Epistemología 1 DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA Y VIRTUALIDAD ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EPISTEMOLOGÍA Epistemología II. Instrucciones Instrucciones de de Manejo Manejo Introducción Teorías Filosóficas del Conocimiento. 1.1. Descripción Fenológica Conocimiento. 1.2. Problemas del Conocimiento. del 1.2.1 La Posibilidad del Conocimiento. Piedad Martínez Carazo 1.3. El origen del conocimiento. 1.4. La Esencial del Conocimiento. 2 1.5. Objetividad del Conocimiento. Javier Caderón Teoría del conocimiento científico 2.1 La Filosofía de la Ciencia: Principales Concepciones. 2.2 Conocimiento Científico 2.3 Métodos de la Epistemología. 2.4 La Investigación Científica. La Ciencia y El Método Científico 3.1. Cuestiones Epistemológicas. 3.2. Breve Evolución Histórica de la Ciencia. 3.3. Características de la Ciencia Moderna. 3.5. El Conocimiento Científico. 3.6 La Filosofía Hermenéutica De Hans Georg Gadamer. 3.7 Los Paradigmas de Khun. Epistemología INTRODUCCIÓN Para la elaboración de un módulo de Epistemología la tarea es bastante difícil, toda vez que para ello, se requiere formulación objetiva de los planteamientos hechos por teorías de carácter filosófico, y a la vez, los enfoques que conlleva hoy la Epistemología a nivel de las ciencias particulares. Este esfuerzo se reduce a hacer un planteamiento de los distintos problemas que implica la Epistemología y las soluciones que se han dado históricamente a dichas dificultades, con el fin de poder establecer objetivamente las relaciones científico-filosóficas que son hoy fundamentales en toda Teoría del Conocimiento. Sobre la importancia de la Epistemología no es necesario insistir pues bien sabemos que ella forma parte central de la Filosofía sistemática y es, precisamente, desde este campo filosófico donde más se han concentrado los esfuerzos para solucionar problemas como la naturaleza, la posibilidad, el origen y esencia del conocimiento. Por otra parte, a nivel de las ciencias particulares, la Epistemología ocupa hoy uno de los primeros lugares no sólo porque pretende establecer las condiciones del conocimiento válido, sino ante todo, porque hace un desmonte crítico de las teorías científicas, hace un análisis del método científico y asegura la exactitud del conocimiento. 3 Epistemología INSTRUCCIONES DE MANEJO Amigo(a) Estudiante: Para facilitar el buen manejo del módulo, es recomendable que sigas las siguientes instrucciones de manejo: La temática ha sido previamente organizada en orden lógico; por lo tanto inicie su lectura y estudio en el orden en que aparecen las secciones y contenidos aunque ya tenga algunas nociones de que tratan. Es conveniente que usted realice una lectura de forma analítica de cada Unidad, trate de comprender los contenidos, reflexione sobre los alcances e 4 interrelaciones de la temática tratadas. Desarrolle las diferentes pruebas, ejercicios, actividades, y consultas, participe en los conversatorios, discusiones y exposiciones que le ayudarán a adquirir experiencia y a saber expresar sus ideas en público. No olvide que el aprendizaje se puede lograr en forma individual y colectiva; si usted logra una buena integración con sus compañeros de equipo, si logra aclarar las dudas, si estudia de manera cuidadosa el presente módulo, alcanzará el éxito deseado por el diseñador del presente módulo. Epistemología 1 1 TEORÍAS FILOSÓFICAS DEL CONOCIMIENTO 5 Epistemología El presente capítulo se propone desarrollar y fijar una serie de conceptos, definiciones muy utilizadas en las teorías filosóficas del conocimiento, que permitirán entender de una manera más amplia dichas teorías. En esto radica la importancia de esta unidad, en permitirnos conocer lo qué sucedió en los inicios de las teorías del conocimiento. 6 Epistemología Al terminar de estudiar la presente unidad usted debe estar en capacidad de: Dar una descripción fenoménica del conocimiento. Explicar los problemas de conocimiento. Dar respuestas al origen del conocimiento. Entender la objetividad del conocimiento. 8 Epistemología Para el desarrollo exitoso de esta unidad se recomienda lo siguiente: ACTIVIDADES. Lea detenidamente la Unidad N° 1. Resuelva los ejercicios que aparecen en la “atrévete a opinar”. Desarrolle los ejercicios que aparecen como Autoevaluación. Realice un resumen de toda la unidad 1 el cual será debatido en el CIPA. Reunidos en los Cipas, discutan el resumen de la Unidad 1 y socialicen los ejercicios correspondientes a la Autoevaluación. Reunidos en los Cipas, identifiquen los problemas encontrados en esta Unidad y propongan soluciones, conforme a las normas. En los Cipas, realicen los Ejercicios Prácticos que aparecen al final de la Unidad 1. Todos los ejercicios realizados individualmente y en los Cipas, se deben socializar en la sesión presencial en el aula. 9 Epistemología EVALUACIÓN INICIAL- ATRÉVETE A OPINAR 1. ¿Cuáles cree que son los problemas del conocimiento? 2. ¿Existe alguna finalidad del conocimiento?, ¿cuál? 10 3. ¿Cuál es la esencia del conocimiento? Epistemología 1.1 DESCRIPCIÓN FENOLÓGICA DEL CONOCIMIENTO. Cuando hablamos de nuestra actividad cognoscitiva estamos implicando no sólo nuestro modo de vivir sino, ante todo, la manera como nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Cuando hablamos de conocimiento hacemos referencia a la toma de conciencia de aquellas realidades como el espacio, el tiempo, las experiencias del yo, de los otros, del mundo externo, del hecho social; situaciones que, en alguna forma, producen en nosotros estados mentales de seguridad, de duda, de afirmación o de negación. El conocimiento no es un hecho aislado. Implica siempre referencia hacia lo otro, hacia las cosas, hacia las personas. “El conocimiento designa al hombre que es consciente de lo que le rodea y que, por tanto, está en este mundo de una manera muy distinta a como puede estarlo una cosa inerte. El conocimiento abarca no sólo el conocimiento científico o filosófico sino también las experiencias personales, el ver, el oír, el sentimiento, la intuición, las 1 sospechas y los estados de ánimo ”. No cabe duda que en cualquier tipo de conocimiento (vulgar, científico, religioso, técnico, político), estamos implicando ciertos elementos que se 1 Van Peursen. C. A. Orientación Filosófica, Editorial Herder. Barceloa, 1975. repiten constantemente y sin los cuales sería imposible el hecho mismo del conocer. Detectar esos elementos comunes, invariables, en las operaciones cognoscitivas es lo que compete al terreno de una “Fenomenología del conocimiento”. Esos elementos generales no se dan de ninguna manera aislados puesto que el conocimiento forma en sí una unidad y por eso todos se implican en el acto de conocer. Podemos sintetizar los aspectos comunes del conocimiento en la siguiente forma: 1. En todo conocimiento encontramos implicado un doble elementos (dualismo del conocimiento): de un lado una conciencia, un sujeto; u de otro, un objeto, una realidad que se da al sujeto. Hay conocimiento cuando algo se ha representado en la conciencia de un sujeto. “En efecto, el hombre conoce el mundo; lo cual quiere decir que el hombre tiene noticia de lo que le rodea. Pero, además, el hombre no es como un ser insignificante que se hallara en este mundo. Sino que el mundo, en cierto sentido, está también dentro del hombre: el mundo está asumido, reflejado y captado por la conciencia humana. En su capacidad de 11 Epistemología conocer, el hombre llega mucho más allá de sí2” primero que hay es la unidad, el sujeto y el objeto no son más que dos aspectos de la misma conciencia; esta misma no resulta de la síntesis de un sujeto y de un objeto que fuesen dados antes en estado de separación3” 2. El conocimiento siempre se nos da en una relación donde toda operación cognoscitiva se dirige a un objeto para captar su sentido. Este objeto es trascendente al sujeto (permanece independiente del sujeto que lo conoce); algo se da, algo existe fuera de mí. La realidad se me impone y me determina. Esta es lo que ha llevado a los filósofos a afirmar que el ser o realidad determina el conocer. Conozco algo en cuanto ese algo existe. El conocimiento es siempre de algo, es la afirmación de la realidad del objeto. Toda conciencia real debe ser de algo, no se da conocimiento cuando nuestra conciencia se encuentra vacía. La actividad de la conciencia se presenta en función del objeto y éste está dado para ser asimilado por la conciencia. “La conciencia que yo soy lleva consigo, pues, indisolublemente unidos un polo sujetivo y un polo objetivo, brevemente, el sujeto y el objeto, pero antes de abordar la descripción distinta de estos dos polos debo llenar mi atención sobre un dato más simple y fundamental todavía: la unidad de la conciencia. Porque notémoslo bien, lo 12 2 Idem. 3. El conocimiento humano es por naturaleza, dinámico, espontáneo. Su característica es la de ser una actividad: “La realidad consciente o conciencia real es a la vez devenir y duración. Son dos nuevos caracteres completamente primitivos de la conciencia: evidentemente es devenir; no es una realidad fija e inmóvil, la conciencia evoluciona, cambia, es un perfecto fluir una sucesión de estados o modos de ser. Pero también es duración, es decir, unidad, continuidad, permanencia, identidad, a pesar del devenir y a través del devenir; la conciencia tiene una historia, un pasado que continúa siendo en el presente; el presente no es un momento aislado inconsciente, un relámpago que se desvanece a distancia, sino una duración y 3 Van Steenberghen, P. Epistemología. Editorial Gredos. Madrid Epistemología una permanencia que domina en cierta medida al devenir”. 4. En todo conocimiento tanto el sujeto como el objeto desempeñan una función, un oficio; el sujeto es el que capta, coge, aprehende el objeto, mientras que el objeto se impone y determina al sujeto. En esta relación, la aprehensión significa que el sujeto sale fuera de sí hasta encontrarse con la cosa, la cual permanece independiente al sujeto que la conoce. Esto no significa que el sujeto capte o conozca adecuada y perfectamente el objeto en dicha relación. Al contrario, conocer no es más que ir dando sucesivas aproximaciones para detectar el sentido de las cosas, y nunca llegamos a agotar en el acto del conocimiento el objeto en toda su riqueza en todo su significado. Visto así, el conocimiento aparece como algo progresivo y se destruye aquella pretensión de llegar a poseer verdades inmutables, absolutas. 5. Hemos afirmado anteriormente que el objeto siempre es trascendente al sujeto que lo conoce. Pero la representación que la conciencia hace del objeto es inmanente al sujeto. En efecto, la conciencia no produce la representación sino que la elabora con los datos procedentes del objeto. Esto nos lleva a distinguir tres modalidades de ser en el proceso del conocimientos: a. El ser del sujeto cognoscente; b. El ser del objeto conocido; c. El ser de la representación del objeto realizada en la conciencia del individuo. Esto significa que el sujeto se nos presenta como algo verdaderamente existente que, a su vez, es impresionado por un hecho o una cosa real; y que la forma como el sujeto representa al objeto, también es algo. No es lo mismo tener una impresión o una representación en la mente que carecer de ella. Esto lo podemos sintetizar así: En el conocimiento se da una primacía del ser (realidad) sobre el conocer (orden lógico). El ser se nos presenta como sujeto (capacidad de conocer) o como objeto (como determinante del sujeto) y como una actividad (la representación que logramos del objeto): “La dualidad de sujeto y objeto en mi conciencia me permite captar el “conocer” como una modalidad del “ser”. En este punto de partida del análisis epistemológico, la “conciencia real” se nos da en una unidad concreta y con una indistinción tal que la conciencia y lo real, el ser y el conocer, forman una identidad… Así el polo objetivo de mi conciencia actual está constituido por paredes, muebles, cuadros, etc. 13 Epistemología Todos estos objetos son sin duda contenidos de conciencia. Si se comparan entre sí el ser y el conocer, la prioridad sicológica del ser se manifiesta inmediatamente. En efecto, conocer implica evidentemente ser, mientras que ser no implica evidentemente conocer: No hay ninguna dificultad para que yo conciba que alguna cosa existe sin que sea una conciencia mientras que no puedo concebir que algo sea conciencia sin que exista”. 14 En este tipo de relación podemos darnos cuenta de que cuando el sujeto se proyecta fuera de sí, en busca del objeto, logra estructurar de él una imagen (representación). Pero el objeto como tal sigue existiendo con independencia del sujeto que hace la representación: “El sujeto solo puede captar las propiedades del objeto fuera de sí mismo porque la oposición del sujeto y del objeto no desaparece en la unión que el acto de conocimiento establece entre ellos; ella es indestructible… El objeto, aun cuando es captado, sigue siendo para el sujeto algo exterior; es siempre el objectum, vale decir, lo que está en frente. El sujeto no puede captar el objeto sin salir de sí; pero no puede tomar conciencia de lo que es captado, sin volver a entrar en sí, sin volverse a hallar en su propia esfera. El conocimiento se realiza, por así decirlo, en tres tiempos: el sujeto sale de si, está afuera de sí y vuelve a entrar finalmente en sí4”. Aparece muy claro que en el conocimiento el sujeto se presenta como una capacidad, como una tendencia continua a conocer. Como una intención de poseer los objetos (mundo externo-mundo interno). Pero esta tendencia al conocer no puede ser algo pasivo ni ciego, sino tendencia consciente, proyección hacia el mundo para estructurarlo en sentido. Como dijera Kant, el sujeto es una función, algo dinámico y sólo en él se logra llevar a cabo la unidad o mejor la síntesis de nuestros conocimientos. “En efecto, por una parte, el yo cognoscente se presenta como una tendencia, una capacidad, una función, esto es, como una potencia de conocer; el conocimiento mismo es pues realización de esa tendencia, es decir, acto de esta potencia. Por otra parte el yo consciente o la conciencia se presenta a la vez como devenir y como duración, como realidad idéntica y permanente a través de una evolución incesante, un crecimiento continuo”. Queda, pues, puesto de manifiesto que el conocimiento siendo actividad inmanente es, a la vez, despliegue de un sujeto. Pero el conocimiento no lo podemos reducir sólo a actividad del sujeto como la intentó Descartes. Conocer es abrirse a las cosas, a los 4 Harman, Nicolai. Principios de una metafísica del conocimiento. Vancourt. París. Epistemología objetos, conocer es ser con otro, el yo pensante tiene que proyectarse en las otras personas y en los objetos del mundo. No se puede pensar haciendo caso omiso de las circunstancias que rodean al sujeto pensante. El sujeto en cuanto actividad pensante hay que concebirlo siempre inmerso en situaciones, pero no separado del mundo que le rodea. Vivir, tal como lo propuso Heidegger, es “estar en el mundo” y, tan necesarios son para mi existencia las cosas con que vivo, como yo viviendo con las cosas. 6. La finalidad del conocimiento. La actividad cognoscitiva del hombre no es caótica sino que refleja un proceso y tiene finalidad. El hombre conoce lo real, vive y se proyecta siempre hacia algo, resuelve los problemas; todo con la finalidad de llegar a poseer la verdad: “El análisis de mi conocimiento me enseña que yo conociendo persigo un fin, un objeto, un bien, un valor, es decir: la posesión lo más adecuadamente posible del ser. Esta finalidad permite definir la verdad y el error. La finalidad de mi conocimiento es, pues, un hecho, un dato de conciencia. Con más o menos razón, yo tiendo hacia un fin esforzándome por conocer. Este fin es una cierta posesión del ser, de la realidad, de mi propia naturaleza, primero para satisfacer mi curiosidad y luego para determinar mi actitud o mi comportamiento frente a los objetos conocidos” La finalidad del conocimiento nos pone de frente a otro problema como es el de la verdad. En la filosofía tradicional, la verdad se mira como una relación de igualdad: verdad es la conformidad de la mente con el objeto conocido o mejor, la adecuación perfecta entre mi pensamiento y el objeto real. Cuando dicha conformidad no se da, aparece el error. Lo cierto es que el hombre en su proceso de conocimiento está sometido a una serie de limitaciones que impiden una perfecta adecuación de su pensamiento con las cosas. Esto indica que el hombre no agota el objeto en su acto de conocimiento y si lo lograra nuestras verdades serían absolutas. El hombre siempre estará en actitud de conquista de la verdad, pero no en la posesión plena de la verdad pues siempre habrá matices y aspectos que se nos escapan. Nuestro conocimiento se enriquece todos los días. Eso prueba la limitación como sujetos cognoscentes. Nuestros conocimientos se renuevan continuamente tal como la realidad se renueva en su proceso evolutivo. Aunque nuestro conocimiento sea limitado, no por esto debemos caer en el escepticismo: “En esta conciencia de la inadecuación radica el fenómeno del problema. En el problema el sujeto traspasa la 15 Epistemología 16 frontera de la objetivización y penetra en el dominio de lo transobjetivo sin que por ello éste último venga a ser objetivado. La conciencia del problema es la conciencia positiva de los límites de la objetivización a la vez que la conciencia negativa del contenido encerrado en la transobjetivo. De la conciencia de la inadecuación resulta la tendencia a realizar la adecuación, el esfuerzo activo por aprehender círculos cada vez más amplios de las determinaciones de los objetivos, una tendencia de progresiva penetración en lo transobjetivo, de progresiva objetivación de lo no objetivado y de progresiva incorporación de todo el objeto en la relación de conocimiento. De la conciencia del problema resulta el progreso del conocimiento5. La finalidad del conocimiento, en síntesis, es tratar de reproducir a nivel de nuestra conciencia, los procesos o leyes que regulan la naturaleza, la historia o los hechos sociales para asimismo poder transformarla. 1.2 PROBLEMAS CONOCIMIENTO. 5 DEL Hartman, Nicolai. Principios de una metafísica del conocimiento. Vancourt. París. Hemos señalado anteriormente los elementos indispensables en toda actividad cognoscitiva. No obstante, históricamente han surgido una serie de problemas que, al tratar de ser solucionados, han dado origen a su vez, a un sinnúmero de teorías cuyo aporte al esclarecimiento del problema puede considerarse como valioso. En efecto, el primer interrogante de la realidad (posibilidad del conocimiento). El segundo surge cuando se plantea el problema de dónde es que se originan nuestros conocimientos: será en las facultades sensibles a propiamente en la razón (origen del conocimiento). El tercero aparece cuando se trata de determinar la esencia del conocimiento (naturaleza del conocimiento). El cuarto se da cuando hablamos de las formas de conocimiento. 1.2.1 La posibilidad conocimiento. del Al enfrentarnos a este problema pretendemos determinar si el conocimiento es posible, es decir, si el sujeto puede o no aprehender el objeto, si nuestras facultades nos suministran datos que nos permitan una representación adecuada de la realidad o, por el contrario, si el hombre no puede tener ninguna seguridad respecto del conocimiento de las cosas del mundo externo e Epistemología interno. Al tratar de resolver esta dificultad, han surgido varios sistemas: a. El Dogmatismo. Están convencidos de que el conocimiento es posible. Por eso lo dan como un hecho. Suponen que sí se puede dar una relación entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido. No se interesan por hacer una justificación de este problema. No determinan ni la forma como nuestras facultades conocen, ni la manera como los objetos nos son dados. El conocimiento para esta escuela no es aún un problema. Suponen la capacidad cognoscitiva del hombre y suponen que la realidad de hecho existe; su preocupación es la “naturaleza”. Tratan de averiguar qué son las cosas, de qué están hechas; buscan un principio que sea capaz de explicar todo cuanto existe. La naturaleza es pues cognoscible a través de nuestra inteligencia. “Este hecho de que el conocimiento no sea todavía un problema para el dogmatismo descansa en una noción deficiente de la esencia del conocimiento. El contacto entre el sujeto y el objeto no puede parecer problemática a quien no ve que el conocimiento representa una relación y esto es lo que sucede al dogmático. No ve que el conocimiento es, por esencia, una relación entre un sujeto y un objeto. Cree por el contrario, que los objetos del conocimiento nos son dados absolutamente y no meramente, por obra de la función intermediaria del conocimiento. El dogmatismo no ve esta función y esto pasa no solamente en el terreno de la percepción sino también en el del pensamiento. Según la concepción del dogmatismo los objetos de la percepción y los objetos del pensamiento nos son dados de la misma manera: directamente en su corporeidad6”. Para el dogmático existe una confianza total en el poder de la razón para conocer. Creen que los valores de las cosas son aprehendidos directamente y que nuestro espíritu es capaz de conocer la realidad tal cual se nos presenta. Esta posición la tomaron los filósofos presocráticos: los jónicos, los eleáticos, Pitágoras, Heráclito, etc. b. El Escepticismo. Toma una actitud contraria al dogmatismo. El sujeto no puede aprehender el objeto. En efecto, los sentidos nos engañan, el hombre comete muchos errores, estamos sometidos a las contradicciones, la diversidad de opiniones entre los hombres respecto de una misma cosa hace que no podamos tener ninguna seguridad respecto de nuestros conocimientos; nuestras facultades cognoscitivas 6 Hessen, J. Teoría del conocimiento. Editorial Losada. Buenos Aires. 17 Epistemología (sentidos, razón) están sometidas al engaño. El sujeto cognoscente depende de una serie de factores que impiden llegar al objeto. 18 El escepticismo como actitud negativa ante la validez del conocimiento aparece con Pirrón (365-270) quien sostenía la imposibilidad de conocer las cosas, el engaño de los sentidos. La duda es la única forma de sabiduría. Las cosas no se pueden conocer. A lo sumo se dan simples opiniones a las que se pueden oponer otras. Para llegar a la plena tranquilidad (ataraxia) hay que abstenerse de todo juicio. Hay pues, una renuncia a poseer un criterio sobre la verdad objetiva. No debemos pronunciarnos a favor ni en contra de ninguna cosa, ni considerar nada, ni como falso no como verdadero. Algunos han querido resumir la doctrina pirrónica así: “Quien quiera gozar de la felicidad, debe considerar los tres puntos siguientes: primeramente, ¿cuál es la naturaleza de las cosas? En segundo lugar, ¿cuál debe ser la disposición de nuestra alma respecto a ellas? Y, finalmente, ¿qué resultado tendrán para nosotros esas disposiciones? Afirma que si las cosas no manifiestan entre ellas ninguna diferencia y escapan igualmente a la certidumbre y al juicio, las opiniones que nos formamos respecto a ellas, no pueden, por ello, revelarnos ni lo verdadero ni lo falso. Por ello, no nos es preciso conceder ningún crédito a las opiniones sino que debemos permanecer sin opiniones, sin inclinaciones y sin dejarnos conmover, limitándonos a decir de cada cosa, que no es más esto que aquello, o más aún, que es, al mismo tiempo que no es, o en definitiva, ni que es ni que no es. A poco que conozcamos estas disposiciones, conoceremos inicialmente la afasia (no afirmaremos nada) y luego la ataraxia 7 (imperturbabilidad) ”. La segunda fase se desarrolla en la Academia platónica en contra del dogmatismo de los estoicos. Representado por Arcesilao, quien no concedía valor a los conocimientos sensibles ni de la razón, porque si las impresiones sensibles son subjetivas y la razón trabaja con ellas, corre el mismo riesgo de error. No hay ninguna evidencia inmediata ni ninguna ciencia absoluta de nada. Nada, pues, podemos afirmar ni negar como cierto, sino a lo sumo como probable. Carneades, demuestra que no existe criterio absoluto de verdad: ni la razón, ni los sentidos, ni las representaciones, son base evidente de nada, pues todas nos engañan igualmente. La ciencia y la certeza son imposibles pues carecemos de un criterio para distinguir lo falso y verdadero. De la realidad sólo percibimos apariencias mudables. La misma contradicción 7 Rammoux, Clémence y otros. Historia de la Filosofía. Siglo XXI Editores. Madrid. Epistemología de las cosas hace que todo sea relativo y que por tanto los enunciados ni sean verdaderos ni falsos. En la tercera fase el escepticismo se muestra más radical que en las anteriores y llega a la suspensión de la posibilidad de todo juicio. Caen en un subjetivismo, en un relativismo y en un agnosticismo. Enesidemo afirma que sólo conocemos lo que sentimos, pero no la realidad tal como es en sí. Hay muchas razones para ello: la diversidad de sensaciones, las circunstancias subjetivas, la variedad de posiciones, de distancias y lugares, la relatividad de sujeto que conoce y del objeto. La diversidad de educación, costumbres, leyes, creencias. Para llegar a la verdad se necesitaría de una prueba la cual siempre es inútil. Agripa (I d. C.), por su parte, sostiene que debido a que hay discordancia entre los individuos, su manera de pensar y de vivir, y la relatividad del objeto y del sujeto, nos lleva a la suspensión real del juicio. Toda prueba que se dé de algo exige otra y así sucesivamente sin que verdaderamente podamos llegar a una base fundamental. Suponemos siempre lo que debemos probar. Sexto Empírico (II d. C.) llega a sostener que debemos suspender el juicio porque tanto la afirmación como la negación son igualmente persuasivas. No hay criterio de verdad las demostraciones son relativas, la causa es incapaz de explicar los hechos. La vida del hombre se rige más que todo por un criterio de utilidad. La única actitud racional es la abstención de todo juicio. Sólo así logramos la libertad de espíritu pues no nos sujetamos a ninguna escuela, dogma o secta. El escéptico debe ser ante todo un observador, un buscador y cuestionador que no niega ni afirma nada. Así se consigue la tranquilidad. No pretenden negar la realidad pero si los juicios sobre esa realidad. La actitud escéptica no es una posición razonable puesto que si bien es cierto que el hombre está sometido a una serie de limitaciones, de circunstancias que hacen que su conocimiento sea relativo, de ahí no podemos deducir que el hombre no pueda conocer algunas cosas con cierta seguridad. Si el hombre se equivoca no es porque sus facultades, por naturaleza lo lleven al error, sino porque accidentalmente esas facultades se pueden equivocar, de lo contrario las ciencias serían imposibles. “El error, las contradicciones y la diversidad de opiniones constituyen un hecho innegable, pero del que no puede deducirse la conclusión escéptica: del hecho del error, no es posible deducir que erramos siempre; porque es verdad que nos equivocamos; pero también es verdad que no nos equivocamos siempre; este también es un hecho que no puede ser encubierto con una simple afirmación dogmática. Si estuviésemos constantemente en el error sería 19 Epistemología 20 imposible la misma noción de error, el descubrirlo, es señal gnoseológica de que alguna vez no estamos en el error… Indudablemente existe una relatividad intrínseca a todo conocimiento falso o verdadero. El hecho de que la verdad haya que definirla por una igualdad, es una prueba de ello. También es verdad que muchos conocimientos son esencialmente relativos sin que sea posible salirse de su complejo de relaciones, por ejemplo muchos juicios estrictamente axiológicos. Pero no es un hecho el que siempre sea así, por lo menos en los casos en los que el objeto en si no sea conocido. Si un objeto tiene su ser propio, no tiene sentido ser íntegramente conocido por el entendimiento humano, pero eso es no conocer todo el objeto, y entre eso y nada, queda un campo extenso de conocimientos verdaderos8” c. El relativismo subjetivismo. y el Para esta escuela, el conocimiento sí es posible, dado que podemos tener algún grado de certeza. Pero lo que niegan de hecho es que podamos llegar a obtener verdades universales, absolutas, inmutables. En efecto, nuestro conocimiento siempre es relativo, es decir dependiente de factores y circunstancias especiales. Hay muchas circunstancias que afectan al objeto que vamos a conocer como 8 De Alejandro, José M. Gnoseología. Madrid. hay también circunstancias que afectan al sujeto cognoscente. La actitud relativista queda formulada así por Protágoras: “El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son y de las que no son en cuanto que no son”. Lo que significa que las cosas son para cada cual lo que cada cual quiera pensar de ellas. Cada cual elabora su propia verdad. Hay tantas “visiones del mundo” de acuerdo a las experiencias de cada cual, pero ninguna de ellas puede imponerse con la pretensión de ser total y común a todos. La validez de nuestros conocimientos es limitada. Para el subjetivismo el conocimiento depende de factores que rodean al sujeto: cultura, convicciones, prejuicios, etc. Mientras que el relativismo insiste más en los factores externos que rodean al objeto. Al respecto de la actitud relativista-subjetivista se nos dice: “El subjetivismo y el relativismo juzgan que no hay verdad universalmente válida. Pero también en esto hay una contradicción. Una verdad que no sea universalmente válida en un contrasentido. La validez universal de la verdad está fundada en la esencia de la misma. La verdad significa la concordancia del juicio con la realidad objetiva. Si existe esta concordancia no tiene sentido limitarla a un número determinado de individuos. Si existe, existe para todos. El dilema es: o el juicio es falso (y entonces no es válido para nadie) o es verdadero (y entonces es válido para todos, es Epistemología universalmente válido). Quien mantenga el concepto de verdad y afirme, sin embargo, que no hay una verdad universalmente válida, se contradice, pues, a sí mismo”. Los representantes de estas teorías fueron los sofistas, Protágoras, Eutidemo, Trasímaco, Critias. d. El Criticismo. Mientras los dogmáticos aceptaban el conocimiento como un hecho, sin justificar sus presupuestos, el criticismo acepta que el hombre puede llegar a conocer, puede llegar a poseer la verdad, puede tener conocimientos que le dan certeza, pero se hace indispensable justificar racionalmente la forma cómo llegamos al conocimiento, o sea, que es indispensable demostrar cómo es que conocemos y en qué forma se nos da la realidad. Hay que reflexionar en los elementos que determinan el conocimiento, hay que tomar una actitud crítica ante el problema del conocimiento, no se puede dar como un hecho sino que es necesario mostrar los mecanismos de que se vale el sujeto y la forma en que se nos da el objeto. Si nos remontamos a la antigüedad tenemos como filósofos críticos a Platón (s.V a.C.). Distingue varios grados de conocimiento: el conocimiento sensible, que tiene por objeto los seres materiales que se nos dan a través de los sentidos. A los sentidos corresponde un mundo variable, inestable, del cual no puede existir una verdadera ciencia. El conocimiento racional discursivo: versa sobre el número y la cantidad; se refiere a las verdades matemáticas. El conocimiento racional intuitivo se refiere a los seres carentes de toda materia y de cantidad; es el mundo de las ideas; sólo de éste puede haber verdadera ciencia. El mundo inteligible o de las ideas es el verdadero, el objetivo, eterno, inmutable y sólo de él hay ciencia. Aristóteles, por su parte, como discípulo de Platón, reafirma la posibilidad del conocimiento. El hombre puede llegar a la verdad. Los sentidos sólo nos engañan accidentalmente puesto que por naturaleza están hechos para captar los objetos. Distingue dos tipos de conocimiento: el sensitivo y el intelectivo. Estas dos facultades trabajan en íntima relación. “Nada hay en el entendimiento que antes no haya pasado por los sentidos”. Es decir, los sentidos suministran el material con que trabaja muestra mente. Sólo se puede dar ciencia en el conocimiento intelectivo, puesto que sólo la razón conoce algo por sus causas y por sus esencia. En la época moderna tenemos a Kant como el gran representante del criticismo; su intención era someter la 21 Epistemología razón a un análisis detenido para ver sus estructuras y determinar así la forma como conoce. Quiere fundamentar el conocimiento humano determinando los aportes que hace el sujeto y los aportes que provienen de la experiencia. La experiencia nos da la materia o contenido del conocimiento y esa materia que procede de los sentidos es caótica. El sujeto recibe esos datos, los organiza, les da forma, a través de estructuras “a priori” que es aportada por el sujeto, posee siempre un carácter necesario y universal. e. El Pragmatismo. 22 Afirman la posibilidad del conocimiento. Más el conocimiento queda subordinado a la acción, la que se convierte en fundamento de la verdad y de la certeza. El hombre, antes de ser teórico, es un ser práctico; de ahí que todo el valor de nuestro conocimiento es en base a la acción. Es verdad lo que es útil y provechoso al hombre. Carlos Pierce considera que la única función de la razón o del pensamiento es producir creencias y toda creencia es regla de hábito o acción. William James sostiene que el criterio de la verdad es la utilidad de algo para la vida individual y social; supone, por tanto, que la verdad no es absoluta sino relativa. Para J. Dewey la verdadera sabiduría consiste en la aplicación de lo conocido a la conducta inteligente del hombre. El intelecto nos ha sido dado para obrar; con lo cual, el pensamiento y el conocimiento hacen referencia directa a la vida práctica del hombre. El hombre no es un ser pensante solamente sino un ser que actúa en función de lo útil y valioso pues esto ayuda a la conservación del a vida. 1.3 EL ORIGEN CONOCIMIENTO. DEL Cuando tratamos el problema del origen del conocimiento queremos saber si todo conocimiento se origina en la experiencia o en la razón; si el hombre viene de por sí dotado de ciertos conocimientos (apriorismo) o, por el contrario, requiere del concurso de las facultades sensibles e intelectivas a la vez. Frente a este problema surgen los siguientes sistemas como posibles soluciones: a. El racionalismo. Para el racionalismo, el conocimiento tiene su origen en la razón; la experiencia no cuenta en la elaboración de nuestros conocimientos. Esta corriente del racionalismo tiene como representante en la antigüedad a Parménides, quien sostenía que los sentidos nos engañaban, que sólo la razón podría conducir al hombre a la verdad. Tiende a una identificación del pensar y del ser. En la época moderna, el verdadero representante es Renato Descartes. Epistemología Se proponía dotar a la filosofía de un método que le diera plena seguridad en todo lo que afirmaba; un método que tuviera el rigor de la matemática, cuyas verdades nadie discute sino que se aceptan. Sólo con un método riguroso la filosofía pasaría del plano de las simples apreciaciones o de las verdades subjetivas, al plano real o de las verdades objetivas. Para lograr este fin, Descartes nos dice en su libro “El Discurso del Método” que es indispensable tomar una actitud radical frente a todo lo que uno da por aceptado. La duda sería la forma de llegar a colocarse en un estado original para poder justificarlo todo: dudaba de la existencia de Dios, de la existencia del mundo, de los conocimientos que proporcionan los sentidos, de las verdades matemáticas, de su propia existencia. Esta duda universal tenía por objeto ver la posibilidad de si existía algo sobre lo cual no se pudiera dudar. Si dudando de todo podría llegar a una verdad tan evidente en sí misma que se resistiera a la duda, esa verdad sería tan firme y definitiva que sobre ella se debía levantar todo el edificio de la Filosofía. “…pero, como ahora sólo deseaba dedicarme a la investigación de la verdad, pensé que era preciso que hiciera todo lo contrario y que rechazara como absolutamente falso todo aquello en que pudiera imaginar la menos duda, a fin de ver si, después de eso, no quedara algo en mi creencia que fuera completamente indudable… Así, a causa de que nuestros sentidos nos engañan a veces, supuse que no hay nada como ellos nos lo hacen imaginar. Y puesto que hay hombres que se equivocan razonando aún respecto de las más simples materias de la Geometría… rechacé como falsas todas las razones que antes había tomado por demostraciones. Y por último, considerando que todos los mismos pensamientos que tenemos estando despiertos, nos pueden venir también cuando dormimos, sin que haya entonces ninguno que sea verdadero, me resolví a fingir que todo lo que alguna vez había penetrado en el espíritu no era más verdadero que las ilusiones de mis sueños9”. La duda radical ha de dejar a Descartes en la primera gran verdad. En efecto dudando de la existencia de todo, me doy cuenta de que para poder dudar de todo, yo que dudo soy alguien, pues de lo contrario no dudaría; de ahí deduce su gran principio evidente en sí mismo: “pienso luego existo”. “Más inmediatamente después, me fijé en que mientras yo quería pensar así que todo era falso, era preciso que yo, que lo pensaba, fuera algo. Y advirtiendo que esta verdad: yo pienso, luego yo soy, era tan firme y segura que no podían conmoverla todas las más extravagantes suposiciones de los escépticos, juzgué que podía admitirla sin escrúpulos como primer principio de la Filosofía que yo buscaba” de esto 9 Descartes. Discurso del Método. Editorial Losada. Buenos Aires. 23 Epistemología 24 se sigue que todo lo que piense clara, distinta y evidentemente, eso existe. La segunda verdad que descubre Descartes, siguiendo el mismo razonamiento anterior es la verdad sobre Dios. Al examinar Descartes las ideas que había en su mundo interior, se encontró con las ideas de Ser perfecto y Ser infinito, ideas que él no pudo formar, porque él es finito e imperfecto; de ahí concluyó que esas ideas se las había colocado el mismo ser perfecto (innatismo) o sea Dios. Por tanto Dios existe con absoluta seguridad y El colocó en nuestra mente la idea de perfecto y de infinito. Esto es lo que se llama innatismo: la idea de Dios nace con uno y por eso aceptamos su existencia. “Traté de buscar de dónde yo había aprendido a pensar en algo más perfecto que lo que yo era, y conocí evidentemente que debía ser de alguna naturaleza que fuera efectivamente más perfecta… quedaba, pues, que hubiese sido puesta en mi por una naturaleza que fuera verdaderamente más perfecta que yo, y aún que tuviera en sí todas las perfecciones de las cuales pudiera tener yo idea, es decir, para explicarme en una palabra: que fueron sacadas por vía de los sentidos. La existencia de Dios es un hecho; es la verdad eterna y de la cual dependen todas las otras verdades. La tercera verdad es la de la existencia del mundo. Una vez confirmada la existencia de Dios, podemos eliminar la duda sobre la existencia del mundo; porque si en el mundo hay cuerpos, inteligencias y otras naturalezas que no son del todo perfectas, su ser debe depender de la potencia de Dios, de suerte que sin El no pueden subsistir un solo momento. Así pues, las ideas que formamos a través de los sentidos y que corresponden a las cosas sensibles deben provenir de la sustancia externa (cuerpos), puesto que si no correspondieran, entonces Dios me engañaría, lo cual es contradictorio, porque un ser perfecto no puede engañarme; de ahí deduce que el mundo, los cuerpos, existen porque tienen a Dios como causa. El racionalismo de Descarte se puede sintetizar así; no tiene en cuenta la experiencia como punto de partida de todo conocimiento. Coloca como criterio de verdad todo lo que se conciba racionalmente como claro y distinto, es decir, objetivo. Hace derivar del pensar su existencia: pienso, luego existo. Primacía del sujeto frente al objeto: subjetivismo. La evidencia de Descartes no se refiere a las cosas como tales sino a mi concepción de las cosas, a las ideas de las cosas. Y basta con que esas ideas sean claras para que, de hecho, representen algo objetivo. La objetividad del mundo sólo se salva recurriendo a Dios. El pensar filosófico se realiza –en el ejercicio interior del sujeto- sin necesidad de tener en cuenta el mundo, las circunstancias sociales, políticas o Epistemología económicas que rodean al sujeto pensante. Solo los juicios que se estructuran en la razón tienen validez, necesidad, unidad. En la misma línea racionalista continúan Nicolás Malebranche, Benito Spinoza, Guillermo Leibnitz. Sentido de la Determinación Para Descarte ORDEN LÓGICO ORDEN (evidente, claro, distinto) ONTOLÓGICO Yo pienso Pienso en la idea de Perfecto Pienso en la idea de Extensión Todo lo que yo pienso ________ Existo ________ Dios existe ________ ________ El mundo existe Existe Determinación real Nicolás Malebrache lleva el racionalismo a la demostración de que entre la razón y la fe no puede existir contradicción pues ambas tienen la misma fuente. La certeza y la verdad total sólo se alcanzan en la compenetración de ambas ramas del saber. Su interés radica en el afán de hace una síntesis filosófica en la que la ciencia se muestre envuelta en la fe. Es imposible que la razón humana pueda alcanzar la verdad sin la ayuda de la fe. Está convencido de que las ideas no pueden provenir de los sentidos sino que se les debe buscar un origen superior. No conocemos las cosas directamente sino a través de las ideas; pero esas ideas no están en nuestro entendimiento –como creía Descartes_ sino que subsisten en un mundo inteligible. Esta es la posición que adopta también San Agustín. Igual que descartes, Malebrache se interesa por buscar las causas del error y la forma de librarnos de él. Los sentidos no nos ofrecen mayor seguridad. Por ello predica cierta desconfianza. A lo sumo los sentidos tienen un valor práctico en cuanto ayudan a la conservación de la vida. En ningún caso los sentidos nos permiten conocer la verdad y la naturaleza de las cosas. Las sensaciones son 25 Epistemología oscuras, confusas. En cambio, las ideas son claras y distintas, generales y comunes a todos los hombres. 26 Esas ideas no pueden provenir de los sentidos, ni de la imaginación. Tampoco se puede aceptar que esas ideas sean innatas. Luego la única solución es que las ideas son realidades eternas, infinitas, necesarias e inmutables. Son extrínsecas e independientes de nuestro entendimiento. Esas ideas están en Dios, en quien nosotros las vemos. Dios debe tener todas las ideas de los seres que ha creado. Todas las ideas están en Dios en cuanto a su realidad inteligible. Esas ideas que están en Dios son los arquetipos o modelos de todas las cosas. Este tipo de planteamiento racionalista es lo que se conoce en el sistema de Malebranche como el “ontologísmo”. Baruch Spinoza sostiene que para hallar un criterio que permita distinguir las ideas verdaderas de las falsas basta con reflexionar sobre las propias ideas tal como lo había postulado Descartes. Se hace indispensable buscar ordenadamente la esencia de las cosas. Para estar seguros de algo no hay que acudir a causas extrínsecas a nosotros mismos sino que basta la evidencia, la conexión intrínseca necesaria de las ideas entre sí y de todas ellas con la idea de Dios para que podamos tener plena seguridad. Para Spinoza, Dios es la sustancia única, el primer Ser, la primera Idea, fuente de todas las ideas, y de toda verdad. Los seres no son más que modos de la sustancia divina. Esto es lo que constituye la teoría panteísta de Spinoza. Todas las ideas son verdaderas en cuanto se refieren a la idea de Dios. Las únicas ideas claras y distintas son aquellas que se relacionan adecuadamente con Dios, que es el primer principio del ser y de la verdad. Este tipo de Epistemología se estructura en una concepción teológica, ya que Dios es la sustancia fundamental y de ella proceden todos los seres. Spinoza distingue cuatro tipos de percepción: 1. Por autoridad y testimonio de los sentidos (así conoceos, cuando nacemos, a los padres, etc.); 2. Por experiencia sensible (conocimiento empírico no apoyado en la razón); 3. Por razón discursiva (como el conocimiento matemático y filosófico); 4. Por razón intuitiva (el conocimiento perfecto, Epistemología adecuado, pues se conoce algo en su esencia) En su Ética, reduce esos grados de conocimiento a tres: 1. Por los sentidos externos (contactos empíricos), y por los sentidos internos (opinión e imaginación); 2. Por razón (conocimientos discursivo, cierto, necesario, verdadero); y 3. Por intuición, el grado más elevado de conocimiento (por el que nos remontamos a la primera causa y vemos todo baja el carácter de eternidad, Dios como fuente de todo). Spinoza distingue cuatro tipos de ideas: artificiales (provenientes de la imaginación), dudosas (carentes de claridad y distinción, confusas), falsas (ficticias o artificiales) y verdaderas (consistentes en su correspondencia objetiva, claras y distintas). Spinoza profesa una confianza absoluta en la razón. Todas las ideas provenientes de la razón son para él, claras, distintas, necesarias y por tanto, ciertas. Toda definición expresa una idea clara y distinta y esto es suficiente para pensar que es objetiva, verdadera. Los errores provienen más que todo de la imaginación, la cual es dada a construir ideas oscuras y confusas. “Considerados detenidamente todos nuestros modos de percepción pueden reducirse a cuatro: 1. Hay una percepción que adquirimos por el oído o por otro sentido que puede llamarse como se quiera. 2. Hay una percepción que adquirimos por una experiencia vaga, es decir, por una experiencia que no está determinada por el intelecto pero que se llama así porque de hecho así se realiza sin que tengamos experiencia de ningún caso que la contradiga y por eso nos parece inconclusa. 3. Hay una percepción en la que, de la esencia de una cosa, se concluye la esencia de otra, pero no de modo adecuado. Es la que se da cuando inferimos una causa de un efecto o bien cuando deducimos alguna proposición universal a la que siempre acompaña alguna propiedad. 4. Finalmente, hay una percepción en la cual se percibe la cosa por su misma esencia o por el conocimiento de su causa próxima. De aquí se sigue que para alcanzar la certeza de la verdad no se requiere más que poseer la certeza de la idea verdadera puesto que, según hemos dicho, para saber no es necesario saber que yo sé. Por eso nadie puede saber cuál es la verdadera certeza si no posee la idea 27 Epistemología adecuada o la esencia objetiva de algo, ya que la idea y la esencia objetiva son lo mismo. Y puesto que el hombre no tiene necesidad de otro signo para reconocer la verdad, y le basta poseer las esencias objetivas de las cosas o, lo que es lo mismo, las ideas para que pueda alejar de sí la duda, se sigue de aquí que el verdadero método no consiste en buscar el signo de la verdad una vez adquiridas las ideas sino que el verdadero método ha de enseñarnos el orden en que debemos buscar la verdad misma o las esencias objetivas de las cosas o las ideas (que todo significa lo mismo)”10 28 Guillermo Leibnitz, frente a la concepción pantenista de Spinoza, opone un sistema en el que aparece una concepción pluralista del universo, como creación de un Dios personal, sabio e inteligente. Distingue tres tipos de conocimiento: el sensitivo (que proviene de los sentidos), el demostrativo (procedente por deducción o análisis) y el intuitivo (cuando la inteligencia percibe inmediatamente las ideas y sus relaciones. En su libro “Nuevo ensayo sobre el entendimiento humano” plantea el problema del conocimiento colocándose frente a las dos actitudes existentes: el racionalismo de Descarte y el empirismo de Locke. La formulación de las ideas innatas es un recurso perezoso. Las experiencia es necesaria para que el alma sea 10 Spinoza. La reforma del entendimiento. Aguilar argentina S.A. determinada para u orientada a tales o cuales pensamientos. No todo viene de los sentidos porque el alma encierra en sí, el ser, la sustancia, la causa y el raciocino y otra cantidad de nociones que no se explican desde los sentidos. Y agrega: “nada hay en el entendimiento que antes no haya pasado por los sentidos, a excepción del entendimiento”. Leibnitz por medio del método matemático aspira a llegar a las verdades absolutas. Su deseo es que todo sea claro y demostrable por la razón. Las verdades de razón presentan necesidad y se refieren a las esencias de las cosas. Las conocemos con certeza y en forma a priori, tal como sucede con las verdades lógicas y matemáticas, que se rigen por el principio de identidad y de no contradicción. Estas verdades nunca necesitan demostración. En cambio, las verdades de hecho, son contingentes, se conocen por la experiencia, hacen referencia a la existencia de las cosas y requieren de demostración para poder ser reducidas al primer principio. Toda la estructura del pensamiento de Leibnitz la podemos reducir a esto: sólo al orden racional corresponde lo real, lo objetivo, lo que se postula a nivel del orden racional, eso, es lo que de hecho existe. En Dios tiene lugar la unificación de las verdades necesarias y contingentes por una especie de reducción. El principio de razón suficiente sirve para reducir las Epistemología verdades de hecho a las verdades de razón. Esto lo lleva a afirmar que las verdades son analíticas, es decir, que en todo juicio verdadero el predicado a priori está contenido en el sujeto. El cálculo de probabilidades le sirve para poder establecer las combinaciones posibles: las cosas tienen tanta mayor posibilidad de existencia y de pertenecer al mundo, cuando más útiles, beneficiosas y eficaces sean. Porque este mundo es el mejor de los mundos posibles, la combinación más probable es real. El hombre no puede llegar a una certeza absoluta por que es limitado en su inteligencia. Pero Dios, a conocer la esencia de una cosa, puede inmediatamente deducir de ella todas las posibilidades o formas como una cosa puede manifestarse. Así, conociendo la esencia de Judas, podía ver la traición contra Jesucristo. Las sustancia creadas pueden tener infinitos acontecimientos pero Dios es el que pone límites a todo. Conocer la cantidad de combinaciones o de acontecimientos de las cosas es hacer verdadera ciencia. b. El empirismo. Toma la actitud contraria: el origen de nuestros conocimientos no están en la razón sino en la experiencia. Todo contenido del pensamiento necesariamente ha tenido que pasar por los sentidos. Nuestra mente es un papel en blanco y sólo al contacto de los sentidos con las cosas empieza a grabar impresiones. “Supongamos que la mente es, como nosotros decimos, un papel en blanco, vacío de caracteres, sin ideas. ¿Cómo se llena? ¿de dónde procede el vasto acopio que la ilimitada y activa imaginación del hombre ha grabado en ella con una variedad casi infinita? A esto respondo con una palabra: de la experiencia. En ella está fundado todo nuestro conocimiento y de ella se deriva todo en último término”11. Para el empirismo, la tesis del racionalismo de que existen ideas innatas, es totalmente inexacta. Si trajésemos los conocimientos al nacer, las facultades sensibles no tendrían ninguna finalidad y el aprendizaje no tendría sentido. Todos los hombres estarían de acuerdo en las mismas verdades. No hay pues, verdades innatas, ni principios especulativos, ni principios prácticos. Todo el conjunto de ideas o conocimientos que tenemos en nuestra mente, proceden de un doble origen: por una parte los sentidos externos nos ponen en contacto con las cosas y conducen a la mente esas percepciones. Este tipo de conocimiento recibe el nombre de sensación. 