audición comprometida

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Otitis
Audición comprometida
Más frecuente en niños que en adultos, esta patología debe ser tratada
temprana y efectivamente para evitar severas complicaciones que pueden
disminuir o privar la capacidad auditiva del paciente / Silvia Martins
Durante años se dijo que el escritor irlandés Os-
car Wilde había fallecido de sífilis; sin embargo,
una investigación publicada en la revista Lancet
en el centenario de su muerte reveló que fue a
consecuencia de una otitis crónica: la infección
que comenzara en su oído derecho se extendió
hasta las meninges (membranas que envuelven
el encéfalo y la médula espinal), provocándole la
muerte el 30 de noviembre de 1900, a sus 46 años.
Casos como el de Wilde son poco frecuentes
hoy: la aparición entre los años treinta y cuarenta de los primeros antibióticos, como la sulfonamida y la penicilina, permitió que se tratara
tempranamente la enfermedad y se evitaran
complicaciones, reduciendo así a menos de una
décima parte las muertes, según la Organización
Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, la otitis –inflamación e infección de los oídos– sigue siendo una patología
de cuidado. Si no es tratada a tiempo, o si las
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bacterias que la producen son resistentes a los
fármacos administrados, puede provocar vértigo, colesteatomas (quistes internos), mastoiditis
(infección del hueso que se encuentra detrás del
pabellón auricular), parálisis facial, sordera e,
incluso, la muerte del paciente.
La OMS estima que alrededor de 200 millones
de personas en el mundo viven con trastornos auditivos, y aproximadamente 50% de los
casos se deben a otitis severas. La afección
se ha asociado también a dificultades en el
aprendizaje del lenguaje y bajo rendimiento
escolar de los niños.
Propensión infantil
Si bien puede ser padecida a cualquier edad, los
pequeños de entre 6 meses y 3 años son mucho
más propensos que los adultos a sufrir la patología. Esteban Torres, presidente de la Sociedad
Venezolana de Otorrinolaringología, señala que
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Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente
50% de los casos de pacientes que viven con trastornos auditivos
se deben a cuadros severos de otitis
alrededor de 70% de los niños menores de 4 años
presenta de uno a tres episodios de otitis al año.
Hugo Hincapié Duque, otorrinolaringólogo del
Centro Audiológico y Quirúrgico del Country de
Colombia, explica que esa tendencia se debe a
que antes de los 10 o 12 años –edad en la que
el oído alcanza su madurez–, factores de riesgo
como la rinitis alérgica, la hipertrofia de adenoides y las infecciones respiratorias pueden
desencadenar cuadros infecciosos con mayor
facilidad.
Por su parte, Sonia Navarrete, pediatra de la
Asociación Médica de los Andes de Colombia,
agrega que acostar a los bebés para amamantarlos o darles tetero también incrementa el riesgo
de padecer la infección, porque facilita que el
líquido pase a los oídos a través de la trompa
de Eustaquio, conducto que los comunica con
la faringe.
Cuestión de tiempo
Dependiendo de la duración de los síntomas, la otitis se clasifica en aguda o crónica. Según Hincapié
Duque, se considera aguda cuando los síntomas
cesan en menos de cuatro semanas y crónica
cuando se prolongan por más de dos meses.
Aguda. Se caracteriza por dolor súbito e intenso de oído, acompañado de fiebre, dificultad
para masticar, sensación de oído tapado, disminución de la audición y malestar general. De no
ser tratada a tiempo, puede también presentarse secreción purulenta. Por lo general, la otitis
aguda no produce efectos a largo plazo, pero
puede tornarse crónica como consecuencia de
tratamientos inadecuados o condiciones de salud del paciente que le impidan a su organismo
defenderse de las infecciones.
Señales infantiles
Las manifestaciones de la otitis pueden ser
confundidas con otras patologías. Por ello, para facilitar
el diagnóstico en los bebés que aún no hablan,
la pediatra Sonia Navarrete recomienda llevar al niño
inmediatamente a consulta si presenta los siguientes
síntomas:
• Irritabilidad.
• Fiebre.
• Secreción de mocos verdes.
• Falta de apetito.
• Llanto intenso, especialmente al comer.
• Dificultad para dormir.
