo y todos juntos se dirigieron con el
alcalde a la Plaza de la Fuente para registrar a los franceses, principales sospechosos.
Estos negaron una y otra vez tener algo que ver con
esa desaparición, hasta que las mujeres comenzaron a
rezar y a pedir ayuda a San Antón, y entonces se produjo el
milagro cuando uno de los gallos muertos comenzó a cantar desde el interior del tambor, descubriendo así la mala
acción de los franceses.
Desde entonces el gallo se convirtió en el símbolo del
pueblo y cada año el dos de octubre se celebra la Fiesta
del Gallo.
En la plaza de Hornillos, el peregrino dispone de la
antigua escuela como refugio básico para 40 plazas, cocina, comedor, y duchas con agua caliente.
A la salida del pueblo, junto a la báscula municipal,
nos desviamos a la derecha por una pista asfáltica que
dejamos 350 metros después para continuar ascendiendo
por un camino agrícola con mediana de hierba. Pronto alcanzamos una nueva meseta y se abre ante nosotros la
inmensidad del páramo.
Mil trescientos metros de llanura y de nuevo un descenso complicado por la vertiente opuesta.
Son poco más de quinientos metros los que nos separan del arroyo de Sambol, que a su paso forma un minúsculo valle. A la izquierda quedan las ruinas de una antigua
granja y una pequeña fuente cubierta con bóveda de piedra.
efugio Arroyo de Sambol.- Situado a 250 m. del
Camino, fue construido a finales de 1992 y tiene dos
departamentos.
Uno se utiliza como salón; el otro, como dormitorio de
20 plazas en literas. Es imprescindible llevar saco, ya que
las ventanas del refugio originan una fresca corriente. En
los alrededores hay infraestructura suficiente para preparar
comidas. El agua fresca y la sombra no faltan.
Un suave ascenso nos sitúa en lo alto de otra meseta.
Cruzamos la carretera que une las localidades de Iglesias y
Olmillos de Sasamón y avanzamos rectos hasta el extremo
occidental de la llanura. Casi de repente, Hontanas aparece
ya bajo nuestros pies. Un serpenteante camino nos sitúa,
en apenas 500 metros, en el centro del pueblo.
ontanas.- Su población, 156 habitantes, altitud
867 m. A Santiago 482 Km. Las calles de Hontanas
nos llevan hasta la iglesia parroquial de Nuestra Señora de
la Inmaculada Concepción, conocida en otros tiempos por
la de Santa María, a su lado una curiosa fuente con un
original cerco de piedra, la iglesia fue construida en el siglo
XIV en estilo gótico, aunque luego fue remodelada en estilo
neoclásico, de su estructura destaca la gran torre de esta
última época y su cúpula de media naranja. El templo se
construyó pegado al palacio del obispo, que era el antiguo
señor de la villa, del que se conserva un arco gótico. El
hospital de San Juan, que es conocido como Mesón de los
Franceses hoy rehabilitado como albergue, conserva en su
interior un arco apuntado que formaba parte de la fachada
del antiguo hospital. Las gentes del lugar recuerdan que en
la zona conocida por ellos como El hospital derriba-
do existió otro centro de asistencia al peregrino. Las casas
del pueblo presentan una arquitectura popular en las que
se mezclan influencias de las construcciones propias de la
vega con edificaciones cerradas típicas del páramo.
En Hontanas se ha construido recientemente un amplío y confortable albergue municipal, de 50 plazas, que
cuenta con todo tipo de servicios, incluidas duchas con
agua caliente y cocina completa. Además, se conserva el
antiguo refugio de la calle de la Fuente.
Hay otro refugio particular, que lo lleva Vitorino, “el del
porrón”, otro de los “personajes” del Camino, que da alojamiento y comidas.
A la salida de Hontanas, junto a las piscinas municipales, el Camino cruza la carretera y se introduce por una
buena pista de tierra, que tras girar a la izquierda se sitúa
paralela al río Garbanzuelo. Ascendemos un pequeño repecho hasta pasar por debajo de las ruinas de San Miguel.
Tras dos kilómetros y medio de tortuoso recorrido, nuestro
camino coincide otra vez con el asfalto.
Se camina ahora por una sombreada carretera, sin
arcén pero sin apenas tráfico.
Un kilómetro después se produce otro de los momentos mágicos del Camino. La propia carretera pasa bajo dos
impresionantes arcadas ojivales pertenecientes a lo que
fuera el Monasterio de San Antón.
onasterio de San Antón.- Altitud 815 m. A Santiago 475 Km. El primer monumento que se encuentran los peregrinos antes de llegar a Castrojeriz son las
ruinas del Hospital general de San Antón o San Antonio
Abad.
San Antón fue palacio y Huerta del rey Pedro I de
Castilla y posteriormente fue acogido por la orden de los
antonianos, la cual fue disuelta a finales del siglo XVIII. El
problema de la Desamortización del siglo XIX consagró su
ruina definitiva.
Este monasterio estuvo bajo la protección real, da
muestra de ello la existencia de escudos reales en el pórtico de la iglesia y en las claves de las bóvedas. Fue fundado por Alfonso VII en el año 1146 pero los restos que quedan de aquella impresionante construcción del siglo XIV.
El Camino de Santiago pasa por debajo de los dos arcos
del pórtico elevado del siglo XVI que protegía la entrada a
la iglesia, ornamentada con una portada de arquivoltas,
totalmente decoradas con esculturas en cada una de sus
dovelas. Aún se pueden distinguir las dos alacenas que se
practicaron en el pórtico para alimento de los peregrinos
que llegaban a horas intempestivas.
En la iglesia, que era de tres naves, se practicaba la
cura del llamado “mal de fuego o fuego de San Antón”,
enfermedad muy extendida en la Edad Media, producida
por comer cereales con cornezuelo, hongo desarrollado en
el centeno.
Fundado en el siglo XII por una de las órdenes religiosas que existían en el camino: la de los Antonianos. Lo que
más destaca del conjunto son los restos de la iglesia, de
tres naves, con dos arcos apuntados y un muro con dos
alacenas donde los frailes dejaban la comida, el pan y el
vino, para los peregrinos que pasaban allí la noche. Su
influjo parece aún hoy percibirse entre estas decadentes y
sobrecogedoras ruinas.
Desde el año 2002 funciona como albergue de peregrinos.
Menos de cinco kilómetros nos separan de Castrojeriz,
las ruinas de su castillo dominador se avista ya desde lejos.
A la entrada del pueblo, visiblemente señalizada, una pista
de asfalto se aparta a la derecha para acercarse hasta la
ex-colegiata de Nuestra Señora del Manzano. Esta pista
vuelve 500 metros después a la carretera. De la misma
intersección parte una calle que nos conducirá hacia la
travesía de esta histórica villa.
astrojeriz.- Su población, 1.124 habitantes, altitud
808 m. A Santiago 473 Km. Ubicada en las laderas
de una alta colina dominada por los restos de un castillo de
origen visigodo, el “Castrum Sigerici”. Castrojeriz es fiel
reflejo de poblado asentado en torno al Camino de Santiago. No en vano, su calle camino pasa por ser la más larga
de toda la Ruta.
El Origen de Castrojeriz es incierto. Por diversos autores ha sido identificado como Sisaraca de los Murgobos,
Ambisna, Segisama Julia o Castrum Caesaris, ciudades
antiguas indígenas o ya romanas. Aparece documentada
por primera vez en el Cronicón Albeldense, en él se la nombra como Castrum Sigerici, aunque en documentos posteriores evoluciona a Castro Xeriz, Castro Sorit, Castro Surit,
y Castra Sorecia, del Códice Calíxtino, guía para peregrinos del siglo XII.
Lo que es seguro es que Castrojeriz tiene su origen en
lo alto del cerro, sobre el que se asienta el castillo el cual
recibe el apelativo de Castro. La cerámica aparecida en la
superficie y excavaciones en lo alto del cerro, ponen de
manifiesto que hubo un poblado en la edad del bronce, con
una antigüedad de unos 1.500 años a.C.
Destaca la ex-colegiata de Santa María del Manzano
cuyo origen se remonta al siglo IX, con reformas del siglo
XVIII, tiene tres naves con gran rosetón y vitrales, y cuya
patrona ya es citada en las “Cantigas” de Alfonso X el Sabio como Virgen muy milagrera. Contiene también, una talla
de Nuestra Señora del Pópolo, del siglo XVI, un Santiago
Peregrino, numerosos enterramientos, entre los que destaca el de Doña Leonor reina de Aragón, un retablo rococó
en el Altar Mayor, y una Piedad, obra de Brunzino.
El edificio actual comenzó a construirse en el año
1214, por voluntad de la reina Berenguela de Castilla, hija
de Alfonso VIII de Castilla y madre de Fernando III el
Santo. Se encuentra al pie del cerro en el que se halla el
castillo de Castrojeriz, y ostentó en el pasado el rango de
colegiata.
En el año 1050 fue vinculada al monasterio de San
Millán de la Cogolla, ubicado en la Rioja, por el rey García
Sánchez III de Navarra, y pasó a llamarse abadía de Santa
María de Castro. No obstante, cuando el monarca navarro
perdió sus posesiones castellanas la colegiata permaneció
como abadía exenta durante varias décadas, hasta que
durante el reinado de Alfonso VII el Emperador fue
vinculada a la Catedral de Burgos por dicho monarca, que
concedió al abad de Castrojeriz el rango de dignidad en la
catedral y le permitió ocupar la décima silla del coro de la
catedral burgalesa. En 1173, durante el reinado de Alfonso
VIII de Castilla, la colegiata se secularizó y abandonó la
regla de San Benito.
A finales del siglo XV y principios del siglo XVI la
colegiata del Manzano sufrió algunas reformas, como la
transformación de algunas de sus bóvedas y la ejecución
del rosetón de la portada principal. En el siglo XVIII se
reformaron la fábrica y la cabecera de la iglesia, la torre y
las cubiertas del templo, y se construyó la capilla de la
81
Virgen del Manzano, la sacristía de los capellanes, la
sacristía de los canónigos, la cripta condal, un nuevo
ábside y el coro.
El estilo románico aún se aprecia en la base de la torre
y en las ventanas de la nave de poniente, así como en
buena parte del alzado interior. El edificio fue culminado en
estilo gótico, quedando configurado con tres naves de cinco
tramos, siendo la central de mayor altura.
La portada que vemos es la de la lado sur de la iglesia
con arquivoltas góticas pero con un segundo piso ya
renacentista con varias tres nichos encajados entre
columnas dóricas ocupados el de la izquierda por una
escultura de an Juan, el de la derecha por una de San
Agustín y la parte superior, rematando el conjunto y
sobresaliendo por encima la Virgen María y el Niño. En el
medio aparece una ventana en forma de óculo.
La iglesia de Santo Domingo, en la actualidad sede
del Museo Parroquial, donde destacan unos tapices del
siglo XVII.
Caminando por la Calle Real nos encontramos con la
iglesia de Santo Domingo. Es de estilo gótico, aunque sus
bóvedas y su retablo mayor, de estilo neoclásico, pertenezcan al siglo XVIII. El alfarje mudéjar que recubría sus techos fue sustituido por el abovedamiento de piedra.
Lo más bello que posee este templo es sin duda la
portada de estilo gótico plateresco español de la segunda
mitad del siglo XVI.
La iglesia de San Juan, cerrada al culto, de estilo
gótico, con restos de románico en la torre, no tiene portada
y su claustro es del siglo XIV.
Iglesia construida entre los siglos XIII y XVI, en el que
destaca su doble sistema de contrafuertes que parece más
propio de un castillo que de un templo.
Del exterior del edificio, carente de portada, destaca la
torre de carácter militar con cinco cuerpos y ventanales
apuntados. Románica en su base, está coronda por cinco
pináculos. Del interior, el artesonado mudéjar, el claustro
con alfarje de madera, el retablo mayor de estilo barroco
con la escultura de San Juan, y el sepulcro de Juan de
García Gallo
Destacan en esta iglesia: el claustro del siglo XIV y las
capillas de Santa Ana y Dulce Nombre de Jesús, fundaciones de las familias Castro-Mújica y López-Gallo; sin olvidar
el retablo mayor, barroco, procedente del convento de San
Antón, y el retablillo plateresco de Santa Ana.
La iglesia de Santiago de los Caballeros y de San
Esteban, se encuentra en lamentable estado.
En Castrojeriz llegó a haber hasta siete hospitales.
Esta tradición hospitalaria se ve hoy correspondida con un
confortable albergue municipal con 35 camas, y duchas con
agua caliente, que se halla en la calle de San Juan.
El nuevo albergue de San Esteban está en la plaza
Mayor tiene 25 plazas y abre de mayo a octubre.
13ª Etapa (25 Km)
Castrojeriz - Frómista
l trazado urbano del Camino en Castrojeriz es curioso,
siempre en permanente curva, bordeando a media
ladera el cerro sobre el que se asienta la villa. A la salida,
se cruza la carretera que viene de Villasillos para descender de nuevo hasta la C-617, que cruzamos en ese punto.
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Una buena pista, tras cruzar por un pequeño puente
con las barandillas rotas, el río Odrilla, nos sitúa en la misma base de una tremenda mole de tierra.
erro de Mostelares.- Altitud 915 m. A Santiago 466
Km. Es el Teso ó Cerro de Mostelares, en el que es
fácil adivinar desde abajo, un serpenteante camino que se
abre paso salvando la terrible pendiente. Son apenas 1.200
metros, pero los recordaremos como uno de los repechos
más duros de todo el Camino.
Por supuesto, este ascenso habrá que afrontarlo con
calma, pero si el camino está mojado, el barro y los riachuelos que por él descienden cuando llueve, hacen que
no te olvides de él cuando está en semejantes condiciones,
durante algo más de un kilómetro existe un desnivel medio
superior al 12%. A media subida, un pequeño homenaje en
piedra al peregrino José G. Valiño.
Pero si este repecho lo recordaremos por su especial
dureza, la panorámica que se divisa desde su cumbre tampoco será de las que se olvidan con facilidad. Posiblemente
sea éste el punto del Camino desde el que la vista alcanza
más lejos en las cuatro direcciones. En pocos lugares como
en éste uno tiene la posibilidad de afirmar con rigor que se
tiene parte del mundo bajo sus pies.
Tras el pertinente merecido y contemplativo descanso,
la ruta prosigue por esta meseta hasta llegar a la vertiente
contraria. En estos 800 metros de llanura cubierta de hierba, el camino está definido a ambos lados por miles de
piedras de todos los tamaños que alguien tuvo la paciencia
de alinear. Verdaderamente bucólico.
Junto a una cruz de hierro nace el camino que nos
situará de nuevo en la zona baja del páramo. La pendiente
es menor que la de la cara este, pero aún así exige buenas
dosis de habilidad pues los regueros de agua que descienden por él durante el invierno forman peligrosos surcos y
dejan numerosas piedras sueltas.
El Camino aborda ahora un largo trecho en línea recta,
por entre campos de trigo, hasta llegar a la Fuente del Piojo. A primera vista no es muy atractiva, pero su caño vierte
un agua de tal riqueza que los vecinos de las localidades
cercanas recorren varios kilómetros hasta el manantial para
llenar enormes garrafas con su preciado líquido.
Desde aquí, desciende por la derecha una pista asfáltica que desemboca en un cruce de carreteras. Giraremos
entonces a la izquierda, en dirección a Itero de la Vega y,
tras dejar atrás la románica Ermita de San Nicolás de
Puente Fitero, perteneció a la orden de San Juan de Jerusalén. Permaneció abandonada durante cientos de años
hasta que Paolo Caucci, catedrático de la Universidad de
Perugia y presidente del Comité Internacional de Expertos
del Camino de Santiago, decidió rehabilitarla. Funciona
como uno de los albergues más singulares de todo el Camino. Allí se cumple con el ritual del lavado de pies a los
peregrinos (en verano funciona como refugio, con 12 plazas) rehabilitada por los italianos de la Confratenita di San
Giacomo de Perugia, llegaremos a otro de los hitos del
Camino: el Puente Fitero sobre el río Pisuerga.
uente Fitero.- Desde siempre este puente ha tenido
funciones de demarcación. “Entonces era Castiella un
pequeño rincón, era de castellanos Montes de Oca mojón,
e de otra parte Fitero el fondón”, reza el poema de Fernán
González.
En la actualidad este soberbio puente de once arcos,
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recientemente restaurado por la Junta de Castilla y León,
fue construido en tiempos del rey Alfonso VI, para ayudar a
los peregrinos a salvar el caudaloso río Pisuerga. Fue realizado a principios del siglo XII, en estilo románico, aunque
tuvo modificaciones en época gótica. Presenta un perfil
alomado con 11 arcadas u ojos, algunas apuntadas y otras
de medio punto, con tajamares triangulares aguas arriba
del Pisuerga y cuadrangulares aguas abajo. Este puente,
siempre perteneciente a Itero del Castillo, tuvo una gran
importancia estratégica, por lo que fue muy disputado en el
Medievo, al ser el límite del condado de Castilla, y que
actualmente se perpetúa como frontera de las provincias de
Burgos y Palencia.
El puente era ya famoso en la Edad Media y aparece
repetidamente citado en los itinerarios jacobeos, siendo el
más famoso el Codex Calixtinus, libro escrito por A. Picaud
en el siglo XII. Es de los puentes más bellos y largos de
todo el Camino de Santiago
Entramos ya en la Tierra de Campos o Campos de
Tierra, como decía Antonio Machado. Nada más cruzar el
puente, nuestro camino abandona el asfalto para tomar una
buena pista de tierra que parte a la derecha, siguiendo el
curso del Pisuerga, a la sombra de los chopos y los sauces
que se levantan en sus orillas, y que delatan su presencia
en medio de la llanura. Esta pista nos conducirá directamente hasta Itero de la Vega.
tero de la Vega.- Su población, 280 habitantes, altitud 776 m. A Santiago 459 Km. A la entrada encontraremos la Ermita de la Piedad, del siglo XIII, que tiene en su
interior un Santiago Peregrino. Su patrona la Virgen era
designada como Nuestra Señora de Carralapuente, o
Nuestra Señora de Afuera, hoy conocida y venerada con el
título de Nuestra Señora de la Piedad. La ermita data del
siglo XIII y conserva restos románicos: una ventana en su
cabecera, así como capiteles con decoración vegetal. La
fachada es gótica, y encima se agregó una elegante espadaña.
Este pueblo es un buen ejemplo para comprobar de
qué manera influye la ruta jacobea en la configuración de
los pueblos por los que pasa. Itero de la Vega no fue tradicionalmente lugar de paso del Camino de Santiago, que
seguía recto tras cruzar el río.
La implantación de los campos de cereal fue lo que
determinó que Itero acogiese el paso de los peregrinos.
Así, su estructura no es lineal, como en otros pueblos, sino
concéntrica en tomo a su iglesia de San Pedro del siglo
XVI, aunque su portada es románica del siglo XIII, en su
interior contiene una talla gótica de Santa Ana con la Virgen
y el Niño, y el sepulcro del obispo de Jaén Antonio de Piña.
La construcción original de la iglesia se realizó en el
siglo XIII y fue ampliada desde la segunda mitad del siglo
XVI al siglo XVII, finalizando las obras en 1665. El interior
se dispone en tres naves, separadas por pilares, de los que
arrancan arcos de medio punto.
La nave central se cubre con bóveda de arista y las
laterales con bóvedas de cañón con lunetos, al igual que la
capilla mayor; sobre el crucero se levanta una cúpula rebajada. La portada se abre en la nave de la Epístola, con
arcos apuntados del siglo XIII, resto único de una iglesia
gótica anterior a la actual. Ante esa portada hay un pórtico
de la segunda mitad del siglo XVI.
El retablo mayor es barroco del tercer cuarto del siglo
XVII, de la escuela vallisoletana. Tiene pinturas de Las
84
Lágrimas de San Pedro, las Estigmatización de San Francisco, la Magdalena penitente y San Antón, del estilo de
Felipe Gil de Mena. Las esculturas son de la Magdalena,
San Pedro en cátedra presidiendo el retablo, San Antonio y
Calvario.
A los lados del presbiterio hay dos cenotafios. En el de
la izquierda figuran las estatuas de piedra de don Antonio
de Piña y Hermosa, gran personaje de esta noble familia en
Itero de la Vega, y de doña María de Piña. En el de la derecha se halla su hijo, llamado también don Antonio de Piña y
Hermosa, nacido en 1601, que contó con elevados estudios
y fue nombrado obispo de Salamanca, Málaga y finalmente
Jaén.
Tiene una elegante portada gótica del siglo XIII de fina
cantería y en la que se puede aprecian restos de pintura
gracias a la protección de porche. El atrio de la iglesia
ofrecía el Derecho de Asilo para desahogo de los refugiados.
La nave del Evangelio tiene una pintura barroca del
siglo XVII de San Antonio de Padua. El retablo principal de
la nave es barroco del segundo tercio del siglo XVII, con
esculturas de Santiago Apóstol y Santo Domingo del mismo
siglo y presidido por la Virgen del Rosario con el Niño, del
siglo XVI.
La nave de la Epístola dispone de dos retablos, y una
de las reliquias de la iglesia, un sepulcro del siglo XVII. Un
retablo data de 1778, de estilo rococó y dorado, con relieve
central de las Ánimas y relieve del Ángel de la Guarda al
lado del sepulcro que contiene del obispo don Antonio de
Piña y de sus padres. En el frente del sepulcro hay un relieve de la Anunciación enmarcado por tracerías góticoflamígeras.
El segundo retablo es rococó del tercer tercio del siglo
XVIII, con escultura de San Isidro Labrador de la misma
fecha. Se encuentra asimismo la escultura de Santa Ana, la
Virgen con el Niño, del siglo XIV y una escultura de San
Antón del siglo XVI.
A pesar de su escasa tradición jacobea, Itero de la
Vega cuenta con un buen albergue municipal en la plaza
del Pilar, con capacidad para 12 personas. (Aunque sólo
cuenta con ocho literas) y duchas con agua fría.
A la salida de Itero de la Vega se cruza la carretera
que une Melgar de Yuso y Osornillo. El camino continúa de
frente por una buena pista de tierra. A la izquierda vemos
unas casas, son las bodegas. Dos kilómetros después cruzamos el canal del Pisuerga para iniciar un suave ascenso
que nos elevará hasta un collado desde el que ya se avista
Boadilla del Camino.
Boadilla nos recibe con un magnífico parque a la sombra de una chopera de la que parten dos pistas. La de la
izquierda se dirige al centro del pueblo. La de la derecha lo
bordea. Ambas se unen a la salida de esta localidad, en
una zona de corrales que permanece normalmente embarrada.
oadilla del Camino.- Su población, 217 habitantes,
altitud 780 m. A Santiago 450 Km. Típico pueblo de
Tierra de Campos. Ya las casas son de adobe, y la piedra
queda reducida a los palacetes y las edificaciones religiosas.
La iglesia de Santa María de la Asunción data del siglo
XVI, aunque está construida sobre una antigua iglesia
románica de la que el único vestigio es la pila bautismal
situada en su interior, datada en el siglo XIII aunque las
bóvedas no se cubrieron hasta 1770. Su cabecera es de la
segunda mitad del siglo XVI, mientras que el cuerpo de la
iglesia es de principio del siglo XVII con reformas en el siglo
XVIII. La iglesia está formada por tres naves constituidas
por pilares, el baptisterio y el coro.
En la cabecera de la nave del evangelio se eleva la
torre del campanario, formada por tres cuerpos. En la nave
del evangelio se encuentra en retablo del Ecce Homo y el
calvario del Cristo de San Miguel. En la nave de la epístola
podemos encontrar un retablo neoclásico que data del siglo
XVIII. En la nave de la epístola destaca un retablo neoclásico, del siglo XVIII adornado con un relieve de la Virgen
entregando el rosario a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores.
Pero el elemento más famoso de Boadilla es el Rollo
gótico jurisdiccional, del siglo XV, profusamente decorado
con motivos jacobeos y al que eran fijados con cadenas los
condenados a escarnio público
Esta pieza gótica está bellamente decorada con motivos vegetales, animales y conchas jacobeas, con lo que
sus creadores pusieron de manifiesto la vitalidad jacobea
del lugar.
La pieza es alta, unos siete metros en total, y se asienta sobre una base de cinco escalones. A partir de ellos,
están la basa y una columna bellamente adornada que se
abre en un gran capitel de factura goticista, rematado con
un florón.
Boadilla cuenta con un humilde lugar de acogida habilitado en la escuela vieja. No dispone de camas y la ducha
es con agua fría.
A la izquierda del campo de fútbol de Boadilla parte
una pista de tierra que nada más pasar un cruce, nos sitúa
a la orilla del Canal de Castilla, espléndida obra de ingeniería construida entre los años 1751 y 1849, realizada por
Carlos Lemaur, por encargo del Marqués de la Ensenada,
tenía como principal objetivo ofrecer una salida al mar de
los excedentes de cereal. En total, 207 km de ingeniería
hidráulica.
Por sus tranquilas aguas navegaban barcazas de sol a
sol, en una primera época impulsadas por un sistema mixto
de arrastre y vela, aunque con el paso de los años solo se
conservó el arrastre mediante caballerías, y que nosotros
seguiremos durante unos cuatro kilómetros, hasta la entrada de Frómista. Poco antes de llegar al Canal de Castilla,
se pasa el Ecuador del Camino ¡¡¡ya hemos caminado la
mitad del recorrido!!! si hemos empezado en Somport.
Un poco antes de llegar a la carretera que nos introducirá en las calles de Frómista, un estrecho puentecillo de
hierro salva una esclusa cuádruple sobre el canal junto a
una compuerta de éste. Esta misma carretera, tras pasar
bajo la línea del ferrocarril León Santander, nos conduce
hasta el centro de Frómista.
rómista.- Su población, 1.070 habitantes, altitud 783
m. A Santiago 444 Km. A pesar de que no es su único
punto de interés, hablar de Frómista casi equivale a hablar
de la iglesia de San Martín, calificado como el ejemplo más
representativo del románico español.
La tonalidad uniforme de todo su exterior y su actual
enclave, sobre un pedestal con la llanura de fondo, le confieren un atractivo singular. Uno tiene la impresión de estar
ante una perfecta maqueta, ante una imagen proyectada.
Pero no, la conjunción de líneas que se observa es exclusivamente debida a la labor de los maestros canteros.
La iglesia de San Martín de Tours o San Martín de
Frómista, está considerado como uno de los principales
prototipos de románico europeo. Está situada en el Camino
de Santiago y fue construida en la segunda mitad del siglo
XI por orden de doña Mayor de Castilla, como parte de un
Monasterio de San Martín, hoy desaparecido.
Resulta sorprendente la perfección de sus formas, sus
volúmenes, su exacta y perfecta construcción, su belleza
arquitectónica y su riqueza ornamental. Aunque parte de su
perfección se debe a la profunda restauración de Aníbal
Álvarez acometida entre 1894 y 2004, tras haber sido declarada Monumento Nacional en 1894. Junto con Santiago
de Compostela, San Isidoro de León y Jaca representa la
cumbre del arte románico español del s. XI.
Es un pequeño edificio basilical de tres naves, con
otros tantos ábsides de planta semicircular. La importancia
del espacio central del crucero se enfatiza con la disposición de un cimborrio octogonal apoyado en trompas, cubriéndose con una cúpula. El hastial es flanqueado por dos
torrecillas cilíndricas. Las tres naves se separan mediante
arcos formeros que apoyan en pilares de sección cuadrada
con semicolumnas en sus cuatro frentes. Tanto la bóveda
de la nave central como las de las laterales son de medio
cañón con arcos fajones de refuerzo.
En el interior del templo, los capiteles asombran por su
cantidad y su variedad temática:
Temática vegetal y animal: son numerosas las cestas
vegetales, algunas de extraordinaria belleza, con hojas
acaracoladas que reinterpretan libre y magistralmente el
capitel compuesto romano.
Temática bíblica: entre los que citamos episodios como el Pecado Original, la expulsión del Paraíso o la Adoración de los Reyes Magos.
Temática moralizadora y simbólica, con escenas como
lo que parece ser una reyerta entre soldados, la fábula del
cuervo y el zorro, una mujer que parece embarazada entre
hombres y leones, etc.
Uno de los hechos más notables de la escultura de
Frómista es que trabajó en ella el famoso “Maestro de la
Orestíada” que también se denomina “Maestro de JacaFrómista”. El resultado es que sus esculturas, de una enorme calidad plástica, recuperan parcialmente el naturalismo
y perfección del cuerpo humano desnudo propios de la
escultura grecorromana clásica. Algunos de estos capiteles
de Frómista son réplicas de los originales, conservados
actualmente en diferentes museos.
En el exterior debemos destacar sus portadas, ventanales con arquivoltas sobre columnas con capiteles de la
mejor calidad y sobre todo un total de 320 canecillos con
figuras similares a gárgolas, representando animales, seres
humanos y seres mitológicos o fantásticos plagados de
todo tipo de sugerencias y simbologías: los hay músicos,
acróbatas, sabios, leones, lobos… que ofrecen al visitante
observador una experiencia única. En los canecillos abundan las cabezas de perros y otros animales como bóvidos.
También existen múltiples animales de cuerpo entero en
distintas posturas así como bustos humanos y personajes
en cuclillas. También como curiosidad podemos ver la figura de un pollo colocada como si fuese una gárgola en la
punta de la torre izquierda.
Ya en el interior de la iglesia, nos encontramos con un
templo con planta de cruz latina, si bien ésta se queda inscrita en un rectángulo. Está formada por tres naves longitudinales, de las cuales la central es más alta que cualquiera
85
de las dos laterales, y todas ellas, incluida la nave transversal, están cubiertas con bóveda de cañón, divididas en
diferentes tramos (las naves longitudinales) por los arcos
fajones o perpiaños. Estos arcos tienen una función muy
importante, por cuanto son los encargados de recoger el
peso de la bóveda y a partir de su forma de medio punto,
trasladan ese peso hacia los lados, yendo a descansar a
los pilares en el caso de la nave central y al pilar y al muro
en el caso de las naves laterales. Es fácil observar tanto en
el pilar como en el muro la fortaleza de ambos elementos,
necesaria para soportar todo el peso de la parte superior de
la iglesia.
La iglesia está cerrada en la cabecera por tres ábsides
semicirculares cuya abertura se corresponde con la nave
que cierran, por ello hay dos ábsides laterales de menor
tamaño y un gran ábside central, de mayor volumen que los
otros dos.
Es en este ábside central el único espacio donde se
conserva decoración escultórica exenta: a la izquierda, San
Martín, representado como Obispo de Tours, de cronología
algo incierta; a la derecha hay una escultura de Santiago
Peregrino, del siglo XVI; presidiendo el templo, hay un Cristo Crucificado de finales del siglo XIII, un Cristo de un momento de transición del románico al gótico.
En lo que se refiere a la decoración propia del templo
románico, hay tres elementos: El primero de ellos es la
línea de taqueado jaqués que recorre todo el edificio a diferentes alturas, elemento común a muchos templos románicos existentes a lo largo del Camino de Santiago.
El segundo elemento es el capitel. Al igual que el taqueado jaqués, aparece tanto en el interior como en el
exterior del templo. En ellos podemos ver diferentes elementos decorativos: vegetales (los más abundantes), animales y también personajes humanos, muchos de estos
últimos de carácter bíblico (Adán y Eva o la Adoración de
los Reyes Magos). La razón por la que aparece este tipo de
escenas es que a través de ellos se intentaba enseñar a
quienes iban a la iglesia la doctrina cristiana y para ello se
servían tanto de estas escenas bíblicas como de la simbología que se esconde en las representaciones de los animales, simbología relacionada con la virtud y con el pecado.
Un tercer elemento decorativo es el canecillo, las pequeñas esculturas que aparecen en los aleros de los tejados, cuya temática es semejante a la de los capiteles, pues
nos encontramos con canecillos decorados con elementos
geométricos, vegetales, animales y con personajes humanos. Es de suponer que en estas pequeñas figuras también
haya simbología y que se transmita algún tipo de mensaje
a través de ellos, como ocurre con los capiteles.
Muy cerca de la iglesia de San Martín llama poderosamente la atención una estatua que representa a un fraile a
la proa de una embarcación, aquí, en plena Tierra de Campos. El fraile es Pedro González Telmo, San Telmo, patrono de los navegantes e hijo de esta villa.
Otro templo que destaca es el de Santa María del
Castillo, erigido en el siglo XV, situada en la parte más
elevada de la villa, es de estilo ojival tardío sobre una antigua fortaleza, con portada renacentista y tres naves separadas por pilares con sendas bóvedas. También posee
portadas renacentistas. Destaca su retablo mayor políptico,
compuesto por 29 tablas castellanas de marcada influencia
flamenca, pintadas bajo doseletes góticos.
Fue robado en 1980 y recuperado en Bruselas en julio
86
de 1981. A raíz de estos sucesos surgió la idea de instalar
un museo en la misma iglesia de Santa María, recogiendo
el anhelo de los fromisteños de que las tablas volviesen
“donde siempre habían estado”. Dichas tablas se encuentran en la actualidad en el Museo de la Iglesia de San Pedro
La iglesia de San Pedro, del siglo XV, la actual parroquia de Frómista. Es de estilo gótico, aunque su portada es
renacentista, diseñada por Juan de Escalante y que nos
recuerda claramente la estructura que tenían los antiguos
arcos de triunfo romanos, con su arco de medio punto y las
columnas pareadas sobre un alto plinto que flanquean la
entrada al templo. Uno de los elementos más interesantes
del exterior es la portada renacentista, trazada por Juan de
Escalante hacia 1560. Esta portada está protegida por un
amplio pórtico de estilo neoclásico.
Del interior del templo es de destacar su gran tamaño.
Formada por tres naves longitudinales, todas ellas cubiertas con bóveda de crucería. Fijaos en una cosa: cuanto
más sencillo es el dibujo de la bóveda, más antigüedad
tiene, por lo que podemos deducir, a partir del dibujo de las
bóvedas, que la iglesia se construyó desde la cabecera
hacia los pies, dado que en esta última zona es donde encontramos los diseños más complejos de las bóvedas. Y
otra cosa importante. Si os fijáis bien, veréis fácilmente
cómo el eje de la nave central está torcido. Resulta que al
lado de la iglesia existe un arroyo, hoy tapado. Si la iglesia
hubiera seguido el eje trazado por la cabecera, se hubiera
construido demasiado cerca del arroyo, en terreno inestable, y la iglesia hubiera tenido problemas para mantenerse
en pie; por ello, prefirieron desviarla algunos grados para
llevarla a terreno más firme.
El retablo mayor es de la primera mitad del siglo XVII,
diseñado por Francisco de Trejo. Su estructura es bastante
clásica, dividido en calles verticales y cuerpos horizontales.
De la imaginería destaca la escena del Descendimiento,
atribuida al círculo de Juan de Valmaseda, un escultor renacentista de cierto renombre en estas tierras palentinas.
En las naves laterales vemos unas pinturas que representan a San José con el Niño y a un Cristo Crucificado,
posiblemente pintados por Gregorio Ferro, un discípulo de
Mengs. Frecuentemente se afirma con gran severidad que
sólo los Cristos románicos tienen cuatro clavos... pues bien,
el que aquí veis es muy posterior y vuelve a tener cuatro
clavos. Por cierto, ambas pinturas no fueron originalmente
concebidas para esta iglesia, sino que estaban en un desaparecido monasterio benedictino que ocupaba el solar en
el que está actualmente el centro médico.
A los pies de la iglesia está el coro. En él podemos ver
un órgano ibérico, instrumento que tiene un gran desarrollo
en toda la provincia de Palencia, del siglo XVIII, recientemente restaurado y en perfecto uso, pues algún que otro
concierto se realiza con él
La Ermita de Santiago o del Otero, está en las afueras, de aire gótico, posee una virgen sedente policroma del
siglo XIII, que es muy venerada. Como ermita que es, está
algo apartada del núcleo urbano de la villa, aunque en el
pasado, este edificio era otra más de las parroquias de la
villa, aunque la de menor importancia, de ahí que con el
paso del tiempo el templo se fuese deteriorando al no tener
medios suficientes para arreglarlo. Su deterioro llegó a tal
extremo que en el siglo XVIII el Obispo de Palencia ordenó
que se derruyera la iglesia y que sólo quedase en pie la
zona del crucero, que era la mejor conservada, utilizándose
los materiales del resto de la iglesia para hacer los muros
de cerramiento de dicho crucero.
En los extremos de la fachada del edificio aún son
visibles algunas piedras de los cimientos de la primitiva
construcción. En los muros laterales existen unas hornacinas en las que se conservan algunos restos escultóricos
que es posible que provengan de aquel primitivo templo. En
la ermita está la imagen de Nuestra Señora del Otero, patrona de la villa, escultura en la que el Niño está sentado en
una de las rodillas de la Virgen, lo que sitúa cronológicamente a esta talla en el siglo XIII, aunque por el repintado
que sufrió en pasado, no lo parezca.
El Hospital de los Palmeros, hoy convertido en restaurante y cafetería.
Frómista cuenta con un buen albergue municipal instalado en una vivienda de dos plantas, en la Plaza de San
Martín. Dispone de 40 literas, agua caliente, bar-cafetería,
botiquín, cajero automático, calefacción, cobertura de móviles, comedor, farmacia, internet, lavadero, lavadora, lugar
cerrado para bicicletas, salón social, salón-chimenea, secadora, servicio médico, teléfono, tendedero, terraza, tienda,
venta de bebidas… En verano, si es necesario se habilita
además un salón parroquial con 50 colchones.
14ª Etapa (36 Km)
Frómista-Calzadilla de la Cueza
e Frómista se sale por la carretera que une esta localidad con la vecina de Carrión de los Condes. Se
va por una pista que han hecho nueva sólo para peregrinos, con unos mojones de piedra para evitar la entrada de
coches y tractores, y que llamaremos la “autopista de los
peregrinos”. En tres kilómetros estamos en Población de
Campos.
oblación de Campos.- Su población, 253 habitantes, altitud 793 m. A Santiago 440 Km. La iglesia de
María Magdalena del siglo XIII, es de estilo barroco y tiene
tres naves. Fue restaurada a mediados del siglo XVIII, aunque ya existía en el siglo XIV, con el anejo de la ermita de
San Miguel. En 1620 se cayó su torre y en 1749 se inició su
gran restauración para terminarse en 1757. Goza la iglesia
de tres naves separadas por pilares cilíndricas que se dividen en cuatro tramos y el presbiterio
Disponía de una pintura excepcional de Ecce Homo,
guardado en el museo Diocesano, tabla flamenca e importada de los Países Bajos. Goza asimismo de una importante pila bautismal de finales del siglo XIII o principios del
XIV, una pila bautismal del siglo XV, excelentes imágenes
de Cristo Crucificado, unas preciosas imágenes de la Virgen de las Candelas y Santa María Magdalena. Destacados retablos y gran orfebrería, Cruz procesional del siglo
XVI, cáliz, naveta, casto, día, interesantes, ropas litúrgicas
y órgano, esta una de las piezas que más sufrió en el incendio de 1985. Con tosa la iglesia se termino de restaurar
en 1989.
La ermita del Socorro, románica de transición, del siglo
XII tiene una talla policromada del siglo XIII de la Virgen
titular de la Ermita.
La ermita de Nuestra Señora del Socorro data de los
siglos XII-XIII y es el único vestigio material que se ha conservado tras casi setecientos años de dominio sanjuanista.
En un principio fue una simple capilla aneja a la iglesia de
San Pedro, titular de uno de los cinco prioratos que integraban la bailía. A finales del siglo XVIII habían desaparecido
por completo los viejos muros de la iglesia, pero no así la
antigua capilla de Nuestra Señora que logró mantenerse en
pie como un edificio independiente. Por sus características
constructivas y decorativas puede adscribirse al tránsito del
siglo XII al XIII.
El Ayuntamiento ha construido un moderno y confortable albergue en el edificio de la antigua escuela, en la calle
de la Fuente. Con capacidad para 10 plazas (ampliables en
el suelo), dispone de cocina completa y duchas con agua
caliente.
Ya a las afueras del pueblo, dejamos a la izquierda la
Ermita de San Miguel, también románica de transición. Es
posible que estuviese ya construida en 1227 según se desprende de un documento de donación en el que se menciona “una vinna en Sant Migael de Poblacion, a la puerta de
los malatos". Esta referencia indicaría la existencia junto al
edificio religioso de un lazareto o malatería para la acogida
de leprosos. Se trata de una sencilla y armónica construcción compuesta por una sola nave rematada en cabecera
plana. La decoración escultórica se reduce a los canecillos
que soportan la cornisa, en su mayor parte de formas geométricas salvo uno adornado con un motivo fálico, para
tomar la “autopista del peregrino” otra vez, y llegar a Ravenga de Campos.
evenga de Campos.- Su población, 208 habitantes, altitud 800 m. A Santiago 436 Km. Entramos
por una calle que la siguen llamando La Francesa en recuerdo de la ruta. Según cuenta la historia, Revenga de
Campos se fundó en la décima centuria junto al río Uciega.
Este municipio es la localidad natal del guerrillero Bartolomé Amor, héroe de la Independencia, enterrado en el
cementerio del pueblo, el general dispone de un monolito
en su honor.
Su iglesia de San Lorenzo, es de estilo barroco, del
siglo XVI, a talla del santo es del siglo XVIII. Se levanta en
una sola nave, que se divide en cinco tramos con bóveda
de cañón. La cúpula se mantiene sobre pechinas en el
crucero. La torre, de tres cuerpos, se levanta a los pies
debajo de piedra y ladrillo. En el lado del Evangelio, un
retablo del segundo tercio del siglo XVII y en el Crucero,
dos retablos: uno neoclásico con una escultura de San
Pablo y otro del siglo XVIII con una escultura de San Vicente Ferrer. En el Presbiterio destacan unas pinturas de San
Lorenzo y Santo Domingo y un retablo con esculturas de
diversos santos y dos relieves del patrono de la iglesia.
En el lado de la Epístola destacan sus tres retablos:
uno del siglo XVIII con esculturas de San Sebastián y Santo Obispo de esa misma época; y otros dos neoclásicos,
uno con una escultura de San Lorenzo y en otro con un
crucifijo del siglo XVIII.
En este pueblo también hay numerosas casas blasonadas. Se puede ver también en el pueblo un monumento
al peregrino.
Caminamos un par de kilómetros, y a continuación
llegamos a Villarmentero de Campos.
illarmentero de Campos.- Su población, 29 habitantes, altitud 804 m. A Santiago 434 Km. La iglesia
de San Martín de Tours, es de una nave con capilla octogonal y artesonado mudéjar del siglo XVI; su retablo es plateresco atribuido a Juan de Villoldo y un calvario de Francis87
88
co de Giralte
Construida en piedra y adobe, la iglesia posee un
pórtico con artesonado de madera del siglo XVI, una nave y
el presbiterio se cubre con un muy buen artesonado del
siglo XVI. En el lado del Evangelio encontramos un retablo
barroco con una pintura de las Ánimas de 1766.
El retablo mayor del presbiterio es plateresco y muy
interesante, además se tiene una escultura de Santa Ana y
de la Virgen con el Niño.
La parte central del retablo lo ocupa una imagen del
santo, partiendo su capa y ofreciéndosela a un pobre.
Se cuenta que un hombre que viajaba en la antigüedad en una acémila trajo a Villarmentero reliquias del santo.
Nuestro camino sigue y en cuatro kilómetros llegamos
hasta Villalcázar de Sirga (Villasirga).
illalcázar de Sirga.- Su población, 248 habitantes,
altitud 809 m. A Santiago 430 Km. Aquí como en
pocos sitios se manifiesta ese contraste, tan típico de estos
pueblos de Tierra de Campos, entre las humildes casas de
adobe y los monumentales templos, reliquias del esplendoroso pasado de estas tierras castellanas.
La iglesia de Santa María de Villalcázar de Sirga con
dimensiones de auténtica catedral, es uno de los templos
medievales más notables del Camino en Castilla y León.
Es un soberbio edificio de sillería, construido a finales
del siglo XII y principios del XIII.
Pertenece a ese tipo de arquitectura que se desarrolla
a comienzos del siglo XIII en lugares importantes y donde
se dan las primeras manifestaciones de un gótico todavía
no cuajado plenamente. Esta arquitectura, según el experto
del que se trate, se tilda de protogótico, de transición entre
románico y gótico, etc
Exteriormente, lo más conocido y mejor conservado de
la iglesia de Santa María es la fachada de la puerta meridional.
Ésta se cobija bajo un altísimo pórtico de arcos apuntados y abovedado con crucería. Seguramente, gracias a
este pórtico se ha conservado aceptablemente el repertorio
escultórico que luego describiremos, puesto que la piedra
empleada es excesivamente blanda.
La puerta propiamente dicha tiene cinco arquivoltas
agudas que muestran una serie de esculturas colocadas no
de forma radial, sino en el sentido de las arquivoltas, al
modo gótico. Estas figuras representan ángeles, santos,
músicos, etc. Las columnas tienen morfología románica
pero llevan capiteles de floresta vegetal bastante gótica.
Encima de esta puerta se dispusieron dos frisos superpuestos. El inferior lleva las escenas de la Adoración o
Epifanía de los Reyes Magos a la izquierda y la Anunciación a la derecha.
Para representar la Epifanía se dispuso a la Virgen,
coronada y sentada, con el Niño sentado sobre sus rodillas,
de lado, mirándola (estamos ya ante una representación
gótica) y a su derecha se encuentra San José. A su izquierda se colocaron los Reyes Magos, estando el más próximo
haciendo una genuflexión.
La parte derecha de este friso se reservó para la
Anunciación, donde un hermosísimo arcángel San Gabriel
se presenta ante la expectante María.
Todas las figuras están situadas bajo una arquería
trilobulada sobre columnas, que simula soportar una estructura arquitectónica torreada.
El friso superior está dedicado a la Apocalipsis y el
regreso de Cristo en Majestad, con Tetramorfos incluido y
el Apostolado, en nuestro caso incompleto.
Es clara la influencia de las iglesias románicas de la
vecina localidad de Carrión de los Condes (Santa María y
Santiago) en la configuración de estos magníficos frisos
escultóricos de Santa María la Blanca.
Junto a esta puerta, en el muro occidental del brazo
sur del crucero, hay otra portada de estructura y formas
muy parecidas a la descrita aunque más pequeña, al tener
sólo tres arquivoltas esculpidas.
En el interior, la capilla de Santiago custodia la imagen
de la Virgen Blanca, citada también como muy milagrera en
las “Cantigas” de Alfonso X “Romeus que de Santiago, ya
foronselle cantando, os miragres que a Virgen, faz en VilaSirga”. En esta capilla existe además una curiosa efigie de
la Virgen de la Expectación, que se nos muestra con el niño
en brazos y, he aquí la rareza, embarazada a la vez.
También hay que señalar la existencia de una serie de
sepulcros góticos de gran calidad artística perteneciente al
Infante don Felipe y Beatriz de Suavia, a Doña Leonor Ruiz
de Castro y a Don Juan Pérez.
En la Plaza del Palacio de Villasirga está la Casa del
Peregrino, un completo refugio que dispone de 20 camas,
cocina y duchas con agua fría.
En este pueblo muchos peregrinos paran a comer en
el Mesón de Villalcázar y en Los Templarios, los dos mesones de la familia de Pablo Payo, el mesonero que tras 49
años de asistencia a los caminantes consiguió labrarse un
hueco de honor en la ruta. Su historia se inició en 1965
cuando, en una etapa en la que la vía desfallecía, desde la
Diputación de Palencia se intentó darle nuevos bríos y ofrecer un trato más cercano a los caminantes.
El mesonero Pablo Payo cogió el guante de la iniciativa y comenzó a atender a los romeros, proporcionándoles
una jarra de vino, un plato de sopa de ajo y mucha charla.
Fue así, y mientras la ruta comenzaba a experimentar un
despegue, cómo esta iniciativa se convirtió en un modelo.
Pablo Payo fue nombrado en un congreso celebrado en los
80 “Mesonero Mayor del Camino de Santiago”.
Ya fallecido en el año 2003, y mientras sus hijos continúan su labor, un monumento levantado junto a la fachada
del mesón (situado frente a la iglesia de Santa María la
Blanca) recuerda a este emblema jacobeo. Se trata de
una figura en bronce del mesonero, ataviado con la capa y
el sombrero de peregrino con los que siempre recibía a los
visitantes.
A lo largo de estas décadas los viajeros han podido
probar en el establecimiento, levantado sobre un antiguo
pósito de grano, el licor del peregrino (similar a un carajillo)
y, aquellos con más recursos, deleitarse ante el lechazo,
ese plato tan popular en la comunidad de Castilla y León y
que tiene en Villalcázar a uno de sus referentes. Se trata de
una variedad de asado de un cordero aún sin destetar, de
ahí su sobrenombre. La tradición manda que se elabore en
un horno de leña.
Seis kilómetros por la “autopista del peregrino” paralela a la carretera en línea recta, con suaves toboganes, nos
separan de Carrión de los Condes.
Justo antes de las primeras casas, al lado mismo de la
señal de carretera indicadora del municipio de Carrión,
parte por el otro lado de la calzada una calle que, dejando a
la izquierda el Convento de Santa Clara, nos acerca hasta
la carretera de Palencia.
89
arrión de los Condes.- Su población, 2.521 habitantes, altitud 840 m. A Santiago 424 Km. De Carrión dice Aymeric que es “una villa próspera y excelente,
abundante en pan, vino, carne y todo tipo de productos”.
De su glorioso pasado da fe su riqueza artística, cuenta con
tres Monumentos Nacionales, aparentemente en disonancia con una villa que hoy no llega los 3.000 habitantes.
Nada más entrar, encontramos el convento de Santa
Clara, fundado por dos compañeras de la Santa en el siglo
XIII; en él se guardan dos esculturas de Gregorio Fernández, tiene también unos buenos artesonados.
El monasterio de Santa clara fue fundado a mediados
del siglo XIII por la Reina Doña Mencía López de Haro,
casada con Sancho II de Portugal, en cumplimiento del
interés del papa Alejandro IV, íntimamente relacionado con
la Orden de Santa Clara. Las obras se efectuaron con gran
rapidez, quedando inaugurado en el año 1.260.
El monasterio fue favorecido por papas, reyes y señores de la nobleza, conservando en su archivo 13 bulas y 45
privilegios, percibiendo rentas y heredades, entre las que
destacan la de la familia Manrique, a la que pertenecía
doña Beatriz Manrique, hija del Conde de Osorno, don
Gabriel Manrique, (comendador mayor de Castilla) y de
doña Aldonza, Condesa de Castañeda.
Doña Beatriz ejerció de abadesa, recibiendo de sus
padres el señorío de Villoldo.
La tía del rey don Juan de Navarra, y hermana de
doña Beatriz, doña Aldonza Manrique, también donó todos
sus bienes a favor del monasterio, pidiendo ser enterrada
junto a su hermana doña Beatriz, conservándose sus restos en un sarcófago de alabastro, en la iglesia conventual.
Como está ubicado en una localidad por la que pasa el
Camino de Santiago, las monjas siempre han practicado la
hospitalidad franciscana. Actualmente, una parte del monasterio es albergue de peregrinos jacobeos. También
tienen una hospedería para quienes desean pasar unos
días de retiro. El monasterio es célebre por su interesante
museo de objetos artísticos y su exposición de belenes del
mundo. Las monjas elaboran dulces y pastas artesanas.
Cerca de la entrada está el Pozo de la Salud o de los
Peregrinos, así llamado porque servía para calmar la sed
de los peregrinos a Santiago de Compostela, aunque también proporcionaba agua a las personas que vivían alrededor del patio. Tradicionalmente se considera que está exactamente en el centro del Camino de Santiago. El pozo fue
construido en ladrillo en el siglo XVII; está cerrado por dos
rejas, la exterior del siglo XX y la interior del XVIII, y rematado en el exterior por una cabeza de carnero de piedra,
quizás del siglo XVIII, que parece ser un canecillo aprovechado para adornar el pozo y relacionarlo con la Fuente de
la Salud.
En el otro extremo del patio está el locutorio bajo, uno
de los cinco que tuvo el monasterio; la reja doble, de hierro
forjado, es del siglo XVI. Junto a él está el torno, cuya entrada está rematada por el antiguo escudo franciscano de
las cinco llagas de Cristo. A su lado está la Puerta Reglar,
que da paso al monasterio, y después la tienda, el museo
de arte sacro y “de Belenes, sus personajes y sus símbolos”, abierto al público desde 1987, en el que se exponen
diversas obras de arte y curiosos objetos cotidianos conservados por la comunidad a lo largo de los siglos.
La iglesia de Santa María del Camino es la más
antigua de Carrión de los Condes, del siglo XII. Su estructura es la de un templo de tres naves, crucero y tres ábsides,
90
aunque sólo se conserva el meridional, situada en la calle
del mismo nombre, es de estilo románico, con incorporaciones góticas y barrocas, tiene una ruda portada donde se
apiñaban los peregrinos, para escuchar las historias de
moros, toros y doncellas, esculpidas en sus arquivoltas.
Afortunadamente, sí se conservan en buen estado las
naves laterales separadas por arcos de medio punto sobre
pilares cruciformes. Las bóvedas originales fueron de medio cañón.
Lo más conocido y valorado de esta iglesia de Santa
María de Carrión de los Condes es su fachada meridional
donde se abre una excelente portada románica de amplias
arquivoltas de medio punto sobre cuatro columnas con
capiteles de rica escultura zoomorfa. La arquivolta externa
lleva 30 tallas radiales bastante erosionadas con escenas
de oficios. Es evidente que esta arquivolta figurada influyó
en la ya vista de la iglesia de Santiago.
Por encima de esta puerta existe un friso magníficamente esculpido con el episodio de la visita de los Reyes
Magos al palacio de Herodes y su viaje a caballos hasta
Belén para adorar al Niño Jesús.
En las enjutas de esta puerta hay dos grandes relieves
semiocultos por los arbotantes del pórtico que se colocaron
para evitar el desplome de la fachada. A pesar de ello,
podemos intuir que el de la izquierda del espectador representa a Sansón desquijarando el león, mientras que el de la
derecha es una escena del “Caballero Victorioso” consistente en un guerreo que pisa con la pezuña de su caballo la
cabeza de un vencido. Esta iconografía es de origen
francés, asociada a las victorias de Carlomagno.
En la fachada occidental hay otra puerta más sencilla.
En el interior, hay un cuadro aludiendo a la misma
leyenda, del siglo XVIII, y también dos piezas únicas, una
románica Virgen del Camino en piedra policromada, del
siglo XIII, y un cristo crucificado gótico del siglo XIV.
Siguiendo por la misma calle se halla la iglesia de
Santiago, del siglo XI, cuya espléndida portada alberga el
más hermoso Pantocrátor del románico (obra cumbre de la
escultura de este estilo), y una arquivolta con 24 figuras,
cada una representando un oficio diferente.
La iglesia de Santiago es un edificio tardorrománico
del siglo XII. Su construcción original tenía planta basilical
de tres naves rematadas por tres ábsides. En el siglo XV de
hundieron las naves románicas y, poco después (siglo XVI),
aprovechando los muros perimetrales se reconstruyó con
una sola nave que englobaba el espacio de las tres primitivas.
Desde entonces ha sufrido diversos avatares, siendo
el más importante el incendio de 1811 que deterioró aún
más el ya maltrecho conjunto.
Actualmente no tiene culto, pero se ha restaurado el
interior y se ha habilitado un museo de arte sacro.
A pesar de tantas ruinas y remodelaciones, la antigua
iglesia de Santiago todavía ofrece visibles y, en aceptable
estado, buena parte de los muros exteriores. También quedan los tres ábsides escalonados de planta semicircular.
Probablemente, el ábside mejor conservado es el de la
Epístola, lado sur, aunque parece un tanto rehecho y rebajado en su parte superior. Se aprecia perfectamente la ventana central, muy sencilla, con su derrame interior y dos
cenefas abilletadas, una a la altura del alféizar y la otra en
el arranque de la bóveda de cuarto de esfera.
Lamentablemente, sólo perdura un fuste de una de las
columnas del arco triunfal. La otra ha desparecido comple-
tamente.
Exteriormente, la cabecera es de difícil visión pero
presenta gruesos contrafuertes prismáticos en los muros
absidales.
En el interior de la ancha nave, cubierta actualmente
por techumbre de madera, se aprecian algunos pilares
laterales tardogóticos correspondientes a las obras del siglo
XVI.
Por fortuna, la fachada occidental, lo más valioso y de
lo que nos ocuparemos monográficamente a continuación,
se ha conservado en perfecto estado, incluyendo su preciosa portada y su archifamoso friso esculpido en la parte
superior.
La fachada occidental de la iglesia de Santiago es uno
de los más espléndidos hitos, no sólo del románico español, sino del arte medieval europeo. Se compone de la
portada de acceso al templo y de un gran friso horizontal
situado encima de ella.
La puerta tiene tres arquivoltas de medio punto. Las
dos extremas son planas y de aristas vivas, mientras que la
central es achaflanada para poder contener, en sus veinticuatro dovelas, todo un repertorio esculpido sobre la vida
medieval. De hecho, se puede decir que si alguien quiere
estudiar iconográficamente los oficios y gremios de la Plena
Edad Media española debe contemplar con detenimiento
las esculturas de esta arquivolta.
En efecto, se pueden identificar, entre otros, a un
herrero, un monje, un zapatero, un sastre, un cocinero, una
bailarina contorsionista junto a un juglar músico. Incluso
está representado la actividad de los "bellatori", quienes se
ocupaban de la guerra, que era una actividad habitual de la
época. Concretamente, la representación de dos infantes
en combate podría estar aludiéndose al enfrentamiento
entre cristianos y musulmanes, pues el izquierdo lleva un
escudo en forma de gota o almendra (cristiano) y el derecho porta una rodela, más empleada por los musulmanes.
Las dos columnas tienen sus fustes decorados con
zigzagueados y con sendos relieves de ángeles que, lamentablemente, tienen sus rostros mutilados.
Los capiteles, de fina labra pero erosionados y parcialmente mutilados, no nos dejan vislumbrar claramente su
iconografía y simbolismo. En ellos aparece una cabeza que
algunos identifican como demoniaca pero podría ser de
león y, junto a ésta, aparecen personajes que parecen
arrastrar almas de difuntos. Hay quien ha interpretado que
en ellos se quiere expresar la condena de las almas de los
pecadores y la salvación de los justos.