11 Locke, John. Ensayo sobre el entendimiento humano. Aguilar Argentina S.A. 29 Epistemología 30 Por otra, los sentidos internos, que suministran los estados interiores del individuo, se constituyen en la autopercepción y reciben el nombre de reflexión: sentimientos, pasiones, placer, duda, etc. El conjunto de sensaciones suministrado por los sentidos externos e internos constituyen las ideas simples. Las ideas complejas se forman por combinación de las ideas simples ya sea separando, juntando o combinando las sensaciones. Podemos estar seguros de la existencia del Yo, porque la intuición o reflexión nos da la máxima certeza en la captación de nuestros propios estados. De Dios podemos hablar a través de la demostración y de la causalidad pues todo lo que ha empezado requiere de alguien que se manifieste como causa. La objetividad del mundo se demuestra a través de las sensaciones externas. existe un subjetivismo. Al tomar como base de la objetividad la sensación y al no aceptar como fuente de los conocimientos más que las experiencias sensibles trató de minar la base de la metafísica. El empirismo emplea un método psicológico y por tal razón se considera como fundador de la psicología. Tiene méritos como son la refutación de innatismo, la crítica que hace a Descartes por despreciar la experiencia. Pero en el fondo es otra que aquella de afirmar que la materia existe como una sustancia real. Si negamos la existencia de la materia el materialismo también cae por tierra. Sentidos externos. Mundo. De igual tendencia son Tomás Hobbes, Berkeley, David Hume, quienes llevan a sus consecuencias las teorías elaboradas por Locke. Jorge Berkely intenta defender las verdades de la religión. Cree que la fuente de todas las teorías que están en contra de la existencia de Dios, no Cualidades de los cuerpos. Sensación. M IDEAS. E N Yo. Combina, asocia, separa. T Epistemología Berkeley afirma que no existe más sustancia que la de Espíritu y lo que éste percibe; el mundo material es incognoscible, la sustancia material no existe. Se niega el mundo corpóreo para no aceptar más que la existencia de las sustancias espirituales: la de Dios y el espíritu del hombre. Su teoría no es más que un idealismo psicológico que pretende reducir el ser de las cosas al ser percibidas. Los únicos objetos del conocimiento humano son las ideas; lo que se denomina “cosa” no es más que una colección de ideas. Por ejemplo, una naranja no es más que el conjunto de ideas de color, sabor, forma, tacto, pero estas cualidades no se sustentan sobre una sustancia material; ese conjunto de sensaciones o ideas que son las cosas no tiene como fuente un cuerpo material, realmente existente, Si no que más bien se identifica la cosa con la percepción de la cosa; por eso el ser de algo se reduce a ser percibido. ¿De dónde provienen entonces esas sensaciones o ideas? No puede ser de las sustancias materiales pues ya nos ha dicho que no existen. Luego esas ideas o sensaciones tienen como fuente a Dios, que las ordena, y nosotros que las percibimos a través de nuestros sentidos. Las ideas que 31 Epistemología 32 llamamos reales son producidas por Dios en nuestras facultades sensibles; las que no tienen cierta regularidad a lo sumo son producto de nuestra imaginación. En concreto, Berkeley es empirista por sostener que nuestro conocimiento se reduce a un conjunto de impresiones o sensaciones o ideas, pero es inmaterialista al sostener que esas impresiones no proceden de una sustancia material sino de la sustancia espiritual: Dios. Con lo cual negó la realidad al mundo y lo redujo a puras impresiones cuya fuente es Dios. Así cree salvar la religión, estableciendo una prueba evidente y clara de la existencia de Dios, en la misma forma se prueba la inmortalidad del alma o sustancia espiritual humana que es la que percibe las impresiones que Dios manda. La ciencia, por tanto, necesariamente tendrá que reconocer la existencia de Dios. David Hume lleva a sus consecuencias la doctrina de Locke y de Berkeley. El primero redujo la realidad corporal a una colección de impresiones, de sensaciones, a las cuales el espíritu atribuía una especie de sustrato o de sustancia pero que era totalmente desconocida. El segundo llegó a negar las cualidades de los cuerpos y la base material de esas cualidades, es decir, la sustancia, para sostener que sólo existen sustancias espirituales. David Hume procura negar la existencia de la sustancia material, la existencia de las cualidades, la existencia de la causalidad y la de las sustancias espirituales para llegar a la conclusión de que toda la realidad no es más que un puro fenómeno o hecho de conciencia. Hume, rechaza la existencia de las ideas innatas, de principios, tanto teóricos como prácticos. Los contenidos de la conciencia tienen un origen sensible. A las percepciones las llama impresiones; si son fuertes y violentas: sensaciones, pasiones, emociones. En cambio, las ideas son imágenes débiles de las impresiones en el entendimiento. Todas las ideas tienen como base las impresiones. Las ideas abstractas no existen; sólo se dan las ideas simples. La idea no tiene un contenido ontológico, real, sino que más bien el hombre tiene el hábito de asociar las ideas. El material recibido de la experiencia lo asociamos, lo combinamos. Esa combinación se hace por semejanza o desemejanza, contigüidad en el espacio y el tiempo, relación de causa o efecto. Así es como se efectúa todo nuestro conocimiento. No hay sustancia ni material ni espiritual. La sustancia no es más que un concepto complejo basado en la relación de identidad y de permanencia en el tiempo. Esto llevó a profesar un fenomenismo escéptico, en cuanto redujo lo real a un conjunto de impresiones y a negar la sustancia Epistemología corporal como sustento de esas impresiones. Kart R. Popper afirma, respecto de la posición del racionalismo y del Empirismo, que se trata de dos problemas mal formulados porque no se distingue entre el origen del conocimiento y la validez de los conocimientos, ni tampoco discuten su legitimidad. Además exigen siempre una respuesta autoritaria. Ahora sostiene que a la pregunta de “¿cuál es la fuente de nuestro conocimiento?” podemos responder que hay muchas fuentes del conocimiento, pero ninguna de ellas tiene verdadera autoridad. Así el periódico, las revistas, las enciclopedias pueden ser fuentes de conocimiento. “1. No hay fuentes últimas de conocimiento. Debe darse la bienvenida a toda fuente y a toda sugerencia: y toda fuente y toda sugerencia deben ser sometidas a un examen crítico. 2. La pregunta epistemológica adecuada no se refiere a las fuentes; más bien preguntamos si la afirmación hecha es verdadera, es decir, si concuerda con los hechos. 3. El conocimiento no puede partir de la nada –de una “tabula rasa”ni tampoco de la observación. El avance del conocimiento consiste, principalmente en la modificación del conocimiento anterior. Aunque a veces podemos avanzar gracias a una observación casual. 4. Ni la observación ni la razón son autoridades. La intuición intelectual y la imaginación son muy importantes, pero no son confiables: pueden mostrarnos muy claras las cosas, y sin embargo, conducirnos al error. Son indispensables como fuentes principales de nuestras teorías; pero la mayor parte de nuestras teorías son falsas, de todos modos. La función más importante de la observación y del razonamiento, y aún de la intuición y la imaginación, consiste en contribuir al examen crítico de esas conjeturas que son los medios con los cuales sondeamos lo desconocido”12. c. El intelectualismo. Ante la posición extrema del racionalismo y el empirismo, el intelectualismo busca una integración al sostener que en todo conocimiento tanto los sentidos como la razón desempeñan una función necesaria. Nuestros conocimientos, en efecto, tienen su puno de origen en los sentidos. Este conocimiento sensible nos permite formar las percepciones a partir de las cuales entra en acción el intelecto. Con esto se destruyen aquellas posiciones como las de Heráclito, Parménides, sofistas, escépticos y platónicos, que profesaban una desconfianza exagerada al valor de los conocimientos sensibles. Nuestras facultades sensibles están hechas por naturaleza para suministrarnos información acerca de la realidad, si 12 Kart, Popper. El desarrollo del conocimiento científico. Paidos. 33 Epistemología algunas veces nos engañan es sólo accidentalmente. La razón, por su parte, funciona con la materia suministrada por los sentidos: “nada hay en el entendimiento que antes no haya pasado por los sentidos”. El entendimiento elabora los conceptos por un proceso abstractivo a partir de las percepciones sensoriales. De este modo experiencia y razón se integran para constituir el conocimiento humano. Aristóteles fue en la antigüedad quien formuló esta teoría al sostener que las ideas son conceptos mentales con fundamento en lo real, y no, como pensaba Platón, objetos independientes de la realidad sensible. Según Aristóteles, las sensaciones son conocimientos objetivos pero no científicos; las sensaciones nos enfrentan con la realidad particular, concreta. Sin embargo, los conocimientos sensibles no logran distinguir lo sustancial de lo accidental. Para eso se requiere la intervención de la razón, la cual toma las percepciones y por un proceso abstractivo, saca lo común o esencial que hay en ellas logrando así la formación del concepto o idea. Sentidos Entendimiento 34 Realidad Proceso Sensible Percepción Proceso Abstractivo Ideas El proceso del conocimiento El conocimiento científico para Aristóteles, se caracteriza porque es un conocimiento de esencias y no de accidentes. Además, conocer científicamente es conocer las cosas por sus causas. Así el saber científico aparece como necesario y universal, estable. Esto sólo lo Epistemología produce el intelecto, ya que solo él puede formar conceptos universales y puede generalizar, eso sí, a partir de los datos sensibles. Esto dio base para considerar la teoría aristotélica como un realismo en el sentido de que toda representación intelectiva tiene siempre fundamento en lo real. Física newtoniana, que se estructuraba en principios universales y necesarios. La intención de Kant es hacer una fundamentación del conocimiento humano, para ello hace un análisis detenido de la forma como el entendimiento humano juzga acerca de la naturaleza de las cosas. El concepto universal constituye el fundamento de la ciencia. Viene a representar un proceso de unificación; pues, a partir de la pluralidad, busca la unidad. Por otra parte en el concepto universal, se pretende estabilizar, pues pasamos de la realidad concreta, que está en continua transformación, al concepto que, como representativo de la ciencia, es inmutable. “La crítica de la razón pura”, que es su obra fundamental, pone de manifiesto que se debe hacer un análisis exhaustivo de la facultad de la razón, determinando sus fuentes, extensión y sus límites. Esta teoría fue desarrollada en la Edad Media por Santo Tomás y en general es una posición aceptada por toda la filosofía tradicional. 1. La ciencia debe ser universal. 2. La ciencia debe ser necesaria. 3. La ciencia debe consultar la experiencia. 4. La ciencia debe ampliar los conocimientos. d. El apriorismo. Es un sistema que, como el intelectualismo trata de integrar la posición racionalista y la posición empirista, Kant, que es su representante, consideraba que el racionalismo llegaba a verdades universales con la experiencia. Por su parte, el Empirismo mostraba esa relación con la experiencia, pero le quitaba a los juicios todo carácter de necesidad y de universalidad. Por otra parte, Kant estaba convencido de la validez del conocimiento científico de su época, especialmente de la En un segundo aspecto, Kant se propone establecer las condiciones que debe reunir la ciencia. Esas condiciones son: Una vez establecidas y demostradas las condiciones se hace necesario someter la Metafísica dogmática a un examen para ver si cumple con esas condiciones para constituirse como ciencia, o por el contrario, esa pretensión es orgullosa y sin fundamento. La Metafísica 35 Epistemología dogmática siempre se ha considerado como una ciencia pero parece, más bien, que se mueve en un círculo vicioso y por eso vive estancada, repitiendo siempre las mismas cosas. El primer aspecto que debemos considerar de las ciencias es el tipo de juicios que emplean: 1. Juicios analíticos; 2. Juicios sintéticos; y 3. Juicios sintéticos a priori. 36 Los juicios analíticos son aquellos en los que el predicado no agrega nada nuevo al sujeto, repite lo ya contenido en el sujeto; su función es explicar ese contenido; corresponde a la fórmula A=A; por ejemplo: el hombre es animal racional. Estos juicios tienen carácter necesario y universal, pero no consultan la experiencia y no agregan nada nuevo, por tanto no sirven para la ciencia. En los juicios sintéticos, el predicado sí agrega algo nuevo al sujeto; pero lo que agrega lo hace después de la experiencia. Estos juicios consultan la experiencia pero no tienen carácter necesario ni universal; por ejemplo: Bolívar libertó cinco naciones; los norteamericanos fueron a la luna. Estos juicios tampoco le sirven a la ciencia. Los únicos juicios que le sirven a la ciencia son los sintéticos a priori. Sólo éstos reúnen necesidad, universalidad, consultan la experiencia y, por tanto, agregan algo nuevo; por ejemplo, todo cambio tiene una causa. La experiencia nos da las diferentes formas de cambio, pero no nos da la causa, ésta la aporta el entendimiento humano al hacer la relación de los fenómenos de la experiencia. La causa tiene carácter necesario y universal y con ella se agrega algo nuevo a la experiencia. En adelante, Kant nos mostró cómo son posibles esos juicios sintéticos a priori. La “Critica de la razón” la divide en 3 grandes partes: 1. La estética trascendental. O estudio de la sensibilidad para mostrarnos cuáles son las formas a priori de esta facultad, cuál es su función en el conocimiento y cómo es que se pone en contacto con la realidad. El espacio y el tiempo como formas a priori de la sensibilidad fundamentan la Geometría y la Matemática. 2. La analítica trascendental. Que estudia las estructuras a priori del entendimiento humano y que sirve de fundamento a las ciencias naturales. 3. Dialéctica trascendental. Estudio de la razón para determinar si ésta puede hacer uso de las categorías a priori del entendimiento fuera de las condiciones de la experiencia. De este estudio depende que la Metafísica pueda ser considerada como ciencia. Epistemología Estética trascendental. El término “estética” significa, sensibilidad y el término “trascendental” se refiere a las condiciones o formas a priori de esa sensibilidad, que son las que hacen posible la experiencia sensible. Por eso la estética trascendental estudia los principios a priori de la sensibilidad. Nuestra facultad sensible conoce siempre bajo la condición de dos elementos: uno que es aporte de la experiencia y otro que es el aporte del sujeto, es decir, las formas a priori de la sensibilidad. “Pero si es verdad que todos nuestros conocimientos comienzan con la experiencia, todos sin embargo, no proceden de ella, pues bien podría suceder que nuestro conocimiento empírico fuera una composición de lo que recibimos por las impresiones y de lo que aplicamos por nuestra propia facultad de conocer simplemente excitada por la impresión sensible”13. Por vía de la experiencia los sentidos reciben un dato o sensación que viene a constituir la materia del conocimiento. Esos datos que proceden por vía de la sensibilidad son caóticos, amorfos, desunificados. Por tanto, se hace indispensable que esos datos amorfos sean recibidos en una forma, que es la forma a priori de la sensibilidad la cual se encargará de unificarlos, darles forma, 13 Kant. Críticas de la razón pura. Editorial Losada. Buenos aires. ordenarlos. El resultado de ordenar los datos en la forma a priori de la sensibilidad es el “fenómenos”. Fenómenos es, pues, la síntesis o integración de los datos sensible desunificados, en la forma a priori de la sensibilidad que tiene como función unificar esos datos, ordenarlos. Esas formas a priori de la sensibilidad son, para Kant, el espacio y el tiempo. En efecto, el espacio es la forma a priori de los datos sensibles provenientes de los sentidos externos, mientras el tiempo es la forma a priori de los sentidos internos, de los estados del sujeto. El espacio por tanto no es una cosa, ni un concepto, ni está tomando de la experiencia, sino que, más bien todo dato de experiencia externa debe estar en el espacio. El espacio es la condición necesaria de todos los fenómenos, de todos los datos que suministra la sensibilidad; es, por tanto, una forma que antecede a los fenómenos de experiencia; de ahí que sea a priori. El tiempo no se deriva de la experiencia, ni es un concepto, ni una cosa, es una forma a priori de los sentidos interno; gracias a él podemos llevar un registro de los estados anímicos. Espacio y tiempo son, por tanto, formas a priori, necesarias, fundamentales, que hacen posible que la materia del conocimiento (sensaciones) sea organizada a nivel de fenómenos. Espacio y tiempo son aportes que el sujeto hace a nivel de la sensibilidad. En el espacio se funda una ciencia como es la Geometría y en el tiempo 37 Epistemología se funda Mecánica. la Matemática Sujeto y la Forma El conocimiento en Kant, a nivel de la sensibilidad lo podemos reducir a un sencillo esquema: A priori Espacio Unifica Tiempo Ordena CONOCIMIENTO FENÓMENO Caóticas Realidad Sentidos 1. La analítica trascendental. 38 Mientras que la sensibilidad nos da el fenómeno como síntesis de una materia y una forma, el entendimiento, será la facultad encargada de pensar el objeto de la intuición sensible, hacerlo inteligible sometiéndolo a conceptos. El entendimiento es facultad activa porque enlaza fenómenos, los relaciona, hace síntesis de fenómenos en conceptos. La analítica trascendental tiene por fin descubrir los principios puros del entendimiento y que son los que hacen posible el que podamos pensar o relacionar los fenómenos preparados por la sensibilidad. Pensar es unificar fenómenos en conceptos de una manera estable. Los fenómenos, podríamos decir, se constituyen en la materia del Sensacione s Amorfas entendimiento, pero el entendimiento requiere también de una estructura apriori que haga posible unificar, pensar, relacionar los fenómenos. El entendimiento piensa algo cuando reúne o sintetiza fenómenos en un concepto o en una categoría. Así los fenómenos quedan constituidos en objetos. Para averiguar cuántos conceptos o categorías a priori existen a nivel del entendimiento Kant recorrió los diversos tipos de juicios, así: Juicios según la cantidad: a. Generales, dan origen a la categoría a priori de Unidad. b. Particulares, dan origen a la categoría a priori de Pluralidad. c. Singulares, dan origen a la categoría a priori de Totalidad. Juicios según la cualidad: Epistemología Afirmativos, dan origen a la categoría a priori de Realidad. Negativos, dan origen a la categoría a priori de Negación. Indefinidos, dan origen a la categoría a priori de Limitación. Juicios según la relación: Categóricos, dan origen a la categoría a priori de Sustancia. Hipotéticos, dan origen a la categoría a priori de la causa efecto. Disyuntivos, dan origen a la categoría a priori de Comunidad. Juicios según la modalidad: Problemáticos, dan origen a la categoría a priori de posibilidad-imposibilidad. Asertóricos, dan origen a la categoría a priori de existencia-no existencia. Apodícticos, dan origen a la categoría a priori de necesidad-contingencia. Estas doce categorías que Kant ha deducido son estructuras a priori del entendimiento, son funciones del sujeto que hace posible que un fenómeno se pueda pensar. Son formas puras a priori del entendimiento porque ellas son las condiciones son las cuales no se puede garantizar la objetividad de ningún juicio. Pensar un fenómeno no es otra cosa que referirlo a una categoría a priori. El entendimiento enlaza activamente los fenómenos en las categorías o conceptos a priori. Estas categorías tienen carácter necesario y universal. De ahí que los juicios sintéticos a priori se vayan realizando tanto a nivel de la sensibilidad como a nivel del entendimiento. Ahora, la síntesis que se hace de los fenómenos en las categorías exige, desde luego, unidad de conciencia; porque es el entendimiento el que hace la síntesis de los fenómenos en los conceptos y ésta síntesis se verifica en el juicio. La conciencia debe estar atenta a la impresión de los distintos fenómenos para inmediatamente referirlos al respectivo concepto o categoría. Sólo así, la conciencia puede darse cuenta que lo que expresa como síntesis entre un sujeto y un predicado de hecho tienen carácter necesario, es decir científico. La objetividad de los juicios procede de la unidad de conciencia. Las categorías o conceptos a priori están dependiendo de la experiencia. Kant lo manifiesta así: “Los conceptos sin las intuiciones son vacíos, las intuiciones son los conceptos son ciegas”. Las categorías viven de la experiencia como la experiencia vive de las categorías. Las 39 Epistemología categorías son conceptos que prescriben a priori leyes a los fenómenos y por tanto a la naturaleza considerada como un conjunto de fenómenos. Esto significa que las ciencias naturales son posibles gracias a la necesidad y universalidad que las categorías imprimen a esos fenómenos que proceden de la naturaleza. 2. Dialéctica trascendental. 40 (o estudio de la razón). Todo nuestro conocimiento empieza por los sentidos, pasa por el entendimiento y termina en la razón. La razón tiene por objeto hacer la síntesis suprema de los conocimientos tratando de unificar todo el saber en unas ideas trascendentales. Mientras que el entendimiento es la facultad del juicio, la razón lo es del raciocinio. Lo que interesa saber, al estudiar la razón, es si ella está facultada para hacer un uso de las categorías del entendimiento fuera de la experiencia a que deben estar sometidas esas categorías. De hecho se sabe que no se puede hacer ningún uso extraempírico de las categorías del entendimiento, por eso la Metafísica es imposible como ciencia. Para salvarla habría que usar las categorías fuera de los límites de la experiencia, aplicándolas a realidades suprasensibles, realidades que no vienen justificadas por vía sensible. La razón trabaja con unas ideas a priori, conceptos puros, que exceden la posibilidad de la experiencia. En ellas la razón pretende hacer la unidad total de toda la experiencia posible. Son conceptos puros que proceden de la naturaleza misma de la razón; por lo tanto son incondicionados pero sirven para unificar el conjunto de fenómenos externos, el conjunto de fenómenos internos o del sujeto, o para sintetizar la totalidad de las experiencias tanto externas como interna. Esas ideas trascendentales de la razón son: la idea de “alma”, que contiene la unidad absoluta de todos los fenómenos que se refieren al sujeto pensante, la idea “mundo” que contiene la unidad absoluta de todos los fenómenos externos, la idea “Dios” que contiene la unidad absoluta tanto de los fenómenos externos como internos; es la condición suprema de todo lo que pueda ser pensado. Pero esas ideas no tienen otro sentido sino servir de reguladores de la experiencia. No se les puede dar existencia objetiva. Son más bien puntos de convergencia de la experiencia en el campo del sujeto, del mundo. Con esto Kant demuestra que la Metafísica es imposible como ciencia porque las partes de la Metafísica tradicional (que eran: Dios, alma y mundo) quedaron reducidas a simples ideas regulativas. Ideas a las que no se puede atribuir valor trascendente, valor ontológico. Esto significa que por vía de la razón puro, no podemos justificar la existencia de Epistemología Dios; pero por la razón práctica si se puede postular su existencia. El apriorismo Kantiano pretende demostrar que en el campo del conocimiento no es el sujeto el que debe mirar y ordenar el objeto. El sujeto no es el que gira alrededor del objeto. Por el contrario, es el objeto el que gira en torno del sujeto. Así quedo demostrado. La realidad no la conocemos como es sino como aparece: fenómenos. La cosa en sí, el “noumenos”, no es posible conocerlo. El sujeto es el que, a través de sus estructuras a priori, tanto de la sensibilidad (espaciotiempo) como del entendimiento (categorías o conceptos) y la razón (ideas a priori regulativas) condiciona Estética trascendental Sensibilidad Analítica trascendental Espacio tiempo Entendimiento Yo puto) 1ª Síntesis Realidad fenoménica Fenómeno Sensaciones amorfas Realidad en sí la posibilidad del conocimiento científico. El nuevo criterio de la verdad no serán las cosas como tal sino las estructuras a priori del sujeto; porque ellas son las que garantizan la objetividad de un juicio. Esa demasiada importancia para las estructuras a priori, frente al dato caótico de los sentidos, es lo que ha llevado a algunos críticos a considerar a Kant como subjetivista e idealista trascendental. Por otra parte, Kant no acepta que el conocimiento científico sea el conocimiento de la esencia de las cosas, porque las cosas no las conocemos en su esencia sino en su apariencia. Por eso tuvo la necesidad de dotar a los apriorismos de necesidad y de universalidad. Inconocible Dialéctica trascendental Conceptos a priori Razón Ideas a priori 3ª Síntesis 2ª Síntesis Juicios objetivos Saber unificado Yo mundo Dios 41 Epistemología 1.4 LA ESENCIA DEL CONOCIMIENTO. Hablar de la esencia del conocimiento es plantear el problema de la relación sujeto-objeto. Históricamente se ha creído que es el objeto el elemento determinante del conocimiento, pero Kant pensaba que el objeto estaba sometido a las condiciones necesarias que establecía el sujeto a través de sus estructuras a priori y que, a partir de éstas, como podíamos hablar de un conocimiento objetivo. Saber cuál es la función de estos dos polos del conocimiento es tratar de resolver en alguna forma la esencia del conocimiento. Problema Sistema Representantes Época Renato Descartes. Nicolas Malebranche. Baruch Spinoza. Guillermo Leibnitz. 1596-1650 Racionalismo 1638-1715 1632-1677 42 Empirismo Tomas Hobbes. John Locke. Jorge Berkeley. David Hume. 1646-1716 1588-1679 Soluciones Consecuencias El origen del conocimiento se explica a partir de la razón. El conocimiento tiene carácter necesario y universal, y esa necesidad y universalidad sólo puede darlas la razón, no la experiencia. Predominio de la razón sobre la realidad. Toman como modelos de su teoría la Matemática, la Geometría, el cálculo infinitesimal. La objetividad de las cosas no nace de ellas sino de la manera como las concebimos. La fuente de todo conocimiento está en la experiencia, en los sentidos. Negación de todo conocimiento innato: El entendimiento es un papel en blanco y sólo la experiencia deja allí sus huellas. El conocimiento queda reducido a un fenómeno sensible. Destrucción de la Metafísica. Subjetivismo en cuanto se tiende a confundir la percepción con el objeto percibido, lo que dio origen al idealismo psicológico de Berkeley. En el conocimiento cumplen una función igualmente importante tanto los sentidos como la razón. Los sentidos suministran el material que ha de ser pensado, elaborado por la razón. Se establece una integración entre la facultad sensible y la facultad intelectiva. Las ideas nacen de un proceso abstractivo y tienen su fundamento real. El conocimiento es una síntesis entre los datos aportados por la experiencia y las estructuras a priori del sujeto. El dato carece de objetividad en si, pero a medida que es organizado por las formas a priori de la sensibilidad, del entendimiento, adquiere objetividad. Las formas a priori son siempre necesarias y universales. El objeto gira en torno a las estructuras a priori del sujeto. 1632-1704 1585-1753 Origen del conocimie nto (¿cuál es la fuente de nuestros conocimie ntos?) Intelectualismo Aristóteles. Santo Tomás. Filosofía tradicional. 1711-1776 384-322 1227-1274 Manuel Kant Apriorismo 1724-1804 Subjetivismo: el criterio de objetividad queda reducido a lo que la razón piense con claridad, con necesidad. Fenomenismo: se tiende a creer que no podemos conocer las cosas como son en sí mismas, sino como nos las representamos. Poca importancia al valor de los datos suministrados por los sentidos. Tendencia a negar la libertad. Postulación de conocimientos innatos. Las estructuras a priori son condiciones de posibilidad de la experiencia. Al dar más importancia al a priori, cae en un idealismo trascendental. Negación de toda Metafísica como ciencia. Epistemología Habíamos entendido el conocimiento como una actividad del sujeto, por la cual pretende captar el sentido de los objetos. El estudio de esa relación entre los dos polos del conocimiento, su naturaleza y sus límites, es lo que han intentado hacer algunos sistemas para resolver en esta forma la esencia del conocimiento. Veamos algunos planteamientos: a. Teoría Platónica. Desde la antigüedad se ha planteado el problema de la relación entre el ser y el conocer. Los mismos presocráticos llegaron a la distinción entre lo que era un conocimiento de los sentidos y un conocimiento racional. Sabían contraponer la opinión a la ciencia: Vivir de la opinión es vivir de los sentidos, pero hacer ciencia es conocer racionalmente; lo que se trataba de buscar, entonces, era cuál es el objeto de la ciencia, es decir, qué es lo que sirve de fundamento a un conocimiento racional, estable, fijo, inmutable. Para resolver esto, el mismo Sócrates sostiene que la ciencia debe darse a nivel de conceptos universales. Platón, por su parte, aborda el problema desde el orden lógico-ontológico. Desde el b. Posición Aristotélica. Algunos filósofos antiguos ante el problema del conocimiento optaron por formular un realismo, es decir, una teoría en la cual se afirmaba que los objetos, las cosas, el mundo sensible, tienen existencia independientemente del sujeto que punto de vista ontológico Platón da subsistencia a las ideas; atribuye a los conceptos, que para él son independientes de las cosas sensibles, carácter ontológico. Las ideas son sustancias, son cosas, entes reales. El conocimiento ha de determinarse a partir de esa realidad que son las ideas. El conocer y el ser-idea, vienen a ser cosas correlativas. Por eso llegó a creer que así como existen grados de ser deben existir también grados de conocer. La relación entre la mente y el objeto-idea, es pasiva. Ello indica que la mente es totalmente determinada por su objeto. Esto dio origen a la teoría del realismo exagerado, que pretende concebir las ideas como objetos y no como simples conceptos. El objeto-idea lleva una prerrogativa sobre el sujeto que conoce: éste no es más que un simple receptor pasivo (innatismo) de las ideas. los conoce. La realidad tiene su entidad propia que no depende el sujeto; al contrario, el sujeto debe regularse por el ser de las cosas. En el caso de los primeros filósofos llegaron a practicar un realismo ingenuo consistente en la convicción de que en todo acto de conocimiento 43 Epistemología 44 percibimos la realidad exactamente como es. No pudieron elaborar una diferencia entre el acto de conciencia y la realidad. Por eso tendieron a identificar la percepción con las cosas mismas, cuando percibir es un acto del sujeto, mientras las cosas son independientes del sujeto. El mundo sensible es tal cual lo percibimos. No guardan desconfianza o no ven que muchas veces nuestras representaciones son diferentes del objeto conocido. Así, si veo una superficie continua en la realidad ella es continua; no se dan cuenta que ella puede estar llena de agujeros o ser porosa. Tienden a aceptar las cosas tal como las percibimos. La percepción (actividad de los sentidos), es igual al objeto percibido (cosa real). Para los ingenuos aún no se ha llegado a ver que el conocimiento es un problema, donde se requiere examinar la forma como nuestras facultades conocen, qué es lo que esas facultades nos dan o captan de los objetos o si, de hecho, todas las cualidades que captamos de los objetos existen en ellos o son interpretaciones nuestras. Lo único que captan es la independencia de las cosas respecto del sujeto, pero es posible que aún el sujeto sea una cosa más entre todas las demás. Demócrito trató de formular un realismo crítico: consideraba que tanto las sensaciones como el pensamiento en el hombre no son otra cosa que modificaciones del cuerpo y que se producen cuando llegan de los cuerpos externos las imágenes. Las sensaciones nacen por contacto. Sólo aceptaba como objetivas las propiedades que se refieren a la masa de los objetos. Pero el frío y el calor no tienen carácter de sustancia sino que se producen por transformaciones del sujeto. Por las mismas propiedades que le encontró a los átomos se supone que ya no aceptaba las cosas tal cual las vemos sino que hacía necesario estudiarlas para conocer su verdadera naturaleza. El realismo Aristotélico, es un realismo natural. El conocimiento para este sistema se puede entender como una reproducción de la realidad. Pero el objeto del conocimiento es algo distinto, al sujeto cognoscente. Aunque conozcamos un objeto no por eso agotamos su ser, sino que éste sigue existiendo fuera de nuestra mente. Toda la función de nuestra conciencia es tratar de asimilar el objeto, es representar el objeto a nivel de nuestra facultad sensible o de nuestra facultad intelectiva. Los sentidos reciben la forma sensible de los objetos y la inteligencia recibe la forma inteligible, o sea, las ideas, las esencias de las cosas. Se entiende el conocimiento como una relación y toda representación del objeto es Epistemología objetiva. Se concibe la verdad como una adecuación entre los dos miembros, sujeto-objeto. Para Aristóteles la inteligencia del hombre tiene la capacidad de llegar hasta las cosas y obtener de ellas los contenidos del conocimiento, tratando así de reproducir a nivel de conceptos la realidad objetiva. El conocimiento es intencional en cuanto que hace referencia a un dato, a una cosa. Por eso el saber es objetivo. Toda la teoría del conocimiento está concebida en sentido realista. Aristóteles no duda de la existencia del mundo externo ni tampoco de la capacidad de nuestras facultades para lograr un conocimiento objetivo. Entre sujeto y objeto debe haber profundidad. Establece una estrecha relación entre el conocimiento sensitivo y el intelectivo. En el conocimiento las facultades tienen sus límites, porque mientras las facultades sensibles están sometidas a lo singular, concreto, la facultad intelectiva puede llegar hasta la naturaleza de las cosas. c. Crítico. Realismo Pretende superar el realismo ingenuo y el natural. Concibe la diferencia entre los dos miembros, sujeto-objeto. Cada uno de ellos tiene su función propia. El objeto es trascendente al sujeto, permanece con independencia del sujeto. La representación que el sujeto forma del objeto determina una especie de conciencia real. Igualmente en los objetos encontramos dos tipos de propiedades: las propiedades primarias como extensión, movimiento, forma, peso, etc., las cuales tienen existencia objetiva. Las propiedades secundarias como el color, olor, sabor, sonido, no tienen existencia objetiva; son, más que todo, elaboraciones subjetivas. Tal fue la posición de Galileo, Descartes, Habbes y Locke. d. Posición Idealista. Es una toma de posición ante el problema del conocimiento extrema al realismo. Mientras el realismo acepta la existencia del objeto con independencia del sujeto, el idealismo pretende reducir el mundo a una actividad del espíritu. Es decir, el mundo no tiene existencia en sí, con independencia del sujeto, de toda representación o conocimiento. Se trata de eliminar el dualismo sujetoobjeto para reducirlo todo a actividad del sujeto. Es la consecuencia del racionalismo de Descartes quien había reducido todo a la actividad pensante. El pensamiento era la única realidad desde donde se probaba la existencia del yo, de Dios, del mundo. Las cosas son verdaderas en cuanto yo las pienso claras y evidentemente. El idealismo pretende identificar lo real con lo 45 Epistemología racional, el objeto con el sujeto o conciencia. Hay varias formas de idealismo: 46 El idealismo psicológico de Berckeley, quien redujo la realidad a la manera como percibimos las cosas. No hay para qué hablar de una realidad que exista independientemente del sujeto. El objeto y su percepción son una misma cosa. No existe la sustancia o materia corpórea. Todo se reduce a hechos de conciencia. El ser de las cosas se reduce a ser percibidas. La fuente de todas las percepciones no son las cosas o sustancias corpóreas, porque éstas no existen, sino Dios. Juan Teófilo Fichte, sostiene que el primer principio de la realidad es el “Yo”, el cual construye la parte formal y material del conocimiento. Todo lo que se le oponga al “yo” es creado por el yo. La realidad es deducible del “yo”. Lo real es producto de la actividad subjetiva. El ser está fundado en la inteligencia. Ese proceso de la autoconciencia es dialéctico. Idealismo Lógico de Hegel, considerado como el idealismo absoluto. Es la conciencia la que engendra el ser. El ser no descansa en sí mismo sino que es la actividad del sujeto, el pensamiento, el que lo hace surgir. Para Hegel la realidad no puede encontrarse en una parte y el conocer en otras, sino que más bien la realidad se reduce a lo lógico. La conciencia es el fundamento de lo real; se identifica lo racional con lo real. El sujeto y el objeto no son elementos separados, independientes, sino que se reabsorben se identifican de manera que el aspecto consciente de una cosa se convierte en realidad misma. La autoconciencia es la encargada de hacer la identidad sujeto-objeto, pues éste no es algo externo al sujeto, sino que todo queda reducido al acto racional. Para Hegel la realidad es razón, idea, lo cual significa que la lógica se identifica con la ontología. El idealismo, pues, se enfrenta al realismo. Este sostenía que en todo conocimiento existe una alteridad, una dualidad de elementos, como son el sujeto cognoscente y el objeto conocido. El conocimiento es una representación inmanente, en cuanto se da en el sujeto, pero el objeto del cual procede esa representación permanece independiente del sujeto, es decir, es trascendente. Las cosas por tanto, tienen entidad propia, y no como piensa el idealismo que todo lo podemos hacer depender de la Epistemología conciencia, de la idea. En la misma forma el conocimiento, para el realismo, es asimilación del objeto, pero esa asimilación nunca es completa, perfecta; al contrario, es progresiva, siempre alcanzaremos una mayor adecuación de nuestros conocimientos respecto de la realidad. Pero el idealismo cree que el objeto del conocimiento es inmanente, actividad del sujeto. En la posición idealista tenemos de hecho: el conocimiento es producción del objeto, por eso todo tendrá carácter de necesidad porque todo quedó reducido al orden lógico. e. Posición materialismo dialéctico. del Hoy entendemos que la filosofía marxista pretende dar un enfoque del mundo y del hombre. Está, por tanto, implicada en esta concepción una Epistemología que tiende a dar una primacía a la materia pero que, a la vez, reafirma su cognoscibilidad. No puede hablar de conocimiento sino desde la actividad, desde la acción, desde la praxis. Si entendemos que la realidad no es algo inmutable, estático, sino dinámico, dialéctico, podemos comprender la tesis del materialismo en el campo epistemológico: la realidad material, objetiva, se refiere a todo aquello que existe fuera de la conciencia. Esa realidad material es determinante de los procesos cognoscitivos, es decir, que la realidad material es la que se refleja en la conciencia de los individual. Pero ambos miembros están en un proceso, en una dinamicidad. Si concebimos que la realidad es dinámica, dialéctica, la conciencia que reproduce esa realidad también debe ser dinámica, dialéctica. Hay una inclinación ante los hechos y sólo por esa interacción podemos hablar de la objetividad del conocimiento. El proceso del conocimiento es una objetivación permanente; de ahí que la objetividad del conocimiento no se pueda entender como adecuación a un modo de ser permanente sino, más bien, un movimiento ascendente, progresivo, dialéctico. La validez de los conocimientos es dada por la mayor adecuación de lo que refleja nuestra conciencia con el proceso real de las cosas. La posición del materialismo es antagónica a la idealista, sobre todo en lo que se refiere a la existencia del mundo como algo objetivo, al reducir lo real a lo material, incluyendo los procesos históricos. El mismo proceso del conocimiento como reflejo de lo real, tiene que ser material. La práctica es entendida como una actividad social, material, cuyo fin primordial es la transformación tanto 47 Epistemología del a naturaleza como de la sociedad. La praxis es una interacción continua entre el hombre, la naturaleza y la realidad social. Las necesidades del hombre constituyen la fuerza básica del conocimiento. Esto constituye una relación directa entre teoría y praxis. En efecto, partimos de la práctica a la teoría pero de la teoría vamos a la práctica. El conocimiento tiene, de hecho, un carácter dialéctico; el reflejo de la realidad en la conciencia no es un acto estático, sino la expresión del devenir, se integra a la actividad total del hombre en su lucha con la naturaleza y el hecho social. 48 El conocimiento es un proceso complejo, como es compleja la actividad práctica del hombre, porque está implicado el proceso de producción social, donde se están determinando contradicciones entre el ser real y las mismas necesidades del hombre, o de la sociedad en general. Esas contradicciones son el fundamento del desarrollo. La dialéctica del proceso del conocimiento se expresa en la limitación de nuestro saber y la riqueza de la realidad en perpetuo desarrollo. Por otra parte, ese carácter dialéctico del conocimiento se expresa por el hecho de que nuestras sensaciones y percepciones son elementos subjetivos pero provenientes de un mundo objetivo. Lenín decía: “De la percepción viva al pensamiento abstracto y de éste, a la práctica: tal es el camino dialéctico del conocimiento de la verdad, del conocimiento de la realidad objetiva”. Podemos sintetizar que el conocimiento dentro del materialismo implica: los procesos perceptivos de la realidad, los procesos racionales como son la generalización, formación de conceptos, y la confrontación práctica de los resultados del conocimiento. Las percepciones sensoriales de los objetos, tomadas aisladas, son insuficientes para llegar a un conocimiento objetivo de lo real, debido a que en esas representaciones no se pueden abarcar las relaciones, ni los nexos entre las cosas. Para descubrir esos nexos y leyes, es indispensable la inteligencia, la razón. Gracias a ésta se puede hacer el tránsito de los fenómenos perceptivos al conocimiento de las leyes internas y relaciones lógicas de las cosas. Pero el pensamiento es una función del cerebro mediatizada por las percepciones. En él se reflejan las cosas en sus aspectos sustanciales, en sus relaciones básicas, en sus nexos necesarios. La base de la formación de los conceptos y de las generalizaciones es la práctica social. La repetición en el proceso práctico de los rasgos sustanciales y de las propiedades de los fenómenos conducen a la fijación de dichos rasgos en la conciencia a través de los conceptos. La realidad se refleja sensitiva y racionalmente. Epistemología La teoría es un sistema de ideas sobre una ciencia determinada donde se generaliza la experiencia y la práctica y donde se reflejan las leyes objetivas. La ciencia se presenta no como un saber teórico, sino ante todo como un saber práctico, esencialmente ordenado a la acción. Ese conocimiento no se estructura en categorías abstractas sino en la actividad sensible del hombre como forma de buscar la transformación de la realidad. La verdad, por tanto, sólo se da a nivel práctico. No hay verdades inmutables ya que dependen de la praxis, la cual se concibe como inmersa en las relaciones sociales y en continuo desenvolvimiento. La unión de teoría y práctica hacen el conocimiento como reflejo de esa praxis; es un saber dialéctico que se transforma, como se transforma la realidad. La ciencia es un conocimiento crítico siempre en desarrollo, por consiguiente en proceso dialéctico. La acción práctica es fundamental para entender el proceso mismo del conocimiento. f. Posición de la fenomenología. De E. Husserl. La fenomenología ha ejercido una influencia en el pensamiento europeo, particularmente en el desarrollo del pensamiento existencialista. La fenomenología como método pretende llegar a una visión intelectiva del objeto por medio de la intuición. La intuición siempre hace referencia alo inmediatamente dado, a las cosas. La fenomenología parte del hecho total del conocimiento humano. Su interés es hacer una descripción de los fenómenos o hechos del conocimiento tal como lo podemos ver en la experiencia inmediata. Para Husserl la cosa, o lo dado, es el “fenómeno” y la intuición del fenómeno es una actividad mental, es decir, es un conocimiento de la cosa donde se procura despojarse de toda visión subjetiva para no ver si no lo objetivo. El “fenómeno” para Husserl viene a ser el objeto inmediato, directo, de la intuición. Por lo tanto no ha de creerse que sea lo ilusorio de las cosas; al contrario, significa lo real, lo dado, la cosa. Describir estos fenómenos sin falsearlos, tal cual se presentan, es el objeto del conocimiento. Pero para que el dato se nos presente como es, debemos eliminar todo aquello que impida una visión intelectiva o una intuición; en el lenguaje husserliano, debemos hacer una reducción o “epojé”, eliminando todo lo subjetivo, todo lo teórico o 49 Epistemología presupuestos, así como todo lo tradicional. Debemos dejar a un lado cualquier influencia que pudiera falsear el dato que vamos a analizar, para que quede sólo el dato puro. A partir de éste se sigue un camino que ha de llevarnos a la intuición de las esencias. Las esencias de las cosas se intuyen; por tanto no se captan, como se pensaba anteriormente, mediante un proceso abstractivo en el cual se aislaban las cualidades comunes de los objetos o de las cosas. Las cualidades de las cosas para Husserl son todas individuales; por eso se requiere de la intuición, que es un mirar con evidencia las esencias de los fenómenos. 50 Husserl, encuentra que la conciencia es siempre conciencia de algo, porque al analizar los contenidos de la conciencia, se encuentra con que ellos no pertenecen a la conciencia sino que más bien la conciencia tiende hacia el objeto, lo capta y es la intencionalidad la que produce la presencia inmediata de ese objeto. Por eso podemos distinguir en un primer momento la conciencia, como una estructura de actos psíquicos que son los que le dan el carácter dinámico. Es lo que Husserl llama “noesis”. Pero, por otra parte, están los contenidos de esa conciencia, es decir, que en todo acto conciencial aparece algo como contenido de ese acto, y esto, recibe el nombre de “noema”. Los objetos se aparecen a la conciencia y ésta busca una apertura hacia los objetos. Para que la filosofía sea rigurosa, según Husserl, no ha de presuponer nada en el estudio de la realidad. Para llegar a justificar todo, tenemos que partir de una cierta actitud natural que nos lleva a poner entre paréntesis todo lo que el sentido común nos da por cierto. Esto sólo se consigue con el método de las reducciones fenomenológicas, el cual procede así: 1. Reducción crítica: Consiste en aceptar sólo las vivencias que tienen del mundo, los fenómenos, los actos de conciencia. Pero suspende o coloca entre paréntesis, todo el mundo, la realidad espacio-temporal. Es decir, no hacemos uso alguno de la creencia en el mundo. De manera que en esta actitud sólo nos quedamos con el “fenómeno puro”. La intención es que renunciemos a todo lo que se ha aceptado común y corriente: teorías, opiniones, creencias religiosas, etc., para dejar que las cosas hablen por si mismas, el fenómeno como tal. Luego, nos abstenemos de todo juicio existencial: como es el caso de que el mundo existe, de que yo existo. 2. Reducción eidética: Se pretende reducir el “fenómeno” a su esencia. Tiende a separar las cosas accidentales del “fenómeno” para quedarse sólo con la esencia. Tal sucede cuando, por ejemplo, hacemos el paso de este árbol (fenómeno) a la esencia de árbol, o Epistemología de los hombres concretos a la esencia hombre. Queda, pues, entre paréntesis todo aquello que no sea dado en la intuición de las esencias. manifiesta mediante una serie indefinida de fenómenos subjetivos. 