LA GUERRA CIVIL (1936- 1939) Introducción La Guerra Civil española de 1936 a 1939 supone una de las mayores tragedias de nuestra historia, no sólo por el número de víctimas y por los destrozos materiales, sino porque, cuando finalizó, se implantó en España un régimen dictatorial que reprimió duramente a la oposición, impuso un sistema político y social excluyente y que ancló a España políticamente unos 40 años. Sigue estando muy presente en nuestros días (se le dedican libros, exposiciones, películas, se habla de ella en las campañas electorales) hasta el punto de que se puede decir que una buena parte de los españoles, incluso de los que nacieron mucha más tarde de que finalizara, no han superado aún la visión de las dos Españas que chocaron dramáticamente hace cerca de 70 años. En suma, todo el siglo XX se vio marcado por este acontecimiento. Hay que enmarcarla en la situación internacional de crisis. Las sociedades europeas se vieron obligadas a adoptar decisiones radicales para resolver los conflictos sociales. Las alternativas políticas posibles durante la década de 1930 eran tres: 1. El reformismo democrático, que defendía el sufragio universal, los partidos de masas, la mejora de las relaciones laborales (con medidas como la semana de 40 horas y las vacaciones pagadas), la escuela pública, etc. Francia, Reino Unido y la República española eran los modelos de esta alternativa. 2. Los fascismos, caracterizada por el nacionalismo agresivo, el antiliberalismo, la negación de la libertad y el culto al caudillo y al partido único. Los modelos eran Alemania e Italia. 3. La revolución comunista, según el modelo de la URSS. 1. CAUSAS DE LA GUERRA La explicación de las razones que provocaron la Guerra Civil es compleja. Podemos distinguir dos tipos de causas: las remotas, anteriores a la década de 1930 y las próximas, que surgieron durante el período republicano. a) Las causas remotas. La forma en que se instauró en España el liberalismo no resolvió los grandes problemas estructurales de nuestro país: agrario, exclusión de las clases populares de la vida política, poder de la iglesia, poder del ejército, nacionalismos, corrupción política… pese a los intentos durante el XIX de los progresistas y Restauración y durante los comienzos del XX Regeneracionismo, dictadura de Primo de Rivera y II República. En resumen la oligarquía se niega a perder sus privilegios. En estos elementos se asientan los orígenes de la permanente radicalización social y política La actitud y la mentalidad del Ejército se manifestaron a través de la práctica golpista. En el XIX la mayoría de carácter liberal pero desde la crisis del año 1898, una parte del Ejército español cambió de mentalidad se volvió conservador e, incluso, reaccionario, contrario a las peticiones del movimiento obrero y de los nacionalismos catalán y vasco. Los sublevados justificaron su golpe por la necesidad de frenar el separatismo y por el temor a la implantación del comunismo. La escasa modernización del país, en relación con otras naciones del occidente europeo. La República intentó llevar a cabo una modernización en todos los órdenes, pero las fuerzas conservadoras de la sociedad (Iglesia, alta burguesía, terratenientes, militares, etc.) se opusieron violentamente durante todo el período republicano. En España, la revolución industrial se produjo tarde y sólo afectó a Cataluña y al País Vasco y a algunos pequeños focos en otras regiones españolas. Además, la burguesía defensora del reformismo, constituyó un sector débil frente a un movimiento obrero dividido entre anarquistas y socialistas. Además, el predominio en el país de una economía agraria, con un reparto injusto de la tierra, requería una solución: la reforma agraria a la que se opusieron de manera rotunda los terratenientes. Una de las razones del estallido de la Guerra Civil fue, precisamente, la gran tensión social en el campo y la radicalización que trajo consigo. El retraso de la modernización también se notaba en el alto grado de analfabetismo de la sociedad española, la debilidad del Estado, la falta de infraestructuras educativas y el predominio ideológico de la Iglesia en la enseñanza, a causa de la falta de inversiones en escuelas públicas y laicas. b) Las causas próximas. Entre las causas próximas de la guerra civil española hay que destacar: La radicalización de la sociedad La República intentó solucionar los problemas estructurales de la sociedad española por la vía del reformismo. Pero la sociedad española fue incapaz de resolverlos: la reforma agraria, la educación para