lEevi&éíi 9EI ^ ^WSÍ^P^WBIE •i-^- Prorio*ia¿,6o »3atMtwim»3tre;1 (Jj«ai*sfcrfc Po'-feii*ta,7,30fd. id. eirculaeidnde España. I>3tuá3[jiiiibO3labífct'aaiar6,l0pfca3.fcrim'ístr«í iuábados[JaI.2o9 l e K m é r i - t , - „ „ ^ . . f„;„,aah«A, o a ^ O t i b a r P , i . . . o : i i o o . r ' ^ P^^*'^»* b n m e s b i » . I i 0 3 a e m á a K s b a d o s 7 p o 3 3 - ( on r j ÍA 8Íoae3deA.inéricayA.3Íat '^ Tirada ds EL IMP&RCUL de ayer. 86.260 Aiiaaoio8iaoioaales,0,50 oánfcs. de pasafcaUadaJ ídem extranjeros, ),75 Id. da Id, id, ídem oa U baroeraplaa»i 3 pdsetaa ld« Oomuaioadosy L-eíakidoaá preoiosMaydiKÓoiwlei NüiVIERO SUELTO DIARIO LIBERAL 5 CÉNTIMOS LA CATÁSTROFE DE ILLiCiMS Como el servicio telegráfico de VillacañíB se hallaba ayer tan retrasado, apelamos ¿ l a amabiliJad de nuestro amigo D. Peraando Ribed, uno de los más intrépidos velocipedistas de Madrid, quien so brindó á ir en su bicicleta á Villaoafias. fia efecto: el Sr. Ribed salió de Madrid en el tren de Aranjuez á las siete y quiuce de la mañana de ayer. Fué en tren hasta Ocnña, de donde salió en bicicleta á las doce y media de la tarde de ayer. Llegó a las tres de la tarde á Villacañas. Recogió allí de nuestro compañero Alhama Montes la cai'ta que publicamos á continuación y salió do la villa inundada en su viaje de retorno á las cinco menos cuarto de la tarde. A las doce y veinte de la noche llegaba á nuestra redacción. En este viaje por carreteras encharcadas é interrumpidas por cortaduras, ha demostrado una vez más nuestro joven y distinguido amigo el señor Ribed 'su destreza y resistencia de ciclista. El recorrido que ha hecho es de 159 kilómetros. Há aqui la oarta que • ! Sr, Bibet Bos ha traído: * • (DE NUESTRO REDACTOR CORRESPONSAL) Villacañas 17 Setiembre 1893 Importancia de la catástrofe No tiene lo ocurrido en Villacañaa el aparato exterior de las grandes catástrofes. La tierra se lo ha tragado todo. Un poco de agua, el terreno quebrajado y á trechos hundido, esto es cuanto se ve: el artista no podría sacar ni un miserable apunte, ni hallaría materia el fotógrafo para un cliché revelador de la tragedia. Bajo aquel suelo húmedo qaedaroii sepultados 43 seres humanos y el hogar, la fortuna, los medios de existencia y las ilusiones de centenares da familias: pero esto M T « solo con la reflexión. Hubiórase tratado de casas, por humildes que fuesen, contemplaran los ojos montones informes de ruinas, y el ánimo, impresionado, sentiría espanto indecible. M I S no por faltar a l a catástrofe el aparato teatral que inflama la viva imaginación española, pronta siempre á la sugestión, deja de ser aterradora la desgracia. Basta recordar el mimero de las víctimas y el de las viviendas destruidas y tener ante la vista el cuadro do los centenares de familias que hoy carecen de todo, menos de alimento que por el momento les d a l a caridad y que sin ropa, sin casa y sin esperanza, contemplan con la desesperación esculpida en el rostro la ruina de aquellos hogares en que nacieron, vivieren y amaron y que arrastraron en su hundimiento la felicidad de sus desdichados moradores. Esta tarde podré telegrafiar los datos numéricos de la ruina causada por el desastre; con ellos á. la vista se formará idea exacta de su alcance real, y á ellos habrán de ajustarse les ausilios. La miseria Pocas horas después de la inundación apareció el hambre, y el Ayuntamiento repartió entonces y continuó haciéndolo durante dos días, ranchos de arroz y carne y de bacalao con patatas, mañana y tarde; además dio y da todavía raciones de pan y bacalao á cuantos vecinoB neuasitados se presentan. Esta mañana se ha efectuado el reparto de las 2.000 pesetas enviadas por el arzobispo de