3. Reducción trascendental. Podemos agudizar más la reducción. Esas estructuras de “noesis” (actos psíquicos) y de “noemas” (contenidos de conciencia), tienen o viven de un fundamento último que es la conciencia, el yo puro, la conciencia pura. Pero esa conciencia se presenta como un fundamento absoluto, que no requiere para su existencia de nada real. Mientras que el mundo siempre se da referido a la conciencia, ésta es algo independiente de las cosas. La conciencia pura se presenta como una verdad indubitable, absoluta. Al llegar a este último fundamento podemos darnos cuenta de que la conciencia es constituyente en cuanto ella es la que da sentido a las cosas. El mundo se reduce a experiencias vividas, a actos concienciales. El ser de las cosas reales se reduce a lo pensado para mí. Lo real es lo que yo capto y no la cosa en sí. Las cosas se reducen a la unidad de la conciencia que las piensa. El ser en todas sus formas se determina y estructura en el seno de la conciencia y sólo en ella alcanza su sentido. Eso no significa que lo real no exista, sino, más bien, que su realidad se 51 Epistemología Problema Sistema Representantes Platón Época 427-347 Objetivismo Realismo Aristóteles Santo Tomás 384-322 1224-1274 52 1685-1753 La esencia del conocimiento (¿cuál es la función del sujeto y el objeto en el conocimie nto?) Berckeley Fichte Schelling Hegel 1762-1814 1775-1854 1770-1831 Idealismo Materialis mo Mar Engel Lenín Stalin 1818-1893 1820-1895 1870-1924 1879-1953 Fenomeno logía Husserl 1859-1938 Soluciones Convierte las ideas en seres reales, en sustancias, en cosas, en causas de los fenómenos, en modelos o arquetipos. Son entes separados. Esas ideasobjetos se reflejan pasivamente en el entendimiento del hombre. Las ideas no son representaciones de las cosas reales sino entes independientes. Sólo conociendo las ideas en su necesidad y universalidad se puede dar ciencia. Los objetos, el mundo sensible tienen existencia independientemente del sujeto que los conoce. El conocimiento no es más que una reproducción de la realidad. El origen de ese conocimiento está en los sentidos y ese material esta organizado por la razón. Los sentidos reciben la forma sensible, la inteligencia elabora las ideas, las esencias. Idelismo psicológico (Berckeley). Confunde lo real con la percepción. Idealismo Subjetivo (Fichte). Hace del “Yo” la fuente originaria de lo real. El es el principio de todo. Idealismo Objetivo (Schelling). El espíritu es fuente del ser y del devenir, pero ese espíritu es objeto. La naturaleza se hace conciente en el espíritu y el espíritu se hace objetivo en la naturaleza. Idealismo Racional o lógico (Hegel). Elimina la dualidad sujetoobjeto para reducirlo todo a una actividad del sujeto. La autoconciencia o espíritu absoluto por un proceso dialéctico engendra lo real. Consecuencias Cae en una especie de idealismo al decir que el mundo sensible es una proyección, una sombra del mundo ideal. Formula una especie de innatismo e identifica la idea con el ser. Llegamos al conocimiento de la verdad leyendo lo que ella nos dice. No obstante no hacen un análisis crítico de la forma como el sujeto conoce y de la forma como el objeto se nos da. Es un realismo natural. La totalidad de lo real no es más que una creencia del espíritu. Preponderancia del sujeto frente al objeto. Con Hegel se llega a un idealismo absoluto. Ruptura con el plano real objetivo. La realidad auténtica es la materia. No es la conciencia la que engendra el ser real, sino más bien el ser real material engendra la conciencia. La verdad no tiene otro criterio de objetividad distinto a la praxis. Reconoce la independencia de la realidad objetiva frente a la conciencia. Esa realidad material es la que se refleja en la conciencia. Se opone al idealismo y reduce el conocimiento a un proceso de objetivación permanente, progresivo, dialéctico, pues la realidad material también es dialéctica. Concibe la conciencia absoluta como el fundamento de todo conocimiento, mientras que el mundo siempre se da como referido a la conciencia y esta conciencia es la que da sentido a las cosas. Reduce el ser de las cosas a “lo pensado por mí” La fenomenología como método tiene aspectos importantes en cuanto que exige una liberación de prejuicios y concepciones que falsean el conocimiento de las cosas. No obstante, los críticos acusan a Husserl de idealista. Epistemología 1.5 OBJETIVIDAD CONOCIMIENTO. DEL A lo largo de esta exposición de los problemas implicados en una teoría del conocimiento nos hemos encontrado con las distintas soluciones que han aportado los filósofos en cada una de las épocas del desarrollo histórico. No obstante, existe aún un problema fundamental por resolver, como es el criterio de objetividad de nuestros conocimientos. Hemos concebido el conocimiento como una actividad; ¿pero esta actividad que es el conocimiento, puede llegar a coger la realidad tal como es en sí misma? ¿Existe un fundamento real, absoluto, del conocimiento? ¿O, por el contrario, el conocimiento es una actividad progresiva y, como tal, la realidad de la cual es expresión, también se encuentra en proceso sin que se espere de ella un ajuste total? Lo único cierto es que la realidad es dinámica, está en continua transformación, y si el conocimiento es una actividad por la cual intentamos reproducir, a nivel de conciencia, esa realidad, lógico es suponer que el conocimiento también está en devenir, es dinámico, progresa, cambia con el devenir de la misma realidad. La posición de que la verdad no es más que una adecuación o conformidad de nuestro pensamiento con la realidad, con las cosas, parece estar en crisis. Está sometida a una revisión y de ella se han apartado las epistemologías científicas y un gran número de filósofos de la época contemporánea. Desde la antigüedad, podemos observar cómo los filósofos presocráticos tenían la convicción de que todo conocimiento verdadero debía estructurarse no en las apariencias de las cosas sino en un fundamento sólido al cual sólo tenía acceso la razón. Conocer ese principio fundamental era conocer objetivamente. Parménides entiende que la verdad no puede ser otra cosa que el desenvolvimiento del ser. Sólo hay verdad en la autorrevelación del ser. Pero esa tarea la cumple la razón porque los sentidos no viven más que de la apariencia, del engaño. No hay pues más que un camino, el del ser, y ese camino es el de la verdad. El camino del error está dado por el que afirme que el ser no existe. Heráclito, por su parte, está convencido de que la verdad sólo s descubre a través de la razón. Los sentidos no nos dan la naturaleza de las cosas. Sólo la razón es capaz de comprender la verdad del ser, uno y 53 Epistemología en perpetuo movimiento, y de conocer la razón que gobierna todas las cosas. 54 Platón, bajo la influencia socrática y de Anaxágonas, convierte el ser de las cosas en una idea trascendente e independiente de ellas. La verdad hay que verla desde el mundo de las ideas. En el teetetos nos muestra cómo la ciencia es distinta de la sensación, porque ésta es totalmente relativa. La verdadera ciencia es de lo inmutable, eterno, fijo, es decir, de las ideas. Postulaba, por tanto, cierta correspondencia entre la razón, los pensamientos y la realidad, las ideas. Pero esta correspondencia es, más que todo, un conformarse con los modelos-ideas. De todas maneras, el verdadero conocimiento en Platón requiere de la postulación de un mundo inmutable, real, ontológico, sustancial, eterno, necesario. La verdad es vista ya como una estructura relacional. Para Aristóteles se da una relación de hecho entre el entendimiento y la realidad. La verdad hay que ubicarla en las cosas; conocer las cosas en sus causas y en sus esencias es conocerlas en su aspecto de universalidad y de necesidad. Pero esa necesidad se explica a partir de las mismas cosas. La verdad para Aristóteles está dada en la unión o separación de conceptos. En el simple concepto no se da la verdad, precisamente porque no hay relación. Santo Tomás concibe así la verdad: “Veritas est adaequatio intellectus cum re” –la verdad es la adecuación del pensamiento con las cosas-. La verdad hay que plantearla como una relación entre un objeto y el entendimiento, como una relación entre las cosa y lo que pensamos de ellas. Lo que yo conozco es algo independiente de mi propio conocimiento. Todo juicio está determinado por el objeto. Según esto, la verdad es una igualdad, una adecuación, entre pensamiento y el objeto del pensamiento. Siempre que se hable de verdad se implica conformidad, adecuación del pensamiento con la cosa. El ser se nos presenta como algo objetivo y es anterior a toda posible relación con el entendimiento. Con esto Santo Tomás nos quiere poner de manifiesto que las cosas en sí tienen su propia verdad, su propia entidad. Es lo que se llama la verdad ontológica. A partir de esta verdad se establece la relación de adecuación al pensamiento, que eso constituye la verdad lógica. La verdad ontológica es fundamento de la verdad lógica. Es en la operación del entendimiento donde se da la verdad, es decir, en el juicio. Sólo en el juicio afirmamos la conveniencia de un predicado con un sujeto o, por el contrario, negamos la conveniencia del predicado respecto del sujeto. El objeto, por tanto, del conocimiento es todo aquello que conocemos, pero no se confunde con el acto de conocer. Epistemología En la edad moderna, Descartes establece u fundamento distinto de la verdad. Ese fundamento ya no son las cosas como tales, no es lo real, lo que existe con independencia del sujeto que conoce, sino que el criterio de objetividad hay que buscarlo en el sujeto. Para saber si nuestros conocimientos son verdaderos o falsos no necesito ir a las cosas. Basta con que las ideas las conciban como evidentes, claras y distintas, para que de hecho las aceptemos como verdaderas. Estas ideas, claras y distintas, y que se constituyen en conocimientos verdaderos, toman su fuerza no de las cosas sino de la forma como se presentan a mi mente. Todo lo que se presente a mi mente claro y distinto, es objetivo. La verdad para Descartes no es una adecuación en el sentido de que el conocimiento sea una asimilación de lo real. La verdad se ha vuelto algo inmanente. No necesito salir de mí mismo para saber si algo es objetivo. Por la claridad con que se me presente la idea supongo que le debe corresponder algo de objetividad. No le importan las cosas sino, más bien, lo que se piense de las cosas. Las ideas como criterios que me permiten juzgar como objetivo lo que está fuera de mí. La verdad ontológica de Santo Tomás queda reducida a la claridad con que se presenten las ideas. Porque a partir de la claridad de las ideas deduzco la objetividad de las cosas. La verdad no depende del ser real, sino de la claridad con que se me presente la idea de ser en mi mente. Tanto Platón como Descartes tienden a elaborar una teoría del Conocimiento, estructurados en un modelo de ciencia, como es la matemática, cuyas verdades, para ellos, son evidentes, necesarias, universales, inmutables. Sólo el conocimiento racional de esas características de la verdad. La teoría Kantiana, por su parte, al colocar al objeto en función de las estructuras a priori del sujeto para ubicar en ellas lo necesario y universal de los juicios objetivos, cambia el criterio de objetividad. Se pierde el concepto de la verdad trascendental o la verdad del ser como algo que tiene su entidad propia, capaz de dejarse conocer. No podemos conocer más que fenómenos o las cosas como aparecen. Pero la cosa en sí, el “noumenos”, es totalmente impenetrable a la razón, por lo cual, el ser se reduce a algo puramente fenoménico. Es el entendimiento el que está dotado de unas estructuras que hacen posible el hecho del conocimiento objetivo. Esas estructuras so condiciones necesarias de objetividad pero en ningún momento el entendimiento es creador del objeto, ya que sobre el entendimiento siempre actúa una materia suministrada por la sensibilidad. 55 Epistemología 56 La verdad es para Kant adecuación, pero no en el sentido tradicional. No es que nuestro pensamiento se adecue al objeto, a la realidad. Más bien, el dato suministrado por los sentidos es el que se adecua a las estructuras a priori que ofrece el sujeto. Es el entendimiento el que constituye un dato sensible (materia del conocimiento) es algo objetivo, real. Kant está convencido que no se puede encontrar un criterio universal de la verdad por vía de los fenómenos de experiencia, de la materia. El criterio de objetividad sólo podrá postularse a partir de la forma del conocimiento. “Es asimismo evidente, por lo que al conocimiento respecta en cuanto a la forma (prescindiendo de su contenido), que una lógica, al tratar de las leyes generales y necesarias del entendimiento, expondrá también por esas mismas leyes criterios generales para la verdad. Y todo lo que contradiga a esas leyes es falso, puesto que el entendimiento entonces se pone en contradicción con las leyes generales del pensar, es decir, consigo mismo”. Esto significa que el criterio de objetividad lo da la estructura a priori del entendimiento y no se puede buscar en el dato o materia que proporciona la sensibilidad. Hegel llevará a sus consecuencias la posición kantiana respecto de la objetividad del conocimiento. En efecto, para Kant el entendimiento posee las estructuras a priori que son condiciones de todo juicio objetivo. Pero Hegel va a convertir al entendimiento en constitutivo de la cosa en sí, es decir, de lo real. Hegel quita la conexión que Kant establecía con el mundo de las cosas a través de los sentidos. Lo mejor será que tanto el contenido del conocimiento como la forma del mismo, procedan del sujeto. Lo real no es otra cosa que despliegue de la razón. “La verdad en sí y por sí, que es la razón, es la simple identidad de la subjetividad del concepto y de su objetividad y universalidad”. El ser en Hegel adquiere un valor metafísico y, al mismo tiempo, su inteligibilidad, al convertirse en razón, en idea. La realidad no es más que un autodespliegue de la idea, una autodeterminación de la razón o del espíritu. La verdad queda identificada con el proceso racional; la verdad es identidad del pensamiento consigo mismo y como el pensamiento es dinámico, la verdad también está en movimiento. La verdad se halla en el devenir interno de la idea. Hegel identifica el ser como el conocer, lo racional con lo real. La verdad ha dejado de ser conformidad para concebirla más bien como una identidad. En Hegel no hay dualismo sino que el sujeto reabsorbe el objeto en el proceso racional, en tal forma, que es la conciencia la que produce el ser y no éste el que determina la conciencia. Epistemología Ya hemos dicho que la verdad de un juicio resulta de la concordancia con la realidad. Pero Husserl afirma que la adecuación no se realiza entre mi representación y una realidad en sí incógnita sino entre un acto de intención significativo en el cual la cosa es metida, el concepto y un acto intencional en el cual la cosa se me hace presente en su consistencia propia: la plenitud intuitiva. Para Husserl, por tanto, no se trata de determinar el sentido de una relación entre el pensamiento y el mundo sino d determinar el sentido de la trascendencia en la inmanencia, que es la vida de la conciencia. Toda la filosofía de Heidegger es una especie de ontología de la verdad; su tarea es proporcionarnos una especie de analítica del ser; sólo en la medida en que éste se nos manifieste podemos hablar de verdad. Para Heidegger las filosofías tradicionales cometieron un descuido del verdadero sentido de la verdad. La verdad no es otra cosa que el desvelamiento, desocultamiento, presentación, apertura del ser a la inteligencia del hombre. No hay adecuación entre el pensamiento y las cosas, como piensan los tradicionalistas, porque son cosas muy distintas el objeto como tal y el pensamiento sobre ese objeto. La verdad no se puede reducir al acto del juicio que hace el entendimiento. Pero la verdad no es más que descubrir lo que está cubierto, el hombre siendo un ser abierto a las cosas, sólo tiene que permitir que las cosas sean, para que las puedan descubrir, y esto que él descubre se expresa en la proposición. En síntesis: no es la proposición o el juicio el lugar fundamental de la verdad sino que lo que el juicio expresa es algo derivado, en cuanto que éste se rige por lo “descubierto” del ser. Hay pues que volver al ser para poder entender la verdad. Esta no es más que un modo del ser tanto se da el ser cuanto se manifiesta. ¿Qué es el conocimiento verdadero? El hombre tiende a creer que sus conocimientos son verdaderos, es decir, están siempre conformes con los objetos, o que sus conocimientos siempre expresan algo real. Las teorías anteriores, que han tratado de resolver este problema de la verdad, siempre lo han abordado teniendo en cuenta la parte cognoscitiva. Por eso siempre se habla de correspondencia entre el pensamiento y el objeto. Cada sistema tiene un concepto de verdad diferente porque han explicado el conocimiento también en forma diferente. Así, quienes dan más importancia al sujeto –subjetivismo, racionalismos, idealismos- no pueden ver la verdad sino desde el polo de la razón, el sujeto. Pero quienes dan más importancia al objeto, tienden a explicar la verdad desde la cosa como tal. Para ellos el conocimiento es una relación entre sujeto-objeto, la verdad es una adecuación entre el sujeto y el objeto. Son los que hablan 57 Epistemología de una verdad que es conformidad, correspondencia entre los dos miembros esenciales del conocimiento. 58 Ya hemos señalado cómo la conciencia o el entendimiento en su actividad es trascendente, es decir, tiende hacia los objetos y logra de ellos una representación que no es absolutamente igual al objeto, sino que capta de ese objeto aspectos, matices, sin que por ello lo agote en toda su realidad. Por el carácter trascendente de la conciencia, se establece la relación sujeto-objeto, y sólo en esta relación se da propiamente el conocimiento. Pero la conciencia no sólo es trascendente, representativa, sino que también es dinámica, interpretativa, depuradora de los datos que proceden a través de sus sentidos, de la realidad externa e interna. La conciencia no refleja, como piensan algunos, pasivamente los datos provenientes de la realidad sino que ella tiene que interpretarlos, organizarlos, relacionarlos y esto sería imposible si por naturaleza ella no fuera dinámica. Nuestro entendimiento, por tanto, no es q1ue reciba pasivamente los datos provenientes del mundo externo, ni tampoco es que la conciencia determine esos datos, como piensan algunos sistemas filosóficos. El entendimiento debe integrar esos elementos. Por una partes la conciencia recibe aportaciones objetivas (por tanto, no crea sino que se conforma) pero, por otra, lo que recibe lo organiza, selecciona, relaciona, lo confronta, no es pasiva sino esencialmente activa. Además, el entendimiento, en su acto representativo no agota el objeto del conocimiento (el conocimiento no es absoluto) sino que siempre el entendimiento descubre nuevos elementos en el objeto, elementos que no se dan de hecho sino mediante un proceso. Todo conocimiento está referido a las cosas, a los objetos y la verdad nace de la confrontación que hacemos con esa realidad. Cuando hablamos de que algo es verdadero siempre suponemos la referencia a un objeto a un hecho o a una acción. Hay, pues, en el conocimiento verdadero cierta correspondencia con los hechos. Esto supone que los objetos aunque no fuesen, en un momento determinado conocidos por el entendimientos, tienen su identidad propio, su propio ser; de ahí que se hayan hecho distinciones entre varios tipos de verdad: la verdad ontológica que se refiere a los objetos, a las cosas como tales. El ser de las cosas, independientemente de que lo conozcamos, es algo y en cuanto tal, posee una riqueza que se manifiesta. El ser es una verdad fundamental en cuanto sobre ella podemos entender la verdad formal, lógica. Si nada existiera, nada conoceríamos; pero gracias a que algo existe, algo podemos conocer. A esta verdad del ser, el cual posee una consistencia Epistemología interna que permite desvelarlo, interpretarlo por la inteligencia del hombre, a esta verdad de las cosas, se le dio el nombre de Verdad Ontológica. La verdad Lógica, por su parte, hace referencia a la correspondencia que debe existir entre los contenidos de la conciencia y los objetos. Esta verdad lógica es la que se ha definido por la tradición como la adecuación de la mente con la realidad. La verdad así concebida solo se puede dar a nivel de juicio, donde se establece la proporción entre el pensamiento y la realidad o, mejor, entre el sujeto y el predicado. La verdad lógica depende de una serie de factores relativos al sujeto que conoce así como al respectivo objeto. De ahí que no puede existir una verdadera proporción entre la verdad lógica y la verdad ontológica, entre lo que representamos y el objeto representado. Esa adecuación de la verdad lógica nunca es absoluta sino relativa, siempre es susceptible de una mejor adecuación entre el pensamiento y la realidad. Y aunque la verdad es la aspiración de nuestra facultad intelectiva, ya sea en el campo filosófico o en el científico, tenemos que despojarnos de la pretensión de llegar a verdades plenas, absolutas, a lo sumo se dan ciertas gradaciones en el intento de conocer. Suárez, afirmaba con toda razón que no podemos encontrar toda la verdad ni evitar el error. Nuestra mente tiene limitaciones y la naturaleza del objeto no se deja captar en el primer esfuerzo, sino más bien, intentos. luego de reiterados Lo que se busca en el conocimiento es el descubrimiento del sentido del mundo pero ese sentido lo da el sujeto con base a la misma estructura de las cosas, del mundo. La conciencia lo que hace es poner de manifiesto lo que las cosas llevan implícito. Por eso se ha creído tradicionalmente que la verdad es una representación intelectiva de lo que las cosas son en sí mismas. La verdad que el hombre elabora en su mente (lógica) depende de la verdad de las cosas. Todo lo que se afirma o se dice desde nuestro entendimiento supone el nivel de lo real, el nivel ontológico, pero no en el sentido que lo entendía Descartes, que por el hecho de que yo piense algo con claridad ese algo existe, sino más bien para indicar que en cuanto se da lo real podemos lograr de él cierto nivel de representación, cierta asimilación progresiva de lo real. “Al término de la Epistemología podemos describir nuestro conocimiento de la siguiente manera: una actividad por la que me perfecciono a mí mismo gracias a la posesión consciente de la realidad objetiva y subjetiva. En este enunciado es posible distinguir: El sujeto cognoscente: yo; El acto de conocimiento: actividad inmanente; 59 Epistemología El objeto conocido: lo real, lo objetivo y lo subjetivo; La finalidad remota: perfecciono a mí mismo; La finalidad propia y próxima: posesión consciente de lo real. me Sin embargo, esta posesión consciente de lo real, a la que se llega desde el primer acto integral de mi conocimiento y que puedo perfeccionar indefinidamente gracias a nuevas experiencias y gracias al razonamiento, tiene sus límites y sus imperfecciones que le son esenciales. 60 En primer lugar mi conocimiento explícito de lo real está limitado por mi experiencia y, aunque atisbo la posibilidad de un progreso indefinido en el enriquecimiento de esta experiencia, nada me autoriza a suponer que llegará el día en que habré adquirido el conocimiento explícito de todo lo que existe. Por el contrario, mi experiencia se me presenta como superficial por naturaleza: la aprehensión de los cuerpos que me rodean se hace por contacto de orden espacial, por tanto, esencialmente “superficiales”; a mí mismo me aprehendo en el plano de mis actividades sin que posea la intuición de la realidad profunda de mi yo. Estos hechos me inducen a pensar que mi experiencia de lo real será siempre inadecuada con respecto a la misma realidad. En segundo lugar, la objetividad de mi conocimiento, es decir, la posesión consciente de lo real tal como es en sí mismo, no es perfecta en todos los aspectos. En efecto, esta posesión se realiza en y por un acto inmanente al sujeto y, desde luego, según el “modo” de la capacidad propia del sujeto; ahora bien, el sujeto que soy yo tiene algunas particularidades que en ciertos aspectos mediatizan la objetividad perfecta de mi conocimiento. Por otra parte, la verdad desde el punto de vista científico, implica también ciertas posiciones, que bien vale la pena analizar someramente. G. Bachelard, a través de su extensa obra de carácter epistemológico, sienta ciertas bases o formula ciertas tesis en lo que respecta al conocimiento científico. Está plenamente convencido de que los conocimientos científicos son objetivos. Así lo demuestran la Química y la Física. La ciencia garantiza los valores, los valores que se adquieren a través del desarrollo de las vivencias contemporáneas. Esto significa que la “verdad científica” se impone por sí misma y que esa pretensión de que requiere un fundamento filosófico, parece no ser tan convincente. Basta con observar la forma como procede la ciencia para estar seguros de la objetividad de lo que dice. Tesis por demás contraria a los planteamientos kantianos. Kant sostenía la Epistemología necesidad de determinar las condiciones del conocimiento científico por medio de un análisis de la facultad cognoscitiva tanto de la sensibilidad como del entendimiento. Por otra parte, Bachelard concibe los conocimientos científicos como encadenados en una verdad que se ve modificada, aumentada progresivamente, que se acrecienta con nuevas verdades. Es un proceso en el que no es posible asignarle ningún tipo de límite. Para él, quienes pretenden establecer límites absolutos a la ciencia, están planteando problemas en forma equivocada. “El proceso del establecimiento de las verdades científicas es un proceso sin fin”. Esto significa que para Bachelard el proceso del conocimiento es dialéctico; pero no se trata de una dialéctica tal como la formuló Hegel, sino de una dialéctica que implica un impulso a un continuo avance del proceso científico. La historia de la ciencia implica “rupturas”, si se quiere saltos, que vienen a ser movimientos de “rectificación” del saber establecido. En toda ciencia a medida que avanza se producen modificaciones en los conocimientos o principios anteriores hasta llegar a producir otros nuevos y así sucesivamente: el movimiento dialéctico consiste en destruir para crear. Por su parte, Kart Popper es partidario de considerar el conocimiento como un desarrollo progresivo. No obstante nos advierte: “Pues el hecho cierto es que también nosotros consideramos como tarea de la ciencia la búsqueda de la verdad y que, al menos desde la obra de Tarsky, ya no tememos decirlo. En realidad, sólo con respecto a este objetivo, el descubrimiento de la verdad, podemos decir que, aunque seamos falibles, tenemos la esperanza de aprender de nuestros errores. Sólo la idea de verdad nos permite hablar con sensatez de errores y de crítica racional y hace posible la discusión racional, vale decir, la discusión crítica en busca de errores, con el serio propósito de eliminar la mayor cantidad de éstos que podamos, para acercarnos más a la verdad. Así, la idea misma de error –y de falibilidad- supone la idea de una verdad objetiva como patrón al que podemos no lograr ajustarnos. (en este sentido la idea de verdad es una idea reguladora) Aceptamos, pues, la idea de que la ciencia es la búsqueda de la verdad, esto es, de teorías verdaderas (aunque nunca lleguemos a ellas, como señaló Jonófanes), o aunque nunca sepamos que son verdaderas en el caso de que lleguemos a ellas). Pero también insistimos en que la verdad no es el único objetivo de la ciencia. Queremos más que la mera verdad: lo que buscamos es una 61 Epistemología verdad más interesante, verdad a la cual es difícil llegar”14. 62 Mario Bunge concibe el conocimiento científico como algo falible, es decir, que es imposible esperar la formulación de verdades definitivas en el proceso científico. La Ciencia verifica pero a la vez desconforma ciertas teorías o las supera con la formulación de nuevos problemas en un cuerpo de conocimientos dados. No pretende reconocer barreras a priori que limiten el conocimiento científico. Aún los principios más generales y seguros son postulados que pueden ser corregidos en un momento dado. Así la ciencia o la verdad científica no se convierte en sistema dogmático sino siempre controvertido y abierto y, por eso, la ciencia siempre está en progreso. “Obsérvese que no pretendemos que el conocimiento científico, por contraste con el ordinario, el tecnológico o el filosófico, sea verdadero. Ciertamente lo es con frecuencia y siempre intenta serlo más y más. Pero la veracidad, que es un objetivo, no caracteriza el conocimiento científico de manera tan inequívoca como el modo, medio o método por el cual la investigación científica plantea problemas y pone a prueba las soluciones propuestas”15. 14 Popper, Kart. El desarrollo del conocimiento científico. Editorial Paidos. Buenos Aires. 15 Bunge, M. La Ciencia, su método y su filosofía. Editorial Siglo XX, Buenos Aires. Epistemología Cuando hablamos de nuestra actividad cognoscitiva estamos implicando no sólo nuestro modo de vivir sino, ante todo, la manera como nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Cuando hablamos de conocimiento hacemos referencia a la toma de conciencia de aquellas realidades como el espacio, el tiempo, las experiencias del yo, de los otros, del mundo externo, del hecho social; situaciones que, en alguna forma, producen en nosotros estados mentales de seguridad, de duda, de afirmación o de negación. Nicolás Malebrache lleva el racionalismo a la demostración de que entre la razón y la fe no puede existir contradicción pues ambas tienen la misma fuente. La certeza y la verdad total sólo se alcanzan en la compenetración de ambas ramas del saber. Su interés radica en el afán de hace una síntesis filosófica en la que la ciencia se muestre envuelta en la fe. El apriorismo Kantiano pretende demostrar que en el campo del conocimiento no es el sujeto el que debe mirar y ordenar el objeto. El sujeto no es el que gira alrededor del objeto. Por el contrario, es el objeto el que gira en torno del sujeto. Así quedo demostrado. La realidad no la conocemos como es sino como aparece: fenómenos. La cosa en sí, el “noumenos”, no es posible conocerlo. El sujeto es el que, a través de sus estructuras a priori, tanto de la sensibilidad (espacio-tiempo) como del entendimiento (categorías o conceptos) y la razón (ideas a priori regulativas) condiciona la posibilidad del conocimiento científico. El nuevo criterio de la verdad no serán las cosas como tal sino las estructuras a priori del sujeto; porque ellas son las que garantizan la objetividad de un juicio. Esa demasiada importancia para las estructuras a priori, frente al dato caótico de los sentidos, es lo que ha llevado a algunos críticos a considerar a Kant como subjetivista e idealista trascendental. Por otra parte, Kant no acepta que el conocimiento científico sea el conocimiento de la esencia de las cosas, porque las cosas no las conocemos en su esencia sino en su apariencia. Por eso tuvo la necesidad de dotar a los apriorismos de necesidad y de universalidad. 63 Epistemología 1. Dé algunas razones de por qué el conocimiento es algo fundamental o esencial al hombre. 2. Explique y relaciones los diferentes tipos de saber. 3. Explique con sus propios términos cuál es el objeto de la Epistemología. 4. establezca la diferencia y la relación entre Epistemología, Lógica y Metodología. Sustente sus respuestas. 5. ¿Qué diferencia existe entre considerar el conocimiento como un “hecho” y el conocimiento como “proceso”? 6. ¿Qué relación puede existir entre conocimiento y marcos sociales? 64 Epistemología 2 TEORÍA DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO 65 Epistemología Desde la antigüedad se intentó formular una teoría de la ciencia, una Epistemología caracterizada por un tipo de saber universas y necesario. La Epistemología recibe un gran impulso en el siglo XVIII por parte de Dambet, luego en el siglo XIX, Dugald Stewart. Ya hacia 1900, aparecen ciertas posturas críticas ante lo que fue la ciencia clásica, lo cual originó un movimiento de gran importancia cuyo fin era hacer una fuerte “crítica de las ciencias. En esta unidad veremos todo este desarrollo y sus implicaciones y consecuencias en el desarrollo de la teoría de la ciencia. 66 Epistemología Al finalizar el estudio de esta unidad el alumno: Disertar sobre la filosofía de la ciencia y sus diversas concepciones. Podrá sustentar sobre positivismo lógico, el falsacionismo de Popper, los programas de investigación científica de Lákatos y otros. Conocerá los métodos de la epistemología. Habrá aprendido sobre la investigación científica. Sabrá definir qué es un problema. 67 Epistemología ACTIVIDAD PREVIA: (Trabajo independiente). Lea detenidamente la Unidad 2 de manera individual. Responda de manera escrita la Evaluación Inicial de la Unidad 2 Haga un resumen conciso sobre todo el tema de esta Unidad. resumen le ayudará a profundizar sobre el tema. Este Una vez terminado el resumen, debe hacer un análisis general sobre toda la Unidad, para que afiance lo leído. ACTIVIDAD EN GRUPO (CIPAS). Reunidos en sus grupos de estudios (CIPAS), lean nuevamente la Unidad 2. 68 Una vez leída la Unidad 2, socialicen los resúmenes elaborados de manera individual e independiente. Socialicen las respuestas de la Evaluación Inicial, que respondieron de manera individual. Desarrollen los ejercicios que se encuentra al final de la Unidad 2 y discútanlos en el grupo de estudios. Estos ejercicios deben ser socializados en la sesión junto con todos los compañeros de grupo y entregados al tutor. Haga un resumen de cada una de las lecturas complementarias que se encuentran al final de la Unidad. Este resumen debe ser discutido con sus compañeros de grupo y entregado al tutor. Epistemología EVALUACIÓN INICIAL- ATREVETE A OPINAR 1. ¿Qué cree usted que es la filosofía de la ciencia y para qué se utiliza? 2. Enuncie los métodos epistemológicos que conoce. 3. ¿Qué es la investigación científica? 69 Epistemología 2.1 LA FILOSOFÍA DE LA CIENCIA: PRINCIPALES CONCEPCIONES. "Ciencia es el intento de hacer que la caótica diversidad de nuestra experiencia sensorial se corresponda con un sistema de pensamiento lógicamente uniformado....... Las experiencias sensoriales son la materia dada al sujeto, pero la teoría que las interpretará es una construcción del hombre..." (Einstein, 1940). 70 Tradicionalmente se ha asignado el carácter de científico a un conjunto de conocimientos cuando utilizaban un procedimiento metodológico similar al de las ciencias puras –matemáticas o física- utilizando a éstas como modelos, incluso el calificativo de “puras” parece confirmarlo. Actualmente, la aparición de nuevas teorías en el campo de la filosofía de la ciencia, sobre todo a partir de los años sesenta, han intentado dar un nuevo enfoque a la concepción metodológica de la ciencia, distinto del tradicional*. Se puede considerar que la referencia a los hechos, los fenómenos, así como las unidades de análisis, es conocimiento, pero en sí mismo no es ciencia, no constituyen un “conocimiento cierto de las cosas”, un conocimiento preciso, por sus causas (Corominas, 1998). Para que haya ciencia, además de un ámbito empírico hace falta también teoría (además de método, por supuesto, que se expondrá más adelante), construcción teórica de la realidad de los fenómenos por medio del método, de la investigación. Einstein (1940) considera que las teorías son construcciones del hombre. En otras palabras, una teoría es un conjunto de conceptos abstractos e hipótesis elaborados por el hombre que tratan, entre otras cuestiones, de dar forma, representar y explicar algo (Engler, 1999; Fierro, 1996a; Pervin y John, 1997). Como tal actividad de construcción, la teoría es una red de proposiciones sobre “relaciones regulares” entre acontecimientos o fenómenos; actividad mediante la que se trata de responder a los enigmas, los retos que el flujo de la realidad presenta al entendimiento. Por tanto, las teorías científicas tratan de poner en la realidad, en la “caótica diversidad de nuestra experiencia sensorial” (que diría Einstein), algún “orden racional”, algún ordenamiento de la razón. Diferentes autores proponen distintos y complementarios modos de establecer dicho orden racional. El modo más frecuente establece como tareas la explicación y la predicción (Bermúdez, 1985e; Levy, 1970; Carver y Scheier, 1996). Pervin (Pervin, 1975; Pervin y Jonh, 1997) Epistemología propone como requisitos de las diferentes teorías dar respuesta a las preguntas de qué, cómo y porqué. Otros autores (González, 1987) hablan de establecer dicho orden a partir del análisis de la regularidad objeto de interés, la ordenación o estableciendo de distintos niveles de generalización, y la relación de cada una de las partes en la visión global de la teoría. Teniendo en cuenta estas consideraciones, y en coherencia con Fierro (1996c), se pueden resaltar varios modos de establecer dicho orden racional, que abarcan y expanden a los anteriores: investigación, al conocimiento empírico, contribuyen a poner los hechos de manifiesto. Esta función heurística destaca sobremanera en ciertas filosofías de fundamentación del conocimiento científico, como la epistemología de Popper, que resalta justamente que, en la observación científica, las hipótesis teóricas preceden a la captación de los hechos. 1) El más básico y elemental es el análisis “clasificador”, en el cual, sobre los hechos o descubrimientos, y de modo parsimonioso, se realizan operaciones de descripción, análisis, y categorización en alguna estructura inteligible; con lo cual se dota a la teoría de una función integradora de conocimientos. 5) Las distintas ciencias se comunican entre sí (cuando se centran en la misma realidad, aunque sea, como suele ser, desde perspectivas diferentes) por medio de las teorías, de las aportaciones o cristalizaciones teóricas de cada una. Esto lleva al quinto modo de establecer orden racional que propone, que es el desarrollo de concepciones globales, transdisciplinares del ser humano, la sociedad, el universo, y que se logra por medio de la comunicación. 2) El segundo orden destacado es el procesual y “causal”; orden de determinación, de influencia, que suele conferir a las teorías su potencial explicativo. Por todo ello, se puede decir que la Economía Aplicada, tiene que poner orden racional en su campo empírico mediante un conjunto de operaciones encaminadas a: 3) La predicción, la anticipación de la ocurrencia de los fenómenos, es otra tarea exigible a cualquier sistema organizado de conceptos. 1) dar cuenta y hacer inteligibles los fenómenos propios de su ámbito 4) Las teorías, las “buenas” teorías, han de ser también lo más “heurísticas” posible. Por ello, las teorías anteceden, se anticipan, a la 2) responder mediante enunciados a las cuestiones que generan los hallazgos, y explicar las relaciones encontradas entre estos, 71 Epistemología 3) generar nuevos descubrimientos, poner en relieve hechos insuficientemente investigados, y 4) descubrir y explicar las relaciones de su campo empírico con “otros mundos” exteriores a la economía, con los de otras ciencias (acaso humanas y sociales) que también se ocupan del estudio de personas y comportamientos. Según que las teorías de la personalidad cumplan mejor o peor con estas funciones de la construcción teórica (entre otras cuestiones) serán juzgadas como mejore o peores. 72 Existen diferentes criterios epistemológicos para delimitar las buenas de las malas teorías, las científicas de las metafísicas. El positivismo del Circulo de Viena considera que se puede distinguir la ciencia de la no ciencia a partir de una valoración general y ahistórica de los métodos. Así mismo, considera que un enunciado es científico cuando puede deducirse de otros que han sido objeto de comprobación. Entre sus principios básicos destaca la verificabilidad (comparación de las afirmaciones teóricas o derivadas de una teoría con la observación) como criterio de demarcación entre ciencia y no ciencia, y la noción de confirmación de teorías (Chalmers, 1976). En el neopositivismo se plantean unos criterios de demarcación entre ciencias/no ciencias diferentes. Popper (1959) rechaza ideas de verificación, confirmación e inducción, y opta por el criterio de falsación o falsabilidad o refutabilidad, y enfatiza el carácter hipotético-deductivo de la ciencia. Desde aquí, si las teorías son conjeturas o construcciones hipotéticas, las teorías científicas son aquellas que expresan claramente los modos concretos que permitirían contrastarlas, declararlas falsas. Así, la veracidad de una teoría no viene garantizada por un cúmulo de evidencias a favor de sus hipótesis; la teoría debe ser rechazada cuando predice un fenómeno y éste no ocurre. Considera, así mismo, que ninguna teoría puede ser establecida de modo concluyente, sino que el conocimiento es provisional, revisable, y debe ser considerado correcto provisionalmente, hasta su falsación; y plantea así mismo que cualquier hipótesis es legítima hasta que sea rechazada (falsada). Kuhn (1962) y otros autores en esta corriente falsacionista, frente a la idea poperiana de que la validez de los principios científicos es ajena a las influencias sociohistóricas, resaltan las influencias internas y externas a la comunidad científica en el desarrollo, aceptación y rechazo de las teorías; por tanto, consideran que el cambio y el progreso científico hay que estudiarlo en su lógica sociohistórica (no como consecuencia necesaria de un avance lineal en la aplicación del método, en el descubrimiento de la realidad). Kuhn cuestiona la falsación en sentido estricto, no comparte con Epistemología Popper el rechazo completo de una teoría rebatida, y describe las revoluciones para alcanzar nuevos descubrimientos. Se detectan dos etapas en el desarrollo científico de las ciencias normalizadas: en una hay un consenso en la comunidad científica respecto a la utilización de las soluciones dadas en el pasado a los problemas, creándose las soluciones universales denominadas por Kuhn “paradigmas”. En un segundo momento, conforme las “soluciones universales” van dejando de ser eficaces, se van buscando nuevas teorías y herramientas de investigación. Si una resulta superior a las existentes, se va aceptando y cuestionando a la anterior hasta producir una “revolución científica”. Estas rupturas conllevan cambios de conceptos, problemas, soluciones, métodos..., es decir, llevan a un nuevo “paradigma”. Por todo ello, se puede considerar que, en un contexto sociohistórico determinado, la bondad de las teorías viene determinada por la refutabilidad de sus enunciados. La Economía Aplicada (Estructura Económica) habrá de ser considerada una ciencia si sus teorías producen enunciados falsables, por tanto, aquellas teorías que así los producen pueden ser consideradas científicas. La teoría es uno de los pilares básicos de la construcción científica del conocimiento (amén de ámbito empírico y método), y como se apuntaba antes no se puede pensar que dichas teorías son un nivel de construcción “aséptico”, sino que a las teorías, al proceso mismo de teorización, subyace una visión del mundo, de la persona, de la ciencia sociohistóricamente dependientes; es decir, la elaboración teórica, y por tanto, la fundamentación del conocimiento científico, está afectada por un conjunto de convenciones que modulan, condicionan la elaboración de modelos, las tácticas de investigación, las técnicas de recogida y tratamiento de los datos, la explicación de los resultados (Bermúdez, 1985b; Fierro, 1996c). Es decir, que la teorización está condicionada por unas coordenadas paradigmáticas. El concepto de paradigma fue introducido por Kuhn (1962), quien propone un número considerable de definiciones del mismo. Todas estas definiciones apuntan a que un paradigma viene a ser un conjunto de reglas respecto al que hay un considerable consenso, es decir, reglas compartidas por una comunidad, respecto a los problemas y las soluciones; reglas que modulan la elaboración teórica, cuál sí y cual no es un objeto de estudio, recopilación de datos, estrategias y técnicas metodológicas, alternativas explicativas de los fenómenos... Es decir, que el paradigma constituye el conjunto de directrices (o coordenadas paradigmáticas) que implica una visión del mundo, del ser 73 Epistemología humano, de la ciencia, y que condiciona el proceso de teorización. Por tanto, los modelos paradigmáticos son modelos generales de referencia para la elaboración teórica y la investigación. 74 Otra nota que caracteriza a los modelos paradigmáticos es que son incompatibles, lo cual se mantiene en la escala descendente de elaboración teórica. Esto implica que las teorías pertenecientes a diferentes paradigmas son irreconciliables e incompatibles. Sin embargo, las teorías derivadas de un mismo modelo básico (paradigma) pueden y suelen agruparse formando "familias" de teorías. Además, las teorías de una misma familia o grupo pueden y suelen diferir en contenidos y problemas que abordan, pero esas diferencias serán compatibles (Bermúdez, 1985b). Por tanto, el proceso de investigación y teorización puede verse inserto en una organización jerárquica, que constituye un modelo de investigación en un momento sociohistórico determinado. El modelo paradigmático refiere a ese nivel superior de organización en que se ubican los modelos metafísico y epistemológico, cuyas características (o supuestos) e implicaciones se pueden localizar en cualquier área de conocimiento. Las características de ese primer nivel se pueden encontrar en el segundo nivel, el de construcción teórica e investigación, en el que se habla de "modelos teóricos", o "planteamientos teóricos". Y en el tercer nivel se localizan las teorías específicas, integradas en algún modelo teórico. Caracterizados con las notas expuestas en los párrafos anteriores, los modelos paradigmáticos son modelos metafísicos y epistemológicos, que proporcionan el "contexto" en que se forman los diferentes modelos teóricos y teorías de un nivel inferior, presentando las directrices generales de agrupamiento de las diferentes teorías. Son, de acuerdo con Kuhn "realizaciones científicas universalmente reconocidas que durante cierto tiempo proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica". De manera más precisa vamos a determinar las concepciónes que en la evolución del conocimiento científico destacan como fundamentales, las cuales son las siguientes: El método Inductivo. Esta metodología se asocia originariamente a los trabajos de Epistemología Francis Bacon a comienzos del siglo XVII. En términos muy generales, consiste en establecer enunciados universales ciertos a partir de la experiencia, esto es, ascender lógicamente a través del conocimiento científico, desde la observación de los fenómenos o hechos de la realidad a la ley universal que los contiene. Resumiendo las palabras de Mill (1973, las investigaciones científicas comenzarían con la observación de los hechos, de forma libre y carente de prejuicios. Con posterioridad -y mediante inferencia- se formulan leyes universales sobre los hechos y por inducción se obtendrían afirmaciones aún más generales que reciben el nombre de teorías. Según este método, se admite que cada conjunto de hechos de la misma naturaleza está regido por una Ley Universal. El objetivo científico es enunciar esa Ley Universal partiendo de la observación de los hechos. Atendiendo a su contenido, los que postulan este método de investigación distinguen varios tipos de enunciados: • Particulares, si se refieren a un hecho concreto. • Universales, los derivados del proceso de investigación y probados empíricamente. • Observacionales, se refieren a un hecho evidente. Haciendo hincapié en el carácter empirísta de esta metodología, la secuencia seguida en este proceso de investigación puede resumirse en los siguientes puntos (Wolfe, 1924, pág. 450): 1. Debe llevarse a cabo una etapa de observación y registro de los hechos. 2. A continuación se procederá al análisis de lo observado, estableciéndose como consecuencia definiciones claras de cada uno de los conceptos analizados. 3. Con posterioridad, se realizará la clasificación de los elementos anteriores. 4. La última etapa de este método está dedicada a la formulación de proposiciones científicas o enunciados universales, inferidos del proceso de investigación que se ha llevado a cabo. Según estos empiristas clásicos, se han de considerar teorías científicas las formadas por conjuntos de enunciados probados empíricamente y que, o bien describen hechos firmes, o bien son generalizaciones inductivas de aquellos. La teoría no es aceptada hasta que no haya sido probada. De este modo, vemos en estos empiristas un rechazo frontal hacia toda especulación teórica sobre campos del conocimiento en los que no se pueda realizar una contrastación empírica. 75 Epistemología 76 Este enfoque inductivo de ciencia empezó a derrumbarse gradualmente en la segunda mitad del siglo XIX bajo la influencia de los escritos de Match, Poincare y Duhem, a principios de nuestro siglo empezó a tomar una visión prácticamente opuesta en los trabajos del Círculo de Viena. Algunos autores contemporáneos han criticado duramente esta metodología (Hempel, 1966, pp. 11-12; Medawar, 1969, pág.40) argumentando una serie de cuestiones que ponen en duda su eficacia, como la imposibilidad de recopilar todos los hechos relacionados con el fenómeno en el que estamos interesados o el hecho de que la experimentación sea sólo utilizada como un simple procedimiento para generar información. Por otro lado, el denominado “problema de la inducción” es un tema que presenta determinadas implicaciones incluso para aquellos que no suscriben la metodología inductivista. La cuestión se plantea ante la duda de si la evidencia inductiva puede ser utilizada para predecir futuros acontecimiento, en consecuencia, el problema de la inducción surge a partir de nuestra incapacidad para proporcionar elementos racionales que puedan ser utilizadas para explicar algo más allá de la evidencia disponible (Pheby, 1988, pág. 7) El método Deductivo. Antes de iniciar unas breves pinceladas obre este método, es interesante resaltar una distinción importante entre deductivismo y deducción, lo mismo que podría establecerse entre inductivismo e inducción. La deducción, tanto si es axiomática como matemática, puede emplearse de manera que facilite el análisis estadístico y el contraste. Sin embargo, el deductivismo implica que la estadística y el conocimiento empírico es tan transitorio que no vale la pena y que un primer análisis deductivo puede proporcionar una mejor comprensión de un determinado fenómeno (Pheby, 1988, pág. 14). Las primeras consideraciones del método deductivo podrían remontarse a los trabajos de Descartes a comienzos del siglo XVII, en su afán de encontrar un método que proporcionara un mejor conocimiento de las diferentes esferas de actividad. Por consiguiente, los objetivos de Bacon y Descartes eran similares, sin embargo, la forma de conseguirlos era diametralmente opuesta. Descartes utilizaba la deducción y las matemáticas como punto referencial, mientras que Bacon le prestaba muy poca atención a estos instrumentos. Centrándonos en el deductivismo, se trata de un procedimiento que consiste en desarrollar una teoría empezando por formular sus puntos de partida o hipótesis básicas y Epistemología deduciendo luego sus consecuencia con la ayuda de las subyacentes teorías formales. Sus partidarios señalan que toda explicación verdaderamente científica tendrá la misma estructura lógica, estará basada en una ley universal, junto a ésta, aparecen una serie de condicionantes iniciales o premisas, de las cuales se deducen las afirmaciones sobre el fenómeno que se quiere explicar. El argumento deductivo se contrapone al método inductivo, en el sentido de que se sigue un procedimiento de razonamiento inverso. En el método deductivo, se suele decir que se pasa de lo general a lo particular, de forma que partiendo de unos enunciados de carácter universal y utilizando instrumentos científicos, se infieren enunciados particulares, pudiendo ser axiomáticodeductivo, cuando las premisas de partida están constituidas por axiomas, es decir, proposiciones no demostrables, o hipotéticosdeductivo, si las premisas de partida son hipótesis contrastables. Las leyes universales vendrán dadas por proposiciones del tipo “en todos los casos en los que se da el fenómeno A, se da también el fenómeno B. Estas leyes tendrán un carácter determinista cuando se refieran a fenómenos >”B” individuales y carácter estocástico cuando hagan mención a clases de fenómenos “B” que se den con una cierta probabilidad. La actuación seguida por investigador sería la siguiente: el 1. Planteamiento del conjunto axiomático de partida. El criterio que debe seguirse en esta etapa debe ser el de la sencillez. Los supuestos deben incorporar sólo las características más importantes de los fenómenos, debiendo ser eliminadas las irrelevantes. Debe existir coherencia entre los postulados, sin que haya contradicción entre unos y otros. 2. Proceso de deducción lógica, partiendo siempre de los postulados iniciales, es decir, de la etapa anterior. 3. Enunciado de leyes de carácter general, a los que se llegará partiendo del conjunto axiomático y a través del proceso de deducción. Del procedimiento lógico se infiere que las explicaciones y predicciones siguen las mismas reglas de deducción, la única diferencia está en que la explicación se produce una vez que ha ocurrido el suceso, mientras que la predicción tienen un carácter apriorístico. Para citar una causa determinada como explicación de un fenómeno concreto, hemos de someterlo a una ley universal. En el caso de la predicción, partimos de una ley universal y de un conjunto de 77 Epistemología premisas deduciendo de ellos proposiciones acerca del fenómeno desconocido. 