Acuerdo n° 119 - Poder Judicial de la Provincia de Santa Fe

Anuncio
Acuerdo N° 119
En la ciudad de Rosario,
Provincia de Santa Fe, a los
22
días del mes de MAYO de 2008, se
reunieron en Acuerdo los Sres. Vocales de la Sala Primera de la Excma.
Cámara de Apelaciones en lo Laboral de Rosario, Dres. Marta Liliana Rucci y
Nicolás Jorge Rogelio Vitantonio e integrada con la Sra. Vocal Dra. Celestina
Bugni, para resolver en los autos: “YANUCULI, Raúl Mario c/ PRETE,
Osvaldo s/ COBRO DE PESOS LABORAL”, Expte. Nro. 229/2006, venidos
en apelación del Juzgado Laboral de la Primera Nominación de Rosario. Hecho
el estudio del juicio, se resolvió plantear las siguientes cuestiones:
I.- Es justa la sentencia apelada?
II.- Qué pronunciamiento corresponde dictar?
Practicado el sorteo de ley, resultó que la votación
debía efectuarse en el siguiente orden: Dres. Vitantonio, Rucci y Bugni.
A la primera cuestión el Dr. Vitantonio dijo: 1) Contra la
sentencia de anterior instancia, que recepta parcialmente la pretensión de la
demanda y le impone las costas a la perdedora, se alza el demandado mediante
el pertinente recurso de apelación que interpone en tiempo y forma y resulta
concedido.- Elevados los autos ante esta instancia revisora, el apelante expresa
sus agravios mediante el memorial de fs. 119/121 cuyos argumentos resultan
contestados por el apelado mediante la pieza procesal de fs. 124/127, dejando
los presentes en estado de dictar resolución.En lo básico, que corresponde a esta descripción sumaria de los agravios, el
demandado cuestiona la recepción, por parte del fallo alzado de la
antijuridicidad del despido.- Para así expresarlo, cuestiona la valoración de la
prueba efectuada por el a quo; que el actor estaba prestando el débito en una
situación irregular por carecer del carnet de relevante y la ausencia de deudas
del demandado con la AFIP, que tampoco tiene en cuenta el fallo.Consecuencialmente de este agravio liminar, cuestiona la recepción de los
rubros indemnizatorios y el sueldo anual complementario; las vacaciones
proporcionales del año 2003 y el sueldo anual complementario por todo el
período trabajador.- Igualmente, y en línea con este agravio, cuestiona la
conclusión de la sentencia relativa a que el actor trabajaba a sueldo cuando se
1
hubo demostrado que lo hacía a comisión.Del examen del memorial del quejoso, en
confrontación la prueba rendida en la causa y, especialmente, la normativa
vigente, concluyo que debe receptarse parcialmente el remedio apelatorio que
intenta.- Explicaré los motivos que me llevan a tal decisión y, para ello,
principiaré examinando el agravio nuclear el memorial del demandado, esto es,
el referido a la juridicidad o antijuridicidad del despido que, adelanto, será
recepcionado.2) En reciente fallo esta Sala, en su actual integración,
tuvo oportunidad de fijar como doctrina judicial que “…. tanto el máximo
tribunal de nuestra Provincia (cf. CSJSF – A y S – Tº 36 – 375; Tº 148-357; Tº
217-101, entre otros) como la Suprema Corte de Justicia de la Nación (cf.