Toledo. D. Antonio Salas, delegado del cardenal, acompañado del párroco D. Manuel Morales y de varios otros sacerdotes, fué visitando silo por silo todo el barrio y distribuyendo el dinero á razón de cinco pesetan por la pérdida de cada silo, 2,50 por la de cada caballería, 0,50 por cada fanega de trigo; además socorrió con 10 pesetas á las familias de los fallecidos y con dos reales á cada uno de los supervivientes. L a prontitud con que se ha hecho este socorro, á pesar de que el delegado llegó ayei', realzó grandemente su eficacia y puede servir de ejemplo á lo que debiera babor hecho el gobierno. Los auxilios del municipio y del cardenal son los primeros que han llegado á las víctimas, y los únicos hasta ahora, si bien se sabe que hay otros en camino. Los supervivientes se han refugiado en porción de sitios. E n el teatro duermen no pocos, según telegrafió; el alcalde, D. Miguel López, ha dado asilo en su casa á unos ciento; el primero y fe'esundo teniente alcalde y el síndico, D. Proto López, D. Faustino López y D. Antonio del Pozo, han hospedado también cada uno á otros tantos. E n las casas del vecindario han encontrado donde dormir los restantes, aunque la mayoría de las casas conservan rastros de la inundación que BufriftTon sus pisos bajos. Claro es que esta situación no puede prolongarse, ni resuelve nada más que una dificultad muy de momento. Los vecinos no pueden seguir alojando por término indeterminado á las victioiR3, ni éstas vivir de continuo de las raciones que reparte el Ayuntamiento y de los socorros que reciben de la caridad privada. Aspecto de la población ¡Era de ver Villacañas la noche quellegamo s! Una tormenta horrible rugía allá arriba en el cielo, los reláuijjagos iluminaban de continuo el horizonte, y el viento y la lluvia nos cegaban; á uno y otro lado de la carretera una extensión de aRua; á lo lejos, sirviendo de fondo al pueblo, dilatadas lii ganas, resto de la inundación. Ni una luz iliviHáliamofl, y entrados y a en Villacañas,siguió la oscuridad, más densa cada vez. Caminálíamos con cieno hasta los tobillos por las calles, y á cada momento nos metíamos en verdaderos lagos. Llamamos á l a puerta de una casa en demanda de luz y guía, y OQiiseguimos lo segundo, ya quo no ¡o primero. El Ayuntamie:ito estaba lleno de gente, l a algarabía era espantosa y costaba trabajo, nada escaso, llegar hasta el alcalde. E n pugna P»rar «ousegnirto estábamos, oaaa4o Marfeiaes, q u « i b a <I*oda l a o o r r e s p o a d e u o i a y g i r o 3 d a b a l i r i girad 9il Sí FaNDÁDOPQR D. EDUARDO GASSET Y SRTIME á mi lado, exclamó con la más exuberante alegría: —¡Vostó es valensiá! —Sí, señor-^ooutestó el interpelado, hombre da rostro enérgico, mirada viva y de rasgos fisionómioos y acento que no daban lugar á duda sobre su origen levantino. ¡Encontrar un valenciano i un paisanet en aquellos apuros! Martínez vio el cielo abierto y yo también, aunque no soy valenciano. 'Eil paisanet se convirtió en ol acto en amigo, nos procuró antorchas, nos llevó donde quisimos, incluso á los silos, nos prestó aquella noche y después servicios de verdadero valor y acabó resolviéndonos el gran problema del alojamiento, que se presentaba tan oscuro como las calles del pueblo: yo me alojó en su casa y Martínez en la del Sr. Osuna. Nuestra providencia se llama D. J u a n , Villalonga. Cuando allevantarnos por la mañana vimos las calles á la luz del día comprendimos la heroicidad que sin saberlo, y gi'acias á la oscuridad, habíamos hecho al arriesgarnos en ellas sin luz y sin guia. La inundación las había llenado de cieno; el agua se hallaba todavía estancada en muchas; en los sitios donde la corriente había formado