artículos de investigación Enfermedad pulmonar ocupacional: correlación clínico-radiológicapatológica Occupational Lung Disease: Clinical-PathologicalRadiological Correlation Jorge Alberto Carrillo Bayona* Aura Lucía Rivera Bernal** Paulina Ojeda*** Diana Sofía Páez García**** Palabras clave (DeCS) Resumen Enfermedades pulmonares Todas las personas están expuestas en la vida diaria a cientos de sustancias, algunas Lesión por inhalación de de las cuales pueden condicionar lesiones pulmonares. El diagnóstico de la enfermedad humo pulmonar ocupacional requiere cuatro elementos:exposición a un agente causal de enfermedad Tomografía Key words (MeSH) Lung diseases Smoke inhalation injury Tomography * Médico radiólogo. Profesor asistente del Departamento de Imágenes Diagnósticas, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia. ** Médica radióloga. Profesora ad honórem del Departamento de Imágenes Diagnósticas, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia. *** Médica patóloga del Hospital Santa Clara, Bogotá, Colombia. **** Médica residente del Departamento de Imágenes Diagnósticas, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia. Rev Colomb Radiol. 2008; 19(2):2357-69 ocupacional, adecuada latencia entre la exposición y el inicio de los síntomas, síndrome consistente con la alteración atribuida a la exposición y descartar otra causa de los signos y síntomas. Se han implementado diferentes clasificaciones de enfermedad pulmonar ocupacional basadas en la lesión estructural o funcional asociada, en el tipo de agente o en ambas. En general podemos considerar cinco grupos: neumoconiosis, neumonitis por hipersensibilidad, exposición a humos tóxicos, asma y infecciones ocupacionales. La radiología convencional, y en situaciones específicas la tomografía computada, constituyen elementos esenciales en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes con enfermedad pulmonar ocupacional. En la valoración del paciente con sintomatología respiratoria y alteraciones en los estudios imagenológicos es importante considerar la posibilidad de enfermedad pulmonar ocupacional, y el radiólogo debe tener información relacionada con las sustancias que pueden generar estas entidades y conocer las manifestaciones radiológicas características. En este trabajo se revisa la enfermedad pulmonar ocupacional, considerando criterios diagnósticos, clasificación, fisiopatología, clínica y manifestaciones radiológicas, que se correlacionan con los patrones histopatológicos característicos de este grupo de enfermedades. Summary People are exposed to hundreds of substances daily, some of which may induce pulmonary injury. Occupational Lung Disease diagnosis requires 4 elements: Exposure to the harmful agent, adequate latency between exposure and beginning of the symptoms, syndrome with post-exposure abnormalities, and exclusion of other conditions which may otherwise explain signs and symptoms. Several occupational lung disease classifications based on structural or functional injury, type of agent, or both have been proposed. 2357 Generally, 5 groups are considered: Pneumoconiosis, hypersensitivity pneumonitis, toxic fumes exposure, asthma, and occupational lung infections. Conventional radiographs and in specific situations, CT, are crucial elements for the diagnosis of Occupational Lung Disease. In the patient with respiratory symptoms and altered imaging studies, the possibility of Occupational Lung Disease should be considered. Radiologist should be familiar the variety of substances that cause these entities and their radiological features. In this article Occupational Lung diseases are reviewed, including diagnostic criteria, classification, physiopathology, clinical and radiological manifestations as well as their corresponding histopathological features. Introducción La enfermedad pulmonar ocupacional se refiere a un grupo de entidades pulmonares causadas por la inhalación de un agente orgánico o inorgánico documentado como riesgoso, con adecuada correlación temporal y que no pueden ser explicadas por otra causa más que la historia de la ocupación (1). Se desconoce la magnitud exacta del problema, pero cálculos recientes sugieren que aproximadamente 2,4 millones de trabajadores industriales en Estados Unidos han estado expuestos a sílice y asbesto, de los cuales cerca del 5% padecen una enfermedad como consecuencia de la exposición (2). Adicionalmente, cerca del 15% del cáncer pulmonar y el 50% del mesotelioma se relacionan con exposición ocupacional y ambiental crónicas (3,4). Por este motivo, la enfermedad pulmonar ocupacional es un tema de salud pública, especialmente en los países en vía de desarrollo, que no cuentan con estadísticas de incidencia y prevalencia de morbimortalidad, de evaluación ambiental o de controles de vigilancia y prevención (5). El desarrollo y las complicaciones de estas enfermedades dependen de la toxicidad, la intensidad y la duración de la exposición, así como de la susceptibilidad biológica y fisiológica del huésped (6,7). Las complicaciones más frecuentes y el pronóstico están determinados por el grado de fibrosis e hipertensión pulmonar (5). Los hallazgos radiológicos anormales, particularmente los de la tomografía axial computada de alta resolución (TACAR), asociados con la historia ocupacional, brindan una adecuada sensibilidad y rendimiento diagnóstico de los distintos patrones de enfermedad y sus complicaciones (2,8). La enfermedad pulmonar ocupacional se puede clasificar según el agente causal, la fisiopatología de las distintas entidades o la combinación de estos dos aspectos. Una clasificación práctica para su abordaje es la propuesta por Epler, quien establece cinco grandes grupos de entidades: (a) neumoconiosis; (b) neumonitis de hipersensibilidad, (c) enfermedad pulmonar asociada a inhalación de gases tóxicos, humos y aerosoles; (d) asma y (e) infecciones ocupacionales (1). Neumoconiosis El término neumoconiosis agrupa las enfermedades producidas por la acumulación de polvo inorgánico en los pulmones y la reacción tisular patológica secundaria a esta exposición (9). Se puede clasificar clínico-patológicamente en fibrótica y no fibrótica, según su predisposición a realizar fibrosis durante su proceso. 2358 Las neumoconiosis fibróticas se caracterizan por el efecto tóxico de la sustancia inhalada sobre las células epiteliales e inflamatorias, que desencadena la reacción fibrótica (7). Dentro de este grupo se encuentran la silicosis, la asbestosis, la beriliosis, la talcosis y la neumoconiosis de los trabajadores de carbón (9). Las neumoconiosis no fibróticas se caracterizan por agregación de macrófagos cargados de partículas inertes como hierro, estaño y bario, los cuales no producen o producen un mínimo componente de fibrosis. Dentro de este grupo se incluyen la siderosis, la estanosis y la baritosis (9). Desde 1980, las alteraciones evidentes en la radiografía de tórax se han codificado en una clasificación estándar de la International Labour Office (ILO), para facilitar el seguimiento y la comparación de estadísticas y reportes sobre la neumoconiosis. La clasificación se basa en la presencia de opacidades, morfología y profusión (10,11). Las neumoconiosis más frecuentes son la silicosis, la neumoconiosis de los trabajadores de carbón y la asbestosis (9). Y dentro de estas, la silicosis es considerada la entidad más común dentro de las neumoconiosis y es causada por la inhalación de polvo de sílice cristalino (SiO2). La forma más frecuentemente involucrada es el cuarzo-α, seguido por sus otras dos formas (cristobalita y tridimita) (12,13). Para caracterizar la exposición y el riesgo de silicosis deben ser tomados en consideración los siguiente factores: la cantidad de sílice libre inhalada y depositada en los bronquiolos respiratorios y alvéolos pulmonares (fracción respirable del polvo y porcentaje de sílice libre o de cuarzo), la duración de la exposición, el tamaño de las partículas inhaladas, su morfología y propiedades de superficie (5,14,15). En la práctica, la fracción respirable y la concentración de sílice cristalino se han utilizado como predictores del riesgo de silicosis en los estudios epidemiológicos, así como en la evaluación de la eficacia de las medidas de control y en la verificación de los límites de exposición ocupacional adoptados desde la conferencia de Johannesburgo, en 1959 (5). La American Conference of Governmental Industrial Hygienists (ACGIH) ha revisado dos veces, en 1986 y en el 2000, el límite de exposición como factor de riesgo para silicosis: de 0,1 mg/m3 para 1986 y 0,05 mg/m3 para 2000, esta última disminución del umbral, dada su clasificación como sustancia cancerígena desde 1997 (5,16). Las actividades relacionadas con el desarrollo de silicosis son minería, metalurgia, industria relacionada con químicos, pinturas, cerámicas, mármol, vidrieras y construcción (17). La silicosis se puede clasificar de acuerdo con su presentación Enfermedad pulmonar ocupacional: correlación clínico-radiológica-patológica, Carrillo JA, Rivera AL, Ojeda P, Páez DS artículos de investigación clínica, tiempo de exposición y porcentaje de concentración de cuarzo-α inhalado en silicosis aguda, acelerada y crónica; a su vez, estos últimos dos tipos adicionalmente se pueden clasificar según el compromiso radiológico e histológico en silicosis simple y complicada (1,9). La silicosis aguda está determinada por un tiempo de exposición menor de cinco años, altos porcentajes de contenido de cuarzo y se manifiesta como silicoproteinosis (9). El curso Fig. 1a. Silicoproteinosis. Rx de tórax: opacidades de ocupación alveolar de predominio central y