Bloque 2

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BLOQUE I: LA CÉLULA Y LA BASE FÍSICO-QUÍMICA DE LA VIDA
1. BIOELEMENTOS Y BIOMOLÉCULAS: AGUA Y SALES INORGÁNICAS
Las biomoléculas o principios inmediatos son sustancias orgánicas e inorgánicas a partir de las
cuales se constituye la materia viva de los organismos y están formadas por la combinación de los
diferentes elementos biogénicos, unidos mediante enlaces.
Se clasifican en:
Principios inmediatos inorgánicos: agua y sales minerales.
Principios inmediatos orgánicos: hidratos de carbono, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.
Algunas moléculas orgánicas no son muy grandes y contienen solamente unos pocos átomos de
carbono, pero otras en cambio, son enormes y contienen millones de átomos. Son las que se
denominan macromoléculas, como los polisacáridos. También se llaman biopolímeros porque
están constituidos –mediante un proceso de polimerización- por la unión de unidades básicas
más pequeñas, denominadas monómeros.
Las moléculas de los compuestos orgánicos (excepto el metano y algunas otras) poseen un
esqueleto carbonado formado por la unión de átomos de carbono mediante enlaces covalentes que
forman cadenas lineales, ramificadas o cíclicas y que a su vez, están unidos a otros grupos de
átomos formando los distintos grupos funcionales.
¿Por qué el carbono?
El carbono que presenta una configuración electrónica 1s2 2s2 2p2 y que en principio solo
dispone de dos electrones desapareados para compartir, desaparea un electrón del orbital 2s2
que pasa a ocupar el 2pz, y posee de esta forma un máximo de electrones desapareados (4 que
ocupan los orbitales 2s1 2px1 2py1 2pz1).
Entre el orbital 2s1 y los tres orbitales 2px1 2py1 2pz1, se forman cuatro orbitales híbridos
sp3 orientados hacia los cuatro vértices de un tetraedro. Con ello el carbono adquiere
valencia IV, lo que le permitirá formar cuatro enlaces covalentes simples, distribuidos
tetraédricamente, al aceptar electrones para compartir sus cuatro orbitales enlazantes con
otros átomos.
Los enlaces entre los átomos de carbono pueden ser simples (C-C), dobles (C=C) o triples
(CΞC) y permiten construir cadenas más o menos largas, lineales o ramificadas y anillos
cíclicos (aromáticos, heterociclos, etc.), que constituyen los esqueletos carbonados para una
variedad inmensa de moléculas orgánicas. Además a causa de la configuración tetraédrica de
sus orbitales, se pueden conseguir moléculas con estructuras tridimensionales diferentes, que
son de capital importancia en la función biológica que desempeñan.
El silicio, aunque también posee valencia IV y puede formar cadenas, establece enlaces SiSi, que son más débiles e inestables que los de las cadenas carbonadas. Desde el punto de
vista biológico, los enlaces deben ser suficientemente estables para construir moléculas
resistentes, pero suficientemente débiles para que puedan romperse en las diferentes
reacciones bioquímicas.
Las distintas combinaciones del carbono con otros elementos, como el oxígeno, el hidrógeno,
etc., permiten la aparición de una gran variedad de grupos funcionales que dan lugar a las
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familias de sustancias orgánicas (hidrocarburos, alcoholes, aldehídos, cetonas, ácidos
carboxílicos, aminas, etc.).
Además el dióxido de carbono (CO2), compuesto de gran importancia biológica, es
anormalmente estable, soluble en agua y permanece en estado gaseoso, condiciones
indispensables para que pueda ser utilizado en la fotosíntesis. Sin embargo la sílice (SiO2),
compuesto análogo que forma el silicio, es sólido, insoluble en agua y, por tanto, de difícil
captación por un sistema biológico que incorporase silicio en lugar de carbono en las
condiciones ambientales de la Tierra primitiva y con un mecanismo similar al fotosintético.
1.1 EL AGUA: ESTRUCTURA Y CARÁCTER DIPOLAR
La disposición tetraédrica de los orbitales sp3
del oxígeno determina un ángulo entre los enlaces
H-O-H aproximadamente de 104,5º; además, el
oxígeno es más electronegativo que el hidrógeno, y
atrae con más fuerza a los electrones de cada
enlace. La consecuencia de esta conformación
espacial, es que la molécula de agua, aunque tiene
una carga total neutra, presenta una distribución
asimétrica de sus electrones, lo que la convierte en
una molécula polar.
El agua es una molécula polar: alrededor del
oxígeno se concentra una densidad de carga
negativa (δ-), mientras los núcleos de hidrógeno
quedan desnudos, desprovistos parcialmente de sus
electrones y manifiestan, por tanto, una densidad
de carga positiva (δ+).
Enlaces por puentes de hidrógeno: El marcado
carácter dipolar de las moléculas de agua
permite que se produzcan interacciones con
otras moléculas polares o con iones cargados
eléctricamente. Se establecen interacciones
entre las propias moléculas de agua, que
pertenecen a un tipo de uniones electroestáticas
denominadas enlaces o puentes de hidrógeno.