remanso') se levantaban montones de cieno donde pudiera enterrarse un hombí e hasta cerca déla cintura;muchísima8 casas continuaban inundadas. Había bodegas, como la de D. Jesús Huertas y la de nuestro huésped, casi completamente llenas de agua; en la primera las tiníyas estaban hechas pedazos; en varias tiendas, y sobre todo en una del mismo Sr. Huertas, los géneros estaban perdidos. No se veía por todas partes más que gente ocupada en echar fuera el agua de las casas, y para pasar por las calles se necesitaba ser algo buzo. E n una palabra: Villacañas continuaba siendo dominio de Neptuno. Ahora luce un sol espléndido, «1 cieno ha ido secándose, puede ponerse ya el pie en el suelo con cierta impunidad y Villacañas vuelve á su estado primitivo de grande, de castizo carácter manchego, con sus amplios patios, sus iglesias parduzoas de cuadrada torre y su gente de ancho sombrero calzón corto y alpargatas. M A N U E L A L H A M A MoNTHa. taaclón de estas mil y pico de personas quo w han quedado sin hogar y que tienen puesta su esperanza en labrarse otro nuevo abriéndolo en las entrañas de la tierra, sin grandes gastos y solo con el trabajo rudo de sus brazos. Cuadro de horror E n otros telegramas narró algunos de los episodios altamente dramáticos ocurridos durante la catástrofe. Los completa un cuadro de horror indecible: el que presenta el depósito del cementerio dé Santa Ana, adonde sido llevados los cuerpos de las víctimas. Principióse poniéndolos al pió do la pared, pero después ha habido que ir aprovechando el espacio; el centro de la sala está lleno ya, y se les ha ido estrechando para que dejasen sitio á loa recién llegados, y cada vez llegan más. Las familias han sido agrupadas, y las madres tienen á sus hijos en brazos. Casi todos son ancianos y niños, porque sin duda en aquella lucha terrible por la existencia sucumbieron, como siempre, los más débiles. Algunos grupos que dentro de los silos formaban los cadáveres han sido descompuestos para poder trasportar éstos al cementerio; de ellos era uno de los más conmovedores el de una muchacha de diecinueve años abrazada estrechamente á sus tres hermanitos. Los niños son numerosos en el depósito: ni uno solo tiene aspecto trágico. Todos parecen dormidos, y su faz revela sorprendente tranquilidad. P o r una coquetería que hace saltar las lágrimas á los ojos, son éstos los únicos cuerpos que han sido lavados y vestidos con sus galitas; casi todos los demás están cubiertos do cieno y conforme lea sorprendió la. muerte. Urgente ViUacañas 17 (6,25 tarde) ( P O R TELÉGRAFO) ( D E N U E S T K O S COKaESPONSALSa) Urgentes En Lulo Lillo 14 (6,20 tarde: recibido el 17 á las 9,45 da la n a ñana) E n esta población la tormenta de anocho (14) ha causado terribles perjuicios. Se anegaron los barrios de la Morería y el Egido. Perecieron multitud de caballerías y avea do corral. No hubo desgracias personales, aunque algunos vecinos corrieron riesgo de morir. Doña Eugenia González, anciana de más do setenta años de edad, hermana del ministro de la Gobernación, encontrábase cuando ocurrió la catástrofe en su casa, que fué inundada. Varios guardias civiles penetraron con grande arrojo en la morada y la sacaron en brazos. Las huertas han sido destrozadas por completo.—M. Lillo 17 (6,25 tarde) Acaban de huniJirse cuat-o casas. Muchas bodegas continúan llenas de agua. E l barrio de la Morería amenaza ruina. La vía de desaguo de la población está obstruida por los muchos materiales que arrastraron las aguas. Se ha telegrafiado á ViUacañas, de donde avisan que vendrá esta madrugada la mitad del personal de bomberos de Madrid con dos bombas para proceder al desagüe de las casas inundadas.