Por encima, aparece el elemento escultórico que verdaderamente ha dado fama internacional a Carrión de los
Condes: su soberbio friso, donde aparece Cristo en Majestad rodeado por el Tetramorfos, así como un soberbio
Apostolado en los extremos.
El Maiestas Domini de la iglesia de Santiago reúne
dos características que parecen ser opuestas dentro de la
evolución de la escultura románica. Por un lado, la postura
entronizada de Cristo y su severo y atemporal rostro inciden en la solemnidad divina y el hieratismo sagrado del
Románico más genuino y pleno. Sin embargo, todos los
detalles anatómicos, posturales y de los ropajes, con sus
delicados pliegues, son de un naturalismo más propio del
Gótico francés e, incluso, del Renacimiento.
Las estatuas de los símbolos del Tetramorfos son también magníficas. En este caso, el detallismo naturalista del
ángel, el león, el águila y el buey abandonan el hieratismo
de Cristo, cargándose de dinamismo y viveza en sus escorzos.
Parece evidente que las cinco figuras descritas pertenecen al mismo autor, con seguridad el inefable maestro de
este taller, del que nos ocuparemos a continuación
Este friso continúa hacia los lados mediante dos tramos con seis arcos lobulados (de perfil muy tardorrománico
o gótico) con estructuras arquitectónicas sobre ellos, que
cobijan las figuras de los doce apóstoles. Las del lado derecho del espectador tiene mutiladas su cabezas. Mejor se
conservan las estatuas del flanco izquierdo. Aunque se ha
dicho que todas las figuras pertenecen al mismo autor que
el Maiestas Domini y los Evangelistas, bajo nuestro punto
de vista, la mayoría presentan un nivel de calidad inferior,
salvo algunos de los del tramo izquierdo.
Esta inigualable obra se ha fechado entre 1160 y 1170.
Algunos autores han pretendido identificar al maestro de
este taller con el maestro Fruchel (que trabajó en Catedral
de Ávila y en la Basílica de San Vicente) o con el mismísimo Segundo Maestro del claustro de Santo Domingo de
Silos.
Aunque tales afirmaciones siguen siendo dudosas, sí
parece probable que el maestro de Carrión de los Condes
inspirara al Maestro Mateo en su Pórtico de la Gloria.
Lo único cierto que sabemos acerca de este artista es
que nos dejó una obra similar a su Maiestas Domini de
Carrión de los Condes en la Catedral de Lugo. Si observamos la figura del Cristo en Majestad que se encuentra en la
puerta norte de la seo lucense, observaremos los mismos
rasgos y detalles, aunque su menor tamaño le resta majestuosidad respecto a la obra carrionesa.
El friso de la iglesia de Santiago de Carrión de los
Condes debió parecer más espectacular aún entre sus
contemporáneos que, incluso, hoy en día, pues a lo largo y
ancho de la provincia de Palencia se dejó sentir su influencia durante los siglos siguientes. Tales son los casos de los
frisos de las iglesias de Moarves de Ojeda, Pisón de Castrejón, Traspeña de la Peña, etc.
El Museo de Arte Sacro de la iglesia de Santiago de
Carrión de los Condes es fruto de la iniciativa del párroco
de Santa María, que se ocupó de reunir, conservar y exponer diferentes obras de arte procedentes de las parroquias
de la ciudad, así como de la comarca.
Su vista es muy recomendable porque, además de
poder echar un vistazo a su colección museística, nos proporciona la excusa para contemplar el interior de la iglesia
que, a pesar de las sucesivas ruinas sufridas y apuntadas
en un párrafo anterior, nos dan idea de la amplitud del edificio original y de las etapas constructivas más importantes:
la románica y la gótica.
Como es habitual, en este tipo de museos religiosos
abunda la imaginería de madera correspondiente a muy
distintas épocas, entre las que citamos una escultura de
San Francisco de Asís, el Arcángel San Miguel, San Juan
Bautista, un Cristo tardogótico procedente del Monasterio
de San Zoilo, un Calvario del siglo XVI, un Niño Jesús y un
Cristo Yacente de origen gótico pero que sufrió todo tipo de
retoques seculares.
También es pieza interesante la imagen pétrea de la
Virgen de la Piedad (comienzos del siglo XV).
No faltan los retablos como el de la ermita de San
Juan de Cestillos o el de la iglesia de Villotilla y algunos
lienzos de diverso valor artístico.
En la llamada Sala del Tesoro se conservan numero91
sos objetos de ajuar litúrgico, como incensarios, candelabros, cálices, etc.Dos de las piezas más interesantes de
este museo, desde el punto de vista medieval, son los
grandes capiteles románicos que se hallaron en 1978 cuando se hicieron excavaciones arqueológicas anteriores a la
restauración. Probablemente. formaron parte del arco triunfal del ábside principal de la cabecera o de los arcos torales
del crucero.
Son muy voluminosos y, a pesar del desgaste, sus
relieves muestran un intento de imitación de la tipología de
capitel compuesto romano, aunque en lugar de hojas de
acantos llevan vástagos rematados en pomas y piñas.
A la salida de Carrión se halla el tercer Monumento
Nacional de la villa, el Monasterio de San Zoilo, poseedor
de un riquísimo claustro renacentista en el que se conservan los sepulcros de los Infantes de Carrión.
El Real Monasterio de San Zoilo está actualmente
ocupado por un hotel.
Y sin embargo, el Monasterio benedictino de San Zoilo
tuvo su origen nada menos que en el siglo X y en 1076 fue
entregado por la condesa Teresa, viuda del conde Gómez
Díaz, a la orden de Cluny alcanzando poder y notoriedad
durante aquella época.
El Real Monasterio de San Zoilo fue declarado Bien de
Interés Cultural (BIC) el 11 de julio de 2002 según la disposición adicional primera de la Ley 12/2002 de Patrimonio
Cultural de Castilla y León.
En el año 948 el abad Teodomiro, que vivía en el actual emplazamiento con una pequeña comunidad de monjes, concluye la redacción del libro del Becerro o de fundación de cenobio que recibe el nombre de San Juan Bautista
o San Juan tras el Puente.
Este monasterio cambió de advocación en el siglo XI
con la llegada desde Córdoba de las reliquias del mártir
San Zoilo por los Condes de Carrión, Don Gómez Díaz y su
mujer la infanta de León Doña Teresa Peláez, los cuales
promueven la construcción del monasterio, que en 1076
ceden a la orden de Cluny.
El monasterio fue centro religioso y político de 1º orden donde se celebraron concilios y Cortes. También sirvió
como residencia de reyes, incluso algunos fueron armados
allí caballeros. Ya en la Edad Media fue centro de peregrinación.
A partir de mediados del siglo XIII y durante dos centurias, diversas circunstancias provocaron su declive económico y espiritual. A partir de mediados del s. XV, el Monasterio de San Zoilo se independiza de Cluny y se integra en
la congregación Benedictina de San Benito el Real de Valladolid. Por aquella época se destruye el claustro antiguo y
se construye el actual con la pretensión de grabar en la
piedra el transcurso y la importancia de los Benedictinos a
través de los siglos y de la historia
A comienzos del siglo XIX, sufrió los procesos de desamortización y exclaustración, aunque el edificio siguió
siendo propiedad del obispado de Palencia quien lo cedió
en 1854 a la Compañía de Jesús que construyó un colegio.
Tras la partida de los Jesuitas en 1954 fue transformado en Seminario Menor Diocesano hasta 1986. La Diócesis
vendió el inmueble en 1992 reservándose la propiedad de
la parte monumental, aunque cediendo su uso y albergando desde entonces un espléndido complejo hotelero con un
estilo muy característico.
Durante las obras realizadas en el edificio en 1993
debido al mal estado del monasterio, se descubre en la
92
sala galilea una portada románica de los siglos XI y XII, que
había permanecido emparedada desde la construcción de
la actual iglesia en el siglo XVI y XVII, por ello su estado de
conservación es excelente. La portada consta de cinco
arquivoltas en degradación de las cuales la segunda y
cuarta se decoran con baquetón y las otras tres son de
bisel liso. Los ábacos de los capiteles forman un friso continuo decorado con palmetasiglo Los capiteles están labrados por tres de sus caras, datan del año 1100 y destaca la
cuidada realización de sus vestiduras. El capitel exterior de
la izquierda representa según las teorías o el traslado del
alma de un difunto protegiéndolo de una bestia, o la llegada
de las reliquias de San Zoilo al monasterio. En el capitel
interior están esculpidos monstruos serpentiformes simbolizando el demonio y el pecado. A la derecha en el capitel
interior se representa a Balaam, enviado por el rey de Moad para maldecir al pueblo de Israel montado en su burra, a
quien bloquea el paso el ángel enviado por Dios y una sugerente escena de viñadores en el capitel exterior. Los
fustes de las columnas son de época romana del siglo II,
reutilizados por los artistas medievales.
La iglesia actual del siglo XVII, consta de una sola
nave, con un crucero apenas visible pero con cimborrio y
una capilla mayor sin ábside.
A los pies de la iglesia hay una colección de sarcófagos pertenecientes a la familia de los Beni Gómez. Podemos dividirles en dos grupos de los cuales los primeros,
más antiguos, corresponden a la familia condal. Son sepulcros lisos de finales del siglo XI y comienzos del XII, en los
que las inscripciones prácticamente se han perdido. El
resto de los sepulcros de mediados del siglo XIII tienen ya
una mayor decoración. Las urnas sobre las que descansan
las tapas con personajes yacentes están labradas con escenas del Calvario, Pantocrátor, La Anunciación y Epifanía.
Se pueden apreciar vestigios de la antigua iglesia
románica en el muro de la actual iglesia, con restos de
pinturas, ajedrezado jaques, marcas de cantería y capiteles
a ambos lados uno de los cuales representa la lucha de
Sansón contra el león con una esmerada iluminación que
sorprende al visitante.
El coro alto destaca por su sillería de dos pisos en
nogal con columnas y frente a él encontramos un coro más
pequeño, denominado de los enfermos, para que estos
pudieran asistir a los oficios litúrgicos. Colgado sobre el
arco de la puerta principal, destaca el órgano castellano de
estilo barroco que data de 1716 y es uno de los pocos que
conservan la cadeneta (tubos rodeando el asiento del organista para que éste se pudiera escuchar mejor).
El retablo mayor, atribuido a un seguidor de Gregorio
Fernández, pertenece a la iglesia de Santa María de Arvís
en Baquerín de Campos y está dedicado a Nuestra Señora
de la Asunción. El retablo es de mediados del siglo XVI,
dorado a fuego, con tallas y altorrelieves y coronado por el
Calvario realizado por Antonio Ribera. Se representan cuatro escenas de la vida de la Virgen: la adoración de los
Magos, el nacimiento de María, la visita de María a su prima Isabel y el nacimiento de Jesús con la adoración de los
pastores. También están representados los cuatro Padres
de la Iglesia realizados por Tomás de Sierra.
En lo alto del presbiterio, a ambos lados se colocaron
sendos arcosolios con los restos de la condesa Doña Teresa, fallecida en el año 1092 y frente a ella una urna plateada del siglo XVIII con las reliquias de San Zoilo.
En la sacristía se conserva un cuadro que representa
el Martirio de San Zoilo, además de sencilla cajonería y una
mesa de piedra de mármol, de varios colores.
En el centro se exhiben las telas islámicas, conocidas
como “Manto del Conde y de la Condesa”, dentro de una
estructura de alta seguridad que las protege de la luz directa y de posibles robos.
Los dos tejidos del siglo XI, según estudios históricos
e iconográficos, uno de fondo azul y otro de fondo rojo, se
extrajeron en el año 2003 del interior de la arqueta funerarias del siglo XVIII, situada en uno de los laterales del Retablo Mayor de la iglesia que, según la tradición, alojaba las
reliquias del mártir cristiano San Zoilo. La arqueta Fatimí
que pertenece a San Zoilo se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional y es una pieza de marfil policromada
fechada entre los años 951 y 975.
Estas telas han sido declaradas Bien de Interés Cultural con categoría de Bien Mueble en el año 2012, junto con
el Monasterio de San Zoilo. Se llevaron a restaurar a la
localidad vallisoletana de Simancas, al Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales y actualmente
se encuentran en la sacristía de la iglesia del monasterio,
climatizadas y protegidas por una cámara. Estas telas se
denominan “samitos”.
Durante los siglos XI, XII y XIII predominaba la técnica
de influencia persa sasánida, el samito. Este ligamento se
caracteriza por presentar dos urdimbres, una principal de
base o fondo, y otra suplementaria de ligamento o efecto,
con diferente función en el telar, y al menos dos tramas,
apareciendo por el anverso el color que requiere el motivo
decorativo, mientras que el resto de las tramas se mantienen por el reverso. También se las denomina “Manto del
conde y de la condesa”.
Los tejidos llegaron de Córdoba con las reliquias de
San Zoilo, junto a las de San Félix y San Agapito, en los
años setenta de siglo XI como presente de los reyes árabes
a los condes de Carrión. Probablemente se utilizaron los
mejores tejidos que adornaban alguno de sus palacios para
proteger aquellas reliquias sagradas para los cristianos.
Su magnífico estado de conservación se atribuye a
que se utilizaron no para envolver un cadáver, sino los
restos del santo protegidos dentro de la urna que los contiene. Esa circunstancia ha sido garantía de preservación a
lo largo de los siglos.
La rareza del motivo que de modo repetido adorna la
tela azul, una magnífica águila bicéfala, aparece como un
inigualable símbolo para ser utilizado como emblema del
monasterio o -por qué no- como bandera de la localidad.
Historia, singularidad y belleza no le faltan.
El claustro principal, de estilo Plateresco, constituye el
elemento de mayor interés artístico y presenta dos plantas.
La inferior sigue el trazado original de Juan de Badajoz, el
Mozo, que continuó el arquitecto Pedro de Castrillejo. Entre
1537 y 1577 se levantaron los lados Este y Sur y se comenzaron los otros dos, que fueron acabados por Juan de
Celaya; a destacar la labor escultórica de Miguel de Espinosa y Antonio Morante. Se continuó con el piso superior
rematando la obra en 1604.
La planta baja comprende 230 medallones con retratos de personajes clasificados en dos grupos: La genealogía de Cristo y la Orden Benedictina. La estructura de las
bóvedas divide el cuadrado porticado en dos mitades. La
primera, está dedicada a la genealogía de Jesucristo según
el Evangelio de San Mateo, la opuesta está dedicada a la
descendencia espiritual de San Benito como transmisora
de la Revelación. Aquí se representan emperadores, reyes
y reinas que han pertenecido o tenido relación con la orden.
Cuando el espacio no lo permite, unos tarjetones nos informan de ese protagonismo de los benedictinos y en las cuales podemos leer el número de doctores, emperatrices,
papas, reyes, cardenales…etc.
En total, las esculturas principales del claustro correspondientes a bustos son 269; y las esculturas secundarias
de jarrones y ángeles, más de 120.
El paseo por el Claustro es una lección de historia que
presenta cincelados a personajes del Nuevo y Viejo Testamento además de los de la Orden Benedictina.
La portada de la iglesia hacia el claustro plasma la
celebración de la Eucaristía, pues en el frontón hallamos el
nido del pelícano alimentando a sus crías con su propia
carne y sobre él la figura de Cristo crucificado. Algo más
abajo hay un medallón a la izquierda del profeta Daniel; y a
la derecha, de la Sibila Europa. La bóveda de esta zona
está dedicada a los condes e infantes de Carrión, que favorecieron grandemente al monasterio siendo considerados
sus fundadores.
Junto a esta entrada se encuentra una escultura que
representa a un Cristo galileo, atado a una columna, que
anteriormente estaba situado en la sala Galilea y de ahí
ésta recibió el nombre.
En el claustro se encuentra la entrada a la sala capitular hoy día renovada. En el centro del jardín del claustro se
encuentra un pozo con lavamanos al que se accede por la
apertura del muro frente al refectorio, el comedor de los
monjes.
Desde el año 1996 La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Palencia ha fijado en este edificio una
oficina de atención a los peregrinos en su tránsito hacia
Santiago. También se encuentra el Centro de Estudios y
Documentación del Camino de Santiago y su Biblioteca
Jacobea, que ocupan varias salas. En su Biblioteca, que
tiene más de 5.000 libros, se custodian más de 3.000 títulos relacionados con los más diversos aspectos del Camino
de Santiago y sus salas acogen charlas, conferencias, coloquios, proyecciones, etc.
La sala llamada Galilea con puertas de acceso al
claustro y a la iglesia acoge exposiciones organizadas por
el CIT (Centro de iniciativas turísticas) del Camino de Santiago y de manera permanente acoge los capiteles del
claustro románico del primigenio Monasterio de San Zoilo.
Desde 1992 el Monasterio alberga un complejo hotelero “Hospedería San Zoilo” que comparte parte de las instalaciones para uso y disfrute de sus clientes.
En el año 2014 el Monasterio de San Zoilo, la iglesia
de San Martín de Frómista y la casi desaparecida iglesia de
San Pedro en Villalcázar de Sirga, han pasado a integrarse
en la Fédération Europpéenne des Sites Clunisiens con
sede en Francia.. Esta iniciativa persigue digitalizar los
edificios y monumentos del románico cluniacense tanto
aquellos que se encuentran en buen estado como los que
están deteriorados, que serán reconstruidos de forma digital. Forman parte de la Fédération Européenne des Sites
Clunisiens Francia, Alemania y España, que hasta ahora
estaba representada únicamente por en Monasterio San
Zoilo. Existen monumentos cluniacenses en otros puntos
de la comunidad como en la localidad palentina de Dueñas
y en la leonesa de Sahagún.
En el monasterio también se puede visitar el Centro de
Estudios y Documentación del Camino de Santiago, que
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alberga una biblioteca con cerca de 4.500 volúmenes de
temática jacobea. Los peregrinos podrán consultar distintos
manuscritos entre los que se halla un facsímil del Códice
Calixtino.
Al lado de la iglesia de Santa María existe no uno, sino
dos albergues. El tradicional, con 20 camas, (cerrado en
invierno), y otro de moderna construcción capaz de acoger
cómodamente a 60 peregrinos. Dispone de cocina completa y duchas con agua caliente.
Las monjas clarisas, a la entrada, en la calle Santa
Clara, regentan también una pequeña hospedería de 30
camas en la que el peregrino puede dormir por un precio
especial, muy económico.
El Camino sube ahora por la Calle Santa María hasta
la Plaza Mayor (o del Generalísimo), que cruzamos por su
parte más alta. Por la calle Piña Blasco, tras cruzar el puente sobre el río Carrión, accedemos a la N-120, muy cerca
del Monasterio de San Zoilo, dejándolo a mano izquierda y
a mano derecha, un mojón con el escudo de Galicia.
Avanza entonces hasta una rotonda, de cierta peligrosidad, aunque bien señalizada, por la que se salva sin acera la CL-615. El Camino sigue de frente por la avenida de
Donantes, en un tramo en el que los viajeros hallarán primero una sede de la Cruz Roja y, posteriormente, una gasolinera. Las flechas situadas en las señales los guían hasta una intersección con la N-120, que se cruza sin paso de
peatones para continuar de nuevo hacia delante por una
carretera local de poco tráfico que conduce hasta Villotilla.
En el kilómetro 4’5 de esta etapa se pasa por la derecha de las ruinas de la Abadía de Benevívere, cerca de las
cuales, en una zona húmeda, se han construido unas modernas casas de ladrillo rojo que desentonan con el tono
uniforme de la llanura. Nuestra ruta continúa ahora por una
pista de tierra. Las numerosas piedras sueltas y los cantos
que asoman al camino hacen de este tramo un auténtico
rompe-pies aunque se lleven buenas botas.
Tras salvar por asfalto el arroyo Perionda, la vía abandona la carretera y se adentra durante los siguientes 12
kilómetros por la Vía Aquitania, calzada romana que enlazaba Burdeos con Astorga y que la ruta jacobea aún pisa
en su trazado original. Sobre un firme de tierra y pequeños
cantos rodados, y escoltados en ocasiones por una hilera
de árboles que no aportan sombra, se avanza de forma
monótona teniendo como referencia visual a 500 metros
hacia la derecha la autovía Camino de Santiago.
El camino, es en este tramo sorprendente. La aburrida
llanura castellana se convertirá, a medida que el peregrino
transita por ella, en una auténtica caja de sorpresas. De
repente todo el páramo parece tomar vida y desaparece
por completo la sensación de monotonía que uno espera
de este trayecto.
Eso sí, la infinita planicie castellana castiga con un
inmisericorde sol durante los meses de estío, sólo aliviado
por las aisladas hileras de chopos que se elevan en las
vegas de pequeños arroyos. En este itinerario rectilíneo
hay que hacer frente a la inexistencia de sombras y a la
carencia de fuentes con agua potable, por lo que se aconseja tomarse la marcha con cierta calma y sin premura. Se
avanza por un área que en la Edad Media acogió dos importantes hospitales de peregrinos, de los que no quedan
restos, y que debían suponer un auténtico oasis en medio
del desierto.
El primero que se encontraban los caminantes era el
llamado Hospital de Santa María de la Fuente, Hospitalejo
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u Hospital de Don García, fundado en el siglo XII. Uno posterior se conoce como Hospital Blanco.
Después de 4 kilómetros y medio de recorrido por esta
vía, y tras un cruzar un canal, se llega al área recreativa Fuente del Hospitalejo, que invita a hacer un alto a los
peregrinos, a pesar de contar con bancos sin sombra y de
no disponer de fuente.
Los pequeños arroyos, secos durante buena parte del
año, se suceden. Los delatan desde lejos las hileras de
chopos que en torno a ellos se levantan. Nuestro camino
avanza siempre en línea recta, rodeados de trigales hasta
allí donde alcanza la vista (que no es poco). Han transcurrido 3’5 kilómetros desde que comenzó la pista. Faltan todavía cerca de ocho kilómetros, entre tanto, una pista que
viene de la derecha, un puente y un cruce. Escasas señales para tanta distancia. Aún no se ve Calzadilla de la Cueza. Caminados cinco kilómetros se divisa en el horizonte la
figura esbelta de la torre mudéjar del cementerio de Calzadilla de la Cueza. Es éste un momento singular, de claras
connotaciones cinematográficas: a medida que avanzamos,
la torre se va haciendo cada vez mayor y mayor, como si
un potente zoom nos la aproximase en un inquietante plano
fijo. Aún deberemos recorrer más de dos kilómetros para
situarnos a su altura.
Llegamos así a Calzadilla de la Cueza. La pista que
seguíamos se aparta a la izquierda. Nuestra ruta prosigue
de frente por una típica calle de una típica población de
esta Tierra de Campos.
alzadilla de la Cueza.- Su población, 76 habitantes,
altitud 858 m. A Santiago 407 Km. El Templo de
San Martín de Tours, de una nave con tres tramos y espadaña, en ella destaca el retablo mayor, de estilo renacentista del siglo XVI y cuya autoría pertenece a un discípulo de
Juan de Juni.
Esta obra procede de la capilla del desamortizado Hospital del Gran Caballero o de Santa María de las
Tiendas.
Cuenta con un reciente, moderno y descuidado albergue de peregrinos en la misma calle Real. Dispone de 15
camas y duchas con agua caliente, hay otro particular, de
pago, con capacidad para 100 plazas con lavadero, terraza,
cocina y duchas con agua caliente.
15ª Etapa (23 Km)
Calzadilla de la Cueza-Sahagún
l camino sale a la N-120. Se sigue por ella durante
más de cinco kilómetros. Para recuperar la traza de la
ruta en el siguiente pueblo, Ledigos.
Al poco de iniciar la marcha por la carretera queda a la
izquierda un antiguo caserón, cuyo aspecto exterior conserva aún los vestigios del hospital de peregrinos que fue. El
lugar recibe el nombre de Hospital del Gran Caballero o
Santa María de las Tiendas y actualmente está deshabitado, aunque hay un proyecto de rehabilitación.
Los orígenes de este enclave se remontan al siglo XII,
cuando la Orden de Santiago fundó en el lugar un hospital
para peregrinos, germen del monasterio. El hospedaje, que
estuvo en funcionamiento hasta el siglo XIX, tuvo gran predicamento en la ruta jacobea por sus riquezas y tamaño y
por facilitarse en él una generosa ración de pan, vino y
queso. Fue durante muchos años parada obligatoria para
los romeros francos. El gran retablo renacentista de su
iglesia (siglo XVI) se puede admirar en la actualidad en la
iglesia de San Martín, en la vecina Calzadilla.
Un poco antes de llegar a Ledigos se pasa el Ecuador
del Camino ¡¡¡ya hemos caminado la mitad del recorrido!!!
(si hemos empezado en Roncesvalles)
edigos.- Su población, 130 habitantes, altitud 880
m. A Santiago 400 Km. La iglesia parroquial de Santiago es de ladrillo y con una nave cubierta con bóveda de
arista. En el lado del Evangelio destacan dos retablos neoclásicos, uno con un Cristo del siglo XVII y otro con pinturas
del siglo XVI. El retablo mayor del presbiterio es rococó con
varias esculturas del siglo XVI-XVII y XVIII. A su vez el
retablo de la Epístola es barroco de mediados del siglo
XVII.
También tiene su especial vinculación con el Camino,
pues algunos historiadores apuntan que es el único templo
en todo el trayecto en el que existen representaciones de
los tres Santiago: el peregrino, el apóstol y el matamoros.
Destaca el crucificado atribuido por el Dr. Parrado del
Olmo a Juan Sáez de Torrecilla. La actual espadaña es una
construcción moderna de ladrillo, ya que el campanario
original se desplomó en el siglo pasado.
El refugio es particular, de 12 camas ampliables, tiene
lavadora, y servicios con agua caliente.
No hace falta entrar al pueblo, si no se necesitan sus
servicios. El camino se coge antes, a la izquierda, sobre la
carreterilla que va hacia Población de Arroyo.
A los 300 metros del desvío hay una pista agrícola a la
derecha, conduce a Terradillos de los Templarios, situado a
poco más de tres kilómetros. Antes de llegar, la pista atraviesa varios cruces. En el primero se gira a la izquierda, en
el segundo se sigue de frente y en el tercero se entra en el
pueblo.
erradillos de los Templarios.- Su población, 99
habitantes, altitud 896 m. A Santiago 396 Km. La
iglesia de San Pedro es de ladrillo de una sola nave. Presbiterio con arco triunfal de medio punto. En su interior destaca el retablo mayor del siglo XVII, un crucifijo del siglo
XIV, y alguna talla devocional, guarda un hermoso crucifijo
del siglo XIII.
Pero si por algo se debe conocer a Terradillos es,
como su propio nombre indica, “de Templarios” es por su
relación con la orden, ya fue territorio jurisdiccional de la
orden del Temple.
La leyenda habla además de que en este lugar, los
últimos templarios, enterraron la famosa gallina de los huevos de oro. Los lugareños han ubicado tradicionalmente en
el Alto Torbosillo, el emplazamiento donde se esconde tan
preciado animal.
Este es un tema recurrente en los enclaves ocupados
por los templarios. De hecho, Viana, en la misma vía milenaria, es otro de los lugares donde también se supone que
está enterrada la gallina. Todo ello se debe al enriquecimiento de la orden, que daba pábulo a que los vecinos de
estos núcleos tejieran distintos tipos de leyendas que lo
explicasen.
Había otras teorías que los hacían dominadores del
arte de la alquimia y, por tanto, fabricantes de cantidades
ingentes de oro. Lo cierto es que la gallina está asociada
desde tiempos inmemoriales con el preciado metal. En
Terradillos una de las leyendas extendidas habla de que
antaño había en la localidad una parroquia, la de San Esteban (en la actualidad no conservada), cuyo párroco llevaba
cada año a Santiago un huevo de oro. Hasta que un día, el
cabildo compostelano le explicó que no querían un solo
huevo, que querían la gallina entera. Para que no se la
pudiera llevar, los integrantes del temple la enterraron en el
entorno, en el alto de Torbosillo.
Poco se sabe hoy, aunque recientemente se han localizado en las cercanías del pueblo, restos de una necrópolis
medieval con cerca de 200 tumbas, así como restos de un
poblamiento.
De nuevo en esta localidad encontramos un caso de
iniciativa hospitalaria particular, “Albergue Templario de
Jacques de Molay” el refugio, tiene 25 plazas, y Marisa,
atiende a todos los peregrinos. Basta con preguntar por él
en cualquier lugar de Terradillos, aunque está profusamente señalizado.
A los dos kilómetros de dejar Terradillos, el Camino
sale a una carretera comarcal, 400 metros después se
coge una pista a la derecha. El barranco de los Templarios,
es el único obstáculo que la interrumpe, para continuar
sobre un inmejorable suelo de arenilla. Moratinos está a un
par de kilómetros.
oratinos.- Su población, 64 habitantes, altitud
857 m. A Santiago 393 Km. Localidad que parece
que debe su nombre a haber sido poblada por moriscos. La
iglesia parroquial de Moratinos está dedicada a Santo
Tomás de Aquino. Un sencillo pero hermoso templo que
fue erigido entre los siglos XVI y XVII. Se pueden contemplar algunos retablos bien conservados de distintos estilos
y épocas. Sobresale una imagen de la Virgen con el Niño
del siglo XVI.
No existe ninguna infraestructura de servicios para el
peregrino.
La pista va siempre recta hasta el próximo punto, San
Nicolás del Real Camino, a donde se llega en poco más de
tres kilómetros.
an Nicolás del Real Camino.- Su población, 60 habitantes, altitud 840 m. A Santiago 391 Km. En el siglo
XII dicen que hubo una leprosería, regentado por los canónigos de San Agustin, ya que eran muchos los que peregrinaban hasta Santiago para librarse de esta enfermedad.
Su parroquial la iglesia de San Nicolás Obispo en ladrillo con bóveda de cañón con lunetos y cúpula rebajada.
Destaca su retablo mayor de estilo barroco, con una preciosa talla románica de la Virgen
Es el último pueblo de la provincia de Palencia. Hay un
albergue particular.
Se sale atravesando el río Sequillo, por un vado sin
puente. El trazado, a causa de los cultivos, empieza a dar
vueltas, en lugar de dirigirse directamente a Sahagún. Acabará saliendo a la carretera, porque sobre la N-120 está el
único puente de la zona que permite atravesar el río Valderaduey.
Una gran señal indica el cambio de provincia que no
está, como pudiera parecer, en el río Sequillo, a la salida
de San Nicolás, sino poco después, sobre la carretera. A
ésta se llega perpendicularmente, después de otros tres
Km. de salir de San Nicolás.
A la salida de San Nicolás del Real Camino se asciende un pequeño repecho, el Alto de Carrasco.
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Justo en el cambio de rasante se encuentra el indicador de límite de provincias entre Palencia y León, diez metros antes del cual nos hemos desviado a la derecha para
tomar una pista de tierra, cuya entrada está perfectamente
señalizada.
Seguimos paralelos a la carretera, mientras al fondo
ya se ve Sahagún. Tras pasar un vertedero, “animado”
siempre por un importante número de grajos y cigüeñas, el
camino se orienta hacia la izquierda y desciende de nuevo
hasta la carretera.
Pronto cruzamos el río Valderaduey. En los guardaraíles del puente, numerosas flechas amarillas nos señalan
la entrada de un camino que parte a la derecha, perpendicular a la carretera y que 400 metros después nos deja
junto a la Ermita mudéjar de la Virgen del Puente del siglo
XII.
De estilo mudéjar, posee una sola nave y una cabecera muy pequeña con un ábside en semihexágono, arquerías ciegas y frisos de esquina.
Construida en ladrillo, utiliza recursos decorativos
típicamente facundinos: arcos ciegos apuntados, frisos de
esquinilla y un alero formado por ladrillos escalonados.
Este santuario es conocido por las leyendas e historias
milagrosas que lo rodean (la plegaria que la madre de San
Juan de Sahagún realizó a la Virgen para poder concebir
hijos, o también, que era el lugar preferido de la reina mora
Zaida (esposa de Alfonso VI), para tomar su baño en una
alberca que allí existía). Fue también antigua sede de un
hospital de peregrinos y, tal vez, pudo construir el primer
asentamiento de los monjes franciscanos a su llegada a
Sahagún.
En 1188 los burgueses pidieron al Abad Don Juan
permiso para constituir la Cofradía de la Virgen del Puente.
Era la Virgen Inmaculada. Durante algún siglo la ermita y
hospital de Nuestra Señora del Puente lo administraron los
Canónigos Regulares de Trianos. Desde el siglo XVI, figura
el Cabildo de curas de Sahagún como sucesores de la
Cofradía y administradores del conjunto.de Nuestra Señora
del Puente.
En su interior se venera una imagen muy querida por todos
los sahagunenses, la de la Virgen del Puente.
El puente junto a la ermita, es medieval con arreglos
posteriores.
Desde aquí, sólo resta un cómodo paseo por el todavía hoy conocido como “Camino Francés de la Virgen” hasta
llegar a Sahagún.
Antes de entrar en Sahagún, se pasa por debajo del
trazado de la circunvalación de esta villa.
El camino de tierra que seguíamos desde la ermita
finaliza en la carretera, que cruzamos para iniciar el recorrido por la calle de la Estación. Cruzamos las vías del ferrocarril por un puente y ya estamos en Sahagún. Se inicia
propiamente la travesía urbana de Sahagún por la calle
José Antonio, a la que siguen las calles del Peso, Rúa de
las Monjas y Rey Don Alonso, para salvar luego el río Cea
por un sólido puente de cinco arcos.
ahagún.- Su población, 2.485 habitantes, altitud 820
m. A Santiago 385 Km. Villa consagrada a los mártires Facundo y Primitivo e íntimamente ligada con la orden
del Cluny (principal impulsora del Camino), que estableció
aquí su más importante feudo peninsular.
Sahagún fue durante la Edad Media el foco más significativo del estilo conocido como románico-mudéjar o romá-
nico de ladrillo, del cual son las iglesias de San Tirso siglo
XII, y de San Lorenzo siglo XIII, su máximo exponente.
Iglesia de San Lorenzo. Parroquia de la villa, se trata
de una iglesia de estilo románico mudéjar, construida enteramente en ladrillo, y datada en el siglo XII. Su planta es
basilical, de tres naves, con cabecera tripartita decorada
con arquerías de herradura. La torre, situada sobre el ábside, data del siglo XIV, y presenta cuatro cuerpos; el inferior
tiene arco ciegos, los dos siguientes cuatro vanos con arcos doblados y el superior cinco vanos. Anexa a la Iglesia
se encuentra la capilla de Jesús, en la que se guardan los
pasos procesionales que desfilan en Semana Santa. En
2011, el mal estado de conservación de la iglesia llevó a la
asociación Hispania Nostra a incluirla en la lista roja de
patrimonio en peligro.
Iglesia de San Tirso. De estilo románico mudéjar, su
construcción tuvo lugar en el siglo XII, utilizando la piedra
en el ábside central para después utilizar el ladrillo. Los
ábsides laterales se levantaron ya completamente en ladrillo. La torre, de planta rectangular, se levanta sobre el crucero, presentando cuatro cuerpos con arquerías de herradura y apuntadas. En su interior presenta tres naves con
cubierta de madera. Está considerada el prototipo de las
obras mudéjares del foco artístico de Sahagún
Santuario de la Peregrina. El santuario de La Peregrina fue fundado en 1257 como convento franciscano tras
la autorización, en 1245, de su construcción por el monarca
Alfonso X. Del conjunto, construido totalmente en ladrillo y
en estilo románico mudéjar, se conservan la iglesia y parte
del claustro, reformados en numerosas ocasiones. La primera consta de una sola nave dividida en cinco tramos con
crucero, con tres capillas laterales y un único ábside semicircular. En la decoración exterior destacan los arcos ciegos y polibulados, los cuales delatan influencias artísticas
venidas del sur.
El convento se abandonó en 1835 debido a la desamortización de Mendizábal. Tras la misma, el deterioro del templo
fue progresivo, haciéndose necesaria su restauración. En
2006, el Ayuntamiento de Sahagún y el Ministerio de Vivienda y la Consejería de Cultura firmaron un convenio de
colaboración para llevar a cabo la rehabilitación del santuario, la cual lo convertirá en Centro de Documentación del
Camino de Santiago, una vez terminadas las obras en
2010.[48] [49] Durante éstas, se encontró una momia, posiblemente del siglo XV, en la pared del altar mayor.
Monasterio Real de San Benito. Antiguo monasterio
benedictino de la Orden de Cluny, baluarte de la reforma
religiosa que tuvo lugar en León y Castilla en el siglo XI. Su
historia comienza con Alfonso III el Magno, cuando adquirió
una iglesia ya existente donde se veneraban las reliquias
de los mártires Facundo y Primitivo para donársela al abad
Alonso que venía huyendo de Córdoba. En 1080, con Alfonso VI, el monasterio fue otorgado a los cluniacenses,
comenzando su etapa de mayor esplendor, siendo incluso
el propio monarca enterrado en él. Su decadencia comenzaría en el siglo XV, al pasar a depender del Monasterio de
San Benito de Valladolid, y ya en 1820 se produce su exclaustración tras el decreto de supresión de la Órdenes
Monacales realizado durante el Trienio Liberal.
Del monasterio se conservan los siguientes restos:
La Capilla de San Mancio: formada por una nave de
tres tramos, de los cuales el último ha desaparecido, se
situaba al norte del ábside de la iglesia y data del siglo XII.
El Arco de San Benito: fue construido en 1662, según el
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diseño del arquitecto Felipe Berrojo, para sustituir a la portada románica anterior que estaba en ruinas.
La Torre del Reloj: antiguamente existían dos torres
gemelas que flanqueaban la entrada al monasterio, de las
cuales sólo ha sobrevivido a los incendios y saqueos una
de ellas, al instalarse en la misma el reloj de la villa.
Las excavaciones realizadas sacaron a la luz el panteón
donde descansaban los restos de Alfonso VI, sus esposas,
así como algunos nobles, como la lápida de la tumba de
Alfonso, hijo del Conde Ansúrez, conservada en el Museo
Arqueológico Nacional.
Iglesia de la Santísima Trinidad. Antiguo templo
construido en ladrillo en los siglos XVI y XVII, si bien la
torre corresponde a una edificación anterior del siglo XIII.
De nave única, su interior responde a un espacio longitudinal, sin crucero y con capilla mayor elevada. Su mal estado
de conservación condujo al abandono del culto en 1964.
Cerrada durante años, en 1993 comenzó a ser restaurada y
habilitada para otros usos, funcionando como Albergue
Municipal de peregrinos, Oficina de Turismo y Auditorio
Municipal «Carmelo Gómez».
Iglesia de Santa Cruz y monasterio. Situada en el
convento de clausura de las monjas benedictinas, en su
interior se encuentra un retablo churrigueresco, de 1711,
obra de Joaquín Benito Churriguera. También en ella están,
tras haber sido trasladados desde el Monasterio de San
Benito, los sepulcros de Alfonso VI y de sus cuatro esposas
(Inés de Aquitania, Constanza de Borgoña, Berta de Borgoña-Maçon y Zaida).
El monasterio alberga también un museo en el que se
encuentran la imagen de la Virgen Peregrina y la custodia
de 1556 procedente del Monasterio de San Benito, elaborada por Enrique de Arfe (ver también sección museos más
abajo). Además dispone de una hospedería monástica y
son conocidos también los amarguillos, parte de la repostería que elaboran las monjas benedictinas de Sahagún.
Puente Canto. Levantado sobre el río Cea, su origen
fue romano, siendo reconstruido en 1085 por Alfonso VI y
reformado nuevamente en el siglo XVI por Francisco Aguilar y en el siglo XIX por Eduardo Galán Mendizábal. Está
construido con grandes sillares de piedra, constando de
cinco arcos apoyados sobre pilastras.
A pesar de haber contado con seis hospitales y la
mayor despensa del Camino, hoy no hay en Sahagún
ningún albergue estable para los peregrinos.
Tanto los Hermanos de la Caridad como las Monjas
Benedictinas ofrecen, en ocasiones, económico alojamiento.
Durante el verano, el Ayuntamiento habilita el buen
albergue de La Trinidad, que ha sido remozado últimamente, consta de 64 plazas cocina, comedor, sala de estar y
duchas con agua caliente. El resto del año funciona un
pequeño y mal refugio, a las afueras del pueblo.
16ª Etapa (37 Km)
Sahagún - Mansilla de la Mulas
ruzando el río Cea, por el “Puente Canto”, un puente
medieval de ascendencia romana, dejaremos atrás la
Tierra de Campos para adentrarnos en el solitario páramo
leonés. El paisaje se hace cambiante, el suelo accidentado
y pedregoso. No en vano esta zona es conocida por los
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lugareños como Tierra de Cantos. El peregrino afronta en
este tramo uno de los recorridos más impactantes de toda
la Ruta, la travesía del más austero páramo, inclemente
tanto en invierno como en verano.
Para atravesarlo, los peregrinos han optado a lo largo
de los siglos por dos recorridos paralelos pero bien diferenciados. El Camino Real Francés, mucho más humanizado y
recientemente acondicionado (vuelve la autopista del peregrino); y la Calzada de los Peregrinos, agreste y contundente, páramo puro y duro.
A la salida de Sahagún grandes choperas evocan el
que es el último de los épicos sucesos carolingios de la
Ruta jacobea, muy similar al ya relatado en Valcarlos
(Navarra) de “Las lanzas floridas”.
Durante algo más de cuatro kilómetros, camino y carretera siguen unidos sobre la que fuera calzada romana.
Llegados a este punto, la N-120 describe una gran curva a
la izquierda mientras que nosotros seguiremos de frente
hasta una pequeña área de descanso desde la que parten
las dos posibles rutas.
Por la derecha va la conocida como Calzada de los
Peregrinos, que sigue el trazado de la antigua Vía Trajana.
Esta ruta transcurre por un paraje sobrecogedor y espectacular: el páramo en toda su crudeza. Por ella recorreremos
el tramo más agreste y solitario de todo el camino de Santiago, siempre por caminos de tierra. Si de verdad el peregrino quiere vivir en plenitud el camino, no puede por menos que elegir este itinerario.
Por la izquierda parte el conocido como Camino Real
Francés, recientemente asfaltado, si bien se ha conservado
un camino paralelo acondicionado para el paso de los peregrinos caminantes y de los ciclistas. Este camino mantiene
también ese carácter particular que confiere el páramo,
aunque transita por una zona mucho más habitada y ofrece
menores dificultades orográficas.
Durante la temporada estival, en cualquiera de los
casos, conviene iniciar la ruta a muy primera hora de la
mañana y bien provistos de agua. El implacable sol castellano (ni un solo árbol en muchos kilómetros) y el polvo rojo
que se levanta a nuestro paso podrán, de otro modo, convertir esta etapa en un martirio.
Durante la primavera y el otoño otro importante enemigo del peregrino, suele hacer aparición con frecuencia por
esta zona: el viento de frente o de costado. En tales casos
sólo resta duplicar el esfuerzo.
A) Calzada de peregrinos
e la carretera N-120 parte una nueva carreterilla por
la derecha en dirección a Calzada del Coto.
alzada del Coto.- Su población, 247 habitantes,
altitud 822 m. A Santiago 378 Km. Fue llamada en
la antigüedad,”Villa Zacarias”. La ermita de San Roque, a la
entrada del pueblo, y la iglesia parroquial, bajo la advocación de San Esteban, son los referentes religiosos de Calzada del Coto.
El pueblo conserva la característica estructura lineal
impuesta por la tradicional sirga.
La junta Vecinal ha habilitado recientemente al lado de
la Ermita un buen refugio. Dispone de dos grandes salones
con 36 plazas, en los que el peregrino debe dormir en el
suelo y tiene dos duchas con agua caliente.
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A la salida del pueblo parte un camino de tierra visiblemente señalizado. Dos kilómetros después cruzamos la
línea de ferrocarril León Palencia y el camino se transforma
en pista de tierra apta para vehículos. Esta pista se introduce en un pequeño bosque mesetario, formado por encinas,
robles bajos y arbustos, que crece en una húmeda vaguada
llamada “Dehesa de Valdelocajos”. Serán los últimos árboles que veamos en muchos kilómetros.
Tras dejar atrás una pequeña zona recreativa conocida como la “Fuente del Peregrino” (también será la última
fuente en muchos kilómetros) entramos en Calzadilla de los
Hermanillos (último núcleo poblado hasta Mansilla de las
Mulas).
Para llegar a Calzadilla, atravesaremos dos canales
por una mala carretera que parece ensanchada, pero sin
asfaltar. Llegando a la población, entramos por la derecha
dirigiéndonos hacia su iglesia de San Bartolomé, un tanto
aislada junto a una placita ajardinada, con el cementerio
adosado y con otra gran plaza ajardinada delante con restos de pilastras, piedras e incluso canales de conducción
de agua. También junto a estos jardines se encuentra una
pista polideportiva y un parque infantil. Para llegar a Calzadilla, atravesaremos dos canales por una mala carretera
que parece ensanchada, pero sin asfaltar. Llegando a la
población, entramos por la derecha dirigiéndonos hacia su
iglesia de San Bartolomé, un tanto aislada junto a una placita ajardinada, con el cementerio adosado y con otra gran
plaza ajardinada delante con restos de pilastras, piedras e
incluso canales de conducción de agua. También junto a
estos jardines se encuentra una pista polideportiva y un
parque infantil.
alzadilla de los Hermanillos.- Su población, 225
habitantes. La iglesia de San Bartolomé, del siglo
XVI, posee un valioso Calvario en el Altar Mayor y un interesante retablo mayor que preside la talla policromada de
San Bartolomé aplastando al demonio, y los escudos del
Marqués de Villasante y del Señor de la Villa, Juan de Vozmediano.
Típico pueblo de calle-camino. Dispone de un completo y acogedor refugio municipal, acondicionado en el edificio de las antiguas escuelas, en la calle Real. Cuenta con
20 literas, duchas con agua caliente y cocina completa.
Ermita de Nuestra Señora de los Dolores. Posee una
única nave. La cabecera resalta ligeramente sobre el resto
del edificio. En su interior, en el presbiterio un retablo barroco presidido por la imagen titular (XV-XVI) en la típica composición del tema de la Piedad o Sexta Angustia.
La ermita conserva ciertas estructuras similares al
románico de ladrillo de Sahagún y fue restaurada en el
siglo XVI a base de lienzos de tapial y verdugos de ladrillo
compactado, igual que “la panera”, un edificio cercano a la
iglesia y que, en su tiempo sirvió de alhóndiga o banco de
préstamo de granos.
En Calzadilla había probablemente antes de que llegaran los frailes, un templo visigótico o mozárabe que fue
destruido por el caudillo árabe Almanzor en sus correrías
de persecución a los cristianos de León y Galicia, tal cual
ocurrió, según consta documentalmente, con todas las
edificaciones de Bercianos. Encima del montón de escombros volvió a edificarse la iglesia de Calzadilla, que esta
dedicada a San Bartolomé.
A la salida de Calzadilla nos espera un corto tramo de
asfalto que nos lleva hasta el cruce con la carretera de El
100
Burgo Ranero. Nosotros seguiremos de frente por una pista
de tierra bastante irregular, que respeta el trazado de la
antigua calzada romana. A partir de aquí la llanura parece
adquirir dimensiones descomunales, desconocidas hasta
ahora para el peregrino.
Hay momentos en los que, aunque el peregrino escudriñe el horizonte en las cuatro direcciones, no hallará
ningún punto más elevado que él mismo. La sensación de
soledad es impresionante, casi violenta entre estos desoladores campos de cereal. Sólo los pájaros, y circunstancialmente algún rebaño de ovejas, confiere carácter animado a
semejante postal. Impresiona sobremanera ver a los pastores en invierno, envueltos en sus mantas, completamente
inmóviles, siguiendo inmutables el paso del peregrino tan
sólo con el movimiento de sus pupilas.
La antigua calzada romana, asoma en ocasiones al
camino, lo que, si bien por un lado otorga aún mayor majestuosidad al entorno, por otro añade un martilleo constante a través de los pies, en el cuerpo del peregrino.
Doce kilómetros después de Calzadilla de los Hermanillos, el Camino se acerca hasta la línea del ferrocarril
junto a un apeadero. Apenas unos metros después volvemos a transitar por solitaria llanura.
Durante todo este trayecto nos encontraremos con
multitud de pistas y caminos que parten a ambos lados de
nuestra ruta. Afortunadamente resulta difícil perderse gracias a las frecuentes señales de pintura amarilla. No obstante, debe el peregrino prestar la conveniente atención
para no confundir a su paso las marcas verdaderas con
otras parecidas, empleadas para delimitar lindes, o incluso
con los líquenes amarillos que crecen sobre algunas piedras y peñascos.
Dos kilómetros y medio después de la pequeña estación ferroviaria nos encontramos con una breve zona de
descenso. Es el valle de Valdearcos, por el que transita el
arroyo del mismo nombre. En realidad no es sino una pequeña vaguada, pero contrasta de tal manera con la llanura
que le circunda, que los lugareños le han asignado el apelativo de valle.
Una vez cruzado el arroyo ascendemos la vertiente
contraria por un camino casi cegado por la abundante hierba que crece en esta húmeda zona rodeada de fresnos y
álamos.
Un Km. después encontraremos otro valle exactamente igual al anterior: es el valle de Santa María.
Superado el valle de Santa María encontramos un
triple cruce sin señalizar. Seguimos de frente para, 300
metros después, girar a la derecha por una pista no muy
visible. En el horizonte se aprecia la torre de la iglesia de
Reliegos, que deberemos dejar a nuestra izquierda.
El Camino transita ahora por un paraje verdaderamente peculiar. Se trata de una cornisa que separa dos zonas
bien diferenciadas. A la izquierda, el páramo puro y duro. A
la derecha, veinte metros por debajo, se abre una amplia y
fértil vega con abundante vegetación.
El horizonte ya no lo delimita la llanura. En el fondo, al
norte, aparecen ya las Sierras de Riaño y de Mampodre, en
plena cordillera cantábrica. Y por el oeste se adivinan ya
las redondeadas cimas de los montes maragatos por los
que caminaremos pasadas unas etapas.
Llegado un punto, nuestro camino se decide por descender a la vega. Por una pronunciada pendiente salva el
desnivel que la separa del páramo e inicia un recorrido en
línea recta por entre campos de cultivo, en los que desta-
can pequeños “oasis” (son casetas agrícolas, rodeadas de
árboles y una pequeña huerta).
Unos kilómetros después, el camino llega a la carretera de Cistierna a Mansilla, ya muy cerca de esta última
localidad. Tomamos por la izquierda para cruzar un canal y
abandonarnos el asfalto para seguir por una buena pista de
tierra, que tras pasar bajo la actual carretera de circunvalación accede a Mansilla por el Arco de la Concepción. La
Plaza del Arrabal y la calle de la Concepción nos llevarán
hasta la N-601, ya en pleno corazón de Mansilla de las
Mulas.
El peregrino finaliza aquí uno de los tramos más intensos y sobrecogedores de todo el camino de Santiago.
B) Camino Real Francés
la izquierda del punto de partida de la Calzada de los
Peregrinos comienza una excelente pista asfáltica.
Tan sólo separada por una cuneta, se ha respetado un
camino paralelo de tierra y grava, de 2’5 metros de ancho,
y en cuyos márgenes, cada 9 o 10 metros, en el año 1993
se ha plantado un árbol con riego por goteo por iniciativa de
la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León.
Cada pocos kilómetros, generalmente coincidiendo
con algún cruce, se han instalado también bancos de piedra y mojones informativos.
Asimismo, coincidiendo con fuentes o arroyos, el peregrino dispone de pequeñas áreas de descanso con mesas
y bancos a la sombra. Como se puede comprobar, este
tramo discurre por lo que podríamos denominar como una
“autopista de peregrinos”, en la que los coches y los vehículos agrícolas, no nos atropellarán, pero nos llenaran de
polvo, nos resecaran la garganta.
Apenas recorridos tres kilómetros encontramos la
pequeña Laguna de El Hito, rodeada por juncos y chopos.
Un verdadero oasis en el que se dan cita un buen número
de especies animales. Durante el estío, esta laguna se
deseca por completo y sólo los chopos dan fe de su existencia.
Dejamos después a un lado la Ermita de Nuestra Señora de Perales que en siglo XII estaba adscrita al hospital
de O’Cebreiro, en estilo barroco, guarda en su interior un
interesante retablo con la talla de la Virgen del siglo XIX,
así como una soberbia armadura de madera sobre la nave
y así poco despues llegaremos a Bercianos del Real Camino.
ercíanos del Real Camino.- Su población, 282
habitantes, altitud 855 m. A Santiago 374 Km. La
iglesia renacentista de San Salvador, que viene siendo
restaurada, es del siglo XVI, contiene una talla Renacentista de San Juan Bautista y una pintura del calvario así como
el sepulcro de la Señora de Bercianos, fundadora del pueblo. Su majestuosa torre, de más de 30 metros de altura,
de las más altas de toda la comarca, servía de referente, ya
que era visible desde todos los pueblos de alrededor.
La parroquia ofrece un recién acondicionado local de
10 plazas, con servicios como cobijo.
El camino acondicionado desaparece para dar paso a
la calle-camino de este poblado de adobes. A la salida,
junto a una charca que hace las veces de abrevadero, retomamos el camino acondicionado hacia El Burgo Ranero.
De nuevo, como recuerda Elías Valiña, “tu horizonte sólo lo
delimita la esfericidad del planeta”.
En estos solitarios parajes, donde antaño abundaba la
maleza, es donde el peregrino Laffi encuentra el cadáver
de un peregrino que estaba siendo devorado por los lobos.
Hoy, sólo algún pastor con su rebaño puede alterar la soledad del páramo.
l Burgo Ranero.- Su población, 425 habitantes,
altitud 878 m. A Santiago 366 Km. La iglesia dedicada a San Pedro, con altar del siglo XVI, posee un retablo
mayor renacentista en madera policromada del siglo XVI, la
Virgen de las Nieves o Virgen Manca, imagen de gran valor, se encuenta hoy en el Museo Catedralicio.
Cuenta con un moderno y excelente refugio municipal
en la calle de la carretera. Dispone de 35 plazas, comedor
con chimenea, cocina completa y seis duchas con agua
caliente.
Dejando atrás la calle central de El Burgo Ranero, se
retoma el moderno camino, que diez kilómetros después
atraviesa la línea del ferrocarril. El camino desciende respectivamente los valles de Valdearcos y de Santa María,
para entrar poco después en la calle-camino de Reliegos.
eliegos.- Su población, 298 habitantes, altitud 810
m. A Santiago 353 Km. Aquí dicen que coincidían
tres calzadas militares, es la antigua Palantia romana.
Iglesia parroquial de San Cornelio y San Cipriano,
Papa y Obispo de Cartago, respectivamente. La torre,
realizada en tapial y revestida de ladrillo, tuvo la finalidad
de vigía y fortaleza en tiempos de la Reconquista. Con el
paso del tiempo fue deteriorándose y, finalmente, el día 11
de diciembre de 2000, a las 16 horas, se desplomó esta
seña de identidad. En el templo actual se conserva una
hermosísima talla gótica de gran valor: originaria del
despoblado de Escarbayosa; su último habitante, una
mujer, trajo esta imagen en brazos hasta Reliegos.
De gran valor son las tallas barrocas, provenientes
también de la vieja iglesia, de San Antonio Abad, San Lázaro vestido de peregrino, los patronos San Cornelio y San
Cipriano y el Cristo que preside en la cabecera de la iglesia; igualmente, es bellísimo el Niño Jesús de la VII Angustia y la pequeña talla de la Virgen del Pilar con el Niño en
brazos El resto de imágenes, de mayor valor sentimental y
religioso que artístico.
El Ayuntamiento ofrece como cobijo un estupendo
albergue de 56 plazas, cocina salón de estar y duchas con
agua caliente.
Hay una coplilla popular, que dice: “A una legua de
Castilla, está Reliegos de Mansilla”. Efectivamente, cinco
kilómetros de cómodo paseo y llegamos a Mansilla.
ansilla de la Mulas.- Su población, 1.735 habitantes, altitud 800 m. A Santiago 348 Km. Antigua
villa amurallada sobre el río Esla, del siglo XII, tenía cuatro
puertas. Sólo se conserva el arco oriental, por el que entran
los peregrinos a la calzada.
Del resto apenas quedan algunas torres y almenas,
además de la Puerta de la Concepción.
Los monumentos más notables son: la iglesia parroquial de Santa María, es del siglo XVI. La iglesia de Nuestra Señora de Gracia. La de San Martín, que solo conserva
la torre, del siglo XV. Y el convento de San Agustín, fundado en el año 1500.
Iglesia parroquial de Santa María. Fue la primera y
101
única Iglesia que existió en Mansilla hasta 1220, año en
que surgieron otras cinco Iglesias que fueron desapareciendo en siglos posteriores: S. Miguel, extramuros; S. Lorenzo,
S. Nicolás, S. Juan y S. Pedro, y S. Martín, intramuros; esta
última se cierra al culto en el año 1911, permaneciendo su
torre esbelta.
Queda, por tanto, la madre de todas ellas, que es la de
Santa María.
El edificio actual es del siglo XVIII, construido sobre el
anterior, que era de una sola nave, rectangular y probablemente con artesonado.
El actual es de arquitectura sencilla, tiene tres naves y
crucero, planta basilical, con cúpula sobre pechinas, muy
bien lograda y conservada.
El Retablo del Altar Mayor es barroco, del siglo XVIII.
Fernando Llamazares Rodríguez en su libro titulado “el
Retablo Barroco en la provincia de león”, en las páginas 67
y 70 dice: “EI Retablo Mayor de la parroquia de Mansilla de
las Mulas es de Domingo Llamazares que lo hizo en 1636”.
Mas bien parece ser de mediados del siglo XVIII y se pintó
y doró en 1793 a expensas de D. José Rodriguez Salán,
Cura de esta Iglesia, según consta en una tabla situada
detrás del sagrario.
Con el tiempo se había ido deteriorando, por el polvo,
humo de velas, retoques inadecuados y urgía una restauración.
El año 2002 se restauró, quedando un conjunto muy
armónico y consolidado. Consta de tres partes en el centro
y un ático rematado en florero, con siete bajorrelieves, destacando el gran medallón del ático con el hermoso bajorrelieve de la Asunción de la Virgen, que es el titular de la
Parroquia.
Los otros bajorrelieves representan a Moisés con las
tablas de la Ley, a un profeta o a San Pablo con el libro
Nuevo Testamento, San Joaquín y Santa Ana en el centro,
y en la parte baja, San José con el niño y San Juan Bautista con el cordero.