FALLOS 288:373; 291:202; 296:356; 300: 349; 301: 1089; 305: 1945; 306:
1658; 308: 956, entre tantos otros)
tienen pacíficamente decidido como
doctrina judicial que la falta de examen de prueba decisiva conlleva una
aplicación errónea de la normativa aplicable ya que no constituye una
derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias
comprobadas de la causa.- O dicho de otra manera, si bien es cierto que el
magistrado no está obligado a examinar la totalidad de la prueba para lograr
su convencimiento, no lo es menos que si deja de examinar prueba ofrecida y
rendida por alguna de las partes que resulta decisiva, básica y nuclear para la
resolución del caso, esta definición resultará errónea en la subsunción de las
cuestiones fácticas con la aplicación del derecho vigente…” ( cf. Sentencia
Nro. .......en autos “RODRIGUEZ, Catalina c/ Cafés La Virginia” en el
Protocolo de Sentencias de esta Sala, año 2008).A la doctrina sentada, a la que luego me referiré en
relación a la prueba de la presente causa, debe agregarse que el fallo de anterior
instancia no resulta ser la derivación razonada del derecho vigente, toda vez
que prescinde de la aplicación de normas sustanciales (arg. art. 51 y 254,
segundo párrafo, del RCT) que resultan relevantes para el caso en examen y
que cambian, diametralmente, la solución parcial del mismo.- En este sentido
debe recordarse que la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene
2
determinado como doctrina judicial relevante que “conforme la regla iura novit
curiae el juzgador tiene no sólo la facultad sino también el deber de dirimir
los conflictos según el derecho aplicable, calificando la realidad
autónomamente y subsumiéndola en las normas jurídicas, con prescindencia
de los fundamentos que enuncien las partes” ( cf. CSJN en T y SS 1977-559;
1988-1102; 1991-111, entre tantos otros).3) En efecto, se agravia el demandado porque la sentencia
hubo receptado como antijurídico el despido directo decidido por el empleador
por no contar el actor con el respectivo carnet habilitante para conducir el
automóvil taxímetro.- Para así disponerlo el pronunciamiento de baja instancia
afirma que el empleador debió haber intimado al trabajador a renovarlo y
otorgarle un plazo prudencial para hacerlo.- Le asiste razón al demandado en
su reproche ya que el fallo apelado deja de examinar prueba decisiva para la
causa y prescinde de normas jurídicas aplicables al caso en examen.Así, hubo quedado claramente probado en autos, conforme lo
informa la Municipalidad de Rosario ( cf. fs. 29/33, especialmente a fs. 32) que
el actor no poseía el respectivo carnet de “relevante”, obligatoriamente
necesario y habilitante para conducir automóviles afectados al servicio público
de taxis.- Tal circunstancia fáctica la reconoce expresamente el actor al
absolver posiciones ( cf. respuesta a pregunta tercera a fs.20) y la ratifica el
testigo Rubén Alberto Monna (fs.44) que, en su calidad profesional de gestor,
afirma que el actor le llevó documentación para tramitar dicho carnet ( cf.
respuesta tercera).- La prueba citada, de relevante importancia para la decisión
de la causa, no fue examinada por el iudex a quo.La ausencia de valoración de la prueba citada y su decisiva
importancia para la causa se verifica por dos vías puntuales, ambas de origen
legal, a saber: a) la obligatoriedad, establecida en la ordenanza municipal
respectiva, de que los choferes de taxis tengan el respectivo carnet de
“relevante”, instrumento necesario para conducir dicho servicio público; y b)
la aplicación al sub exámine de las previsiones de los arts. 51 y 254, segundo
párrafo, del régimen de contrato de trabajo.4) En efecto, resulta sabido que las normas laborales
3
citadas, especialmente el art. 254, segundo párrafo, LCT, se refieren a los
trabajadores que – para el cumplimiento de su débito – requieren de
“habilitaciones especiales”; la misma norma establece que no resulta
responsable el empleador por el despido si el trabajador sufriese una
inhabilitación sobreviniente debido a su “culpa inexcusable”.La situación del actor encuadra derechamente en el centro
de imputación normativo citado pues al no contar con el respectivo carnet de
relevante, especialmente habiendo afirmado que se le había vencido, no podía
continuar con sus labores de conductor del taxi, de lo que se desprende
claramente su culpa inexcusable ya que no puede ignorar desconocimiento de
la situación legal que resulta de la actividad prestada.- En esta línea, no se
puede condenar al empleador ni valorar como antijurídico el despido operado.La mayoría de la doctrina nacional convalida jurídicamente el despido directo
operado por el empleador cuando su trabajador no cumple el requisito del
carnet habilitante porque se asimila a un supuesto de injuria directa que no
consiente la prosecución del vínculo.Así, Juan Carlos Fernández Madrid al referirse a la
negligencia inexcusable, expresa que si bien es cierto que no se puede
