Libro tercero. De las quiebras

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LIBRO TERCERO
D IF, i. . s Q tT i :E B a .. s
TITULO 1
DE LA QUIEBRA EN GENERAL Y DE SUS ESPECIES
Art, 754. Los comerciantes no pueden iitentar . el beneficio de cesión de bienes.
Cesión de bienes, en general, es el abandono que
hace de sus bienes un deudor, á favor de sus acreedores, para liberarse de las obligaciones que tiene contraídas con ellos.
Es - voluntaria, cuando depende simplemente del
consentimiento unánime de los interesados: es) udicial
ó forzada, cuando la ley impone á los acreedores la
aceptación en determinados casos, y entonces es que
seconsidera un beneficio legal.'
La cesión voluntaria no está prohibida á los comerciantes, simpre que concurra el consentimiento de
todos los acreedores. Lo que la ley les niega es el beneficio de la cesión judicial, que es propia únicamente
de los deudores no comerciantes, y que, establecida en
protección del deudor desgraciado é inculpable para
libertarlo de la prisión por deudas, ha dejado de ser
-564-
i
útil ei1 la práctica, por haber desaparecido el objeto para
que fue principalmente instituida, desde que aquel apremio corporal fue-abolido por nuestra Constitución.
El beneficio antedicho no ha sido acordado al deudor comerciante; porque, cuando en la quiebra no se
logra el convenio, se llega necesariamente al estado de
unión de los acreedores, yésta tiene que' parar al cabo
en la declaratoria de excusable hecha á favor del deudor
de buena fé, declaratoria dela que resulta para él con.siguienternente el beneficio de competencia, artículos
84, 848, 872, 889 y- 891, que és el único que aprovehahoy el deudor, á quien se ha admitido la cesión de
bienes, y al fallido declarado excusable, según el número 59 del articulo 1.880 Código Civil.
Es verdad que la cesión judicial libera inmediatamente al.eudor, y que durante el estado referido de
liquidación las obligaciones que prddujeron la quiebra
están vivas, y el fallido continúa sometido á sus acreedores; pero, también lo es, que el efecto es en resumen
el mismo y que el carácter peculiar del juicio de quiebra se opoié á que los acreedores sean forados á aceptar la cesión, sin observarse las formalidades prescritas
para llegar al convenio.
En el artículo 859 veremos en qué consiste el convenzo por abandono, ,con el que por la ley de julio de
1856 se quisoen Francia remediar en cierto modo la
falta del beneficio de cesión:de bienes, que fue suprimido
allá para los deudores comerciantes, por la ley de 1838.
Art. 755. El comerciante que cesa en el pago de sus
obligaciones rnercantiles, : se halla en estado de quiebra.
El estado de quiebra lo formad dos elementos: uno
-565de hecho, que es la cesación de pagos, y otro de derecho,
que es la declaración judicial.
La cesación de pagos es distinta de la insolvencia.
El activo de un comerciante puede ser mucho mayor
que su pasivo poseer bienes y valores más que suficientes para atender átodas sus obligaciones; pero, porque
no quiere ó porque no tiene dinero disponible, ó porque no ha podido' realizar . oportunamente efectos de
comercio ó mercancías con que contaba, deja protestar
letras y pagarés vencidos. Es indudable que se halla
en estado de quiebra, aunque no es insolvente.
Por el.contrario, ese comerciante se encuentra con
un,paivo mucho mayor que su activo, sus obligaciones exceden á los bienes que posee; pero, dentro de los
límites de la más escrupulosa probidad comercial, se
sostiene con evoluciones del crédito de que goza, y paga
á tiempo las letras y pagarés que le son presentados.
Flállase seguamente en estado de insolvencia, pero no
está en quiebra.
Hay, pues, cesación de pagos, cuando el comerciante deja de pagar sus deudas mercantiles, á menos que
tenga excepciones que oponer á los acreedores que lo
requieren, ú observaciones que hacer á los créditos que
se le reclaman. Los pagos deben referirse á obligaciones líquidas, exigibles, y respecto de las cuales no haya,
con razón ó sin ella, controversia ni litigio pendientes.
No e necesario que la ¿esación de pagos sea relati va á todas ó muchas deudas: una sola letra de cambio,
*
un solo pagaré, una sola
cuenta mercantil, bastaría para considerar existente aquel estado, si el comerciante
dejara de pagarla al vencimiento; porque ese estado es
indivisible, dado que el comerciante no puede estar en
-566—
parte bien y en parte mal en el cumplimiento de sus
obligaciones.
Ademas de la cesación de pagos, que es el hecho,
se necesita el elemento de derecho, que es la declaración judicial, para que exista el.estado de quiebra; y
esto es de tal modo, que ningún comerciante puede ser
reputado fallido, mientras no se * haya hecho la declaración formal del estado de quiebra por el - juez competente, en virtud de lo prevenido, en el artíu10 769...
Tal es la doctrina que profesan eminentes tratadistas, aunque la jurisprudencia de los tribunales franceses se ha inclinado á considerar suficiente el hecho de
la cesación de pagos, sin declaración judicial, para la
existencia del estado de quiebra en sus relaciones jurídicas.
Advirtamos que sólo el comerciante es decir, el que
ejerce legalmente la profesión del comercio, es el que
puede hallarse en estado de quiebra.
El .hecho de haber ejercido una persona varios actos de comercio y contraído por razón de esos actos
obligaciones, que den lugar á procedimientos judiciales,
no amerita el juicio de quiebra, si el obligado no había
ejercido el comercb como profesión habitual, artículo 2.
• Si una mujer casada, ó un ñ'ienor, han ejercido el
comercio, sin cumplir previamente las formalidades que
la ley requiere, artículos 8 y 10,no serán considerados
comerciantes, y no podrk sometérseles al juicio de
quiebra.
En cuanto á los coFredores, por ejemplo, que han
ejercido el comercio contra la prohibición de la ley,
incurren en quiebra, que se presume fraudulenta, porque los actos de corretaje son actos de comercio, y el co-
-567Tredor es en verdad un comerciante limitado á un ramo
especial de negocios. Lo mismo puede decirse de los
venduteros,. artículos 62 y 69.
Art. 756. Hay tres especies de quiebra: fortuita, culpable y fraudulenta.
Quiebra fortuita es la que proviene de casos fortuitos ó
de fuerza mayor.
Quiebra culpable es la ocasionada por una conducta imprudente 6 disipada de parte del fallido.
Quiebra fraudulenta es aquella en que ocurren actos fraudulentos del fallido para perjudicar á sus acreedores.
Hemos adoptado la palabra quiebra para todos los
casos, y rechazado el vocablo bancarrota, que los Códigos francés é italiano emplean para designar la segunda y tercera especie de quiebras.
No tenemos la suspensión depaqos, que se encuentra
en el Código de Comercio español de 1830, y que es un
estado verdadero de quiebra, pues'allá ocurre cuando el
comerciante manifiesta tener bienes suficientes para cu.brir todas sus deudas, suspende temporalmente sus pa.gos, y pide plazos á sus acreedores, todo lo cual indica
ana cesación de pagos.
Por la ley de marzo de 1889, se ha creado en Francia el estado de liquidación judicial, medio por el cual
el comerciante, que se .encuentra en cesación de pa.gos, por circunstancias inculpables, obtiene un procedimiento menos riguroso y más breve, para llegar á un
convenio con sus acreedores ó á la liquidación formal
clel activo.
Concretémonos á los tres casos que establece
.
nuestro Código.
En la quiebra fortuita el fallido, no tiene ninguna
- 568responsabilidad penal. La cesación de pagos es consecuencia de sucesos imprevistos; por ejemplo: un robo,
una baja inesperada en el precio de mercancías ó frutos,
la ruina de deudores, con los cuales contaba el comerciante para hacer frente á sus obligaciones, etc.
Hay imprudencia en la conducta del deudor, siempre que el comerciante ha aventurado los fondos que maneja en negocios temerarios ; verbo y gracia, en operaciones de contrabando, cuya pérdida ha ocasionado la
ruina del deudor. No podría decirse imprudente la quie..
bra del comerciante, por haber omitido asegurar un cargamento contra riesgos marítimos,, ó un depósito de mercancías contra incendio: Eso equivaldría á sujetarlo á
la culpa levísima, que no se presta sinoen señalados
- contratos civilçs.
Hay disipación toda ,s las veces que el comerciante
ha malgastado su capital en desarreglos, fiestas ó placeres. La ley reputa al comerciante, aunque trabaje con
capitales propios, como á un administrador de bienes
ajenos, y por eso le impone deberes de estricta moral.
La quiebra se califica de fraudulenta, por la mala
• fé, engaño ó dolo del comerciante. No son los que éste
haya empleado para engañar á sus deudores, ó á otros
• comerciantes, los que autorizan para calificar de fraudulenta la quiebra, sino las operaciones dolosas, que se encaminan á perjudicar á los acreedores.
•
Será declarada culpable la quiebra:
Si los gastos personales y domésticos del fallido hu*
bieren sido excesivos.
Si
el
fallido
hubiere
perdido
sumas
considerables
al
29
juego, en operaciones ficticias de bolsa ú otras de puro azar.
3 Si hubiere hecho compras para vender á menor precio del corriente, 6 contraído obligaciones exorbitantes ú ocu-Aít 757.
:Eg
-569rrido á otros medios ruinosos para procirarse fondos, cuando
por el estado de sus negocios debía conocer, que tales operaciones sólo podían retardar la declaración de la quiebra.
40 Si después de haber cesado en sus pagos, hubiere pagado á algún acreedor, con perjuicio de los demás.
En estos casos la quiebra debe calificarse necesaria-.
mente culpable
En efecto, el comerciante no necesitaba extraordinaria previsión,para comprender que incürriendo en los
hechos referidos en los tres primeros números de este
artículo, tendría que parar en una ruina cierta. Si ha
procedido así, á pesar de todo, su conducta es reprensible, cuanto más que con ella ha perjudicado los intereses de legítimos acreedores.
El último niimero es sólo la sanción establecida por la ley á la prohibición da preferir en los pagos á
algunos acreedores, porque la quiebra no se debe á ninguna imprudencia ni disipación del fallido. Esto se entiende, desde luego, respecto de los acreedores que no
tienen adquirida preferenciá legal, pues los pagos hechos
á éstos no perjudican á los demás acreedores.
Art. 758. Podrá ser declarada culpable la quiebra
'o Si el fallido hubiere prestado fianzas, ó contraído por
cuenta ajena obligaciones excesivas, atendida su situación,
sin tomar valores equivalentes en garantía de su responsabilidad.
2? Si hubiere incurrido en 'nueva quiebra, sin haber
cumplido el convenio de la anterior.
39 Si no hubiere lecho asentar en el registro de comercio los documentos de que trata el artículo 24.
40 Si no hiciere al tribunal de comercio la manifestación
de su quiebra, según lo prescrito en el artículo 76.
59 Si no se presentare á los síndicos ó al juez en los casos en que la ley, Id dispone.
-5706o Si no hubiere llevado libros de contabilidad 6 de correspondencia, 6 no conservare la correspondencia, que se le
hubiere dirigido, 6 no hubiere hecho inventarios; ó si sus libros
y correspondencia estuvieren incompletos 6 defectuosos, 6 no
apareciere de ellos el verdadero estado de sus negocios, sin
que haya fraude.
La apreciación de estos otros 'casos queda bajo la
jurisdicción del tribunal.
El hecho dé haber prestado fianza, etc., será ordinariamente una imprudencia, pero el comerciante ha
podido verse obligado moralmente .á hacerlo, en retribución de servicios iguales.
Si ambas quiebras han sido fortuitas, los jueces no
podrán menos de ver en el comerciante un desgraciado
contra quien se ensafía la mala suerte, nó un culpable.
Los tres números siguientes se imponen como penas de las infraciones de deberes legales.
Hemos visto en el artículo 40, que ninguna autoridad ni tribunal tiene derecho de hacer pesquisas, para
inquirir silos comerciantes llevan librós, y si éstos se
• encuentran ó nó arreglados á las prescripciones de este
Código: en el momento de la quiebra es que aquellos
.preceptos reciben justamente su sanción legal.
Art. 759. Será declarada fraudulenta la quiebra, si el
quebrado, ha ocultado, falsificado, ó mutilado sus libros, 6
sustraido ú ocultado el todo 6 parte de sus bienes, ó si por sus
libros 6 apuntes, ó por documentos públicos 6 privados, se ha reconocido fraudulentamente deudor de cantidades que no deba.
Agreguemos á estos casos otro que también ocurre,
y es cuando el fallido hace aparecer en sus cuentas bienes ó valores que no posee, ó calla una parte de sus deudas, para aparentar un activo desahogado, accidental-
-571—
mente cohibido por dificultades pasajeras, y lograr pronto arreglo con sus acreedores.
En suma, de cualquier modo que se descubran actos dolosos del fallido contra sus acreedores, la quiebra
debe estimarse fraudulenta.
Art. 760. Leas quiebras culpable y fraudulenta serán castigadas con arreglo al Código penal.
Abolida la prisión por deudas que no provengan de
fraude ó delito, según el número 1 9, garantía 14, artículo 14 de la Cmstitución de la Republica, nos parece insostenible la pena de seis meses á tres años de prisión,
que establecen los artículos 58 y 541 del Código penal
para los quebrados culpables.
Si se objeta que la garantía citada se refiere á la
prisión como apremio, no como pena, en materia de deudas, fácil sería responder: en primer lugar, que en la quiebra culpable la prisión no es sino un apremio en realidad, porque es válido el convenio celebrdo con el quebrado culpable,. artículo 854, lo que no sucede con el quebrado fraudulento, artículo 862 ; y porque el quebrado
culpable puede ser declarado excusablb al finalizar el
estado de unión, artículo 890, y gozar del beneficio de
competencia, artículo 891; de lo que se deduce, que la
prisión puede ser remitida al deudor, luego que los acreedores se han hecho en todo ó en parte pagos de sus créditos con los bienes concursados.
Y en segundo lugar, que los casos de culpa expresados en los arftculos 757 y 758, son de imprudencia,
imprevisión ó mal manejo de los negocios, no de delitos
criminales, y sería inQncebible que diesen motivo á juicio criminal y á penas de ese género, pues lo que apare-
-572—
ja la responsabilidad del fallido no es la falta de pago,
sino el fraude en que incurra.
Consecuente con estos principios, el Código de Comercio italiano de 1883 declara en su artículo 849 que
si el tribunal aprueba el convenio y revoca la declaración de quiebra, la acción penal por quiebra culpable se
extingue por el cumplimiento de las obligaciones del
convenio.
Art. 761. En el caso de quiebra de una sociedad por acciones, los promotores y los administradores serán castigados
como quebrados culpables, si por su culpa no se han observado las formalidades establecidas en las secciones 72. y 8a, tituló 79, libro 'o de este Código, 6 si por culpa suya ha ocurrido
la quiebra de la sociedad.
Y serán castigados como quebrados . fraudulentos:
io Cuando dolosamente han omitido la publicación del
contrato de sociedad del modo establecido por la ley
20 Cuando han declarado falsamente el capital suscrito
ó enterado en caja.
Cuando han pagado dividendos de utilidades que manifiestamente no exist'iari, y han disminuido con esto el capi tal social.
4ó Cuando dolosamente han tomado mayores ,sumas de
las que les asigna el contrato de sociedad.
59 Los que con su dolo 6 por consecuencia de operaciones fraudulentas han ocasionado la quiebra de la sociedad.
Los promotores y administraddres de las compañías en comandita por acciones y las anónimas son los
únicos responsables de los actos de ellas, pues como salemos•los accionistas no responden más que por el valor de las acciones 'suscritas.
La omisión de las formalidades dichas los hace culpables, aunque no sea por esa falta que haya sobreve-
-573
nido la quiebra. Los administradores y promotores
pueden también encontrarse comprendidos en algunos
de los casos mencionados en los artículos 757 y 758, ó
incurrir enotros hechos dé imprudencia, que sean causa de la quiebra. Comd rnandatarids están sometidos á
las obligaciones de tales.
Los casos de quiebra referidos en este artículo no
son limitativos. Cualquiera - otra -ojeración dolosa, ejecutada por ]os promotores y administradores, en perjuicio de los acreedores de la compañía, hace fraudulenta
la quiebra.
Véanse los artículos 62 y 69.
Art. 762. Serán castigados como quebrados fraudulentos:
ió Los individuos que á sabiendas, y en interés del fallido, hayan sustraído ú ocultado el todo ó parte de los bienes
de éste, muebles ó inmuebles, sin perjuicio de otras disposiciones del Código penal sobre los que cómo agenes principales
6 cómplices hayan participado en, el hech6.
20 Los convencidos de haber presentado fraudulentamente en la quiebra créditos supuestos en su nombre ó por
medio de otros; 6 de haber alterado la naturaleza ó fecha del
crédito para anteponerse eh la graduación con perjuicio de
otros acreedores ; aun cuando esto se verifique antes de la declaración de la quiebra.
39 Los que comerciando bajo el nombre de otro ó con un
nombre supuesto, se hayan hecho culpables de los hechos expresados en el artículo 759.
Estos individuos, sean ó no conierciantes, incurren
en las penas de cuebi'adbs fraudulentos, como cómplices
del fallido.
Si la ocultación ó sustracción la verificaron en interés propio, entonces son reos de hurto, más bien que
cómplices de la quiebra.
-
-574Art. 763. El cónyuge, los descendientes y los ascendientes, consanguíneos ó afines, del fallido, que á sabiendas hubieren sustraído ú ocultado bienes pertenecientes á la quiebra,
sin haber obrado en complicidad con el fallido, serán castiga
dos como reos dehuo.
rt
'
Son reos de hurto, porque proceden en interés por
pio. Cuando obran de acuerdo con el fallido, son reos
de quiebra. fraudulenta.
Art. 764. Corresponde al tribunal que conociere de los
hechos expresados en los artkulos anteriores, aun en el caso
de absolución:
o Decretar de oficio, si ha lugar, el reintegro á la masa
de todos los bienes, acciones y derechos, que se hubiere intentado sustraer.
Resolver , las demandas sobre indemnizaciones de daños y perjuicios.
Toca al Juez ordinario en 'lo criminal ordenar la
restitución é indemnización dichas. Aun en el caso de
absolución, porque esas disposiciones son independientes de la responsabilidad criminal, que se deriva del
delito.
Art. 765. 14a calificación de las quiebras' culpable y fraudulenta se hará por el tribunal ordinario en materia criminal,
de oficio, 6 á excitación del Juez ó tribunal de comercio, 6 á
instancia, sea de los síndicos en representación deJa masa de
acreedores, sea de alguno de éstos. Pero, los síndicos no podrán acusar sin prévia autorización de la mayoría individual
de los acreedores presentes, constituidos en junta á presencia
del Juez. Cualquier acreedor podrá con tal fin promover la
convocación de la Junt.
En cuanto á la quiebra culpable, nos remitimos á.
lo dicho en el artículo 760.
-575—
Es indudable que el Juez en lo criminal no puede
proceder antes de haber sido' declarada la quiebra por el
Juez de comercio. Los síndicos gestionan como mandatarios de la Junta de acreedores.
TITULO II
DE LA DECLARACIÓN DE LA QUIEBRA Y DE SUS EFECTOS
• Art. 766. Todo comerciante que se halle en estado de
quiebra, debe hacer por escrito la manifestación de ella, ante
el Juez de comercio de su domicilio mercantil, dentro de los
tres días siguientes á la cesación de sus pagos.
En caso de quiebra de una sociedad en nombre colectiva
6 en comandita, la manifestación contendrá el nombre y domicilio de cada uno de los socios solidarios y los de los comanditarios, que no hayan entregado todo su capital.
En caso de quiebra de una sociedad anónima, la liarán sus.
administradores; los que estarán obligados á comparecer ante
el tribunal y ante los síndicos, siempre que sean requeridos.
El secretario anotará en el escrito la fecha de su presentación.
La ley impone severamente al comerciante el deber
de manifestar su estado de quiebra. Esta manifestación no es, sin embargo, irrevocable. Si antes de recaer
providencia, el comerciante quisiese retirar su solicitud,
nada se lo impediría, puesto que es dueflo de cumplir ó
nó aquel deber legal. Mayormente, si procediese así, á
consecuencia de haberse entendido con Sus acreedores
ó pagado sus créditos.
Si fuera un socio administrador el que hubiera promovido la declaración* de quiebra, bien podrían los otros
socios arreglar ó pagar las deudas, y presentarse al juez,
retirando la manifestación hecha por el administrador.
Ninguna de esas diligencias impediría que algún
-576---acreedor no satisfecho ocurriese al tribunal, no oponiéndose al retiro de la manifestación, porque eso es asunto que corresponde al deudor, sino promoviendo la
quiebra.
La prevención legal de que la quiebra debe promoverse ante el Juez del domicilio mercantil, nos induce á
creer, que si un comerciante tiene varios establecimientos mercantiles, los cuales giran bajo la firma de aquel;
debe presentar lamanifestación enunciada ante el Juez
del lugar, dónde se halla el asiento principal de sus negocios, y no está obligado á hacer tantas manifestaciones cuantos establecimieptos tenga; porque así se romperían la, unidad de patrimonio del deudor, la unidad
de la jurisdicción y la del juicio, que es uno solo y universal, artículo 782, y sé ocasionarían complicaciones incontrastables, con perjuicio de todos.
Habrá legalmehte distintosjuicios de q.uiehra, cuando los establecimientos dichos giren don diferentes nombres; porque, aunquíe en todos sea interesado el fallido,
constituyen diversas entidad es comerciales.
No es lo mismo cuando la quiebra es promovida por
los acreedores. Los que han tratado con el estableéimiento situado en la plaza, donde residen, no están en
el deber, de acudir para promover la quieba al Juez del
lugar en que se halla el establecimiento principal. Para ellos, el que se halla n cesación 'de pago es el que se
encuentra en su residencia: allí tiene el . deudor domicilio especial, y allí pueden los acreedores reclamarle
el pago de lo que les es debido.
Pero, silos acreedores que trataron con los otros
establecimientos obtuvierefl también la declaración de
quiebra relativa á éstos, parécenos que el deudor, ó alguno de los acreedores, tendrían derecho de pedir 1a
-57.7—
acumulación de los demás juicios de quiebra al primero
que se hubiese iniciado, por los mismos motivos antedichos.
La manifestación debe contener el nombre y domicilio de cada uno de los socios solidarios, porque éstos
incurren también en quiebra: no'debe -mencionarse el
nombre del comanditario que pagó su aporte, pues ninguna responsabilidad le incumbe persdnalmente por los
negocios de la compañía.
Advirtamos, que si el comanditario no es comercian:
te, no incurre en quiebra por haber omitido el pago de su
cuota social, ni por haberse ingerido en la administración. En el primer caso, se ,le obligará á cumplir el deber
contraído; en el segundo, responderá solidaria, pero civilmente, de sus obligaciones.
En las sociedades por acciones, toca á los administradores manifestar la quiebra, como personeros de la
compañía.
La anotación de la fecha de la presentación del escrito tiene entre otros objetos: 1 9 fijar si el fallido ha
cumplido con el leber que le prescribe este artículo; y
29 prevenir la competencia del tribunal si se promueven
varias diligencias de quiebra, contra el mismo comerciante en distintas jurisdicciones.
Art. 767. Al hacerse la manifestación de quiebra se deberá acornpiar:
19 El balance general, 6 una exposición de las causas,
que impidan al fallido presentarlo.
2Q Una memoria razonada de las causas de la quiebra.
El escrito, el balance y la memoria serán fechados y firmados por él fallido bajo juramento de ser verdaderos. Si la
quiebra fuere de una sociedad en nombre colectivo 6 en comandita, deberán firma'r todos los socios solidarios presentes en el
27
•
ingar; y si fuere de uta sociedad anónima, los administrado
res presentes.
Junto' con el escrito, n' qüe el fallido hace la ma-nifetación de su quiebra,, han , de acompañarse los dos
documentos dichos.
El balance yeneraz es unacto que contiene el estado
'del activo, s decir, la enumeración y estimación de los.
• valores muebles é inmuehiés el estado del pasivo, esto
es, la indicación de los acreedores,' el monto de lo que se
•
lés debe y la naturaleza de sus, crédito; el resumen de
• la cuenta dé ganancias T pérdidas, y la ¿uenta de gastos,
del fallido y 'del establecimiento.
Las dos primeras cuentas 'sirven para conocer eI
estado positivo y material de, lá quiebra; las dosúltimas
• son los elementos con los cuales se descubren las causas de ella y su ,aspecto moral y legal:
La memoria razonada debe estar de acuerdo con:
el balance dicho.
Si esos documentos se presentaren sin firma 'ó fir-mas, que los autoricen, el Juez deberá devolvePlos para.
..,que se llene esa formalidad.
Pres'entados el escrito,' el balance yla 1-fiemoria refe'ridos,el Juez deberá llamar al firmante ó firmantes pa—
ra que presten ante el tribunal, el juramento que pre-viene la ley, 'sin el ,cual no puede procedei. De eso ¡ti-ferimos que esos áctos no pué'deñ ser "autorizados poi
• apoderados, aunque fuesen especialísimos, visto que e]
juramento es un actó personal y que por tanto la mani-festación de quiebra es también personal. Pero, si en,
alguna circunstancia los actos dichos sé • presentaren
'firmádos por un factor, ó apoderalo, nos parece que el
Juez podría reparar esa irregularidad,, citando. al comerciante, para que ratificase la manifestación y los do-
-579cunientos acompañados, y prestase el juramento legal.
Dado el caso en que el fallido, después de haberpresentado la manifestación se hubiese ocultado ó hubiese huido; es racional creer que el Juez deberá abstenerse de dar curso á aquella manifestación irregular,
y pr9Cedelá de oficio, conforme al artículo 775.
Art. 768. El -balance contendrá la relación y valores de
todos los bienes, muebles é inmuebles, y estados demostrativos, con la debida separación, de todos los débitos y créditos, de los gastos, y de las ganancias y pérdidas.
Los estados de gastos, y de ganancias y pérdidas, contendrán los de los diez áfios anteriores á la quiebra.
Ya lo hemos explicado en el anterior. Los estados
de gastos y de ganancias y pérdidashan decomprender
diez años, para poder apreciar en ellos la causa de
la quiebra.
Art. 769. La declaración formal del estado de quiebra,,
se hará por el-juez de comercio, Si ha , lugar, en virtud de la
manifestación del fallido, á solicitud de alguno de sus acreedores, 6 de oficio.
Según esta disposición, el juicio de quiebra puede
comenzar de uno de los tres modos expresados.
El juicio de quiebra comprende dos partes ó procedimientos: uno sumario, que principia por uno de los
modos 'dichos, y el plenario que comienza en la califict-ción de los créditos artículo' 837. Puede decirse que de
esos dos procedimientos el que interesa más al fallido es
el sumario.; el plenario está destinado principalmente
á discutir los derechos de los acreedores.
Reconozcamos, como verdad incontestable en nuestra legislación, que sólo al Juez de comercio, ó al que
lo sustituya, compete la declaratoria de quiebra, en
todo caso.
Si el Juez ordinario en un asunto civil se encuen
tra, incidentalmente, con la prueba del estado de quiebra deun comerciante, y fundado en éso se le pidiese,
por ejemplo, la nulidad de una enagenación ó de una
hipoteca, debería abstenerse de acordarla, siempre que
para ello fuese necesario declarar el estado de quiebra,
de' que no puede conocer.
Sobre este pui2ito ha vacilado la jurisprudencia de
los tribunales franceses; pero, la doctrina se levanta
hoy allá mismo en defensa de los principios de la ciencia, para reprobar decisiones judiciales desacertadas.
Esta materia se halla ligada con la expuesta en el
artículo 755. Es indudable que ante los principios dichos, la quiebra no. existe, sino en virtud de la declaratoria judicial, y que mientras no ha sido hecha por
tribunal competente, ningún acto ni,derechó puéde fundarse en el simple hecho de la cesación de pagos.
La. solicitud de quieba puede instaurare por uno
ó por varios acreedbres, cualquiera que sea su calidad
de privilegiado ó quirografarió: el Juez deberá examinar cuidadosamente si el crédito consta de modo auténtico; yapreciar silos hechos alegadós constituyen en
realidad, uña cesación de pagos.. A ese efecto, le es permitido tomar todos los informes que juzgue prudentes,
y.aun interrogar al presunto fallido,, si fuere necesario,
para proceder con pleno conocimiento de causa.
Aunque el juicio de quiebra supone un concurso de
acreedores, doctrina corriente que puede ser declarado en quiebra el comerciante que tiene unsolo acreedor.
Es posible que á ese acreedor no le convenga una acción individual contra el comerciante, porque no sea
-581bastante á la seguridad del crédito; y acuda al procedimiento de quiebra, para obtener la incapacidad del deudor, el desasimiento consiguiente y la anulación de los
pagos y enajenaciones, que aquel hubiese efectuado en
cierta época, artículos 779 y siguientes.
Podemos invocar por analogía el artículo 1865 del
Código Civil, que permite el juicio de cesión de bienes con.un solo acreedor.
Art. 770. Puede declararse la quiebra de un comercian-.
te que hubiere fallecido en estado de cesación de sus pagos
pero no puede ser pedida, ni pronunciada de oficio, sino dentro de los tres meses siguientes á su muerte.
Solicita€Fa dentro de ese tiempo, puede ser declarada aún
después de él.
Por la declaración de quiebra, los bienes del difunto quedan separados de los de sus herederos.
La muerte dé un cornerciante autoriza á sus acreedores, para pedir la separación de los bienes del difunto de los del heredero, artículo 927 Código Civil; y parece que debería ser suficiente para garantizar los derechos de ellos contra el deudor, sin necesidad de acudir.
al'juicio de quiebra; pero, el procedimiento mercantil expresado faculta además á los acreedores, para administrar y liquidar los bienes del difunto, por medio de' los
síndicos, y hacer anular los pagos y enajenaciones verificados después de la cesación; y eso los favorece más.
