SIMBOLOGÍA ANIMAL Del Archivo de Mariano Fernández Del Hipocampo o Caballo Marino ENTRE ALGAS Y MISTERIOS AZULES El hipocampo (del griego: hippos = caballo, y kampos = el monstruo marino Campe), se ubica entre los peces más curiosos e interesantes del mundo, integrante de una familia de unas 20 especies, generalmente con hábitat en aguas costeras ricas en vida vegetal. DISOLUCIÓN EQUINA Y VERTICALIDAD Los caballitos de mar o hipocampos (género Hippocampus) constituyen un grupo de peces marinos pertenecientes a la familia Syngnathidae. Su nombre se debe al peculiar parecido que presenta su cabeza con la de los caballos. De hecho, la característica de tener la cabeza en ángulo recto con respecto al resto del cuerpo no se da en ningún otro género de peces. AFERRADO A LA VIDA / GRACILIDAD, ELEGANCIA Y CAPACIDAD DE OBSERVACIÓN Su forma de nadar es muy diferente a la de los demás peces. Adoptan una posición erecta, impulsándose con su aleta dorsal. No tienen aleta anal. En su lugar, el animal cuenta con una lemúrida cola prensil que se enrolla en espiral y le permite aferrarse a tallos y plantas subacuáticas. En otras palabras, el caballo de mar es un pez que se desplaza en forma vertical, impulsado por los movimientos de su aleta dorsal, que lo llevan a lucir como empujado por una propela. Por otra parte, es capaz de virar la cabeza hacia los lados, de mover los ojos independiente uno del otro, ubicados en sendas torretas corneas, y de asirse con fuerza a la vegetación. Estas cualidades lo convierten en una grácil, armónica y elegante criatura, en un buen observador y en una figura que puede resistir el paso de la corriente. PATERNIDAD RESPONSABLE Y PREÑEZ MASCULINA EN LA AVENTURA DE VIVIR En esta especie animal es el macho quien se ocupa del desarrollo de los huevos. Luego del cortejo nupcial, la hembra usa su ovopositor para insertarlos maduros dentro de la bolsa incubadora del macho. Miles de huevos en la bolsa ventral que distingue al macho. Es allí donde son virilmente fertilizados. Esta bolsa denominada marsupium o marsupia (que permite diferenciar externamente los sexos), se transforma para conservar y alimentar a los embriones durante unas dos semanas más o menos, con un fluido nutritivo que segregan las paredes del órgano. Así, en ese lapso se produce la eclosión y la bolsa, mediante contracciones musculares lanza al exterior las criaturas que de esta manera se unen al océano, ya preparadas literalmente para la aventura de vivir. Por eso el hipocampo o caballo marino es el ejemplo más adecuado de lo que podemos llamar preñez masculina o en lo masculino, factor libertario de la especie y la imaginación humana. UN PRODIGIO DE SOBREVIVENCIA No obstante, actualmente todas las especies de hipocampo están incluidas en las listas de animales en peligro de extinción, aunque su comercio se halla más o menos regulado. Es necesario recordar que en China y otros países asiáticos, a diario se capturan toneladas de caballitos de mar para venderlos secos o para obtener polvos, de cualidades discutibles, para la farmacopea asiática y la estimulación erótica universal. AGILIDAD Y VERSATILIDAD EXTREMAS EN JUEGOS DE ESTRATEGIA También se vincula el hipocampo con el caballo del ajedrez, toda vez que su forma y rápido desplazamiento horizontal, en zigzag o en forma vertical, le otorga una movilidad muy similar a la de la pieza del juego sobre el tablero cuadriculado. AMOR CORTÉS Y UNA SENSIBILIDAD RESGUARDADA POR UNA FORMIDABLE ARMADURA Sin embargo, su contenido simbólico es mucho más rico y profundo, en cierto modo asociado con el caballero y el romanticismo del mundo cortesano de la Edad Media, cuando los hombres, guarnecidos en una armadura y ceñidos a un código muy particular, se entrenaban y competían para defender a su rey y honrar a su dama. A ello se agrega que el cuerpo del animal está protegido externamente por una suerte de sucesión de anillos o segmentos óseos que cubren, a modo de exoesqueleto calcáneo, las partes vulnerables y sensibles del animal. POSEIDÓN, PROTEO, FUERZA VISCERAL Y TRANSFORMACIÓN El hipocampo se alimenta de placton, que absorbe con una también anillada boca en forma de hocico tubular, que le confiere la forma equina que lo caracteriza, al tiempo que anima la imaginación humana. Pausanias, por ejemplo, lo describía como un caballo, pero con la parte inferior de un monstruo marino (Campe), o de un gran pez de forma caprichosas. De la misma manera, poetas y pintores vincularon los caballos de mar a los corceles de Poseidón (Neptuno), y de Proteo, motivante personaje mítico, sabio viejo de las aguas marinas, que conduce un carruaje o caracola descomunal arrastrado por hipocampos, genio marítimo que se le conoce por su singular habilidad de cambiar de forma de acuerdo con la circunstancia, lo que lo hace adaptable o inasible, según sea el caso. En nuestro cerebro hay una zona muy parecida al famoso caballito de mar, y que por eso recibe el nombre de Hipocampo. Es una región cerebral muy antigua situada donde están los lóbulos temporales. Allí es donde los recuerdos se trasladan de un lado a otro, es decir, de la memoria de corto plazo a la memoria de largo plazo. El hipocampo es lo primero que se deteriora cuando una persona padece Alzheimer. EN SÍNTESIS Por consiguiente, estamos ante un excelente símbolo que se activa y anima en momentos de incubación y creatividad en lo masculino, y por lo que hemos descrito, en tiempos de revisión de roles en la pareja y en la familia, la responsabilidad paterna y las actitudes caballerescas y protectoras; hermoso, ágil, observador, estratega firme y recio ante las adversidades.