basal bilateral. Fig. 1b. TACAR de tórax. Ventana para parénquima pulmonar: áreas de consolidación y de “vidrio esmerilado” en “par consolidación bilateral” u opacidades en “vidrio esmerilado” de localización perihiliar. La silicosis acelerada se define por un tiempo de exposición de cinco a quince años y se asocia a concentraciones de cuarzo entre 40%y 80% (18-20). La silicosis crónica está determinada por un tiempo de exposición mayor de quince años y porcentajes menores del 30% de cuarzo de polvo inhalado. De acuerdo con las manifestaciones imagenológicas, se clasifican en nodular simple y complicada (conglomerada) (9,21). La forma simple se caracteriza por opacidades nodulares múltiples, Fig. 2a. Silicosis simple. Rx de tórax: opacidades micronodulares diseminadas en ambos campos pulmonares. Fig. 1c. Biopsia pulmonar. Nódulo silicótico y alvéolos alrededor con material proteináceo. PAS 4X. con diámetros entre 1 y 10 mm, de contornos bien definidos, en que predomina en los segmentos apicales y posteriores de los lóbulos superiores donde tienden a confluir (Fig. 2a). El 20% de los nódulos se calcifica. La TC presenta nódulos de 2 a 5 mm de diámetro, acompañados de calcificación, usualmente de localización aleatoria y ocasionalmente perilinfática. También se pueden observar adenomegalias hiliares y mediastinales calcificadas en “cáscara de huevo” (8,9,21) (figs. 2b y 3c). Fig. 2b. TACAR de tórax. Opacidades nodulares de distribución aleatoria de predominio en lóbulos superiores y engrosamiento de paredes bronquiales. Histopatológicamente, los nódulos silicóticos se caracterizan por tener matriz de colágeno y periferia celular monocítica (9). La forma complicada, denominada por algunos autores como fibrosis masiva progresiva, se caracteriza por la expansión y la confluencia de nódulos silicóticos individuales (Fig. 3a). En la TC, la silicosis conglomerada se evidencia como masas de Rev Colomb Radiol. 2008; 19(2):2357-69 clínico de este tipo de silicosis es usualmente progresivo y desencadena rápidamente cardiopatía pulmonar y falla respiratoria, a pesar del manejo con corticoides. Los hallazgos radiológicos consisten en la consolidación bilateral o las opacidades en “vidrio esmerilado” de localización perihiliar, secundarios a la acumulación intraalveolar de material proteináceo que histopatológicamente se confirma por la alveolitis y edema alveolar con prueba de Schiff positiva (9) (figs. 1a, 1b y 1c). Fig. 2c. HE, 10X. Luz polarizada que muestra cristales de sílice en los nódulos de los fibroblastos. tejidos blandos, irregulares, con márgenes mal definidos y calcificaciones rodeadas de áreas enfisematosas (Figs. 3b y 3c). Es común la necrosis focal de estos conglomerados, especialmente cuando se asocia con inflamación granulomatosa (TBC). La complicación más común de la silicosis es la bronquitis crónica secundaria a la obstrucción de la vía aérea (9). 2359 Fig. 3a. Silicosis conglomerada. Rx de tórax: opacidades nodulares con formación de seudomasas en ambos lóbulos superiores. Fig. 3b. TACAR de tórax. Ventana para parénquima: opacidades nodulares finas de distribución aleatoria y seudomasas en los segmentos apicales del LSD y ápico posterior del LSI. La inhalación de sílice se asocia con un riesgo relativo mayor a infección por micobacterias (2,8 con respecto a la población general), secundario al defecto neto de inmunidad fagocítica, también secundario a la toxicidad de la sílice sobre los macrófagos alveolares (7,22). La asociación entre silicosis y a carcinoma pulmonar ha sido descrita por la Sociedad Americana de Tórax y la Agencia Internacional para la Revisión del Cáncer. Su riesgo relativo varía según la población de 1,3 a 1,9 (9,23) (Figs. 4a, 4b y 4c). b Figs. 4a y b. Silicosis y cáncer de célula pequeña. Rx y TC de tórax: masas parenquimatosas apicales asimétricas, con calcificaciones en la lesión parahiliar derecha. Calcificaciones en “cáscara de huevo”. La neumoconiosis de los trabajadores de carbón es causada por la exposición a carbón lavado, el cual está libre de sílice y produce máculas antracóticas pulmonares y fibrosis pulmonar. Las actividades relacionadas con el desarrollo de este tipo de neumoconiosis son principalmente la minería y la excavación de túneles (8,9,21). La neumoconiosis de los trabajadores de carbón es la entidad ocupacional con mayor número de afectados. Esto si se tiene en cuenta que es diagnosticada de forma radiológica hasta en el 12% de los mineros de carbón (2,7). La mayor parte de los síntomas asociados a este tipo de neumoconiosis son similares y se suman a los efectos de la enfermedad pulmonar obstructiva, relacionados con el tabaco (2). Radiológicamente, se clasifica en simple y complicada. La primera consiste en opacidades nodulares mal definidas, 10% de las cuales calcifican; menos frecuente resulta la calcificación en “cáscara de huevo” de los ganglios. La TC presenta nódulos pequeños (1-5 mm) de distribución predominantemente perilinfática en lóbulos superiores y adenomegalias hiliares en el 30% de los casos. 