No podría declararse en quiebra el comerciante
que, por ejemplo, se hubiese suicidado antes de la cesación de pagos. Ocurrida ésta en tiempo de los herederos,
la declaratoria expresada debería referirse á ellos, pero
en el caso únicamente de que los herederos fuesen comerciantes, y hubiesen entrado á administrar los negocios comerciales del difunto.
-582—
De lo que colegimos, que los herederos no comerciantes están exentos de manifestar el estado de quiebra del
finado, y pueden llamar á los acreedores á intervenir en
: la liquidación; y, si, no lo hicieren, . los acreedores atacarán individualmente la.rna'sa de bienes para alcanzar, el pagó de lo que les es debido, ó formarán el concurso. necesaiio, á que se refiere el artículo 463 del Código
de Procedimiento Civil. .
La limitación del término e 'de interés 'público, para que no esfén mucho tiempo en suspenso los derechos
de los qué trataron con el comerciante, después finado,
ni sufran erjuicio los intereses dé los herederos con
.
una larga espera
El deudor puede ser declarado en quiébra, .aunque
haya dejado de ser comerciante, si la cesación de ' pagol se remonta á la época en que ejercía el comercio..
Art. 771. Los acreedores pueden provocal la declaración de quiebra, aUn cuando sus-créditos no sean exigibles.
Los acreedores por réditos no meréantiles no puéd'en so'licitarla,, sino á condición de justificar la cesación de los pagos de las deudas mercantiles.
La.obligá'ció'n á plazo existe desdé-que se.6ntrajo,
y el 'término no suspende la obligación, sino 'retarda su
cumplimiento, artículo 1117 Código Civil. De ese , principio se deriva 1a disposición de este artícú'lo. 'Además,
por el articulo 1121 del mismo Código, el deudor no puede reclamar el beneficio' del término, cuando se ha hecho
insolvente, cuando hubiere disminuido por hechos propios las seguridades otorgadas al acreedor para el curnplimiento de su obligacíón, ó no le hubiere dado, las ga.rantías prometidas.
'Una' vez conocida la- eesación 'depagos del comer-
-583-ciante, el acreedor á término tiene interés de impedir
que el deudor comprometa en transacciones imprudentes
sus bienes, ó se deprenda con desembolsos ruinosos de
los valores con que en tiempo oportuno deberá pagarle.
Someter al acreedor dicho á que espere , que el crédito
sea exigible, sería ponerle en peor condición que los
otros acreedores, los'cuales han de apresurarse á negociar con el deudor; sería, en suma, ofrecerle como única perspectiva la insolvencia del obligado. Véase el
tículo 783:
Los acreedoes con' dicion'ales no poseen esa facultad, porque ellos no son acreedores, sino después que
se cumpla la condición suspensiva de la obligación;
pero, recuérdese que cumplida la condición se retrotrae al día en que la obligación fue contraída, según el'
artículo 1115 Código Civil citado; y, por tanto, que sise'
verifica durante el juicio de quiebra, el crédito se considera preexistente á la quiebra.
El acreedor por una deuda civil no goza de los
mismos derechos del acreedor mercantil; porque, ordinariamente, las obligaciones civiles no se contraen' con
la celeridad de las del comercio ; porque se proponen
objetos distintos de éste; y porque los valores, que el
acreedor civil ha cedido ó propercionado al deudor, no
entran por lo común en sus negocios.
Cuando el comerciante no cumple sus compromisos
comerciales, el acreedor civil puede promover la declaración de quiebra, esté ó no vencida la deuda civil, pues
entonces el estado de quiebra se funda en la cesación de
los otros pagos.
Art. 772. Al solicitar los acreedores la declaración de
quiebra, suministrarán ú ofrecerán indicando cuál es, la prue-
-584ba de los hechos y circunstancias constitutivas de la cesación
de los pagos, y. del carácter de la quiebra.
El Juez podrá oir al deudor si lo considerare , conveniente, y proveerá en el menor , término posible.
Cuando el cofrierciante manifiesta su estado de
quiebra ninguna duda puede quedarle al magistrado;
pero, si son los acreedores los que la promueven, el
Juez tiene el deber.de.instruirse plenamente de los hechos, que acreditan la cesación de pagos.
Para Henar-ese fin, los acreedores suministrarán la
prueba que corresponda; y, si no fuere suficiente, el
Juez debe solicitarla por otros medios.
Los protestos por falta de pago dé letras aceptadas
Óde pagarés vencidos, las demandas intentadas contra
• el comerciante, de que hubiesen resultado mandamien lbs ejecutivos y otros actos semejantes, indicarían, á no
dejar duda, qué el deudor había sobreseído en el pago
de sus obligaciones; 'y el Juez debería declarar sin pérdida de tiempo elestadode quiebra, para no dar lugar
•á que el fallido ocultase ó sustrajese valoresá la masa.
de .bienes, con detrimento de sus acreedores.
Art. 773. El socio comanditario no puede pedir la declaración de quiebra de la sociedad á que pertenece; pero si
fnére acreedor, podrá provocarla .con este carácter.
Los comanditarios no son administradores de la sociedad, y por ese motivo no tienen el derecho ni el de—
ber de hacer la manifestacióñ de quiebra; mas, como,
ellos pueden. ser al mismo tiempo acreedores de la compañía, están en esa calidad facultados para promover la
quiebra en resguardo de los créditos que tienen.
Art. 774. Ni el hijo, acreedor de su padre; ni el padre,.
-585
acreedor de su hija; ni el cónyuge, acreedor de su cónyuge,
pueden pedir contra su deudor la declaración de quiebra.
Estas prohibiciones se basan en motivos de público
decoro yde moral de la familia. Las personas dichas
tienen expeditas las vías ordinarias para reclamar el
pago de sus acreencias, y por ese medio llamarán la
atención de los demás acreedores, si los hubiere, que
promoverán la quiebra.
'La ley no distingue entre los cónyuges divorciados
ó nó; de suerte, que la prohición se refiere á todos, y
haya ó nó separación de bienes. En cuanto al hijo,
entendemos que ha de ser el legítimo ó natural reconocido.
Declarada la quiebra, figurará entre los acreedores
la mujer del fallido por .los bienes de su patrimonio.
Ese es uno de los casos en que puede ella pedir la separación judicial de bienes, para dar punto á la sociedad conyugal, artículo 1.365, Código Civil; demanda
que será propuesta, juntamente, contra el fallido y los
síndicos; respecto del primero, por los derechos personales que son inherentes al marido, respecto de los segundos, porque se refiere á los bienes de aquél, artículo 780.
Bueno es recordar queja mujer goza de hipoteca
legal por sus bienes propios, y que tiene derecho de
sacar de la masa las especies ó cuerpos ciertos que le
pertenezcan,llegado el caso de la disolución de la sociedad conyugal, artículo 1.37, Código citado.
Por lo demás, si el marido y la mujer ejercen conjuntamente el comercio, artículos 10 y 12, los bienes de
ambos están obligados y serán incluidos en la masa de
la quiebra. Si lo ejercen separadamente, la quiebra del
-586
uno no acarrea la del otro; y si ambos cónyuges están
en quiebra en los negocios de su comercio, es natural
que se sigan juicios separados de quiebra, porque son
distintos los acreedores y los bienes de eftda quiebra.
Y no olvidemos la aplicación que en , suscasos pueden tener, respecto de los cónyuges, los artículos 762
763.
Art. 7• Sólo podrá hacerse. de oficio la declaración de
quiébra, cuando el deudor se fugare 6 se ocultare, dejando
cefrados sus escritorios 6 almacenes, sin dejar persona que
administre SUS negocios y dé cumplimiento á sus obligaciones.
Cuando ocurra el caso, el Juez podráde oficio ó á solicitud
de parte, ordehar la posición de sellos, difiriendo hasta mayor
inquisición, la declaración de quiebra, si hubiere lugar á ella.
En los lugares donde no hubiere juez de comercio, el
Juez de primera instancia y en su defecto, el de distrito ó de
parroquia, efectuará la posición de sellos, dando cuenta al
Juez de comerció.
El procedimiento de oficio no es permitido, sino en
los casos mencionados. Los conerciantes se hallarían
expuestos á violencias y a tropel larnientos inesperados,
si los tribunales pudiesen iiigerirse de propia autoridad
• en la marcha de los negocios mercantiles, sin que nadie
lo pidiese.
Los caso referidos son de pública notoriedad, interesan encierto modo el-orden , público, y es presumible que los hec.Iios que los han originado hieren muchos derechos particulares, que están por el momento
sin defensa. De áIli, la intervención de los magistra.
dos, los cuales proceden por lo regular en tales circunstancias, en virtud de denuncia de algún interesado,
como en los juicios criminales.
Si fuere Juez competente el que conoce en estas di-
ligeucias, debe diferir la declaración de quiebra para
cuando tenga p1no conocimiento del asunto. Es posible que el comerciante haya desaparecido momentáneamente y regrese algunos días después: lo es también
que haya sido víctima de un crimen. Sería muy reprobable que el Juez obrase en esas emergencias con imprudente precipitación. La poición de los sellos basta
para asegurar los intereses del deudor y los de los
acreedores alatinados.
Si el Juez' no fuere competente, ya porque no es el
de comercio ó el civil que lo subroga, ya porque no es
el del domiciljo mercantil del deudor; deberá 'remitir
las diligencias instruidas al que lo fuere, para que proceda en la forma legal á la declaración de quiebra.
Tales actuaciones no impiden que los acreedores,
ó alguno de ellos, acudan á pronover el juicio, probando además Ja cesación de pagos.
Art. 776. El auto en que se declare la qui ebra h será ejecutado, no obstante cualquiera oposición ó recurso que se intente contra él.
La naturaleza de este juicio exige que se proceda
rápidamente en esta prirnea parte, que es el estado sumario de la quiebra.
El fallido puede oponerse dentro de ocho días á la
declaración de quiebra, á contar de la publicación respectiva, según el articulo 892; y, si el tribunal pleno de
comercio confirma el auto declaratorio, puede apelar para ante el tribunal pleno de segunda instancia; recurso
que sé le oye en un solo efecto, á fin de conservar en
su fuerza y vigor la providencia apelada, mientras el
superior no la revoque, artículos 892 y 953.
La oposición á la declaratoria referida puede fun-
588
darse en que no existe la cesación de pagos; y si el comerciante probase que se ha procedido contra él por
malevolencia ó con ligereza, tendría derecho de reclamar daños y perjuicios contra los promoventes.
Puede atacar también la declaratoria desde' el punto de vista de la fecha, fijada para la cesación de pagos.
Para el fallido es materia de mucha importancia aquella fijación, porque la retroactividad que ella produce
puede anular algunos actos del fallido, y hacerlo aparecer corno quebrado culpable, por haber efectuado
pagos después de la cesación de pagos, número 49 artículo 757.
'Por raro que parezca, algunos acreedores pueden
bponerse á la declaratoria de -quiebra, si, por ejemplo,
sostuviese ti el deudor no es comerciante, ó que no
ha-cesado en sus pagos, procurando de ese modo impedir que se abra el concurso de acreedores.
La oposición de los acreedores versará más frecuentemente sobre la fecha fijada para la cesación de
pagos, ya exigiendo que se señale más remota, ya que
e ponga más próxima. Con lo primero, pueden aspirar á que sean anulables actos anteriores del fallido;
con;lo segundo, que no sean comprendidos en la anulación ciertos actos del mismo.
Art. 777. Por el mismo auto en que se deálare la quiebra, fijará el juez la época -en que principió la cesación de
los pagos, ó'se reservará fijarla por auto separado.
A falta de fijación especial, se entenderá que la cesación
de los pagos principió-en la misma fecha del auto declaratorio de quiebra, ó el- día de la muerte del deudor en el caso
del articulo 770.
La fijación de ese día es de- sumo, , interés para de-
terminar la validez de algunos actos del fallido, artículos 785 y 786.
Para hacer la fijación dicha con pleno conocimiento de causa, el Juez puede esperar que los síndicos hagan el examen de los libros del fallido.
Cuando el Juez se reserva fijar la fecha de la cesaSión de pagos, no. dice la ley . hasta que tiempo puede
retardarlo. Entendernos, sin emharg, que la oportunidad legal de hacerlo será á lo rns después que los
síndicos presenten el primer informe, según el artículo 816, y antes de la calificación de los créditos.
Esa fijación puede retrotraerse indefinidamente,
uno, dos' ó :más años hasta el día en que comenzó el
estado judicial de quiebra. No hay para esto límite, pues
un comerciante ha podido , mantenerse rnuhos años flotante á pesar de la qúiehra, á favor de maniobras y artificios inadmisibles en el comercio.
Art. 778. El auto declaratorio de quiebra contendrá
además:',
i? . El nombramiento de uno ó más síndicos provisionales, eligiéndolos entre los acreedores presuntos, 6 entre
otras personas en cuyo buen desempeño pueda confiarse.
2° La orden de ocupar judicialmente todos los bienes
del fallido, sus libros, correspondencia y documentos.
3° La orden de que las cartas dirigidas al fallido sean
entregadas á los síndicos.
4? La prohibición de pagar, y de entregar mercaderías al
fallido, so pena de nulidad de los pagos y entregas; y orden
á las personas que tengan bienes ó papeles pertenecientes al
fallido, para que los pongan dentro del tercero día á disposición del tribunal de comercio, so pena de ser tenidos por
ocultadores 6 cÓmplices de la quiebra.
5? La orden de que se convoque á los acreedores presuntos para que concurran con los documentos justificativos
-590—
de su crédito á la primera junta general, que tendrá lugar el
día y hora% que' e designará dentro de los quince días inmediatos'
6? La orden de que se haga saber á todos los acreedores
residentes en la República,. que dentro del término que se
designará; ocurran con los documentos justificativos de su
crédito, bajo apercibimiento de cont.intiarse los procedimientos de la quiebra sin volverse á citar ningún ausente.
7? La orden de hacer , saber á los acreedores que se hala
llen fuera de la República declaración de quiebra, 'y el término dentro del cual deben ocurrir con los documentos justificativos de su crédito, bajo el apercibimiento dicho en e1
número anterior.
8? La orden de que se publiquen la declaración de quiebra y la prohibición y orden de entrega de que habla el número 4? de este artículo.
:9? La orden de remitir inmediatamente copia de lo conducente al Juez competente, cuando aparezca alguna circuns.*
tancia que arnrite procedimiento criminal.
Lo mismo se practicará en cualquier , estado de la causa
en que aparezcan las expresadas circunstancias.
Nónibranse desde elprici pio síndicos provisionales,
para que asistan con el Juez á los actos enumerados en
los ártículos 792 y siguientes.
Dispónese que se ocupen, los bienes del fallido, sus
1ibrs, correspondencia, etc., para impedir la ocultación
de aquéllos ó la falsificación de éstos, si queclen en
poder del deudor.
.
Las cartas deben ser recibidas por los síndicos, para que éstos puedan instruirse de los negociós de la
quiebra y administrarlos con acierto:
La prohibició, n de pagar y entregar mercancías al
fallido es consecuencia de la inhabilitación, á que queda
sometido por la ley. Por la misma razón, se previene
-591—
á las personas que tengan bienes del fallido que los
pongan á disposición del tribunal.
El auto declaratorio de la quiebra contiene tres emplazamiento; und que se. refiere á.los acreedors presuntos, y los que hieren ya conocidos del tribunal
para que concurran , el día y hora que se fije para la primera junta dentro de los quince siguientes; otro, en
forma general para todos 'los acreedores residentes en
la República, que se hallen fuera del lugar del juicio;
y . 011-0, en fin, relativo los acreedores domiciliados en
el extranjero, artículo 799.
Lapublicacióri del auto predicho sirve de notificacióii al fallido 'y Éi lo acreedores.
Rara vez apa iecen, desde que se inicia la quiebra, indicios que ameriten procedimiento criminal. Esas circunstancias resultan ordinariamente del inventario y el.
examen de los libros:
.
. . .
Art. 779. Por el hecho de ser declarado mi comerciante en estado de quiebra, queda inhabilitado para la administraeión de todos sus bienes, . para disponer de ellos, y para
contraer sobre ellos nuevas obligaciones.
El desasimiento de los bienes futuros adquiridos á título,
gratuito, no perjudica á la responsabilidad que los afecte porlas cargas y condiciones .con que hayan sido trasmitidos al
fallido, ni tampoco á lbs acreedores hereditarios.
La administración de los bienes que el fallido adquiera á.
título oneroso, podrser sometida á intervención de los síndicos; pero los acreedores sólo tendrán derecho á los beneficios líquidos, dejando al fallido lo preciso para sus alimentos.
Los frutos,, que pertenezcan al padre, de los bienes de
los hijos, y los de la mujer no separada de bienes, coFrespondeii á la masa concursada, después de deducidos los gastos de
producción y el monto de las-cargas legales ó convencibnales que los graven.
-;- 592Esta inhabilitación no equivale á la interdicción;
puesto que el fallido conserva el ejercicio de sus derechos personales, según vernos en el artículo siguiente.
El desasimiento no es expropiación: está únicamente en suspenso el ejercicio del derechó de propiedad, tanto que si por el convenio , es restituida la administración al fallido no ?se necesita otorgarle nuevos
títulos de dominio.
Si por caso fortuito pereciese alguna cosa del faludo durante el embargo, la perdería el deudor, no los
acreedores.
El desasimiento' se produce de pleno derecho en
virtud del auto, declaratorio de quiebra, aunque no se
exprese. El Juez no podría conservar al fallido en todo
ni en parte la &drninistración de los bienes. La ley lo
priva de ella, tanto de los bienes presentes corno deJos
futuros.
El fallido conserva la administración de los bienes
que pertenecen á ]a rnujer á los hijos, en tanto existan la sociedad conyugal y la patria potestad, y lo mismo diremos de la tutela, pues el desasimiento sólo se
refiere á los bienes personales del deudor. Pero, la
quiebra puede ser motivo legal para que la .mujer solicite la separación judicial de bienes, artículo 1365 . Código Civil; y si el fallido fuere declarado, culpable, podrá ser removido de la tutela, conforme al número 79
artículo.310 del Código citado.
Tódo' ici que el fallido adquiera, 'después de la quiebra, sea á título gratuito, sea á título oneroso, es.prenda de acreedores. Si lo primero, los acreedoi'es no
pueden disponer de los bienes con perjuicio de 1a cargas ó condiciones con que los bienes hayan sido trasmitidos al deudor; por ejemplo, en el caso de que al
y 1
-593-fallido se le haya hecho una donación con la barga de
pagar una pensióná un tercero; los acreedores no, po•drán disponer de los valores donados, sino asegurando
al agraciado la pensión dicha. Si lo segundo, los acreedores pueden ejecutar los bienes adquiridos pdsteriormente á título oneroso por el deudor,, pero dejándole
lo preciso para sus alimentos. En el caso, pués, de que
el fallido hubiese ganado una suma de dinero con su
trabajo, deberán dejarle una parte para su subsistencia;
porque ese dinero no lo ha adquirido con valores de los
acreedores, y'es justo que en parte se aproveche del resultado del esfuerzo hecho por él.
Los acreedores no pueden apoderarse de la totalidad del usufructo legal que corresponda al fallido,
prescindiendo de las cargas y gastos respectivos; porque
perjudicarían los derechos de terceros,, como son la mujer y los hijos, sobre quienes ninguna' obligación pesa
por razón de la quiebra.
Hagamos notar aquí, que si el fallido recibiese una
donación, un legado ó una herencia, con la condición
de que no pueda ser embargada por sus acreedores, no
podría ser incluida en el desasimiento, siempre que aquellos bienes no le viniesen por derecho de legítima, atendiendo á que el autor de la liberalidad mencionada es
dueño de sujetarla á las restricciones que quiera.
Y advirtamos, finalmente, que están comprendidos
en el desasimiento aun aquellas cosas del fallido que según el artículo 1856 del Código Civil están libres de ejecución, pues vemos en el artículo 792 que los vestidos,
muebles y efectos del fallido y de su familia pueden ser
entregados á aquel, pero mediante recibo, etc.
Art. 780. La administración de que es privado el fallido pasa de derecho á la masa de acreedores, representada por
38
-594los síndicos. Con éstos se seguirá todo juicio civil relativo á.
los bienes del fallido, sin perjuicio de que éste sea oído, cuan.
do el Juez ó el tribunal lo creyere conveniente.
Pero, el fallido puede ejercitar por sí mismo todas las
acciones que exclusivamente se refieran á su persona, 6 que:
tengan por objeto derechos inherentes á ella.
Los síndicos representah al fallido y son los admi-.
nistradores lgítim .os de sus bienes. A ellos toca intentar las acciones que correspondan al fallido y contestar las demandas que se propongati contra él, lo cual no
obsta para que el.. Juez ante quien se ventilen esos juicios lo llame, de oficio, á pedimento de la parte contraria 6 del mismo fallido, á instruirse de providencias que
le, conciernan.
El fallido conserva el ejercicio de los derechos y
las acciones que son inherentes á su persona, corno son
las que provienen de la patria potestad, del matrimonio,,
la tutela, la adopción, etc.
Si el fallido renuncia una herencia Ó UI) legado, los
acreedores pueden aceptarlos de conformidad con el articulo 895' del Código Civil.
Art. 781. El fallido no rehabilitado, además de lo dispuesto en los artículos 50 y 57, 110 puede conservar ni reasumir la profesión de comerciante, salvo lo dispuesto en caso de'
convenio.
El comerciante declarado en quiebra qneda inhabilitado para ejercer el comercio, hasta que obtenga su rehabilitación, articulo 897.y siguientes á menos que por
virtud del convenio recobre la administración de sus bienes y la capacidad comercial necesaria para cumplir las.
obligaciones contraidas, artículo 858; lo cual sucede
también cuando ha sido declarado excusable, art. 890..
-595Reparemos que esa incapacidad no perjudica en
manera alguna á las compañías mercantiles, de que bajo
una razón comercial distinta es miembro el fallido. La
quiebra de uno de los asociados es causa legal de extinción de la sociedad, según el artículo 1598 del Código Civil; pero, como esa causa no es de orden público, los
otros asociados pueden convnir en continuar la sociedad hasta su término.
Así lo ha declarado la Corte de Casación de Francia,
por sentencia de 10 marzo de 1885. Los acreedores de
la quiebra ejercen los derechos que les concede el artículo 166, y entretanto los síndicos se sustituyen al fallido en la compañía, conforme al artículo anterior.
Vemos en el artículo 181, que el socio que ha hecho
quiebra puede ser excluido de la sociedad, y que la éxclusión de ese socio no es causa de extinción de la corhpañía.
,Art. 782. Todas las causas ordinarias 6 ejecutivas, civiles ó comerciales que al tiempo de la declaración de la quiebra se hallen pendientescontra el fallido, y puedan afectar sus
bienes, serán acumuladas al juicio universal de quiebra.
El objeto de esta disposición esimpedir que algún
acreedor alcance, por medio de un juicio propuesto anteriormente, ser preferido en el pago de su acreencia. A
ese precepto están sometidos aun los que tengan prelación, como los acreedores hipotecarios y privilegiados.
La ley se propone con eso que los demás acreedores puedan examinar y discutir todos los créditos en el concurso.
La acumulación de-los juicios civiles en que el fallido es parte demandada, no produce por efecto hacer competente al juez de la quiebra, para resolver aquellas
causas. Tal resultado repugnaría á los principios en que
-596se funda la jurisdicción de los tribunales. No se concibe que el tribunalde comercio pudiera entrar á sustanciar y decidir una controversia sobre herencia ó donaciones, verbo y gracia, que se ventilaba contra el fallido, pues que ni el juzgado dicho podríaconocer de ella,.
ni habría medio de engranar esa litis en el procedirnientode la quiebra, ni sería tampocoposible sostener que
los demás litigantes en juicios esencialmente civiles debiesen venir á proseguir la demanda de sus derechos ante un Juez tan especial, como lo es el de comercio.
Notemos que la disposición que comentamos no se
contrae á los juicios civiles en que el fallido es actor.
En ellos pueden vntilarse acciones referentes á bienes
del quebrado, que otras personas reteñgan sin título legal. Tales juicios no están sometidos á la acumulación
precitada. La ley há creído bastante la intervención
que los síndicos han de tener en esas causas, como representantes - de la quiebra, á quien corresponderá el resultado favorable de las reclamaciones intentadas por el
deudor.
No cabe duda que los acreedores tienen derecho de
rehusar seguir los juicios propuestos, si creyesen que el
fallido litiga con temeridad. Buscarán modos determinarlos con el menor. perjuicio posible para la maa de
bienes, deacuerdo con el fállido, y en todo caso con autorización judicial.
Cuando la ley dice fl que el juicio de quiebra es universal debmos, por tanto, entender que se refiere á las
ejecuciones que se proponen ó pueden proponerse contrael fallido; La acumulación expresada se encaniina
á detener todo procedimiento ejecutivo contra los bienes,
que perjudique á los acreedores. Por manera, que terminado el juicio de ¿juiebra los expedientes acumulados
-597deben devolverse á los tribunales, de donde fueron pedidos, para que sigan su curso legal con el fallido ó con
las personas que representen sus derechos, ó á quienes
aquellas acciones hayan sido adjudicadas, si el concurso
de acreedores dispuso de ellas, como de valores apreciables en dinero.
• Art.. 783. La declaración de quiebra hace exigibles las
deudas del fallido de plazo no vencido.
La ley no distingue entre los créditos privilegiados,
hipotecarios y quirogçafarios. Esta regla trae su origén
del artículo 1121 Código Civil, que niega el beneficio del
término al deudor insolvente.
Se debatió largo tiempo en la jurisprudencia francesa, sien caso de quiebra del arrendatario, el arrendador podía exigir el pago de los arrendamientos por vencer, que aquél se obligó á atisfacerle por razón del contrato. La cuestión fue resuelta en Francia por la ley
de 12 de febrero de 1872, que es semejante á lo que está
dispuesto en el número 59, artículo 1800 de nuestro Código Civil, según e] cual el privilegio del arrendador alcanza al aflo precedente, al corriente y á los futuros, si el
contrato tiene fecha' cierta, y únicamente al año corriente y los futuros, si no la tiene; pero, en ambos casos, los otros acreedores tienen derecho de subrogarse
en los derechos del arrendatario y de subarrendar por
la duración del término del contrato, pagándole al arrendador todo lo que se le deba por privilegio, y dándole
además seguridad por laparte del crédito aun no vencido.
La exigibilidad de las deudas del fallido no autoriza á los acreedores á término para invocar la compensación, si á su vez fuesen deudores puros y simples del
-598fallido. Adquieren tnicamente derecho de participar
• de las distribuciones que se hagan, conforme á los artículos 880, 881 y 882. El dividendo que haya de tocarles es 'incierto, lo cual impediría por si solo la compensación; á lo que se agrega, que siendo ésta el resultado
de dos pagos abreviados, y no pudiendo el fallido pagar,
por virtud del desasimiento de sus bienes, es claro que
en ese, sentido la compensación es también imposible.'
En el caso inverso en que un acreedor del fallido
fuese acreedor puro y simple y al mismo tiempo deudor
á término de aquel, no sería tampoco procedente la com-'
pensación; porque los derechos de los acreedores quedan limitados al dividendo que les toque en la distribución de los bienes de la quiebra por efecto de la declaración de ésta, y libertando la compensación al acreedor,
que es también deudor á término, del deber de pagar á
la masa, sería favorecido con perjuicio de los otros acreedores.
.
La compensación sólo es, pues, admisible cuando
las dos deudas eran igualmente líquidas y exigibles antes de la declaratoria de quiebra.
Observémos que la eigibilidad, de que se trata es
relativa, únicamente, á las deudasdel fallido. Sus deudores personales, sus coobligados y sus fiadores continúan gozando del beneficio del término, después de la
declaratoria sobredichá.
Sabemos que si el fallido es fiador, puede el acreedor exigir que se constituya otro en seguridad del crédito, artículo 1750 Código Civil, á menos que se hubiese exigido ypactado fianza de una persona particular: y
debemos también recordar que en materia de pagarés á
la orden y letras de cambio cuando sobreviene la quiebra del ortogante del pagaré ó del aceptante ó alguno de
-599los garantes de la letra, el portador puede ejercer los derechos que le acuerdan los artículos 341 y 343, lo mismo que cuando el librado quiebra antes de la aceptación,
artículo 338.
Art. 784. Desde el día en que se declare la quiebra, dejarán de correr intereses,: sólo respecto de la masa, sobre toda
acreencia no garantizada con privilegio, prenda ó hipoteca.
Los intereses de las acreencias garantizadas no-podrán cobrarse sino del producto de los objetos afectos al privilegio, á
la prenda ó á la hipoteca.
Los créditos de plazo no vencido que no ganen interés,
sufrirán un descuento á razón de seis por ciento al año, por lo
que falte del plazo desde el día de la declaración de la quiebra.
La suspensión de intereses obra sólo respecto de la
masa, á fin de que ésta no se disminuya con esa carga, en
detrimento de los demás acreedores, cuyas acreencias no
.
gózan de intereses.
...
Estos corren siempre contra el fallido, que deberá
-pagarlos para ser rehabilitado, á menos que se le exonere de los réditos en e 1 convenio, artículo 897, y corren
también contra los coobligados y los fiadores del fallido.
- Los acreedores tienen derecho de exigir contra el fallido los intereses que les son debidos, cuando recobran
-sus acciones individuales contra el fallido: 1 en el cao
de sobresimiento en los procedimientos de la quiebra,
-artículo 869; y 2 9 en el caso de que concluya la liquidación y no se declare excusable al fallido, artículo 889
y891.
Los acreedores privilegiados é hipotecarios conservan el derecho de percibirlos, cuando alcanza para pagarlos el valor de las cosas afectas al crédito.
Eldescuento á que se someten las acreencias no
-600
vencidas, que no ganan intereses, las iguala mercantilmenteá las que los devengan.
Art. 785. Son nulos y sin afecto respecto á los acreedores del concurso los actos siguientes, cuando han sido ejecutados por el deudor después de , la época de la cesación de los
pagos, ó en los diez días que preceden á dicha época, á saber:
Las enajenaciones de bienes, muebles ó inmuebles, á título gratuito.