La carga parcial negativa del oxígeno de una
molécula agua ejerce atracción electroestática
sobre las cargas parciales positivas de los átomos de hidrógeno de otras moléculas
adyacentes, de manera que una molécula de agua puede participar hasta en cuatro puentes de
hidrógeno a la vez.
Estructura reticular del agua: Aunque los enlaces por puente de hidrógeno son uniones
débiles, el hecho de que alrededor de cada molécula de agua se disponga un promedio de 3,4
moléculas de agua, unidas por puentes de hidrógeno, permite que se forme en el seno del agua
(líquida o sólida) una estructura perfectamente ordenada de tipo reticular, responsable, en
gran parte, de su comportamiento anómalo y de la peculiaridad de sus propiedades
fisicoquímicas.
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Propiedades fisicoquímicas y funciones del agua
1. Acción disolvente: el agua es el líquido que más sustancias disuelve, lo que le ha valido el
calificativo de disolvente universal. Esta propiedad se debe a su capacidad para formar
puentes de hidrógeno con otras sustancias que se disuelven cuando interaccionan con las
moléculas del agua.
Las sustancias que se disuelven en medios acuosos se llaman hidrofílicas, las que no lo hacen
son hidrofóbicas, mientras que las que se disuelven tanto en disolventes acuosos como en
disolventes orgánicos se denominan anfipáticas.
- Sustancias hidrofílicas: las moléculas polares, como la glucosa, se disuelven debido a que
establecen puentes de hidrógeno con las moléculas de agua y se alojan en el seno de su
estructura reticular.
- Sustancias hidrofóbicas: las moléculas que no son polares, como los hidrocarburos, no
pueden establecer puentes de hidrógeno, por lo que interrumpen la estructura reticular del
agua, que se reorganiza alrededor de cada molécula apolar y forma estructuras altamente
organizadas en forma de jaulas. En el interior de cada jaula, las moléculas apolares
repelidas por el agua incrementan su cohesión al aumentar las fuerzas que las mantienen
juntas, lo que se denomina interacción hidrofóbica.
- Sustancias anfipáticas: muchas moléculas, como los ácidos grasos, tienen regiones
polares que se disuelven en medios acuosos y zonas apolares que no se disuelven y quedan
alojadas en jaulas; su comportamiento en medio acuoso es esencial para comprender el
fundamento de la organización molecular en los sistemas biológicos.
Tipos de disoluciones:
Disoluciones iónicas: cuando los solutos son electrolitos, es decir, sustancias salinas. Los iones
son atraídos fuertemente por los dipolos del agua, que logran debilitar los enlaces iónicos,
hasta llegar al desmoronamiento de la red cristalina que los mantenía en estado sólido. La
ruptura de los enlaces iónicos provoca que los iones abandonen la red cristalina y pasen a la
disolución, quedando atrapados en la estructura reticular del agua, recubiertos. De moléculas
de agua en forma de iones hidratados o solvatados.
Disoluciones moleculares: cuando los solutos son moléculas que poseen grupos polares como los
alcoholes y azúcares (R-OH), y los aminoácidos y proteínas (R-NH3+ y R-COO-).
Dispersiones coloidales: cuando los solutos son macromoléculas aunque no forman disoluciones
verdaderas, estas partículas de soluto de gran tamaño poseen grupos polares y con carga
eléctrica, por lo que no sedimentan, ya que establecen puentes de hidrógeno con infinidad de
moléculas de agua que se disponen en capas a su alrededor.
Las dispersiones coloidales suelen tener un aspecto traslúcido y las partículas del soluto se
pueden separar del disolvente por centrifugación. Los coloides pueden presentarse de dos
formas diferentes: de aspecto fluido (sol) y de forma semisólida, gelatinosa y elástica (gel).
Así el citosol de las células eucariotas posee gran variedad de macromoléculas dispersas en un
medio acuoso en estado de sol, pero en ocasiones pueden producirse transiciones al estado de
gel (gelificaciones), que provocan deformaciones en el citoplasma celular y pueden ser
responsables de algunos tipos de movimiento, como el ameboide (pseudópodos).
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2. Elevada fuerza de cohesión: es la fuerza que mantiene unidas las moléculas de una sustancia.
Los puentes de hidrógeno mantienen las moléculas de agua fuertemente cohesionadas,
formando una estructura compacta que la convierte en un líquido casi incompresible. Al no
poder comprimirse llega a actuar como esqueleto hidrostático en algunos animales
invertebrados y, del mismo modo, permite la turgencia en las plantas.
3. Elevada fuerza de adhesión: es la fuerza que mantiene unidas las moléculas de sustancias
diferentes. Está relacionada con los puentes de hidrógeno que se establecen entre las
moléculas del agua y otras moléculas polares y es responsable, junto con la cohesión, del
llamado fenómeno de la capilaridad. A este fenómeno se debe, en parte, la ascensión de la
savia bruta desde las raíces hasta las hojas, a través de los delgados vasos leñosos.
4. Gran calor específico: se denomina calor específico a la capacidad de almacenar energía para
un aumento determinado de temperatura: el agua puede absorber grandes cantidades de
calor, que se utiliza en romper la infinidad de puentes de hidrógeno, por lo que,
proporcionalmente, su temperatura solo se eleva ligeramente.