establecer un catálogo detallado de actos de negligencia inexcusable que
determinen injurias impeditivas de la relación contractual, afirma que “..debe
tratarse de la infracción a una obligación elemental del cargo que determine
un perjuicio patrimonial al empresario o ponga en peligro sus bienes o la
seguridad de las personas...” ( cf. FERNÁNDEZ MADRID, Juan Carlos –
Tratado práctico de derecho del trabajo – 3ª. Edición actualizada – La Ley,
Buenos Aires, 2007, Tomo I, pags.1899).- Afinando más el concepto, y con
relación a la norma prevista en el art. 51 del RCT, Gabriel Tosto sostiene, en
referencia a las consecuencias del incumplimiento por parte de los trabajadores
de su obligación legal de poseer documentación habilitante para la prestación
del débito, que “... en el caso de los choferes de transporte de pasajeros
( taxistas, remiseros, etc.) donde ineludiblemente debe contar durante toda la
vigencia del vínculo con licencia de conducir, la extinción del contrato de
trabajo en los términos del art. 254, segundo párrafo, LCT resulta aplicable”
4
(cf. TOSTO, Gabriel en Ley de contrato de trabajo comentada – Director
Rodríguez Mancini – Coordinadora Barilaro – La Ley, Buenos Aires, 2007,
Tomo I, págs. 534, comentario al art. 51).- En el mismo sentido se explaya
Liliana Rodríguez Fernández al afirmar que en los supuestos de pérdida de la
habilitación especial por dolo, culpa grave o culpa inexcusable, en trabajadores
que lo requieran para cumplir su débito, ninguna indemnización deberá el
empleador pues el supuesto se asimila derechamente a los casos de injuria que
no permiten la continuidad del vínculo ( cf. su aporte sobre el tema en Tratado
de Derecho del Trabajo – Director Ackerman – Coordinador Tosca – Rubinzal
Culzoni Editores, Santa Fe, 2005 - Tomo IV, volumen III, págs. 227).- Luis
Ramírez Bosco, con cita de Justo López, también refiere de forma ineludible
que el supuesto previsto en el art. 254, segundo párrafo, del RCT y que supone
la pérdida sobreviniente de la licencia por culpa inexcusable, determina la
calificación de injuria, supuesto en que no se deben indemnizaciones, haciendo
una especial referencia – como en el caso de autos – a los “choferes
profesionales” ( cf. RAMÍREZ BOSCO, Luis E – comentario al art. 254 LCT
en Ley de contrato de trabajo comentada – Director Rodríguez Mancini –
op.cit. Tomo IV, pág. 625).
5) El contenido imputacional de los arts. 51 y 254, segundo
párrafo, de la ley de contrato de trabajo conforman el marco teórico dentro del
cual se subsume la cuestión fáctica de la causa pues, a despecho de los
argumentos contenidos en el escrito introductorio de la instancia y del
contenido fundante del fallo, en mi criterio equivocado, el actor no podía
desconocer – lo cual realza la culpa inexcusable – que para conducir un
automóvil afectado al servicio público de taxis se requiere, de forma
obligatoria, el carnet habilitante especial denominado de “relevante”.Por otra vertiente del examen los argumentos del actor,
oportunamente volcados en demanda, esto es, la supuesta obligatoriedad para
el demandado de cancelar una deuda con la A.F.I.P. para que la Municipalidad
le otorgue dicho carnet, no resultaron probados por quien lo invocara.- De su
parte, el demandado acredita de forma clara, como lo afirmé al principio de mi
voto, que la causa que generó el despido directo verdaderamente existió, esto
5
es, al momento del reclamo telegráfico el actor no estaba habilitado para
conducir automóviles taxis.- Tal fue la causa del despido y ella, con génesis
legal, se probó.6) Igualmente considero que la sentencia apelada exorbita los términos de la
contradicción.- Es que ni siquiera el propio actor incluyó, como fundamento
jurídico de su pretensión, que el demandado debió haberlo intimado para que
tuviese un término para realizar el trámite del ya varias veces mencionado
carnet.- Por el contrario, el argumento aparece en el contenido de la sentencia
y como dispensatorio del incumplimiento del actor pero en clara confrontación
con las normas legales en vigencia, por lo que lo transforma en arbitrario.- No
existe obligación legal de intimar al trabajador a poseer la documentación –
habilitación especial le llama la ley – que se requiere como requisito sine qua
non para el cumplimiento del débito contractual; en ello, el fallo adolece de un
yerro conceptual evidente.- Tampoco existe obligación del empleador de
acreditar que le exigió el cumplimiento de la ley, pues la ley se presume
conocida ( arg. art. 8 del Código Civil) y, en el caso de autos, se transforma en
requisito necesario para el puntual cumplimiento del deber de ocupación del
empleador hacia el trabajador.- En ello, equivoca el fallo su apreciación al
afirmar que lo requerido por el empleador “fue un pretexto para despedirlo”.Nunca el cumplimiento de la ley puede ser un pretexto.- Lo que sucede es que
el fallo de grado anterior equivoca el examen y lo desvía hacia el informe de la