En la hornacina central sustituyendo a una imagen de
la Virgen del Rosario de principios del siglo XX, se colocó
una imagen restaurada de la Virgen con el niño en brazos y
cogiendo frutas de la mano de la Virgen. Es una imagen
gótica del siglo XVI.
En los laterales, formando parte del retablo, también
restauradas, a la derecha la imagen de Santa Ana, con la
Virgen y el Niño en su brazo derecho (las tres generaciones). Es una imagen muy especial por su significado, policromada, de la escuela probablemente de Juni, del siglo
XVI.
A la izquierda la imagen de San José cogiendo a
Jesús de la mano, es una imagen muy expresiva y barroca.
Se completa en la parte baja con las pinturas en tabla de
los Evangelistas y los Santos Padres de la Iglesia. El conjunto es muy armónico y digno de contemplar
Iglesia de San Martín. Esta iglesia es una de las cinco que se hicieron, separándose de la de Santa María, en
el año 1220 (siglo XIII).
Es rectangular de una sola nave, con un arco apuntado de piedra en su primera construcción y un arco de medio punto en su ampliación en los siglos XVI y XVII. Tenía
un artesonado de influencia mudéjar según se aprecia en
los escasos restos que se conservan.
Se conserva su portada gótica de transición en la fachada principal. Con el tiempo se fue deteriorando y en
1911 se cerró al culto. Se conserva su esbelta torre.
102
En 1990 la Junta de Castilla y León procedió a la restauración y rehabilitación de la totalidad del edificio, siendo
hoy propiedad del Ayuntamiento y sede de la Casa de Cultura
La ermita de la Virgen de Gracia. Fue desde tiempo
inmemorial donde la Villa de Mansilla de las Mulas celebraba su devoción a la Virgen de Gracia. La Ermita estaba
situada extramuros y pertenecía a la Parroquia de San
Lorenzo: en un libro de San Lorenzo aparece con fecha del
1656 la denominación de "Ermita de Gracia, Hijuela de San
Lorenzo".
Probablemente, el edificio data de finales del siglo XIV
y su imagen comenzó a venerarse en esa misma época.
Edificio pobre y pequeño, de planta rectangular, de tapial y
adobe, y un pobre campanario esbelto y ágil que hace de
fachada al Santuario y entrada en arco.
De una sola nave, con dos partes bien definidas: cuerpo del Santuario y gran Capilla del Presbiterio, con bóveda
de aristas alta y esbelta.
La sacristía está detrás del Presbiterio, con dos puertas, una a cada lado, dentro tiene una escalera de acceso a
la hornacina de la Virgen para venerar la imagen de la Virgen de Gracia, centro de todo el Santuario.
Data de 1898, pues la anterior se quemó totalmente
en 1896. Era una imagen sin valor artístico más que la
cabeza y las manos con el Niño Jesús en el brazo izquierdo
y un cetro en la derecha.
El convento de San Agustín. El convento de San
Agustín fue fundado por el Almirante de Castilla D. Fabrique Enríquez en 1491 y donado a los Agustinos en 1500.
Constituyó un centro cultural de primer orden con Cátedras
de Gramática y Latín, con un archivo y biblioteca muy importante que fue destruido y arrasado en 1808 por los franceses.
Posteriormente se llevó a cabo una reconstrucción
parcial del convento, desapareciendo en la Desamortización de Mendizábal de 1836. Se conserva la capilla de los
Villafañe, plateresca de planta cuadrada de piedra de sillería, obra de Juan de Badajoz.
Tiene una bóveda estrellada y cornisas dóricas con
tallas infantiles, escudos, conchas y la Cruz de Santiago,
signos de su importancia también como centro de acogida
y asistencia al peregrino. En el tapial del convento se conserva el arco de una puerta ciega con decoración de columnas itálicas y un friso con escudos de los Almirantes de
Castilla sostenidos por águilas encadenadas.
En este antiguo Convento de San Agustín se ha instalado el Museo Etnográfico Provincial de la Diputación de
León, en el que se exhibirán las tres mil piezas que forman
parte de los fondos del Instituto Leonés de Cultura.
La Casa del Peregrino de Mansilla, capaz de albergar
confortablemente a 50 peregrinos, se halla en la calle del
Puente. Sus instalaciones incluyen una completa cocina,
seis duchas con agua caliente, lavadora e incluso televisión.
17ª Etapa (20 Km)
Mansilla las Mulas - León
bandonamos Mansilla de las Mulas por la N-601 tras
cruzar el puente de ocho arcos sobre el río Esla. Acto
seguido, y mientras se deja a mano derecha el cámping del
lugar, se recupera un camino que parte a la izquierda de la
N-601, escoltado por campos de maíz, y que sobrepasa el
desvío al monasterio de Santa María de Sandoval, conjunto
monástico de arquitectura cisterciense del siglo XII, declarado monumento histórico-artístico, pero del que no quedan
sino ruinas.
Se llega así, tras casi 5 kilómetros recorridos, y después de dejar a mano derecha una gasolinera con tienda, a
Villamoros de Mansilla, un núcleo no atravesado en la actualidad por el Camino pero que los peregrinos pueden
cruzar como alternativa para tratar de evitar durante un
tramo el siempre peligroso arcén de la carretera. Antaño
este municipio era conocido como Villamoros del Camino,
por constituir la senda tradicional la calle principal del pueblo.
Ya de nuevo en la N-601 se sobrepasa una panadería
y se deja también a mano derecha el cartel indicativo del
yacimiento arqueológico de la antigua ciudad romana de
Lancia.
illamoros de Mansilla.- Su población, 125 habitantes, altitud 799 m. A Santiago 343 Km. Se llamó
Villamoros del Camino. Su parroquial, está dedicada a San
Esteban, obra del siglo XVI-XVII que presenta muros de
tapial con verdugadas de ladrillo, pórtico cerrado y torre de
planta cuadrada. Es de una nave, con techo raso y faldones. La cabecera es cuadrada y la bóveda de semiesfera.
El retablo mayor es de pequeño tamaño, con un Cristo
de tres clavos en la hornacina central y un San Esteban en
la parte superior, contiene un retablo con Santiago Matamoros del siglo XVI.
El sagrario es semicircular, semejante al de Mansilla
Mayor, con trazas que recuerdan a Juan de Juni. En los
laterales de la nave hay dos retablillos barrocos con sus
correspondientes imágenes, algunas de reciente factura.
Frente a la iglesia sobresale la casa blasonada de los
Señores de Prado y Miranda. Fue encargada por Sebastián
de Prado en 1790, como así figura en la leyenda que hay
sobre el escudo que se encuentra encima de la puerta principal.
Un buen camino como el que traíamos, nos sitúa junto
al puente más largo del Camino, el Puente de Villarente,
que con sus 20 arcos salva la extensa vega del río Porma,
al que se accede por una pasarela peatonal de reciente
construcción. El nombre de la localidad procede de su
puente, que consta de 17 bóvedas de diversas épocas y
que ya fue calificado de «enorme» por el autor del Códice
Calixtino.
uente de Villarente.- Su población, 285 habitantes,
altitud 805 m. A Santiago 341 Km. Su iglesia está
dedicada a San Pelayo. En la iglesia de Villarente, totalmente desaparecida por ruina, había buenas piezas, algunas museadas en León y otras trasladadas a la nueva iglesia de Puente Villarente (1985), donde se muestran buenas
piezas, como Crucifijo gótico del siglo XIV, poco menor de
la estatura natural, con amplio paño de la pureza bien trabajado y la cruz en forma de árbol; un magnífico lienzo con
busto del Ecce homo, de 48 por 46 centímetros, hermosa
obra del siglo XVII y con guarnición de entonces, representado con la soga al cuello y coronado de espinas; una escultura de la Inmaculada, con los pies sobre la luna en forma de barca; una tabla representando a un obispo y otra
tabla a San Sebastián, con rostro joven atado a un árbol.
Imagen de San Pelayo, titular de la iglesia; su alto,
1’05 metros, es bella y muy interesante obra de la segunda
mitad del siglo XV, con algo de acento flamenco, pero su
tipo es castellano puro; viste un ropón ceñido, dispuesto
con gran soltura, bolsa colgando, corona, libro y espada,
que más parece la representación de un Santo Rey.
Lo cierto es que en el Museo de León se conserva una
tabla del martirio de San Pelayo del siglo XV procedente de
un retablo de la desaparecida iglesia de Villarente.
Cuentan que aquí hubo un buen hospital en el siglo
XVI, fundado por un canónigo de León, que poseía una
mula, para trasladar a los peregrinos impedidos a León. “La
tradición recuerda cómo en el lugar hubo un buen hospital
fundado en el siglo XVI por el arcediano de Triacastela. El
antiguo caserón, aún conservado, se ha convertido en un
restaurante (La Casona). El edificio estaba dedicado a
Nuestra Señora la Blanca y entre las disposiciones que se
establecían como reglas del hospital figuraba la obligatoriedad de tener siempre a punto una mula para trasladar hasta León a los peregrinos enfermos o impedidos.
A la salida de esta localidad, superado el punto kilométrico 316 de la N-601, parte a la derecha una pista en
dirección al Bar-Restaurante Pirineos.
Tomamos esta pista para inmediatamente, por su
izquierda, cruzar un prado y un campo de labor en el que el
camino desaparece.
Caminamos siempre en dirección a unas vallas publicitarias colocadas en el otro extremo de la parcela. Pronto
unos arbustos delatan la presencia de un arroyo. Avanzaremos entonces junto a la línea de árboles hasta salir a una
buena pista de tierra que seguimos hasta cruzar el pequeño riachuelo, para acto seguido, evitar la A-60 (autovía
León-Valladolid) a través de un túnel.
De aquí en adelante el Camino se hace ya paralelo a
la carretera. En apenas unos metros, un puente de cemento con barandillas azules salva el Canal de Porma y nuestra
ruta prosigue por cómodos senderos tapizados de hierba.
Las roderas de los tractores nos sirven de guía hasta llegar
a Arcahueja.
rcahueja.- Su población, 203 habitantes, altitud
840 m. A Santiago 337 Km. Su parroquial, dedicada
a Nuestra Señora de la Asunción. Estamos ya a las puertas
de León.
Dan fe de ello las numerosas factorías y naves industriales existentes entre nuestro camino y la cercana carretera.
Dos kilómetros después de Arcahueja encontraremos
el último poblado antes de llegar a la capital, Valdelafuente.
El itinerario sigue de frente, dejando a mano derecha
un parque deportivo. El Camino llega al área de descanso
de Valdelafuente y al desvío hacia este núcleo, que no
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merece la pena seguir salvo para aquellos que necesiten
con urgencia una farmacia.
aldelafuente.- Su población, 189 habitantes, altitud 950 m. A Santiago 335 Km. La ruta tradicional
entra en el pueblo por su derecha, bordeando por encima
su iglesia, dedicada a San Juan Bautista y San Mames, y
su hermosa fuente.
Ya no queda nada de su patrimonio, a no ser una imagen barroca de San Juan Bautista, patrono del pueblo, ya
que su más preciada joya, la Virgen gótica de finales del
siglo XIII-XIV de 79 cm. se encuentra en el museo de la
catedral de León.
Se deja nuevamente a mano derecha un cementerio y
se llega a un cruce, que se debe tomar a la izquierda para
proseguir hacia un polígono-cinturón industrial de León
ubicado junto a la N-601.
La ruta prosigue por una pista que conduce hacia una
pasarela peatonal que salva esta circunvalación y que permite a los romeros asomarse al área del Portillo, una atalaya desde donde contemplar la ribera del río Torío.
Desde la cima del Alto del Portillo, ya se nos ofrece
una magnífica vista panorámica de nuestro próximo destino: León. Tras un cómodo descenso, se cruza el río Torío
por el Puente del Castro del siglo XVIII, que pasaremos por
una pasarela peatonal paralela al puente y proseguir por la
avenida Alcalde Miguel Castañón hasta llegar a la plaza de
Santa Ana.
Junto a la iglesia del mismo nombre nace la calle Barahona, por la que prosigue la ruta original. A continuación,
la calle de la Rúa, que desemboca en la Avenida del Generalísimo, justo al lado del Ayuntamiento (frente a la Casa
Botines, construida por Antonio Gaudi).
Desde este punto el recorrido urbano recoge diversas
variantes. La aquí propuesta es, un poco compendio de
todas ellas, Se trata de descender por la Avenida del Generalísimo hasta la Catedral y desde allí retomar el ascenso
por las calles San Pelayo y Regueral hasta llegar a la Basílica de San Isidoro. Desde aquí continuaremos ya el recorrido clásico que hacían los peregrinos al abandonar León,
siguiendo las calles Sacramento, de la Abadía, Renueva, y
Suero de Quiñones, hasta llegar al Hospital de San Marcos
(hoy Parador Nacional de Turismo, y sede del Museo Arqueológico).
eón.- Su población, 145.221 habitantes, altitud 838
m. A Santiago 328 Km. De ella dice el “Códice Calixtino” que es “real, curial y llena de toda clase de felicidades”. Y eso que el bueno de Aymeric no tuvo la posibilidad
de admirar la exquisita catedral, levantada en el siglo XIII.
Reconfortado por el tan intenso recorrido llevado hasta
aquí, el peregrino llega a León, ciudad, junto con la propia
Compostela, alberga el conjunto artístico más importante
del camino.
De nuevo la riqueza artística de la ciudad sobrepasa
las pretensiones de esta obra, de tal modo que concentraremos nuestro interés en sus tres principales enclaves,
todos ellos directamente relacionados con el fenómeno de
las peregrinaciones.
La Catedral de León está considerada como una de
las más bellas del mundo y sin duda el mayor prodigio de
luz y cristal, engarzados por los maestros del gótico. Sus
737 vidrieras (distribuidas en 125 ventanales, 57 óculos y
tres rosetones) ocupan una superficie de 1.800 metros
cuadrados y confieren al interior una mágica luminosidad
en perpetua mutación, a medida que el sol avanza. En la
parte derecha de su portada central, dedicada a la Virgen
Blanca, se halla una estatua de Santiago sobre un pedestal, visiblemente desgastado por la secular costumbre de
los peregrinos de frotar en él sus medallas, bordones, o
simplemente sus manos, a fin de conseguir la protección
del Apóstol en lo que resta de Camino.
La Catedral de Santa María pasó por varias etapas
en su historia antes de convertirse en el magnífico templo
religioso que se puede ver en la actualidad.
Los orígenes de la Catedral de León se remontan al
siglo X cuando durante la época de la reconquista cristiana
parte de las antiguas termas romanas del siglo II sirvieron
como base del nuevo Palacio Real. El recién nombrado
Rey de León Ordoño II que meses antes obtuvo una victoria contra los árabes en la Batalla de San Esteban de Gormaz decidió construir, como gesto de agradecimiento a
Dios, la primera basílica de la ciudad sobre su palacio.
Años más tarde se inició la construcción de la catedral
románica promovida por la princesa Urraca, hermana del
difunto rey Ordoño II, para que se convirtiera en un templo
acorde a las aspiraciones de la cristiandad románica. La
construcción se realizó en ladrillo y mampostería que ocupaba la sede episcopal de Pelayo II. Constaba de tres naves rematadas con ábsides semicirculares. La nueva basílica fue consagrada durante el reinado de Alfonso VI el 10 de
Noviembre de 1073.
El levantamiento de la actual catedral, que presenta un
depurado estilo gótico francés, comenzó en el año 1205.
Aunque los problemas económicos que se atravesaban por
aquel entonces obligaron a paralizar las obras, finalmente
en 1255 se reanudaron bajo el patrocinio del obispo Martín
Fernández, con el apoyo del rey Alfonso X el Sabio.
Los datos de los maestros arquitectos que erigieron la
catedral gótica no son totalmente concluyentes, pero se
habla principalmente de tres. El primer constructor del que
se tiene constancia es el maestro Simón, nombrado en los
registros de 1261, con orígenes en la Champaña francesa.
Le sigue el maestro Enrique, que se dice que también tenía
orígenes franceses y que dirigió las obras hasta el año de
su muerte en 1277. Enrique también participó en la construcción de la catedral de Burgos. Tras su muerte fue remplazado por el maestro Juan Pérez, de origen español.
El origen francés de los dos primeros constructores le dieron ese aspecto gótico francés que tanto caracteriza a esta
catedral, cuyos rasgos recuerdan a la Catedral de Notre
Dame, a la Catedral de Reims y a la Basílica de Saint Denis, todas ellas localizadas en Francia.
Desgraciadamente debido a los añadidos que la catedral ha experimentado a lo largo de los siglos ha perdido en
cierto modo la pureza gótica que presentaba en 1302, año
105
106
en el que la estructura fundamental de la catedral ya estaba
finalizada.
Lo más llamativo del exterior de la Catedral de León
es su fachada occidental con sus dos torres góticas de 65 y
68 metros respectivamente, diferentes entre sí. Esto se
debe a que se construyeron en siglos distintos. La torre
norte o Torre de las Campanas fue la primera en ser terminada, mientras que la torre sur o Torre del Reloj se terminó
casi cien años después.
Entre la parte inferior de las dos torres se encuentra el
tiple pórtico principal del siglo XIII que da acceso al templo.
Los dos pórticos de los extremos están dedicados a San
Francisco y San Juan Bautista, mientras que el central y
más importante está dedicado al Juicio Final. Todos ellos
conservan tallados muy cuidados con pasajes bíblicos,
esculturas de apóstoles y reyes, figuras que han sobrevivido en buen estado al paso de los años. En la parte superior
del pórtico se puede observar el gran rosetón central con
vidrieras de finales del siglo XIII.
La fachada sur es visible a lo largo de toda la Calle
Ancha y al igual que la fachada principal también cuenta
con tres pórticos importantes. La portada izquierda es conocida como Pórtico de la Muerte debido a la representación de un esqueleto con alas en una de las ménsulas.
También muestra decoraciones heráldicas.
El pórtico central es conocido con el nombre del Sarmental con imágenes del Cristo con El Libro de la Ley,
rodeado de iconos tetramorfos y evangelistas escribiendo
sobre mesas. Entre las dos puertas, en el parteluz, se representa la imagen de San Froilán, patrón de la diócesis de
León. La portada de San Froilán, situada en el extremó
derecho, está enteramente dedicada a San Froilán, mostrando imágenes relativas a la vida del santo, su muerte y
del traslado de sus reliquias a la Catedral de León.
En el interior de la catedral se pueden disfrutar de los
colores armónicos que desprenden las 125 vidrieras que
inundan de luz las tres naves, el crucero, el coro y el deambulatorio con capillas radiales. El efecto de la piedra clara
en combinación con los deslumbrantes rayos de sol que se
filtran por las vidrieras le ha hecho ganarse el apodo de
Casa de la Luz.
La Catedral de León cuenta con el coro de sillería más
antiguo de España. Está tallado en madera de nogal por
artistas flamencos en el siglo XV. Posee un nutrido grupo
de imágenes grabadas relacionadas con personajes del
Antiguo Testamento.
En el Altar Mayor se alza el retablo obra de Nicolás
Francés, elaborado a mitad del siglo XV, una mezcla de
estilo gótico internacional y gótico flamenco donde se representa la vida de San Froilán, el traslado del cuerpo de
Santiago mediante un carro de bueyes y la presentación de
la Virgen María en el Templo. A los pies del retablo se puede ver un relicario de plata con las reliquias de San Froilán.
La catedral cuenta con un gran número de capillas,
destacando la Capilla de la Virgen Blanca que guarda desde 1954 la escultura original de la Virgen Blanca. Una escultura al más puro estilo gótico leonés que muestra a la
Virgen inmaculada en un perfecto estado de conservación.
Otro de los elementos a destacar de la catedral son
las distintas esculturas funerarias y sepulcros, muchos de
ellos recuperados de la antigua catedral románica. Entre
los sepulcros se pueden observar el del Rey Ordoño II de
León cerca del Altar Mayor, el sepulcro del Obispo Don
Rodrigo, el sepulcro de Martín "el zamorano" y el sepulcro
de Martín Fernández.
En el interior de la catedral se pueden disfrutar de los
colores armónicos que desprenden las 125 vidrieras que
inundan de luz las tres naves, el crucero, el coro y el deambulatorio con capillas radiales. El efecto de la piedra clara
en combinación con los deslumbrantes rayos de sol que se
filtran por las vidrieras le ha hecho ganarse el apodo de
Casa de la Luz.
La Catedral de León cuenta con el coro de sillería más
antiguo de España. Está tallado en madera de nogal por
artistas flamencos en el siglo XV. Posee un nutrido grupo
de imágenes grabadas relacionadas con personajes del
Antiguo Testamento.
En el Altar Mayor se alza el retablo obra de Nicolás
Francés, elaborado a mitad del siglo XV, una mezcla de
estilo gótico internacional y gótico flamenco donde se representa la vida de San Froilán, el traslado del cuerpo de
Santiago mediante un carro de bueyes y la presentación de
la Virgen María en el Templo. A los pies del retablo se puede ver un relicario de plata con las reliquias de San Froilán.
La catedral cuenta con un gran número de capillas,
destacando la Capilla de la Virgen Blanca que guarda desde 1954 la escultura original de la Virgen Blanca. Una escultura al más puro estilo gótico leonés que muestra a la
Virgen inmaculada en un perfecto estado de conservación.
Otro de los elementos a destacar de la catedral son
las distintas esculturas funerarias y sepulcros, muchos de
ellos recuperados de la antigua catedral románica. Entre
los sepulcros se pueden observar el del Rey Ordoño II de
León cerca del Altar Mayor, el sepulcro del Obispo Don
Rodrigo, el sepulcro de Martín "el zamorano" y el sepulcro
de Martín Fernández.
Durante buena parte de la primavera y del verano, un
buen número de cigüeñas escogen los pináculos de la Catedral como lugar de reposo. Inmóviles, su estilizada silueta
parece convertirse en un elemento decorativo más del conjunto catedralicio.
Dejando a un lado el popular Barrio Húmedo, por la
calle del Cid se llega a la Basílica de San Isidoro, primitivo
y grandioso templo románico, uno de los pocos que Aymeríc Pícaud considera de “obligada visita”, y a fe que lo
es. San Isidoro es, junto con Jaca, Frómista y Compostela,
una de las obras cumbres de este estilo. Según la tradición,
el peregrino debe entrar por la Puerta del Perdón (sólo
abierta los años jubilares) cuya fachada es obra del maestro Esteban, el mismo que años después esculpiría la puerta de las Platerías en la catedral compostelana. Bajo la
iglesia, en la que el Cid contrajo matrimonio con Doña Jimena, se encuentra el Panteón Real. Nada más acceder a
él el peregrino se da cuenta de que está viviendo otro de
los momentos mágicos e inolvidables del Camino de Santiago. La cripta se halla completamente decorada por
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magníficos frescos del siglo XII. El extraordinario valor de
estas obras ha hecho que este lugar sea considerado como
la “Capilla Sixtina del Románico”.
Basílica de San Isidoro. Sobre dos antiguos templos
prerrománicos dedicados a San Juan Bautista y San Pelayo, destruidos por Almanzor, levantó Alfonso V una iglesia a
San Juan que estuvo complementada por un panteón regio,
el primero organizado en este lugar.
Ese edificio fue substituido por el que levantaron Fernando I y su esposa Sancha, ya en lenguaje románico,
para albergar las reliquias de San Isidoro traídas de Sevilla
en 1063. De esta iglesia solamente se conservan los hastiales del ángulo norte. Tras su muerte, su hija Urraca añadió el Panteón con la tribuna encima.
El Panteón, además de soberbios capiteles, contiene
uno de los mejores conjuntos del pintura mural del románico, en el que se abordan diversos temas religiosos (Cristo
en Majestad -Pantocrátor-, Anunciación de los Pastores,
Degollación de los Inocentes…) o profanos como el famoso
el calendario agrícola.
La nueva iglesia plenorrománica fue acometida en
torno a 1100. En un segundo momento la iglesia se amplía
en la cabecera y transepto. El arquitecto Pedrus Deustambem es el arquitecto de la actual iglesia del siglo XII.
La consagración del templo en 1149 fue presidida por
Alfonso VII el Emperador. En 1188 tienen lugar en la canónica de San Isidoro las primeras cortes europeas con presencia de los tres estados, convocadas por Alfonso IX.
Los pintores del retablo de la iglesia, según los últimos
estudios, parece ser que son: Lorenzo de Ávila, Antonio
Vázquez y Andrés de Melgar.
Puerta del Cordero: Presenta un conjunto escultórico
de primer orden. Su nombre deriva de la figura que preside
el tímpano: el Cordero Místico, al que acompaña el Sacrificio de Isaac. La puerta está enmarcada por figuras de San
Isidoro, San Pelayo y los símbolos del zodíaco.
Puerta del Perdón: En su tímpano se representan tres
escenas: el Descendimiento, en el centro, flanqueado por
las tres Marías ante el Sepulcro vacío y la Ascensión de
Cristo. A los lados de la puerta se sitúan las figuras de San
Pedro y San Pablo.
En los siglos XV y XVI se realizaron numerosas obras
en el conjunto: se colocó el coro en la iglesia y se construyeron la capilla gótica de Santo Martino y la actual capilla
mayor, a cargo de Juan de Badajoz el Viejo; en 1534, Juan
de Badajoz el Joven construyó la biblioteca tras derribar los
palacios reales románicos y se levantó el claustro además
de reformarse la fachada, el pórtico, la escalera y el cuarto
de los priores del monasterio, obra de Ribero Rada. Del
siglo siguiente datan el refectorio y el claustro barroco. La
Colegiata fue saqueada durante Guerra de la Independencia y su Tesoro sería nuevamente expoliado con las revoluciones y desamortizaciones del siglo XIX.
Convento de las Concepcionistas. Fundado en 1512
por Dña. Leonor y Fray Francisco de Quiñones, cardenal
de Santa Cruz, hijos de los primeros Condes de Luna, para
lo que cedieron un palacio de su propiedad junto a la Cerca
medieval. Destacan la portada del siglo XIV y el corredor,
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sustentado sobre un alfarje ricamente decorado con pinturas mudéjares que se prolonga al interior del edificio. A
finales del siglo XVI se encargan a Juan del Ribero Rada
las obras de rehabilitación de su capilla mayor. A su costado sur se abre una bella portada perteneciente al palacio
de los Acuña, que desde el siglo XVI pasó a formar parte
del convento. Buena muestra de la arquitectura civil del
siglo XV, el arco, encuadrado por un alfiz, presenta grandes
dovelas por el intradós y escudos nobiliarios en las enjutas.
Iglesia de Nuestra Señora del Camino, antigua del
Mercado. El templo, de trazas románicas, se encuentra a
la vera del Camino de Santiago a su paso por la ciudad. Su
primera advocación hace alusión a esta circunstancia,
mientras que la segunda alude al mercado que se celebraba en la plaza aledaña.
Presenta planta irregular basilical de tres naves, sin
crucero, con ensanchamiento creciente de pies a cabecera.
Preside el retablo mayor, del siglo XVIII, la escultura
de la Virgen del Camino, del siglo XV.
Los dos altares laterales son obra de José Suárez
Gavilanes y están dedicados a San José y a los Santos
Francisco Javier y Eloy.
Otros elementos de interés son el Camarín, realizado
por Manuel de la Lastra Alvear y decorado con pinturas
murales fechadas en 1761, y las rejerías románicas (s. XII)
con motivos espirales que se conservan en las ventanas de
la fachada principal.
Iglesia de San Marcelo. El centurión romano de la
legio VII gemina Marcelo, mártir en Tánger, es el patrono
de la ciudad. Sus restos fueron traídos a León por el rey
Fernando el Católico en 1493. La Iglesia de León celebra
su fiesta el 29 de octubre.
La fundación del templo data del reinado de Ramiro I,
reedificándose en 1096, a la vez que se fundaba junta él un
hospital con el fin de dar socorro a los peregrinos.
En 1588 los maestros Juan del Ribero Rada y Baltasar
Gutiérrez diseñaron la iglesia actual en estilo herreriano,
concluyéndose la obras en 1627.
En su capilla mayor, en el grandioso retablo del siglo
XVIII, se puede contemplar la espléndida talla del titular del
templo obra de Gregorio Fernández, de principios del siglo
XVII. Al mismo escultor corresponden la Inmaculada de la
capilla del lado del Evangelio y el Crucificado de la capilla
derecha encargado por Antonio de Balderas, que se pueden incluir entre las obras más insignes del artista.
Mención especial merece la colección de arquetas de
plata.
Iglesia de Santa Ana. Iglesia parroquial del barrio del
mismo nombre, antiguo arrabal de la ciudad emplazado a la
entrada del Camino de Santiago.
El origen de la iglesia se remonta al siglo XII y pertenecía a la Orden del Santo Sepulcro, aunque en el siglo
XVI pasó a la Orden de Malta.
Junto a ella había un hospital de leprosos (lazareto) y
un cementerio de peregrinos, ambos ya desaparecidos. En
su interior se conserva parte de su estructura medieval y
unos interesantes esgrafiados renacentistas.
Casa de Botines. Obra del insigne arquitecto Gaudí,
de estilo neogótico. Es de planta trapezoidal, flanqueada
por cuatro torres rematadas en pináculos. Las ventanas
tienen su inspiración en las ventanas del triforio de la catedral leonesa. En la portada hay una talla de San Jorge matando al dragón. El edificio fue concebido para el negocio
de tejido en su planta baja y semisótano, destinándose las
cuatro plantas restantes a viviendas de renta. Ideado por el
arquitecto con forma cúbica, remarcadas las cuatro esquinas con elementos puntiagudos.
Su fábrica es de sillares calizos de la montaña leonesa, trabajados a puntero, y juntas discontinuas por los tamaños diferentes de las piezas, contrastando con la labra
más fina y virtuosa de los derrames y arcos lobulados de
los huecos. Por razones funcionales, Gaudí recurrió por
primera vez a la planta libre y así, en las dos plantas destinadas a negocio, no había más muros de carga que las dos
cajas de escalera, apoyando los forjados en veintiséis pies
derechos de fundición. El edificio está rodeado de un foso
de iluminación. Merece especial atención la verja de hierro
que rodea el foso, en cuya concepción original existían
unos pilares de piedra rematados por figuras de leones.
Obra del insigne arquitecto Gaudí, de estilo neogótico.
Es de planta trapezoidal, flanqueada por cuatro torres rematadas en pináculos. Las ventanas tienen su inspiración
en las ventanas del triforio de la catedral leonesa. En la
portada hay una talla de San Jorge matando al dragón. El
edificio fue concebido para el negocio de tejido en su planta
baja y semisótano, destinándose las cuatro plantas restantes a viviendas de renta. Ideado por el arquitecto con forma
cúbica, remarcadas las cuatro esquinas con elementos
puntiagudos.
Su fábrica es de sillares calizos de la montaña leonesa, trabajados a puntero, y juntas discontinuas por los tamaños diferentes de las piezas, contrastando con la labra
más fina y virtuosa de los derrames y arcos lobulados de
los huecos. Por razones funcionales, Gaudí recurrío por
primera vez a la planta libre y así, en las dos plantas destinadas a negocio, no había más muros de carga que las dos
cajas de escalera, apoyando los forjados en veintiséis pies
derechos de fundición. El edificio está rodeado de un foso
de iluminación. Merece especial atención la verja de hierro
que rodea el foso, en cuya concepción original existían
unos pilares de piedra rematados por figuras de leones.
Ayuntamiento de San Marcelo. Obra proyectada por
Juan del Ribero Rada en 1584, en los años 60 del siglo XX
se lleva a cabo una ampliación y reforma tras la demolición
del vecino Teatro Principal. Del edificio original, construido
según los cánones del Renacimiento clasicista, subsiste el
ángulo nordeste. En la escalera principal que conduce al
salón de plenos se pueden contemplar dos murales de Vela
Zanetti y una vidriera de Luis García Zurdo.
La Casa Consistorial. Mandado construir en 1667 por
el corregidor Don Juan Fagoaga con la finalidad de presenciar mejor las fiestas acontecidas en la plaza.
Entre los múltiples servicios que ha dado este edificio
se encuentran, entre otros, el de servir de palco de los corregidores en las corridas de toros, juzgado municipal, cuartelillo de la guardia civil y centro cultural. Actualmente, este
edificio alberga la Escuela de Artes Plásticas del Ayuntamiento. El reloj, de doble campaña, fue colocado en 1827.
Palacio de Conde Luna. El Palacio de los Condes de
Luna se localiza en el espacio delimitado por las calles La
Rúa, Conde de Rebolledo y la Plaza del Conde, ocupando
gran parte del ángulo suroccidental de la muralla tardorromana. Se sitúa en el corazón de la Ciudad Antigua, dentro
de la secular parroquia de San Salvador de Palat de Rey,
en un lugar que fue el centro político de la ciudad altomedieval. El edificio se organiza fundamentalmente en tres
partes: el cuerpo gótico, la torre renacentista y el conjunto
central enmarcado por ambos.
Del palacio bajomedieval destaca el cuerpo gótico
situado al norte. Tiene dos plantas y una fachada ordenada
en dos niveles. En el inferior se abre una puerta adintelada
cobijada por un arco apuntado, guarnecido a su vez por un
doble alfiz. El tímpano conserva tres escudos pertenecientes a las familias promotoras de la obra: los Quiñones y los
Toledo. El piso superior se ilumina con una arquería de
triple vano con arquillos de medio punto que apoyan en
columnas y capiteles reutilizados. Al interior, ambos pisos
se cubren con interesantes techumbres de alfarjes que
conservan restos de su primitiva policromía.
A mediados del siglo XVI el cuarto Conde de Luna, D.
Claudio de Quiñones inicia una profunda reforma del palacio. Del nuevo edificio, nunca terminado, sobresale la torre
renacentista situada en el cortado meridional. Sus tres
cuerpos van decorados con un almohadillado inverso. La
planta baja, que dispone de una ventana en su lado norte,
remata en un entablamento clásico. El piso intermedio
muestra dos grandes ventanales adintelados en sus costados norte y este, enmarcados por pilastras jónicas; abajo,
tienen un antepecho decorado con el escudo de los Quiñones, y arriba, rematan en un frontón triangular. En el segundo piso se abrieron otras dos ventanas sobre las anteriores
y semejantes a ellas, aunque carecen de frontón de coronación.
El cuerpo central corresponde también al palacio bajomedieval, aunque sufrió profundas modificaciones a finales
del siglo XIX, momento en el que se abren varias puertas
en la planta baja y ventanas en los pisos altos.
Entre la crujía de fachada y la muralla se dispuso un
pequeño patio al que abren varias habitaciones, de las que
algunas aún conservan su techumbre de alfarjes policromada.
Palacio de Los Guzmanes. Este palacio, uno de los
mejores ejemplos de arquitectura palaciega del renacimiento español, se atribuye al arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón. Las obras fueron dirigidas por su discípulo, Juan del
Ribero Rada, que a partir de este momento se asentaría en
la ciudad dejando en ella notables edificios. Las obras se
iniciaron en 1577, aunque no concluyen hasta el siglo XVII.
Fue mandado construir por D. Ramiro Núñez de Guzmán,
continuando con la obra su hijo D. Juan de Quiñones y
Guzmán, Obispo de Calahorra.
La fachada principal sigue el esquema del palacio de
Monterrey de Salamanca. Muestra tres cuerpos, bajo con
ventanas enrejadas, el principal con balcones rematados
109
en frontispicios y el superior con galería corrida. Las torres
de los extremos presentan un cuerpo más. El patio tiene
doble arquería, la baja con arcos de medio punto sobre
columnas jónicas y el alto con arcos carpaneles apoyados
en columnas corintias; entre ellas aparecen antepechos
labrados con los escudos de la familia. Destacan también el
zaguán y la escalera.
En 1882 es adquirido por la Excma. Diputación Provincial de León, de la que es sede. Esta institución acomete,
entre 1973 y 1977, importantes obras de ampliación de
edificio, completándose su traza según los esquemas renacentistas.
Ya a la salida de León, junto al río Bernesga, encontramos el majestuoso Hospital de San Marcos, hoy reconvertido en lujoso Parador Nacional de Turismo. Este antiguo monasterio es la joya renacentista de León y una de
las mejores obras del plateresco español. Si bien toda su
fachada se halla profusamente adornada, destaca su portada central, dominada por una figura de Santiago Matamoros, blandiendo su espada.
Frente a esta impresionante fachada (una de las más
hermosas de España) se ha instalado un interesante crucero gótico, procedente del cercano Alto del Portillo
Iglesia y Parador Hostal de San Marcos. La fachada
es una de las más destacadas del renacimiento español
(plateresco). Es de un solo lienzo con muro de dos cuerpos, rematado en crestería calada y candeleros. En el
zócalo se presenta medallones con personajes grecolatinos y de la Historia de España. En el sobrezócalo se
representan cabezas de ángeles.
Los orígenes de este edificio se encuentran en el siglo
XII, cuando en tiempos de Alfonso VII de León, su hermana, la infanta Sancha de Castilla en julio de 1152 realizó
una donación destinada a la construcción de un modesto
edificio a las afueras de la ciudad amurallada y a orillas del
río Bernesga, en el cual pudieran hospedarse «los pobres
de Cristo», convirtiéndose así en un templo-hospital para
refugio de los peregrinos que realizan el Camino de Santiago. Asimismo, el edificio fue la residencia principal en el
reino de León de la Orden de Santiago. En 1176 fue elegido el primer prior, y en 1184 recibió sepultura en su iglesia,
Pedro Fernández de Castro, el primer maestre de la Orden
de Santiago.
En el siglo XVI, el edificio medieval se hallaba en mal
estado, por lo que se derribó y se realizó una nueva obra
gracias a una donación de Fernando el Católico en 1514.
Los arquitectos designados para esta obra fueron: Juan de
Orozco (iglesia), Martín de Villarreal (fachada) y Juan de
Badajoz el Mozo (claustro y sacristía). Sin embargo, hasta
bien entrado el reinado de Carlos I no se inició la nueva
obra. Se sabe que en 1537 se construyó el lienzo de la
fachada principal del convento desde la entrada hasta la
iglesia, que fue consagrada en 1541. En los años siguientes, Orozco construye las esculturas de la fachada, se realiza el coro, y en 1549, Juan de Badajoz terminó la sacristía.
Los trabajos fueron suspendidos en 1566 por el traslado de
la comunidad a Calera y luego a Mérida, pero el regreso de
los frailes a San Marcos en 1602 dio impulso a la continua110
ción de la obra. En 1615 se construyó la escalera y en 1679
se concluye la parte del claustro que aún faltaba. Finalmente, entre 1711 y 1715 se realiza una gran ampliación del
edificio, levantándose otro lienzo que va desde la entrada
principal hacia el río, hasta rematar en la torre palaciega.
Este nuevo lienzo imita perfectamente el construido en el
siglo XVI, no notándose apenas diferencia artística entre
ambas mitades de la fachada.
Como ya se ha dicho, es uno de los monumentos más
importantes del Renacimiento español. Su fachada es una
perla del plateresco español. Es de un solo lienzo con muro
de dos cuerpos y dos pisos, rematado en crestería calada y
candeleros. El primer cuerpo posee ventanas de medio
punto y pilastras platerescas, el segundo balcones y columnas con balaustradas. En el zócalo se presenta medallones
con personajes greco-latinos y de la Historia de España
(Hércules, Príamo, Héctor, Alejandro Magno, Aníbal, Julio
César, Trajano, Judith, Lucrecia, Isabel la Católica, Carlomagno, Bernardo del Carpio, el Cid, Fernando el Católico,
Carlos I y Felipe II). En el sobrezócalo se representan cabezas de ángeles. La torre palaciega data del 1711 al 1714.
Está decorada con cruz de Santiago y un León y presenta
cuatro frisos con entablamento.
La portada y entrada principal tiene dos cuerpos más
peineta de estilo plateresco, aunque en el siglo XVIII son
añadidos elementos barrocos. En el primer cuerpo hay un
gran arco de medio punto con roseta e intradós decorado.
La clave es de tipo exaltado representando a San Marcos.
Hay medallones con inscripciones bíblicas y un altorrelieve
de Santiago triunfante en la batalla de Clavijo. Posee un
vano de estilo barroco, con el escudo de armas de Santiago y los del Reino de León. En la peineta están representados el Escudo de armas reales y una estatua de la Fama,
obra de Valladolid. Arriba hay un óculo en forma de rosetón
coronando la portada.
Claustro: Dos tramos del siglo XVI, obra de Juan de
Badajoz el Mozo, en este tramo hay un bajorrelieve obra de
Juan de Juni, representando un Nacimiento. Dos tramos de
los siglos XVII y XVIII. La portada está flanqueada por dos
torres inacabadas y una gran bóveda de crucería. Están
representados dos relieves: Calvario con Cruz y Descendimiento, de Juan de Juni. El interior presenta una amplia y
espaciosa nave, con crucero separado por rejería. En el
retablo mayor, son destacables: Apostolado y Anunciación
(s. XVIII).
La iglesia es de estilo gótico hispano tardío, llamado
«Reyes Católicos». La portada está flanqueada por dos
torres inacabadas y entre ellas una gran bóveda de crucería. Destacan dos hornacinas, una en cada torre, y en una
de ellas se encuentra grabada la fecha de terminación de la
iglesia: 3 de junio de 1541. Están representados dos relieves: Calvario con Cruz y Descendimiento de Juan de Juni.
El interior presenta una amplia y espaciosa nave, con crucero separado por rejería. En el retablo mayor son destacables: Apostolado y la Anunciación (siglo XVIII).
El museo está formado por tres salas, destacando dos
de ellas que formaban la antigua sacristía, obra de Juan de
Badajoz el Mozo.
En cuanto al coro, la parte baja es obra de Guillermo
Doncel (siglo XVI), resto del coro es obra de Juan de Juni.
Actualmente, este edificio tiene tres usos:
Parador Nacional con categoría 5 estrellas. Este uso
se le da desde 1964. El interior del parador de turismo dispone de gran cantidad de muestras artísticas. Pinturas de
la escuela flamenca, tallas de madera, muebles recuperados de iglesias y casonas derruidas, tapices, bargueños y
obras de época y de artistas contemporáneos como Lucio
Muñoz, Vela Zanetti, Redondela, Álvaro Delgado Ramos,
Macarrón y Vaquero Turcios.
Iglesia consagrada desde 1541. Museo desde 1869.
Enseña valiosas obras como el conocido Cristo de Carrizo
del siglo XI, la Cruz de Peñalba o el retablo de la iglesia de
San Marcelo.
Desde que cerrara el pequeño refugio de la Colegiata
de San Isidoro, León ofrece un buen refugio en la plaza del
Grano, en el convento de la Benedictinas “Carvajalas”, con
dos salas con colchones, sala de estar y duchas con agua
caliente. En Verano funciona otro refugio en el Colegio de
Huérfanos de Ferrocarriles, próximo a la plaza de toros,
Tiene 100 plazas, duchas con agua caliente, y lavabos y
aseos muy abundantes.
18ª Etapa (30 Km)
León - Hospital de Órbigo
s ésta la última etapa de transición antes de afrontar
las duras jornadas de la montaña leonesa. El trayecto
discurre por el páramo leonés, mucho más humanizado
que el páramo palentino. La sucesión de poblados similares
nos irá acercando hasta otra de las comarcas sumamente
interesantes de la ruta: la maragatería.
Desde San Marcos los peregrinos abandonamos León
cruzando el puente de piedra sobre el río Bernesga, del
siglo XVI. Durante algo más de un kilómetro se sigue la N120. La recomendación es avanzar por la acera de la izquierda. Ya que abundan las flechas amarillas dibujadas en
postes de farolas, la señalización vertical y las conchas de
vieira incrustadas en el suelo.
robajo del Camino.- Su población, 6.425 habitantes, altitud 850 m. A Santiago 325 Km. A pie del
Camino, en Trobajo del Camino se encuentra la ermita de
Santiago. Existe documentación de la existencia del Monasterio de Venedrices en el pueblo de Trobajo, que posiblemente fue el origen de la actual ermita.
La ermita de Santiago es una construcción con nave
rectangular. Su fachada principal da al Camino de Santiago. Es un edificio de tapial, con un metro de murete con
canto rodado. La espadaña, de ladrillo. En la fachada principal, sobre un arco de piedra que enmarca la entrada, hay
una cartela con la fecha de 1777, la cruz de Santiago y una
concha de peregrino o venera, símbolos propios del Camino de Santiago y peregrinos.
La primera reforma de la ermita data de 1777, cuando
se colocaron vidrieras artísticas, hoy desaparecidas. Otra
restauración tuvo lugar en 1964 que posibilitó su apertura
después de 30 años de estar cerrada.
La ermita de Santiago cuenta en su interior con una
escultura representativa y muy querida en Trobajo. Se trata
de un Cristo barroco del siglo XVIII conocido como
“Santiago Matamoros”. Esta figura data de 1768. Costó 500
reales. A diferencia de otros “santiagos”, representa un
guerrero sobre un campo de batalla, empuñando una espadas sobre un caballo blanco. La imagen de “Santiago Matamoros” estuvo desde la década de 1930 hasta 1964 en la
iglesia parroquial de Trobajo del Camino. Sale en procesión
el día grande de las fiestas de Trobajo, en honor a Santiago.
Seguimos en León sin estar en él. Es decir, en realidad estamos en Trobajo, hoy convertido en un barrio más
de la capital leonesa. La parroquial de San Juan Bautista
es del siglo XVIII.
La actual iglesia se construyó entre los años 1.794 y
1.801 siendo párroco Don Lázaro Avecilla y Hordás, según
reza en la piedra angular que hay encima de la puerta,
junto con una cruz de malta. Anexo al templo surgió el cementerio, tras la prohibición de enterramientos dentro de
las iglesias, que estuvo en funcionamiento hasta la construcción del actual a finales de los años 70, en que fue trasladado a la parte alta del pueblo, al paraje de Corral de
Vacas.
Hoy es una iglesia muy bien conservada, su arranque
es en piedra y el resto en ladrillo. En su interior tiene unos
excelentes bancos y un elegante pintado. Se encuentra
bajo la advocación de San Juan Bautista.
Dentro del templo la advocación a San Juan Bautista
se encuentra representada en una talla del siglo XVIII, al
igual que en la parte central del retablo hay otra talla renacentista; coronada en plata; de la virgen del Rosario del
siglo XVI. El sagrario es también del siglo XVI policromado
con tallas de San Pedro, San Pablo y la Oración del Huerto.
Hubo una cruz de oro de gran valor, que las tropas napoleónicas se llevaron como botín de guerra. Dos tallas de
escayola de San José y la Virgen María fueron donadas por
Dª. Sira Sampedro Manrique, viuda de Araú.
También se conserva en uno de los retablos laterales
una talla en madera de San Isidoro, que segun la tradición
procede de la antigua ermita de San Isidoro del Monte.
En 1741 fueron cedidas a la Iglesia de Trobajo tras el
desmonte del retablo flamenco de la catedral dos pinturas
que representaban a San Leandro y San Eugenio, estas
fueron colocadas a derecha e izquierda del sagrario a golpe
de sierra, hasta que con la restauración catedralicia de
principios de siglo XX fueron reclamadas para la reconstrucción del nuevo retablo.
La noche 22 de junio de 1868 fueron robadas, un
copón con tapa de planta y pie de metal, un caliz de plata,
unas crismeras de plata, una cruz del mismo metal, un viril
de metal blanco, tres albas y el dinero del cepillo de las
animas.
Tiene dos campanas refundidas en 1989 en Valencia.
Una está dedicada a San Juan Bautista y otra a “José y
111
112
María”. Para subir al campanario hay que subir por una
escalera interior de caracol. Una veleta con el nombre del
pueblo corona la espadaña.
La consagración a San Juan Bautista hay que buscarla en los orígenes del pueblo (años 970-997), donde había
tres iglesias diferenciadas, dedicadas a San Juan, San
Pedro y San Pablo, sobreviviendo solo la primera.
Pronto nos tropezamos con la vía férrea. Hay que
cruzarla por un puente peatonal. Unos metros después nos
adentramos por la derecha en la calle del Peregrino, que
transita paralela a la carretera, sólo separada de ésta por
una serie de bloques de casas de los del Plan de Desarrollo. Al final de esta calle volvemos a la concurrida N-120
que seguimos en leve ascenso.
Apenas 300 metros después, a la salida de una gran
curva, parte por la derecha una pista, convenientemente
señalizada. Es la calle Camino de la Luz, un duro repecho
de unos 200 metros con bodegas enterradas a ambos lados.
Coronado el fuerte repecho, alcanzamos la zona conocida como El Mirador (por razones que verás cuando llegues arriba), en la que hubo un crucero del que sólo queda
el pedestal. Nuestra pista continúa de frente, transitando en
medio de naves industriales, chatarrerías, campos yermos,
etc., que poco tienen que ver con la hermosura de la ciudad
leonesa.
Afortunadamente nuestro camino se halla perfectamente señalizado entre la maraña de pistas que atraviesan
este tramo. Como guía nos servirá además la torre del
Santuario de la Virgen del Camino y un enorme depósito de
agua, elevado que se divisa ya en el horizonte.
Este laberíntico camino desemboca en la carretera
que va al aeródromo militar. Nosotros seguimos de frente
por una calle que cien metros después describe una curva
de 90º a la izquierda para enfilar ya la explanada lateral del
Santuario de la Virgen del Camino.
irgen del Camino.- Su población, 2.791 habitantes, altitud 905 m. A Santiago 320 Km. Moderno
santuario edificado en 1961 por el arquitecto dominico portugués Curro Coello. Llaman la atención en su fachada las
13 enormes figuras de bronce (de seis metros cada una)
que representan a los Apóstoles y a la Virgen, obra del
escultor Subirachs.
En el interior se encuentra la imagen de la Virgen del
Camino, patrona de León, un retablo barroco del siglo
XVIII, y una Piedad del siglo XVI.
La Basílica Santuario de La Virgen del Camino fue en
sus orígenes una pequeña ermita construida en 1505 en el
lugar donde, según la leyenda, se apareció la Virgen al
pastor Alvar Simón Fernández. Con el auge y popularidad
del Camino de Santiago se hizo necesaria la construcción
de una nueva iglesia, más grande y lujoso: el actual Santuario.
El arquitecto dominico P. Francisco Coello de Portugal
es el autor de todo el proyecto arquitectónico, en el que se
conjugan el hormigón, la madera, la piedra y el vidrio. El
templo es un gran volumen rectangular de 50 metros de
longitud por 16 m de anchura, al que se le adosa un campanario de 53 metros de altura.
El edificio tiene forma de cajón rectangular, sugiere la
forma de un sepulcro que cobija al gran resucitado, y una
gran torre a modo de campanario con una cruz grande de
cemento que aporta sentido de verticalidad al conjunto.
Destacan las esculturas y puertas de bronce de Subirats. El
edificio tiene forma de cajón rectangular, sugiere la forma
de un sepulcro que cobija al gran resucitado, y una gran
torre a modo de campanario de 53 metros con una cruz
grande de cemento que aporta sentido de verticalidad al
conjunto. Destacan las esculturas y puertas de bronce de
Subirats.
Las esculturas de la fachada principal, así como las
cuatro puertas de acceso al Santuario, todas ellas de bronce, fueron realizadas por el escultor catalán José María
Subirachs. El grupo escultórico de la fachada representa la
venida del Espíritu Santo, que presupone la Resurrección y
Ascensión de Cristo a los cielos; son trece figuras de bronce, de 6 metros de altura y un peso de 700 kilos cada una.
De una sola nave. Sobresale la atmósfera de armonía
y de sosiego. Presidido por el retablo del altar mayor y, en
éste, por la figura central de la Virgen del Camino con el
Hijo entre sus manos. Es un conjunto monumental de tres
cuerpos y tres calles bien delimitados por tres pares de
columnas gemelas situadas a uno y otro lado de la imagen
de la Virgen.
En el centro lo más importante es la imagen de la Virgen. Está realizada por algún escultor anónimo de León,
bajo las indicaciones del pastor Alvar Simón. Los años
probables de su realización se sitúan entre 1505 y 1512. La
Virgen del Camino fue nombrada en 1914 patrona de la
región leonesa, y es centro de populares romerías, actualmente en declive por la propia caída y envejecimiento de la
demografía de los pueblos.
El pueblo tiene buenos servicios, a lo largo de la carretera, aunque carece de refugio, desde que los padres dominicos lo suprimieron de las grandes instalaciones que tienen enfrente de la singular iglesia, donde tienen un interesante museo de Ciencias Naturales.
Desde aquí hay dos opciones para llegar a Hospital de
Orbigo: La primera variante conduce hasta Villar de Mazarife. Esta localidad reivindica con fuerza el paso del Camino
por sus tierras. Una antigua vía romana y el patronato del
Apóstol son dos de los argumentos esgrimidos con más
fuerza.
Por esta ruta apenas hay servicios hasta el final de la
etapa. Es más tranquila. Se aleja del tráfico. Transcurre por
el páramo. Hay que coger a la izquierda por una pista de
tierra.
La ruta más histórica llega hasta San Martín del Camino. Transcurre casi en su totalidad por una pista paralela a
la N-120. Repleta de servicios. Hay que continuar de frente.
Por la primera opción: Pasaremos bajo tres viaductos
de la autovía y autopista, y por un camino de tierra, llegaremos a:
113
resno del Camino.- Su población, 105 habitantes,
altitud 890 m. A Santiago 316 Km. Su iglesia de San
Andrés es del siglo XVIII, que cuenta con un interesante
retablo renacentista. No tiene servicios para el peregrino.
Subimos una cuesta sobre las vías del ferrocarril y
llegamos a:
illavante.- Su población, 265 habitantes, altitud
840 m. A Santiago 299 Km. La iglesia de Santa
María de las Candelas es del siglo XVII. Bares. Salimos y
continuamos hacia una chopera, cruzamos la vía del ferrocarril, y después la autovía por un viaducto, y al lado de
una fabrica, tras cruzar la carretera N-120 llegaremos a:
ncina de Valdoncina.- Su población, 35 habitantes, altitud 900 m. A Santiago 315 Km. Su iglesia
de San Bartolomé, es una antigua ermita conocida como
San Bartolo.
Tampoco hay servicios para el peregrino. Al salir volvemos
a la pista de tierra y través del páramo salpicado de arbustos llegamos a:
uente Orbigo.- Su población, 270 habitantes, altitud 823 m. A Santiago 295 Km. Su iglesia de Nuestra Señora de la Purificación. En el pórtico de la iglesia
destaca una talla en piedra de la Patrona Nuestra Señora
de las Candelas.
Esta iglesia es prolongación de otra dedicada a Santa
Catalina, y a otra anterior dedicada a San Lázaro obispo de
Milán. La estructura actual data de 1710 año en que se
acabo de asentar el retablo qu representa a la Patrona, San
Pedro, San Blas y San Antonio de Padua.
El retablo lateral de la izquierda reproduce escenas de
la vida de Cristo, y el de la derecha de la Virgen.
Pueblo con la típica espadaña paramera de su iglesia
coronada por los nidos de las cigüeñas, y al que se llega
tras cruzar un pequeño arroyo.
Superado este poblado enfilamos el inmenso puente
gótico del siglo XIII, que da acceso a las adoquinadas calles de Hospital de Órbigo
hozas de Abajo.- Su población, 158 habitantes,
altitud 880 m. A Santiago 309 Km. Con su iglesia
dedicada a San Martín de Tours. Lo más dominante de
esta localidad es una torre de ladrillo que sustenta el depósito del agua. Tenemos un Bar y hacen bocadillos. El
camino entre esta población y la siguiente ha sido asfaltado, por el llegamos a:
illar de Mazarife.- Su población, 450 habitantes,
altitud 888 m. A Santiago 302 Km. Su iglesia dedicada a Santiago, tiene un retablo de seis tablas, tres de
ellas dedicadas a historias relacionadas con el Apóstol. En
el centro del retablo está Santiago Peregrino. A un lado la
reina Lupa con el Apóstol. También se puede ver a Santiago en la aguas y en la batalla de Clavijo.
Típica construcción paramesa de gruesos muros de
tapial revestido de argamasa. Se cierra a los pies con la
torre de canto rodado y mortero, rematada con espadaña
de ladrillo donde se asientan las campanas a las que se
sube por un husillo de setenta y dos peldaños de madera.
El cuerpo principal es obra del siglo XVI, y del primer tercio
del siglo XVIII la espadaña. El interior es de una nave, separada de la cabecera por un arco de medio punto rebajado; se cubre con artesonado liso y vigas al aire. La cabecera va coronada por una cúpula rebajada que oculta un artesonado de madera tallada del siglo XVI. El frente lo llena el
retablo mayor, obra anónima de buenos tallistas leoneses
del primer tercio del s. XVII.
Cabe reseñar otras piezas de notable valor artístico.
Así, la pila bautismal, gran copa de piedra pulida con bellos
motivos ornamentales, data del primer tercio del s. XVII. Y
la Cruz procesional; una excelente obra de plata repujada y
cincelada del platero leonés Juan de Mora, del primer tercio
del s: XVII. Y terminamos con otra interesante pieza de
orfebrería: la pequeña Custodia de plata sobredorada,
hecha en León en 1.698.
Refugio de 14 plazas, bares y hacen bocadillos. Cruzamos la carretera de Santa María del Páramo a Villadangos, y en linea recta, después de caminar unos cinco kilómetros llegaremos a la granja “Las Matillas”, pasaremos
por el desvío a San Martín del Camino, por la pista de tierra
llegaremos a:
114
Y por el segundo itinerario:
s más tradicional y que yo aconsejo; comenzaremos
junto al santuario, cruzaremos la carretera para descender por una pista de tierra. Pronto se cruza un arroyo
por un minúsculo puente de cemento y surge una bifurcación.
Tomamos la derecha para situarnos paralelos a la N120, muy cerca de ésta. Poco después se deja atrás el
cementerio y parece que nuestra pista va a desembocar en
la carretera, pero unos metros antes de que esto se produzca, un nuevo camino toma el relevo y nos mantiene a
distancia de la misma.
A ocho kilómetros de nuestro punto de partida en León
encontramos otro de los puntos negros y conflictivos del
Camino. Se trata de un complicadísimo nudo de carreteras
y salidas de autopista que ha invadido por completo el trazado original de nuestra ruta. El peregrino debe optar por
seguir las flechas amarillas, que están señalizando la ruta
por las cunetas, hasta atravesar el “nudo”.