—M, Mora 17 (9,25 maüana) Son ya conocidos con certeza los daños causados por las tormentas en este término, E s muy escaso el número de fincas donde no han queiiado completamente destruidos los viñedos y los olivares. Produce penosísima impresión ver caídas en el suelo la cosecha de aceitunas, y desgajados los olivos, que quedan estériles lo menos por dos años. Por causa de la tormenta se nota gran desanimación en la feria. Hoy, último día, hay más ct>ncurrencia q u e los anteriores, debido sin duda á que comienza á renacer la calma, viendo que el tiempo mejora. En Mascaraque también han sido de importancia las pérdidas ocasionadas por el temporal, pero no pueden compararse á las sufriiias aquí. De Villanueva de Bogas recibo tristes noticias. Además de los daños inmensos causados en el campo por el temporal, casi todas las casas de la población quedaron desmanteladas. E l furioso viento arrancó las tejados en la mayor parte de ellas. Muchas quedaron inundadas. Si no hubo desgracias personales débese á la hora en que descargó la nubo. A haber ocurrido la tempestad ya muy entrada la noche, habría que deplorar muchas muertes. El servicio de ferrocarriles se hace todavía con mucha dificultad, habiendo sido preciso variar la ruta. Asi se explica que ayer pasaran por aquí veintiséis trenes. La comunicación telegráfica ha quedado restablecida,- -Lafuente. VillacaHas 17 (7,10 noche) Aun queda entre el légamo de un silo el oad&Ter de una mujer. Esta tenía con ella tres niños, y según cuentan los vecinos, al ocurrir la inundación ae lanzó dentro del silo dando gritos de: *¡Mi burro!* Se empeñó en salvar la caballería ain aoordanie de los hijos. E l agua la sorprendió cogida al ronzal de la bestia. yUtft uo pa«d« iii9ao« d« iaupirar H»tÍBM k si- En otras poblaciones Desde ayer noche i, la hora en quo telegrafío, la junta de socorros ha celebrado trea aoaíones. Se está haciendo la relación detallada do loa daños. Las fuerzas que vinieron do Valencia regresan hoy al punto do su procedencia, ¡El asno antes que los hijos! E n cada uno de los silos habita generalmente una familia numerosa. L a inundación ha destruido dos terceras partes de este que podría llamar, se barrio troglodita. E n dos silos inmediatos han sido hallados dies cadáveres. E s t á comprobado por el relato de cuantos vecinos de Villacañas he consultado, que á las cinco y media de la tarde del 14 fué cuando descargó la lluvia. Esta fué torrencial. Caía una capa densísima y formidable de agua que en breves momentos inundó los silos y toda la parte baja de la población. E l agua penetraba en las tiendas, arrastrando los géneros. Todos los pisos bajos quedaron inundados y los muebles salían á la calle flotando en la corriente. Muchas bodegas quedaron destrozadas, rompiéndose las tinajas. El torrente arrastró muebles y pedazos de tinajas hasta la estación. El hallarse las calles en pendiente facilitaba el arrastre de las aguas á las lagunas inmediatas, Pero en los silos, construidos como los nidos de los grillos, con el piso interior más bago que el de la vía pública, el agua, no teniendo salida, ocupaba todo el espacio. La lluvia oesó á las siete de la tarde y entonces se pudo comenzar á socorrer á los infelices que inútilmente habían pedido auxilio mientras duró la furia de la-tormenta. La población entera se agolpa alrededor de los silos desde el amanecer. P o r todas partes se ven grupos de soldados y hombres del pueblo trabajando con las bombas en la extracción de cadáveres y de efectos. L a Guardia civil contiene á la muchedumbre que ha abandonado todo quehacer para presenciar las operaciones. L a escena resulta pintoresca cuando en ella no pone un