78 La idea de la existencia de un paralelismo entre la naturaleza de las explicaciones y de las predicciones ha sido denominada “tesis de la simetría”. Este concepto ha suscitado numerosas críticas. Se argumenta que la predicción no tiene por qué implicar explicación, e incluso que la explicación no tiene por qué implicar predicción alguna. Esta conclusión nos parece razonable, en cuanto que para predecir el valor futuro de una variable basándonos en sus valores históricos no es necesario explicar la naturaleza de la misma, basta con aplicar los métodos estadísticos apropiados. Igualmente, para explicar la naturaleza de la variable no es necesario extrapolar valores futuros. A estos efectos comenta Blaug (1985, pág. 22): “Mientras para la predicción es suficiente con que exista correlación entre dos variables, par la explicación es necesario saber acerca de la naturaleza de las variables y de algo que determine cuál es la variable causa y cuál la variable efecto”. Por último, finalizaremos la descripción del método deductivo afirmando que, dada la dificultad para contrastar empíricamente las hipótesis básicas, se da cada vez un mayor grado de abstracción de las teorías construidas a partir de este procedimiento, lo que conlleva la construcción de modelos como representación simplificada de la realidad, con el consiguiente riesgo de separación entre modelo y realidad. Sin embargo, es preciso señalar, como apunta Pheby (1988, pág. 14), que existe una clara separación entre deductivismo y los procedimientos de deducción que habitualmente se emplean en economía. La deducción, sea axiomática o matemática, puede ser empleada para facilitar los análisis estadísticos y test de hipótesis, en cambio el deductivismo postula que el conocimiento estadístico y empírico es transitorio, un primer análisis deductivo puede proporcionar mejor comprensión de los fenómenos. El positivismo Lógico. Se denomina Positivismo Lógico a un conjunto de corrientes filosóficas, con ciertos rasgos comunes, que tuvieron su origen fundamentalmente en Viena, 1925. Los positivistas Lógicos del Círculo de Viena utilizaban el método Inductivo cuyos postulados fundamentales son (Katauzian, 1982): - La investigación científica comienza con la observación parcial o experiencia personal. Epistemología - Las observaciones son formuladas mediante hipótesis primarias o enunciados singulares, totalmente libres de prejuicios mentales, describiendo un determinado acontecimiento o estado de las cosas en un lugar y un momento prefijados. - Los enunciados singulares derivan en enunciados universales. - Mediante el procedimiento se llega a la elaboración de teorías generales que se someten a contrastación por medio de un método adecuado de observación o experimentación para verificar sus implicaciones. - Si la contrastación tiene éxito se acepta la teoría; de otro modo se rechaza. La sujeción a test empíricos justifican las teorías para los positivistas lógicos entendiendo que el conocimiento se deriva objetivamente de los hechos objetivos vacíos de opiniones personales. Las críticas a los empiristas lógicos vienen por el lado de la inducción (que para Popper no precisa justificación ni es necesaria) ya que nunca se dispone de la seguridad de que no aparezcan hechos que contradigan las leyes emanadas de la experiencia, así como la búsqueda del número de pruebas necesarias para validar las leyes o teorías generales sin entrar en la prueba ad infinitum. De tales críticas, Carnap y Neurath emprendieron el desarrollo de una versión más moderna denominada Empirismo Lógico que reemplaza el concepto de verificación por el de gradual incremento de la confirmación mediante la utilización del método estadístico inductivo y realizando un apoyo probabilístico de sus conclusiones sobre la base de la acumulación de observaciones, de tal modo que una prueba negativa puede llevar a replantear la imagen del mundo real, el modelo y las hipótesis, y una prueba positiva sirve para incrementar la aceptación gradual de la teoría. El intento del empirismo lógico por salvar la inducción a través de la confirmación no resuelve los problemas planteados, puesto que aparece el problema de precisar la probabilidad de una ley o teoría y el propio de la pureza u objetividad de los hechos sobre los que experimentar, así como una total despreocupación por la lejanía de la construcción ideal y la práctica del investigador. El empirismo lógico se centra en cinco puntos (Medina, 1989): - Sólo son ciencias las ciencias naturales. - Sólo su metodología es universal. - La lógica interna de las ciencias es ajena a factores sociales. - El proceso de conocimiento científico es acumulativo. 79 Epistemología - La filosofía de la ciencia establece normas que aumentan el rigor de las ciencias. El Falsacionismo Popper. 80 de Karl Popper es punto de referencia obligado entre los padres de concepciones filosóficas que explican el desarrollo de la ciencia, puesto que su tesis supuso un fuerte giro en la forma de entender la metodología, ostentando una importante significación en el contexto de la moderna caracterización de la ciencia. Gonzalo Angulo (1983) dice de él que “de entre los filósofos y científicos del primitivo Círculo de Viena, sobresale Karl Popper, probablemente el metodólogo más influyente del presente siglo, que representa además el lazo de unión de las concepciones epistemológicas tradicionales con las modernas”. El falsacionismos surge en 1935 con la publicación de la obra “La lógica de la investigación científica” del filósofo K. Popper. La influencia de esta concepción metodológica ha sido fundamental en el campo de la filosofía de las ciencias sociales y de la economía en particular. Este autor critica el método inductivo y en general cualquier método que sea partidario de aplicar un criterio de verificación empírica de las teorías. En primer lugar, crítica el método inductivo, hasta el punto que se ha llegado a decir que la falsación es la antítesis del inductivismo (Pheby, 1988, pág. 24). Este autor apunta que se comete con frecuencia el error de identificar a las ciencias empíricas como aquéllas que emplean el método inductivo. Popper rompe con la racionalidad aparente de este método: “Desde un punto de vista lógico, dista mucho de ser obvio que estemos justificados al inferir enunciados universales partiendo de enunciados singulares, por elevado que sea su número, pues cualquier conclusión que sacamos de este modo corre siempre el riesgo de resultar algún día falsa” (Popper, 1962, pág. 27). A este respecto Blaug (1985, pág.30) parafraseando las palabras de Popper nos explica que la inducción desde casos particulares hasta la formulación de una ley universal exigirá un salto ilógico de pensamiento, lo que podría llevarnos a conclusiones falsas, aunque nuestras premisas fueran verdaderas. En segundo lugar, Popper critica el principio de verificabilidad, su razonamiento consiste en plantear que por muchas pruebas que tengamos para apoyar una teoría, nunca podemos estar seguros de que la siguiente observación no será incompatible con ellas. De esta forma, una contrastación basada en observaciones particulares, aunque éstas sean muy numerosas, lo único que hace es no refutar la teoría, pero no demuestra que sea verdadera. En Epistemología este sentido, Popper afirma: “Las teorías no son nunca verificables empíricamente. Si queremos evitar el error positivista de que nuestro criterio de demarcación elimine los sistemas teóricos de la ciencia natural, debemos elegir una criterio que nos permita admitir en el dominio de la ciencia empírica incluso enunciados que no puedan verificarse” (Popper, 1962, pág.39). La principal aportación metodológica de Popper, puede resumirse de la siguiente forma, aunque una teoría no puede ser verificada, sí puede ser falsada, es decir, si el conjunto de observaciones favorables no puede demostrar la veracidad de una teoría, un hecho contrario a ella, puede demostrar que la teoría es falsa. A partir de aquí, Popper establece un criterio de demarcación, distinguiendo entre la ciencia y la no-ciencia, concluyendo que a una teoría se le otorga el carácter de científica si es susceptible de ser falsada, en caso contrario, no es científica: “Estas consideraciones nos sugieren que el criterio de demarcación que hemos de adoptar no es el de la verificabilidad, sino el de la falsabilidad de los sistemas. Dicho de otro modo, no exigiré que un sistema científico pueda ser seleccionado, de una vez para siempre, en un sentido positivo, pero sí que sea susceptible de selección en un sentido negativo por medio de contrastes o pruebas empíricas, ha de ser posible refutar por la experiencia un sistema científico empírico” (Popper, 1962, pág. 40). Un problema importante en la metodología popperiana es el del relevo de teorías, cómo y cuándo se sustituye una teoría por otra. A este respecto, el científico estará dispuesto a proceder a la sustitución por razones de lógica, porque la segunda explique más hechos que la primera, porque lleve a predicciones más detalladas etc. El criterio utilizado por Popper para contrastar dos teorías y elegir la mejor entre ellas fue primero el “grado de corroboración”, que como indica Pheby (1988, pág. 27) se trata de una guía más cualitativa que cuantitativa para aceptar una teoría. Posteriormente introdujo el concepto de “verosimilitud lógica”, utilizando sus propias palabras: “Una teoría está más cerca de la verdad que otra si, y sólo si, se siguen de ella enunciados más verdaderos, pero no enunciados más falsos, o, al menos igual número de enunciados verdaderos, pero menos falsos” (Popper, 1988, pág. 62). En definitiva, el grado de verosimilitud se refiere a ponderar el contenido –verdadero y falso- de las diferentes teorías. El procedimiento que propone Popper para mejorar el conocimiento es el siguiente, se parte del problema objeto de estudio, se extraen conclusiones o teorías que dan una explicación al problema. 81 Epistemología La teoría es contrastada con resultados de experimentos y datos obtenidos de la realidad, mientras la teoría no sea falsada es admitida provisionalmente. Si por el contrario es falsa, deberá abandonarse debido a que alguno de los principios sobre los que se fundamenta es falso y sustituirse por una teoría alternativa. En este sentido, algunas de las reglas más importantes de la línea popperiana son las siguientes (Johansson, 1975): 1. La naturaleza científica de una teoría se determina por su susceptibilidad a la falsación 82 2. Una nueva teoría, para que se aceptada, deberá siempre contener mayor contenido empírico que sus predecesoras. 9. Cualquier nueva teoría debería ser contrastable independientemente. Según la teoría popperiana el proceso científico comienza cuando las observaciones entran en conflicto con las teorías existentes; entonces se proponen nuevas teorías que son sometidas a rigurosos tests empíricos con el fin de refutar las hipótesis. Si una teoría es refutada, aunque sea por una única prueba en contra, debe abandonar el cuerpo de las teorías científicas. Por el contrario aquéllas que sobreviven al falsacionismo serán corroboradas y aceptadas. Esto es, en pocas palabras, el criterio de refutabilidad levantado por Popper frente al inductismo, al verificalismo y al probabilismo. es En un principio, como señala Albendea (1970), el problema que trataba de resolver Popper era el de trazar una línea divisoria entre los enunciados de índole metafísica, o, lo que es lo mismo, encontrar un método capaz de distinguir entre proposiciones científicas y no científicas. “Conjuntamente -apunta-, su criterio de demarcación se convierte, al mismo tiempo, en instrumento metodológico de veracidad científica, de tal manera que las proposiciones que no sean corroboradas por tal método, aunque pudieran ser tales proposiciones científicas, aparecen como falsas”. 8. Deberíamos minimizar el número de axiomas a emplear Por tanto, una proposición es científica cuando es susceptible de ser falseada por algún hecho 3. Una nueva teoría aceptada debería ser capaz de explicar todos los éxitos pasados de sus predecesoras 4. Las teorías deberían siempre ser contrastadas tan rigurosamente como sea posible. 5. Una teoría que ha sido experimentalmente refutada debería ser rechazada. 6. Cualquier teoría refutada no debería retomarse en una etapa posterior 7. Una teoría inaceptable inconsistente Epistemología (Popper, 1967). De esa forma, en la búsqueda de refutaciones, es como la ciencia puede progresar y avanzar. La ciencia progresa gracias al ensayo de prueba y error. En palabras de Popper, el avance de la ciencia se encuentra “porque buscamos la verdad (incluso aunque nunca podamos estar seguros de haberla encontrado) y porque las teorías refutadas son reconocidamente falsas, mientras que las teorías no refutadas pueden ser todavía verdaderas” (Popper, 1980). intrínsecamente la posibilidad de su falsabilidad. Según la concepción de Popper, el progreso y avance de las ciencias surge de un proceso por el cual las teorías son superadas por otras más fuertes y más testables. 2. Estudio de la forma lógica de la teoría, con objeto de determinar su carácter. Sin embargo, a diferencia de la interpretación positivista, según la cual la contrastación ha de ser probatoria de la verdad o falsedad de un enunciado o teoría, Popper mantiene que las teorías no son nunca verificables empíricamente, pero sí falsables. Entiende que dado que no podemos comprobar todos los posibles casos contenidos por una hipótesis científica, no podemos utilizar en la contrastación la verificación, sino la falsación. Así, el criterio de demarcación que, según él, debe distinguir el carácter científico de una teoría estriba no en su verificabilidad, sino en la posibilidad de que pueda ser refutada, es decir, que ostente Tal y como expresa el profesor Donoso Anés (1995), el mencionado autor distingue “cuatro procedimientos de llevar a cabo la contrastación deductiva de teorías una vez que han sido extraídas por deducción lógica sus conclusiones: 1. Comparación lógica de las conclusiones: con lo que se somete a contraste la coherencia interna del sistema. 3. Comparación con otras teorías para averiguar si la teoría examinada constituiría un adelanto científico. 4. Contrastación por medio de la aplicación empírica de las conclusiones que pueden deducirse de ella”. El método deductivo que utiliza la contrastación empírica del punto 4 según Popper (1980) sería el siguiente: “Con ayuda de otros enunciados anteriormente aceptados se deducen de la teoría a contrastar ciertos enunciados singulares. Se eligen entre estos enunciados los que no sean deducibles de la teoría vigente y, más en particular, los que se encuentren en contradicción con ella. A continuación tratamos de decidir en 83 Epistemología lo que se refiere a estos enunciados deducidos (y a otros), comparándolos con los resultados de las aplicaciones prácticas y de experimentos. Si la decisión es positiva, esto es, si las conclusiones singulares resultan ser aceptables, o verificadas, la teoría a que nos referimos ha pasado con éxito la contrastación (por esta vez), no hemos encontrado razones para desecharla. Pero si la decisión es negativa, o sea, si las conclusiones han sido falsadas, esta falsación revela que la teoría de la que se han deducido lógicamente es también falsa”. 84 Por ello la posible validez de una teoría no se adquiere, de una vez para siempre, de las observaciones que la preceden, como defiende el inductivismo, sino que ha de confirmarse con la verificación posterior. Popper, en contraposición a lo apuntado por Waismann (1930) y Schlick (1931) en relación a que un enunciado es verdadero sólo si es susceptible de verificación concluyente, fijó su atención en las teorías de Marx, Freud, Adler y Einstein. Consideró que mientras la teoría sobre la gravitación de este último era claramente contrastable y, por tanto, refutable, la de los primeros era de gran admiración, sobre todo su aparente poder explicativo. Tanto la teoría marxista como la psicoanalista se habían convertido en irrefutables. Aquélla porque, aunque refutada, sus seguidores la reinterpretaron para hacerla compatible, y éstas porque siempre se adecuaban a los hechos ofreciendo una capacidad de interpretación en todos los casos. Como consecuencia de lo anterior, elaboró una serie de leyes, entre las que destacan (Popper, 1967): - La facilidad con la que es posible obtener verificaciones, si son confirmaciones lo perseguido. - La teoría científica implica una prohibición, de tal forma que cuanto más prohíbe una teoría tanto mejor es. - Cuando una teoría no es refutable por ningún suceso concebible, no puede considerarse como científica. - El test de una teoría constituye un intento de refutación de la misma. En tal caso, la testabilidad equivale a la refutabilidad. - Sólo en el caso de que los elementos de juicio confirmatorios sean el resultado de un test de la teoría, deberán ser tenidos en cuenta. - Ciertas teorías genuinamente estables suelen ser objeto de reinterpretación, pero sólo a costa de rebajar o destruir su estatus científico. Como de alguna manera ya apuntamos anteriormente, para Popper la creencia tan extendida de la inferencia inductiva de enunciados universales a partir de la observación adolece de la inconsciencia, ya Epistemología sostenida por Hume, de que “no puede haber ningún argumento lógico válido que nos permita establecer que los casos de los cuales no hemos tenido ninguna experiencia se asemejan a aquellos de los que hemos tenido experiencia” (Popper, 1967). Por tanto, como indica Kraft (1966), la validez de los enunciados empíricos no descansa sobre la inducción, sino sobre la verificación ulterior de las hipótesis establecidas por vía de ensayo. Desde esta óptica, dada la posibilidad de renovada comprobación, la validez de tales enunciados no es definitiva, sino siempre provisional. Por tanto, la concepción de Popper se basa en la simple distinción entre psicología del conocimiento y lógica del conocimiento, de lo cual se deriva la necesidad de distinguir el proceso de concebir una teoría de los métodos de su examen lógico, pues la tarea de este análisis del conocimiento científico “consiste pura y exclusivamente en la investigación de los métodos empleados en las contrastaciones sistemáticas a que debe someterse toda idea nueva antes de que se la pueda sostener seriamente” (Popper, 1980). Este autor propugna frente al inductivismo, que en lugar de esperar regularidades como resultado de la repetición, debemos tratar de imponer regularidades, al mundo, de descubrir similaridades en él en función de hipótesis establecidas por nosotros, es decir, en lugar de proceder de la observación a la teoría, actuar a la inversa: sin la previa fijación de premisas, saltar a conclusiones, aunque después debamos descartarlas si la observación muestra que son erróneas. Se trata, en definitiva, de una teoría del ensayo de la prueba y error, de conjeturas y refutaciones, en virtud de lo cual “las teorías científicas no son una recopilación de observaciones, sino que son invenciones, conjeturas audazmente formuladas para su ensayo y que deben ser eliminadas sin entrar en conflicto con observaciones que, además, raramente serán accidentales, sino que se las emprende, como norma, con la definida intención de someter a prueba una teoría para obtener, si es posible, una refutación decisiva”. Para el profesor Cañibano (1979), la metodología aportada por Popper se estaba convirtiendo en dogma a pasos agigantados: la búsqueda incesante de falsación por los científicos de sus propias teorías a fin de proceder al rechazo de las mismas era algo que no se daba en la realidad, pues es un hecho que las teorías seguían siendo utilizadas aún sabiéndose falsadas, toda vez que los científicos no disponían de otras más satisfactorias. Por ello, como alternativa a la metodología popperiana fueron surgiendo otras propuestas que pasamos a analizar a continuación. 85 Epistemología Las críticas al planteamiento de Popper provienen de autores, sobre todo de Feyerabend, de cuya aportación nos ocupamos posteriormente, que consideran que sus reglas son demasiado severas, estando más próximas a ocultar que a promover el conocimiento científico. Los programas de investigación científica de Lákatos. 86 Este autor mantiene una posición crítica tanto frente a Kuhn como a Popper, intenta unir la interpretación metodológica de Popper con la necesidad planteada por Kuhn de conocer la historia y el desarrollo de una ciencia. En palabras de Blaug (1985, pág. 54): “Lakatos es menos duro con la ciencia que Popper, pero mucho más duro que Kuhn, y se siente siempre más inclinado a criticar la mala ciencia con la ayuda de una buena metodología que a evaluar las especulaciones metodológicas recurriendo a la práctica científica”, Los “Programas de Investigación Científica”, forman el concepto fundamental de la aportación metodológica de Lakatos. El concepto de programa de investigación de Lákatos “surge como consecuencia de una respuesta a las críticas que Popper formuló a las ideas sobre los paradigmas de Khun” (Cañibano y Gonzalo, 1995). Este autor, el filósofo de la ciencia más importante a juicio de Feyerabend, consciente de la dificultad de realizar el falsacionismo ingenuo y de la necesidad de incluir hipótesis ad hoc para el avance científico, se aleja de Popper señalando que para la comparación de teorías hay que verificar el contenido factual excedente y no analizar si posee más falsadores que otra. Para Lákatos (1970) las teorías que constituyen un programa de investigación pueden presentar “cambios progresivos” o “cambios degenerativos”. Una cadena de teorías T1, T2, ... es progresiva si satisface las siguientes condiciones: - Tn tenga un contenido empírico excedente sobre Tn-1, Tn predice hechos nuevos, improbables e incluso prohibidos por Tn-1. - Tn explique el éxito previo de Tn-1, todo contenido no refutado de Tn-1 está contenido en Tn. - Tn tenga corroborado algo o todo el exceso de contenido. Si no ocurre lo anterior, el cambio es degenerativo. Este giro es importante porque existía un problema, ya comentado por Kuhn, sobre la inconmensurabilidad de paradigmas (teorías), pero este problema no es debido a los propios paradigmas sino a la falta de un objetivo común con el que medirlos y, en este caso, Lákatos unifica el objetivo en el concepto de contenido excedente. Pero la clave no está sólo en proponer un nuevo objetivo para Epistemología comparar teorías, sino que además elude la cuestión de la validez del conocimiento actual centrando la atención en ver porqué existe y si está creciendo o no, como señala Lákatos (1981): En ciencia aprendemos de la experiencia no la verdad (o probabilidad) ni la falsedad (o improbabilidad) de las teorías, sino el progreso y degeneración empíricas, relativos a los programas de investigación científica (P.I.C). Por programa de investigación científica entiende una configuración de teorías interconectadas, ninguna de las cuales se considera totalmente autónoma por lo que es difícil descartar teorías individuales sin hacer referencia al programa de investigación como un todo. Por otra parte, si nos centramos en la metodología de los programas de investigación, ha de subrayarse que Lákatos (Lákatos y Musgrave, 1975) considera que las más grandes realizaciones científicas son programas de investigación que pueden ser evaluados en términos de cambios progresivos y cambios degenerativos de problemas; y las revoluciones científicas consisten en un programa de investigación que pasa a suceder a otro -superándole en progreso-. Para él, la unidad básica de evaluación no debe ser una teoría aislada o conjunto de teorías aisladas, sino un “programa de investigación” con un núcleo aceptado por convenio y con una heurística positiva que “define problemas, traza las líneas generales de la construcción de un cinturón protector de hipótesis auxiliares, prevé anomalías y las convierte victoriosamente en ejemplos, todo ello según un plan preconcebido”. Según Lákatos (1976) un programa de investigación no es más que un conjunto de reglas metodológicas, heurístico positivas unas y heurístico negativas otras, que nos definen cuales son los senderos a seguir y cuales los problemas a evitar para la elaboración de nuevas teorías. De esta forma, en un programa de investigación se pueden distinguir dos elementos principales: un núcleo, elemento característico del programa especificado por la heurística negativa, e irrefutable por decisión metodológica de sus protagonistas, y un cinturón protector en el que se desarrolla una serie de hipótesis auxiliares y se realizan las adaptaciones precisas. Es este cinturón protector de hipótesis auxiliares quien tiene que resistir el peso de las contrastaciones e irse ajustando y reajustando, o incluso ser sustituido por completo, para defender el núcleo que de ese modo se hace más sólido. Un programa de investigación tiene éxito si todo esto lleva a un cambio de programas progresivo; no tiene éxito si lleva a un cambio de problemas degenerativo. En la metodología de los programas de investigación científica (MPIC) las 87 Epistemología revoluciones científicas no se analizan como cambios bruscos, que decía Kuhn, sino como el reemplazamiento progresivo de PIC. La aparición de anomalías no invalida los PIC mientras tengan fuerza, es decir, no sean eliminados por otros con mayor contenido excedente. Por tanto el número de anomalías no es el elemento crucial en la comparación de teorías o programas, sino que la evaluación requiere la comparación con otro cuyo núcleo central sea incompatible y de ello se valorará, como se ha comentado, el contenido excedente suplementario. 88 Para este autor la ciencia en su conjunto puede ser considerada como un enorme programa de investigación dotado de la regla heurística de Popper de diseñar supuestos que tengan más contenido empírico que sus predecesoras: “La historia de la ciencia es la historia de los programas de investigación, más que la historia de las teorías”*. De esta forma lakatos propuso una nueva teoría que describió como “falsacionismo sofisticado, que gira en torno al concepto de “ programa de investigación” frente al “falsacionismo ingenuo” que considera a las teorías científicas aisladamente y exige su rechazo cuando no están de acuerdo con la realidad. Lakatos rechaza las consideraciones aisladas de las teorías como instrumentos para realizar evaluaciones científicas. Lo que se debe evaluar son grupos de teorías con más o menos relación o “programa científicos de investigación”, que Lakatos define como: “Reglas metodológicas: algunas nos dicen las rutas de investigación que deben ser evitadas (heurística negativa), y otras, los caminos que deben seguirse (heurística positiva)” (Lakatos, 1989, pág. 65). Por tanto Lakatos divide el programa en dos partes: la “heuristica negativa” y la “heurística positiva”. La heurística negativa de un programa es su “núcleo central” o “núcleo firme”, los enunciados muy básicos que sostienen todo el edificio no sometiéndose al proceso de falsación. En cambio, la heurística positiva constituye el contenido de investigación del programa, es más fácil de contrastar y conduce a la formulación de otros conceptos y teorías descritas como “el cinturón protector”. Por tanto, el núcleo central puede sobrevivir a refutaciones, mientras el resta está abierto al rechazo o mejora. Siguiendo a Lakatos: “El cinturón protector de hipótesis auxiliares debe recibir los impactos de las contrastaciones y para defender al núcleo firma, será ajustado y reajustado e incluso completamente sustituido” (Lakatos, 1989, pág.66). Epistemología El núcleo central está referido al conjunto de teorías centrales que reúnen los logros más notables en ese campo de conocimiento. El cinturón protector comprende el conjunto de hipótesis auxiliares destinadas a ser sometidas a contraste con los hechos, con la posibilidad de que resulten refutadas. Lakatos distingue dos tipos de programas de investigación: progresivos y degenerativos. Un programa de investigación científico será calificado de progresivo si las sucesivas formulaciones del programa suponen un aumento de su contenido empírico con respecto a la formulación anterior y además este aumento de contenido resulta contrastado con la realidad. La característica fundamental de los programas degenerativos es que brindan soluciones “a posteriori”, tratando de acomodarse a cualquier hecho ya observado. De acuerdo con el criterio comentado, un programa de investigación no se considera científico de forma perpetua, sino que es provisional y puede pasar, a medida que se descubren nuevos hechos, de la fase progresiva a la degenerativa y viceversa. Para Blaug (1985), tendríamos de esta forma un criterio de demarcación entre ciencia y no ciencia que además es histórico, puesto que incluye la evolución de las ideas en el tiempo. Para el profesor García Martín (1984) “en los propósitos de Lákatos se ha de señalar la integración de la obra de Popper de las críticas provenientes de la nueva filosofía de las ciencias, en especial las efectuadas por Khun. Así, de Popper desarrolla la idea sobre la sustitución constante de unas teorías antiguas por otras nuevas. Este principio de proliferación lo integra con el concepto kuhniano de ciencia normal, a fin de explicar la inercia de las teorías a ser sustituidas hasta que surgen las anomalías. Con estos elementos, Lákatos confecciona un esquema de progreso de la ciencia a través de la historia. Estas ideas las desarrolla a través de programas de investigación científica, similar al paradigma de Kuhn, como alternativo al de teoría; de lo que se deduce que es una sucesión de teorías y no una teoría dada la que se evalúa como científica o pseudocientífica”. Según Giner Inchausti “en un intento de aproximación cabría decir que: la ciencia normal, a la que Kuhn se refiere avanza dentro de un programa de investigación, que la actividad de los científicos de esta etapa, orientada a la resolución de problemas dentro del paradigma se corresponde con la existencia del llamado cinturón protector de Lákatos. También puede entenderse que la transición de una época de ciencia normal a una situación de crisis, en terminología de Kuhn, se corresponde con la transición de un 89 Epistemología programa progresivo a la fase degenerativa de un programa de investigación lakatosiano, y que la sustitución revolucionaria de un viejo paradigma por otro equivale al abandono de un programa por otro nuevo, una vez sustituido el núcleo central” (Giner Inchausti, 1994). . 90 Uno de los ataques más fervientes contra todo tipo de esquemas metodológicos se produce con la aportación de Feyerabend. Su pensamiento se halla recogido principalmente en su obra “Contra el método: esquema de una teoría anarquista del conocimiento”, donde se muestra opuesto a la racionalidad científica como guía para cada investigación. Parte del hecho de que no existe norma en la metodología científica que no haya sido atacada en algún momento en el transcurso histórico de la ciencia. A este respecto Feyerabend (1986, pág. 7) explica: “Descubrimos entonces, que no hay una sola regla, por plausible que sea, y por firmemente basada que esté en la epistemología, que no sea infringida en una ocasión u otra”. Feyerabend mantiene que la mayor parte de las investigaciones científicas nunca se han desarrollado siguiendo un método racional. Sostiene que el anarquismo debe reemplazar al racionalismo y que el progreso intelectual sólo puede alcanzarse enfatizando la creatividad y los deseos de los científicos más que el método. En su agresión a la metodología preconizada por Popper, este autor niega el principio de refutación como vía para la formación de teorías por considerar que impide el desarrollo de la ciencia, puesto que no permite el desarrollo de hipótesis alternativas hasta que no se haya producido la refutación de la primera: “El requisito de aceptar sólo aquellas teorías que son consistentes con los hechos disponibles y aceptados nos deja también sin ninguna teoría, pues no existe ni una sola teoría que no tenga una dificultad u otra.... El método correcto no debe contener reglas que nos obliguen a elegir entre teorías sobre la base de la falsación. Por el contrario, las reglas de dicho método deben hacer posible elegir entre teorías que ya fueron contrastadas y resultaron falsadas” (Feyerabend, 1986, pág. 49). En su obra Contra el Método. Esquema de una Teoría Anarquista del Conocimiento (Feyerabend, 1975) afirma que el método de la ciencia actual condiciona no sólo a las personas normales sino también a los científicos. Epistemología “La idea de un método que contenga principios firmes, inamovibles y absolutamente obligatorios para conducir la actividad científica tropieza con graves dificultades cuando se confronta con los resultados de la investigación histórica. Entonces nos encontramos con que no hay una sola regla, por plausible que sea, por firmes que sean sus fundamentos epistemológicos, que no sea infringida en una u otra ocasión. Es evidente que tales infracciones no son acontecimientos meramente accidentales, no son resultado de la insuficiencia del conocimiento o de descuido que pudieran haberse evitado” (Feyerabend, 1975). “Mi intención no es abolir las reglas ni demostrar que no tienen valor alguno. Mi intención es más bien ampliar el inventario de reglas y proponer un uso distinto de las mismas. Es este uso el que caracteriza mi posición y no cualquier contenido determinado de las reglas” (Feyerabend, 1975). Para Martínez Freire (1990) esto último debe interpretarse como que “las reglas no deben usarse como moldes previos a los que se ajusta la investigación prescindiendo de las características de ésta, sino que en una investigación determinada se usará una regla u otra según interese e incluso se abandonarán las reglas ya existentes para inventar una nueva”. De ahí que para este autor, la sumisión a reglas y normas haga, a la larga, estéril el trabajo del científico; y más que una teoría del camino recto, se ha de escribir una teoría del error. “La ciencia como realmente la encontramos en la historia es una combinación de tales reglas y de error. De lo que se sigue que el científico que trabaja en una situación histórica particular debe aprender a reconocer el error y a convivir con él, teniendo siempre presente que él mismo está sujeto a añadir nuevos errores en cualquier etapa de la investigación. Necesita una teoría del error que añadir a las reglas ciertas e infalibles que definen la aproximación a la verdad” (Feyerabend, 1975). Según Feyerabend, la única regla de contrastación de teorías consistirá en compararlas, no con la experiencia, como sugerirán Popper y Lákatos, sino con sistemas teóricos combinados con ésta. “La evidencia relevante para la contrastación de una teoría T a menudo sólo puede ser sacada a la luz con ayuda de otra teoría T‟, incompatible con T‟‟ (Feyerabend, 1975). Por último, como señala Martínez Freire (1990), la actitud de Feyerabend “es útil para evitar dogmatismos en Metodología pero su radicalidad le lleva a olvidar la existencia de patrones de descubrimiento que son eficaces. Finalmente, las consideraciones de Feyerabend son relevantes en el 91 Epistemología contexto de la investigación en nuevos campos de estudio, pero no pueden pretender aplicarse a la práctica científica en campos de estudio ya conocidos, donde la rutina en el uso de reglas es posible”. Para Feyerabend, la ciencia progresa cuando existe independencia y autonomía en la utilización metodológica y no sometimiento a normas estrictas de investigación. Blaug (1985, pág. 63) resume la aportación de Feyerabend de la siguiente forma: “Feyerabend no está en contra del método en las ciencias, sino que más bien está en contra del método en general, incluyendo su propio consejo de ignorar todo método”. 92 El método de las ciencias sociales. En los apartados anteriores nos hemos referido a la ciencia en general, apenas hemos hecho referencia a las ciencia sociales y aún menos a la economía. Esta sección la dedicaremos a señalar las peculiaridades de las ciencia sociales dentro del conjunto de las demás ciencias. En el siguiente, profundizaremos en la economía como disciplina científica enclavada en el ámbito de las ciencias sociales. Si comparásemos las ciencias sociales con ciencias de la naturaleza como la física, química o biología, veríamos que las primeras tienen una serie de particularidades que las distinguen de las segundas: 1. La obtención de leyes generales resulta compleja principalmente por la dificultad de realizar ensayos controlados. En las ciencias naturales las experimentación se lleva a cabo generalmente en laboratorios en los que se pueden controlar las circunstancias y condiciones en que tenga lugar el fenómeno estudiado. En las ciencias sociales, la experimentación se complica e imposibilita en la mayoría de los casos, pues experimentar supondría, por ejemplo, la posibilidad de reproducir un fenómeno social determinado. 2. El hombre forma parte de la sociedad sobre la que actúa, lo que implica un dinamismo y un cambio continuo en la misma. 3. Por último, los individuos normalmente están influidos por las circunstancias de las sociedades a las que pertenecen, por lo que a veces es difícil ser objetivo y liberarse de los juicios de valor. Estas características especiales llevan a Blaug (1985, pág. 66) a plantearse el siguiente interrogante: “¿Existe un método científico aplicable a todas las ciencias, sea cual sea el tema de que se ocupen, o deben las ciencias sociales emplear una lógica de investigación especial y propia?”. La respuesta es claramente positiva, la mayoría de los científico y filósofos de la ciencia son partidarios de que todas las ciencias sigan la misma metodología, sin embargo, Epistemología también se señalan las particularidades de las ciencia sociales y los requerimientos especiales para la validez de las explicaciones de estas ciencias. De este principio, denominado “monismo metodológico” (Blaug, 1985, pág. 66), se muestran partidarios inminentes científicos entre lo, pág. s que podemos señalar al mismo Popper (1957): “Todas las ciencias teoréticas o generalizadoras deberían hacer uso del mismo método, tanto si se trata de ciencias naturales como de ciencias sociales”. Sin embargo, Popper reconoce las particularidades de las ciencias sociales a raíz de lo que prescribe un principio de “individualismo metodológico” al comentar que la tarea de las ciencias sociales consiste en construir y analizar nuestros modelos sociológicos “en términos de los individuos”. Por su parte, Gibson (1982, pág.129) hace una interesante comparación entre el objeto de las ciencias sociales y las de naturaleza: “Las ciencias sociales se ocupan de los hombres, no de las cosas. Del mismo modo que los átomos y otras partículas materiales individuales constituyen los elementos del estudio físico, los seres humanos, sus experiencias, sus actitudes y su comportamiento, constituyen los elementos del estudio social”. Este autor deja constancia de que la única diferencia entre ciencias sociales y de la naturaleza radica en las peculiaridades del objeto de estudio, mostrándose partidario, implícitamente, del monismo metodológico y criticando enérgicamente las posturas anticientíficas en torno a la investigación social. En contra de la doctrina del monismo metodológico se alzan dos tipos de objeciones: • Una objeción antigua sostenida por algunos filósofos alemanes del siglo XIX, miembros de la escuela neokantiana. • Otra nueva que emana de algunos de los trabajos del filósofo Wittgenstein. Los primeros proponen su punto de vista en torno al vocablo alemán “Verstehen”, que significa comprensión por medio de la intuición, como opuesto al conocimiento a través de la observación y el cálculo. Según estos autores, los científicos de las ciencias naturales carecen de este tipo de conocimiento de participante, de primera mano, porque les es imposible imaginar lo que es ser átomo o molécula. Pero los científicos de las ciencias sociales, al estar interesados en el comportamiento humano, pueden colocarse en el lugar de los agentes humanos que analizan. La objeción reciente al monismo metodológico ha sido sostenida 93 Epistemología enérgicamente y se relaciona con algunas de las ideas de Max Weber sobre metodología, especialmente con el concepto de “tipos ideales” que incorpora el significado que los agentes sociales atribuyen a sus propias acciones. El punto central de esta corriente de pensamiento considera que el significado no es una categoría abierta al análisis causal y que la explicación en ciencias sociales deberá discurrir, no en términos de una causalidad, sino en términos de las motivaciones e intenciones de los individuos. 94 Ambas objeciones en contra del monismo metodológico están sujetas a las mismas críticas, “ya que no ofrecen método alguno de contrastación interpersonal con el que validar las proposiciones referentes al comportamiento gobernado con normas” (Blaug, 1985, pág. 69). Blaug reafirma el principio del monismo metodológico, aunque no pretende negar la relativa inma durez de todas las ciencias sociales, incluida la Economía, en relación con al menos algunas de las ciencias físicas. Darnell y Evans (1990, pág. 5) entienden que la distinción entre el científico social y de la naturaleza, considerando sus respectivas capacidades para la repetición de experimentos “es una cuestión de grado y no de sustancia”. A este respecto, y volviendo de nuevo a Blaug, este autor señala que incluso admitiendo que la distinción entre ciencias físicas fuertes y ciencias sociales débiles es tan sólo una cuestión de grado, hay que reconocer que tales diferencias de grado pueden ser de considerable importancia (Blaug, 1985, pág. 72). Por último, no queremos finalizar este apartado sin enfatizar –a la vista de las opiniones expuestas- que aunque el ideal de ciencia es el monismo metodológico, es imposible abstraerse de las particularidades propias de las ciencias sociales, motivadas básicamente por la dificultad de realización de experimentos controlados y por las características especiales de su objeto de estudio. La estructura científico. de un cuerpo Aún cuando actualmente, a los filósofos de la ciencia les preocupa más el desenvolvimiento de los procesos de investigación científica conducentes a la obtención de explicaciones, retrospecciones y prospecciones, que la estructura lógica del cuerpo de conocimientos científicos, no por ello ésta carece de importancia en aras a la necesaria demarcación de los mismos. La estructura de un sistema científico viene caracterizada por la existencia de un conjunto de hipótesis que formen un sistema deductivo. Siguiendo a Braithwraite podemos distinguir en la misma entre: Epistemología 1. Hipótesis básicas: Se consideran de orden superior y en ellas se apoyan las conclusiones de un nivel intermedio. 2. Hipótesis intermedias: Premisas que conducen a un nivel inferior. 3. Hipótesis inferiores: Proposiciones contrastables con la realidad. Por tanto, como afirma Braithwraite (1965), el sistema científico estará integrado por hipótesis “de tal modo que tomando alguna de ellas como premisa se siga lógicamente todas las demás como conclusiones”. De esta forma, las proposiciones de un sistema deductivo estarán situadas en “una serie de niveles, de suerte que las del nivel supremo aparecerían exclusivamente como premisas del sistema, las del nivel ínfimo sólo como conclusiones del mismo y las de los niveles intermedios serían las que puedan aparecer como conclusiones de deducciones procedentes de hipótesis de nivel más elevado y servir como premisas para deducciones que conduzcan a hipótesis de nivel inferior” (Braithwraite, 1965). Al respecto, considera el profesor Requena (1986) que todo cuerpo científico vendrá definido por aquel “conjunto de conocimientos, expresados a través de proposiciones que forman un sistema deductivo, destinado a proporcionarnos retrodicciones, explicaciones y predicciones respecto del conjunto de fenómenos que constituyen su dominio de aplicación, en cuya consecuencia, su estructura vendrá configurada por la articulación lógica de los argumentos contenidos en sus enunciados”. Un cuerpo científico, por tanto, debe poseer capacidad explicativa, predictiva y retrodictiva, respecto del conjunto de fenómenos que constituyen su campo de actuación. Para ello, se requieren tres tipos de conceptos: los inobservables que “caracterizan ciertas entidades dadas por supuestas, invocadas por la teoría y las leyes a las que se supone que se ajusta... Otros representan fenómenos empíricos observables cuya explicación, predicción o retrodicción se pretende llevar a cabo; y finalmente, para que tales propósitos sean plausibles, se requiere un tercer tipo de ellos, cuya función tiene por objeto establecer la adecuada relación entre los dos anteriores” (Requena, 1986). En este sentido (Carnap, 1969), parece que no es posible definir de una forma totalmente precisa los citados conceptos de observable e inobservable, toda vez que forman parte de un continuo que comienza por las observaciones sensoriales directas y termina con observaciones altamente complejas. De ahí la práctica imposibilidad de establecer una división entre ellos de una manera definitiva y tajante, por ser 95 Epistemología circunstancia una cuestión de grado. Como afirma Bunge (1972), la dicotomía no es estricta, sino que más bien ofrece cierto margen para que esas categorías de transición, y en cualquier caso, la noción de observable no deba tomarse excesivamente al pie de la letra. 96 Como principios empíricos, por consiguiente, podrían considerarse aquellos que contengan términos, bien directamente observables, o bien, medibles con técnicas relativamente simples. Por su parte, los principios teóricos, serán los que contengan procesos básicos supuestos. Asimismo, los principios empíricos de un cuerpo científico, dado su carácter de observable, podrán ser justificados por observaciones de hechos particulares, mientras que los principios teóricos no gozarán de tal circunstancia, ya que las entidades contenidas en los mismos son inobservables (Requena, 1986). En un intento de matizar más la delimitación de los términos anteriores, Carnap distingue entre leyes empíricas y leyes teóricas. Las primeras son aquellas que contienen términos directamente observables, y las segundas son aquellas abstractas y no se refieren a observables. No obstante, como afirma el referido autor (Carnap, 1969), puede resultar una simplificación excesiva el hecho de considerar que las leyes empíricas se deducen de las leyes teóricas, pues mientras que éstas sólo contienen términos teóricos, las empíricas están integradas por observables. Por ello -expone Carnap- toman especial relevancia las reglas de correspondencia en la construcción de un cuerpo científico. Estas reglas de transformación o de correspondencia reciben la denominación de principios puente por parte de Hempel (1973), y su particular función es la de vincular los términos inobservables de un enunciado teórico con la base de las leyes empíricas, es decir, con los términos observables. Sin tales principios puente, los enunciados teóricos no conducirán a implicaciones contrastadoras y las teorías adolecerán de poder explicativo, dado que mientras que esas implicaciones contrastadoras deben expresarse en términos directamente medibles u observables, los enunciados teóricos responden a entidades supuestas que no pueden ser medidas ni contrastadas*. 2.2 CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. Desde la antigüedad, especialmente con Platón y Aristóteles, se intentó formular una teoría de la ciencia, una Epistemología caracterizada por un tipo de saber universal y necesario. En el siglo XVIII la Epistemología recibe un gran impulso con la obra “Discurso Preliminar a la Enciclopedia” de Epistemología DÁlembert. En el siglo XIX, aparece Dugald Stewart, con su obre filosofía del espíritu humano. En la misma forma el Discurso de la filosofía positiva de Augusto Comte, y el discurso preliminar al estudio de la filosofía natural de John Herscharl. Posteriormente aparece la obra de Berhard Bolzano, relativa a las ciencias formales, la lógica y la matemática, la “Wisseschartsll” (1837) y la obra de William Whewell, relativa a las ciencias naturales, titulada la filosofía de las ciencias inductivas, (1840). Ya hacia el año de 1900, aparecen ciertas posturas críticas ante lo que fue la ciencia clásica, lo cual originó un movimiento de gran importancia cuyo fin era hacer una fuerte “crítica de las ciencias” centrado en las investigaciones físicas y contra lo que pudiera ser la “ciencia dogmática”. Tale por ejemplo: H. Poincaré, P. Deum, G. Milhaud y E. Le Roy, Peirce, K. Pearson. Otros como los matemáticos se preguntaban por los principios de la matemática, tal G. Frege en Alemania y B. Russell en Inglaterra. Con todos estos esfuerzos la Epistemología se constituía como una disciplina de suma importancia y cobraba así un carácter definitivo. En esta forma la Epistemología se orientaba de hecho al conocimiento científico, al análisis lógico de la ciencia, dejando a un lado las otras teorías, precisamente por no ser científicas. L. Rougier, elabora al respecto una obra: Tratado del conocimiento, o Estructura del conocimiento científico, donde sostiene que no hay más que un tipo de conocimiento: el científico. Con esto se daba por establecido que es la misma ciencia la que debe establecer sus propias fronteras, y justificar sus propios fundamentos. Con esta actitud se rechazaba la pretensión de la filosofía de legislar para todas las ciencias y se formulaba la posibilidad de una indagación respecto de otras formas de conocimiento que estrictamente no son científicas. La teoría del conocimiento o gnoseología quedaba así separada de a epistemología. 97 Así planteadas las cosas, la Epistemología tiende a convertirse en una ciencia con sus propias especialistas, es un disciplina que se va desprendiendo de a filosofía para caer en manos de los científicos. La Epistemología, tendrá que resolver todas las dificultades internas que se presentan en los distintos campos de las ciencias particulares. Esto no significa en ningún momento, que la Epistemología, vaya a abordar problemas relativos a una filosofía de la ciencia, porque al lado de los problemas propios de las ciencias subsisten problemas que atañen a todas las ciencias en general, de esos problemas, como veremos, se ocupará la filosofía de las ciencias. Epistemología Jean Piaget considera que la Epistemología puede dividirse en tres grandes grupos cada uno de ellos con orientaciones definidas: a. Epistemologías Metacientíficas. 