todos, el Estado laico, la mejora de las condiciones de la clase obrera y también de la mujer, las autonomías políticas, etc. Ningún grupo político supo conducir la transformación global de la sociedad. La derecha tendió a velar por los privilegios de las clases poderosas y a minar las reformas modernizadoras de los gobiernos de izquierdas, la izquierda más radical (los anarcosindicalistas y un sector del PSOE) promovió la revolución. Cuando no es posible conseguir soluciones políticas tarde o temprano los conflictos entran en una fase de resolución violenta. Pero, para que estalle la violencia, es necesaria la voluntad de iniciarla y esa fue la que tuvieron los generales que se sublevaron: Mola, Franco, Queipo de Llano. El triunfo del Frente Popular avivó esta radicalización antes mencionada. El desorden público aumentó: ocupación de tierras, ataques a edificios religiosos, atentados políticos protagonizados por los más extremistas: falangistas y anarquistas. En esta situación el temor a una sublevación de parte del ejército era palpable, para intentar evitarla se trasladaron a los generales: Goded a Mallorca, Franco a Canarias y Mola a Pamplona. Desde el momento que en que se proclamó la República una parte del ejército mostró su hostilidad y no dejó de conspirar contra él (Sanjurjo 1932). A comienzos de marzo de 1936 empezaron a tramarse varias conspiraciones: carlistas, falangistas, Renovación Española… Pero fue en abril cuando el general Mola obtendría la confianza de los antirrepublicanos, de terratenientes y financieros. El golpe tenía que ser rápido y violento para triunfar en pocos días. LA fecha era finales de julio pero se adelantó por el impacto que supuso para los golpistas el asesinato de Calvo Sotelo, líder de Renovación Española. 2. LA SUBLEVACIÓN MILITAR. La sublevación militar se inició el 17 de julio en Melilla, al día siguiente volaba Franco de Canarias a Marruecos para ponerse al frente del ejército de África. El 18 de julio se extendió en la península. Los militares sublevados justificaron su actuación: Salvar a España de una revolución comunista y evitar el separatismo. El alzamiento fracasó en las grandes capitales y triunfó en algunas ciudades del interior. Madrid y Barcelona se produjeron enfrentamientos, pero finalmente triunfó la República gracias a la actuación de las milicias armadas. El fracaso del golpe originó una guerra que ninguno de los dos bandos esperaban. La reacción de buena parte de la sociedad española fue la de defender la República; el pueblo había dejado de ser espectador pasivo. La sublevación, no contó con la valerosa e inesperada reacción del pueblo. También parte del ejército y las fuerzas del orden (Guardia Civil y Guardia de Asalto) permanecieron fieles a la República. A partir de este momento surgen dos interpretaciones diferentes sobre la guerra civil. Para unos el “Glorioso Alzamiento Nacional” necesario para salvar a España de la anarquía, para restablecer el orden y acabar, mediante una “Cruzada de Liberación”, con los enemigos del país: anarquistas, comunistas, socialistas, separatistas y masones, Para la otra España, la que permaneció fiel al gobierno legal de la República, había que luchar para defender los logros de una República democrática y para terminar con el fascismo que se estaba extendiendo por toda Europa. Para muchísimos españoles el unirse a uno u otro bando se debió no a una ideología clara sino a una cuestión geográfica: que en la zona en que ellos vivían hubiese triunfado o no, la rebelión. 3. BANDOS: LEALES Y SUBLEVADOS Sublevados o nacionales: el levantamiento triunfó en Marruecos, Canarias, Baleares, Castilla León, Navarra, Aragón y capitales como Sevilla, Cádiz, Granada, Córdoba y Cáceres. Contaban con las zonas agrícolas y ganaderas y con gran parte de los mandos del ejército. Al bando rebelde se sumaron unos 200.000 falangistas y unos 63.000 carlistas, ambos bien armados y disciplinados. En Cádiz se levantaron los generales Varela y López Pintos, en Sevilla Queipo de Llano. Contaron con el apoyo de propietarios agrarios, monárquicos, de la iglesia y de todos los que veían mal que España se democratizase. No había unanimidad con lo que se iba a hacer después de que triunfara el golpe de Estado. Mola que es el director de esta conspiración pensaba imponer una dictadura al frente de la cual estaría el general Sanjurjo pero no todos estaban de acuerdo de con esta solución. La CEDA y los monárquicos deseaban la vuelta de Alfonso XIII y los falangistas un régimen similar al fascismo italiano Leales o republicanos: Castilla