Del mismo modo, su temperatura desciende con más lentitud que la de otros líquidos a medida
que va liberando energía al enfriarse. Esta propiedad permite que el citoplasma acuoso sirva
de protección a las sensibles moléculas orgánicas ante los cambios bruscos de temperatura al
actuar como un tampón térmico que mantiene la temperatura del organismo relativamente
constante a pesar de las variaciones de la temperatura externa.
5. Elevado calor latente de vaporización: es la energía necesaria para evaporar un gramo de
agua: a 20 ºC son precisas 540 calorías.
Esto da idea de la energía necesaria, primero, para romper los puentes de hidrógeno
establecidos entre las moléculas de agua líquida y, posteriormente, para dotar a estas
moléculas de la energía cinética suficiente para abandonar la fase líquida y pasar al estado de
vapor. Por esta razón, cuando se evapora el agua o cualquier otro líquido, disminuye la
temperatura, lo que constituye un método eficaz en los vertebrados para disipar calor por
sudoración; también las plantas utilizan este sistema de refrigeración mediante la
transpiración por las hojas.
6. Usos bioquímicos del agua: los seres vivos se han adaptado para utilizar químicamente el agua
en dos tipos de reacciones fundamentales:
-
La fotosíntesis: los enzimas utilizan el agua como fuente de átomos de hidrógeno.
Las reacciones de hidrólisis: los enzimas han explotado la capacidad del agua de romper
determinados enlaces para degradar los compuestos orgánicos en otros más simples, como
ocurre en los procesos digestivos.
7. Agua líquida y agua sólida: el agua permanece líquida en un amplio margen de temperaturas,
entre 0 ºC y 100 ºC, que es el más adecuado para los procesos biológicos.
Las moléculas de agua en estado líquido establece un promedio de 3,4 puentes de hidrógeno,
mientras que en estado sólido cada una establece cuatro puentes de hidrógeno, por lo que la
estructura del hielo forma un retículo que ocupa más espacio y es menos denso que en el agua
líquida. Cuando el agua se enfría se contrae su volumen, pero al alcanzar los 4 ºC cesa la
contracción y su estructura se dilata hasta transformarse en hielo en el punto de congelación. El
hielo es menos denso que el agua y flota sobre ella, gracias a esta anomalía del agua, los lagos, los
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ríos y los mares comienzan a congelarse desde la superficie hacia abajo, y es esta costra de hielo
superficial lo que, paradójicamente, sirve de abrigo a los seres que viven bajo las aguas heladas.
SALES INORGÁNICAS O MINERALES
Sales inorgánicas insolubles en agua: presentan función plástica, pues forman estructuras
sólidas que suelen cumplir funciones de protección y sostén.
Entre las estructuras que forman:
- Caparazones de carbonato cálcico de crustáceos y moluscos o caparazones silíceos de
diatomeas.
- Esqueleto interno de vertebrados y en el esmalte de los dientes.
- Impregnaciones en la pared celular de las células vegetales, como por ejemplo en las hojas
de caña o los pelos de las ortigas.
- Acumulaciones en el citoplasma de algunas células como por ejemplo los cálculos renales.
- En los animales existen otro tipo de acumulaciones como los otolitos del oído interno que
intervienen en el mantenimiento del equilibrio o las partículas de magnetitas en palomas,
delfines que utilizan como brújula.
Sales inorgánicas solubles en el agua: se encuentran disociadas en sus iones (cationes y
aniones) correspondientes, que son responsables de su actividad biológica.
Los iones disueltos en agua se denominan electrolitos y desempeñan las siguientes funciones:
- Funciones catalíticas: algunos iones como el Cu+, Mn2+, Mg2+, Zn2+, etc. actúan como
cofactores enzimáticos necesarios para el desarrollo de la actividad catalítica de ciertos
enzimas. Otros como el ión ferroso (Fe2+/Fe3+) forma parte del grupo hemo de la hemoglobina
y mioglobina, proteínas encargadas del transporte de oxígeno. También el ión Mg2+ es un
constituyente de las clorofilas y participa en los procesos fotosintéticos. El Ca2+ interviene en
la contracción muscular y en los procesos relacionados con la coagulación de la sangre.
- Funciones osmóticas: intervienen en los procesos relacionados con la distribución de agua en
los comportamientos intra y extracelulares. Los iones Na+, K+, Cl- y Ca2+ participan en la
generación de gradientes electroquímicos que son imprescindibles en el mantenimiento del
potencial de membrana y del potencial de acción y en los procesos de la sinapsis neuronal.
- Función tamponadora: mantienen el pH constante dentro de ciertos límites. Se lleva a cabo
por los sistemas carbonato-bicarbonato (CO32- y HCO3-) y monofosfato-bifosfato (H2PO4- y
HPO42-).
Ionización del agua y escala de pH
Dos moléculas polares de agua pueden ionizarse debido a las fuerzas de atracción por
puentes de hidrógeno que se establecen entre ellas. El proceso es el siguiente: un ión hidrógeno
(H+) de una molécula se disocia de su átomo de oxígeno, al que se encuentra unido por
covalentemente, y pasa a unirse con el átomo de oxígeno de la otra molécula, con el que ya
mantenía relaciones mediante el puente de hidrógeno.