98 Son todas aquellas teorías que se han formulado partiendo sobre el modelo de una ciencia en desarrollo y que luego aspiran a convertirse en una teoría general del conocimiento. Trata de demostrar con esto, que las formulaciones hechas por las grandes teorías del conocimiento desde la antigüedad se montaron sobre el modelo de una ciencia y luego quisieron hacer válida esa teoría para todas las ciencias. Platón, estructurado en la matemática, que era un conocimiento que demostraba necesidad, universalidad e inmutabilidad, levantó su teoría de la ciencia y la generalizó. Tiene la convicción de que las estructuras matemáticas preexisten o que los entes matemáticos subsisten, no en lo sensible, sino en lo inteligible, es decir, en el mundo de las ideas. Todo conocimiento, debe tener necesidad, inmutabilidad, universalidad, pero estas características no pueden provenir del mundo sensible que es sombra, apariencia, mutabilidad; lo único que garantiza un tipo de conocimiento de tal naturaleza son las “ideas” que son inmutables y eternas. Aristóteles establece su teoría del conocimiento basándose en la Lógica y en la Biología. Las ideas o los conceptos, se explican a partir de las percepciones que tenemos de los objetos. Las ideas son como las “formas” del conocimiento, pero el mundo real también se especifica en formas que son las que dan las características y cualidades propias de cada cosa. Se hace indispensable que en todo conocimiento disociemos las formas de los contenidos. Las formas o estructuras de la mente son aptas para recibir cualquier contenido. Pero las formas son también las que sirven para la organización de los mismos cuerpos, la diferencia entre los distintos seres se establece a partir de las formas, tal como sucede en los seres vivos. Descartes, aspira a fundamentar la Filosofía sobre una base firme, sólida, que sea capaz de resistir la duda más radical; para ello, cree que el método más apropiado es el racionaldeductivo, que es el utilizado por las matemáticas. La matemática y la geometría analítica son el fundamento de la Epistemología moderna. Descubre la existencia del yo cognoscente (el sujeto que es fuente de construcciones) e introduce en conexión con la geometría analítica un paralelismo entre extensión y pensamiento. Las verdades matemáticas son las únicas que ofrecen universalidad y necesidad y solo se pueden justificar Epistemología desde la razón y no de la experiencia. Kant, toma como modelo de su teoría del conocimiento, la física de Newton, está convencido de que las ciencias deben estructurarse en principios necesario y universales, pero esa necesidad y universalidad no hay que buscarla en la experiencia sino en las estructuras puras a priori del sujeto cognoscente. Leibnitz, fuertemente influenciado por la lógica, la matemática, el cálculo y el álgebra, aspiraba a construir una ciencia a priori, independiente de la experiencia. Todo consistiría en un catálogo de nociones fundamentales, simples, evidentes y expresadas por símbolos de los cuales, combinándolos entre sí, podrían deducirse todas las ideas y todas las ciencias. La lógica sería, pues, una álgebra del pensamiento, un arte de invención o combinación. Todas las ciencias no serían más que ramas de la matemática y ésta se convertiría, en una especie de filosofía perennis o ciencia fundamental. b. Epistemologías Paracientíficas. Se originan en una crítica fuerte al conocimiento científico, a su método y a la pretensión de ser el único tipo de conocimiento válido, objetivo. Establecen por tanto, un método diferente para llegar a la obtención de conocimientos, es el método o la vía de la intuición, tal como lo proclaman H. Bergson, E. Husserl, Ravaisson, Etienne Boutroux. Jean b. Epistemologías científicas. Nacen de la reflexión sobre las ciencias. Explican el conocimiento científico, sus problemas internos. Tienden hacia una especialización del conocimiento, antes que a una generalización de una teoría. Tal, por ejemplo, las corrientes positivistas, que buscan delimitar las fronteras de la ciencia contra toda incursión de carácter metafísico. Su intención es fijar los principios y métodos de la ciencia. Esta era la intención de A. Comte, creía erróneamente que la ciencia solo se ocupaba de los fenómenos y no de la naturaleza de las cosas. En la misma forma, pensaba que la ciencia produce leyes e ignora por otra parte, la producción o causalidad de esas leyes. También se colocan en esta corriente el neopositivismo de Mach, con el fenomenismo sensorial y Scjlick con el logicismo. El primero basado en la percepción y el segundo basado en la lógica matemática. También representan avances, los trabajos de Antoine A. Cournot, filósofo de las ciencias, quien distinguió en la jerarquía de los conocimientos, la interpretación probabilística como fundamento de la inducción, y la demostración formal, producto solo de la lógica. León 99 Epistemología 100 Brunchvicg, nos habla de las etapas de la filosofía de la matemática, en función de su desarrollo mismo, a la vez que, hace un análisis de las raíces de la verdad aritmética, algebraica, geométrica, en el terreno de la psicología del sujeto. E. Cassirer, realizó trabajos sobre el conocimiento físico, matemático, químico, teniendo en cuenta el alcance de las teorías einsteinnianas en el campo epistemológico. Emil Mayerson, elaboró trabajos, sobre la discordancia entre la ciencia real y el positivismo, sobre la necesidad de la explicación causal y de la deducción, así como, sobre el papel de la identificación en la causalidad y en la deducción misma. G. Bachelard, sobresale por sus estudios en torno de la Física y la filosofía. Koyre, hombre de estructura matemática y además, gran historiador de las formas de pensamiento. La reflexión epistemológica en el interior de las ciencias, se presenta como un hecho nuevo e interesante en la Epistemología contemporánea, en efecto, en las ciencias, en su desarrollo se presentan ciertas crisis como consecuencia de la interpretación de los datos experimentales o por las mismas construcciones deductivas, ello obliga, a una crítica de los conceptos, métodos, principios, para determinar su valor epistemológico. En estos casos la crítica es instrumento de progreso científico. Se pretende así la organización de los fundamentos por las mismas personas que los están utilizando. Esta reflexión, crítica, interesa, a todas las disciplinas científicas o, por el contrario, puede ser de índole subjetiva, como cuando se presentan contradicciones entre el trabajo científico y la filosofía propia del investigador. La Epistemología interna a las ciencias, destinada a esclarecer los problemas fundamentales del conocimiento científico tiene un gran incremento en las matemáticas, especialmente, con Davi Hibert, Paul Bernays, Wilhelm Ackermann y Lutzen Brouwr. Esta epistemología matemática nació de los progresos de la logística y de los esfuerzos de los lógicos por reducir la matemática a una lógica, especialmente Frege, Whitehead y B. Russell. Como reacción a este propósito de reducción se levantó H. Poincaré y Ferdinand Gonseth. La física también hizo logros en el campo epistemológico, al tratar de resolver problemas interno, propios de una ciencia en desarrollo; tal como los problemas que surgieron con la teoría de la relatividad, lo mismo que los análisis de los fenómenos microfísicas, donde los conceptos habituales, como el continuo espacial y temporal, permanencia de los objetos, la causalidad determinista y hasta la objetividad en general, se Epistemología vieron totalmente cuestionados. El mundo microfísica parece regularse por normas muy distintas a las que rigen para el mundo macrofísico. Los problemas epistemológicos de la biología van surgiendo en la medida en que esta ciencia enfrenta los grandes problemas como los mecanismos de evolución, las relaciones entre el sujeto (biólogo) y el objeto (organismo) y las interacciones entre el organismo y el medio. En la misma forma se presentan problemas como la organización vital o fisiológica y su relación con la organización mental del sujeto cognoscente. Las ciencias humanas, por su parte, plantean grandes problemas, epistemológicos, especialmente en lo que atañe a los tipos de conocimientos propios de cada una de ellas. Así, como las relaciones entre la deducción y la experiencia, los modelos abstractos de esas disciplinas, los modos posibles de la adquisición del conocimiento por el sujeto en cada una de las etapas del desarrollo o como un sujeto socializado. En la misma forma otro de los grandes problemas es la sociología del conocimiento, donde se pretende explicar las estructuras mentales siempre con un fundamento de carácter social. 2.3 MÉTODOS EPISTEMOLOGÍA. DE LA La ciencia se nos presenta como un cuerpo de conocimientos respecto del mundo y de los hechos sociales. Se caracteriza por el empleo de un proceso investigativo, de una búsqueda progresiva de la verdad, y en esta forma viene a constituir una estructura en los conocimientos, provocada por la acumulación de verdades fundadas. En este sentido, las ciencias no solamente son un medio de conocimiento sino también un cuerpo de presuntos conocimientos. La importancia de la epistemología nace precisamente de ese hecho, porque ella tiene que referirse a los instrumentos que hacen válida la adquisición y convalidación del conocimiento científico a todos los medios de que se vale el científico para llegar al establecimiento de la verdad. Ella está interesada en mostrar el papel de la observación, del experimento, de la descripción y clasificación, el papel del razonamiento en la ciencia, la misma naturaleza de las hipótesis, el papel de las teorías y de las leyes, las condiciones y características del descubrimiento científico. “La búsqueda de la verdad entraña también la eliminación de la falsedad. 101 Epistemología En este sentido, la ciencia es un quehacer crítico no dogmático, que somete todos, sus supuestos a ensayo y crítica. Concebidas de modo amplio, las condiciones para originar y poner a prueba los presuntos conocimientos de la ciencia caen dentro del ámbito de la Epistemología de la ciencia”16. 102 Las diferentes epistemologías en alguna u otra forma, siempre han surgido de la reflexión sobre algún modelo de ciencia como es el caso de las teorías epistemológicas que han surgido en el campo de la Filosofía (metacientíficas) o, por el contrario, una epistemología puede desprenderse de las necesidades propias de una ciencia, de sus problemas internos, de la revisión de sus principios, de sus métodos y técnicas. De ahí que algunos escritores como Piaget, piensen que la Epistemología puede integrarse al sistema de la ciencia, porque ella posee sus métodos propios y tiende a delimitar sus problemas en tal forma que pueda tratarlos con procedimientos deductivos o experimentales, si quiere adquirir algún rasgo de objetividad. Las epistemologías filosóficas tienen un carácter reflexivo pero dan posibilidad a una demasiada intervención del aspecto subjetivo, mientras que las epistemologías nacidas de la necesidad de las ciencias, deben 16 Wartofsky, Marx. Introducción a la filosofía de la Ciencia. Editorial Alianza, Madrid. ajustarse a las condiciones del método científico. Ya hemos dicho que la Epistemología trata del conocimiento válido y que su función es la de ser una ciencia interdisciplinaria en cuando que aborda problemas de hecho y de validez de diferentes ciencias. Pero en Epistemología no puede darse por válido un método, una técnica o unos principios sino dentro de las necesidades de cada disciplina o, mejor, dentro de las necesidades propias planteadas por la región de lo real que manipula el investigador. Desde luego, que en todos estos planteamientos va implicada la Lógica pues de ella sería imposible prescindir ya que tiene que abordar problemas de validez formal y dificultades de carácter fáctico. Jean Piaget ha distinguido siguientes métodos de Epistemología: los la a. Método del Análisis Directo. Empleado para determinar las condiciones de conocimiento en determinados acontecimientos por medio de análisis reflexivo. Consiste en aplicar a un hecho determinado, la reflexión, para ver las condiciones de conocimiento que ese hecho como tal exige. Es así como se pueden Epistemología plantear problemas al sujeto que conoce, a la experiencia y a las construcciones deductivas. El método directo ha sido empleado por las epistemologías clásicas, o sea, las epistemologías de carácter filosófico, en las cuales se presentan problemas formales y materiales. Con este método se tiende a prolongar la actitud tradicional de reflexión sobre determinados modelos de ciencias para constituirlos luego en Teoría General del Conocimiento. Estudia la ciencia desde un punto de vista estático, sincrónico, no tiene en cuenta la dimensión temporal. b. Método Epistemológico Formalizante. Se refiere al análisis directo de los conocimientos para determinar condiciones formales y su relación con la experiencia. Por ejemplo, ¿el concepto de causa será una construcción puramente deductiva o engloba elementos de experiencia? Todo proceso de conocimiento supone un proceso de pensamiento, un razonamiento. Podemos estudiar el conocimiento bajo el aspecto de los juicios y razonamientos que lo han hecho posible, lo cual es una tarea de la Lógica. c. Método Genético Epistemológico Tiende a explicar el conocimiento en función de su propio desarrollo. En este caso podemos hablar de: 1. El método histórico-crítico. El cual parte de un cuerpo de doctrinas determinado al estudio retrospectivo que lo ha hecho posible. Le interesa una doctrina, pero en las causas que la hicieron posible; su interés está más en el desarrollo histórico que en los aspectos formales. Lo primordial es determinar la forma como procedieron los inventores de principios o la forma como llegaron a preparar un descubrimiento. Procura reconstruir los pasos que dieron los investigadores para llegar a postular determinada doctrina o teoría. Se hace pues importante saber determinar las experiencias a las que ellos acudieron, la forma como interpretaron los hechos y esto no es posible sino acudiendo a la Historia. Este método ha sido vigorizado con los aportes de Pierre Deum, Gaston Milhaud, Pierre Boitroux, León Brunschevucg, Emile Meyerson, Arnold Reymond, Alexandre Koyré, Gaston Bachelard, ha sido empleado en todos los campos, especialmente en Matemáticas y en Biología. 2. El método Sicogenético. Pretende valerse de los aportes de la Psicología. Como la Epistemología trata de las relaciones de conocimiento entre el sujeto y los objetos, lógico es que se presenten problemas de validez formal y problemas de orden fáctico relativos al sujeto. Se sabe que el objeto es conocido gracias a la experiencia, 103 Epistemología pero esa experiencia es siempre la de un sujeto. De ahí que lo más importante sea saber cómo es que el sujeto organiza esa experiencia. De aquí que los servicios que la Psicología puede prestar a la Epistemología, se basan ante todo en el análisis genético del desarrollo del pensamiento humano, mostrando en qué forma van progresando nuestros conocimientos en cada una de las etapas del desarrollo por las que atraviesa el individuo: desde la infancia hasta la edad adulta. 104 En el fondo estos métodos plantean la siguiente situación: la ciencia puede estudiar su estructura actual desde un punto de vista estático (sincrónico) o, por el contrario, atiende a su formación y desarrollo y en este caso sería diacrónico o evolutiva. En el primer caso utilizamos el método de análisis directo, en el segundo, el método histórico crítico que se interesa por el estudio del pasado o de los elementos que han contribuido al establecimiento de la ciencia. La Epistemología Genética por su parte, se relaciona con el método históricocrítico, ya que busca una explicación causal de las estructuras intelectuales del niño a través de su proceso de formación, así, la sicogénesis se complementa con la sociogénesis. 2.4 LA CIENTÍFICA. INVESTIGACIÓN La mayor parte de nuestros conocimientos andan en la esfera de la espontaneidad, de lo sensible. Es el conocimiento de la vida ordinaria, que no obedece a ningún tipo de control ni de método y que muchas veces no procura establecer conexiones o relaciones entre los distintos acontecimientos que se presentan. El saber científico es el que se ha obtenido mediante el empleo de un método. Por tanto, es un saber controlado, organizado. Es un saber de relaciones entre los distintos fenómenos de la naturaleza o de los procesos sociales. Este saber puede someterse a prueba, y se va superando paulatinamente por medio de la investigación. La ciencia es un tipo de conocimiento que todos los días se renueva a medida que surgen nuevos problemas y se buscan nuevas soluciones. La ciencia aborda problemas que de ninguna manera se plantean a quien vive de la experiencia vulgar, tal por ejemplo, la constitución del mundo microfísica, la naturaleza de las partículas elementales, los mecanismos de la evolución, la constitución de los cuerpos, etc. Epistemología A nivel de la experiencia existen una serie de creencias que carecen de fundamento real. Por el contrario, en el camino científico se aspira a ser racional y objetivo. Se somete a prueba lo que se afirma y se procura someterse siempre a los hechos, controlando así la subjetividad y las especulaciones que se realizan sin un fundamento real. científico? “Si la sustancia (objeto) no puede ser lo distintivo de toda ciencia, entonces tiene que serlo la forma (el procedimiento) y el objetivo: la peculiaridad de la ciencia tiene que consistir en el modo como opera para alcanzar algún objetivo determinado, o sea, en el método científico y en la finalidad para la cual se aplica dicho método”17. Los enunciados de la ciencia tienen que ser coherentes, bien fundados, y capaces de permitir la confrontación con los hechos. Esto sólo se consigue cuando se supera los límites de un conocimiento espontáneo. Para lograr ese objetivo la ciencia requiere de medios, de procedimientos adecuados, de organización y sistematización. En el conocimiento científico se procura eliminar toda interpretación que no esté dada por el hecho observado, es decir, cuando se hace ciencia se ha de acomodarse sólo a lo que los fenómenos ofrecen. No se permite buscar explicaciones que no estén contenidas en la experiencia. Se busca poner freno a especulaciones de carácter subjetivo, o a los prejuicios que tienen los investigadores, o a las influencias de la tradición o teorías diferentes al hecho científico. Charles Pierce y Mario Bunge, afirman que, frente al método científico, quedan sin valor una serie de método que son utilizados a nivel del conocimiento ordinario, pero que en el fondo sus postulaciones jamás se han sometido a una verificación para determinar la objetividad de sus planteamientos. Bunge nos dice que el método de los gustos como criterio de verdad, el dogmático, el método de las evidencias, el de la autoridad o el de utilidad, carecen de valor objetivo. En efecto, para algunos no hay más verdad que aquella que sea del agrado, del gusto de un individuo. Otros deciden el valor de un enunciado acudiendo a la autoridad. Generalmente, si un gran personaje hizo tal afirmación, es porque así debe ser, no queda más remedio que aceptarla. Los dogmáticos postulan verdades que deben ser así y que no requieren más que aceptación. La evidencia es criterio de objetividad para aquellos que creen que las Pero, ¿qué es lo que distingue de hecho un conocimiento del sentido común, de un conocimiento 17 Bunge, Mario. L investigación científica. Editorial Ariel. Barcelona. 105 Epistemología cosas son así porque sí las aprehendemos o las intuimos. Para otros, lo verdadero es sinónimo de último. 106 Charles Pierce nos habla del método de la tenacidad, donde los individuos se aferran a ciertas creencias porque piensan que siempre han sido verdaderos aunque la ciencia demuestre su carácter contradictorio. M. Cohen y E. Ángel, en su libro “Introducción a la Lógica y al Método Científico”, nos hablan del método intuitivo, donde basta que las verdades aparezcan como evidentes, sean racionales, para deducir su objetividad. Muchas veces, aunque la experiencia diga lo contrario, lo que es evidente racionalmente puede que no lo sea realmente. Todos estos métodos carecen de rigor en sus apreciaciones, de suerte que, no queda sino el método científico, que tiende a no aceptar nada como objetivo, aunque parezca evidente, mientras no haya sometido a prueba los enunciados y una vez contrastados, los da por válidos o los rechaza. “Obsérvese que no pretendemos que el pretendemos que el conocimiento científico, por contraste con el ordinario, el tecnológico, o el filosófico, sea verdadero. Ciertamente lo es con frecuencia, y siempre intenta serlo más y más. Pero la veracidad, que es su objetivo no caracteriza el conocimiento científico de manera tan inequívoca como el modo, medio o método por el cual la investigación científica plantea problemas y pone a prueba los soluciones propuestas”18. Lo que le importa al método científico no es descubrir verdades a todo momento sino, más bien, cuál ha sido el procedimiento para comprobar que un enunciado es así. a. Concepto de método científico. El método científico es nada más que un procedimiento, controlado, por medio del cual llegamos a saber plantear problemas científicos, formular las respectivas hipótesis frente a esos problemas y a comprobar o verificar dichas hipótesis. Es decir, que hecha una hipótesis, se requiere inmediatamente su sometimiento a prueba, a confrontación con los hechos. Si una hipótesis hace referencia objetos ideales, su prueba se estructura en la coherencia que posea respecto de determinados principios, axiomas. Si se refiere a hechos, su prueba estará determinada por la confrontación a través de la experiencia. Cada ciencia requiere de un método especial, de acuerdo a la naturaleza de los hechos que estudia. Pero los pasos que se han de dar están regulados. El punto de partida del método científico está en saber formular problemas: se parte siempre de un 18 Bunge, Mario. La ciencia, su método y su filosofía. Ediciones Siglo XX. Buenos Aires. Epistemología examen detenido de hechos, es decir, racionales como empíricas. Se pone de un cuerpo de conocimientos. la hipótesis a prueba (aquí entran en Dentro de esos hechos se descubre juego observaciones, experimentos, alguna incoherencia o dificultad. Se mediciones, diseños, etc.), se busca entonces formular esa clasifican, ordenan los datos, se incoherencia a nivel de problema. levantan estadísticas. Se contrasta la Luego viene la invención de hipótesis hipótesis con los resultados centrales, es decir, suposiciones o obtenidos, hasta elaborar los nuevos conjeturas acerca de los nexos entre conocimientos. distintos fenómenos; formuladas las hipótesis, se les buscan bases tanto Lo anterior puede ser diagramado sencillamente, así: Conjunto de conocimientos existentes. Hechos. Lagunas o incoherencias. Conocimiento obtenido. (lagunas) Se plantea el problema. Se formula la Hipótesis. Valoración de la hipótesis, con los resultados obtenidos. Mario Bunge trae el siguiente esquema del Método Científico: Se buscan fundamentos racionales y empíricos. Se prueba la hipótesis. 107 Epistemología Cuerpo de conocimiento disponible Hipótesis PROBLEMA Consecuencias contrastables. Nuevo cuerpo de conocimiento Estimación de Hipótesis. NUEVO PROBLEMA Técnica de Contrastación. Evidencia. 108 En el método científico no está permitido hacer formulaciones de tipo general sino que es necesario delimitar bien los problemas, especificarlos. En la misma forma, las hipótesis no son caprichosas, sino que deben tener algún fundamento, deben establecer relaciones precisas dentro de determinadas variables. Las hipótesis exigen una verificación fuerte y objetiva para que realmente se excluyan otras probabilidades. El método científico no pretende otra cosa que lograr eliminar toda apreciación subjetiva en el conocimiento del mundo y de los procesos sociales: “El método científico es un rasgo característico de la ciencia, tanto de la pura como de la aplicada: donde no hay método científico, no hay ciencia. Pero no es infalible ni autosuficiente. El método científico es falible: puede perfeccionarse mediante la estimación de los resultados a los que llega mediante el análisis directo. Tampoco es autosuficiente, no puede operar en un vacío de conocimientos, sino que requiere algún conocimiento previo que pueda luego reajustarse y elaborarse, y tiene que completarse mediante métodos especiales adaptados a las peculiaridades de cada tema”19. Esto nos da a entender que el método de la ciencia no es de por sí, 19 Bunge, Mario. La investigación científica. Ediciones Ariel. Barcelona. Epistemología seguro, sino más bien progresivo, sometido a renovaciones en la medida en que el mismo se corrige. Bertrand Rusell nos dice al respecto del método científico: “Para llegar a establecer una ley científica existen tres etapas principales: la primera consiste en observar hechos significativos; la segunda en sentar hipótesis que, si son verdaderas, expliquen aquellos hechos; la tercera, es deducir de estas hipótesis consecuencias que puedan ser puestas a prueba por la observación. Si las consecuencias son verificadas se acepta provisionalmente la hipótesis como verdadera, aunque requerirá ordinariamente modificación posterior, como resultado del descubrimiento de hechos 20 ulteriores” . En la ciencia, ni lo hechos ni las hipótesis están aislados sino que se dan en el mismo cuerpo del conocimiento científico. Un hecho adquiere valor en la ciencia, en cuanto apoya o destruye una ley, pues aunque la ciencia parte de hechos, no queda ligada a ellos sino que procura explicar el comportamiento de esos hechos mediante leyes. Lo que importa del método científico es su independencia respecto de aquello (material), que se estudia. Cada ciencia tendrá sus propios problemas y para ello debe utilizar 20 Rusell, B. La perspectiva científica. Editorial Ariel. Barcelona. prácticas o técnicas que se acomoden al objeto de estudio. Por ejemplo, un historiador tendrá que emplear recursos especiales para hacer su estudio. Pero si pasamos esas técnicas al matemático o al físico no le van a servir de nada. No obstante, todos ellos emplean el método científico. La finalidad de toda ciencia es encontrar estructuras generales o leyes en los casos particulares. Visto así el método científico, se llega a considerar que es la técnica o el procedimiento más adecuado, y desde luego, más seguro para penetrar en el conocimiento de las cosas y llegar a establecer teorías más o menos estables. El método científico rechaza o elimina todo procedimiento que busque manipular la realidad en una forma caprichosa, tratando de imponer prejuicios, creencias o deseos que no se ajustan a un control adecuado. El método científico se basa en los hechos, parte de ellos. Pero no se queda en ellos sino que los interpreta en forma conceptual hasta llegar a establecer pautas o leyes que sean capaces de explicar los fenómenos o los hechos en forma objetiva. Ahora, partir de los hechos no es como piensan algunos, que sea un simple contacto de los sentidos con la realidad: El fundamentar el conocimiento científico es un conjunto de sensaciones. Por el contrario, el método científico para entrar a 109 Epistemología 110 justificar un conocimiento objetivo empieza por cuestionar y analizar detenidamente el material que suministran los sentidos. Por eso, cuestionando, llega a estructurar problemas y con base a éstos busca hechos que se conecten o se relacionen adecuadamente. Prácticamente, los hechos de los que parte el método científico son proposiciones que pueden ser susceptibles de verificación o de pruebas. Estructurando un problema se empieza por sugerir soluciones que se convierten en hipótesis. Toda hipótesis es sugerida por una observación en los campos de la especialidad del investigador. Las hipótesis son la guía de la investigación pues una vez que éstas se han formulado, se buscan los soportes empíricos o racionales para llegar a establecer su respectiva prueba. Se puede observar que el método científico realiza un cuestionamiento de los hechos metódicos, sistemático y si en el desarrollo del procedimiento necesita abandonar una teoría lo hace con la convicción de que se está progresando en la búsqueda de soluciones. El ideal de la ciencia es, pues interconectar los hechos para, luego, establecer una conexión lógica a nivel de los juicios. La sistematización y la corrección continua son dos características de la investigación o método científico. Con ellos se supera todo dogmatismo o subjetivismo. El conocimiento sí visto no es más que un proceso dialéctico, donde los últimos hallazgos contienen mucho de los datos anteriores pero, a la vez, los superan porque logran una mejor adecuación del pensamiento con lo real. Se hace indispensable aclarar la significación del os términos empleados en los pasos del método científico: b. ¿Qué es PROBLEMA? el La ciencia no se puede reducir a colección de hechos. Se hace indispensable seleccionar esos hechos, organizarlos, relacionarlos, buscarles cierta consistencia. Hay conocimiento científico cuando a través del método científico se ha logrado acumular nuevos conocimientos, nuevas experiencias. La ciencia avanza en la medida en que logre plantearse y resolver problemas. Es más, el proceso del conocimiento se da en la medida en que se descubren, se aclaran y se resuelven nuevas dificultades. Ahora, la investigación no es otra cosa que problematizar aquello que para la mayor parte de las gentes, es de hecho aceptado. Un problema es una dificultad que se presenta en un cuerpo de conocimiento dado y que requiere de investigación para clararlo, para explicarlo. Epistemología Generalmente el problema se formula en forma de interrogación. Tratando de establecer relaciones de dos o más variables. Todo problema debe ser formulado en forma exacta, precisa, dejando a un lado toda ambigüedad o toda imprecisión. En la misma forma, al formular un problema, el científico detecta las posibilidades de que tenga una explicación a través de la experiencia. “Las tareas del investigador son: tomar conocimiento de problemas que otros pueden haber pasado por alto; insertarlos en el cuerpo del conocimientos e intentar resolver con el máximo de rigor y, primordialmente, para enriquecer nuestro conocimiento… La selección del problema coincide con la elección de la línea de investigación puesto que investigar es investigar problemas. En la ciencia moderna, la elección de grupos de problemas o de líneas de investigación está, a su vez, determinada por varios factores, tales como el interés intrínseco del problema según lo determina el estadio del conocimiento en cada momento, o la tendencia profesional de los investigadores afectados, o la posibilidad de aplicaciones, o las facilidades instrumentales y de financiación. Las necesidades prácticas son una fuente de problemas científicos. Pero el insistir exageradamente sobre la aplicación práctica (por ejemplo, la industria o la política) a expensas del valor científico intrínseco, es a largo plazo esterilizador; y el plazo largo es lo que cuenta en una empresa colectiva como la ciencia. En primer lugar, porque los problemas científicos no son propiamente problemas de acción, sino de conocimiento; en segundo lugar, porque no puede realizarse trabajo creador más que con entusiasmo, y el entusiasmo puede fácilmente faltar si la línea de investigación no se elige libremente movidos por la curiosidad. Por eso la primera consideración a la hora de elegir líneas de investigación debe ser el interés del problema o de mostrar que es irresoluble contando con los medios disponible”21. El problema, por tanto, es fundamental en el método científico porque, una vez planteado, conduce a la investigación y ésta ha de dar con la solución y así el conocimiento está en un proceso ascendente. 21 Bunge, Mario. La investigación científica. Ediciones Ariel. Barcelona. 111 Epistemología Problema. Investigación. c. La Hipótesis. Junto con el problema, las hipótesis constituyen la base de la investigación científica. Una vez que se ha determinado un problema, se intenta, desde luego, encontrar una solución de acuerdo a la naturaleza de ese problema. 112 La hipótesis no es más que una salida tentativa de aclaración entre dos variables y que es posible comprobarla a nivel de la experiencia. Es una solución provisional, posible, ante el problema que se ha planteado. Por ello habrá que mostrar la verdad o la falsedad de dichas hipótesis. Generalmente una hipótesis requiere de la ayuda de teorías para poder llegar a su comprobación. Hay que tener en cuenta que toda hipótesis requiere de datos, que acumulados, permiten mostrar la factibilidad de determinada hipótesis. Esto de las hipótesis nos muestra como aquellos pensadores que suponían que la verdad es una adecuación entre el pensamiento y el objeto y que creen que la realidad está ahí como dada, sufrieron cierta equivocación porque el proceso hipotético tiende a la interpretación Resultado. Nuevos conocimientos, aquí se responde a la causa que engendró el problema. real de los problemas sin la pretensión de llegar a un ajuste definitivo en el planteamiento de las dificultades; es decir, aunque encontremos soluciones a unos problemas, inmediatamente el proceso continúa al revertir en nuevas dificultades. La hipótesis es siempre un “supuesto”, premisas que se utilizan con una gran probabilidad de explicar adecuadamente un fenómeno o un problema, sólo el proceso demostrativo o de verificación nos dirá si eran objetivas o estaban mal planteadas. “En la ciencia se imponen tres requisitos principales a la formulación (que no es sin más la aceptación) de las hipótesis: (I) la hipótesis tiene que ser bien-formada (formalmente correcta) y significa (no vacía semánticamente); (II) la hipótesis tiene que estar fundada en alguna medida en conocimiento previo; y si es completamente nueva desde ese punto de vista, tiene que ser compatible con el cuerpo del conocimiento científico; (III) la hipótesis tiene que ser empíricamente contrastable mediante los procedimientos objetivos de la ciencia, o sea, mediante, la Epistemología comparación con los datos empíricos controlados a su vez por técnicas y teorías científicas”22. Esto significa que las hipótesis no se formulan caprichosamente sino que debe existir cierta lógica en su planteamiento, lo mismo en la viabilidad de su comprobación o contrastación con la realidad o con los datos empíricos. Las hipótesis se formulan con base a relaciones que el individuo establece frente a los datos que rodean un problema dado, ya sea por un proceso inductivo (generalizando casos), por un proceso deductivo (de axiomas, teoremas, etc.), por un proceso analógico (correlación entre los hechos), intuitivas (sin preparación, proceso espontáneo). Esto es lo que le da contextura y legitimidad a una formulación hipotética pues una hipótesis no se puede lanzar por puro capricho sino que hay ciertos fundamentos para ello. d. La Ley. Cuando se llega a la comprobación de una hipótesis podemos hablar de ley en el sentido de que toda ley obedece a hipótesis plenamente comprobadas, justificadas, verificadas, empíricamente. El significado de ley: “En estos campos ley cubre los siguientes conceptos: (I) esquema objetivo; (II) fórmula que intenta reproducir un esquema objetivo; (III) fórmula que se refiere a un esquema objetivo y a la experiencia; (IV) metaenunciado que se refiere a un enunciado legaliforme; y (V) regla basada en un enunciado legaliforme”23. La ley, de todas maneras, está indicando una especie de relación constante; ya sea en los fenómenos de la naturaleza, en los del comportamiento en los sociales. El sentido de la ley es permitirnos representar a nivel intelectivo la norma a que obedecen los diferentes fenómenos del universo. Descubrir las leyes de los fenómenos naturales es hacer ciencia. Los antiguos pensaban que podíamos hablar de ciencia, cuando, a nivel intelectivo, nos representábamos las esencias de las cosas, es decir, aquellos modos de comportamiento que son comunes a muchos seres. Hoy la aspiración del científico es explicar los fenómenos mediante la ley o la pauta que los regula: “una hipótesis científica (una fórmula fundada y contrastable) es una fórmula de ley si y sólo si, es general en algún aspecto y con algún alcance dominio, y pertenece a algún sistema científico”24. Toda ley debe generalizar de modo alguno ya que el 23 22 Bunge Mario. Op. Cit. 24 Bunge, Mario. Op. Cit. Idem. 113 Epistemología científico no se puede quedar sólo en la enumeración de casos o hechos particulares. Sino que mediante la ley nos manifiesta la forma como los hechos particulares en su forma de manifestarse pueden ser unificados en leyes que expresan precisamente eso: pautas generales. Ahora, la ley, para formularse necesita de una corroboración empírica; pero esto no significa que con posterioridad otros hechos puedan hacer indispensable su modificación. e. Teorías. 114 La ciencia no es caótica; todo lo contrario, plantea problemas, fórmula hipótesis, busca interpretar los fenómenos en leyes para terminar en la elaboración de teorías, es decir, conjunto de ideas sistematizadas, coherentes, relacionadas y que, como ya se ha dicho, son contrastables con la realidad. Las teorías realmente tienden a establecer relaciones entre las diferentes síntesis hipotéticodeductivas. “A medida que se desarrollo la investigación se descubren o inventan relaciones entre las hipótesis antes aisladas y se introducen hipótesis más fuertes que no sólo contienen las viejas sino que dan de sí generalizaciones inesperadas, como resultad de ello se constituye uno o más sistemas de hipótesis. Estos sistemas son síntesis que incluyen lo conocido, lo meramente sospechado y lo que puede predecirse acerca de un tema dado. Tales síntesis, caracterizadas por la existencia de una relación de deductibilidad entre alguna de sus fórmulas, se llaman sistemas hipotético-deductivos, modelos o simplemente teorías. Por ejemplo, de teorías científicas son la mecánica de Newton, la teoría evolucionista de Darwin y la teoría conductista de Hull”25. La ciencia debe ser sistemática. Establece vínculos entre las distintas hipótesis hasta formar un cuerpo unitario de interrelaciones entre hipótesis y principios más generales. La finalidad de las teorías la podemos resumir así: “(I) Sistematizar el conocimiento estableciendo relaciones lógicas entre entidades antes inconexas; en particular, explicar las generalizaciones empíricas derivándolas de las hipótesis a nivel superior. (II) Explicar los hechos por medio de hipótesis que impliquen las proposiciones que expresan dichos hechos. (III) Incrementar el conocimiento derivando nuevas proposiciones (por ejemplo, previsiones) de las premisas, en conjunción con información relevante. (IV) Reforzar, la contrastabilidad de la hipótesis sometiéndolas al control de las demás hipótesis del sistema. 25 Bunge, Mario. Op. Cit. Epistemología (V) Orientar la investigación, ya: a) mediante el planteamiento o la reformulación de problemas científicos fecundos, ya, b) mediante sugerencias sobre la recolección de nuevos datos que serían inimaginables son la inspiración de la teoría, ya c) inspirando nuevas líneas enteras de investigación. (VI) Ofrecer un mapa de un sector de la realidad, esto es, una representación o modelo (generalmente simbólico), de objetos reales, y no un mero sumario de datos y un procedimiento para producir datos nuevos 26 (previsiones)” . Como se ha venido manifestando, el conocimiento nunca es un hecho definitivo, en la misma forma las teorías tendrán reajustes, son susceptibles de renovación, caracterizada por la misma actitud de la ciencia de ser investigación abierta siempre a nuevas posibilidades. El progreso de la teoría va naciendo de su misma confrontación con la realidad. Lo que importa de la teoría es que con ella se intenta dar una explicación más o menos adecuada de una parte de la realidad desde luego que esa explicación no puede estar en contradicción con las leyes lógicas sino que, por el contrario, ellas es un cuerpo unitario y coherente. Los conceptos están conectados, no son ideas sueltas. En definitiva, la teoría se está nutriendo constantemente de datos empíricos y, a su vez, ella vuelve sobre esa 26 Bunge. Mario. Op. Cit. realidad para interpretarla o hacer sus respectivos ajustes. 115 Epistemología Datos = Mundo externo → Problemas → Hipótesis → Leyes → Teorías. Toda teoría pretende explicar un fenómeno real o, mejor, una parte de lo real. Pero en la misma forma en que procura interpretar la realidad se convierte en elemento que permite prever situaciones y, por lo tanto, lleva a la acción al individuo. Cuando se está en capacidad de una predicción a través de la ciencia podemos decir que se anticipa a un nuevo conocimiento y, por tanto se puede llegar a estar preparado para actuar: Teoría → Realidad → Acción 116 “Es posible, pues, apreciar dos puntos de vista distintos: por una parte, las teorías se conciben a veces como leyes de gran generalidad de las que pueden deducirse leyes de menor generalidad por un método de inferencia; por otra parte se distinguen netamente las teoría de las leyes en virtud de las aseveraciones existenciales de las primeras. Según el primer punto de vista las teorías son cómodos resúmenes de leyes empíricas, que también sirven para revelar que más habrá de cumplirse si se cumplen las leyes empíricas. Por ejemplo, puede ocurrir que, a partir de una generalización a un alto nivel, un conjunto de leyes, que por lo demás se distingan empíricamente resulten distintas descripciones posibles de un mismo dominio empírico, que la teoría permita concebir como referencia común de las distintas leyes. La teoría haría explícito, o revelaría, que entre las leyes particulares existe un isomorfismo, en función del cual pueda postularse que la inavariancia común indica un objeto común… El otro punto de vista distingue netamente entre leyes, de cualquier nivel de generalidad, y teorías porque estas últimas hacen la adicional y peculiar suposición (o conjetura) existencial (u ontológica) de que existen entidades de cierto tipo, a las que se referirían los términos teoréticos. El sentido en el que tales entidades teoréticas existan, atañe, pues, a una presunción ontológica, ausente en el otro punto de vista Epistemología acerca de las teorías como leyes de nivel superior”27. En muchas cosas las teorías son la forma adecuada de llegar a hacer comprensibles las leyes, es decir, a dar de ellas una explicación o interpretación adecuada. Por eso recibe el nombre también de modelo, marco conceptual o teoría propiamente dicha. En estos modelos teóricos para unos hay un conocimiento del modo de ser de las cosas reales, son maneras de captar los fenómenos naturales o sociales y por eso son susceptibles de confrontación; para otros, las teorías son construcciones ideales en cuanto guían la actividad imaginativa del hombre. Pero lo cierto es que la razón de ser de las teorías son los hechos reales porque de ellos son expresión. Es decir, que así como las leyes no se las damos a la realidad sino que ésta viene estructurada en pautas o normas y que, aunque no las conociéramos no por eso dejarían de funcionar, en la misma forma las teorías como explicativas de la forma como se comporta una determinada región de lo real tienen que tener un fundamento. Por eso la relación estrecha que existe entre teoría y 27 Cohen, M y E., Ángel. Introducción a la lógica y el método científico. Amorronú Editores. Buenos Aires. práctica. Lo que sí debemos aceptar es que las teorías no son definitivas como no lo es nada en el conocimiento sino que esos marcos teóricos se renuevan continuamente a medida que la realidad va siendo conocida en una mejor forma. La teoría es el resultado de todo un proceso y, a la vez, el punto de iniciación de nuevas experiencias en el campo del conocimiento. f. Concepto de ciencia. Ahora conviene explicitar el concepto de ciencia después de haber demostrado en forma rápida el proceso que sigue el método científico. La precisión, claridad, la coherencia, el mismo orden, son el producto de un método, el científico. Este es el método que pretende liberar al conocimiento de la subjetividad, de la simple creencia espontánea, para poner en una relación objetiva nuestra persona y el mundo que nos rodea. Es el método que concibe el conocimiento como algo progresivo y no como un estadio definitivo. Algunos definen, la ciencia mirando exactamente a lo que la ciencia hace. Por tanto, sería un tipo de conocimiento en el que se experimenta, se controla, se formula problemas se hacen hipótesis, se 117 Epistemología elaboran leyes y se establecen teorías. Aunque esto es cierto, sin embargo, se entremezclan el método y la ciencia propiamente dicha. 118 La ciencia es el resultado de la actividad del hombre pero no de cualquier tipo de actividad sino de una actividad ordenada (metódica) por medio de la cual se persigue el conocimiento objetivo del mundo. Ese conocimiento no es la simple experiencia ni los simples datos de los sentidos (aunque se acepten como punto de partida) sino que es un conocimiento intelectivo (racional) donde tienen vigencia las leyes y los principios generales, con lo cual se trata de un conocimiento coherente (sistemático), pero eso sí, con posibilidad de rectificación continua a medida que progresan los métodos de investigación. No cabe duda que la ciencia es un cuerpo de conocimientos que reproducen las leyes de los procesos naturales y sociales y que como expresión de ellos. La ciencia es susceptible de confrontación con esos mismos procesos. Esto es lo que le da carácter objetivo a la ciencia: su exactitud frente a tantos otros tipos de conocimientos que no gozan del rigor del método científico. “Lo que afirma la ciencia es: (I) que es más verdadera que cualquier modelo nocientífico del mundo; (II) que es capaz de probar, sometiéndola a contrastación empírica, esa pretensión de verdad; (III) que es capaz de descubrir sus propias deficiencias, y (IV) que es capaz de corregir sus propias deficiencias, o sea, de construir representaciones parciales de las estructuras del mundo que sean cada vez más adecuadas”28 Con esto, se desvirtúa la concepción que elaboraron los griegos de ciencia, como un conocimiento absoluto, necesario, universal e inmutable de las cosas. Este sería el concepto estático de ciencia frente al concepto de ciencia moderna que es profundamente dinámico, progresivo, ajustable a los nuevos descubrimientos. No es posible pensar en elaborar un concepto de saber completo acerca de lo real, sino, más bien, los diferentes enunciados científicos pueden poseer un grado de verdad y a medida que existan métodos más adecuados de investigación, se podrá intentar una mayor profundización en aquello que estudiamos. “La sistematización como ideal de la ciencia: el ideal de la ciencia es lograr una interconexión sistemática de los hechos. Las proposiciones aisladas no constituyen una ciencia. Son meramente una oportunidad para hallar su conexión lógica con otras proposiciones. 1. El sentido común se contenta con una variada colección de 28 Bunge, Mario. La investigación científica. Ediciones Ariel. Buenos Aires. Epistemología informaciones. Como consecuencia, las proposiciones que afirma son frecuentemente vagas, se ignora el ámbito de su aplicación y su compatibilidad suele ser muy discutible. Las ventajas de descubrir un sistema entre los hechos resultan obvias. Una condición para obtener tal sistema es introducir exactitud en las afirmaciones. De este modo queda bien definido el límite dentro del cual las proposiciones son verdaderas. Además, se eliminan de manera gradual las contradicciones interproposicionales, porque aquellas proposiciones que forman parte de un sistema deben apoyarse y corregirse mutuamente. Aumenta así la amplitud y la exactitud de nuestra información; de hecho, en estas dos características radica la diferencia entre el método científico y otros métodos. 2. Cuando una ciencia abandona una teoría para adoptar otra, como sucede con frecuencia, es un error suponer que ha entrado en “bancarrota” y que es incapaz de descubrir la estructura del dominio que estudio. Tales cambios indican, más bien, que la ciencia va concretando progresivamente su ideal, pues son el resultado de la corrección de observaciones o razonamientos anteriores, lo cual indica que poseemos hechos más confiables. 3. El ideal de construir un sistema exige que las proposiciones cuya verdad se afirma se vinculen entre sí sin introducir otras proposiciones que cuenten con elementos de juicio escasos o nulos a su favor. En un sistema, el número de proposiciones inconexas, y el de las que están sustentadas por elementos de juicio son mínimas; por consiguiente, se satisfacen en alto grado los requisitos de la simplicidad tal como lo expresa el principio de la navaja de Occam. Este principio establece que no deben multiplicarse las entidades más allá de lo necesario. Se lo puede interpretar como la exigencia de probar todo aquello que puede ser probado; y esto es lo que exige el ideal de la sistematización. 4. Los elementos de juicio a favor de proposiciones que forman parte de un sistema se acumulan más rápidamente que los elementos de juicio a favor de proposiciones aisladas. Los elementos de 119 Epistemología 120 juicio a favor de una proposición pueden provenir de sus propios casos verificadores o de los casos verificadores de otras proposiciones vinculadas con la primera dentro de un sistema. Este carácter sistemático de las teorías científicas es lo que da probabilidades tan elevadas a las diversas proposiciones individuales de una ciencia. cánones mismos de la investigación se descubren en el proceso de reflexión y, en el transcurso de aquella es posible modificarlas. Gracias a su propia aplicación continua, el método permite la observación y corrección de 29 errores” . Naturaleza autocorrectiva del método científico: La ciencia no desea convencer de la verdad de sus proposiciones de cualquier manera y a cualquier precio. Las proposiciones deben tener el apoyo de elementos de juicio lógicamente aceptables, valoradas cuidadosamente y puestas a prueba por los cánones conocidos de las inferencias necesarias y la inferencia probable. Se sigue de esto que el método de las ciencias es más estable y más importante para los hombres de ciencias que cualquier resultado particular logrado por su intermedio. La ciencia es un conjunto de conocimientos que se formulan a nivel de ideas, juicios y raciocinios, plenamente organizados, coherentes, que se caracterizan por su objetividad y que a la vez son, susceptibles de ser confrontados con los hechos reales pero que en ningún caso, son conocimientos definitivos. 1.En virtud de este método, la empresa científica es un proceso autocorrectivo. No apela a ninguna revelación o autoridad especial cuyos dictámenes sean indudables y definitivos. No pretende poseer infalibilidad, sino que se basa en las técnicas apropiadas para desarrollar y poner a prueba hipótesis con el fin de lograr conclusiones seguras. Los Si se trata de precisar un poco más el concepto de ciencia se podría hacer de la siguiente manera: “La ciencia es una actividad humana y posee sus raíces en las capacidades humanas corrientes que todos compartimos. Con todo lo familiar y obvio que esta verdad es, su importancia suele desdibujarse en muchas de nuestras definiciones de la ciencia y en nuestra actitud hacia ella. Según un punto de vista corriente y, en general, acertado, la ciencia constituye un cuerpo organizado o sistemático de conocimientos que hace uso de aquel tipo de conocimiento acerca del cual puede alcanzarse un acuerdo universal por parte de los científicos que comparten 29 Cohen, M y E., Ángel. Op. Cit. Epistemología un lenguaje (o lenguajes) y unos criterios comunes para la justificación de presuntos conocimientos y 30 creencias” . Por su parte, Mario Bunge nos dice lo siguiente en lo que respecta a la ciencia: “Mientras los animales inferiores sólo están en el mundo, el hombre trata de entenderlo y, sobre la base de su inteligencia imperfecta, por perfectible del mundo, el hombre intenta enseñorearse de él para hacerlo más confortable. En este proceso, constituye un mundo artificial: ese creciente cuerpo de ideas llamado “ciencia”, que puede caracterizarse como conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y por consiguiente falible. Por medio de la investigación científica, el hombre ha alcanzado una reconstrucción conceptual del mundo que es cada vez más amplia, profunda y exacta. Un mundo le es dado al hombre; su gloria no es soportar o despreciar este mundo, sino enriquecerlo construyendo otros universos. Amansa y remoldea la naturaleza sometiéndola a sus propias necesidades; construye la sociedad y es a su vez construido por ella; tratando luego de remoldear este ambiente artificial para adaptarlo a sus propias necesidades animales y espirituales, así como a sus sueños: crea así el mundo de los artefactos y el mundo de la cultura. La ciencia como actividad –como investigaciónpertenece a la vida social; en cuanto se la aplica al mejoramiento de nuestro medio natural y artificial, a la invención y manufactura de bienes materiales y culturales, la ciencia se convierte en tecnología. Sin embargo, la ciencia se nos parece como la más deslumbrante y asombrosa de las estrellas de la cultura cuando la consideramos como un bien por sí mismo, esto es, como un sistema de ideas establecidas provisionalmente (conocimiento científico), y como una actividad productora de nuevas ideas (investigación científica)”31. Es de suma importancia la consideración de la ciencia como un producto social porque realmente en el proceso investigativo está patentado el esfuerzo colectivo de los hombres que buscan, no solamente hallar la verdad de las cosas, sino que una vez hallada ésta, debe tener una relación inmediata con el mejoramiento de las condiciones de vida del hombre. Esto hace que los mismos científicos comprendan la responsabilidad social, en el sentido de cooperación en los planes por la estructuración de una sociedad cada vez más equilibrada, más justa, donde el hombre pueda vivir dignamente, es decir, como hombre, como ser de derechos y no esté sometido a condiciones infrahumanas, muchas veces con la 31 30 Wartofsky, Marx. Op. Cit. Bunge Mario. La ciecnia su método y su filosofía. Ediciones Siglo XX. Buenos Aires. 