2360 Fig. 3c. TC de tórax. Ventana para mediastino: calcificaciones ganglionares en “cáscara de huevo” y calcificaciones gruesas en las seudomasas. Fig. 4c. Biopsia pulmonar que mostró un tumor constituido por células pequeñas. Se evidencia crushing focal. HE 40X. La forma complicada consiste en grandes masas de bordes irregulares con enfisema pericicatricial correspondientes a fibrosis masiva progresiva, similar a lo ocurrido en la silicosis. Estos hallazgos han sido reportados a partir de cinco años de exposición (7). Histopatológicamente, los nódulos están compuestos por una matriz de colágeno y abundantes macrófagos pigmentados. El riesgo de infección tuberculosa ha sido asociado a una reacción atípica celular al Mycobacterium tuberculosis (24). El síndrome de Caplan, descrito inicialmente en la neumoconiosis de los trabajadores de carbón, se ha reportado después en otras neumoconiosis, y consiste en la combinación de artritis reumatoidea seropositiva, que implica susceptibilidad inmune y la exposición de polvo inorgánico. Se caracteriza por la aparición de nódulos periféricos bien definidos, también llamados nódulos necrobióticos (2). Las entidades relacionadas con la exposición a asbesto son causadas por la inhalación de los minerales fibrosos que conforman el asbesto, dentro de los cuales los más comunes son las serpentinas y las anfíbolas (6,25). A partir de 1975, el Enfermedad pulmonar ocupacional: correlación clínico-radiológica-patológica, Carrillo JA, Rivera AL, Ojeda P, Páez DS artículos de investigación asbesto ha sido sustituido por fibras minerales manufacturadas como la fibra de vidrio o las lanas de desecho; sin embargo, continúa siendo utilizado como aislante de tuberías y calderas, en la fabricación de frenos, vigas de construcción, materiales odontológicos, tejas, entre otras (2). Las manifestaciones de la exposición a asbesto se pueden observar luego de cinco a veinte años de historia ocupacional y se dividen en pleurales o parenquimatosas, según su localización (9). La enfermedad pleural benigna relacionada con el asbesto es la más común y consiste en placas pleurales que corresponden a bandas de colágeno que contienen fibras de asbesto en la pleura parietal. Imagenológicamente, se identifican áreas de engrosamiento pleural menor de 1 cm, focales e irregulares con tendencia a ubicarse en las cúpulas diafragmáticas y en la pared torácica posterolateral inferior. El 15% de las placas pleurales se calcifican (Fig. 5) El engrosamiento pleural difuso es menos Fig. 5. Placas pleurales. TC de tórax de ventana para el mediastino: placa pleural lateral derecha con calcificaciones. Fig. 6a. Asbestosis. Rx de tórax: pérdida de volumen pulmonar izquierdo y opacidades reticulares gruesas. Fig. 6b. TACAR. Patrón en “panal de abejas” de predominio basal izquierdo y opacidades intralobulillares. identificado claramente; sin embargo, se cree que la producción de radicales libres y la estimulación del crecimiento celular que produce el asbesto contribuyen de manera importante al daño en el ADN (4). El cáncer broncogénico se desarrolla hasta en el Rev Colomb Radiol. 2008; 19(2):2357-69 frecuente y se ve usualmente relacionado con derrame benigno previo, confluencia de placas y menos frecuentemente como extensión de fibrosis parenquimatosa (26-30). La enfermedad parenquimatosa o asbestosis obedece a la lesión de la pared del macrófago luego de que este fagocita las fibras de asbesto, después de liberar lisosomas que lesionan el parénquima pulmonar. La asbestosis se asocia a lesiones pleurales en el 90% de los casos (21). Radiológicamente, se caracteriza por opacidades lineales irregulares e imágenes de aspecto quístico hacia los lóbulos inferiores (Fig. 6a). La TC evidencia el engrosamiento de los tabiques intra e interlobulillares subpleurales de predominio basal, que progresa a un patrón de panal de abejas, evidente en los estados más avanzados. Teniendo en cuenta estos hallazgos, el diagnóstico diferencial más importante es la fibrosis pulmonar idiopática, aunque la asbestosis muestra mayor afectación por bandas parenquimatosas y menor componente de patrón en vidrio esmerilado (Figs. 6b y 6c). El mejoramiento de la sensibilidad diagnóstica de asbestosis gracias a la TACAR ha sido ampliamente estudiada por Staples y Oksa, quienes tomando como punto de partida los trabajadores con radiografías de tórax normales, muestran en sus estudios que los hallazgos anormales en TACAR se correlacionaban de forma estrecha con la capacidad funcional pulmonar y la impresión diagnóstica a través del puntaje de probabilidades (8,31). La atelectasia