la Mancha, Todo el Levante, Cataluña, la Cornisa Cantábrica, Madrid y el resto de Andalucía Contaba por lo tanto con las zonas industriales, con el trigo de la Mancha, con la agricultura más comercial del levante, con las principales zonas mineras y con las reservas de oro del Banco de España. La marina y la aviación se mantuvo en general fiel a la República Contó con el apoyo del movimiento obrero en su mayoría afiliado a los sindicatos socialistas y anarquistas, muchos de ellos partidarios de una revolución proletaria, junto a ellos las clases medias partidarios de la República pero temerosos de la revolución. En las primeras semanas del levantamiento en la España republicana se crearon numerosos comités locales y provinciales que asumieron la administración de los Ayuntamientos y de las instituciones para garantizar el abastecimiento, la asistencia social, la creación de milicias populares, el orden público, etc. El gobierno republicano seguía teniendo el poder legal pero no tenía los resortes para hacer cumplir sus decisiones. El ejército republicano era prácticamente inexistente ya que el gobierno licenció a todos los soldados que estaban cumpliendo el servicio militar por lo que la defensa de la República quedó en manos de las milicias populares. La República tuvo que improvisar un nuevo ejército haciendo volver a los desertores e incluir en él a las milicias populares,. La efectividad de un ejército así era muy dudosa si lo comparamos con la gran disciplina del ejército rebelde. La larga duración del conflicto se explica por la intervención internacional ayudando a uno u otro bando con armas y hombres. España se convirtió en el campo de experimentación de nuevas armas y tácticas de guerra. 4. INTERNACIONALIZACIÓN DEL CONFLICTO La guerra civil española conmocionó a todo el mundo occidental. En general la opinión pública mundial fue favorable a la República. Pero al mismo tiempo creó el temor de que la guerra se extendiera a Europa si alguna de las potencias intervenía militarmente en España. En agosto de 1936 Se forma el Comité de No Intervención defendido por Gran Bretaña y firmado por 27 países. A pesar de este acuerdo ambos bandos contaron con ayuda exterior. Ayuda a la República: recibió ayuda de material militar de la URSS y en menor cantidad de Francia y México. Por este apoyo soviético se tachó a la república de “roja y marxista” internacionalmente fue vinculada al comunismo. La ayuda soviética fue pagada por adelantado ya que se trasladó el tesoro del banco de España a Moscú en septiembre de 1936 “el oro de Moscú”. La ayuda humana llegó a través de las Brigadas Internacionales: unos 60.000 hombres voluntarios de 30 países que vinieron a España a “defender la democracia frente al fascismo”. Estos jóvenes la mayoría sin experiencia militar pero disciplinados eran gentes de izquierdas, idealistas, aventureros, intelectuales… que veían la guerra de España como una grave cuestión de la política internacional. Fueron canalizados por los partidos comunistas europeos y entrenados en Albacete. Se distribuyeron en 6 brigadas formadas por batallones de soldados de un mismo país (Telemann alemanes, Garibaldi italianos, Lincoln estadounidenses…) Su intervención ayudó a detener al ejército rebelde en Madrid (otoño 36) Fueron retirados de España a finales de 1938 y unos 18.000 perdieron la vida en España. Ayuda a los rebeldes: El bando sublevado recibió ayuda de Italia y Alemania de forma masiva. Se pagó con materia primas, especialmente con minerales (hierro, cobre, plomo, mercurio…) pieles lana etc. Se los dio en concesión 73 yacimientos. Alemania envió la legión Cóndor (aviación), asesores militares y armamento, Italia soldados y armamento Portugal (dictadura) soldados y relacionar la zona sublevada andaluza con la de Extremadura por territorio portugués, Irlanda envió la Legión de San Patricio. EEUU y Gran Bretaña a pesar de su neutralidad y a título personal de empresarios prestaron ayuda financiera a los sublevados. La valoración de la ayuda recibida por cada bando depende mucho según los autores que se tomen como referencia pero sin duda la ayuda de la URSS fue menor en cantidad y calidad. 