2 H2O --------> H3O+ + OHEsta es la causa de que el agua no sea un líquido químicamente puro, ya que se trata de una
solución iónica que siempre contiene algunos iones H3O+ y OH-. Por convenio se utiliza el símbolo
H+ en lugar de H3O+, aunque no hay que olvidar que en el agua no existen protones [H+] desnudos,
sino hidratados, en forma de iones hidronio [H3O+].
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En el agua pura, a 25 ºC, el producto [H+] [OH-] = 1 x 10-14 M se denomina producto iónico
del agua y constituye la base para establecer la escala de pH, que mide la acidez o la alcalinidad
de las disoluciones acuosas, es decir, su concentración de iones H+ o OH-.
Los sistemas de tampón o <<buffer>> consisten en un par ácido-base conjugado que actúan
como dador y aceptor de protones, respectivamente, y mantienen el pH constante dentro de
ciertos límites, ya que los organismos vivos no soportan variaciones de pH mayores de unas
décimas de unidad.
Las variaciones de pH afectan en general a la estabilidad de las proteínas; en concreto,
influyen decisivamente en la actividad catalítica de los enzimas, pues, en función del pH, pueden
generar cargas eléctricas que modifican profundamente su actividad biológica. Por esta razón se
han desarrollado a lo largo de la evolución los sistemas tampón o <<buffer>>, que tienden a
impedir la variación del pH cuando se añaden cantidades moderadas de iones H+ o OH-.
Las proteínas poseen gran capacidad tamponadora del pH, pero existen además otros
tampones biológicos, como son el par carbonato-bicarbonato y el par monofosfato-bifosfato.
Cada par conjugado presenta un pH determinado, en el cual la capacidad tamponadora es máxima.
Este valor coincide en los tampones biológicos con el pH normal de los fluidos corporales, que
suele oscilar alrededor de 7.
Ósmosis y presión osmótica
Si tenemos dos disoluciones acuosas de distinta concentración separadas por una membrana
semipermeable (solo deja pasar el disolvente pero no el soluto), se define ósmosis como un tipo
de difusión pasiva caracterizada por el paso del agua (disolvente) a través de la membrana
semipermeable desde la solución más diluida a las más concentrada. Y se entiende por presión
osmótica la presión que sería necesaria para detener el flujo de agua a través de la membrana
semipermeable.
La membrana plasmática de la célula puede considerarse como una membrana semipermeable;
por ello, las células de los organismos pluricelulares deben permanecer en equilibrio osmótico con
los líquidos del medio interno que las bañan.
Cuando la concentración de solutos de los
fluidos extracelulares es igual a la
concentración
intracelular,
ambas
disoluciones son isotónicas o isoosmóticas.
Si los líquidos extracelulares se diluyen, se
hacen hipotónicos o hiposmóticos respecto a
las células, el agua tiende a pasar al
citoplasma interior y las células de hinchan,
se vuelven turgentes y llegan incluso a
estallar si no disponen de una pared de
celulosa como los vegetales. Este fenómeno da lugar a la turgescencia, denominado hemólisis
en el caso de los eritrocitos.
De modo similar, si los líquidos extracelulares aumentan su concentración, se hacen
hipertónicos o hiperosmóticos respecto a las células, y, como consecuencia, las células pierden
agua, se deshidratan y mueren, lo que da lugar al proceso de plasmólisis, denominados
crenación en el caso de los eritrocitos.
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2. HIDRATOS DE CARBONO
También se les llama azúcares, por el sabor dulce que presentan algunos de ellos, y
tradicionalmente se les ha relacionado exclusivamente con el papel que desempeñan en la dieta
como nutrientes energéticos y también como componentes estructurales de animales y plantas.
Sin embargo, a medida que se han descubierto nuevos compuestos, la definición de hidrato de
carbono se ha modificado y ampliado hasta abarcar una variedad de sustancias que no son dulces
y poco tienen que ver con la primitiva fórmula empírica de los carbohidratos.
En la actualidad el concepto de hidratos de carbono incluye a los polihidroxialdehídos y
polihidroxicetonas, sus derivados simples (aminas, ácidos, formas desoxigenadas, etc.) y a los
productos formados por la condensación de estos compuestos, entre sí y con los otros, mediante
enlaces.
Clasificación de los carbohidratos
Monosacáridos
Son moléculas sencillas formadas por una
cadena
carbonada,
generalmente
sin
ramificar, (-C-C-C-C-…) en la que todos los
átomos de carbono presentan la función
alcohol excepto uno que posee el grupo
carbonilo: aldehído en un carbono primario
en los polihidroxialdehídos y cetona en un
carbono
secundario
en
las
polihidroxicetonas, que pueden tener entre
tres y nueve átomos de carbono (lo más
frecuente es que posean tres, cuatro, cinco
o seis átomos de carbono) y responden a la
fórmula empírica CnH2nOn.
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Propiedades de los monosacáridos
Propiedades físicas
1. Sabor dulce.
2. En estado sólido forman cristales de color blanco.
3. Son muy solubles en agua, debido a la fuerte polaridad que presentan los numerosos grupos
hidroxilo (-OH) de sus moléculas que interaccionan con las moléculas de agua mediante
puentes de hidrógeno.