redonda es la masa benigna más común asociada con la asbestosis, secundaria a un colapso lobar periférico en los pacientes con afectación pleural. Por lo general, su localización es subpleural, posterior, basal y presenta el signo de “cola de cometa”, que corresponde al adelgazamiento broncovascular desde el borde inferior de la atelectasia hasta el hilio (21,25). Las complicaciones más importantes de la enfermedad relacionada con el asbesto son el carcinoma broncogénico y el mesotelioma. El mecanismo exacto de carcinogenia no se ha Fig. 6c. Biopsia pulmonar. Presencia de cuerpos de asbesto en el intersticio y alvéolos. Azul de Prusia 10X. 20% de los trabajadores con mayor exposición y se considera que el tabaco aumenta el riesgo de manera sinérgica, porque ocasiona una probabilidad de riesgo 60:1, comparado con la población no fumadora-no expuesta (3,4). 2361 El mesotelioma maligno se presenta en el 10% de los trabajadores de la industria del asbesto y, usualmente, muestra un período de latencia de 20-40 años entre el momento de detección y el inicio de la exposición. El hallazgo radiológico inicial es el derrame pleural. En la TC se puede evidenciar engrosamiento (>1 cm) hasta en el 92% de los casos y nodularidad pleural. Es común su extensión mediastinal, diafragmática y a pared torácica (5,21) (Figs. 7a, 7b y 7c). La talcosis es producida por silicato de magnesio, usado en la manufactura del cuero, caucho, papel, textiles y cerámica (Figs 7a, 7b y 7c). Se cree que el talco puro no es un material fibrogénico y que son su aleación a materiales como sílice o asbesto los responsables de su clasificación como neumoconiosis fibrótica (2,9). Radiológicamente, se caracteriza por opacidades nodulares y reticulares que respetan los ápices y los ángulos costofrénicos. La TACAR muestra nódulos centriloculillares y subpleurales con tendencia a confluir (9). La neumoconiosis, producida por metales pesados, se refiere a las entidades producidas por metales como el tungsteno, co- Fig. 7a. Mesotelioma. Rx de tórax: engrosamiento pleural nodular izquierdo con atrapamiento del pulmón. Fig. 7b. TC de tórax ventana para el mediastino. Engrosamiento nodular de la pleura izquierda. Fig. 8a. Metales pesados. Rx de tórax: opacidades alveolares paracardiacas derechas y opacidades lineales basales bilaterales. 2362 balto, titanio, níquel o cromo. Las actividades relacionadas son el pulimiento y la fabricación de material resistente al calor. Los hallazgos radiológicos incluyen opacidades reticulares, patrones micronodulares difusos y, en ocasiones, ensanchamiento hiliar por la presencia de adenomegalias. La TC muestra engrosamiento intersticial, lesiones de aspecto quístico, áreas de vidrio esmerilado y bronquiectasias de tracción. Los hallazgos histopatológicos son característicos, y consisten en abundantes células gigantes en el espacio aéreo, cargadas del metal y descamación de células epiteliales (9,21). La siderosis es producida por la acumulación de óxido de hierro en los macrófagos pulmonares. Las actividades relacionadas incluyen la fundición del hierro y el proceso de soldadura (Figs. 8a, 8b y 8c). Aunque la siderosis es considerada una neumoconiosis no fibrótica en la mayoría de los casos asintomática, la combinación frecuente del hierro con sílice produce silicosiderosis, una entidad fibrótica y sintomática. Fig. 7c. Biopsia pulmonar: tumor que afecta difusamente la pleura parietal y visceral. Fig. 8b. TACAR de tórax. Distorsión de la arquitectura pulmonar con opacidades intralobulillares y patrón en “panal de abejas” de predominio basal. Bronquiectasias de tracción y bandas parenquimatosas. Enfermedad pulmonar ocupacional: correlación clínico-radiológica-patológica, Carrillo JA, Rivera AL, Ojeda P, Páez DS artículos de investigación El patrón radiográfico de la siderosis pura consiste en opacidades reticulonodulares finas de distribución difusa. En la serie de Akira, los hallazgos más comunes en la TACAR fueron micronódulos centrilobulillares mal definidos con tendencia perihiliar, cambios enfisematosos, áreas de patrón de neumonía intersticial usual, extensas áreas de vidrio esmerilado e irregularidad pleural (32). A diferencia de la mayoría de neumoconiosis, sus hallazgos radiológicos son reversibles ante el cese de la exposición. Neumonitis de hipersensibilidad La neumonitis de hipersensibilidad se define como un grupo de entidades pulmonares mediada inmunológicamente y asociada con exposición repetida a antígenos de polvo orgánico (33-35). Sin embargo, aunque no están contemplados dentro de la definición original, la inhalación de materiales inorgánicos como los químicos también pueden desarrollar neumonitis de hipersensibilidad. Este grupo de enfermedades pulmonares relacionadas con la ocupación consiste en reacciones de hipersensibilidad del tipo III