Las hipotecas convencionales ó judiciales, derechos de
anticrésis, prenda y cualquier privilegio ó causa de preferencia en el pago, obtenidos sobre bienes del deudor, para den-das contraídas con anterioridad á los diez días indicados.
Los pagos de deudas de plazo no vencido.
Los pagos de deudas de plazo vencido, que fueren hechos
de otra manera que en dinero 6 en papeles negociables, si la
obligación era pagadera en efectivo.
Los artículos anteriores se refieren á los efectos futuros de la quiebra, éste á los pasados, pues la declaración de quiebra en varios casos produce eteetos.retroac
-
-tivos.
Hemos vistos en los artículos, 755 y 777 que la cesación de pagos y la declaración judicial de la quÍehra.
son dos hechos jurídicos distintos; aquella es la causa,,
ésta el efecto,, aunque puedan aparecer confundidos en
una sola fecha, cuando falta la fijación especial de la cesación de pagos.
Para prevenir fraudes y engaños, que de antemano
podrían prepararse por el deudor, la ley, no se ha reducido-á anular los actos sospechosos, que el fallido hubiesé ejecutado después, de la cesación de pagos, sino
que 10 persigue retrospectivamente con la nulidad hasta diez días más allá.. Si verbo y gracia, el Juez al
declar la quiebra el 1 9 de Julio, fijó el- 20 de Enero del
-601mismo año la cesación de pagos, los actos celebrados del
10 al 20 del mes de Enero están comprendidos dentro
de la acción de la ley.
Esas nulidades son de dos órdenes: unas de pleno
derecho, que son las que trata este artículo; y otras, objeto del artículo siguiente, que dependen de una condición.
Las primeras deben ser forzosamente declaradas
por el Juez, pero á solicitud de los acreedores. Esas nulidades no son absolutas, sino relativas. Son éstas las
que se extienden á la época posterior á la cesación de
pagos, y á los diez días que preceden a la época dicha.
En general, los acreedores tienen la acción pauliana, establecida en el artículo 1178 Código Civil, para atacar los actos que el deudor ejecuta, en fraude de los derechos de aquellos; pero, en materia de quiebra, esa acción no proporcionaría remedio bastante al mal que la
ley pretende evitar, y por ese motivo ha creado estas
otras acciones. La acción pauliana se da contra el fraude, y el acreedor está obligado á probar que existe el dolo
en ambos contrayentes, si el contrato es á título oneroso,
ó en el deudor, si es á título gratuito, á menos que en
este último caso, al tiempo del contrato ó por consecuencia de él, sea insolvente el deudor, y en todo caso es admisible la prueba contraria; mientras que las nulidades
antedichas no requieren la prueba del fraude, ni permiten que se impugne la verdad legal del hecho prest ablecido, porque se apoyan en presunciones juris et de jure.
Junto con las enajenaciones de bienes muebles ó in muebles á título gratuito, debemos comprender que son nulos
también los demás actos del mismo género, aunque no
sean traslativos de dominio, corno las donaciones en dinero, los actos constitutivos de usufructo ó servidumbres,
-602los que contengan renuncias de esos derechos ú otros se'mejante, las remisiones de deudas y las obligaciones de
dar ó hacer, que sólo reconozcan . por causa una liberalidad.
•
Son nulas las hipotecas convencionales ó juíticictles,
porque estas emanan de la voll4ntad de las partes; no
así las hipotecas leqales que son 'breadas poi la ley, con
entera independencia de losinteresados: Es fácil que
• Ias'partes hayan convenido' enseguir un procedimiento
para obtenerla hipotecajudicia], y por eso son anulables
ú la par de las convencionales; á lo que se agrega que
la' hipoteea Judicial en todo caso no sería, sino el resultado de la actividad ó malicia de un acreedor que, sabiendo
el mal estado de los negocios del deudor, se anticipó á
seguir juicio contra él, para alcanar preferencia sobre
• los demás acreedores, que tienen igual derecho.
Los privilegios son establecidos; por la léy, en consideración á la causa del crédito. No dependén del hecho
de las partes, y por consiguiente no pueden ser anulados, aunque nazcan en los días expresados. La preferencia
• legal de que goza el pago de los gastos del testamento, inventario, funeraIe, última enfermedad, etc., subsistirá en
todo tiempo, cualquiera que sea la época en que aquellos
gastos se hicieron.. Apenas podemos, pues, alcanzar á entender á cuáles privilegios ó causas de preferencia quiso
referirse el legislador en el tercer inciso de este artículo,
después de enumerar lahipoteca la anticrésis y la prenda,
únicas que pueden ser obra del deudor. -,
• Véanse los artículos 1797 y 1799 Código Civil.
• Adviértase que lo qué la 'ley anula es la garantía acordada, al, acreedor, dentro de los diez días expresados, respectó de una deuda contraída anteriormente.
upónese que esa seguridad se ha otorgado con cono-
-603cimiento del estado de quiebra, ó por temor de que sobreveng, para favorecer á un acreedor, con menoscabo
de los demás.. La garantía hipotecaria, anticrética ó
prendaria, no es mala cuando se otorga por la deuda
actualmente contraída. No se presume entonces fraude,
porque nada es tan natural, como c(ue el reciente acreedor haya exigido garantías especiales, para entregar al
deudor dinero á otros valores comerciales. La garantía no será anulada, sino en el casó de jue la deuda
misma lo sea, por hallarse comprendida en el artículo
siguiente.
Los pagos de dendas no vencidas son nulos, porque
suponen en el deudor el propósito de mejorar á uno de
los acreedores. La ley los rechaza en cualquiera forma
que se hagan, por cesión de, créditos, dación en pago ó
por compensación convencional, etc.
En cuanto á los pagos de deudas vencidas, nada puede objetarse, si se efectuaron en dinero ó en papeles
negociables, como letras de cambió, pagarés á la orden,
títulos alportador etc., ó en los valores pactados. Presúmese con fundamento que el acreedor sabía el estado de quiebra del deudor, cuando se avino á admitir
en pago bienes muebles ó inmueb]es, para escaparse del
desastre, y ningún acreedor tiene derecho de adquirir
ventajas particulares en semejante situación.
- Art. 786. Los demás pagos que hiciere el deudor por
deudas de plazo vencido, y todos los otros actos á título oneroso que ejecutare después de la cesación de los pagos y antes del juicio declaratorio de quiebra, podrán ser anulados, si
los que han recibido del deudor 6 han contratado con él, tenían.conocimiento de su estado al efectuarse tales actos.
Las nulidades del segundo orden, á que nos refe1
-604rimos en el artículo anterior, y que no son de pleno de.recho,hán de ser con mayor razón invocadas por los
acreedores; pues ninguna de ellas es de orden público
para que pudiese ser absoluta, y no deben ser por tanto
declaradas de oficio, ni á instancia de ninguno, que no
sea acreedor de la quiebra.
Notamos que el artículo dice podrán sr anulados;
lo que significa que, el Juez tiene libertad, para apreciar
los hechos y circunstancias del caso. Observamos también, que estas nulidades están subordinadas á la prueba de que los terceros que trataron con el fallido conocían la cesación de pagos; prueba de la que se deriva la
• presunción indiscutible de que hubo entre ellós fraude,
contra la cual no vale ninguna pruba. Y advertimos
en fin que las nulidadés
dichas no se aplican, sino á los
actos ejecutados después de la cesación de pagos, no á
los hechos efectuados en los diez días precedentes.
. La acción pauliana conserva con estas nulidades
mayor analogía; pero, existen varias diferencias sustanciales entre los principios que 'las rigen : en la
- acción predicha se requiere, como' sabemos, la prueba
delfrauide, según lo que dejamos expuesto, cúando en
las nulidades de este artículo basta que se pruebe, que
el tercero que trató con el fallido tenía conocimiento de
'la cesación de pagos; 2- por la acción pauliana no se
anulan .los pagos legalmente hechos, y estas otras atacan
los, pagos legítimos de deudas , vencidas, no por ellos
mismos, sino porque mejoran la condición del acreedor
satisfecho; y 3 la acción paulia'na no aprovecha más
que á los acreedores anteriores al acto , anulado, al paso
que las nulidades precitadas favorecen' á toda la masa
de acreedores, así'á los anteriores corno á los posteriores al pago dicho.
-605No son únicamente los pagos de deudas los que pueden ser atacados de nulidad. Están comprendidas también las ventas, enajenaciones y cualesquiera otras
obligaciones de dar ó hacer á título oneroso, siempre
que los terceros con quienes el deudor contrató supieran la cesación d•e pagos; mayormente, si de parte de
ellos hubo alguna conniirencia dolosa.
Art. 787. Si el pago contra el cual se reclame fuere el
de una letra de cambio satisfecha por el fallido después de la
época fijada como la de cesación de los pagos, y antes de
la declaración de quiebra, la acçión en devolución sólo podrá
intentarse contra aquel por cuya cuenta se giró la letra; y si
se trata de pagarés á la orden, sólo podrá intentarse contra
el primer endosante.
En uno y otro caso debe probarse, que aquel á quien se
pide la devolución, tenía conocimiento de la cesación de los
pagos, al tiempo del giro de l letra ó del endoso del pagaré.
Hácese aquí una doble excepción de la regla san:
cionada en el artículo anterior., en beneficio del portador de una letra de cambio ó de un pagaré á la orden.
Apóyase en dos motivos: primero, en el favor que las
leyes comerciales acuerdan al crédito, que aquellos títulos necesitan para circular en el comercio entre los
que de buena fe los negocian; y segundo, en que se cometería una verdadera injusticia, si se anulase el pago
hecho al portador, quienno pudiendo levantar el protesto por falta de, pago, pues que recibió lo que le era
debido, se encontraría sin acción legal para reclamarlo
de los garantes de la letra ó pagaré, y en peor condición
que si no se le hubiese pagado..
Para ser justa, la ley ha reservado la acción de nulidad 'contra el librador, ó la persona por cuya cuenta
se giró la letra, ó contra el primer endosante del pa-
-606garé, que son lo- s acreedores primitivos del fallido
uno y otro caso. Es evidente que si ellos giraron la letra
y endosaron el pagaré, con conocimiento de la cesación
de pagos, tuvieron el propósito de • obtener la satisfacción de sus créditos contra el fallido, antes que concu rriesen los demás acreedores, contra las expresas prohibiciones de la ley.
Art. 788. Las acciones que acuerdan los tres artículos
anteriores no podrán ihtentarse, sino dentro del término de un
año, contado desde que aparezca que no hay convenio.
Las acciones sobredichas deberían intentarse desde que la quiebra ha sido declarada judicialmente y
fijada la época de la cesación de pagos.
Pero, como ]os acreedores pueden entenderse con
el fallido, sin necesidad de.ocurrir á esos juicios de nulidad contra terceras personas, que pueden no ser parteen la quiebra; la ley ha obrado prudentemente reservarido la controvesia sobre tales puntos, Para después
( que se ha establecido, que no hay convenio.
De esa manera, no se suscitan discusionesjudiciales, que pueden res.ultar inútiles, ni se atacan prematuramente actos que aparecen ejecutados en buena forma, cuando todos los acreedores hallan en los bienes y
valores que le quedan al fallido suficiente satisfacción
para los créditos del concurso.
Las acciones de nulidad tienen cinco afios de término por el Código Civil; las d este'TÍtulo se reducen
á un aflo, porque son en verdad extraordinarias, por
su carácter y sus condiciones especial-es.
Con yiene recordar aquí, que corno estas nulidades
se han establecido, únicamente, en -beneficio de la masa
de acreedores; ellos solos pueden invocarlas, y que, por
-607tanto, en ningún caso al fallido, ni á los terceros que han
es
tratado con él, les permitido usar de esos remedios
para libertarse de las obligaciones contraídas.
Así es doctrina legal en Francia que los actos ó
las hipotecas, cuya nulidad ha sido pronunciada á solicitud de los acreedores, subsisten y conservan eventualmente todos los efectos de ley, si el fallido por virtud del
convenio ó por otra circunstancia queda en capacidad
de cumplirlos.
Desde luego, estas nulidades no pueden intentarse
respecto de enajenaciones, hipotecas ú otros actos relativos á bienes situados en el extranjero, y respdcto de
acreedores residentes en los lugares donde los bienes
se hallan,pues que la declaratoria de quiebra es en esa
parte de estado real, corno vamos á explicarlo en seguida.
Conocidos los efectos de la declaración de quiebra,
es importante averiguar cuáles puede producir en Venezuela la que dicte un tribunal extranjero.
Recorc1étnos en primer lugar que en Venezuela
ninguna sentencia de autoridad extranjera puede cumplirse, sin que la Alta' Corte Federal le declare fuerza
ejecutoria, y que para eso se necesita: '1 9 que la sentencia no verse sobre bienes inmuebles situados en Venezuela: 29 que la sentencia haya sido pronunciada por una
autoridad judicial competente: 39 que haya sido pronunciada, habiéndose citado regularmente las partes; 4?
que la obligación para cuyo cumplimiento se haya procedido sea lícita en Venezuela, y que la sentencia no
contenga disposiciones contrarias al orden público ó
al derecho público interior de Venezuela, artículos 556
y 557 del Código de Procedimiento Civil.
Demos, por supuesto, que la declaratoria de quiebra, dictada por el tribunal extranjero, ha alcanzado la
-608fuerza ejecutoria diçha, y fijemos previamente á qué est,at ato corresponde ese acto, pues este es un punto de Derecho internacional privado en lo mercantil.
Hallanios que la declaración de quiebra produce,
según nuestro Códi'o, dos clases de efectos: 19 lbs referentes á la persona-del fallido, que queda inhabilitado
para la administración de sus bienes, para disponer de
ellos, contraer sobre ellos nuevas obligaciones, junto
con la incapacidad para ejercer el comercio, etc., artículos 779 780 y 781, efectos que corresponden al estatuto
personl y 2 9 los relativos á esos mismos bienes, como
son el desasimiento á favor de la masa de acreedores,
la bxigibilidad de las deudas no vencidas, la mflidad de
las enajenaciones de bienes, los pagos de deudas, etc.,
artículos 779, 783, 785, etc., todos los cuales son de estatuto real.
Asf,]os efectos de la declaración expresada se rigen
en pafte por el estatuto personal, y en parte por el estatuto real. Examinemos ahora los efectos dichos en cuanto al fallido, en cuanto á los deudores dei fallido y en
cuanto á los acreedores del fallido.
En cuanto al fallido. Parécenos indudable que si
éste es venezolano y se halla en Venezuela, la incapacidad personal que de la declaratoria de quiebra se deriva,
no le alcanza aquí, aunque la sentencia extranjera se
mande cumplir en la República. Noes súbdito de la
Nación, donde se pronuncíó la sentencia, y no está sometido á las leyes de aquel país ni á sus autoridades, sino
mientras se encuentre en su territorio, como sucede entre nosotros con los extranjeros, según el artículo 6 9 del
Código Civil. A menos que el venezolano haya promovido la quiebra, ó haya aceptado la declaratoria, pues
609 -entonces la incapacidad resulta de su sometimiento á
aquellas leyes y autoridades.
Lo contrario sería, si el declarado fallido es súbdito
de la Nación mencionada. En todo caso, estará sometido á la declaratoria, porque está obligado á respetar las
decisiones legales de su país, y aquí lo considerarémos
incapaz; pero, únicamente en lo que se refiere á su persona, es decir, á la privación de derechos civiles ó comerciales, áque por las leyes de su origen esté sugeto como quebrado; porque, en cuanto á los bienes que posee
en Venezuela, otra es la regla, como vemos más adelante.
Está para nosotros en el mismo caso del venezolano, el súbdito de una Nación extranjera distinta, por ejemplo: si un español comerciante que reside eifVenezuela, y tiene aquí bienes al propio tiempo que . negocios
mercantiles, ha sido declarado en quiebra en Francia.
Toda esa materia es de estatutopersonal, y por consiguiente se gobierna por las respectivas leyes nacionales. , que son las -que determinan el estado y capacidad
de las personas, artículos .7 y 17 del -Código Civil.
En cuanto ó los deudores del fallido. Los que residen en- Venezuela pueden pagar válidamente á los síndicos de la quiebra, porque equivale á pagar á los mandatarios del fallido., sea éste venezolano ó extranjero,
mandatarios autorizados por la ejecutoria otorgada en el.
acto de la Alta Corte. Esos deudores, sin embargo, no
tienen el deber de reconocer la exigibilidad de las obligaciones de plazo no vencido, ni los afectarán las nulidades que se declaren con relación á los pagos que hubiesen hecho al fallido, etc.; porque, silo contrario fuese, los deudores enunciados quedarían sometidos á decisiones de autoridades, que no pueden ejercer sobre ellos
39
-610ningún poder, porque no se encuentran bajo su dependencia.
Rige en esos últimos puntos el estatuto real, porque
la exigibilidad de las deudas, la nulidad de los pagos, etc.,
acarrean acciones cntra bienes existentes en Venezuela..
En cuanto á los acreedores del .fallido. Los que residen en Venezuela no están tampoco sujetos en manera
alguna á la jurisdicción extranjera, en lo que toca á los.
bienes y valores situados aquí: El fallido será hábil
para tratar y contratar con ellos respecto de esos mismos.
bienes; y los otros acreedot'es del fallido, que forman la,
masa de la quiebra, no pueden pretedder desposeeiIs
de los derechos,que les asisten de ejecutar los bienes que
el fallido pósee en Venezuela: no están obligados á reconocer el estado de quiebra declarado por una sentencia
extranjera, ni lo están á tomar parte en el concurso de
acreedore, aunque hayan sido citados.
Lo mismo dlirérnos de cualesquiera otros 'terçeros;
que traten con el fallido en Venezuela, relativamente á.
los bienes predichos.
En esa parte, la declaratoria de quiebra es de sf.atutoreal; y, por tanto, dbe ser pronunciada por la autoridadj udicial venezolana, conforme á la leyes nacio'nales
articulo 8 Código Civil. Nada importa para ese efecto
que el fallido sea venezolano ó extranjero, y desde mego son válidas las enajenaciones, hipotecas y pagos, etc..
que el fallido ha hecho aquí con bienes muebles ó inmuebles situados en la República, dntes ó después de la declaratoria de quiebra.
Decimos muebles ó inmuebles, porque es- regla de
Derecho internacional privado, que los muebles considerados individual mente se rigen por la ley de su situación, y que sólo sigueni la ley del domicilio del dueño,.
-611—
cuando se les .toma colectivamente, como acontece en las
sucesiones.
Si los acreedores residentes en Venezuela, acuden
al concurso de acreedores, y reconocen el estado de quiebra declarada en país extranjero, no es sino para poder
ejercer sus acciones en aquel territorio: pero, tal reconocimiento no los priva de los derechos que tienen de
rechazar los efectos de lá declaratoria extranjera en la
República, cuando se quiera extenderlos á los bienes situados aquí.
De todo esto resulta, que la declaratoria extranjera
no obliga al -fallido, á sus deudores, acreedores y otros
terceros, sino en la jurisdición • donde se pronunció y
en cuanto á los bienes que allí se encuentran; que un
comerciante puede ser fallido en un lugar y en otro nó;
y, finalmente,, que si posee dos establecimientos de comercio en distintos países, la declaratoria de quiebra
hecha en uno no produce ningún efecto en el otro, donde será indispensable promover el juicio correspondiente, dado que el dicho establecimiento se halle también
en estado de cesación de pagós.
Tales son las- doctrinas observadas y confirmadas
por la jurisprudencia de los 'tribunales franceses, y que
son aplicables en Venezuela, por identidad de instituciones.
TITULO III
DE LAS DILIGENCIAS CONSIGUIENTES
A LA DECLARACIÓN
DE 'QUIEBRA
- Art. 789. Desde que se declare la quiebra, y en cualquier estado de la causa, el Juez podrá acordar el arresto pro.
--612visional del fallido, si la quiebra apareciere corno culpable ó
fraudulenta.
Tomará necesariamente esta providencia en los casos de
fuga ú ocultación del fallido, ó de renuencia á comparecer, ó.
á presentar sus libros, ó de sustracción de bienes.
En los casos de fuga ú ocultación del fallido 6 de sustracción de bienes, en lugares donde no hubiere Juez de comercio, el de primera instancia, y en su defecto, el de distrito ó de parroquia efectuará el arresto del fallido, dando cuenta al de comercio con remisión de lo actuado.
La facultad que se da en este artículo al Juez, para
acordar el arresto provisional del fallido, cuando aparece que la quiebra es culpable, nos parece 'contraria al
nárnero 1 9 garantía 14, artíu10 14 de la Constitución,
según dijimos en el artículo 760, y además al número
49 de la misma garantía, por el cual se previene que
ninguno puede ser preso ni arrestado, sin que preceda
información sumaria de haberse cometido un delito me
merezca pena corporal, etc.
La quiebra que la ley llama culpable no es delito ni
aun ante la ley mercantil, puesto que el fallido culpable
puede ser declarado excusable, artículos 890 y 900, y
ser rehabilitado. La pri.ión no sería, por tanto, , más
que un apremio, y está prohibida la prisión por deudas.
Hallándose en colisión en estos puntos' el Código
de Comercio con la Constitución, creemos que los tribunales deben abstenerse de cumplir las disposiciones á
que nos referimos. El artículo 17 de la Ley fundamental previene que son culpables y deben ser castigados
los que ejecutaren ó mandaren ejecutar decretps, órdenes ó resoluciones, que violen ó infrinjan las garantías
acordadas á los venezolanos etc.
- En los casos de fuga ú ocultación del fallido es
legal el arresto, porque se presume que ha incurrido
-613—
en fraude á otro delito. Cuando se niega á comparecer
ó á presentar sus libros, el arresto es también un apremio legal, que se impone temporalmente. Si hay indicios de que ha sustraído bienes es racional el arresto,
porque se trata ya de un hecho criminal.
La atribución que se da á todos los jueces para proceder al arresto del fallido en los casos de fuga, ocultación, sustraccion etc., concuerda con el artículo 775.
Art. 790. El fallido que fuere dejado en libertad no
podrá ausentarse del lugar del juicio sin permiso del Juez.
Podrá el Juez de comercio para concederle libertad al
fallido, exigirle fianza por una cantidad que fijará, aplicable
á beneficio de la masa, siempre que el fiador no lo presentare
cuando se le prevenga.
El fiador responde con la cantidad fijada' de la presentación de la persona del fallido, lo cual no impide
que sea solicitado por orden del Juez.
Hallamos la misma imposibilidad antedicha para
cumplir este artículo, sin violar garantías constitucionales expresas.
Art. 791. El fallido podrá obtener provisionalmente
para sí y para su familia, sobre el activo de su quiebra, socorros alimenticios, que serán regulados por el Juez, con audiencia de los síndicos. De la decisión del Juez podrá apelarse ante el tribunal de comercio.
No tendrá el fallido derecho al beneficio de este artículo,
si obrare contra él alguna presunción de culpa ó de fraude en
la quiebra.
Estos alimentos los acuerda el Juez á solicitud del
fallido, previo informe de los síndicos, quienes deben
hacer conocer al tribunal si el activo de la quiebra pue-
-614—
de proporcionarlos, y si no existen contra el fallido indicios de culpa ó fraude.
Caso de que no puedan salir del activo, el Juez no
podrá acordar la venta de bienes para atender á esos
socorros.
Art. 792. En el mismo día en que declare la quiebra,
el Juez de comercio por sí ó por otro á quien comisione, pasará al domicilio y á todos los establecimientos del fallido, y
exigirá la entrega de las llaves de éstos y la manifestación de
todas sus pertenencias.
Sellará los almacenes, escritorios, arcas, mercancías, y
demás pertenencias del fallido, aunque estén en poder, de
terceros.
Hará una descripción de los bienes semovientes y demás
cosas que no pueden sellarse.
No se sellarán los efectos expuestos á próxima pérdida 6
deterioro. Estos efectos serán inventariados inmediatamente
y tasados y entregados á los síndicos, si ya hubieren entrado
en sus funciones; ó á depositarios especiales, hasta que aquetilos se posesionen.
Tampoco se sellarán los libros del fallido ni los efectos
de comercio cuyos términos de presentación, cobro ó protesto
estuvieren próximos á vencer; y se entregarán á los síndicos
inventariándolos préviamente. El Juez rubricará en los libros los últimos asientos y los espacios blancos que tuvieren;
y á continuación de la última hoja de cada uno de ellos pondrá una certificación detallada del número •de páginas escritas, ydel estado material en que se encuentren.
Podrán dejarse los bienes inmuebles del fallido, en poder
de los administradores 6 tenedores de ellos, con cargo de
llevar cuenta de sus productos, mientras se entregan á los
síndicos .6 á otros depositarios especiales. Los vestidos, muebles y efectos de uso, necesarios al
fallido y su familia, podrán ser entregados al fallido bajo recibo, que se agrgará al expediente.
—'615Se encargará á la persona que se encontrare en la casa ó
á otra de confianza, la conservación de los sellos y la guarda
inmediata de los objetos no sellados, hasta que los síndicos
reciban todo por inventario.
La diligencia será fechada y suscrita por el Juez y secretario que actúen, por los síndicos y el fallido, sus factores ó
.dependientes, si concurrieren.
Las diligencias expresadas en este artículo son urgentes, para impedir ocultaciones y sustracciones de valores. Si el fallido no se hallare en sus establecimientos,
el Juez se entenderá con los factores, dependientes ó
cualquiera persona que en ellos se encuentre, sea empleado del fallido, searniembro de su familia.
Las mismas operaciones se practican en las habitaciones particulares del fallido.
En este acto el Juez no hace inventario, sino de
.aquellas cosas que no quedan cerradas Y selladas en los
almacenes, escritorios, etc.
Silos síndicos no están presentes, los libros, papeles y efectos de comercio, quedan sellados en el establecimiento, después de rubricados, hasta que vengan los
,síndicos á recibirlos.
La persona que se encuentre en la casa, como habitante de ella, está obligada á aceptar el depósito, excepto la mujer y los hijos menores del fallido, que no
-son capaces de obligarse.
Es racional suponer, que el acto de cerrar y sellar
los establecimientos del lugar del juicio debe ser contfnuo, hasta dejarlo terminado.
Art. 793. Podrán asegurarse con llaves adicionales las
puertas 6 arcas, cuando el Juez lo creyere necesario, ó lo pidieren el fallido ó algún ácreedor. Una de las llaves se entre-
-616gará á un acreedor, y la otra quedará en el tribunal hasta la
formación del inventario.
Las llaves adicionales tienen por objeto evitar que
haya hurtos, después, de cerrados y sellados los almacenes, arcas, etc.
Art. 794. Cuando la quiebra fuere de compañía en que
haya socios solidariamente responsables, se pondrán los sellos,
no sólo en los establecimientos mercantiles, sino también en el domicilio de cada uno de dichos socios.
Puede suceder que los socios solidarios tengan un
interés insignificante en la compañía quebrada, comparado con el total de la fortuna de ellos, representada en
bienes fuera del activo de la quiebra. Para obtener que
se les exonere de esta formalidad, los socios mencionados no tendrían más recurso que oponerse á la declaratoria de quiebra, pagando ú ofreciendo pagar todas las
obligaciones de ésta.
Esas medidas no comprenden á los comanditarios
Si no han pagado el aporte que les corresponde, podrán
ser ejecutados para obligarlos,al pago; si se ingirieron
en la administración de la compañía, serán responsables.
lo mismo que los socios solidarios; mas, sólo en el caso
de qué siendo comerciantes se hallen también en estado
de cesación de pagos, puede declarárseles enquiebra, y
eso en procedimiento separado.
Art. 795. Se omitirá la fijación de los sellos siempre
que en el mismo día puedan ser inventariados y depositados
los bienes.
Como los síndicos reciben, al mismo tiempo que se
efectúa el embargo, es inútil cerrary sellar lo que se
pone bajo la administración de ellos.
-617Art. 796. Si los sellos fueren puestos antes de que
los síndicos entren en ejercicio de sus funciones, éstos deberán solicitar del Juez de comercio dentro de los tres días siguientes á su aceptación, que se proceda á levantarlos y al
inventario de los bienes.
Es deber de los síndicos pedir que se les ponga en
posesión. Al no hacerlo, el fallido ó los acreedores pueden exigir al Juez que los llame para ese efecto; y, si
no comparecen, que proceda á nombrar otros en lugar
de aquéllos.
Art. 797. El inventario se hará judicialmente; á menos
que el Juez de comercio autorice á los síndicos para hacerlo
ante dos testigos, sin intervención judicial.
Los sellos serán gradualmente levantados, á medida que
se forme el inventario, en presencia de los síndicos y del fallido 6 de sus herederos si quisieren concurrir, los que suscribirán el acto; y cada día en que la operación se interrumpa,
se hará constar en el expediente la suspensión, y se repondrán
los ellos en lo no inventariado.
El inventario se escribirá por duplicado, y contendrá la
descripción especificada del dinero, letras de cambio, pagarés,
billetes, mercancías con distinción de marcas, número, peso
y medida, de los demás bienes, muebles, 6 inmuebles, y papeles de interés: y el justiprecio de los bienes, hecho por los
síndicos, los que al efecto podrán acompañarse con las personas que eligieren de conformidad con el Juez de comercio.
También se hará mención de los objetos no sellados de
conformidad con el artículo 792.
Concluido el inventario, el Juez entregará á los síndicos
todos los bienes inventariados, y éstos pondrán su recibo al
pie de cada uno de los dos ejemplares, conservando uno de
éstos; el otro se agregará al expediente de quiebra.
El Juez acuerda regularmente á los síndicos la facultad de proceder á formar el inventario, sin interven-
- 61 S -
ción judicial, cuando se trata de valores poco importantes, para ahorrar gastos ' á la quiebra.. Puede, sin embargo, autorizarlos en todos los casos.
El inventario propiamente es un estado descriptivo
y estimativo de las cosas muebles, que se encuentran
en la casa y. esta blecimientos del fallido. Los inmuebles
y demás valores deben aparecer- de los libros y documentos de aquél, y se incluyen en el inventario para los
efectos legales.
.