Crónica . Es más frecuente en niños y en
quienes padecen alergias o gripes frecuentes,
o tienen problemas nasales como tabiques desviados o cornetes muy grandes. Se debe curar la
infección por completo para evitar que su avance
cause daños en la parte interna del oído y comprometa la audición. Los síntomas, que pueden
ser intermitentes, son más leves que los de la
otitis aguda. Entre los más comunes se cuentan: secreciones purulentas, disminución de la
capacidad de escuchar, sensación de presión en
el oído y, algunas veces, dolor.
Según su localización
De acuerdo a la parte afectada del oído, la patología se define como otitis media u otitis externa.
Media. Es la otitis más común. La inflamación
afecta el oído medio, una cavidad que comprende el tímpano (conformado por una cadena de
tres huesecillos: martillo, yunque y estribo) y la
trompa de Eustaquio.
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Externa. Conocida también como la “otitis
de nadador”, es la inflamación del conducto
auditivo externo. Hincapié Duque afirma que
las principales causas de la otitis externa son la
lesión de la piel producida durante un baño en
una piscina o en el mar y la manipulación del
oído con objetos como los hisopos, que favorecen
la proliferación de bacterias u hongos.
Tratamiento efectivo
Para el diagnóstico de la otitis, además del examen clínico, se pueden indicar pruebas como la
audiometría (que detecta alteraciones en la audición), la otoendoscopia (que observa los tejidos
a través de una cámara) o la impedanciometría
(que mide la movilidad del tímpano).
José Antonio Rivas, otorrinolaringólogo de la
Clínica Rivas de Colombia, afirma que el tratamiento dependerá de cuán lesionado esté el
oído. Si la infección es reciente, se puede tratar
con antibióticos y analgésicos locales, pero si el
paciente ha presentado varios episodios de otitis
en un año, tiene secreciones o está empezando a
perder la audición, puede requerir procedimientos quirúrgicos.
“En muchos casos deben tratarse las secuelas
de la enfermedad. Cuando el oído supura, quiere
decir que el tímpano se rompió. A veces cicatriza
espontáneamente, pero si no lo hace, hay que
cerrarlo, porque de lo contrario cada vez que le
entre agua o le dé gripe al paciente se presentarán síntomas de otitis”, afirma Rivas.
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Cuidados oportunos
Si bien hay factores como la edad o las deformaciones
nasales que predisponen a padecer otitis, los especialistas
aseguran que en muchos casos es posible preservar
la salud de los oídos siguiendo algunas recomendaciones:
• Utilizar tapones en los oídos antes de sumergirse
en una piscina o en el mar.
• No introducir ningún objeto en el oído, ni siquiera
hisopos para limpiarlos.
• Tratar las enfermedades que aumentan el riesgo
de padecer otitis como la rinitis alérgica, el reflujo
gastroesofágico, las infecciones respiratorias
o la hipertrofia de adenoides.
• Dar tetero o amamantar a los niños procurando que
queden en posición casi vertical, nunca acostados.
• Prolongar la lactancia materna exclusiva hasta los
6 meses de edad para fortalecer su sistema inmunitario.
• Aplicar a los niños las vacunas contra el neumococo
y la influenza.
• Tomar o administrar sólo los fármacos indicados
por el especialista, pues la automedicación puede
provocar resistencia a los antibióticos.
• Evitar la exposición a agentes causantes de alergias
como el cigarrillo y el polvo.
Para reparar el tímpano, señala el especialista, se puede colocar un injerto. Ahora bien, si la
sordera es profunda, se contempla introducir
mediante cirugía un implante coclear, aparato
que hace las veces del oído: captura los sonidos
del exterior y los transforma en señales eléctricas que son transportadas hacia los nervios
auditivos.
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F u e n t e s c o ns u l t a d a s
º Hugo Hincapié Duque, otorrinolaringólogo. Centro Audiológico y Quirúrgico del
Country (Bogotá, Colombia).
ºJosé Antonio Rivas, otorrinolaringólogo y especialista en otoneurocirugía. Clínica
Rivas (Bogotá, Colombia).
º Esteban Torres, otorrinolaringólogo. Instituto de Clínicas y Urología Tamanaco,
Sociedad Venezolana de Otorrinolaringología.
ºSonia Navarrete, pediatra. Asociación Médica de Los Andes. (Bogotá, Colombia).
º “Chronic suppurative otitis media”. Organización Mundial de la Salud (2004).