cadáver la nota lúgubre. Las mujeres, pálidas y llorosas, limpian gimiendo los muebles que van sacando del cieno: de vez en cuando asoma un baúl y es de ver entonces la ansiedad que se pinta en los rostros: alli están las ropas más preciadas, las arracadas de los días de fiesta y tal vea IO0 miseros ahorriUos de la familia. E l barrio presenta por BU construcción un aspecto extraño: diríase que es un inmenso alfar, con sus gruesas chimeneas cónicas pulcramente blanqueadas, única cosa que sobresale del suelo. Porque la construcción entera es subterránea: no á la manera de las cuevas que forman poblaciones enteras en muchas partes de Andalucía, pero que abiertas en las laderas de los cerros son á modo de túneles; los silos de Villacañas son verdaderos subterráneos. Entrase á ellos por un callejón ó oala á cielo abierto, bastante largo y que va descendiendo rápidamente por escalones hasta entrarse en el silo propiamente dicho. Visité uno de los más típicos. Tenía como pieza principal, al frente, la cocina, profunda y espaciosa. A la izquierda una salita con alcoba, haciendo ésta de granero ó cámara; un gabinetito y una cuadra, con otra habitación en el fondo. A la derecha una bodega de regular cabida y un pajar. Total ocho habitaciones, todas cavadas en el terreno, gredoso en general, calizo á trechos, sin una pilastra de piedra, sin un ladrillo ni otra madera que la indispensable para el marco de la puerta. El lujo consiste en el revestido de yeso y en tenerlo todo muy blanco. E s t a s son las viviendas que, inundadas, no pudieron ofrecer salida al agua. Cerca de trescientas han quedado inútiles. Las que quedan amenazan hundirse en su mayoría por las filtraciones de las aguas. ¿Es lícito permitir que vuelvan á cavarse silos nuevos? E l problema tiene difícil solución. Por una parte la prudencia aconseja no labrar viviendas de este género en comarca tan desnuda de arbolado como ésta, y fácil, por lo tanto, á las lluvias torrenciales. Pero bajo otro panto do ben, cuadornoB cuyos asientos serán copiados en aquéllos. Los fondos ingresarán en depositaría por <cargaróme,» y los pagos se efectuarán por libramiento. Recomiendo la pronta formación de estadística do daños, y procuraré adelante todo lo posible. Mora (Por telégrafo) En los silos »aUa da Mesonero Romanos, núm. 31 La junta de socorros DE NUESTRO REDACTOR CORRESPONSAL Y l U a c a ñ a s 1 6 (O m a f t a B a ) AOmiPIISTRADOR OE ^ELI ^PARCIAL» Una enferma curada Un hecho notabilísimo. Una mujer había sido sacramentada horas antes de la inundación. Estaba moribunda, y padecía vómitos incesantes. Cuando la catástrofe ocurrió, el marido la cogió en brazos y sacóla en camisa, como estaba en el lecho. L a mujer estuvo aguantando la lluvia, tendida en el barro hora y media, hasta que pasó la tormenta. Cuando la recogieron sentíase mejor. L a ho visto hoy sana y buena, muy contenta y con mucha gana de broma. Donativos La Diputación provincial ha mandado otras 2.000 pesetas, El gobierno ha remitido 10.000. E l Ayuntamiento de Puebla de Don Fadrique 250, y 275 el mismo pueblo, por Buacrición pública. Higueruela Ciudad Rpal 17 (8,15 noche) La tormenta acompaüada de fuerte granizo que descargó ayer ha causado grandes destrozos. E n Higueruela han quedado destruidos las huertas y el arbolado. Las pérdidas son muy grandes. Han caído piedras del tamaño de huevos do gallina,—jS^ corresponsal. El Romeral 'Romeral 15 de Setiembre de 1893. Sr. Director de E L IMPARCIAL. clpal riqueza del pueblo, son los que más han sufrido. A consecuencia de las heladas fué necesario hace tres años cortarlos olivos para que retoñaran. Ahora empezaban á salir los nuevos brotes y la tormenta los