Hacia una política realista de la comunicación Tendencias e ideas recientes, compiladas y analizadas por John A. R. Lee Unesco ISBN 92-3-301295-6 Edición inglesa 92-3-101295-9 Edición francesa 92-3-201295-2 Publicadoen 1976 por la Editorial de la Unesco 7, place de Fontenoy, 75700 Paris, France Compuesto e impreso en los talleres de la Unesco O Unesco 1976 [BI Prólogo E n el futuro, es posible que se recuerde el presente decenio como el "decenio de la comunicaci6n". Desde 1969, se observa en todo el mundo un replanteamiento de muchos problemas relativos al desarrollo actual y futuro de los medios de comunicaci6n y al papel que desempena la comunicaci6n en la sociedad. Desde el punto de vista de la Unesco, es posible que el decenio de la comunicaci6n haya e m pezado en Montreal en 1969, al celebrarse una reuni6n de expertos sobre la comunicaci6n en la sociedad. D e esa reuni6n surgi6 un problema de la Unesco totalmente nuevo que, en cada una de sus fases, ha constituido una respuesta a las prioridades de los Estados Miembros que integran la Organizaci6n, pero al m i s m o tienlpo ha intentado orientarse hacia el futuro, con objeto de tener en cuenta los problemas de comunicaci6n que pasaran a tener una trascendencia capital en los pr6ximos anos. L a reuni611de Montreal deptac6 la necesidad de efectuar unas investigaciones sobre comunicaci6n m a s numerosas y de mejor calidad. Tambien subray6 que esas investigaciones debfan orientarse hacia la resoluci6n de problemas y en un sentido normativo. E n aquel tiempo, en 1969, no abundaban quienes hablaban de una polftica de la comunicaci6n. E n 1975 este tema se debati6 m a s ampliamente y en este ano precisamente, a mitad de camino del "decenio de la comunicaci6n", se decidi6 convocar para 1976, la primera Conferencia Intergubernamental sobre Pollticas de C o m u nicaci6n. Esta conferencia congregara a los ministros responsables de la comunicaci6n en los diversos pafses de America Latina y el Caribe para "intercambiar experiencias sobre sistemas de comunicaci6n en relaci6n con el desarrollo econ6mico y social y en estudiar el establecimiento, tanto en el nivel nacional como regional, la infraestructura gubernamental de caracter administrativo, tecnico, de investigaci6n y de formaci6n para formular, aplicar y evaluar las polfticas de comunicaci6n". l) L a presente obra intenta sistematizar el caudal de ideas que, entre esos dos acontecimientos, han contribuido a convertir un enfoque te6rico en un programa internacional de acci6n. V a dirigido a dos tipos de destinatarios mutuamente relacionados. E n primer lugar, a los estudiosos de la comunicaci6n que, cada vez mas, tienen que establecer en sus estudios unas relaciones significativas entre las funciones sociales y culturales de los medios de comunicaci6n, las posibilidades y limitaciones de la tecnologfa de la comunicaci6n y los problemas eticos y jurfdicos que se derivan del nuevo analisis de la relaci6n existente entre ellos. Los estudiosos de la comunicaci6n de nuestro tiempo deben comprender tambih de que modo pueden contribuir las investigaciones en este campo a una formulaci6n normativay c6m o la nueva ciencia de la planificaci6n de la comunicaci6n puede ofrecer distintos enfoques posibles para establecer unos sistemas funcionales. Todos estos problemas estan en juego en la polftica de la comunicaci6n y, por ello, este libro va dirigido tambien a los propios responsables polfticos, que tienen que tomar decisiones sobre unas cuestiones que quiz& determinen, en los anos pr6ximos, las estructuras de comunicaci6n en sus distintas sociedades. Con harta frecuencia,esos responsables carecen de la informaci611 necesaria y de una base sistematica para formular sus opciones te6ricas y practicas. El Dr. Lee ha compilado este libro a partir de un gran nfimero de documentos, que han sido presentados a reuniones y proyectos de asistencia tecnica de la Unesco y que se han derivado de ellos, y tambien de otras muchas fuentes deideas y conocimientos especializados. Ahora bien, su contribuci6n ha sido algo m a s que una simple compilaci6n. Su cometido ha consistido en en- 1.) Documento 18 C/5 dela Unesco. Proyecto de Programa y de Presupuesto para 1975-1976 parr. 4057. 3 c samblar de un modo 16gico y en analizar el trabajo y las teorfas de muchas personas que, a lo largo de los anos, han aportado sus puntos de vista, basados en ideologlas e intereses m u y distintos. T a m b i h presenta sus propias ideas originales, basadas en su amplio y profundo conoci- 4 miento de todo el sector de la polftica de comunicaci6n. P o r ello, las opiniones y argumentos expresados no reflejan necesariamente el parecer de la Unesco, pero la Organizaci6n estima que esta cristalizaci6n de las nuevas teorfas es a la vez importante y oportuna. Indice Pgginas PROLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 INTRODUCCION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 ....... 13 L a comunicaci6n en la sociedad y su circulaci6n . . . . . . . Necesidades de la sociedad en materia de comunicaci6n e informaci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 CAPITULO II: LA COMUNICACION INTERNACIONAL . . . . . . . . 19 CAPITULO I: L A S FUNCIONES DE LA COMUNICACION Ciertos temas importantes en materia de comunicaci6n internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . L a circulaci611 internacional en materia de comunicaci6n: la difusi6n de noticias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . L a comunicaci6n por medio de satelites . . . . . . . . . . . . Principios rectores del empleo de los satelites de radiodifusi6n ......................... Principios fundamentales sobre la funci6n de los medios de comunicaci6n social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . CAPITULO III: L A S INVESTIGACIONES S O B R E LA COMUNICACION. LA INFORMACION DE LOS R E S P O N S A B L E S POLITICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 19 20 23 25 26 28 Principales problemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pasado y presente de las investigaciones sobre la comunicaci6n. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Una nueva orientaci6n ...................... Propuestas de investigaci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Intercambio y utilizaci6n de informaci6n sobre las investigaciones ......................... 28 ........ 37 Dimensiones e intereses de la polftica de la comunicaci6n . . . Participaci6n en la formulaci6n de polfticas de comunicaci611. ¿Quienes esth implicados? . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 CAPITULO Tv: LA POLITICA DE LA COMUNICACION 29 30 33 34 41 5 Paginas CAPITULO V: DE LA POLITICA A LA PLANIFICACION . . . . . . . 45 Planificaci6n estrategica y operacional. . . . . . . . . . . . . Necesidad de datos para el proceso de planificaci6n . . . . . . Aspectos econbmicos y financieros de los servicios de comunicaci6n. Evaluaci6n econ6mica de los sistemas de comunicaci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Bases de la adopci6n de decisiones . . . . . . . . . . . . . . . Planificaci6n de unos sistemas integrados de comunicaci6n social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Gesti6n de sistemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . L a planificaci6n de los recursos humanos. Necesidad de unos mediadores profesionales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . Transferencia de tecnologfa, asistencia exterior y cooperaci6n mutua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Ij CAPITULO VI: CONCLUSION: LAS POLITICAS DE COMUNICACION Y EL PROGRAMA DE LA UNESCO . . . . . . . . . . 6 48 51 53 55 57 59 60 62 Introducción El progreso individual, la organizaci6n social y el crecimiento requieren una’ comunicaci611, ya que todos los seres dependen de la comunicaci6n con los demas de su propia especie. E n esteplano acttlan dos fuerzas: una de ellas impulsa al hombre a comunicar y a reunirse con sus semejantes para formar una sociedad, y la otra incita a la sociedad creada de ese modo a establecer, para su propia actuaci6n y expresi6n, unos metodos cada vez m a s gaerfectos de comunicaci6n, que desembocan en eLgf5n de crear unas estructuras sociales cada vez m a s perfectas. Durante miles de anos, el hombre dependi6 de unas formas de comunicaci6n que eran primitivas, pero que en aquella epoca resultaban socialmente adecuadas. P o r los caminos del bosque, las sendas y los rfos, aparecieron sucesivamente los marcos de esos metodos de comunicaci6n a la vez disponibles en un momento dadoy capaces de satisfacer unas necesidades sociales. Desde la hoguera en lo alto de la colina, pasando por el correo a pie o a caballo y los despachos enviados por diligencia o por barco, fue surgiendo la comunicaci6n. Las civilizaciones, los imperios y las instituciones -de m u y diversos tipos- crecieron y se desmoronaron, al compas de la aparici6n de m e dios de comunicaci6n m a s poderosos y m a s eficaces. Hace un siglo, el telegrafo y el ferrocarril se divulgaron simultaneamente en America del Norte hacia el oeste, y en Europa y en Asia hacia el este, surgiendo en pos de ellos las superpotencias de nuestro tiempo. Desde que, gracias al alfabeto morse, el telegrafo result6 utilizable y se difundi6 hacia 1840, ha habido un flujo constante de inventos en materia de comunicaci6n m a s rapida y a m a s larga distancia. A traves de los oceanos -que cubren el setenta por ciento de la superficie de nuestro planeta-, los cables telegr5ficos eran el dnico medio de comunicaci6n hasta 1927, afio en el cual result6 posible la transmisi6n de la voz mediante la radio, por primera vez en la historia. Despues de ella vinieron el radar y la televisi6n. Nuestro tiempo es una era de comunicaci6n. Hay una verdadera explosi6n en torno a nosotros de posibilidades de comunicaci6n, de las que m u y a menudo no somos sino testigos inertes, c o m o si todavfa no nos hubiera llegado la onda de choque. Los expertos vienen prediciendo que la nueva tecnologfa de la comunicaci6n incidir5 y modificar5 los estilos de vida tan radicalmente como lo hizo el autom6vil de 1920 a 1930, y antes de 81 la revoluci6n industrial. Cuando sopesamos las consecuencias de esta revoluci6n para nosotros mism o s y para las generaciones futuras, empezamos apenas a percibir oscuramente la medida en la cual nuestras vidas son moldeadas por esos m e dios de comunicaci6n, que nos dan la imagen que tenemos de nuestro planetay del espacio exterior. Disponemos de las siguientes mejoras tecnol6gicas de la comunicaci6n: el telegrafo, el teletipo y el telex; el telefono y diversos servicios telef6nicos similares, desde la comunicaci6n manual a la plenamente automatica; el empleo del espectro radiofbnico, a partir de las primeras aplicaciones de Marconi, para atender diversos servicios, y que rebasa ya la ionosfera y llega al espacio exterior; la capacidad que tiene el hombre de lanzar satelites en 6rbita geoestacionaria, en el espacio exterior, a unos 36.000 k m de la tierra, incluidos unos satelites de comunicaci6n que pueden transmitir simultaneamente miles de mensajes; otros tipos de transmisi6n y teledistribuci6n en banda ancha gracias a la aparici6n de los sistemas de cable; la aplicaci6n de la tecnologfa de las computadoras a las telecomunicaciones; la transmisi6n de sonidos e im5genes por gulas de ondas, fibras 6pticas o rayos laser; los medios magnetosc6picos; -- - - 7 - la televisi6n numerica por no citar sino algunos de los aspectos m a s conocidos y m a s importantes de esta reciente, rapida e importante evoluci6n tecnol6gica de las comunicaciones. ¿Que nos predicen para un futuro pr6ximo quienes se interesan y viven mas directamente estos problemas? Habra un mayor namero de canales de comunicaci6n en el hogar: 20, 40 u 80, mediante cables coaxiales o, cuando se perfeccione la 6ptica de las fibras, cientos o incluso miles. U n centro de informaci6n en el hogar podr8 reproducir los peri6dicos a la vez incluso que las pelfculas m a s recientes o unos programas de televisi6n; y esto no se contemplara en un tubo cat6dico sino en una pantalla mural que dar5 una sensaci6n tridimensional; podra haber una "transmisi6n personalizada", destinada especialmente a uno m i s m o o a un grupo de intereses o de vecinos; tambien existira una "capacidad interactiva", brindando la oportunidad de contestar o por lo menos de enviar una sena1 de un tipo u otro; conectada con una computadora, este sistema introducir$ bibliotecas enteras en el hogar, y un reflector de comunicaci6n en el techo podrL captar teletransmisiones directas de todo el planeta. Una importante promesa de los futur6logos m a s optimistas es que la escasez de comunicaci6n cedera el paso a la abundancia, ya que se preve una amplia proliferaci6n de servicios, a saber, sociales: canales enteros dedicados aunas universidades sin muros y a un suministro de servicios sanitarios durante las veinticuatro horas del dfa; cfvicos: servicios de bomberos y de policfa, entrega electr6nica del correo; polfticos: reuniones municipales desde la propia casa, plebiscitos instantaneos, el mundo entero convertido en una verdadera "agora ateniense''de la democracia; y econ6micos: compras desde el propio hogar, conferencias culturales y negocios mediante un vide6fon0, lo cual permitira aliviar la congesti6n de los sistemas de transportes. Habra tambien ventajas demograficas, ya que el uso eficaz de las nuevas comunicaciones incitara quizas a las familias y a las empresas a dejar de hacin a m e en megal6polis superpobladas y a desparramarse por las inmensas partes menos pobladas del planeta. Cabe mencionar tambien diversas ramificaciones no tecnol6gicas de este progreso de lacomunicaci6n. Por ejemplo, se invitara cada vez m a s a la gente a formular criticas, a expresar su opini6n personal sobre un namero creciente de problemas y a intentar comprender los asuntos y la complejidad de otras personas y de otras regiones de la tierra. Por haber pasado de una epoca de escasez de comunicaci6n a otra de creciente abundancia, nuestros criterios, nuestros razonamientos y las estructuras de la comunicaci611 son todavfa dema8 siado limitadas y reflejan el tiempo de la escasez. Tienen que cambiar nuestras ideas, nuestra configuraci6n psicol6gica, nuestra mentalidad y nuestras acciones. H a cambiado tambien demasiado poco nuestro comportamiento individual desde la epoca en que nuestros antepasados comunicaban entre sf por medio de seflales de humo o de hogueras. L a comunicacidn social sigue pareciendo todavfa un instrumento milagroso, infrecuente y oneroso, con unos instrumentos que quedan fuera de nosotros mismos y no en el interior de nuestros propios sentidos. Hay que iniciar seriamente un nuevo planteamiento te6rico y un nuevo enfoque de los problemas de comunicaci6n, que desemboquen en una readaptaci6n de las estructuras nacionales e internacionales, si es que queremos cosechar los mtiltiples beneficios de este cuerno de abundancia de la comunicaci6n. U n volumen creciente de obras publicadas en todo el mundo da fe de que nuestra revoluci6npostindustrial se caracteriza por la aparici6n de una sociedad basada en la informaci611 y de unas industrias "del saber". El interes est5 pasando ahora de la producci6n y la distribuci6n de bienes materiales al acopio y distribuci6n de informaci6n. Con el "derecho a comunicar" y el "derecho a recibir comunicaci6n", derechos sociopolfticos basicos que pertenecen a todos los seres humanos y que entraflan el derecho de acceso de todos los individuos al sistema de informaci6n,las actuales disparidades de acceso resultaran mucho menos deseables todavfa en una sociedad que dependera de una amplia gama de servicios de informaci6n. L a contrapartida de esos derechos humanos basicos es el "derecho a la vida privada", con respecto al cual son enormes las consecuencias de toda esta evoluci6n tecnol6gica. Tambien es posible que el constante crecimiento del volumen de informaci6n disponible entrane de hecho que llegue al pfiblico una informaci6n menos efectiva todavfa. L a reacci6n puede suponer una "sobrecarga de informaci6n", con unos individuos, regiones y naciones que produzcan demasiado y sin que quede nadie en el extrem o receptor de semejante sistema de comunicaci6n. L a tecnologia esta encauzando la comunicaci6n social en dos sentidos distintos. Una de ellos consiste en una mayor centralizaci6n, pasividad y a menudo frustraci6n de los receptores y una concentraci6n del poder que tiene una minorfa de llegar a la mayorfa, cuando la comunicaci6n es unidireccional y con harta frecuencia solamente entrana una informaci6n polftica y comercial. Por otra parte, una autentica consecuencia del aumento de la tecnologfa es que anuncia el fin de una sociedad encerrada en sus lfmites nacionales. L a teledistribuci611, los magnetoscopios de cassette, etc., brindan una oportunidad de elecci6n y c o m paraci611 a cada individuo y ofrecen al hombre un instrumento de comunicaci611 individual y una nue- va era de verdadera circulaci6n libre del "mensaje'! Si hoy en dfa la gente resulta m a s diffcil de gobernar esto puede deberse tambien a que los instrumentos, las polfticas, los planes y las estructuras de la comunicaci6n no corresponden ya -tanto como podrfan- al mundo actual y a su progreso tecnol6gico y social. Cabe pensar que el subdesarrollo de la comunicaci6n nacional e internacional es una causa intrfnseca del subdesarrollo general. Y, como la comunicaci6n es un proceso social fundamental inherente a todo cambio social que desee introducir un pafs en desarrollo, y forma necesariamente parte de todo plan de mejora de la vida humana en cualquier cultura, resulta imperativo el desarrollo del sector de la comunicaci6n. P o r doquiera, en America Latina, en Africa y en Asia, asistimos hoy a la aparici6n de nuevos pafses que antes estaban privados a menudo de un sistema adecuado de informaci6n: pafses en los que, hasta hace poco tiempo, la comunicaci6n solamente existfa de modo 6ptimo con arreglo aunos cauces coloniales de mando en el sentido de norte a sur. D e un m c d o m u y similar a un organismo que careciera de sistema nervioso, con harta frecuencia esos pafses tenfan poco m a s que unos aeroplanos anticuados y unos sistemas de radiotelecomunicaci6n inadecuados para enlazar las distintas provincias de un organismo nacional que no estaba todavla movilizado. Al m i s m o tiempo, el potencial de las tecnologfas y metodos de telecomunicaci6n existentes, pero hasta la fecha no utilizadas -tanto en el caso de los parses endesarrollo c o m o en los desarrollados-, tienen la m i s m a magnitud que las neuronas de nuestro cerebro que (por razones que todavla se desconocen) no utilizamos todavla sino parcialmente. 1) E n la medida en que todo nuevo progreso tecnol6gico de la comunicaci6n social ha ampliado y realzado la penetraci611 mundial y el impacto de las ideas y la informaci6n, ha servido tambien para promover los aspectos sociales y colectivos de la libertad de informaci6n. D e hecho, c o m o las ideas expresadas en palabras y en imagenes vivas pueden hoy dar la vuelta al mundo instantaneamente, la libertad de informaci611 ha pasado a ser un problema de caracter claramente internacional. P o r consiguiente, la protecci6n del derecho a dispensar y a recibir informaci611 es hoy una preocupaci6n basica para todos, incluidos -desde luego- los gobiernos que actban cada uno por su cuenta en interes de sus pueblos respectivos o conjuntamente en interes de todos y cada uno de nosotros, dondequiera y comoquiera que vivamos. L a radio, la televisi6n y la palabra impresa son factores de amplia distribuci6n y de importancia capital para la sociedad moderna. E n nuestra sociedad de hoy, todos los individuos estan sometidos a la influencia de los medios de co- municaci6n social y, de hecho, en m u y granmedida, normalmente la tercera parte del tiempo que no dedicamos al sueno lo pasamos en sucompafifa. Y, al crecer constantemente el pbblico de esos medios de comunicaci6n social, estos han pasado a constituirse en sistemas gigantescos, en ciertas sociedades desarrolladas. Mientras la difusi6n de peri6dicos y revistas y las cifras de oyentes y espectadores de la radio y la televisi6n adquieran una importancia mayor, una finalidad basica de la comunicacibn -a saber, la transmisi6n de informaci6n y de experiencias al pbblico- lucha por su existencia. 