Después de hecho y firmado el inventario, los síndicos quedan coistituidos en administradores y depositarios de los bienes de la quiebra.
Art. 798. Declarada la quiebra de un comerciante muerto, no se hará en el. juicio de quiebra inventario de los bienes
de la herencia, si los herederos lo hubiesen fomado con arreglo á las disposiciones del Código Civil; pero, en el caso contrario, ó si ocurriere el fallecimiénto después de la declaración
de quiebra y antes de la formación del inventario, se procederá á levntarlo con citación del cónyuge sobreviviente y de
los • herederos.
Cuando muerto el comerciante, declarado después
en quiebra, los herederos aceptaron la herencia á beneficio de inventario y lo formaron según la ley, es innecesario un nuevo inventario, porque no puede aparecer
más que lo inventariado.
Siempre que los heredeios hayan omitido hacer el
inventario, el Juez debe mandar que se practique con
citación de la viuda y herederos, porque el fallido tiene
derecho de asistir, si vive, al inventario, según el artículo anterior.
Cuando la muerte del comerciante ocurre después
de la declaración de quiebra, el Juez no debe esperar
-619que los herederos hagan el inventario, porque podrían
sufrir perjuicio los acreedores.
Art. 799 . La publicacin de la quiebra, la pohibición
de hacer al fallido pagos y entregas de cartas ' bienes, la orden de que los que tengan bienes ó papeles del fallido los consignen en el Juzgado de comercio, y las citaciones á los acreedores acordadas en el artículo 778 se harán por oficios dirigidos á las oficinas de correos y á los acreedores conocidos ó
presuntos, por edictos fijados en la casa del tribunal y en los
sitios más concurridos, tanto del lugar del juicio como de los
demás en que el fallido tenga establecimientos mercantiles, y
por la imprenta si fuete posible.
A los acreedores domiciliados en la República, pero fuera
del lugar del juicio, se les señalará el término de quince días,
más el de la distancia calculada á tres miriámetros por día,
para que ocurran con los documentos justificativos de sus
créditos.
A los acreedores domiciliados fuera de la República, se
les señalará con el mismo fin, los términos siguientes:
A los de las Antillas y los Estados Unidos de Colombia,
ocho meses.
A los del resto de la América del Sur, de la América del
Norte, y de Europa diez meses.
A los de las otras partes del mundo, un año.
Los edictos permanecerán fijados, y las publicaciones por
la prensa se harán con intervalos, por el término de dos
meses.
Si la época de la cesasión de los pagos se determinare
por auto separado, éste se fijará y publicará en los términos
expresados.
El secretario del tribunal agregará-al expediente uno de
los edictos desfijados y un ejemplar de los eriódicos en que se
hayan hecho y repetido las publicaciones; pondrá constancia
de los acreedores á quienes se dirige oficio, y de la fecha en
que remite al tribunal competente la copia á que se refiere el
número 99 del expresado artículo 778.
-620Se emplean todos los medios para comunicar y publicar las disposiciones del auto declaratorio.
Estos términos de distancia se refieren á los números 59, 6 y 79 del artículo 778.
Adviértase que para ninguna de las juntas'geiiierales de la quiebra son esperados los acreedores. Cumpli do el término, á que alude el número 59 del artículo
778, se efectúan sucesivamente las diferentes juntas del
concurso con los acreedores que asisten. Los términos
acordados á los acreedores, que no están domiciliados
en el lugar de la quiebra, sedan para que hagan las solicitudes de calificación, prevenidas en el artículo 832.
Art. 800. Reunidos los acreedores en la primera junta
general de que habla el número 5? del artículo 778, el Juez
hará que cada lino exhiba los documentos justificativos de
su crédito; y en seguida los consultará sobre los puntos siguientes:
i? Sobre el número de síndicos que convenga nombrar,
y sobre las personas que los acreedores conceptúen idóneas
para este cargo.
2° Sobre la administración que convenga á los bienes
concursados.
3? Sobre si se autoriza ó nó á los síndicos para continuar el giro del fallido.
4? Sobre si se conceden ó nó alimentos al fallido y su
familia.
11 a exposición de los acreedores se asentará en el expediente; y enseguida el Juez elegirá nuevos síndicós ó conservará los existentes.
Los nombrados en este acto lo serán definitivamente.
Si se autorizare á los síndicos para continuar el giro del
fallido, se determinarán en el mismo acuerdo los objetos á
que se extienda la autorización, su duración y la suma de
que aquellos puedan disponer para atender á las operaciones
del giro.
-621La autorización no podrá ser conferida sino por el voto
de las tres cuartas partes, en número y en suma, de los acreedores presentes.
Si el fallido ó algunos acreedores hicieren oposición, la
admitirá el Juez de comercio y determinará sobre ella lo más
pronto posible; pudiéndose apelar de su decisión al tribunal
de comercio. La oposición no impide que el acuerdo se ejete provisionalmente.
La resolución de la junta obliga la masa hasta el total de
los bienes de la quiebra; pero, si los síndicos contrajeren en
dichas operaciones empeños que no puedan ser cubiertos con
los bienes de la quiebra, los acreedores que lo autorizaron
responderán personalmente del exceso, dentro de los límites
de la autorización, á prorrata de sus créditos entre si, pero
solidariamente para con los terceros.
El fallido en tal caso queda exonerado de su deuda hasta
concurrencia del activo inventariado de que se hubiere dis
puesto.
El Juez determinará también sobre alimentos para el fallido y su familia; y oídos los síndicos sobre cantidad, la fijará si los acordare, pudiendo apelarse de su decisión ante el
tribunal de .comercio.
Esta primera junta es meramente preparatoria del
procedimiento de la quiebra. Concurren á ella los
acreedores domiciliados en el lugar del juicio, ó los que
tienen allí representantes legales.
El fallido puede asistir ó nó á este acto. La ley no
lo obliga, porque en él no se trata de asunto alguno,
para el cual, sea necesaria la presencia del deudor.
El Juez exige que los acreedores produzcan los documentos justificativos del crédito, que cada uno tiene
contra el fallido, para que comprueben el carácter de
acreedores, y puedan tornar asiento en la junta. Los
acreedores retienen, si quieren, los documentos para
-622prsentarlos oportunamente con la solicitud de calificación, artículo 832.
Los acreedores presentes no deliberan, sino informan al Juez sobre los puntos predichos. Respecto del
punto 1, el Juez decide y nombra con plena autoridad.
Lo , rnismo en cuanto al punto 2?, siempre que no se trate de continuar el giro del fallido.
El, fallido ó cualquiera de los acreedores puede
proponer que continúe el giro, á fin de que se recojan
con tnás facilidad los fondos indfaperisables para satisfacer las deudas de la quiebra. En ese caso, el Juez se
lirnita. á someter la proposición á la junta: si no hay
oposición, queda resuelta afirmativamente, cuando reune la mayoría de personas y créditos que exige el artículo: ill i hay oposición, toca al Juez decidir, i su determinación es apelable ante el tribunal pleno.
Comprendemos que la oposición que se toma en
cuenta es la que se hace contra el voto de la mayoría
legal ; pues, si no se obtuvo ésta,'Ia proposición queda
iiegada. sin más trámite.
El fallido puede hacer oposición, fundándose en
que los negocios futuros van á comprometer la masa de
bienes, y á peudicarle en el .interés que le asiste de
solventar las deudas del concurso. Los acreedores en
el riesgo de contraer obligaciones personales, silos nuevos negQCioS dan malos resultados.
Esa oposición puede hacerse, en el término de tres
días, que es el tiempo concebido para apelar por el artículo 896.'
El fallido queda en toda caso exonerado de las nuevas deudas, visto, que todo lo que posee está en poder
de los acreedores. Estos no se libertan, sino cuando se
oponen á la continuación del giro.
-623-La controversia que el Juez va á resolver es puramente de hecho, y debe ser muy cuidadoso en apreciar
los datos y razones que se aleguen por los cotiteudores
de uno y otro lado.
El Juez no está precisado á atender el voto de los
acreedores, respecto de socorros alimentarios al fallido
y su familia. Interesados aquellos en que no se disminuyan los fondos corniitncs, negarían casi siempre al
fallido lodo subsidio. Los síndicos incorman sobre la
cantidad que puede acórdarse, por el conocimiento que
tienen de los bienes de la quiebra.
La decisión del Juez es apelable tanto por alguno
algunos de los acreedores, si creen que el fallido no tiene derecho á los alimentos, artículo 791, ó si consideran
excesivos los acordados; como por el fallido, si le fueren
negados ó reputa muy eSCaSOS los concedidos, relativa mente al activo de la quiebra.
TITULO IV
DE LOS SNDICoS
Art. 8or. El nombramiento de los síndicos, provisionales 6 definitivos, les será comunicado inmediatamente; y dentro de veinte y cuatro horas deben ellos manifestar en el tribunal su aceptación ó excusa.
Aun después de haber aceptadó pueden renunciar por
justas causas; pero no pueden retirarse del ejercicio de sus
funciones, mientras no sean subrogados.
Los síndicos son mandatarios del fallido en los juicios en que lo representan corno demandante ó demandado; mandatarios de los acreedores, cuando representan la masa de bienes; y además administradores y depositarios de ésta, artículo 805.
- 624El cargo de síndico no es obligatorio. Lo que la
ley exige al nombrado es que acepte ó se excuse dentro
de veinticuatro horas, para que por su demora no padezcan los intereses del concurso ni los del fallido.
La aceptación obliga á desempeñar el cargo y con~
•tinuar en su ejercicio, salvo excusa legal, corno todo
mandatario, según los artículos 1.614 y 1.631, Código
Civil, y por las mismas razones no puede abandonar las
funciones que le estáii encomendadas, hasta no ser
subrogado en la forma legal.
Toda infracción de esas reglas haría responsable al
síndico para con el fallido y los acreedores, por los perjuicios sufridos.,
Art. 802. Cuando hubiere dos 6 más síndicos, no podrán
obrar sino colectivamente; el Juez, podrá, sin embargo, autorizar á alguno ó algunos de ellos para determinadas funciones; y en tal caso, los así autorizados serán los únicos responsables de sus actos.
La regla es que los síndicos nombrados obren conjuntamente, á fin de que se fiscalicen recíprocamente en
sus funciones. Aunque ellos se dividan entre sí los
trabajos de la administración, son solidariamente responsables. La responsabilidad se divide únicamente,
ciando es el Juez quien separa y distribuye las funciones de los síndicos.
Art. 803. No pueden ser síndicos:
Los menores de veintiún años.
Las mujeres, aun cuando sean comerciantes.
Los fallidos, mientras no obtengan rehabilitación.
El cónyuge y los parientes del fallido hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad.
Los acreedores cuyos créditos estén controvertidos.
-625Los síndicos ejercen en cierto modo un cargo público; de allí que se exija capacidad legal para su ejercicio. Exclúyense los menores en general, porque su
capacidad es incompleta; las mujeres, aun cuando no
sean casadas y estén autorizadas para ejercer el comercio, porque aquel es oficio viril; los fallidos, no rehabilitados, porque tal cargo es una especie de magistratura
comercial para la cual se necesita plena aptitud mercantil; el cónyuge y los parientes del fallido dentro de los
grados predichos, porque no serían imparciales en las
gestiones que hicieran y en los informes que diesen; y
ñnalmente los acreedores cuyos créditos estén controvertidos, porqué á los síndicos incumbe representar la
masa de acreedores en la sustanciación de tales contenciones.
Por lo demás, superfluo es decir que no pueden ser
nombrados síndicos los que se hayan sometidos á interdicción civil ó penal, ó que de otro modo están privados
de sus derechos civiles.
Los síndicos pueden ser ó no comerciantes, acreedores ó nó, nacionales ó extranjeros.
Art. 804. Los síndicos no pueden entrar en el ejercicio
de sus funciones, sin haber prestado ante el Juez juramento
de desempeñarlas bien y fielmente.
Requiérese el juramento como una garantía de
buen proceder, con la cual se suple la de la fianza que
como administradores deberían prestar.
Art. 805. Los sndicos representan la masa de acreedores activa y pasivamente, enjuicio y fuera de él; administran los bienes concursados; practicando todas las diligencias
conducentes á la seguridad de los derechos y recaudación de
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-626los haberes de la quiebra, y liquidan ésta; según las disposiciones del presente Código.
Ya lo dijimos en el artículo 801. Como mandatarios y depositarios remunerados responden con más
rigor de la culpa en que incurran, artículos 1615 y 1695
del Código Civil. Sus deberes como liquidadores están
determinados en los artículos 872 y siguientes.
Art. 8o6. Procurarán el cumplimiento de las disposiciones contenidas en el artículo 778, y proporcionarán con
tal fin los datos y noticias, que suministren los libros y papeles del fallido.
La ley los constituye fiscales del cumplimiento de
las disposiciones contenidas en el auto declaratorio de
la quiebra, á beneficio de todos los interesados en el
concurso, y para. que no se vicie el procedimiento, con
lo que ayudan mucho la acción del Juez.
Art. 807. Si la fijación de los sellos nose hubiere hecho
antes de su aceptación, los síndicos procurarán que se efectúe
y cuidarán de su conservación.
Impiden de ese modo que haya sustracciones fraudulentas, con detrimento del fallido y los acreedores.
Art. 8o8. Venderán los efectos que estén en riesgo de
perderse ó de deteriorarse, ó cuya conservación sea dispendiosa, previala autorización del Juez; el que al acordarla determinará la forma en que deba hacerse la venta. De la resolución del Juez puede apelarse ante el tribunal de comercio
Los síndicos pueden pedir que se les autorice para
esas ventas, con el objeto de salvar de pérdida total á.
los interesados en la quiebra. El Juez 'puede ordenar
-627que se hagan en subasta pública 6 en negociaciones privadas, si cree que de este último modo se puede sacar
igual ó mejor partido, con menos gastos.
La resolución del Juez es apelable en un solo efecto, tanto por el fallido como por los acreedores, artículo 893.
Art. Sog. Después determinado el inventario, puede
el Juez autorizar á los síndicos para vender las mrcancías y
otros efectos muebles, oyendo previamente á los síndicos y al
fallido, si estuviese presente, sobre la necesidad de la venta
y sobre lqs medios de proceder á ella; los cuales determinará
el Juez al dar la autorización. De la resolución del Juez
puede aplarse ante el tribunal de comercio.
Estas otras venls no tienen la urgencia de las expresadas en el artículo, supuesto que se trata de cosas
que se hayan en buen estado. Por eso s'e exige el informe del fallido y el de los síndicos. Es indudable que
las mercancías y otros valores muebles de la quiebra
están destinados á la venta, para hacer frente á los gastos y pagos del concurso; pero, puede suceder que las
circunstancias actuales del mercado sean desfavorables,
y que convenga diferir la realización.
A esos puntos puede referirse la oposición y apelación que se haga. Esta apelación se oirá también en el
efecto devolutivo, artículo 893.
Art. 81o. Los síndicos definitivamente nombrados, si
fueren otros que los provisionales, exigirán que éstos rindan
cuenta de su administración á la mayor brevedad.
Para traspasar la administración, los síndicos provisionales ó los definivos deben rendir cuenta del tiempo de la gestión que desempefiaron.
-628Con ese fin, los síndicos definitivos deben requerir,
si fuere preciso, la autoridad del Juez. Si ornitiereu
exigir la rendición..de cuenta, serían responsables para
con el fallido y los, acreedores.
Art. 811. Si el fallido estuviere en libertad, podrán los
síndicos emplearlo para facilitar la administración y aclarar
los negocios de la quiebra, proponiendo al Juez el salario moderado que pueda asignársele por sus servicios.
A los síndicos les toca apreciar si el fallido sería para ellos un colaborador útil en esos asuntos. Justo
es.que se , acuerde aVfallido un salario moderado por sus
servicios, pueshabiendo sido privado de todos sus bienes necesita trabajar para vivir.
Art. 812. Los síndicos recibirái y abrirán las..cartas dirigidas al fallido, el cual, si estuviere presente, será avisado
préviamente por los síndicos. Estos entregarán al fallido las
cartas que no interesen á la quiebra, guardando sobre su contenido el más riguroso secreto.
Esta facultad es consecuencia de la prevnción que
debe hacerse en el auto ` declaratorio de la quiebra, según el número 39 , artículo 778. Las cartas que no versan sobre negocios no interesan al concurso, y por tanto
no deben ser comunicadas á los acreedores, ni al Juez.
Lps síndicos que propagasen el secreto de cartas de
puro interés personal para el fallido, se harían dignos
de ser revocados por el Juez.
Art. 813. Si el fallido no hubiere presentado el balance, los síndicos procederán sin dilación
dilación á formarlo por lo que
resulte de los libros y papeles del fallido, y de los informes
que procurarán obtener.
El Juez de oficio, 6 á solicitud de los síndicos, podrá exa-
69
minar bajo juramento al fallido, á sus dependientes y empleados, y á cualesquiera otras personas, para la formación
del balance, sobre las causas y circunstancias de la quiebra, ó
demás que interese al juicio.
Si el balance hubiere sido presentado, los síndicos lo examinarán, y sihubiere lugar lo rectificarán 6 adicionarán.
F,1 balance así formado ó rectificado se agregará al expediente de quiebra.
La formación del balance es indispensable para la
calificación de la quiebra y para sus demás operaciones.
Cuando el fallido ha presentado el balance, los síndicos
están en él déber de estudiarlo y confrontarlo con los
libros y papeles del fallido, así corno con el inventario
hecho.
Observamos que la atribución dada al Juez, para
interrogar al fallido bajo juramento colide con el número 69 de la citada garantía 14, artículo 14 de la Constitución. Las circunstancias de la quiebra son las que
sirven para calificarla, y del interrogatorio expresado
puede resultar, un juicio criminal, artículo 760, para el
que no puede ser obligado , el fallido á suministrar datos
con su propia declaración.
Art. 814. Los síndicos harán citar al fallido para examinar los 'libros y cerrarlos, para aclarar las dudas que ocurran en su examen, y para la formación del balance.
Cuando el fallido no pudiere ser hallado, ó no concurriere á la citación de los síndicos, bastará fijar carteles en la
puerta del tribunal y en la de la casa de aquél.
Podrá comparecer por apoderado, si el Juez hallare fundados los' motivos para no hacerlo en persona.
Si estuviere en arresto, el Juez podrá hacerlo conducir
al lugar en que deba hacerse el examen de los libros.
Esta es una garantía concedida al fallido. En el
-630examen de los libros pueden ocurrir dudas, que á las
veces podrá aclarar con. ventaja propia, y en la formación ó revisión del balance tendrá también ocasión de
defender los derechos que le asisten. Cerrar los libros
significa cortar las cuentas.
Si está enfermo, el Juez le permitirá que se haga
representar por apoderado. Si se ha alejado de la República, huyendo de los apremios personales; el Juez
podrá otorgarle un salvo conducto para que regrese, y,
finalmente, si está en prisión se le conducirá al local
donde se hayan de. verificar el examen y balance, siem pre que el fallido quiera.
Art.' 815. Cuando el comerciante sea declarado en quiebra después de su muerte, ó muera después de la declaración
de quiebra, su cónyuge, sus hijos ó sus herederos pueden
presentarse ó hacerse representar, para suplir al difunto en la
formación del balance, en el examen de los libros, y en todas las otras operaciones de la quiebra.
Es también un beneficio que se otorga al cónyuge,
á los hijos ó herederos del fallido muerto, de que ellos
pueden ó no hacer uso.
Art. 816. Los síndicos definitivos dentro de cjuince días
después de juramentados, informarán al Juez por escrito sobre el estado de los negocios del fallido, y de sus libros, expresando el juicio que formen acerca de su conducta, y de las
causas, circunstancias. y carácter de la quiebra.
ElJuez pasará copia de dicho informe al competnte en
lo criminal, siempre que se estuviere siguiendo, ó debiere seguirse juicio sobre la calificación de la quiebra.
Es el primer informe de los síndicos definitivos, el
cual sirve de punto de partida para la calificación de
la quiebra. Los síndicos se valen de los datos que con-
-631—
tienen los libros y papeles Y correspondencia, para apreciar la conducta y el estado de los negocios del fallido,
junto con los informes que hayan obtenido en la averiguación permitida por el artículo 813.
Art. 817. Los síndicos podrán, con citación del fallido,
y aprobación del juez, comprometer en árbitros y transigir
las cuestiones que interesen al concurso. De la resolución
del Juez puede apelarse ante el tribunal de comercio.
Cuando las cuestiones versaren sobre bienes inmuebles,
y estuviere pendiente la celebración del convenio, la oposi-.
ción del fallido impedirá el 'arbitramento ó la transacción
Refiérese á los comjirornios y transacciones que versen sobre bienes muebles y que no tengan por objeto
derechos personales del fallido; por ejemplo: particiones hereditarias, obligaciones de hacer etc., respecto de
las cuales conserva el fallido su personalidad, ó no son
de interés para el concurso. En estas conserva el fallido su derecho de representarse y resolver lo que á
bien tenga, artículo 780.
En.los asuntos que interesan al concurso bastará
que se, dé al fallido conocimiento de los puntos del compromiso ó transacción; pero, el fallido, así como cualquier acreedor, pueden oponerse, alegando que el acto
es ilegal ó desventajoso, y apelar para ante el tribunal
de comercio, recurso que debe ser oído en varios efectos porque no es materia de simple administración, artículo 893.
Cuando se trata de bienes inmuebles y está pendiente la celebración del convenio, la oposición del fallido impide el arbitramento ó transacción; porque en
ese caso necesariamente el punto en litigio será extrafio
á los negocios mercantiles del fallido, y es racional es-
-632perar que se decida, antes si el fallido quedará con aquellos bienes, por virtud del convenio.
Art. 818. El último día de cada semana, los síndicos
depositarán en la persona que el Juez designará préviamente
para depositaria de los fondos delconcurso, todas las cantidades provenientes de las cobranzas y ventas que hagan, previa deducción de la suma que el Juez considere necesaria para los gastos de administración ; y no haciéndolo, podrán ser
destituidos, respondiehdo en todp caso del interés corriente
sobre las sumas indebidamente retenidas.
Los recibos de los depositarios se agregarán al expedieu
te dentro de tercero día.
Los fondos depositados no podrán ser extraídos, sino por
los síndicos, con orden escrita del juez de comercio.
Disposición puramente económica, que se • resiente
de falta de confianza en la honradezy eficacia de los síndicos. Por Ja ley francesa, esas cantidades se deben en-
'tregar en la Caja de Depósitos y Consignaciones.
Art. 819. Los síndicos pasarán al Juez cada quince
días, y siempre que él lo exija, un estado del ingreso, egrese
y existencia de los fondos de la quiebra.
Con esos estados quincenales, el concurso se halla.
en aptitud de conocer todas las operaciones practicadas
por los síndicos en la administración de su cargo.
Art. 820. En cualquier estado de la quiebra, el juez
podrá reducir el número de los síndicos, provisionales ó definitivos, si así lo exigieren las necesidades de la administración; pudiendo apelarse de su decisión ante el tribunal
de comercio.
También podrá aumentarse su número hasta tres; pero
cuando haya de aumentarse, 6 subrogarse uno 6 más síndicos
-633definitivos, se consultará á los acreedores reunidos en junta,
procediéndose según lo prescrito en el artículo 800.
La reducción en el niimero de los síndicos se hace
para ahorrar gastos á la masa de bienes; pero, alguno
de los interesados puede oponerse y apelar, si cree que
con esa medida se retardarán los trabajos y diligencias
necesarios al procedimiento de la quiebra.
El námero de los síndicos no debe pasar de tres.
Si por alguna circunstancia extraordinaria debiese aumentarse, el Juez está obligado á consultar á los acreedores, y procede después conforme á la facultad que le
atribuye el artículo citado, sin recurso alguno. Lo mismo cuando reemplaza á alguno de los síndicos definitivos que se hallan en ejercicio.
Art. 821. I4os síndicos podrán ser removidos ásolicitud
del fallido, de los acreedores ó de oficio, por ilnpercia, negligencia, fraude en la administración ó colúsión con el fallido.
Cuando la remoción fuere solicitada por el fallido 6 por
los acreedores, la solicitud se presentará al Juez de comercio
con expresión de sus fundamentos; El Juez convocará al
tribunal de comercio, el que, oido el informe de los síndicos,
resolverá sobre la remoción.
Cuando el Juez procede de oficio, convocará el tribunal
é informará á los demás miembros sobre los fundamentos,
para la remoción.
En los casos de fraude ó calusión se pasará precisamente lo obrado al tribunal que conoce en lo criminal.
En estos casos, además de las indemnizaciones á que haya
lugar, los síndicos sufrirán las penas impuestas en el Código penal.
Decretada la remoción se procederá al nombramiento de
nuevos síndicos, si fuere necesario, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 800 y 820.
-634La remoción es siempre deprimente para los síndicos. No se debe proceder, pues, sin. oirlos. Esta es
una incidencia que* se sustancia en cuaderno separado.
La providencia que la decida es sin duda apelable par
ante el tribunal superior, bien que ese recurso no debe
detener la marcha del juicio, que seguirá con otros síndicos los trámites legales.
Art. 822. Las demás reclamaciones que se intentaren
contra los síndicos por sus operaciones, serán determinadas
por el Juez dentro de ocho días, oido préviamente su informe..
La decisión del Juez se ejecutará, salvo apelación ante. el
tribunal de comercio.
Las otras reclamaciones de que habla este artículo
son las que se fundan en motivos, que no ameritan reen un
moción. La apelación que aquí se concede se oye
solo efecto, para ante el tribunal pleno.
Art.. 823. En todo caso los síndicos salientes, rendirán
inmediatamente cuenta de su administración.
Este deber les correspónde como administradores,
depositarios y mandatarios.
Art. 824. Los síndicos, provisionales ó definitivos, recibirán la indemnización que determine el tribunal de comercio, oyendo á los síndicos y á los acreedores , en el término
que fijará el Juez antes de convocar el tribunal.
El cargo de síndico es remunerado, puesto que en el
comercio ningún servicio es gratuito. Esta remuneración
se fija, desde que los síndicos entran en función, y puede servir de base para determinarla un tanto por ciento
de los bienes administrados, un salario por mes ó una
suma fija por todo el tiempo del servicio de los síndicos.
-63.5
TITULO Y
DE LA REIVINDICACIÓN
Art. 825. Bulos casos de quiebra pueden ser reivin dicadas:
19 Las letras de cambio, pagarés ú otros documentos
de crédito aun no pagados, que existieren en poder del fallido
6 de un tercero que los tenga á nombre de aquél, siempre que
el propietario los haya entregado ó remitido al fallida con el
simple mandato de cobrarlos y de tener el valor á su disposición, ó de aplicarlos á pagos ú objetos determinados.
29 Las mercancías consignadas para ser vendidas por
cuenta del propietario, ó que hayan sido depositadas en el faludo, mientras existan en su misma especie, en todo ó en par:
te, y puedan ser identificadas.
Si las mercancías hubieren sido vendidas, el dueño podrá
reclamar el precio ó la parte de él que no haya sido pagado en
dinero ú otro valor no compensado, ni:comprendido en cuenta corriente con el fallido. Silos efectos de comercio dados
en pago hübieren sido otorgados ó endosados directamente al
comitente, hay lugar á la reivindicación de ellos.
39 Las mercancías expedidas al fallido, mientras no
hayan sido entregadas en sus almacenes ó depósitos, ó en los
del comisionista encargado devenderlas por cuenta del fallido, ó en depósitos, públicos ó privados, á disposición de éste.
Mas no tendrá lugar la reivindicación de dichas mercancías,
cuando el fallido las hubiere vendido antes de su llegada, sobre facturas y conocimientos ó sobre facturas ó cartas de porte firmadas por el remitedte; siempre que esta venta haya sido
hecha sin fraude entre el fallido y el comprador.
El reivindicante debe devolver las cantidades que haya
recibido á cuenta de las mercancias, los avances hechos por
flete, comisión, seguro y demás gastos, y lo que se estuviere
debiendo por las mismas causas.
-636Reivindicación es el derecho que ejerce un propieta-
rio que reclama bienes que le pertenecen.
Fuera de los tres casos que expresa este artículo,
hay muchos otros de reiviñdicáción. Aquí no se enumeran, sino los que son. especiales del Derecho Mercantil;
los demás son de Derecho común.
Puede reivindicar cualquiera que esté en capacidad
de probar que le pertenece como propietario una cosa
cierta y determinada, comprendida en el activo de la
quiebra, y respecto de la cual no pretende el fallido tener ningún derecho. Así, pueden reivindicar el comodante y el depositante las cosas que entregaron al fallido
en comodatoó en depósito; los dependientes, el cónyuqe
y los hijos del fallido las cosas muebles que les pertenecen; un comprador la cosa que había comprado y pagado, y que por cualquiera emergencia quedó en el establecimiento del fallido; el Ueudor que paga su deuda
puede reivindicar la prenda que constituyó en seguridad de aquella; la mujer, que obtiene la separación judicial de bienes, las cosas que son de su propiedad, y á
cuya devolución tiene derecho, artículo 1372 Código
Civil, y así otros varios casos.
Si esos objetos fueron vendidos por los síndicos, el
propietario que reivindica tiene acción pór el precio
contra la masa de bienes, y debe ser pagado con absoluta preferencia, no como acreedor del fallido, sino como
acreedor de los acreedores de éste.
El propietario ejerce para reivindicara cosa que
le pertenece, el derecho que le otorga el artículo 320
del Código de Procedimiento Civil. Esa reivindicación
es relativa tanto á las cosas muebles, como á las inmuebles. Prolijo no parece decir que si el fallido retenía
la cosa, fundándose en un derecho .que pretendía tener
-637en ella; no habría lugar á reivindicación, sino a las acciones legales procedentes, que se sustanciarían y decidirían en juicio ordinario, con intervención de los síndicos,• que son los personeros de la quiebra.
Concretándonos ahora á los casos mencionados
en el artículo, vernos que respecto del 1 9 la ley prevee
dos distintos, que haremos notar con ejemplos:
19 Pérez dirige á su corresponsal Rodríguez una
letra contra un tercero, endosada al mismo según el artículo 298, para que la cobre y tenga el producto á su
disposición.
