Iglesia del Evangelio Completo de Yoido Orador: Rev. YOUNGHOON LEE, Pastor Principal Website: http://spanish.fgtv.com/, Seúl - Corea Sermón dominical: 2010. 4. 11. Una vida cristiana victoriosa. 1Co 15:55-58 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 57Mas 56 gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. Luego de la caída de Adán y Eva, el pecado y la muerte empezó a gobernar en medio de la humanidad. En toda la historia humana, aparecieron muchas religiones y líderes religiosos, sin embargo, no hubo nadie que pudo resolver el problema del pecado y la muerte. Es porque todos nacimos en el pecado. Todos ellos también nacieron, vivieron y murieron en el pecado. Sin embargo, hace 2000 años nació el hijo de Dios, Jesucristo, que no teniendo pecado alguno murió en la cruz por nosotros, cargó y llevó sobre él todo pecado y muerte, haciéndonos libres. A través de la resurrección de Jesús, fue derribada toda potestad, principado, pecado y muerte, no pudiendo gobernar más en medio de nosotros. Nuestro Señor Jesucristo, quien resucitó es la única esperanza para toda la humanidad. El apóstol Pablo en 1Co 15 narra acerca de la poderosa y maravillosa resurrección de Jesús. 1Co 15:55-58 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. 57Mas 56 gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. 1. Jesú s quien venció la muerte. 1Co 15:55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? 1Co 15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. La muerte llegó a gobernar toda esta tierra por el pecado y los delitos del hombre. Por eso, hasta hoy día, hay personas que viven atados a la muerte y gobernados por ella. Todo aquel que está vestido de carne, sin excepción alguna, vivimos luchando contra el pecado y la muerte. El apóstol Pabló confesó de esta forma. Ro 7:24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Todas las personas frente a la muerte tenemos miedo y nos sentimos desesperados y sin esperanzas. Sin embargo, la muerte no se puede solucionar ni con la medicina ni con la química. Sin embargo, por la muerte y resurrección de Jesús, él venció toda potestad, pecado y muerte y es la esperanza de toda la humanidad. El pecado vence a la muerte y lleva a la muerte, sin embargo, por medio de la resurrección de Jesús quien nos redimió y justificó por medio de su sangre, ya no gobierna más la muerte. Por la resurrección de Jesús, todos nosotros somos libres del pecado, y vivimos una vida de perdón y somos justificados por medio de él. Ro 4:25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación. La resurrección de Jesús es la confesión pública de Dios que entregó a Jesucristo para pagar el precio del pecado por toda la humanidad como sacrificio vivo. El Pastor Torrey quien fue el intérprete del Pastor Moody confesó lo sgte. “Yo sólo miro la cruz de Cristo. Y yo sé que fui lavado de mis pecados. Yo tengo los ojos puestos en el Señor, quien venció la tumba, resucitó y subió al cielo. Y yo sé que fui lavado de mis pecados. Ahora, por más que haya pecado mucho y mis pecados sean grandes, esos pecados ya no est{n ni ocupan lugar en mí”. Por eso, ahora con tal de creer en Jesús puede recibir este precioso regalo de salvación y experimentar esta maravillosa gracia de salvación. Jesú s resucitó de entre los muertos y fue primicia de los que durmieron. 1Co 15:20-21 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. La resurrección es la victoria del pecado y de la muerte. Nosotros aunque muramos viviremos. Iremos al cielo donde no hay muerte sino solo hay vida eterna. Por eso, la resurrección es nuestra fuerza, esperanza y alegría. Y podemos hacer frente a la muerte con mucha valentía. Al ver el entierro de un abuelo o abuela. La muerte es un nuevo empiezo. Ahora que nosotros somos partícipes en la resurrección de Jesú s, tenemos que recibir de su ayuda y vivir una vida más que victoriosa venciendo todo pecado. 