El ancho arcén de la N-120 nos sitúa unos kilómetros
después en Valverde de la Virgen, hasta hace poco Valverde del Camino.
alverde de la Virgen.- Su población, 559 habitantes, altitud 891 m. A Santiago 316 Km. Antes llamado Valverde del Camino. La iglesia dedicada a Santa Engracia. Una nave construida en 1961 sustituyó a la primitiva
de la que se conserva la espadaña de la cabecera con dos
cuerpos y abundantes nidos de cigüeñas, y poco más, no
hay servicios para el peregrino. A la vista está ya el siguien-
te pueblo, San Miguel del Camino. Continuaremos los dos
kilómetros que nos separan, por el camino paralelo a la
carretera.
an Miguel del Camino.- Su población, 311 habitantes, altitud 898 m. A Santiago 314 Km. Su iglesia,
dedicada al Arcángel San Miguel, contenía una imagen de
Santiago del siglo XV, que fue trasladada al Museo de
León.
A la entrada de San Miguel, cien metros antes de un
panel informativo del MOPU, nos desviamos a la derecha
por una pista de tierra que pronto se convierte en calle de
asfalto y que atraviesa el pueblo por donde lo hacía la ruta
original.
En el extremo opuesto de San Miguel regresamos a la
N-120, pero sólo por unos metros. En seguida parte por el
otro lado de la calzada un camino que deberemos tomar
para transitar por una calle a la que asoman los portales de
numerosas bodegas.
Las pistas se suceden sin solución de continuidad, y
cuando parece que una va a desembocar en el asfalto surge otra que nos mantiene paralelos a la carretera, casi
nunca a más de 50 metros de ésta.
Es ésta una zona de paisaje poco definido. Si hasta no
hace mucho tiempo el páramo se extendía como tal hasta
estos parajes, en la actualidad, la proliferación de urbanizaciones, naves industriales y el progresivo abandono de la
producción cerealista y ganadera ha conformado un entorno bastante caótico en el que pretenciosas edificaciones se
asientan sobre agrestes llanos, rodeadas de semiabandonados campos de cultivo.
Durante siete kilómetros vamos enlazando caminos de
tierra, trozos del antiguo trazado de la carretera y pistas
vecinales. A la altura de la Urbanización Camino de Santiago se toma ya una pista asfáltica que nos introduce en
Villadangos del Páramo. Doscientos metros después del
grupo escolar cruzamos la N-120 para entrar en su calle
Real.
illadangos del Páramo.- Su población, 929 habitantes, altitud 890 m. A Santiago 307 Km. La Iglesia de Villadangos está dedicada a Santiago Apóstol,
patrón de la Villa. Es un templo de planta de cruz latina de
finales del siglo XVII o principios del XVIII.
El campanario de la Iglesia es una torre de espadaña,
coronada tradicionalmente con varios nidos de cigüeña. En
el año 2002, con la restauración de la torre se eliminaron
los nidos y se añadieron artilugios para evitar una nueva
nidificación.
En el atrio de la iglesia, formando parte del empedrado
podemos ver vértebras humanas formando dibujos.
El retablo barroco está presidido por la imagen de
“Santiago matamoros” del siglo XVIII, montado a caballo
con espada en ristre, sombrero a la Federica y con un moro
a los pies del caballo. Es una representación singular ya
que está de frente, cuando el resto de imágenes que se
encuentran a lo largo del Camino de Santiago están de
perfil.
En la parte superior del retablo podemos ver, a la izquierda, otra imagen de Santiago menos agresiva, Santiago peregrino; en el centro un lienzo que representa la crucifixión de Jesús en el que aparecen a los pies de Jesús la
Virgen y S. Juan; y a la derecha una imagen de S. Claudio.
En la parte central además de la mencionada imagen
de Santiago matamoros vemos dos lienzos que hacen referencia a la vida del Apóstol Santiago, en la parte izquierda
la aparición de la Virgen del Pilar al Apóstol y en la derecha
una representación de la Batalla de Clavijo, donde el Apóstol se aparece para ayudar a las tropas del Rey Ramiro.
A cada lado de los cuadros existen unas medias columnas salomónicas y en los extremos de esta parte central
aparece un cuarto de columna, este elemento es característico del arte Leonés (actualmente solo existen dos o
tres retablos más que posean este elemento).
En la parte inferior del retablo destacamos dos partes
similares cuadrangulares en las que aparece la cruz de
Santiago situada dentro de un círculo y rodeada de grandes
hojas de acanto, permanente en toda la decoración del
retablo.
En cada brazo lateral de la planta de la Iglesia se ubican dos pequeños retablos, de decoración más discreta y
menos recargada que la del retablo mayor. Poseen las dos:
friso, cornisa y frontón semejante a las fachadas de los
templos griegos. En el retablo del brazo derecho se encuentra una escultura de San Claudio Mártir, en la cabeza
de la misma y protegida por un cristal tenemos una reliquia
del santo. Cabe destacar que la imagen tiene los ojos de
cristal. La pintura de este retablo representa a Jesús con
cuatro de sus discípulos.
En el retablo de la izquierda existe un nicho enmarcado con unos salientes mixtilineos, llamados orejeras, propios del barroco. Destacar en este retablo la existencia de
unas pilastras a cada lateral del retablo que une este a la
pared. En las puertas de entrada hay representaciones de
la batalla de Clavijo.
Cuenta con un moderno refugio con capacidad para
46 peregrinos. Dispone además de seis duchas con agua
caliente y cocina.
A la salida de Villadangos, tras cruzar el Arroyo de
Lavadero, regresamos a la carretera, por la que seguiremos hasta San Martín del Camino unos tramos por camino
de tierra paralelo a la carretera y otros por el asfalto de la
cuneta.
an Martín del Camino.- Su población, 443 habitantes, altitud 870 m. A Santiago 302 Km. Su iglesia de
San Martín de Tours, en cuyo interior están las estatuas de
San Antonio Abad, San Martín, San Miguel y San Roque,
protectores también de los peregrinos.
La iglesia, de humilde espadaña, está sumamente
cuidada y con un retablo relativamente reciente, que preside un inmenso Cristo sobre un cuadro de tonos tenebrosos,
a cuya izquierda se halla San Martín, el santo titular de la
parroquia, montado a caballo y en actitud de cortar su capa
para entregarla a quien la necesita.
En la entrada de la iglesia local se conserva una pie115
dra con la fecha de 1643, previsiblemente el año de construcción del templo. La piedra, por su forma, parece ser la
clave de la antigua puerta de entrada. Aquella iglesia se
renovó hacia 1900, época de la que es la parte superior de
la espadaña de ladrillo, y posteriormente, ya en el final del
siglo
En la plaza de San Martín, a la altura del bar Cubano,
nos desviamos a la derecha para enfilar la calle Ancha. Al
final de ésta el Camino cruza el Canal del Páramo. Las
flechas pintadas en una caseta cercana señalan un estrecho paso situado enfrente.
De este lugar parte por la derecha una pista en dirección a Puente de Órbigo.
uente Orbigo.- Su población, 270 habitantes, altitud 823 m. A Santiago 295 Km. Su iglesia de Nuestra Señora de la Purificación. En el pórtico de la iglesia
destaca una talla en piedra de la Patrona Nuestra Señora
de las Candelas.
Esta iglesia es prolongación de otra dedicada a Santa
Catalina, y a otra anterior dedicada a San Lázaro obispo de
Milán. La estructura actual data de 1710 año en que se
acabo de asentar el retablo qu representa a la Patrona, San
Pedro, San Blas y San Antonio de Padua.
El retablo lateral de la izquierda reproduce escenas de
la vida de Cristo, y el de la derecha de la Virgen.
Pueblo con la típica espadaña paramera de su iglesia
coronada por los nidos de las cigüeñas, y al que se llega
tras cruzar un pequeño arroyo.
Superado este poblado enfilamos el inmenso puente
gótico del siglo XIII, que da acceso a las adoquinadas calles de Hospital de Órbigo
ospital de Órbigo.- Su población, 1.100 habitantes, altitud 819 m. A Santiago 296 Km. Aunque
debe su nombre al antiguo Hospital de los Caballeros Hospitalarios de San Juan, su referente más significativo evoca
el famoso desafío o “paso honroso” realizado por el caballero leonés Suero de Quiñones, quien en el año jubilar de
1434 y merced a un compromiso adquirido con una dama,
se obligó ante el Apóstol a defender este paso hasta romper 300 lanzas. Concluida semejante empresa y libre ya de
su prisión de amor, el caballero peregrinó basta Compostela.
La Iglesia de San Juan, de los siglos XVII y XVIII, es
su monumento principal. Construida con mampostería y
plana de cruz latina. En la espadaña de tres cuerpos a sus
pies se aloja el reloj de la villa y campana. El acceso por el
pórtico de triple arco y reja deja ver sobre el mármol de la
portada la imagen de San Juan Bautista en hornacina de
madera al lado del escudo de sus fundadores, los caballeros de la Orden de San Juan. El interior se decoró con un
retablo plateresco.
El peregrino de hoy dispone en Hospital de Órbigo de
dos confortables refugios. Uno de ellos, el municipal
(bastante alejado, situado en el Parque), cuenta con 30
literas, duchas de agua caliente y cocina completa.
El otro ha sido construido por un grupo de jóvenes
116
alemanes, subvencionados por la empresa Mercedes Benz.
Está en la calle Álvarez de la Vega y dispone de 30 camas,
duchas con agua caliente y cocina.
19ª Etapa (35 Km)
Hospital de Órbigo-Rabanal del Camino
la salida del puente dejamos a la derecha una gran
chopera, área de esparcimiento de los lugareños, y
entramos en la calle Mayor. Unos metros más adelante
nuestro camino cruza la carretera que va a La Magdalena.
Nosotros seguiremos de frente hasta encontrarnos con una
bifurcación en la que aparecen flechas pintadas en las dos
direcciones.
El Camino original iba por la derecha y en la actualidad se halla bien señalizado, (últimamente lo han arreglado), ó podemos optar por seguir de frente por una pista de
tierra que alcanza la carretera.
Si optamos por este, siete kilómetros después, y tras
ascender el Altillo del Foyo, una señal de carretera del Camino de Santiago nos advierte del punto de partida de un
camino de tierra que se aparta de la carretera por la derecha, dejando entre éste y el asfalto una valla de protección.
Este camino nos conducirá hasta un tramo muerto del trazado antiguo de la renombrada N-120, junto a uno de esos
paneles informativos del MOPU.
La segunda es un par de kilómetros más larga que la
primera. Ambas confluyen en el crucero de Santo Toribio,
antes de llegar a San Justo de la Vega.
Yo aconsejo la segunda. Un cómodo paseo a través
de campos de labor enlaza con Villares de Órbigo,
illares de Órbigo.- Su población, 350 habitantes,
altitud 833 m. A Santiago 293 Km. Su iglesia, con
torre de ladrillo, está dedicada a Santiago el Mayor.
Se trata de un edificio exento, situado en el centro de
la población, con un espacio libre adosado a la fachada sur
y delimitado por un murete y reja.
Esta Iglesia fue construida en la primera mitad del
siglo XVIII, es de planta rectangular, en forma de cruz latina
(nave principal más crucero), con la torre-campanario, adosada por el fondo o lado oeste. La torre tiene una base de
mampostería de piedra sin escuadrar que se eleva hasta
una altura de unos siete metros y se continua con muros de
fábrica de ladrillo macizo hasta la cubierta. El porche y la
sacristía están adosados a la fachada sur y a la norte el
salón parroquial.
Una custodia de plata en el altar mayor, labrada y
dorada con “ecce hornos” en la puertecilla y los apóstoles
San Pedro y San Pablo a los lados. Una cruz de plata,
grande, toda labrada y cincelada: por un lado tiene el Crucificado y por el otro a Santiago.
Un retablo grande, que está en el altar mayor, preside
la imagen del Sr. Santiago de bulto, con su custodia y sobre la custodia se asienta la imagen del Carmen, que donó
Antonio Álvarez Benavides, vecino de Villares, e hizo fun-
dar la cofradía de la Virgen del Carmen, cuya fiesta se celebra el día de la Purificación o Anunciación.
Tiene otro retablo labrado y dorado en el que está la
Virgen del Rosario y en el tabernáculo de arriba la imagen
del Salvador, donado por Santiago Pérez el Viejo, vecino
de Villares, y fundó la cofradía de Ntra. Sra. del Rosario.
Otro retablo en el que está San Antonio de Padua. Otro
retablo en el altar de Santa Catalina, cuya imagen es de
bulto redondo y las tablas pintadas a pincel con las imágenes de la santa, San Bartolomé, San Lorenzo, San Bernardino y otros santos. Tiene un altar de San Ildefonso que
tiene un santo Cristo.
Cruzamos la carretera y un canal de riego, subimos y
bajamos un pequeño cerro, tomamos una pista asfaltada y
en dos kilómetros llegaremos hasta Santibáñez de Valdeiglesias.
antibáñez de Valdeiglesias.- Su población, 190
habitantes, altitud 861 m. A Santiago 290 Km. Su
parroquia está dedicada a La Santisima Trinidad de finales
del XIX, en su interior encontramos unas interesantes tallas
de San Roque Peregrino y de Santiago Matamoros.
Es evidente el carácter defensivo que tuvo este templo
en épocas pretéritas. Macizo, con escasísimos vanos, daba
prioridad a la necesidad de protección de sus feligreses,
antes que a la luminosidad o las concesiones estéticas. Su
alta torre, que servía para dar la señal de alarma en situaciones de peligro, concede verticalidad al conjunto a través
de su cuerpo de campanas y su espadaña.
De Santibañez de Valdeiglesias, además de destacar
su iglesia parroquial, y la fuente que discurre por el subsuelo del pueblo, en las afueras del pueblo se ha realizado un
laberinto de maíz uno de los más grandes del planeta. Todos los veranos ofrece un recorrido distinto. El origen de
esta actividad está muy relacionado con el Camino de Santiago. En especial, con la corriente que opina que el juego
de la oca está basado en la ruta jacobea. De este modo,
Santibáñez representaría la casilla 42: el laberinto.
Tiene un refugio municipal de 15 plazas.
Subimos al alto de Colomba, otra vez por camino de
tierra; luego por un camino empedrado, y después por otro
camino agrícola.
Tras este precioso pero árido paso, la Casa de los
Deseos se presenta como un oasis en el desierto. David es
un joven catalán que decidió dedicar su vida al servicio de
los peregrinos. Para ello se estableció en una vieja nave
agrícola abandonada. Desde un carrito de los helados restaurado ofrece a los peregrinos, sin nada a cambio, fruta,
zumos, limonada… Él mismo explica en su blog que el
dueño de la nave en la que vive solicita 24.000 euros por la
propiedad. A través de la Fundación La Casa de los Dioses
acepta donativos de un euro para poder hacer frente al
pago.
Se asciende por un camino de monte hasta llegar al
crucero de Santo Toribio, como el otro camino; éste es
igual de largo, y no se va por carretera.
Desde aquí, un corto tramo por entre viñas y campos
de maíz nos va a situar frente a una espectacular panorá-
mica. A nuestros pies la fértil vega del río Tuerto, surcada
por innumerables regatos. Enfrente, Astorga, encaramada
en un cerro sobre el que destacan las imponentes torres de
la catedral. Y, al fondo, los montes de León, sobre los que
se eleva el mítico monte Teleno, en cuyas cimas moraba el
dios Marte.
Santo Toribio fue obispo de Astorga en el siglo V, al
marcharse de Astorga, dicen que aquí sacudió sus sandalias y mirando a la ciudad dijo: “De Astorga, ni el polvo”.
Luego lo nombraron patrono de la ciudad.
Desde este privilegiado lugar se desciende por una
pista de tierra en pronunciada pendiente hasta alcanzar
otra vez la N-120, por la que llegaremos a San Justo de la
Vega.
an Justo de la Vega.- Su población, 1.457 habitantes, altitud 853 m. A Santiago 282 Km. La parroquia
está dedicada a los santos Justo y Pastor. Del templo original, edificado en el siglo XVI, ha sobrevivido la espadaña
adosada a la torre. En lo alto una familia de cigüeñas. El
edificio actual es de factura reciente. La imagen de San
Justo, es obra de Gregorio Español y data del XVI. Cohabitan un altar del XVII y un retablo moderno que saliera de
las manos de un artista local.
La iglesia tiene una sola nave principal, con un crucero
saliente, la torre a los pies en el lado de la epístola, capilla
bautismal dentro del muro al lado de la torre, sacristía adosada el brazo sur del crucero, una antigua sacristía sagrario
en el brazo norte del crucero y tribuna elevada, con dos
puertas, una bajo el coro, en el hastial oeste, y otra en el
tramo central de la iglesia en el muro norte protegida por un
pórtico.
La nave consta de cabecera y tres tramos: transepto o
crucero saliente, central y tribuna. La cabecera es similar a
las iglesias parroquiales desde el final del siglo XV y el XVI.
Está reforzada, en los ángulos por contrafuertes exteriores.
La cabecera no tiene ventanas, recibe la luz de los brazos
de la cruz, espacios éstos, cubiertos con bóveda de medio
cañón decorada con casetones, obras de Bartolomçe de
Pedraja y Julio Gutiérrez en 1605 según el libro de visitas
de 1606 del archivo parroquial de Otero, y de Pedro de
Brizuela la del Evangelio en 1615.
En el crucero del lado sur se hace una sacristía nueva
por Pedro de Brizuela, con una bóveda de pequeña semiesférica que se abre perpendicularmente a la bóveda principal para iluminarla. La antigua sacristía sagrario del lado
norte, tiene una bóveda gótica de crucería simple cuyos
nervios apoyan en mensuras dispuestas en los ángulos de
modo de veneras convexas, acanaladas que parecen quedar suspendidas en el aire, al no haberse dispuesto la columna de apoyo. Su puerta actual ha quedado reducida a
un estrecho paso en el espacio que deja libre el retablo del
Santísimo Cristo del Crucero.
A la salida de esta localidad, cien metros después de
cruzar el puente de piedra sobre el río Tuerto, abandonamos la carretera para introducirnos por la derecha por un
camino que conduce a una chopera próxima. Al llegar a la
altura de un merendero, deberemos girar 90º a la izquierda
117
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para continuar por una buena pista, apta para coches, que
transita paralela a la carretera.
La Catedral y el Palacio Episcopal de Astorga se nos
muestran ya con diáfana nitidez, pero antes de entrar en la
villa leonesa, capital de la Maragatería, aún hemos de cruzar un puentecillo romano de la Molderia Real, que salva el
cauce del pequeño riachuelo de las Molderas o canal del
Tuerto. Al otro lado del puente tomamos a la izquierda una
pista que nos dejará en la carretera.
En apenas 200 metros se cruzan dos vías férreas por
una pasarela sobre la vía del tren justo antes de la llegada
a Astorga. Unos metros más adelante, en una curva a la
derecha de escasa visibilidad, deberemos cruzar la calzada
para tomar una pista de tierra entre campos de labor. Un
camino conocido como Travesía Minerva nos situará al
comienzo de la calle Puerta del Sol, por la que la ruta jacobea entra en Astorga.
La calle Puerta del Sol es un duro repecho de 200
metros que finaliza junto al Convento de San Francisco y el
hospital de las Cinco Llagas. Desde aquí el itinerario urbano continúa por la calle San Francisco hasta la Plaza Mayor, sede del Ayuntamiento. Vienen después las calles Pío
Gullón, Santiago Crespo y Santiago, por la que el peregrino
llega al conjunto monumental formado por la Catedral, el
Palacio Episcopal y los restos de la muralla romana.
storga.- Su población, 12.500 habitantes, altitud
870 m. A Santiago 278 Km. Es la Astúrica Augusta
de los romanos, emplazada en el cruce de seis vías militares y lugar estratégico para el control de las importantes
minas de metales preciosos del Sil y del Órbigo.
De su conjunto artístico destacan:
La Catedral. El origen de la catedral, dedicada a Santa María, se remonta a 1069, cuando un primer templo fue
consagrado por el obispo Pedro Núñez. Posteriormente fue
reconstruida en 1087, bajo el obispo Osmundo y en el siglo
XIII, siendo obispo Pedro Fernández. Esta última reedificación fue la base para la definitiva ampliación, que comenzó
en 1471. Desde ese momento las obras se prolongaron
hasta el siglo XVIII, motivo por el cual en su traza se conjugan elementos góticos, renacentistas y barrocos.
El templo presenta planta rectangular, cabecera de
tres ábsides, tres naves y falso crucero; a ambos lados de
la fachada principal se erigen dos torres. La primera parte
del edificio, de traza gótica, se levantó a finales del siglo XV
y primer tercio del XVI. A lo largo de este último dirigieron
las obras Francisco de Colonia, Juan Gil de Hontañón y
Rodrigo Gil de Hontañón, quien aportó los elementos renacentistas presentes especialmente en el crucero y la puerta
sureste.
A finales del siglo XVII se inició la fachada principal: el
conjunto de la misma -que está en estilo barroco churrigueresco, con tres puertas bajo arco y flanqueada por dos
torres- se organiza a modo de retablo pétreo, con abundante decoración a lo largo de la misma.
De estas, la izquierda data de 1678 pero se vio afectada por el terremoto de Lisboa de 1755 primero y por la
Guerra de la Independencia después -motivo por el cual no
se finalizó hasta 1965-, y la derecha se inició en 1692 y se
terminó en 1704.
También en el exterior, sobre una de las torretas que
coronan la cabecera, se encuentra la estatua de Pedro
Mato, personaje legendario vinculado a la batalla de Clavijo.
En el interior, además del coro con sillería del siglo
XVI y reja del XVII, se distribuyen las distintas capillas:
siete en los laterales de las tres naves, tres en la cabecera,
una en cada brazo del falso crucero y dos más en la base
de cada una de las torres.
De todas ellas destacan especialmente la capilla de
Nuestra Señora de la Majestad, en cuyo retablo se encuentra la imagen de la Virgen de la Majestad, del siglo XII; la
Capilla Mayor, en la que se encuentra el retablo de estilo
renacentista obra de Gaspar Becerra; y la capilla del retablo de San Miguel, ejemplo del arte hispano-flamenco del
siglo XVI.
También forman parte del conjunto catedralicio la cripta, construida en 1521 debajo del presbiterio para ser panteón de los marqueses de Astorga; el claustro, de estilo
neoclásico de 1755 y que consta de cinco arcadas en cada
ala unidas por pilastras jónicas; la sacristía, de 1772 y en la
que destaca un altar-relicario en estilo rococó; las dependencias del Museo Diocesano y el Archivo Diocesano.
El Palacio Episcopal. Tras el incendio de 1886, en el
que se quemó el antiguo palacio episcopal, el obispo Joan
Baptista Grau i Vallespinós encargó el proyecto de un nuevo palacio al arquitecto modernista Antoni Gaudí, con quien
el obispo mantenía una vieja amistad. Las obras se iniciaron en 1889, pero tras el fallecimiento del obispo en 1893
Gaudí renunció a la dirección de la obra por desavenencias
con el Cabildo, cuando todavía faltaban por construir el
segundo piso y el ático.
Le sucedieron, sin éxito, los arquitectos Francisco
Blanch y Pons y Manuel Hernández Álvarez-Reyero, hasta
que con Julián de Diego y Alcolea como obispo se nombró
como nuevo director del proyecto a Ricardo García Guereta, que concluyó el edificio en 1913. Durante la Guerra Civil
Española, sirvió de cuartel y sede de la Falange, y tanto en
1943 como en 1956 el edificio sufrió diversas reparaciones
con la intención de convertirlo en residencia del obispo.
Esta función nunca llegó a consumarse, y bajo los
pontificados de Marcelo González Martín y Antonio Briva
Miravent se promovió el edificio como Museo de los Caminos, inaugurado en 1963.
El palacio, construido en granito gris procedente de El
Bierzo, sigue los cánones historicistas de la arquitectura de
finales del siglo XIX y principios del XX -en este caso en
estilo neogótico- y presenta planta de cruz latina y cuatro
fachadas, con cuatro torres en cada uno de sus ángulos. La
pretensión inicial fue la de conjugar en el mismo edificio las
características de un castillo y palacio de ahí la incorporación, por ejemplo, de un foso. La entrada es un pórtico con
tres arcos abocinados, separados entre sí por contrafuertes
inclinados, que se remata con un frontón; Gaudí había proyectado coronar la fachada con un ángel de cinco metros
de altura pero finalmente no se llevó a cabo esta idea.
119
La parte posterior presenta un ábside, correspondiente
a la capilla, que se rodea de tres pequeños absidiolos. La
planta baja contiene un gran vestíbulo, del que parte la
escalera noble, cuya altura permite la apertura de ventanas
triangulares que proporcionan una gran luminosidad, esquema ya utilizado por Gaudí en el Palacio Güell y que se
repite en otras estancias del palacio episcopal como el
despacho, el salón del trono, el comedor o el dormitorio. La
estructura del edificio se sustenta en pilares con capiteles
decorados y en bóvedas de crucería sobre arcos ojivales
de cerámica vidriada. En los exteriores se conservan las
figuras de tres ángeles, con los correspondientes atributos
episcopales (mitra, pectoral y báculo), que fueron diseñados por Gaudí como remate de la cubierta pero que nunca
llegaron a ocupar ese lugar.
El Ayuntamiento. La construcción del edificio del
ayuntamiento comenzó en 1683 según el proyecto de Francisco de La Lastra y terminó en 1703. Posteriormente se
añadieron los balcones (1730, Francisco García Casella),
los remates de las torres laterales (1739, José Álvarez de la
Viña) y la espadaña central (1748, Domingo Martínez), que
sirvió para alojar el reloj y las campanas, la mayor de las
cuales está acompañada de dos muñecos vestidos de maragatos, llamados Juan Zancuda y Colasa, que marcan las
horas golpeándola con un mazo.
Se trata de una fachada en tres plantas, con el eje de
simetría en el arco de medio punto que da acceso al edificio, la espadaña y el escudo real. En el conjunto escultórico
destacan los elementos que hacen la función de gárgolas y
los escudos de la ciudad y de los marqueses de Astorga en
la torre derecha e izquierda respectivamente. En su interior
sobresale el salón de plenos, presidido por varias lápidas
conmemorativas, que recuerdan unas a personajes ilustres
como Manuel García Prieto, Pío Gullón Iglesias, Lope María Blanco de Cela, Manuel Gullón y García Prieto y Marcelo
Macías, y otras las fechas más destacadas de la historia de
la ciudad. El edificio fue rehabilitado en 1987 por Andrés
Lozano.
Convento de San Francisco. El convento de San
Francisco, que en la actualidad alberga el Museo de Astorga, data del siglo XIII. La leyenda narra cómo San Francisco de Asís, peregrino a Santiago de Compostela, hizo noche en la ciudad sin ser reconocido, salvo por el obispo de
Astorga, quien le ofreció fundar un convento. Poco después
se inició su construcción en la que habitó la comunidad
franciscana hasta la desamortización de Mendizábal en
1835.
En 1883, el obispo de Astorga ofreció a los misioneros
Redentoristas fundar una comunidad, lo que llevó a la restauración del antiguo convento, pasando a ser un centro
misionero. A principios del siglo XIX se le añadió al edificio
una capilla, llamada de la Santa Vera Cruz, que en su interior exhibe notables esculturas relativas a la pasión de Cristo. En la actualidad, además del museo, también acoge una
casa de enfermería de los Redentoristas ancianos y un
colegio-seminario.
Convento de San Bartolomé. Del siglo XI ha sido
remodelada a lo largo de los años formando un conglome120
rado de estilos y épocas. En la actualidad consta de tres
naves y un crucero con dos bóvedas del siglo XVI. La torre
es del siglo XIII y la portada del XIV.
La capilla mayor posee una cúpula de medio arco con
un florón central; el retablo churrigueresco de 1699 de José
del Castillo con escultural hechas por José de Rozas representando a San Bartolomé, San José, San Juan Bautista y
el Crucificado. Mencionar la capilla cerrada dedicada a la
Virgen de las Angustias de José de Rozas
En este templo podemos ver otros retablos como el de
la Virgen del Rosario, de estilo churrigueresco, con
una escultura de la misma hecha por Ambrosio Rubio en
1706; Otros dos de estilo barroco con imágenes de San
Fernando y San Pedro Mártir uno y el otro dedicado a la
Virgen del Carmen.
Convento de Santa Clara. Fue fundado en el siglo
XIV por Álvaro Núñez Osorio. Destacar la fachada principal
de estilo gótico del siglo XIV. En su interior vemos un retablo prechurrigueresco con esculturas de San Antonio de
Padua, San Francisco de Asís y Santa Clara. Otro de estilo
neoclásico con una escultura de San Benito de Palermo.
Iglesia de Sancti Spiritu. Es una iglesia de una sola
nave con bóvedas de crucerías del siglo XVI. Posee cinco
retablos barrocos del siglo XVIII.
El retablo mayor es de estilo churrigueresco, con columnas clásicas salomónicas y ajarronadas leonesas. En
las hornacinas vemos las figuras de Santa Isabel, San
Francisco y la Inmaculada Concepción. En el centro de la
iglesia y a ambos lados de la misma tenemos dos retablos
churriguerescos dedicados a San Antonio de Padua y otro
a la Virgen del Rosario. En sus áticos vemos las esculturas
de San Miguel Arcángel y Santa Librada.
A la entrada dos retablos de estilo rococó. El de La
Epístola, dedicado a San Cristóbal, conformado por dos
pequeñas esculturas de San José y San Lorenzo a los
lados y posiblemente San Jerónimo en la parte superior. El
de San Francisco Javier cuya talla ocupa la parte central
acompañada de las de Santa Ana y San Joaquín. Todo él
adornado con ángeles y la figura de Dios Padre.
Iglesia de San Esteban. La estructura es muy sencilla, de una sola nave, siendo muy reformada en el siglo
XVII, sobre todo en el testero o cabecera. Especial interés
tiene la torre, que data de la primitiva construcción y forma
un porche a los pies de la iglesia, con un pórtico del mismo
estilo que el compostelano de las Platerías. Los muros
laterales presentan estribos o contrafuertes, la pizarra y con
buen grosor y que en su día debieron contrarrestar una
bóveda de cañón. Ventanas lisas con abocinamiento o
derrame hacia el interior. La iglesia por dentro ha sufrido
modificaciones en su única nave, de XVII, habiendo desaparecido su ábside original.
Iglesia de Fátima. Antiguamente era la iglesia de San
Julián. La entrada compuesta por cuatro capiteles románicos tres de tipo vegetal y otro historiado. Templo de una
sola nave con capillas laterales, es de estilo puramente
barroco. Destaquemos las yeserías churriguerescas con
motivos geométricos del siglo XVIII. Varios retablos conforman la ornamentación interior. El central de estilo churri-
gueresco. La capilla de la izquierda acoge un retablo neoclásico con una pequeña talla de la Inmaculada del siglo
XVII.
Antiguamente poseía una cruz procesional del 1650,
obra de Pedro González del río y una imagen de la Virgen
del Socorro de 1677, hoy desaparecidas.
Hospital de San Juan Bautista. El Hospital San Juan
Bautista, es una institución benéfico-asistencial, que data
de tiempos inmemoriales. Noticias sobre su existencia como hospital para los peregrinos que hacían ruta hacia Santiago de Compostela, vienen del siglo XII, pero hay vestigios de su existencia entre los siglos X y XI.
Está adosado a uno de los lienzos de muralla más
grandes y mejor conservados de Astorga. A lo largo del
tiempo ha sufrido incendios y avatares diversos. En los
años 1801 y 1802, como consecuencia de la peste, llegó a
tener hasta 400 camas.
De carácter religioso son también el Seminario Mayor,
obra de 1756 con fachada de tres alturas y trazas herrerianas, que cuenta con tres claustros cerrados y capilla neoclásica; la iglesia de Santa Colomba de Puerta de Rey,
ubicada desde el siglo XVII -aunque el edificio existente es
fruto de numerosas reformas posteriores- en las cercanías
del desaparecido convento de San Dictino; la capilla de la
Vera Cruz, del siglo XV pero reconstruida en 1816; la iglesia de San Pedro de Rectivía, surgida a la vera del Camino
de Santiago, que presenta traza moderna y fachada cubierta de mosaicos instalados en los años noventa; y la iglesia
de San Andrés, construida en ladrillo a principios del siglo
XX por Hernández Álvarez-Reyero -influenciado por Gaudísegún las pautas de la arquitectura historicista, con trazas
de estética gótica, y que alberga en su interior un retablo
barroco de la desaparecida iglesia de San Miguel. Otra de
las edificaciones erigidas bajo influencia modernista es la
Casa Granell, construida entre 1910 y 1915 por Antonio
Palacios Ramilo -autor, entre otras obras, del Palacio de
Comunicaciones de Madrid- por encargo de un empresario
chocolatero.
Otras construcciones de interés son el Hospital de las
Cinco Llagas, que fue uno de los hospitales de peregrinos
más importantes de la ciudad -sus orígenes se remontan al
siglo XI- y sobre el cual se construyó un edificio en el siglo
XVIII, del que tan solo se conserva la portada, y la Celda de
las Emparedadas, pequeño espacio entre la capilla de San
Esteban y la iglesia de Santa Marta que utilizaron en la
Edad Media las mujeres que se emparedaban toda su vida
por penitencia; cuenta con una ventana enrejada que permitía la caridad y sobre ella se lee la inscripción
«ACUÉRDATE DE MI CONDICIÓN, PUES ESTA SERÁ LA TUYA. YO
AYER, TU HOY».
Astorga fue, después de Burgos, la ciudad que llegó a
contar con mayor número de hospitales y albergues para
peregrinos; hasta 22 llegó a ofrecer. De su tradición hospitalaria da fe una ordenanza del gremio de los zapateros de
la ciudad que, a mediados del siglo XIII, sólo permitía trabajar en domingo como caridad para los peregrinos necesitados de calzado para su andadura. Hoy esa tradición se
mantiene con un cuidado grupo de albergues, no sólo en
Astorga sino en toda su mancomunidad. El de Astorga es
municipal, situado a la entrada de la ciudad, con 36 plazas,
duchas con agua caliente, lavadero y sala de estar.
La Maragatería y El Bierzo, dos de las comarcas más
genuinas de la península, son recorridas por este tramo del
Camino de Santiago. Etapa que significa una brusca transición entre las rectas de la llanura paramera y los caminos y
carreteras serpenteantes, en continuas subidas y bajadas
que nos esperan hasta Compostela.
El techo del Camino, la Cruz de Ferro (1.504 m.) separa estas dos comarcas. En su ladera oriental, los maragatos, un pueblo de orígenes desconocidos y marcada singularidad étnica, que conservaba hasta hace bien poco una
organización social cerrada, casi tribal, ajena a cualquier
influencia externa. Los maragatos, conocidos arrieros y
mercaderes, crearon una importante red de comunicaciones entre Galicia, Asturias y la meseta. La llegada del ferrocarril los obligó a emigrar dejando estos pueblos, quizá los
más bonitos de la península, en un lamentable estado de
abandono.
Al otro lado del Monte Irago, la Hoya del Bierzo, un
impresionante espacio natural cerrado al noroeste por las
Sierras de los Ancares y de O’Caurel, y al sudeste por los
Montes de León. La proliferación industrial de Ponferrada y,
en particular, una central térmica, cuyas gigantescas chimeneas se levantan arrogantes en pleno centro del valle,
desvirtúan un tanto su idílica imagen.
El camino de Santiago deja la Plaza de la Catedral de
Astorga por la calle de las Juderías para, atravesar la calle
San Pedro, llegar al cruce con la carretera de La Coruña.
Una señal de carretera nos indica que debemos seguir de
frente, en dirección a Castrillo de los Polvazares. Un par de
kilómetros y llegaremos a Valdeviejas.
aldeviejas.- Su población, 154 habitantes, altitud
870 m. A Santiago 276 Km. Junto a la carretera,
esta la ermita del Ecce Homo. De origen medieval, fue
remodelada en el siglo XVIII. En la iglesia de San Verísimo,
se encontraba un retablo gótico, que fue trasladado al Museo de los Caminos de Astorga.
En esta bella iglesia hubo antaño un pozo que ayudaba a los peregrinos a saciar su sed. La leyenda recuerda
cómo una mujer que se dirigía a Santiago se detuvo en él
para coger agua con la mala fortuna de que su hijo cayó en
su interior. Invocando la madre al Ecce Homo, las aguas
comenzaron a crecer, salvando al muchacho. Tal y como
recuerda la memoria popular, parece ser que este hecho
inspira la inscripción que se conserva en la ermita: «Echa
limosna, viajero, a este Santo Ecce Homo y al instante
verás cómo sales del atolladero».
La autopista ha cambiado un poco la topografía del
camino, pero no pone dificultades, al peregrino ya que se
atraviesa por un paso elevado, la autovía, que desde esta
etapa hasta Galicia nos acompañará en diversos tramos
Caminamos poco más de un kilómetro, y llegamos al
primer pueblo maragato: Murias de Rechivaldo.
121
urias de Rechivaldo.- Su población, 115 habitantes, altitud 880 m. A Santiago 270 Km. La Iglesia
Parroquial de San Esteban es del siglo XVIII, es el mayor
monumento del pueblo. Destaca sobre todo la espadaña de
su fachada. Todo el conjunto está construido en el siglo
XVIII, y lo más destacable de ella es un relieve de la Virgen
del Pilar y la imagen de san Roque peregrino venerada en
su interior..
Cuenta, al igual que el resto de los pueblos de la Mancomunidad de Astorga, con un buen refugio de 20 plazas con
duchas y agua caliente.
A la entrada de Murias, y visiblemente señalizado,
parte por la izquierda de la calzada un camino de tierra que
tomamos para transitar por detrás de las casas de este
poblado.
Una vez fuera del pueblo, nuestra pista se separa
cada vez más de la carretera. Enfilamos ya los Montes de
León, con la silueta del Teleno recortando el horizonte durante buena parte de la etapa. El ascenso es muy leve, casi
imperceptible durante estos primeros kilómetros que discurren por un buen camino de tierra rojiza entre monte bajo y
vegetación esteparia. Sólo las retamas y alguna encina
solitaria consiguen mantenerse en este agreste paraje.
Si ha llovido recientemente, este camino se convierte
en un pegajoso barrizal. No obstante, y gracias a la permeabilidad del terreno y al frecuente viento que suele soplar por la zona, bastan apenas un par de días para que el
camino adquiera la consistencia necesaria como para permitir el tránsito cómodo del peregrino, que si se aburre, en
vez de contar arbolitos, como podía hacer en la “autopista
del peregrino”, aquí puede contar torres del tendido eléctrico; hay dieciocho y están separadas unos ciento cincuenta
metros la una de la otra.
Por la derecha, apenas a un kilómetro, vemos Castrillo
de los Polvazares. El trazado original de la ruta jacobea no
pasa por esta localidad maragata, pero su belleza bien
merece un pequeño rodeo. Abandonamos por tanto el camino para tomar una pista que por la derecha nos conduce
directamente a Castrillo de los Polvazares.
astrillo de los Polvazares.- Su población, 86 habitantes, altitud 907 m. A Santiago 270 Km. Arquetipo de poblado maragato, declarado Conjunto Histórico
Artístico, es un pueblo inolvidable.
Los arcos, dinteles y marcos de las viviendas pintados
de blanco, y las puertas y ventanas pintadas de verde y
azul contrastan con la tonalidad rojiza de las piedras y de la
argamasa con la que han sido construidas estas edificaciones. Aparte de la capilla del Cristo y la parroquia, tienen un
conjunto de casonas provistas de enormes portones y patios. El complejo y particular sistema de empedrado de las
calles colabora con sus miles de matices a conferir un aire
mágico a este pueblo calificado por muchos como el más
bello de España.
En Castrillo de los Polvazares también hay un refugio
para peregrinos con 20 camas y duchas con agua caliente.
Salimos de Castrillo de los Polvazares por la carretera
de Santa Colomba, por la que pronto llegamos a un cruce,
122
punto de encuentro con nuestra ruta original. En el citado
cruce se toma la derecha (o se sigue de frente en el caso
de que no se haya entrado en Castrillo de Polvazares) hasta llegar a Santa Catalina de Somoza.
anta Catalina de Somoza.- Su población, 50 habitantes, altitud 987 m. A Santiago 267 Km. En su
iglesia de Santa María del siglo XVIII, reformada en 1982,
hay una reliquia de San Blas, patrono del pueblo. Para los
peregrinos más curiosos saber que fue en este enclave
donde nació Aquilino Pastor, un músico maragato que durante sus 102 años (falleció en 1991) trató de preservar y
transmitir la cultura y folclore maragatos. Fue nombrado Tamborilero Mayor de la Maragatería. Un busto recuerda su figura en la plaza principal de Santa Catalina de Somoza.
Cuenta con un refugio muy simple de 30 plazas, duchas con agua caliente, y un cobertizo para comer. A la
entrada dejamos el asfalto para recorrer la calle Real de
este hermoso pueblo maragato; 500 metros después regresamos a la pista asfáltica.
El ascenso, suave pero continuo, parece atenuado por
la serenidad del paisaje. A la soledad que acompaña siempre las travesías por estos pueblos maragatos le sucede el
silencio de una tierra abandonada. El extremo occidental
del sistema ibérico forma aquí un solemne anfiteatro para
una representación tan humilde.
A cuatro kilómetros de Santa Catalina está El Ganso.
l Ganso.- Su población, 57 habitantes, altitud
1.010 m. A Santiago 263 Km. La iglesia dedicada a
Santiago, patrono del pueblo, contiene una talla del santo
vestido de peregrino del siglo XVI, una capilla del Cristo de
los Peregrinos, una pila bautismal medieval de piedra y un
reloj de sol del siglo XVII.
Albergue muy simple de 16 plazas, con duchas. En la
tapia de su primera casa, una oportuna flecha nos señala
un estrecho camino de hierba que parte por la derecha y
que da acceso a su colorista calle Real. Un camino de tierra nos devuelve poco después a la carretera junto a un
crucero.
A partir de El Ganso nos situamos ya por encima de
los 1.000 metros y el ascenso se hace más perceptible. A
medida que las laderas se hacen más empinadas aparecen
también pequeños arroyos (secos durante buena parte del
año) y los primeros bosques de robles y pinos.
Seis kilómetros después, está indicado en la propia
carretera, encontramos el Roble del Peregrino, un majestuoso y centenario roble que se impone, solitario, a la misma orilla de la Ruta. Unos metros después alcanzamos un
cruce junto a la Ermita del Santo Cristo de la Vera Cruz del
siglo XVIII. Por la izquierda, a Santa Colomba; de frente, a
Foncebadón. Nosotros no seguiremos ni uno ni otro, sino
un camino de tierra que parte por la derecha, bien señalizado y que nos conduce hasta la empedrada calle Real de
Rabanal del Camino.
abanal del Camino.- Su población, 56 habitantes,
altitud 1.149 m. A Santiago 256 Km. Aquí, finalizaba la novena etapa del “Códice Calixtino”.
Llegando a Rabanal y en la intersección de la carretera de Santa Colomba de Somoza con el camino vecinal a
El Ganso, nos encontramos con la ermita del Bendito Cristo
de la Vera Cruz, un templo del siglo XVIII donde se venera
una magnífica imagen de Cristo crucificado.
Siguiendo la calle Real, que coincide con el Camino de
Santiago, a la derecha se encuentra la ermita de San José,
también del XVIII en la que destaca la riqueza del retablo
mayor barroco. Fue mandada construir por el acaudalado
arriero José Calvo.
Un poco más arriba, subiendo la calle, a la derecha, la
Casa de las Cuatro Esquinas, lugar donde se dice que
pernoctó el Rey Felipe II en su viaje de peregrinación a
Santiago. La calle se califica de “real” precisamente por
este hecho.
En la parte más alta de Rabanal se erige la iglesia
parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Un templo
románico del siglo XII (quizás el único ejemplar del llamado
románico leonés). Es de una sola nave con bóveda de
cañón partida por varios arcos fajones.
Su origen es templario y es rematado por una esbelta
espadaña del siglo XVII-XVIII. En esta torre resalta un singular reloj de finales del siglo XIX obra y donación de un
ilustre hijo del pueblo, D. Antonio Canseco. Todo este conjunto de la iglesia parroquial fue declarado Bien de Interés
Cultural en el año 1982.
La mención más antigua de este templo data de 1287,
cuando Sancho IV concedió al Obispo de Astorga un conjunto de iglesias, entre las que se encontraba ésta.
Se trata de una construcción muy alterada por el paso
del tiempo, en la que se mezcla sillería de pizarra y arenisca con lienzos de mampostería y sillarejo. Presenta una
sola nave, con ábside semicircular precedido de amplio
presbiterio, sacristía adosada al lado meridional y espadaña a los pies.
La única parte conservada de la vieja iglesia románica
es la cabecera. En el exterior, el ábside presenta dos columnas colocadas en los ángulos que forman el arranque
del hemiciclo con el presbiterio, si bien las marcas sobre el
paramento indican que fueron cuatro, habiendo desaparecido las centrales y los capiteles que las coronaban. En cada
paño de la cabecera se abría una aspillera.
El año 2.000, nuestra Comunidad procedió a descubrir
los muros interiores; tras retirar los retablos barrocos, aparecieron los vestigios de la primitiva arquería. Se trata, en
cada lienzo, de una serie de cuatro arcos de medio punto,
ligeramente peraltados. Los arcos centrales apoyaban en
columnas adosadas, rematados por capiteles de somera
decoración vegetal.
También apareció una curiosa credencia horadada en
el tramo meridional del hemiciclo. El vano, de medio punto,
se exorna con un bocel sobre semibezantes, y en su interior se abren tres pequeños nichos también de medio punto,
probablemente para recoger el ajuar litúrgico.
Todos estos elementos nos hacen pensar que este
templo correspondería a una fase avanzada del estilo
románico, que rondaría los últimos años del siglo XII, o los
primeros del siguiente.
Monasterio de San Salvador de Irago.
El 2 de febrero de 2001, se fundó el Monasterio Benedictino de San Salvador, dependiente de la Abadía de Santa Otilia (Alemania). Su finalidad: anunciar el Evangelio
entre los peregrinos, ayudarles a descubrir que su Camino
no se dirige a un pórtico de piedra sino a la Gloria de Dios.
El Monasterio se encuentra situado frente a la iglesia
de Nuestra Señora. Su fachada está presidida por una talla
de San Benito, joven, vestido con el hábito y cogulla
monásticos, con el libro de la Regla en la mano, y el báculo
abacial en la otra.
Debajo de la escultura de San Benito, puede leerse la
siguiente inscripción: Sois santos, dice el Señor, y multiplicaré vuestro número para que oréis por mi pueblo en este
lugar.
Por último, la piedra clave del arco d entrada al Monasterio tiene esculpida una reproducción de la Cruz Mozárabe del Monasterio de San Pedro de los Montes: la Cruz
de Nuestro Señor Jesucristo, piedra angular que desecharon los arquitectos y que se ha convertido en la piedra angular, alfa y omega, principio y fin, inicio y meta del universo.
Rabanal sorprende al peregrino con tres excelentes
albergues. Uno de ellos, denominado Gaucelmo, en honor
del eremita que en el siglo XII levantara un hospital en Foncebadón, dispone de 40 plazas, duchas con agua caliente,
cocina completa e incluso un huerto. Está al lado de la
iglesia y sólo permanece abierto de abril a octubre.
El otro albergue es municipal y está dotado de 20 camas y 30 colchonetas. Está en la misma entrada del pueblo
y permanece abierto durante todo el año.
El tercero, Nuestra Señora del Pilar, cuenta con 70
plazas, cocina, sala de estar con chimenea de leña, duchas
con agua caliente, amplio patio. Está abierto todo el año y
es particular.
20ª Etapa (32 Km)
Rabanal del Camino - Ponferrada
l final de la calle Real de Rabanal del Camino seguiremos de frente, ascendiendo por un camino de tierra
flanqueado por robles. La maleza invade la singular ruta en
muchos tramos hasta dejarla reducida a un minúsculo sendero por el que el peregrino debe, literalmente, abrirse paso.
Tras bordear un pequeño lavadero y a una fuente
contigua, este camino se acerca hasta la carretera.
En invierno este kilómetro y medio resulta intransitable, por lo que, en tales condiciones, al final de la calle Real
de Rabanal el peregrino debe optar por girar a la izquierda
y volver a la ruta asfáltica.
Comienza aquí la parte más dura de la ascensión, que
nos llevará hasta la Cruz de Ferro que, de todos modos,
123
casi nunca supera rampas con desniveles mayores al 6%.
Los pequeños robles van dejando paso a medida que ascendemos a los piornos, retamas y enebros que, como
nosotros, utilizan las laderas del Monte Irago para protegerse del fuerte y casi permanente viento de la zona.
Cinco kilómetros y medio después de Rabanal aparece ante los ojos del peregrino la fantasmagórica imagen de
Foncebadón, el escenario del abandono.
oncebadón.- Su población, 6 habitantes, altitud
1.440 m. A Santiago 250 Km. El típico aire colorista
de los pueblos maragatos se tiñe de gris en su último exponente. El que fuera importante jalón del Camino de Santiago, que compartía con Roncesvalles Santa Cristina de
Somport y O’Cebreiro el más sincero agradecimiento de los
peregrinos por ofrecerles refugio donde más lo necesitaban, en la alta montaña, ofrece hoy una estampa desoladora.
Este pueblo que comenzó a quedar deshabitado en la
década de los 60 y que tan solo experimentó un cierto resurgir con el reciente éxito de la ruta jacobea.
La primera vez que pasé por Foncebadón no había
nada. Bueno, nada no es la palabra, porque allí había muchas cosas: silencio, olvido y ruinas, muchas ruinas. Hace
ya un buen puñado de años de aquello, principio de los 90.
Después pasé otras muchas veces, y Foncebadón seguía
abandonado, pero cada vez fui percibiendo mayor movimiento en sus calles.
Primero fue la taberna medieval y un refugio levantado
con sudor popular y mucha ilusión. Después llegaron otros
albergues, la consolidación de la preciosa iglesia, dedicada
a santa María Magdalena. alguna otra taberna y casas.
Viejas casas de emigrantes que volvían a su hogar para
volver a ocupar el edificio que hace decenas de años dejaron sin atreverse a mirar atrás.
Fue el Camino quien devolvió la vida a Foncebadón.
El auge de las peregrinaciones en los últimos veinte años
situó de nuevo el pueblo en los mapas de los que había
desaparecido durante el éxodo rural.
A tiro de piedra de la Cruz de Ferro y entre paisajes
montañeses de agreste belleza, Foncebadón fue sede en el
siglo X de un importante concilio que congregó a importantes obispos. Antes de ser víctima de la despoblación, sus
cincuenta casas eran la morada de al menos 160 vecinos.
Pero el éxodo fue devastador y en los años noventa no
quedaba en el pueblo ni un alma.
Hay quien dice que sí, que siempre quedó un vecino,
enamorado de su aldea. El silencio y el olvido, que flotaban
entre las nieblas de la mañana cuando los peregrinos llegaban de Rabanal, eran los únicos habitantes (o al menos los
únicos que percibía el peregrino).
Otros pueblos murieron para siempre, pero Foncebadón, gracias a su situación en uno de los tramos más
hermosos del Camino, renació de sus cenizas. Hoy, a pesar de las muchas casas en ruinas, el pueblo ya no está
deshabitado, especialmente en verano, cuando antiguos
emigrantes vuelven a casa a descansar. Antes los peregrinos dormíamos en Rabanal y pasábamos por Foncebadón
124
a media mañana, de camino al Bierzo.
Hoy, el lugar bien merece la pena para dormir. No
creo que haya lugar en todo el Camino donde las estrellas
brillen con más fuerza y donde el silencio sea tan sobrecogedor que puedes oír hasta el sonido de tu propia respiración.
Últimamente, una asociación alemana ha acondicionado la iglesia como refugio para 25 peregrinos, han abierto
una casa rural, y un mesón con unos buenos menús, servidos con ambientación medieval.
A la salida de Foncebadón seguimos de frente por un
camino de hierba, dejando a un lado una ruinosa torre. Este
camino sale a la carretera casi un kilómetro después. Tras
un falso llano llegamos al punto más elevado del camino de
Santiago: la Cruz de Ferro.
a Cruz de Ferro.- Altitud 1.510 m. A Santiago 249
Km. Es uno de los símbolos más conocidos y a la vez
más humildes de toda la Ruta jacobea. Se trata tan solo de
una modesta cruz de hierro clavada en lo alto de un poste
pelado de cinco metros de altura y sujeto en su base por
miles y miles de piedras acumuladas en este lugar durante
siglos, tanto por los peregrinos como por los segadores
gallegos que pasaban a recoger las mieses a la meseta
castellana y quienes, según la tradición, a su paso debían
arrojar una piedra al montículo.
Parece ser que fue el propio Gaucelmo quien colocara
la cruz en este lugar, el mismo en el que los romanos tenían un altar al dios Mercurio, protector de los caminos, para
orientación de los peregrinos.
El Centro Gallego de Ponferrada levantó en 1982
detrás de la cruz una capilla dedicada a Santiago. También
en el lugar se puede contemplar el conocido como reloj
solar del Peregrino, inaugurado en el 2007, cuyas instrucciones para saber cómo leer la hora se hallan en castellano, inglés, francés y alemán.
La Cruz del Ferro es otro de los excepcionales miradores del Camino. A nuestra espalda se extiende todo el camino recorrido hasta ahora, prácticamente desde León. Al
norte, el extremo occidental de la Cordillera Cantábrica del
que, en los días de sol, destaca la luminosidad de las crestas calizas de Peña Oubiña. Bajo nuestros pies la impresionante Hoya del Bíerzo, delimitada al oeste por las sierras
de los Ancares, Cebreiro y Caurel. Sólo resta mirar al sur;
ahí está el Teleno (2.185 metros) dominador de una amplia
sierra a la que definitivamente dejamos atrás.
El descenso se inicia por la misma carretera por la que
hemos llegado a la cima, una estrecha carretera de firme
bastante regular, sin arcén, pero en la que apenas hay
tráfico. Pronto vemos al frente las aparatosas antenas de
una instalación militar hacia la que nos dirigimos. En algunas curvas nuestro Camino se aparta de la carretera y las
traza por su interior, evitando así unos cuantos metros a
cambio de la irregularidad de estos breves senderos.
A dos kilómetros del alto se encuentra Manjarín.
anjarín.- Su población, 2 habitantes, altitud 1.455
m. A Santiago 246 Km. Primer pueblo de El Bierzo
125
y también abandonado, aquí no queda ni la iglesia, que
estuvo dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, solamente un pequeño albergue de 20 plazas, cuyo hospitalero
Tomás, vestido de templario, toca una campana cuando
pasa algún peregrino, pero que mejor no entrar salvo mucha necesidad, ya que no dispone de agua corriente, ni
W.C. ni duchas, ni electricidad. A nuestro paso sólo algunas cabezas de ganado asomarán curiosas entre ruinosas
paredes y tejados desplomados.
Afortunadamente, de Manjarín sí que se conserva una
fuente a la salida del pueblo que agradecerá el peregrino
después del esforzado ascenso.
Pasada la fuente, parte por la izquierda un estrecho
sendero cuya entrada está indicada con la correspondiente
flecha amarilla. Hasta hace poco la ruta que seguían los
peregrinos transitaba por él hasta llegar junto a las instalaciones militares. En la actualidad este sendero está cegado
por la maleza y resulta verdaderamente penoso su recorrido, por lo que es mucho más aconsejable la opción de
continuar por el asfalto.
Así, tras un suave repecho de poco más de un kilómetro, llegamos al cruce del que parte la pista en dirección a
la base militar, cuyas antenas coronan este alto de los Cerezales.
A partir de este punto comienza el descenso propiamente dicho. Nosotros deberemos seguir por la misma
carretera, dejando siempre a la derecha un aterrador patio
que parece caer en picado hasta la mismísima Ponferrada.
No conviene despistarse, pues a menos de dos kilómetros de haber iniciado este descenso, a la salida de una
curva, deberemos tomar por la derecha un sendero casi
imperceptible que aparece junto a unas lajas de pizarra.
Para acceder al mismo deberemos ascender un pequeño
tramo con forma de peldaños.
En seguida el sendero se convierte en camino de tierra y desciende por la vertiente contraria de esta loma. El
descenso es breve pero intenso. Escaleras, grandes bloques de piedra y estrechos pasos se suceden en una zona
de fortísima pendiente. Este ameno atajo finaliza de nuevo
en la carretera, por la que descendemos no más de 100
metros hasta tomar por el otro lado de la calzada un estrecho sendero que parte hacia la izquierda y cuya angosta
entrada no es muy fácil de ver a pesar de estar correctamente señalizada.
Poco a poco, el sendero se acerca de nuevo a la carretera pero antes de desembocar en ésta, parte por la
izquierda un irregular camino de tierra que, literalmente,
nos arroja por una pendiente en dirección al pueblo de El
Acebo, que ya está bajo nuestros pies.
Hasta llegar a la Fuente de la Trucha el camino está
repleto de grandes piedras sueltas y lajas de pizarra que
dificultan aún más si cabe el caminar, por lo que el peregrino debe caminar con precaución si no quiere dar con sus
huesos en El Acebo antes de tiempo.
Desde la Fuente de la Trucha hasta la entrada del
pueblo, el camino desaparece y cada cual habrá de buscar
la solución menos temeraria para salvar el temible desnivel
que separa estos prados de la carretera. Son 200 metros
126
de auténtico vértigo. (Este tramo es absolutamente intransitable en temporada lluviosa).
Una sensación de alivio se apodera del peregrino al
acceder a la sombreada calle central de El Acebo. El suspiro es inevitable, más aún cuando uno tiene la sensación de
haber estado aguantando la respiración desde el momento
en que dejó el asfalto. A modo de compensación, el camino
gratifica al peregrino con la serenidad de este típico poblado de montaña cuyas casas están siendo restauradas respetando su peculiar arquitectura, con sus corredores y galerías de madera labrada, pintadas de verde y azul, como
en los cercanos poblados maragatos, y abiertas a la calle
por escaleras exteriores de piedra.
l Acebo.- Su población, 39 habitantes, altitud
1.156 m. A Santiago 239 Km. Las menciones a este
lugar son tardías, aunque su iglesia de San Miguel, con
espadaña tardorrománica, nos indica que su origen puede
remontarse a los siglos XII o XIII.
La iglesia tiene una talla de Santiago con una representación insólita si es que se trata del apóstol, se trata de
una figura barbada con un libro y una túnica color turquesa
decorada con lirios dorados.
Sus habitantes estaban exentos de pagar impuestos a
cambio de señalizar con estacas la distancia que separa el
hospital que habí-a en Foncebadón y su localidad, la finalidad de estas indicaciones era evitar que los peregrinos se
perdiesen cuando el camino desaparecí-a balo la nieve.