ha destruido. Llevaban tres años sin cosecha y ahora tendrán que esperar mucho más antes de recoger aceituna. La Guardia y Corra! de Almaguer Sobre los pueblos de L a Guardia y Corral d e Almaguer, descargaron grandes tormentas oa los días 14 y 16 del actual, producísndo senfibles daños á la agricultura. Muchas casas se inundaron en el primer momento, pero afortunadamente no hubo que lamentar desgracias. Horcajo de Santiago Comunica el .Icaldo de Horcajo de Santiago (Cuenca) que en la noche del día 14 descargó una fuerte tormenta que ocasionó la crecida de los ríos Almanzor y Cañada de Torrubia, asolando los campos ó inundando la parte baja de la población. Las pérdidas han sido considerables, no habiendo que lamentar desgracias personales merced al auxiUi de los individuos vle la Guardia civil, que con gran peligro do sus vidas, salvaron i, seis niños, cuatro mujeres y dos hombres. En Tribaldos E n Tribaldos 'Cuenca) descargóel día_14 una tormenta que hizo desbordarse al río Badija causando grandes daños en los patatales y huertas v destruyen<lo el puente que sirve de paso para la villa de Villarrubio, No hubo desgracias personaloa. y^'áel La misma tormenta ocasionó la inundación d e varias casas de Utiel y destruyó las huertas y viñedos. Se reprodujo el día 15 aumentándose con .e«to los daños, que se calculan en 60.000 pesetas. »** Portugal LISBOA 17.—En el Norte de Portugal se h a a sentido grande» tormentas, que han causado bas» tantes perdidas materiales. Las lineas telegráficas (DESPACHO O F I C I A L ) A H A N J U E Z 17 (7 tarde).—Jefes del centro a! señor ministro Gooernación y director general de Telégrafos. Desde Cazar da la Guardia me comunica io siguiente, por aparato de campaña, el jefe de r e paraciones Sr. Martínez: «Hasta ésta francos todos los hilos banda da Tembleque, quedando colocados en muchos postes en los soportes y clavos, poro falta gran mimero de postes. He recorrido hasta Huerta, reconociendo línea que resulta en uu estado horrible, con infinidad averías de importancia. No existe rastro de linea ni postes, y los mUy raros que se encuentran están inútiles, Hilo'sa suelo ver alguno inservible, por hallarse enredado y enterrado bajo linea forre.i, quo, en algunos sitios, han arrastrado las aguas en extensión d e más de 200 metros. Para poder franquear linea de aquí á Hu(3rta necesito me remitan de dos á tres mil kilogramos de hilo, unos 90 posees, 500 porcelanas, 200 soportes, hilo de atar y filástioa. Según me informan, de Huerta á VillassquiUa en el mismo estado ó peor.» Desastres en Castilla (POR TELÉGRAFO) (DB NOE3TBO COBKESPONSAli, Valludolld 17 (9,10 ñocha) H e habíalo con varios viajeros procadentea de puntos inundados. Las descripciones que hacen de los estragos causados por las tormentas acongojan el ániwin. Gran parte do la región castellana ha quedado devastada por la asoladora tromba. El furioso temporal lo ha arrasado todo, llevándose ganados, casas y frutos. Los pueblos victimas del terrible azoto demandan iumeiüatos auxilios para combatir la miseria,—iía¿Ki¿¿ro. Valladolid 17 (11,50 noche) E l ministro de la Gobdraación lia telegrafiado poniendo á diaposición del gobernador de est» provincia cinco mil pesetas p a ' i atondjr á las primenis necesidades do loa perjudicados por la inundación, y participando (nio el crédito se aumentará á medida que vaya siendo preciso. El ministro prescribe que los empleados deí Gobierno civil vayan á los pueblos perjudicados con objeto de distribuir socorros. El gobernador y los alcaldes prosig len activamente los trabajos. También el Sr, Gamazo ha telegrafiado iniciando una suscrición que encabeza cou dos mil pesetas satisfechas por cuenta de au bolsillo particular. Los periodistas hemos sido invitados por el gobernador para asistir mnñaua á la junta qua so celebrará en el gobierno con objeto de tratar de la suscrición y demás medios convenientea para aliviar la situación de las víctimas de laa últimas tormentas. La idea de la suscrición ha BÍdo bien acogida y prometo dar excelentes resultados.