1 Emilio Gabba: Historiador holístico del mundo clásico Prof

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Emilio Gabba: Historiador holístico del mundo clásico
Prof. Alejandro Bancalari M.
Universidad de Concepción
Emilio Gabba, nacido en Pavía el 31 de marzo de 1927 y fallecido en la misma ciudad, el 12 de
agosto de 2013, fue el último de los grandes historiadores que tuvo una visión y una comprensión
holística y totalizadora de la historia clásica, particularmente de la romana. Después de Arnaldo
Momigliano (1908-1987) y Santo Mazzarino1 (1916-1987), Gabba se convirtió en el tercero de los
estudiosos más sobresalientes, productivos y renombrados de la historiografía italiana dedicada al
mundo grecorromano en el siglo XX.
I.
Sus años de adolescencia y de formación, transcurrieron entre Milán y Pavía durante la segunda
guerra mundial. De familia aristocrática, de estudiosos y profesores universitarios, adquiere una fuerte
y rica tradición y experiencia cultural. Cursó sus estudios superiores en su querida Pavía, siendo
discípulo de Plinio Fraccaro. Destacado desde joven, continuó su formación en el Instituto Italiano de
Estudios Históricos de Nápoles, dirigido, en ese entonces, por Federico Chabod, descubriendo en él y
en Benedetto Croce, su interés por la historiografía. Emilio Gabba pasa en Pavía sus primeros años
como profesor asistente de Historia Griega y Romana. Un momento clave es su llegada a la
Universidad de Pisa, en 1958, con tan solo 30 años, pero ya con una formación sólida y amplia. Los
años en el ateneo pisano, fueron medulares por su cercanía con Momigliano en sus cursos y
conferencias en la Scuola Normale Superiore di Pisa, creándose entre ambos una amistad sincera y de
aprecio mutuo2. De Pisa, retornó a Pavía en 1974, a la cátedra de Historia Romana. Si bien en la ciudad
de la torre había desarrollado múltiples actividades académicas y publicaciones, será en su natal Pavía
donde obtiene los máximos galardones y su consagración mundial como estudioso de la antigüedad
romana.
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2
Una óptima síntesis de las figuras y obras de los dos historiadores, E. Gabba, Santo Mazzarino e
Arnaldo Momigliano: due maestri, en Id., Cultura Classica e Storiografia Moderna, il Mulino, Bologna
1995, pp. 403–417.
Para tal efecto, véase F. de Nicola, Le lettere di Arnaldo Momigliano a Emilio Gabba. Riconstruzione di
un rapporto culturale, News Press, Como 1998.
1
Clase magistral de Gabba en Pisa (1959).
Fuente: U. Laffi (a cura di), Emilio Gabba. Converzazione sulla storia, Pisa 2009
La Universidad de Pavía, en 1998, lo nombró profesor emérito. Ocupó diversos cargos
administrativos y editoriales: desde 1990, director de la revista Athenaeum y desde el 2005, director
honorario; publicación internacional que acaba de cumplir el 11 de junio recién pasado, 100 años de
difusión de la historia antigua. En la celebración del centenario de este prestigioso medio científico,
Gabba reflexionó sobre ella, siendo esta la última vez que participó en una actividad académica
pública. Además, fue codirector y a partir de 1995, director de la Rivista Storica Italiana. Fue profesor
visitante y doctor honoris causa en diversas universidades europeas, como asimismo, formó parte de
sociedades científicas y humanísticas, entre ellas, la prestigiosa Accademia Nazionale dei Lincei. Una
de sus últimas distinciones, fue el Premio Cultori di Roma 2008, por sus infinitas contribuciones y
estudios concernientes a la ciudad de Roma.
Existe un momento en el accionar y en su obra que retengo en mi recuerdo, a propósito del
doctorado conjunto entre Pavía-Perugia-Pisa. Con ocasión de la última visita de Ronald Syme a la
Universidad de Pavía, el 5 de junio de 1986, esta le confirió al historiador de Oxford, el doctorado
honoris causa. En una ceremonia solemne y pletórica de simbolismos en el aula magna de la
Universidad, Gabba llevó a cabo la alocución resaltando la labor historiográfica de Syme, su aporte a la
historia política y a las elites gobernantes, en especial su libro sobre Tacitus, The Roman Revolution y
la maestría y originalidad con que usaba el método prosopográfico. Entre ellos, si bien fueron de
generaciones distintas, hubo fuertes vínculos académicos y reciprocidad.
2
Pavía (1986)
Pavía (2004)
http://laprovinciapavese.gelocal.it/cronaca/2013/08/12/news/a
ddio-allo-storico-emilio-gabba-1.7568966
II.