y IV, con formación secundaria de alveolitis y reacción granulomatosa de predominio peribronquiolar (2). No existe un patrón de referencia para establecer el diagnóstico, por lo cual se debe elaborar una hipótesis diagnóstica a partir de la sospecha ambiental, así como los hallazgos clínicos, radiológicos y patológicos (1). Generalmente, las neumonitis de hipersensibilidad adoptan el nombre según la fuente de ocupación del trabajador expuesto. Los agentes causales son divididos en hongos, bacterias, proteínas animales y químicos (36) (tablas 1, 2 y 3). Tabla 1. Neumonitis de hipersensibilidad por inhalación de antígenos de polvo orgánico Entidad Antígeno Saccharopolyspora rectivirgula, Thermoactinomyces vulgaris, Absidia corymbifera Pulmón del granjero Alternaria sp Pulmón del carpintero Fuente Pajales, graneros y silos Polvo de madera, pulpa de pino, cedro Pulmón del trabajador de cebada Thermoactinomyces vulgaris, sacchari, candidus Aspergillus fumigatus, gatus Pulmón del trabajador de setas Thermoactinomyces sacchari Campos de setas Pulmón del trabajador de quesos Penicillium casei Moho de queso Suberosis Penicillium frequentans, Aspergillus fumigatus Polvo de corcho HP en procesadores de musgo Monocillium sp, Penicillium citreonigrum Musgos Neumonitis de verano Trichosporon cutaneum Casas viejas Neumonitis por ventiladores Ventiladores, humidificadores Campos de malta, cebada Tabla 2. Neumonitis de hipersensibilidad por inhalación de proteínas animales Entidad Antígeno Fuente Enf. de criaderos de palomas Plumas, excremento de aves Criaderos Pulmón de peletero Polvo de proceso de piel animales Piel de animales Pulmón del manipulador de animales Orina, suero y piel de animales de laboratorio Ratas y conejos Tabla 3. Neumonitis de hipersensibilidad por inhalación de químicos Entidad Antígeno Fuente Alveolitis por agente de Pauli Sulfato diazobenceno de sodio Reactivos de laboratorio Pulmón de químico Isocianatos, anhídrido trimetílico Poliuretano, pinturas en aerosol y lacas Neumonitis piretrea Piretro Insecticidas Dentro de las entidades producidas por hongos y bacterias se encuentran el pulmón del granjero, del carpintero, relacionadas con humidificadores y ventiladores. Dentro de las entidades producidas por proteínas animales se encuentran el pulmón del Rev Colomb Radiol. 2008; 19(2):2357-69 criador de aves y del peletero. Por último, dentro de las entidades producidas por químicos se encuentran el pulmón del químico, la neumonitis piretrea asociada a insecticidas y la relacionada con agente de Pauli (36). 2363 Fig. 9a. Talcosis. TC de tórax: opacidades nodulares de distribución aleatoria y áreas de patrón en “vidrio esmerilado”. Fig. 10a. Siderosis. Rx de tórax: áreas de patrón en “vidrio esmerilado” basal bilateral. Fig. 10b. TACAR de tórax: opacidades de ocupación alveolar en parche y áreas de patrón en “vidrio esmerilado”. Las neumonitis de hipersensibilidad más comunes son el pulmón del granjero, el pulmón del criador de aves, así como las neumonitis relacionadas con micobacterias y con químicos. El pulmón del granjero es producido por Saccharopolyspora rectivirgula, Thermoactinomyces vulgaris, Asidia corymbifera y su fuente son los pajales, los granjeros y los silos. Característicamente, se presenta en países con estaciones, donde los períodos de recolección muestran el pico de incidencia. Muestra alta prevalencia entre los granjeros de distintas comunidades equivalente al 1%-10% (2). El pulmón del criador de aves es secundario a los antígenos mucinosos y con contenido de inmunoglobulina A de las proteínas de las plumas y el excremento de las aves (palomas, canarios y pollos). Es quizá la entidad más común en nuestro medio (1,36). La neumonitis relacionada con tuberías, humidificadores y piscinas es producida por Mycobacterium avium, komossense e immunogenum. Son pacientes en su mayoría inmunocompetentes. La neumonitis inducida por químicos es causada por el tolueno diisocianato y el difenilmetano diisocianato, usados en la industria de plásticos, pinturas e industria electrónica (1,36). La clasificación de la neumonitis de hipersensibilidad se realiza, según el tiempo de exposición, en aguda, subaguda y crónica (37). Aunque la radiografía convencional muestra poca 2364 Fig. 9b. Biopsia de pulmón. Presencia de cristales de talco a la luz polarizada. Fig. 10c. Biopsia pulmonar: nódulo silicótico con depósito de pigmento de hierro. Azul de Prusia 10X. sensibilidad para detectar neumonitis de hipersensibilidad, especialmente en sus formas aguda subaguda, la TACAR ha mejorado de manera importante el rendimiento diagnóstico de las imágenes, como lo muestra el estudio de Lynch (38). La forma aguda se establece luego de cuatro a ocho horas de exposición. Radiológicamente, se evidencian áreas de opacidades difusas o consolidación. En TACAR se