DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES Discurso de la Inspectora Claudia Guerrero en el Día del Alumno y del Funcionario de UTU Compartimos con Uds. el discurso de la Inspectora Regional Claudia Guerrero durante la celebración del Día del Alumno y del Funcionario de UTU, el miércoles 9 de setiembre. Esta funcionaria fue seleccionada por medio de un sorteo ante Escribano Público como representante de todos quienes ese día recibieron sus medallas por 30 y 50 años de labor en nuestra institución. Discurso Buenas tardes a todos: autoridades presentes, funcionarios homenajeados, estudiantes, familiares, compañeros y amigos que nos acompañan. Hoy es un día de celebración, alegría y reflexión. Cuando uno cae en la cuenta que cumplió 30 años de labor en una institución, tiene sentimientos profundos y encontrados. Por un lado, mira hacia atrás y ve como en una película, escenas que marcaron la historia de la institución y toma San Salvador 1674 Oficina 0. Teléfonos 2419.84.88 – 2412.28.59. Fax 2410.82.06 [email protected] – [email protected] DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES conciencia de que uno fue parte de esos procesos. No solamente testigo, sino artífice de transformaciones que se fueron produciendo intencionalmente y asume que no transitó 30 años como un visitante, sino como un actor comprometido y que puso su granito de arena para que esos cambios se produjesen. Por otro, siente que esos 30 años pasaron volando, en las dinámicas continuas que tiene esta profesión. Esta generación que está aquí presente, es nada más y nada menos que la generación del 84. Una generación que con aciertos y errores propios de la juventud y de la turbulencia del momento histórico que vivía el país, tuvo que salir a pelear por restituir derechos que habían sido avasallados. Y todos juntos, sin distinciones partidarias o de cualquier otro tipo, lo hicimos. Somos un grupo humano que además de ingresar a la función pública a desempeñar nuestros roles, en paralelo, dedicó muchas horas de sus vidas para recuperar derechos y conquistar utopía. Nada en la vida es fundacional, ni las instituciones, ni las personas. Todos somos producto de los legados de los que nos precedieron, y al mismo tiempo, hacedores de historia. La UTU es una institución centenaria, signada por un pacto fundacional que la tuvo subsumida durante décadas en el imaginario social como una modalidad educativa fuertemente descalificada e invisibilizada por la sociedad. Contra todo y todos, fuimos demostrando que se podía educar en contextos altamente desfavorables. Y en esos tiempos, los recursos destinados a la Educación eran vergonzosos: no solamente los salarios de los trabajadores de la educación eran de hambre, sino las condiciones materiales para dictar las clases eran terribles. Pese a ello, al hostigamiento de algunos, y a condiciones indignas de trabajo, logramos hacer escuela. Y fuimos capaces de transformar locales que eran centros de reclusión de menores como el “Alvarez Cortés” en la Escuela Técnica Malvín Norte. En la actual coyuntura, que está en el debate público el tratamiento de los menores infractores, supimos transformar un reformatorio San Salvador 1674 Oficina 0. Teléfonos 2419.84.88 – 2412.28.59. Fax 2410.82.06 [email protected] – [email protected] DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES en escuela y educar con compromiso y amor. Y, en esos contextos, fuimos forjando nuestra profesión docente y nuestro perfil humano. La UTU de esa época fue un verdadero Centro de Formación Docente: aprendimos qué se debía hacer por el prójimo y ellos nos enseñaron a ser mejores docentes y mejores personas. Nuestros estudiantes y sus familias fueron la mejor fuente de conocimiento que tuvo nuestra generación. Esas vivencias compartidas, esos sueños inquebrantables, generaron vínculos personales tan fuertes, que son difíciles de entender para quienes no conocen a nuestra institución. En la adversidad nos unimos para fortalecernos, y sin saberlo, nos transformamos en familia. Y la familia no es solamente una cuestión genética: es una elección de vida y de amor. Por esas razones y muchas más, para nosotros jamás fue traumático trabajar con alumnos muy pobres, algunos con antecedentes penales, con adultos que llegaban a los cursos de Formación Profesional y se habían olvidado de escribir y leer. En esa UTU me formé y conocí a mis colegas y funcionarios más veteranos, verdaderos maestros vocacionales. Quiero recordar especialmente a dos personas que marcaron a fuego mi formación inicial y la de muchos de los que están hoy aquí presentes: los queridos María Ester Nicolini de Pagola y Washington García Platel. En ellos sintetizo la ética profesional y la visión de una institución verdaderamente transformadora. Allí descubrí que mi lugar en el mundo estaba en la UTU y renuncié a mis otros ámbitos laborales para dedicarme en cuerpo y alma a mis estudiantes. Hoy la UTU ha crecido, gracias a la labor de mucha gente con excelente formación académica y, especialmente con la creación de los Bachilleratos Tecnológicos la institución comenzó un proceso de profunda transformación, prestigio