En su calidad de historiador de la antigüedad grecorromana, Gabba fue un profundo conocedor
de las fuentes clásicas, siempre tenía presente el problema de la lectura de los textos históricos.
Especial atención tuvo en la comprensión de los historiadores griegos que hablaran sobre la república y
el imperio romano. Era relevante para él, intentar discernir la realidad que debía investigar y
representar, reconstruyendo el contexto político social y cultural en su conjunto. En el fondo, considera
que el centro de la investigación se encuentra en el vínculo estrecho entre historia, actividad
historiográfica y cultura del tiempo del historiador3.
Sus trabajos esenciales se concentraron en la sociedad y el ejército de la baja república. La
cuestión agraria, la guerra social, las guerras civiles, las transformaciones sociales y económicas de
Italia, también figuran entre sus grandes problemáticas, al igual que la lucha política, la administración,
la economía, la cultura de las clases gobernantes y diversos lineamientos del imperialismo romano. Fue
pionero en el estudio y comprensión global de la obra de Apiano. Un argumento que atravesó por
décadas de estudio su pensamiento, fue la preocupación por el tema de la identidad nacional, de la
unidad nacional de Italia en edad romana. En cierta medida, presenta una postura pesimista, una
negación de la unificación de la península, después del bellum sociale, pues a pesar de que sus
miembros poseían la civitas Romana, subsisten elementos de fragmentaciones compuestos por las
anteriores organizaciones de municipios y colonias, que no dejaron florecer una verdadera unificación.
La verdadera unidad se verifica en las provincias, entre Roma y ellas. Gabba siempre tuvo vivo el
3
M. Pani, Emilio Gabba e la comprensiones storica vissuta. Un viaggio fra generazioni, en “Athenaeum
(2011), 99/2, pp. 473–478.
3
problema de la creación del reino de Italia (1861). Por ello, podría señalarse que fue hijo de dos siglos,
del XIX, a través de la visión de sus abuelos que participaron en el proceso unificador de Italia y del
siglo XX como presente por el cual surgieron sus grandes inquietudes intelectuales. Parte de la premisa
consabida y sacra de que el presente muchas veces determina los argumentos y temas que uno estudia.
En 2009, en Pavía, Umberto Laffi, dilecto discípulo, colega y amigo de Gabba, le realizó una
interesante entrevista humana y profesional a propósito del problema de la contemporaneidad de la
historia y de ser hijos de nuestro tiempo, señaló: “Naturalmente l’esposizione storico-storiografica
antica è inevitabilmente valutata dallo studioso moderno in relazione alle esperienze dirette della sua
età”4.
Apegado a las fuentes y a los hechos, siempre intentó buscar la objetividad y no se dejó
envolver por alguna ideología particular o una nueva forma o modelo de concebir la historia. Cree en la
imposible objetividad del historiador y que no se puede lograr una verdad absoluta como algo
definitivo e inmodificable. Por el contrario, el estudio de la historia siempre debe estar en un continuo
repensar, en una revisión crítica y profunda. Afirmó: “io cerco di capire la storia antica sulla base delle
esperienze che io vivo nel presente, e che possono essere giudicate politicamente; tuttavia, mi sembra
che le stesse acquistino una verisimiglianza, non una verità, pur se collocate in un passato”5.
Sus obras son mayormente conocidas en el mundo anglosajón, Alemania, Francia y por cierto,
Italia. Relevantes fueron sus contribuciones de artículos en síntesis originales en la Cambridge Ancient
History y en la Storia di Roma, Einaudi. En el ámbito de Iberoamérica, es leído y citado, no obstante
esto, las casas editoriales están en deuda con su vasta producción historiográfica. Hasta donde tengo
conocimiento, solo tres estudios de Gabba han sido traducidos al español. Los Gracos6, una síntesis
sobre las fuentes; Literatura7 y una obra conjunta sobre la Sociedad y Política en la Roma
Republicana8, traducida por el colega chileno Zvonimir Martinic. El valor historiográfico de sus
estudios es inconmensurable y debemos rescatar su legado para las futuras generaciones de
historiadores vinculados al mundo grecorromano. De hecho, en una carta fechada el 13 de septiembre
de 2005, Emilio Gabba donaba a la biblioteca de la Universidad de Pavía, una miscelánea de 14.000
textos y opúsculos, parte de su colección privada de libros, que en su gran mayoría eran obsequios de
colegas, discípulos y casas editoriales. Esta mixtura de obras, ha llegado a formar el denominado
“Fondo Gabba”, un patrimonio altamente especializado y de notable valor científico9.
4
5
6
7
8
9
U. Laffi, Ritratti. Emilio Gabba, conversazione sulla storia, Della porta, Pisa 2009, p. 33.
Ibid, p. 34.