2 Teniendo Pérez que pagar algunas cantidades
en la plaza, donde reside Rodríguez, le envía varias letras endosadas al mismo, contra terceros, en la misma
forma de endoso citada, para que las cobre y pague con
el producto á varios acreedores que 1e señala.
Cuando las letras han sido giradas ó endosadas
valor
recibido ó por valor eñ cuenta, se trasmite la
por
propiedad de ellas al librado ó al endosatario; y, por
consiguiente, si éste ó aquél quebraron después que recibieron los títulos dichos, no hay lugar á reivindicación de las letras; porque el librador ó endosante se
desprendieron de la propiedad, que corresponderá, después de la declaratoria de la quiebra, á los acreedores
del fallido. El que libró ó el que endosó no pueden
figurar en el concurso, sino como acreedores.
La reivindicación de las letras, pagarés á la orden y
otros papeles mercantiles negociables por vía de endoso, sólo procede, cuando el endoso vale únicamente como mandato; porque entonces él reivindicante reclama
una cosa que le pertenece, de la cual el fallido es mero
depositario, como encargado de cobrar su valor.
Si Rodríguez ha sido declarado en quiebra, después
638
que recibió el valor de las letras, y antes de cumplir las
órdenes dichas; Pérez nada podrá reivindicar y figurará
como acreedor de h quiebra, pues los títulos no existen ya. Lo mismo sucedería si Rodríguez, antes de
aquella declaratoriá hubiera cedido las letras por un
endoso regular, traslativo de propiedad.
La reivindicación tendría efecto 1 si después de
la declaratoria de quiebra, los síndicos hubiesen recibido el valor de las letras, porque los títulos existían er
la época de la'quiebra Rodríguez no había confundido
con sus bienes el valor de ellos, visto que no se lo habían entregado, y Pérez tiene por tanto derecho de reivindicar el pagorecibido por los síndicos, como acreedor
de la masa, no del fallido. 2 9 Si en la época de la (leclaratoria, Rodríguez no había recibido el pago de las
letras, que se hallaban en su poder, y 39 si antes de la
declaratoria, Rodríguez había trasmitido las lelras í un
tercero por un endoso irregular, que equivale á un mandato, y por consiguiente ]as letras se hallan jurídicamente en poder de Rodríguez.
Si lis letras hubiesen sido remitidas por Pérez á
odríguez en cuenta corriente, no tendría derecho aquél
de reivindicarlas, aunque no hubiesen sido cobradas;
porque por vir.tudde ese contrato habría traslación de
propiedad del uno al otro, artículo 375.
En cuanto al segundo caso del artículo, referent
á las mercancías consignadas para ser vendidas, ó depositadas en el fallido; la regla es que la reivindicación se
verifica siempre que las mercancías existan en los almacenes del fallido y puedan ser identificadas, ó que, si
han sido vendidas, el fallido no haya recibido el precio
de ellas en manera alguna. En el caso de que el comprador pagase álos síndi-
-639cos de la quiebra del comisionista, quedaría válidamente liberado, pues ninguna obligación tiene de saber
quién es el comitente; pero, éste puede reclamar el precio recibido, y hacerse pagar de lós bienes de la quiebra,
porque el auto declaratorio de ella fijo los derechos detodos, y, corno ants dijimos, viene á ser entonces acreedor de la masa, no del fallido.
Respecto del tercer casd pueden ocurrir tres diferentes: 19 que las mercancías vendidas -no hayan sido
entregadas ni expedidas y se hallen , en poder del vendedor; ninguna dificultad ocurre entonces, porque e
vendedor ejerce el derecho de retención, mientras no se
le paga el precio de ellas; y lo único que puede suceder
es que los síndicos hagan uso
uso del derecho otorgado por
el artículo 87 : 2'2 que las mercancías hayan sido expedidas y eri1regada al comprador en cuya posesión seencuentran ; el vendedor no tiene derecho de reivindicación, ni siquiera privilegio para el, pago del precio, y
es un acreedor coinán; y 39 que las mercancías hayan
sido expedidas.- pero - no entregadas- al comprador. A.
esta hipótesis es que se refiere el caso del artículo.
Las mercancías han salido del poder del vendedor, pero
no han entrado en el del comprador ó del comisionista.
La ley permite que durante el viaje, el vendedor las
reivindique, á menos que el comprador las haya revendido mientras estaban en caulinó, sin fraude, sobre facturas ó conocimientos ó carta de porte.
Habría ftaude, cuando; por ejemplo, el comerciante
que se encuentra ya en cesación de pagos, ó en una situación próxima al estado dicho, vende á un precio menor del corriente, sobre conocimientos, las mercancías
que le han sido expedidas y que no ha pagado aún, con
-640el propósito de aprovecharse del valoren dinero. El
fraude puede ser sólo del vendedor.
La factura es la prueba de la venta hecha, y el conocinziento 6 la carta de porte la prueba de la expedición
y el medio legal de exigir la entrega. Ambos documentos son necesarios, para acreditar el derecho con que
procedió el comprador.
Es justo que el reiviiidicante devuelva las cantidades que haya recibido á cuenta de las mercancías, y pague los gastos de flete; comisión, seguro, etc., y lo demás que deban las mercancías.
Es posible también que las mercancías lleguen á los
almacenes del faillidó, después de la declaratoria de quiebra. El vendedor tiene entonces igualmente el dereelio de reivindicarlas; porque, repetimos, la declaratoria dicha fija los derechos de los interesados; los almacenes del fallido no existen, sino los de la quiebra; y las
mercancías expresadas no se pueden ya confundir con
las que existían antes de la quiebra.
Art. 826. Las mercancías ó efectos vendidos y entregados al fallido no están sujetos'á reivindicación.
Esta es una derogación del artículo 1442 Código
Civil, que permite la reivindicación de las cosas muebles
vendidas, mientras que las posea en el mismo • estado el
comprador, que no pagó el precio, siempre que la demanda dé reivindicación se entable dentro de quince
días, á contar de la entrega.
La regla es distinta en materia comercial, porque
se supone que el comerciante ha comprado para revender, y que as cosas no se encuentran en su podr.
Art. 827. En caso de que el vendedor retenga por falta
de pagos mercancías vendidas al fallido; de conformidad con
-641el articulo 125, Y en el caso tercero del artículo anterior, los
síndicos pueden ) con autorización del Juez, exigir la entrega de las mercancías, pagando lo que'por ellas debiere el
fallido.
Puede suceder que, antes de la cesación de pagos,
hubiere vendido ó comprado el fallido mercancías, que
no se pagaron ni entregarón.
Si las mercancías habían sido vendidas por el fallido, es claro que el comprador tiene el derecho de exigir
que se le entreguen al preció convenido, satisfaciendo
éste al contado á los síndicos,- y con mayor razón, si ya•
lo había pagado. En uno y otro caso, es necesario que
las cosas vendidas existan en los almacenes del fallido,
siquiera sea, en especie.
Si se estipuló plazo para el . pago, los síndicos tendrán que esperar que se venza para exigir el precio.
Si las cosas no se habían pesado, contado ó medido, ó
si debían ser gustadas antes, el comprador puede exigir que se proceda á pesarlas, contarlas ó medirlas, ó
que se le proporcionen para gustarlas.
Los mismos derechos tienen los síndicos respecto
del comprador, para obligarlo á recibir las mercancías, y
pagarlas, si no las hubiere satisfecho.
La venta fue perfecta y legal: la superveniencia de
la quiebra no es motivo de resolución del contrato, cuando las partes , están en aptitud de cumplir sus respectivas obligaciones; y sabernos que la masa de acreedores
representa activa y pasiramente al fallido, por medio
de los síndicos, artículos 779 y 780.
Cuando el fallfdo había comprado mercancías que
no pagó ni recibió, el vendedor puede convenir en la re
solución del contrato, con vista de la imposibilidad en
que se halla la administración de la quiebra de pagarle
41
-642—
el precio;ó exigir que se le pague el precio y reciban las.
cosas vendidas, que se hallan, en poder del vendedorpor cuenta del comprador, desde la fecha del contrato,
por virtud del derecho de retención, artículo 1403. A su
vez los síndicos podrán pedir la resol ución. del contrato,.
si no fuere posible el pago del precio.
Pero, los síndicos pueden también, y á éste caso e
que se refiere el presente artícülo, obligar al vendedor
á que entregue las mercancías que había vendido al fallido, pagándóle lo que por ellas adeudaba éste, lo cual
se funda en los brincibios explicados. Es posible, en
ocasiones, que á la masa de acreedores convenga recibir
las mercancías, para revenderlas con utilidad, yeI vendedor no podría negarse á entregarlas; so pretexto de la
quiebra del confpradór.
Art. 828. También pueden, con la misma autorización,
restituirlas osas, sujetas á.reivindicación.
Cualquier acreedor puede contradecir la reivindicación
Los casos contenciosos serán juzgados en la forma ordinaria del procedimiento mercantil.
Para eso's' actos necesitan los síndicos la autorización dl Juez, porque exceden la simple administración;
y cualquiera de los itcreedores puede oponerse y apelar
de la decisión del magistrado
Es indudable qe el fdIido puede también contradecu la ieivindicacion, porque le interesa que no se disminuya la masa de bienes
Ya dijimos que la ieivindicacion, a que se contrae
esjecialmente la ,ley nercanti1, articulo 825, supone que
el fallido no tiene, ni puede alegar, válidamente* , ningún
derecho en las cosas ó á las cosas, que se pretende reivindicar. Entonces, ndería procedente ese remedio
- -643brev'e y sumario;i no Ías acciones ordinarias que correspondieran al dei echo que e alega; las cuales se sustanciaríany resolveiían como lo ; previene .este artículo,
pues, según el a- rtículo 902, la jurisdiçción comercial es
plena eh los asuntos é incidencia, que la ley somete á.
los tribunales rnercntiles.
Art. 829; En los éasos'de los dos artículos anteriores la
resolución del juez es apelable ante el tribunal de comercio.
No dice la ley en 'que tiempo debe proponerse la reivindicación. Es racional creer que él recurso dicho ha
de intentarse durante el juicio de quiebra, desde el auto
declaratorio hast4la liquidación final, y que caducaría,
• si el interesado ocurriese después de terminado el juicio.
TITULO VI
• DE LA CALIFICACIÓN DE LOS CRÉDITOS
Art. 830. Todos los créditos' contra el fallido, cualquiera que sea su carácter, están sujetos á calificación en el juicio
de quiebra.
Aunque el crédito conste de escritura pública ó de
cualq.uier título auténtico,, como una transacción,- una.
sentencia etc., está sujeto á calificación. Este es el acto
más importante del juicio, y puede decirse que,,, con la
reunión de los acreedores para ese efecto, termina lo
que puede llamarse el estado sumario de la quiebra, artículo 769.
Los acreedores pueden rechazar el crédito, aunque
conste de documento público ó título auténtico. La
calificación tiene por objeto examinar y revisar el crédito en su origen y en su esencia, prescindiendo de su
644— .
prueba. Por otra parte, el crédito puede haber sido pagado ó 'de, otro modo extinguido, y los acreedoes tienen
perfecto derecho para discutirlo, objetarlo ó tacharlo.
Además, en la calificación, sé puede tratar solamente de la preferencia qué pretende tener un acreedor
por tazón de privi1ei6 ó hipoteca, sin atacar la existencia del crédito.
Art. 831. Desde el día en qúe se déclare la quiebra podrán
19s acreedores consignar en la Secretaría del tribunal la solicitud de calificación, con los documentos justificativos de su crédito y, una demostración de las cantidades líquidas que se le
deban.
El. areedor que arézca de documento presentará la demostración, 'enunciándo en ella los medios probatorios
que tenga.
En todo caso, el acreedor, expresará con clarid'ad la naturaleza de su crédito; y si pretefldiere preferencia en el pago, determinará cuál es, y los fundamentos en que se apoya.
El Secretario dçl, tribunal formará un registro, en que
anotará los acreedores que hicieren, la solicitud y los docimentos que produzcan, dando recibo á los interesados.
El término es amplio. Los acreedores no están en
el deber de'ésperar que entren los síndicos á funcionar:
."
pueden ocurrir al 'Secretario.
Se califican los créditos que carecen d iocu.mentos, por • las' cuentas y demostración que presénta el
acreedor. ' No' todo los créditos mercantiles están ' documentados: muchos constan útiicarnente de cuentas
simples ó corrientes, cuyos comprobantes noó,' 'han sido
reconocidos.
Art. 832. . Desde 'que los síndicos definitivos entren en
ejercicio de sus funciones, el . Secretario les entregará bajo re•cibo las solicitudes decalica , ción don los documentos y de-
-645mostraciones consignadas; y lo mismo ljará con las que recibiere con posterioridad.
Desde la misma época podrán los acreedores hacer la consignación en manos de los síndicos, quienes le darán recibo.
Los acreedores domiciliados y los que estuvieren representados en el territorio de la República, deberán hacer su solicitud con diez días por lo menos de anticipación al que se
señalare para lajunta de calificación; y los demás acreedores,
dentro de los términos que respectivamente se les fija en el
artículo 799.
Los acreedores conocidos ó desconocidos, que no hubieren ocurrido á la calificación de sus créditos dentro de los términos designados, sólo serán admitidos á ella, si se presentaren antes de haberse ordenado la distribución final de los fondos de la quiebra; y serán de su cargo las costas y gastos que
causare la calificación.
Los documentos y cuentas producidos por los acreedores no se entregan á los síndicos provisionales, porue no se sabe si continuarán como . ' definitivos, y eñ
ese caso seíia inútil que comenzasen un examen, que
tal vez no concluirían.
A los acreedores domiciliados se les fija el término
de diez días, para que los síndicos tengan tiempo de estudiar y revisar los créditos que aquéllos presenten.
Son- los acreedores domiciliados en la República y los
que tuvieren representantes en ella los que concurrirán á la junta de clasificación. Los acreedores que residen fuera 'tienen derecho de presentar posteriormente
sus títulos, dentro del término que se les acordó en el
auto declaratorio de la , quiebra.
Los acreedores á que se refiere el último inciso de
este artículo son penados por su negligencia. Deben
haberse enterado del estado de quiebra, por las publicaclones que se hacen en cumplimiento de los artículos
-646-
778 y 799; y no es posible que los demás interesados sufran perjuicio por la falta de los que no concurren en
tiempo.
• Art. 833. El Secretario y los síndicás no son responsables de los documentos entregados poi los acreedores, sino por
cinco años, á contar desde el día señáldo para la calificación
de los créditos.
Prevée el caso en que el interesado no acuda á recoger el tftulQ, que presentó para ser calificado. Ese
termino es el mismo prevenido en el artículo 1914 Codigo Civil para los ahogados, patrocinantes y defeiisores
Por lo demás, es iegla que los expedientes corcIufdo en
los tribunales se remiten á la Oficina de Registro respectiva, para que sean archivados.
Art; 834. Los síndicos, en virtud del cotejo que hicieren con los libros y papeles del fallido, y demás datos que adquieren, extenderán por escrito un informé sobre todos y cada
uno de los créditos reclamadbs.......
El informe de los síndicos es uno sólo, y compren»
de todos los créditos presentados.
Art. 835. Inmediatamente después de celebrada la primera junta de acreedores, 1 Juez señalará, dentro del menor
término, el día y hora para el examen y calificación de los
créditos en junta gneral.
Para esté señálámiento, tendrá en cuenta lo dispuesto en
los artículos 799 y 832, respecto de los acreedores domiciliados 6 que estuvieren representados . en el' territorio de la República, haciéndolo de manera que queden comprendidos en
su término, los áéñalados en dichos artículos á los acreedpres
domiciliados en Venezuela.
La junta de calificación es
- la• que sigue inmediata-
-647mente á la primera junta general. Fíjase de modo que
puedan asistir á ella los acreedores domiciliados en la
República.
Arf. 836. El señalamiento de día y hora para la Junta
de calificación se publicará por edictos, fijados en la casa del
tribunal y en los sitios más concurridos, tanto del lugar del
Juicio, como delodemás en qúe el fallido' tuviere estable
cimientos meca'ntiles y por la imprenta si' fuere posible;
.agregándose al expediente uno de los ediétos desfijados y ini
.,ejemplar del periódico en qu se hubiere hecho la publicación!
Empléanse todos los medios de publicación posibles,
para que llegue á noticia de los acreedores, á ninguno de
los cuales se diFige para ese acto citación personal.
Art. 837. Constituida la junta, el día y hora señalados,
4 preséncia del Juez, 'coH los acreedores que concurrieren cúaluiera que sea su número, se dará lectura al inforiñe de lo
.síidicos.; y por el orden en que estuviéreñ colocados lo'créditos' en él informe, se pondrán uno á uno en'considéracióñ de
la junta. Si no se hicieren observaciones sobre el crédito
puesto en consideración, se tendrá por admitido en la cantidad
y con la calidad con que hubiere sido reclamado; pero si fuere contradicho en su cantidad 6 en su calidad, se expresarán
los fundamentos de la contradicción.
La calificación continuará sin interrupción hasta que quede terminada, y sino concluyere en el día señalado, óntinuará en los siguientes.
Los conóurrentes á la junta tienen derecho á examinar
los documentos producidos.
Tienen derecho á tomar parte en la calificación y á contradecir los créditos reclamados, todos los acreedores calificados, ó que consten del balance, y los síndicos.
El fallido puede hacer observaciones sobre los créditos
puestos en consideración de la junta; mas, si las que hiciere
no fueren acogidas por los síndicos, y estos procedieren en
-648-sentido distinto de aquéllas, el fallido puede pedir que se hagan constar en el acta las observaciones que haya hecho.
,Aquí el procedimiento para la calificación. Con un
solo, acreedor que asista 'debe procederse al acto. La
ley no permite el diferimieñto. El informe de los síndicos marca el orden en que se consideran los créditos.
Los acreedores pueden examinar 10 documentos presentados, desde que están en.manos del secretario ó de
los, síndicos. 'Dáseles el derecho de examinarlos aun en
la junta, por si algunos hubiesen sido prodircidos después; como buedeú verificarlo los no domiciliados. Per ó, ese examen no suspende los trabajos de la juntar
que continúan. sin interrupción.
El acto de la calificacton equivale a la contestación
de la demanda en 1 os juicios ordinarios. Los creedores.
son la vez'demandafites y demandados , en. ese punto.
Todos los acreedores, en general, privilegiados, hipotecarios y quirografartos toman parte' en las coñtroversias
de . la calificación, si quieren, con iguales derechos. La
'jresencia' del fallido no es obligatoria en la calificación.
Para él, no son en verdad de interés la S- . cuestiones que
suscifei los acreedores entre sí, con el fin dé excluirse
unosá otros, ó de disputarse la peferencia'legal.
Exceptuánse los acreedores que no han sido calificados, ó que no constan, del balance; ya porque su legitimidad está en'duda,ya porque, ordinariamente, acontcería que por venganza ó despcho tachasen los otros
créditos.
. .
.
.
.Los síndicos también pueden contradecir los créditos, en conformidad con el informe que presenten, y para
'sostener lo dicho en él.
Se hacen constar las observaciones "del fallido,-cuan'do éste lo exige, para que no se le impute ninguna res-
ponsabilidad, si el crédito resulta desechado por dolo ó
error.
Art. 838. Se levantará acta de las calificaciones hechas
en cada día, expresándose en ella
'o El nombre, apellido 'y domicilio de cda acreedor, y
el nombre y apellido de su apoderado, silo hubiere.
29 La cantidad del crédito, la calidad con que se reclamare, y una descripción sumaria de los documentos producidos, con expresión de las enmendaturas, raspaduras, testaduras é interlineaciones que contengan.
Si el crédito ha sido admitido ó contradicho ; expresándose en el último caso quienes lo contradicen y los fundamentos de la cóntradicción.
El acta será fechada y suscrita por los que han tomado
parte en la calificación, por el fallido, si concurriere, per el
Juez y por el secretario.
El acta debe contener el resultado de las calificaciones ó contradicciones hechas. '. TodosJds datos mencionados concurren á demostrar los derechos y obliga-,
cionés de las partes.
Art. 839. Si el crédito fuére admitido, los síndicos estamparán sobre su título la siguiente nota, fechada y con el
visto bueno del Juez: «Admitido en el pasivo deja quiebra
de .....por la suma de . .. . ycon calidad de .
(Fechay firma.)»
Esta nota da carácter al titulo, para figurar en las
ulteriores operaciones de la quiebra.
Art. 840. Terminada la calificación de los créditos reclamados, el Juez señalará uno de los tres días siguientes para
tratar sobre .conciliación, respecto de los tachados; y si las
partes no concurrieren, ó no pudiere lograrse la conciliación
se abrirá la causa á pruebas para todas las tachas opuestas; y
:seguirá el juiçio en la forma ordinaria del procedimiento mercantil.
A esta segunda junta no están obligados á concurrir, inó lbs acreedores que 'son partes én las controversias suscitadasJ La conciliación, es una formalidad
esencial del prodirniento, cuya falta puede viciarlo de
nulidad.
Y
El juicio de las tachas opuestas es uno sólo, y se sigue en cuadernos separados, •siempre én fa forma deiproLedimiento mercantil.
Art. 841. La admisión de un crédito en el pasivo de la
quiebra, en junta de calificación, es definitiva; salvo los casos
dé fraude de fuerza mayor legalmente comprobados. Es opinión autorizada, que el error probado es también causa legal, para ser anulada la calificación acordada. Parec.e racional que tal nulidad se proponga, antes
Je que terminen definitivament.e los trámites de. laquiebra.
Art. 842. La falta de comparecencia de los acreedores
morosos y la de los domiciliados fuera de Venezuela, no será
obstáculo para las deliberaciones y cónvenios, y prosecución
del juicio de quiebra; sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 885; respecto de los acreedores domiciliados fuera de
Venezuela.
Los procedimientos de la quiebra requieren celeridad, tanto en beneficio del fallido, cuya suerte está pendiente de las resoluciones del concurso, como de los
acreedores que necesitan el pago de lo que les es debido.
Por ese motivo, la ley no ha permitido diferimientos, ni
dilaciones, que prolongarían el juicio Los acreedores
-651—
que residen fuera de la República tienen asegurados los
términos, dentro de los que deben concurrir.
Art. 843. Si hubiere controversia pendiente sobre la legitimidad de alguno 6 de algunos créditos, elJuez resolverá según las circunstancias, si se procede ó nó á la convocación de
la Junta para deliberar sobre convenio. Pero, no se acordará
la convocación, cuando supuesta la prueba de los hechos en
que se funda ia.tacha, la quiebra apareeríafraudulenta.
Si eljuez ordena la éonvoáaéión, podrá' acordar la admisión pt6visionl, eh ias deliberaciones que ocurran y pr la
cantidad que determinará, de lós acreedores cuyos créditos estén controvertidos.
No podrá ser admitido provisionalmente un acreedor cuyo crédito sea materia de un procedimiento criminal.
14 resolución del Juez en los casos de este articulo es
apelable ante el tribunal de comercio.
En ocasiones acontece que un crédito es tachado
como falso. De ese fraude puede ser acusado el fallido
como autor ó cómplice, y entonces resultaría fraudulenta la quiebra. Ahora bien,-:con el quebrado fraudulento no e puede celebrar' convenio, porque no puede en
ningún caso declarársele excusable, artícuid 890.
En tal situación, se suspende el procedimiento, hasta que se decida sobre la tacha por el Juez de comercio.
No exige la ley ninguna prueba preexistente, ni siquiera,
de indicios, con lo que subordina los intereses de todos
los acreedores á una imputación tal vez temeraria.
Si las tachas se contraen á otro généro de hechos,
que no incriminan el carácter dé la quiebra; el juez podrá, silo juzga prudente, convocar para el convenio, admitiendo provisionalmente los créditos7 tachados.
Es probable que después de ajustadas las bases del
arreglo común con el fallido, se armonicen los acreedo-
-652res entre sí, y desLstan de las tachas propuestas, por interés de poner punto al juicio.
TITULO VII
DEL CONVENIO
Art. 844. Concluida la calificación de los créditos reclamados, ó acordada la convocación para deliberar sobre convenio en el caso del artículo anterior, el Juez señalará día y hora con tal objeto, designando un corto plazo.
La fijación e publicará por- edictos; y por la prensa, si
fuere posible. .
.
.
Llenas todas las diligencias del procedimiento preparatorio de Ja quiebray concluida la calificación, nos
acercamos al término de la quiebra, la cual puede finalizar de tres modos: 1 9 por convenio; 2 9. por sobreseimiento, artículo 869, y 39 por unión de los acredores, artícillo 872.
-.
El convenio-es un contrato que-celebran-los acreedores con el fallido, para el pagó de las deudas de la quiebra. Hay dos clases de convenios: el convenio ordinario; por virtud del que el fallido recobra los bienes
embargados y vúelvé áponeise á la cabeza de sus negocios, ; y el convenio por abandono artículo 859, en el
que el fallido da sus bienes en pago á los acreedores, y
se produce para estos el estado de unión antedicha.
Previene la ley que se publique la fijación del día
para el convenio,á fin de que concurran personalmente
ó por medio de apoderados, todos los acreedores- á cuya
noticia lleare.
Art. 845. El día y la hora señalados se formará la junta
presidida por el Juez.
-653Tendrán voto en las deliberaciones relativas al convenio
los acreedores admitidos definitiva ó provisionalmente.
Líos acreedores privilegiados é hipotecarios pueden concurrir á la junta, pero no tinen voto en la deliberación por
los créditos privilegiados é hipotecarios, á menos que renuncien su derecho de prelación; y se entenderá efectuada la renuncia por.el hecho dedar su voto.
Vemos en el artículo 843, que el juez puede resolver
que sean admitidos prQviSiOflalmente uno ó más acreedores controvertidos, salv que la tachase fundare en la
imputación deun fraude.
El voto que esos acreedores dieren en el convenio
es irrevocable, aunque fueren desechados posteriormente del concurso, por efecto de la sentencialibrada en la
incidencia de. tachas.
Los acreedores privilegiados é carecen
de voto; porque, corno ellos tienen la seguridad del pago
de sus créditos en las cosas afecta,s á éstos,. no les costaría nada votar, por considerables rebajas y largos plazos,,
á favor del fallido, rebajas y plazos que no han de ser soportados, sino, por los acreedores qniroqrafarios. La ley
les. permite renunciar el privilegio, é hipoteca, expresa-,
mente, , y votar. Considérase que hay, renuncia tácita,
cuando el acreedor vota, aunque prtenda reservar aquellos derechos.
. . .'..
Si la mujer del fallido, el iepesentante del menor
ó cualquiera otro que tenga constituida á favor de su
crédito, privilegio ó hipoteca, legal,,ó judicial, vota en la
deliberación delconvenio;, es indudable que: pierde
también suderecho de prelación, pues la ley no excluye
de esta regla á iiingimn acreedor 'privilegiado , ó hipotecario.
El acreedor garantizado por un fiador, no pierde
-654
por el voto esa seguridad. Así lo determina el artículo
857. Si la garatía fuese de una fianza, al mismo tiempo
que de una hipoteca sobre bienes del fallido, le convendría indudablemente abstenerse de votar; porque si votase perdería la.hipoteca•, y eonsecuencialrnente la fianza,
una vez que no' podría subrogar al fiador en los derechos
que le correspondían contra el deudor, y ese es uno de
los medios de extinuirse la fianza, artículo 1770 Código Civil.
Se ha discutido muého entre los autores si debe
reputarse inhabilitado para votar el acreedor, á favor
de quien existe hipoteca contituida sbbre bienes de un
terceró. Díces, por unos, que la ley no distingue al refenirseá hipotecarios, r que existe la misma razón legal
para privar del voto á tal acreedr, pues la garantía de
que goza lo asegura de todo perjuicio proveniente de las
deliberaciones del convenio: [ero otros sostienen, que
en las disposiciones sóbi'e quiebra,, la ley no se contrae
sino á lasohligaciones que pesan sobre la persona y los
bienes del fallido; que el acreedor, á cuyo favor se constituyó hipbteca por un tercero, está en el mismo caso que
el que cuenta con la garantía, de una fianza; y, finalmente, que-los demás acreedóres no se aprovecharían de
la hipoteca ó privilegio que aquel perdiese, como no se
aprovecharían de la fianza.
Está doctrina ha sido consagrada por la Corte de
Casación de Francia en sentenciá dé. 20 de junio de 1854.
-"Puede votar elacreedor que, tuviere, además del
crédito hipotecario, otro quirografario, pues en interés
de' -éste habrá de ser prudente en las concesiones que
otorgue al fállido.
Art. 846. El fallidó déberá concurrir personalmente; y
-655-
sólo por causas que el Juez aprobare, podrá ser representado
por apoderados.
Si el fallido no concurriere á la junta, ésta podrá acordar
su diferimiento para otro día. Pero, si no se acordar el diferimiento, 6 si el fallido no concurriere el día últimamente sesalado, se procederá por defecto de convenio á los demás trámites de la quiebra.
La comparecencia dl fallido debe ser personal:
se comprende que así piede
alcanzarse
mejor
el arreglo
conlos acreedores. No le está prohibido presentarse
acompañado de un ahogado, que lo aconseje y sostenga
en los debates.
El, juez puede permitir que venga en 1uar del fallido un apoderado con facultades suficien tes, cuando el
fallido esté enfermo ; cuando habiendo sido inj urhido
mal trnado por algunos acreedores. con quienes no quiere encontrarse para óvitar disgustos, cpmpreuda el Juez
que la presencia del fallido seria más bien contraproducente ; cuando el fallido fuese mujer, persona muy ariciana, etc, tiu se excusase con esas circLms tan cias especiales.
Si el fallido no comparece personalmente, ni por
medio de apoderado, si se le hubiere permitido, en le
audienciaseñalada ó en la que se hubiese' acordado, C2
so de diferimiento; se considera terminado el juicio, pr
falta de convenio, artículo 872.
Continuarán, si están pendientes, las controveras,
sobres tachas y las demás diligencias, para la liquidaáón
y pago de los créditos.