1Co 15:57 Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Nosotros en nuestro Señor somos que victoriosos. No tenemos que vivir más siendo perdedores. Muchas personas viven en medio del sufrimiento, aflicción, angustia y tristeza porque viven sujetos y no pudiendo despojarse de esa vida fracasada, herida y perdida del pasado. Nuestra identificación fue cambiada y transformada. Ya no somos esclavos al pecado sino somos hijos bendecidos de Dios. 2Co 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquítodas son hechas nuevas. Nosotros en el Señor tenemos que ser más que victoriosos ya que Jesús, quien venció el pecado y la muerte, ahora es nuestro Señor y nos salva de todo pecado y muerte. Somos victoriosos por la gracia del Señor. La Universidad de Stanford es considerada como una de las mejores y prestigiadas universidades de los EEUU. El fundador de esta prestigiada Universidad el Sr. Leland Stanford se desempeñó como gobernador de California, fue presidente de Pacific Railroad Company y también llegó a ser senador. É l tenía un solo hijo a quien amaba mucho. Stanford para hacerle el mejor regalo a su hijo lo llevó a Italia. Sin embargo, lamentablemente su único hijo murió de fiebre tifoidea en su adolescencia. Este suceso fue muy duro para el matrimonio Stanford. Se les partió el corazón y el mundo se le venía abajo. Sin embargo, este matrimonio no desperdició su tiempo en la depresión o en el lamento. Ellos entregaron esta aflicción a Dios y empezaron a orar y buscar más de él. Luego ellos se levantaron por medio de la esperanza que el Señor les dio. Ellos volvieron para California. Y dijeron: “Todos nuestros sueños y esperanzas del pasado son polvo ahora. Es porque hemos perdido a nuestro hijo. Sin embargo, nosotros volvemos a California y entregaremos nuestras vidas en servicio a todos los jóvenes que están ahí y le trataremos como si fueran nuestro propio hijo” Ellos se levantaron de esa situación difícil y fundaron la universidad Stanford. El Sr. Stanford antes de morir donó 22 millones de dólares a la universidad, y no sólo entregó talentos a los jóvenes sino hoy en día está considerada como una universidad muy calificada en el mundo. A cualquier persona le puede llegar la desesperación y desesperanza sin previo aviso. Sin embargo, nosotros que creemos en Jesucristo quien es nuestra única esperanza podemos vencer cualquier situación, problema y aflicción mediante su ayuda. Ro 8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 1Jn 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. Sujetémonos y aferrémonos fuerte, completa y únicamente en el Señor. Sirvámosle al Señor con alegría y gozo meditando cada día su palabra, recibiendo fuerzas por medio de la oración y siendo llenos de su Santo Espíritu. Vivamos cada día dando gracias en todo y por todo. 2. Una vida cristiana firme, solidificada y constante en la fe. 1Co 15:58ª Asíque, hermanos míos amados, estad firmes y constantes En ese tiempo, la ciudad de Corinto era muy moderna y era muy secular. Era una ciudad inmoral, desenfrenada y solo le importaba el dinero, lujo y placer. “Ser de corinto era lo mismo que ser una persona libertina”. En esa ciudad, el apóstol Pablo predicó y muchos se entregaron a Jesú s, y los hermanos de corinto estaban pasando momentos difíciles y de tentación. Pablo, a todos estos hermanos, les animó, ayudó, dio palabras de aliento y les dijo que no tambaleen. El apóstol Pablo les dijo y pidió que ningú n conflicto interno o influencia externa oprima, sacuda, desequilibre o haga vacilar su fe. Ro 8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Ro 8:38-39 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Por la gran confesión de fe de Pablo, hoy nuestra fe es posible. Al morir volvemos a vivir, al tropezar y caer el Señor está para levantarnos, al ser perseguidos en todas partes el Señor está para darnos fuerzas y nos hace fuerte para no tener miedo y para ganar. Si la casa se mueve se derrumba. Si el árbol se mueve se cae. Si la vida cristiana se mueve esa alma se hunde. Sujetemos fuerte nuestra fe. La poesía de Edward Mote que hoy es uno de nuestros himnos Edward Mote era británico, joven y pobre, trabajaba en una carpintería y un día recibió la palabra de Dios. De repente, en él empezó a brotar esperanza y sueños para su vida. Trabajó duramente por unos 10 años y llegó a ser presidente de una mueblería. Tuvo dinero y honor. Un día, el caminó y subió la colina que estaba detrás de su empresa, encontró una gran piedra, se sentó sobre ella y empezó a observar toda la ciudad que estaba abajo. De pronto, sintió mucha alegría en su corazón y se dio cuenta que la piedra sobre la cual estaba sentado cómodamente le estaba sosteniendo. Y se acordó que en su vida hay una persona