121 Epistemología indiferencia de quienes pudieran resolver estas anomalías. La ciencia no puede convertirse en propiedad de una minoría, separándose de su verdadero sentido que es la superación del hombre en todos sus aspectos. 122 El esfuerzo humano continuo, es el que le da a la ciencia el carácter de desarrollo permanente, donde las experiencias, las ideas, los esfuerzos pasados son el elemento básico sobre el cual ha de construirse la nueva interpretación. “La ciencia es un cuerpo de conocimientos en constante desarrollo formado por fragmentos de las reflexiones y las ideas, pero en grado mayor de la experiencia y de las acciones, de una amplia corriente de trabajadores y de pensadores. No es suficiente conocer lo que ya es conocido: para que un hombre pueda ser calificado de científico es necesario que añada algo propiamente suyo al fondo común. La ciencia es, el cualquier momento, el resultado total de la ciencia habida hasta ese instante. Semejante resultado, sin embargo, no es algo estático. La ciencia consiste en algo más que en la reunión completa de todos los hechos conocidos, de todas la leyes, de todas las teorías. En realidad un descubrimiento constante de hechos, leyes y teorías nuevas que critica y con frecuencia destruye mucho de lo construido. El edificio del saber científico no se detiene jamás en su crecimiento. Podríamos decir que efectúa reparaciones constantemente, pero que nunca deja de utilizarse”32. Se ha descartado la posibilidad de que la ciencia sea interpretada simplemente como acumulación de hechos, de datos. Por el contrario, la ciencia como instancia crítica-racional tiende a ordenar y sistematizar el saber en forma coherente, lógica. 32 Bernal, John. Historia social de la ciencia. Ediciones Península. Barcelona. Epistemología Esquema sobre el concepto de ciencia: La ciencia es: Un cuerpo → De conocimientos → Unidad coherente, interrelacionada. Racionales: se da a nivel de Conceptos, juicios, raciocinios. Organizados . → Sistematizados. Objetivos. → Controlables con lo real. Ampliativos. → Se renuevan continuamente. De lo real. → De la naturaleza y hechos sociales. En el que se indican. → Precisan. Las pautas generales. → Leyes. De los fenómenos naturales y sociales. → g. División de la ciencia. Toda clasificación de las ciencias tiende a buscar los vínculos entre las diferentes formas del saber, establece nexos con base a principios lógicamente fundamentados. Esto implica el objeto propio de cada ciencia y sus relaciones con otras áreas; el método o las condiciones que exige cada ciencia al enfrentar su objeto y, los propósitos para los cuales produce el hecho de investigación. En la antigüedad se dividían las ciencias de acuerdo al objeto de estudio, se habló entonces de la Física, que estudiaba la De lo real. naturaleza; la Ética que estudiaba la sociedad, la Lógica que hacía referencia al pensamiento. Aristóteles fue el primero en intentar una clasificación de las ciencias: tomó como punto de partida lo que cada ciencia se proponía: ciencias teóricas que se ocupan del a verdad: Física, Matemática, Metafísica; ciencias prácticas que establecen pautas de comportamiento: Economía, Política, Moral, ciencias poéticas cuyo fin es la creatividad: Poesía, Literatura, Retórica, Dialéctica. Tanto la Edad Antigua como la Medieval, consideran la 123 Epistemología Filosofía como la ciencia fundamental de todas las ciencias particulares. 124 A partir del Renacimiento hasta el s. XVIII, comienza la independización de las ciencias, cada una cobra cuerpo aparte de la Filosofía, establece su método y su objetivo. Se habla de la Matemática, de la Astronomía, de la Física. Francisco Bacon, hace una clasificación tomando como base las facultades del hombre, con lo cual le da un carácter subjetivo a las ciencias: ciencias de la memoria (historia), ciencias de la imaginación (poesía, épica, dramática), ciencias de la razón (filosofía). En el s. XIX Ampére hace una clasificación con base al objeto de cada ciencia: ciencias cosmológicas (estudian la materia) y ciencias zoológicas (estudia el espíritu), subdividen cada una de ellas en diferentes partes de acuerdo a la estructura de la materia (orgánica, inorgánica) o del espíritu (individual o colectivo). Augusto Comte demuestra como las ciencias dependen unas de otras, llegando a establecer una jerarquía entre las distintas ciencias, de acuerdo a su mayor o menor grado de complejidad y dependencia: Matemática, Astronomía, Física, Química, Fisiología,, Sociología; la matemática sería el fundamento de todas las ciencias por ser la más simple y universal de todas las ciencias. Las ciencias formales son base de las ciencias fácticas, idea que predominó en toda la Filosofía moderna. Hegel, hará una clasificación de acuerdo a las exigencias del espíritu absoluto: la Lógica (ser en sí para sí), la Naturaleza (alienación del espíritu) y la Filosofía del Espíritu recobrado para sí). Marx, al considerarse como el descubridor de las leyes de la dialéctica, que para él son las leyes más generales de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento, establecía el fundamento teórico de las ciencias: Ciencias de la naturaleza, ciencias de la sociedad y ciencias del pensamiento. En la actualidad Mario Bunge, ha establecido la siguiente clasificación de las ciencias, basándose en el objeto de estudio de cada ciencia; según esto, hay ciencias que se dedican al estudio de relaciones lógicas y reciben el nombre de ciencias formales, o, por el contrario, estudian los hechos reales y reciben el nombre de ciencias fácticas: Epistemología Lógica. Formal. Ciencia. Física. Natural. Química. Biología. Factual. Psicología social. Psicología individual. Psicología. Cultural Economía. Ciencia política. Las ciencias formales se interesan por entres ideales, así se trate de abstracciones que se realicen a partir de lo real. La matemática y la Lógica, no se interesan por el estudio de cosas, de situaciones, de hechos sino por las formas y en tal sentido esas formas se pueden aplicar después de cualquier tipo de contenido. Las ciencias fácticas, por el contrario, se preocupan de hechos, de cosas reales, de procesos y debido a esto requieren de la experiencia y del experimento para comprobar sus hipótesis. Las ciencias formales acuden a la lógica, pero no requieren de la experiencia, utilizan la deducción, buscan la coherencia de los enunciados con principios previamente establecidos. Las ciencias fácticas deben verificar, contrastar lo que dicen. Sólo los hechos pueden aprobar o descartar una hipótesis. Historia material M. B. Kedrov y A. Spirkin nos ofrecen Historia de las ideas. una clasificación más amplia de las ciencias: Ciencias filosóficas: Dialéctica. Lógica. 125 Ciencias matemáticas: Matemática (cibernética) Lógica matemática. práctica. Ciencias naturales y técnicas: Mecánica. Mecánica aplicada. Astronomía. Astronáutica. Astrofísica. Epistemología 126 Física. Lingüística. Física técnica. Fisicoquímica. Psicología y pedagógicas. Química física. Química y ciencias químicotecnológicas. Metalurgia y minería. Geoquímica. Geología. Pablo Tillic elaboró una clasificación en: Sistema de las ciencias, según los objetos y los métodos. Las ciencias en forma general serían o del pensamiento (ideales), o de lo real (existenciales), o de lo espiritual (normativas). Ciencias del pensamiento: Geografía. Bioquímica. Biología y agropecuarias. ciencias Fisiología médicas. ciencias ciencias y Lógica. Matemática. Ciencias reales (existenciales). Antropología. Ciencias Sociales: Ciencias legales. - Física – matemática. - Mecánica – dinámica. Historia. - Química – mineralogía. Arqueología. - Geología. Etnografía. - Geografía. Geografía económica. Estadística social. económica- Ciencias de las formas. - Orgánicas. Política. Economía. Jurisprudencia. - Biología. - Psicología. - Sociología. Epistemología - Técnicas. - Técnicas formativas - Física. - Jurisprudencia. - Ética. - Filosofía de la religión. - Química. - Mineralogía. Augusto Messer hace una clasificación dividiéndolas en ciencias ideales, ciencias reales, dentro de las cuales encontramos las ciencias naturales y sociales, para terminar en la metafísica. - Farmaceútica. - Técnicas evolutivas. - Medicina. - Veterinaria. - Pedagogía. Ciencias ideales. - Políticas. Ciencias de consecuencias. - Historia. - Etnología. - Lingüística. - Filología. las Lógica. Matemáticas. Ética (formal). Estética (formal). Ciencias reales. Ciencias espirituales o normativas. - Física, astronomía. - Geología. - Geografía. - Paleontología. - Biología. - Botánica. - Zoología. Teóricas. - Ciencias naturales. Teoría conocimiento. - Estética. - Metafísica. Prácticas. del 127 Epistemología - Antropología. - Psicología aclarativa. Ciencias sociales. - Psicología comprensiva. - Sociología. - Jurisprudencia. - Ciencias políticas. - Economía. - Historia. - Etnología. - Etnografía. - Ciencias lingüísticas. - Ciencias literarias. - Ciencias del arte plástico y de la música. - Ciencias de la religión. 128 Metafísica. - Ontología. - Teoría conocimiento. - Filosofía natural. - Filosofía cultural. del Epistemología 1. ¿Qué diferencias puede hallar entre las teorías filosóficas del conocimiento y una teoría científica del conocimiento? 2. Diferencia las Epistemologías metacientíficas, paracientíficas y científicas. 3. En su concepto, ¿qué es lo que distingue un conocimiento espontáneo de un científico? 4. ¿Cuáles son los pasos del método científico? 5. Mediante un ejemplo, trate de explicar en qué consiste el problema, la hipótesis, la ley y la teoría. 6. Describa lo que caracteriza a la ciencia. 7. ¿Cuáles son los métodos de la Epistemología? 8. ¿Cómo podríamos dividir las ciencias? 129 Epistemología Ciencia es el intento de hacer que la caótica diversidad de nuestra experiencia sensorial se corresponda con un sistema de pensamiento lógicamente uniformado....... Las experiencias sensoriales son la materia dada al sujeto, pero la teoría que las interpretará es una construcción del hombre..." (Einstein, 1940). El argumento deductivo se contrapone al método inductivo, en el sentido de que se sigue un procedimiento de razonamiento inverso. En el método deductivo, se suele decir que se pasa de lo general a lo particular, de forma que partiendo de unos enunciados de carácter universal y utilizando instrumentos científicos, se infieren enunciados particulares, pudiendo ser axiomático-deductivo, cuando las premisas de partida están constituidas por axiomas, es decir, proposiciones no demostrables, o hipotéticos-deductivo, si las premisas de partida son hipótesis contrastables. 130 Este enfoque inductivo de ciencia empezó a derrumbarse gradualmente en la segunda mitad del siglo XIX bajo la influencia de los escritos de Match, Poincare y Duhem, a principios de nuestro siglo empezó a tomar una visión prácticamente opuesta en los trabajos del Círculo de Viena. Algunos autores contemporáneos han criticado duramente esta metodología (Hempel, 1966, pp. 11-12; Medawar, 1969, pág.40) argumentando una serie de cuestiones que ponen en duda su eficacia, como la imposibilidad de recopilar todos los hechos relacionados con el fenómeno en el que estamos interesados o el hecho de que la experimentación sea sólo utilizada como un simple procedimiento para generar información. Epistemología LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA. Tras el rico período del Renacimiento, durante el cual Europa entró en contacto con la ciencia de la Antigüedad, la primera mitad del siglo XVII es de una importancia capital en la historia del pensamiento científico pues ve nacer una nueva ciencia, moderna, experimental y cuantitativa, que se desarrollará en los siglos siguientes. Los progresos realizados en las matemáticas son importantísimos: nacen o se renuevan el álgebra, la teoría de los números, el cálculo de probabilidades, la geometría proyectiva y el cálculo infinitesimal. Las matemáticas se aplicarán a las diversas ramas de las ciencias físicas: a la dinámica, constituida en ciencia autónoma desde Galileo a Newton; a la mecánica celeste, cuyos principios fundamentales formularon Kepler y Newton con los precedentes copernicanos, y a la óptica. En el campo experimental se produjeron también enormes progresos gracias a la invención de las lentes y del microscopio, al descubrimiento de las leyes de la óptica geométrica y al estudio de fenómenos magnéticos y eléctricos. En medicina se descubre la circulación mayor de la sangre y se desarrolla la anatomía microscópica. Durante el siglo XVII se sustituyó la física de las cualidades por la física cuantitativa, el cosmos jerarquizado y cerrado por un Universo indefinido y el mundo sentido de la percepción inmediata por el mundo pensado del matemático. Todo eso era nuevo entonces y para descubrirlo era necesario que se produjera una verdadera revolución, mirar el mundo con ojos nuevos. En efecto, estos progresos no se entenderían sin la profunda transformación de las mentalidades y los métodos científicos y sin la participación de investigadores audaces, todos ellos creadores de la ciencia moderna: Kepler, Galileo, Malebranche, Fermat, Leibniz, Newton, Bacon, Harvey, Napier, Pascal, Descartes, Gassendi, Torricelli y otros. El gran mérito de esos científicos fue que descubrieron y establecieron los principios y las bases de la ciencia moderna. En el terreno de los descubrimientos su aportación fue impresionante: las leyes de Kepler, la mecánica de Galileo, el sistema circulatorio de Harvey, la geometría de Descartes, la geología de Stenon, la óptica astronómica de Newton, etc. ¿Cómo se lograron esos resultados? La solución consistía en derrocar la idea de investigación y de ciencia que reinaba desde Aristóteles, atacar directamente su doctrina, sustituir el milagro griego por una nueva forma de contemplar la Naturaleza. La nueva ciencia fue instaurada al margen de la enseñanza oficial. Esto puede apreciarse, en primer lugar, en la diversidad de ocupaciones y en el origen social de los científicos y, en segundo lugar, en las condiciones en que llevaron a cabo su labor científica. Los críticos de la situación en que se encontraba la enseñanza científica a principios del siglo XVII coinciden en gran medida en el diagnóstico de sus dolencias. El crítico más sistemático fue Francis Bacon. En su obra "Advancement of learning" (1605) y más tarde en su "Novum organum" (1620), así como en el prefacio de la 131 Epistemología 132 "Instauratio magna" (1620), ofrecía un diagnóstico mediante la interpretación de la historia del movimiento científico. En su opinión, sólo habían existido tres sociedades en las cuales, durante un corto espacio de tiempo, las ciencias progresasen: Grecia, Roma y la Europa de su tiempo. Pero aún en esos períodos favorables los avances habían sido vacilantes. Propugnaba como método de investigación una indagación de la naturaleza de tipo experimental. El fracaso de las ciencias teóricas para acrecentar sus conocimientos mediante la investigación lo comparaba Bacon al fracaso del sistema universitario de su época. Científicos como Descartes y Torricelli urgían, por su parte, a que se procediese a una mayor extensión de los estudios científicos en las universidades y a una mayor dotación económica a los investigadores. Sin embargo, y pese a los críticos del sistema educativo universitario, los grandes hombres de ciencia fueron, sin excepción, graduados universitarios. Fueron las instituciones educativas tradicionales las que formaban a los hombres. De los estudios obligatorios de la lógica de Aristóteles y su física aprendieron los elementos de un sistema teórico científico, adquirieron una experiencia técnica y desembocaron en una nueva filosofía. Si es verdad que los graduados universitarios adquirieron una formación técnica fuera de la universidad, fue la formación universitaria recibida la que les hizo comprender la importancia de crear no sólo una tecnología científica, sino una nueva filosofía experimental. La ciencia teórica mantenía aún su estructura tradicional en el "quadrivium" (aritmética, música, geometría y astronomía) para formar a la juventud en la virtud por medio de las humanidades, que se enriquecían con algo de óptica. Se estudiaba también medicina y física. La enseñanza tradicional de estos contenidos se reducía a la lectura y comentario de las obras de Euclides, Tolomeo, Aristóteles, Galeno y, cuando las circunstancias eran propicias, de autores más recientes. En 1650 ninguna universidad se había reorganizado conforme a los deseos de los innovadores. Las aportaciones oficiales se redujeron a la creación de nuevas cátedras y de algún material (físico, astronómico o botánico). FUNDAMENTOS DE LA NUEVA FILOSOFÍA. En su "Saggiatore" (1623) Galileo escribía lo siguiente: "La Naturaleza está escrita en lenguaje matemático". La fórmula es realmente revolucionaria, pues el concepto antiguo de Naturaleza como organización de sustancia, de formas y de cualidades, es sustituido por uno nuevo: la Naturaleza como conjunto coordenado de fenómenos cuantitativos. Y no sólo se modifica el concepto acerca de la Naturaleza, sino también el de investigación científica de la misma. En efecto, uno de los cambios de actitud más característicos de la nueva investigación científica fue el de buscar la comprensión de la Naturaleza no por la observación inmediata, sino por las subyacentes estructuras matemáticas y Epistemología mecánicas, tratando de descubrir, mediante análisis teóricos sistemáticos y cuantitativos, la auténtica estructura del mundo real. Para Galileo y sus coetáneos, la física aristotélica, todavía dominante en los círculos universitarios a principios del siglo XVII, no sólo era inexacta sino errónea. Y por ello tomaron la decisión de rechazarla. Las palabras de Galileo podrían ser propiedad de cualquiera de aquellos científicos: "la ciencia está escrita en el más grande de los libros, abierto permanentemente ante nuestros ojos, el Universo, pero no puede ser comprendido a menos de aprender a entender el lenguaje y a conocer los caracteres con que está escrito. Está escrito en lenguaje matemático y los caracteres son triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las que es humanamente imposible entender una sola palabra; sin ellas uno vaga desesperadamente por un oscuro laberinto...". Una vez que se aceptó esta propuesta de Galileo nació la nueva física, como el estudio de las propiedades primarias y reales, matemáticas y mecánicas, en profundo contraste con la física aristotélica. Al formular explícitamente el programa metodológico de la nueva física, entendida como búsqueda de leyes primarias de la Naturaleza y de los procesos subyacentes que producen las apariencias de las cosas, la nueva filosofía científica introducía un cambio sistemático en los interrogantes planteados a la Naturaleza y en los criterios para aceptar las conclusiones. La novedad, por consiguiente, de la nueva filosofía radicaba en el intento de utilizar los éxitos del análisis experimental, matemático y cuantitativo, como el único criterio para decidir sobre las conclusiones acerca de la naturaleza de las cosas. Esto cambió la imagen, no sólo del Universo, sino de sus partes. En lugar del modelo orgánico del cosmos aristotélico, con partes relacionadas con el todo, el Universo era contemplado como una gran máquina automática. "Lo que yo pretendo -escribía Kepler- es demostrar que la máquina celeste no debe compararse a ningún ser viviente de carácter divino, sino a un aparato de relojería... porque casi todos sus movimientos tienen lugar merced a una simple fuera magnética, del mismo modo que en un reloj todo depende de un simple peso. Además, yo demuestro que estos conceptos físicos pueden expresarse a través del cálculo y de la geometría". Las "Dioptrice" de Kepler (1611), los "Discorsi" de Galileo (1638), el "Horologium oscilatorium" de Huygens (1673) y los "Principia matemática" de Newton (1687), son ejemplos sobresalientes de tratados presentados en estilo geométrico que, partiendo de una serie de primeros principios -axiomas, definiciones, postulados e hipótesis-, abordaban resultados eficientes. El problema residía en descubrir estos principios en las relaciones causales de las propiedades primarias y en que las especulaciones a priori no se contradijesen con los datos de la experiencia. Los autores de la época vieron en este proceso de investigación (por el que el Universo observado era primero anatomizado y después racionalmente reconstruido de acuerdo con los principios descubiertos) una estructura definida, a la que Galileo y Castelli llamaron método resolutivo y compositivo, que derivaba de 133 Epistemología 134 la lógica que se enseñaba en Pisa y en Padua en el siglo XVI. Descartes, después, aplicó los términos de análisis y síntesis. Dicho de otra manera, se partía del análisis del problema objeto de estudio antes de abordarlo experimentalmente. A la luz de este análisis teórico antecedente, podían ser individualizadas posibles situaciones experimentales en las que, modificando uno a uno los factores causales considerados esenciales, se forzaba a la Naturaleza a responder a preguntas que la simple observación no habría podido resolver. El objetivo común de los científicos era, en consecuencia, demostrar cómo podían determinarse relaciones causales irrefutables entre los distintos fenómenos, considerando que las causas eran la estructura abstracta subyacente bajo las propiedades primarias. De ese modo, Bacon hizo una importante contribución a la lógica de la investigación con la sistemática exposición de su método de eliminación en el "Novum Organum" (1620). La verdadera inducción de Bacon se basaba en reunir ejemplos de un determinado fenómeno (en su caso, el calor), que clasificaba en tablas (de ausencia y presencia, de desviación o ausencia en la proximidad y de grados de comparación). La inducción consistía en el rechazo de una relación causal entre fenómenos que no estuviesen a la vez ausentes o presentes. Por su parte, la contribución hecha por Descartes difirió bastante de la realizada por Galileo o Bacon. El pensamiento de Descartes representó un gran impacto para sus coetáneos, de influencia duradera gracias a la publicación de su "Principia philosophiae", en los que intentó una reducción completa de todas las formas del cambio físico a una sola: el movimiento. La base de la reducción de Descartes estribaba en la división del mundo creado en dos esencias o naturalezas simples mutuamente excluyentes: la extensión y el pensamiento. Puesto que el mundo material no es más que extensión, de la que el movimiento es un modo de ser que se presenta en diversos estados de complejidad, las leyes de la Naturaleza se identifican con las leyes del movimiento. La nueva filosofía de Galileo, Kepler, Bacon y Descartes liberó a las ciencias naturales de sus antiguas ligaduras y las sometió a los hechos y a un mayor rigor en la apreciación de la exactitud matemática como algo distinto de la argumentación teórica. Esto condujo a poner cada vez más énfasis en la precisión, tanto en el cálculo como en la observación, y a enriquecer los sentidos con instrumentos u órganos artificiales. A este respecto, la primera mitad del siglo XVII estaba destinada a revelar el latente poder de tales instrumentos más que a aplicarlos. Así, en 1610 se usaba una especie de microscopio; en 1603 Galileo ideó un termómetro de aire y perfeccionó el telescopio; hacia 1640 el barómetro tuvo una notable importancia y el péndulo fue incorporado hacia 1656 por Huygens. CONDICIONES DE TRABAJO. Epistemología En cualquier caso, la situación era muy distinta según los países. Hasta mediados del siglo XVII la primacía la tuvieron las ciudades italianas, que conservaban la hegemonía a la hora de ofrecer la más acabada formación científica en sus instituciones y en donde, desde el siglo XVI, una rica y emprendedora burguesía estaba interesada en los progresos de las ciencias. Más que en ningún otro lugar, las ciudades y las universidades italianas de vieja tradición autónoma como Padua, Pisa, Bolonia, Pavía y Florencia intentaban acaparar para sí los sabios de mayor renombre que hubiese en Occidente, atraídos, además, por príncipes y mecenas laicos y eclesiásticos. El italiano y el latín eran consideradas, de esta manera, las primeras lenguas científicas, de tal manera que los científicos franceses, alemanes, holandeses e ingleses las conocían y sus impresores las utilizaban en las ediciones de mayor difusión. Fuera de Italia, las universidades que más cultivaron las ciencias fueron las holandesas Leiden y Utrecht. En España, la universidad de Salamanca, que durante el siglo XVI había estado a la cabeza de la enseñanza de la anatomía y de la astronomía de Copérnico, pareció perder el interés y se refugió en la tradición escolástica. En Francia, sólo la universidad de Montpellier aceptó la nueva ciencia, pues la Sorbona parisina seguía dominada por la teología y aferrada al escolasticismo, superada por el "Collége Royal", que acogió a Gassendi y a Roberval. Por el contrario, fueron mecenas particulares estimulados por la tradición italiana, como Peiresc, un consejero del Parlamento de Provenza, o como el cardenal Mazarino, apasionado bibliófilo, los que junto a las grandes ciudades de provincia favorecieron a los primeros grupos científicos franceses. También en Inglaterra se favoreció la ciencia desde instancias docentes oficiales, sobre todo en el "Gresham College" de Londres, que fue el núcleo que, hacia 1660, daría paso a la constitución de la "Royal Society". La principal crítica que los científicos hacían a las universidades era que, incluso en las circunstancias más favorables, se limitaban a hacer sitio a la nueva filosofía dentro del marco de los viejos métodos y estructuras, y que tal adaptación no correspondía a los nuevos planteamientos científicos, que muy a menudo tenían que emprenderse fuera de los recintos universitarios. Tras la condena de Galileo en 1633, las medidas administrativas tomadas en los países católicos contra el copernicanismo se endurecieron y las ideas mecanicistas de Descartes fueron rechazadas por católicos y protestantes. Así pues, con todo esto, no debe extrañar que la investigación tuviera que empezar al margen de los claustros universitarios y que cuando se organizó y reconoció lo fue en instituciones de nuevo cuño, como las sociedades científicas que se crearon durante el siglo XVII por todo el Occidente. La mayoría de ellas nacieron como la sanción oficial de los patrocinios privados que habían mantenido las investigaciones científicas al margen de las universidades y como agrupaciones de personas eruditas e interesadas en determinados temas. En Italia, bajo los auspicios del príncipe Federico Cesi, se constituyó en Roma, en 1603, la primera 135 Epistemología 136 academia científica bajo el nombre de "Accademia dei Lincei", de la que formaría parte Galileo. Medio siglo más tarde, el gran duque de Toscana, Fernando II, quiso tener en Florencia su grupo de sabios, para lo cual fundó en 1657 la "Accademia del Cimento" en donde se encontrarán Sténon, Borelli, Redi, etc., entre 1657 y 1667. En Francia, Colbert creó en 1666 la "Académie des Sciences", aunque mucho antes, Marin Mersenne, religioso mínimo, preocupado por el aislamiento y la soledad de los científicos y dispuesto a establecer la costumbre de que los científicos trabajasen y discutiesen en común había fundado, en 1635, la "Academia parisiensis", que se proponía agrupar a sabios de todas las ciencias. En Inglaterra se levantó, en 1660, la "Royal Society" en el seno del "Gresham College". En Alemania, la división territorial, las condiciones sociales y económicas y la guerra de los Treinta Años retrasaron los progresos científicos y redujeron la eficacia de sus escuelas y universidades que eran numerosas y excelentes. La primera sociedad científica que se fundó en Alemania fue la "Academia de los Investigadores de la Naturaleza", la "Academia Naturae Curiosorum", en 1652. Se trataba de una sociedad de médicos, cuya única función era publicar las colaboraciones de sus socios en un volumen anual titulado "Miscellanea curiosa", que tuvo una buena reputación. Pero la creación de una sociedad científica nacional, semejante a las ya existentes en Francia e Inglaterra fue obra de un solo hombre, el filósofo, matemático y diplomático Gottfried Wilhelm Leibniz (16461716), que encontró en Federico I de Prusia el patrocinio económico y político para crear, en 1700, la Academia de las Ciencias de Berlín, una ciudad en la que aún no existía universidad. El fin perseguido por las academias no era otro que la difusión de la ciencia y el fomento de los intercambios de puntos de vista entre científicos. Tales propósitos se lograron también con la valiosa aportación de las revistas que, nacidas al amparo de las academias, contribuyeron poderosamente a difundir por todo el Continente y a todos los eruditos e investigadores las nuevas ideas y los nuevos descubrimientos. Los servicios que prestaron fueron importantísimos por su elevado nivel científico. Desde 1665 aparecieron en Francia y en Inglaterra el "Journal des Savants" y el célebre "Philosophical Transactions", respectivamente. Más tardía (1682) fue, en cambio, la publicación del primer número de las "Acta eruditorum" editadas en Leipzig, que recogían reseñas de libros y artículos, aunque gozó de un prestigio enorme entre los científicos, pues, no en vano, Leibniz era uno de sus cofundadores. Epistemología 3 LA CIENCIA Y EL MÉTODO CIENTÍFICO 137 Epistemología Toda investigación científica se organiza en torno de objetos construidos que no tienen nada en común con aquellas unidades delimitadas por la percepción ingenua. La epistemología empirista concibe las relaciones entre ciencias vecinas, psicología y sociología como conflictos de límites, porque se imagina la división del trabajo como división real de lo real. En la presente unidad abordaremos todos estos temas dando respuestas a dudas que no nos han resuelto en nuestros años de estudio. 138 Epistemología Al terminar el estudio de este capítulo usted debe: Disertar sobre algunas de las principales cuestiones Epistemológicas. Se fortalecerá en el conocimiento científico, con el concepto de ciencia y con la clasificación de las ciencias. Sabrá sobre los paradigmas de Khun y sus aportes. 139 Epistemología ACTIVIDAD PREVIA: (Trabajo independiente). Lea detenidamente la Unidad 3 de manera individual. Responda de manera escrita la Evaluación Inicial de la Unidad 3, Atrévete a opinar. Haga un resumen concreto sobre toda la Unidad 3. ayudará a profundizar sobre el tema. Este resumen le Una vez terminado el resumen, debe elaborar un análisis general sobre toda la Unidad para que afiance lo leído. El análisis debe ser objetivo y discutido con sus compañeros de CIPA una vez se reúna con ellos. ACTIVIDAD EN GRUPO (CIPAS). Reunidos en sus grupos de estudios (CIPAS), lean nuevamente la Unidad 3. 140 Una vez leída la Unidad 3, socialicen los resúmenes elaborados de manera individual e independiente. Socialicen las respuestas de la Evaluación Inicial, Atrévete a Opinar. Estas respuestas deben ser discutidas en el grupo. Desarrollen los ejercicios que se encuentra al final de la Unidad 3 y discútanlos en el grupo de estudios. Estos ejercicios deben ser socializados en la sesión junto con todos los compañeros de grupo y entregados al tutor. Epistemología EVALUACIÓN INICIAL - ATRÉVETE A OPINAR 1. Epistemología; ¿Cuáles son sus principales cuestiones, qué es? 2. ¿Qué es ciencia, cómo la clasificaría usted? 141 3. ¿Sabe algo sobre los paradigmas de Khun?, explique sí sabe. Epistemología 142 3.1 CUESTIONES EPISTEMOLÓGICAS. pensamiento y de la concepción (Bourdieu y otros, 1990). Este apartado pincela el panorama del estado epistemológico contemporáneo en las ciencias sociales, enfatizando de manera especial en la construcción del objeto de estudio, la falsa neutralidad de las técnicas, los obstáculos epistemológicos, la vigilancia epistemológica y los paradigmas contemporáneos. Bourdieu, Bachelard, García, De la Garza, Popper, Kuhn, Gutiérrez y Sierra son los principales contribuyentes en el desarrollo de esta exposición. Toda investigación científica se organiza en torno de objetos construidos que no tienen nada en común con aquellas unidades delimitadas por la percepción ingenua. La epistemología empirista concibe las relaciones entre ciencias vecinas, psicología y sociología como conflictos de límites, porque se imagina la división del trabajo como división real de lo real. No será posible construir el objeto de estudio sin abandonar la investigación de esos objetos preconstruidos, hechos sociales demarcados, percibidos y calificados por la sociología espontánea, o "problemas sociales" cuya aspiración a existir como problemas son tanto más grandes cuanto más realidad social tienen. 1. La construcción del objeto de estudio. El hallazgo de un trozo de cerámica puede despertar diferente interés en el alfarero, el pintor, el historiador, el antropólogo y el arqueólogo. A partir de este mismo objeto empírico, pueden ser construidos diversos objetos de estudio. Si consideramos con de Saussure (1985) que "el punto de vista crea el objeto", entonces una ciencia no podría definirse por un sector de lo real que le correspondería como propio, ya Marx señaló que la totalidad concreta, como totalidad del pensamiento, como un concreto del pensamiento es, in fact, un producto del Un objeto de investigación, por más parcial y parcelario que sea, siempre tiene que ser definido y construido en función de una problemática teórica que permita someter a un sistemático examen todos los aspectos de la realidad puestos en relación por los problemas que le son planteados. Por eso es importante no perder de vista que lo real no tiene nunca la iniciativa puesto que sólo puede responder si Epistemología se lo interroga. Bachelard y Piaget ya postularon que el vector epistemológico va de lo racional a lo real y no a la inversa. En esta reflexión resulta interesente la aproximación a los "Conceptos básicos para el estudio de sistemas complejos" de Rolando García. La postura epistemológica obvia de García es construccionista. Afirma que "ningún sistema global está dado en el punto de partida de la investigación. El sistema no está definido, pero es definible. Una definición adecuada sólo puede surgir en cada caso particular en el transcurso de la propia investigación" (García, 1986: 46), esta afirmación antiempirista niega que las características del sistema estén dadas y sean accesibles a la experiencia directa de cualquier "observador neutro". Rolando García advierte que antiempirista no significa antiempírica. El tipo de ciencia del cual nos ocupamos es empírico. El empirismo es una teoría según la cual hay observables que: a) constituyen el punto de partida de todo conocimiento, b) se dan directamente en la percepción; c) son "neutros", es decir, los mismos para todos los individuos y comunes a todas las disciplinas. La crítica a dicha posición gira en torno a los términos "observables" y "hechos", que tomadas en sentido literal, las afirmaciones empíricas son insostenibles, porque no existe "observables" asequibles a la "experiencia directa", no existe una "lectura directa" de la experiencia, porque ésta siempre está cargada de teoría. Como observó Piaget, no hay observables puros; es decir, todo observable supone una previa construcción de relaciones por parte del sujeto. Conocer significa establecer relaciones entre sujeto cognoscente y objeto cognoscible, en una materia prima que provee la experiencia, pero cuya organización depende del sujeto. Lo anterior excluye que el conocimiento de la realidad se genere por observaciones y por generalizaciones inductivas a partir de aquéllas. Esto no significa caer en el apriorismo ni idealismo. Tampoco supone sostener el subjetivismo en ninguna de sus variantes, en tanto se considera el conocimiento como un fenómeno social y, por consiguiente, intersubjetivo. La posición enunciada conduce a establecer distinciones importantes entre datos, observables y hechos. Los observables son datos de la experiencia (elementos de información) ya interpretados. Los hechos son relaciones entre observables. De ahí resulta que cuando un investigador registra hechos, no es ni puede ser un observador neutro. Sus registros tendrán dos componentes: serán representativos de una "realidad 143 Epistemología objetiva", pero corresponderá a sus propios esquemas interpretativos. Este último componente habrá funcionado en tres momentos distintos: a) en la búsqueda y selección de los datos; b) en la interpretación de esos datos, es decir, en aquellos que registre como observables; c) en las relaciones que establezca entre dichos observables, para señalarlos como hechos. 144 La afirmación según la cual no hay observables puros puede reformularse en los siguientes términos: cuando un investigador se aboca al estudio de un problema, no parte de cero sino que pone en juego un conjunto de teorías o teorizaciones, que constituyen un corpus de conocimiento a partir del cual abordará dicho problema. La identificación y la selección de datos, que proveerá el soporte empírico de su estudio, estarán determinadas por dos elementos: a) cómo define los objetivos de su investigación orientados fundamentalmente por el tipo de preguntas a las cuales intenta responder el investigador; b) cómo delimita el campo empírico, es decir, aquellos datos de la experiencia que serán privilegiados o puestos prominentemente de relieve por la investigación, en virtud de su relación con el paradigma que sustenta el investigador. Rolando García denomina marco epistémico al corpus de conocimiento y dominio empírico a la identificación y selección de datos. Las definiciones que adoptan en el marco epistémico y el dominio empírico se adoptan, explícita o implícitamente, en el punto de partida de la investigación y determinan en buena medida su derrotero. Esta lógica epistémica ayuda a la identificación del papel que desempeñan las teorías con relación a los observables y los hechos. Su función consiste en tornar inteligibles los hechos, organizarlos, jerarquizarlos y explicarlos. Todo ello implica necesariamente establecer relaciones causales entre ellos. Las relaciones causales aparecen, desde esta perspectiva, como una atribución a la realidad empírica, de relaciones expresadas desde el punto de vista de necesidad lógica y de coherencia en el seno de la teoría. 2. La falsa neutralidad de las técnicas Bourdieu y otros (1990) han fundamentado que las técnicas de acopio de información no son neutrales. Cada técnica tiene implícita una concepción de la realidad. Durante la construcción de las técnicas es preciso evitar el etnocentrismo metodológico, lingüístico y ético, que podría llevarnos a introducir categorías ficticias, dictadas por nuestra propia terminología y nuestros propios criterios axiológicos, entonces sólo Epistemología crearíamos artefactos obscurecedores de la construcción del objeto científico. La ilusión positivista que las técnicas son neutrales limita la crítica del trabajo sociológico al examen de sus supuestos ideológicos y al de sus valores, apartándose (por efecto de desplazamiento) del examen crítico del conocimiento sociológico. La entrevista no dirigida rompe la reciprocidad del diálogo e incita a los sujetos a producir un artefacto verbal, esto se agrava si no hay empatía de los mapas cognitivos, por lo demás desigualmente artificial según la distancia entre la relación con el lenguaje favorecido por su clase social y la relación artificial con el lenguaje que se exige de ellos. Las técnicas de encuestas son también técnicas de sociabilidad socialmente calificadas. La observación etnográfica hace notar el carácter ficticio y forzado de la mayor parte de las situaciones sociales creadas por un ejercicio rutinario de la sociología. Si no hay registro neutral tampoco hay pregunta neutral. El sociólogo que no somete sus propias interrogaciones a cierta dosis de vigilancia epistemológica, no podría hacer un análisis verdaderamente neutral de las respuestas que provoca. Por ejemplo, la concepción del tiempo y espacio varía entre los campesinos y los urbanitas, entre el creyente del mito y el profano, entre el ágrafo y el no-ágrafo. Entonces una interrogación al respecto no puede ser neutral y tener la misma validez para ambas sociedades. Una pregunta que no sea transparente para el que la hace puede oscurecer el objeto que construye. "Dado que se puede preguntar cualquier cosa a cualquiera y que casi siempre alguien tiene buena voluntad para responder cuando menos algo a cualquier pregunta, aun la más irreal, si quien interroga, carente de una teoría del cuestionario, no se plantea el problema del significado específico de sus preguntas, corre el peligro de encontrar con demasiada facilidad una garantía del realismo de sus preguntas en la realidad de las respuestas" (Bourdieu y otros, 1990: 63). Hay que evitar el etnocentrismo lingüístico y será posible liberarse de las pre-construcciones del lenguaje más que estableciendo la dialéctica que lleva a construcciones adecuadas por la confrontación metódica de dos sistemas de preconstrucciones. Igual vigilancia se debe tener con las conductas y actitudes estudiadas en determinadas coyunturas, las encuestas están expuestas a captar sólo las actitudes u opiniones que no valen más allá de los límites de esta situación. Habrá que remitirse a la historia para descubrir las constantes (sí es que existen) de reacciones a situaciones nuevas. 145 Epistemología 146 "El cuestionario, lejos de constituir la forma más neutral y controlada de la elaboración de datos, supone todo un conjunto de exclusiones. Para saber qué se puede hacer con los hechos que produce, hay que saber lo que hace el cuestionario y lo que no puede hacer. Se induce a invertir la relación que ciertos metodólogos establecen entre el cuestionario, simple inventario de palabras, y la observación de tipo etnográfico como inventario sistemático de actos y objetos culturales: el cuestionario no es nada más que uno de los instrumentos de la observación, cuyas ventajas metodológicas, como por ejemplo la capacidad de recoger datos homogéneos igualmente apreciables por un análisis estadístico, no debe disimular sus límites epistemológicos; de manera que no sólo no es la técnica más económica para captar las conductas normalizadas, cuyos procesos rigurosamente „determinados‟ son altamente previsibles y pueden ser en consecuencia captados en virtud de la observación o la interrogación sagaz de algunos informantes, sino que se corre el peligro de desconocer ese aspecto de las conductas, en sus usos más ritualizados, e incluso, por un efecto de desplazamiento, a desvalorizar el proyecto mismo de su captación" (Bourdieu y otros, 1990: 67). No hay una operación por más elemental y automática que sea de tratamiento de la información que no implique una elección epistemológica e incluso una teoría del objeto. Del mismo modo, el principio de la neutralidad ética paradójicamente puede incitar al error epistemológico que aspira prevenir. El investigador que se propone ignorar las diferencias de valores que los sujetos sociales establecen entre obras culturales, realiza una transposición ilegítima, en tanto incontrolada, del relativismo al cual se ve obligado el etnólogo cuando considera culturas correspondientes a sociedades diferentes. En consecuencia habrá que evitar el etnocentrismo ético. La renuncia pura y simple ante el dato de una práctica que reduce el cuerpo de hipótesis a una serie de anticipaciones fragmentarias y pasivas condena a las manipulaciones ciegas de una técnica y genera automáticamente artefactos, construcciones vergonzosas que son la caricatura del hecho metódica y conscientemente construido, es decir, de modo científico. Olvidar que el hecho construido puede no ser otra cosa que un artefacto, es admitir la posibilidad de aplicar las técnicas a la realidad del objeto al que se las aplica. No es sorprendente que los que sostienen que un objeto que no se puede captar ni medir por las técnicas disponibles no tiene existencia científica, se vean llevados, en su práctica, a no considerar como digno de ser conocido más que lo que puede ser Epistemología medido, o peor, a conceder sólo la existencia científica a todo lo que es pasible de ser medido. precientífico quiere siempre que el producto natural sea más rico que el producto artificial. 3. Los obstáculos epistemológicos. El conocimiento común es inconsciencia de sí. Pero esta inconsciencia puede captar también pensamientos científicos. Hay que reanimar entonces la crítica y poner al conocimiento nuevamente en contacto con las condiciones que le dieron nacimiento, volver sin cesar a este "estado naciente" que es el estado de vigor psíquico, al instante mismo en que la respuesta ha surgido del problema. Para que se pueda hablar verdaderamente de racionalización de la experiencia, no es suficiente que se encuentre una razón para un hecho. La razón es una actividad psicológica esencialmente polítropa: ella quiere invertir los problemas, variarlos, injertar unos en otros, hacerlos proliferar. Una experiencia, para ser verdaderamente racionalizada, debe insertarse en un juego de razones múltiples. Bachelard ha postulado que "cuando se investigan las condiciones psicológicas del proceso de la ciencia, se llega muy pronto a la convicción de que hay que plantear el problema del conocimiento científico en términos de obstáculo" (1990: 15). Los obstáculos epistemológicos son todos los elementos o procesos extracientíficos que, interviniendo en el interior de una práctica científica, frenan, impiden o desnaturalizan la producción de conocimientos (Castells y de Ipola, 1983). El conocimiento científico nuevo avanza en contra de un conocimiento anterior, destruyendo conocimientos mal adquiridos, superando aquellos que obstaculizan a la espiritualización. En la formación del espíritu científico, el primer obstáculo es la experiencia básica, es la experiencia colocada por delante y por encima de la crítica, que, ésta sí, es necesariamente un elemento integrante del espíritu científico. El espíritu científico debe formarse en contra de la Naturaleza, en contra de lo que es, dentro y fuera de nosotros, impulso y enseñanza de la Naturaleza, en contra del entusiasmo natural. El espíritu En el conocimiento vulgar, los hechos se implican demasiado pronto en razones. Del hecho a la idea, el circuito es demasiado corto. Para que un hecho sea definido y precisado, es necesario un mínimo de interpretación. Y si esta interpretación corresponde a un error fundamental, ¿qué queda del hecho? "Nada ha retardado más el progreso del conocimiento científico que la 147 Epistemología falsa doctrina de lo general que ha reinado desde Aristóteles hasta Bacon inclusive, y que aún permanece, para tantos espíritus, como una doctrina fundamental del saber. [...] Hay en efecto un goce intelectual peligroso en una generalización precoz y fácil. Un psicoanálisis del conocimiento objetivo debe examinar cuidadosamente todas las seducciones de la facilidad. Es con esta condición que se llegará a una teoría de la abstracción científica verdaderamente sana, verdaderamente dinámica" (Bachelard, 1990: 66). 148 Por ejemplo hay que tener cuidado de las generalidades inadecuadas, se describe la caída de los cuerpos y se concluye: "todos los cuerpos caen". Sin embargo, Aristóteles enseñó que los cuerpos livianos, humos y vapores, fuego y llama, encontraban en el empíreo su lugar natural, mientras que los graves buscaban naturalmente la tierra. Habría que someter los conceptos primitivos a un proceso de deformación o deconstrucción y estudiar las condiciones de su aplicación en el sentido mismo del concepto. Es en esta última necesidad donde reside el carácter dominante del nuevo racionalismo que corresponde a una sólida unión entre la experiencia y la razón. El concepto científico que corresponde a un fenómeno particular es el agrupamiento de las aproximaciones sucesivas bien ordenadas. La conceptualización científica necesita una serie de conceptos en vías de perfeccionamiento para recibir el dinamismo que tenemos en vista, para formar un eje de pensamientos inventivos. Esta conceptualización totaliza y actualiza la historia del concepto. Los hábitos puramente verbales son obstáculos del pensamiento científico. La simple palabra esponja permite expresar los fenómenos más variados. "Esos fenómenos se expresan: se cree entonces explicarlos. Se les reconoce: se cree entonces conocerlos. Sin embargo, en los fenómenos designados por la palabra esponja, el espíritu no es la víctima de una potencia sustancial. La función de la esponja es de una evidencia tan clara y distinta que ni se siente la necesidad de explicarla. Al explicar los fenómenos mediante la palabra esponja, se tendrá pues la impresión de caer en un substancialismo oscuro; tampoco se tendrá la impresión de que se está haciendo teorías puesto que aquella función es totalmente experimental" (Bachelard, 1990: 88). Réaumur considera el aire como esponja, y mucho más esponjosa que todos los demás cuerpos o reunión de cuerpos con los que se pueda comparar. Se comprime, puede ser enrarecido. Así esta metáfora se aparta de la verdad. Ahí hay una Epistemología apariencia engañosa. No es tan fácil desterrar a las metáforas en el exclusivo reino de las expresiones. Quiérase o no, las metáforas seducen a la razón. Son imágenes particulares y lejanas que insensiblemente se convierten en esquemas generales. Un psicoanálisis del conocimiento objetivo debe pues aplicarse a decolorar, sino a borrar, estas imágenes ingenuas. En la mentalidad científica la analogía desempeña su papel después de la teoría. En la mentalidad precientífica lo hace antes. El conocimiento unitario pragmático es otro obstáculo para el conocimiento científico. Sin duda, todo autor está animado por el deseo de valorizar el tema que ha elegido. Quiere mostrar, desde su prefacio, que tienen un tema. Pero los actuales procedimientos de valorización son más discretos; están íntimamente vinculados con el contenido de la obra. Para el espíritu precientífico la unidad es un principio siempre deseado, siempre realizado con poco esfuerzo. No hace falta más que una mayúscula. No se puede concebir que la experiencia se contradiga y tampoco que se separe en compartimientos. Lo que es verdad para lo grande debe ser verdadero para lo pequeño e inversamente. Frente a la menor dualidad se sospecha un error. Esta exigencia de unidad plantea una cantidad de falsos problemas. Las analogías paracélsicas entre los astros y los metales, entre los metales y las partes del cuerpo, establecen una especie de triángulo universal que une el Cielo, la Tierra y el Hombre, y genera correspondencias ultrabaudelerianas donde las fantasías precientíficas se transponen sin fin. Esta trilogía es tan convincente que se llega hasta confiar en ellas para el tratamiento de las enfermedades. Obviamente, tales analogías no favorecen ninguna investigación científica, al contrario, ellas conducen a fugas del pensamiento. El obstáculo sustancialista se compone de la reunión de las intuiciones más alejadas y hasta las más opuestas. El espíritu precientífico centra sobre un objeto todos los conocimientos en los que ese objeto desempeñe un papel, sin preocuparse por las jerarquías de los papeles empíricos. Une directamente a la sustancia las distintas cualidades, y sean estas profundas o superficiales, manifiestas u ocultas. Podría, sin embargo, distinguirse un substancialismo de lo oculto, un substancialismo de lo íntimo, un substancialismo de la cualidad evidente. Pero, una vez más, tales distinciones conducirán a olvidar el carácter vago e infinitamente tolerante de la sustancialización; conducirán a descuidar ese movimiento epistemológico que va alternativamente del interior al 149 Epistemología exterior de las sustancias, prevaliéndose de la experiencia exterior evidente, pero alojando la crítica en las profundidades de la intimidad. 