Presúmese, entonces, que el fallido no quiercontraer nueva obligaciones con ,sus acreedores; çue no
quiere exponerse á las negativas de ellos, aun e él caso de estar dispuesto á proponerles el abandono de los
bienes concursados; y para él es quizás prefenble que
-656los acreedores se constituyan en estado de unión, que
para el fallido produce en definitiva los mismos resultados que la cesión judicial de bienes, artículos 889, 890
.
y891.
Excusado pareció á la ley decir, que si ningún acreedor asiste á la junta, se procederá también como en defecto de convenio. Es un acto voluntario, para el que
no pueden ser conminados ni los acreedores, ni el fallido.
Parécenos que la falta de comparecencia del fallido á la junt señalada para tratar' sobre el convenio,. no
arneritacoritra aquél la declaratoria de quebrado culpable. 'El núinero 59 del ártículo 758 se refiere á la no
presentación á los síndicos ó al Juez, en. los casos en que
lapreséncia del fallido es necesaria para la sustanciación
de la quiebra. Caso distinto' es 'el del convenio, en que
se trata de entenderse con los acreedores á manera ('le
cóhciliación, y es indudable 'qiíe la no comparecencia
del fallido no perjudica a los acieedores
Ai-t. 847. Los sílidicos presentaráná lajtinta un inforne escritd'acérca de las causas, carácter y estado de la quiera; de las formalidádes ¿mnpliclas' y de las operaciones realadas;del resultado de su administración, y de la relación
aparezcan elacti 'oy el pasivo de la quiebra.
Los ácreedores y el. fallido podrán hacer sobre el contenido el inforiie las observaciones que crean oportunas.
Se oirán luego las proposiciones que se hicieren; la junta
delibrará; y el Juez hará , constar en el acta el resultado de la
de1ibjón.
Ete"infoí'in de 'los síndicos se hace para ilustrar
al falIio ía ls acieedores de la situación en que se
hallan l-s negocibs de la quiebra, a fin de que las dehberacionestengan puntos de base conocidos Así se jus
-657-
tifica también rñoralmente el proceder de los interesados en el convenio.
Los líndicbs deberán esclarecer lo que parezca du
doso en el informe, y contestar las objeciones que se les
dirijan.
Tanto el fallido como los acreedores, pueden iniciar
las proposiciones, que ordinariamente se traen' á la Junta formuladas por una ú otra parte, para ser discutidas.
Si para la deliberación acuerdo se necesita más de una
sesión, el Juez está en el deber de señalar otras á pedimento de los interesados. Las funciones del Juez en
este acto son puramente pasivas, bien que debe facilitar todos los medios posibles para que aquellos hablen,
traten y decidan con libertad.
• 'Art. 848. No puede celebrarse convenio con el fallido
sino en junta de acreedores, y después de haberse llenado las
fórmalidades que quedan prescritas.
El convenio no puede tener lugar, si no es aprobado por
una mayoría de ds terceras partes de la toialidad de los acreedores que tienen derecho á votar eh la junta, que reuna las
tres cuartas partes de los créditos representados por dichá totalidad de acreedores; ó por la mayoría de las tres cuartas partes. de la totalidad de dichos acreedores, que reuna las dos
terceras partes de la totalidad de los créditos.
También deberá ser firmado, so pena de nulidad, en la
misma sesión en que se celebre.
Todo contrato celebrado sin las formalidades legales sería ciertamente nulo, para los acreedores que no
hubiesen tomado parte en él y no lo hubiesen aceptado.
Pero, si todos los acreedores, sin falta de ninguno, se hubiesen entendido y arreglado con el fallido fuera del
tribunal, es evidente que el acto presentado después al
Juez valdría, no como convenio, en el sentido estricto
42
que esta palabratiene en el juicio de quiebra, sino como
un contrato de transacción, que toda persona capaz puede celebrar, artículo 1634 Código Civil.
Sería absurdo suponer quç el Juez pueda descorio-cer ó rechazar aquella transacción, é imponer á los:,
acreedores y al fallido la continuación del juicio de quiebra. Sin duda estaría obligado á finalizarlo y mandarcumplir la traisacción hecha. La ley no se ha ocupado
en determinar ese puntp , porque es de Derecho común..
En los casos ordinarios, cuando no ha sobrevenido
quiebra, cada acreedor es libre de tratar con Su dedr
y sus pactos son entre ellos eficaces. Si ocurre-la quie-bra, el deudor' no puede tritar, sino con todos sus
acreedores.
-
La masa de acreedores quiografarios es un cuer-po moral, en que sé supone estar representados todos
ellos. La mayoría de los presentes decide, por tanto,
contra la minoría conforme á las regl'as establecidas en
la ley, y1i obliga á cumplir sus decisions.
El convenio homologado se asimila muy bien - á 1a
contribución- por avería gruesa-, á la cual- los propietarios
de la nave y los cargadores están obligados á c.oncurrir
hállense ó nó presentes, convengan ó nó en ella. El
siniestro es la quiebra, las reducciones y plazos concedidos al fallido son los- sacrificios, que se hacen para la
salvación común. -
Así lo exigen en ambos casos la igualdad y el prin-cipio de que ninguno debe enriquecerse con perjuicio
de otro.
Para la celebración del convenio se requiere doblemayoría de personas y -créditos., .
- - -.
El convenio debe firn-iarse en la sesión en que losinteresados se han puesto de acuerdo, que viene á ser-
El IM
ME
la sesión en que se celebra, aunque las sesiones de deliberación hayan sido varias, como expusimos en el artículo anterior. El acto quedaría viciado si los acreedores lo firmasen sucesivamente en distintas fechas.
Para acordar las remisiones estipuladas en el convenio, no se necesita ser capaz de enajenar. El tutor,
el marido, etc., pueden por tanto consentir en el convenio, porque la remisión pactada no se verifica animus
donandi, sino para asegurar el resto del crédito, y puede
estimarse como un acto de 1 administración. Véase el
artículo 872.
Art. 849. Si á favor del convenio sólo hubiere la mayoría absoluta de acreedores que represente la mayoría absoluta
de créditos, la deliberación se diferirá por ocho días; y en esta segunda junta no tienen valor las votaciones dadas eii
la anterior.
Se difiere en consideración á las personas que opinan por el convenio; que la ley favorece. En ese tiempo puede lograrse el acuerdo de los demás acreedores
con el fallido. En la segunda junta no tienen valor las
votaciones dadas en la anterior, para que los concurrentes se encuentren en perfecta libertad de avenirse, sin
atenderá sus precedentes manifestaciones.
Art. 850. La misma mayoría absoluta de los acreedores, que represente la mayoría absoluta de créditos, es suficiente en todas las deliberaciones distintas del convenio.
En estos casos, para calcular la mayoría de acreedores y de
créditos, se tomarán en cuenta todos los acreedores que tienen
derecho 6. votar, y todos los créditos que ellos representan.
Bastan las mayorías dichas para la calificación de
los créditos y otras resoluciones de la junta, art. 852.
-. 660 El acreedor que es dueño de varios créditos vale un
voto, y los créditos se cuentan por tantos cuantos son.
Si antes de la declaratoria de quiebra un crédito había
sido cedido á varias personas, se contarán tantos votos
cuantos son los cesionarios, aunque el crédito no es más
que uno. Si varios herederos se apersonan por un crédito, todos valen un voto sólo. El mandatario que representa varios acreedores tiene un voto porcada uno
de estos. Los créditos son distintos cuando tienen origen y cuenta diferentes.
Conviene tener presente estas reglas para las dos
cuentas que se han de efectuar, á fin de calcular las dos
mayorías requeridas: la de acreedores y la de créditos.
Losacieedoré , sontafltOSCUafltaS son las personas, exçepto el caño de que esas personas asisten como herederos de un acreedor; los créditos se cuentan con independencia del número de personas que lo representan.
Art. 81. Puede celebrarse convenio con el quebrado
sentenciado como culpable; mas no con el senténciado como
fraudulento.
Vemos en el artículo 890 que el quebrado de esa
clase puede ser declarado excusable; lo que demuestra
que la priión en la iiebras culpables-no es pena, sino apremio; y, por tanto, debemos considerarla, abolida,
en acatamiento á la garantía, concedida en el inciso 1
número 14, artículo 14 de la Constitución.
Art. 852. Si estuviere siguiéndose causa contra el fallido por quiebra culpable ó fraudulenta, los creedores serán
convocados para deliberar si se difiere para el término del
juicio el tratar sobre cdnvenio. El diferimiento no pude
acordarse sino por las mayorías establecidas en el artículo 848.
-661Los acreedores son los únicos que pueden resolver ese punto, por las mismas mayorías que se requieren para celebrar el convenio.
Si efectuado el convenio, la quiebra llegase á ser declarada culpable, los acreedores declararían que el fallido es excusable, y quedaría sin efecto la sentencia condenatoria. Si la quiebra resultase fraudulenta, el convenio sería írrito é ineficaz.
Art. 853. Dentro de los ocho días siguientes á. la celebración del convenio podrá oponerse á éste cualquiera. de los
acreedores, reconocidos 6 admitidos provisionalmente, y los
síndicos, aun cuando no fueren- acreedores, expresando los
fundamentos de la oposición.
Cuando no hubiere más que un síndico, y éste fuere
opuesto al convenio, se nombrará otro provisional para la secuela de la oposición.
Hecha la oposición, se dará sin demora copia de ella á los
síndicos y al fallido, los que contestarán en el término de seis
días. Caso de contradicción 6 de falta de comparecencia, el
Juez admitirá las pruebas necesarias, y someterá la decisión
al tribunal de comercio.
Aunque el convenio haya obtenido el voto legal de
las mayorías requeridas por la ley, pueden oponerse á
que sea aprobado judicialmente los síndicos y los acreedores, que le negaron sus sufragios. Podrían oponerse
también los que lo sostuvieron en la junta, cuando ocurran para anularlo causas supervenientes ó motivos antes ignorados por aquellos, como si después fue declaradafraudu1enta la quiebra, ó se descubrió que habían
asistido acreedores falsos á formar el convenio.
La oposición al convenio es un juicio incidental,
quese contesta y tiene el término ordinario de pruebas.
La ley dispone que se nombre otro síndico, cuando no
-662esté funcionando másque uno, y éste sea opuesto al
convenio, no para que sostenga el convenio, sino para
que informe lo que crea dejusticia.
Toca al tribunal pleno fallar en esta incidencia y su
decisión es apelable para ante el superior en ambos efectos, pues el procedimiento de quiebra no ha de-seguir,
mientras no se resuelva definitivamente la controversia
sobre el coñvenio.
Art. .854. Para que el convenio se lleve á efecto, aun
cuando no haya oposición, debe ser antes aprobado por el
tribunal de Comercio, previo informe de los síndicos sobre los
caracteres de la quiebra y sobre la legalidad del convenio.
El tribunal no proveerá, sino después de trascurrido los
ocho días en que se puede hacer la oposición. Y si ésta ocurriere, el tribunal pronunciará sóbre ella y sobre la aprobación
en la misma sentencia.
Si el convenio fuere aprobado, el tribunal pronunciará
•
sobre la excusabilidad del fallido. Aunque no haya 'oposición, el convenio debe ser
homologado por el tribunal pleno, porque ese acto decide no sólo sobre los derechos de los acreedores que concurrieron á celebrarlo, sino también sobre los derechos
de los acreedores ausentes. La garantía que á éstos se
da, de que el convenio está ajustado á la ley, es la aprobación del tribunal. De este modo, los que no comparecieron ó no fueron representados, por , hallarse fuera
del territorio- de la República,tendrán la seguridad de
que en el arreglo hecho con el fallido no fueron sacrificados al interés de los acreedores presentes.
Los síndicos informan meramente para la aprobación, aunque ya lo hicieron para la reunión de los
acreedores. Pueden descubrirse ó sobrevenir otras
circunstancias que invaliden el acuerdo de los acreedo-
-663-res on el fallido; si no las hay, se limitarán á ratificar
en ese punto el informe anterior, y opinarán además
sobre la legalidad del procedimiento obseriado para
el acto.
Cuando el quebrado ha sido sentenciado como culpable. ó cuando se le sigue juicio por ese respecto, es
que el Juez resuelve, después de aprobar el convenio,
sobre la excusabilidaci del fallido, y ese fallo da punto al
cargo antedicho.
Art. 855. La desaprobación del convenio, ya de oficio, ya
en virtud de oposición, sólo puede tener lugar por las causas siguientes:
iç Ser la quiebra fraudulenta ó culpable.
2? Haberse completado la mayoría que lo acordó con
falsos acreedores 6 con falsos créditos.
39 Haberse faltado & las formalidades establecidas para
su celebración.
A primera vista, parece que este artículo se halla
en contradicción con el artículo 851, pero no coliden en
manera alguna.
Es inéontestablé que no puede celebrarse convenio
con el fallido fraudulento, quien en ningún caso puede
;ser declarado excusable. Respecto del fallido culpable,
la ley acepta la validez del converño, pero es cuando se
le declara excusable. Esta declaratoria depende de la
.apreciación, que el tribunal hace de las circunstancias
que ameritan la culpa y del proceder del fallido. Si se
-excusa al fallido, la quiebra deja de ser culpable y es
válido el convenio. Si no se le excusa, la quiebra conserva el carácter de culpable y se anula el convenio
ipso jure. Es racional que no goce de los beneficios .y
-ventajas que le han sido acordados en el convenio, el
fallido que con su conducta imprudente ó disipada ha.
-664dado ocasión áia quiebra. La pena que recae sobre él
es meramente civil, y consiste en pagar con todos sus
bienes álos acreedores y no gozar del beneficio de competencia, que se acuerda á los culpables excusados, artículo 891.
Pero, aun después de negada la aprobación del convenio, el fallidopuede alcanzar la declaratoria de excusable, al finalizar la liquidación, efecto del estado de
unión, según él artículo 890. La declaratoria anterior
no lo impide, corno allí veremos.
Cuando la mayoría obtenida con falsos acreedores
es obra del fallido, ó por lo menos se ha hecho en connivencia con él, no hay duda que la quiebra es fraudulénta, y por consiguiente éste caso se confunde con el
anterior.
Si la.desaprobación proviene de habese faltado á
algunas formalidadesdel acto, el tribunal deberá iñandar que se fije de nuevo día para el convenio, á fin de
que se celebre con arreglo 'á la ley. Aquellas infracciones no son imputables alfallido, y por tanto no debe
privársele del beneficio del convenio.
Art. 856. La aprobación del convenio lo hace obligatorio para todos los acreedores, conocidos 6 desconocidos, estén ó no comprendidos en el balance, estén ó no calificados
para los que residan fuera del territorio de Venezuela, cuyos
términos para la presentación no estén vencidos; y para los
que hayan sido admitidos provisionalmente en las deliberaciones de la qüiebra, cualquiera que sea la suma que la sentencia definitiva les declare ulteriormente.
Sin embargo, los acreedores privilegiados 6 hipotecarios
que no hubieren renunciado sus derechos, pueden hacerlos,
efectivos, sobre los bienes afectos al privilegio ó hipoteca.
En el convenio se fijan reglas de pago, no sólo para
-665los acreedores concurrdntes, sino también para todos
los que figuran en el balance, y esas determinaciones
abrazan igualmente aun á los acreedore no conocidos.
La rebaja proporcional de los créditos, los plazos concedidos, la estipulación de pagos periódidos, las garantías, etc., se refieren á todos los créditos presentados y á
los que dentro de los términos legales pueden presentarse, excepto únicamente los privilegiados é hipotecarios.
Si. un crédito fue admitido provisionalmente por
una cantidad, y, después de sentenciada la controversia que estaba pendiente sobre él, resulta de mayor
suma, esa diferencia queda sometida también á los pactos del convenio.
El convenio es un acto especialísimo en derecho,
por el que, luego de aprobado, adquieren fuerza de ley
los pactos celebrados con el fallido por la mayoría de
los acreedores concurrentes, que pueden ser los menos
comparados con la totalidad de los acreedores de la quiebra, y de tal manera que obliga hasta á los acreedores
que ignoraban la declaratoria de quiebra, legalmente
publicada.
Sin embargo, el acreedor que probase que se le había omitido, dolosamente, por los síndicos y el fallida
en el balance presentado, podría sostener con fundamento que el convenio no era obligatorio para él. En
cuanto al fallido, es evidente que no podrá rechazar á
ningún acreedor que se presente después del convenio,
con título legítimo. El alegato de que ese crédito no ha
sido calificado sería improcedente, pues la formalidad
dicha no se ha establecido en favor del fallido, qué debe
saber á quiénes debe y pór qué debe, sino de los acreedores, á los cuales inte,mesa que no figuren en la quiebra
créditos falsos.
-666El acreedor mencionado tendría perfecto derecho á
reclamar los dividendos, que le correspondieran según
el convenio'.
- Recordémos aquí la doctrina expuesta en el artículo 769,.y podemos colegir de ella que el convenio es
obligatoria paralos acreedores que residen en el extranjero, sólo en cuanto éstos tengan que ejecutar los
bienes del fallido situados en Venezuela. No para los
que se encuentran en el país donde reside el acreedor;
porque á éste no. lo obligan entonces la declaratoria de
quiebra ni sus actos consecuentes, sino cuando se hu biere sometido á ellos, pues como hemos dicho, 'aqiieha declaratoria es de estatuto real.
Art. 857 . El convenio con el fallido no priva á los
acreedores de su derecho por la totalidad de sus créditos, contra los coobligados y los fiadores de aquél.
La remisión voluntaria del todo ó parte de la deuda,
que hace el acreedor á uno de los deudores solidarios
aprovecha á los codeudores. Para que el acreedor conserve sus derechos contra éstos, es preciso que se reserve expresamente la acción, repecto de ellos;, pero, en
ese caso no puede exigirles el pago del crédito: sino de(luciendo la parte de aquel á quien ha hecho la remisión.
La remisión concedida al deudor principal aprovecha á sus fiadores.
Estas son las reglas establecidas en los artículos
1228 y 1229 del Código Civil; mas, eJ las no son aplicabies á la remisión forzada, que el acreedor otorga al fallido por el convenio, pues, sea que haya votado favorablemente, sea que lo haya negado, el acreedor obedeció á
las necesidades de la quiebra á las prescripciones de la
ley, en cuanto á las rebajas otorgadas en aquel acto.
- 667Si el acreedor recibiere el pago de los coohligadosó
de] fiador, deberá restituir á la masa los dividendos que
de ella haya percibido, así corno no podrá cobraP de
aquellos el monto del crédito, sin deducir lo que hubiere recibido del fallido, por razón del convenio.
El coobligado ó el fiador que pagare por el fallido,
tiene derecho de acudir á la masa corno acreedor, por la
suma que pagó en descargo del fallido, y que tenga derecho de exigirle, artículo 877.
Art. 858. Luego que la aprobación del convenio se haya ejecutoriado, los síndicos cesarán en sus funciones, rendirán al fallido cuenta de su administración, ante el Juez de
comercio, y le devolverán sus bienes, libros y papeles. Todo
se hará constar en el expediente.
Las constestaciones que ocurrieren se sustanciarán y decidirán en la forma brdinaria del procedimiento mercantil.
El efecto ordinario y principal del convenio apro-,
hado y ejecutoriado es devolver al fallido la administración de sus bienes, y ponerlo en capacidad legal de tratar y contratar.
Algunas veces se le somete por cierto tiempo á la
vigilancia de un comisario de la quiebra, que interviene
en los negocios de aquel, para asegurar el pago de los
acreedores.
Las reducciones de los créditos acordadas en el convenio liberan al fallido, en la parte remitida de sus obligaciones. Sólo debe el 'monto fijado á los créditos, en
el tiempo y forma estipulados. De suerte, que pagando
sus deudas, en la proporción á que han quedado reducidas, puede obtener su rehabilitación, artículo 897.
Subsiste, sin embargo, la obligación 'natural de pagarlas en totalidad; porque, como antes dijimos, la re-
-668
misión fue forzada; obligación natural que sólo tiene
por efecto que el fallido no podría repetir como indebido el pago, si lo hiciere de la diferencia, á favor de algún acreedor, voluntariamente, luego de cumplido el
convenio, respecto de todos.
Los síndicos están obligados á rendir cuenta al fallido. Administraron como personeros de la masa, pero en nombre del fallido. Las controversias, que ocurran por motivo de la administración dicha, se sustancian y deciden enjuicio mercantil ordinario, por el juez
que intervino en la quiébÍa.
Art. 85. Si en' virtud del convenio, el fallido hiciere
abandono á sus acreedores del todo, 6 de parte de sus bienes, se
procederá á la liquidación de éstos de conformidad con lo dispuesto en el título X de este libro.
El convenio por abandono tiené por objeto liberar al
fallido por la entrega á sus acreedores de todos ó parte
ae los bienes concursados.
Se parece al convenio ordinario en su formación,
pues está sujeto á los mismos requisitos de mayoría,
oposición y aprobación; en sus efectos, porque es obligatorio para todos los acreedores, ye! fallido readquiere
la capacidad legal para administrar los bienes que le
queden, y los que. pueda ganar más tarde; y en las causag de anulación, que son las mismas.
Diferénciase, en que por este ¿onvenio el faflidó queda privtdo de todos ó parte de sus bienes, y en que por
el abandono el fallido se libera inmediatamente de sus
deudas, mientras que en el ordinario la liberación depende del. cumplimiehto de las obligaciones del convenio.
El convenio por abandono difiere de la cesión judicial
de bienes, en que ésta es impuesta forzosamente á los
-669—
acreedores por la ley en los casosen que tal beneficio
procede, yaqiél es obra voluntaria de la mayoría legal.
Sucede aquí lo-mismo que en la cesión de bienes, artículo 1873 Código Civil, y nos parece que de conformidad con esta disposición el fallido puede retirar el abandono, que equivale á la cesión precitada, pagando previamente sus deudas, sin perjuicio de los derechos que
hayan adquirido terceros.,en virtud de los actos de la liquidación de la quiebra.
Los acreedores no adquieren por el convenio sobredicho la propiedad del activo del fallido.
Los bienes cedidos se liquidan para ser distribuidos entre ellos. El convenio por abandono es de carácter mixto; el fallido.queda liberado y los bienes sujetos
al régimen de la unión.
Este género de convenio es en suma uti beneficio
concedido á los fallidos por las leyes mercantiles modernas, que se han despojado de la severidad inflexible
de la legislació'n antigua, á quien dominaba la idea preconcebida de que todo fallido era autor de proce.deres
dolosos, mientras que hoy es reputado más bien como
víctima de operaciones desgraciadas.
Como dijimos en el artículo 754, el convenio por
abandono es para el comerciante lo que la cesión de bienes para los no comerciantes.
Art. 86o. Cuando la quiebra fuere de una compañ'la,
los acreedores podrán celebrar convenio con uno ó con algunos
de los socios solamente. En este casó el activo social continuará sometido al régimen de la quiebra; y los bienes particulares de los socios beneficiados serán separados de él, para
cumplir el convenio con ellos exclusivamente.
I4os socios favorecidos con el convenio quedan libres para con los acreedores de los efectos de la solidaridad por las
deudas sociales.
67o_
Aunque los socios de una compañía en nombre colectivo son solidarios, sabemos que el acreedor puede renunciar á la solidaridad respecto de'uno de sus deudores, artículo 1141 Código Civil, y conservar los derechos
que le competen contra los otros deudores. En ese
pfincipio. está fundada esta regla del Derecho Comercial.
Los acreedores mantienen sus derechos sobre e] activo social que pertenece á todos los socios, y sólo libertan J0S bienes particulares del socio con quien se hizo el convenio. Si se devolviera á éste una parte del
activo, se agravaría la situación de los otros socios.
Esos socios no estarían, por los demás, obligados
pagar sino el monto de las deudas sociales, deducción
hecha de la porción que corresponde en ellas á los ocios favorecidos con el convenio.
Art. 861. Son nulos aun coii respecto al fallido:
19 Todo convenio que haga algún acreedor con el fallido ó con cualquiera otra persona, estipulando ventajas á su
favor, en razón de su voto en las deliberaciones del concurso.
2? Todo convenio celebrado por algún acreedor después
e la cesación de los pagos, estipulando alguna ventaja para
sí, á cargo del activo del fallido.
En los casos de este artículo, el acreedor será condenado
á restituir á quien corresponda los valores recibidos, sin perjuicio de la pena prescrita en. el Código penal.
Niégase acción eh absoluto al acreedor que celebró
tales pactos, para exigir el cumplimiento de los estipulados.
Esta nulidad es de orden publico, y puede oponerla
cualquiera que tenga inierés en ello.
-671--TITULO VIII
DE LA ANULACIÓN Y RESCISIÓN DEL COVENIO
Art. 862. Después de aprobado el convenio no puede
anularse sino:
19 Por la condenación superveniente del fallido como
quebrado fraudulento.
29 Por causa de dolo, resultante de ocultación ó disirnulación del activo ó exageración del pasivo, descubierta después
de la aprobación del convenio.
La anulación liberta á los fiadores del convenio.
La condenación del fallido como quebrado fraudulento anula el convenio, porque el. artículo 851 prohibe
que se celebre convenio Con el sentenciado por ese respecto.
El dolo es también causa de nulidad, corno pena de
los que incurrieron en él.
Estas nulidades son de orden públicó, y puedn proponerse en el término de cinco años, d'e conformidad cn
lo que pteviene el artículo 1249 Código Civil.
Extínguese la fianza, porque se extinguen las obligaciones á las cuales garantizaba. La fianza es una
obligación accesoria, que sigue la suerte de la obligación
principal, y ésa es aquí la que procede del convenio. El
fiador no podrá ser compelido, á pagar por el deudor,
porque anulado el convenio se hallaría en la imposibilidad de subrgai-se en los derechosde los acreedores,
cuyo título actual resultaba del convenio declarado insubsistente. Los acreedores recobran sus títulos primitivos, que no fueron materia de la fianza.
Art. 863. Si el fallido no cumple las condiciones del
convenio, la rescisión de éste puede ser demandada pór uno
-6726 más acreedores no satisfechos del todo ó parte de las cuotas
estipuladas en el convenio. La rescisión sólo aprovecha á los
que las pidieren, y éstos entran en la integridad de sus derechos contra los bienes del fallido; pero, no podrán exigir el
exceso de sus créditos sobre las cuotas fijadas en el convenio,
sirio después del vencimiento del término fijado en el mismo
para el pago de la última cuota.
Los fiadores del convenio quedan libres respecto de los
acreedores, que hubieren solicitado y obtenido la rescisión.
Trátase aquí, nó de rescisión, sino de la r e soluci ón
del convenio, por efecto de la condición resolutoria implícita que contienen todos los contratos bilaterales, según elartf culo 1110 Código Civil,
Nuestra ley ha procedido muy sabiamente, no subordinando la existencia del convenio é. la demanda de
uno ó más acreedores, no satisfechos del todo ó parte de
las cuotas estipuladas. Los otros acreedores, que se hallen en el mismo caso, pueden creer más prudeiite,ó más
ventajoso para sus intereses, esperar, antes que volver á
los tiámites de la quiebra, y es justo que se les deje en
libertad de obrar.
Los acreedores que provocaron y obtuvieron la resolución entran en la integridad de sus créditos; pero,
i, porejemplo, éstos quedaron reducidos por el convenio á un 50 p%, y recibieron la cuarta parte, ha de estimarse la suma percibida por el doble, calculada sobre
el crédito integro. Verificada esadeducción, lo demás
se pagará por su valor primitivo. El fallido que no
cumplió perdió el derecho á la rebaja. Por ejemplo:
el crédito de García montaba á B. 20.000; fue reducido
á la mitad por el convenio, 10.000; el fallido pagó 2.500
y luego se resolvió el convenio. Los B. 2.500 equivalen
á 5.000: el acreedor no podrá reclamar sino B. 15.000.
-673—
El acreedor que logra la resolución del convenio no
alcanza el derecho de hacersé pagar las cuotas que no
están vencidás antes de las que corresponden los demás acreedores. Si así fuese, se hallaría en mejor condi
ción, y los obligaría á todos á adoptar el mismo camino.
Si las cuotas deben pagarse por año, el acreedor
expresado estará obligado á esperar que se venzan todas
para reclamar el pago integro de lo que no se le pagó
de su crédito. Una vez resuelto el contrato, puede rehusar las que el fallido le ofrezca en lo sucesivo, pues
rehusándolas conserva el derecho de exigir el pago íntegro del crédito.
Quedan libres los fiadores, porque se han extinguido las obligaciones del convenio, que garantizaron.
La razón de la extinción es ahora distinta. El acreedor pudo recurrir contra el fiador ó los fiadores para
hacerse pagará falta del deudor; prefirió atacar alfailido para recobrar la integridad del crédito por medio
de la resolución del convenio; y procede así conforme, á
los derechos que le asisten,
Como la caución, dada en garantía del convenio, es
distinta de la que particularmente tenga el acreeedor
por su crédito, conserva ésta en todo caso, en atención
á que son diferentes las causas de las dos fianzas pre•dichas.
Es racional pensar que si el fallido no cumple el
convenio con ninguno de los acreedores, tienen ellos el
derecho de pedir al Juez que proceda á declarar lo resuelto en totalidad, _y declare el estado de quiebrá. No
será ésta la continuación de la quiebra anterior, precisamente; pero, en todo caso se estimará-como una quiebra
subsecuente, sujeta á los preceptos del artículo 866.
43
-674-Art. 864. La accción para la rescisión del convenio.
prescribe en cinco años á contar del vencimiento del último
pago establecido en él.
Las acciones personales prescriben en el termino de
veinte años por el Código Civil. Estas, a que se refiere
la presente disposición, se extinguen en menor lapso poila necesidad que hay de que las obligaciones comerciales se determinen en breve tiempo, á fin de evitar perjuicios á terceros.
Art. 865. Si después de aprobado el contrato se iniciare
contra el fallido procedimiento criminal como culpable de
quiebra fraudulenta, el Juez de comercio podrá dictar las providencias de seguridad que creyere convenientes: las que cesarán de derecho por el sobreseimiento 6 por la absolución en
el procedimiento criminal.