2) E n los distintos pafses se asigna, asume y ejerce de m u y distintos modos la responsabilidad en materia de polltica, funcionamiento y producci6n de los medios de comunicaci611 social. E n ciertos pafses, todos o algunos de ellos funcionan c o m o 6rganos del Estado. E n otros, unas compaM a s comerciales privadas -algunas de las cuales son en el plano econ6mico pluriempresas en todos los sentidos de la palabra- o unas empresas pbblicas independientes creadas por el Estado que se administran de tal o cual medio. El dispositivo de la comunicaci6n social m o derna esta vinculado por unos lazos complejos y estrechos a la estructura econ6mica y polftica, y esta integracih de la comunicaci6n social en las demas instituciones de la sociedad ha aumentado en los bltimos decenios, al crecer el papel que desempena (en su caso) la publicidad en el mantenimiento de estos medios y al quedar m& concentrado su control en un nbmero menor de manos. P o r consiguiente, no debemos considerar los medios de comunicaci6n social y su contenido disociandolos de las estructuras sociopolfticoecon6micas. Hemos de procurar no hacer una diferenciaci6n excesiva entre el sistema establecido (incluido el Gobierno y tambien el sector privado) y la estructura de comunicaci6n social. C o m o ha dicho el especialista britanico de la comunicaci6n social, James Halloran: "De cuando en cuando puede resultarnos necesario poner los medios de comunicaci6n social en un microscopio, pero en tal caso hemos de procurar siempre mantener la perspectiva m a s amplia. Estudiamos constantemente los procesos de la comunicaci6n social, es decir, el funcionamiento de sus medios en la sociedad. 1) 2) Jean d'Amy "Communication as a right. Unfrocking the magicians': Intermedia, International Broadcast Institute, no 5, 1974, PQ. 2 Nordenstreng, Informational Mass C o m munications, T a m m i , Helsinki, 1973, pagina 178. 9 Todos los aspectos de ese proceso deben concebirse en el marco econ6mico y tecnol6gico m a s amplio. Nuestra ignorancia actual sobre el impacto de estos medios se debe en partea la negativa de los investigadores a aceptar semejante hecho". l) Si la comunicaci6n social es un 6rgano integrante del organismo social, no bastara con ver lo que ocurre dentro de medios de comunicaci6n social y limitarse a intentar cambiar su polftica, ya que esas fuerzas determinantes operan desde fuera, a traves de otras estructuras institucionales. Al m i s m o tiempo, no se debe considerar que los medios de comunicacibn social e s t h predeterminados al cien por cien. Hay siempre u n m a yor o menor margen de libertad para modificar las practicas correspondientes. Se puede hacer siempre algo para aumentar la democracia enlos medios de comunicaci6n social, y hemos de esforzarnos constantemente en este sentido. Pero quienes deseen limitar sus esfuerzos a cambiar el mundo dnicamente en el interior de los medios de comunicaci6n social actfian de un modo ut6pico en su analisis y en su modo de proceder. L a mejora de las comunicaciones nacionales e internacionales, unida a la aceleraci6n del desarrollo tecnol6gic0, econ6mico y social, han puesto a los medios de comunicaci6n social en una nueva situaci6n, en la que es preciso evaluar de nuevo sus funciones y sus criterios de funcionamiento. Esto se aplica sobre todo al caso de la televisi6n que, al nacer, asumi6 las tradiciones configuradas por la prensa, el cine, la radio, pero que ha resultado ser en muchos aspectos m a s eficaz que sus predecesores. Cada vez resulta m a s evidente que todo intento de llegar a una maxima informaci611verdadera no puede ser socialmente neutral sino que necesariamente se convierte en "parcial". Aunque se piensa a menudo que la informaci6n verdadera es "neutral" o "pura", en realidad las conexiones entre el contenido de la informaci611 y sus implicaciones para la acci6n practica en la vida social y polftica no pueden disociarse, ya que toda informaci6n o bien apoya al statu quo o bien fomenta unos nuevos modos de concebir la realidad (innovaciones). Por definicith,toda nueva informaci611 implica una reorientacibn de las perspectivas y, por ende, una iniciaci6n a la acci6n. U n elemento decisivo de los principios de una polftica de la comunicaci6n informativa es el objetivo de utilizar los medios de comunicaci6n social para transmitir informaci611 sobre la realidad concreta, es decir, acumular datos concretos sobre el mundo objetivo en la conciencia del pfiblico. Los principios informativos de la selecci6n de mensajes para la comunicaci6n social se derivan del deseo de reflejar fielmente la realidad objetiva, y no solamente de la preocupaci6n por el "equilibrio de todos los tipos de intereses sociales, justificados o no", 10 Teniendo en cuenta la trascendencia central de las formas de organizaci6n en la planificaci6n y ejecuci6n de polfticas de comunicaci6n durante la pr6xima era de la nueva tecnologfa de los m e dios de comunicaci6n social, procede analizar y evaluar cuidadosamente toda la experiencia nacional e internacional en el ancho campo de la polftica de la comunicaci6n. E n esta evaluaci6n, habra que tener debidamente en cuenta que solamente puede obtenerse una cooperaci6n cultural y una comprensi6n internacional perdurables mediante unas actividades nacionales, y en filtimo extremo locales, basadas en la participacibn democratica en el marco de la autonomfa cultural y politica de todos los Estados, grandes y pequenos. L a aplicaci6n de las practicas y polfticas de comunicaci6n requiere una acci6n conjunta de todos los interesados por los asuntos sociales, econ6micos, cientfficos, educativos y exteriores de cada pafs. No debe concebirse su funci6n como una superpotencia creada para controlar los m e dios de comunicaci611 social. s610 podran tener exit0 si estan en consulta y contacto constantes con los comunicadores y los ciudadanos,cuyaparticipaci6n directa en la formulaci6n y aplicaci6n de los planes y polfticas de comunicaci6n es la vez esencial y vital. Nada puede frustrar y deformar m a s eficazmente la circulaci6n real y 6ptima de la informaci6n que la falta de respeto por la fndole de la propia comunicaci6n y la necesidad social de comunicar. E n los pafses menos desarrollados, una tarea importante consistira en conseguir una mayor participaci6n de la poblaci6n en los asuntos econ6micos y nacionales, en aumentar sus conocimientos te6ricos y practicas, en darle una conciencia nacional, y en ayudarla a encontrar su identidad cultural y personal. Sin una comunicaci6n, sin una utilizaci6n maxima de los modernos medios de comunicaci6n social, conjuntamente con los m a s tradicionales, no cabe esperar alcanzar en un plazo razonable esos importantes y urgentes objetivos. Hoy en dIa, los responsables de adoptar las decisiones y los ciudadanos de esos pafses no pueden por menos de prestar una detenida atenci6n al papel que desempena actualmente la comunicaci6n en la sociedad y estudiar de que modo puede aportar una contribuci6n 6ptima a todos los aspectos del desarrollo humano y nacional. II James D. Halloran. "What do w e need to know? Are w e going to be able to find out? I' Trabaio mesentado al International Symposium on Communication: Technology, Impact and Policy, Annenberg School of Communications, University of Pennsylvania, Philadelphia, 23-25 de marzo de 1972, pagina 11. - " A E n los pafses m a s desarrollados, la tecnologfa de la comunicaci6n esta perturbando hoy muchas instituciones. Potencialmente, permite que un mayor nttmero de ciudadanos gocen, o soporten, unas oportunidades abundantes y baratas de escoger lo que desean ver, oir o leer y de dar a conocer su opini6n a los demas. Pero tambien constituye una amenaza para valores sociales y modos de vida m a s antiguos y tradicionales. Todos los pafses, desarrollados y en desarrollo, participan en problemas practicos y debates de gran alcance, que no solamente inciden en los futuros instrumentos de comunicaci6n sino tambien en la fndole de la propia sociedad. Los responsables polfticos advierten cada vez m P s claramente que, al asignar los recursos naturales y sociales, unas polfticas orientadas hacia el futuro no pueden permitirse el lujo de prescindir de la vertiente de la comunicaci6n. L a incapacidad de tener una visibn global de la comunicaci6n, de examinar las polfticas de comunicaci6n actuales y futuras y de traducirlas, cuando proceda, en unos planes puede acarrear facilmente un despilfarro impertinente. C o m o la comunicaci6n esta tan evidentemente generalizada, se acepta con harta frecuencia que se produce espontanea y necesariamente una comunicaci6n efectiva. Ahora bien, de hecho el proceso de la comunicaci6n humana en la sociedad moderna puede quebrarse, ya que actualmente depende hasta tal punto de muchos factores tecnicos, materiales, jurfdicos y de organizaci6n que se derivan de la polftica pttblica y requieren una participaci6n y u n interes pttblico directos. Tanto las sociedades c o m o los individuos necesitan que haya una mayor coherencia entre las polfticas y las actividades de los diversos subsistemas de comunicaci6n y una planificaci6n en la que pueda tener cabida la diversidad. Surgen tensiones y contradicciones inevitables, que a menudo resultan m a s faciles de conciliar en una sociedad opulenta, en la que hay m a s variantes de cauces de comunicaci6n y educaci6n. Ahora bien, dados los factores limitadores de unos recursos escasos -materiales y humanos- una polftica coherente de la comunicaci6n asume una importancia especial. 11 Capítulo I Las funciones de la comunicaci6n L a comunicaci6n en la sociedad Y su circulaci6n Se entiende en general que la comunicaci6n consiste en los procesos de transporte y transmisi6n entre personas y lugares. Para las autoridades de planificaci6n, esto supone normalmente el transporte de bienes e individuos por tierra, m a r y aire y la transmisi6n de mensajes por mediode las telecomunicaciones. Ahora bien, este concepto estrecho no se ajusta a la noci6n de "comunicaci6n en la sociedad", en relaci6n con la cual lo que interesa concretamente es la capacidad de informaci6n que necesita la sociedad para poder funcionar eficazmente, asf como la circulaci6n de informaci6n por toda la trama social. L a comunicaci6n social entraRa a la vez unos contactos interpersonalesy una comunicaci6n "mediada", en la que la informacibn se transmite por medios tecnicos u otros instrumentos intermedios. L a comunicaci6n social puede producirse espontaneamente entre individuos o bien puede estar organizada y dirigida por cauces institucionales, que no son solamente los medios de comunicaci6n social sino tambien otras instituciones de transmisi6n de informaci6n: agentes polfticos, servicios de extensi6n, animadores culturales, educadores y servicios sociales. Pueden correr a cargo del Estado -Gobierno, entidades pbblicas, administraci6n nacional o local- o situarse en un nivel no gubernamental: empresas privadas, cooperativas, asociaciones, etc. Pueden estar financiadas total o parcialmente con ingresos comerciales o depender de fondos pfiblicos, dere-, chos de licencia y otros recursos. L a capacidad de informaci6n de que dispone una sociedad dada depende en parte de su infraestructura de telecomunicaciones. E n general, esta ha sido la preocupaci6n basica de los responsables de desarrollar y administrar las redes de comunicaci6n. A partir del principio de que tales redes deben autofinanciarse, cuando no realizar benefi- cios, se ha tendido, sin embargo, a dedicar menos atenci6n a las necesidades de aquellos sectores de la comunicaci6n social que tienen una trascendencia pdblica equivalente, pero ofrecen menos probabilidades de resultar remuneradores en un plano monetario. Analogamente,la interpretaci6ny organizaci6n de la comunicaci6n moderna debe rebasar el anticuado modelo vertical, el concepto de circulaci6n en un solo sentido, ya que ningdn autentico sistema de comunicaci6n puede ser completo si no hay un cierto mecanismo de respuesta. Hay que concebir la circulaci6n de la comunicaci6n como un proceso multilateral en el que no solamente una persona puede comunicar con otras muchas sino tambien con una sola, o muchas con una o muchas con muchas. Si la gente no responde ante la informaci611 que recibe y no da a conocer sus puntos de vista, se produce simplemente un refuerzo del sistema pasivo en un solo sentido, que es lo que tenemos hoy en dfa con harta frecuencia. No basta simplemente con establecer un dispositivo de retroacci6n en el actual sistema de comunicaci6n. E n un plano ideal -y tecnico-, resulta cada vez m 5 s factible que un individuo pueda transmitir a otros unas preguntas precisas y unos problemas inmediatos derivados de su ocupaci6n laboral, su vida familiar o su curiosidad intelectual, y ha de estar en condiciones de recibir respuestas a esas preguntas mediante un cauce apropiado de comunicaci6n. Los gobiernos comunican de modo regular con la poblaci6n, pero esta tambien aspira y debe conseguir una comunicaci6n igualmente regular con el Gobierno, ya que en esto consiste la verdadera democracia en el siglo XX. No hay que concebir los sistemas de comunicaci6n c o m o una "partida de gastos generales socialestt que cabe pasar por alto o tolerar, sino c o m o un derecho y una necesidad basica de la sociedad humana. E n vez de considerar la informa- 13 ci6n c o m o un producto de lujo del que puede prescindirse y al ptiblico c o m o "consumidor'l y simplemente "receptor", es cada vez m a s importante abordar el problema de la planificaci6n y formulaci6n normativa de la comunicaci6n de un modo positivo, segfin el cual el potencial productivo de comunicaci6n dentro de la estructura socioecon6mica de la sociedad reviste una importancia capital. El hecho de comprender cabalmente las funciones globales y a veces contradictorias de la comunicaci6n es un requisito previo para que los responsables polfticos puedan hacer un analisis m a s preciso de los efectos potencialmente positivos o negativos que puedan lograrse mediante una utilizaci6n deliberada y m a s funcional de la comunicaci6n. P o r consiguiente, la planificaci6ny las polfticas de comunicacibn deben regirse por la determinaci61-1, por cada pafs, de las funciones sociales que deben desempenar los medios de comunicaci6n. E n general, las principales funciones sociales de los medios de comunicaci6n en toda sociedad son las siguientes:l) Informaci6n. Todo el mundo tiene que tomar cotidianamente decisiones y que asumir responsabilidades que exceden de las posibilidades inmediatas de su observacibn y su contacto personal. Tanto si es un joven labrador como un alto funcionario, requiere "informaci6n" sobre cuanto ocurre en torno a e1 y sobre lo que puede ocurrir en el futuro. Busca seaales de los peligros inminentes e indicaciones sobre oportunidades remuneradoras. L a tarea basica de los medios de comunicaci6n es pues informarle, ayudarle a mantenerse al dfa en un mundo en rapida evolucibn, donde los acontecimientos en una parte del globo pueden tener repercusiones en su pafs. Para desempenar su funci6n de transmitir mensajes, senalar peligros o descubrir condiciones -la vigilancia del medio ambiente-, los medios de comuriicaci6n deben tener acceso al genero de informaci6n que afecta de un m o d o vital a la existenciade los individuos en la sociedad, mientras que el individuo a su vez pedira acceso a esta informaci6n utilizando los medios de comunicaci6n. Por lo tanto, una funci6n primordial de los medios de comunicaci6n debe ser la traducci6n, para poner la informaci6n obtenida de fuentes especializadas (meteorblogos, estadfgrafos, inves tigadores cientfficos, etc. )en forma accesible y comprensible hasta un punto que sea dtil. Participaci6n social. E n este contexto, se debe dar primordial importancia a la promoci6n, por medio de los medios de informaci6n, de norm a s y valores basicos que puedan ser comprendidos y adoptados por todos. Para funcionar satisfactoriamente, la sociedad requiere la formaci6n de una conciencia social basada en la comprensi6n y en la aplicaci6n - 14 de esas normas no s610 por sus miembros actuales sino tambien por los recien llegados, ya sean nifios o inmigrantes. Se considera la socializaci6n por medio de la adopci6n de valores comunes c o m o una funci6n primaria de los medios de comunicaci6n. Otros conceden mayor importancia a la necesidad de diversidad y de elecci6n personal, aunque no estan menos interesados en la conservaci6n del vfnculo social. Conservaci6n e innovaci6n. Con frecuencia se pide a los medios de informaci6n que contribuyan a la preservaci6n de las tradiciones y las culturas, que recuerden las realizaciones y los valores del pasado y que de esa manera realcen la identidad nacional y la confianza social. Sin embargo, el crecimiento de la sociedad requiere innovaci6n y los medios de informaci6n tienen tambien la funci6n de presentar otras ideas y valores posibles. Funciones culturales. L o s medios de comunicaci6n son una forma de expresi6n cultural por derecho propio, asf como vehfculos para la transmisi6n de otras formas culturales. Con frecuencia, constituyen el dnico tipo de comunicaci6n cultural accesible a la masa de la poblaci6n. Por consiguiente, su funci6n social consiste en realzar las culturas tradicionales y abrir la mente a nuevas formas y estilos enlazando el pasado nacional con las dimensiones mundiales de la cultura humana. E n este contexto la distracci6n y el recreo asumen una importancia particular. Las actividades recreativas y de esparcimiento asumen en este contexto una trascendencia especial, al igual que en el contenido serio de los medios de comunicaci611 social. E n relaci6n con las necesidades sociales,el esparcimiento, el recreo,la risa y la distracci6n pueden tener funciones positivas y productivas. No se trata de elegir entre pasatiempo y seriedad sino entre "trascendencia''y "trivialidad". Gobierno. El gobierno no puede funcionar sin comunicaci6n con los ciudadanos en general y con sus propios 6rganos administrativos en los niveles central y local. Una de las funciones sociales esenciales de la comunicaci6n consiste en proporcionar cauces para una corriente incesante de informaci6n, instrucci6n, opini6n y participaci6n activa desde el gobierno hacia el pueblo y viceversa, asf como entre los diferentes servicios gubernamentales. 