MINISTERIO DEL AMBIENTE Tema: LA PROTECCIÓN PENAL DEL MEDIO AMBIENTE COMO MANIFESTACIÓN DE LA POLÍTICA CRIMINAL EN EL PERÚ Jorge Julca Ramirez Coordinador Area Penal Procuraduría Pública Especializada en Delitos Ambientales MINISTERIO DEL AMBIENTE Control Social ¿POLÍTICA CRIMINAL? Como punto de partida es trascendental referirnos a los tipos de control social que existen en las sociedades modernas, el profesor Muñoz Conde en su libro Derecho Penal y Control Social señala : “El control social es una condición básica de la vida social. Con él se aseguran el cumplimiento de las expectativas de conducta y los intereses contenidos en las normas que rigen la convivencia, confirmándolas y estabilizándola contrafácticamente, en caso de su frustración o incumplimiento, con la respectiva sanción impuesta en una determinada forma o procedimiento. El control social determina, pues, los limites de la libertad humana en la sociedad, constituyendo al mismo tiempo un instrumento de socialización de sus miembros” Y añade: “no hay alternativas al control social; es inimaginable una sociedad sin control social” En las sociedades actuales existen diversas formas de ejercer el control del comportamiento humano, la mas representativa por su eficacia y su característica represiva es la del Derecho Penal, sin embargo este control jurídico-penal no es el único ni el mas importante, existen una serie de manifestaciones del control social que responden a características distintas y que son denominadas controles sociales informales, entre ellos tenemos el que ejerce la familia, la escuela, la iglesia y hasta la formación profesional, entre otras. Definición ¿POLÍTICA CRIMINAL? Lucien Nouwynck, define la Política Criminal como: “El conjunto de medidas de carácter penal o no, tendientes a asegurar la protección de la sociedad contra la criminalidad, a regular debidamente el tratamiento a los delincuentes y a garantizar los derechos de las víctimas. Si bien es cierto existe en la doctrina diversas definiciones sobre lo que podría significar Política Criminal, hemos optado por transcribir aquí la que creemos es la mas acertada, fundamentalmente porque no considera únicamente a la política criminal como una medida de carácter represivo del derecho penal, sino porque deja abierta la posibilidad de que coexistan con otros mecanismos de represión y prevención. Sin perjuicio de lo mencionado, hemos elaborado un concepto propio de lo que consideramos podría traducirse como política criminal La política criminal es creada por el Estado -responsable de ejercer el control social formal (ius puniendi)- en respuesta a un fenómeno criminal, valiéndose de un conjunto de decisiones de carácter preventivo y represivos que se traducen en normas, instrumentos, acciones, proyectos o programas (entre otros), que coadyuven a combatir los actos criminales previamente identificados, con la finalidad de eliminarlos o disminuirlos. LA PROTECCIÓN PENAL DEL AMBIENTE Sin duda alguna el Estado ha dado manifestaciones de protección sobre el medio ambiente; sin embargo en estos últimos años se ha valido del Derecho Penal para combatir aquellas conductas que resultan contraproducentes al bien jurídico ambiente, a los recursos naturales, la calidad de vida y la salud ambiental. Siendo el derecho penal la manifestación represiva por excelencia es preciso señalar que entendemos por medio ambiente, su elevación a la categoría de bien jurídico protegida y como se vienen utilizando técnicas legislativas y procesales para viabilizar dicha protección. La definición de ambiente que establece el numeral 2.2. del articulo 2 de la Ley 28611, Ley General del Ambiente: “Entiéndase, para los efectos de la presente Ley, que toda mención hecha al “ambiente” o a “sus componentes” comprende a los elementos físicos, químicos y biológicos de origen natural o antropogénico que, en forma individual o asociada, conforman el medio en el que se desarrolla la vida, siendo los factores que aseguran la salud individual y colectiva de las personas y la conservación de los recursos naturales, la diversidad biológica y el patrimonio cultural asociado a ellos, entre otros”. BACIGALUPO define al ambiente como “el mantenimiento de las propiedades del suelo, aire, y el agua, así como de la fauna y la flora y las condiciones ambientales de desarrollo de estas especies, de tal forma que el sistema ecológico se mantenga son sus sistemas subordinados y no sufra alteraciones perjudiciales” Ambiente como bien jurídico protegido La determinación del bien jurídico ambiente ha sido materia de discusión dentro del campo de la doctrina, la discusión radicaba en si se debía proteger de manera autónoma al ambiente o si debía de protegérsele a través de otros bienes jurídicos tradicionales como la vida, la salud pública, el patrimonio entre otros. Con la evolución del los llamados derechos de tercera generación se empieza una tendencia político criminal de proteger bienes jurídicos nuevos, y el medio ambiente se presenta como uno de ellos. Es preciso señalar que es la Constitución de 1993 que lo eleva a la categoría de derecho fundamental y consecuentemente se convierte en una fuente de identificación de bienes jurídicos a proteger. (art. 2 y art 66-69) Tal como se mencionó la mayoría de la doctrina entiende al medio ambiente como un bien jurídico especifico; si embargo si utilizamos el concepto de ambiente recogido por la doctrina podríamos estar atentando contra el principio de fragmentariedad traducido en la necesidad de que el sistema criminal solo intervenga contra las infracciones mas graves, contra el principio de subsidiaridad, es decir cuando los mecanismos de control extrapenal hayan fracasado y contra el principio de utilidad en la medida que el recurso punitivo resulte eficaz (Caro Coria, Carlos, Protección Penal del Ambiente), por ello resulto importante buscar dentro de las concepciones de ambiente aquella que resulte funcional a la política criminal de derecho penal mínimo. La doctrina nacional ha considerado para efectos penales equiparar el bien jurídico ambiente a proteger la estabilidad de los ecosistemas o el equilibrio ecológico, por ello la importancia de contar con los principios antes señalados. Por otro lado, La caracterización del ambiente como bien jurídico colectivo resalta las funciones políticocriminales y dogmáticas del concepto. Mientras, su calificación como interés difuso, pone énfasis en la forma y gravedad de las vulneraciones que sufre el ambiente. En tal sentido, ambas características como bien jurídico colectivo e interés difuso, no hacen sino describir un mismo fenómeno pero desde perspectivas diferentes. La protección penal del ambiente como política criminal en nuestro país ha evolucionado de manera paulatina, se han creado mecanismos de protección penal y extrapenal que han apuntado a un mismo fin. Desde las constituciones de 1979 y 1993 en donde se incorpora la protección al ambiente primero desde una perspectiva económica (1979) y posteriormente desde una perspectiva antropocéntrica (1993) se elevo a la categoría de derecho fundamental la protección al ambiente como medio adecuado para el desarrollo de la vida, además de orientar la protección a los recursos naturales (capitulo II, del titulo III) En esa línea de protección se incorporaron los delitos ambientales modificados mediante la Ley N° 29263, se incorporó mediante Decreto Legislativo 1102 los delitos de minería ilegal y mediante Decreto Legislativo Nº 1237 se modifica los delitos relativos a temas forestales. Es preciso señalar que mediante el Decreto legislativo 1100 se crean las acciones de interdicción, las mismas que están dirigidas a contrarrestar la minería ilegal en todo el territorio nacional, en esa línea el decreto Legislativo 1103 que establece rutas fiscales para la comercialización y fiscalización del oro. Finalmente podríamos afirmar que en la actualidad existe una política criminal conducente a proteger penalmente al ambiente.