150 La idea sustancialista es ilustrada frecuentemente mediante una simple presentación. Es necesario que algo encierre, que la cualidad profunda sea encerrada. Para el espíritu precientífico, la sustancia tiene un interior, o mejor aún, la sustancia es un interior. La sustancialización de una cualidad inmediata, captada en una intuición directa, da lugar a una explicación breve, perentoria y carece del rodeo teórico que obliga el espíritu científico a criticar a la sensación. En efecto, para el espíritu científico, todo fenómeno es un momento del pensamiento teórico, un estadio en el pensamiento discursivo, un resultado preparado. La sustancialización lleva por ejemplo a considerar que los cuerpos livianos se adhieren a un cuerpo electrizado, he ahí una imagen inmediata de ciertas atracciones. De esta imagen aislada, que no representa sino un momento del fenómeno total o que debiera ubicarse en una descripción correcta sin fijar bien su lugar, el espíritu precientífico hará un medio absoluto de explicación, y, por tanto, inmediato. Dicho de otro modo, el fenómeno inmediato será tomado como el signo de una propiedad sustancial: enseguida toda investigación científica será detenida, porque la respuesta sustancialista sofoca todas las preguntas, se emprende un mal camino donde los falsos problemas auscultarán experiencias sin valor, cuyo resultado negativo carecerá hasta de papel advertidor. En el espíritu precientífico, la necesidad de sustantificar las cualidades es tan grande que cualidades puramente metafóricas pueden llegar a ser planteadas como esenciales. Es así que Borhaave no titubea en atribuir al agua, como cualidad primaria, la suavidad; en contraste, para Pott, no es la suavidad, sino la dureza, la cualidad esencial del agua. Otro síntoma de la seducción sustancialista es la acumulación de adjetivos para un mismo sustantivo. En cambio el progreso del pensamiento consiste en disminuir el número de adjetivos que convienen a un sustantivo. Para el pensamiento precientífico, el aguardiente de ginebra tiene 17 propiedades farmacéuticas, en cambio la ciencia farmacéutica moderna ve, en la sustancia, una cualidad y una sola: El ideal es el remedio monofuncional, el sustantivo provisto de un solo adjetivo. Vale decir que, mediante la sustancia, se tiende a realizar un atributo bien definido. Así como los obstáculos descritos hasta aquí, la libido, los conocimientos cuantitativos, el mito de la digestión y otros también se Epistemología comportan como causas de estancamiento y hasta de retroceso del conocimiento científico, en consecuencia, debemos inducir a que durante el proceso de construcción de conocimientos científicos se debe aplicar constantemente una buena dosis de vigilancia epistemológica. 4. La epistemológica. vigilancia La vigilancia epistemológica ha sido reflexionada por Bourdieu y otros (1990), cuyos postulados centrales exponemos. El método no puede ser disociado de la práctica. No existe el método por el método. La enseñanza de la investigación requiere, de quienes la conciben y de los que la reciben, una referencia directa y constante a la experiencia en primera persona de la práctica. Se debe inducir una constante vigilancia epistemológica en la práctica investigativa que permita ubicar el error y los mecanismos que tiendan a superarlo. La epistemología se esfuerza por captar la lógica del error para construir la lógica del descubrimiento de la verdad como debate contra el error y como esfuerzo para someter las verdades próximas a la ciencia y los métodos que utiliza a una rectificación metódica y permanente. El investigador puede encontrar un instrumento privilegiado de vigilancia epistemológica en la sociología del conocimiento, como medio para enriquecer y precisar el conocimiento del error y de las condiciones que lo hacen posible. Bourdieu y otros (1990) reflexionan sobre toda práctica, buena o mala, y de concretar en preceptos prácticos el principio de vigilancia epistemológica. Luego intenta la definición de la función y las condiciones de aplicación de los esquemas teóricos para la construcción del objeto de estudio. Los conceptos y los métodos podrán ser utilizados como instrumentos que se abren a nuevos usos. Sus reflexiones los llevan a proponer que el problema de la filiación de una investigación sociológica a una teoría particular acerca de lo social, la de Marx, la de Weber o la de Durkheim por ejemplo, es siempre secundario respecto del problema de la pertenencia de esta investigación a la ciencia sociológica: el único criterio de esta pertenencia reside en la aplicación de los principios fundamentales de la teoría del conocimiento sociológico que de ningún modo separa a autores a los que todo aleja en el plano de la teoría del sistema social. Aunque la mayoría de ellos han llegado a confundir su teoría particular del sistema social con la teoría del conocimiento de lo social que abrazaban, por lo menos implícitamente en su práctica sociológica, el proyecto epistemológico puede permitirse esta 151 Epistemología distinción preliminar para vincular autores cuyas oposiciones doctrinarias ocultan el acuerdo epistemológico. A la tentación de transformar los preceptos del método en recetas de cocina científica o en objetos de laboratorio, sólo puede oponérsele un ejercicio constante de la vigilancia epistemológica que proscriba la comodidad de una aplicación automática de procedimientos probados y señale que toda operación debe repensarse a sí misma y en función del caso particular. 152 Hay necesidad de desarrollar los medios para adquirir una disposición mental que sea condición de la invención y de la prueba. "Si va de suyo que los automatismos adquiridos posibilitan la economía de una invención permanente, hay que cuidarse de la creencia de que el sujeto de la creación científica es un automaton spirituale que obedece a los organizados mecanismos de una programación metodológica constituida de una vez para siempre, y, por tanto, encerrar al investigador en los límites de una ciega sumisión a un programa que excluye la reflexión sobre el programa, reflexión que es condición de invención de nuevos programas" (Bourdieu y otros, 1990: 18). La mayoría de los errores a los que se exponen la práctica sociológica y la reflexión sobre la misma radica en una representación falsa de la epistemología de las ciencias de la naturaleza y de la relación que mantiene con la epistemología de las ciencias del hombre. El dualismo de Dilthey piensa la especificidad del método de las ciencias del hombre oponiéndole una imagen de las ciencias de la naturaleza originada en la mera preocupación por diferenciar. El positivismo está preocupado por imitar una imagen de la ciencia natural fabricada según las necesidades de esta imitación. Ambos ignoran la filosofía exacta de las ciencias exactas. El carácter subjetivo de los hechos sociales y su irreductibilidad a los métodos rigurosos de la ciencia conforma una constante en la historia de las ideas que la crítica del positivismo mecanicista sólo reafirma. Durkheim refutaba: "la sociología nació a la sombra de las ciencias de la naturaleza y en contacto íntimo con ellas [...]. Es natural que algunos de los primeros sociólogos se equivocaran al exagerar este acercamiento hasta el punto de desconocer el origen de las ciencias sociales y la autonomía que deben disfrutar respecto de las otras ciencias que las han precedido. Pero esta exageración no debe hacer olvidar toda fecundidad de los orígenes más importantes del pensamiento científico" (citado por Bourdieu y otros, 1990: 20). Para superar las discusiones académicas y las formas académicas Epistemología de superarlas, es necesario someter la práctica científica a una reflexión que, a diferencia de la filosofía clásica del conocimiento, se aplique no a la ciencia hecha, sino a la ciencia que se está haciendo. Tal tarea epistemológica consiste en descubrir en la práctica científica, amenazada por el error, las condiciones en las cuales se puede discernir lo verdadero de lo falso, de un conocimiento menos verdadero a otro más verdadero, a un saber aproximado o rectificado. El conocer –postula Bachelard- debe evolucionar junto con lo conocido. Lo que equivale a afirmar que es inútil buscar una lógica anterior y exterior a la historia de la ciencia que se está haciendo. Para captar los procedimientos de la investigación es necesario analizar cómo operan en lugar de encerrarla en la observancia de un decálogo de procedimientos que quizá no deban parecer adelantados respecto de la práctica real sino por el hecho de que son definidos por adelantado. La fascinación por el hecho de que en matemáticas evitar el error es cuestión de técnica, se pretende definir la verdad como el producto de una actividad intelectual que responde a ciertas normas. La exhortación insistente por una perfección metodológica puede provocar un desplazamiento de la vigilancia epistemológica. El ritual de procedimientos es la caricatura del rigor metodológico y es opuesto a la vigilancia epistemológica. Bachelard ha establecido que el hecho científico se conquista, se construye y se comprueba. Lo anterior implica rechazar al empirismo que reduce el acto científico a una comprobación y el convencionalismo que sólo le opone los preámbulos de la construcción. La comunidad sociológica persiste en olvidar hoy la jerarquía epistemológica de los actos científicos que subordina la comprobación a la construcción y la construcción a la ruptura. Bourdieu comenta sobre los tres grados de la vigilancia de Bachelard: El primero, como espera de lo esperado o aun como atención a lo inesperado, es una actitud del espíritu empirista. Segundo, supone la explicitación de los métodos y la vigilancia metódica indispensable para la aplicación metódica de los métodos; en este nivel se implanta el control mutuo del racionalismo y el empirismo mediante el ejercicio de un racionalismo aplicado que es la condición de la explicitación de las relaciones adecuadas entre la teoría y la experiencia. Tercero, aparece la interrogación propiamente epistemológica, la única capaz de romper con el "absoluto del método" como sistema de las "censuras de la Razón", y con los falsos absolutos de la cultura tradicional que puede seguir actuando en la vigilancia del segundo grado. La libertad, tanto respecto de 153 Epistemología 154 la cultura tradicional como de la historia empírica de las ciencias, obtenida por esta "crítica aguda", conduce a un "pragmatismo sobrenaturalizant e" que busca en una historia recompuesta de los métodos y las teorías un medio para superar los métodos y las teorías. Así, la sociología del conocimiento y de la cultura y la sociología de la enseñanza de las ciencias, es un instrumento casi indispensable de la vigilancia del tercer grado. Es de considerar también la propuesta de Ganguilehm (ver Bourdieu y otros, 1990) con relación a los siguientes axiomas: a) Principio teórico del error: La verdad sólo tiene pleno sentido al cabo de un debate. No podría haber aquí una verdad primera. Sólo hay errores primeros. Una verdad sobre un fondo de error, tal es la forma del pensamiento científico. b) Depreciación especulativa de la intuición: Las intuiciones son muy útiles: sirven para ser destruidas. Este axioma se convierte en norma de confirmación según dos fórmulas: en toda circunstancia, lo inmediato debe dar lugar a lo construido, y todo dato debe ser reencontrado con un resultado. c) Planteamiento del objeto como perspectiva de las ideas: Comprendemos lo real en la misma medida en que la necesidad se organiza. Nuestro pensamiento va hacia lo real, no parte de éste. 5. Principales paradigmas metodológicos contemporáneos. 1. El racionalismo bachelardiano. Usualmente se identifica al racionalismo con la concepción idealista, porque sostiene que el origen del conocimiento es la razón. Sin embargo, hay matices en esta corriente. Bachelard se abocó a su rescate, para él las generalidades de la filosofía impiden el conocimiento fáctico, el conocimiento de los hechos en su particularidad. Si un filósofo habla de conocimiento, lo quiere directo, inmediato, intuitivo. Si habla de la experiencia, se trata de su propia experiencia, su visión del mundo, describe su visión personal y la filosofía contemporánea se convierte en una borrachera de personalidad. El conocimiento científico supera la nebulosidad de la filosofía, porque identifica las particularidades de los objetos. El conocimiento filosófico especulativo. El pensar científico está dirigido hacia un objeto; por tanto, es una fuerza que actúa y no una sustancia que sólo existe. Así entendida la ciencia, puede ser verificada. Epistemología El realismo y el racionalismo forman parte de la acción científica. El quehacer científico requiere de una constante renovación metodológica. El nuevo espíritu científico es dinámico y debe tener un ímpetu inagotable en el que las herencias, las tradiciones, los esquemas, los métodos, no se asuman como dogmas, sino que se rehacen, modifican o adecuan, de conformidad particular sobre el objeto investigado (Bachelard, 1990). El proyecto es el a priori intelectivo para que el científico se involucre con el objeto particular de su atención. Por tanto, cada proyecto responde a un objeto y de cada objeto se debe hacer una investigación particular. En cada caso, conceptos, las categorías y los métodos son instrumentos heurísticos. El método es flexible y dinámico e instrumental. Cuando se observa no hay que confiar nada a los hábitos. El método es un cuerpo con su aplicación. Los métodos generales, únicos, son contrarios al espíritu científico. La vigilancia debe ser una norma entre método usado y objeto estudiado. Debe darse una metodología del método particular; éste sería una metodología de ruptura con las formas de conocimientos dogmáticos y tradicionales. Bachelard ha influido, entre otros, en Althuser, Bourdieu, Chamborendon y Passeron. Así, el obstáculo epistemológico entre las concepciones tradicionales y la razón innovadora, la realización de la ruptura, la negación del empirismo y la aplicación del racionalismo, son fundamentos básicos de El oficio del sociólogo. El método abstracto, el método como discurso es sometido a crítica. El método no es un catecismo. El metodólogo tampoco es un sumo sacerdote. Los teóricos y metodólogos que se dedican al ejercicio de la teoría por la teoría misma, o de la metodología por la metodología misma, pierden en sus exámenes el objeto de estudio y sus razonamientos son estériles e infructuosos. Hay necesidad de rescatar la investigación empírica y vincularla con la reflexión teóricometodológica para hacer de la actividad sociológica una práctica científica. La práctica científica es la ciencia que se construye, la ciencia que se hace en el trabajo diario y sometida a la reflexión epistemológica. La práctica científica tiene como finalidad el conocimiento del objeto, el conocer cómo se conoce el objeto y el proceso del conocimiento, es decir, la construcción científica. La esencia de la epistemología es captar la lógica del error para construir la lógica del descubrimiento de la verdad como debate contra el error y como esfuerzo para someter las verdades próximas a la ciencia y los métodos 155 Epistemología que utiliza a una rectificación metódica y permanente. 2. El racionalismo crítico popperiano. Popper es antimarxista y califica al marxismo como dogmático y pseudocientífico. Popper critica a los filósofos que se sustraen a la discusión racional: Dios se habla a sí mismo, porque no tiene a nadie a quien valga la pena de hablar, pero un filósofo debería saber que no es más divino que los demás hombres. 156 El tema es el conocimiento y el cómo se conoce, por tanto, es un problema epistemológico. Según Popper "cabe abordar el problema de la epistemología por dos lados distintos: 1) como el problema del conocimiento del sentido común u ordinario, y 2) como el del conocimiento científico" (Gutiérrez, 1986: 105). Los problemas más importantes y más activos han de ser completamente invisibles para el primero. El proceso del conocimiento es único, tanto para el conocimiento científico como para el ordinario, la diferencia radica en que el primero es una ampliación del segundo. La labor de la epistemología popperiana es identificar el conocimiento científico. Su centro de estudio es la lógica del conocimiento o los sistemas de enunciados que intentan ser reflejo de la realidad exterior en el sujeto cognoscente. "La realidad solamente se puede representar por medio de enunciados; el objeto, la cosa, solamente la representamos en nuestro conocimiento como objetos y cosas pensadas, y esas representaciones son enunciadas" (Gutiérrez, 1986: 105). La metodología de Popper implica tener una posición crítica para reconocer que los enunciados son teorías, y éstas, no dejan de ser meras conjeturas; verificar la solidez de una teoría por medio de la contrastación deductiva y su acercamiento a la verdad mediante la demarcación y la falsificación o contrastabilidad. El procedimiento del conocimiento es el método de ensayo y eliminación de error. Para Popper, la metodología será científica si el proceso de conocimiento se desarrolla en la tríada: problema-conjetura-refutación (crítica). El conocimiento de la realidad se basa, según Popper, en cuatro puntos fundamentales: 1) Se acepta la existencia de un mundo real independientemente de las experiencias subjetivas; 2) La existencia de lo real no puede ser demostrada subjetivamente, pero se acepta el realismo como doctrina que afirma la existencia del mundo real no subjetivo; 3) Los conocimientos son intentos de los sujetos por descubrir el mundo real; y 4) Los sujetos nunca Epistemología podemos estar ciertos de que nuestro conocimiento es verdadero, pero en algunas ocasiones nos podemos dar cuenta que el conocimiento que se tienen de la realidad va aumentando. empírico o científico); 3) Comparación con otras teorías para examinar si la teoría es un adelanto científico; 4) Contrastarla por medio de la aplicación empírica. El realismo es una evidencia intelectual y sensible en la que se basa el valor de todo el conocimiento. Toda afirmación sobre las realidades es meramente una proposición y como tal, el conocimiento no tiene ninguna base infalible ni en los sentidos ni en la razón, por lo tanto, el conocimiento avanza mediante la elaboración de hipótesis a priori, las cuales deben ser audaces e ingeniosas. La hipótesis ha de estar presente antes que la observación o percepción. La cotidianidad nos da el conocimiento innato, con él elaboramos nuestra hipótesis que nos permiten exponer nuestras teorías sobre la realidad. Si no se puede alcanzar certeza, todo nuestro conocimiento es conjetural. Se supone que la realidad es una forma determinada, pero no hay certeza de ello, por tanto, no hay una teoría verdadera. La inducción no es convincente para Popper. Se debe utilizar una metodología deductiva. Al rechazar el método de la inducción, priva a la ciencia empírica de lo que parece ser su característica más importante; esto quiere decir que hace desaparecer las barreras que separan la ciencia de la especulación metafísica. La razón para rechazar la lógica inductiva es que no proporciona un rasgo discriminador apropiado del carácter empírico, no metafísico, de un sistema teórico; es decir, que no proporciona un criterio de demarcación apropiado. No obstante, algunas teorías son admitidas como enunciados verdaderos, para verificar esa afirmación se requiere hacer una contrastabilidad por medio de: 1) La comparación lógica de las conclusiones unas con otras (verifica la coherencia interna del sistema); 2) El estudio de la forma lógica de la teoría (para determinar su carácter El criterio para delinear la demarcación entre ciencia y pseudociencia (metafísica) él la encuentra en la falsación frente a la verificabilidad. Para Popper, la falsación es el procedimiento inverso para corroborar la solidez de una teoría calificada como científica. La corroboración se hace por medio de la verificabilidad (o la comprobación). Ninguna teoría científica es sacrosanta. Ninguna teoría puede ser tenida por acabada. Las teorías tienen validez histórica que explican los fenómenos de conformidad con el grado de avance de la ciencia vigente. Pero cualquier teoría, sólo podrá mantener su validez, si en vez 157 Epistemología de verificarse, la sometemos a un riguroso proceso de falsación. La ciencia progresa mediante su falsación. Se dice que una hipótesis está falsada si fueron aceptados los enunciados básicos que la contradigan. La falsación es aceptada sólo si se propone y corrobora una hipótesis empírica y se la denomina hipótesis falsadora. El requisito de que la hipótesis falsadora ha de ser empírica y, por tanto, falsable, quiere decir exclusivamente que debe encontrase en cierta relación lógica con respecto a los posibles enunciados básicos, así pues, lo que exigimos atañe sólo a la forma lógica de la hipótesis. 158 La falsación implica que puede ser refutada experimentalmente. La falsabilidad puede ser formulada en forma de prohibiciones (o enunciados existenciales negativos), como por ejemplo: "No existe un sistema físico cerrado, tal que la energía cambie en otra parte" (primera ley termodinámica). O, "no existe una máquina con una eficiencia del 100 por 100 (segunda ley). Se puede mostrar que los enunciados universales y los existenciales son lógicamente equivalentes. Esto nos permite formular todas las leyes universales del modo indicado; es decir, como prohibiciones. En el conocimiento científico la falsación no cumple únicamente el papel de negar, sino de exponer nuevas hipótesis que corroboren la teoría falseada. La falsación permite identificar la validez de los enunciados con la que aprehendemos la realidad, y nos permite, además, contrastar la veracidad de esa relación. La falsación permite descubrir y eliminar errores, es decir, se trata del método de ensayo y error. Si encaramos con un problema que no comprendemos, hay que intentar resolverlo criticando él mismo su solución o haciendo que otros le critiquen. Así se localizará la dificultad y daremos un paso para la comprensión del problema. Cuando hayamos fracasado 100 veces nos habremos vuelto expertos en ese problema en particular. El método de Popper es de ensayo y del error, de la conjetura y la refutación de proponer teorías intrépidamente; de hacer todo lo posible por probar que son erróneas; y de aceptarlas tentativamente, si nuestros esfuerzos críticos fracasan. Entre varias teorías, estos son los criterios para preferir unas frente a otras: Sólo hay preferencia cuando existen teorías rivales que ofrecen soluciones a los mismos problemas. Debe interesarse por la falsedad. Si supera el enunciado falso se aproxima más a la verdad. Aún cuando no se refute la nueva teoría por una nueva contrastación se le considerará superior a su antecesora. Considerar posible la falsedad de cualquier teoría. Construir una ley Epistemología falsadora. El sistema de eliminación de teorías nos llevará hacia la verdad (aproximativa). La existencia de varias teorías reinicia el proceso. La teoría nueva contiene la vieja. Este es un método crítico. basada en una o más realizaciones científicas, realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento de su práctica posterior. 3. Las revoluciones científicas. La práctica científica adoptada para resolver todo tipo de problemas es a lo que Kuhn llama paradigma (término muy ligado a la "ciencia normal"). Los hombres cuya investigación se basa en paradigmas compartidos están sujetos a las mismas reglas y normas para la práctica científica. La "ciencia normal" es la continuación de una tradición particular de la investigación científica. Ninguna parte de la "ciencia normal" está encaminada a provocar nuevos tipos de fenómenos (a los fenómenos que no escapan en su esquema ni siquiera lo ven), tampoco tienden a descubrir nuevas teorías. Son intolerantes con los cambios teóricos metodológicos y en determinadas circunstancias pueden convertirse en obstáculos, cuya superación puede llevar a una revolución científica. Thomas S. Kuhn (1995), físico e historiador de la ciencia, se preocupa sobre los elementos psicosociales de la comunidad científica: lo sociológico de la praxis científica y su influencia sobre la aceptación de teorías de la ciencia; se esfuerza por comprender las condiciones de la actividad científica en los diversos momentos históricos. Kuhn define la "ciencia normal" por el consenso prevalescente entre los miembros de una comunidad científica con respecto a los conceptos y teorías utilizadas, pero en su preocupación no eran estos consensos los que andaba buscando. Kuhn introduce el concepto de paradigma como "una forma estandarizada de resolver problemas científicos que se aceptaban por una comunidad científica determinada, así entendido, el paradigma venía a equipararse con la "ciencia normal". La ciencia no se desarrolla por acumulación de conocimientos, sino que es una actividad histórico social desarrollada por una comunidad de científicos. La ciencia puede ser "normal" o "extraordinaria". La ciencia normal contextúa a la investigación La transición de un paradigma en crisis a otro nuevo del que pueda surgir una nueva tradición de ciencia normal, está lejos de ser un proceso de acumulación al que se llegue por medio de una articulación o una ampliación del antiguo paradigma. Es más bien una reconstrucción del campo. 159 Epistemología El paso de un paradigma a otro es la revolución científica. Es un desarrollo científico no acumulativo en que un paradigma es reemplazado por uno nuevo. El nuevo paradigma expone su teoría, método y fórmulas de experimentación y comprobación hasta convertirse en una nueva tradición de ciencia normal. 160 Entonces el cambio de paradigmas de la ciencia normal del primer paradigma se convierte en "ciencia extraordinaria". El nuevo paradigma debe ser capaz de resolver un problema que de ninguna otra forma pudo solucionarse, y debe preservar una parte de la habilidad para la solución de problemas que la ciencia ha adquirido a través de sus paradigmas anteriores. 3. La hermenéutica. La hermenéutica es el arte de interpretar y comprender. Se trata de interpretar el sentido de un fenómeno y realizar la comprensión del mismo. Inicialmente la hermenéutica fue aplicada a la poética, después fue ampliando su campo de intervención a la filológica, como un arte de recensión de textos, de crítica superior, de interpretación y valoración fundada en la comprensión íntima del idioma. La hermenéutica en la teología interpreta la Biblia como texto y busca develar su significado yacente. La hermenéutica jurídica es un medio para subsanar ciertas deficiencias de la dogmática jurídica. La hermenéutica lingüística busca entender el sentido de las expresiones lingüísticas de acuerdo con el contexto histórico y las formas de comportamiento de los individuos en sociedades, asimismo busca lo no-manifiesto, lo intencional como lo no-intencional. La hermenéutica psicoanalítica es considerada como el método de investigación del inconsciente, método mediante el cual las regiones más íntimas y ocultas del espíritu pueden ser puestas en evidencia y estudiadas. El método de Freud es la interpretación realizada a partir de una serie de elementos disociados que se van integrando paulatinamente por medio del cuestionamiento y la atención a las respuestas para entrelazar las ideas e interpretarlas. El método de Freud hace descubrir que un fenómeno significa aquello que parece dar a entender, pero que también puede expresar su negación. La interpretación se convierte así en el método del psicoanálisis, el cual tiene una fuerte presencia en los procesos del conocimiento contemporáneo. Por último, la hermenéutica filosófica como método general es enfatizada Epistemología especialmente en su componente de comprensión (Gutiérrez, 1986). Desde la antropología simbólica, la cultura es vista y analizada como un conjunto de formas simbólicas. Clifford Geertz (1987), creyendo que el hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, postula que la cultura es esa urdimbre y que el análisis de la cultura ha de ser, por tanto, no una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones. No obstante, es de reconocer también el aporte de Iuri Mijailovich Lotman y la Escuela de Tar tu con respecto al análisis simbólico de la cultura. En Lotman la más habitual idea del símbolo está ligada a la idea de cierto contenido que, a su vez, sirve de plano de expresión para otro contenido, por lo regular más valioso culturalmente. En el símbolo siempre hay algo arcaico que es la capacidad de conservar en forma condensada textos extraordinariamente extensos e importantes. El símbolo puede no incorporarse a ninguna serie sintagmática, y si se incorpora a ella, conserva su independencia de sentido y estructura. Pero puede entrar a otro entorno textual. Nunca pertenece a un solo corte sincrónico de la cultura, siempre atraviesa ese corte verticalmente, viniendo del pasado y proyectándose al futuro. En este sentido, el símbolo representa uno de los elementos más estables del continuum cultural. Transporta textos, esquemas de sujet y otras formaciones semióticas de una capa de la cultura a otra. En consecuencia, el símbolo tiene una doble naturaleza: es a la vez invariante, de ahí que actúe como algo que no guarda homogeneidad con el espacio textual que lo rodea, un mensajero de otras épocas culturales, como un recordatorio de los fundamentos antiguos de la cultura; pero al mismo tiempo es variante, se correlaciona activamente con su contexto cultural, se transforma bajo su influencia, y a su vez, lo transforma (Lotman, 1993). 4. La metodología en el marxismo. Los principios del método marxista son conocer y comprender la realidad como praxis, no detenerse en las apariencias sensibles sino buscar las esencias subyacentes, la praxis entendida como criterio de verificación, la unidad de la teoría y la praxis, estudio del objeto de investigación en sus formas más perfectas y aspectos dominantes y comenzando por la célula más simple, enfoque de la realidad en su génesis y movimiento histórico y en su concatenación dinámica, enfoque totalizador del objeto de estudio, consideración de las ideas como expresión de las relaciones sociales y éstas como expresión del modo de producción y de las fuerzas productivas, en fin, la dialéctica como ciencia de las leyes del movimiento y 161 Epistemología evolución de la naturaleza, sociedad y pensamiento (Sierra, 1984). 162 El procedimiento de la actuación en el método marxista comprende: 1) El método de investigación que consiste en el paso de lo concreto sensible hacia la abstracción como negación de lo inmediato, que significa el análisis conceptual y la asimilación en detalle y descubrimiento de los nexos internos y las formas del desarrollo. 2) El método de exposición que consiste en el paso de lo abstracto a lo concreto pensado y expone el movimiento real de los fenómenos estudiados. En consecuencia, el método marxista se puede denominar como "el método del concretoabstracto-concreto", a condición de entender al primero como lo concreto sensible y a lo último como concreto pensado (De la Garza, 1988). Por último, los rasgos del método marxista son: 1) analítico, porque abstrae los aspectos más relevantes, 2) histórico: explica las diversas formas de desarrollo, y 3) estructural, pretende descubrir la estructura interna o sistema de vínculos. 5.La metodología como negación del método. Gutiérrez (1986) expone que Paul Feyerabend elabora la idea de negar el método como método. Feyerabend postula que la negación también se constituye en un método. Desarrolla la idea de un método que contenga principios científicos, inalterables y obligatorios que entra en dificultades al ser confrontada con los resultados de la investigación histórica. Encuentra que no hay una sola regla que no sea infringida en una ocasión o en otra. Esas infracciones no son accidentales, sino necesarias para el progreso. La revolución copernicana o el surgimiento del atomismo ocurrieron fuera de las reglas o porque las violentaron. Resulta, pues, sugestiva la idea que los avances se han realizado porque no se respetaron los métodos rígidos. El "todo vale" es el único principio de la metodología anarquista. El planteamiento anarquista elabora y programa hipótesis inconsistentes, sugiere proceder contrainductivamente además de proceder inductivamente, elabora o inventa teorías que sean inconsistentes con el punto de vista común, conserva la libertad de creación para descubrir y cambiar las propiedades del mundo, y está en favor de una metodología pluralista. Epistemológicamente, el planteamiento anarquista recomienda no trabajar con conceptos estables, no eliminar la contrainducción y no dejarse seducir pensando que se ha encontrado la descripción correcta de los hechos. Epistemología 3.2 BREVE EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA CIENCIA. En el siglo XIX se produce un gran desarrollo de las ciencias , en el que se detectan influencias del materialismo procedente de la etapa anterior y de una cierta cientifización (que lleva a intentar explicar todo, incluso el mundo social, en clave científica), y en el que se sientan las bases epistemológicas de modelos posteriores*. Hegel (1770-1831) establece las bases de la dialéctica; Comte (1798-1857), al proponer el positivismo, tienen un gran impacto en la filosofía de la ciencia (cuyos efectos se sienten en la actualidad) y lleva a sus extremos el reduccionismo empirista, que genera gran confianza en conseguir un conocimiento “científico”; Marx (1818-1883) realiza contribuciones que propician un reduccionismo materialista al que se le reconoce fuerte influencia sobre economía y sociología, y que puede servir de fundamento a una economía que, más allá del interaccionismo, resalte el papel activo del sujeto (dado que en la filosofía de Marx se resalta que la persona es un producto sociohistórico tanto como la sociedad y la historia es una producción de la persona). Hay que resaltar a Dilthey (18331910) y su distinción entre ciencias comprensivas (o del espíritu) y ciencias explicativas (o de la naturaleza). Considera a la economía como ciencia de la naturaleza. El filósofo alemán Windelband (18481915) acuñó los términos de nomotético e idiográfico, para resaltar las dos orientaciones metodológicas básicas de las ciencias sociales, y que sientan las bases para una de las polémicas clásicas de la economía: el estudio de lo general (o de leyes generales) o de la individualidad (encaminados a resaltar la naturaleza única del individuo). 3.3 CARACTERÍSTICAS DE LA CIENCIA MODERNA. El gran éxito de la ciencia consistió en dividir los problemas complicados en partes sencillas, más fáciles de estudiar. Así, po r ejemplo, Gregor Mendel, fundador de la Genética (1863), no se dedica a hacer consideraciones generales sobre los parecidos entre padres e hijos, sino que, cultivando guisantes en el jardín de su monasterio, se fija en caracteres muy concretos: el color de las semillas, o el color de las flores, y estudia cómo se hereda esa única característica. La segunda gran aportación de la ciencia moderna es describir los fenómenos con un lenguaje matemático. Mendel cuenta el número de guisantes verdes y el número de los amarillos y saca sus conclusiones con el dato de las probabilidades de cada color. 163 Epistemología De esta forma se consigue conocer la realidad con una gran eficacia y se han podido desarrollar las tecnologías que tan profundamente influyen en nuestra forma de vivir. Qué es la Ciencia. La palabra Ciencia (del latín scientia) significa conocer o discernir. Indica lo que se conoce a través de la observación, el estudio y la experimentación. Francis Bacon, uno de los fundadores de la ciencia moderna, al meditar sobre lo que era el conocimiento y como adquirirlo propuso la siguiente regla: observa, mide, explica y luego verifica. 164 Se usa el término "ciencia" con dos significados algo distintos que conviene distinguir. Por un lado para designar el conjunto de conocimientos adquiridos a través de la observación, el estudio y la experimentación; y, por otro, para llamar al método por el cual obtenemos estos conocimientos. El conocimiento científico. Las proposiciones que hace la ciencia deben tener una serie de características. Deben poseer precisión y objetividad; usar un lenguaje abstracto especializado; y ser el resultado de un análisis disciplinado y concienzudo de la experiencia. Hasta épocas recientes la ciencia se ha interesado, especialmente, en buscar explicaciones de los fenómenos naturales, haciendo preguntas del tipo de cómo se originan las mareas o los eclipses o el arco iris. Pero a partir del siglo XIX se inició el estudio de fenómenos que eran producidos por el mismo científico, como la electricidad o el electromagnetismo. El dominio de estos fenómenos artificiales llevó a las aplicaciones técnicas e industriales de la ciencia. Hoy en día las actividades industriales, y muchas que no lo son, dependen de unos conocimientos tecnológicos aportados por la ciencia, lo que ha convertido a esta en un importante poder dentro de nuestra sociedad. Planteamiento de hipótesis y trabajo científico El comienzo de una investigación científica es un trabajo muy creativo que suele partir de una suposición, un presentimiento o una idea de cómo pueden ser las cosas. El científico convierte esta idea previa en una hipótesis, es decir, un problema que se pueda investigar con los medios de que dispone. En muchas ocasiones el éxito de su investigación dependerá de que sea capaz de inventar aparatos de medida o técnicas de trabajo nuevas que le permitan enfrentarse con el problema. Como dice Peter Medawar, ganador del premio Nobel: "Los buenos Epistemología científicos estudian los problemas que creen poder resolver". El científico no sólo está condicionado por las limitaciones de los equipos de experimentación y los instrumentos; por ejemplo, por el aumento de los microscopios. Los condicionamientos sociales son también muy importantes. Las opiniones de los colegas y, sobre todo, el pensamiento dominante de la sociedad en ese momento, marcan de forma muy importante el tipo de preguntas que el científico se plantea y las respuestas que encuentra. Una vez que el científico comienza a trabajar en un problema la inspiración debe estar acompañada de un trabajo sistemático y cuidadoso. Para lograr resultados buenos hace falta una combinación compleja de razonamientos y experiencia. Validación y difusión hallazgo científico de un Los conocimientos científicos se tienen que poder comprobar y verificar. Por eso tienen que ser observaciones o experimentos que otros científicos puedan repetir para confirmar la exactitud de lo observado o medido. Todo hallazgo o trabajo científico debe ser publicado para que sea analizado y contrastado por otros investigadores. La publicación se hace en revistas científicas. Antes de que un trabajo sea aceptado en estas publicaciones lo suelen revisar otros científicos independientes para aprobar o no su edición o devolverlo para correcciones. Hay más de 30 000 revistas científicas en el mundo y se llegan a publicar miles de páginas de cada ciencia. Por ejemplo, al año se publican más de 15 000 páginas de química. La mayor parte de los artículos publicados no tendrán ninguna relevancia. Porque no aportan nada nuevo, o es demasiado nuevo y nadie lo entiende; o porque rápidamente es superado por otros descubrimientos mejores en el mismo campo, o porque es citado y tenido en cuenta durante un cierto tiempo pero pronto se descubre que lo que aporta o sugiere no es totalmente cierto o no sirve para lo que se propone por lo que, muy pronto, es olvidado. Sólo unos pocos hallazgos científicos pasan a la categoría de permanentes y constituyen el conocimiento científico más valioso. Es importante resaltar que el aprecio o desprecio de un resultado comunicado por un científico debe ser hecho exclusivamente teniendo en cuenta su calidad, sin que importe nada la personalidad, raza, religión o ideología política del autor. Aunque esta ética científica es imprescindible para la ciencia, no siempre es fácil de vivir, sobre todo ante presiones políticas o económicas o ante la división de los científicos en escuelas 165 Epistemología que se aferran en el mantenimiento de determinadas posturas por motivos ideológicos, de orgullo o por intereses personales. Ciencia y técnica La ciencia y la técnica están estrechamente relacionadas entre sí, pero son dos cosas distintas. 166 La ciencia se dedica primordialmente al saber, mientras que la técnica es el arte del hacer. Las dos se asemejan en que ni el conocimiento científico ni el hacer técnico son espontáneos, sino que los dos son resultado de un aprendizaje logrado a base de reflexionar sobre la realidad siguiendo un sistema concreto, muy parecido en las dos. Ciencia y técnica están tan relacionadas entre sí que se pueden considerar inseparables. La ciencia necesita de instrumentos y manipulaciones técnicas. Por ejemplo, se puede estudiar científicamente el problema del ozono estratosférico gracias a que existen dispositivos técnicos que nos permiten medir sus concentraciones y porque disponemos de un sistema de satélites con los que podemos hacer esas mediciones con facilidad y eficiencia. La técnica, por su parte, se aprovecha del avance científico para sus innovaciones. Cada vez más los avances técnicos condicionan el progreso de la ciencia y la forma de vida de nuestras sociedades. Es claro, por ejemplo, que el desarrollo de ordenadores cada vez más potentes ha hecho posibles investigaciones científicas y trabajos matemáticos imposibles hasta hace unos años. Aspectos sociales y políticos de la ciencia y la técnica La decisión sobre qué temas se van a investigar y que tecnologías nuevas se van a desarrollar no es algo que esté en manos de los científicos solamente. En la actualidad los programas de investigación exigen inversiones tan fuertes que sólo con la colaboración de los poderes públicos y de las grandes empresas se pueden llevar a cabo. Esto significa que, en nuestra época, las decisiones políticas y los intereses sociales condicionan la ciencia y la tecnología de forma casi total. Por otra parte el efecto que producen la ciencia y la tecnología en la sociedad es tan importante que influyen dramáticamente en lo que será el futuro de la humanidad. Hay que procurar que la ciencia que se haga sirva para progresar, no para retroceder o destruir. Por esto es muy importante que todos los ciudadanos conozcan los fundamentos de la ciencia y la técnica moderna y sus repercusiones, para que puedan juzgar con acierto e intervenir en la selección de los campos de Epistemología investigación potenciados. que deben ser En ocasiones una novedad con efectos muy positivos tiene efectos secundarios no deseables. A veces se puede determinar que los efectos negativos son suficientemente reducidos como para admitirlos. Esto es muy frecuente en el caso de algunos contaminantes. Por ejemplo, si no quisiéramos que hubiera óxidos de azufre o de nitrógeno de origen artificial en la atmósfera, tendríamos que renunciar a todos los automóviles y a la energía que se obtiene por procesos de combustión. Obviamente eso sería una exageración desproporcionada. Lo que hacemos es procurar que sea mínima la contaminación pero haciéndola compatible con seguir disfrutando de la energía de los carburantes. En otras ocasiones usamos productos que presentan grandes ventajas pero que, con el paso del tiempo, se descubre que producen efectos secundarios tan indeseables que llevan a dejar de usarlos. Ha sido el caso, por ejemplo, de los CFC, productos formidables por muchas de sus propiedades, pero de los que se descubrió al cabo del tiempo que causaban la destrucción de la capa de ozono. Su fabricación se ha paralizado y se han buscado otras alternativas para sus aplicaciones. Aspectos éticos de la ciencia y la técnica. Conforme la ciencia y la técnica van aumentando su poder es más importante que se usen con buen fin, porque empleadas sin principios éticos pueden ser muy dañinas. Campos como el desarrollo de nuevas armas o la ingeniería genética nos enseñan el poder que está adquiriendo el hombre con la ciencia moderna. 3.4 CARACTERÍSTICAS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO: EL MÉTODO. "Las teorías son redes que lanzamos para apresar aquello que llamamos "mundo": para racionalizarlo y dominarlo. Y tratamos de que la maya sea cada vez más fina" (La lógica de la investigación científica, Popper, 1959) A la hora de conocer la realidad, "aquello que llamamos mundo" (Popper, 1959) (o la parcela de éste que se esté abordando), si se quiere evitar que la "construcción" resultante responda a la "caótica diversidad de nuestra experiencia sensorial"(Einstein, 1940), hay que procurar que ésta se corresponda con "un sistema de pensamiento lógicamente uniformado" (Einstein, 1940). En, y para, esta uniformidad lógica resulta fundamental operar de modo ordenado y regulado, conforme a pautas que suelen concretarse en lo que se denomina método, y constituyen las “finas mallas” (Popper, 1959) con las que se apresa la realidad. 167 Epistemología 168 La palabra "método" tanto en griego (méthodos) como en latín (methodus) alude a camino, que se puede entender, en sentido figurado, como sendero o vía que lleva a algún lugar. La definición que recoge el Diccionario de uso del español de María Moliner (1996) es coherente con estas raíces clásicas, ya que define método como "la manera sistemática de hacer cierta cosa". Por tanto, cuando se procede de modo metódico al aproximarse a lo que se pretende estudiar o entender, se ordenan sistemáticamente actividades, pasos, tareas, procedimientos en suma, que darían como resultado pronunciamientos teóricos sobre la parcela de la realidad bajo estudio. Es por tanto claro que el concepto método, lo definiremos con carácter general, como el camino para alcanzar cierto fin o un procedimiento para tratar un conjunto de problemas. En el terreno científico será un camino definido por unas reglas que utilizamos para el descubrimiento de una verdad que desconocemos. Podemos delimitar aún más esta idea y definir el método científico como el conjunto de procedimientos de investigación de conceptos, teorías y principios de razonamiento utilizados en una parte concreta del conocimiento humano. Más formalmente, Machlup (1978, pág. 54) lo define de la siguiente forma: “La metodología es el estudio de los principios de discriminación que guía a los investigadores a decidir si se aceptan o rechazan ciertas proposiciones como una parte de un cuerpo de conocimiento”. Para Oscar Lange (1966, pág. 94): “El método en las ciencias es un caso particular del método comprendido en sentido amplio, en efecto, la investigación científica es la acción humana que tiene un fina definido y que tiende a conocer la realidad y las leyes que la rigen”. Para Bunge (1985, pág.29): “El método científico y la finalidad a la cual se aplica constituyen la entera diferencia que existe entre la ciencia y la no-ciencia. En la economía científica hay que proceder de modo que se pueda llegar a conclusiones con ciertas garantías, por tanto hay que operar bajo la óptica científica, y el método hipotético-deductivo es un modo ampliamente utilizado para elaborar teorías en ciencias. Gibson (1982, pág. 15) define el método de investigación como científico si posee las siguientes características: 1. Abstracción. El método científico implica una abstracción, necesaria para entender el funcionamiento de la realidad. En el proceso de abstracción omitimos detalles y establecemos hipótesis y esquemas lógicos que permiten relacionar los hechos. 2. Generalidad. Se trata de un método que, además de buscar la Epistemología descripción de las cosas en particular, elabora afirmaciones de tipo general. 3. Evidencia Experimental. Es un método que utiliza la observación experimental para apoyar las afirmaciones elaboradas. 4. Neutralismo ético. Se ajusta a los hechos, omitiendo juicios de valor. 5. Objetividad. Es un método objetivo, nadie puede estar influido por las circunstancias generales en que se desenvuelve la investigación cuando se elaboran afirmaciones que se deducen de la experiencia. Resumiendo, diremos que el método científico es la estrategia de la investigación científica, afecta a todo el proceso de investigación y es independiente del tema que se estudia. Sin embargo, cada disciplina científica tiene unas características propias, por lo que los instrumentos a emplear en cada caso diferirán en mayor o menor medida. El conocimiento para poder ser considerado como científico debe reunir al menos dos rasgos singulares mínimos, tal y como genéricamente viene afirmando la doctrina (Bunge, 1973) que son las características de objetividad y racionalidad. No obstante, esto no significa que el conocimiento ordinario carezca de tales atributos, ya que tanto el sentido común como la ciencia son críticos y aspiran a ser coherentes, y a no efectuar especulaciones sin control, intentando adaptarse a los hechos. Pero, a pesar de la aparente similitud, tales características revisten diferente alcance en uno y otro conocimiento. Así, mientras el concepto de racionalidad -viene a decir Bunge (1980)- suele encontrarse como mera acumulación de información en el conocimiento común, en el científico surge mediante teorías sistematizadas sobre la base de postulados contrastables, fundados y realizados con una perspectiva provisional e incierta. En este sentido, los enunciados científicos, a juicio del citado autor, son opiniones fundadas y contrastables, a diferencia de las de la experiencia común que no son susceptibles de contrastación o prueba, ya que rara vez resultan dignos de duda, y de ahí que sean científicamente irrelevantes. Por ello, desde el punto de vista de la racionalidad, y como consecuencia de la vigilancia crítica, el conocimiento científico adquiere una dimensión provisional e incierta, jugando un papel fundamental la duda filosófica. En este sentido, apunta Fernández Pirla (1983) citando a Ranzoli, “la ciencia tiene como condición la duda filosófica, o sea el espíritu de examen, y, en efecto, para que el pensamiento progrese en la posesión de la verdad es necesario que no se contente con las apariencias y las someta a 169 Epistemología examen, es decir, las interprete con la razón; que la observación de los hechos quede sometida a la crítica y que las doctrinas admitidas sean abandonadas cuando ya no proporcionen una explicación de los datos de la experiencia”. Según Bunge (1973) el concepto de racionalidad se concreta en: “a) Que está constituida por conceptos, juicios y raciocinios, y no por sensaciones, imágenes pautas de conducta, etc.”. 