evidencian áreas en patrón de “vidrio esmerilado”, de predominio en los lóbulos inferiores, que presentan un exudado alveolar (Figs. 11a y 11b). Histopatológicamente, la forma aguda obedece a un infiltrado intersticial celular y ocupación alveolar por exudado proteináceo, edema o hemorragia (39,40). El diagnóstico diferencial (clínico y radiológico) incluye cualquier infección respiratoria aguda viral o por gérmenes atípicos. La forma subaguda se presenta semanas o meses luego de la exposición. Radiológicamente, se aprecian opacidades difusas, nodulares y áreas de atrapamiento aéreo. La TACAR muestra micronódulos centrilobulillares asociados a áreas de “vidrio esmerilado” y mosaico de atenuación (Figs. 12a y 12b). En ocasiones se pueden encontrar quistes y un patrón en “queso de cabeza”, que obedecen a un proceso de neumonitis intersticial granulomatosa (41). La forma crónica obedece a una exposición continua, durante años, o exposiciones agudas o subagudas, de forma recurrente. Radiológicamente, se eviden- Enfermedad pulmonar ocupacional: correlación clínico-radiológica-patológica, Carrillo JA, Rivera AL, Ojeda P, Páez DS artículos de investigación Fig. 11a. Neumonitis de hipersensibilidad aguda. Rx de tórax: opacidades de ocupación alveolar en cuatro cuadrantes. Fig. 11b. TACAR de tórax: Opacidades en “vidrio esmerilado” diseminadas y áreas de ocupación alveolar de predominio central. Fig. 12a. Neumonitis de hipersensibilidad subaguda. Rx de tórax: opacidades nodulares finas mal definidas diseminadas. Fig. 12b. TACAR. Opacidades nodulares centrilobulillares y áreas de “vidrio esmerilado”. cian opacidades de predominio reticular y pequeñas lesiones de aspecto quístico. La TACAR evidencia nódulos centrilobulillares, áreas de “vidrio esmerilado”, bronquiectasias de tracción y áreas de “panal de abejas” y enfisema (42,43) (Figs. 13a y 13b), motivos por los cuales su principal diagnóstico diferencial es la fibrosis pulmonar idiopática, aunque esta generalmente presenta localización basal, subpleural y no presenta áreas de atrapamiento aéreo ni lesiones nodulares. Otros diagnósticos diferenciales en la forma subaguda y crónica de la neumonitis por hipersensibilidad incluyen los procesos granulomatosos infecciosos (como la tuberculosis y la histoplasmosis) o no infecciosos (como la sarcoidosis) y los procesos no granulomatosos, como la neumonía intersticial linfoide, la neumonía criptogénica de organización y la neumonía intersticial no específica (36). En la forma crónica, la histopatología muestra infiltración linfocítica y de células gigantes con granulomas ocasionales, fibrosis intersticial y destrucción de la arquitectura con “panal de abejas” (36). Enfermedad pulmonar asociada a inhalación de gases tóxicos y aerosoles Rev Colomb Radiol. 2008; 19(2):2357-69 La enfermedad pulmonar asociada a inhalación de gases tóxicos, humos y aerosoles se refiere a la irritación e inflamación directa del árbol traqueobronquial cuando el agente químico inhalado es soluble y a la disfunción alvéolo-capilar cuando el agente es menos soluble (21). Su impacto ha sido descrito en su mayoría de forma accidental por ruptura de contenedores, inhalación directa o fugas en espacios cerrados. Los agentes químicos se dividen en orgánicos (como los organofosforados, los carbamatos, el paraquat y el polivinilo) y en inorgánicos (como el amonio, los derivados del azufre y los metales, por ejemplo, el cadmio, el mercurio y el níquel). Los agentes más comunes en nuestro medio son los carbamatos, el paraquat y los organofosforados usados como insecticidas y herbicidas en la agricultura. En los casos agudos se produce daño alvéolo-capilar, con resultante edema pulmonar por permeabilidad. Radiológicamente, se evidencian opacidades inters- 2365 Fig. 13a. Neumonitis de hipersensibilidad crónica. Rx de tórax: opacidades reticulares gruesas con pérdida de volumen. Fig. 13b. TACAR de tórax: patrón de “panal de abejas” de predominio apical, opacidades intralobulillares, opacidades lineales irregulares y bronquiectasias de tracción. ticiales y difusas en ambos campos pulmonares sin aumento del pedículo vascular; sin embargo, los hallazgos pueden aparecer hasta 48 horas después de iniciados los síntomas que incluyen tos, disnea progresiva y falla respiratoria (1,21). En la fase crónica se evidencian opacidades retículo-nodulares en ambos campos pulmonares en la radiografía de tórax. En TACAR se pueden identificar áreas de “vidrio esmerilado”, bronquiectasias y engrosamiento de tabiques, que condicionan un patrón de neumonitis intersticial y fibrosis (48-50) (Fig. 14). muestra consolidación, nódulos bien definidos y neumatoceles (figs.15a y 15b). En la fase crónica o proliferativa, que ocurre una a dos semanas después de la exposición, se produce un patrón de bronquiolitis proliferativa