5. OPERACIONES MILITARES Inicios del conflicto: el avance hacia Madrid (julio 36- enero 37): el primer problema con que se encuentran los sublevados es trasladar el ejército de África, mejor preparado, a la península. Este traslado se consiguió gracias a la ayuda de la aviación alemana e italiana. Bajo el mando del general Yagüe se realizó el primer puente aéreo de la historia. A partir de aquí el avance de los sublevados fue rápido por Andalucía occidental y Badajoz, enlazando así con la zona de Casilla León. El siguiente pasó era la conquista de Madrid pero antes de eso Franco se dirigió a Toledo, donde en su Alcázar resistían un centenar de sublevados, este hecho fue considerado como un hito para los rebeldes. En noviembre del 36 se prepara el ataque a Madrid. Madrid se prepara movilizando a toda la población que fortifican los accesos y el interior de la ciudad bajo el lema “NO PASARÁ. El gobierno se traslada a Valencia. La defensa de Madrid queda en Manos del general Miaja y del comandante Rojo. Madrid resiste heroicamente pese a los ataques aéreos gracias a la llegada de las primeras Brigadas Internacionales y a la columna Libertad (Durruti). Mola toma Irún y San Sebastián. Esta fase es “guerra de columnas” grupos de tropas formados con pequeñas unidades de diversas armas, de escaso volumen y mucha movilidad. los primeros mese. La guerra es claramente desfavorable para la República. A comienzos de la guerra en el bando rebelde no había un mando unificado, puesto que la muerte de Sanjurjo en accidente aéreo privaba a la rebelión de su jefe reconocido pero en octubre del 36 Franco es elegido como jefe del alzamiento Batallas en torno a Madrid (Enero- marzo 37): En esta etapa se regulariza el ejército republicano militarizando o disolviendo las milicias. Los rebeldes también militarizan a los falangistas y requetés (carlistas). El ejército rebelde al no poder tomar Madrid decide intentar cortar las comunicaciones de Madrid, con tal fin, se producen las batallas del Jarama (tablas) y Guadalajara donde los sublevados sufren ambas derrotas. En febrero del 37 los nacionales se apoderan de Málaga. Ocupación del Norte (abril – diciembre 37): La imposibilidad de tomar Madrid hizo cambiar a Franco de estrategia y decidirse a tomar la franja cantábrica. El frente se fue desplazando de Este a Oeste (Guernica, Bilbao, Santander y Asturias). Sobre la ciudad de Guernica se realizó el primer bombardeo sobre una población civil. La República para aliviar la presión sobre el Norte atacó Brunete, en las cercanías de Madrid, y Belchite, cerca de Zaragoza, pero aún así cayó todo el Norte y pasaron a manos de los rebeldes una de las principales las zonas mineras e industriales. Miles de personas huyeron a Cataluña Avance hacia el Mediterráneo (diciembre 37- Julio 38): El ejército republicano intenta tomar la iniciativa, una vez que se había reestructurado. Tiene ahora como jefe del Estado Mayor al general Rojo. Ataca Teruel obteniendo una victoria pero en poco tiempo vuelve a perderla. El ejército rebelde atraviesa Aragón y llega a la costa mediterránea (Vinaroz) dividiendo el territorio republicano en dos zonas. Franco dirige sus tropas hasta Valencia, capital de la República, hasta la gran ofensiva republicana en el Ebro Batalla del Ebro (julio-noviembre 38): fue uno de los mayores episodios militares de la guerra. Empezó con el ataque republicano a Mequinenza y Amposta. Franco envió grandes refuerzos y contraatacó en septiembre los republicanos tienen que replegarse y el 16 de noviembre la batalla finaliza con el triunfo de los nacionales. La guerra está casi decidida. Fin de la Guerra (Noviembre 38 1 abril 39): Franco dirige sus tropas hacia Cataluña, toma Barcelona en enero del 39, donde estaba el gobierno de la República, y poco más tarde Gerona iniciándose el exilio de miles de republicanos entre ellos el gobierno presidido por Negrín y el presidente de la república Manuel Azaña. A comienzo de marzo en Madrid el coronel Casado da un golpe de Estado con el apoyo del socialista Julián Besteiro contra la República con el fin de negociar con Franco el fin de la guerra pero Franco no aceptó ninguna negociación sólo la rendición y la entrega de armas. El 28 de marzo entran las tropas franquistas en Madrid sin ninguna resistencia y en los días sucesivos fueron cayendo el resto de ciudades republicanas las últimas en caer fueron Almería y Alicante. El 1 de abril Franco firmó en Burgos el último parte de guerra” En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. Españoles, la guerra ha terminado” 6. EVOLUCIÓN POLÍTICA DE CADA ZONA ZONA REPUBLICANA Gobierno de Giral La sublevación provocó la dimisión del Gobierno, dirigido por Santiago Casares Quiroga, y el encargo del presidente Manuel Azaña a Diego Martínez Barrio para formar nuevo gobierno. El fracaso de este en sus gestiones para paralizar e la sublevación y sus recelos de entregar armas al pueblo lo llevaron también a dimitir el mismo 19 de julio. Azaña