170 “b) Que esas ideas pueden combinarse de acuerdo con algún conjunto de reglas lógicas, con el fin de producir nuevas ideas. Estas no son estrictamente nuevas desde un punto de vista lógico, puesto que están implicadas por las premisas de la deducción; pero son gnoseológicamente nuevas, en la medida en que expresan conocimientos de los que no se tenía conciencia antes de efectuarse la deducción”. “c) Que esas ideas no se amontonan caóticamente o, simplemente, en forma cronológica, sino que se organizan en sistemas de ideas, esto es, en conjuntos ordenados de proposiciones”. En cuanto a la objetividad, podríamos apuntar, como señala Bunge (1980), que viene caracterizada por una construcción de imágenes de la realidad que sean verdaderas e impersonales, de tal forma que los enunciados científicos han de ser contrastables intersubjetivamente. A este respecto Popper (1973) cuestiona estos matices asegurando que toda persona es una víctima de su propio sistema de prejuicios, de manera que difícilmente un investigador, a título individual, puede ser objetivo. La objetividad -viene a decir el citado autor (Popper, 1982) se encuentra ligada al aspecto social del método científico, al hecho de que la ciencia y la objetividad científica no resultan de los esfuerzos de sólo un hombre de ciencia individual por ser objetivo, sino más bien de la cooperación de muchos hombres de ciencia. En el mismo sentido se manifiesta Kant al asegurar que la objetividad de los enunciados se encuentra estrechamente ligada con la construcción de las teorías de forma tal que, cuando algo es válido para quien esté en uso de razón, entonces su fundamento, además de suficiente, es objetivo. Así, el profesor Álvarez Melcón (1978a) considera que las características principales del conocimiento científico se concretan en su aspecto crítico intersubjetivo y basado en la experiencia, poniendo mayor acentuación en uno u otro sentido según las diferentes concepciones epistemológicas. De ahí que -apunta el mencionado autorllegue a una cierta ambigüedad respecto al sentido que recibe el quehacer científico. Parece oportuno, Epistemología por tanto, la existencia de una opción colectiva en relación con lo que se entiende por ciencia, aunque reconoce que tal circunstancia sólo es posible mediante la adhesión a un propósito de convención como consecuencia de un estudio epistemológico normativo o proyectivo. Por su parte, Bunge (1980) considera que la verdadera diferencia existente entre la ciencia y la no-ciencia se encuentra en el método científico y la finalidad a la cual se aplica, asegurando que “donde no hay método científico, no hay ciencia”. En este sentido cabe resaltar la propuesta o criterio de demarcación formulado por Popper, quien distingue entre el proceso de concebir una idea y entre los métodos y resultados de su examen, agregando que la tarea de la lógica del conocimiento consiste, exclusivamente, en la “investigación de los métodos empleados en las contrastaciones sistemáticas a que debe someterse toda idea nueva antes de que se la pueda sostener seriamente” (Popper, 1980). Por ello, es precisamente la actitud crítico-interpretativa de los hechos lo que distingue a la ciencia de las nuevas creencias; aunque estas también pretendan una interpretación de esos hechos, su explicación carece de los atributos propios de aquélla. Esto justifica la consideración generalizada sobre los primeros filósofos griegos como fundadores de nuestra tradición científica, a pesar de que, ciertamente, no fueran quienes primero intentaran comprender los fenómenos de la naturaleza, que ya, de otra forma, venían siendo objeto de interpretación primitiva en función de nuevas creencias y mitos. Introdujeron una nueva forma de pensar: la actitud crítica, característica del pensamiento científico, y, con ella, la evidencia de que la ciencia no sólo resuelve problemas sino que, al hacerlo, plantea otros. Para Popper, la actitud crítica es un requisito del científico puro, entendiendo que el trabajo del científico consiste en proponer teorías y en contrastarlas (Popper, 1980). A su entender (Popper, 1967), las teorías científicas no son simplemente los resultados de la observación. La ciencia -es cierto- no encuentra su origen en la observación, pero conduce a nuevas observaciones, cumpliendo su cometido pleno tan sólo en el rechazo, la eliminación y la crítica de las teorías, cuyo estímulo nos conduce a otras nuevas. Wartofsky (1973), por su parte, afirma que la característica más importante del conocimiento científico se concreta en ser explícito y rentable, además de concebir la crítica como algo natural. Para que exista esa crítica es necesario que el “objeto de la misma se articule, de modo muy 171 Epistemología claro, como objeto de reflexión consciente y deje de ser tácito. Ser crítico con respecto a la experiencia requiere formularla de tal modo que pueda pasar a constituir objeto de reflexión”. 172 De todo lo anterior parece deducirse que la ciencia, como conocimiento, se compone de conceptos, leyes, teorías, métodos e instrumentos que, combinados de acuerdo con una serie de reglas lógicas, generan nuevos conceptos, leyes, teorías, métodos e instrumentos que previamente no existían. La ciencia se constituye como tal y se distingue de las demás formas de conocimiento por la utilización del método científico. Sin embargo, es preciso reconocer que no existe un consenso sobre la naturaleza o existencia de un único método científico, habiéndose producido una serie de controversias entre los pensadores de la filosofía de la Ciencia, cuyas concepciones pasamos seguidamente a analizar. 3.5 EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO. Atendiendo al significado etimológico del término ciencia como “saber” en general, encontramos dos acepciones: una como saber científico y otra como saber vulgar. Cuando mencionemos este vocablo a lo largo del trabajo estaremos haciendo referencia a la primera. Tomando como válida esta idea inicial, podemos aceptar la siguiente definición de ciencia: “Un modo de conocimiento que aspira a formular, mediante lenguajes rigurosos y apropiados, en lo posible con el auxilio del lenguaje matemático, leyes por medio de las cuales se rigen los fenómenos. Estas leyes son de diversos órdenes. Todas tienen varios elementos en común: ser capaces de describir series de fenómenos, ser comprobables por medio de la observación de los hechos y ser capaces de predecir acontecimientos futuros” (Ferrater, 1965, pág. 284). A partir de esta definición podemos extraer tres características básicas que identifican a toda ciencia: la formulación de leyes con capacidad de descripción, posibilidad de contrastación y oportunidad para la predicción. Bunge (1975, pág. 9) nos proporciona varias definiciones y descripciones que nos aproximan al concepto de ciencia. Así, entiende que la ciencia puede caracterizarse como “conocimiento racional, sistemático, exacto, verificable y, por consiguiente, falible”. Considera que ciencia es “un bien por sí mismo, esto es, como un sistema de ideas establecidas provisionalmente – conocimiento científico-“. Más recientemente, Bunge (1985, pág. 10) la define como “el estudio de la realidad por medio del método científico y con el fin de descubrir las leyes de las cosas”. Epistemología Otros autores más próximos a la disciplina que nos ocupa, prefieren entender la ciencia como “Cualquier tipo de conocimiento que haya sido objeto de esfuerzos para perfeccionarlo” (Schumpeter, 1982, pág.41), en el mismo sentido es posible aportar otra definición de ciencia debida al Profesor Castañeda (1968, pág. 11): “Una ciencia es, pues, un conjunto sistemático de cuestiones y proposiciones referentes a un objeto y elaboradas con criterios de verdad y certeza”. La búsqueda de respuestas a todos los acontecimientos que inciden en la vida real del ser humano ha originado, desde siempre, la continua preocupación de éste por el saber y la verdad, esto es, por los términos caracterizadores de la ciencia. El hombre ha sentido, desde sus orígenes, la necesidad de comprender, cuando el conocimiento sobre algún hecho alcanza un grado de interés generalizado; “...a la confianza con lo habitual, en las cosas en que no se repara, sucede la desconfianza, la desorientación...” (Ortega y Gasset, 1966a). Tradicionalmente, y hasta el siglo pasado, era mantenida por gran parte de los filósofos la convicción casi generalizada de la validez incontestable de las teorías, de ahí que la mera aceptación de un conocimiento como válido podía hacer pensar en el método que lo había permitido alcanzar. Tal idea es posible que se derive de la interpretación etimológica del término, como el camino que ha de recorrer la mente en la búsqueda de la verdad, "como si se tratara de una vía ineludible que necesariamente hay que recorrer en la elaboración de un cuerpo de conocimientos para que su estructura merezca la calificación de científica" (Carreras Artau, 1955). Pero de la validez absoluta del conocimiento se pasa, posteriormente, a un nuevo planteamiento basado en una relativa aceptación de la teoría en función de su refutación al contrastarla con la realidad. En la actualidad, prevalece la proposición de hipótesis y teorías que posteriormente serán contrastadas o refutadas. Al respecto apunta Wartofsky (1973), la ciencia “experimenta; descubre; mide y observa; inventa técnicas y herramientas; propone y dispone, hace hipótesis y ensaya; hace preguntas a la naturaleza y obtiene respuestas; hace conjeturas, refuta, confirma o no confirma; separa lo verdadero de lo falso, lo que tiene sentido de lo que no lo tiene; nos dice como llegar donde queremos llegar, como hacer lo que queremos hacer”. Posiblemente, como afirma Lákatos (1975), durante siglos, el conocimiento fue entendido como conocimiento demostrado, ya fuese por la evidencia o por el poder del intelecto, aunque la integridad de éste 173 Epistemología exigía abandonar las afirmaciones no demostradas. Ahora bien, es oportuno distinguir en la ciencia entre el trabajo o investigación, y su resultado final: el conocimiento. De alguna manera, así lo expresa Wartofsky (1973) cuando afirma que “la ciencia es un modo de conocer el mundo y también un cuerpo de conocimiento. Cabe caracterizarla en función de un proceso de investigación, de una búsqueda de la verdad, y es posible caracterizarla también como la estructura o cuerpo formado por la acumulación de las verdades fundadas, o presuntas verdades, que tal búsqueda haya originado”. 174 De lo anterior se puede deducir, por tanto, que la ciencia implica conocimiento. No obstante, hay que tener presente que no todo conocimiento puede recibir el calificativo de científico, por lo que habrá que señalar que atributos deben reunir aquel para ser tipificado como tal. En este sentido, Bunge (1980) distingue entre dos formas de presentarse el conocimiento: común y científico, señalando, al respecto, que “parte del conocimiento previo de que arranca toda investigación es conocimiento ordinario, esto es conocimiento no especializado, y parte de él es conocimiento científico, o sea, se ha obtenido mediante el método de la ciencia y puede volver a someterse a prueba, enriquecerse y, llegado el caso, superarse mediante el mismo método. A medida que progresa, la investigación corrige o hasta rechaza porciones del acervo del conocimiento ordinario. Así se enriquece este último con los resultados de la ciencia: parte del sentido común de hoy día es resultado de la investigación científica de ayer”. En lo que se refiere a su clasificación, muchos han sido los intentos de ofrecer una tipología de las mismas. Una primera clasificación general discierne entre ciencias humanas y ciencias de la naturaleza. Particularmente nos sentimos atraídos por la clasificación del Profesor Bunge, distinguiendo entre ciencias formales y ciencias factuales o empíricas: “La diferencia primera y más notable entre las varias ciencias es la que se presenta entre ciencias formales y ciencias fácticas, o sea, entre las que estudian ideas y las que estudian hechos. La lógica y la matemática son ciencias formales, no se refieren a nada que se encuentre en la realidad, y por tanto, no pueden utilizar nuestros contactos con la realidad para convalidar sus fórmulas. La física y la economía se encuentran en cambio entre las ciencias fácticas, se refieren a hechos que se supone ocurren en el mundo, y, consiguientemente, tienen que apelar a la experiencia para contratar sus fórmulas” (Bunge, 1985, Pág.38). La ciencia formal, por tanto, estudia las ideas y utiliza como principios de Epistemología razonamiento las reglas de la lógica y las matemáticas. La lógica sirve a las demás ciencias para aclarar y analizar las verdades propias de su objeto, proporciona un método para analizar las estructuras de las ciencias, sus conocimientos principales, así como para ver la manera de relacionarlos y resumirlos hasta llegar a sus conclusiones. Las Matemáticas proporcionan el instrumento de formalización decisivo, con el que las ciencias resultan más comprensivas y universales. La ciencia factual o empírica es aquella que analiza los hechos, la relación entre los fenómenos que se observan, trata de explicar la realidad y predecir los acontecimientos. Bunge (1975, pág. 15) establece un amplio abanico de características de las ciencias factuales y de los elementos que identifican al conocimiento científico*: 1. El conocimiento científico es fáctico: “parte de los hechos, los respeta hasta cierto punto, y siempre vuelve a ellos”. Toda ciencia empírica comienza con una observación de los hechos y fenómenos que le interesan y los estudia sin modificarlos, si ello no es posible, los cambios serán objetivos, nunca arbitrarios. 2. El conocimiento científico transciende los hechos: “descartar los hechos, produce nuevos hechos y los explica”. Una vez descritos los fenómenos procedemos a su clasificación. Pero no sólo seleccionan y controlan los hechos los científicos, sino que siempre que se pueda se reproducen e incluso se obtienen hechos nuevos. Además, el conocimiento científico racionaliza la experiencia en lugar de limitarse a describirla. Es decir, la ciencia no se limita a la mera clasificación de los fenómenos, sino que los explica formulando hipótesis y teorías. 3. La ciencia es analítica. La investigación científica, al estudiar los objetos los descompone para ver claramente sus elementos integrantes y sus interdependencias. Pero esta división debe hacerse de tal manera que no se pierda la visión de totalidad del objeto estudiado (“Lejos de disolver la integración, el análisis es la única forma conocida de describir cómo emergen, subsisten y se desintegran los todos. La ciencia no ignora la síntesis, pero rechaza la pretensión irracionalista de que la síntesis pueden ser aprendidas por una intuición especial, sin previo análisis”). 4. La investigación científica es especializada. La ciencia está dividida en sectores, en cierta medida independientes. Pero a pesar de esta especialización, existe unidad metodológica. Además, superando esta especialización, hay áreas de la ciencia que son interdisciplinarias, como por ejemplo la Bioquímica, la Investigación Operativa, la Psicología Social, por poner solo algunos. 175 Epistemología 5. El conocimiento científico es claro y preciso. Evita, en la medida de lo posible, la vaguedad, la inexactitud y la superficialidad. En aras de la precisión y de la exactitud, la ciencia realiza una formulación clara de los problemas, define claramente los conceptos, respeta esas definiciones. La ciencia utiliza lenguajes artificiales y simbólicos. La ciencia busca la medición de los hechos. 6. Un requisito esencial del conocimiento científico es su verificabilidad. Con el fin de explicar un fenómeno, el científico aventura conjeturas que deben ser puestas a prueba de forma empírica para probar su veracidad. 176 7. La investigación científica es metódica (“no es errática, sino planeada. Los investigadores no tantean en la oscuridad sino que saben lo que buscan y cómo encontrarlo”). 8. El conocimiento científico es sistemático (“Una ciencia no es un agregado de informaciones inconexas, sino un sistema de ideas conectadas entre sí de un modo lógico”). 9. El conocimiento científico es general (“Ubica los hechos singulares en pautas generales y los enunciados particulares en esquemas amplios”). Al científico no le interesan los hechos aislados si no es para generalizarlos, para hallar características comunes, las cualidades esenciales y relaciones con marchamo uniformidad. las de 10. El conocimiento científico es legal, se esfuerza en descubrir y aplicar leyes. La ciencia (“encuentra la esencia en las variables relevantes y en las relaciones invariantes entre ellas”). 11. La ciencia es explicativa (“Intenta explicar los hechos en términos de leyes y las leyes en términos de principios”). Los científicos, además de saber como son los fenómenos buscan sus causas. 12. El conocimiento científico es predictivo (“Transciende la masa de los hechos de experiencia, imaginando como ha sido el pasado y como puede ser el futuro. La predicción se fundamenta sobre leyes y sobre informaciones específicas fidedignas relativas al estado de cosas actuales o pasado”). 13. La ciencia es abierta. El acervo de los conocimientos científicos no es irrefutable, cerrado y concluido, por el contrario, el conocimiento científico puede ser siempre refutado y así, hasta el principio más sólido puede ser sustituido. El progreso científico se debe, entre otros factores, a que en la ciencia no hay dogmatismo y todo está abierto a la controversia. 14. La ciencia es útil (“Busca la verdad y por ello la ciencia es eficaz Epistemología para proveer herramientas para el bien o para el mal”). Atendiendo a la finalidad perseguida por nuestra investigación, estaremos en presencia de ciencia factual pura o ciencia factual aplicada. Si perseguimos un fin puramente cognitivo, hablaremos de ciencia factual pura, por ejemplo. La biología, cuando la finalidad es práctica estaremos en el campo de la ciencia factual aplicada, por ejemplo, la economía, “El objeto central de la investigación en la ciencia factual pura es, por definición, mejorar el conocimiento que tiene el hombre de los hechos, y el de investigación científica aplicada es mejorar el control del hombre sobre los hechos” (Bunge, 1985, pág. 44). La ciencia factual pura tiene por objeto describir y analizar los fenómenos del mundo con la finalidad del enriquecimiento del saber. En contraposición a las ciencias puras, las ciencias aplicadas tienen por fin la preparación de conocimientos y procedimientos para hacer posible y facilitar la obtención de los objetos y servicios más deseados de la vida. Las ciencias factuales o empíricas se pueden clasificar en tres grandes grupos: ciencias de la materia, biológicas y humanas. Las dos primeras son ciencias naturales y por tanto son empíricas y experimentales. Un ejemplo de una ciencia experimental es la química. Los datos químicos provienen de un modelo teórico cuidadosamente especificado y se corresponde con el establecimiento de un experimento controlado. Las ciencias sociales son las que tienen por objeto el estudio de los fenómenos en lo que intervienen las personas actuando en grupos organizados. Dentro de las ciencias sociales Jean Piaget considera cuatro grandes grupos de materias realizadas por el hombre dentro de la sociedad (Piaget, 1973)): • Ciencias Nomotéticas • Ciencias Históricas • Ciencias Jurídicas • Ciencias Filosóficas Las ciencias históricas del hombre son “aquellas disciplinas que tienen por objeto reconstruir y comprender el desarrollo de todas las manifestaciones de la vida social a través del tiempo” (Piaget 1973, pág. 47).Las ciencias jurídicas se dedican al estudio de las normas, esto es, del debe ser. Finalmente, las disciplinas filosóficas, intentan alcanzar “una coordinación general de los valores humanos” (Piaget 1973, pág. 51). Las denominadas ciencias nomotéticas las define como: “Aquellas disciplinas que intentan llegar a establecer leyes en el sentido, algunas veces de relaciones cuantitativas relativamente constantes y expresables en forma de funciones matemáticas, pero también en el sentido de hechos generales o 177 Epistemología de relaciones ordinales de análisis estructurales, etc., traduciéndose por medio del lenguaje ordinario o de un lenguaje más o menos formalizado” (Piaget, 1973, pág. 46). Piaget destaca como características principales de las ciencias nomotéticas las siguientes (Piaget, 1973, pág.47): 1. La elaboración o búsqueda de leyes. 2. La utilización de métodos, ya sean de experimentación estricta o de experimentación en sentido amplio 3. La tendencia a dirigir las investigaciones sobre pocas variables a la vez. 178 El objetivo e estas clasificaciones, parece claro que la economía es una ciencia social, ya que tiene por objeto el estudio de los fenómenos en los que intervienen las personas actuando en grupos organizados y, como analizaremos más adelante, sigue un método científico. Además, los rasgos de nuestra ciencia son los señalados para las ciencias nomotéticas en general, sin embargo, retomando otra clasificación de las ciencia entre experimentales y no experimentales (categorización que refleja los diferentes caminos para la obtención de los datos y que tiene gran relevancia sobre todo en la forma en que los datos se utilizan para investigar cuestiones de interés y realizar inferencias sobre el mundo real), quedaría enclavada, además, dentro de las experimentales. 3.6 ciencias no LA FILOSOFÍA HERMENEUTICA DE HANSGEORG GADAMER. Si bien la filosofía gadameriana es difícil de sistematizar en tanto que no brinda respuestas definitivas, es posible de realizar y pasible de ejecutar la dilucidación de un abánico de generalidades que permitan utilizando un término propio del autor en cuestión-, una "fusión de horizontes" con respecto a su propuesta. Es así que a título de comienzo podemos indicar que entabla un debate contra el cientificismo, a través del cual lucha contra el positivismo ingenuo (y por que no también, ingenuo positivismo). Este debate se sustenta sobre una serie de pilares tales como: el fenómeno de la comprensión como modo de ser en el mundo y en la historia; el carácter irreductiblemente lingüístico de nuestra relación con el mundo y con los demás; la conciencia de la fínitud tanto de la voluntad como de la comprensión. Pero, ¿cuál es su propuesta? Gadamer intenta rescatar un modo de saber moral aristotélico, un "¡¿qué hacer con nuestras vidas!?". También busca una recuperación del diálogo humano y del debate público sobre diferentes cuestiones, es decir, intenta recuperar el juicio reflexivo. Epistemología En este orden de cosas se busca rescatar un saber pre-científico entendiendo éste como un determinado saber del hombre que incluiría la posibilidad de que los hombres hagan ciencia. Realiza un serio diagnóstico de la situación actual destacando que la praxis ha sido olvidada. El dominio de la tecnología, en tanto que "knowhow" basado en la ciencia ("tecnociencia" podríamos decir si se nos permite el neologismo). Es así que cuanto más crece la tecnología, más decrece el ejercicio del juicio propio del hombre en tanto esta dirige todo lo que antes pertenecía a otros dominios. En conjunto, la propuesta de este filósofo se basa en la "filosofía práctica", postulando la necesidad de salir del contextualismo típico de nuestra época sin caer en un objetivismo, y de esa manera ver a qué tipo de universalidad podemos llegar. Como él mismo afirma, "... no está en cuestión lo que hacemos ni lo que debiéramos hacer, sino lo que ocurre con nosotros por encima de nuestro querer y hacer". (1) Lo anteriormente expuesto es la mínima gestalt a que puede llegarse en la realización de una síntesis de su trabajo. Pero, ¿cómo opera el contenido de su obra "Verdad y método" en y para el despliegue de su filosofía? Dejemos que él mismo lo explique: "La presente investigación trata del problema hermenéutico". (2) "La cuestión que nosotros planteamos intenta descubrir y hacer consciente algo que la mencionada disputa metodológica (hace referencia a la disputa metodológica entre las ciencias del espíritu y la moderna ciencia natural), acabó ocultando y desconociendo algo que no supone tanto limitación o restricción de la ciencia moderna cuanto un aspecto que le precede y que en parte la hace posible". (3) (el paréntesis es mío). De esta manera va a manifestar que la verdad es tanto ocultación como des-ocultación del logos, además, en tanto la develamos (a la verdad), se mantiene una cierta tensión interna, lo que a su vez conlleva a investigar sobre la capacidad interpretativa generadora de sentido y la conciencia de la alteridad radical. El problema del conocimiento. Dice Gadamer-. "...la comprensión no es uno de los modos de comportamiento del sujeto, sino el modo de ser del propio estar ahí". (4) "Comprender no quiere decir seguramente tan sólo apropiarse una opinión trasmitida o reconocer lo consagrado por la tradición. Heidegger, que es el primero que cualificó el concepto de la comprensión como determinación universal del estar ahí, se refiere con él precisamente al carácter de proyecto de la comprensión, esto es, a la "futuridad del estar ahí". (5) 179 Epistemología Teniendo una raíz heideggeriana, la proposición anterior da cuenta de que el "Dasein" en tanto que "ser en el mundo" implica una facticidad que no es susceptible ni de fundamento ni de deducción, sino que va a ser base ontológica de todo planteamiento fenomenológico. En este sentido, la experiencia humana en el mundo es conciencia de finitud y es un irreductible que no necesita de fundamento por parte de la reflexión. La experiencia humana en el mundo es la base de toda reflexión. 180 Es así que reconoce junto a Heidegger que la realidad es condición de ser existente, pero también reconoce que la adecuación cognoscente-conocido, es decir, entre el que conoce y lo que es conocido tiene un peculiar modo de ser que es común a ambos. De este modo, la relación con el mundo no la comprende ni desde un punto de vista objetivista ni subjetivista; ni subsumiendo el objeto al sujeto ni el sujeto al objeto. Volviendo a la frase del comienzo, podemos afirmar que en tanto que seres "arrojados" al mundo, nuestro modo de ser en el mismo implica que este se nos presente como un obstáculo, una resistencia que nos obliga a comportarnos como seres que comprendemos, y comprender no es tan sólo un tipo de actividad propia que desarrollemos sino que es parte constitutiva de nuestra existencia. El mundo en que vivimos, el "lewensfeld" husserliano -que está pre-dado y que es base para toda praxis-, se nos presenta así como lo otro que nos enfrenta a nuestra conciencia de la finitud de la experiencia humana en tanto que constantemente está poniendo límites que es necesario trascender, superar. Esta conciencia de la finitud es el resultado de la experiencia humana en el mundo y es además, un irreductible del análisis al cual llegamos a través de la limitación de toda previsión humana. En este sentido, para Gadamer la conciencia humana es limitada. La existencia del hombre es entonces el mundo, pero además, el mundo es un otro que se nos presenta como interpelación y como obstáculo. Ahora, ¿cómo se desarrolla para Gadamer el proceso de la comprensión en tanto que seres en el mundo enfrentados a él? Para él comprender es comprender el proceso de fusión de horizontes que se da en el dominio de la tradición, entre personas, entre culturas. El concepto gadameriano de horizonte refiere al "...ámbito de visión que abarca y encierra todo lo que es visible desde un determinado punto". (6) Y qué tipo de horizonte es: "El horizonte es más bien algo en lo que hacemos nuestro camino y que hace el camino con nosotros. El horizonte se desplaza al paso de quien se mueve... Comprender una Epistemología tradición requiere sin horizonte histórico". (7) duda un "Ganar un horizonte quiere decir siempre aprender a ver más allá de lo cercano y de lo muy cercano, no desatenderlo, sino precisamente verlo mejor integrándolo en un todo más grande y en patrones más correctos". (8) "Comprender es siempre el proceso de fusión de estos presuntos "horizontes para sí mismos""(9) "La fusión tiene lugar constantemente en el dominio de la tradición; pues en ella lo viejo y lo nuevo crecen siempre juntos hacia una validez llena de vida, sin que lo uno ni lo otro lleguen a destacarse explícitamente por sí mismos". (10) Sí bien ésta fusión de horizontes tiene lugar en forma constante, debemos tener presente que cada vez que comprendemos lo hacemos de modo diferente, es decir, comprendemos desde nuestra "actualidad", pero también es menester tener en cuenta que la conciencia de la finitud pone límites a la experiencia humana y del mundo, y que por ende, no podemos abarcar ni comprenderlo todo. "La experiencia es pues, una experiencia de la finitud humana". (11) En este sentido podemos afirmar que no se conoce la "cosa en sí" sino que lo que se logra con la comprensión es una unidad de sentido que se da en base a acuerdos, es decir, no hay fenómenos sino interpretaciones de los fenómenos. Esto nos conduce a considerar al hombre también como un "ser histórico", en tanto que en el proceso y experiencia del comprender no se participa acríticamente como meros espectadores sino en tanto que partícipes ubicados en la historia. Y esto es lo que Gadamer denomina "historia efectual", es la estructura de la comprensión y que predispone la apertura del mundo, es decir, se comprende siempre desde y dentro de determinado contexto. Historia efectual en tanto que siempre la experimentamos desde adentro y siempre nos encontramos en la historia, la cual transcurre permanentemente y es parte constitutiva de nuestra historia personal en tanto que seres en el mundo. Es algo que nos precedió y de lo cual no podemos escapar. La conciencia de la historia efectual es la fuerza operativa de la tradición que opera sobre quienes pertenecen a dicha tradición, estando condicionados por ella sin posibilidad de escape, y en tanto somos seres históricos no podemos nunca agotarnos en el saber ni en el saberse. ¿Y qué es la tradición? Dice Gadamer: "...la tradición no es un simple acontecer que pudiera conocerse y dominarse por la experiencia, sino que es lenguaje, 181 Epistemología esto es habla por sí misma como lo hace un tú". (12) La tradición es esa "historia" dentro de la cual nos encontramos inmersos, la cual nos constituye y a la cual constituimos a través de un proceso dialéctico continuo y dinámico. De esta manera llegamos a comprender -en el sentido gadameriano del término-, que podemos hablar del mundo y de nosotros de múltiples maneras; el problema es que lo que se dice ha de permanecer en una forma predecible pero no definida en cuanto a su relación con lo dicho, es decir, no todo se dice y no todo se comprende. 182 Para finalizar este introito a la obra de Gadamer en lo que refiere al problema de la comprensión digamos que, la comprensión que nosotros seres finitos podemos realizar de la realidad infinita que es la alteridad toda (el todo que se construye con palabras y que está dado por ellas), y siendo el lenguaje el lugar en que el yo y el mundo se encuentran, es donde ambos aparecen en su unidad originaria, superándose así la dualidad sujeto-objeto. También se salva así a lo otro en tanto que diferente, como "alteridad" pues es la lingüisticidad de nuestra experiencia en el mundo la que nos permite comprender y/o interpretar a lo otro. Nada queda explicado sino tenemos en cuenta la comprensión lingüística. El lenguaje pone así una dimensión completamente nueva. No nos libramos del horizonte ni adoptamos un horizonte libremente, sino que estos horizontes forman un lenguaje que nos constituye y que nos permite comprender significados. Lenguaje y comprensión son entonces aspectos inseparables del ser en el mundo. "... esta fusión de horizontes que tiene lugar en la comprensión es el rendimiento genuino del lenguaje". (13) "El acuerdo en la conversación no es un mero exponerse e imponer el propio punto de vista, sino una transformación hacia lo común, donde ya no se sigue siendo el que se era". (14) El ser que puede ser comprendido es lenguaje. Todo comprender es interpretar y toda interpretación se da en medio del lenguaje que se abre a lo otro, en una palabra, la realidad no está a espaldas del lenguaje. Y en este sentido, tener lenguaje es tener mundo porque no lo dominamos como la ciencia a los objetos y además, no lo creamos conscientemente (al mundo), sino que ya estamos en él. Tener mundo es comportarse con respecto al mundo en el mundo. El lenguaje no es así un instrumento sino el mundo en que vivimos desde el comienzo. 3.7 LOS PARADIGMAS KHUN. DE Epistemología Los problemas para falsar concluyentemente una teoría, ya que los enunciados observables dependen de la propia teoría, así como la dificultad de progreso científico si se aplica de forma radical el falsacionismo, llevaron a algunos investigadores a meditar sobre la resistencia al cambio en las teorías científicas por el hecho de que no se encuentran aisladas sino que funcionan como estructuras organizadas. Entre estos autores, y dentro de la denominada escuela histórica, destaca Kuhn, quien en su obra La estructura de las revoluciones científicas postula una concepción discontinuista del proceso de desarrollo científico. Kuhn ha pretendido un planteamiento superador de Popper con su teoría de ciencia normal y revoluciones científicas que alteran esa situación normal para retornar a una nueva normalidad. Kuhn señala que las ciencias progresan cíclicamente comenzando por un paradigma aceptado por la comunidad científica e investigado durante un período de ciencia normal. La ciencia normal intenta adecuar la teoría a la práctica, pero pueden existir ciertas discrepancias. Estas discrepancias si no son resueltas se convierten en anomalías, y si éstas se acumulan se produce una crisis que conlleva la caída del antiguo paradigma, y el surgimiento de una revolución científica en la que el antiguo paradigma es reemplazado por uno nuevo incompatible con el anterior. Por tanto, para este autor, la ciencia no se desarrolla por medio de la acumulación de descubrimientos o inventos individuales, sino que se forma como proceso de ruptura con lo anterior. En el proceso de traslación nos recuerda Wells (1976) - del viejo conjunto de ideas al nuevo, la comunidad de científicos sigue un número de pasos determinados: 1. Reconocimiento de las anomalías. 2. Período de inseguridad. 3. Desarrollo de grupos de ideas alternativos. 4. Identificación pensamiento. de escuelas de 5. Dominación de las nuevas ideas. En cualquier caso, las teorías articuladas no dejan de ser científicas por el hecho de que hayan sido descartadas. Sin embargo, es difícil poder considerar el desarrollo como un proceso de acumulación. La investigación histórica misma, que muestra las dificultades para aislar inventos y descubrimientos individuales, proporciona las bases para abrigar dudas profundas sobre el proceso de acumulación, por medio del que se creía que había surgido esas contribuciones individuales a la ciencia (Kuhn, 1971). Es evidente que los criterios de demarcación científica derivados de 183 Epistemología la falsación, aunque críticos con la metodología tradicional, se mantienen en su misma línea. En cambio Kuhn, con su libro “La estructura de las revoluciones científicas” explica el comportamiento científico por las aportaciones críticas que se les hacen a la teoría. Kuhn indica que cuando las teorías no logran superar una prueba, no son rechazadas y sustituidas por otras, sino que se introducen modificaciones o bien se ignoran las anomalías. Una de sus características más destacables es su rechazo frontal al punto de vista de la metodología inductivista. La aportación de Kuhn gira en torno a los siguiente conceptos: 184 Paradigma, Ciencia Normal y revoluciones científicas. Kuhn entiende el concepto de paradigma en dos sentidos (Pheby, 1988, pág. 37), primero significaría un éxito que se considera tan importante que es capaz de atraer a un grupo de científicos que ejercen una actividad en competencia y, segundo, se entiende como un paso en el desarrollo científico que es capaz de dar solución a problemas no resueltos. Si atendemos a su definición literal, los paradigmas son: “Realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica” (Kuhn, 1971, pág. 13). El concepto de paradigma perfila la escena para la siguiente etapa del esquema de Kuhn, el concepto de ciencia normal. Para Kuhn existen periodos alternativos de ciencia normal y periodos de crisis. En la fase de ciencia normal, en la que se acepta un cuerpo esencial de teoría, van surgiendo situaciones que no pueden explicarse de forma convincente y que reciben el nombre de anomalías. Cuando las anomalías aumentan se produce un proceso insostenible en torno a la ciencia normal, lo que da lugar a la aparición de nuevas teorías o, dicho de otra forma, un paradigma es sustituido por otro. Por comunidad científica, entiende Kuhn el órgano a un consenso, que reúne a un grupo de individuos que colaboran entre ello, a los que se les considera los únicos responsables de la persecución de objetivos científicos en su especialidad. La amplitud del concepto de paradigma hace que Kuhn admita la imprecisión del término y posteriormente lo sustituya por el de “matriz disciplinaria” (disciplinaria, porque se refiere al patrimonio común de los que practican una disciplina, y matriz, porque alude a un conjunto ordenado de elementos de diversa naturaleza que requieren especificación adicional): “Una matriz disciplinar está compuesta de paradigmas, partes de paradigmas que constituyen una unidad y Epistemología funcionan conjuntamente” (Katouzian, 1982, pág. 123). el carácter conceptuación. El proceso de sustitución de unos paradigmas por otros, puede resumirse en las siguientes etapas: Por lo que respecta al segundo de los conceptos mencionados -ciencia normal-, es considerado por el mencionado autor como “investigación basada firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior” (Kuhn, 1971). • Ciencia normal, compuesta por los paradigmas aceptados. • Pequeños fenómenos inexplicados, con respecto a los cuales los sostenedores de la ciencia normal confían en explicarlos sin cambio de paradigmas. • Forzar la teoría par incluir dichos fenómenos inexplicados. • Periodo de confusión • Periodo de innovación y oposición • Nuevamente ciencia normal, integrada por los nuevos paradigmas aceptados, con lo que el proceso dialéctico inicia un nuevo ciclo. Cuando se produce la sustitución de un paradigma por otro nos encontramos ante lo que Kuhn denomina “revolución científica”. La tesis de Kuhn se basa, pues, en tres conceptos fundamentales: paradigma, ciencia normal y revolución científica. El primero queda definido (Kuhn, 1971) como aquello que comparte una comunidad científica, entendiéndose ésta, a su vez, como el conjunto de hombres que comparten un paradigma. Las definiciones anteriores dejan patente circular de la Por último, Kuhn considera revolución científica a “la transición de un paradigma en crisis a otro nuevo del que pueda surgir una nueva tradición de ciencia normal” (Kuhn, 1971). El camino abierto por Kuhn apunta, pues, no sólo a una concepción diferente a la popperiana de progreso científico y de racionalidad científica, sino que también propicia cierta reflexión sobre la finalidad de las ciencias, las responsabilidades de la praxis científica y, encontrando una perspectiva hacia la epistemología social de la ciencia (Mardones y Ursa, 1982). Según el profesor Gonzalo Angulo (1983), la visión de Kuhn sobre la evolución científica puede recogerse en las siguientes etapas: preciencia, ciencia normal, crisis, revolución, nueva ciencia normal y nueva crisis. En el estado primitivo, apunta el citado autor, una ciencia encuentra un cierto número de teorías rivales, 185 Epistemología las que intentan superponerse. Cuando una de ellas lo logra, y es aceptada por la comunidad científica, comienza una etapa de ciencia normal. En ella el científico trabaja confiado en su paradigma aún admitiendo que ciertas observaciones estén sin resolver. Posteriormente, un nuevo paradigma, en alternativa al existente, se arraiga en la comunidad. Comienza así el período de crisis, el que finaliza cuando los científicos se adhieren a ese nuevo paradigma y abandonan el viejo. De esta forma, en un tiempo no determinada, el nuevo paradigma se va instalando, comenzamos así un nuevo período de ciencia normal. 186 Kuhn ofrece una teoría del progreso científico en la que la ciencia normal es lo habitual y la revolución lo excepcional, realizándose la aceptación de la falsación por parte de la comunidad científica con carácter extraordinario. No obstante, aunque el período de ciencia normal parece que no queda caracterizado por aportaciones creativas de cierta importancia, tiene un gran interés en la evolución científica por cuanto en él producen precisiones en torno al paradigma vigente, lo que constituye, en gran parte, el principal quehacer de numerosos científicos. La visión del desarrollo científico en Kuhn se caracteriza, pues, por un proceso en el que se suceden en el tiempo períodos de ciencia normal y períodos de ciencia extraordinaria o de crisis. A lo largo de un período de ciencia normal, las teorías y principios que dan lugar a un paradigma son aceptados de forma indiscutida en la comunidad científica, originándose un proceso de perfeccionamiento del mismo. Como afirma el profesor Quintanilla (1976), “la actividad científica en estas épocas se limita a ser una tarea de resolver rompecabezas más o menos nuevos con ayuda de los instrumentos tradicionales. Se trataría, en cierto modo, de un proceso en el que lo único que acontece es que aumenta el campo de las experiencias a las que se aplican unas teorías y procedimientos dados...”. Y como indica Schwartz (1972), durante las épocas de ciencia normal “la comunidad científica trabaja sobre la base de un paradigma o teoría común indiscutida; los científicos se ocupan principalmente de resolver los acertijos que plantea tal paradigma. Lejos de querer refutarlo buscando contraejemplos fácticos, los científicos, en épocas normales, consideran los hechos que no corresponden a lo predicho por el paradigma como anomalías que, o se resuelven, o se archivan, o se toman como muestra de la incapacidad del experimentador. La acumulación de anomalías, sin embargo, crea un ambiente de crisis en la comunidad científica; cuanto más se prolongue la crisis, más probable es la aparición -a Epistemología menudo simultánea en varios lugares distintos- de un nuevo paradigma, que resultará en otra época de ciencia normal. Lejos de abandonar, pues, sus teorías a la primera señal de refutación, los científicos tienden a mantenerlas contra las anomalías hasta tanto no tienen otro paradigma más satisfactorio al que acogerse”. Kuhn (1971) señala, por su parte, que “el descubrimiento comienza con la percepción de la anomalía, o sea, con el reconocimiento de que en cierto modo la naturaleza ha violado las expectativas inducidas por el paradigma, que rige a la ciencia normal”. Esta sustitución de paradigmas tiene lugar cuando la energía de una crisis y un paradigma alternativo se satisfacen. Ese es el punto donde la resistencia al cambio se debilita y acaba por derrumbarse. De esta forma, con el establecimiento del nuevo paradigma se consigue cumplir tres importantes exigencias (Katauzian, 1982): “Ofrece una solución a la crisis científica; proporciona una nueva visión del mundo; y finalmente ofrece una agenda de investigación alternativa sobre la que los científicos trabajen”. De otro lado, cabe señalar que la tesis defendida por Kuhn estaba dirigida, en cierto modo, a criticar la metodología de Popper. Como es sabido, este autor niega la existencia de todo procedimiento de verificación, y en su lugar hace hincapié en la importancia de la falsación, esto es de la prueba que, debido a que su resultado es negativo, hace necesario rechazar una teoría establecida. En este sentido, Kuhn (1971) señala “el papel que en este ensayo atribuimos a las experiencias anómalas; o sea, a las experiencias que, al provocar crisis, preparan el camino hacia una nueva teoría. Sin embargo, las experiencias anómalas no pueden identificarse con las de falsación. En realidad, dudo mucho que existan estas últimas”. Además, Kuhn sostiene -afirma Losee (1981) - que la construcción lógica de la proposición de falsación de Popper no es aplicable al caso del rechazo de un paradigma, por cuanto éste no se invalida por comparación de sus consecuencias con los elementos de juicio empírico, sino que el rechazo de un paradigma es más bien una relación triangular en la que se encuentran implicados un paradigma establecido, un paradigma rival y los elementos de juicio observacionales. La ciencia, pues, entra en una etapa revolucionaria en cuanto surge un paradigma alternativo prometedor. No obstante lo anterior, la interpretación de Kuhn en torno a las discontinuidades en el desarrollo de la ciencia, son explicadas sobre la base de su concepción de revolución científica, no era tan diferente a la popperiana. Como posteriormente escribe el propio Kuhn (Lákatos y Musgrave, 1975), refiriéndose a 187 Epistemología Popper, “... sus puntos de vista acerca de la ciencia y los míos son muy aproximadamente idénticos. Ambos estamos ocupados más con la dinámica del proceso mediante el cual se adquiere el conocimiento científico que con la estructura lógica de los productos de la investigación científica. Dada esta ocupación, ambos ponemos énfasis, como datos legítimos, en los hechos y también en el espíritu de la vida científica real, y ambos a menudo nos volvemos a la historia en busca de ellos. 188 A partir de este fondo de datos comunes, extraemos muchas conclusiones idénticas. Ambos rechazamos el punto de vista de que la ciencia progresa por acumulación; en lugar de ello ambos ponemos énfasis en el proceso revolucionario mediante el que una vieja teoría es rechazada y sustituida por una nueva incompatible con ella, y ambos subrayamos con fuerza el papel que en este proceso juega el eventual fracaso de la vieja teoría en hacer frente a los desafíos que le dirigen la lógica, la experimentación o la observación. Por último, Sir Karl y yo estamos unidos en oposición a algunas tesis más características del positivismo clásico”. Cabe añadir, que la principal novedad aportada por este autor es, en opinión de Medina (1989), el concepto de paradigma, y que las principales diferencias que lo separan de los positivistas se encuentran en la sustitución del individuo por la comunidad científica y la teoría por el paradigma, así como la eliminación de la acumulación lineal de hechos y teorías por las fases normales y revolucionarias en la ciencia (Medina, 1989). Por último, señalar, que motivado por las críticas recibidas por la imprecisión del concepto de paradigma, Kuhn (1971) sugiere la utilización del término “matriz disciplinar” en sustitución de este último, porque se refiere a la posesión común de los practicantes de una disciplina particular y está compuesta por elementos ordenados de varios tipos. Estos elementos serían los que a continuación se exponen: 1. Generalizaciones simbólicas: son componentes generalmente aceptados por el grupo y fácilmente representados de forma lógica. 2. Acuerdos o modelos de grupo: son creencias que proporcionan al grupo analogías y metáforas preferidas o permisibles. Ayudando a determinar lo que será aceptado tanto como una solución a enigmas, e inversamente, ayudando a la determinación de la lista de enigmas sin solución y en la evolución de la importancia de cada una de ellas. 3. Valore: son los elementos que más hacen en pro de considerar a la comunidad científica como un todo. Su importancia particular surge Epistemología cuando los miembros de una comunidad científica deben identificar las crisis o, posteriormente, elegir entre teorías. 4. Ejemplares: son acuerdos compartidos respecto de soluciones a problemas concretos que se consideran de interés por la comunidad en el campo de investigación propio de la misma. En un sentido más restringido un paradigma es similar a este último elemento, que en principio fue definido por Kuhn (1971) como “las realizaciones científicas universalmente reconocidas, que durante cierto tiempo, proporcionan modelos y soluciones a una comunidad científica”. Como conclusión podemos señalar que la metodología kuhniana propugna que el progreso científico no se puede establecer en términos de búsqueda de la verdad última, sino en sucesivas sustituciones de paradigmas, o revoluciones, que se dan en el transcurso del tiempo. Idea contraria a Popper, en el sentido de que para éste último, la historia de la ciencia es la historia de continuas “conjeturas y refutaciones”, por lo que ésta se encontraría en un estado de revolución permanente. Para ilustrar esta idea podemos citar las siguientes palabras de Katouzian (1982, pág. 126): “Mientras Popper argumenta que el proceso de investigación científica consiste en continuos intentos de falsar hipótesis refutables. Kuhn mantendría que el progreso científico tiene lugar sólo en ocasiones, cuando esas mismas hipótesis refutables se encuentran en crisis y cambian a través de una revolución, esto es, la comunidad científica acepta la falsación sólo en circunstancias extraordinarias”. 189 Epistemología Conocer significa establecer relaciones entre sujeto cognoscente y objeto cognoscible, en una materia prima que provee la experiencia, pero cuya organización depende del sujeto. Lo anterior excluye que el conocimiento de la realidad se genere por observaciones y por generalizaciones inductivas a partir de aquéllas. Esto no significa caer en el apriorismo ni idealismo. Tampoco supone sostener el subjetivismo en ninguna de sus variantes, en tanto se considera el conocimiento como un fenómeno social y, por consiguiente, intersubjetivo. 190 En el siglo XIX se produce un gran desarrollo de las ciencias , en el que se detectan influencias del materialismo procedente de la etapa anterior y de una cierta cientifización (que lleva a intentar explicar todo, incluso el mundo social, en clave científica), y en el que se sientan las bases epistemológicas de modelos posteriores*. Hegel (1770-1831) establece las bases de la dialéctica; Comte (1798-1857), al proponer el positivismo, tienen un gran impacto en la filosofía de la ciencia (cuyos efectos se sienten en la actualidad) y lleva a sus extremos el reduccionismo empirista, que genera gran confianza en conseguir un conocimiento “científico”; Marx (1818-1883) realiza contribuciones que propician un reduccionismo materialista al que se le reconoce fuerte influencia sobre economía y sociología, y que puede servir de fundamento a una economía que, más allá del interaccionismo, resalte el papel activo del sujeto (dado que en la filosofía de Marx se resalta que la persona es un producto sociohistórico tanto como la sociedad y la historia es una producción de la persona). La conciencia de la historia efectual es la fuerza operativa de la tradición que opera sobre quienes pertenecen a dicha tradición, estando condicionados por ella sin posibilidad de escape, y en tanto somos seres históricos no podemos nunca agotarnos en el saber ni en el saberse. La principal novedad aportada por Khun es, en opinión de Medina (1989), el concepto de paradigma, y que las principales diferencias que lo separan de los positivistas se encuentran en la sustitución del individuo por la comunidad científica y la teoría por el paradigma, así como la eliminación de la acumulación lineal de hechos y teorías por las fases normales y revolucionarias en la ciencia (Medina, 1989). Epistemología 1. De la Epistemología enuncie y explique las que a su juicio son las principales cuestiones. 2. ¿Cuáles son los obstáculos epistemológicos? 3. Enuncie al menos uno de los paradigmas metodológicos contemporáneos, explíquelo. 4. ¿En que se caracteriza la ciencia moderna? 191 5. De su concepto de ciencia. Epistemología BIBLIOGRAFÍA BACHELAR, Gaston. Epistemología. Editorial Guadammarra. 1982. BUNGE, Mario. La Ciencia, su Método y su Filosofía. Barcelona. } Editorial Ariel. 1975. BUNGE, Mario. La investigación Científica. Barcelona. Ediciones Ariel. 1972. HESSEN, Juan. Teoría del Conocimiento. WARTOFSKY, Marx. Introducción a la Filosofía de la Ciencia. Alianza Editorial. Madrid. 1973. GURVITH, Georges. Los Marcos Sociales del Conocimiento. Monte Avila Editores. Caracas. 1969. CASSIRER, E... El Problema del Conocimiento. Fondo de Cultura Económica. México. 1974. 192 ASTI Vera, Armando. Fundamentos de la Filosofía de la Ciencia. Editorial Nova. Buenos Aires. 1967. PIAGET, Jean. Naturaleza y Métodos de la Epistemología. Editorial Proteo. Buenos Aires. 1972. COHEN, M. y E. Ángel. Introducción a la Lógica y al Método Científico. Amorrortú Editores. Buenos Aires. 1971. PIAGET, Jean. Psicología y Epistemología. Emecé Editores. Buenos Aires. 1972. RUSSEL, B. 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