En esta localidad se ofrece a los peregrinos, un pequeño pero bonito refugio municipal, de 10 plazas, con
duchas y servicios.
Hay dos albergues particulares, El Acebo con 24 plazas, y La Taberna de José con 16 plazas.
A la salida del pueblo, en la puerta del cementerio, un
sencillo monumento erigido sobre una roca granítica, por la
Asociación Berciana del Camino de Santiago, recuerda la
memoria del peregrino ciclista bávaro Heinrich Krause,
fallecido en estos parajes en 1987. Consistente en una
bicicleta entrelazada con un bordón y calabaza, erigido
sobre un pedestal de piedra.
Pasado el cementerio, se cruza el desvío de la carretera que conduce a Compludo y su famosa Herrería.
El descenso continúa ahora por la carretera hasta
llegar a una gran curva a la izquierda que ésta describe,
junto a un depósito de agua que ya veíamos desde bastantes metros antes. Del centro de la curva parte por la izquierda un camino de piedra y tierra que nos conducirá hasta la
calle central de Riego de Ambrós.
iego de Ambrós.- Su población, 45 habitantes,
altitud 920 m. A Santiago 236 Km. La iglesia de la
Magdalena, tiene un buen retablo barroco. Poseyó un hospital a partir del siglo XII. Junto al albergue hay una fuente,
al lado de la Ermita de San Sebastián.
Al pasar la iglesia, en una bifurcación, tomamos la
izquierda para acceder a la Plaza de la Paz. Cincuenta
metros después las flechas nos indican un umbrío sendero
que desciende por entre dos casas. Se inicia en este punto
un ameno descenso, por un camino al que asoman las
lajas de pizarra redondeadas por el paso de miles de peregrinos. Es un tramo muy entretenido, con abundante maleza en las orillas y cubierto completamente por las ramas de
centenarios castaños, en el que la mayor dificultad viene
derivada de una permanente humedad que hace que estas
pulidas rocas sean muy resbaladizas.
Este camino nos conduce hasta un pequeño vallecillo
por el que transita el Arroyo Prado, rodeado por un impresionante bosque de castaños, el primero que encontramos
desde que dejamos Navarra.
Un buen camino de hierba nos dejará de nuevo en la
carretera, a la derecha de una moderna edificación de estructura hexagonal.
En este mismo lugar la cruzamos para adentrarnos por
un camino de tierra con mediana de hierba que afronta un
pequeño ascenso culminado por un poste del tendido eléctrico.
Junto al poste, tomamos la derecha para descender
por una fuerte pendiente que alterna zonas de lajas sueltas
con otras de hierba y tierra. Este descenso no ofrece demasiadas dificultades, pero habrá que extremar las precauciones pues en ocasiones el trazado se ve reducido a un estrecho sendero que transita por el mismo borde de un barranco de aproximadamente 15 ó 20 metros.
El camino describe varias curvas de 180º hasta alcanzar un pequeño arroyo. A partir de aquí la bajada continúa
por un camino ancho con grandes piedras sueltas. Dos
kilómetros y medio, después de cruzar la carretera, junto a
la casa hexagonal, regresamos a la misma junto al puente
que salva un pequeño torrente. Desde aquí nos dejamos
llevar por la propia pendiente, ya más suave en este tramo
final, hasta llegar al Santuario de la Quinta Angustia, del
siglo XVIII, en la misma entrada de Molinaseca.
Antes de cruzar el puente románico sobre el cauce del
río Meruelo, cuyas aguas sirvieron a los romanos para la
explotación de las minas de oro de las Medulas, se pasa
junto al santuario de las Angustias, donde se venera “La
Preciosa”, Virgen que cuenta con muchos fieles y a la que
durante siglos han venerado, colgado ante ella sus exvotos
de cera.
El templo ya existía en el siglo XI, aunque tuvo que ser
reconstruido en 1512 tras ser destruido el anterior por un
incendio. Su aspecto actual data del año 1705 y presenta
atrios colaterales y un alto campanario que tuvo que ser
levantado en 1931 para detener el empuje de la montaña
que deterioraba la iglesia.
El interior tiene bóveda de cañón y gran cúpula con
linterna de cabecera. Alberga la venerada talla de la Virgen
de las Angustias, una Piedad en madera de nogal sobre un
majestuoso trono neoclásico, en honor a quien se celebran
las fiestas patronales el 15 de agosto.
Las puertas han tenido que ser protegidas con chapas
de hierro porque en tiempos pasados, era una costumbre y
una tradición que los peregrinos se llevasen una astilla de
las puertas del Santuario de Nuestra Señora de la Quinta
Angustia, al igual que los segadores probaran sobre ella el
corte de sus herramientas en su paso hacia Castilla como
señal de suerte en el trabajo y creyendo que las herramientas resistirían toda la temporada de trabajo.
De regreso al final del verano, dejaban las herramientas, ya inútiles, a la Virgen, “La Preciosa”, como una ofrenda y en agradecimiento a su protección.
Una vez pasado el santuario abandonaremos el asfalto para cruzar el río Meruelo por un restaurado Puente de
los Peregrinos, de origen románico, que da acceso a la
calle Real. Es ésta una calle empedrada y realmente bien
cuidada. A ambos lados se conservan las típicas edificaciones de piedra de la zona, amplias balconadas de madera,
entre las que destaca el Palacio de los Balboa, y otra en la
que dicen que residió en el año 1100 la reina de Castilla
Doña Urraca.
olinaseca.- Su población 743 habitantes, altitud
595 m. A Santiago 229 Km. La iglesia de San Nicolás de Bari, es un templo neoclásico, de planta basilical,
en el que destaca su altísima torre campanario, decorada
con un reloj centenario y la imagen del obispo San Nicolás
de Bari en una hornacina, las tres naves interiores separadas por pilares de piedra y arcos de medio punto con cúpula, y fue construida en sillería en el siglo XVII.
En el interior tiene varios retablos barrocos, destacando el Mayor, de estilo churrigueresco, así como una talla
gótica de un Cristo crucificado, la talla de la Inmaculada de
ampuloso ropaje, la de San Juan Bautista, los relieves del
Bautismo de Jesús y Presentación en el Templo y la Cajonería del siglo XVII con su decoración floral
y un sagrario renacentista en las naves laterales tiene una
talla de San Roque Peregrino.
Espléndida muestra del arte religioso. Situada en lo
alto, domina la villa, majestuosa y señorialmente.
Las antiguas ruinas de la Ermita de San Roque, a la
salida de Molinaseca han sido acondicionadas por el Ayuntamiento como refugio de peregrinos.
Dispone de 50 plazas, duchas con agua caliente, sala
de estar, servicios y cocina.
Al final de la calle Real retornamos a la carretera para,
500 metros después, junto a unas pistas deportivas, abandonarla de nuevo y tomar un camino de tierra que parte por
la derecha. En seguida este camino gira 90º a la izquierda
para transitar, paralelo al río, por la parte trasera de unas
naves industriales. Pronto cruzamos la carretera de Onamio y seguimos de frente por un camino de similares características, entre árboles y viñedos. Este camino desemboca
en la carretera a la altura de una pequeña loma desde la
que ya se divisa Ponferrada.
Nada más iniciar el descenso de este pequeño repecho, sale por el lado izquierdo de la calzada una pista de
tierra que deberemos tomar para descender, casi en línea
recta, hasta Campo.
ampo.- Su población, 650 habitantes, altitud 550
m. A Santiago 225 Km. La iglesia parroquial de
Campo, de Santa María de Campo, nombre oficial, es una
de las iglesias mejor conservadas de todo El Bierzo. Data
de 1691. Tiene tres naves separadas por pilares y arcos de
127
medio punto.
Detrás del presbiterio se añadió en el siglo XVIII un camarín. Su campanario es una clásica torre barroca con
capacidad para ocho campanas de bronce. Alberga dos
perfectamente conservadas. Su retablo cobija la imagen de
la Virgen de la Encina, que disputa a la de Ponferrada su
primogenitura.
]A los pies de la iglesia se levanta un encina milenaria
de 5 metros de altura y 7 metros de perímetro troncal. La
Fuente Romana, de origen incierto, pero probablemente
tardorromano.
A la entrada de la rúa Francesa, encontramos una
fuente medieval, en forma de aljibe abovedado.
Al final de la calle La Francesa, ya en Campo, nace
una pista asfáltica en dirección al río Boeza. Esta pista
discurre durante un buen trecho al lado mismo del vertedero municipal, (que está lleno de cigüeñas, cuervos, grajos y
picarazas) hasta salir a la carretera de Villar de los Barrios.
Tomamos entonces esta carretera hacia la derecha para,
ya entre casas, enlazar con la de San Esteban y salvar el
río Boeza por el puente medieval de Mascarón. Comienza
aquí la complicada travesía urbana de Ponferrada.
A la salida del puente Mascarón vemos frente a nosotros un moderno viaducto que salva la línea del ferrocarril.
El Camino, sin embargo, discurre por la izquierda, paralelo
al río durante unos metros, para poco después girar a la
derecha y pasar bajo las vías férreas por un pequeño túnel.
A la salida del túnel, el trazado original va por la primera
calle a la derecha (calle Estafeta), y desemboca en la plaza
que se abre ante el Castillo del Temple. Desde aquí, por la
calle del Comendador accedemos a la Plaza de la Encina,
en la que está la Basílica de la patrona del Bierzo. En este
mismo lugar está también el albergue de peregrinos, por lo
que pondremos aquí punto final a esta intensa etapa.
onferrada.- Su población, 64.950 habitantes, altitud 540 m. A Santiago 221 Km. Seguir el camino en
esta ciudad es prácticamente imposible, consecuencia de
su pujanza industrial y de su expansión. Antiguamente era
todo un inmenso encinar.
En toda la ciudad la señalización para el peregrino es
exhaustiva y consta fundamentalmente de mojones y de
señales verticales con flechas que indican la dirección a
seguir
El desarrollo industrial, derivado en gran parte de la
minería, que se produjo en Ponferrada durante la segunda
mitad de este siglo, ha alterado completamente la estructura de esta ciudad, en otro tiempo importante castro romano
y más tarde sede templaria.
Hoy Ponferrada es una ciudad permanentemente sumida bajo una nube de contaminación, sobre todo para el
peregrino que viene de admirar verdaderas joyas artísticas
y escenarios majestuosos.
Aún así, Ponferrada conserva elementos de gran interés como el descomunal Castillo del Temple, levantado
en el siglo XII, con sus doce torres y triple muralla.
El Castillo "templario" de Ponferrada se sitúa sobre
una colina en la confluencia de los ríos Boeza y Sil. Se
128
emplaza en lo que, probablemente, en origen fue un castro
celta, en una posición similar a la de otros de la comarca.
Posteriormente se cree que fue un emplazamiento romano
y visigodo.
Hacia 1178 Fernando II permite que los templarios
establezcan una encomienda en la actual Ponferrada. En1180 el rey expide fuero para la repoblación de la villa que
había surgido un siglo antes, documentándose la primera
fortificación en1187. La fortaleza fue reconstruida en numerosas ocasiones a lo largo de las Edades Media y Moderna.
Actualmente, toda la zona palacial y ciertas torres de su
recinto del siglo XV han sido reformadas con el fin de instalar un centro cultural.
En estos momentos el castillo cuenta con la exposición permanente templum libri20 en la que se exponen
libros facsímiles del medievo y del renacimiento, y la nueva Biblioteca Templaria,21 que cuenta con 1380 volúmenes
relacionados con la Orden del Temple y que la convierten
en la mayor de sus características en todo el mundo
La Basílica de Nuestra Señora de la Encina, de
corte renacentista del siglo XVI, en cuyo interior destacan
las tallas del Cristo de la Fortaleza, la Piedad y la Crucifixión, y está ubicada en una coqueta plaza porticada.
De estilo renacentista, se comenzó a construir en1572, bajo la dirección del arquitecto Juan de Alvear, que
realizó la cabecera del templo, desapareciendo así la iglesia medieval. La esbelta torre que remata la basílica se
construyó en 1614. Custodia en su interior la imagen de
la Virgen de La Encina, patrona de El Bierzo.
Se intentó convertir en colegiata, pero la petición fue
denegada el 6 de mayo de1720 y posteriormente se denegó una nueva petición, el 21 de octubre de 1725
Iglesia de Santiago de Peñalba. Es una de las joyas
arquitectónicas del Arte mozárabe junto al también leonés
monasterio de San Miguel de Escalada. Está enclavada en
el corazón del Valle del Oza a 14 kilómetros de Ponferrada.
La zona, llena de monasterios e iglesias eremíticas desde
el Siglo VIII mereció en su época el sobrenombre de la
"Tebaida berciana". Su situación en el centro de los Montes
Aquilanos, facilitaba el aislamiento que buscaban los santos ascéticos de los Siglos IX y X, como San Fructuoso y San Genadio.
Fue construida en la primera mitad del siglo X por
el abad Salomón, concretamente en el reinado de Ramiro
II, Ramiro II hizo múltiples donaciones a la iglesia y al monasterio de la localidad. Entre ellas estuvo la llamada Cruz
de Peñalba, símbolo de el Bierzo. En esta cruz se puede
ver la fuerte influencia de la orfebrería visigoda sobre los
modelos mozárabes.
Monasterio de San Pedro de Montes. Situado en la
Valdueza, fue junto con el Monasterio de Santa María de
Carracedo, el más poderoso de los monasterios en cuanto
a dominios de la comarca. Fundado por San Fructuoso hacia el año 635 a día de hoy solo se conservan ruinas y
la iglesia del Monasterio debido a un incendio en el siglo
XIX, la Desamortización de Mendizabal y la desatención de
las autoridades patrimoniales
Uno de los monumentos ponferradinos más interesan-
tes y menos conocido (seguramente por hallarse a las afueras de la ciudad) es la iglesia mozárabe de Santo Tomás
de las Ollas, que cuenta con un original ábside de arquerías ciegas e irregulares.
Situada en el pueblo de Santo Tomas de las
Ollas construida siglo X, es una de las mejores muestras
del estilo mozárabe. A destacar su bella capilla arqueada.
El nombre de la ermita, tomado del pueblo Santo Tomás de
las Ollas, proviene del oficio principal de esa localidad:
la alfarería. Proveían de género a la zona del Valle del Oza.
La ermita fue donada por el obispo de Astorga a la comunidad delMonasterio de San Pedro de Montes.
Su construcción original data del siglo X, después de
la cual se efectuaron diversas modificaciones, siendo la
última la Sacristía, del siglo XIX. La ermita consta de una
nave rectangular con sólo un ábside el cual, a pesar de
tener una planta ovalada, continúa la línea rectangular de la
nave en sus muros exteriores. La techumbre es a dos
aguas, de pizarra, y asentado sobre una armadura de
Otros monumentos para ver son:
La Torre del Reloj del siglo XV; La Torre del Reloj
(antigua puerta de la ciudad). Única torre con reloj exenta
en España. Fue construida durante el reinado de Carlos I,
sobre uno de los arcos de la antigua muralla medieval.
La iglesia de San Andrés, está situada a los pies del
castillo de Ponferrada, del siglo XVII. En su interior se encuentra el retablo mayor de estilo barroco obra de José
Ovalle y Andrés de Benavente, y un Cristo del siglo XII,
llamado de las Maravillas, llevado allí desde la capilla del
castillo. En esta Iglesia ponferradina también se encuentran
algunos de los más famosos pasos de la Semana Santa.
El Ayuntamiento, que es uno de los conjuntos barrocos más importantes del Bierzo.
El edificio actual se construyó, casi en su totalidad,
entre 1692 y 1705, según proyecto de Pedro de Arén. En
su construcción trabajaron los maestros de cantería Domingo del Campo, Juan Vierna, Diego López, Santiago Gamallo, Lucas González de Pinas, Domingo García y Juan Centeno.
Presenta una estructura central flanqueada por dos
torres, que se rematan en una esbelta aguja al estilo Austria. La planta baja posee vanos recorridos por dintel y ciñen la puerta sendas columnas sobre plintos. La planta
primera mantiene la correspondencia de líneas decorativas
de la planta inferior, destacando la balconada corrida, sobre ménsulas, con barandilla de hierro. Las líneas de los
cuerpos inferiores se transmiten, a través de los pilares,
hacia las dos torres donde lucen las armas de la ciudad y
poseen también sendos balcones, sobre ménsulas, cerrados con barandilla. Corona la estructura central, entre las
dos torres, un solemnehastial donde se ha grabado
el blasón con los símbolos imperiales.
Nada queda, por último, del Pons Ferrata, un puente
de madera con armazón de hierro que el Obispo Osmundo
levantara para facilitar a los peregrinos el paso del Sil.
Es más, preguntando a los ponferradinos dónde se
encontraba, pocos aciertan a contestar. En su lugar hay
ahora un moderno viaducto urbano de la N-VI.
Ponferrada cuenta con el refugio estable de San Nicolás de Flue, también llamado “del Carmen” con 110 plazas cocina, aseos, duchas y biblioteca.
21ª Etapa (23 Km)
Ponferrada-Villafranca del Bierzo
esde la Plaza de la Encina hay dos opciones posibles para abandonar Ponferrada. La primera desciende directamente por la calle Rañadero hasta el puente
sobre el Sil. Si bien es la opción más corta, no es la más
aconsejable pues este trayecto incluye un buen tramo de
escaleras.
La segunda abandona la plaza por la calle del Reloj
para entrar en la Plaza del Ayuntamiento tras pasar bajo el
Arco del Reloj, único resto de la muralla ponferradina. Desde el consistorio, la calle Calzada nos conduce hasta un
cruce en el que deberemos seguir hacia la izquierda por el
antiguo trazado de la N-VI, para descender hasta el Sil.
Nada más pasar el moderno puente encontramos el
edificio de Telefónica, de cuya esquina parte hacia la derecha una calle en descenso. En apenas 20 metros ya se ve
un poste con una marca amarilla que nos indica que debemos cruzar un pequeño jardín y entrar en el Paseo del Sacramento (paralelo al río). Seguiremos el Paseo, rodeados
de robles, hasta que éste termina, al lado de tres campos
de fútbol. Por entre el segundo y el tercer campo asciende
un camino de tierra que nos sitúa en una carretera a la
altura de unas escombreras, dejando al otro lado una subestación eléctrica.
Medio kilómetro después esta carretera se bifurca.
Una señal de carretera del Camino de Santiago nos indica
que debemos seguir por la izquierda en dirección a Compostilla. Se entra así en una zona industrial y residencial de
nueva construcción, de calles rectilíneas y numeradas, con
amplios jardines y pistas deportivas. Transitamos por la
Avenida V (5ª Avenida) hasta llegar a:
ompostilla.- Su población, 1.746 habitantes, altitud 535 m. A Santiago 216 Km. La iglesia de Nuestra Señora del Refugio, es neoromanica, tiene una moderna
capilla decorada con un mural, está semioculta por una
artificiosa alameda.
El barrio debe su nombre a Santiago de Compostela.
La bonita iglesia, escoltada por dos maravillosos ciruelos,
fue construida a mediados del siglo XX para paliar la pérdida de una antigua ermita arrasada por los franceses durante la Guerra de la Independencia.
El día 20 de junio de 1948 la Secretaría de Cámara y
Gobierno del Obispado de Astorga emitía el expediente de
creación de una nueva parroquia bajo la advocación de
Santiago Apóstol, Patrón de España, en Ponferrada. Se
producía así la desmembración de la parroquia de San
Pedro, que había sido hasta ese momento la que atendía
de forma pastoral las necesidades de los feligreses de los
alrededores de la Carretera de Orense en torno a la que se
129
habían edificando casas desde 1920.
La gran mayoría de las viviendas de Compostilla fueron planificadas por Endesa para facilitar el asentamiento
de los trabajadores de la antigua central térmica.
Superado el templo, seguiremos hasta el final de esta
calle, que desemboca en la carretera de Villablino (C-631),
ya en el municipio de Columbrianos. Por una zona en obras
se accede, mediante un túnel que salva la A-6, y llegamos
a Columbrianos.
olumbrianos.- Su población, 1.546 habitantes,
altitud 535 m. A Santiago 215 Km. La iglesia de San
Esteban del siglo XVIII, a Iglesia de San Esteban constituye
uno de los principales focos de interés de la zona. Data de
1778, y su torre de espadaña fue reconstruida en 1948, ya
que sufrió la caída de un rayo y se derrumbó parte de la
misma. Se encuentra separada del centro urbano de la
localidad, donde podemos hallar la capilla de San Blas con
una imagen en su interior del siglo XVIII y un relieve barroco de la Virgen de La Encina. Además, recientemente, el
Sr. D. Amador Diéguez Ayerbe realizó una estampa en una
de las caras de la fachada, en homenaje a los peregrinos
que pasan por nuestra población.
Un poco más adelante, y al otro lado de la carretera, el
Camino de Santiago pasa por delante de la ermita de San
Blas y San Roque, decorada en su parte trasera con una
ilustración del santo ataviado de peregrino.
Junto a la capilla de San Blas y San Roque dejamos
Columbrianos por la pista asfaltada que brota a mano izquierda. El Camino continúa entre unifamiliares y pequeñas
parcelas donde se afanan los vecinos. A la entrada
de Fuentes Nuevas, un crucero con las figuras de Santiago
Peregrino y Cristo Crucificado da la bienvenida a los caminantes.
uentes Nuevas.- Su población, 2.546 habitantes,
altitud 510 m. A Santiago 213 Km. Su iglesia parroquial está dedicada a Santa María de la Asunción. Tiene un
crucero y una buena fuente.
Pero el monumento principal es su iglesia parroquial
tiene planta rectangular con cúpula encamonada ochavada
sobre trompas; al lado izquierdo de la nave se abre una
hermosa capilla. En el retablo mayor destaca la abundancia
de cariátides y telamones juntamente con las imágenes de
la Asunción, con rostro de ensueño, del siglo XVIII, y las de
San Francisco de Asís y San Esteban, que hacen la función
de telamones.
En el retablo lateral derecho merecen mencionarse la
Virgen de las Candelas, muy delicada, con buena pintura.
El Crucificado de la pila del agua bendita es muy bueno y
realista, quizás del siglo XVIII. La capilla lateral de Nuestra
Señora de la Portería tiene cúpula con pintura de la última
Cena sobre pechinas también pintadas. Fue edificada esta
capilla por donación del párroco Don Bernardino Francisco
de Losada y Quiroga en 1742. En su retablo con columnas
ajironadas está San Eloy, con muy buen estofado; Lleva
ornamento de misa más libro y custodia, ya que es patrono
de los plateros.
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En medio de la población se alza la Ermita del Divino
Cristo, antes Ermita de la Vera Cruz, le costó al Concejo de
Fuentesnuevas 300 reales del año 1662. Se quedó totalmente perdida y se ha renovado por una de nueva construcción. Era de sencilla construcción entre tapial y piedra,
toda raseada en mortero de cal, coronada por una pequeña
espadaña de piedra labrada con campanín y dos ventanos
en el frente acompañando una puerta escasa en arco, toda
ella raseada sin mostrar piedra, sus medidas, en longitud
similar a la actual, pero más ancha. La espadaña se reconstruyo muy similar a la antigua, pero con las mismas
piedras, manteniendo el mismo campanín, pueden admirarse las polícromas vidrieras en franjas corridas a los lados
de la nave principal de la iglesia, y sobre todo la de la fachada con la Coronación de la Virgen por la Santísima
Trinidad, obra de José Luis Sánchez.
Fuentes Nuevas, se cruza por su calle Real. A la salida de este poblado retomamos la buena pista de tierra que
nos dejará ya en la antigua N-VI a la entrada de Camponaraya.
Los pueblos se solapan unos a otros y las calles y
caminos se enmarañan de tal modo que parece imposible
seguirlos con orden. De cualquier modo, no debe preocuparse en exceso el peregrino pues casi todos ellos desembocan en la antigua N-VI a la altura de Camponaraya, que
es nuestro próximo objetivo.
El camino cruza la C-631 y sigue de frente por una
pista de tierra conocida como Camino Real hasta llegar a:
amponaraya.- Su población 2.740 habitantes, altitud 495 m. A Santiago 211 Km. La parroquia de San
Ildefonso -en su momento obispo de Toledo-, de construcción moderna, cuenta con unas preciosas vidrieras en su
interior que muestran a los doce apóstoles, se encuentra en
el centro de la localidad.
A la salida nos encontramos con la ermita de la Soledad, de primeros del siglo XIII. Otras tres iglesias del pueblo son las de La Válgoma, la de Hervededo y la de Magaz.
Ofrece como humilde refugio un salón parroquial en
los bajos de la iglesia, en el que el peregrino debe dormir
en el suelo. Dispone, eso sí, de servicios y duchas con
agua fría.
Camponaraya se atraviesa en su totalidad por la carretera, que es su calle principal y que se llama Camino de
Santiago. A poco más de dos kilómetros de haber cruzado
el río Naraya avistamos en una curva la nave de la cooperativa vitivinícola, junto a la cual parte un camino de tierra
que deberemos tomar para ascender por entre viñedos
hasta coronar una loma cercana.
En el posterior descenso numerosas bifurcaciones nos
salen al paso. La correcta señalización de esta zona facilita
notablemente la orientación del peregrino por este tramo de
paisaje casi mesetario, salpicado por algunos chopos y
solitarios frutales.
Al rato, el camino desemboca de nuevo en la antigua
N-VI, que en ese mismo punto cruzamos para descender
por una buena pista, apta incluso para coches, que nos
dejará ya a la entrada de Cacabelos.
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acabelos.- Su población, 4.060 habitantes, altitud
484 m. A Santiago 205 Km. Tan sonoro nombre se
corresponde hoy con una importante villa que sin embargo
no ha perdido las líneas identificativas de la arquitectura
berciana.
Su calle Real, al más puro estilo jacobeo, su plaza
porticada y sus tejados de pizarra le confieren un sosegado
aspecto que el peregrino agradece después de haber dejado atrás los arrabales de Ponferrada.
Cacabelos cuenta con tres iglesias.
La iglesia de Santa María desde luego es la principal,
pues se encuentra en pleno centro histórico, formando
parte del Camino de Santiago, por lo que es lugar de visita
obligada de peregrinos. Su construcción inicial es románica, del siglo XII, aunque de esa época sólo se conserva el
ábside. Tuvo que ser reconstruida dos veces, en el XVI y a
principios del XX, fecha de la nueva torre que hoy vemos.
De la primitiva iglesia parroquial de Santa María consagrada con todos los honores por el obispo de Santiago,
Diego Gelmírez, en 1108, solamente permanece en pie el
ábside románico ya que en el siglo XVI se reedificó casi en
su totalidad.
En el exterior sobresalen el ábside románico, la torre
neorrománica y una imagen pétrea de la Virgen del siglo
XIII, en el óculo del tímpano de la portada), mientras que en
el interior hay que significar además de una inscripción
romana, la capilla románica, un Cristo crucificado del siglo
XIII y varias tallas del siglo XVII, entre ellas la titular del
templo: la Virgen de la Asunción, excelente talla de la escuela de Gregorio Fernández y la de San Isidro labrador.
Está dedicada a la Virgen de la Asunción, cuya imagen,
realizada por Gregorio Hernández en el XVII, no falta en el
interior. También hay varias tallas más, como la de San
Isidro labrador, o un Cristo crucificado del siglo XIII.
La Ermita de San Roque, es una pequeña capilla,
que ha tenido que ser reconstruida varias veces, pero que
fue construida inicialmente en el año 1590 como ermita de
Vera Cruz. Tras una epidemia de peste se cambió la veneración a San Roque, santo protector contra esta enfermedad.
La fachada es enteramente de piedra, y en el interior
se encuentran las imágenes de San Roque, San Gil de
Casayo y San Herberto de Cerdeña, realizadas en madera
policromada.
Esta capilla ha sufrido diversos cambios a lo largo de
su historia. Antiguamente fue la capilla de la Vera Cruz, con
los años cambio la advocación a la capilla de San Roque.
En su interior destacamos el retablo de San Roque de finales del siglo XVIII, con elementos propios del neoclasicismo, pero también con discretas reminiscencias que aluden
al rococó. En los laterales del ábside están las tablas Abaciales de San Herberto y San Gil, realizadas en el siglo
XVIII en relieve y procedentes del Monasterio de Carracedo. Destacan dos Santas mártires, Santa Bárbara y Santa
Marina, representadas con su iconografía mas típica del
Siglo XVII.
También hay un conjunto de pinturas que representan
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a San Miguel Arcángel, a la Virgen de Dolores y a Cristo
con la cruz a cuestas, que proceden del Santuario.
A la salida de la villa, tras pasar el puente mayor y el
de los molinos, se encuentra el:
Santuario de las Angustias. Se tiene constancia
documental de la existencia en este mismo lugar de una
ermita dedicada a la Virgen María, sin embargo tanto el
edificio actual como la mayoría de retablos, imágenes y
pinturas son del siglo XVIII. En el camarín, se encuentra la
imagen de la "Virgen de la Quinta Angustia" (1764) y entre
sus siete retablos destaca el mayor (1758), obra de Miguel
Nuñez y Juan de Solorzano. Una pintura de la "Virgen de la
Leche", el relieve del "Niño Jesús intercambiando unas
cartas con San Antonio de Padua" y el órgano, procedente
del monasterio de Carracedo, son algunas de sus piezas
de mayor interés artístico.
Este santuario en su origen fue una antigua ermita
levantada en el Siglo XII. El motivo de su construcción parece que fueron las constantes afluencias de peregrinos a
Compostela. La Iglesia actual pertenece al Siglo XVIII y es
de grandes proporciones. En la planta se presenta de cruz
latina con una sola nave, y en la capilla mayor aparece
adosado el Camarín de la Virgen de las Angustias.
En la parte superior aparece una gran pintura en la
bóveda de estilo rococó que refleja el ciclo iconográfico de
las mujeres de la Biblia.
En su interior aparece el gran Retablo Mayor de 1758
realizado por los maestros Miguel Núñez y Juan Rodríguez
de Solórzano. El retablo del Santísimo Cristo, da cobijo a
una bellísima talla de un Cristo crucificado. Una pintura de
la “Virgen de la Leche”, el relieve del “Niño Jesús intercambiando unas cartas con San Antonio de Padua”. El órgano
es otra de sus piezas de mayor valor artístico, fechado en
1828 y que procede del monasterio de Carracedo, son
algunas de sus piezas de mayor interés artístico.
Es bien sabida la devoción por su carácter milagroso,
de las gentes de Cacabelos y de su comarca, hacia la virgen de las angustias. En el exterior, se ha construido un
moderno albergue para los peregrinos, en el año 2002, en
dependencias pertenecientes al Santuario y cedidas para
este fin por un número de años determinado.
En Cacabelos el Ayuntamiento ofrece como refugio a
los peregrinos dos casas, en las antiguas escuelas, en las
que disponen de 30 plazas, cocina y duchas con agua caliente. Para el verano en el santuario de las Angustias habilitan 60 plazas en unas celdas prefabricadas de 2 camas.
Es visita obligatoria “Prada a Tope”, a la entrada del
pueblo, y su restaurante “La Moncloa”. Pero si no se coincide ni a comer ni cenar en Cacabelos, en la “palloza” allí
mismo ubicada, atienden al peregrino con un vaso de agua
o de vino y un poco de empanada, o de algo típico de la
región. Casi al final de Cacabelos regresamos al arcén de
la antigua N-VI para cruzar un puente sobre el río Cúa, el
segundo de los tres que delimitan la comarca del Bierzo.
En seguida dejamos a la derecha el citado Santuario de la
Quinta Angustia y la carretera se toma en ascenso, situación que no variará hasta llegar a O’Cebreiro.
A medida que nos acercamos a Pieros, la cuesta ya se
hace perceptible. Si además sopla el viento, muy frecuente
en este valle, este tramo puede resultar bastante duro.
ieros.- Su población, 38 habitantes, altitud 526 m.
A Santiago 203 Km. A la izquierda del Castro Ventosa y del caserío se encuentra, sobre un pequeño altozano,
la iglesia románica, de San Martín de Pieros, con su planta
de cruz latina. De fundación medieval, fue consagrada por
el obispo Osmundo de Astorga, en el año 1086.
De su pasado románico conserva parte de sus muros,
la portada occidental y la lápida fundacional, lo demás se
construye en los siglos XVI y XVII. En su interior destacan,
por su mérito artístico, la talla de San Martín a caballo y
una talla románica.
En su interior guarda gran número de piezas artísticas
o históricas de gran interés:
La lápida fundacional de Pieros, de 1086.
Retablo mayor, dedicado a San Marín, a quien se
tiene devoción desde la Edad Media, de estilo barroco
(XVII).
Su hornacina central contiene la excelente talla de San
Martín Obispo a caballo.
En el segundo piso, un Cristo crucificado y en los laterales, tallas de la Inmaculada orante (1635) y una barroca
de San Antonio de Padua.
Sagrario renacentista, con relieves de Cristo resucitado y tallas de San Pedro y San Pablo. Retablo de San Antonio Abad, neoclasicista, con talla de San Antón, todo del
siglo XVII.
En su ático, bella talla de la Visitación de maría Isabel,
finales del XVI.
Extraordinario retablo rococó de la Presentación de
Jesús en el Templo, con diferentes relieves y perspectivas.
Talla de San Favorín, románica de canon corto, y de
gran fervor popular.
A la izquierda de Pieros está la cuna del Bierzo, el
“Castrum Bergidum”, primitivo poblado astur y posterior
asentamiento romano que dio nombre a la actual comarca.
Carretera adelante, pasado el puente del arroyo Valtuille, encontramos a la derecha la Venta del Jubileo. A su
lado parte un camino de tierra llamado de “La Virgen”, que
pronto se convierte en sendero, perfectamente definido, y
que desciende por entre plantaciones de viñas hasta llegar
a un prado, que hemos de atravesar longitudinalmente, por
donde Santiago nos dé a entender.
En el otro extremo retomamos de nuevo un camino de
tierra muy irregular, con muchas piedras sueltas, que asciende a una loma desde la que ya se divisa Villafranca del
Bierzo.
Un descenso por una zona de cantos deja al peregrino, dos kilómetros después, en las mismas puertas de la
iglesia de Santiago de Villafranca del Bierzo.
illafranca del Bierzo.- Su población, 2.727 habitantes, altitud 504 m. A Santiago 196 Km. Final de la
décima etapa del “Códice Calixtino” fue y es importante
jalón jacobeo. Aquí recupera fuerzas el peregrino para
afrontar la última dificultad orográfica importante del Cami-
no, el Puerto de O’Cebreiro.
Villafranca es la última ciudad por la que pasaremos
de la que queda constancia de haber sido repoblada por
francos (que llegaron a contar con jurisdicción propia). Fue
también, entre 1822 y 1833, capital de la efímera provincia
del Bierzo, de la que aún hoy muchos bercianos sienten
nostalgia.
Al igual que ocurría en Tierra de Campos, en Villafranca contrasta el esplendor de antaño manifestado también
en su riqueza artística, con la humildad de un pueblo que
hoy vive prácticamente dedicado al comercio vitivinícola y a
la ganadería.
La iglesia de Santiago, en lo alto de la villa, no sólo
debe su importancia a su arquitectura románica del siglo
XII, sino al privilegio, único en toda la Ruta jacobea, de
conceder las indulgencias plenarias a aquellos peregrinos
que enfermos, exhaustos o incapacitados no pudiesen
continuar hasta Compostela.
Aún hoy, la Puerta del Perdón de este templo sólo
permanece abierta durante los Años Santos. En un lateral
está la capilla de Nuestra Señora de las Angustias, del siglo
XVIII.
Es un templo sencillísimo de una sola nave con Capilla
Barroca del siglo XVIII en un lateral de la Iglesia. Construida con sillares desiguales resulta interesante su ábside con
tres ventanas decorados sus arcos con el conocido
“Taqueado Jaqués”.
Destaca en el exterior su portada norte llamada “Del
Perdón”, constituyendo un magnífico ejemplo de escultura
dentro de la provincia de León; sus arquivoltas algo apuntadas tienen decoración de media caña las dos primeras la
tercera motivos vegetales y la última un apostolado que
remata en el centro con un Pantocrátor. Sus capiteles representan la Crucifixión, los Reyes Magos, la Epifanía,
hojas de acanto, animales fantásticos… Ya en el interior,
podemos admirar un valioso Crucifijo del siglo XIV.
Dentro de la Capilla Barroca, en su retablo, se cobija
la talla de la Virgen de las Angustias, siglo XVI, que constituye un paso muy representativo de la Semana Santa villafranquina. En el mismo retablo aparecen escenas de la
Pasión de Cristo.
Existen en la Iglesia además otras tallas: la Virgen del
Carmen, Santiago, San Blas y Santa Agueda.
Finalmente su portada de acceso es muy simple formada por tres arcos sin columnas.
La Calle del Agua es una de las calles más famosas y
más bellas del Camino. Prácticamente cruza de extremo a
extremo Villafranca y aparece flanqueada a ambos lados
por palacios blasonados con grandes portones. Es calle
con más actividad comercial, artesanal y de tránsito una
vez consolidada la Ruta Jacobea, de la que es parte innegable. Toda la calle constituye un auténtico museo de
heráldica como también importante muestrario de arquitectura Barroca tanto civil como religiosa.
Dentro de la arquitectura civil nos sorprende por su
monumentalidad y la armonía de sus formas dos singulares
edificios: Palacio de los Marqueses de Villafranca y Palacio
de Torquemada, ambos del siglo XVII. Existen otros ejem133
plos de gran singularidad como son las Casas Torre, la
Casa Morisca, situada al lado de Palacio de Torquemada y
se fecha en el siglo XV.
Conserva también la Calle la casa natal del poeta
Enrique Gil y Carrasco.
El Palacio de los Marqueses, del siglo XV, se levanta
sobre otro castillo construido anteriormente, conocido con
el nombre “fuerza”. Este castillo fue atacado y destruido
en 1507 por el hijo ilegítimo de Pedro Álvarez Osorio,
“primer conde de Lemos”.
En 1515, la reina Juana I concedió el permiso de reconstrucción a Pedro de Toledo, esposo de María Osorio y Pimentel II, marquesa de Villafranca del Bierzo. Este reconstruyó el castillo para ser utilizado como lugar de residencia
para el Marquesado de Villafranca.
En 1809, durante la Guerra de la Independencia, fue desmantelado y saqueado, durante la marcha de las tropas
inglesas hacia la ciudad de Lugo. En 1815 y 1819, fue de
nuevo saqueado e incendiado por parte de las tropas Franceses.
Tiene planta cuadrangular con cuatro torreones circulares en las esquinas, divididas en tres pisos de madera.
La torre del homenaje destaca por su elegancia y admirable situación. Es de planta circular y está coronada por
un tejado de pizarra que es típico de esta zona. Fue realizada en buena mampostería.
Su puerta principal se encuentra realizada en ladrillo y
encima el escudo heráldico de Don Fadrique Toledo y Osorio III, Marqués de Villafranca del Bierzo.
El Palacio de Torquemada, anexo a La Llave Rural.
El palacio se considera una de las piezas únicas del barroco español. Dispone de un patio compuesto por dos alas,
con templetes formados por columnas ochavadas y guarda
en el sótano instrumentos de tortura de la época de
la Inquisición. El inmueble, de propiedad privada, no abre
ningún día al año, y parece que la situación continuará en
la misma senda.
El Convento de San Francisco, fue Convento de
franciscanos del que solo quedan restos. Su fundación data
del 1213, atribuyéndosele a la reina Doña Urraca.
En sus orígenes tuvo otra ubicación en el antiguo hospital localizado en la zona ocupada por el Convento de la
Anunciada. Posteriormente hacia el año 1285 se traslada a
su actual ubicación.
De aquel Convento solo se conserva la Iglesia como
única edificación. Se trata de un templo de estilo Románico
-Gótico.
La parte más antigua es la que corresponde a la portada de acceso de estilo Románico tardío. El segundo cuerpo
de la fachada y las torres del campanario corresponden al
Barroco, siglo XVII.
La ampliación de la Iglesia se lleva a cabo en la segunda mitad del siglo XV, en estilo Gótico, con el patrocinio
de los Condes de Lemos.
Son de destacar en el interior del templo su Retablo
Mayor de grandes proporciones Barroco de estilo Churrigueresco.
De singular importancia son los enterramientos o la
134
arquitectura funeraria como la Capilla de Ambrosio de Castro donde se puede admirar una bóveda con arcos conopiales del siglo XVI.
Cuenta la Iglesia con un bello coro Plateresco que
refleja la austeridad de la orden Franciscana.
Del siglo XVI son también la magnífica talla de la Virgen de la Expectación, "Virgen de la O", y el relieve de la
Piedad, cuyo patetismo llama la atención de quien lo contempla.
No abandonaremos San Francisco sin alzar la vista y
contemplar el espectacular artesonado Mudéjar del siglo
XV, de grandes dimensiones, decorado con motivos góticos
y escudos de armas de los Condes de Lemos y Señores de
Villafranca
El convento de la Anunciación, del siglo XVII, el
edificio se construye sobre las ruinas de un antiguo Hospital de Peregrinos, el de Santiago. La fundación fue a cargo
de D. Pedro Álvarez de Toledo y Osorio en 1606 para su
hija que quería profesar como monja.
Se trata de un edificio de gusto italianizante. Su portada se encuentra enmarcada por un gran arco y pilastras
toscanas. La Iglesia es de una sola nave cubierta por bóveda de lunetos y cúpula en la cabecera.
El retablo principal decorado con columnas salomónicas y relieves representando a la Anunciación, en Nacimiento de Cristo y los Desposorios de Santa Catalina. Data
el retablo del siglo XVII. Especialísima mención para la
custodia traída de Roma por orden del fundador.
En el lado del evangelio se encuentra la hornacina con
los restos de San Lorenzo de Brindis mandados traer por el
Marqués desde Lisboa donde el Santo había fallecido. A
los pies de la Iglesia está el Panteón de los Marqueses
decorado con mármoles de colores. Se guarda en la Anunciada una colección de cuadros del pintor Renacentista
italiano Jusepe Serena quien por encargo del Marqués
pinta esta serie de cuadros cuyo tema es la vida eremítica.
Se guarda en la Anunciación una colección de cuadros
de pintura flamenca de principios del siglo XVII conocidos
como los ermitaños de La Anunciada que corresponden a
Paul Bril, Wenzel Cobergher, Jacob Frankaert y Willem I
Van Nieulandt.
La Colegiata de Santa María, edificada sobre una
antigua abadía del Cluny, o el Convento de San Francisco,
bajo la advocación de Santa María de Cluniaco, cuya fundación se debe, según la tradición al propio santo, en el
año 1213, dan buena fe del importante patrimonio que alberga esta señorial villa que en la actualidad no alcanza los
5.000 habitantes.
La crisis que afecta al decadente monasterio en los
siglos XIV y XV, hace que el segundo Marqués de Villafranca, Pedro de Toledo, virrey de Nápoles, se plantee la construcción de un soberbio edificio en el siglo XVI, el cual corresponde a la Iglesia que hoy podemos visitar, y sobre
todo, que sea fiel testimonio y reflejo del poderío del Marqués en esta época concreta.
Su trazado se realiza bajo un Gótico tardío con elementos propios Renacentistas y fundamentalmente Barrocos, y nos sorprende la parte de los pies de la Iglesia don-
de se puede ver que se trata de un edificio inacabado, donde se pensaba, según proyecto, hacer una construcción
más larga y con otra zona de acceso más monumental y
acorde con su conjunto. Sorprende al visitante de forma
extraordinaria sus maravillosas y espectaculares bóvedas y
cúpula en pizarra.
Posee la Iglesia tres naves, siendo la central más ancha que las laterales; y en estas últimas sendas capillas, la
que encontramos en la nave de la derecha es la Capilla del
Rosario con un retablo de la primera mitad del siglo XVII,
dedicado a la Virgen del Rosario que se encuentra en la
hornacina central. Posee este retablo tallas de San Francisco Javier, Santa Bárbara, y en la misma Capilla la Pila Bautismal y la talla de la Virgen de Fombasallá.
El retablo del Altar Mayor es Neoclásico y dedicado a
la Asunción de la Virgen. Coro Barroco Rococó de la segunda mitad del siglo XVIII y destaca en él la Silla Abacial
con el tema del “Buen Pastor” y sobre ella el monumental
escudo de armas de los Marqueses.
La otra Capilla lateral está dedicada a la Santísima
Trinidad que conserva junto con la sacristía bóvedas de
crucería del siglo XVI. El retablo también es del siglo XVI, el
tema central de la Trinidad se encuentra en el segundo
cuerpo del mismo. En el ático tallas de los Reyes Magos y
el Nacimiento, los Apóstoles, San Pedro y San Pablo en los
laterales y pinturas que representan escenas de la Pasión
de Cristo. Se trata de uno de los retablos de estilo purista
más importantes de El Bierzo.
Dentro de la Iglesia también podemos encontrar un
retablo dedicado a San Roque y San Jorge, fechado en la
segunda mitad del siglo XVII. Existe otro Neoclásico dedicado a la Sagrada Familia, junto con tallas de Santa Lucía,
la Virgen del Carmen, La Virgen del Pilar, Santo Domingo,
San Antonio…
Se custodian en la Colegiata pasos de Semana Santa:
Ecce Homo, Jesús en la Borriquilla, Jesús atado a la Columna y El Cristo de la Misericordia.
Hay un albergue municipal, de 120 plazas con duchas
de agua caliente, cocina, sala de estar y un gran balcón, en
donde atienden fenomenalmente, pero solo en verano.
El otro refugio de Villafranca, el Ave Fenix, es de los
que el peregrino no olvida. No por su confortabilidad,
(aceptable por otra parte) ni por su excepcional emplazamiento, sino por el exquisito trato con que la familia que lo
regenta dispensa al peregrino. Jesús Arias Jato que es
toda una institución en el Camino, lo está construyendo con
la ayuda de peregrinos de todo el mundo.
A Jesús Arias Jato, uno de los hospitaleros más veteranos del Camino, le costó 21 años hacer realidad su sueño de construir un albergue junto a la iglesia de Santiago
de Villafranca del Bierzo A punto de cumplir 75 años, Jesús
Arias Jato sigue atendiendo con esmero a los peregrinos
que pasan por Villafranca del Bierzo, a los que ha dedicado
su vida, una vocación que se ha visto correspondida por el
cariño de las miles de personas a las que ha ayudado. Su
familia ya acogía a los romeros antes incluso de que el
Camino de Santiago estuviera señalizado y él tomó el testigo hace cuatro décadas.
Tras habilitar diversos espacios para que los caminantes pudieran dormir, como un invernadero y unas carpas al
aire libre, hace diez años pudo ver cumplido su sueño de
inaugurar un albergue, modesto pero con toda la energía y
el alma de la ruta jacobea: el Refugio Ave Fénix, ubicado
junto a la iglesia de Santiago y a su Puerta del Perdón, el
único lugar del Camino en el que se puede ganar el Jubileo
sin llegar a Santiago.
«Me tiré 14 años para conseguir los permisos para
hacer la obra hasta que demostré que aquí estaba el primitivo hospital de peregrinos del siglo IX. Luego tardé otros
siete años en construirlo, 21 años en total para verlo
hecho», señala, indicando que contó con la ayuda del
apóstol Santiago. «Hice la peregrinación de Roma a Santiago en bici para pedirle que me aprobaran los planos y
cuando vine tenía una carta de que me lo habían concedido. Yo creo que si algo se pide con fe se consigue», apostilla.
El Refugio Ave Fénix cuenta con 80 plazas con bar,
tienda, sala de rezo, servicios y una inmensa alfombra, en
la que cabe “todo el que llega”. También hay duchas y lavadero y está abierto todo el año, atendido por Jato y por
hospitaleros voluntarios. «A los peregrinos les pedimos que
si pueden aporten cinco euros o el donativo que quieran, y
si necesitan ayuda que la pidan. Si tenemos dinero en la
caja y no tienen, les doy algo», explica un poco contrariado
por no haber podido construir exactamente lo que quería.
«Tenía pensado lo que quería hacer pero se me escapó de
las manos, yo quería una cosa muy rústica pero la vida te
obliga a que modernizar las cosas un poco», señala.
La familia Jato pone a disposición del peregrino una
pequeña biblioteca y ofrece un menú a un precio módico.
22ª Etapa (29 Km)
Villafranca del Bierzo - O’Cebreiro
l peregrino afronta esta etapa del Camino de Santiago en la que se entra en Galicia atemorizado por el
perfil que presenta. No es para menos. En los últimos ocho
kilómetros se salva un desnivel de 690 metros. Pero en el
camino no sirven los baremos estadísticos establecidos al
uso, y así suele ocurrir que este duro tramo acaba siendo
uno de los que el peregrino guarda un mejor recuerdo, uno
de los más gratificantes.
La espectacularidad del paisaje, la sensación de sentirse ya a las puertas de Compostela, aunque aún quede un
buen trecho, y el impacto que provoca la llegada a
O’Cebreiro compensan el esfuerzo de ascender a estos
montes, los más temidos por Aymeric Picaud.
El camino desciende desde la iglesia de Santiago por
la calle Salinas para enfilar la señorial calle del Agua. Al
final de ésta, antes de llegar a la Colegiata, nos desviamos
a la derecha para cruzar el puente sobre el río Burbia y
situarnos a orillas del río Valcarce, río que seguiremos casi
hasta la misma cumbre del O’Cebreiro.
A la altura del Convento de la Concepción hay un
135
puente que cruza el Valcarce para enlazar con el nuevo
trazado de la N-VI. Nosotros seguiremos por el trazado
antiguo, que transita por la vertiente izquierda del río durante dos kilómetros, hasta el punto en el que confluyen las
dos vías. A partir de aquí, siempre a la orilla del río, continuamos el ascenso por el ancho arcén de la carretera que
discurre por el valle de Valcarce.
Hay que tener cuidado con unas flechas amarillas, que
a la salida de Villafranca indican hacia arriba, por el Camino
de la Luz, marcadas por el amigo “Jato” y que te manda por
la cima de los montes, con unas rampas no aptas para
“personas normales”, eso sí, tiene muy buenas vistas, si es
que está el día despejado; de todas formas es una opción
que yo no aconsejo, ya que se tarda una hora más para
llegar a Portela, lugar en donde se une otra vez al camino.
Río y valle reciben el nombre de Valcarce no por casualidad. Empinadas laderas pobladas de castaños y carballos, así se denomina al roble en Galicia y así lo denominaremos nosotros a partir de aquí, encajonan y dan sombra
al camino que se abre paso por el angosto fondo del valle
aprovechando el curso fluvial. Aunque administrativamente
el límite territorial entre Galicia y Castilla León se sitúa en el
Alto de O’Cebreiro, el límite natural lo marca Villafranca. A
partir de aquí la gente habla gallego y tanto la arquitectura
popular como las costumbres, e incluso el propio paisaje,
denotan la estrecha ligazón que mantienen estas tierras
con las situadas en la vertiente oeste. De hecho, los pueblos de este valle pertenecieron a la diócesis de Lugo hasta
1953.
Los peregrinos salvo a la hora de pasar por los pueblos, nos veremos obligados a ir paralelos al río Valcarce,
por un camino que han diseñado, protegido por grandes
bloques de cemento.
Cuando hemos sobrepasado el punto kilométrico 410
de la N-VI, la abandonamos de momento, para, siguiendo
al antiguo trazado, entrar en Pereje.
ereje.- Su población, 59 habitantes, altitud 550 m.
A Santiago 190 Km. Pueblo lineal en torno a la carretera, su iglesia está dedicada a Santa María Magdalena
con su característica espadaña, guarda en su interior un
bonito retablo barroco. Levantada por el Abad del Cebreiro
en esta localidad, cuando, administrativamente, pertenecía
a los monjes cluniacenses de Villafranca.
En su día contó con un hospital y una cárcel para peregrinos.
Ofrece al peregrino un albergue particular, de 30 plazas, con jardín, barbacoa, y aseos con duchas de agua
caliente. En invierno hay que pedir las llaves al hostal de
Trabadelo.
Pronto volvemos al nuevo andadero para, tres kilómetros después, volver a desviarnos a la derecha por la antigua carretera, bastante deteriorada, en esta ocasión en
dirección a Trabadelo.
rabadelo.- Su población, 179 habitantes, altitud
574 m. A Santiago 186 Km La iglesia parroquial,
dedicada a San Nicolás de Bari, tiene una imagen barroca
136
del santo, que se puede contem-plar en el retablo del siglo
XVII. En la iglesia hay otra imagen de la Virgen, de la época medieval. La iglesia tiene un arco adintelado con dovelas y una torre con espadaña.
En Trabadelo hubo otro hospital de peregrinos, donde
está la capilla de San Lázaro. En el pueblo también hay dos
fuentes en franco deterioro, llamadas del Peregrino y de
Pereje.
A la salida de Trabadelo se asciende una pequeña
colina en la que estaba enclavado el Castillo de Auctares.
El descenso de esta loma nos sitúa de nuevo en la N-VI, en
uno de esos lugares en que río y carretera se entrecruzan
como disputándose el escaso espacio disponible en el fondo del angosto valle.
A la altura del punto kilométrico 418, parte por la izquierda el desvío a Portela.
Portela de Valcarce.- Su población, 47 habitantes,
altitud 575 m. A Santiago 182 Km. La iglesia parroquial, dedicada a San Juan Bautista, es de estilo barroco y
data de los siglos XVII y XVIII. Construida de una sola nave, y rematada en el frente por una espadaña y triple campanario Destaca el retablo con figura central de San Juan
Bautista, y la pila bautismal, contiene un bello sagrario del
siglo XVI. Fue restaurada a principio del siglo XXI
Los vecinos de este pequeño pueblo levantaron a la
entrada del mismo una estatua en honor del apóstol Santiago con una placa que indica las distancias a Santiago y a
Roncesvalles.
Durante la época feudal, los nobles exigían el pago de
un portazgo (impuesto de paso) a todos aquellos caminantes que desearan entrar en Galicia. Se cree que el nombre
de este pueblo deriva del nombre del impuesto, suprimido a
principios del XVIII por Alfonso VI.
Atravesamos la localidad que para volver a la carretera y apenas un kilómetro después llegamos a Ambasmestas.
mbasmestas.- Su población, 72 habitantes, altitud
610 m. A Santiago 181 Km. Su parroquial está dedicada a San Pedro, un edificio de planta rectangular, de una
sola nave y espadaña sobre la cabecera, que es de pequeño vuelo y con un único cuerpo de campanas rematado en
un frontón triangular con dos huecos de medio punto para
campanas. Destacando en su interior su altar churrigueresco y su retablo barroco.
De este pueblo, aparte de la iglesia tiene una quesería
ubicada en una antigua fábrica de curtidos a la salida del
pueblo, llamada Veigadarte.
En este pueblo el camino abandona definitivamente la
actual N-VI, que asciende directamente a Pedrafita do Cebreiro, mientras que nosotros continuaremos por el trazado
antiguo en el que el tráfico es prácticamente, inexistente.
Superado Ambasmestas, esta carretera continúa por
una zona de bosque mixto de chopos, castaños y carballos.
Siempre por la derecha, por encima de nosotros, los gigantescos viaductos de la A-VI.
A tres kilómetros del desvío encontramos Vega de
137
Valcarce, el pueblo más grande del valle y sobre el que se
asientan las ruinas del Castillo de Sarracín.
ega de Valcarce.- Su población, 298 habitantes,
altitud 636 m. A Santiago 179 Km. La iglesia de La
Magdalena, es del siglo XVI, y da testimonio de la condición peregrina de este pueblo.
Reformada en distintas épocas, por lo que podemos
datarla en varias fechas: siglos XVII, XIX y 1958 y 1980. Es
un edificio de planta rectangular, de una sola nave y torre
campanario de planta cuadrada a los pies. En el exterior, la
nave, con cubierta a dos aguas, refuerza sus muros laterales con contrafuertes, completando su volumen con la torre,
de dos cuerpos para campanas, con dobles arcos de medio
punto en cada una de sus caras, convertidos en el primer
tramo en balcones con acceso desde el coro.
En la obra de los años 80 se recreció un tercero de
menor dimensión. Todo el exterior se presenta revocado en
color amarillo con rejuntados resaltados en blanco.
En las antiguas escuelas, hoy también Casa de Cultura, se ha habilitado un albergue para peregrinos que dispone de 60 literas y duchas con agua caliente. Es el penúltimo refugio hasta el alto del puerto. De todos modos, en
cualquiera de las aldeas que encontraremos a lo largo de la
ascensión se encuentra cobijo para el peregrino en caso de
necesidad.
Los poblados se suceden rápidamente en este pequeño ensanchamiento del valle. El más mínimo llano es aprovechado por los lugareños como huerta o terreno para pasto. Durante el otoño resulta impresionante contemplar la
cantidad de matices que ofrece este paisaje, desde los
verdes prados del fondo hasta los infinitos tonos ocres del
bosque caducifolio y, si hay suerte, el blanco de las cercanas cumbres.
A un kilómetro de Vega de Valcarce está Ruitelán
uitelán.- Su población, 31 habitantes, altitud 665
m. A Santiago 177 Km. La iglesia de San Juan Bautista es del siglo XV, y contiene una imagen de San Froilan,
eremita de Lugo que llego a ser Obispo de León.
Es una iglesia de una nave, con cabecera cuadrada y
espadaña a los pies. La espadaña posee un único cuerpo
de campanas, con dobles arcos de medio punto rematados
en frontón triangular. Además, en este mismo pueblo, sobre
un altozano, por encima de la antigua Carretera Nacional
VI, en las afueras del núcleo, podemos encontrar
la Capilla de San Froilán, de los siglos XVII-XIX, y en la que
sitúa la leyenda del santo del mismo nombre. Froilán decidió abandonar su retiro espiritual. Lleno de dudas, se introdujo unas brasas encendidas en la boca y, al no quemarse,
se lanzó a predicar. Froilán falleció en el año 900 siendo
obispo de León. Hoy en día es patrón de Lugo.
Es un edificio de una sola nave cubierta a dos aguas
con estructura de madera. La parte trasera de la nave queda semienterrada debido a la pendiente, abriéndose en su
interior, junto al altar mayor, la boca de una cueva cubierta
con bóveda. Tiene una gran escalinata de mampostería
que salva el desnivel del terreno en el que se asienta para
138
su acceso.
Al fondo vemos los grandes viaductos de la moderna
autovía.
Continuaremos caminando y a dos kilómetros encontramos Herrerías.
errerías.- Su población, 74 habitantes, altitud 685
m. A Santiago 175 Km. La Iglesia de San Julián, al
sur del núcleo, en un altozano. Contiene un pequeño Cristo
del siglo XVI, pertenece al estilo barroco-neoclásico. Es un
edificio de una nave con cabecera resaltada y espadaña a
los pies.