De las traducciones al español, cfr. E. Gabba, Los Gracos. Los hombres de la historia, Fascículo 79,
Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1969.
M. Crawford (ed.), Fuentes para el estudio de la historia antigua, Taurus, Madrid 1986, pp. 13–91.
E. Gabba – U. Laffi, Sociedad y política en la Roma republicana (siglos III–I a.C.), Collana Percorsi 11,
Pacini, Pisa 2000.
S. Castelli, La Miscellanea Gabba conservata nella Biblioteca Universitaria di Pavia. Presentazione, en
Athenaeum, 97/1 (2009), pp. 295–299.
4
Traducciones al español
III.
Contaré un suceso de cuando Emilio Gabba estuvo a punto de visitar Chile. El profesor Raúl
Buono-Core, organizador de las Semanas de Estudios Romanos de la Pontificia Universidad Católica
de Valparaíso10, le extendió una invitación en 1985 para que participara, las que se realizarían en
septiembre de 1986. Gabba estaba muy interesado, motivado y algo perplejo de que por estos confines
del mundo se llevaran a cabo congresos y reuniones científicas vinculadas con el mundo romano.
Estaba bien informado del evento de Valparaíso por las propias noticias y recomendaciones que le
señalaban sus colegas pisanos Umberto Laffi y Cesare Letta, los cuales ya habían participado en las
versiones de 1982 y 1984, respectivamente. Yo tenía referencias de ellas, pues había asistido como
oyente y en ese momento me encontraba estudiando mi doctorado en la Universidad de Pisa. Gabba, en
una de sus tantas visitas a Pisa, –donde tuve la ocasión de conocerlo y conversar con él en algunas
oportunidades– me tocó el tema de su probable visita a Chile y de su participación en el encuentro. Por
las buenas señales transmitidas por los colegas pisanos, más el aporte mío, su interés en concretizar la
invitación era una realidad, estaría entre los presentes de las Semanas en septiembre de 1986.
Lamentablemente, el año anterior en nuestro país se produjeron dos hechos que no solo trastocaron una
compleja situación de política interna, sino que produjeron una conmoción adicional (el terremoto de
San Antonio y el atentado al general Pinochet). Estas dos noticias le causaron un fuerte impacto que,
10
Las Semanas de Estudios Romanos (SER), fueron creadas en 1973 por el destacado profesor
Héctor Herrera Cajas (1930–1997), quien junto a otros colegas idearon una instancia para
reflexionar y estudiar temas concernientes a la cultura romana.
5
asociadas a un temor natural que tenía por los largos vuelos intercontinentales, hicieron abortar la
inminente visita a Chile. Sin duda, hubiera sido la máxima figura historiográfica presente hasta la
actualidad, como expositor de las Semanas de Estudios Romanos, las cuales recientemente (2–6
septiembre), acaban de conmemorar sus cuarenta años de existencia y continuidad.
Entrevista a Gabba (Pavía 2009)
Conversación con U. Laffi
Fuente: U. Laffi (a cura di), Emilio Gabba. Converzazione sulla storia, Pisa 2009
En síntesis, Emilio Gabba fue, sin duda, el último de los grandes maestros italianos del siglo
XX. Su actividad científica se extendió por más de 65 años en forma ininterrumpida, dejando una
cantidad de discípulos repartidos por Italia y Europa. Entre libros, capítulos, artículos, discusiones,
notas y reseñas, escribió en total 827 títulos11. Con una visión global y policultural12 de la historia, una
amplitud de criterio, una formación profunda en las humanidades, buscaba siempre vincular el mundo
11
12
Sobre la productividad de Gabba, véase; A. Baroni (a cura di), Emilio Gabba. Bibliografia 1949–
1995, New Press, Como 1996; D. Zoroddu (a cura di), Bibliografia 1995–2005, New Press, Como
2007.
Pani, Emilio Gabba (cit.), p. 474.
6
romano con lo moderno y lo contemporáneo. Convencido de cómo el presente marca y moldea las
preguntas y problemas a resolver. Original, libre pensador, laico, respetuoso y afable; crítico, ingenioso
y metódico en el análisis de las fuentes; no aferrado a ninguna ideología o modelo de moda. Con una
visión totalizante, lejana del estructuralismo así como del existencialismo, se siente más cercano –como
gran parte de la historiografía italiana– a la corriente “historicista” o “historicismo cosmopolítico”
como él la llamaba13, apegado firmemente a los textos clásicos y a los “porfiados hechos”. Fue un
hombre dedicado al cultivo y difusión de la historia y la cultura.
13
Laffi, Ritrati (cit.), p. 36; Pani, Emilio Gabba (cit.), p. 475.
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