Esas medidas pueden llegar hasta un embargo precautelivo, á fin de asegurar los intereses de los acreedoaenares cont la desesperación ómala fe del fallidoamenazado
de
un
juicio
criminal.
zado
Tal caso puede llegar, como hemos visto en el artículo 86, por el descubrimiento de ocultaciones dolosas i otros procederes anteriores del fallido., que 1&
sirvieron para disimular fraudes.
Art. 866. Anulado el convenio, se restablecerá el juicio.
'de quiebra, los síndicos volverán al ejercicio de sus funciones,
ó se nombrarán otros; y si fuere necesario se renovarán las
diligencias de embargo, inventario y balance; continuándose
el 'procedimiento según las reglas establecidas.
Se publicará el restablecimiento del juicio de quiebra; y
si hubiere nuevos acreedores serán citados para la calificación
de sus 'créditos en junta general.
Los créditos reconocidos anteriormente no serán someti-
-675dos á nueva c'aliflcación, sin perjuicio de la extinción ó reducción de los que hayan sido pagados, en todo ó en parte.
La publicación y citación aquí ordenadas se harán según
lo dispuesto en los artículos 799 y 835.
El restablecimiento del procedimiento de la quiebra
trae consigo todas las diligencias que corresponden.
En el tiempo, en que el fallido estuvo á la cabezade sus negocios, pudo haber contraído nuevas obligaciones. Por eso, se mandan efectuar otra vez la citación y
publicación; para la calificación en junta de acreedores.
Ls pagos que el fallido hubiese hecho á lbs acreedores 1e la quie6ra son válidos, pero se calculan en la
proporción establecida por el convenio, según explicamos en el artículo 863, y se previene en el siguiente.
Como la anuhción se verifica por-condenación superveniente del fallido, por fraudulento ó por cualquiera
otra causa de dolo, no queda ya á los acreedores más
camino que el-de la unión, artículo 872.
Por el convenio debidamente homologado recuperó
el fallido su capacidad comercial, y si después se anuló
ó resolvió aquel contrato por las causas precitadas, la
anulación ó resolución posteriores no tienen efectos
retroactivos, respecto de los actos que el fallido ejecutó
después de la aprohción; siempre que no los haya efectuado en fraude de sus acreedores ó hallándose en una
nueva cesación de pagos, que acarree la declaración de
una quiebra ulterior
Art. 867. Los acreedores anteriores al convenio anulado recobrarán la integridad de sus derechos respecto al fallido; pero no figurarán en el concurso nuevamente formado
sino en las proporciones siguientes:
Si no hubieren recibidá nada de dividendos, representarán por la totalidad de sus créditos primitivos.
-676—
Si hubieren recibido á cuenta algo de dividendos, se deducirá del crédito primitivó la parte que quedó extinguida
con lo recibido, según la proporción establecida en el convenio, y representarán por el resto.
Lo dispuesto en este articulo 'se aplicará también en el
caso de quiebra ulterior, sin que' haya habido anulaióndel
convenio.
Establece 1a regla de que ya hemos hablado.
Los plazos y reducciones, acordadas al fallido, desaparecen con el convenio, que fue causa de ellos.
Cumpliendo religiosamente el convenio celebrado,
puede incurrir el deudor en una cesación ultérior de
pagos, respecto de sus nuevos acreedores. No sería justo
que éstos se aprovechasen de las rebajas acord.das al
fallido, por virtud de un convenio cuya ejecución está
todavía pendiente.
Esta nueva quiebra puede ser declarada culpable,
según el artículo. 758; pero, no está prohibido celebrar
sobre ella un nuevo convenio, el cual abrazará las dos
quiebras, yen el que los acreedores tendrán la previsión
de estipu-lar mayores seguridades, si el fallido puede
otorgárselas, artículo 851.
TITULO IX .
DEL SOBRESEIMIENTO EN LOS PROCEDIMIENTOS DE
LA QUIEBRA
Art., 868. Si en cualquier estado de la quiebra antes de
procederse á su liquidación, se encontrare paralizado el curso
de sus operaciones, por falta de medios líquidos para cubrir
los gastos que ellas, requieran, el tribunal de comercio podrá
de oficio ó á instancia de los síndicos 6 de cualquier acreedor,
y siempre con audiencia del fallido y de los síndicos, decretar
el sobreseimiento en los procedimientos de la quiebra.
-677-La quiebra ocasiona gastos que es necesario satisfacer, y si no se pagan puede quedar paralizado el juicio. Supónese el caso en que los síndicos no hayan
podido realizar, sino muy poco de los valoreg que forman
el activo, para hacer frente á aquellos gastos. Los acreedores quedarían imposibilitados por mucho tiempo, para
hacer efectivas sus accioñes. En tal circunstancia procede el sobreseimiento, como remedio de esa situación.
El sobreseimiento de que aquí se trata no tiene la
significación, ni los efectos dé lo que se llama así en los
Juicios criminales, en los que el sobreseimiento asume
el carácter de sentenci definitiva y pone punto final al
procedimiento.
Sobrese'er en materia de quiebra es simplemente suspender el juicio, para dar á los acreedores derecho de
ejercer sus acciones. El proçedimiento puede continuar
más farde, artículo 870.
Ordena la ley que sean citados los síndicos, para
los efectos del articulocitado.
Art. 869. La resolución que ordena el sobreseimiento
deja subsistente el estado de quiebra; pero, restitnye individualmente á los acreedores el ejercicio de sus derechos de ejecución contra el fallido.
El sobreseimiento produce un estado mixto. Los
bienes continúan embargados y el fallido incapacitado
para administrar sus bienes, porque esas son garantías
establecidas á favor de los acreedores, garantías que no
cesan sino por el convenio ordinario; pero, cesa la acumulación de acciones, que previene el artículo 782, porque con mantenerlas, lejos, de favorecer, se perjudicaría
á los acreedores.
Los cuales quedan individualmente en aptitud de
-678---exigir al fallido el pago de sus créditos, hayan sido ó no
calificados. El deudor contestará la demanda de cada
acreedor, convendrá en ellá ó la contradecirá, y sustanciado y sentenciado cada juicio por separado, será ejecutad6 en la forma legal. El acreedor trabará así ejecución en la parte- de bienes, embargados á consecuencia
de la quiebra, que sean necesarios para la satisfacción
del crédito.
Si todos ó. casi todos los acreedorés promueven demandas individuales contra el fallido, y pretenden ser
• pagados con los mismos bienes, habrá forzosamente una
serie de colisiones, Imposibles casi; siempre de resolver
entre log derechos enco'ntrados de los diversos acreedores; y nos parece desde luego inevitable que -se establezca el concurso necesario, previsto en el artículo 463 del
Código de Procedimiento Civil. Es el único medio por
el que el tribunal , podrá disponer orden en los pagos, y
prevenfr dificultades insuperables.
Art. 870. El fallido ó cualquier otro interesado podrá
obtener en todo tiempo revocación del decreto de sobreseimiento,' acreditando la existencia de valores líquidos en cantidad suficiente para atender á los gastos que exijan los procedimientos de la quiebra, 6 consignando una suma de dinero
-
-
que báste para cubrirlos.
- 11a revocación rejone el juicio de quiebra al estadó que
tenía antes del sobreseimiento.
• El fallido puede hallar fuera de la masa recursos,
proporcionados por un ` tercerol Algún acreedor puede
suplirlos también para evitar las complicaciones de muchas demandas separadas. Los síndicos pueden haber
conseguido reunir esos medios con la realización de
algunos valores de la masa, etc.
-679—
La revocación retrotrae el juicio al estado que te&a antes del sobreseimiento, y vuelven á acumularse
todos los juicios particulares al de quiebra, que recobra
su carácter de universal.
Art. 871. Lbs acreedores que por Sus gestiones individuales hubieren recibido pagos durinte el sobreseimiento,
no serán obligados á restituirlos ála masa, salvo el caso de
'fraude.
Si la masa se aprovechare de las gestiones de algún acreedor, se pagarán á éste con privilegio de los gastos hechos.
Pero, el efecto retroactivo predicho no se extiende
.á los pagos que algunos acreedores hubiesen 'recibido
del fallido, siempre que no hayan mediado con éste, ó
con otros acreedores, connivencias fraudulentas, para
perjudicará los demás.
No sólo el acreedor que suplió fondos á la masa,
sino támbién el fallido ó el tercero que lo hizo por él,
adquieren 'preferencia para el pago de los gastos hechos.
con el fin de continuar eA procedimiento sobreseído.
Esos suplementos se han efectuado para favorecer á to-,
dos. los acreedores, y es justo el privilegio acordado.
TITULO X
IDE LA LIQUIDACIóN DEL ACTIVO Y PASIVO DE LA QUIEBRA
EN DEFECTO DE CONVENIO
Art. 872. Si no hubiere convenio, los síndicos continuarán representando la masa de acreedores, revisarán el balance, y si no estuvieren autorizados para continuar el giro
del fallido, promoverán las diligencias conducentes á la venta de las mercancías ó bienes muebles é inmuebles, y á la
liquidación general y terminación de la quiebra..
-680La venta de los bienes muebles se hará en venduta; pero,
el Juez podrá autorizar ventas privadas. La-de los inmuebles
se hará con las formalidades que se observar¡ en las de in muebles de menores.
Podrán los síndicos tiansigir con autorización del Juez de
comercio, y no obstante cualquiera oposición del fallido, todas las diferencjas relativas á los bienes de la quiebra, y enajenar por un precio alzado el todo 6 parte de los créditos
activos de morosa 6 difícil realización, con la misma autorización del Juez, dada con citación del fallido. La autorización del Juez en estos casos es apelable ante el tribunal de
comercio.
Cualquier acreedor puede provocar esta autorización
- Dijimos en el artículo 844 qii la quiebra puede
teminar de tres modos: 1, por convenio ordinario ó por
abandono, 29, por sóbreseiiniento, y 39, por unión de los
acreedores.
Llámase estado de unión el de liquidación de que
trata este Título, porque los acreedores se encuentran
en estado (le comunidad de bienes.
La unión se efectúa de pleno derecho, sin necesidad
de acuerdo de los acreedores, ni de decreto del tribunal:
.1, cuando el fallido y los acreedores no quisieron ó no
pudieron avenirse para elebrar el convenio; 2, cuan-do el convenio no pudo pactarse por estar enjuiciad(›
como fraudulento el fallido; ó 39, cuando el convenio
se anuló, conforme alrárticulo 862.
-La unión se verifica, pues, sin el consentimiento y
hasta contra la voluntad de los acreedores.
Tiene por objeto realizar los bienes y valores queforman el activo, para distribuirlos entre los acreedores.
Esta solución es más desventajosa para el fallido que,
el convenio; porque, liquidado y distribuido el activo
queda el fallido sometido á las ejecuciones individuales
-681de sus acreedores, no pagados íntegramente, excepto el
caso de que se le declare excusable, artículo 890.
El fallido no puede oponerse al estado de unión de ls
acreedores, á menos que hallase un tercero que le proveyera de suficiente dinero para pagarlos á todos y reclamar que se le devuelva la administración de los
bienes concursados, dado siempre que la quiebra no
estuviere indiciada, ó calificada de fraudulenta.
Nuestra ly no exige que para esta liquidación sean
nombrados nuevos síndicos, ó ratificados los anteriores.
Durante la unión, puedenser autorizados 'éstos para
continuar el giro del fallido, observándose las formalidades del artículo 800. Si no lo estuvieren, el deber, de
los síndicos es realizar el activo.
La ley distingue entre la venta de muebles y la de
inmuebles. Los síndicos proceden siempre con autor¡zación del Juez. En la venta de mercancías y otras
cosas muebles, no se requiere que se practiquen avalúos
especiales. Bastan las estimaciones hechas en el primer
inventario. En la de inmuebles, el Juez para acordar
la autorización puede pedir la presentación del inventario y la demostración del estado actual de los bienes,
como se practica cuando se quieren enajenar bienes
inmuebles de menores, artículo 342 del Código Civil.
Por lo demás, no es menester la justificación de necesidad ó utilidad que allá se previene, porque la ventala
autorizan las necesidades de la quiebra; y en cuanto al
modo de efectuar la venta, recordemos que el articulo
343 del Código citado pernite que los inmuebles de menores se enajenen, con licencia del Juez, en pública subasta ó por negociaciones juradas.
Aunque entre los acreedores de la quiebra haya
menores, mujer casada ó entredichos,..no se necesitan
-682más formalidades para los actos de enajenación, transacción, etc., de los bienes y derechos de la quiebra. El
tutor, el marido ó el curador no pueden apersonarse en
acl uellos actos, que están encomendados á los síndicos,
con autorización del Juez. Véase por analogía, lo que
se.dispone en la liquidación de compañías, por el artícu lo 236.
Los síndicos durante la unión tienen mayores facultades, que en la época anterior de la quiebra. Vernos
en el artículo 817, que el fallido puede oponerse al
arbitramento «transacción, que versare sobre bienes
inmuebles.' En este estado, la objeción del fallido e
ineficaz; pero, de ésas, corno de otras autorizaciones, el
fallido puede apelar para ante el tribunal de comercio,
lo mismo que los acreedores, en defensa de sus intereses.
Art. 873.. Dentro de cinco días después de resuelto que
no hay convenio, el Juez, con informe de los síndicos, formará el estado de los acreedores, aplicando las disposiciones especiales del presente Código, y las generales del Código Civil,
para establecer la prelación con que deben ser pagados.
Los síndicos y los acreedores podrán oponerse al predicho
estado, dentro de los ocho días siguientes á su formación; y si
el Juez no pudiere conciliar las diferencias, someterá la cuestión al tribunal de comercio.
Desde que conforme á los artículos anteriores queda resuelto que no hay convenio, el Juez y los síndicos
asumen la dirección y administración de la quiebra.
Cesan las junta de acreedores, que no tendrían Objeto
durante la liquidación. Los acreedores no vuelven á
reunirse en junta, sino después de concluida la liquidación, artículo 889. Los actos de graduación, enajenación, pago, reparticiones de dividendos, etc., son orde-
-683nados por el Juez; y los acreedores, así como los síndicos y aun el fallido, cuando sufrieren peri uicio, pueden
oponerse y apelar, en los casos de ley.
El juicio de quiebra ha llegado, por decirlo así, al
estado de ejecución, estado con el cual son incompatibles las discusiones y deliberaciones del concurso; excepto las de calificación, que sean procedentes, de los
acreedores que se incorporan al concurso, durante la
liquidación.
Sabemos que en caso de quiebra, dos clases de personas pueden presentarse reclamando derechos contra
el fallido: las que tienen derecho de propiedad en cosas
comprendidas en el activo del fallido, artículo 825; y
los acreedores. Aquéllos ejercen acciones reales; éstos
personales.
Todos los acreedores calificados tienen derecho á
ser incluidos en el estado que levanta el Juez: los que
tienen pendiente controversia de calificación lo son después que ella termina, si les favorece la decisión final.
Los acreedores que no se habían presentado antes, pueden ser contradichos por los síndicos ó por los acreedores, en junta de calificación que convocará el Juez, y
entonces se seguirán los trámites antedichos.
El estado de acreedores comprende, no sólo el número de éstos, sino el orden de prelación en que deben
ser satisfechos. En esta materia, pueden suscitarse controversias entre los acreedores, porque la graduación
dicha puede causar perjuicio á los que sean postergados.
La incidencia concluye con la determinación en segunda
ó tercera instancia, sin necesidad de discusión probatoria,
pues la calidad de los créditos consta de los documentos
y cuentas producidos.
-684Art. 874. Las únicas causas de preferencia en los pagos
son los privilegios y las hipotecas legalmente constituidos.
Los acreedores que no los tengan á su favor componen la masa quirorafaria, y participan á prorrata de sus créditos en la
distribución del producto libre de los bienes del fallido.
El vendedor de bienes muebles no pagados no tiene privilegio sobre ellos, en caso de quiebra del comprador.
Los acreedores se dividen en tres clases : privilegiados, hipotecarios y quirógraf arios.
La graduación de acreedores se rige por el Código
de Comercio, en cuanto álos privilegios que la ley mercantil establece, y por el Código-Civil en todo lo demás,
título XXII libro 39
El . vendedor no tiene derecho de reivindicar, las
mercancías ó efectos, cuyo precio no le ha sido pagado,
artículo 826: en concordancia con esa disposición, se le
niega privilegio sobre ellos.
Si fueren inmuebles, el vendedor tendría sobre ellos
por el precio, la hipoteca legal, que establece el artículo
1813, número 19 Código Civil.
Son acreedores .pivilegiados los que por disposición
de la ley tienen el derecho de ser pagados con preferencia á otros acreedores, en consideración á la causa de su
crédito; por ejemplo, por los gastos de la última enfermedad del deudor,-su mujer ó sus hijos constituidos bajo la patria potestad, por los alquileres y rentas de bienes
inmuebles sobre los frutos cosechados en el año, artículo 1799 y 1800 del Código Civil; ólos que tiene el comisionista sobre el valor de las mercancías consignadas,
los salarios de los depositarios y guardianes de la nave
sobre ésta ó su precio, etc.
Los privilegios son generales ó especiales, según la
ley civil; en el Código de Comercio todos los privilegios
-685son especiales. Los privilegios son creados por la ley,
nó por las partes. Cuando concurren varios acreedores
privilegiados sobre una misma cosa, la preferencia se ejerce en el ordenen que están colocados en la ley, artículos
1802 Código Civil y 484 de este Código. Nó es procedente la prorrata entre acreedores privilegiados, sino cuan do la ley la ordena.
Las hpotecas se determinan siempre por el Código
Civil, porque la legislación mercantil no tiene por objeto bienes inmuebles.
No hay ninguna diferencia entre los aáreedores quiro.qrafarios, por razón de la forma del instrumento en
que consta el crédito. Así, tanto valen en. la masa quirografaria los que constan de documentos registrados,
mandamientos ejecutivos, sentencias ejecutoriadas, etc.,
corno los que aparecen de documentos privados, estén ó
no en papel sellado, y aun de simples cuentas.
Cuando la quiebra ha llegado al estado de liquidación, ó sea el de unión de los acreedores, que equivale
al de ejecdcióu en lós juicios ordinarios; es de suponerse qué e han hecho ya todas las reclamaciones de reivindicación, á que se contrae el artículo 825 y las demás que son procedentes en derecho, y por tanto que
no quedan en la masa sino los bienes del fallido.
Pero, si aquéllas no se hubiesen decidido todavía ó
constare por manera evidente y sin objeción alguna,
que existen en la quiebra bienes ajenos, creemos que el
Juez debe apartar éstos y los que estén controvertidos
hasta que se decida sobre ellos; á fu de que no sufran
perjuicio los derechos de los que comunmente se llaman acreedores de dominio, los cuales no son incluidos en
el estado, que para la graduación se hace de los acreedores
de la quiebra.
u
-686Art. 875. No será á cargo de la quiebra el servicio de
los abogados, apoderados. ó agentes judiciales, que empleare
cada acreedor en el procedimiento de quiebra.
Tampoco lo será eí de los que empleare el fallido, sino
en cianto se califique defensa necesaria por el tribunal de comercio, el que estimará lo que debe pagarse.
Cada acreedor está obligado á pagar . los servicios
del abogado ó patrocinante que emplee. La defensa del
fallida es necesaria, cuando se le enjuicia como quebrado
frauduleuto ó culpable.
Art. 876. El acreedor por obligaciones suscritas, eiidosadas ó garantidas solidariamente por personas que luego hayan quebrado, será admitido en todas las quiebras por el valor total de su crédito; y participará de los dividendos que cada una de ellas dé, hasta su completo pago.
Ningún recurso tienen unas contra otras las quiebas de
los coobligados por razón de dividendos pagados, sino cuando
la suma de estos dividendos excedía el monto del principal
y accesorios de la acreencia. En tal caso, el exceso será devuelto, según la naturaleza y orden de las respectivas obligaciones, á las quiebras de los coobligados que tengan á los otros
por garantes.
Un acreedor puede estar garantizado por la solidaridad de varios deudores, ó por un fiador. El primer caso
se presenta á menudo en el comercio en las compañías
mercantiles, letras de cambio, etc.
En caso de quiebra de uno de los obligados, aunque
se haya celebrado convenio, el acreedor conserva sus derechos para recurrir contra los demás obligados ó los fiadores, á fin de obtener el pago integro de lo que le es debido. La solidaridad y la caución están destinadas a
asegurar al acreedor de la falta de cumplimiento de laobligación.
-
-687—
En este y el siguiente artículo, el Código se ocupa
en determinar los derechos que correspondeii al acreedor
en las dos hipótesis posibles.
En, la primera de ellas, que es á la que se refiere este artículo, supónese que el acreedor no ha recibido, antes de la quiebra del deudor, nada de los coobligados
fiadores.
Sean, por ejemplo, Rojas, acreedor por Bs. 20.000,
y Pérez y Sánchez deudores solidarios de la suma, expresada. Quiebra Pérez: Rojas se presentará en el concurso por todo su crédito y al propio tiempo reclamará
de Sánchez íntegramente el pago del mismo. La quiebra de Pérez ha alcanzado á pagar un 50 por cielito:
Sánchez pagará el otro 50 por ciento.
Más, supongamos que Sánchez ha quebrado también. Rojas tiene derecho de presentar su crédito íntegro en ambas quiebras, para participar de las distihuen
ciones de dividendos, que
ambas quiebras se hagan.
Si la quiebrade Pérez da 70por ciento y la de Sánchez 30,
resultará que Pérez paga más que Sánchez, estando igual
mente obligados; pero, esa es la solución legal de las obligaciones contraídas por ellos, pues la quiebra de Pérez
ha dado todo lo que puede dar y lo mismo la quiebra de
Sánchez; de manera, que el 70 por ciento de la de aquella
equivale á la totalidad de la deuda de Pérez, y el 30 por
ciento de ésta representa la misma totalidad, respecto de
Sánchez. Esto es lo que significan los conceptos del artículo que comentamos: Ninqún recurso tienen unas contra otras las q'iebras de los coolliqados por razón de ion
dividendos pagados......
Y añade estos otros: sino cuando la suma (le estos dividendos excedía el monto del principal y accesorios de la
acreencia, que en seguida vamos á explicar.
-688—
Admitamos que la quiebra de Sánchez ha producido 50 por ciento, por lo que el acreedor Rojas ha recibido el pago íntegro de su crédito y un 20 por ciento más.
A cuál de las dos quiebras será restituido ese exceso,
pues es imposible que el acreedor se quede con él? Para resolver ese punto, es necesario averiguar préviamente las circunstancias jurídicas en que se encuentran entre sí los coobligados, las'ciiales pueden ser dos diferentes.
191 Pérez y Sánchez pueden estar ligados por el
vínculo de h solidaridad perfecta, que es aquella en la
que cada uno de los deudores responde al acreedor de la
totalidad de la deuda, pero ésta es al. rñismo tiempo divisible entre los codeudores artículos 1131 y 1143 del Código Civil. De este género esla solidaridad que se establece entre dos ó más personas, que contraen juntas una
obligación mercantil, artículo 93,ó que la estipulan, segn el artículo 1133 del Código Civil; así como también
la que contraen los socios respecto de terceros en las
comiañias mercantiles, en nornbre ' colectivo, artículo 170.
21 El vínculo que . ata á Pérez y Sánchez puede ser
el de la solidaridad imperfecta, la cual se distingue de la
anterior en que existiendo la responsabilidad de la obligación por su. íntegro valor respecto del acreedor, lQs codeudores no tienen derecho de dividir entre, sí el pago
de la deuda; porque ésta pertenece á uno 'sólo y los codeudores se consideran respecto del deudor á quien concierne el negocio' como fiadores suyos, artículo 1140 del
Código Civil. En ese caso, se reputan el librador y los
sucesivos endbsantes de una letra de cambio, en cuanto á los endosatarios posteriores, y todos ellos con relación al portador. 'Si el librador paga al portador el valor de la letra, que no fue satisfecha por el librado, ningún derecho puede ejercer contra los endosantes, porque
-6891 es garante de todos ellos: si un endosante paga, no
puede dirigirse sino contra el librador y los endosantes
de quienes hubo la letra, no contra los eiidosatarios posteriores, porque él es garante de ellos.
Y es incontestable que el endosante que paga está
autorizado para reclamar de los que son garantes suyos
la totalidad de la suma que satisfizo, y en ningún caso la
ley le impone el deber de dividir el pago entre los demás
coobligados de la letra, pagaré, libranza, etc.
Las reglas son idénticas respecto del fiador. Sea
este simple, sea solidario, si paga ,por el deudor, debe ser
indemnizado totalmente por el fiado: si son varios los
fiadores, y uno paga la deuda tiene acción contra los cofladóres por su parte respectiva, según el artículo 1763,
Código citado.
La pregunta que hemos hecho la contesta la ley en
,e s`te artículo así: En tal caso, el exceso será devuelto según la naturaleza y orden' de las respectivas obligacions, á
¿as quiebras de los cooblqado.s que tengan á los otros por
jarantes, respuesta que podemos comprender ahora.
En efecto, si Pérez y Sánchez son codeudores ligados por la solidaridad perfecta, es obvio que el 20 por
ciento sobrante debe devolverse á la quiebra de Pérez;
porque esta deuda solidaria es entre ellos divisible, y cada uno tiene respecto del otro el derecho de no pagar
más de la mitad : si el crédito de Rojas procede del valor de una letra de# cambio, cuyo portador es; letra que
fue endosada por Pérez á Sánchez y luego por Sánchez
á Rojas, es también palmario que el 20 por ciento se ha
de entregará la quiebra de Sánchez, porque Pérez es garante de Sánchez, visto que le endosó la letra, que fue
después traspasada por Sánchez á Rojas, y cada uno de
44
-690los endosantes puede dirigirse contra los que le preceden
de acuerdo con el artículo 344.
Dado el caso de que los dos fallidos supuestos fuesen el librador y el aceptante, nos parece que el exceso
dicho debería devolverse í. la quiebra del librador, si
constase que éste había hecho provisión; á la quiebra
del aceptante, si este hubiese aceptado al descubierto,.
porque es claro que entonces el - librado tendría por garante al librador.
Si Sánchez no es por modo alguno codeudor solidario de 'Pérez, sino fiador . suyo, y la quiebra de Sánchez,
hubiese. pagado á Rojas el 75 por ciento, y resultase posteriormente que la de Pérez da otro 75 por ciento, los,
acreedores de Sánchez reclamarían con justicia el 50 porciento que Rojas no puede retener, porque excede de
su crédito. Ese exceso se restituye á la quiebra de Sánchez; porque, según la naturaleza y orden de las respectiva
obligaciones, Pérez está en el deber de pagar á Sánchez l&
que este pagó á Rojas en virtud de la fianza artículo
1758 Código Civil.
Estas mismas reglas son aplicables á los casos en
que son más de dos los cooblígados ó fiadores, y á otros.
análogos que pueden ocurrir.
Art. 877. El acreedor por obligaciones solidarias que
antes de la quiebra hubiere recibido de uli fiador ó coobligado
alguna parte de su crédito, será admitido en el concurso del
fallidó por lo que se le quede debiendo, y conservará su derecho contra el coobligado 6 fiador por la misma suma.
El fiado 6 coobligado que haya hecho el pago, será.
admitido en la masa por lo que haya pagado en descargo del
fallido.
He aquí la segunda hipótesis, á que aludimos en el
principio del comentario que precede: Rojas recibió
-691antes de la quiebra de Pérez, el valor de la mitad de la
deuda que le satisfizo Sánchez, codeudor ó fiador de aquél.
El 50 por ciento recibido redujo el crédito de Rojas
al 50 por ciento: no podrá presentarse, pues, en la quiebra de Pérez sino por esa porción, y al mismo tiempo
Sánchez recurrirá contra la quiebra dicha por el 50 por
ciento que pagó, como fiador de Pérez, ó si siendo endosatario de Pérez nolos liga respecto del acreedor sino una
solidaridad imperfecta, segán explicamos ya, y por tanto
le asiste acción para hacerse pagar lo que enteró á Rojas;
en la inteligencia de que si la solidaridad es perfecta no
podrá', sin d por lo que excede de la mitad de'
la deuda, divisihié entre' los c6deudores.
En la cuota satisfecha, hallándose en los casos referidos, Sánchez se subroga al acreedor y puede concurrir
con él contra el deudor, para hacer valer los derechos
que le corresponden en proporción de lo que le es debido, artículo 1201 Código Civil, en el cual se funda , la
regla establecida en esta disposicióp mercantil.
El acreedor no renuncia sus derechos contra el
coobligado ó el fiadOr, porque acuda á hacer valer sus derechos en la quiebra. Si la quiebra de Pérez no diese,
verbo y gracia, más que el 50 p de la mitad reclamada, esto es un 25 p, Rojas podría exigir de Sánchez
el pago del otro 25.
Si Sánchez, después de haber pagado la cuota mencionada, quebrase también, Rojas se presentaría en ambas quiebras por la porción insoluta de su crédito, y se
observarían las reglas contenidas en el artículo anterior.
El presente artículo se contrae al caso, en que el
pago se ha efectuado antes de la quiebra del deudor principal, ó codeudor solidario. Dedúcese de aquí que es
otro ¿1 principio, si el pago se hizo por el coobligado des-
-692pués de la quiebra del otro obligado. La Corte de Casación de Francia, en sentencia de 23 de noviembre de
1852, cuya doctrina está sostenida por la opinión de
varios tratadistas notables; tiene declarada qu en el
caso dé que parte del pago se efectuase por el codeudor
ó el fiador, después de la declaratoria de quiebra referida, no puede el que pagó presentare en el concurso,
porque el auto precitado fija la situación de los acreedores: en ese momento el crédito pertenecía íntegro á
un acreedor; nada significan para el concurso las alteraciones que el crédito ha sufrido por actos de los coobligdos, que no eran acreedores del fallido antes de la
declaratoria judicial dequiebra; y que por tanto el
acreedor primitivo figurará sólo por el crédito integro,
con obligación de enterar al fiador ó codeudor la parte,
ue recibiese de la masa sobre la que efectivamente se
le debía para entonces.