En este pueblo nuestro camino deja definitivamente la
carretera para, a la altura de un mesón, adentrarse a la
izquierda por una pista asfaltada conocida como Camino a
la Faba.
El pequeño barrio que queda a la salida de Herrerías
aún lleva el nombre de Hospital de los Ingleses.
Pasado éste, cruzamos de nuevo el río Valcarce, a
estas alturas todavía riachuelo, por un puente de cemento y
afrontamos ya los primeros repechos duros del ascenso al
Cebreiro. El encajonado valle se abre un poco en cada
curva y nos permite ver, literalmente colgados de estas
abruptas laderas, las pequeñas aldeas por las que ha de
discurrir nuestro itinerario. Visión esta que provoca en el
peregrino una confusa sensación, mezcla de temor y ansiedad.
Desde Villafranca, sin darnos cuenta hemos subido
unos 200 m. Poco después de cruzar el arroyo de Lamas,
que desciende del puerto de Piedrafita, unos trazos amarillos pintados en la parte izquierda de la calzada nos advierten de la existencia de un camino cuya entrada no vemos
pues parte en descenso por entre pastos. Dejamos el asfalto para tomar este camino que desciende hasta el río y lo
salva por un pequeño puente, e iniciar el ascenso por la
vertiente contraria del valle.
Los primeros 500 metros son duros y espectaculares.
El bosque de robles, castaños y nogales forma una bóveda
sobre el Camino que provoca que éste permanezca humedecido durante buena parte del año.
Durante los meses de otoño un manto de hojas tapiza
este trecho de la Ruta, confiriéndole un aspecto casi encantado. No resulta difícil imaginarse a los antiguos druidas
recorriendo estos parajes y hay lugares en los que el encantamiento llega hasta tal punto que incluso una familia de
gnomos tendrían perfecta cabida en tan bucólica escena.
Si en otros lugares resulta francamente fastidioso tener que recorrer algunos tramos, aquí el peregrino puede
tomárselo como un verdadero deleite. Poco a poco la pendiente disminuye y la superficie del camino se hace más
regular. El bosque se abre y da paso a las primeras huertas. Estamos ya a la entrada de La Faba.
a Faba.- Su población, 47 habitantes, altitud 920
m. A Santiago 172 Km. Su iglesia de San Andrés
con una gran espadaña y retablos barrocos, es la última
parroquia de la diócesis de Astorga.
La iglesia está encomendada a San Andrés, de los
siglos XVI y XVIII y con una mezcla de dos épocas: Renacimiento y Barroco. Es un edificio de una sola nave dividida
en dos tramos, la cabecera con bóveda de medio cañón y
arco perpiaño apoyado sobre pilastras adosadas dando
acceso a la nave, que se cubre con estructura de madera a
dos aguas con tirantes, situándose después, en elevado, el
coro, de madera recortada y con una escalera de acceso
muy rudimentaria. Su patrimonio está compuesto por un
retablo de estilo barroco y dos pilas, una bautismal con
gallones, y otra de agua bendita de amplia proporción y pie
bajo, con igual decoración realizadas con piedras enterizas
de sillería, y una escultura en bronce del Santiago Peregrino, donada por Diana de Würtemberg.
Es en este templo donde el párroco de O’Cebreiro
oficia a las 20’00 horas una oración ecuménica con peregrinos de distintas religiones, como católicos, protestantes,
budistas o musulmanes. También es junto a esta basílica,
en su lado derecho, donde se localizan muchas sepulturas
de peregrinos (el resto de vecinos se enterraba a la izquierda).
La historia recuerda, a partir de una placa, cómo fue
en este lugar donde fallecieron de peste un grupo de caminantes alemanes. Es esta la razón que llevó en la actualidad a unos voluntarios de la Asociación Ultreia de Amigos
del Camino de Alemania a gestionar de forma rotatoria el
albergue parroquial de La Faba, que abre desde marzo
hasta octubre.
Al contrario que en la mayoría de los pueblos la iglesia
está en la parte baja del pueblo y las casas en la parte alta.
Seguimos ascendiendo por la calle central y pronto se cruza la carretera que viene desde Herrerías. A la salida nos
espera otro duro repecho empedrado de no más de 150
metros para continuar después por un cómodo camino.
El bosque ha desaparecido por completo y se puede
ver ya con nitidez la redondeada cumbre de O’Cebreiro.
Sólo los tojos y las retamas (aquí llamados toxos y xestas,
como bien me apuntan) perfilan un horizonte en el que,
hacia el norte, se recortan las siluetas de las antenas de
Televisión y los repetidores de Telefónica instalados en una
cima cercana. Varios caminos parten a uno y otro lado de
nuestra ruta. Aunque no hay muchas flechas, es imposible
perderse; la dirección es siempre la misma: hacia arriba.
Antes de afrontar el tramo final del ascenso hemos de
dejar atrás el último poblado leonés, Laguna de Castilla.
aguna de Castilla.- Su población, 37 habitantes,
altitud 1.170 m. A Santiago 170 Km. Tiene un albergue en una casa rehabilitada con capacidad para 14 personas, abierto solo en verano. En este poblado tomamos
contacto por vez primera en nuestra ya larga travesía con
un elemento que va a ser constante en la mayoría de las
aldeas de Galicia; se trata de un barrillo especial que se
forma en sus calles, especialmente a la entrada y a la salida de las mismas.
Este barro nada tiene que ver con los que el peregrino
habrá tenido que padecer en su trayecto hasta las puertas
de Galicia. Se trata de una masa semi-compacta formada
por la tierra de los caminos, excrementos animales y los
desagües de casas y establos; todo ello convenientemente
compactado por el continuo paso de la ganadería por estas
cañadas. Su escasa densidad no impide que el peregrino
pueda cruzar estos tramos, pero sí que los hace sumamente desagradables, pues en ocasiones sobrepasan los 10
centímetros de espesor.
Salimos de Laguna de Castilla por un buen camino de
tierra, dejando a la derecha una pista asfáltica que asciende hacia el norte. Un kilómetro después el gigantesco
Mojón Os Santos, de piedra colocado a la vera del camino
nos advierte el final de Castilla-León, que entramos en
Galicia y que quedan 152,5 kilómetros hasta la meta.
En este punto, el camino que seguíamos se bifurca.
Por la derecha asciende a la cercana carretera. Nosotros
seguiremos, por la izquierda, un camino de tierra con mediana de hierba que, a media ladera, nos conducirá hasta la
misma entrada de O’Cebreiro.
Desde este momento y hasta Santiago habrá un
mojón indicativo cada 500 metros (excepto en la variante
de la ruta que enlaza Triacastela con Sarria por Samos) en
una especie de cuenta atrás que animará a los caminantes.
Cuatrocientos metros después la senda jacobea también se despide de la comunidad de Castilla y León con un
pintarrajeado monolito de piedra que marca la entrada en
Galicia.
Cebreiro.- Su población 30 habitantes, altitud
1.298 m. A Santiago 168 Km. No sólo es uno de
los enclaves más antiguos de la ruta jacobea, sino también
uno de los más entrañables e interesantes.
A casi 1.300 metros de altitud y expuesto a los cuatro
vientos, este pequeño poblado declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional no cuenta en la actualidad con más de
treinta vecinos. Sin embargo, su trascendencia histórica se
deriva de su estratégica situación, su hospital se encontraba al final de una de las más duras etapas del Camino, y de
su peculiar arquitectura prerromana.
Se conservan en O’Cebreiro varias pallozas; construcciones de planta oval y muros de piedra de poca altura, con
techo cónico recubierto de paja de centeno trenzada, en las
que hombres y ganado compartían el mismo espacio vital.
Alguna de estas pallozas, que se conservan en su estado
original, incluidos todos sus enseres, que pueden ser visitadas por el peregrino. Otras, desprovistas de mobiliario,
fueron utilizadas durante muchos años como humilde refugio.
La iglesia de Santa María la Real de O’Cebreiro, levantada entre los siglos IX y X es uno de los pocos ejemplos que aún quedan en Galicia del arte prerrománico con
clara influencia astur.
El edificio consta de tres naves terminadas en sendos
ábsides rectangulares. Sus paredes se forman de mampostería de pizarra, utilizándose el granito para las zonas más
importantes. Este material se tuvo que traer desde muy
lejos, debido a la ausencia de él en la comarca. Las cubiertas a dos aguas se cubren de madera que sostienen el
techo de pizarra. Los ábsides se cubren con bóvedas de
cañón.
139
En la capilla están ausentes los motivos ornamentales,
dejando intacto su carácter secular. Incluso sus modificaciones han procurado mantener la disposición original de la
iglesia. Su exterior es también sobrio con una puerta adintelada que se cubre con un pequeño pórtico en donde se
abre un arco de medio punto. Un torreón se levanta a la
derecha, con un campanario cubierto con una pequeña
cúpula.
El altar mayor está presidido por una réplica de Cristo
crucificado, cuyo original se encuentra en el Museo de Arte
Sacro de Madrid, pero no es en la nave central donde se
encuentran los elementos de atracción para los devotos del
lugar. Son las naves laterales las que custodian los elementos más venerados del templo, en la capilla situada a la
derecha del altar mayor se encuentran la imagen románica
sedente de Santa María la Real, que en realidad se trata de
la Virgen de Los Remedios, junto a la vitrina que contiene
el cáliz y la patena del milagro de O Cebreiro, custodiado
por los sepulcros del feligrés de Barxamaior y del monje de
Aurillac, protagonistas del mismo.
Según la tradición, en el siglo XV, aquí se hizo real un
milagro: La conversión de vino en sangre durante la celebración de una Eucaristía realizada por un clérigo incrédulo. El cáliz, donde se hizo el milagro, se conserva hoy en el
interior del templo. Hay quién incluso cuenta que esta copa
es el Cáliz de la Última Cena y que fue traído hasta aquí
por algún caballero de la leyenda del Santo Grial. Incluso
los Reyes Católicos donaron un relicario para guardar el
cáliz en una visita de ellos a la ermita, cuando realizaron la
peregrinación a Santiago.
Este cáliz es todo un símbolo de Galicia ya que se
encuentra representado en el centro del el escudo de la
comunidad. Los mausoleos de los protagonistas del milagro
se encuentran en la capilla, junto a una talla de la Virgen
del siglo XII.
De la imagen de la Virgen, cuenta la tradición, que
inclinó la cabeza para adorar el milagro y que el niño abrió
los ojos por el mismo motivo. Otra curiosidad de la imagen,
es que se encuentra anclada a la peana por unos candados, debido a varios intentos de robo que se han producido
de la misma
Mientras en la capilla del lateral contrario, dedicada a
San Benito patrono de los fundadores, se encuentra enterrado D. Elías Valiña Sampedro, párroco de O’Cebreiro
desde 1959 hasta 1989, periodo que dedicó a la recuperación de la entonces deprimida comarca y desde 1984 a la
señalización y rescate, del casi perdido Camino Francés de
Santiago.
Fue uno de los estudiosos de la ruta y el primer voluntario en marcar las rutas xacobeas con pintura amarilla. Se
dice que fue parado por la Guardia Civil a verle pintando las
flechas de color. Su respuesta fue convincente: “Estoy preparando la gran invasión”. Y así fue. El Camino de Santiago
se ha convertido en el camino pedestre más transitado de
Europa con la única finalidad de visitar la catedral de Compostela, lugar donde presuntamente descansaban los restos del Apóstol Santiago. Un busto junto a la iglesia nos
recuerda a Elías Valiña, que falleció en el año 1989, a la
140
edad de 60 años.
El templo sufrió dos virulentos incendios en 1450 y
1641, como consecuencia de los cuales, dicen que su interior adquirió un ligero y característico tono rosado. En la
actualidad se encuentra en perfecto estado de conservación y durante la misa vespertina diaria, tiene lugar la bendición del peregrino.
La iglesia se rodea de la pequeña población de
O’Cebreiro que es una muestra única de arquitectura rural
y medieval de Galicia, en donde sus construcciones más
representativas son las pallozas y los hórreos.
El Milagro Eucarístico
na tradición muy fuerte, corroborada por diversas
fuentes históricas y arqueológicas sostienen que
sobre el altar de la capilla lateral de la iglesia estaba celebrando la eucaristía un sacerdote benedictino (¿siglo XIV?).
Pensaba que aquel crudo día de invierno, en que la nieve
se amontonaba y el viento era insoportable, nadie vendría a
la misa.
Pero se equivoca. Un paisano de Barxamaior, llamado
Juan Santín, asciende al Cebreiro para participar en la
Santa Misa. El monje celebrante, de poca fe, menosprecia
el sacrificio del campesino. Pero en el momento de la Consagración el sacerdote percibe cómo la Hostia se convierte
en carne sensible a la vista, y el cáliz en sangre, que hierve
y tiñe los corporales. Los corporales con la sangre quedaron en el cáliz y la Hostia en la patena.
Los protagonistas de la historia, el monje y el campesino, tienen sus mausoleos en la iglesia, cerca del lugar del
milagro Eucarístico.
unto a la iglesia está la actual hospedería, de San Giraldo de Aurillac, estupendamente atendida por Pilar y
Luis, donde por poco dinero se puede dormir y disfrutar de
su excelente cocina casera. Levantada en 1965, sobre
parte de lo que fuera el gran hospital de peregrinos.
La Xunta de Galicia construyo un moderno albergue a
la salida de O’Cebreiro con capacidad para 80 personas.
Dispone, además, de duchas con agua caliente, cocina,
sala de estar y caballerizas.
Aymeric Picaud, tan poco proclive a los epítetos elogiosos, escribe sin embargo de Galicia que “es una tierra
frondosa con ríos, prados, de extraordinarios vergeles,
buenos frutos y clarísimas fuentes; pero escasa en ciudades, villas y tierras de labor. Es escasa en pan, trigo y vino,
pero abundante en pan de centeno y sidra, bien abastecida
en ganados y caballerías, en leche y miel, y en pescados
de mar grandes y pequeños, rica en oro, plata, telas, en
pieles salvajes y otras riquezas, y hasta muy abundante en
otras mercancías sarracénicas. Los gallegos son el pueblo
que, entre los demás pueblos incultos de España, más se
asemejan a nuestra nación gala, si no fuera porque son
muy iracundos y litigiosos”.
23ª Etapa (22 Km)
O’Cebreiro - Triacastela
unque sobre el papel este tramo de la etapa parecería de cómodo descenso, se sale casi a 1.300 metros
de altitud y se llega a 480, no hay que fiarse. En Galicia no
puede hablarse en términos absolutos en este sentido.
Así, antes de iniciar el descenso está aún el terrible
repecho del Alto de O’Poio y cuando parece que todo va a
ser cuesta abajo hasta Sarria, surge el puerto de Riocabo.
El pueblo de O’Cebreiro constituye un mirador excepcional en la geografía gallega. Flanqueado por las sierras
del Caurel y de los Ancares, la línea de cumbres de esta
última se divisa desde aquí, en dirección norte, con asombrosa perfección. Contrasta la silueta dentada de las sierras del norte con el relieve redondeado de las que se extienden hacia el sur.
Hacia poniente, un apéndice de ambas se extiende
formando una lengua bien definida por cuya cresta avanzará el Camino hasta iniciar el descenso al valle del Sarriá
Si volvemos la vista, dejamos atrás el fértil Bierzo y el
valle de Valcarce. Vistos desde aquí sus frondosos bosques y su estrecho cauce, resulta difícil creer que nos
hayamos abierto paso por él hasta alcanzar esta cumbre.
De O’Cebreiro se sale por una poco transitada carretera provincial que serpentea a media ladera por la falda
norte de una pequeña sierra. A tres kilómetros encontramos Liñares.
iñares.- Su población, 33 habitantes, altitud 1.220
m. A Santiago 164 Km. La iglesia de San Esteban,
del siglo VIII con una vieira en la portada, es del mismo
estilo que la de O’Cebreiro. Una pista de tierra parte por la
izquierda en dirección a la iglesia y al cementerio, pista que
250 metros después regresa a la carretera.
Restaurada en 1963, su fundación se atribuye a un
diácono del siglo VIII. Muy similar a la de O’Cebreiro pero
más simple. Esta tipología se repetirá en prácticamente la
totalidad de las iglesias que jalonan el Camino Francés en
su entrada a Galicia: se utiliza la piedra de la zona. Tiene
una nave de planta rectangular, muros de cantería y la
cubierta a dos y cuatro aguas y tejado de losa. La fachada,
tiene una torre, que hace de frontis, de tres cuerpos. El
primer cuerpo constituye un cabildo que resguarda la puerta, enmarcada por un arco de medio punto, el segundo
tiene cuatro vanos y el superior está coronado por cuatro
pináculos. Tiene un retablo barroco en el interior. Antiguamente esta iglesia estaba ligada al desaparecido Monasterio de O’Cebreiro.
Iniciamos así el ascenso al alto de San Roque, un
suave repecho que coronamos en un kilómetro. En su cima, y correctamente señalizado nuestro camino, parte de
frente, siguiendo la mismísima arista de la sierra, por entre
prados y monte bajo helechos, retamas y tojos, básicamente. Tras un agradable y reconfortante descenso, llegaremos
a Hospital da Condesa.
ospital da Condesa.- Su población, 40 habitantes, altitud 1.265 m. A Santiago 161 Km. La iglesia, antiquísima, está dedicada a Santa María citada ya en
el siglo XII es también similar a la de O’Cebreiro.
Iglesia del siglo XII, con una única nave, sigue el esquema constructivo típico de las iglesias de las zonas de
montaña de la provincia de Lugo, sin apenas adornos al
exterior y hechas mediante pizarra. El presbiterio tiene un
arco triunfal y bóveda de medio punto. En el frontis existe
una torre, en cuya parte inferior se sitúa un porche con
cuatro pilares de mampostería, así como cuatro vanos de
medio punto. El porche pudo servir para acoger a los viajeros, siendo el lugar en el que resguardarse de las inclemencias del tiempo.
Adosada a la pared y sobre una pilastra, hay también
una pila, con forma de copa y realizada en un solo bloque
de piedra. Al lado contrario, y descansando en el suelo, una
campana muestra, como diseño principal, una
cruz monxoi formada por florecillas de seis pétalos, exactamente iguales a aquéllas otras conocidas tradicionalmente
como espantabrujas, que a manera de talismán y protección, solían ponerse en los dinteles de las casas y también
en iglesias y monasterios.
Dispone de un refugio con duchas de agua caliente,
cocina y capacidad para 18 peregrinos.
De nuevo un desvío señalizado nos conduce durante
300 metros por la calle central del pueblo.
Al poco de superado el mojón que señala el punto
kilométrico 28 de esta carretera tomamos hacia la derecha
una pista en dirección a Sabugos, pista que en seguida se
abandona, a la altura de una solitaria caseta, para ascender por un camino de piedra suelta. Tras cuatrocientos
metros de duro repecho y otros cuatrocientos de sombreado camino, alcanzamos una buena pista, apta para coches,
que nos sitúa ya en Padornelo.
adornelo.- Su población, 33 habitantes, altitud
1.290 m. A Santiago 159 Km. La iglesia de San Juan
del siglo XV, es el único vestigio de la presencia de los
Caballeros de San Juan de Malta en esta zona.
La iglesia parroquial de San Juan, construida en el
siglo XV, la que merece una especial atención. De marcado
estilo rural, planta rectangular, muros de mampostería,
tejado a dos vertientes cubiertas de losa y coronadas por
un campanario de remate triangular, cuenta con entrada
lateral bajo un espacio cubierto.
En el interior destaca un retablo barroco de un solo
cuerpo, originario del siglo XVII, cuya hornacina central
ocupa una buena talla de Cristo en la Cruz, custodiado por
otras dos imágenes. Se dice que en esta iglesia, hubo una
encomienda de la orden de San Juan de Malta.
Cerca de la iglesia de San Juan, se encuentra una
fuente de fresca y magnífica agua. Hasta 1890, el lugar
tenía dos parroquias; la actual de San Juan vinculada a la
encomienda de Portomarín y la de Santa María Magdalena
de O Poyo, aneja a Hospital de la Condesa, que se levantaba en el solar que hoy ocupa el cementerio parroquial.
141
142
Hay un refugio de 12 plazas.
A la salida del pueblo está el cementerio, desde el que
parte un camino de tierra en dirección a un grupo de casas
y a una antena que veremos, y nunca mejor dicho, encima
de nuestras cabezas. Son seiscientos metros de duro repecho que pondrán a prueba las fuerzas del peregrino.
lto do Poio.- Altitud 1.337 m. A Santiago 158 Km.
Este camino finaliza en el Alto do Poio, que con sus
1.337 metros se constituye en el punto más elevado del
Camino de Santiago en Galicia.
En la cima del puerto existen hoy varios restaurantes y
mesones. En la Posada del Peregrino, éste goza de excepcional acogida por parte de Reme.
En este lugar es menester volver la vista atrás y echar
un último vistazo al ya lejano Cebreiro y a la sierra de los
Ancares antes de cambiar de vertiente para afrontar el
descenso al valle y perderlos definitivamente de vista.
Nuestro itinerario sigue por la carretera hasta llegar al
punto kilométrico 24, de donde parte por la derecha un
camino de tierra paralelo a ésta. Si ha llovido recientemente
hay que desistir de tomar esta ruta, pues el agua y el barro
cubren por completo el ancho de este pedregoso camino.
Las zarzas se encargarán por su parte de que sea imposible utilizar las orillas, por lo que la opción más recomendable en estos casos es continuar por la carretera.
onfría.- Su población, 50 habitantes, altitud 1.285
m. A Santiago 155 Km. La iglesia dedicada a San
Xoán, contiene un cáliz en el que hay una inscripción que
dice “soy de ospital de Fon Fría”.
Construida en el siglo XVI, sufre importantes reformas
posteriores, la más significativa en 1964. La puerta lateral
derecha, en arco de medio punto con dovelas que descansan sobre las jambas, parece indicar la época en la que se
erigió. También se reconoce ese estilo en la puerta principal, aunque la fachada ha sido restaurada. Las piedras de
la puerta son las originales porque se han vuelto a colocar
lo más fielmente posible en dicha restauración. El templo
tiene una nave de planta rectangular, muros de piedra caliza y cuarzo.
El tejado es de pizarra y está cubierto a dos aguas. La
Sacristía llama mucho la atención porque está adosada a
uno de los laterales de la nave. Es significativo, además, el
campanario, también rehabilitado, que está formado por
una sola pared con huecos para las campanas y está coronado por un remate triangular. El aspecto original se conserva tan bien que podría casi pensarse que es románico.
San Xoán de Fonfría tuvo un hospital de peregrinos
que ya no existe en la actualidad. Antiguamente los peregrinos recibían fuego, sal, agua de la fuente de esta localidad,
de ahí el nombre del pueblo, una cama y dos mantas para
dormir.
Ambos, camino y asfalto, coinciden a la entrada de
Fonfría, cuya travesía realizamos por su calle central. Al
final de esta calle, en una bifurcación, de nuevo nuestra
decisión vendrá determinada por la climatología. Con tiempo seco, tomaremos la derecha, como indican las flechas,
por un camino de tierra. Si ha llovido habrá que optar por
volver de nuevo a la carretera, pues el camino se hace
intransitable.
Un kilómetro después los dos itinerarios se fusionan,
justo unos metros antes de que una señal del Camino de
Santiago nos advierta de un pedregoso desvío que, por su
interior, evita una gran curva a la derecha de la carretera.
Al final de la curva nuestro camino cruza por enésima
vez la carretera, esta vez para enfilar un complicado descenso por un auténtico pedregal que nos deja a la entrada
de Biduedo.
Biduedo.- Su población, 32 habitantes, altitud
1.195 m. A Santiago 152 Km. La rustica iglesia de
San Pedro también conocida como de Los Abedules, tiene
fama de ser la más pequeña del Camino, se halla exactamente en el vértice de esta altiplanicie, en la falda del monte Ouribio (1.447 metros).
Tiene una nave de planta rectangular, con muros de
mampostería de pizarra y caliza y cubierta a dos aguas en
artesonado de madera con tejado de losa. La fachada tiene
una puerta con arco de medio punto. Espadaña coronada
por un campanil. Tiene un retablo neoclásico con imágenes
del s. XVI y s. XVII en el interior. Posee un amplio atrio con
tres originales arcos de acceso.
El Camino de Santiago atraviesa su calle central para,
al final de la misma, seguir a media ladera por una buena
pista de tierra.
La panorámica se abre ahora a nuestra derecha, ofreciendo al peregrino una aérea vista del valle que configura
un multicolor damero formado por infinidad de minúsculas
parcelas, cada una con una tonalidad diferente.
A partir de aquí comienza el descenso propiamente
dicho por una zona de monte bajo y helechos. El buen estado del camino y la correcta señalización posibilitan el
pleno disfrute de estos tres kilómetros de vertiginosa pendiente.
Tras una doble curva muy cerrada encontramos ya las
primeras casas de Filloval.
illoval.- Su población, 12 habitantes, altitud 960 m.
A Santiago 151 Km. La localidad cuenta con una
ermita, dedicada a Nuestra Señora de los Dolores, y una
capilla de pequeñas dimensiones, la de los Remedios. La
primera de ellas está compuesta de una sola nave en esquisto pizarroso, con cubierta a dos aguas de lajas de pizarra, apoyada directamente sobre el muro.
De su arquitectura civil destaca la Casa de la Iglesia,
organizada en torno a un patio con un gran portal de entrada. Su elemento más llamativo es la fachada suroeste, con
sus tres arquerías ciegas de medio punto y la balconada
corrida con balaustrada de madera. También es interesante
el juego de cubiertas que cubren las distintas dependencias, reflejo del ingenio y la adaptación de este tipo de
construcciones a la vida cotidiana de sus habitantes.
Conviene no ir despistado a la entrada de esta localidad, ya que a la altura de su primera casa parte hacia la
izquierda nuestro camino, describiendo una curva de casi
143
180º.
Este tramo discurre por un túnel natural formado por
las ramas de los avellanos. (En época de lluvias es mejor
evitar este tramo saliendo a la carretera en el mismo centro
del pueblo, y descendiendo unos metros por ésta).
El trazado de la carretera suaviza este descenso trazando continuamente grandes curvas a izquierda y derecha, mientras que nuestro camino lo afronta en línea recta,
encarando la pendiente. He aquí la razón de que en varias
ocasiones hayamos de cruzar el asfalto de esta, poco transitada, carretera comarcal.
En apenas 200 metros este camino desemboca en la
carretera, que en ese mismo punto cruzamos para descender por un bonito camino entre carballos y avellanos, convenientemente señalizado. Al rato nos encontramos de
nuevo con el asfalto, que volvemos a atravesar para proseguir la bajada hasta As Pasantes.
s Pasantes.- Su población, 51 habitantes, altitud
810 m. A Santiago 147 Km. Tiene una pequeña
ermita dedicada a Nuestra Señora de Os Remedios del
siglo XVIII. A la salida de esta aldea encontramos, ¡qué
sorpresa!, un pequeño tramo cubierto por el peculiar barrillo
gallego.
Como compensación, al peregrino le espera un recorrido por uno de esos imponentes bosques de castaños
centenarios.
Las aldeas se sucederán a lo largo de ésta y del resto
de las etapas gallegas. Todas ellas de características similares, con sus casonas de granito con grandes galerías,
sus estrechas e irregulares callejuelas y sus perros, que en
no pocas ocasiones harán avivar el paso al cansado peregrino.
El Camino desciende ahora hasta llegar a Ramil. Los
castaños situados a su entrada son quizá los más majestuosos de la ruta.
Sus ramas se extienden hasta el infinito ocultando el
cielo durante el verano, mientras que en otoño sus hojas
cubren el propio Camino con un tapiz multicolor.
amil.- Su población, 95 habitantes, altitud 705 m.
A Santiago 145 Km. Iglesia de San Martiño. Es una
iglesia con claros vestigios prerrománicos, procedentes de
un templo primitivo, que fueron substituidos por la obra del
siglo XII. Presenta, además, elementos góticos en el interior. La planta es rectangular, con ábside cuadrado y sacristía adosada al alzado norte del presbiterio. Los muros que la
conforman son de mampostería y sillería de granito, con
una cubierta de teja a dos aguas.
Del interior destacan varios capiteles de estilo gótico.
En el frontis se encuentra una portada en arco demedio
punto con arquivoltas con capiteles decorados con figuras
animales y motivos vegetales sobre columnas dobles. Esta
parte del edifico se culmina con una espadaña de un solo
vano rematada con pináculos.
De Ramil se sale por una pista que nos sitúa en Triacastela.
144
riacastela.- Su población, 180 habitantes, altitud
671 m. A Santiago 144 Km. La iglesia de Santiago
del siglo XVIII es una reconstrucción de otra románica,
tiene una curiosa torre. En el interior hay una imagen del
Apóstol, que es el patrono del pueblo.
En origen se dedicó a San Pedro y San Pablo, coincidiendo con las advocaciones del antiguo monasterio de
Hermo, cambiándose posteriormente a Santiago Apóstol.
De origen románico siglo IX que se refleja en la zona
más antigua, el ábside semicircular, con contrafuertes exteriores con sencillos modillones y cornisa asentada sobre
canecillos sin ornamentación, con posteriores modificaciones del siglo XVIII. Nave rectangular con cubierta a dos
aguas de estructura de madera y cubrición de losas de
pizarra. Interior de bóveda de cañón en la nave central y de
cuarto de esfera en el ábside. Dividiéndolos un arco triunfal
de medio punto reformado con la nave, dos ventanales en
cada lateral y coro alto a los pies. La fachada está presidida
por una alta torre de planta cuadrada y estilo claramente
neoclásico, que se eleva sobre cuatro pilares que soportan
otros cuatro arcos de medio punto. Constituyen estos el
arranque de la bóveda bajo la que se sitúa el nártex o atrio.
En el segundo cuerpo de la torre encontramos bajorrelieves de los tres castillos de Triacastela y una hornacina
con la imagen ecuestre del apóstol Santiago. El tercer piso
o piso del campanario se adoran con ventanas troneras de
arcos de medio punto moldurados, los machones de esquina se rematan con los pináculos típicos de la zona. Por
último tenemos el capulín sobre tambor ciego octogonal
también rematado con un pináculo y la cruz. En el interior
encontramos un púlpito de madera tallada en bastante
buen estado. En el lateral sur, retablo neoclásico con la
Santa Faz y una Virgen Dolorosa en urna de Cristal.
Entre las numerosas reformas realizadas en el edificio,
la más espectacular se llevó a cabo en 1790, en la que se
construyeron la fachada y los cuatro cuerpos de la torre, en
la que se encuentra una inscripción relativa a su edificación
y las figuras de tres castillos, en referencia a los que existieron en el entorno y dieron nombre al concejo.
Hay también interesantes ejemplos de exvotos. También es interesante, aunque se encuentra en mal estado de
conservación, la figura en terracota que representa a Santiago Matamoros, figura ecuestre con casaca corta roja
típica del siglo XVIII. El retablo del altar mayor es de finales
del siglo XVII -se sabe que se doró y se pintó en 1695-, de
un moderado barroco, con dos cuerpo y tres calles, columnas salomónicas de sobria decoración, sagrario con cuatro
columnas helicoidales y puerta decorada con ángeles.
La sacristía conserva una cruz procesional de plata del
siglo XII. Hay un reloj de sol hecho en losa de pizarra.
Final de la décimo primera etapa del “Códice Calixtino”
Pueblo alineado en torno a la calle-camino, dispuso de
varios hospitales y de cárcel de peregrinos protegida con
barrotes de madera y en cuyos muros aún se conservan las
inscripciones hechas por algunos reclusos (entre ellas,
varios gallos, símbolo de la libertad para los franceses).
Durante siglos los peregrinos cogían al salir de Triacastela un trozo de roca caliza que llevaban hasta Castañe-
da, donde estaban los hornos que hacían la cal para la
obra de la catedral compostelana.
Triacastela posee un moderno albergue de peregrinos
con 60 camas, duchas con agua caliente y cocina.
24ª Etapa (22 Km)
Triacastela - Sarriá
unque el Camino Real Francés continúa hasta Sarria
por San Xil y el Alto de Riocabo, algunos peregrinos
optan por continuar por la carretera con el fin de visitar el
cercano Monasterio de Samos. Nosotros seguiremos la
ruta del Real Camino Francés.
A la salida de Triacastela se encuentra la citada bifurcación. Por la izquierda prosigue la carretera hacia Samos.
Nosotros giraremos a la derecha para tomar una pista
asfáltica, convenientemente señalizada, en leve ascenso.
Un kilómetro después se deja esta carretera, que continúa hacia arriba, para entrar en una buena pista de grava,
apta incluso para coches, que se aparta a la derecha descendiendo por un bosque de castaños.
Poco después, esta pista cruza el arroyo Valdoscuro
para iniciar un suave ascenso por encantador paraje, hasta
llegar A Balsa.
Balsa.- Su población, 31 habitantes, altitud 735
m. A Santiago 143 Km. En el extremo opuesto de
esta bucólica aldea volvemos a cruzar el arroyo por un
pequeño puente de cemento que da acceso a un empinado
camino que permanece embarrado durante buena parte del
año.
Este tramo nace junto a una casa y a una capilla, dedicada a Nuestra Señora de las Nieves, pero de nuevo da la
sensación de estar recorriendo un lugar verdaderamente
privilegiado que causará sensación y una gran satisfacción
Este rincón es, sin duda, uno de los que el peregrino
nunca olvidará del Camino de Santiago. El estrecho camino, flanqueado y cubierto por rugosos carballos, acoge
pequeños regatos que descienden zigzagueantes por entre
las piedras redondeadas por el secular paso de los peregrinos.
Las raíces, desprovistas de la tierra que las cubría,
asoman al camino dibujando inquietantes siluetas acentuadas por los escasos rayos de sol que se cuelan entre las
hojas. En fin, resulta ingenuo tratar de transcribir las sensaciones que el peregrino percibe en lugares como éste, ya
vaya a pie, en bicicleta o en monopatín.
El encanto se ve violentamente sesgado un kilómetro
después cuando el peregrino se encuentra de nuevo con el
asfalto y descubre la causa de los numerosos regueros de
agua que invadían el Camino unos metros atrás.
Se trata de una curiosa fuente instalada a orillas de la
carretera y cuya cabecera simula una gigantesca vieira.
Desde aquí el ascenso continúa por esta pista asfáltica. Pronto llegamos a San Xil.
an Xil.- Su población, 29 habitantes, altitud 865 m.
A Santiago 140 Km. La iglesia de San Xil Abad, está
un poco apartada de las casas contiene un cáliz del siglo
XV. Este pueblo lo cruzamos por su calle central, para regresar después a la carretera y seguir por ésta hasta el Alto
de Riocabo.
Esta pequeña población rehabilitada en el 2011, no
ofrece ningún sitio en el que avituallarse. Al cruzar un pequeño riachuelo hay una bifurcación sin señalizar, pero no
presenta mayor problema, ya que los dos ramales vuelven
a juntarse pocos metros más adelante. Una vez se abandona el núcleo, el peregrino tiene la posibilidad de disfrutar de
una sensacional vista panorámica del valle.
Aunque unos metros antes de llegar a la cima unas
marcas amarillas señalan un camino que parte hacia la
derecha, es aconsejable coronar este alto y deleitarse con
la magnífica panorámica que desde él se divisa.
De la cumbre parte un buen camino de tierra que pronto enlaza con el anteriormente citado. Desde aquí hasta
Montan sólo resta disfrutar con uno de esos descensos que
uno siempre espera encontrar al otro lado de cualquier
loma.
ontan.- Su población, 50 habitantes, altitud 765
m. A Santiago 137 Km. Su parroquia románica
tiene por titular a Santa María. Templo románico de mampostería de pizarra que ha sufrido ya varias transformaciones a lo largo de su historia. El acceso a la iglesia se realiza por un pequeño cabildo con cubierta de pizarra a tres
aguas. Encima de éste, se sitúa una pequeña ventana arqueada. La fachada se corona con el campanario, mientras
que la puerta principal es arqueada, con lajas de pizarrosa
en sentido radial. En el interior sorprende la gran altura de
la nave. Dispone de un retablo neoclásico con tallas del
siglo XIX.
Laderas de hierba combinadas con grandes losas de
granito conforman una entretenida pista que finaliza en
Fontearcuda.
ontearcuda.- Su población, 5 habitantes, altitud
740 m. A Santiago 133 Km. La iglesia está dedicada
a Santa María. En el centro de este poblado tomamos una
desviación, bien señalizada a la derecha y seguimos descendiendo por una carballeira, que así se denominan aquí
estos pequeños pero frondosos bosques de carballos.
Las aldeas se suceden con tal profusión que llegará
un momento en que el peregrino no sabrá exactamente en
cuál de ellas se encuentra. Cualquier lugareño, últimamente bastante perplejos por la inusitada avalancha de peregrinos, le pondrá rápidamente al corriente de dicha distribución.
A un kilómetro de Fontearcuda enlazamos con la carretera que se dirige a Zoo, 100 metros después, la abandonaremos por la izquierda para descender hasta un arroyo
por un camino que, entre carballos, describe una doble
curva. Superado el riachuelo, otro camino asciende de
nuevo hasta la carretera. Nosotros, sin embargo, seguiremos de frente, a media ladera, por un buen trazado de
145
146
tierra entre helechos que nos conduce hasta la torre de un
transformador eléctrico.
Dejamos el transformador a la derecha, ascendemos
hasta la carretera y 600 metros después entramos en Furela por una calle de cemento.
urela.- Su población, 25 habitantes, altitud 670 m.
A Santiago 130 Km. Un camino que discurre a la
misma vera del muro de la iglesia de San Roque, bordeando buena parte de ésta, nos devuelve a la pista de asfalto
por la que se continúa hasta Pintín.
intín.- Su población, 55 habitantes, altitud 633 m.
A Santiago 129 Km. A la salida de Pintín, un camino
de tierra evita una pronunciada curva de la carretera. Ambos vuelven a unirse unos metros después y ya no se separarán hasta Sarria.
Antes deberemos cruzar los poblados de Calvor y San
Mamede.
alvor.- Su población, 45 habitantes, altitud 540 m.
A Santiago 125 Km. La iglesia de San Esteban tiene
restos que se remontan a la época visigótica. Ocupa el
solar de un monasterio que se fundó en el siglo VIII por el
presbítero Adilán. El templo actual es moderno, del siglo
XIX aunque conserva algunos vestigios románicos. El retablo mayor es Barroco en uno de sus cuerpos y la pila de
agua bendita es un primitivo capitel de traza visigótica procedente del antiguo monasterio.
Dispone de un refugio con capacidad para 24 personas: servicios, duchas con agua caliente, cocina, sala de
estar y un espacio reservado para guardar 10 bicicletas.
an Mamede.- Su población, 10 habitantes, altitud
495 m. A Santiago 121 Km. Pequeña aldea sin nada
que destacar, no tiene servicios para el peregrino.
Pasados ambos poblados, y luego de una caminata, a
la entrada de Sarria el Camino Real Francés coincide con
la carretera que viene del Monasterio de Samos. Desde
este cruce, y siguiendo las indicaciones de una señal del
Camino de Santiago, debemos seguir de frente, hasta cruzar la Ponte Vella sobre el río Ouribio y acceder a la carretera de Monforte.
Pronto vemos a la izquierda una gran escalinata por la
que los peregrinos accedemos al barrio alto (casco antiguo)
de la villa, y llegamos a la calle Mayor. A la altura del castillo, parte hacia la derecha otra calle que nos sitúa ya junto
al convento de los Padres Mercedarios, quienes hasta hace
poco ofrecían cobijo al peregrino.
Hoy el peregrino encuentra como recompensa de su
ascenso hasta este cerro una magnífica panorámica de la
Vega de Sarriá
La variante del Monasterio de Samos
igue el trazado de la carretera, pasa por los pueblecitos de Renche y San Cristovo do Real, Lastres, Frei-
tuxe y San Martiño do Real es más cómoda, sobre todo con
lluvia, pero es más larga. Si se quiere visitar el Monasterio,
hay que tener en cuenta que no lo abren hasta las diez,
tiene un refugio para peregrinos con capacidad para 44
plazas.
El Monasterio de Samos es, sin duda, uno de los más
antiguos e importantes de los muy numerosos cenobios de
tierras de Galicia.
El monasterio de San Julián y Santa Basilisa de Samos (aunque se conoce más como simplemente Monasterio de San Julián de Samos) tiene origen altomedieval,
concretamente de época del Reino Visigodo en el siglo VII,
atribuyéndose su fundación a San Martín Dumiense y renovado por San Fructuoso
Además hay una inscripción empotrada aparecida en
el siglo XIII en la que el obispo de Lugo describe cómo bajo
su mandato se restaura en el siglo VII el antiguo monasterio.
Los avatares, guerras y conflictos medievales afectaron en numerosas ocasiones al monasterio. Así debió ocurrir en el siglo VIII pues fue abandonado por los monjes
durante la efímera dominación musulmana. Tras su retirada
al sur, el cenobio fue nuevamente ocupado y reverdecida la
vida monacal.
El Monasterio de Samos fue ocupado por mozárabes
que venían huyendo de Al-Andalus en tiempos del
rey Fruela I que les asignó un coto en estas tierras.
Precisamente el hijo de éste, el que sería el gran
rey Alfonso II el Casto pasó de su infancia aquí, junto a su
hermana Jimena, tras la muerte por asesinato de su padre,
cuando su vida peligraba por las continuas conspiraciones
aristocráticas del recién nacido Reino Astur.
Durante el siglo X, Samos sufre la momentánea expulsión de los monjes por parte del obispo lucense don Ero
pero reverdece poco después y se convierte en un monasterio benedictino y recupera su auge en el XII bajo la reforma cluniacense.
El conjunto monástico de San Julián de Samos procede de distintas épocas, aunque mayoritariamente abarca
desde el Renacimiento hasta el Neoclasicismo. Todas las
dependencias y su conjunto son de enormes proporciones
y se aprecia que en sus promotores y sus arquitectos se
buscó una grandiosidad al tiempo que contenida decoración que desembocase en contenida sobriedad.
La iglesia es del siglo XVIII, construida entre 1734 y
1748, que aunque barroca por época más bien parece neoclásica por las formas austeras y clasicistas que muestra.
Tiene planta de cruz latina y tres naves. Las bóvedas son
de medio cañón con casetones y los apoyos, arcos semicirculares sobre fuertes pilares con pilastras dóricas en sus
caras.
En el crucero se elevó una enorme cúpula semiesférica sobre pechinas con relieves de los doctores marianos
benedictinos San Ruperto, San Bernardo, San Anselmo y
San Ildefonso.
La barroca fachada también es una obra del siglo XVIII
y a pesar de su buena articulación se aprecia algo rechoncha al estar inacabada, pues no se llegaron a construir las
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torres laterales.
La escalera de acceso recuerda a la del Obradoiro de
la Catedral de Santiago. Por ella llegamos a la puerta propiamente dicha que es adintelada. Esta puerta se rodea de
una fachada monumental dividida en dos cuerpos horizontalmente, siendo el inferior de doble altura que el superior,
aunque reproducen aproximadamente la misma estructura
vertical y ornamentación a base de columnas dóricas y
anchísimas pilastras murales.
Si el piso inferior lleva como vanos la puerta de ingreso y dos ventanales, el superior se orada mediante un óculo circular y dos troneras para las campanas.
Pero si la iglesia provoca el interés por su monumentalidad, más aún lo tiene su pareja de claustros, el del Padre
Feijoo y el de las Nereidas.
En el siglo XVII, el escultor Francisco de Moure realizó
varios retablos para la iglesia. En 1685 se inicia el gran
claustro, cuya construcción dura hasta 1746. El escultor
neoclásico Ferreiro realiza el retablo mayor de la iglesia
entre 1781-1785 y, poco después, se inicia la gran sacristía
clasicista, obra que se adentra en el siglo XIX.
El Claustro grande o de Feijoo es el más grande de
España con crujías de casi sesenta metros de longitud.
Fue construido en el siglo XVII, entre 1685 y 1689 en
estilo herreriano. El alzado de las pandas se forma mediante tres pisos o niveles. El piso inferior muestra galerías
abiertas al patio mediante arcos de medio punto (nueve por
crujía) que apoyan en pilastras dóricas adosadas a machones que se decoran también con grandes pilastras que se
vuelcan al interior. El segundo nivel sólo lleva ventanas
rectangulares, mientras que el último es de atractivas formas al tener balaustradas y grupos de vanos ajimezados
de arco carpanel con columna mainel central de capitel
jónico.
En el centro de este claustro se yergue la enorme
estatua del Padre Feijóo, obra de Francisco Asorey.
El segundo claustro es más antiguo. Se llama Claustro
Pequeño o de las Nereidas. Su construcción data del siglo
XVI avanzado (1539-1582) pero como es normal en la arquitectura gallega, su arcaísmo lo convierte en un monumento tardogótico. Su arquitecto fue Pedro Rodríguez,
natural de Monforte. Tiene sencillas arquerías apuntadas.
Las bóvedas son de crucería estrellada.
La ornamentación de sus claves es muy variada. Las
cinco historiadas, del tramo de bóveda que corresponde a
la entrada del refectorio, representan: la central, el escudo
del monasterio; y las cuatro restantes, san Benito, su hermana santa Escolástica, y los patronos de la abadía, santos Julián y Basilisa.
Como dato curioso de picaresca medieval, existe una
clave cuya inscripción, en forma jeroglífica, dice: QUE MIRAS BOBO.
Posteriormente se construyeron dos pisos por encima.
Este claustro se llama de las Nereidas por la fuente
central -originaria del siglo XVIII- cuya copa es sostenida
por cuatro esculturas que representan a este ser mitológico.
No hay que dejar de visitar la encantadora y recoleta
148
iglesia medieval de San Salvador de Samos de origen mozárabe (posiblemente del siglo IX). Tiene una única
nave y remata en cabecera de testero plano.
El Monasterio, es un impresionante complejo de edificaciones llenas de arte y de historia. Fue destruido por un
incendio en el siglo XVI.
Vuelto a reconstruir, un nuevo incendio lo destruyó en
1951, restaurándolo su abad Dom Mauro, inaugurándolo en
el año 1960.
Salimos de Samos, y tras pasar los pueblecitos de
Ayán y Fontao, estamos Sarriá
arria.- Su población, 7.612 habitantes, altitud 453
m. A Santiago 115 Km. Claramente dividida en dos
zonas. La zona medieval, hoy restringida a la calle Mayor y
aledaños de la fortaleza; y la zona nueva, surgida en la
base del cerro y que, como conjunto urbano, no ofrece
especial interés.
En la calle Mayor se encuentran:
La iglesia de Santa Marina, de estilo moderno, tiene
una bonita torre chapitelada; El actual templo sustituye
desde finales del siglo XIX a una obra románica anterior del
siglo XIII, que se encontraba en estado ruinoso y de la que
tan solo se conservan un dibujo de la portada y un capitel.
La iglesia, de planta de cruz latina, remata en una aguja
piramidal. En su interior destacan algunas obras como un
Cristo crucificado, la figura de San Xoán, patrono de la villa,
o varias vidrieras policromadas.
La iglesia gótica del Salvador, es un templo románico
de una nave terminada en cabecera de ábside de planta
semicircular con dos columnas entregas que seccionan el
semitambor en tres paños o calles. Esta cabecera se cubre
con bóveda de cañón en el espacio presbiteral y bóveda de
horno en el ábside.
Tienen interés sus portadas tardorrománicas, pero
especialmente la que se sitúa en el muro norte ya que
cuenta con un tímpano bastante peculiar y cuya iconografía
es bastante misteriosa.
Arquitectónicamente esta puerta no es nada del otro
mundo ya que muestra una sencilla estructura de dos arquivoltas apuntadas (la interior simultanea dos baquetones,
y dos escofias, teniendo la interior pequeñas semiesferas.
La arquivolta exterior muestra voluminosas puntas de diamante. El guardapolvos es actualmente liso aunque parece
que fue raspado y eliminado su original volumen.
La arquivolta interior se prolonga en una pareja de
columnas cuyos capiteles de gran rudeza apenas muestran
incisiones para simular vegetales. A un observador poco
avezado, incluso, le podría parecer capiteles de época muy
antigua, incluso prerrománicos, por la peculiar plástica del
corte a bisel que muestran. La arquivolta externa se prolonga en sencillos baquetones sin capiteles.
Volviendo al tímpano citado que aparece bajo las arquivoltas, hay que decir que muestra una talla de similar
rudeza que los capiteles. Es un bajorrelieve con apenas
volumen que muestra a un personaje coronado bendiciendo con la mano derecha y mostrando la palma abierta de la
izquierda. Se trataría de un Cristo en majestad esquemáti-
co y simplificado. A ambos lados de esta figura aparecen
dos árboles muy geometrizados de cuyos troncos salen
ramas con seis hojas cada uno. Coronando ambos vegetales aparecen dos cruces griegas. Esta representación de
árboles podría estar vinculada al simbólico árbol de la vida.
Hay que fijarse en los herrajes de las puertas de madera que son originales de la época.
Cerca de esta calle destacamos un último edificio de
Sarria, el Convento de la Magdalena, del siglo XIII, de estilo
gótico-isabelino.
Su origen se halla a comienzos del siglo XIII, cuando
unos frailes italianos fundan aquí un hospital de peregrinos.
Esta fundación pasa a lo largo de sus ocho siglos de
existencia por todo tipo de situaciones. Tras hacerse inicialmente cargo de ella la Orden de la Penitencia de los Venerables Mártires de Cristo, pasa a ser administrado por los
agustinos, cuando aquélla desaparece. Posteriormente, se
hace una importante ampliación en el siglo XVIII pero la
desamortización trae consigo el abandono y la ruina tras
ser empleadas sus edificaciones como cárcel y cuartel. En
1896 recobra la vida conventual gracias a su donación a la
Orden de la Merced. Los mercedarios siguen actualmente
regentando este convento-hospital en la actualidad.
Del edificio del siglo XIII inicial, que era de estilo románico, quedan fragmentos aislados, como una puerta que da
acceso al claustro.
El resto es de hechuras góticas y renacentistas fundamentalmente. Interesa la puerta gótica de Santa María
Magdalena, en el muro meridional con arquivoltas apuntadas y un tímpano esculpido y con la estatua de la santa. La
cabecera es poligonal y conserva algún ventanal ojival
también gótico.
De buenas y elegantes hechuras es el claustro tardogótico. No denota ningún barroquismo propio de los finales de este estilo, sino que muestra unas elegantes y sencillas formas. El cuadrilátero tiene arcadas apuntadas que
apean sobre pilares prismáticos con basa y capitel de bolas. También hay que fijarse en los escudos heráldicos y en
el suelo formado por cantos rodados que trazan hermosas
figuras geométricas.
Otros monumentos de Sarria:
El antiguo hospital de San Antonio (hoy sede de los
juzgados), en el que se daba a los peregrinos agua, luz,
cama y cirujano.
Sarria tuvo un importante castillo del siglo XIII, el de
los marqueses de Sarria, del que sólo queda un torreón
almenado unido a un lienzo de muralla.
También citaremos aquí el puente románico (Ponte
Aspero) con trazado en ángulo, ojos semicirculares y tajamares desiguales.
La policía municipal se encarga últimamente del albergue nuevo, de 40 plazas, cocina, servicios, duchas con
agua caliente y sala de estar.
25ª Etapa (22 Km)
Sarria - Portomarin
l Camino de Santiago deja atrás la montaña, si es
que en Galicia se deja alguna vez, o por lo menos la
alta montaña. Esta etapa, que discurre fundamentalmente
por la Vega del Sarria y el valle del Miño, es un verdadero
rompe piernas.
Cientos de aldeas se suceden casi sin dar opción al
peregrino a adivinar cuándo sale de una o entra en otra.
Las “carballeiras” y los castaños dejan paso a los campos
de cultivo, a la vez que encontramos las primeras plantaciones de coníferas.
Desde el Convento de la Magdalena de Sarria se
desciende por un lateral del cementerio siguiendo un empinado camino de grava hasta llegar a la carretera, que apenas recorridos 100 metros dejamos para descender, como
nos indica una señal del Camino de Santiago, por un estrecho camino de tierra hasta la Ponte Áspera, un bien conservado puentecillo medieval, que cruzamos.
Este camino nos acerca hasta las vías del ferrocarril
que no cruzamos, sino que seguimos paralelos a ellas.
Quinientos metros después cruzamos las vías a la
altura de una caseta abandonada del guarda agujas y seguimos por la izquierda por un camino que nos lleva a salvar el curso de un arroyo por un rústico puente de madera.
De nuevo nos espera un duro y sombrío repecho en el
seno de una carballeira, que esta vez ve acrecentado, si
cabe, su influjo mágico por los restos que en ella se conservan de un antiguo castro celta. Al final de este repecho
(Alto de San Miguel) salimos a un claro del bosque y con él
a un buen camino de tierra con mediana de hierba. Pronto
dejamos a la izquierda el solitario caserío Paredes, desde
el que este camino nos guía hasta una carretera secundaria, ya a la entrada de Vilei.
En menos de un kilómetro nos hallaremos junto a la
iglesia de Santiago de Barbadelo, bello ejemplar del románico gallego, del siglo IX, declarado Monumento Histórico
Artístico Nacional.
arbadelo.- Su población, 58 habitantes, altitud 565
m. A Santiago 110 Km. La iglesia de Santiago, llamada “O Mosteiro” perteneció a un cenobio agregado al
Monasterio de Samos, hay referencias de ella del siglo X,
pero su construcción actual del siglo XII, de estilo románico
gallego, con una torre embebida en el edificio, sustentada
por dos arcos con capiteles, tiene un retablo barroco, con
Santiago peregrino.
El templo originario del siglo X, está presumiblemente
construido sobre un anterior monasterio dependiente de
Samos, razón por la que también se conoce al lugar como
“Mosteiro". Su actual aspecto es producto de numerosas
obras, siendo los muros norte y oeste los mejor conservados destacando sus respectivas portadas.
La torre emerge como el elemento más emblemático
del edificio, levantándose sobre el chaflán noroeste y com149
150
partiendo sus muros como lienzos del templo, pero lo realmente sorprendente reside en su interior. El acceso a la
torre se hace por escaleras de piedra, posiblemente como
sustitución a otras anteriores de madera. Dos arcos con
capiteles decorados con motivos vegetales y animales,
sirven como base de los muros interiores, bajo uno de los
cuales se encuentra una pila bautismal decorada con escamas. Algunos autores consideran que la torre, por decoración, estructura y situación, pudo ser construida como torre
linterna.
Sobre cada uno de los muros se abría una portada,
encontrándose cegada la del muro sur. La abierta en el
muro norte, muestra arco de medio punto dovelado sobre
capiteles y columnas, decorada con motivos de sogueado y
esquinillas, careciendo el tímpano de decoración. En la
decoración de los capiteles se pueden ver serpientes con
cabeza de dragón comiendo fruta y otras bebiendo de un
cáliz, frente a una pareja de leones.
El gran número de elementos decorativos alguno ciertamente enigmático y sorprendente, que contiene la portada principal, le otorga un especial protagonismo en el exterior del templo. Tres arquivoltas sobre columnas y capiteles
decorados con personajes cabalgando monstruosas aves o
sentados en un trono recibiendo a otra, leones devorando
una persona o afrontados y enigmáticas figuras con indefinidos objetos, enmarcan un originalmente adornado tímpano.
El tímpano muestra, en la parte superior, a una persona con los brazos abiertos en señal de oración o acogida,
escoltada por dos pequeños motivos geométricos estrellados, mientras la inferior contiene una figura con cabeza de
apariencia demoníaca, flanqueada por dos serpientes y tres
círculos secantes decrecientes por cada lado.
El interior de la portada muestra, al igual que el exterior, cinco círculos tangentes decorados con motivos geométricos, encima de los cuales se encuentra una cruz de
brazos iguales flanqueada por sendas estrellitas, igual que
ocurre en el exterior con la figura de brazos abiertos.
En el interior del reformado muro sur, se encuentra
restos de su antigua portada reutilizados como altar, sobre
el que se encuentra la imagen de San Froilán.
La actual cabecera de planta cuadrada, sobre la que
originalmente se "sostiene" el retablo barroco, reemplazó
en el siglo XVIII al ábside original.
Cuenta con un albergue de peregrinos ubicado en las
antiguas escuelas. Dispone de 22 camas, servicios, duchas
con agua caliente, cocina, sala de estar y una zona reservada con capacidad para 10 bicicletas.
A la derecha dejamos las casas de San Silvestre.
Nuestro itinerario sigue ascendiendo por esta pista asfaltada hasta alcanzar Rente.
ente.- Su población, 27 habitantes, altitud 605 m.
A Santiago 106 Km. A la entrada de Rente, se coge
un camino de tierra que por una carballeira se introduce en
este pequeño poblado.
Tras cruzar Rente, este camino se fusiona de nuevo
con la carretera, por la que continuamos hasta Mercado da
Serra, donde cruzaremos la carretera de Vilamaior.
ercado da Serra.- Su población, 24 habitantes,
altitud 625 m. A Santiago 105 Km. Aquí se celebraba en la Edad Media un mercado, al que acudían los
judíos de Portomarín para negociar y proveer a los peregrinos.
Este camino enlaza con otro de similares características y cruza una sombreada zona, cubierta de carballos y
castaños.
Tras pasar por una chillona “Fonte do Pelegrin” construida en 1993, que fue la mascota del Xacobeo del año
1993, la ruta llega menos de un kilómetro después al Molino de Marzán del año 1920. Gira entonces a la derecha y,
tras una bajada, los hay que salvar un arroyo a partir de
una pasarela hecha con losas de piedra.
Este tramo del Camino permanece inundado casi todo
el año, por lo que generalmente se hace más recomendable optar por la siguiente variante: en lugar de cruzar la
carretera, se toma ésta hacia la derecha durante aproximadamente 300 metros. Nos adentraremos, entonces sí, en la
citada carballeira, pero en esta ocasión, por una pista de
grava apta incluso para el tránsito de vehículos.
Unos metros después del punto de confluencia de
ambas rutas encontramos un viejo autobús que está abandonado en un cruce. Sus ventanas han sido pintadas con
multitud de flechas amarillas que indican la entrada de un
estrecho camino de tierra que parte por la derecha, justo
antes del vehículo. Aunque el camino es descendente, en
seguida, a la salida de una curva, encontraremos unas
profundas charcas que deberemos salvar por un rústico
paso elevado lateral construido con losas de piedra.