1) Unesco, Informe de la Reuni6n de Expertos sobre polfticas y planeamiento de la educaci6n, C O M / M D / 2 4 , Parfs, lo de diciembre de 1972, pag. 7 Administraci6n. L a administracih, tanto si es de servicios oficiales como de empresas industriales y comerciales requiere una corriente constante de informaci6n para orientar su funcionamiento hacia la vasta escena social, para coordinar su acci6n y para comunicar continuamente con su propio personal. Una sociedadmoderna y compleja de industrializaci6ny postindustrializacibn, en la que las administraciones pbblicas desempeaan un papel cada vez mayor, no puede funcionar sin sistemas de comunicaci6n. L a administraci6n de la industria, la agricultura, la educaci6n y los servicios sociales depende de la acci6n concertada de funcionarios dispersos por todo el pafs. L a comunicaci6n es esencial para mantener en marcha la m8quina. Asuntos econ6micos. L a comunicaci6n desempena una funci6n vital en los asuntos econ6micos. Los medios de comunicaci6n son empresas econ6micas por sf mismos y pueden actuar como estimulantes de la agricultura y el comercio, la formaci6n de personal y la orientaci6n profesional. L a influencia de la comunicaci6n sobre la producci6n gracias a la informaci611 difundida y el efecto de su explotaci6n comercial, son funciones sociales esenciales de la comunicaci6n que no se limitan a los circuitos constituidos directamente en empresas comerciales. Educaci6n. E n su libro de 1971,l) la Comisi6n Internacional de la Unesco para el Desarrollo de la Educaci611 exponfa que todo individuo debe estar en condiciones de seguir aprendiendo durante toda su vida. L a idea de "educaci6n permanente" es la piedra angular de la "Ciudad educativa". L a educaci611 permanente no es un sistema educativo sino el principio en el que se basa la organizaci6n global de un sistema y que, por consiguiente, debe constituir el fundamento del desarrollo de cada uno de sus elementos integrantes. Esta Comisi6n de la Unesco propuso la educaci6n permanente como idea rectora de las polfticas educativas en los anos pr6ximos, tanto para los pafses en desarrollo como para los desarrollados, ya que "estamos convencidos de que por doquier, en todos los pafses del mundo e incluso allf donde todavfa no existe plena conciencia del problema, la cuesti6n de la educaci6n permanente, de la-'direcci6na tomar y las vfas a seguir para llegar a ella constituye el problema decisivo del momento actual". Los medios de comunicaci6n son educativos, independientemente de que hayan sido concebidos o no con ese fin, ya que todos estamos constantemente aprendiendo de ellos y siendo influidos por ellos. Proporcionan conocimientos y dan forma a unos valores. Aplicados directamente, pueden inculcar actitudes o conocimientos practicas concretos. E n la medida en la que se encomiende una tarea educativa a los sistemas de comunicaci6n, realizaran a menudo unas funciones en unos sectores en los que unos sistemas de ensefianza formal hayan dejado lagunas. Y a sea porque se les incite deliberadamente a ello o simplemente debido a su propia existencia, los medios de comunicaci6n estan creando unos sistemas paralelos de educaci6n para el ciudadano -durante su formaci6n escolar y especialmente en la educaci6n permanente-, a los que con frecuencia sentira m 8 s facilmente y en mucha mayor medida apegado que a las instituciones de instrucci6n formal, que con harta frecuencia son elementos de unos sistemas del pasado. Ademas, las funciones sociales que deben desempenar los medios de comunicaci6n puede exponerse m u y practicamente en respuesta a preguntas generales tales como las siguientes:2) i C 6 m o cabe comprender y dominar el impacto de la ciencia y la tecnologfa sobre la existencia humana, en vez de padecerlo con una sumisibn pasiva? i C 6 m o pueden mantenerse al compas de la evoluci6n de las condiciones y las necesidades sociales los valores que inspiran nuestra acci6n en el consumo y en los asuntos sociales, en las relaciones familiares y en las actitudes ante el trabajo? i C 6 m o puede contribuir la comunicaci6n al desarrollo rural, el urbanismo, el medio ambiente, promover el cambio social, difundir conocimientos fitiles, mejorar la participaci6n en los asuntos locales, nacionales e internacionales,dar a conocer a otros ciudadanos y a las autoridades los puntos de vista y la experiencia de un grupo dado de personas? i C 6 m o cabe mejorar por medio de la comunicaci6n las condiciones sanitarias y de la vida familiar? i C 6 m o pueden unos estratos sociales diferentes, los j6venes y los adultos, los distintos grupos Ctnicos y raciales, los hombres y las mujeres, comprender mutuamente mejor sus preocupaciones y sus aspiraciones? ~ C 6 m puede o encontrar la cultura -o las culturas- de un pafs nuevas formas de expresibn por conducto de los medios de comunicaci611 social? ~ C 6 m pueden o Cstos dejar de depender de unos productos culturales extranjeros no asimilados, cuyos sistemas de valor tienden a ser ajenos y a veces perturbadores? ~~ 1) _______~~ Unesco, Aprender a ser. L a educaci611 del futuro. Edgar Faure y otros, Parfs, 1972, pag. 265. Unesco. Working Pa.oer for Unesco Meetine of Experts on Communication Policies and Planning, C O M / 7 2 / C O N F . 8/3, pag. 12, Parfs, 1972. 2) U I 15 L C 6 m o puede prestar apoyo la comunicaci6n a los objetivos de desarrollo econ6mico fijados por las autoridades estatales,y determinadostambien por las condiciones que predominan en los sectores econ6micos claves? ¿Que objetivos econ6micos son deseables, cuales son los efectos antiecon6micos de la comunicaci6n que procede evitar,si es posible? ¿Cual es el mejor modo de que los mediosde comunicaci6n apoyen, amplfen y transformen la educaci6n, dentro y fuera de la escuela, desde el nino de edad preescolar hasta el adulto, desde la instrucci6n formal en instituciones hasta el autoservicio educativo y la educaci6n permanente? i C 6 m o pueden estos medios promover un proceso de comunicaci6n de doble sentido, realzar la participaci6n democratica, insertarse en el proceso total de la comunicaci6n social? Necesidades de la sociedad en materia de comunicaci6n e informaci611 Con harta frecuencia, las instituciones que influyen en la vida de la gente quedan fuera del alcance del ciudadano corriente, y su lejanfa supone que el conocimiento del modo en que acttian esas instituciones -incluidas entre ellas los medios de comunicaci6n social- no llega a un,aparteconsiderable de la poblaci6n. Eso suscita un sentimiento de alienaci6n e impide una plena participaci61-1,individual y colectiva. Todo el tema de la libertad de los medios de comunicaci6n social se presta a debate. N o es ya meramente la libertad de estos medios, sino tambien los derechos basicos del ciudadano a ser informado y a comunicar, lo que en el momento actual plantea un problema sin precedentes. E n 1971 se ponfan especialmente en tela de juicio el destino, el papel en la sociedad y el futuro econ6mico de los medios de comunicaci6n. E n 1972, estos medios se resignaron m a s a aceptar unas limitaciones al libre intercambio de informacibn por razones de Estado o por ciertos determinismos econ6micos y polfticos. E n 1973 y en 1974 se puso de manifiesto que no solamente estaba en juego el destino de los propios medios de comunicaci6n sino tambien el principio m i s m o del derecho de los individuos a recibir una informaci6n diversificada, completa y bien equilibrada y el nuevo "derecho a comunicar". E n realidad, cualquiera que sea la excusa que tengan los ataques que han padecido, el volumen de libertad de que gozan los medios de comunicaci6n y que consiguen defender es un modo de calibrar enque proporci611 virre el pueblo una verdadera democracia. L a necesidad de comunicar puede concebirse desde el nivel basic0 o de subsistencia o desde el m a s complejo de la necesidad de mantenerse al corriente de la actuaci6n de la sociedad, inclui- 16 das las consecuencias personales de la evoluci6n de las estructuras polfticas y econ6micas. D e lo que se trata esencialmente es de determinar en que medida tiene la gente unos problemas que requieren informaci611 de distintas fuentes, y cual es la real aportaci6n de los medios de comunicaci6n social para ayudarles a resolver esos problemas. E n el pasado, los psic6logos sociales, los soci6logos, los antrop6logos, etc., han realizado lo que deben de ser ya hoy muchos miles de estudios sobre los estilos de vida y las estructuras sociales. Ahora bien, m u y pocos de ellos se han llevado a cabo desde una "perspectiva de la comunicaci6n" para centrar m a s la atenci6n en el comportamiento en materia de comunicaci6n de los individuos y los grupos en la sociedad, en sus autenticas necesidades de informaci6n con objeto de poder vivir su vida cotidiana y en las pautas de redes "tradicionales" por las que fluye esa informaci6n. Hay,otro importante punto de vista para tratar de este tema de las necesidades de la sociedad en materia de comunicaci6n. Con arreglo a el, se examina el problema desde la otra perspectiva, a fin de determinar cuales son los elementos de comunicacibn existentes en todos los aspectos de los planes y programas de desarrollo nacional. Este enfoque entrana un analisis general de todos los sectores del plan nacionalde desarrollo, incluidos a la vez el sector pttblico y el privado de la economfa, y de las necesidades de todas las formas de comunicaci6n con objeto de poder llevar a la practica el plan. Normalmente, los planes de desarrollo suelen subdividirse en programas y proyectos. Procedera examinar m a s detalladamente y tomar nota de las necesidades y exigencias de comunicaci6n "auxiliar" de cada proyecto. D e las diversas partes del plan por ejemplo, agricultura,vivienda, transportes, sanidad, cultura, educacih, industria, etc. pueaen extraerse en terminos cuantificables todos los requisitos y necesidades de comunicaci6n, medidos en forma de tiempode radiodifusi6n, paginas impresas, papel, metraje de pelfcula, personal de comunicaci6n, estructuras institucionales,capacidad de las redes, sistem a s de distribuci6n, etc. .que habra que globalizar y comparar con la actuaci6n de la que es capaz el actual sistema de comunicaci6n. Esta operaci611 permitira identificar y cuantificar la disparidad existente entre las necesidades y la capacidad, y destacar aquellos sectores en los que se requiere una expansi6n prioritaria del sistema para poder llevar eficazmente a la practica las tareas del desarrollo. Asf pues, la determinaci611de las necesidades pasa a ser un tema prioritario en la formulaci6n normativa. L a labor ya realizada o en curso de realizaci6n en ciertos importantes proyectos - de comunicacibn en pafses como Suecia,elCanad5, la Repfiblica Federal de Alemania y los Estados Unidos de America, mediante encuestas, investigaciones y trabajos, indican que esta fase, por sf sola, plantea un importante problema a la investigaci6n, asf como a las estructuras de gesti6n, al igual que cualquier otra polftica y planificaci6n que, en 6ltimo termino, traiga consigo la asignaci6n de recursos nacionales o de los impuestos del contribuyente. Se puede incorporar informaci6n al sistema a traves de muchos filtros pero es preciso que sean filtros que economicen la manipulaci6n y eleven al 6ptimo la utilizaci6n, ya que hay que encauzar y difundir la informaci6n con fines de utilizaci6n y de acci6n. Para economizar, ser5 necesario planificar y estructurar cuidadosamente los cauces con arreglo a las verdaderas necesidades. Puede ser necesario seleccionar cuidadosamente un elemento de informaci6n y presentarlo de un modo que se ajuste a las necesidades existentes en diversos niveles. Los detos cientfficos pueden ser almacenados con fines de investigaci6n te6rica enunas computadoras, interpretados y comentados por unos expertos para los responsables polfticos m e diante documentos internos, presentados por especialistas en publicaciones peri6dicas, program a s de formaci6n por medio de la televisi6n o de cassettes, examinados y aplicados por profesionales con unos medios audiovisuales en una labor de extensi6n, analizados y replanteados en grupos de usuarios en un centro social o cultural,o constituir la piedra angular de unas campanas nacionales de carteles para promover la conciencia social y el cambio. L a existencia y el funcionamiento adecuado de semejantes sistemas de difusi6n y tratamiento de la informaci6nno son menos importantes que las escuelas primarias o la alfabetizaci6n en grupo. L a necesidad de comunicaci6n ser5 por lo menos igual a la de informaci6n. A menudo, esta filtima necesidad l'm5s reciente" puede atenderse mediante una reasignaci6n de los recursos nacionales, en vez de consigar otros nuevos. U n cierto nfimero de peri6dicos rurales locales y un mayor nfimero de bibliobuses pueden constituir un mejor m o d o de difundir informaci6n y al mism o tiempo de retener la alfabetizaci6q estimular la capacidad de iniciativa propia y de autonomfa personal, identificar los problemas de la vida cotidiana, promover la integridad nacional, aumentar la participaci6n en los asuntos nacionales y facilitar la identificaci6n cultural con muchas horas diarias de charla, desde la capital y la administraci6n central por la radio y la televisi6n. l) C o m o es 16gic0, la innovaci6n puede crear tensiones y conflictos en cualquier sistema, y a veces son precisamente las innovaciones m 5 s "eficaces" las que suscitan la mayor tensi6n. El primer problema que hemos de resolver consiste en definir lo que entendemos por eficaz. Deberiamos ser m 8 s precisos (y quiz5 incluso m 5 s honestos) al definir lo que consideramos como necesidades basicas y objetivos primordiales, y tener presente las legftimas aspiraciones nacionales y locales de unos pueblos y sociedadesqueestan en distintas fases de desarrollo. Al examinar la influencia globalde los medios de comunicaci6n social en los pafses, no basta con limitar los estudios a unas campanas concretas, por ejemplo, de sanidad, agricultura, educaci6n. Esos tipos de programa tienen tambien efectos indirectos o no buscados. H e m o s de intentar evaluar Cu51 es la influencia m 5 s amplia, y probablemente m 5 s generalizada, de unos m e dios de comunicaci6n social de orientaci6n comercial y/o polftica en funci6n de unas mayores aspiraciones, las fuentes posibles de frustraci6n y conflicto, la evoluci6n de las pautas de consumo y los estilos de vida, el debilitamiento de los vfnculos tradicionales, la modificaci6nde las pautas de autoridad, los estereotipos y la imagenque se tiene de otros pafses, etc. El paso de los medios orales a los electr6nicos -prescindiendose a veces de la fase intermedia de los medios impresos-, la utilizaci6n paralela de medios tradicionales y electr6nicos, la adopci6n y transformaci6n de formas culturales no son sino algunos de los mfiltiples temas que cabrfa examinar. Tambien podrfamos preguntarnos si es inevitable o no un planteamiento "en bloque I'. i Es indispensable que una versi6n de color de rosa vaya siempre unida a la ayuda tecnica y econ6mica? Es cierto que esa versi6n no es la finica que describen los medios de comunicaci6n social de caracter comercial, ya que llevan de hecho imageries y relatos informativosy de actualidad de los pafses desarrollados a quienes viven en pafses en desarrollo. Las manifestaciones, los motines, las revoluciones, la pobreza, la alienaci6n y las condiciones de vida mfseras pueden presentarse paralelamente a los elementos incitantes de nuestra ciudad opulente y orientada hacia el consumo. Ahora bien, ¿que impacto tiene esto para el joven que vive en un pueblo africano o de America del Sur? ¿Que sabemos sobre su capacidad de asimilar esta especie de indigesti6n de informaci6n? 1) Gunnar R. Naesselund, Communication Policies in Unesco's Programme, Parfs, abril de 1974, p5gs. 10-13. 17 C o m o los cambios sociales no pueden producirse m 5 s que a traves de una comunicaci611 social organizada, las instituciones de comunicaci6n desempemn muchas y m u y vitales funciones al servicio del desarrollo nacional. E n las sociedades de transicibn, son indispensables para incitar a sus miembros a adaptarse a unos cambios que constituyen un requisito previo para el desarrollo, para contribuir a establecer un clima general favorable a unos nuevos modos de vida, para enseriar a la poblaci6n los numerosos conocimientos pr5cticos nuevos que exigir5 de ellos el desarrollo y la transicibn y para elevar el nivel de las aspiraciones. Est5 surgiendo una demanda de sistemas y redes de cables, lo cual trae consigo una rapida ampliaci611 de la base de distribuci6n de servicios en banda ancha. Cada vez resulta m 5 s probable que el desarrollo de los sistemas de cables constituyan el camino que lleva a la "ciudad cableadal: cuando se desee. L a instalaci6n de los sistemas entrana fuertes inversiones financieras y suscita problemas jurfdicos, econ6micos y polfticos en aquellos pafses en los que a la vez la televisi6ny la instalaci6n y mantenimiento de los cables constituye un monopolio del Estado o de unos organism o s autorizados por 81 a actuar en ese campo. E n muchos sistemas actualmente existentesy que se basan en el empleo de computadoras, resulta ya diffcil separar y disociar las funciones de comunicaci6n y de tratamiento de datos; m u chos sistemas de comunicaci6n utilizan computadoras para pasar de los circuitos a los mensajes. Este entrecruce ha suscitado nuevos problemas sobre la delimitaci6n entre los sistemas de comunicaci6n y el "receptor". A la larga, es probable 18 que los progresos tecnol6gicos borren totalmente la interfaz entre el sistema de comunicaci6nyla computadora, dando origen a un nuevo concepto de "teletratamiento". Existe el peligro constante de que las prioridades inmediatas de las circunstancias actuales puedan tener primada con respecto a un adecuado analisis de los problemas normativos a plazo m 5 s largo, y posiblemente ir en detrimento de las futuras oportunidades de desarrollo de un sistema integrado de telecomunicaciones. El mejor modo de resolver el problema de la forma y el futuro de la televisi6n de cable y la teledistribuci6n no consiste en unas decisiones disyuntivas sobre unas propuestas especfficas. Antes por el contrario, habran de expresarse en una serie de elecciones cuidadosamente evaluadas y cifradas, relacionadas con un calendario de decisiones normativas y de planificacih a plazo medio y largo, Una polftica sensata de desarrollo futuro a m a s largo plazo solamente puede basarse en los datos derivados de unos experimentos a corto plazo cuidadosamente realizados y evaluados. E s preciso definir claramente la finalidad de los experimentos de los sistemas de cables y utilizar procedimientos adecuados para evaluarlos. E n esos experimentos se debe tomar, ademas, en consideraci6n el interes del pfiblico, de un modo imparcial y coordinado. Dadas las actuales presiones polfticas y econ6micas y los problemas que entrana la previsi6n de las necesidades futuras, lo m a s sensato parece coordinar la teledistribuci6n con unas polfticas y planes relativos a una red nacional integrada de las telecomunicaciones en el futuro, lo cual atender5 las necesidades sociales de comunicar. Capítulo I I La comunicación internacional L a comunicaci6n es una actividad que no respeta las fronteras establecidas por la 16gica de las distintas disciplinas, por unos fen6menos geograficos o por unas separaciones econ6micas. L a libre circulaci6n y movimiento de personas y de materiales es un problema fundamental para el hombre y para la sociedad. Tampoco es la comunicaci&~, en el plano tecnol6gico o en el social, un asunto que tenga meramente unas dimensiones nacionales. No cabe formular ni llevar a la practica en un pals dado una planificaci6n y unas polfticas de comunicaci6n sin una referencia constante a los aspectos internacionales. Los pafses han de determinar su polftica nacional tomando debidamente en consideraci6n diversas normas y acuerdos internacionales ampliamente aceptados. L a mayorfa de los pafses cuentan con servicios de informaciones y relaciones pfiblicas y de radiodifusi6n hacia el exterior, lo cual plantea unos problemas basicos en lo tocante a sus objetivos, control y recursos financieros. Al m i s m o tiempo, es preciso dedicar atencih, en casi todos los pafses, al casi incesante aflujo de noticias procedentes del exterior. Esto se refiere a aspectos tales como las fuentes y la calidadde los noticiarios, la importaci611 de pelfculas y el impacto de la radio y la televisi6n extranjera, ya sea a traves de programas previamente grabados o de una transmisi6n directa. Actualmente, el poder de la comunicaci6n -en los planos nacional e internacional- esta principalmente en manos de los gobiernos o de empresas comerciales. Al aumentar cada vez m a s ese poder, la comunidad -la naci6n, la regi611 o todo el mundo-, por su propia libertad y desarrollo y por la integridad de la sociedad, debe velar por que quienes tienen este poder de comunicaci6nlo usen con el maxim0 sentido de responsabilidad. P o r m u y grande y desarrollada que llegue a estar la tecnologfa, basicamente no sera sino un dispositivo, un medio, y no podra funcionar mejor que las instituciones, las polfticas y la planificaci6n que la dirijan y controlen. Ciertos temas importantes en materia de comunicaci611 internacional L a comunicaci6n internacional, que engloba las actividades intergubernamentales y las de los negocios internacionales. Plantea muchos e importantes problemas que hay que conocer, abordar y tener en cuenta al formular la polftica yla planificaci6n nacional de la comunicaci6n. Nos vienen a las mentes algunos de ellos. Cuales son las posibilidades y las limitaciones de las redes internacionales de comunicaci6n, las que funcionan ya y las que seran posibles m a Rana? ¿Cuales son los obstaculos que se oponen a la "libre circulaci6n de la informaci6ntt,una vez claramente entendido y definido este importante concepto? ¿ Q u e representa realmente un intercambio de informaci6n en un plano de igualdad y que representa una "canalizaci6n" en un solo sentido del mundo industrialmente desarrollado hacia los pafses en vfas de desarrollo? i Cuales son los factores -sociales, econ6micos, polfticos y jurfdicos- que determinan la indole y el grado de la importaci6n de materiales de comunicaci6n social? ¿Cual ha de ser la polftica nacional relativa a la "personalidad cultural" des tinada a proteger la fragil estructura de las culturas aut6ctonas contra la intrusi611 en masa de la informaci6n extranjera? ¿Donde esta la lfnea divisoria entre un filtro de protecci6n y una polftica aislacionista y nefasta que privara al pals de las realizaciones culturales del mundo considerado como un todo? i C 6 m o podemos evaluar el contenido de los medios locales de comunicaci6n para obtener unos indicadores culturales que permitan comprender m a s plenamente cada cultura, y mejorar con ello las posibilidades de una verdadera comunicaci6n internacionalmutuamente c o m prensiva? ¿Que decir de las operaciones multinacionales de las industrias de la comunicaci6n,des- - 19 de las agencias de noticias y la radiodifusi6n hasta los fabricantes de material electr6nico? Hay