Art. 878. Después de admitido en el pasivo de la quiebra el crédito garantido con prenda, podrán los síndicos, con
autorización del Juez, recoger la prenda, satisfaciendo la
deuda.
Si la prenda fuere vendida á solicitud del acreedor, el
exceso del precio sobre la deuda; si lo hubiere, será. recibido
por los síndicos para la masa quirografaria.
Sucede, por lo regular, que la cosa, dada en-prenda
es de un valor doble á lo menos de la deuda, y á la masa le convendrá casi siempre pagar la obligación que
con esa garantía contrajo el fallido, y recuperar la prenda; pues una vez calificado el crédito, y visto que no
hay conveñio, el acreedor hará vender judicialmente la
cosa prendaria, por un precio menor del que podrían tal
vez sacar los síndicos, en ocasión más oportuna y de mejores resultados.
-693Si el preéio obtenido en la venta judicial, promovida por el acreedor, fuese menor que la deuda, tendría
éste derecho de incorporarse en la in .asa quirografaria
por la diferencia; y si el precio de la venta excediese,
la diferencia favorable se aplicaría á la masa dicha:
Art. 879. Después de admitidos los acreedores privilelegiados sobre los bienes muebles, el Juez podrá autorizar á
los síndicos para pagarlos con los primeros fondos recaudados.
Sabemos que, según los artículos 1799 Y 1800 del
Código Civil, hay privilegios generales, que comprenden
todos los bienes muebles del deudor, y privilegios especiales, que se refieren á ciertos bienes muebles.
Esta disposición se contrae á los primeros, y se rigen por el citado artículo 1799. Por ejemplo: el fallido
debe como tutor de un menor, por cuyos bienes no ha
dado caución, Bs. 30.000, crédito que ha sido admitido
y reconocido como privilegiado, conforme al número 79
articulo 1799 Código Civil: si no hay otro acreedor preferente sobre los bienes muebles, el Juez podrá autorizar
á los síndicos para que paguen la suma antedicha con
los primeros fondos recaudados, es decir, antes de toda
distribución, porque aquel privilegio abraza los bienes
de la quiebra, excepto los inmuebles hipotecados.
El artículo dice : podrá autorizar, porque á veces
habrá que , pagar antes gastos de la quiebra, auxilios
aun lialimenticios, etc., artículo 883, que no estén aun
quidados.
Art. 880. Cuando la distribución del precio de los bienes especialmente afectos á privilegio 6 hipoteca, fuere hecha
antes ó al mismo tiempo que la del precio de los otros bienes,
los acreedores privilegiados 6 hipotecarios que no hagan sido
pagados por entero con el precio de los bienes que les están
-694especialmente afectos, concurrirán con los otros acreedores
sobre los demás bienes en proporción de lo que se les quede
debiendo.
Los acreedores que gozan de privilegio ó hipoteca
especial, llegado e, estado de unión, tienen derecho de
promover la venta de las cosas afectas á su crédito, para
ser pagados con el producto de ellas.
Si el precio de esas cosas no alcanza á cubrir la
acreencia, el acreedor, concurre por la diferencia con los
acreedores quirografarios.
Art. 881. Si una ó más distribuciones del producto de
los bienes que no estén especialmente- afectos -á privilegio 6
hipoteca, precedieren á la distribución del precio de los que
lo estén, los acreedores privilegiados é hipotecarios partici parán de las reparticiones en proporción de la totalidad de
sus créditos, á reserva de lo dispuesto en los artículos siguientes.
Con esta disposición la ley ha querido eximir á los
privilegiados é hipotecarios del deber de esperarla venta de los bienes, afectos á sus respectivos pagos, lo cual
los habría hecho de peor condición que los quirografarios.
Los primeros fondos que entran á fa masa provienen
comunmente de la venta de mercancías y de la cobranza
de valores, que se deben á la quiebra. La distribución
de esos fondos se hace entre todos los acreedores sin
distinción, en proporción á la totalidad del crédito.
Luego se harán las deducciones que correspondan.
Art. 882. Después de vendidos los bienes especilmente afectos á privilegio .6 hipoteca, los acreedores privilegiados
6 hipotecarios, á quienes corresponda el pago íntegro de sus
-
—695—
créditos con el precio de la venta, sólo recibirán de ese precio
lo que se les quede debiendo, deducido de su crédito total
lo que según el artículo anterior hubieren recibido del producto de los otros bienes. Las sumas así retenidas no se apli•carán á los otros privilegiados ó hipotecarios sobre los mismos
bienes, colocados en orden inferior á aquellos, sino se restituirán á la masa quirografaria.
Los acreedores privilegiados ó hipotecarios que no alcanzaren á cubrirse con el precio de los bienes que les están
afectos, sino de parte de sus créditos, participarán, en las
-distribuciones del producto de los otros bienes, en proporción
de lo que seles quede debiendo, deduciendo del total de sus
créditos lo que les tocó del precio de los bienes que les estuvieren afectos; y si algo hubieren recibido de más según esa
proporción en las distribuciones anteriores del precio de los
otros bienes, se les retendrá de lo que les corresponda del predo de los bienes, especialmente afectos, y se restituirá á la
masa quirografaria.
Los acreedores á quienes nada alcanzare en el precio de
los bienes que les estén especialmente afectos, concurrirán
por la totalidad de sus créditos en la masa quirografaria.
Lo demostrarémos con ejemplos.
García es acreedor hipotecario por Bs. 20.000: el
precio de las cosas no afectas á ningún pago preferente
'en la quiebra de Rodríguez ha producido el 50 % para
los acreedores quirografarios.
ler. casó. García ha recibido en las diferentes reparticiones que se han hecho durante la liquidación
Bs. 5.000. Véndese posteriormente la cosa hipotecada,
cuyo precio alcanza á Bs. 25.000: aquel acreedor sólo
recibirá 15.000 de ellos, y los otros 10.000 se aplicarán
: la masa, 5.000 por los que antes había recibido García
y 5.000 como excedente del valor ¡de la hipoteca, dado
que no exista otro hipotecario en segundo grado.
-69629 caso. García ha recibido de la masa quirografaria Bs. 10.000: la cosa hipotecada no ha producido en
venta sino 10.000. De manera, que García es acreedor
uirografario por 10.000; pero, como la quiebra no da
á los acreeores de ese género, sino el 50 % de sus créditos, resulta que la masa tiene derecho de retener
Bs. 5.000 del precio obtenido por la cosa hipotecada, y
así García habrá recibido por su acreencia Bs. 15.000
que se descomponen en estos términos: 10.000 productode la hipoteca y 5.000 por el 50 que le cabe como
quirografario sobre los otros 10.000 que no ,fueron cubiertos por la cosa hipotecada.
3er. caso. La cosa hipotecada no alcanzó absolutamente para pagar los Bs. 20,000 que se deben á García,
porque había, verbo y gracia, otro acreedor preferente
Entonces no será más que acreedor quirografario porla totalidad del crédito y percibirá un 50 % como los
demás. Si en las reparticiones había recibido más de
Bs. 10.000 contándose con lo que produciría la hipotecar
estará obligado á devolver el exceso al concurso.
Dice el artículo que las sumas retenidas del producto de los bienes hipotecados ó afectos al privilegio se
aplicarán á la masa, y no á los otros acreedores privilegiados ó hipotecarios de orden inferior. La razón es
porque esas sumas no representan mayor valor de aquellos bienes, respecto de los, créditos satisfechos, sino las
cantidades que el acreedor preferente había recibido,
sacadade la masa quirografaria.
Art. 883. Los síndicos harán las debidas reparticiones
después de deducidas las costas, los demás gastos de la quiebra y los auxilios alimenticios y gastos de defensa, que se
hayan asignado al fallido.
No harán pago alguno, sin que se les presente el título
-697de la acreencia, en el que anotarán las sumas que entreguen
6 hicieren entregar en pago. Pero, si no fuere posible á algún acreedor la presentación de su titulo, el Juez podrá ordenar el pago, con vista del acta de calificación.
El acreedor firmará siempre recibo al margen del estado
de repartición.
Adviértase que mi se hacen estas deducciones del
valor de los bienes afectos especialmente á privilegio ó
hipoteca, si no fueren los gastos causados particularmente para conservarlos ó venderlos.
Las deducciones que aquí se enumeran se cargan
sobre la masa quirografaria.
Después de la calificación, los acreedores reciben
sus títulos con la nota de que habla el artículo 839.
Cada vez que son llamados á recibir un dividendo, los
acreedores están obligados á presentar sus títulos, y en
ellos se anotan las sumas que reciben. Así se evita
que un acreedor perciba en varias quiebras, más de lo
que le pertenece.
No bastaría para precaver un fraude el hecho de
que el acreedor conste en el acta de calificación, atendiendo á que puede haber enajenado después su título á
un, tercero. En previsión de que luego ocurra por el
pago el propietario legítimo del crédito, el Juez puede
tomar las seguridades que sean oportunas.
El recibo, que se estampa al margen dél estado de
reparticiones, es sin perjuicio de otro recibo que quieran
exigir los síndicos, porque e] título del crédito lo retiene
el acreedor hasta que sea completamente liberado.
Art. 884. La presentación de los acreedores morosos no
suspenderá la ejecución de las reparticiones, acordadas por el
Juez; pero, si se procediere á otras reparticiones estando pendiente su calificación, dichos acreedores serán comprendidos
-698---por las sumas que provisionalmente dterminare el Juez; y
éstas quedarán reservadas hasta que la calificación quede
terminada.
Si fueren admitidos, no podrán reclamar devolución alguna de las reparticiones efectuadas; pero sí tendrán derecho
á tomar de las sumas aun no re partidas los dividendos que
les habrían correspondido en • las distribuciones anteriores.
Los acreedores presentes no deben sufrir perjuicio
por la no comparecencia de otros acreedores. En el sistema de procedimiento de la quiebra, basta la publicación del auto declaratorio para el emplazamiento. Los
actos de la quiebra, de la calificación en adelante, pueden efectuarse desde que está vencido el término, que
se concedió para los acreedores domiciliados en la República, ó que estuvieren representados en ella, artículo 835.
Para salvarlos derechos de los que se han presentado, estando pendiente la calificación de sus créditos,
se hacen los apartados que ordena este artículo, á contar de la fecha en que s presentaron. Si se les permitiera rec]amar su cuotaen las reparticiones anteriores,
se causarían, sin duda, perjuicios á los acreedores, que
habn sido más diligentes. Art. 885. Al ordenarse las reparticiones, se acordará
también que se reserve la cuota correspondiente á los acreedores domiciliados fuera de Venezuela, cuyos términos de
comparecencia no estén aun vencidos; y si pareciere al Juez
que alguno de estos créditos no está colocado con exactitud en
el balance, podrá ordenar que se reserve mayor suma.
Vencidos los términos señalados para comparecer, sin que
hayan ocurrido á la calificación de sus créditos, las cantidades reservadas serán repartidas entre los acreedores reconocidos.
A esos acreedores no les queda ningún derecho contra el fallido que hubiere sido declarado excusable. Caso
contrario, podrán deducir sus acciopes contra el fallido,
cuando adquiera bienes ejecutables. Ninguna acción
les compete contra los otros acreedores, salvo que éstos
hayan incurrido en algún fraude contra los acreedores
no comparecientes.
Art. 886. También se reservarán las porciones que á
juicio del Juez puedan corresponderá los acreedores, cuya calificación esté controvertida.
La ley ampara con esa medida á los acreedores
mencionados, á fin de que no suceda que terminada la
controversia no hallen nada que repartirse, ppr estar
agotado el activo.
Art. 887. De la fijación de la cantidad que haga el Juez
en los casos de los dos artículos anteriores, podrá apelarse ante el tribunal de comercio.
Pueden apelar el fallido, los acreedores ó los síndicos, en representación de estos, por el perjuicio que les
resulte de la fijación.
Art. 888. Líos síndicos presentarán al Juez de conercio
todos los meses un estado del ingreso, egreso y existencia de
los fondos de la quiebra, y una noticia de los gastos que hayan
de hacerse. El Juez ordenará, si hay lugar, una repartición
entre los acredores, fijará la cantidad, y cuidará de que todos
los acreedores sean advertidos.
El estado de unión puede durar largo tiempo, por
dificultades en liquidar y realizar los bienes del fallido.
Estos informes mensuales mantienen á los síndicos bajo
la constante inspección del Juez, quien no necesita con-
-700vocar juntas de acreedores, para decidir sobre los incidentes que sobrevengan en e] curso de la liquidación,
artículo 873.
Art. 889. Concluida que sea la liquidación, serán convocados los acreedores y el fallido para el examen de la cuenta general de los síndicos.
En eajunta, exigirá el Juez á los acreedores informe sobre si el fallido es excusable 6 nó; y se consignarán en el
acta los pareceres y observaciones de los acreeeores.
Concluida esta reunión, el concurso queda disuelto; y
los acreedores recobran el derecho de proceder individualmente en el ejercicio de sus acciones.
La liquidación se' considera terminada, cuando se
han realizado todos los valores del activo, y repartídose
entre los acreedores las cuotas que les han correspondido en las distribuciones, y se han hecho las reservas
dispuestas por los artículos 884 y 815. En tal situación, nada les resta que hacer á los síndicos, sirio es
rendir cuenta de la adminitración, que acaba por falta
de objeto.
El Juez no tiene poder suficiente para recibir la
cuenta: llama, por tanto, al fallido y á los acreedores á
ese efecto. Estos podrán resolver que se nombre por
eJuçz, ó por la asamblea. peritos que examinen la cuenta é informen sobre ella, difiriendo para otro día la reunión que debe ocuparse en el asuntó`. Pueden sobrevenir reparos que exijan contestación de los síndicos, término probatorio y sentencia sobre los puntos controvertidos, en todo lo cual se observará el procedimiento
ordinario.
Si el Juez no cumple el deber que le impone este
-701artículo,'el fallido ó cualquiera de los acreedores pueden exigírselo.
Los acreedores informan sobre si el fallido es ó nó
excusable: el voto de los acreedores es puramente consultivo. Así como la calificación de la quiebra, como
culpable ó fraudulenta. no depende de la resolución ó
dictamen de los acreedores, quienes sólo están facultados para autorizar á los síndicos, con el fin de que la
pidan en conformidad con el artículo - 765; la ley no ha
querido que la declaratoria de excusable otorgada al fallido dependa de la voluntad de los acreedores, los cuales procederán á las veces influidos por el resentimiento
de las pérdidas sufridas en la quiebra. La opinión que
los acreedores dan no-liga al tribunal en manera alguna. Hácense constar los pareceres de aquéllos, para
que los jueces á quienes toca resolver los tengan á la
vista en su oportunidad.
Esta reunión esla última del concurso: en lo adelante cada acreedor puede proceder libremente en el
ejercicio de sus acciones contra el fallido demandarlo
individualmente, celebrar arreglos particulares con él etc.
Art. 890. . El juez convocará al tribunal de comercio,
el que con vista del expediente decidirá si el fallido es ó no
excusable.
NQ.pueden ser declarados excusables: los quebrados fraudulentos, los condenados por hurto, estelionato, estafa 6 abuso de confianza, ni los tutores, curadores, 6 administradores
de bienes ajenos, que no rindieren sus cuentas, con pago del
saldo.
Toca al tribunal pleno esta decisión. Declarar
excusable al fallido equivale á declararlo libre de toda
culpa y de las penas consiguientes. No se concibe que
el fallido que ha merecido la nota de excusable, pueda
-702estar enjuiciado ó condenado como quebrado culpable.
Esa declaratoria vale, pues, la remisión del juicio y la
absolución de toda responsabilidad, con la singularidad
de que esta simple decisión del tribunal de comercio
produce el efecto de anular la sentencia, ejecutoriada
que se hubiese dictado por los tribunales ordinarios, a
quienes correspondió el juicio de calificación de la quiebra, según el artículo 765. Absurda inevitable, debido
á' haberse engranado ese beneficio de la excusibilidad en
el juicio de quiebra, sin haber borrado otras disposiciones, que pertenecen á la, época que se inspiraba en la idea
de que era j'usto y necesario todo rigor contra el fallido.
El fallo del tribunal, cualquiera que sea, es apelable para todos los que se consideren agraviados.
No pueden ser declarados excusables los excluidos
en este artículo, porque son reos de delito ó han administrado mal bienes ajenos. Excusarlos, es decir, exculparles, sería justificar el dolo.
En opinión de varios, expositores franceses la declaratoria de excusahilidad es poco menos que intití1
hoy, después que se abolió en Francia la prisión por
deudas, que no procede de fraude ó delito, lo mismo
que en Venezuela. Antes el fallido declarado excusab1 adquiría el beneficio de libertarse de la prisión por
deudas, beneficio que se equiparaba al de 'la cesión judicial de bienes, que le está vedado al comerciante, y
con ese fin fué que por la ley de 1838 se introdujo en el
Código de Comercio francés.
Hoy se hace todavía la declaratoria precitada por
sus efectos morales,' en atención á que es un certificado
de buena conducta, que se expide en honor del fallido,
y por el beneficio de competencia.
-703—
Esta declaratoria pone al fallido en aptitud de obtener su rehabilitación, Con arreglo al artículo 897.
Art. 891. El fallido que fuere declarado excusable tiene derecho al beneficio de competencia.
El beneficio de competencia es el definido por el artículo 1.879 del Código Civil, que en el número 59 se
refiere también expresamente á los fallidos declarados
excusables. Consiste en el derecho que se concede al
deudor de que al ejecutársele se le deje lo necesario
para vivir honestamente, según acostumbran las personas pobres de su educación.
Este beneficio se coutrae á los créditos comprendidos en la quiebra. De suerte, que los que el fallido omitió y las deudas adquiridas después no están sometidas
á esa limitación.
rrirruo xi
DE LOS RECURSOS CONTRA LAS DECISIONES DADAS EN LOS
-.
JUICIOS DE QUIEBRA
Art. 892. La revocación de los autos en que se niegue &
se haga la declaración de quiebra, ó se fije la época de la cesación de los pagos, debe pedirse ante el mismo Juez que los
dictó; el que paradecidir se asociará con los conjueces mnercantiles.
El fallido y los acreedores domiciliados en el lugar del
juicio, pueden pedirla dentro de ocho días después de expedido el auto que niegue la declaración de quiebra, ó de publicados en los términos prescritos en el artículo 799 los que declaren la quiebra ó fijen la época de la cesación de los pagos.
Los acreedores domiciliados fuera del lugar del juicio
podrán pedir la revocatoria del auto que declare la quiebra &
-704—
fije la época de la cesación de los pagos, hasta el día sefialado
para la calificación de los créditos.
Los demás terceros interesados podrán oponerse á los
efectos de esa fijación, siempre que se quiera hacerlos valer
.
contra ellos.
Las determinaciones del tribunal de comercio en los casos de este artículo, son apelables, considerándose corno dictadas en primera instancia; pero las que declaren la quiebra
6-mantengan la declaración hecha por el Juez, se ejecutarán
no obstante apelación. -s
Estos recursos son de dos especies: el de oposición
y el de apelación.
En el juicio de quiebra la primera instancia está
dividida en dos jurisdicciones: una, que desempefia sólo
el Juez de comercio, y otra, que está á cargo de este
riiismo magistrado asociado á dos conjueces mercantiles,
que forman el tribunal pleno de primera instancia en lo
mercantil.
El fallido podrá pedir la revocación del auto que
niega la declaración de quiebra, cuando es él quien la
promovió.. Entonces, lo mismo que los acreedores, deberá ocurrir; dentro de los ocho días contados de aquella providencia. Si el auto fuere declaratorio de la quiebra ó tuviese por objeto fijar la época de cesación de
pagos, el término se cuenta para todos los que tengan
interés en oponerse desde la publicación predicha, que
hace las vces de emplazamiento.
Los acreedores domiciliados fuera pueden ser de
dos clases: unos que residen en la República y otros
en el extranjero. Recordémos respecto de los primeros,
que el día para la junta de calificación debe señalarse,
de manera que estén comprendidos los términos acordados á aquellos, artículo 835, con lo que les será. siem-
-7o5pre posible hacer la oposición sobredicha: en cuanto
lbs domiciliados en el extranjero, acoñtecerá á menuda
que no lleguen á tiempo para aquel recurso, visto que
no se les aguarda para la calificación.
Las demás personas que no son parte en el juicio
pueden oponerse en cualquier tiempo, que se quiera hacer valer contra ellas la declaratoria de quiebra y la fijación de la cesación de pagos; pues á ellas no las obligan
las resoluciones dictadas en aquel juicio, ni la cosa juzgada, artículo 1.294, Código Civil. Por ejemplo: Ruiz
ompróá López una casa: declárase á éste posteriormente 'en quiebra, y por la fecha de la cesación de pagos resulta que aquella enajenación puede ser anulada.
Mientras el comprador no sea molestado en su posesión,
por los síndicos, los acreedores ó el Juez, ningún térmiio corre contra él.
Y, aunque hayan pasado años, en cualquier
tiempo en que se pre'enda desposeerlo de la casa dicha,
4e1 propietario podrá atacar la declaratoria de quiebra ó
a fijación de la cesación de pagos, así corno ejercer los
,demás recursos que le conciernen.
Aplícase aquí el principio establecido en el artículo
11.251 del Código Civil, según el que la excepción de nulidad es perpetua aun cuando la acción sea temporal.
Quod temporalia sunt ad aqendum perpetua sunt ad exi,piendum.
Art. 893. De las determinaciones que el Juez de comercio dictare en la administración de la quiebra, no se concede
ape1ación, sino en los casos expresamente determinados por
la ley; y en tales casos conocerá de la apelación el tribunal
de comercio, supliéndose al Juez con arreglo á la ley orgánica.
de tribunales.
45
-706La apelación se oirá sólo en el efecto devolutivo, y la resolución del tribunal es inapelable.
El Juez de comercio es el juez sustanciador de la.
quiebra. Las determinaciones que como tal pronuncia
en. lo administrativo de aquélla, no se refieren nunca
los derechos y obligaciones de las partes. Pero, pueden3
éstas sentirse perjudicadas en sus intereses, y por eso
se les permite apelar. Se oye el recurso en un solo efecto, porque las resoluciones mencionadas son providencias interlocutorias que se consideran urgentes, artículo
130, Código de Procedimiento Civil.
Iñ este artículo hallamos dividida también la segunda instancia del juicio en dos jurisdicciones: una
que ejerce el mismo tribunal de primera instancia, supliéndose antes el Juez con arreglo á la ley orgánica de
tribunales; y otra, que está á cargo del 'tribúnal superior, mencionado en el siguiente artículo.
Art. 894. Son apelables ante el tribunal superior, en
el efecto devolutivo, solamente, el auto que acuerde el arresto
del fallido; el que niegue su libertad, y el que la acuerde bajo fianza.
Son providenciasiprecautelativas que podrían resultar ineficaces por el recurso de ape1aión, si se admitiese
en el efecto suspensivo. En los juicios criminales, sólc
se oye apelación en el, efecto devolutivo del auto de detención, porque se considera urgente.
Art. 895. Se seguirán las reglas establecidas en el Título III, libro IV de este Código sobre apelación y demás recursos contra las sentencias interlocutorias ó definitivas, cuando
no haya disposición especial en este Título.
-707Las reglas dadas en este Título para el procedimiento en materia de quiebra son especialísimas en todos sus trámites.
Art. 896. El término para apelar será el de tres
en- todas las instancias, en todo caso en que haya lugar al
ecurso en los procedimientos de- quiebra.
Este tórmino es más breve que en los demás juiciós
rnercantile, artículo 957. En cuanto al del recurso de
hecho será el del artículo precitado.
TITULO XII
DE LA 41EHABIL1TACIÓN
Art. 897. El fallido que haya satisfecho sus deudas íntegramente, ó por lo menos en la proporción á que queden
reducidas por el convenio, con los intereses y gastos que sean
de su cargo, tiene derecho á ser rehabilitado. Si la quiebra hubiere sido de una compañía de comercio,
ninguno de los socios podrá ser rehabilitado, sino después de
extinguidas todas las deudas sociales, con arreglo á este articulo. Pero, esta disposición no comprende al socio con quien
la junta de acreedores haya hecho convenio por separado.
Las palabras que haya satisfecho significan, en nuestro concepto, que las obligaciones del fallido hayan sido
extinguidas por cualquier medio legal. No se requiere
precisamente que el fallido haya pagado, si por compensación, confusión, dación en pago, etc., las obligaciones
han desaparecido conforme á la ley.
La remisión y la prescripción están en el mismo
caso. Sería absurdo negarle la rehabilitación al fallido,
cuando un acreedor le hubiese remitido la deuda, 6
cuando no exigiéndole el pago, tal vez con propósito
-708de liberarlo implícitamente de ella, la hubiese dejado
prescribir.
Lá ñovación podría en algunas circunstancias rechazarse, pues que por ese medio no se extingue la deuda, sino se •eemp1aza con otra; pero, es indudable, que
siempre que la intención de las partes fue extinguir
en absoluto la deuda que figuró en la quiebra, ó que la
novación se operó por cambio de deudor ó acreedor, está cumplido el fin de la ley, el cual es que el fallido se
halle exonerado de todas las obligaciones, que le condujeronal estado de quiebra.
No es menester que hayan sido cumplidas íntegramente, si el convenio descargó al fallido de una parte de
ellas, dado que ese acto es la ley de los interesados en
la quiebrá. Quédale al fallido la obligación natural de
satisfacer el todo de las deudas; pero, sabernos que las
obligaciones de ese género no producen acción civil, y
que no se puede repetir lo que voluntariamente se pagó
jjor virtud de ellas.
.Los socios no pueden ser rehabilitados separadamente, cuando son solidarios en las obligaciones, porqué
la respoiisabilidad común lo impide. Hemos visto en
el artículo 860 que es permitido celebrar convenio con
uno ó algunos de los socios, quedando el activo social
sometido al régimen de la quiebra.
• Por referirse la rehabilitación á la persona delfallido, podría decirse que es de estatuto personal. Pero, no
es así, porque esta incapacidad es siempre relativa á
los bienes, lo cual la distingue de la interdicción y la
hace de estatuto real, como la quiebra.
De esto se infiere que la rehabilitación no valdrá
sino, para la Nación, conforme á cuyas leyes se decretó
la quiebra, y respecto de-los bienes que en ella se en-
-709cuentren. Si e ' fallido fue á la vez declarado en quiebra
en país extranjero, no le valdrá la rehabilitación obtenida en Venezuela, ó viceversa; cómo en paridad dé
casos no lo incapacitaba el auto declaratorio de quiebra
dictado en Venezuela, para tratar y contratar en país
extranjero, ó viceversa, respecto de los biehes y valores,
que tuviese en jurisdicción distinta de la en que se declaró la quiebra.
Art. 898. Por la rehabilitación cesan todas las interdicciones legales, á que por la quiebra estaba sometido, l
fallido.
La rehabilitación tiene también por objeto restablecer al fallido en su buena reputación y fama, efecto moral que estimula al corrTerciante desgraciado, para borrar
sus pasados desastres.
Las interdicciones legales están reducidas entre nosotros á la incapacidad para ser corredór, vendutero,
juez y desempeñar otros cargos, visto que no existen
todavía bolsas de comercio y que la condición de fallido
no priva del ejercicio de los derechos políticos.
Art. 899. La rehabilitación se pedirá al tribunal de comercio de la jurisdicción, en que se siguió el juicio de quiebra.
El solicitante presentará los comprobantes de su solvencia.
El Juez hará publicar la solicitud por edictos, y por la
prensa si fuere posible, y practicará las diligencias de reconocimiento y demás necesarias para acreditar la verdad de
los hechos. Vencidos dos meses desde la fijación de los edictos,. convocará el tribunal de comercio para que resuelva.
La resolución que acuerde la rehabilitación se publicará
en los periódicos oficiales que pida el interesado.
O
El fallido debe ocurrir al Juez de la jurisdiéción,
IMMIE
que conoció de la quiebra, aunque haya cambiado de
domicilio. Allí está el expediente del juicio, allí se le
conoce, allí deben estar algunos de sus acreedores.
Los comprobantes de solvencia deben estar legalizados. Las publicaciones que se ordenan son destinadas á prevenir á los acreedores, que tengan derechos
contra el solicitante. No se les llama, para que sigan
juicio con el fallido, sino para que objeten 6 nieguen el
estado de liberación pretendido por el fallido.
Sobre ese punto el trihuia1 resuelve sumariamente,
si existe ó no una pretensión aparentemente legal de
obligación, sin decidir en el fondo del derecho que alega
el que se dice acreedor no satisfecho lo cual corresponde al Juez competente, según la ley.
El Juez de comercio sustancia esta incidencia
final del juicio de quiebra, y el tribunal de comercio resuelve.
No se ordena la publicación, sino cuando la providencia favorece al postulante, para no perjudicarle en
el concepto público.
Art. 900. No se acordará la rehabilitación á los que según el artículo. 890 no pueden ser declarados excusables, sino
cinco años después de haber cumplido su condena, si acreditaren que en ese tiempo han observado una conducta irreprensible, y que han pagado sus deudas en los términos prescritos en este Título.
La rehabilitación no se concede sino al comerciante
desgraciado. Pero, como aun los fallidos que no pudieron merecer la nota de excusables, son susceptibles de
regeneración por el trabajo honrado, la ley les abre aquí
la puerta para alcanzar la rehabilitación.
Art. 901. El quebrado simplemente culpable podrá ser
-711rrehabilitado con arreglo á las disposiciones anteriores, después que haya cumplido su condena
Refiérese á los fallidos culpables que no fueron declarados excusables, artículo 890. La celebración del
convenio con el quebrado culpable equivale á la declaratoria del artículo antedicho, pues por aquel acto el
fallido recobra la administración de sus bienes y su capacidad legal.
Abolida la prisión por deudas en Venezuela, no
existe la condena á que alude este articulo, como lo he'mos demostrado ya.
Art. 902. El fallido puede ser rehabilitado después de
su muerte.
Sea el juicio anterior, sea posterior á la muerte del
comerciante, los herederos pueden solicitar la rehabiliiación del finado para honrar su memoria.
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