Tras un breve ascenso, siempre entre carballos, nos
tropezamos con la carretera de Portomarin que cruzamos
en ese mismo lugar para proseguir nuestra ruta por una
pista asfáltica en dirección a las primeras casas de
Leimán. A éstas le siguen las de Pena, y a éstas últimas
las de Peruscallo.
eruscallo.- Su población, 41 habitantes, altitud 640
m. A Santiago 103 Km. Un poco alejada, a la izquierda, está la ermita románica de Santa María de Velante.
A la salida de Peruscallo encontraremos un gran roble, y
una zona muy encharcada. De nuevo transitamos por un
camino de tierra, definido en sus laterales por los muros
que delimitan las innumerables y diminutas fincas.
Este camino serpentea por entre los cercados de unos
minúsculos prados hasta llegar a Cortiñas, aldea que atravesamos por una pista asfaltada.
Debe el peregrino excusar el exceso descriptivo que
hago de esta zona y que dificulta el seguimiento de su lectura. No obstante, aunque su comprensión resulte complicada desde el sillón o desde la colchoneta del albergue,
sobre el terreno ayudará sensiblemente a descifrar el laberinto de caminos, pistas y “corredoiras” en que se convierte
el camino a su paso por Galicia.
Por ello no debe el peregrino embotarse de datos en
su lectura, sino tomarlos como referencia a medida que
151
transcurre la ruta.
s Cortiñas.- Su población, 25 habitantes, altitud
640 m. A Santiago 102 Km. La iglesia de San Miguel
es románica, del siglo XII. A la salida de Cortiñas, hay un
enorme castaño tan antiguo como el roble del poblado anterior.
En una curva que la pista hace a la derecha, nos salimos de frente por la tangente para tomar un camino que
nos sitúa en Lavandeira. En esta aldea hay un complicado
cruce en el que nuestra mejor guía serán las flechas amarillas.
avandeira.- Su población, 17 habitantes, altitud
645 m. A Santiago 101 Km. Salimos por un camino
que comienza junto al lateral de la última casa de Lavandeira, hasta llegar a una pista asfaltada que nos recibe a la
entrada de Casal. Pronto las flechas nos indican un camino
muy irregular que parte por la derecha.
Otra vez, el camino acoge en su seno el curso de pequeños riachuelos que por él descienden. Son 500 metros
por entre castaños, nogales y abedules, en los que deberemos ascender pequeños repechos chapoteando sobre las
piedras del camino.
Este tramo finaliza en una pista asfaltada a las puertas
de Brea.
rea.- Su población, 10 habitantes, altitud 661 m. A
Santiago 100 Km. A la salida de este pueblo un
mojón de piedra nos indica que solo nos faltan ¡¡¡100 kilómetros!!! hasta Santiago de Compostela. Pero no hay que
confundirse con un primer y falso mojón que anuncia los
100 kilómetros a Santiago. El verdadero se halla no en el
inicio de una cuesta, sino en un sendero llano de asfalto.
Lo reconocerán también por la gran cantidad de pintadas que acumula y por los recuerdos que atesora. Es uno
de los más emblemáticos de la ruta jacobea, ya que esta es
la distancia mínima para que los peregrinos que cubren el
itinerario a pie puedan hacerse con la Compostela. Sirve,
además, como un significativo estímulo en esta cuenta
atrás que ya comienza a ser el tramo gallego del Camino.
orgade.- Su población, 18 habitantes, altitud 660
m. A Santiago 99 Km. Es el siguiente poblado,
tiene una fuente con la cara de un diablo, pasado el cual
nos espera otro irregular tramo, a ratos pedregal, a ratos
arroyo.
Al final del pueblo está la pequeña capilla de la Trinidad, donde el respeto y el buen gusto de algunos peregrinos lo dejaron olvidados en algún cruce del camino. La
capilla está totalmente pintarrajeada con nombres, declaraciones de amor, fechas y lugares de procedencia. Y a todo
esto se suma bolsas vacías, botellas, etc.
En el altar, hay piedras, estampas y alguna que otras
anotaciones de peregrinos, cosa que es normal, no lo de
las pintadas, que en una capilla que tiene su historia en
este Camino da mucho que pensar sobre el grado de civismo y el poco respeto.
152
Coronado este pequeño altillo se sale a un claro de la
carballeira, desde el que nos dirigiremos a Ferreiros, que
cruzamos por su calle central (a pesar de que por algunas
flechas erróneas a la entrada pueda parecer que el Camino
discurre por la derecha).
erreiros.- Su población, 243 habitantes, altitud 660
m. A Santiago 98 Km. En esta villa está la pequeña
iglesia de Santa María. Este pequeño templo bajo la advocación de Santa María, situado en el barrio de Mirallos, es
desde el siglo XVIII la iglesia parroquial de Ferreiros (lugar
de herreros), en torno al cual crecieron la aldea y sus diferentes barrios. También se cita la existencia de un hospital
de la Orden de San Juan en el lugar.
El templo original del siglo XII, inicialmente fue construido en un lugar distinto al que ocupa actualmente, al que
fue trasladado piedra a piedra en el año 1790.
La austeridad y sencillez general del edificio, de nave
y ábside recto, contrasta con la belleza del arco triunfal y la
portada románica con tímpano bilobulado, a la que posteriormente se le añade una espadaña barroca.
La iglesia se encuentra rodeada por el característico
cementerio gallego, con la peculiaridad de que en el centro
del mismo y frente a la portada del templo se encuentra
una pila bautismal.
En comparación con las anteriores, ésta es una localidad de mayor prestancia, con casas monumentales y vestigios de un mejor pasado; pero los servicios que ofrece
actualmente, son mínimos.
El refugio está a la salida del pueblo junto a una gran
carballeira. Dispone de 22 plazas, cocina, servicios, duchas
con agua caliente y sala de estar.
A la salida de Ferreiros alcanzamos otra pequeña
carballeira en la zona conocida como Cruceiro, denominación que pronto encuentra justificación, pues de su cima
parten tres rutas.
Numerosas flechas pintadas en los muros y postes de
la luz nos indican que debemos descender por una pista
asfaltada que va en dirección a la ermita románica de Santa María de Ferreiros, que fue trasladada en el año 1790
piedra a piedra hasta aldea de Mirallos, como ya hemos
descrito anteriormente, la cual se divisa ya en el fondo de la
vaguada.
irallos.- Su población, 18 habitantes, altitud 642
m. A Santiago 97,5 Km. Superada esta ermita, y
tras un breve ascenso, llegamos a Pena.
ena.- Su población, 32 habitantes, altitud 643 m. A
Santiago 97 Km. Pueblo que atravesamos por su
calle central para volver poco después a la carretera.
En menos de 500 metros el peregrino está en Couto y
cuando aún no ha recorrido los 200 siguientes, el poblado
ya es Rozas.
ozas.- Su población, 20 habitantes, altitud 640 m.
A Santiago 96,5 Km. Este complejo tramo está perfectamente señalizado y el peregrino sólo hallará dificultad
a la hora de conocer en cada momento el nombre exacto
del lugar en que se encuentra.
Doscientos metros después de la última casa de Rozas parte hacia la derecha un camino de tierra por el que
se asciende entre ¡no podía ser menos! una soberbia carballeira.
Una vez coronado este altillo, que lleva el significativo
nombre de Pena dos Corvos, se inicia un entretenido descenso de un kilómetro, hasta llegar a una carretera que
debemos cruzar para introducirnos por un camino de tierra
que nos deja en Moimentos.
oimentos.- Su población, 25 habitantes, altitud
590 m. A Santiago 96 Km. Por un empinado camino empedrado cruzamos esta aldea para salir de nuevo a
la carretera (que ha rodeado el poblado describiendo una
amplia curva).
Pronto se deja el asfalto para tomar por el lado opuesto de la calzada un estrecho sendero, profusamente señalizado con flechas, un mojón y una cruz. Este sendero bien
definido nos conduce hasta un primer grupo de casas, Cotarelo.
Apenas 100 metros después están las tres casas de
Mercadoiro.
ercadoiro.- Su población, 8 habitantes, altitud
535 m. A Santiago 94 Km. A la salida de Mercadorio el sendero se convierte en camino de tierra, y éste, a su
vez, en pista de cemento al entrar en Moutras.
Salimos de esta pequeña localidad de no más de 10
casas por una pista asfáltica que nos introduce en una
nueva carballeira. Trescientos metros después, la pista
desemboca en una carretera por la que seguirnos sin abandonar el frondoso cobijo de los carballos.
En un claro de la carballeira se deja la carretera para
enlazar una serie de pistas y caminos en descenso que nos
situarán ya en Parrocha.
arrocha.- Su población, 28 habitantes, altitud 490
m. A Santiago 93 Km. La travesía de esta localidad
está marcada con flechas que ya no sólo son amarillas. No
debe por tanto el peregrino detenerse aunque encuentre
una flecha roja o blanca a la entrada de una calle o corredoira.
Superado este poblado, de nuevo en la carretera,
encontramos el primer pinar del recorrido gallego. Poco a
poco el peregrino deberá ir acostumbrándose a estas especies repobladas, pues cada vez serán más frecuentes.
Precisamente del lugar en el que termina el pinar parte
hacia la derecha un camino que nos proporcionará un entretenido descenso con unas comprometidas zonas trialeras.
Finalizado éste, se cruza la carretera para entrar en
las calles cementadas de Vilachá.
ilachá.- Su población, 25 habitantes, altitud 420
m. A Santiago 91 Km. Las pistas se suceden
(correctamente señalizadas) a la salida de esta población.
Pronto vemos ya Portomarín, en la vertiente opuesta
del río, hacia el que descendemos salvando una vertiginosa
pendiente por una pista asfáltica. (Atención con esta bajada, ya que la mochila se te echa encima, y te hace correr
aunque no quieras). Esta pista desemboca en una carretera secundaria que tomamos por la izquierda para acercarnos hasta el moderno viaducto que salva las aguas embalsadas del río Miño. Sobre nuestras cabezas, el nuevo Portomarin.
El viejo queda bajo nuestros pies, anegado en 1962
por la construcción del embalse de Belesar, cuya cabecera
se encuentra aún 40 kilómetros río abajo.
Como señalan las crónicas, los edificios más representativos de Portomarín fueron desmontados piedra por
piedra y reconstruidos en la nueva ubicación, pero bajo las
aguas quedaron otros que no tuvieron tanta suerte: las
tierras más fértiles, las viñas, los árboles de la ribera y
nuestro Camino de Santiago.
En épocas de sequía aún se asoman los tejados derruidos de los edificios anegados.
ortomarín.- Su población, 2.237 habitantes, altitud
385 m. A Santiago 89 Km. Antes de la inundación, el
Camino cruzaba el río por la antigua “Ponte Miña”, un viejo
puente de piedra que todavía atraviesan algunos peregrinos cuando éste asoma en las épocas de sequía.
Hoy, a Portomarín se accede por un viaducto de hormigón armado. En su extremo occidental encontramos de
frente unas empinadas escalinatas de piedra que ascienden hasta la Ermita de las Nieves.
La iglesia de San Nicolás, la nueva configuración
urbana de Portomarín gira en torno a su elemento más
representativo, un impresionante templo de una sola nave
levantado en el siglo XII.
Su fachada principal, además de con un magnífico
rosetón de más de cinco metros de diámetro, cuenta con
tres arquivoltas en las que se representan los 24 Ancianos
del Apocalipsis tañendo sus instrumentos. Su similitud con
el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela ha hecho
que sean muchos los que ven en este portal la mano del
Maestro Mateo.
Otros, en cambio, lo asocian con Pedro Deus, también
autor de una portada de similares características en la
Basílica de San Isidoro, en León.
Sea como fuere, esta iglesia se caracteriza también
por su desorientación. Cierto es que fue trasladada piedra a
piedra desde su anterior emplazamiento, pero en su reconstrucción no se tuvo en cuenta la costumbre medieval
de situar la fachada de los templos hacia occidente, por lo
que su estupendo rosetón pierde la posibilidad de recoger
los últimos rayos de sol.
La iglesia románica de San Pedro, del siglo XII,
(también trasladada), tiene grabada la fecha de su consagración 1182. Está al final de la ciudad.
La iglesia de San Pedro es anterior al templo-fortaleza
de San Nicolás del siglo XII-XIII. Tiene fachada barroca con
portada románica fechada en el siglo X aunque no fue consagrada hasta el siglo XII. En el siglo XVII sufrió modifica153
ciones, se añadido la espadaña del campanario, aportándole un nuevo aspecto. La construcción del conjunto está
realizado en sillería y losa vista al exterior.
El retablo está fechado en el siglo XVI. Fue declarada
monumento Histórico-Artístico el 8 de febrero de 1946. La
puerta tiene arco de medio punto con tres arquivoltas semicirculares, tímpano bilobulado con semicírculos lobulados y
perfiles dentados. En el tímpano que reposa sobre sendas
mochetas laterales con cabeza de toro, reza la siguiente
inscripción que estuvo cubierta durante años por una gruesa capa de cal, descubierta por el historiador y canónigo
Francisco Vázquez Saco: Esta iglesia fue consagrada en
honor de la bienaventurada María y de los Santos Pedro,
Cosme y Damián, siendo obispo de Lugo don Rodrigo. En
la era MCCXX.
Francisco Pons Sorolla arquitecto-restaurador del
conjunto fue el encargado del su traslado al nuevo Portomarín. La situación en el nuevo solar hace que pueda
ser admirada en todos sus ángulos al estar en una zona
ajardinada que despeja su alrededor. En el antiguo emplazamiento estaba localizada en el centro del barrio de
San Pedro, dando entrada al frente por la calle del mismo
nombre a los peregrinos que hacían el Camino a Santiago
después de bajar por a Peitiadiña.
La Casa del Conde, muy próximo, en la misma Plaza
de los Condes de Fenosa, epicentro de la villa, se encuentra la Casa del Conde de la Maza. Desde hace años funciona como sede del Ayuntamiento. La Iglesia de San Pedro o
el Pazo de Berbetouros son otras de las construcciones
que se han salvado de ser devoradas por las aguas.
El Pazo de Berbetoros, también llamado coloquialmente "casa da Marquesa" La edificación data del siglo
XVII, construida en 1712 como dice la cartelera situada en
sus paredes. Sirvió de casa rectoral de la parroquia de San
Pedro. La fachada principal tenía puerta con arco de medio
punto flanqueada por dos ventanales enrejados, aunque la
fachada de mayor interés era la posterior constituida por
cuerpo soportalado con arcadas de medio punto de mampostería en pizarra, desaparecido con el traslado. Tiene
importante solana que se conserva, con petriles de fuste
marcados con las armas de la familia. Al final de la misma
fachada tenía un pequeño cuerpo rectangular que albergaba la capilla, construcción también perdida en el traslado.
La capilla de la Virgen de las Nieves, que estaba en el
antiguo paso obligado de Portomarín viejo, es otro de los
puntos que merece la pena visitar
Portomarín cuenta con dos excelentes albergues para
peregrinos. El primero de ellos, municipal, está en las antiguas escuelas y dispone de 50 literas, cocina completa,
lavadora y secadora, comedor y diez duchas con agua
caliente.
El otro, construido por la Xunta de Galicia, ofrece 40
camas, así como cocina y duchas con agua caliente.
Tras la oportuna visita al núcleo urbano de Portomarín,
descendemos de nuevo por la calle principal. De frente, un
soberbio paisaje dominado por las aguas del Miño y por
viñedos que, en pequeñas laderas escalonadas, parecen
querer recuperar el terreno sustraído por el embalse.
154
26ª Etapa (23 Km)
Portomarin - Palas do Rei
e nuevo retomamos la carretera, pero en seguida
una señal del Camino de Santiago nos advierte del
lugar por el que deberemos cruzar uno de los brazos del
embalse. Se trata de un estrecho puente metálico que salva este paso a gran altura. En la otra orilla, tras recorrer
unos metros por el asfalto, iniciamos el ascenso de un fuerte repecho por un umbrío camino de tierra y piedra.
Una vez superados los primeros doscientos metros,
muy duros, se entra en una zona de falso llano. A medida
que llegamos al alto, el bosque desaparece y caminamos
por lomas peladas hasta tropezarnos de nuevo con la C533, unos metros antes de la nave de Cerámicas de Portomarín.
A partir de aquí, el trazado de esta comarcal coincide
básicamente con nuestra ruta.
oxibo.- Su población, 12 habitantes, altitud 485 m.
A Santiago 86 Km. Ya, definitivamente, los pinares
se han adueñado del paisaje, y rodeados por ellos se asciende el Alto de Torros. Llama la atención la nobleza de un
hórreo particular.
Tres kilómetros después de Toxibo se deja a la izquierda el pueblo de Gonzar.
onzar.- Su población, 47 habitantes, altitud 600 m.
A Santiago 84 Km. En la parroquia de Gonzar se
yergue majestuosa la iglesia de Santa María de Gonzar. Se
trata de un templo de estilo barroco situado en un entorno
de gran belleza, al lado de la antigua casa rectoral y de uno
de los cruceros más singulares del Concello de O Pino.
En el interior del templo, cerca del altar mayor, está la
tumba de Josefa de la Torre, también conocida como “A
espiritada” o “La enferma de Gonzar”, misteriosa mujer que
estuvo, según se decía, más de 30 años sin comer ni beber, por lo que comenzó a adquirir fama de santa.
Existe un albergue para peregrinos habilitado por la
Xunta de Galicia. Dispone de 20 camas, duchas con agua
caliente y cocina.Doscientos metros después de su última
casa, tomamos, por el lado opuesto de la calzada, una
pista de grava que nos conduce a Castromaior.
astromaior.- Su población, 22 habitantes, altitud
650 m. A Santiago 83 Km. Su iglesia románica de
Santa María del siglo XII. Iglesia emplazada sobre un antiguo castro, reformada posteriormente. De planta rectangular, cubierta de pizarra a dos aguas. Sacristía adosada en
cabecera. Fachada con la puerta de entrada de arco escarzano, arquivolta en arista y moldura exterior sencilla; tímpano adintelado y mochetas con decoración geométrica; y
con espadaña de un solo vano. Posee una torre del campanario barroca. En el muro lateral tiene una saetera. En el
interior destaca el retablo mayor barroco del siglo XVIII, dos
retablos laterales de traza popular, y un arco sepulcral con
155
escudo de Juan Montenegro, de 1622.
Desde aquí un fuerte repecho de 800 metros nos sitúa
de nuevo en la C-533, por la que se sigue hasta coronar el
Alto de Hospital da Cruz.
En ese lugar una señal de carretera del Camino de
Santiago nos indica el punto de partida de un camino de
hierba por el que se llega a Hospital da Cruz.
Dispone de 18 camas, cocina, duchas con agua caliente y un espacio reservado con capacidad para 10 bicicletas.
El descenso es muy cómodo hasta llegar a Ligonde.
Sobrepasada esta localidad, la pendiente se hace más
pronunciada y tras un par de cerradas curvas se llega a
Eirexe.
ospital da Cruz.- Su población, 38 habitantes,
altitud 690 m. A Santiago 81 Km. Tiene una capilla
dedicada a San Esteban. Debe su nombre al antiguo hospital del que no quedan vestigios, aunque está documentado
en el siglo XVIII.
Tras dejar atrás esta pequeña aldea, pronto alcanzamos la carretera de Orense a Lugo, que en ese mismo
punto cruzamos para seguir de frente por una buena pista
asfaltada hasta Ventas de Narón.
Ventas de Narón.- Su población, 35 habitantes, altitud
702 m. A Santiago 80 Km. Situada a la salida de Ventas
de Narón, la Capilla de la Magdalena tiene su origen en un
antiguo hospital de peregrinos. Es de factura muy sencilla,
con una curiosa puerta de madera donde aparece tallada la
vieira, símbolo de la peregrinación a Compostela.
Esta pequeña aldea fue famosa por la batalla del siglo
IX que tuvo lugar en sus alrededores entre moros y cristianos, resultando vencedor el bando cristiano. En la Edad
Media fue un enclave comercial importante en la zona,
siendo conocido como “Sala Regina” (así lo cita el Codex
Calixtinus).
Tuvo un importante hospital de peregrinos donde hoy
se levanta la pequeña capilla dedicada a la Magdalena.
Fueron famosas sus posadas o ventas (lo que le da el nombre actual), recogidas por el escritor gallego Benito Vicetto
en sus novelas históricas.
Dispone de un refugio con capacidad para 22 peregrinos, que cuenta con cocina y duchas con agua caliente.
Después de un kilómetro de suave ascensión se llega
a la cima de la Sierra de Ligonde, divisoria de las cuencas
del Miño y del Ulla.
irexe.- Su población, 32 habitantes, altitud 630 m.
A Santiago 75 Km. Hay una pequeña Iglesia románica que pertenece a la segunda mitad del siglo XII, y de la
que únicamente se conserva la nave, pero con huellas de
que sus muros han sido rehechos. Fabricada con mampostería y sillería de granito y cubierta con pizarra.
En su interior hay unas pinturas murales las paredes
laterales con la representación de Santiago "Matamoros"
en plena batalla y también el entierro de Cristo, el retablo
mayor y los laterales son de estilo neoclásicos de finales
del siglo XVIII, con algunas esculturas, y en el exterior un
relieve, de una figura humana entre dos leones y una rapaz.
Después de cruzar la carretera que se dirige a Monterroso, llegamos a Portos desde donde un rústico cartel nos
invita a desviarnos a la derecha para conocer el Monasterio de Vilar de Donas.
igonde.- Su población, 71 habitantes, altitud 620
m. A Santiago 76 Km. La iglesia de Santiago, originalmente románica, hoy el estilo sólo se mantiene en la
portada, ya que el resto es neoclásico. Conserva un antiguo cementerio de peregrinos junto al que estaba un antiguo hospital desaparecido de la Orden de Santiago.
De nave rectangular, y con muros de mampostería y
sillería de granito, con cubierta de pizarra a dos aguas. En
uno de los muros hay un fragmento de sarcófago, reutilizado como material de construcción. La portada la remata
una espadaña de dos vanos, rematada con un frontón con
un óculo en la parte central.
A la entrada del pueblo se ve el famoso cruceiro de
Lameiros, de 1670, cuyos cuatro brazos representan la
muerte de Cristo con los clavos, el martillo, las espinas y
calaveras, y en la cruz la Virgen con el niño.
Las antiguas escuelas se han acondicionado como
albergue de peregrinos.
156
onasterio de Vilar de Donas.- A dos kilómetros del
camino. Importante templo románico, hoy Monumento Nacional en cuyo ábside se conservan unos interesantísimos frescos medievales del siglo XIV.
La iglesia de Vilar de Donas sigue siendo uno de los
ejemplos más importantes del románico gallego en el Camino de Santiago. Tiene planta de cruz latina con tres ábsides
abovedados, crucero con bóveda de crucería y nave cubierta con armadura de madera.
Aunque se supone que su fundador fue Airas Peres, la
leyenda atribuye la fundación a un grupo de señoras de la
familia de Arias de Monterroso, que aparecen representadas en las capillas de la nave mayor.
Su hermosa fachada se compone de una magnífica
portada dividida por dos contrafuertes. Las arquivoltas se
encuentran perfectamente decoradas con iconografía de la
época románica. Adosada a la portada se construyó posteriormente el claustro del monasterio del que hoy solo quedan estos arcos adosados
En el interior de la iglesia se encuentran sepulcros
donde se enterraron caballeros de Santiago en el siglo XII.
Son de destacar las pinturas góticas que decoran el altar
mayor y su posible riesgo de desaparición si no se toman
las medidas oportunas. En él se representa al arcángel San
Gabriel y la Virgen María. En la bóveda se representa a
Jesús entre los reyes de la época, Juan II de Castilla, María
de Aragón y su hijo Enrique, futuro rey (Enrique IV).
Estas pinturas góticas se realizaron para el Año Santo
Compostelano de 1434, en tiempos de Juan II, monarca
protector de los peregrinos, a quienes dio un salvoconducto
que aseguraba la protección regia en el Camino de Santiago.
En interior de la iglesia es un magnífico museo compuesto de esculturas góticas y retablos de piedra de gran
valor.
La parte superior corresponde a la bóveda del ábside,
con un simbolismo que alude a la bóveda celeste, y donde
se representa a Cristo como juez, en una mandorla sostenida por ángeles.
Este monasterio fue lugar de enterramiento de los
caballeros santiaguistas. Aún se conservan varios sepulcros de alguno de estos caballeros protectores del camino.
Volvemos al itinerario jacobeo y llegamos a Portos.
ortos.- Su población, 9 habitantes, altitud 575 m. A
Santiago 74 Km. No tiene servicios para los peregrinos. Muy cercano a Portos está el poblado de Lestedo.
estedo.- Su población, 13 habitantes, altitud 595
m. A Santiago 73 Km. Al atravesar ésta pequeña
aldea, llama la atención la pequeña iglesia parroquial dedicada a Santiago. La primer visión que se tiene del conjunto
religioso, es la del amplio cementerio que rodea al templo.
La iglesia, de sencilla construcción con nave única,
tiene dos portadas de acceso, la fachada muestra un frontis
con la puerta principal adentellada y un pequeño óculo,
sobre los que se eleva una espadaña con tres vanos de
medio punto y dos campanas.
En la nave dispone de un coro alto a los pies, y el
frontis tiene una portada adintelada, y remata con una espadaña de dos vanos. Conserva en su interior dos retablos,
el de la capilla mayor y uno en el lateral, ambos de autor
popular. En el retablo mayor lo preside una figura de Santiago Peregrino.
En la explanada que se encuentra frente a la puerta,
se levanta un crucero con grada y pedestal cuadrangular,
en el que pude leerse “Misión de Lestedo, año 1860. Se
conceden diez mil años de … rezando cinco veces la oración del Pater Noster Ave María y Gloria”.
Junto a un caserío, a la salida del pueblo, se puede
ver un cuidado “cabaceiro”.
Se pasa una fuente, la iglesia y a continuación el cementerio, que tiene los panteones mirando al camino, hacemos una pequeña subida y llegamos a Valos.
alos.- Su población, 18 habitantes, altitud 630 m.
A Santiago 71 Km. En una bifurcación que hay en el
centro de este poblado se toma la derecha para descender
hasta el lugar donde durante siglos estuvo la Fonte do Remollón, en la que los peregrinos cumplían con el rito que le
dio nombre, hoy inexistente.
A la altura de Mamurria dejamos la pista asfaltada
para adentrarnos por un bonito camino de hierba y tierra
(en el que podemos tener problemas con el barro durante
la época de lluvias) que transita paralelo a la carretera N547. Este camino desemboca un kilómetro después en la
carretera, unos metros antes del Alto do Rosario.
lto do Rosario.- Altitud 640 m. A Santiago 68 Km.
Desde aquí contemplamos el Pico Sacro, y aquí era
donde los peregrinos iniciaban el rezo del Santo Rosario,
dada la proximidad a Compostela.
En seguida, por el lado opuesto de la calzada, parte
una buena pista que, tras atravesar las casas de la aldea
de Rosario, desciende hasta el campo de fútbol de Palas
do Rei, muy cerca del lugar en el que se encuentra el albergue de peregrinos.
alas do Rei.- Su población, 5.015 habitantes, altitud 575 m. A Santiago 67 Km. Municipio capital de
una extensa comarca que se extiende por el valle del río
Ulla, Palas do Rei es hoy una moderna población de cemento y ladrillo en la que poco queda de su época de esplendor jacobeo.
Si bien el término municipal de Palas de Rei cuenta
con un importante legado histórico artístico (numerosos
templos románicos y pazos señoriales, además de la fortaleza del Pambre), en lo que hoy representa la cabecera de
la comarca tan sólo se conserva el interesante templo parroquial de San Tirso.
La iglesia de San Tirso fue construida a finales del
siglo XII, es de estilo románico pese a lo que únicamente
conserva originario de la época es la portada de la fachada
principal con un arco de medio punto y columnas decorativas. Lo demás a ido siendo restaurado perdiendo las características del estilo románico.
A finales de los años 80 su campanario fue restaurado, es de planta cuadrada y está edificado sobre la sacristía, alberga un pequeño rosetón que da luz a la estancia y
una escalera de caracol para subir hasta los dos portales
que albergan las campanas.
La iglesia de San Tirso está ubicada en un pequeño
recinto al cual solo hay dos entradas, el Camino de Santiago y las escaleras que la unen con el pueblo de Palas del
Rei, el recinto está muy bien cuidado con árboles y césped
donde poder descansar a la sombra tras terminar la etapa
del camino, además alrededor de la iglesia hay iconos religiosos decorativos como la imagen de la virgen y un cruceiro en su fachada este.
Este tipo de tímpanos aparecen sin figuración actualmente, pero en origen estarían pintados con escenas religiosas, normalmente con el Regreso de Cristo en el Juicio
Final (Pantocrator, Evangelistas, Ancianos...)
Sólo una estatua del Apóstol, una fuente coronada por
un anónimo peregrino y una pequeña calle que lleva por
nombre Travesía del Peregrino dan fe de la importante
tradición jacobea de esta villa, que llevó a Aymeric Picaud a
hacer aquí su última escala antes de llegar a Compostela.
El albergue de peregrinos de Palas do Rei cuenta con
40 plazas y dispone, como todos los de reciente construcción, de duchas con agua caliente y cocina. A su lado se ha
habilitado una zona de acampada en la que se permiten
utilizar los servicios del cercano polideportivo.
En el centro del pueblo, junto a la iglesia, hay otro
refugio sin camas, con capacidad para 40 personas y que
también dispone de duchas con agua caliente.
La misma pista que nos había acercado desde Rosario hasta el albergue de Palas do Rei es la que se sigue
157
para descender hasta el núcleo urbano de esta población.
Pronto encontramos la parroquia de San Tirso, que bordeamos para descender unas escaleras, cruzar la N-547 y
enfilar la Travesía del Peregrino. Al final de esta calle, junto
a una fuente de cuatro caños sobre la que se alza la estatua de un anónimo peregrino, volvemos a la carretera.
27ª Etapa (27 Km)
Palas do Rei-Melide-Arzua
l Camino desciende hasta la vaguada de Ponte
Roxán. De este punto, justo al lado de la señal de
carretera que indica el comienzo del término municipal de
Carballal, parte hacia la derecha un sendero de tierra que,
entre carballos, nos lleva hasta los poblados de Aldea da
Riba y Gaiola da Riba.
Superado este último, un sendero de tierra que gira
90º a la izquierda nos sitúa de nuevo sobre el asfalto.
En época de lluvias este corto tramo se halla completamente encharcado por lo que resulta aconsejable que, en
tales condiciones, el peregrino lo evite y opte por continuar
por la carretera una vez cruzado el río Roxán.
Superado el indicador del punto kilométrico 36 de la N547, abandonamos la carretera para descender por un
estrecho camino. Pronto llegamos a una zona casi siempre
encharcada, por la que transita el arroyo de A Lagoa.
El Camino se dirige ahora, de manera poco definida
hacia una carballeira que domina una pequeña colina. Desde este altillo, con el valle del Pambre a nuestros pies, una
corredoira conduce al peregrino hasta San Xulián do Camiño.
an Xulián do Camiño.- Su población, 52 habitantes,
altitud 475 m. A Santiago 65 Km. Su iglesia de San
Xulian, románica del siglo XII, aunque sustancialmente
transformada en el XVIII, en la que destaca el cruceiro, en
el corazón del núcleo,
Hermoso rincón, genuinamente gallego, con señoriales y muy antiguas casas (algunas de ellas blasonadas)
pertenecientes al señorío de Ulloa, el cual durante siglos
dominó la comarca.
Cuenta la leyenda que en la antigüedad acogió un
hospital de peregrinos regentado por el soldado Julián y su
esposa. Por accidente, Julián acabó con la vida de sus
padres y como penitencia levantó dicho hospital para la
atención de los romeros. Un día recibió la visita de un ángel
para comunicarle su perdón.
Muy cerca del Camino se encuentra el monumental
Pazo de Ulloa. También muy cerca de este lugar se halla el
bien conservado Castillo de Pambre, uno de los pocos que
resistió la revuelta de los Irmandiños y que está considerado como la más impresionante fortaleza medieval de Galicia.
Por entre sembrados y prados discurre fundamentalmente la pista que nos conduce hasta Outeiro da Ponte
antes de descender hasta el puente de cemento que salva
158
el curso del Pambre. Cincuenta metros después abandonamos la pista para seguir de frente, ascendiendo por un
delicioso camino. De nuevo la blanca piedra (redondeada
por el secular paso de peregrinos) asoma a la calzada del
peregrino bajo la frondosa cúpula de la carballeira. Será
ésta la última de tales dimensiones por la que pase el Camino.
De modo violento aparecen los eucaliptos, y una pista
asfaltada nos anticipa la entrada en el pueblo de Casanova.
El impacto que produce este drástico tránsito del bosque de
robles al de eucaliptos pone aún más en evidencia la importancia de conservar el hábitat natural de estas privilegiadas zonas. Para quien todavía piensa que lo importante es
la sombra, venga de donde venga, estos últimos 400 metros, antes de entrar en Mato Casanova, pueden resultar
aterradoramente clarificadores.
ato Casanova.- Su población, 31 habitantes,
altitud 480 m. A Santiago 62 Km. La antigua escuela ha sido habilitada como refugio para peregrinos.
Cuenta con 20 camas, duchas con agua caliente y cocina.
A la salida de Mato Casanova dejamos atrás la vertiente occidental de la vaguada formada por el río Pambre,
y afrontamos el descenso de la que forma el río Porto de
Bois. Un excelente camino de tierra a la sombra de pinos y
carballos nos sitúa a la altura de este río.
De nuevo, un suave ascenso por caminos y pistas
hasta llegar a Campanilla. A la salida de esta aldea, y tras
un corto tramo encharcado, se alcanza una carretera en la
que, 400 metros después, vemos el mojón indicador que
señala la línea divisoria de las provincias de Lugo y A Coruña.
A escasos 300 metros de este mojón, parte por la
izquierda una pista recientemente acondicionada con grava
y arcilla. No obstante, los lugareños y algún peregrino reincidente recuerdan con nostalgia los últimos restos de una
importante calzada romana.
Unos metros más adelante, la erosión y el propio paso
de los peregrinos han dejado al descubierto, efectivamente,
algunas losas del primitivo trazado.
Por esta pista se llega hasta Leboreiro. Un poco antes
de la entrada al pueblo, un rústico cartel nos indica el camino que da acceso al refugio de esta localidad.
eboreiro.- Su población, 82 habitantes, altitud 450
m. A Santiago 59 Km. Su iglesia de Santa María, del
siglo XIII, tiene una hermosa imagen de la Virgen con el
Niño, entre dos ángeles, esculpida en el tímpano.
La iglesia es gótica, aunque persisten en ella concepciones y motivos ornamentales característicos del Románico. Tiene nave rectangular y ábside circular. Destaca por
su portada principal, con arco y ocho arquivoltas ojivales.
En el tímpano aparece esculpida en altorrelieve la Virgen,
sedente y coronada, sosteniendo el Niño con ambas manos, que posa de pie sobre la pierna izquierda de la madre.
A uno y otro lado aparecen esculpidos en bajorrelieve
ángeles que aportan filacterios e incensarios. Los capiteles
de las columnas de la portada representan basiliscos.
El acceso al presbiterio se hace a través de un arco
triunfal de medio punto. En el testero de la nave hay un
Agnus Dei, formado por un cordero y una cruz acrótera. El
alero del ábside está ornamentado por una serie de canecillos con figuras y cabezas humanas y de animales y en el
lateral sur tenemos unos canecillos sencillos, dos de ellos
decorados con conchas de vieiras.
En el interior de la iglesia nos encontramos con una
interesante colección de escultura religiosa de varias épocas y estilos. En el muro lateral izquierdo hay una imagen
de la Virgen sedente, con el Niño en el regazo, en madera
policromada, tal vez del siglo XIV. También se conserva un
panel de pintura mural realizada en el segundo tercio del
siglo XVI, con las representaciones de la Flagelación de
Jesús, la Visitación de Santa Isabel y el Martirio de San
Sebastián. La pared del arco triunfal tiene restos pictóricos
de un Cristo crucificado.
Hay una curiosa historia de la Virgen esculpida en
piedra, que es la siguiente:
Cuentan que cerca de esta iglesia un buen día comenzó a manar agua de una fuente que según decían tenía
la extraña virtud de emitir luz durante la noche y un suave
aroma de flores durante el día. Los aldeanos (según dice la
tradición), sospecharon que se trataba de un milagro, cavaron en torno a la fuente y se encontraron con una imagen
de Nuestra Señora, que inmediatamente fue trasladada a la
iglesia. Pero la Virgen, recién desenterrada, volvía cada
noche a la fuente. Y así continuó sucediendo hasta que un
día un artista del pueblo, tuvo la idea de esculpir una talla
de la Virgen en el tímpano.
Desde entonces, la imagen de Santa María de Leboreiro, consintió quedarse en la Iglesia.
Es el “Campus Leporarius” del “Códice Calixtino”, así
denominado por su abundancia de liebres. Aquí se conserva aún el blasonado edificio que albergó hasta el siglo pasado el antiguo hospital de peregrinos fundado por los
Ulloa.
El refugio de peregrinos está hoy en el multicolor edificio de la antigua escuela. Con capacidad para 20 personas,
alojadas en colchonetas, dispone de duchas con agua caliente, comedor y cocina.
Dejando atrás Leboreiro, cruzamos el río Seco por un
restaurado puentecillo medieval de un solo arco. Desde el
otro extremo del puente, una pista asfaltada nos introduce
en Disicabo. A la salida de esta pequeña localidad retomamos una pista acondicionada con grava y tierra compacta,
flanqueada por sendas hileras de arbolitos.
Siguiendo esta magnífica pista y otras similares, convenientemente señalizadas, se vuelve a descender hasta el
río Furelos. Unos metros antes, nos recibe una pista enlosetada, algo que será frecuente a la entrada de casi todos
los pueblos que nos restan en el Camino.
El curso de este río se salva por un soberbio puente
medieval de cuatro arcos, ya citado por Aymeric Picaud.
Ya en la otra orilla, se gira a la izquierda y se inicia la
travesía de Furelos.
urelos.- Su población, 133 habitantes, altitud 412
m. A Santiago 55 Km. Su iglesia parroquial dedicada
a San Juan.
La iglesia de San Xoán de Furelos, al lado del Camino
Francés, conserva parte de su arquitectura medieval románica, concretamente el muro sur. Bajo el alero aparecen
una serie de canecillos sencillos, doce en total, colocados a
distancias desiguales uno de los otros.
El retablo principal de la iglesia es de estilo neoclásico
con decoración rococó, de finales del siglo XVIII. En el camarín la imagen de San Xoán, patrón del lugar, y en los
laterales las imágenes de la Virgen del Carmen, de la Virgen del Rosario y de Santa Lucía.
En los laterales de la iglesia tenemos dos retablos, el
de Santa Lucía, a la izquierda, de estilo neogótico, de 1926,
con la imagen de la santa flanqueada por las imágenes de
San Antonio y San Roque, y en el lateral derecho el impresionante retablo del Santo Cristo, de estilo neogótico, del
escultor nacido en Furelos Manuel Cagide, que tuvo un
taller en Santiago de Compostela.
Al final de la travesía, retomamos la pista acondicionada que nos conducirá hasta las primeras calles de Melide.
No salimos inmediatamente a la carretera, si no que
transitamos por una calle paralela hasta llegar a la altura
del cruce con la carretera de Pontevedra. Por la calle Principal se llega a la Plaza del Convento, verdadero centro
monumental de esta población.
elide (Mellid).- Su población, 8.504 habitantes,
altitud 454 m. A Santiago 53 Km. Muy cerca del
cruce citado está la Ermita de San Roque, para la que se
aprovechó la portada de la desaparecida iglesia de San
Pedro. Hoy rehabilitada y recolocada, también a pie de la
ruta a Compostela, en la moderna Capela de San Roque.
Presenta cuatro arquivoltas de medio punto abrazadas
por un guardapolvo exterior decorado a base de carnosas
fórmulas vegetales. Las arquivoltas interiores presentan,
igualmente, diferentes motivos ornamentales como arquillos, rosetas y boceles en zigzag.
Los capiteles que coronan las columnas, así como el
cimacio corrido que discurre sobre ellos, son también de
temática vegetal y, muy posiblemente y al igual que los de
la iglesia de Santa María, de finales del siglo XII.
La iglesia de Santa María de Melide, situada a la misma orilla de la Ruta Jacobea a su paso por la populosa
Melide, es quizás la construcción románica más completa y
mejor conservada de la comarca.
Levantada en noble sillería granítica, como es habitual
en Galicia, consta de una única nave cubierta con armadura de madera que desemboca, tras un breve tramo recto
presbiterial, en un ábside semicircular rematado en bóveda
de horno.
Al exterior, el ábside queda dividido en tres paños
mediante dos potentes columnas adosadas a modo de
contrafuertes coronadas, a la altura de la cornisa, por capiteles de tipo vegetal. Completan la decoración absidial los
canecillos, una prominente moldura ajedrezada, y un ventanal aspillerado trasdosado por una arquivolta apeada sobre
159
160
columnas cilíndricas y sencillos capiteles.
El mayor interés del templo, sin embargo, se concentra en su fachada sur, donde, bajo tejaroz y flanqueada por
dos arcosolios apuntados y otros tantos contrafuertes, abre
una preciosa portada de dos arquivoltas molduradas a base
de arquillos ciegos que descansan sobre columnas de fuste
cilíndrico y capiteles vegetales y zoomorfos.
Muy curiosa es también la portada occidental, configurada mediante tres arquivoltas sobre columnas y capiteles
en los que, de nuevo, encontramos cestas vegetales en
convivencia con otras de temática animal. La arquivolta
exterior llama la atención por su decoración a base de
rectángulos en rebaje que enmarcan motivos incisos muy
esquemáticos.
Al interior, además de las bonitas pinturas murales
tardías desplegadas en los muros y bóveda absidial, destaca la mesa de altar y los capiteles del arco triunfal, uno de
los cuales presenta una curiosa escenografía en la que un
hombre es acosado por un demonio y un cuadrúpedo.
En un jardín próximo, está el considerado el cruceiro
más antiguo de Galicia, del siglo XIV. El Convento de Sancti Spiritu, gótico, contiene sepulcros del siglo XVI; y el Museo Terra de Mellid, son sus mejores monumentos.
El albergue de peregrinos de Melide, uno de los mejores del Camino, está en la calle San Antonio y dispone de
130 camas. Además de duchas de agua caliente y cocina,
cuenta con una caballeriza con capacidad para cinco animales.
Como en casi todos los pueblos de Galicia, en caso de
necesidad, la parroquia de Melide habilita alguna sala o la
propia sacristía como humilde cobijo para peregrinos.
Del extremo opuesto de la calle Principal de Melide,
junto al cementerio, parte un camino de tierra con mediana
de hierba que desciende hasta la carretera, que en ese
mismo punto cruzamos para acercamos hasta las calles
enlosetadas de Santa María de Melide.
anta María de Melide.- Su población, 98 habitantes,
altitud 420 m. A Santiago 54 Km. Un grupo de casas
rodean este interesante templo románico del siglo XII, ya
descrito anteriormente.
La pista acondicionada nos conduce ahora por la fértil
comarca de Terra de Melide, una de las más importantes
zonas agrícolas y ganaderas de Galicia. El bosque deja
paso a las plantaciones de frutales y a los campos de cultivo, a la vez que se mantienen los verdes pastos, frescos
durante todo el año gracias a los abundantes riachuelos
que discurren por la zona.
Pronto alcanzamos Carballal y superamos la granja de
Ponte das Penas para descender por entre eucaliptos hasta el río Raído. En pleno corazón de esta plantación de
coníferas el peregrino encuentra uno de esos parajes que
no por descritos dejarán de sorprenderle.
Se trata de un pequeño puente (o pontella, como aquí
se denominan este tipo de pasos) construido con grandes e
irregulares losas de roca granítica. Este rústico pero encantador puentecillo salva el curso del río en un remanso de
éste, rodeado de carballos y alisos que aún se aprecian
más ante la presencia amenazadora del bosque de coníferas circundante.
Un sombreado camino nos acerca hasta la carretera,
pero en el punto de intersección con ésta nace una nueva
pista bien acondicionada por la que seguimos hasta alcanzar las tres casas que conforman la aldea de Parabispo.
Combinando tramos asfaltados con otros de tierra y
grava, todos ellos bien señalizados, se llega hasta A Peroxa, aldea prácticamente fusionada con Bonete
oente.- Su población, 128 habitantes, altitud 410
m. A Santiago 48 Km. Su iglesia de Santiago, contiene una bonita imagen del Apóstol, sentado, en la que no
está vestido de peregrino.
Justo cruzando la carretera general, después de pasar
por la fuente Da saleta, nos encontramos con la Iglesia de
Santiago de Boente, quizás una de las más visitadas del
Camino de Santiago, está situada al borde de la carretera
de Lugo-Santiago.
La Iglesia tiene su origen en el Siglo XII, aunque solo
conserva de ese periodo un ventanal y dos capiteles del
románico.
Tiene dos barrios separados por la N-547: el primero
(por el que entramos) es Boente da Riba; el otro (al que
accedemos después de recorrer 100 metros por carretera)
es Boente da Baixo.
Se deja atrás este poblado y retomamos la rehabilitada pista que pronto cruza de nuevo la carretera (será ésta
una constante hasta las mismas puertas de Compostela).
Tras pasar un túnel, el Camino encara una considerable pendiente que desemboca en el antiguo trazado de la N
-547 a la altura de Castañeda.
astañeda.- Su población, 93 habitantes, altitud 415
m. A Santiago 45 Km. Su iglesia parroquial bajo la
advocación de Santa María.
La mencionada edificación religiosa, una de las más
importantes de la mencionada comarca junto a la de Dombodán, fue erigida en el siglo XVIII y destaca porque forma
parte del camino francés que siguen los peregrinos que
marchan a Santiago de Compostela para ver al apóstol.
Quizás el elemento más conocido es su retablo mayor,
enmarcado dentro del estilo barroco. Destaca por su sencilla espadaña, que culmina el edificio de una nave.
No obstante, esta iglesia también es tomada como
punto de referencia gracias a su coro realizado en madera
o al cementerio que alberga en su exterior y que llama la
atención por la no uniformidad de las lápidas y por la distribución de ellas.
Como decíamos, el segundo edificio más relevante de
Castañeda es el famoso Pazo de Sedor que, a día de hoy,
es utilizado como lugar de hospedaje para turistas. En el
siglo XVII fue cuando se construyó este espacio que mantiene intactos elementos de su pasado como la chimenea
de corte barroco, la escalera realizada entre muros, la cocina o la lareira.
En esta localidad depositaban los peregrinos las rocas
calizas que transportaban desde Triacastela a fin de contri161
buir al abastecimiento de los enormes hornos aquí existentes y que proporcionaban la cal necesaria para la construcción de la catedral compostelana.
Una larga recta de esta vía muerta supera las aldeas
de Pedrido y Río hasta enlazar de nuevo con otra de esas
pistas acondicionadas, con arbolitos a los lados. Tras un
cómodo recorrido, siempre entre eucaliptos, el camino llega
hasta la altura del nuevo trazado de la carretera N-547,
donde se ha construido un puente de cemento que salva el
pronunciado desnivel que nos separa del asfalto y que nos
sitúa en la otra orilla de este cañón artificial por el que se
ha abierto paso la carretera.
Una vez superado este puente se retoman de nuevo
los caminos de tierra que, en cómodo descenso, nos acercan hasta el río Iso.
En este punto volvemos a coincidir de nuevo con la N547, que cruzamos para adentramos por un tramo muerto
del antiguo trazado y superar los poblados de Ribadiso da
Baixo, Ribadiso da Riba y Ribadiso da Carretera.
planta rectangular. La fachada principal, realizada con una
perfecta sillería, muestra tres óculos, que la iluminan interiormente. Además, como remate de la misma, posee una
torre campanario, que perteneció a la iglesia original.
En ella se encuentran dos imágenes del Apóstol, una
de Peregrino y otra de Matamoros,
Está construida en granito, con una base cuadrada
achaflanada, con un tambor octogonal en la parte superior,
y sobre esta cúpula apuntada con remate de pináculo de
bola.
La iglesia tiene también otras dependencias como
biblioteca, salones para actividades pastorales o para peregrinos que, hasta la construcción de albergues en la zona,
sirvieron para darles refugio
La Casa Consistorial del Siglo XII y la Casa de Azulejos, son sus monumentos.
En la calle Santiago hay un refugio de peregrinos con
capacidad para 36 personas entre camas y colchonetas.
Dispone, además, de duchas con agua caliente y cocina.
ibadiso.- Su población, 48 habitantes, altitud 300
m. A Santiago 43 Km. En el barrio de Ribadiso da
Baixo, la Xunta de Galicia ha habilitado el edificio del antiguo hospital de San Juan como albergue de peregrinos.
Más que un albergue, es un complejo en medio de la
naturaleza. Dispone de 62 camas, cocina y duchas con
agua caliente.
A la salida de Ribadiso da Carretera tomamos el arcén
de la N-547, por el que ascenderemos un suave repecho, al
final del cual se encuentra Arzúa, última población importante antes de Santiago.
Se trata de una villa que se extiende a orillas de la
carretera, de escaso interés para el peregrino ansioso de la
ya cercana Compostela.
28ª Etapa (21 Km)
rzua.- Su población, 7.016 habitantes, altitud 389
m. A Santiago 40 Km. Su iglesia de Santa María
Magdalena, es del siglo XIV;
La capilla de la Magdalena perteneció a un antiguo
hospital fundado por los Frailes Agustinos, para acoger a
los peregrinos que hacían el Camino de Santiago, pero
más tarde, tuvieron que abandonarlo en el siglo XVII.
Tiene una sola nave rectangular con una sencilla puerta de arco semicircular en la fachada principal.No hace
mucho, ha sido restaurada para poder convertirla en un
museo. La capilla tiene una sola nave rectangular, con una
puerta de arco semicircular en la fachada, que delata su
estilo románico y en su interior aún se conserva el sepulcro
de Alonso de Muñiz, que era "el señor del Pazo de Brates",
y que en su día participó en la fundación del templo junto
con los frailes Bartolomé de Taide, Pedro de Somogas y
Bartolomé Lema, estos hechos son recordados con una
inscripción en el presbiterio del interior
La iglesia de Santiago de Arzúa, dedicada al Apóstol
Santiago el Mayor, está construida sobre el antiguo templo
que se erigió en la zona. Se encuentra junto a la plaza mayor del pueblo, en la provincia de Lugo.
Fue levantada entre los años 1955 y 1958, con una
162
Arzúa - Rua - Arca do Pino
l momento más emocionante del Camino de Santiago, la llegada a las puertas de la Catedral compostelana, está precedido por la etapa menos gratificante del
recorrido, desde que éste se inició en los lejanos Somport o
Roncesvalles.
Sin contar con grandes dificultades orográficas, el
recorrido es francamente duro. No hay cien metros en llano. El Camino supera uno tras otro los pequeños valles
formados por los ríos que descienden hasta el Tambre.
Esta sucesión de subidas y bajadas, perpendiculares al
gran valle central, convierten también esta etapa en un
auténtico rompe piernas.
El paisaje por el que discurre este último tramo de la
ruta jacobea es verdaderamente laberíntico, sobre todo en
su tramo coruñés. A las plantaciones de eucaliptos le suceden pequeños bosques, pasto de las llamas estivales que
durante años asolaron estas tierras.
A esto hay que añadir un trazado que, si bien está
siendo acondicionado y en parte recuperado, no evita que
continuamente haya que estar cruzando a uno y otro lado
la N-547 que une Lugo y Santiago. Los últimos diez kilómetros pueden provocar un cierto despiste en el peregrino
cuando éste alcanza la mítica cumbre del Monxoi (Monte
del Gozo), ya que no están señalizados.
Sólo la indescriptible emoción que siente el peregrino,
a medida que se acerca a la tan ansiada meta hará que lo
de menos sea el estado de la ruta, y es posible que, precisamente, ésa sea una de las causas de que no esté tan
bien señalizada como debiera.
Desde prácticamente el centro de Arzúa y bien indicada por una señal de carretera del Camino de Santiago,
parte por la izquierda una calle de losetas que termina convirtiéndose en un camino de piedra y tierra, por el que se
llega a la “Fonte do Frances” y al pazo de As Barosas, desde donde retornamos a la carretera.
Continuaremos por ésta hasta llegar a su punto kilométrico 68, ya en Raído.
calzada, de un camino de tierra que se interna en un pinar.
Después de atravesar las aldeas de Xen y Ras, una pista
asfaltada nos devuelve a la N-547 que cruzamos por enésima ocasión
aído.- Su población, 16 habitantes, altitud 340 m.
A Santiago 38 Km. Aquí es donde nos desviaremos
a la derecha por una pista asfaltada.
En apenas 200 metros se deja esta pista para tomar
otra perpendicular que, por la izquierda, se acerca hasta la
aldea de Fondevila.
rea.- Su población, 94 habitantes, altitud 380 m. A
Santiago 26 Km. El siguiente grupo de casas es
Brea, cuya complicada travesía se solventa gracias a las
indicaciones plasmadas por sus vecinos. Así, en el fondo
del pueblo vemos pintado en el lateral de una casa la inscripción “Por aquí no”, por lo que tomamos la derecha hasta llegar al cercano poblado de A Rabiña.
ondevila.- Su población, 12 habitantes, altitud 380
m. A Santiago 35 Km. El itinerario de nuestro recorrido, siempre bien señalizado, alternará a partir de ahora
tramos asfaltados con las pistas recién acondicionadas.
Los carballos, pinos y eucaliptos comparten protagonismo con las praderas y pequeñas fincas de labor. Las
aldeas se suceden: a Fondevila le siguen Cortobe, Pereiriña, y Calzada, todos ellos diminutos núcleos de población,
conformados tan sólo por un par de casonas de piedra con
su correspondientes hórreos y pajares.
No es fácil advertir la presencia humana en estos poblados. Sus escasos habitantes pasan buena parte del día
en compañía del ganado o en las fincas próximas, quedando en las aldeas sólo unos pacíficos, otros no tanto, perros.
alzada.- Su población, 58 habitantes, altitud 390
m. A Santiago 33 Km. Desde Calzada, por un bosque mixto de carballos y coníferas se llega hasta Ferreiros
(de nuevo este topónimo en el recorrido gallego), típico
conjunto rural por entre cuyas casas se abre paso el Camino.
A modo de puerta de salida nos despide un hórreo que
se levanta en medio del Camino y bajo el cual deberemos
pasar.
Siguiendo nuestra ruta tendremos ahora que salvar un
pequeño arroyo, bien por su cauce (poco profundo) bien
por un pequeño puentecillo de losas que se ha levantado
junto a una fuente y un lavadero.
De nuevo hay que agradecer la correcta y detallada
señalización de este tramo. De lo contrario sería un auténtico caos pues rara vez caminaremos 200 metros seguidos
por el mismo camino, pista o sendero. La dispersión rural
gallega favorece el hecho de que a cada caserío llegue una
pista, y desde éste hasta cada finca, un camino.
Esta maraña de rutas finaliza, en la N-547, a la altura
del municipio de Salceda.
alceda.- Su población, 124 habitantes, altitud 358
m. A Santiago 28 Km. Tras caminar 400 metros por el
arcén de esta carretera, junto a la caseta de una parada de
autobús, nos desviamos por la derecha para ascender por
una zona mixta de castaños y pinos (bien señalizada). Apenas medio kilómetro después estamos de vuelta en el asfalto.
No por mucho tiempo. Las flechas amarillas pintadas
en el arcén nos apuntan la entrada, por el otro lado de la
Rabiña.- Su población, 16 habitantes, altitud 400
m. A Santiago 25 Km. El trazado original del Camino
de Santiago continuaba desde aquí de frente, sin perder la
orientación de poniente. Sin embargo, esta ruta se halla
ahora cegada por pastizales y pequeñas plantaciones de
maíz y leguminosas por lo que a la salida de A Rabiña deberemos girar 90º a la izquierda y acercarnos hasta la carretera.
Poco más de un kilómetro de suave ascenso nos separa del Alto de Santa Irene, desde donde tomamos, por la
derecha, una pista asfaltada que pronto se torna en camino
de tierra, y por el que descendemos entre eucaliptos hasta
alcanzar el antiguo trazado de la carretera Lugo-Santiago.
Seguiremos esta vía muerta durante unos metros hasta
que desemboca en la nueva N-547.
Unos metros antes de llegar al kilometro 83, una señal
de carretera del Camino de Santiago nos advierte de la
presencia de una pista que se aparta por la derecha y que
seguiremos durante 400 metros, atravesando un pinar.
Superado este corto tramo nos encontramos de nuevo
¡cómo no! con la carretera, que se vuelve a cruzar junto a
un aserradero, ya en el poblado de Santa Irene.
anta Irene.- Su población, 36 habitantes, altitud 380
m. A Santiago 23 Km. La capilla de Santa Irene es
una construcción sencilla en honor a la santa mártir portuguesa, acompañada por un atrio arbolado, además de una
fuente barroca de aguas curativas, ya que se la conoce
como la Fuente de la Eterna Juventud, y según cuenta la
leyenda, todo aquel que se lave con su agua se conservará
siempre joven.
El edificio, macizo de piedra, es adintelado y cuenta
con un pequeño campanario que termina en un crucifijo.
La capilla fue construida gracias a la aportación de dos
nobles que vivían en la cercana aldea de las Dos Casas.
El antiguo edificio del Ayuntamiento ha sido rehabilitado como albergue de peregrinos. Dispone de 36 camas,
duchas con agua caliente y cocina.
El descenso se va haciendo más pronunciado hasta
llegar a Rúa, desde donde volvemos a cruzar la carretera
para adentrarnos por una pista, bien acondicionada, entre
pinos y eucaliptos.
Estará el peregrino caminando por este bosque y cavilando los metros que le faltaban para alcanzar la ciudad
compostelana, cuando se encuentra de súbito con un frío
163
164
edificio que le cierra el paso tras los últimos árboles.
Se trata del complejo polideportivo de Arca do Pino
que, instalado en mitad del Camino, obliga al peregrino a
bordearlo hasta alcanzar una pista asfaltada que transita
por entre el campo de fútbol y un colegio cercano.
rca do Pino (Pedrouzo).- Su población, 858 habitantes, altitud 310 m. A Santiago 20 Km. La iglesia
parroquial de Santa Eulalia de Arca, situada en Pedrouzo,
aunque no en su propio centro.