que al igual que esta piedra le sostenía que era Jesucristo. Una vez más entendió que la felicidad no le daba ni el dinero ni el honor, sino solo en Jesú s había felicidad plena y absoluta. É l sacó una hoja, tomó un lápiz y escribió una poesía. Esa poesía es el himno de gloria pag. 539. “La esperanza de este cuerpo es solo nuestro Señor Jesús, solo podemos confiar en Jesús y en nadie más. É l es cimiento y base fuerte, yo me paro sobre él, sobre él me paro yo”. Edifiquemos nuestras vidas sobre este cimiento fuerte que es Jesús. Si amamos a Jesús, si nos paramos fuerte sin vacilar y corremos hacia él, Jesú s quien es la roca de nuestra salvación se encargará, nos dará fuerza y guiará nuestras vidas. Por más que cualquier tentación se nos acerque, no caigamos, tengamos los ojos puestos solo en Jesús y mantengamos firmes nuestra fe. Ahora nosotros tenemos una nueva vida cristiana, nunca debemos caer, tropezar ni mucho menos vacilar, al contrario, nuestra vida cristiana deber ser más fuerte. Vivamos una vida sin vergüenza delante del Señor y tengamos fe y esperanza sólo en él. 2Pe 3:14 Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz. Diariamente debemos escudriñar nuestras vidas bajo la lupa de la palabra, confiar en el poder de la sangre de Cristo, arrepentirnos y vivir una vida de alabanza, oración y ungida por el Espíritu Santo. Dios se goza con las personas que viven esta clase de fe. Nunca tambalean por cualquier cosa pequeña, no vivamos quejándonos ni amargándonos. El pueblo de Israel fue libre de Egipto, pero el motivo por la que no pudieron entrar a la tierra de Canaán fue por sus quejas, incredulidad y reclamos. Dios está buscando personas de fe. En Hebreos 11 podemos ver el testimonio de fe de muchas personas. Dios estuvo con cada uno de ellos y por medio de ellos él fue glorificado. Dios se deleita cuando vivimos en fe. He 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. Siendo pastor, evangelista y compositor, escribió el himno un día cuando el cielo se llenó de sus alabanzas one day when heaven was filled with his praises. Cuando él era universitario asistió a la campaña del profesor Moody. Ese día se predicó exclusivamente sobre la salvación. Al terminar la campaña Chapman buscó a Moody. “Profesor Moody yo no estoy seguro de mi salvación”. Moody le pregunto: ¿Usted cree en Jesucristo? Le contestó: de creer, creo pero no tengo la seguridad. Moody le dijo que leyera Juan 5:24 Jn 5:24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. Moody preguntó a Chapman ¿Crees? Contesto: Creo. Moody volvió a preguntar entonces ¿tienes la vida eterna? Chapman contestó: puede ser. Moody volvió a decirle lea una vez m{s este versículo: “ El que cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendr{ a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. ¿Ya lo crees? Chapman contesta: ¿Acaso ya no le he dicho varias veces que creo? Moody preguntó: ¿tienes la vida eterna? Chapman sinceramente no lo sé. Fue ahí cuando Moody le gritó: ¿Quién eres tú para subestimar a Dios? Si Dios dice que el que cree en él tiene vida eterna entonces es así. Chapman quedo sorprendido cuando escuchó a Moody que lo grito y le preguntó: entonces ¿quiere decir que yo tengo la vida eterna? Moody contestó a Chapman: Si Dios dice que tenemos vida eterna entonces es así. En ese instante Chapman se dio cuenta que hasta ese momento el no creyó en la palabra de Dios. Luego Chapman estudio teología, y cuando Moody se jubiló Chapman llegó a ser el pastor de esa iglesia. Chapman visitó Corea. Después de ser quebrantado y creer en Jesús recorrió el mundo predicando Juan 5:24. Si Dios dice que existe es porque existe. Nosotros lo único que debemos hacer es creer. La base de fe en la cruz es que seamos personas solidas en la fe. Avancemos y luchemos solamente con fe. 3. Una vida que se esfuerza en trabajar en la obra del Señ or. 1Co 15:58b creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. Somos salvos, tenemos la vida eterna y resucitaremos. Ahora que estamos parados firmes en nuestra fe, la vida que nos resta vivir vivamos para la gloria de Dios. Que toda nuestra vida sea para glorificar a Dios. El pastor John Piper dijo “Aquel que deja de vivir para la gloria de Dios y vive para su propia gloria pierde completamente esta dos glorias, sin embargo, el que vive para la gloria de Dios recibe también gloria y obtiene la satisfacción de obtener estas dos glorias. ¿Por qué debemos esforzarnos en trabajar en la obra del Señor? Porque este es el camino de poder demostrar nuestro gratitud por la salvación y la gracia que nos brindó. 