4. La existencia de átomos de carbono que presentan todas sus valencias saturadas (carbonos
asimétricos) y con una distribución tetraédrica de los diferentes grupos funcionales a su
alrededor, confiere a estos compuestos la propiedad de formar isómeros espaciales o
estereoisómeros e isómeros ópticos.
Para facilitar el estudio de las moléculas de los monosacáridos, se emplean las proyecciones
de Fischer, en las cuales todos los átomos de la molécula se sitúan en el mismo plano. El grupo
carbonilo se sitúa en la parte superior de la molécula; el grupo alcohol primario en la parte
inferior y los grupos hidroxilo y los átomos de hidrógeno de los grupos alcohol secundario
hacia la derecha e izquierda de la cadena carbonada.
Isomería espacial o estereoisomería
La conformación espacial es la distribución en el espacio de los átomos y de los enlaces,
mientras que la configuración espacial es la distribución espacial que adoptan las moléculas
isómeras por el hecho de que sus componentes se orienten de determinada forma alrededor
de carbonos asimétricos o dobles enlaces.
La presencia de un carbono asimétrico (también llamado quiral) en la molécula del
gliceraldehído significa que los cuatros radicales se pueden disponer alrededor del segundo
átomo de carbono según dos configuraciones espaciales distintas, permitiendo la existencia
de dos isómeros no superponibles, que son uno la imagen especular del otro.
Debido a la presencia del carbono asimétrico, cuando se
representa la fórmula estructural del gliceraldehído, según la
proyección de Fischer, no tendremos sólo una sino dos fórmulas
correspondientes a los dos estereoisómeros, que se diferencian
en la posición del grupo hidroxilo (-OH) del carbono asimétrico.
Se ha establecido por convenio que cuando el grupo hidroxilo
está a la derecha, el gliceraldehído es de configuración D, y
cuando se encuentra a la izquierda, es de configuración L. en la
naturaleza predominan los monosacáridos de configuración D.
En el caso de los isómeros del gliceraldehído, se da la circunstancia de que ambos
estereoisómeros, D-gliceraldehído y L-gliceraldehído, son, además, cada uno la imagen
especular del otro y se denominan enantiómeros.
Isomería óptica
Por el hecho de poseer un carbono asimétrico todos los azúcares excepto la dihidroxiacetona
presentan, además de la isomería espacial, isomería o actividad óptica. Esta se puede medir
con un aparato denominado polarímetro, que mide la desviación del plano en el que vibra un
rayo de luz polarizada al atravesar una disolución de azúcar. Cuando la desviación es hacia la
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derecha, el azúcar se denomina dextrógiro y se representa por el signo (+); si es hacia la
izquierda, se denomina levógiro y se representa por (-). Ambos reciben el nombre de isómeros
ópticos.
Propiedades químicas
1. La presencia del grupo carbonilo (aldehído o cetona) les confiere la propiedad de ser
reductores frente a determinadas sustancias, como las sales de cobre: el ión cúprico (Cu2+)
se reduce a ión cuproso (Cu+), mientras que el grupo carbonilo del azúcar (-CO-) se oxida a
ácido carboxílico (-COOH). Esta es la base de la reacción de Fehling que se utiliza para la
identificación de azúcares reductores, como la glucosa.
2. La reactividad del grupo carbonilo le permite, además, reaccionar con otros grupos de su
misma molécula y formar enlaces hemiacetálicos internos o con los grupos de otras
moléculas diferentes para formar enlaces glucosídicos. También es posible que un grupo
alcohol de la molécula (sobre todo el de la posición 6) reaccione con ácidos, como el ácido
fosfórico, para originar, en este caso, un éster fosfórico del monosacárido.
Clasificación de los monosacáridos
1. Atendiendo al número de carbonos que tenga la cadena carbonada:
- De tres carbonos: triosas
- De cuatro carbonos: tetrosas
- De cinco carbonos: pentosas
- De seis carbonos: hexosas
- De siete carbonos: heptosas
2. Atendiendo al grupo carbonilo:
- Si está en un carbono primario y es un grupo aldehído: aldosas
- Si está en un carbono secundario y es un grupo cetona: cetosas
3. Atendiendo a la colocación del grupo oxidrilo (-OH) en el penúltimo carbono (es el que
proviene del carbono asimétrico del gliceraldehído):
- Si se encuentra situado a la derecha: D
- Si se encuentra situado a la izquierda: L
Así existen D-aldohexosas como la D-glucosa, D-cetohexosas como la D-fructosa,
D-aldopentosas como la D-ribosa, D-cetopentosas como la D-ribulosa, etc.
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Ciclación de los
proyección de Fischer
monosacáridos
mediante
la
Para explicarlo utilizaremos la ciclación de la molécula de
la D-glucosa.
La ciclación de la glucosa se produce al reaccionar el
grupo aldehído del carbono 1 con el grupo hidroxilo (-OH)
del carbono 5. Como consecuencia de ello se forma un
enlace hemiacetálico interno, es decir, un puente de
oxígeno intramolecular entre el carbono 1 y el 5. Además, la
nueva estructura cíclica que aparece, llamada hemiacetal,
transforma al carbono 1 en un nuevo carbono asimétrico –que
ahora se denomina carbono anomérico- y está unido a un
grupo hidroxilo, llamado –OH hemiacetálico, que goza en
parte de las propiedades de los aldehídos y mantienen, por
tanto, el carácter reductor del monosacárido.