Esta capilla, de estilo neoclásico, muy ornamentada en
su interior y con hermosas imágenes y valiosos púlpitos, es
conocida por su llamativo altar en forma de vieira. La historia reza que a principios del siglo XIX su atrio sirvió de morada a las tropas napoleónicas que se dirigían hacia Santiago.
Sin embargo y más allá de este apunte, su devenir
histórico quedó marcado por un incendio que destruyó la
iglesia a finales del siglo XIX. En plena guerra de España
contra Cuba, 5.000 fieles -una cifra muy importante para
aquella época-, se decidieron a peregrinar desde este punto hasta Santiago para pedirle al apóstol una victoria en la
batalla.
Sin embargo, la noche anterior a la partida la iglesia
ardió. El cura de la parroquia y los fieles caminaron igualmente hasta Compostela apenados por los destrozos. Fueron con las aportaciones llegadas desde la meta compostelana y desde otras zonas gallegas cómo se pudo reconstruir la actual iglesia que hoy corona el enclave.
En la zona conocida como Pedrouzo, al lado de la
carretera, unos metros a la izquierda de nuestro Camino,
hay dos refugios de peregrinos.
Uno de ellos, el construido por la Xunta, dispone de 80
camas además de duchas con agua caliente y cocina.
El otro, ubicado en la planta baja del edificio del antiguo ayuntamiento (que ahora alberga también a Correos),
no dispone de camas y su capacidad es de aproximadamente 70 plazas. Tiene duchas, pero sólo con agua fría.
29ª Etapa (20 Km)
Arca do Pino-Santiago de Compostela
uperado el complejo deportivo, el camino se introduce
de nuevo en el bosque de eucaliptos hasta alcanzar
una pista asfáltica que nos anticipa la entrada a San Antón,
aldea situada en la pequeña vaguada formada por el regato
Brandelos.
Salvado éste, el camino se vuelve a adentrar en las
plantaciones de coníferas hasta alcanzar el siguiente
núcleo rural: Amenal.
menal.- Su población, 86 habitantes, altitud 255
m. A Santiago 17 Km. En seguida nos tropezamos
con la N-547, que cruzamos para iniciar un fuerte repecho
por un sombrío camino que nace entre dos casas y un
hórreo.
Tras casi medio kilómetro de considerable ascenso, la
pendiente se suaviza y el camino se transforma en una
buena pista. Ésta y otras similares nos acercan hasta la
carretera en el lugar conocido como Cimadevila. En el
mismo punto en que se accede al arcén de la carretera
Lugo-Santiago nace una pista reacondicionada que recupera el tramo original del Camino hasta llegar a la inexpugnable alambrada del aeropuerto de Lavacolla.
Se trata éste de un bonito camino de tierra que, entre
pinos, desciende hasta la valla que delimita el final de pista
del aeropuerto. Desde aquí, y siempre con el trazado metálico como guía, ascendemos un duro repecho de poco más
de 100 metros hasta situarnos al nivel de la carretera, a la
que habremos de salir un poco más adelante.
Volvemos a caminar por el arcén de la N-547, por una
larga recta que discurre paralela a la pista del aeródromo.
La construcción del aeropuerto y de las carreteras que
hasta él llegan ha alterado de modo muy importante el trazado original del Camino de Santiago. Así, a la hora de
afrontar el corto trayecto que nos separa de la localidad de
Lavacolla, al peregrino se le pueden presentar diversas
opciones según la guía escogida.
La que aquí se detalla es la más común y trata de
evitar en la medida de lo posible el intenso tráfico de las
carreteras de esta zona aún a costa de desviarse un poco
hacia el norte en relación con la ruta seguida durante siglos
por miles de peregrinos.
Aproximadamente a mitad de recta tomamos una carretera que parte hacia la derecha, en dirección a San
Paio, una pequeña aldea agrupada en torno a su templo de
piedra. Desde la iglesia de San Paio continuamos por esta
carretera vecinal en ascenso hasta el punto, bien señalado,
en que encontramos un camino de tierra que parte por la
derecha entre eucaliptos, pinos y carballos.
Este camino se ve interrumpido por la carretera de
Betanzos, carretera que cruzamos para seguir de frente por
un sendero bien definido que se adentra de nuevo entre los
árboles. Pronto se alcanza un triple cruce de caminos sin
señalizar. Se toma el de la izquierda y en seguida se divisan ya las primeras casas del pueblo de Lavacolla, hasta el
que descendemos por una pista asfaltada.
avacolla.- Su población, 245 habitantes, altitud
300 m. A Santiago 10 Km. La Iglesia de San Paio de
Sabugueira, presenta una esbelta torre barroca en el centro
de la fachada, realzada por la escalinata y el cruceiro que
la preceden. De estilo clasicista. Su planta es rectangular,
en su fachada el frontal es un triángulo en cuyo vértice se
levanta la torre de la campana.
Sobre la puerta tiene un tragaluz semicircular, encima
de la puerta, hay una inscripción que cuenta a expensa de
quien fue construido el templo. En un lateral está el cementerio y también a pocos metros de la iglesia se levanta un
crucero con la talla de Cristo sedente
La ermita de san Roque, es de traza barroca, de finales del siglo XVIII.
El edificio consta de dos cuerpos: la nave, que es un
prisma cubierto por dos faldones de tejas, y el soportal.
Este último es un pequeño espacio cubierto delante de la
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166
entrada de la ermita, para protección de la lluvia. Para la
sujeción del techo hay dos columnas de piedra. Y la cubierta tiene una estructura de madera muy ligera que soporta el
tejado.
Es el “Lavamentula”, del “Códice Calixtino”, descrito
por Aymeric Picaud como “un paraje frondoso a dos millas
de Santiago, donde los peregrinos de nacionalidad francesa que se dirigían a Santiago, se quitaban la ropa y, por
amor al Apóstol, solían lavarse no solo sus partes, sino la
suciedad de todo el cuerpo”.
Aún hoy son muchos los peregrinos que aprovechan el
cercano río Lavacolla para darse un último remojón antes
de entrar en la capital compostelana
Junto a la Plaza de Lavacolla retornamos a la N-547,
por la que iniciamos el ascenso al Monte do Gozo (Monxoi).
Según la tradición, los grupos que hasta aquí llegaban reunidos se dispersaban iniciando cada peregrino una dura
carrera a fin de coronar primero la cumbre del Monxoi y
tener el privilegio de ser nombrado rey de la peregrinación.
A partir de aquí no hay señalización, pero afortunadamente la amplia red de pistas y caminos de esta zona desembocan casi siempre en la cumbre del Monte do Gozo, de
modo que cualquier opción que tome el peregrino le conducirá a la tan ansiada cima.
Tras dos kilómetros de ascensión por carretera, nos
desviamos a izquierda en dirección a las instalaciones de
TV Galicia. En seguida encontramos un camping que dejamos a la izquierda, para continuar por una pista asfaltada
en dirección al centro regional de TVE.
Un suave descenso nos deja a la entrada de San Marcos, última población por la que pasa el Camino antes de
entrar en Compostela
an Marcos.- Su población, 1.053 habitantes, altitud
345 m. A Santiago 5 Km. Desde el mirador de la ermita de San Marcos la emoción sólo está contenida por
otra emoción aún mayor, la de llegar allí donde ahora ya
llega la vista.
La capilla de San Marcos es muy pequeña, de planta
rectangular, del siglo XIX, levantada probablemente sobre
la mandada construir por el Arzobispo Gelmírez en 1105,
dedicada a la Santa Cruz.
Posee la particularidad de que su puerta está orientada al este y no hacia el poniente como la mayoría de los
templos de la cristiandad. Esta diferencia tiene un motivo
que nos explica la leyenda:
“Pasado el riachuelo de Lavacolla, había que subir la
cuesta de A Rexidoira. Subía como peregrino San Marcos,
que venía a visitar al Apóstol Santiago. Casi a la mitad de
la cuesta, le alcanza otro peregrino más joven, que trae un
varal con sandalias muy gastadas.
Muy hablador y, en apariencia, buen conocedor del
Camino, San Marcos le preguntó: "Ya que sabes tanto del
camino y de los hospedajes, dime cuánto falta para llegar a
Santiago". "Oh, mucho, contestó el muchacho.
Yo vengo de Alemania y falta otro tanto. ¿Ves cuántas
sandalias? Pues otras tantas tendré que gastar, ya que
Santiago está al final de la Tierra, en el extremo del mun-
do". San Marcos, que estaba ya cansado se descorazonó,
hizo una capilla, le puso la puerta al naciente y ya no anduvo la legua que le hubiera llevado a la Basílica de Santiago.
En aquel tiempo se designaba rey de la peregrinación
al primero del grupo que desde el Monte del Gozo divisaba
Santiago.
En la cima del montículo se levantó un monumento
conmemorativo de la visita que el papa Juan Pablo II realizó a Santiago en 1982, durante el año santo. Se trata de
una obra de la artista brasileña Yolanda D’Augsburg Rodrigues. Sobre una base pétrea se eleva una imponente escultura con cruz y concha, custodiada por las figuras de dos
peregrinos. El pedestal está ornamentado en su base de la
visita de Juan Pablo II y la peregrinación de San Francisco
de Asís en el siglo XIII.
onte del Gozo o Monxoi, o Mons Gaudi, o Montjoie,
que de todas estas maneras es conocido este monte emblemático del Camino de Santiago.
A pesar de ser tan sólo una simple colina de 368 metros (como las que hay miles en Galicia), el Monxoi cuenta
con el privilegio de ser el primer lugar desde el que el peregrino avista las torres de la Catedral compostelana. En la
época medieval la vista se extendía a todo el lateral este de
la misma, pero hoy, de entre la maraña de modernas construcciones apenas sí se pueden intuir más que los pináculos de las torres catedralicias.
En la actualidad, la ladera sudoeste de esta mítica
colina ha sido deforestada y cimentada y está en servicio
un macro complejo en el que tienen cabida un auditorio al
aire libre, con capacidad para 30.000 personas, unos barracones habilitados para albergar a 3.000 peregrinos, un
camping con 3.500 plazas y un aparcamiento con capacidad para 2.500 coches.
Un pronunciado descenso nos sitúa en la N-547. Pronto sobrepasamos por un moderno viaducto la Autopista del
Atlántico y enfilamos la larga recta de San Lázaro en lo que
es ya una barriada y a la vez polígono industrial de la capital compostelana. Kilómetro y medio después de cruzar el
viaducto sobre la autopista encontramos una rotonda definida en su centro por un monolito.
Tomamos, por la izquierda, la rúa de los Concheiros
para iniciar la travesía urbana, propiamente dicha, que nos
llevará hasta la Puerta Santa de la Catedral.
Esta calle, que aún conserva un firme adoquinado, se
va estrechando hasta llegar a un cruce en el que deberemos seguir rectos por la calle de San Pedro. Calle abajo,
centrando una pequeña plaza, se halla el interesante Cruceiro do Home Santo.
Al final de la calle San Pedro un semáforo nos detiene
frente a la Puerta del Camino, puerta que da acceso al
casco antiguo de Compostela. Tras pasar bajo su arco,
ascendemos por la calle Casas Reales, una típica calle
compostelana con sobrios edificios de piedra, balcones
enrejados y blancas galerías. El suelo, de losas de granito,
es sumamente resbaladizo cuando llueve, lo cual, por otra
parte, es bastante habitual en Santiago.
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Por el extremo de la calle Algalia de Arriba se alcanza
la “inevitable” Plaza de Cervantes, durante siglos centro
neurálgico del comercio compostelano.
La catedral se siente ya. Si no es Año Santo, se continúa en descenso por la calle Azabachería hasta acceder a
la catedral por la Puerta de la Inmaculada. Pero si es año
jacobeo (este se conmemora cada vez que la festividad del
Apóstol coincide en domingo) la tradición impone que la
llegada a la catedral habrá de hacerse por la Puerta Santa,
sólo abierta para tales ocasiones.
Sólo resta entonces un pequeño descenso por la calle
Azabachería hasta alcanzar la Vía Sacra, que nos abrirá
ante nosotros la monumental Plaza de la Quintana. Unas
cuantas escalinatas de piedra no detendrán el ímpetu del
peregrino, que verá aquí infinitamente recompensados los
esfuerzos de esta impresionante Ruta.
Como se señaló en el principio, el objetivo de estas
páginas es conducir al peregrino hasta Compostela. No
hay, por tanto, ocasión para detenerse en la descripción
histórico-artística cultural de la ciudad de Santiago, para lo
cual sería necesario otras tantas páginas.
Dejemos que sea el peregrino ayudado por las aportaciones de los eruditos, quien descubra el fabuloso mundo
de sensaciones que esta mágica ciudad provocó en quien
se acerca hasta ella, siguiendo y viviendo la secular ruta
jacobea.
antiago de Compostela.- Su población, 95.800
habitantes, altitud 260 m. La Plaza de la Quintana
tiene dos niveles: Quintana de los Muertos, el de abajo; y
Quintana de los Vivos, el de arriba. En la Quintana de los
Muertos está la Puerta Santa, que da acceso a la Catedral,
protegida por 27 figuras sobre las que destaca el propio
Apóstol peregrino.
Ya en el interior habrá que cumplir el rito, abrazar la
figura del Apóstol, que se halla detrás del altar mayor y
visitar la cripta en la que se guarda el sepulcro del santo,
verdadero punto y final del Camino.
La primera visita a la Catedral no puede obviar el
Pórtico de la Gloria, obra cumbre del románico, esculpido
por el maestro Mateo y en cuyo parteluz está representado
el propio Santiago ataviado de peregrino. Al pie del pilar del
Apóstol pero por lado opuesto está la popular figura del
“Santo dos Croques” sobre la que, según manda la tradición, hay que golpear con la cabeza a fin de despejar “las
entendederas”.
No quiero perder la ocasión de mencionar una coplilla
del amigo Víctor, que siempre que veo la figura del Maestro
Mateo cuando voy a Santiago me viene a la memoria y que
dice:
“Si me das las “cabezadas”
y procedes de Aragón,
dámelas muy “espacico”,
porque eres muy Cabezón”
Este requisito últimamente no puede cumplirse, ya que
está vallado para su conservación y restauración. Cumpli168
dos tales requisitos, el peregrino ya está en disposición de
recoger su Compostela, certificación escrita en latín que da
fe de que el peregrino ha realizado el Camino de Santiago.
Esta emotiva acreditación se recoge en la Oficina de Atención al Peregrino, sita en la Rúa de Carretas nº 33, muy
cerca de la Catedral.
Antes de la construcción del macro refugio del Monte
del Gozo, el albergue más utilizado por los peregrinos a su
llegada a Santiago, era el que ofrece el Seminario Menor
de Belvis, con casi 100 camas, taquillas, servicios y duchas
con agua caliente.
Desde sus ventanas el peregrino dispone de una impresionante vista de la plaza del Obradoiro, tantas veces
soñada. También está el albergue de los Padres Franciscanos, con 24 plazas, servicios, duchas con agua caliente,
camas y taquillas.
Y aquí termino esta recopilación de datos que creo
que servirá para que hagáis un buen Camino.
Suerte y ULTREIA !!!
Realizado por PepitoPeregrino, de la Asociación
de Amigos del Camino de Santiago, de Zaragoza.
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Zubiri
Albergue municipal. De mediados de Marzo a mediados de Noviembre.
80 plazas (628 32 41 86) 8 €.
Somport-Candanchú
Albergue El Palo de Avellano. De 15 marzo a 1 de noviembre 59 plazas.
Albergue Aysa. Cierra octubre y noviembre. 45 plazas.
(666 499 175-948 304 770) 15 €. Con desayuno.
(974 373 023) 14 €.
Albergue Zaldiko. De Marzo a Noviembre, 24 plazas (609 736 420)
Albergue Águila 58 plazas (974 373 291) 30 €. media pensión.
10 €. sábanas 3 €. toallas. 1 €. Lavadora 6 €. colada
Albergue Valle de Aragón 75 plazas (974 373 222) 29 €. media pensión. Larrasoaña
Canfranc (estación)
Albergue municipal. Abierto todo el año. 82 plazas (605 505 489) 6 €.
Albergue Pepito Grillo. 40 plazas. (974 373 123-619 545 929)
Zabaldika
15 € con desayuno
Albergue parroquial. Abierto del 15 de abril al 15 de octubre. 18 plazas
Albergue Juvenil. 44 plazas. (695 903 426-655 943 479) 10-11 €.
(948 330 918-619 436 863-699 617 559) Donativo
Canfranc
Trinidad de Arre
Albergue El Refugio. 74 plazas. (974 372 010) 10 €.
Albergue de HH. Maristas. Cierra de Noviembre a Marzo
Albergue Río Aragón. 38 plazas. (974 486 213) 11 €. desayuno 3 €.
41 plazas (948 332 941) 8 €.
Albergue Sargantana 74 plazas (974 372 010-974 373 217)
Villava
12 € desayuno 4 €. cena 7’50 €.
Albergue municipal. Cierra del 23 de diciembre al 15 de enero
Villanua
48 plazas (948 331 971) 14 €. con desayuno y sábanas
Albergue Tritón 70 plazas. (638 655 901-974 378 181)
Pamplona
12 € con desayuno. Sabanas 3 €.
Albergue municipal 24 plazas (948 221 479) 5 €.
Albergue Santa María del Pilar. 90 plazas
Albergue Casa Ibarrola Cierra del 4 al 16 de julio 20 plazas
(974 378 016-976 714 797) 19 €.
(692 208 463) 18€ con desayuno.
Jaca
Albergue Casa Paderborn. Del 1 marzo al 31 octubre 26 plazas
Albergue municipal. De marzo a noviembre. 32 plazas.
(948 211 712) 6 €. Desayuno 2’5 €.
(974 360 098-974 360 848) 10 €.
Albergue Residencia Fuerte del Príncipe. 98 plazas (948 291 206)
Albergue Escuelas Pías. 180 plazas. (974 115 206-947 360 536)
De 16’11 €. a 23’10 €. con desayuno.
18 €. desayuno 4 €. menú 9 €.
Albergue Jesús y María. Cierra del 6 al 14 de julio 112 plazas
Albergue Casa Marme 24 plazas (974 363 271-628 406 687)
(948 222 644-648 008 932) 7 €.con sábanas.
11 €. desayuno 4 €.
Albergue Hemingway 32 plazas (948 983 884)
Santa Cilia de Jaca
15 €, con desayuno y sabanas
Albergue Don Camino. 18 plazas. (649 768 676) 10 €. menú 10 €.
Cizur Menor
Arrés
Albergue Maribel Roncal. Cierra noviembre. 51 plazas
Albergue Hospital. 20 plazas. (974 348 643) Donativo.
(948 183 885-670 323 271) 10 €.
Artieda
Albergue Orden de Malta. De mayo a octubre. 27 plazas
Albergue municipal. 20 plazas. (649 813 552)
(616 651 330) 4 €.
10 €. desayuno 4’5 €. menú 10’5 €. sábanas 3 €.
Zariquiegui
Ruesta
Albergue Zariquiegui 16 plazas (948 353 353- 679 230 614)
Albergue de C. G. T. 64 plazas. (948 398 082-628 704 329)
10 €. Con desayuno
12 € desayuno 3 €. media pensión 24 €. Sabanas y toalla 3 €.
Uterga
Undués de Lerda
Albergue municipal 4 plazas (948344318) Donativo
Albergue municipal. Cierra Navidad y febrero. 26 plazas.
Albergue Camino del Perdón. Cierra de noviembre a marzo. 16 plazas
(948 888 105-676 240 712-689 488 745). 9 €.
(948 344 598-690 841 980) 10 €.
Sangüesa
Obanos
Albergue municipal. Cerrado diciembre. 14 plazas. (659 068 769) 5 €.
Albergue de Obanos. De mayo a octubre. 36 plazas (676 560 927) 7 €.
Albergue Hijas de la Caridad. 14 plazas
Puente la Reina
(948 870 042-948 871 693) 8 €
Albergue de los Padres Reparadores. 100 plazas (948 340 050) 4 €.
Izco
Albergue Jakue. Del 15 de marzo hasta noviembre74 plazas
Albergue Sociedad San Martín. 14 plazas.
(948 341 017-636 493 537) 12-13 €.
(948 362 129-948 362 195-948 362 210) 8 €.
Albergue Santiago Apóstol. Del 1 de abril al 30 de septiembre.
Monreal
100 plazas (948 340 220-660 701 246) 10 €.
Albergue municipal. 21 plazas.
Albergue Puente. Del 1 de abril al 15 de noviembre. 36 plazas
(948 104 777-600 941 916-948 360 222-948 360 636) 8 €.
(661 705 642) 10 €. a 15 €.
Tiebas
Mañeru
Albergue municipal. 14 plazas. (600 941 916) 8 €.
Albergue Lurgorri 12 plazas (649 021 705-948 342 247)10 €
Albergue El Rincón de los Sabios. 12 plazas. (663 313 781) 10 €.
Cirauqui
Santa María de Eunate
Albergue parroquial 14 plazas. Donativo
Albergue privado 12 plazas (948 344 586) Donativo.
Albergue Maralotx. Del 1 marzo al 30 octubre. 28 plazas
(678 635 208) 10 €.
Lorca
Albergue José Ramón. De Semana Santa a octubre 14 plazas
(948 541 190) 7 €. y 10 €.
Roncesvalles
Albergue de Roncesvalles 183 plazas (948 760 000-948 760 029) 10 €. Albergue La Bodega del Camino. 36 plazas
(948 541 162-669 116 957) Desde 8 €. Desayuno 3’5 €. cena 9’9 €.
Aurizberri / Espinal
Albergue Irugoienea. Abre en Semana Santa. 25 plazas (649 412 487)
Villatuerta
10 €. Desayuno 3,5 €. Cena 10,5 €.
Albergue de Villatuerta. De Semana Santa a noviembre. 40 plazas
171
(948 536 095) 12 €.
Albergue La Caja Mágica Miguel & Simone 30 plazas
(948 536 095-699 479 869) 10 €.
Estella
Albergue municipal. Cerrado en Navidades 96 plazas
(948 550 200) 5 €.+ 1 €. sábanas
Albergue parroquial San Miguel. De abril a octubre. 32 plazas
(948 550 431-685 493 918-630 506 805) Donativo
Albergue ANFAS 34 plazas (639 011 688-948 554 551) 7 €
Ayegui
Albergue municipal S. Cipriano 80 plazas(948 554 311) 6 €
Albergue Oncineda. Del 15 de marzo al 1 de noviembre. 150 plazas
(948 555 022-948 553 954) 10 €. A 14 €.
Villamayor de Monjardín
Albergue Hogar de Monjardín. 25 plazas (948 537 136)
5 €. 10 €. cena, y 5 €. desayuno
Albergue Villamayor de Monjardin. De marzo a noviembre. 20 plazas
(948 537 139-677 660 586) 15 €. con desayuno
Los Arcos
Albergue Alberdi 30 plazas (650 965 250-948 640 764)
10 €. desayuno 3 €.
Albergue Casa de la Abuela. Cerrado de noviembre a marzo.
32 plazas (948 640 250-630 610 721) 9 €.
Albergue Isaac Santiago. De abril a octubre 70 plazas
(948 441 091-948 640 172). 6 €. con sabanas.
Albergue La Fuente Casa de Austria. De febrero al 15 de diciembre.
53 plazas (948 640 797-636 018 348) 9 €. Desayuno 3 €.
Sansol
Albergue Arcadi y Nines. Cierra de noviembre a Semana Santa
14 plazas. (680 679 065) 6 €.
Torres del Rio
Albergue Casa Mari. 24 plazas. (948 648 409-699 572 950) 7 €
Albergue Mariela. 54 plazas. (948 648 251) 7 €. desayuno 3 €.
Albergue La Pata de Oca. 36 plazas. (948 378 457) 10 €. desayuno 3 €.
Viana
Albergue municipal Andrés Muñoz 54 plazas.
(948 645 530-609 141 798) 6 €.
Albergue parroquial de Viana. 17 plazas.
(948 645 037-646 666 738) Donativo.
Albergue Izar. De marzo a octubre 42 plazas.
(660 071 349-948 090 002) 10 €.
Logroño
Albergue municipal de Logroño. 68 plazas.
(941 248 686-941 275 982) 7 €.
Albergue Albas. 22 plazas. (941 700 832) 11 €.
Navarrete
Albergue municipal. 50 plazas. (941 440 722) 7 €.
Albergue El Cántaro 12 plazas (941 441 180-629 942 691)
10 € desayuno 3 €
Albergue La Casa del peregrino. 20 plazas. (630 982 928) 8 €.
Albergue Pilgrim's. 20 plazas. (941 441 550-661 298 580) 9-10 €.
Sotés
Albergue de Sotés. 10 plazas. 10 €. desayuno 3 €.
Albergue San Martín. 10 plazas. (941 441 768-650 962 625)
10 €. desayuno 3’50 €.
Ventosa
Albergue San Saturnino. 42 plazas. (941 441 899-657 823 740) 8’5 €.
Nájera
Albergue de Nájera. 90-100 plazas. Donativo
Albergue Calle Mayor. 17 plazas. (941 360 407) 8 €. menú 10 €.
Albergue Sancho III-La Judería. De Semana Santa a octubre. 10 plazas.
(941 361 138) 7 €. menú 8’50 €.
Albergue Puerta de Nájera. De 1 de marzo a 31 de octubre. 32 plazas.
(683 616 894-941 362 317) 10 €.
Albergue Alberone 32 plazas (674 246 826) 9 €.
Azofra
Albergue municipal de Azofra. De abril a noviembre 95 plazas
(941 379 220) 7€
Albergue Herbert Simón. 16 plazas. (941 379 220-941 379 057) 6 €.
172
Ciriñuela
Albergue Virgen de las Candelas 14 plazas
(941 343 290-686 313 449) 10 €.
Cirueña
Albergue Virgen de Guadalupe. De 15 marzo a mediados de octubre
25 plazas. (638 924 069) 13 €. con desayuno
Albergue Victoria. Desde el 1 de marzo. 13/15 plazas.
(941 426 105-628 983 351) 10 €.
Santo Domingo de la Calzada
Casa de la Cofradía del Santo. 180 plazas. (941 343 390) Donativo
Albergue Abadía Cisterciense. De mayo a septiembre. 32 plazas.
(941 340 700) Donativo.
Grañon
Albergue parroquial San Juan Bautista 40 plazas.
(941 420 818) Donativo.
Albergue La Casa de las Sonrisas. (687 877 891)
Cena y desayuno comunitario. Donativo.
Redecilla del Camino
Albergue municipal San Lázaro. 38 plazas.
(947 580 283-947 585 221) Donativo.
Viloria de Rioja
Albergue Acacio & Orietta. 10 plazas. (947 585 220-679 941 123) 5 €.
Albergue de Roser y Joan 20 plazas. Cocina.
(646 364 037) 6 €. De abril a octubre
Villamayor del Río
Albergue S. Luis de Francia Semana Santa-octubre 26 plazas
(659 967 967-947 580 566) 5 €. cena 8 €. desayuno 3 €.
Belorado
Albergue A Santiago. 98 plazas. (947 562 164-677 811 847)
5 y 10 €. menú 10 €. desayuno por 3 €.
Albergue Casa Waslala. Del 15 de febrero al 30 de noviembre.
6+2 plazas. (947 580 726-647 102 254) 25 €.
Albergue Cuatro Cantones. Cierra algunos días de enero. 62 plazas.
(696 427 707-947 580 591) 6 €. desayuno 3 €.
Albergue de peregrinos El Caminante. De Marzo a Octubre. 22 plazas.
(947 580 231-656 873 927) 5 €. desayuno 3 €.
Albergue parroquial. De Mayo a Octubre. 24 plazas.
(947 580 085) Donativo.
Tosantos
Albergue parroquial San Francisco de Asís. De marzo a octubre. 20
plazas. (947 580 371) Donativo.
Villanvistia
Albergue municipal San Roque. 14 plazas.
(680 501 887-696 833 888) 5 €. sábanas 1 €.
Espinosa del Camino
Albergue La Campana. De Marzo hasta Octubre. 10 plazas.
(678 479 361) 5 €
Villafranca-Montes de Oca
Albergue municipal. 60 plazas (947 582 124-687 594 296) 6 €
Albergue San Antón Abad. Del 15 de marzo al 15 de noviembre.
45 plazas. (947 582 150) Entre 5 y 45 €.
San Juan de Ortega
Albergue de San Juan de Ortega. Del 1 de marzo al 31 de octubre.
70 plazas. (947 560 438) 5 €.
Agés
Albergue La Taberna de Agés, 36 plazas. (947 400 697-660 044 575)
8 €. desayuno 3 €. menú 10 €.
Albergue El Pajar. 34 plazas. (947 400 629-699 273 856-947 430 388)
9 €. desayuno 3 €. menú 10 €.
Albergue San Rafael. De marzo a noviembre. 18 plazas.
(661 263 289) 10 €.
Albergue El Peregrino. Del 1 de marzo al 1 de noviembre.
36 plazas. (661 580 882) 8 €.
Atapuerca
Albergue La Hutte: 20 plazas. (947 430 320) 7 €.
Albergue El Peregrino 36 plazas (661 580 882) 8 €.
Olmos de Atapuerca
Albergue municipal. 24 plazas. (633 034 895) 7 €.
Cardeñuela del Río Pico:
Albergue municipal 16 plazas (947 430 911) 5 €.
Burgos
Albergue municipal Casa de los Cubos. 150 plazas. (947 460 922) 5 €.
Albergue parroquial Emaús. De Semana Santa a 1 de noviembre.
20 plazas. Donativo
Albergue Santiago y Santa Catalina. Cierra de diciembre a febrero.
16 plazas. (947 207 952-655 223 964) Donativo
Albergue Gil de Siloe. Abierto Julio. 121 plazas.
(947 220 362-947 220 277) 8’50 €. y 11’60 €. con desayuno
Villalbilla
Albergue municipal. 10 plazas (947 291 210) Donativo
Tardajos
Albergue municipal. 18 plazas. (947 451 189) Donativo
Rabe de las Calzadas
Albergue Virgen de la Guía 22 plazas. (947 451 341)
6 € la cena 6 € y 1’5 € el desayuno.
Albergue Santa Marina y Santiago 55 plazas
(607 664 122-607 971 919) 20 € media pensión.
Albergue Liberanos Domine 24 plazas(695 116 901) 8 € desayuno 2’5 €
Hornillos del Camino
Albergue municipal. Febrero cerrado. 32 plazas. (947 411 050) 6 €.
Albergue El Alfar de Hornillos. Del 1 de abril al 1 de noviembre. 20 plazas. (619 235 930-654 263 857) 9 €. desayuno 3 €.
Arroyo San Bol (Iglesias)
Albergue municipal No hay electricidad ni agua corriente aunque dispone de un manantial. Tampoco hay servicios cerca. 20 plazas.
Mayo a octubre (628 927 317) 5 €.
Hontanas
Albergue municipal. 55 plazas. (947 377 021) 5 €.
Albergue Santa Brígida. Del 15 de marzo a octubre. 14 plazas.
(628 927 317) 6 €. desayuno 2’2 €. Menú 10 €.
Albergue El Puntido. De marzo a diciembre. 50 plazas.
(947 378 597-636 781 387) 5 €.
San Antón
Albergue de 12 plazas. De mayo a octubre. Donativo.
Castrojeriz
Albergue El Refugio 30 plazas (947 377 400-947 377 113) Donativo.
Albergue municipal San Esteban. 30 plazas.
(947 377 001-947 377 302) Donativo
Albergue Casa Nostra. Cerrado del 15 de Diciembre al 15 de Enero.
26 plazas. (947 377 493) 5 €.
Albergue Camping de Castrojeriz. De marzo o octubre. 30 plazas.
(947 377 255) 6 €.
Puente Fitero
Albergue San Nicolás de la Confraternita San Jacopo di Compostella.
De mayo a septiembre. 12 plazas. Donativo.
Itero del Castillo
Albergue municipal. Se encuentra a un kilómetro del trazado oficial del
Camino de Santiago. 7 plazas. (947 377 359-608 977 477) 5 €.
Itero de la Vega
Albergue municipal 12 plazas (605 03 43 47-979 151 826) 5 €
Albergue Hogar del Peregrino 8 plazas. (979 151 866-616 629 353) 6 €
Albergue La Mochila. 25 plazas. (979 151 781-609 513 454)
6 €. menú 8 €. desayuno 2 €.
Boadilla del Camino
Albergue municipal. 12 plazas. (979 810 390) 3 €.
Albergue En el Camino. De marzo a octubre. 48 plazas.
(979 810 284-619 105 168) 6 €.
Albergue Putzu. 16 plazas. (677 225 993) 7 €.
Albergue Titas 12 plazas (979 810 776-691 869 735)
10 € con sabanas y toalla
Frómista
Albergue municipal. Cerrado del 20 de diciembre al 31 de enero.
56 plazas. (979 811 089-686 579 702) 7 €. Desayuno 2’5 €.
Albergue Betania. Abre diciembre-febrero. 5 plazas.
(638 846 043) Donativo.
Albergue Canal de Castilla. De abril a octubre. 38 plazas.
(979 810 193-628 026 180) 17 €. con cena y desayuno.
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Albergue Estrella del Camino. De marzo a noviembre. 32 plazas.
(979 810 053-653 751 582-979 810 399) 7 €.
Población de Campos
Albergue municipal. 18 plazas. (685 510 020-979 811 099)
4 €. menú 9 €. desayuno 2’5 €.
Villarmentero de Campos
Albergue Amanecer. Del 1 de marzo al 31 de octubre. 36 plazas.
(662 279 102) 6 €. desayuno donativo
Villalcázar de Sirga
Albergue municipal. De abril a octubre. 20 plazas.
(979 888 041) Donativo.
Albergue Tasca Don Camino. (979 888 053)
Carrión de los Condes
Albergue parroquial. Abre de marzo a octubre. 52 plazas.
(979 88 07 68) 5 €.
Albergue Monasterio de Santa Clara. Cierra en invierno.
31 plazas. (979 880 994-979 880 134) 5 €.
Hay hospedería 22 €. individual 44 € doble. Cuenta con calefacción.
Albergue Colegio del Espíritu Santo. 100 plazas. (979 880 052) 5 €.
Albergue Río Carrión. De 2, 4, 8 y 12 plazas. Total 300 plazas.
(979 881 063-609 202 863) 14 €. con desayuno.
Calzadilla de la Cueza
Albergue Camino Real. 80 plazas. (979 883 187-616 483 517) 7 €.
Ledigos
Albergue El Palomar. De marzo a noviembre. 52 plazas.
(979 883 614-979 883 605) 6-11 €.
Terradillos de Templarios
Albergue Jacques de Molay. Cierra en Navidad. 46 plazas.
(979 883 679-657 165 011) 8-10 €.
Albergue Los Templarios. De marzo a noviembre. 52 plazas.
(667 252 279-979 065 968) 7-9 €.
Moratinos
Albergue Hospital San Bruno 18 plazas (979 061 465-672 629 658) 9 €
San Nicolás del Real Camino
Alberguería Laganares. De marzo a noviembre. 20 plazas.
(979 188 142-629 181 536) 8 € desayuno 2’5 € menú 10 €
Sahagún
Albergue municipal Cluny. Cierra en invierno. 64 plazas.
(987 782 117-987 781 121) 4 €.
Acogida de las MM. Benedictinas. De abril a octubre 14 plazas.
(987 781 139) Donativo.
Albergue Viatoris. A partir de marzo. 40 plazas. (987 780 975)
5-7 €. desayuno 3’5 €. menú 10 €.
Calzada del Coto
Albergue municipal San Roque. Sólo abre miércoles mañana y jueves
tarde. 24 plazas. (987 781 233) Donativo.
Bercianos de Real Camino
Albergue parroquial. De abril a noviembre. 48 plazas.
(987 784 008) Donativo.
Albergue Santa Clara. Cerrado julio. 17 plazas.
(605 839 993-987 784 314) Donativo.
Calzadilla de los Hermanillos (Vía Trajana)
Albergue municipal. 22 plazas. (987 330 023) Donativo
Albergue Vía Trajana. De abril a noviembre. 20 plazas.
(987 337 610-600 220 104) 15 €. con sábanas y toalla
El Burgo Ranero
Albergue municipal Doménico Laffi. De marzo a octubre. 28 plazas.
(987 330 047) Donativo.
Albergue La Laguna. 28 plazas. (987 330 094-607 163 982) 8 €.
Albergue Hospedería Jacobea El Nogal 30 plazas.
Semana Santa a octubre. (627 229 331). 7-10 €
Albergue Ebalu Tamaú 10 plazas De abril a octubre. (679 490 521) 10 €
Albergue Peregrino 12 plazas Cierra enero y febrero (987 330 099) 10 €
Reliegos
Albergue Junta Vecinal Don Gaiferos. 45 plazas. (987 317 801) 5 €.
Albergue La Parada. Cierra del 20 de diciembre al 15 de enero.
40 plazas. (987 317 880) 7 €.
Albergue Piedras Blancas II. De marzo a octubre. 10 plazas.
173
(607 163 982-987 190 627) 9 €.
Mansilla de las Mulas
Albergue municipal. De marzo al 20 de diciembre. 70 plazas.
(987 311 250-661 977 305) 5 €.
Albergue El Jardín del Camino. Cierra Navidad y lunes de invierno.
32-36 plazas. (987 310 232-600 471 597) 8-10 €.
Puente Villarente
Albergue el Delfín Verde de marzo a octubre 20 plazas(987 312 065)5 €
Albergue San Pelayo. 54 plazas. (650 918 281-987 312 677) 8 €.
Arcahueja
Albergue La Torre. 25 plazas. (987 205 896-669 660 914)
8 €. Con menú y desayuno 18 €.
León
Albergue HH. Benedictinas “Carbajalas”. 132 plazas.
(987 252 866-680 649 289) 5 €. con desayuno.
Albergue municipal en el albergue juvenil 64 -100 plazas.
(987 081 832-987 081 833) 5 €. CERRADO
Albergue San Francisco de Asís. 150 plazas.
(987 215 060-637 439 848) 10 €
Albergue Unamuno. 86 plazas. (987 233 010-601 377 423) 10 €.
Albergue Santo Tomás. 60 plazas. (987 392 626) + de 8 €.
La Virgen del Camino
Albergue D. Antonino y Dª. Cinia. De mayo a septiembre. 40 plazas.
(987 302 213-615 217 335) 5 €.
Villar de Mazarife (Variante)
Albergue San Antonio de Padua. 60 plazas. (987 390 192-687 300 666)
7 €. Desayuno 4 €.
Albergue Tío Pepe. Cerrado de diciembre al 28 de febrero. 26 plazas.
(987 390 517) 9 €.
Albergue Casa de Jesús. 60 plazas. (987 390 697-686 053 390) 5 €.
Villavante (Variante)
Albergue Santa Lucía. De marzo a noviembre. 32 plazas.
(987 389 105-692 107 693) 6 €.
Valverde del Camino
Albergue La Casa del Camino 20 plazas (987 303 414-654 178 087) 8 €
Villadangos del Páramo
Albergue municipal. 70 plazas. (687 752 627) 3 €.
San Martín del Camino
Albergue de la Junta Vecinal. 60 plazas. (676 020 388) 4 €
Albergue Santa Ana. 96 plazas. (987 378 653)
4-6 €. desayuno 3 €. menú 8 €
Albergue Vieira. 40 plazas. (987 378 565-620 671 864) 7 €
Hospital de Orbigo
Albergue parroquial Karl Leisner. 90 plazas. (987 388 444 párroco) 5 €.
Albergue Albergue Verde. 26 plazas. (689 927 926)
9 €. Desayuno y menú Donativo.
Albergue San Miguel. De febrero a octubre. 40 plazas.
(987 388 285-609 420 931) 7 €. con desayuno
Villares de Órbigo
Albergue Casa de Pablo y Belén. De febrero a 15 de diciembre. 22
plazas. (987 132 935-645 583 314) 7 €.
Santibáñez de Valdeiglesias
Albergue parroquial. De marzo a noviembre. 18 plazas. (987 377 698)
6 €. cena 8 €.
San Justo de la Vega
Albergue Camino y Vía 22 plazas (987 615 192) 5 €.
Astorga
Albergue Camino y Vía. De Abril a Octubre. 12 plazas. (987 617 632)
6 €. desayuno 3 €.
Albergue San Javier. 95 plazas. (987 618 532) 8 €.
Albergue Siervas de María. 165 plazas. (987 616 034-618 271 773) 5 €.
Valdeviejas
Albergue municipal Ecce Homo. De marzo a octubre. 10 plazas.
(620 960 060) 5 €.
Murias de Rechivaldo
Albergue municipal. De abril a octubre. 20 plazas. (987 691 150) 4 €.
Albergue Casa Las Águedas. De marzo a noviembre. 40 plazas.
(636 067 840-987 691 234) 9 €. sábanas 3 €. desayuno 3’5 €.
Albergue Casa Flor 25 plazas (987 603 148-609 478 323)
174
5 y 10 €. Menú 10 €. Desayuno 3 €.
Castrillo de los Polvazares
Albergue municipal Abril a octubre. 8 plazas.
(655 803 706-696 257 545) 4 €
Santa Catalina de Somoza
Albergue municipal 38 plazas. (987 691 819) 3 €.
Albergue Hospedería San Blas. 24 plazas. (987 691 411-637 464 833)
5 €. desayuno 3’5 €. menú 8’5 €.
Albergue El Caminante. Cierra en Nochebuena. 24 plazas.
(987 691 098) 5 €.
El Ganso
Albergue municipal 16 plazas (987 691 088- 987 691
Albergue Gabino. Cierra de noviembre a marzo. 28 plazas.
(660 912 823) 8 €. con desayuno.
Rabanal del Camino
Albergue Gaucelmo. De abril a octubre. 46 plazas.
(987 691 901) Donativo.
Albergue La Senda (antiguo El Tesín). De abril a octubre. 34 plazas.
(696 819 060-650 952 721) 5-7 €.
Albergue municipal. De 15 de marzo a 15 de octubre. 32 plazas.
(626 385 952) 4 €.
Albergue Nuestra Señora del Pilar. 72 plazas.
(987 631 621-616 089 942) 5 €.
Foncebadón
Albergue Convento de Foncebadón. Cierra de 20 diciembre a febrero.
30 plazas. (658 974 818) 7 €.
Albergue Monte Irago. 35 plazas. (695 452 950)
6 €. desayuno 3 €. menú 8 €,
Albergue parroquial Domus Dei. Abril a noviembre. 18 plazas. Donativo
Manjarín
Albergue Templario. No hay ni WC, ni agua corriente. 30 plazas.
(609 938 642) Donativo
El Acebo
Albergue Mesón El Acebo. Solo verano. 10 plazas. (987 695 074) 6 €.
Albergue La Taberna de José. De mayo a octubre 7 plazas
(987 695 074) 6 €
Albergue parroquial Apóstol Santiago. De abril a noviembre.
23 plazas. Donativo.
Riego de Ambrós
Albergue municipal. De marzo a octubre. 30-40 plazas.
(987 695 190-696 482 873) 5 €.
Albergue de Ambros 20 plazas (987 695 190) 5 €.
Molinaseca
Albergue de Molinaseca. 85 plazas. (987 453 077) 5 €.
Albergue Santa Marina. Cierra diciembre y enero. 56 plazas.
(987 453 077-615 302 390) 7 €.
Ponferrada
Albergue parroquial San Nicolás de Flüe. 175 plazas.
(987 413 381) Donativo.
Cacabelos
Albergue Santuario de la Quinta Angustia. De mayo a octubre.
70 plazas. (987 547 167) 5 €.
Albergue Ubaldo Nieto 20 plazas (608 888 211) 9 €.
Pieros
Albergue El Serbal y La Luna. De marzo a noviembre. 18 plazas
(639 888 924-987 546 044) 5 €. Desayuno 2’5 €. menú 8 €.
Villafranca del Bierzo
Albergue Ave Fénix. 84 plazas. (987 542 655)
5 €. Desayuno 3 €. menú 7 €.
Albergue municipal. De Semana Santa a noviembre. 58 plazas.
(987 542 356) 6 €. Con sábana desechable.
Albergue de la Piedra. De marzo a diciembre. 32 plazas.
(987 540 260-666 655 052) 8 €. desayuno 2 €.
Albergue San Nicolás Real 15 plazas
(987 193 557-902 193 557). + de 10 €.
Albergue Viña Fermita. Cierra en invierno. 32 plazas.
(987 542 490-618 985 327) 8 €. SE HA QUEMADO
Pereje
Albergue municipal. 27 plazas. (987 540 138-987 542 670) 6 €.
Trabadelo
Albergue municipal. 36 plazas. (647 635 831) 6 €.
Albergue Crispeta. En invierno con reserva. 40 plazas.
(620 329 386-696 978 653) 6 €. Menú 10 €.
La Portela de Valcarce
Albergue El Peregrino. De marzo a noviembre. 25 plazas.
(987 543 197) 8 €.
Ambasmestas
Albergue Das Animas. De Semana Santa a noviembre. 18 plazas.
(619 048 626) 5 €. desayuno 3 €.
Vega de Valcarce
Albergue municipal. 72 plazas. (657 097 954-987 543 107) 5 €.
Albergue La Magdalena. De marzo a noviembre. 16 plazas.
(987 543 230) 9 €
Albergue Nossa Senhora Aparecida 45 plazas.
(987 543 045-679 941 123-650 368 585). 8 €.
Ruitelan
Albergue Pequeño Potala. 34 plazas. (987 561 322) 5 €.
Las Herrerías
Albergue As Ferrerías. Semana Santa a octubre 17 plazas
(654 353 940) 5 €.
La Faba
Albergue La Faba. De abril a noviembre. 60 plazas. (630 836 865) 5 €.
La Laguna de Castilla
Albergue A Escuela. De marzo a noviembre. 34 plazas.
(619 479 238-987 684 786) 9 €.
O’Cebreiro
Albergue de la Xunta de Galicia. 104 plazas. (660 396 809) 6 €.
Hospital de la Condesa
Albergue de la Xunta de Galicia. 20 plazas. (660 396 810) 6 €.
Padornelo
Albergue 12 plazas (982 369 067)
Alto do Poio
Albergue Bar El Puerto. 16 plazas. (982 367 172) 6 €.
Fonfria
Albergue A Reboleira. De marzo a noviembre. 70 plazas.
(982 181 271-659 061 196) 8 €.
O’Biduedo
Albergue Quiroga 16 plazas (982 187 299). 6 €.
Filloval
Albergue Filloval 22 plazas (666 826 414) 9 €.
Triacastela
Albergue de la Xunta de Galicia. 56 plazas. (660 396 811) 6 €
Albergue A Horta de Abel - Casa Pacios. De abril a noviembre.
20 plazas. (982 548 158-608 080 556) 9 €.
Albergue Aitzenea. Abril a octubre. 38 plazas.
(982 548 076-670 452 476) 8 €.
Albergue Berce do Caminho. 28 plazas. (982 548 127) 8 €.
Albergue Complexo Xacobeo. 48 plazas (982 548 037) 9 €
Albergue Refugio del Oribio. 27 plazas. (982 548 085-616 774 558) 9 €.
Lusío (Por Samos)
Albergue Casa Forte de Lusío. 60 plazas.
(659 721 324-682 157 378) 5 €.
Samos (Por Samos)
Albergue Monasterio de Samos. 70 plazas. (982 546 046) Donativo.
Albergue Val de Samos. De 15 abril a 15 noviembre. 48 plazas.
(982 546 163-609 638 801) 9 €. sábanas 1’5 €.
Albergue A Cova Do Frade. 12 plazas. (628 828 845) 9 €. menú 9 €.
A Balsa (Por San Xil)
Albergue El Beso. 12 plazas. (633 550 558) 8 €. desayuno 3 €.
Calvor
Albergue de la Xunta de Galicia. 22 plazas.
(660 396 812-638 962 808) 6 €.
San Mamede do Camiño
Albergue Paloma y Leña. 30 plazas.
(982 533 248-658 906 816-647 752 442) 10 €. desayuno 3 €. menú 9 €.
Sarria
Albergue de la Xunta de Galicia. 40 plazas. (660 396 813) 6 €.
Albergue O Durmiñento. Cierra enero y febrero. 38 plazas.
(600 862 508-982 531 099) 10 €.
Albergue A Pedra. De Semana Santa a Octubre. 15 plazas.
(982 530 130-652 517 199) 9 €. menú 8 €.
Albergue Casa Peltre. De abril a noviembre. 22 plazas.
(606 226 067) 10 €.
Albergue Don Álvaro. De febrero a diciembre. 40 plazas.
(982 531 592-686 468 803) 9 €.
Albergue Dos Oito Marabedís. Mayo a octubre 24 plazas.
(629 461 770) 10 €.
Albergue Internacional Sarria 48 plazas(982 535 109) 10 €
Albergue La Barbacoa. De marzo a octubre. 18 plazas.
(619 879 476) 10 €.
Albergue Los Blasones. Cierra en invierno. 42 plazas.
(600 512 565-982 530 666) 9 €.
Albergue San Lázaro. De abril a octubre. 30 plazas.
(659 185 482-677 763 881-982 530 626) 10 €.
Albergue Granxa de Barreiros. Cierra de diciembre a febrero.
49 plazas. (982 533 656-698 129 000) 10 €.
Albergue Monasterio La Magdalena. De 15 de marzo a 2 de noviembre.
102 plazas (982 533 568-981 568 521) 10 €
Albergue Oasis 27 plazas (982 535 516-605 948 644) 10 €
Albergue Obradoiro. De abril a octubre. 28 plazas.
(982 532 442-647 209 267) 8 €.
Barbadelo
Albergue de la Xunta de Galicia. 18 plazas. (660 396 814) 6 €.
Albergue de peregrinos O Pombal. De abril a noviembre.
12 plazas. (686 718 732) 10 €.
Albergue Casa Barbadelo. De abril a noviembre. 70 plazas.
(982 531 934-659 160 498) 9 €.
Albergue A Casa de Carmen. De abril a noviembre. 26 plazas.
(982 532 294-606 156 705) 10 €. con menú, desayuno 4’5 €.
Morgade
Albergue Ca Morgade. De Semana Santa a noviembre. 16 plazas.
(982 531 250) 10 €.
Ferreiros
Albergue de la Xunta de Galicia. 22 plazas.
(660 396 815-638 962 809) 6 €.
Albergue Casa Cruceiro. 18 plazas. (982 541 240-639 020 064) 10 €.
Mirallos
Albergue O’Manuel 25 plazas (982 157 162-639 010 696)
Donativo, pago por ducha, menú 10 €.
Mercadoiro
Albergue de Mercadoiro. De marzo a noviembre. 36 plazas.
(982 545 359) 10 €. menú 8’5 €.
Portomarín
Albergue de la Xunta de Galicia. 110 plazas. (660 396 816) 6 €.
Albergue El Caminante. Semana Santa a noviembre. 46 plazas.
(982 545 176) 10 €. desayuno 3 €. menú 9 €.
Albergue Manuel De abril a septiembre. 20 plazas (679 754 718) 10 €
Albergue O Mirador. 29 plazas. (982 545 323) 10 €. menú 9 €.
Albergue Portosantiago. De Semana Santa a 15 octubre. 14 plazas.
(618 826 515) 10 €.
Albergue Ferramenteiro. De Semana Santa a 15 octubre. 130 plazas.
(982 545 362-630 958 866) 10 €. desayuno 2’5 €.
Albergue Ultreia 23 plazas(676 607 292-982 545 067) 10 €
Gonzar
Albergue de la Xunta de Galicia. 28 plazas. (982 157 840) 6 €.
Albergue de peregrinos Casa García. De marzo a noviembre.
34 plazas. (982 157 842-670 862 386) 10 €.
Hospital de la Cruz
Albergue de la Xunta de Galicia. 22 plazas.
(982 545 232-660 396 818) 6 €.
Ventas de Naron
Albergue Casa Molar. De marzo a octubre. 18 plazas.
(696 794 507) 10 €.
Albergue O Cruceiro. 26 plazas. (658 064 917) 10 €. menú 9 €.
Ligonde
Albergue municipal. De abril a Noviembre 20 plazas. (679 816 061) 8 €
Albergue La Fuente del Peregrino. De abril a octubre. 15 plazas.
175
(687 550 527) Donativo.
Monterroso
Albergue Nirvana Lodge, a 4 km. del Camino. De marzo a octubre.
14 plazas. (678 702 060) 10 €. desayuno 3 €. menú 9 €.
Eirexe
Albergue de la Xunta de Galicia. 20 plazas.
(660 396 819-982 153 483) 6 €.
Portos
Albergue A Paso de Formiga. Semana Santa a noviembre. 12 plazas.
(618 984 605) 10 €.
Lestedo
Albergue A Calzada marzo a septiembre 10 plazas (982 183 744) 10 €
Palas do Rei
Albergue de la Xunta de Galicia. 60 plazas. (660 396 820) 6 €.
Albergue Buen Camino. De Semana Santa a octubre. 41 plazas.
(982 38 02 33-639 882 229) 10 €. desayuno 3’9 €. menú 9 €.
Albergue Mesón de Benito. De Semana Santa a octubre. 100 plazas.
(636 834 065-667 232 184) 10 €. menú 9 €.
Albergue Os Chacotes de la Xunta de Galicia. 112 plazas.
(607 481 536) 6 €.
San Xulián del Camino
Albergue O Abrigadoiro. Semana Santa a noviembre. 18 plazas.
(982 374 117-676 596 975) 10-12 €. desayuno 3’5 €. Menú 10 €.
Pontecampaña
Albergue Casa Domingo. De mayo a octubre. 18 plazas.
(630 728 864-982 163 226) 10 €. cena 10 €.
Mato Casanova
Albergue de la Xunta de Galicia. 20 plazas.
(982 173 483-660 396 821) 6 €.
Vilar de Remonde
Albergue A Bolboreta. 26 plazas. (609 12 47 17) 13 €.
Leboreiro
Albergue municipal. 20 plazas. (981 507 351) Donativo
Melide
Albergue de la Xunta de Galicia. 156 plazas. (660 396 822) 6 €.
Albergue O Apalpador. 30 plazas. (981 506 266-679 837 969) 10 €.
Albergue Pereiro. De Semana Santa a noviembre. 40 plazas.
(981 506 314-981 506 314) 10 €.
Albergue Melide. 50 plazas. (627 901 552-981 507 491) 10 €.
Albergue San Antón. De marzo a octubre. 46 plazas. (698 153 672)
10 €. desayuno 2’5 €.
Albergue Vilela. 28 plazas. (616 011 375) 10 €.
Boente
Albergue Boente. De marzo a noviembre. 30 plazas.
(981 501 974-638 321 707) 10 €. desayuno 2’5 €. menú 10 €.
Os Albergues. De marzo a noviembre. 28 plazas.
(629 146 826, 981 50 18 53) 10 €.
Castañeda
Albergue de Santiago. Cierra enero. 6 plazas.
(981 501 711-699 761 698) 10-11 €. desayuno 2’5 €. menú 8 €.
Ribadiso da Baixo
Albergue de la Xunta de Galicia. 62 plazas.
(981 501 185-660 396 823) 6 €.
Albergue Los Caminantes I. Semana Santa a octubre. 56 plazas.
(647 020 600-981 500 295) 10 €.
Arzúa
Albergue de la Xunta de Galicia. 46 plazas. (660 396 824) 6 €.
Albergue Da Fonte. De marzo a octubre. 20 plazas. (659 999 496) 12 €.
Albergue Don Quijote. 50 plazas. (981 500 139-696 162 695) 8-10 €.
Albergue Los Caminantes II. Semana Santa a octubre. 35 plazas.
(647 020 600-981 508 127) 10 €.
Albergue Santiago Apóstol. 84 plazas 10-12 € desayuno 2’5 € menú 9 €
(981 508 132-660 427 771-981 500 004)
Albergue Ultreia 39 plazas(981 500 471-626 639 450) 10 €
Albergue Vía Lactea. 60 plazas. (616 759 447-981 500 581) 10 €.
Albergue Salceda 8 plazas(981 502 767-676 482 726)12 €
Santa Irene
Albergue de la Xunta de Galicia. 36 plazas. (660 396 825) 6 €
Albergue de Santa Irene. Abril a septiembre. 15 plazas. (981 511 000)
176
13 €. desayuno 5 €. menú 10 €.
Arca do Pino
Albergue de la Xunta de Galicia. 126 plazas. (660 396 826) 6 €.
Albergue Edreira. De marzo a noviembre. 52 plazas.
(981 511 365-660 234 995) 10 €.
Albergue O Burgo. Semana Santa a Octubre. 24 plazas.
(630 404 138) 10 €.
Albergue Otero 36 plazas (671 663 374-659 930 703) 10 €
Albergue Porta Santiago. 60 plazas. (981 511 103-607 835 354) 10 €.
Albergue Cruceiro de Pedrouzo. De marzo a diciembre. 94 plazas.
(981 511 371-629 518 204) 10 €.
Monte do Gozo
Albergue de la Xunta de Galicia. 400 y 800 plazas. (660 396 827) 6 €.
San Lázaro
Albergue San Lazaro. 80 plazas (981 571 488-618 266 894) 10 €.
Santiago de Compostela
Albergue Acuario marzo a 15 de diciembre 70 plazas (981 575 438) 10 €
Albergue Fin del Camino. Semana Santa a octubre.
110 plazas. (981 587 324) 8 €.
Albergue Santo Santiago. 43 plazas. (657 402 403) 10 €.
Albergue Roots&Boots. 48 plazas. (699 631 594) 15-18 €.
Con sabanas y toalla. desayuno 2 €. platos 3 €.
Albergue Seminario Menor. De 19 marzo a noviembre. 199 plazas.
(881 031 768-981 568 521) 10 €.
Albergue The Last Stamp 62 plazas (981 563 525) 15-18 €
Albergue Azabache. Cierra de 15 diciembre a 15 enero. 20 plazas.
(981 071 254) 18-20 €.
Albergue Mundo 34 plazas. (981 588 625-674 415 600) 12-17 €.
Albergue Un Coma Oito. 24 plazas. (981 594 768-689 056 601) 18 €.
Albergue O Fogar Teodomiro 20 plazas. (981 582 920-699 631 592)15 €
Albergue Meiga Backpackers. De marzo a diciembre. 30 plazas.
(981 570 846) 13 €. con desayuno.
Albergue La Estrella de Santiago. 24 plazas.
(981 973 926-617 882 529) 10 €
Albergue La Salle. Cierra 15 diciembre y enero. 84 plazas.
(682 158 011-981 584 611) 17 €.
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Esperamos que te sirva de ayuda para la realización de un buen Camino de Santiago.
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