otras cuestiones que pueden dar lugar a investigaciones en el plano internacional y son las que se refieren a la elaboraci6n de acuerdos internacionales y las polfticas regionales. Asf, los acuerdos sobre el derecho de autor y el derecho de ejecuci6n tienden a estimular, por medio de leyes sobre el derecho de autor y de convenciones internacionales sobre el derecho de autor, el control de la distribuci6n de los libros .y otras formas de propiedad intelectual y artistica que favorece m 8 s a los pafses industrializados que a los pafses en vfas de desarrollo. El estudio critico de los efectos de estas convenciones permitirla a los responsables nacionales de las pollticas de comunicaci6n, recomendar una acci6n diplomatica adecuada. Se plantean asimismo a este respecto cuestiones como la atribuci6n de frecuencias para la radio y la televisi6n y la transmisib por microondas, la comunicaci6n de un punto a otro por medio de satelite, que son objeto de acuerdos internacionales y requieren nuevas investigaciones crfticas. Las normas tecnicas a que estan sometidos los materiales de los sistemas de comunicaci6n (por ejemplo, la televisMn, las "cassettes", las bandas magneticas, los fon6grafos, etc. )y el problema de la medida en que esas normas tienden a ejercer un control exclusivo sobre los aspectos materiales e intelectuales de los sistemas, exigen un analisis crftico profundo que seria de gran interes para los pafses que quisieran adoptar una estrategia de informaci611 en la que intervinieran esas innovaciones tecnol6gicas. Una vez adoptado un sistema tecnico determinado de informaci&~, la magnitud de los recursos investidos en el constituye una fuerza poderosa que condiciona las opciones futuras de la evoluci6n del sistema. Hacen falta unos estudios crfticos al nivel nacional y al nivel internacional, sobre las fuentes y las estructuras eventuales de control, lo m i s m o externas que internas, que lleven consigo las decisiones de inversi6n en lo tocante a los materiales y al sistema de comunicacibn. E s m a s que probable que las investigaciones de esta fndole s610 puedan organizarlas y coordinarlas las organizaciones internacionales y regionales. As€, ademas de la colaboraci6n que se ha de establecer entre los institutos nacionales de investigaci611, la cooperaci6n y la coordinaci6n de las investigaciones sobre la informaci6n al nivel internacional han de ser m a s estrechas si se quiere evitar la duplicaci6n de esfuerzos y obtener resultados 6ptimos. Esto implica una colaboraci6n activa entre las instituciones internacionales (Unesco, UIT, etc.), los organismos profesionales internacionales que trabajan en este campo (es decir, el Instituto Internacional de Radio y Televisih, el Instituto Internacional de 20 la Prensa, el Consejo Internacional del Film y la Televisi6n, la Asociaci6n Internacional de Investigaciones sobre Informaci6n, etc. )y otras organizaciones internacionales que se ocupan en general de ciencias sociales, pero que se interesan tambien en los problemas de la informaci6n (por ejemplo, el Consejo Internacional de Filosofia y Ciencias Humanas, el Consejo Internacional de Ciencias Sociales, etc.) para dar mejor a conocer las cuestiones, los problemas y las investigaciones necesarias en materia de comunicaci6n internacional y para cerciorarse de que son tratadas con competencia. ') L a circulaci6n internacional en materia de comunicaci6n: la difusi6n de noticias Aunque el empleo de las m 8 s poderosas tecnologlas de telecomunicaci6n tales como, por ejemplo, los satelites, permite la circulaci611 m u y rapida e incluso instantanea de comunicaciones y noticias entre las agencias de noticias, la prensa y la radiodifusi6n de todas las partes del mundo, no todos ellos se benefician en la m i s m a medida de estos nuevos medios ya disponibles. Hay agencias nacionales de noticias en noventa pafses, pero est8n distribuidas de un modo desigual, y existen grandes diferencias en cuanto al alcance, y eficacia de sus actividades. L a mayorfa de las agencias nacionales de noticias dependen de las cinco grandes agencias mundiales -situadas en los Estados Unidos de America, el Reino Unido, Francia y la URSS- por lo que se refiere a difundir noticias sobre su pais a otros. L a mayorfa de ellos cuentan con servicios de radiodifusi6n exterior como modo de comunicar con los habitantes de otros pafses, directamente o por conducto de los servicios radiof6nicos nacionales. Todos los servicios de televisi6n transmiten noticias extranjeras y un gran nfimero de pelfculas y de programas de televisi6n obtenidas en otros pafses. Muchos de ellos cooperan de cuando en cuando para informar sobre acontecimientos de interes comfin y producir programas. destinados al pfiblico de los otros. L a radio y la televisi6n en el hogar han pasado a ser el instrumento mediante el cual la mayorfa de las personas se informan de modo regular y se hacen una idea sobre otros pueblos y pafses. L a labor informativa entrana esencialmente, un proceso de selecci6n de entre la abundante m a teria prima disponible. Los criterios con arreglo a los cuales se seleccionan las noticias adecuadas para su distribuci6n no han sido nunca analizadas nacional de investigaciones sobre la comuniOp. Cit., pag. 20 caci6n,COM/MD/BO, rigurosamente ni por los profesionales de la informaci6n ni por los investigadores de la comunicaci6n social, ya que unos y'otros han aducido principalmente el "instinto del periodista", "lo que llama la atenci6n" o la "gramatica parda" nacida de una tradici6n periodfstica como factor que determina el orden de importancia y el modo de presentaci6n de las noticias,principalmente con arreglo a unas normas no escritas. Toda violaci6n de esas reglas mfticas se ha considerado siempre c o m o una manifestacibn de mal periodismo. Los informadores preguntan cada vez m a s ahora 'lique es lo que hay que decir? 'I y " i c 6 m o hay que decirlo? 'l. Esos problemas revisten una gravedad especial en la radiodifusi6n de control pdblico, en la que hay que procurar proporcionar un servicio equilibrado a todos los grupos sociales. N o basta ya con la rapidez y con el "instinto del periodista"; lo que se requiere es un enfoque analftico de la actividad informativa, basada en unas decisiones racionales y en una amplia informaci6n, a la vez que una creciente competencia profesional. E s evidente que el contenido de la circulaci6n internacional de comunicaciones -y de noticiasest5 relacionada con los intereses de poder del propietario polftico y econbmico del medio de comunicaci6n del que se trate. Analogamente, los intereses de este no pueden diferenciarse demasiado de la clase social que ocupa el poder en la sociedad. A juicio de Sir Charles Moses, Secretario General de la Asian Broadcasting Union, ''como influencia sobre las relaciones internacionales, las noticias son el elemento m a s importante de los programas de radio y de televisi6n. El contenido y la forma de presentaci611 de los noticiarios radiodifundidos puede ejercer una influencia beneficiosa o justamente todo lo contrarioI I .1) Sir Charles esboza la labor realizada en las reuniones entre organizaciones de trabajos practicos sobre informaci6n. que se celebraron en Tokio en 1971 y en Colonia en 1973, y en donde el dialogo entre los profesionales asistentes puso claramente de manifiesto la necesidad de mejorar la circulaci6n mundial y regional de noticias, con una mayor rapidez y un menor costo pero, al m i s m o tiempo, de aceptar las divergencias en el modo de abordar el contenido y de tratar las noticias. Los profesionales de la radiodifusi611 de Asia, Africa y los Estados arabes no estan tan interesados por las noticias "sensacionalistas" c o m o sus colegas de Europa, y en particular de America del Norte; a su juicio, deberfa haber unmayor nfimero de elementos informativos de caracter constructivo procedentes de su regi6ny sobre ellay que destacaran m a s los logros que las cat5strofes. Mientras Europa y America del Norte se afanan por acelerar la circulaci6n de noticias m e diante satelites, muchos pafses en desarrollo si- guen interesandose m 5 s todavia, en la presente fase, por sus problemas practicos como, por ejemplo, la supresibn de los obstaculos que suscitan los tramites aduaneros y de aeropuerto.Las organizaciones arabes de radiodifusih, por ejemplo, estan progresando rapidamente en el sentido de crear una red regionalque permita un intercambio regular y frecuente de noticias entre sus m i e m bros; en cambio, esta situaci611 deseable resulta todavfa m u y remota por lo que a la inmensa regi6n de Asia se refiere. E s ya posible el intercambio por cable o por microondas, entre el Jap6n y Corea, entre Singapur, Malasia Occidental y Tailandia y entre Turqufa, el Iran y el Pakistan. Pero es posible que pasen muchos anos antes de que estas subregiones queden realmente enlazadas las unas con las otras. Se plantea tambien el problema de los pafses insulares del Pacifico tales como Samoa, Fiji, Gilbert y Ellice, las Salom6n y Micronesia. Practicamente, no existen vfnculos que enlacen a estos pafses insulares m u y distantes los unos de los otros. Su dnica esperanza para el futuro estriba en "ponerse en la cola'' de los satelites pero, c o m o su poblaci6n total es m u y pequena, es probable que sigan estando en el dltimo puesto de esa cola durante mucho tiempo todavia. Existe una necesidad mucho m 5 s inmediata de material y equipo elemental -por ejemplo, telex- para facilitar la circulaci6n de noticias y la comunicaci6n en el plano internacional. Estos hechos destacan una vez m 5 s las fuertes diferencias en el modo de enfocar el suministro de noticias entre los pafses en desarrollo y las desarrollados. Son varios los puntos de unanimidad entre los pafses en desarrollo: los servicios informativosde las agencias estan recargados de informaci6n relativa y procedente de Europay de America del Norte, en donde tienen su sede; no se informa lo suficiente sobre los pafses de Asia, Africa y America del Sur, en donde vive el noventa por ciento, m a s o menos, de la poblaci6n mundial; al transmitir noticias de Europa y America del Norte, las agencias suponen a m e nudo, y se equivocan totalmente, que los informadores de otras partes del mundo tienen un conocimiento de los hechos previos similar al uso de sus colegas de los pafses de origen de esas noticias. L a presencia y la participaci6n activa de representantes de las principales agencias de noticias y noticiarios cinematogr5ficos en la reuni611 de trabajos pr5cticos de Colonia en 1973 tuvo diversos aspectos positivos a largo plazo para los informadores que trabajan en pafses en desarrollo. Se enteraron de que la raz6n justificada por la cual los elementos de noticiarios cinematogra- 1) Charles Moses. "Third I& 21 ficos propuestos por sus pafses no son utilizados por las agencias es la fuerte proporci6n de textos mal impresos, las imperfecciones en la toma de vistas y la defectuosa direcci6n. El resultado fue una importante recomendaci6n encaminada a ayudar a las organizaciones de radiodifusi6n de los pafses en desarrollo a aportar un material que tenga la debida calidad tecnica y profesional. Esto se puede hacer principalmente dispensandouna formaci6n profesional a los periodistas, operadores cinematograficos y directores, y tambien m e jorando la calidad del material cinematografico disponible. E n otra fitil recomendaci6n se destacaba la importancia de establecer, lo antes posible, unos centros regionales de coordinaci6n de las noticias cuando no existan todavfa, y de colocar en las "puertas" de cada regi6n a unos periodistas de experiencia, encargados de coadyuvar a la labor de coordinaci6n y selecci6n de noticias y a la reducci6n de los costos. L a posibilidad de llevar ampliamente a la practica las recomendaciones cuidadosamente meditadas de Colonia se present6 en Rfo de Janeiro, en noviembre de 1974, cuando las ocho uniones regionales de radiodifusi61-1,junto con representantes de las principales entidades de este campo en America del Norte, se reunieron en la Segunda Conferencia Internacional de Radiodifusi6n. Se estim6 que la reuni6n de Colonia habla sentado s6lidas bases para poder lograr progresos m u y concretos. A hora convendrfa no solamente acelerar y aumentar la circulaci6n de noticias sino tambien procurar corregir los desequilibrios existentes, que tanto irritan en Asia,Africay America Latina. Este cambio va a ser gradual, pero un espfritu de cooperaci6n y comprensi6n deberfa contribuir a que las noticias procedentes de pafses en desarrollo aparecieran progresivamente con mayor frecuencia en los boletines informativos de la radio y la televisi6n de las principales redes de Europa y de America del Norte y a que la circulaci6n internacional de la comunicaci6n fuera m a s equilibrada. Se estima que las emisiones de radiodifusi6n dirigidas al extranjero son uno de los vehfculos m 5 s poderosos de informaci6n internacional, asf c o m o una de las l'armas'' de comunicaci6n m a s eficaces e influyentes. Desde el decenio de 1930, que fue cuando la radiodifusi6n perdi6 una oportunidad excelente de llegar a ser un medio mundial de comprensi6n y divulgaci6n internacional, ha desarrollado principalmente su funci6n internacional c o m o instrumento de proselitismo polftic0 e ideol6gico.l) Esta orientaci6n desacertada se inici6 de m o do m u y activo con la propaganda nazi, que convirti6 esta nueva y maravillosa tecnologfa de la comunicaci6n -a saber, la radio internacional-en un poderoso instrumento de difusi6n y de propa22 ganda. M a s tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, la radiodifusi6n aswni6 el papel de uno de los medios m a s directos de informaci6n, persuasi6n y propaganda belica. L a guerra frfa, en los anos inmediatamente posteriores, recurri6 ampliamente a todas las posibilidades de la radio internacional para la difusi6n de mensajes de propaganda de un lado a otro de una Europa dividida. Hoy en dfa, con unas relaciones internacionales relativamente mitigadas, y en ciertos puntos mejores, y cuando los pafses (sobre todo las superpotencias) se sienten m a s reacios a recurrir a la fuerza, la radiodifusi6n internacional ha asumido un papel distinto. Los datos m a s recientes sobre este fen6meno de comunicaci6n mundial proceden de un estudio que dur6 dos anos y que cont6 con el apoyo de la Unesco?) Se hablan hecho hasta entonces m u y pocos intentos por comparar las estructuras de los programas de televisi6n de diferentes naciones o por medir o estudiar la circulaci6nde informacibn entre pafses por conducto de la pantalla de televisi6n. Una opini6n predominante destacaba la libre circulaci6n de informaci6n, esto es, el sistema ideal en el cual unas redes nacionales soberanas distribuyen los mejores programas de todo el mundo, equilibrados por sus propias producciones. Ahora bien, no se ha demostrado que este sistema haya existido nunca; de hecho, todos los datos parecen indicar otra cosa m u y distinta. El profesor Nordenstreng, el Dr. Varis y los equipos de Tampere formularon diversas conclusiones a partir de su inventario de la composici6n de los programas de televisi6n, especialmente desde el punto de vista de unos materiales importados a un pafs desde el exterior, combinado con un estudio de las redes internacionales de venta e intercambio de materiales de programas de televisi6n. Se examinaron las estaciones de televisi6n de casi cincuenta pafses en relaci6n con sus programas, las fuentes de los mismos, y los cauces a traves de ?os cuales se llevan a cabo las transacciones internacionales relativasa los programas. Aunque hay quienes pondrfan en tela de juicio que la metodologfa utilizada en ese caso este lo suficientemente desarrollada c o m o para poder deducir semejantes conclusiones generales,lo cierto es que el estudio Tampere/Unesco es de hecho la primera encuesta global que permite hacerse una 1) 2) Universidad de Liubliana en asociaci6n con la Unesco, Research Study on "Content and Effects of External Radio Broadcasting", de T o m o Martelano y otros, Parfs, 1975. Unesco, Television traffic a one-way street, A survey and analysis of the international flow of television programme material, de Kaarle Nordenstreng y Tapio Varis, Raports and Papers on Mass Communication, W 70, Parfs, 1974. - idea de tan importante tema. E n esas estadisticas compiladas, se advierte que la circulaci6n del material esta muy desequilibrada y que la mayoria de los programas de distribuci6n internacional est5n concebidos en funci6n de los gustos del pbblico de los Estados Unidos, el CanadB, Europa occidental y el Jap6n, que es donde se llevan acabo la mayorfa de las ventas. Se observaron dos tendencias indiscutibles en esta circulaci6n internacional: una circulaci6n de sentido finico, desde los grandes pafses exportadores al resto del mundo, y el predominio de los materiales de caracter recreativo en dicha circulaci6n. El dominio del mercado por los Estados Unidos de America es una realidad flagrante. Pero no constituye sino una parte de la gran disparidad que existe en el campo internacional de la televisi6n; entre un punado de paises productores y exportadores y la inmensa mayoria de los paises consumidores. China y los Estados Unidos son ampliamente autosuficientes y solamente importan un pequeno porcentaje de sus programas. El Jap6n y la Uni6n Sovietica recurren tambien principalmente a su propia producci6n. Pero la inmensa mayorfa de los demas paises dependen fuertemente de las importaciones exteriores para su programaci6n. Las razones de este predominio de los Estados Unidos en el mercado internacional de la televisi6n son a la vez hist6ricas y econ6micas y no se refieren dnicamente a la capacidad de producci6n sino al hecho de que los Estados Unidos fueronlos que empezaron a operar en este campo con una gran ventaja inicial. Hasta 1960, m a s o menos, tenian m a s receptores de televisi6n que el resto del mundo en su totalidad. Para 1962, habla cincuenta y tres millones en todos los demas paises y cincuenta en los Estados Unidos. P o r esta raz6n, los grandes distribuidores norteamericanos y de otros puntos podian producir y vender emisiones teniendo presente el nuevo mercado de exportacibn. C o m o es 16gic0, la realidad econbmica de los paises receptores constituye un factor igualmente importante, Producir un episodio de la serie "Peyton Place" cuesta 100.000 d6lares, pero un pais como Finlandia puede comprarlo por 500. L a mayorfa de los paises no pueden permitirse el lujo de llenar las horas de transmisi6n con productos nacionales, como tampoco pueden aspirar a comprar siempre los programas que les interesan. Asf pues, lo que ocurre las m 8 s de las veces es que "I Love Lucy" (que termin6 su"vida" enlos Estados Unidos en 1974, despuesde 23 aaosy 495 episodios pasa a ser la soluci6n de importaci6n. P o r razones m a s complejas, hay tambien un fuerte desequilibrio de intercambio entre los pafses occidentales y los socialistas de Europa Oriental. Todos los anos, se transmiten por conducto de Eurovisi6n m 8 s de 3.000 horas de programas de televisi6n desde los pafses occidentales a los socialistas pero, en cambio en el sentido opuesto, por medio de la Intervisi6n, la cifra correspondiente es tan s610 de 1.000 horas anuales. Ahora bien, cualquiera que sea el modo de interpretarlo, el estudio indica la probabilidad de que el mercado de la televisibn mundial este dominado durante mucho tiempo todavfa por los pafses occidentales industrializados. Grandes regiones del mundo, y en particular los paisesendesarrollo, tienen m u y pocas posibilidades de elecci6n como no sea la de depender de los servicios casi exclusivos de los 6rganos occidentales para obtener noticias y tambien en relaci6n con gran parte de su programaci6n de televisi6n. Los autores de dicho informe llegan a la conclusi6n de que esa tendencia se invertir5. Cifran su esperanza de una circulaci6n m 8 s equilibrada no solamente en las uniones regionales de radiodifusi6n sino tambien en la disposici6n a coproducir entre varios paises, y especialmente entre distintos sistemas sociales y politicos. Cuando y donde se reconozca el principio de una "libre circulaci6n de informaci6n" sin restricciones, ser8 preciso establecer unas polfticas nacionales de la cultura y de la comunicaci6n.Los problemas tecnicos y practicas revisten importancia en la actual industria de la televisi6n pero el problema basic0 ha sido y sigue siendo, el papel social y polltico de la comunicaci6n televisiva: icu8l es la verdadera politica de la comunicaci6n con respecto a este medio en las distintas sociedades? L a comunicaci6n por medio de satelites Los constantes progresos de la tecnologfa de la comunicaci6n y la proliferaci6n de la informaci6n plantean a los individuos, los pafses y los responsables pollticos unos dilemas cada vez m 5 s c o m plicados de elecci6n y utilizaci6n, ya que la tecnologfa sigue desarrollandose m 8 s de prisa que los principios y reglamentos que rigen su utilizaci6n. Probablemente no hay hoy ning-G.n sector de desarrollo tecnol6gico al que se aplique esto en mayor medida que a los satelites de comunicaci6n que, junto con los cables submarinos, resultan cada vez de m&s utilidad para la comunicaci6n internacional y la telecomunicaci6n mundial. Hoy en dia, tan s610 doce anos despues de la primera transmisi6n experimental de televisi6n entre America del Norte y Europa por medio de satelites, se acepta ya como una cosa corriente que acontecimientos como los Juegos Ollmpicos, el Campeonato Mundial de Ffitbol, una boda real, una reuni6n de las Naciones Unidas de NuevaYork o la presencia de hombres en el espacio sean presenciadas en el momento m i s m o en que ocurren, y simultaneamente, por cientos de millones de personas en todas las partes del mundo. 