Cuando las moléculas de glucosa se disuelven en agua se
observa un cambio gradual de su capacidad de desviar el
plano de la luz polarizada que se denomina mutarrotación.
Este fenómeno se debe a la formación de dos nuevos
estereoisómeros (anómeros) como consecuencia de la
ciclación de la glucosa. En disolución acuosa, suele haber un
5% de formas abiertas y un 95% de formas cíclicas (un
tercio corresponde al anómero α y dos tercios al anómero
β).
Fórmulas de proyección de Haworth
Para representar la configuración geométrica del anillo
que adopta el hemiacetal cíclico de la glucosa, Haworth
propuso otro método de proyección en el que los anillos se
ven en perspectiva.
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Nomenclatura de los monosacáridos en forma cíclica
Para nombrarlos se anteponen las letras α y β, que indican el tipo de anómeros, seguidas de las
letras D o L que indican el tipo de estereoisómeros, a continuación se añade el nombre del
monosacárido que indica el tipo de diastereoisómeros y se finaliza con el sufijo –piranosa (para
las aldohexosas) o –furanosa (para las cetohexosas y aldopentosas). Por ejemplo: α-Dglucopiranosa, β-D-fructofuranosa, α-D-ribofuranosa.
Hexosas de interés biológicos
- La glucosa, conocida también como azúcar de la uva, es muy abundante en todos los vegetales
tanto libre (en los frutos), como polimerizada en forma de polisacáridos de reserva (almidón) o
estructurales (celulosa). La glucosa es el principal compuesto donde se retiene la energía solar
capturada mediante la fotosíntesis, por esta razón es el combustible metabólico por excelencia.
En los animales se encuentra en la sangre en estado libre, en concentración de un gramo por litro,
aproximadamente (se denomina grado de glucemia) y polimerizada en forma de glucógeno
almacenada en el hígado o los músculos estriados.
- La galactosa, forma parte del disacárido lactosa, de determinados polisacáridos complejos
(gomas, pectinas, etc.) y de las fracciones oligosacáridas de los glicolípidos y de las
glucoproteínas.β
- La fructosa, se encuentras en estado libre en las frutas, miel y también como integrante del
disacárido sacarosa y de ciertos polisacáridos.
Oligosacáridos: disacáridos
Los oligosacáridos contienen de 2 a 10 unidades de monosacáridos enlazados, pero los de
mayor significado biológico son los disacáridos, que están formados por la unión de dos
monosacáridos mediante un enlace O-glucosídico.
Este enlace se forma de la siguiente manera: el primer monosacárido siempre participa con su
grupo –OH hemiacetálico, es decir, el del carbono anomérico (para indicarlo se le añade el
sufijo –osil al nombre); el segundo monosacárido puede participar con un grupo alcohol (se indica
añadiendo a su nombre el sufijo –osa), o también con el grupo –OH hemiacetálico (en este caso
se indica con el sufijo –ósido).
Disacáridos de interés biológico
- La lactosa, o azúcar de la leche, se encuentra libre en la leche de los mamíferos. Está
formada por la unión del –OH hemiacetálico del C1 (carbonílico) de la β-D.galactosa con el –OH
alcohol de C4 de la β-D-glucosa. Su denominación es β-D-galactopiranosil (1
4) β-Dglucopiranosa. Al intervenir solo un –OH hemiacetálico el enlace es monocarbonílico. Al poseer
aún un carbono hemiacetálico sigue siendo un azúcar reductor.
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- La sacarosa, se conoce por el nombre genérico de azúcar
y abunda en la caña de azúcar y en la remolacha azucarera.
Está formada por la unión entre el –OH hemiacetálico del C1
(carbonílico) de una molécula de α-D-glucosa y el –OH
hemiacetálico del C2 (también carbonílico) de la β-Dfructosa. Al intervenir los dos carbonos carbonílicos su enlace
2) βes dicarbonílico. Su nombre es α-D-glucopiranosil (1
D-fructofuranósido. Al no tener ningún –OH hemiacetálico
libre no es reductor.
- La maltosa se obtiene por la hidrólisis del almidón y es el
azúcar responsable del sabor dulzón de los cerealesgerminados.
Cuando germina la cebada y se tuesta se obtiene la malta,
utilizada en la fabricación de la cerveza y como sucedáneo del
café. Su nombre es α-D-glucopiranosil (1
4) α-Dglucopiranosa. Este enlace que se puede representar por α
(1
4), es fácilmente hidrolizable.
- La isomaltosa es similar a la maltosa, pero tiene uniones α
(1
6). Se obtiene por hidrólisis del almidón y del glucógeno,
procedente de los puntos de ramificación.
- La celobiosa procede de la hidrólisis de la
celulosa. Se denomina β-D-glucopiranosil (1
4)
β-D-glucopiranosa. Presenta la particularidad de
que una molécula de glucosa se encuentra invertida
respecto a la otra y el enlace, representado por β
(1
4), es difícilmente hidrolizable.