y, eventualmente, fibrosis pulmonar o formación de neumatoceles por coalescencia de necrosis bronquiolar (21). Otros agentes inorgánicos incluyen el mercurio utilizado en la minería y en la industria de electrólisis y termómetros. Tras su exposición, se evidencia un patrón de neumonitis química y tardíamente se produce daño alveolar difuso con formación de membrana hialina. La exposición a derivados del azufre, por otro lado, se ve en los trabajadores de las alcantarillas, plantas térmicas e industria del caucho. Su inhalación puede producir de forma aguda depresión medular respiratoria y condicionar la muerte de forma rápida. De no ser así produce edema pulmonar y pérdida de la conciencia por su alta toxicidad (53-55). Asma ocupacional Fig. 14. Inhalación de gases. TACAR de Tórax: control posterior al evento agudo: bronquiectasias y bandas parenquimatosas pulmonares bibasales. El amonio es un gas corrosivo usado para producir fertilizantes, explosivos y plásticos, que daña gravemente la mucosa de la vía aérea superior y genera edema pulmonar de permeabilidad en su forma aguda. En sus fases crónicas puede mostrar un patrón de bronquiolitis obliterante y bronquiectasias (51,52). Los hidrocarburos se usan en la industria del petróleo y en las presentaciones circenses por los hombres “tragafuego”. Luego de su aspiración se produce una neumonitis aguda, caracterizada por opacidades nodulares, concluyentes y ocasionalmente lesiones de aspecto quístico en la radiografía de tórax. La TACAR 2366 La expresión asma ocupacional se refiere a la hiperreactividad e inflamación de la vía aérea mediada por mecanismos de hipersensibilidad a un agente orgánico o inorgánico presente en el ambiente de trabajo (44,45). Se considera que del 9% al 15% de los casos de asma en el adulto corresponden a asma ocupacional (1,46). Si el agente laboral provoca una reacción inmunológica inmediata, la evolución es similar a la que produce la exposición a otros antígenos. Sin embargo, con frecuencia, los pacientes tienen una evolución clínica característica. Se encuentran bien cuando llegan al trabajo y los síntomas aparecen hacia el final de la jornada y disminuyen posteriormente y remiten en los períodos de vacaciones (2). Los agentes causales se dividen en los de alto y bajo peso molecular (Tabla 4). Los agentes de alto peso molecular producen una reacción de hipersensibilidad tipo I, mediada por IgE; mientras los de bajo peso, una reacción tipo IV mediada por células (44,47). La radiografía muestra engrosamiento de la pared bronquial, hiperinsuflación, oligohemia periférica o puede Enfermedad pulmonar ocupacional: correlación clínico-radiológica-patológica, Carrillo JA, Rivera AL, Ojeda P, Páez DS artículos de investigación ser normal. La TC, adicionalmente, muestra bronquiectasias, patrón de mosaico de atenuación y atrapamiento aéreo en la exploración por espiración (1). Tabla 4. Agentes relacionados con asma ocupacional Animales de corral: agricultura Aves: criaderos de aves Alto peso molecular Insectos: granjeros Fluor: panaderías Enzimas: detergentes Anhídridos: resinas y plásticos Tintes: tintes de tela Bajo peso molecular Infecciones ocupacionales Las infecciones pulmonares relacionadas con la ocupación pueden producirlas bacterias como el ántrax, la brucelosis y la rickettsiosis (Figs. 16a y 16b) en recicladores, cuidadores de animales, veterinarios, limpiadores de alcantarillas y cañerías; hongos, como la blastomicosis, la coccidiomicosis y la histoplasmosis, que se relacionan adicionalmente con la geología, la arqueología y la espeleología; por espiroquetas, como la leptospirosis (56), que afecta especialmente a agricultores y limpiadores de cañerías (1) (Figs. 17a y 17b), y por micobacterias, que son una fuente importante de infección en los trabajadores hospitalarios y de los hogares geriátricos. Los hallazgos clínicos y radiológicos dependerán del agente causal correspondiente (21). Antibióticos: farmacias Metales: platerías Polvo de madera: carpinterías Fig. 15a y 15b. Inhalación de hidrocarburos. TACAR y reconstrucción volumétrica: imágenes de aspecto quístico, de paredes delgadas en ambos pulmones. Fig. 16a. Infección por rickettsia. Limpiador de cañerías. Rx de tórax: opacidades alveolares mixtas en ambos campos pulmonares. Rev Colomb Radiol. 2008; 19(2):2357-69 Fig. 16b. TACAR tórax: áreas de “vidrio esmerilado” y consolidación bilateral hacia los segmento posteriores de lóbulos inferiores. Derrame bilateral. 2367 Fig. 17a. Histoplasmosis. Antropólogo. Rx tórax: opacidades alveolares mal definidas en ambos campos pulmonares Fig. 17b. Presencia de levaduras de histoplasma. Grocot 40X. Referencias 14.Comisión de Salud Pública. Silicosis y otras Neumoconiosis: Protocolos de vigilancia sanitaria específica en España. 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