mandó formar gobierno a José Giral su principal objetivo fue organizar la defensa para frenar a los sublevados para ello entregó armas a las milicias de los partidos y sindicatos y disolvió el ejército pensando que así debilitaría a los rebeldes. En agosto se crearon batallones de voluntarios dirigidos por los oficiales que se habían mantenido fieles a la República. El poder del Estado sufre un desplome casi total. Las organizaciones obreras sobre todo CNT, la FAI y POUM crearon Comités que actuaban sin control del gobierno. Entre otras medidas llevaron a cabo la colectivización de la tierra, fábricas, los transportes… y la represión contra todos los grupos políticos o sociales considerados enemigos: religiosos, CEDA, falangistas, terratenientes…muchos de estos hechos fueron realizados por incontrolados pero todas las organizaciones antifascistas tomaron, de una u otra manera, en la represión de los primeros meses. El gobierno fue incapaz de controlar esta situación El gobierno de Largo Caballero. En septiembre de 1936, el presidente Azaña encargó formar gobierno a Francisco Largo Caballero, líder de la izquierda del PSOE, quien formó un gabinete de integrado por nacionalistas vascos y catalanes, republicanos, el PSOE y el Partido Comunista. Unos días más tarde se unieron cuatro ministros anarquistas. Los objetivos de su gobierno fueron: Recomponer el Estado eliminando los Comités y militarizar las milicias de los partidos y sindicatos creando un ejército popular. Pero no todas las fuerzas políticas que formaban el gobierno tenían las mismas formas de solucionar los problemas mientra que los comunistas, que habían aumentado su influencia gracias al apoyo soviético a la República, eran partidarios de ganar la guerra y después hacer la revolución; los anarquistas y el POUM eran partidarios de hacer la revolución para así contar con el apoyo de popular que llevaría a la victoria. La situación se complicó en mayo del 37 cuando en Barcelona hubo enfrentamientos armados entre anarquistas y miembros del POUM contra republicanos y comunistas. El enfrentamiento se resolvió con el fracaso de los anarquistas y la disolución del POUM y el debilitamiento largo Caballero que perdió hasta el apoyo de sectores de su partido. Largo Caballero se distanciaba cada vez más de los partidos políticos y se apoyaba más en los sindicatos. Una medida notable fue la aprobación, el 1 de octubre, del estatuto de autonomía del País Vasco. El gobierno de Negrín. A partir de la crisis de mayo de 1937, el gobierno republicano pasó a estar dirigido por el doctor Juan Negrín, del PSOE, partidario de la máxima unidad de las fuerzas republicanas y apoyado en los comunistas sin intervención de los sindicatos. Su objetivo fue la resistencia, pues pensaba que si comenzaba la guerra en Europa, las fuerzas italianas y alemanas abandonarían España, pero cuando en septiembre del 38 se firmo el Pacto de Munich, por el que Francia y G. Bretaña se pliegan al expansionismo nazi, pierde toda esperanza y propone a Franco una salida negociada a la guerra: Programa de los Trece Puntos que luego rebajaría a Tres: establecimiento de un régimen democrático, ausencia de represalias, salida de las tropas extranjeras aún así Franco no los aceptó. Los reveses militares, la falta de alimentos hacían cada día más evidente el desánimo en la zona republicana. En esta situación el coronel Casado da el golpe de Estado contra Negrín con la creencia ingenua de que Franco iba a negociar el fin de la guerra. Franco sólo aceptó la rendición ZONA SUBLEVADA Muy distinta fue la evolución política en el bando rebelde. La muerte del general Sanjurjo en accidente de aviación, el día 20 de julio de 1936, cuando se dirigía a Burgos para encabezar la rebelión, puso en primer plano la figura de Franco, a quien solamente podían hacer sombra figuras como Mola, quien también fallecería en junio de 1937. L a Junta de Defensa Nacional, creada por los rebeldes en Burgos, funcionó como embrión de un nuevo gobierno; hasta que en septiembre 1936 una reunión de generales acordó nombrar a Francisco Franco generalísimo y jefe de un nuevo Estado aún sin definir. Franco había retirado de la escena a cualquiera que le pudiera hacer sombra: Gil Robles y Fal Conde en Portugal, José Antonio Primo de Rivera en la cárcel, don Juan, hijo de Alfonso XIII, fuera de España. Franco concentró todos los poderes y se dispuso a crear un Estado inspirado en los modelos fascistas de Italia y Alemania. Prohibió todos los partidos políticos y los sindicatos de clase al mismo tiempo que inició una