—Zapatero. Muy señor mío y de lui consideración más distinguida: Estando incomunicados por ferrocarril, ol casino de que soy representante acuerda De Lillo han venido 150 obreros quo desde comunique á usted por propio que lleva esta coel primer momento han trabajado para socorrer rrespondencia á Ocaña, que una horrible tempestad que estalló ayer á las cuatro do la tarde á las victimas de la catástrofe. deja sumidas en la miseria á multitud de famiE l ayuntamiento de Villacañas, procediendo lias; más de 200 casas están inundadas, y las cacon gran actividad, repartió socorros procuran- lles, que eran, ríos desbordados, arrastraban en do aloiar provisionalmente á las do.scientas y su caudalosa corriente animalus ahogados, muetantas familias que se han quedado sin vi- bles, etc. Son muchas las familias que quedarán sin alvienda. bergue y sin ropas con que abrin;arse. Debido á ser las cuatro do la tarde cuando descargó la tormenta, no han ocurrido desgraH a llegado de Laguardia una comisión com- cias personales. Los dauos en los olivos y viñedos son de mupuesta del alcalde, Sr. Hernández, y de los pro- cha 3on8Íderación. pietarios Sres. Loria, Martín é Hijosa, á ver al Ruego á Vd., Sr. Director, so sirva influir en gobernador para pedir socorros y condonación las columnas de su ilustr;i lo diario para que el gobierno, si es compatible con las economías, se contribuciones. sirva remediar en algo la inmensa desdicha que E l día 14 hubo allí una tormenta horrible que aflige á estos deagraciados habitantes. Ultimas noticias asoló todo el término; se h m quedado hasta sin Aprovecha tan triste ocasión para ofrecerse Indudableuiento, después de V^illacañas, Nava de usted afectísimo, atento a. s., q. s. m. b,, Gercomunicación es. del Rey (Valladolid) es el pueblo oa quo más estragos ha causado la tormenta del dia 15. Mañana daré cuenta de muchos actos de he- mán Miirillo. Al número da víctimas de que >\y6r hablábaroísmo aquí realizados y que son diguos de premos, hay que añadir el de dos mujeres que fuemio. E l alcalde de dicha poLlación, á quien agra- ron arrastradas por laa aguas on las cercanías decemos mucho las noticias que nos facilita, nos de la población. ALHAMA MONTES. dice lo siguiente: Cou ósi/as son cuatro las desgracias perso«Profundamente afectado, tengo el sentimien- nales. to de participarle que esta populosa villa, en la Los heridos por el pedrisco son casi todos lo» ViLLACAííAS 17.—Gobernador suspende r e - tardo de ayer, ha visto desaparecer casi la tota- trabajadores del campo, pues la tempast vd desgreso á Toledo para ir mañana á primera hora lidad de sus huertas y de los frutos pondieutes cargó con tal rapidi.; que aquéllos no pudieroa con ingeniero Sr. Indo á Lillo y Romeral, pues de uva y aceituna á causa c'; un pedrisco como refugiarse I tiempo en ls,P casas di labor sin qu» avisan del pri.iier punto que se han hundido los no se recuerda haberle visto en esta téruiino. E n les alcanzara el granizo. Los rebaños de cabras y ovejas han sido todoa pisos de algunas casas y destruídosá casas de poco más de media hora este vecindario, que veMorería y Egido. Llevará consigo una bomba do nía sintiendo ya loa efectos de las mermadas co- diezmados. sechas de este y años anteriores y do la pertinaz las tres remitidas de Toledo. Se ha dispuesto reEl