23 Hay quienes') consideran que el satelite de comunicaci6n no es simplemente la extensi6n de unos medios de comunicaci6n preexistentes, sino una especie de salto cuantico tecnol6gic0, que trae consigo una importante reestructuraci6n de nuestra sociedad. E n este siglo, el autom6vil es quiz5 el ejemplo m a s notable de algo similar que ha ocurrido ya anteriormente. Despues de la URSS, el primer pais que aplic6 la comunicaci6n por satelite con fines exclusivamente nacionales fue el Canada, que en 1973, con su Anik I, II y su Telesat Canada, empez6 a poner en funcionamiento el primer sistema nacional de satelites de 6rbita sfncrona del mundo con fines de telecomunicaci6n y para la distribuci6ny recepci6n de programas de radio y televisi6n,m e diante estaciones terrestres de bajo costo y emisoras de gran potencia, en amplias y remotas zonas del pais. Este sistema ha de abarcar todo el Canada menos su parte central. Australia, el Brasil, la India, Indonesia, el Iran, el Jap6n y los Estados Unidos estan estudiando activamente la posible creaci6n de sistem a s nacionales similares al Canada, como modo de lograr m a s rapidamente y f o a menor gasto unos servicios completos y eficaces de comunicaci6n y tambien de ampliar los servicios de educaci6n. Los pafses de la zona europea de radiodifusi6n llevan tambien estudiando desde hace varios anos el establecimiento de un sistema de satelites para complementar la actual red terrestre de Eurovisi6n. Ese sistema podrfa conectarse tambien con el sistema de satelites ORBITA de la URSS y de Europa oriental, para el intercambio ulterior de programas entre el Este y el Oeste. Los satelites existentes en el sistema sovietico y los que tienen en estudio actualmente Europa Occidental se proponen proporcionar servicios de telecomunicaci6n de punto a punto, incluida la retransmisi6n de programas de televisi6n; en c a m bio, a largo plazo, cabe prever unos satelites europeos que tengan la capacidad de transmitir directamente a receptores individuales y colectivos de televisi6n. Con este fin, se ha asignado ya en Europa asi como en otras regiones la banda de frecuencias en el espectro de radiocomunicaci6n. Este adelanto permitira una amplia difusi6n de programas de televisi6n de todo tipo, incluidos los de producci6n y concepci6n regional, y tambien de unos programas nacionales cuya recepci6n no sera quiz5 bien accgida m a s alla de sus fronteras nacionales. E n 1974 se puso en 6rbita el primero de una nueva generaci611 de satelites que pueden transmitir programas de televisi6n directamente a puntos de recepci6n colectiva, equipados con antenas especiales, en una zona dada. Este adelanto permite transmitir programas educativos y culturales a poblaciones rurales y remotas mucho antes de lo que hubiera sido posible mediante la lenta y gradual expansi6n de unas redes terrestres. 24 Son pocos los paises que tienen una poblaci6n y unos medios que justifiquen y respalden la instalaci6n de tales sistemas nacionales de satelites, pero diversos estudios realizados ya con respecto a los Estados arabes, Africa y America del Sur indican que tecnol6gicamente serfa posible crear unos sistemas regionales, de utilizaci6n, control y costos compartidos por los pafses participantes. Se@n vaya progresando la tecnologia de la comunicaci6n, se agudizaran los problemas politicos y sociales. ¿Se utilizaran los satelites de comunicaci6n para difundir la comprensi611 y el aprecio de todos los pueblos, sus culturas y su modo de vida, suscitando de este modo unas relaciones mejores entre pueblos y paises y reforzando la posibilidad de la paz y la seguridad? i0 bien van a ser un nuevo modo de fomentar el conflicto de ideologias, promover unas politicas nacionalistas estrechas y alcanzar unos objetivos Seran organizados y admipoliticos sectarios? nistrados con arreglo a un control multinacional en regimen de cooperaci6n, de modo tal que se puedan utilizar con fines internacionales constructivos, compartiendo sus beneficios los paises ricos y los pobres? i0 van a quedar exclusivamente sometidos al control nacional del pequeno nfimero de pafses que tienen la suficiente potencia econ6mica como para poder permitirse esto y a ser utilizados exclusivamente con fines nacionales, comerciales o polfticos o unos y otros? i Seria preferible establecer una limitacih, en vez de una extensi6n de la comunicaci6n, enel caso de que sus finalidades y politicas dominantes fueran negativas? Si esta controlada por el Estado para fomentar unas finalidades puramente nacionales e ideoMgicas, sin que se autorice el derecho a la discrepancia, o por unos intereses privados o colectivos con fines meramente adquisitivos, sera m u y poco el provecho que pueda sacarse de esta evoluci6n de los satelites. Pero esto no tiene por que ocurrir necesariamente. Ahora bien, todo dependera de las normas que establezcan quienes ocupan los puestos de responsabilidad y poder, en la administraci6n del Estado y en el mundo de los negocios, incluido el sector de las comunicaci6n. Jean d'Arcy se refiri6 a este problema y a su solucibn al escribir en 1970:2) "El satelite de comunicaci6n no llegara a su pleno desarrollo sin un grado no conocido hasta ahora de cooperaci6n internacional por parte de los gobiernos. Y sin embargo, se requieren para ello unas concesiones precisamente en el sector de la soberania nacional 1) 2) P o r ejemplo, Arthur Clarke,en su discurso en una conferencia de la Unesco sobre la comunicaci6n espacial (Parfs, 2 -9 de diciembre de 1969). dtArcy, Jean, Challenge to Co-operation", Saturday Review, 24 de octubre de 1970. que han guardado m a s celosamente los gobiernos, y que sus pueblos les han encargadoque defendieran y protegieran. Polfticamente,se trata de elegir entre estatismo y expansi6n, entre la defensa de unos principios aparentemente razonables pero que m u y pronto quedar8n anticuados, por un lado, y por otro, una labor conjunta y creadora de todos los gobiernos para definir unos nuevos principios y estructuras sociales que permitan que el instrumento de la comunicaci6n redunde en beneficio de todos .It Principios rectores del empleo de los satelites de radiodifusi6n Cuando se reunan las condiciones tecnol6gicas y econ6micas para esta circulaci6n mundial de la informaci6n, con todas sus potencialidades, se requerir5 una mayor responsabilidad todavfa de quienes controlan los servicios y producen los m a teriales difundidos. Las Naciones Unidas, la Uni6n Internacional de Telecomunicaciones, la Unesco, los gobiernos y las organizaciones de radiodifusi6n estan estudiando la situaci6n con objeto de establecer unos principios y llegar a unos acuerdos internacionales que permitan utilizar al m5ximo los satelites al servicio de una autentica,verdaderamente libre y equilibrada circulaci6n de ideas, de la expansi6n de la educaci6n y del fomento de la c o m prensi6n mutua entre los pueblos, con el debido respecto a la soberanfa de las naciones y a la diversidad de las culturas. Y a en 1962, la Conferencia General de la Unesco autoriz6 alDirector General a estudiar las consecuencias de "las nuevas tecnicas de comunicaci6n en todo el mundo, por medio de satelites artificiales". Las actividades resultantes del programa consistieron entre otras cosas en la celebraci6n de una conferencia de expertos sobre arreglos internacionales en materia de comunicaci6n espacial, en diciembre de 1969, en la cual se examinaron las perspectivas y tambien las amenazas que planteaba esta nueva tecno1ogfa.l) Entre los principios formulados para el empleo de satelites cabe citar los siguientes: deben hacer que la circulaci6n de noticias visuales en el mundo sea m 5 s equilibrada; sus servicios e instalaciones deben estar a la disposicidn de todos los pafses, dedicando especial atenci6n a los m 5 s pequenos y en desarrollo; deben estar a la disposici6n del personal de comunicaci6n de todo el mundo, para la informaci6n, compilaci6n, transmisi6n y difusi6n de noticias; deben proporcionar unas condiciones que permitan a los medios de comunicaci6n social de todo el mundo cooperar en un intercambio de noticias y una labor informativa sobre los acontecimientos de actualidad. Las actividades de la Unesco han exigido en este campo una constante cooperaci6n con las Naciones Unidas, en su programa de aplicaciones especiales, y con la UIT en relaci6n con la evaluaci6n de las necesidades en materia de frecuencias de los servicios de transmisi6n por medio de satelites, etc. Se plante6 y fue vivamente apoyada la idea de una "Declaraci6n de principios" para regir la utilizaci6n de satelites, y se incit6 a laUnesco a formular esas directrices en colaboraci6n con los servicios de radiodifusi6n y sus organizaciones regionales. D e 1969 a 1972 la Unesco celebr6una serie de consultas con grupos de expertos, incluidos los representantes de las organizaciones informativas y de radiodifusi6n regionales. Estas recomendaciones desembocaron en la presentaci6n de un proyecto de texto a la Conferencia General de la Unesco en su 17a. reuni6n en 1972, que aprob6 una "Declaraci6n sobre los principios rectores del empleo de las transmisiones por satelite para la libre circulaci6n de la informaci6n, la difusi6n de la educaci6n y la intensificaci611 de los intercambios culturales". 2, Los debates pusieron de manifiesto un conflicto de opiniones que entonces no resultaba facil conciliar. El aspecto m 8 s grave se referfa al problema b8sico de la libertad de expresi6ny otro a la competencia de las organizaciones del sistem a de las Naciones Unidas para tratar de tales problemas. Por un lado, habla el temor porparte de los pafses en desarrollo y de otros pafses pequenos a tener que aceptar unos programas no deseados, sobre los que tendrfan un control mfnimo o nulo. Por otro, est5n las ventajas evidentes que los distintos pafses y su poblaci6npueden obtener por el hecho de tener acceso a unos programas que promuevan el intercambio de ideas y conocimientos. Todos estos problemas estaban y siguen estando interrelacionados y, en parte, son contradictorios, lo cual explica la complejidad de los problemas y conflictos que surgieron durante la 17a. reuni6n de la Conferencia General de la Unesco. E n el debate predomin6 el miedo a lo desconocido y la incertidumbre sobre una nueva y poderosa tecnologfa al servicio de una minorfa. D e hecho, estas consideraciones se tuvieron en cuenta en los principales artfculos de la Declaraci6n, en los que se destaca que el desarrollo de las transmisiones por satelite se regir5 por los principios y normas del derecho internaciona1,en especial la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado del Espacio Ultraterrestre, que han de respetarse la soberanfa y la igualdad de todos los Estados, y que los Estados concertaran o favorecer8n unos acuerdos previos sobre las transmisiones por satelite, destinadas directamente al pfiblico 1) 2) Unesco, Broadcasting from Space, Reports and Papers on Mass Communication N" 60, P a r k , 1970. Unesco, COM/74/CONF. 61 6.4. 25 de otros pafses distintos del pafs de origen de las transmisiones. P o r supuesto, esto comprende tambien las emisiones de publicidad comercial. Parece indudable que muchos Estados podrfan establecer acuerdos mutuos sobre el contenido de unos programas transmitidos por satelites en los campos de la educaci6n, la ciencia, la cultura y la informaci611 a los que se refiere laDeclaraci6n. Pero hay otros casos en los que no se podrfa llegar a semejante acuerdo y serla preciso abandonar o revisar considerablemente los planes de transmisi6n por medio de satelites con objeto de no violar la Declaraci6n. A diferencia de las emisiones de radio de onda corta que rebasan las fronteras, las de televisi6n por conducto de satelites seran m u y diffciles de interferir. Cabe destacar que la Declaraci6n de la Unesco no pretende referirse a la utilizaci6n tradicional de las ondas de radio ni tampoco a las comunicaciones de punto a punto que se llevan a cabo en los sistemas Intelsat o en otros similares futuros de satelites atendidos por grandes estaciones terrestres y sobre los que normalmente los gobiernos tendran un pleno control. Ahora bien, quedan dos puntos de vista que estan en flagrante contradicci6n. Segdn uno de ellos, se da una violaci6n del derecho del individuo a tener acceso a la infarmaci6n, por encima de las fronteras, y, segfin el otro, se quebranta el derecho de unos Estados scberanos e independientes a decidir por su propia cuenta los programas que pueden estar al alcance de supoblaci6n. Hay tambien quienes, a la vez que apoyan el principio del derecho del individuo a tener acceso a la informaci6n independientemente de las fronteras nacionales, afirman que mientras la transmisi6n por medio de satelite sigue siendo un m o nopolio de un pequeno ndmero de pafses, tal derecho carece de sentido y va incluso en detrimento de los pafses que no tienen acceso a los satelites. L a Declaraci6n de la Unesco no tiene, como tal, fuerza obligatoria para los Estados Miembros, pero en ella se formulan de hecho unos principios que se basan en una autentica preocupaci6n de los pafses en desarrollo y otros pafses, en el sentido de que el espacio ultraterrestre no debe utilizarse con fines de explotaci6n, que resultan indeseables por razones culturales, morales y de otra Indole, en pafses que queden dentro del campo de los sistemas de transmisi6n directa propuestos. Principios fundamentales sobre la funci6n de los medios de comunicaci6n social Principios fundamentales E n 1972, la Conferencia General de la Unesco en su 17a. reuni611 aprob6 una resoluci6n en la que se pedfa al Director General "que prepare y so- 26 meta a la Conferencia General, en su 18a. reuni6n, un proyecto de declaraci6n relativa a los principios fundamentales del empleo de los grandes m e dios de informaci6n para fortalecer la paz, la c o m prensi6n internacional y la lucha contra la propa' ) ganda guerrera, el racismo y el apartheid. " Se reconoci6 desde el primer momento la enorm e dificultad de llegar a un equilibrio adecuado entre, por un lado, la libertad de informaci611y, por otro, la necesidad y la obligaci6n moral de que los medios de comunicaci6n social actden de un modo responsable, con objeto de impedir mdltiples abusos de la libertad. Una de las finalidades de la libertad de circulaci6n de la informaci6n consiste en garantizar una diversidad de fuentes de noticias y de opiniones, pero para muchos pafses el problema es que sus recursos econ6micos no bastan para prestar apoyo a unos fuertes medios nacionales que sean competitivos, especialmente cuando se enfrentan con la importaci611 masiva de programas producidos en el extranjero. N o puede aplicarse el principio de un libre intercambio de informaci611 y opiniones cuando ciertos pafses carecen de la capacidad de producci6n necesaria para poder participar de un modo eficaz en semejante intercambio en un plano de igualdad entre pafses. Cuando los medios de comunicaci6n social se utilizan para difundir falsedades, sembrar el odio y la desconfianza, insultar los sentimientos y las costumbres nacionales o cuando ni siquiera intentan comprender las legftimas aspiraciones y culturas de ciertos pafses, los pafses receptores se sienten 16gicamente inquietos, preocupados e impotentes. E s preciso que las organizaciones de comunicaci6n social asuman su responsabilidad en esta contribuci6n para una paz m a s segura y una mayor comprensi6n. Al m i s m o tiempo, se derivan ciertas dificultades de la preparaci6n de un conjunto de principios fundamentales que sean aplicables a los m e dios de comunicaci6n social de todo el mundo. Actualmente, no existe ninguna organizaci6n internacional que pueda o desee juzgar la actuaci6n de los medios, y lo m a s que puede hacerse con esas declaraciones consiste en formular una serie de principios morales a cuyo cumplimientose incite, y no se exija en virtud de una ley, a los medios de comunicaci611 social. L a proteccibn constitucional de la libertad de expresi6n y de prensa impedirla a ciertos pafses promulgar una legislaci6n que obligara a los medios de comunicaci6n social de su jurisdicci6n a cumplir tal declaraci6n. E n resumen, nos queda todavla m u cho camino que recorrer antes de que podamos 1) Unesco, Meeting of Experts on a Draft Declaration concerning u the Role of the Mass Media, C O M - 7 4 / C O N F . 61 6/5, Parfs, 25 de abril de 1974. , establecer unas normas internacionales aceptables sobre el contenido de los medios de comunicaci6n social. No sabemos lo bastante sobre la realidad profunda de los sistemas de comunicaci6n internacional y los factores polfticos, econ6micos y culturales que coartan la posibilidad de que haya una verdadera y equitativa circulaci6n de la informaci6n. Ahora bien, las consideraciones internacionales revisten a menudo una importancia capital en la formulaci611 de planes nacionales. Necesitamos m a s investigaciones y m a s polfticas ilustradas, basadas en el conocimiento y comprensi6n de la vida ajena antes de poder empezar a resolver los m6ltiples problem a s internacionales de comunicaci6n. Esto se puso claramente de manifiesto en el debate sobre los problemas de la comunicaci6n internacional en la 18a. reuni6n de la Conferencia General de la Unesco, en la que la opini6n se mostr6 ampliamente favorable al concepto de libre circulaci6n de la informaci611 pero se destac6 tambien la hipocresfa de este concepto tan divulgado cuando se toman en consideraci6n las cuestiones de igualdad de acceso a los medios de comunicaci6n social y a la informaci6n. E n ciertos ambientes se estim6 que el concepto m i s m o de "libre circulaci6n" estaba anticuado,y correspondfa a las ideas del liberalismo del siglo XIX y no podfa aplicarse a la tecnologia del siglo XX. Varios delegados en esta Conferencia General observaron que la "libre circulaci6n" tiene poco sentido para quienes carecen de las infraestructuras y medios necesarios para comunicar, y llegaron a la conclusi6n de que se debla asignar la mPxima prioridad a unas medidas practicas encaminadas a corregir el actual desequilibrio en la circulaci6n multilateral de informacih, especialmente entre los pafses en desarrollo y los desarrollados. Con respecto a la cuesti6n del contenido de la comunicaci6n internacional, se estim6 que debe existir a la vez el derecho a ser informado y el derecho a informar, y que este filtimo entrana la obligaci6n de una informaci611 objetiva. Se subray6 la amplia y creciente importancia de los medios de comunicaci611 social en lo tocante a garantizar la conservaci6n de la paz y la comprensi6n mutua entre los pueblos y se conden6 en general el torcido uso de dichos medios a ese respecto. A la vez que se ponla en tela de juicio el concepto de libre circulaci6n de la informaci6n, especialmente de las interpretaciones que se le han dado a lo largo de los anos, se propuso un nuevo concepto al que deberfa dedicar su atenci6n la Unesco. Se trata de la posibilidad de asimilaci6n de un nuevo derecho humano, a saber, el derecho a comunicar. Se estim6 que esto tenla sentido a la vez en el plano nacional y en el internacional. Se destac6 que, en la formulaci611 de unas polfticas de comunicaci6n, incluso en el plano nacional revestfan la maxima importancia las consideraciones internacionales del derecho a comunicar relacionadas con la disparidad de informaci611entre los pafses desarrollados y los pafses en desarrollo, que procederla estudiar y analizar. Esas polfticas podrfan garantizar el acceso y la participaci6n en el proceso de comunicaci6n, conciliar el derecho a informar con el derecho a ser informado, proclamar la necesidad de una circulaci6n equilibrada de la informaci611 entre las zonas en desarrollo y las desarrolladas del mundo y englobar a la vez las posibilidades de nuevas tecnologlas y las obligaciones de los medios de comunicaci6n social. Asf pues, a mediados del decenio de la comunicaci6n volveremos una vez m a s a repensar lo que resultaba adecuado en el pasado y lo que sera necesario en el futuro. 