fuerte represión a todos los partidarios de la República En abril de 1937 decretó la unificación de la Falange y de los carlistas. Franco sería el jefe del único partido legalizado (camisa azul, gorra roja, saludo romano y rígida jerarquía) la resistencia de algunos falangistas o carlistas se solucionó con la prisión o el destierro. La iglesia católica mediante una pastoral prestaba su apoyo a los sublevados En enero de 1938 se constituyó el primer gobierno del nuevo Estado. El primer gobierno de Franco constituía un agregado de las fuerzas conservadoras, compuestas por tradicionalistas, falangistas y, sobre todo, militares. A partir de entonces fue llamado “caudillo de España”. Franco se atribuye potestad legislativa: - Fuero del Trabajo: marzo 38 En el que regula las relaciones laborales: sindicatos verticales, se prohíbe el derecho a huelga y a las reivindicaciones colectivas, - Ley de prensa: impone una fuerte censura - Ley de responsabilidades políticas (febrero 39) aplicación de penas a personas que hubieran apoyado a la república desde 1934 Leyes favorables a la iglesia: culto religioso en la enseñanza y el ejército, supresión matrimonio civil, retribución estatal al clero 8. LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA La Guerra Civil fue el episodio más traumático que vivió la sociedad española durante el siglo XX. Durante tres años, conciudadanos, e incluso miembros de una misma familia, luchaban entre sí; el odio entre los españoles se acrecentó, resultando inevitable el deseo de aniquilación del contrario. Los que vencieron excluyeron y persiguieron a quienes no se habían sumado de manera entusiasta a su bando. En los últimos meses de la guerra, millares de combatientes republicanos y de familias enteras que habían defendido públicamente al gobierno legal tuvieron que abandonar España de manera precipitada, dejando atrás todas sus propiedades. Miles de combatientes, intelectuales, militantes de partidos y sindicatos se agolpaban en el puerto de Alicante, esperando tener plaza en uno de los barcos que los llevarían a algún país que los quisiese acoger. La frontera catalana con Francia era un río de personas que tuvieron que sufrir las penalidades del exilio, muchos jamás regresaron. En resumen, casi medio millón de muertos, de los que una buena parte corresponde a los asesinatos de las retaguardias o en las cárceles de los vencedores. Acabada la guerra, más de 250000 personas ingresaron en prisiones o en campos de trabajo forzado. Decenas de miles de españoles exiliados se concentraron en campos de internamiento en el sur de Francia, más tarde se dispersaron por países europeos, por el norte de África y sobre todo en Latinoamérica; México fue la nación que acogió mayor número de personas y su capital se convirtió en la sede política de la República en el exilio. Las consecuencias en la cultura española fueron importantísimas. Quedó destruido todo el esfuerzo de regeneración cultural y educativa de la cultura española (1898-1936). Fueron ejecutados o destituidos por el franquismo más del 60% de los maestros y profesores. Prácticamente la totalidad de los intelectuales de la generación del 27 y los más notables científicos y artistas murieron o marcharon al exilio: figuras señeras como García Lorca, Buñuel, Antonio Machado, Alberti, Picasso, Américo Castro. La cultura oficial retrocedió a los tiempos del oscurantismo clerical, la represión y la censura, propias de la época de la Inquisición. Las consecuencias en el terreno económico fueron desastrosas para el país: la pérdida de reservas, la disminución de la población activa, la destrucción de infraestructuras, provocó una disminución de la producción- y la caída del nivel de renta. La mayoría de la población española tuvo de sufrir a lo largo de las décadas de 1940 y 1950 los efectos del racionamiento y la privación de bienes de consumo. Las consecuencias políticas fueron el final de la más importante experiencia modernizadora y democratizadora que había tenido la España contemporánea y el inicio de un larguísimo período de represión, de falta de libertad política y la supresión de derechos fundamentales de las personas. En el ámbito internacional, España inició veinte años de aislamiento político, con excepción del reconocimiento que obtuvo de algunos estados, como el Vaticano y Argentina. Quedó fuera del fuerte impulso de progreso que se inició en Europa después de 1945. España llegaba a la mitad del siglo XX sin haber solucionado sus problemas de convivencia política y sin conseguir la participación de todos sin exclusión