Polisacáridos
Son carbohidratos de elevado peso molecular (macromoléculas) que resultan de la
polimerización de los monosacáridos, o de sus derivados, unidos por enlaces O-glucosídicos.
La mayoría de los glúcidos se encuentran en forma de polisacáridos y junto con los demás
carbohidratos son el grupo de sustancias más abundantes en la biosfera.
Entre sus funciones:
1. Función nutritiva: son sustancias de reserva energética, como el almidón y el glucógeno.
2. Función estructural: como la celulosa y la quitina.
3. Otros se emplean en la industria alimentaria y farmacéutica como espesantes y
gelificantes, por su capacidad de retener agua, como las pectinas y los alginatos.
4. También son indispensables en la dieta como componentes de la fibra vegetal, necesaria
para el correcto funcionamiento del intestino.
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La presencia de grupos hidroxilos (-OH) confiere a los polisacáridos la posibilidad de
interaccionar con las moléculas de agua mediante puentes de hidrógeno y aunque no se disuelven
por su tamaño, retienen y adsorben gran cantidad de agua. Algunos forman dispersiones
coloidales como el almidón. No presentan carácter reductor por tener ocupados casi todos los
–OH hemiacetálicos.
Los polisacáridos se diferencian entre si en:
1. El número de unidades de monosacáridos.
2. En el grado de ramificación de sus cadenas.
3. En el tipo de átomos de carbono que participan en los enlaces.
4. En la naturaleza del monómero que se repite, ya que pueden estar constituidos por un único
tipo de monosacárido (homopolisacáridos) o por dos o más clases diferentes que se repiten
periódicamente (heteropolisacáridos).
Homopolisacáridos
- Almidón: es un polímero de α-D-glucosa y es el polisacárido de reserva energética más
común en los vegetales, que se almacena en forma de granos en unos orgánulos de la célula
vegetal, denominados amiloplastos. Abundante en los tubérculos, bulbos, rizomas y en las semillas
de cereales y legumbres, es la sustancia mayoritaria de harinas y componente de gran cantidad
de alimentos, por lo que es la fuente de carbohidratos más importante en la alimentación humana.
Al no ser soluble en agua apenas contribuye al aumento de la presión osmótica, por lo que
constituye una forma eficaz de almacenar glucosa.
Se hidroliza mediante enzimas específicos (amilasas y maltasas) que liberan primeramente
maltosas y finalmente glucosas.
Está formado por dos tipos de moléculas:
1. Amilosa: polímero no ramificado de moléculas de α-D-glucosa enlazadas por uniones α
(14), de manera que dos unidades de monosacáridos constituyen una molécula de maltosa.
2. Amilopectina: polímero ramificado que también forma cadenas helicoidales de moléculas de
α-D-glucosa unidas por enlaces α (14), pero además presenta ramificaciones, de tal forma que,
en el punto de ramificación, las moléculas de glucosa se encuentran unidas por enlaces α (16).
Debido a esto en su hidrólisis aparecen moléculas de maltosa e isomaltosa.
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- Glucógeno: es un polímero de α-D-glucosa y presenta una estructura parecida a la
amilopectina, pero mucho más ramificada, con puntos de ramificación cada 8 ó 10 restos de
glucosa.
Es el polisacárido de reserva de los animales, verdadero almacén de glucosa de rápida
movilización, en función de las necesidades del organismo. Donde más abunda es en las células del
hígado y del músculo estriado.
- Celulosa: es un polímero no ramificado de β-D-glucosas unidas por enlaces β (1
4) (la unidad
que se repite es la celobiosa).
En las cadenas de celulosa, las moléculas de glucosa se encuentran giradas 180º con respecto a
la anterior y a la siguiente. Esta característica de formar enlaces β (14) en lugar de α (14),
es la causa de que la celulosa no forme cadenas helicoidales sino lineales, y de que sea un
polímero muy insoluble en agua y difícilmente hidrolizable. Además los enlaces O-glucosídicos
quedan reforzados por puentes de hidrógenos intracatenarios que se establecen entre grupos
–OH de moléculas colindantes; además, también se establecen puentes de hidrógeno entre
diferentes cadenas (intercatenarios), lo que favorece el empaquetamiento de varias cadenas.
Las cadenas de celulosa se empaquetan para formar haces o micelas; varios haces se asocian a
su vez, y constituyen una microfibrilla; las microfibrillas se disponen una junto a otras y forman
láminas; por último, el conjunto de láminas superpuestas forman la pared de celulosa.
Esta estructura densamente empaquetada protege a los enlaces O-glucosídicos del ataque de
numerosos reactivos y, como consecuencia convierte a la celulosa en un polisacárido
relativamente inerte, muy resistente y eminentemente estructural. Es el compuesto biológico
más abundante en la biosfera, y debido a su extraordinaria resistencia es la materia prima para
la industria maderera, papelera, textil y farmacéutica como aglutinante.
Las microfibrillas de celulosa se disponen en una matriz formada por proteínas y otros
polisacáridos complejos, como la hemicelulosa y la pectina, para construir la estructura de la
pared o membrana de secreción de las células vegetales.