social y cambio en la composición de los docentes y parte del alumnado. Y ese proceso fue producto de la acumulación de saberes e impulsos de muchas personas y es una línea de política educativa que fue reformulada, pero se instaló para quedarse. San Salvador 1674 Oficina 0. Teléfonos 2419.84.88 – 2412.28.59. Fax 2410.82.06 [email protected] – [email protected] DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES Por eso insisto en que nada es fundacional, y que todo es continuidad y cambio. Como dijo Carlos Fuentes: “No condenemos a muerte los aspectos vivos de la tradición. Entendamos que no hay una nueva creación sin tradición que la sustente, ni tradición que perviva sin una nueva creación que la nutra.” (del libro “Por un progreso incluyente”, que fue una obra realizada a pedido de los sindicatos docentes de México). La historia de la UTU ha estado signada por la mística y el romanticismo de Pedro Figari, por la ignorada visión de José F. Arias quien fue Ministro de Industria, y la transformó en la Universidad del Trabajo del Uruguay autónoma y creó los Liceos Nocturnos para darles oportunidad de estudiar a los trabajadores y por muchos actores anónimos que hicieron y hacen la vida de la institución diariamente: autoridades, colegas inspectores, directores, funcionarios administrativos, de servicio, jefes de internado en las escuelas agrarias, equipos multidisciplinarios, bibliotecólogos y cientos de figuras que sostienen propuestas para poblaciones estudiantiles muy vulnerables. En estos dos últimos períodos se han diversificado propuestas incluyentes, tendientes a incorporar a jóvenes que no encontraban opciones dentro de la educación formal. Y hemos avanzado significativamente en el Nivel Terciario, con cursos profundamente innovadores. La verdadera sabiduría de una organización es recoger lo mejor de cada etapa y no arrasar con las propuestas que han dado resultado. No siempre han sido rosas las que han estado en el jardín. Hubo espinas dolorosas que nos han afectado a muchos. Confío plenamente en la nueva administración y en la voluntad manifiesta del Presidente de la República de “llegar al ADN de la Educación”. Hay mucho por hacer y mucho por corregir. Hemos avanzado mucho en la diversidad de propuestas, en abrir cursos en el interior profundo, en incorporar a jóvenes que estaban fuera del sistema educativo. Sin embargo, debemos mejorar la calidad de la educación pública y ahí no solamente hay que hablar de Presupuesto. Hay que poner una nueva agenda de derechos y temas cruciales: una educación acorde con un modelo de San Salvador 1674 Oficina 0. Teléfonos 2419.84.88 – 2412.28.59. Fax 2410.82.06 [email protected] – [email protected] DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES país y desarrollo, compromisos de gestión que abarquen desde las jerarquías a todos los funcionarios, mejora en los indicadores de resultados de aprendizaje, egresos y abatimiento de la desvinculación de nuestros jóvenes, dignificación y profesionalización de todos los educadores y actores que trabajan en el Sistema Educativo Público. Hay que realizar una verdadera cruzada para que los funcionarios de la Educación recuperemos la dignidad y la autoestima, tan pisoteada durante tantos años. La docencia es la madre de todas las profesiones y oficios, y si esta no recupera su prestigio social, no habrá reforma educativa ni transformación posible. Finalmente, quiero permitirme unas palabras de carácter personal. Soy hija de una familia humilde, que creyó en la Educación Pública. Gracias a mis padres, yo estoy aquí. Gracias a la UTU tengo un trabajo maravilloso, que me ha gratificado y me entusiasma. Gracias a la UTU, conocí a mi esposo y tuve a mi hijo que pasó sus primeros años de preescolar en el Centro de Educación Inicial de la institución. Gracias a la UTU, hice una carrera y llegué al cargo técnico más alto de la Institución: Inspectora Regional. Gracias a la UTU, tengo amigos, hermanos de la vida y varios hijos que cobijo en mi corazón. La vida me ha puesto en situaciones límites, pero sigo apostando a ella y a la mejor versión de cada ser humano. Cuando tuve que optar entre “la ética de la responsabilidad y la ética de las convicciones” –parafraseando a uno de los mejores ciudadanos uruguayos, el Gral. Liber Seregni-, ocupando un cargo de particular confianza en la anterior administración, decidí por la última opción y no me arrepiento de ello. Paulo Freire sostuvo que “la educación es un acto de amor y coraje”. Como hace 30 años debemos recuperar el amor y la mística de creer que la educación es el instrumento fundamental de cambio social. Y deberemos tener el coraje de entonces, para enfrentar esta nueva agenda de derechos y desafíos que se nos presentan hoy. Estoy profundamente convencida y esperanzada que JUNTOS PODEMOS. Muchas gracias. San Salvador 1674 Oficina 0. Teléfonos 2419.84.88 – 2412.28.59. Fax 2410.82.06 [email protected] – [email protected] DIRECCIÓN DE COMUNICACIONES Insp. Reg. Claudia Guerrero 9 de setiembre de 2015 San Salvador 1674 Oficina 0. Teléfonos 2419.84.88 – 2412.28.59. Fax 2410.82.06 [email protected] – [email protected]