A.F.I.P. pretendiendo hacerlo jugar como desencadenante de la ruptura del
vínculo sin expresión de causa.7) No se me escapa que, en el contenido de sus agravios, el
apelante hace mención a la supuesta “buena fe” del empleador al constatar que
el actor estuvo trabajando efectivamente con el carnet vencido o, peor, sin
carnet.- Sin embargo, no comparto el criterio y considero que la situación
denunciada por el empleador – en el peor de los supuestos – no hace sino
convalidar la culpa inexcusable del trabajador ya que en los supuestos
tipificados en los arts. 51 y 254, segundo párrafo, la existencia de la
habilitación especial debe ser previa, anterior y directamente condicionante de
la prestación del débito.6
8) Los argumentos expuestos me llevan a receptar el agravio
del demandado en orden a la juridicidad del despido.Por ello, propongo se recepte parcialmente el recurso de
apelación del demandado y se modifique, en igual medida, la sentencia
apelada, rechazándose los rubros “indemnización por antigüedad” e
“indemnización sustitutiva por falta de preaviso” y, por obvias razones
consecuenciales, la indemnización agravada prevista en el 16 de la ley 25561.9) Sin embargo, deben desestimarse el resto de los agravios del
quejoso demandado.- Es que, con independencia de que se repute como
jurídicamente válido el despido directo, en consecuencia, sin indemnizaciones,
no es menos cierto que – como bien afirma el iudex a quo – el contrato de
trabajo no estaba registrado.- Por ello, ante la falta de elementos documentales
que acrediten el pago de los demás rubros de condena, específicamente el
sueldo anual complementario y las vacaciones proporcionales y los sueldos
anuales complementarios no abonados durante todo el transcurso del contrato
de trabajo, estos proceden conforme lo estableció la sentencia grado anterior.10) En cuanto al agravio que refiere a la contradicción en la
forma de remuneración, tampoco le asiste razón al apelante.- Con ser cierto que
se hubo probado un sistema remuneratorio mensual variable, esto es, a
porcentaje, no es menos cierto que no pudiéndose determinar el importe
mensual juega la facultad del juzgador de establecerlo conforme los servicios y
“condiciones de prestación” por lo que no resulta contradictorio receptar el
denunciado en la demanda de quinientos pesos ($ 500) para la cuantificación
numérica de los rubros receptados por el fallo de anterior instancia.11) Que por los argumentos expuestos propongo, entonces, se
recepte parcialmente el recurso de apelación deducido por el demandado y se
modifique, en igual medida, la sentencia apelada revocándosela en cuanto
recepta los rubros “indemnización por antigüedad”; “indemnización sustitutiva
por falta de preaviso” e “indemnización duplicada prevista en el art. 16 de la
ley 25561”, rubros que se rechazan.Las costas de esta instancia, atento que el rubro principal de la
apelación, jurídicamente entendido, y los confirmados resultan menores al
7
veinte por ciento ( arg.art. 102 CPL), se imponen a las actora.Por ello, al interrogante planteado voto por la negativa.A la misma cuestión la Dra. Rucci dijo: Adhiero en los
fundamentos y conclusiones expuestos por el Dr. Vitantonio y voto en idéntico
sentido.
A la misma cuestión la Dra. Bugni dijo: Que habiendo
tomado conocimiento de los autos y advirtiendo la existencia de dos votos
totalmente coincidentes que hacen sentencia válida, me abstengo de emitir
opinión.A la segunda cuestión el Dr. Vitantonio dijo: Corresponde:
1) Receptar parcialmente el recurso de apelación intentado por la demandada
revocando, en igual medida, la sentencia venida en revisión de conformidad
con los puntos establecidos en el segmento fundante.- 2) Imponer las costas de
la alzada a la parte actora (art. 102 CPL).- Los honorarios de segunda instancia
se fijan en el cincuenta por ciento (50%) de los que, en definitiva, corresponde
regular en baja instancia por los principales.A la misma cuestión la Dra. Rucci dijo: Visto el resultado
obtenido
al
votarse
las
cuestiones
anteriores,
corresponde
dictar
pronunciamiento en la forma propuesta por el Dr. Vitantonio.
A la misma cuestión la Dra. Bugni dijo: Que se abstiene al
votar por análogas razones a las expresadas respecto a la primera cuestión.A mérito del Acuerdo que antecede, la Sala Primera de la
Excma. Cámara de Apelaciones en lo Laboral de Rosario, integrada,
RESUELVE: 1) Receptar parcialmente el recurso de apelación intentado por
la demandada revocando, en igual medida, la sentencia venida en revisión de
conformidad con los puntos establecidos en el segmento fundante.- 2) Imponer
las costas de la alzada a la parte actora (art. 102 CPL).- Los honorarios de
segunda instancia se fijan en el cincuenta por ciento (50%) de los que, en
definitiva, corresponde regular en baja instancia por los principales.- Insértese,
hágase saber y bajen. Expte. Nro. 229/2006.
8
BUGNI
VITANTONIO
RUCCI
Art. 26, Ley 10160
GRANATO
9
Descargar