27 Capítulo I I I Las investigaciones sobre la comunicación. La información de los respnsables políticas E n la sociedad moderna, las industrias de comunicaci6n social se han convertido en unas instituciones m u y importantes. Esa importancia esta relacionada con muchos niveles distintos de la ) y 2, sociedad.' Cuando algo es socialmente significativo, resulta evidente la necesidad de saber algo al respecto. Ademas, todos los dfas se toman decisiones en todo el mundo sobre las polfticas de comunicaci6n social y la producci6n de programas. Ahora bien, Len que se basan esas decisiones? Principales problemas Se plantean muchos problemas, ya que los responsables polfticos y los planificadores de todos los pafses se enfrentan con varios dilemas -que a veces revisten la forma de una confrontaci6n entre los ideales y la realidad- y que hay que resolver en beneficio de todos. Cabe citar algunos ejemplos generales de tales problemas: ¿Qu6 le ocurre al individuo en una epoca en la que la tecnologfa esta cada vez m a s en condiciones de proporcionar una masa de informaci6nque influir& en el. v tambien de invadir. consignar Y registrar en una computadora su vida m a s privada e Intima? E n un d a n o ideal. los medios de comunicacibn deben ser 10s vfnculos de la sociedad y unos cauces abiertos de cultura, educacih, informaci6n y actividades recreativas, y sin embargo ¿Cabe considerar a menudo los medios de comunicaci6n principalmente como empresas comer ciales o c o m o instrumentos polfticos? ¿Que puede hacerse sobre la falta creciente de sintonfa entre los profesionales de la comunicaci6n y las autenticas necesidades de los grupos sociales a los que atienden? ¿Aportan las definiciones comerciales o autoritarias de las noticias y de los valores culturales realmente una contribucibn positiva a una autentica c o m prensi6n de lo que esta ocurriendo en el mundo? E n el mundo moderno, la tendencia econ6mica y polftica parece ir hacia la concentraci6n de la propiedad y la reducci6n de las actividades independientes; la actual estructura de los m e dios de comunicaci6n social tiene su origen en unos sistemas concebidos para una difusi6n vertical de la informaci611 y de la persuaci6n de arriba a abajo de la sociedad pero ¿que decir de un dialogo "horizontal" en la sociedad y a tra- - 1) Unesco, Mass Media in Society, the Need for Research ReDorts and Paners - on Mass Communication, W 59, Paris 1970. Unesco, Propuestas para un programa internacional de investigaciones sobre la comunicaci6n, op. cit., pag. 4. "Al decir grandes medios de informaci611 se entiende todas las industrias que proporcionan servicios o productos para los grandes medios de comunicaci6n. Figuran entre ellos los diarios,las revistas, los libros, la radio, la televisih,los discos, las cintas magneticas, las "cassettes',' los libros de historietas ilustradas, la publicidad exterior y por correspondencia, las redes de las agencias de noticias, los enlaces con microondas, etc. ~ ~C6mo conciliar el derecho a la libertad de informaci6n con el derecho del individuo a la protecci6n de su vida privada? i C 6 m o promover el derecho declarado de libertad de expresi6n y de opini6n? Aunque existe ya la posibilidad tecnica de unam5s amplia distribuci6n de una mayor variedad de informaci6n y de un intercambio de datos m u cho m 5 s rapido que hasta la fecha, ~ c 6 m o c a b e conciliar esto con las posibilidades de contaminaci6n mental y la intrascendencia de gran parte de esa masa de informaci6n para muchos tipos de pdblico? ; ¿c 6 m o traducir los datos brutos en terminos inteligibles y utilizables? 28 2) 1 . - ves de ella, que indudablemente no existe en el momento presente? Hay un hecho econ6mico evidente y es que el hecho de intentar saciar el voraz apetito de los nuevos medios de comunicaci6n sera mucho m a s oneroso todavfa que la instalaci6n del materialy el equipo correspondiente; L c6mo se pagara esto, a la vez que se proporcionan los servicios indispensables para unos ciudadanos bien infor mados? Por un lado, se afirma que los medios de comunicaci6n reflejaran los valores y las normas de la sociedad, y por otro, se considera que imponen unos valores y reducen los lfmites de la sensibilidad pbblica ante problemas tales como los de la violencia y la permisividad. - Hay muchas personas que opinan que los medios de comunicaci6n social han desempenado un papel decisivo para crear el sentido de comunidad nacional ¿Que ocurre cuando cada grupo puede entrar en contacto con quien desee, incluidos sus propios profetas particulares? i C 6 m o conciliar el derecho de los individuos a tener acceso a toda la cultura mundial con el derecho de las culturas nacionales a oponerse a su diluci6n por obra de influencias foraneas? ~C6mo lograr que sea una realidad la igualdad de acceso a la informaci6n, cuando los medios de comunicaci6n tienden a tener una orientaci6n urbana y cada vez es mayor la disparidad en materia de informaci611 entre los pafses desarrollados y los pafses en desarrollo? Los satelites de comunicaci6n pueden proporcionar un libre acceso a la informaci6nyalaeducaci6n en una escala internacional; tambien pueden aportar la base para un nuevo colonialismo de la comunicaci6n y un imperialismo cultural, en el caso de que predomine la difusi6n de informaci6n en un solo sentido. Por íiltimo, quienes gobiernan y controlan realmente los medios de comunicaci611, que intereses atienden -de que modo- y que recursos utilizan? Los problemas principales estriban en el hecho de que, si bien la comunicaci6n ha pasado a ser un tema de trascendencia e interes pbblico, los gobiernos y la poblaci6n no suelen saber lo suficiente sobre la Indole del proceso de comunicaci6n en la sociedad, sus posibilidades y limitaciones, y sobre las autenticas necesidades de comunicaci6n del píiblico, ni tampoco sobre la capacidad y la orientaci6n de los sistemas de comunicaci6n píiblicos y privados por lo que se refiere a contestar preguntas como las antes formuladas. Asf pues, con harta frecuencia las naciones y los pueblos no estan en condiciones de establecer o de contribuir al establecimiento de unos sistemas de comunicaci6n que se ajustende m o d o 6ptimo a su desarrollo real y a las necesidades globales de su sociedad. E s imprescindible disponer de analisis crfticos y de diversos tipos de investigaci6n con objeto de poder examinar de modo permanente los problemas que planteaen la sociedad actual la comunicaci6n social. Pasado v Dresente de las investieaciones sobre la comunicaci6n E n un sentido general, se vienen realizando investigaciones sobre comunicaci6n desde hace siglos, si bien con otros nombres. Arist6teles definfael estudio de la ret6rica -que puede interpretarse como un sin6nimo de comunicaci6n- diciendo que es la bdsqueda de todos los medios posibles de persuasi6n. Aunque un orador pueda pretender perseguir otros objetivos, Arist6teles presuponfa que el objetivo primordial de toda comunicaci6n es la persuasit~n,esto es, el intento de inclinar a otros hombres a adoptar su propio punto de vista. Esta concepci6n de la finalidad de la comunicaci6n sigui6 teniendo gran aceptaci6n hasta finales del siglo XVIII,momento en el cual los conceptos te6ricos conocidos con el nombre de "psicologfa de las facultades" habla invadido ya la retbrica. Se hacfa una clara distinci6n entre alma e intelecto; se interpretaba este dualismo c o m o la base de dos finalidades independientes de la comunicaci6n. Una de ellas tenla caracter intelectual o cognoscitivo, y la otra afectivo. Se consideraba que la comunicaci6n desempenaba tres funciones: informar (incitaci6n al intelecto), persuadir (incitaci6na la afectividad) y distraer. Esta fragmentaci6n de la conciencia desembocaba facilmente en la conclusi6n de que el hombre tiene tres tipos distintos de conciencia que actdan y existen independientemente. Ahora bien, la base de tal distinci6n no se ajusta a la realidad y ha dejado ya de ser defendida por los psfcologos. ' ) Entre los investigadores de la comunicaci6n esta surgiendo hoy rapidamente otra concepci6n totalmente distinta de la comunicaci6n ydelpapel de la conciencia. E n los bltimos tiempos, estas investigaciones han sido estimuladas por la evoluci611 de la sociedad y el auge de la comunicaci6n social. E n particular durante los 35 anos íiltimos, tales investigaciones han buscado cada vez m a s su propio rumbo y su propio campo especializado, c o m o una necesidad creciente. Al estudiar la comunicaci6n entre los seres humanos, se ha centrado el interes en el micronivel y el macronivel, a la vez en las caracterls1) Tapio Varis, "Trends in Communication Research", Mass Media Research, Lutheran World Federation, Ginebra, abril de 1974, p8g. 21. 29 ticas psicol6gicas de los seres humanos c o m o animales que comunican entre sf y en las caracterfsticas de la sociedad como entidad comunicante. Por regla general, las disciplinas cientfficas se dividen con arreglo a su propia metodologfa o a los problemas que intentan solventar. Al m i s m o tiempo, existen otras como, por ejemplo, las ciencias medicas, que, aun teniendo una problematica m u y especffica, utilizan los metodos de otras varias disciplinas. L a antigua ret6rica era un arte en sf misma, pero la moderna ciencia de la comunicaci6n ha tomado prestada SU metodologfa y su definici6n de los problemas a menudo de otras disciplinas y, al igual que lamedicina, se interesa por resolver determinados problemas a la vez que utiliza instrumentos de investigaci6n procedentes de otros sectores. Ahora bien, el progreso de las investigaciones en este campo no obedece dnicamente al desarrollo cientffico sino a la evoluci6n de la estructura social. A principios del decenio de 1930, los especialistas occidentales de las ciencias sociales empezaron a interesarse cada vez m a s por unos metodos aplicados de investigaci611social,encaminados a mejorar la eficacia de los nuevos medios de comunicaci6n social. Las investigaciones de orientaci611 comercial sobre la comunicaci6n social que surgieron en los Estados Unidos d e A m 6 rica fueron una consecuencia de la orientaci6n hacia el mercado de una sociedad de consumo. Las tradiciones europeas han tratado la comunicaci6n socialde un modo distinto a la orientaci611 empfrica norteamericana. E n el siglo XX,se han mantenido dos tendencias principales de la sociologfa occidental en el estudio de los problemas ideol6gicos: la sociologfa del conocimientoyla sociologfa de la comunicacih de masas. Tratan de problemas similares pero una y otra hicieron su aparici6n en condiciones hist6ricas m u y distintas. L a sociologfa del conocimiento tiene unas raïces europeas, al paso que la de la comunicaci6n social ha sido desde el primer momento un producto norteamericano. Esta diferencia se debe en parte a las condiciones hist6ricas y a los metodos de configuraci6n de la opini6n pdblica predominantes en Europa y en America. Los pafses de Europa occidentalson relativamente homogeneos en el plano nacional y filos6fico. E n cambio, America del Norte est5 poblada por diversos grupos religiosos y Btnicos que tienen antecedentes m u y diversos. L a sociologfa norteamericana ha intentado encontrar el modo de seleccionar unos denominadores comunes y conceptos ideol6gicos compartidospor esos distintos grupos, en vez de centrarse en una sola teorfa m u y formulada. Hoy en dfa, estan desapareciendo las diferencias originales de orientaci6n ya que la sociologfa del conocimiento se ensena en varias universidades norteamericanas, y la de la comunicaci6n de masas esta suscitando un interes creciente en Europa. 30 Hasta hace poco tiempo, las investigaciones sobre comunicaci6n social eran otro privilegio de los pafses m a s desarrollados,y, cuantitativamente hablando, est5.n todavfa concentradas en los Estados Unidos. Se acepta ya hoy en general que la investigaci6n occidental sobre la comunicaci6n de masas, que refleja su origen comercial y su fuerte y persistente dependencia con respecto a una economfa de empresa, ha centrado su atenci6n en la vertiente del consumo del sistema de mensajes. U n nfimero incalculable de estudios han examinado el comportamiento del pdblico y de los consumidores, esto es, cuales son los mensajes que los estimulan y los estfmulos que los "dan masaje". Tambien el analisis del contenido se ha interesado por el problema de determinar si el mensaje es identificable o tiene unos contornos imprecisos. E n resumen, la investigaci6n sobre la comunicaci6n de masas sigue dando por sentado,con ciertas excepciones notables, la actual estructura de la sociedad, y especialmente la estructura del dispositivo de creaci611 y transmisi6n de mensajes. Estudia sobre todo la eficacia de dicha estructura y el modo de llegar al pdblico con los mensajes que los centros de poder de la sociedad desean difundir. James Halloran y otros autores handestacado esta circunstancia y el caracter de la investigaci6n derivada de la misma. Halloran ha formulado ademas ciertas propuestas correctoras: "ES necesario estudiar la vertiente productiva, esto es, la industria de la comunicaci6n de masas.. . esto quiere decir que debemos estudiar la historia y la evoluci6n de las instituciones de comunicaci6n social (y su relaci6n con las demas instituciones, incluida la administraci611 pdblica). H e m o s de formular preguntas sobre la organizaci6n y la estructura y sobre la propiedad, el control, los recursos y la tecnologfa, asf como sobre la importaci611 de materiales de comunicaci611social de otros pafses ... L a pregunta ''i al servicio de que intereses estan los medios de comunicaci6n social? I I ha de formularse en la vertiente de la producci6n tan o c o m o en la de la utilizaci6n ola del consumo". Si se examinan los "grandes centros de poder" de las sociedades desarrolladas, inevitablemente habra que tener en cuenta las unidades dominantes de produccibn y distribuci6n que constituyen el m o tor de estas economfas industriales, y que, indudablemente, en una medida creciente,comprenden las llamadas empresas multinacionales, es decir, los "superconjuntos de capital privado, organizados en forma de sociedad, de direcci6n central y diseminados en el plano internacional con arreglo a la consideraci6n dominante de la rentabilidad y 1) 1) James D. Halloran, Mass Media and Society: The Challenge of Research. Universitv of v Leicester, 25 de octubre de 1973. los factores que inciden en ella, a saber, los impuestos, los recursos disponibles, los costos de mano de obra, el tamano del'mercado y la facilidad de penetraci611 en 81, la estabilidad polfticay otros problemas afines". 1) A s f pues, un tema central de las investigaciones sobre comunicaci6n social pasa a ser el de determinar en que medida los sistemas de comunicaci6n, en los planos local, nacional, regional e internacional, se relacionan con esos nClcleos dominantes de poder en los aspectos del control, la estructura y los incentivos. Tales investigaciones podrfan contribuir a que se comprendieran mejor los principales mecanismos de control que operan en la sociedad occidental actual, y destacar quiz5 unos rumbos distintos y m a s humanistas de organizaci6n y desarrollo social. E n los recientes simposios de investigaci6n sobre comunicaci6n se advierte una creciente contribuci6n de estudios europeos y japoneses y un interes cada vez mayor de los pafses en desarrollo por los problemas de la conciencia y la comunicacibn social. C o m o no cabe distinguir unas corrientes o escuelas claramente definidas -debido a los diversos niveles de necesidades de investigacih y a los factores hist6ricos de realizaci6n de las mismas-, es diffcil clasificarlas actuales pautas de investigaci6n en este campo. Si la clasificaci6n de las tendencias de investigaci6n no es sistem&tica, ello se debe a la complejidad en este campo: "la comunicaci6n no se ha convertido en una disciplina te6rica c o m o la ffsica o la economfa sino que es un sector de investigaci6n y teorfa extraordinariamente vivo" escribe Wilbur Schramm. 2, Una nueva orientaci6n Estos y otros factores incitaron a la Conferencia General de la Unesco, en su 15a. reuni611(noviembre de 1968) a autorizar al Director General a emprender un programa a largo plazo de investigaci6n y a promover el estudio del papel y los efectos de los medios de comunicaci6n social en la sociedad. L a primera reuni6n concreta celebrada con arreglo al nuevo programa, se celebr6 el siguiente m e s de junio (1969) en M ~ n t r e a l , ~ ) E n ella se recomend6 que la Unesco estudiara la posibilidad de realizar un importante estudio internacional relativo a los efectos actuales y futuros de la comunicaci6n sobre las relaciones entre unas sociedades y grupos sociales en evoluci6n y sobre los individuos que las integran, con objeto de determinar de que modo esos medios de comunicaci6n social pueden atender las necesidades de la sociedad actual y futura. Esta recomendaci6n fue aprobada en Clltimo termino por la Conferencia General de la Unesco en su 16a. reuni611 (noviembre de 1970) que autoriz6, a su vez, al Director General "a estimular las investigaciones, dentro del marco de un programa internacional sobre la influencia de la informaci6n en la sociedad". E n abril de 1971, la Unesco celebr6 la primera reuni611 oficial de su recien creado Grupo Internacional de Consultores para la Investigaci6n sobre Comunicaci6n4) en el que se propusieron las lfneas generales con arreglo a las cuales podrfa llevarse a cabo un programa internacional de investigaciones sobre la comunicaci6n. Tras ella hubo una segunda reuni611 (en Parfs, en octubre de 1973) que sugiri6 nuevas medidas para promover la idea y el concepto principales de las propuestas con arreglo a los epfgrafes de "comunicaci6n y sociedad" y "circulaci6n internacional". D e esas reuniones surgi6 y se precis6 un nuevo planteamiento te6rico de la labor de investigaci6n sobre la comunicaci6n. C o m o es l6gic0, los cambios que se produzcan en una sociedad y en la vida de quienes la integran, tras la aparici6n de un nuevo medio de comunicaci6n -la televisi6n- y la rapida y creciente extensi6n de otros m 8 s antiguos -como la radio- no solamente depender5 de ese medio sino tambien de otras innovaciones y, sobre todo, de la Indole, la estructura y la fase de desarrollo de esa sociedad. Incluso en un m i s m o sistema social, las consecuencias no ser8n uniformes ya que ciertos sectores resultaran mas receptivos o se amoldaran mejor que otros. Por lo que a los individuos se refiere, puede ser enganoso mantener que algo se deba exclusivamente a los estfmulos de los medios de comunicaci6n social. Se ha estimado m a s dtil abordar este tema en funci6n de unas personas diferentes, con distintas experiencias y predisposiciones, y con antecedentes etnicos, lingilfsticos o culturales tambien distintos en situaciones diferentes, asf c o m o de su diversa utilizaci6n de los materiales que facilitan los medios de comunicaci6n. E n esta investigaci6n, no se hace tanto hincapie en las relaciones causales directas como en los medios de comunicaci6n social que ejercen su influencia en y a traves de la compleja trama de factores que Herbert I. Schiller, "Mass Communication Research on the Power Structures of Society A proposal", Mass Media Research, Lutheran World Federation, Cine bra, abril de 1974. Wilbur Schramm, "Communication Research in the United States", en The Science of H u m a n Research, Wilbur Schramm, comp., Nueva York, 1963, p5g. 1. Unesco, Mass Media Society, Need for Research, Reports and Papers, N" 59. Unesco, Propuestas para un programa internacional de investigaciones sobre la comunicaci6n. C O M / M D / 2 0 , Parfs, 1971. - in 31 componen la sociedad. Se asigna m a s importancia a los aspectos indirectos, subsidiarios y acumulativos que a los causales. Es importante estudiar los medios de comunicaci6n con arreglo a unas estructuras sociales especificas. Estos medios pueden ejercer una poderosa influencia en ciertas circunstancias,pero tan s610 como una m a s de entre varias fuerzas distintas. Tanto la familia ampliada como los grupos religiosos, escolares, sociales o de amigosy compafieros desempenan