Las microfibrillas se disponen paralelas, en capas o láminas superpuestas alrededor de la
célula, en direcciones opuestas con el fin de aumentar la resistencia e impermeabilidad de la
pared. Las paredes de las células jóvenes están formadas casi exclusivamente por celulosa, pero
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a medida que envejecen se impregnan de sustancias no glucídicas que aumentan su resistencia,
como la lignina (parecida al plástico), cutina (capa cerea) y suberina (constituye el corcho y la
corteza) que aumentan su impermeabilidad, o minerales como la sílice.
- Quitina: es un polímero de N-acetil-glucosamina, en el que los enlaces O-glucosídicos son
también del tipo β (14), como en la celulosa.
Por esta razón las cadenas de quitina son también polímeros lineales, sin ramificar y muy
resistentes e insolubles en agua, que se disponen unas junto a otras, pero en sentidos contrarios
(antiparalelas), lo que refuerza aún más su insolubilidad y resistencia. Es el segundo polisacárido
más abundante en la biosfera y participa como componente esencial en la construcción de la
pared celular de los hongos y del exoesqueleto de los artrópodos.
Heteropolisacáridos
Son polisacáridos en cuya composición intervienen dos o más clases de monosacáridos (o sus
derivados) diferentes que se repiten periódicamente.
-
-
En las plantas y algas suelen desempeñar funciones estructurales y de defensa, como las
hemicelulosas, las pectinas, el agar-agar, las gomas y los mucílagos.
En los animales, estos polisacáridos, como el ácido hialurónico y la condroitina, se suelen
denominar mucopolisacáridos, por el aspecto viscoso que tienen sus disoluciones, y suelen
asociarse a determinadas proteínas para formar mucinas, también llamadas proteoglucanos; la
heparina es otro heteropolisacárido cuya función consiste en impedir la coagulación de la
sangre.
Glucoconjugados
Son compuestos que constan de una parte glucídica (glucano) unida covalentemente a una
molécula lipídica (glucolípido) o proteica (glucoproteína).
Son moléculas esenciales en los tejidos de sostén y protección; pero además, los glucolípidos y
las glucoproteínas de las membranas biológicas desempeñan numerosas funciones en los
procesos de señalización molecular, reciclaje de células envejecidas, determinación de los grupos
sanguíneos, etc.
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Glucoproteínas
Muchas proteínas después de su síntesis adquieren una pequeña fracción oligosacárida, por lo
que son glucoproteínas que desempeñan funciones diversas:
1. Hormonas gonadotropinas de la hipótesis
2. Anticuerpos
3. Enzimas digestivos
Además existen tres clases de glucoproteínas, que se caracterizan por las diferentes
proporciones entre las fracciones proteica y glucídica que intervienen en su composición.
Proteoglucanos o mucinas: se caracterizan porque tanto la fracción glucídica, de naturaleza
mucopolisacárida como la fracción proteica son de gran tamaño. Desempeñan diversas funciones:
- Componentes estructurales de la matriz extracelular.
- Segregados por las glándulas mucosas constituyen el mucus, de función lubricante y
defensiva en los tractos digestivos, respiratorio y urogenital.
- Anticogelantes biológicos, al almacenarse en los tejidos de ciertos peces que viven en los
océanos polares.
Peptidoglucanos: la fracción proteica es de pequeño tamaño en comparación con la fracción
glucídica. Son constituyentes de la pared bacteriana y están formados por largas cadenas
glucídicas constituidas por la repetición alternante de los aminoazúcares N-acetil-glucosamina
(NAG) y N-acetil-murámico (NAM).
Glucoproteínas de la membrana plasmática: la fracción glucídica es más pequeña que la
proteica. Forman parte, junto con los glucolípidos de membrana, del “glucocálix”, infinidad de
secuencias oligosacáridas ramificadas que se encuentran unidas a determinadas proteínas que
forman parte de la membrana plasmática.
Mensajes escritos en el idioma glucídico
Cada oligosacárido que forma parte de una glucoproteína o un glucolípido, está dotado de una
secuencia de monosacáridos específica que puede variar de unas células a otras en función de la
naturaleza de los azúcares que la componen, del tipo de enlace y de la posición de las
ramificaciones. Estas secuencias glucídicas son capaces de almacenar mensajes y actúan como
transportadoras de información biológica.
Los monosacáridos constituyentes de las fracciones oligosacáridas de las glucoproteínas y de
los glucolípidos de la membrana plasmática se pueden considerar como las letras de un idioma –el
idioma glucídico- con las que se pueden escribir infinidad de mensajes.
Cuando las células exhiben sus antenas glucídicas al espacio extracelular, los azúcares de la
superficie celular actúan como marcadores biológicos y lugares de reconocimiento celular y
pueden expresar alguno de los siguientes mensajes:
1. Indicar los tipos de antígenos de la superficie celular capaces de estimular la síntesis de
anticuerpos. Ejemplo los que especifican el grupo sanguíneo del sistema ABO.
2. Determinar la duración de la vida de las células y de las glucoproteínas que circulan por la
sangre.
3. Señalizar en la membrana plasmática el lugar de anclaje de otras células, o toxinas, virus …
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