“EL DOCTOR BATTISTINI FUE UNA PERSONA MUY AMABLE Y NOS VALORABA MUCHO” Carmela Velasco, es cesante del Instituto Nacional de Salud, nos cuenta que tuvo la oportunidad de trabajar con el Dr. Telémaco Battistini Sánchez, primer Director del Instituto Nacional de Salud, a quien recuerda como una persona muy amable y que valoraba mucho al personal a su cargo. Ella resalta que su orientación hacia el área de salud fue de casualidad pero que al final resultó una excelente elección. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar con el Dr. Telémaco Battistini? Excelente, en cuanto a la labor que realizábamos nos entendíamos perfectamente, eso hacía de él una persona muy amable que nos valoraba y siempre hablábamos mucho. Fue un gran profesional y aprendí mucho de él. ¿Es verdad que se llevó la vaca a su casa para cuidarla? Así comentaban pero no me consta (risas). Ud. comentó que llega de casualidad al Instituto. ¿Por qué sucede eso? Sra. Carmela Velasco Silva. Yo iba a presentarme a la universidad para estudiar para profesora, pero no llegó a tiempo mi certificado, porque yo soy cusqueña. ¿Y cuánto tiempo trabajó en el INS? Entonces había un médico que era vecino de mi casa que chequeaba a mi mamá, un día acompañé a mi mamá a su consultorio y el doctor me preguntó qué estaba haciendo, le respondí que nada porque no pude postular y entonces me dice podrás ayudarme?, le dije en que le voy a ayudar si ni idea tenía de lo que usted hace. Pidió permiso a mi mamá para yo ir al Hospital Dos de Mayo. ¿Tuvo la oportunidad de enseñar a gente joven que se iniciaba en la institución? Luego me explicó que el trabajo consistía en preparar material de la cátedra para 40 alumnos de la facultad de medicina, yo empecé recibiendo una clase por semana del doctor sobre diferentes temas, en ninguna universidad me iban a dar unas clases así y es así que empiezo una carrera sin ir a la universidad. Como 30 años. Todo lo que yo aprendía lo volcaba aquí en la institución. No exactamente, solo venían a practicar algunos profesionales, ellos veían lo que yo hacía y conversábamos, diría compartíamos conocimientos. ¿Qué recuerdos de su paso por la institución? Superlindos, porque nos llevábamos muy bien, tanto en la ciencia como también en la amistad. ¿Algo más? Acá conocí a mi esposo Carlos Neyra Padilla, quien también se distinguió mucho en la institución, trabajaba en el laboratorio de elaboración de vacunas antirrábicas. Gracias a ello tengo un hijo que es economista y una nieta que acaba de nacer. ¿Alguna recomendación a la generación actual de profesionales del INS? Bueno, tomarle la importancia debida al trabajo que tenemos, esta institución es la base de la salud, conforme trabajemos vamos a colaborar con la salud pública del país, es muy importante nuestra labor. Dos cabinas en donde se desarrollan delicados trabajos de control e investigación bacteriólogica Entrevista : Róbinson Galarza Acosta Diseño, diagramación: Javier Fernández Rojas Oficina de Comunicaciones