un papel en los procesos de socializaci6n o desarrollo. L a influencia de los medios de comunicaci6n no se limita a unimpacto directo "de-medio-a-personas"ya que pueden incidir indirectamente en el individuo a traves de los demas agentes. Es importante recordar que el mensaje del medio es recibido en un marco de comunicaciones y relaciones interpersonales previamente existentes. Si deseamos conocer el impacto de un medio, habremos de examinar las redes existentes a la vez que ese m i s m o medio. Los medios de comunicaci6n social, en particular la radio y la televisi6n, tienen,por supuesto, funciones precisas de caracter recreativo, y una forma principal de influencia es la que pasa por las pautas de comportamiento en los m o m e n tos de tiempo libre. Por otra parte, los distintos medios pueden ejercer una influencia de un modo mucho m a s sutil y probablemente mucho m a s significativo todavfa: pueden constituir la principal fuente de informaci6n sobre lo que queda m a s alla de los sentidos del individuo; ofrecer nuevos m o delos de identificaci6n; centrar la atenci6n, ensanchar los horizontes, mostrar otros modos de vida; volver a definir los problemas; poner en tela de juicio el modo tradicional de hacer las cosas; sugerir nuevas respuestas; dar categorfa a personas e ideas, indicar una aprobaci6n y desaprobaci6n con respecto al comportamiento y las actitudes; ampliar o limitar el dialogo y definir lo que es importante, lo que es interesante y lo que es peligroso; hacer que resulte comprensible lo que hasta entonces era ininteligible, y tambien crear confusiones e incertidumbres, Hay muchas especulaciones y respuestas preconcebidas sobre la fndole y la amplitud de lafuncibn de los medios de comunicaci6n. A menudo, han de ser combatidas con la investigaci6n. Una de las cosas m 5 s importantes que puede lograr la investigaci611es convertir lo implfcito en explfcito y dar al pueblo conciencia de la naturalezaylas consecuencias que entranan esos postulados basicos que subyacen en sus actividades. Tal analisis crftico es muchas veces el primer paso de una transformaci6n constructiva. E n muchos pafses, las investigaciones sobre la comunicacibn pueden proporcionar un panoram a de la estructura de la comunicaci6n en la sociedad. Pueden mostrar c6mo estan distribuidos y se utilizan los medios de comunicaci6n y los 32 mensajes, cuales son las grandes influencias que se ejercen en las corrientes de informaci611 y de opinih, cuales son los factores restrictivos,que hay que hacer para llegar a capas m a s importantes de la sociedad, cbmo han de proceder los encargados del desarrollo para alcanzar esos sectores y c6mo se puede conseguir una utilizaci6n "en doble sentido'' de la informaci6n. Las investigaciones sobre la comunicaci6n pueden tambien desempenar un papel capital indicando la manera de activar la comunicaci6n en los sectores de la sociedad en que m a s falta hace "estimular el desarrollo" y que son precisamente aquellos en los que la participaci6n en los asuntos pdblicos es m 5 s limitada. Esto es lo que sucede con la poblaci6n rural en muchos pafses. Esta, pues, por un lado, el requisito previo de establecer una polftica de la comunicaci6n en cada pafs y, por otro, la necesidad evidente de obtener unos conocimientos, que s610 puede proporcionar una labor de investigaci6n, antes de poder formular una polftica adecuada de la comunicaci6n. E n un plano ideal, semejante uni6n de la polftica y de la investigaci611 deberfa basarse en un conocimiento exhaustivo del proceso de comunicaci6n y en las necesidades pdblicas, y no en unos conocimientos parciales y unas necesidades privadas, como ocurre todavfa con harta frecuencia.1 ) Dada esa necesidad de unas investigaciones sobre la comunicaci6n, ¿que clase de investigaci6n necesitamos hoy? Las investigaciones sobre la comunicaci6n son esencialmente un campo cuya problematica requiere la utilizaci6n de muchas disciplinas, o sea un enfoque verdaderamente pluridisciplinario. Quienes aportan los conocimientos tecnicos, los conceptos, las teorias y los metodos propios de sus disciplinas no pueden limitarse ya a seguir utilizando sus propias y limitadas estructuras de referencia. E n el nuevo enfoque de la investigaci6n que se requiere, psic6logos, soci6logos, especialistas en educaci6n, antrop6logos, economistas, crfticos literarios, tecn6logos y otros muchos especialistas han de formar parte de equipos que centren su atenci6n en zonas de problemas concretamente determinados. Las investigaciones sobre la comunicaci6n deben abarcar todos los aspectos del proceso de la comunicaci6n -como proceso total- sin disgregar sus elementos esenciales ni intentar estudiarlos por separado. L a investigaci6n dirigida solamente hacia uno u otro aspecto de la comunicaci6n no s610 ha conducido a errores sino tambien a un desequilibrio general de todo el campo de la investigaci6n. Adoptar un enfoque global no implica, por ejemplo, decir que no sirve de nada que 1) T o m o Martelanc, "Unesco Panel Charts 'Problem'A reas" Intermedia,International Broadcast Institute, W 5, 1974, pgg. 8 los psic6logos estudien los problemas especfficos a la percepci6n, el lenguaje, el desarrollo del cognoscitivo, etc. Implica, sin embargo, que en una esfera cientffica interdisciplinaria, los diferentes investigadores han de trabajar con arreglo a un plan com6n y persiguiendo un prop6sito comim que es el de precisar e intensificar nuestra comprensi6n de este fen6meno social y humano de vital importancia. E n suma, este moderno enfoque de la investigaci6n deberfa inspirarse en dos consideraciones predominantes: estudiar la comunicaci6n como un fen6meno global y estudiar los medios de comunicaci6n y del proceso de comunicaci6n en general dentro de un marco m a s amplio que sea a la vez social, politico y econ6mico. s610 de esta manera es posible evitar la fragmentaci6n y los desequilibrios del pasado. Control, propiedad, apoyos, recursos, producci6n, presentaci6n, contenido, disponibilidad, divulgaci6n, consumo, utilizaci6n, influencia y consecuencias son aspectos que pueden quedar incluidos dentro del marco general de la investigaci6n. Propuestas de investigaci6n Tras sentar las bases de unas investigaciones de interes social -sin dejar de reconocer por ello la necesidad especial y basica de una complejidad te6rica y de una metodologfa perfeccionada- la Unesco formul6 sus propuestas para un programa internacional de investigaciones sobre la comunicaci611, en tres secciones principales:l) L a comunicaci6n y la planificaci6n del c a m bio social. A este respecto, procede analizar m a s a fondo la relaci6n existente entre comunicaci6n y desarrollo, y tambiCn entre las polfticas nacionales y las estrategias de comunicaci6n, principalmente con caracter nacional pero realizando a la vez unos estudios a fondo en determinados sectores prioritarios. Esas investigaciones realizadas y coordinadas en el plano nacional, deberlan facilitar una comparabilidad transnaciona1 de los estudios efectuados y contribuir asimism o a que la experiencia de un pafs pueda facilitar una mejor planificaci6n del desarrollo y la estrategia de la comunicaci6n de otro. El marco 16gico de este primer tema y programa es la secuencia del proceso de planificaci6n. E n una sociedad en evoluci6n,la formulaci6n de la polftica y la planificaci6nde la comunicaci6n han de constituir un proceso dinamico, que tenga siempre en cuenta las necesidades cambiantes de los instrumentos de comunicaci6n m P s adecuados para esa sociedad. Se han de tener tambien en cuenta lo que son verdaderamente esos instrumentos, con sus posibilidades y limitaciones, asf com o los efectos econ6micos, sociales y morales de su desarrollo y de su utilizaci6n. Al llevarse a la practica los planes y programas, se requiere una evaluaci6n constante de los procesos y efectos de las operaciones. L a programaci6n en el tiempo del desarrollo global de los sistemas de comunicaci6n es tambiCn una actividad permanente, con objeto de acoplarla a las necesidades que se suponen con arreglo a la polftica nacional presente y futura. Esa m i s m a polftica nacional habra de ser reevaluada por otros investigadores y planificadores. Los medios de comunicaci6n social y la imagen que tiene el hombre en la s0ciedad.A este respecto se propone un programa multinacional de investigaci6n en materia de comunicaci6n que requiere el estudio pluridisciplinario de un solo dominio, de caracter m a s universal. Ese programa, que exigirfa tal estudio multidisciplinario estarfa encaminado a crear ''lazos" de los institutos de investigaci6n que podrfan asf coordinar y comparar sus estudios dentro del marco de un tem a general que serfa "LOSmedios de comunicaci6n social y la imagen que el hombre se forma de la sociedad". Se puede ver facilmente que muchos de los problemas de investigaci6n estan fntimamente ligados con los estudios que se considera adecuado realizar para ayudar a los pafses a elaborar su polftica y sus planes en la materia. L a "calidad multinacional" encontrarfa su expresi6n en la cooperaci6n que se establecerla entre los pafses e institutos para determinar los campos de la investigaci6n y asegurar la comparabilidad de los resultados de los estudios a largo plazo sobre la totalidad del proceso de comunicaci6n en cierto nflmero de pafses. Investigaciones sobre la estructura internacional de la comunicaci6n. A este remecto. habra que realizar estudios internacionales con objeto de contestar ciertas incisivas preguntas sobre la fndole de la comunicaci6n internacional, y a fin de establecer un marco general en el que pueden ensamblarse unos estudios nacionales. E n toda la perspectiva futura de la comunicaci6n internacional estan influyendo de modo decisivo los espectaculares progresos de la nueva tecnologfa de la comunicaci6n. Por un lado, la transmisi6n directa por satelite, por ejemplo, abre posibilidades inmensas de una m a s amplia comunicaci6n por encima de las fronteras geograficas, polfticas, ideol6gicas y culturales y, por otro, gracias a adelantos com o las cassettes, los discos, los facsfmiles o la televisi6n de recepci6n colectiva, los habitantes de un nfimero creciente de pafses pueden ensanchar cada vez m a s su gama de comunicaci6n -tanto la proyecci6n c o m o la recepci6n- median~ ~~~ ~ 1) . . . Unesco, Propuestas para un programa internacional de investigaciones sobre la comunicaci6n. COM/MD/20. 33 te un sistema internacional de comercializaci6n que opera casi independientemente de la capacidad nacional de producci6n. Las consecuencias y efectos -sociales, politicos, jurfdicos, culturales, morales, comerciales, educativos, etc. tienen una tremenda importancia en la formulaci6n de la planificaci6n y la polftica nacional de la comunicaci6n. - Intercambio y utilizaci6n de informaci6n sobre las investigaciones El n6mero y los tipos de instituciones que se dedican a al@n aspecto de las investigaciones sobre comunicaci6n varfa considerablemente se@n los pafses y las regiones. A menudo, los vfnculos estructurales entre ellas no estan bien establecidos. Los departamentos de producci6n e investigacibn de los medios de comunicaci6n socia1,las facultades universitarias de ciencias sociales,los servicios de investigaci6n de los ministerios de desarrollo econ6mic0, informacih, comunicaci6n, educaci6n, las oficinas de estadfstica, etc., tienen que coordinar y encauzar sus esfuerzos hacia una labor orientada a la resoluci6n de problemas, dentro del proceso de comunicaci6n en su totalidad. Todo esto ha puesto de manifiesto que unode los cometidos m 8 s urgentes de la labor de investigaci6n sobre comunicaci6n consiste en compilar, cotejar y comparar los estudios ya realizados, con objeto de llegar a una comprensibn internacional entre investigadores con respecto a unos denominadores comunes de metodologfa, terminologfa, teorfa, etc. Asimismo, para evitar las repeticiones, era y sigue siendo necesario saber "quien esta haciendo ya esto" y poder intercambiar datos y resultados de las investigaciones. Con este fin, la Unesco ha establecido y coordinado un pequeno ndmero de centros regionales de documentaci6n e informacih, encargados de promover y coordinar las investigaciones y de facilitar la difusi6n de sus resultados. Ademas de actuar como vfnculos vitales para el intercambio de informaci6n en el nivel naciona1,estos centros forman tambien parte de una red mundial concebida con la finalidad de compartir de u n m o do m a s amplio, en el nivel internacional, los conocimientos disponibles sobre comunicaci6nsocial. En un ano pr6ximo tendremos ya indices automatizados de esta informacih, con lo que podrem o s indicar a los terminales de computadora CU&les son los temas sobre los que deseamos ser informados y recibir a cambio unas hojas impresas que indiquen lo que existe y en d6nde debemos buscarlo. Tambien dispondremos de unas microfichas facilmente accesibles por lo que un usuario pedra encargar los informes que desee en una pequena pelfcula, que constara de unos pocos centimetros 34 y que le enviaran en un sobre. Todo esto sera m u y 6til. Pero la esencia del acto de compartir e interpretar las investigaciones sobre comunicaci6n es la formaci611 de personal encargado de utilizarlas e interpretarlas. "Si resolvemos este problema de personal, iremos camino de resolver el problema de dar una mayor utilidad a las investigaciones sobre comunicaci6n". ') U n importante problema mundial -que es com d n a todas las investigaciones (y no solamente a las que se refieren a la comunicaci6n)- y que afecta a todos los pafses, todas las universidades, todas las organizaciones de desarrollo y todos los medios de comunicaci6nsocial que desean que los recursos del saber humano sean utilizados m a s eficazmente es que la investigaci6n social no se aprovecha en el plano practico como se podrfa y se deberfa. Sabemos m a s de lo que utilizamos y, a consecuencia de ello, empleamos ineficazmente unos recursos que son, por lo m e nos, tan valiosos como el capital financiero o la tecnologfa de las maquinas. Se estima que el 90% de todos los cientfficos que han vivido y publicado un informe sobre investigaci&~ estan vivos en este m i s m o momento. Es posible que el 95% de todos los investigadores sobre comunicaci6n que hayan publicado alguna vez algo tambien esten vivos hoy y, aunque elndmero total no sea m u y grande, esta aumentando rapidamente. L a masa editada de investigaciones cientfficas de todos los tipos se duplicaaproximadamente cada diez anos, y una proporci6n considerable de ella se refiere a las investigaciones sociales. Las grandes bibliotecas del mundo han venido duplicando su tamano cada catorce anos, m a s o menos. A pesar de esta enorme afluencia de documentos e informes y de nuevos investigadores, la mayor parte de la producci6n no se concreta nunca en la practica ni repercute de un modo sensible en el mundo de los profanos. Con esto no se quiere decir que la utilidad directa y practica sea la dnica raz6n de la investigaci6n ni que todas las investigaciones deban tener rapidamente una proyecci6n practica. A m e nudo, quienes se dedican a las investigaciones b5sicas no saben si un determinado aspecto de su labor va a tener o no una utilizaci6n practica. No obstante, se trata de un problema de conciencia para muchos investigadores. Ven que hay grandes problemas sociales sin resolver, ya que el movimiento mundial de desarrollo va mucho m e nos deprisa de lo que podrfa. Advierten que algunas de las perspectivas que se derivan de un estudio intenso y sistematico sobre el hombre y la sociedad pueden resultar de gran utilidad. Ven que la energfa -una energfa de un tipo m a s valio- 1) Wilbur Schramm, "An open letter to MEDIA ASLA readers", Media Asia, an Asian Mass Communication Quarterly, Vol. 1. so todavfa que el petr6leo o la electricidad- se desperdicia en gran medida. Y se preguntan por que ocurre esto y que se puede hacer para solucionarlo. Una de las causas de este problema, en su aplicaci6n al sector de la comunicaci6n, es quiz5 la posibilidad de que un usuario dado disponga de demasiada informaci611 en un lugar dado. Aunque el estudioso y el intelectual pueden beneficiarse con ello, para el responsable politico, el planificador, el programador, el informador o el que trabaja en el plano practico todo esto plantea un problema. E s improbable que estos Clltimos tengan acceso a algo que no sea una minbscula fracci6n de todo ello. U n aspecto m a s importante todavfa del problema es que la investigaci611 de caracter social y psicol6gico resulta m a s diffcil de aplicar a un problema practico que la investigaci6n ffsica y qufmica. E n ningCln caso es posible aplicar los resultados de la investigaci6n sin tomar en consideraci6n las condiciones de su empleo. Ademas, la investigaci6n social y psicol6gica tiene pocas generalizaciones universalmente aplicables. L o que se refiere al comportamiento, las ideas olas actitudes humanas necesita normalmente una cierta matizacibn. Se ha observado que las conclusiones de una investigaci611 se aplicana un cierto tipo de situaci611en el que se dan ciertos elementos. No es posible aplicar automaticamente a otro lugar y a otro momento unas investigaciones sociales referidas a un lugar y un momento distintos. "A hora bien, la investigaci611 social tiene unos recursos considerables de energfa intelectual que solamente ha podido utilizar en una pequena y triste proporci6n en beneficio del hombre. Este es el problema clave: desperdiciamos una energia que nos es m u y necesaria". Ademas de lo anteriormente citado, Wilbur Schramm formula una sugerencia a este respecto. A su juicio, la comunicaci6n eficaz es un problema de personas, y no de cosas. Dice que, si queremos resolverlo, en la medida de que es posible resolverlo, esto no se lograra mediante satelites de comunicaci6n o proyectores electricos o metodos baratos de impresi6n o lectores de microfichas o la televisi6n, ni tampoco incluso las computadoras, aunque todos estos elementos puedan resultar de utilidad. Se resolvera preparando al personal necesario. Los terminos apropiados son "intermediarios" o "mediadores" porque esencialmente estamos intentando colmar la laguna que existe entre investigadores y usuarios, de todos los modos posibles, por ejemplo, "creando una familia de funciones de intermediarios, en parte para trasladar las conclusiones y la experiencia de la ciencia natural y en parte con fines de informaci6n social, dando a los planificadores y programadores de los organismos de desarrollo (y de otras entidades) unos pequenos conoci- mientos sobre los metodos de investigaci611social y las conclusiones de las investigaciones sobre la comunicacih, procurando m a s esforzadamente compartir los resultados de esas investigaciones que sus metodos, y mediante unos centros y servicios de compilaci6n y documentaci6n. l) E s diffcil hablar en funci6n de unas estructuras ideales de investigaci61-1,pero cabe recomendar sin vacilar que todos quienes esten en condiciones de influir en la politica de investigacibn -gobierno, consejos de comunicaci6n social, fundaciones, asociaciones profesionales, etc. se hagan por lo menos la siguiente pregunta al determinar su polftica de investigaci6n: ¿cual es el mejor modo de asignar los recursos con miras a solucionar unos problemas sociales concretos? Con arreglo a este programa destacan tres rumbos de actuaci6n: L a vinculaci6n y colaboraci6n de las instituciones especializadas en investigaciones de comunicaci&~, que tienen ya la capacidad de efectuar tales estudios a largo plazo, pluridisciplinarios y en equipo, para emprender programas paralelos basados en una concepcibn combn. Actualmente, este tipo de instituciones escasea todavfa demasiado en todo el mundo y se conocen m u y poco las unas a las otras. Los organismos internacionales y las asociaciones profesionales deberfan fomentar tal cooperaci6n interinstitucional. Unos programas bien concebidos de cooperaci6n en m a teria de investigaci6n podrfan recibir m a s facilmente apoyo de los organismos de financiaci6n. Se requiere u? mayor ndmero de instituciones especializadas en investigaciones sobre la comunicaci6n de esta Indole, a la vez con fines de desarrollo nacionaly de investigacibn internacional. Una vez definidas las tareas de investigaci6n y las "lagunas" institucionales que impiden su realizacih, habra que pensar en la creaci6n de instituciones especializadas que puedan llevar a cabo el trabajo necesario. E n ciertos casos, habra que solicitar asistencia tecnica y asesoramiento internacional o bilateral para contribuir a la creaci6n de las estructuras nacionales adecuadas y formar a