245470. . Sala Auxiliar. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 181-186, Séptima Parte, Pág. 283. QUEJA POR EXCESO DE EJECUCION. REPOSICION DEL PROCEDIMIENTO. Si en el laudo reclamado en el amparo se estudia el fondo del negocio laboral, y se concede el amparo para el efecto de que se reponga el procedimiento, se reciba una prueba al quejoso, y en su oportunidad se dicte un nuevo laudo como en derecho proceda, sin estudiar en la ejecutoria de amparo ninguna cuestión relativa al fondo del juicio laboral, es claro que para cumplir dicha sentencia basta con reponer el procedimiento y recibir la prueba. Pero lo que en cuanto al fondo se resuelva en el nuevo laudo se habrá resuelto con libertad de jurisdicción, ya que la Junta responsable no habrá estado vinculada en ese aspecto por la ejecutoria de amparo. Y para impugnar lo que en el fondo se resuelva, lo que procedería sería promover un nuevo juicio de amparo, y no una queja por incorrecta ejecución . Por otra parte, si se dicta un nuevo laudo en el que se omita desahogar la prueba de que se trata, pero se analiza nuevamente el fondo del negocio y se cambia el sentido del fallo, para dar la razón al quejoso en el amparo, quien había perdido en el primer laudo, podría hablarse en todo caso de incumplimiento de la ejecutoria de amparo, o de defecto de ejecución, en perjuicio del quejoso, por no haberse acatado la reposición del procedimiento, pero esto no causa perjuicio legal a quien fue tercero perjudicado, ya que no fue él quien ofreció la prueba ni quien obtuvo el amparo. Y si el nuevo laudo estimó que lo que se pretendía probar con la probanza omitida estaba acreditado con otros elementos probatorios y da la razón a quien fue quejoso, éste no recibe perjuicio legal con ese laudo, por lo que podrá estimar inconveniente promover incidente de inejecución o recurso de queja por defecto de ejecución, y podrá aceptar ese nuevo laudo. Y la parte tercera perjudicada, que no obtuvo en el mismo, tendrá que promover un nuevo amparo en el que plantee las cuestiones de fondo correspondientes, que no fueron objeto de estudio ni de resolución en el primer amparo, y que fueron resueltas con libertad de jurisdicción en el segundo laudo. Pero, en este caso, no puede decirse que al variar el estudio del fondo y la resolución correspondiente, se haya incurrido en exceso de ejecución de la ejecutoria del amparo fallado, en términos del artículo 95, fracción IX, de la Ley de Amparo, ya que en ella nada se estudió ni resolvió sobre el fondo del negocio. Luego la queja en que se alegue tal cosa, es infundada, y así debe declararse. Aunque la falta de técnica con que posiblemente habría obrado la junta, dejara a salvo el derecho del primer tercer perjudicado a promover un segundo amparo y el derecho del primer quejoso a promover el incidente de inejecución, o la queja por defecto de ejecución, ad cautelam, a fin de que la violación procesal que se mandó reparar no precluya en su perjuicio. Pero si los hechos que se pretendieron probar con la prueba indebidamente omitida, se estiman probados con otros elementos en el segundo laudo, y sobre esto no hay controversia en el nuevo amparo que promueva el ahora perjudicado por el segundo laudo, no se ve razón para declarar fundada la queja y mandar reponer el procedimiento para recibir una prueba sobre hechos que ya están demostrados en el juicio sin que surja nueva controversia al respecto. En esas condiciones, el único caso en que el primer quejoso podría quedar en estado de indefensión, es en la hipótesis de que en el segundo amparo se alegara que no están probados los hechos de que se trata y se obtuviera una concesión de amparo para el efecto de que el juicio laboral se volviera a resolver en cuanto al fondo en la forma inicial, sin haber recibido la prueba omitida y que motivó la primera concesión del amparo para reponer el procedimiento. Pero este riesgo se minimiza si se considera que si no se repuso el procedimiento, no se trata en rigor de un defecto de ejecución, sino de una absoluta inejecución de la sentencia de amparo, la que puede impugnarse en cualquier tiempo. Y si hubo una defectuosa reposición del procedimiento y una incorrecta admisión de la prueba, la queja por defecto de ejecución -1- 245470. . Sala Auxiliar. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 181-186, Séptima Parte, Pág. 283. puede ser interpuesta, ad cautelam, en el término de un año contado a partir de que se notifique al afectado el cumplimiento de la primera ejecutoria de amparo, si lo estima conveniente, y no desea pasar, sin más, por el segundo laudo. De todo lo anterior se concluye que, sean cuales fueren las complicaciones procedimentales creadas por el segundo laudo, dictado en cumplimiento de la primera sentencia de amparo, el tercero perjudicado en éste último juicio no puede alegar fundadamente que el segundo laudo incurrió, en su perjuicio, en exceso de ejecución, y la que promueva será infundada. Queja 72/82. Banco Nacional de Crédito Rural, S.A. 8 de marzo de 1984. Cinco votos. Ponente: Guillermo Guzmán Orozco. Secretaria: María Magdalena Córdoba Rojas. -2-