tamaño de las piedrasera tan ei:traordinagrese á Valencia la fuerza de infantería que vino sequía que experiinentábauíos, ha p e d i d o los rio, que treinta ko.'a8 después ilo haber coaadola citados frutos, que eran la única esperanza para de aquella capital, así como la G u a r ü a civil de torm mua tenían aquóllaa a m las dimensiones do . C!iudad-Real, para evitar aglomeración de gente. este próximo invierno. huevos de paloma. ¡Cuál no sería sa volumen priEl Ayuntamiento prepara, la instrucción del mitivo! Ayer se efectuó el entierro de los últimos caoportuno expediente. En algunos puntos ol terreno quedó cubierto dáveres encontrados. E l peso délas piedras era de más do cuarte- por ana capa do granizo de Cürca da un metro da Se limpian calles y patios llenos de barro, que espesor. si tarda en retirarse puede ocasionar desarrollo rón, y muchas alcanzaron la media libra. Han destrozado en peqabúoa fragmentos los Una chispa eléctrica pariió^ por la mitad u n í paludismo, frutos de melonares y sandiares. magnífica c'.timouea de la tal :'ica da harinas tituV I L L A C A Ñ A S 17 (8,45 noche).—Delegado del En mi. hos sitios el espesor de las piedras lle- lada «La Perseverancia,» que so halla en laa gobierno al señor ministro de la Goberuaciór: afueras de la población. La junta, con mi intervención, ha formado lis- gó á mediu, vara de altura. Las piedras rompieron los farde;, del alumLa chimenea cayó sobro el tsjailo do la fábrita para socorrer modestamente á 367 famili ,s neca, ocasionando los destrozos coii^iiguieutos, cesitadas. Esta mañana visité en uuióu de j.ofoer- brado público y muchas tejas de las casas. Ruego á Vd., Sr. Director, interese al gobierAl mismo tiernpo qua la Ihivia, ol pedrisco j nador y junta hogares inundados, produciendo en todos impresión penosísima la destrucción do no de S. M., por medio da su iluatsado porióiico, las descargas eléctricas, se desoncadenLi un viomuchos de ellos con los frutos, ropas y cuanto en favor de esto pueblo, hoy afligido por esta te- lentísimo hurí cái\ Volaban la i tojas, las caballerías eran arrascontenían. L a s familias que han perdido sus ca- rrible desgracia.» tradas á gran distancia, y las 1, orcanciaa q'ío sa sas están albergadas, unas en el local del Ayunhallaban sobre e' muelle de la estación tLioi.''oa tamiento, otras en las de sus parientes y amigos, fior cuya razón no será necesario utilizar ahora E l alcalde do Escalona nos escribe dándonos mudadas do í-itio, como .3Í solo tuvieran el poso as tiendas de campaña recibidas. detalles que pueden servir de ampliación á lo de hojas secas ó papeles. Los árboles arrancados del suelo ó las oopaa E l desagüe completo de las viviendas va muy que ayei dijimos de dicha localidad. La piedra q u e descargó entre ocho y nueve arrebatadas de los troncos, se ignora á donde h a a adelantado, y se trabaja incesantemente por el ido á parar. temor de que el cieno y las aguas estancadas pro- de la noche pesaba seis y siete onzas. En las cepas no quedó ni una uva n i u n sarNo sólo destruyó los melonares, viñedos, duzcan epidemia. Las casas que amenazan ruina serán destroi- huertas y olivos, sino que causó grandes desper- miento sano. La linea forrea quedó cortada en ül ramal de fectos en las teobumbres do las casas. das para evitar nuevas desgracias. No es posible calcular las pérdidas, aunque sí Medina del Campo á Zamora, impidiendo la cirBe abrirán libros de contabilidad por la j u n t a j A y a a t a n i e u t o , habilitindoso, mientras BO reci- se sabe que los olivares, que constituyen la priot. ouiíwión d e trea^oa. Los socorros Comisión de Laguardia Nava del Rey Puebla de Montalban Despachos oficiales Escalona