1Co 4:2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. Entonces ¿Cómo podemos esforzarnos más para la obra del Señor? Nosotros debemos esforzarnos en obedecer completamente en la palabra de Dios. Sal 119:133 Ordena mis pasos con tu palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. Cuando guardamos la palabra de Dios, Dios nos cuida profundamente y nos da la victoria sobre cualquier prueba que venga contra nosotros. ¿Por qué el cristiano tambalea y cae ante la prueba? Es porque no ora. ¿Por qué se debilita la fe? Es porque no oramos. 1Co 16:13 Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. La persona que se esfuerza en leer y meditar en la palabra y orar es que le llega a tener una fe madura. Nosotros debemos esforzarnos en evangelizar. Dios no encomendó a los ángeles para que evangelizara pero ¿Por qué ha entregado esta misión de evangelizar al hombre? Por supuesto, por una parte es porque nos quiere dar nuestro galardón, pero también nos dio el Evangelio para que podamos vivir nuestras vidas cristianas con fuerza y poder en este mundo y para establecernos eternamente. 2Ti 4:2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Debemos esforzarnos en adorar. Dios goza la adoración de los verdaderos adoradores, y sobre los adoradores derrama gracia y bendición. Jn 4:23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Si nosotros no nos esforzamos en la palabra, en la oración, en la evangelización y en la adoración nuestra fe no crecerá ni madurará. Por lo tanto, esforcémonos en trabajar. Esforcémonos en servir. Las personas que se esfuerzan por la obra del Señor, Dios les otorga poder, gozo que el mundo no conoce y gran consuelo. Las personas que se esfuerzan fervientemente, Dios se encarga de todo y retribuye todo. Dice el himno: Tu santo nombre alabaré, Bendito Redentor; Ni lenguas mil cantar podrán la grandeza de tu amor. Luchemos diariamente en la labor del Señor. Todo nuestro esfuerzo no es en vano delante del Señor. Nunca renunciemos antes de tiempo. Ga 6:9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Hagamos lo mejor de nosotros, consagrémonos para la gloria de Dios y de acuerdo a nuestra labor el Señor no dará nuestro galardón. 1Co 3:8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Todo aquel que se encuentra en la desesperación, escuche el evangelio de Cristo y siga para adelante. Guiemos los corazones de las personas al Señor. Dwight Edwards Dwight Edwards es el quinto descendiente de Jonathan Edwards y en su libro Dentro de la Revolución comenta una historia. Sir Henry Morton Stanley era un periodista que no creía en los cristianos. En 1971 partió a Á frica con el propósito de buscar al misionero David Livingstone quien había perdido contacto, entrando hasta lo más profundo de la selva. Encontró vivo a Livingstone, y para saber algo más de él, y para averiguar mejor, decidió convivir con Livingstone por 10 días. En su diario se encuentra registrado el momento que pasaron junto el día siguiente. Yo llegue a Á frica con la mentalidad que cuando estaba en Londres yo estaba en el segundo puesto de ateísta. Sin embargo, el tiempo que pase aquí pude reflexionar bastante. En ese lugar me encontré con un anciano solitario y le pregunte: ¿Cómo hizo para poder estar aquí? ¿Perdió la razón? ¿Si no esto ni lo otro? ¿Qué es lo que le motiva para trabajar de esta manera? Solo nos conocimos por el tiempo que estuve con él, sin embargo este anciano me sorprendió porque vive según como está escrito en la Biblia. Este hombre estaba viviendo realmente las palabras de Jesús dejó todo y siguió. Por lo tanto, su compasión por los demás poco a poco llegó a mi corazón e hizo surgir en mí un corazón compasivo. Por su dulzura, su actitud piadosa, entusiasmo, sinceridad, y el fervor a su trabajo, yo que lo estaba controlando, por él al final yo me arrepentí y cambie de corazón. Aunque el no trato de hacer nada en mí. Al final Stanley dice: No fueron las predicas de Livingstone que cambiaron mi corazón sino su vida. Seamos personas que reflejemos el amor de Cristo a los demás.