los investigadores ne cesarios. E n algunas ocasiones puede ser necesario que esas instituciones especializadas en investigaciones sobre la comunicacibn asuman una funci6n regional, respaldando a unos centros nacionales con una capacidad especializada adicional de la que no se disponga fAcilmente en el plano local, o reemplazandolos cuando no existan. Por ejemplo, actualmente abundan m u y poco los planificadores competentes de la comunicaci6n y los analistas de sistemas de comunicaci6n, al igual que las personas capaces de concebir unas investigaciones fecundas que permitan adaptar la metodologfa de - 1) W. Schramm, ibid. 35 las tecnicas de investigaci611 a los distintos clim a s culturales y condiciones sociales. Unos centros regionales de investigaci6n y planificaci6n ayudarfan a los consejos nacionales de politica e investigaci6n al facilitarles la ayuda de esos especialistas, que trabajarian con equipos nacionales y formarfan a un personal hom6logo. Las 36 reuniones regionales sobre polftica de la comunicaci6n -que han de celebrarse m u y pronto- deberfan estudiar urgentemente la necesidad de establecer esos centros regionales de investigaci611 sobre la comunicaci6n y proponer medidas adecuadas para su creaci6n. Capítulo IV . La política de la comunicación Las estructuras sociales evolucionan en el marco de los mdtodos de comunicaci6n de que dispone la sociedad en un momento dado. Por consiguiente, unas nuevas estructuras sociales y los adelantos tecnol6gicos permiten la aparici6n de unas nuevas oportunidades y derechos individuales y sociales. L a moderna explosi6n de la comunicaci6n requiere un planteamiento te6rico m a s claro, e incluso inedito, de los problemas de la comunicaci6n, es decir, una nueva polftica de la comunicaci6n para dar nueva forma a las estructuras sociales y de comunicaci6n en los planos nacional e internacional. ') Todas las sociedades cuentan ya con una polftica de la comunicaci6n, ya que ninan Estado puede existir sin ella. Independientemente de que este explfcita en la legislaci6n, la constituci6nde unos c6digos deontoMgicos, o unas normas y procedimientos, o implfcita en una practica aceptada -habra una polftica de la comunicaci6n en los niveles nacional, institucional y profesional. Ahora bien, normalmente esas polfticas suelen estar latentes, fragmentadas y poco coordinadas, en vez de tener una clara armonizaci6n y articulaci6n. C o m o existen tales polfticas parciales de la comunicaci6n-.entodas las sociedades, lo que se propone es una formulaci6n explfcita y una exposici6n deliberadamente prospectiva de las practicas existentes ya a menudo en la sociedad. L a elaboraci6n de unas polfticas de comunicaci6n surge, por consiguiente, simultaneamente del analisis y consideracibn de las practicas existentes, y de la formulaci6n de nuevos principios y normas adecuados a la consecuci6n de los futuros objetivos deseables, esto es, una amalgama de experiencia practica del pasado y de perspectivas hacia el futuro. Dadas las grandes diferencias existentes entre las condiciones econ6micas y sociales y los sistemas polfticos de todo el mundo, no cabe concebir un finico planteamiento, sinom a s bien indicar los factores claves que deben considerarse aplicables en el contexto de cada pais y regi6n. L a polftica de la comunicaci6n puede ser m u y general, por la Indole de los objetivos y principios deseables, o tener un caracter m a s especffico y practicamente obligatorio. Puede existir o ser formulada en muchos niveles. Puede quedar incorporada a la constituci6n o legislaci6n delpais, a su polftica nacional global, a las directrices aplicables a las distintas administraciones,a unos cddigos deontol6gicos profesionales, asf como a la constituci6n y funcionamiento de sistemas concretos de comunicaci6n, tanto en el plano pClblico como en el privado. Puede tener unas dimensiones mundiales, regionales, nacionales o subnacionales. E n un momento u otro, todos los gobiernos se han ocupado de polftica de la comunicaci6n. Algunos de ellos han creado 6rganos permanentes o especiales para asesorarles o para ocuparse de elementos, principales o de menor entidad, de tal polftica. Aunque no forme parte de los objetivos oficiales declarados, puede, sin embargo, existir implfcitamente en las relaciones estable cidas entre el Gobierno y las instituciones, ya se trate de organizaciones de radiodifusi6n. de peri6dicos, de editoriales, de entidades profesionales, etc. Actualmente, es caracterfstico que las m e didas normativas en materia de comunicaci6nnacional corran a cargo de diferentes ministeriosy organismos. U n departamento de telecomunicaciones puede encargarse de la polftica y los planes de desarrollo del telefono y del telegrafo (por ejemplo, el importante tema de la asignaci6n de las frecuencias de radio), al paso que la radiodifusi6n propiamente dicha incumba a una organizaci6n totalmente aut6noma o a un ministerio de informaci6n o radiodifusi61-1,que se dedique adem a s a ciertos aspectos de la industria editorial - ~ 1) Unesco, Informe de la Reunibn de Expertos sobre Dolfticas v Dlaneamiento de la comunicaci&, COM/ulV;D/24. 37 como, por ejemplo, la prensa. Los ministerios de educacibn y cultura se dedican a una amplia gama de actividades audiovisuales y editoriales, al paso que el poder judicial quiz5 intervenga en relaci6n con los problemas de derecho de autor, difamacidn y calumnia. L a industria cinematografica puede depender en diverso grado de un contro? y fiscalizaci6n de la administraci6n local. Los ministerios de ciencia y tecnologia, asf como los que se ocupan del desarrollo del comercio y de la industria, tienen unas polfticas y actividades que influyen de un modo considerable en la capacidad y disponibilidad del material y equipo que constituye la base tecnica de los mediosde comunicaci6n. El ministerio de asuntos exteriores puede intervenir en aspectos internacionales de las comunicaciones como, por ejemplo, los acuerdos sobre el establecimientoy funcionamiento de instalaciones y servicios y el intercambio internacional de noticias y materiales de programas. E n muchos casos, el sector militar de la administraci6n central, por su misma complejidad y la envergadura de sus necesidades en m a teria de comunicaciones, ejerce una considerable influencia en las estructuras nacionales de comunicaciones. Al mismo tiempo, hay numerosas empresas de comunicaci6n no oficiales -peri6dicos, compaftfas cinematograficas, organizaciones de radiodifusi6n, etc. que tienen su propia polftica interna, aunque quiz5 operen, m a s o menos, en el marco de una polftica oficial. Con harta frecuencia, ocurre que esas actividades normativas, de planificaci61-1,de creaci6n y funcionamiento de sistemas se llevan a cabo de modo independiente. L a duplicaci611de instalaciones y de plantillas de personal puede ser laregla general y no la excepci6n, al proceder unas entidades y organizaciones que tienen necesidades similares de un modo irreflexivo, o a veces deliberadamente, sin tener en cuenta la superabundancia de unos esfuerzos que compiten los unos con los otros. Al mismo tiempo que las actividades de comunicaci6n y los cometidos normativos estan quedando cada vez m a s dispersos en la estructura oficial, aumenta tambien a menudo la proporci6n de fondos pfiblicos que se inviertenen comunicaciones, pero en cambio disminuye la capacidad de la gente de encauzar eficazmente estas inversiones. E n 1971, la Unesco inicid un programa de publicaci6n de una serie de monograffas sobre las polfticas de comunicaci6nde sus Estados Miembr0s.l) Su objetivo consistfa en promover unconocimiento m a s claro y preciso del concepto de polftica de comunicaci6n en los planos gubernamental, institucional y profesional, mediante el analisis por los Estados Miembros de sus polfticas respectivas. E n el nivel nacional, se definieron las polfticas de comunicaci6n como la suma total de las - 38 utilizaciones conscientes y deliberadas, las m e didas (o la falta de medidas) en una sociedad encaminadas a atender ciertas necesidades de comunicaci6n mediante una utilizaci6n 6ptima de los recursos materiales y humanos al alcance de la sociedadgt2). L a polftica nacional implica unas decisiones sobre la institucionalizaci6n de los m e dios de comunicaci6n y sus funciones. Tambien entrana un control en la medida en que vela por que la actuacibn de esas instituciones vaya encaminada hacia el bien comdn. E n el formato convenido para esos estudios, se especifica que, despues de esbozar el concepto de polftica de comunicaci6n y describir el sistema de comunicaci6n social en el marco de las estructuras socioecon6mica y cultural del pals, se analice el lugar que ocupan en la sociedad nacional los medios de comunicacidn social en tres niveles distintos: el pdblico, que se basa en la legislaci6n vigente, el analisis de la organizaci6n y funcionamientode las institucionesde comunicaci6n social y SU actuacih, y el lugar que desempenan en la sociedad quienes forman parte integrante de este sector profesional. A este respecto, es importante recordar que estos y otros estudios sobre polftica de comunicaci6n examinan las polfticas de los pafses tal como existfan en el momento de realizarse tales estudios, E s m u y posible que, una vez terminada esta primera fase del analisis, los pafses adviertan la necesidad de realizar estudios mucho m a s crfticos en el futuro. Dimensiones e intereses de la polftica de la comunicaci6n "Las polfticas de comunicaci6n son series de principios y de normas establecidos para orientar el comportamiento de los sistemasde comunicacibn".~) 1) 2) 3) Unesco, Communication Policies in Hungary, de Tamas Szecsko y Gabor Fedor, Parfs,1974 Unesco, Communication Policies in Ireland, de John Stadeton, Parfs, 1974 Unesco. Communication Policiesin the Federal Republic of Germany, de Walter Mahler yRolf Richter, Parfs, 1974 Unesco, Communication Policies in Sweden, de Lars Furhoff, Lenart J8nsson y Lenard Nilsson, Parfs, 1974 Unesco, Communication Policies in Yugoslavia, de Miodrag Auramovic, Stevan Marjanovic y Prvoslav Ralic, Parfs, 1975. Unesco, Working Notes for Meeting of Coordinators of Communication Policy Studies in Europe, Parfs, 22 de septiembre de 197-1, pag. 2. Unesco, Informe de la Reuni6n de Expertos sobre polfticas y planeamiento de la educacih, COM/MD/24, p5g. 9 Su orientaci6n es fundamentaly a largo plazo, aunque pueden tener consecuencias operativas de importancia a corto plazo. Se moldean en el contexto del concepto general que tiene la sociedadde la comunicaci6n. C o m o emanan de las ideologfas polfticas, de las condiciones sociales y econ6micas del pafs y de los valores en que se basan esas ideologfas, procuran ligar todos esos elementos a las necesidades reales y las oportunidades futuras de "comunicaci6n". Uno de los modos de describir las dimensiones que acotan el ancho campo de lo que est5 en juego en la polftica -y en la planificaci6n- de la comunicaci6n podrfa ser el siguiente: el sistema de comunicacibn, sus elementos integrantes y sus estructuras; las funciones del sistema; los "clientes" o el ptiblico que utiliza el sistema, diferenciado con arreglo a los grupos de edad, los estratos socioecon6micos, el sexo, el e m pleo, su condicibn urbana o rural, las persuasiones, etc. ; los tipos de informaci6n que transmite el sistema y sus elementos integrantes: noticias, aspectos recreativos, informaci611general, educacibn, mdsica, datos, conversaciones, opiniones, form a s culturales, etc. ; os valores y las cualidades del contenido de esa informaci6n como, por ejemplo, objetividad, verdad, idoneidad, eficacia educativa, violencia, humor, sexo, difamacih, etc. ; sda una serie de consideraciones sobre el sistema, sus funciones, su ptiblico, los tipos de informaci611 y sus cualidades, incluidos los aspectos politicos, legislativos, sociales,Bticos, temicos, econ6micos, de gesti6n, la construcci6n, las leyes, los reglamentos, los c6digos, las normas, los resultados de investigaciones, los niveles nacionales, locales instituciones y profesionales. L a adici6n de los elementos de cada una de estas dimensiones da un ntimero elevado y c o m plejo de sectores de polftica y planificaci6n,m u chos de los cuales son importantes para un pafs concreto. Al establecer una polftica nueva e integrada de la comunicaci6n, habra que tomar en consideracibn, en forma de ejercicio sistematico, los diversos sectores de interes al respecto. Para formular unas polfticas de comunicaci6n se requiere examinar, identificar y determinar: El.alcance de los sistemas de comunicacidn (zonas geograficas abarcadas,poblaci6n destinataria). Las polfticas pueden tener alcance nacional, afectar a todos los pafses o al menos interesar a diversos pafses de la regi6n. Sin embargo, dentro de las polfticas nacionales o codo a codo con ellas, pueden ser igualmente importantes para determinados sectores de la poblaci6n (sectores geograficos determinados, o poblacidn que posee caracterfsticas etnicas, lingMSticas, laborales, etc. comunes). D e ahf que la primera tarea consista en determinar las caracterfsticas de la poblaci6n afectada por un sistema de comunicaci6n y especialmente el pfiblico al que se destina. Este sector puede darse por conocido, por ejemplo: toda la naci6n es el pfiblico; pero con frecuencia u n m e todo global de ese genero puede resultar ilusorio y perjudicial para satisfacer las mdltiples necesidades de comunicaci6n de diferentes partes de la poblaci6n. Puede ser necesario tener en cuenta diversas minorfas, o incluso mayorfas, que en las condiciones existentes no tienen acceso adecuado a la comunicaci6n (poblaci6n rural, clase trabajadora inferior, mujeres). A ese respecto, es igualmente importante considerar que grupos estSn actualmente al margen de las polfticas de comunicacibn existentes. Los grupos que no form a n parte del pfiblico, o los ptiblicos excluidos, pueden ser tan importantes para la polftica como los propios pfiblicos presuntos. Los principios y normas, esto es, los valores inherentes al carScter, funciones y necesidades de la sociedad y que rigen -o deben regir- la actuaci6n del sistema de comunicaci6n. Los sistemas de comunicaci6n pueden entranar criterios de valor en dos sentidos diferentes: una serie de valores concierne a la estructura de un sistema de comunicaci6n que inevitablemente tiene repercusiones en SUS funciones sociales y en el contenido de sus mensajes; esos valores se ponen de manifiesto contestando a preguntas tales como: Les un sistema en uno o dos sentidos, fomenta las posibilidades de retroacci6n y de comunicaci6n multilateral? ¿ cual es su relativa independencia de las tensiones y presiones pollticas y econ6micas? i c6mo reacciona a las divergencias de intereses y de opiniones de la sociedad? L a segunda serie de valores concierne a la corrientede mensajes dentro de un sistema de comunicacipn, es decir, a los criterios normativos en que se basa la selecci6n y la formulaci6n de mensajes. Puesto que cada vez se comprende mejor que los sistemas de comunicacibn no son sencillamente canales desde los centros de poder establecido hacia el ptiblico en general considerado como una "meta", debe preguntarse si los valores que rigen las estructuras de las instituciones de comunicaci6n permiten que el pdblico en general sea igualmente una fuente de comunicaci61-1,si esos valores respetan el derecho del individuo a comunicar, ofrecen el acceso general al sistema y facilitan la retroacci6n. Otro criterio de valor emana de la evaluaci6n crftica del control de los sistemas de comunicaci6n y del servicio que pueden prestar a lasnumerosas minorfas que constituyen la mayorfa de la opini6n y de los intereses de la poblaci6n. E n gran parte puede decirse lo mismo sobre 39 el proceso de "filtrado" que se produce normalmente en todas las instituciones de comunicaci6n cuando toman decisiones sobre que informaci611 ha de difundirse, que informaci6n no se publicara y en que forma se presentara esa informaci6n. E n lo que se refiere a los valores implicados en el contenido real de la corriente de comunicaci6n, cabe subrayar que las consideraciones de polftica s610 pueden aplicarse a los mensajes que estan -o deberfan estar- destinados al consumo del pbblico, como es normalmente caracterfstico de los medios de comunicaci6n social, y a los tipos de datos de origen pfiblico, como sucede enel intercambio de informaci611entre bancos de datos. Otros mensajes tales como la correspondencia privada y las llamadas telef6nicas, estan fuera del alcance de las polfticas de comunicaci6n, stricto sensu. Una consideraci6n del criterio de valor del contenido no implica ni sugiere un control detallado de ese contenido. L a atenci6n se concentra en la identificaci6n y la determinaci6n de los valores reflejados en la corriente a largo plazo de los mensajes. Los valores pertinentes para las polfticas de comunicaci6n deben emanar de los valores basicos de la vida humana, tal como se expresan en la Declaraci6n de Derechos Humanos, se interpretan en funci6n de las respectivas ideologfas pollticas y toman forma concreta en los valores que determinan la vida social, econ6mica, educativa y cultural del pafs. Esos valores no son fijos sino que cambian con la mutaci611 constantede valores inherente a la evoluci6nde las necesidades sociales y de la opini6n pfiblica. Los criterios de valor pueden tambien ser importantes para formular polfticas sobre la relaci6n entre sistemas de comunicaci6n nacionalesy extranjeros. 4 C 6 m o pueden protegerse y expresarse los valores -y culturas- nacionales? ¿ E n que valores se basa la actual corriente de informaci6n hacia el pafs y desde el pafs? ¿Que otros valores deben perseguirse y en que forma? ¿Que valores deben orientar los programas dedicados a otros pafses y el intercambio y la difusi6n de un programa internacional? Al identificar y determinar los valores que implica la comunicaci6n, habra que considerar las funciones sociales de la comunicaci6n, ya que una consideracidn esencial para la determinaci6n de los valores normativos es la influenciaque ejerce la comunicaci6n sobre la sociedad y sus individuos. C o m o las funciones sociales de la comunicaci6n implican necesidades de comunicacibn, la identificacibn y la determinaci6n de valores para el sistema de comunicaci6n implica la consideraci6n simultanea de valores sociales, funciones sociales y necesidades sociales. Los elementos manejables -materiales y humanos- de los sistemas de comunicaci6n, que constituyen los elementos esenciales d e a plani40 ficaci6n y las estrategias de comunicaci6n. Dentro de la corriente total de comunicaci6n, habra que determinar los elementos que parecen m a s adecuados para la aplicaci6n de polfticas. Se proponen como marco varios sectores distintos, aunque relacionados entre SI, quedando ententido que esos sectores habran de referirse a los criterios de valor antedichos y que tendran repercusiones sobre los aspectos del proceso de comunicaci6n que no son directamente manejables. E s evidente que una visi6n tan amplia contiene gran cantidad y diversidad de detalles, cuyo analisis requiere un volumen impresionante de experiencia, tiempo y recursos. E n la practica, no es posible formular y aplicar polfticas a menos que se hayan determinado esferas importantes de interes. E n cada caso debe hacerse la siguiente pregunta: ¿cuales son los puntos de apoyo importantes y manejables donde la aplicaci6n de las polfticas de comunicacibn puede tener mayor influencia y eficacia a largo plazo? C o m o ya se ha mencionado en otro contexto, la evaluaci6n crftica del control de los sistemas de comunicaci6n es una preocupaci6n eminentemente estructural de las polfticas de comunicaci6n. Esto impone no s610 sujeciones generales al sistema de comunicacidn -consideracionespolfticas, incentivos econ6micos, respuesta a las preferencias del pdblico, orientaci6n hacia funciones sociales-, sino tambien un analisis de los valores en los que se basa la adopci6nde decisiones en las propias instituciones de comunicaci6n. U n segundo aspecto de la polftica relacionado con las estructuras y la administraci611, se refiere a las instalaciones tecnicas que permiten la producci6n, difusi6n y recepci6n de los mensajes. Esos recursos pueden denominarse el "equipo" de los sistemas de comunicaci6n. El estudio del equipo no se limita al conocimiento y la determinaci6n de los medios tecnicos m a s adecuados para los fines de un determinado sistema de comunicaci6n. Los "recursos tecnicos" pueden tambien entranar la producci6n, la importaci6n y la venta de equipo. Ademas, hay que tener encuenta ciertos aspectos de los recursos de comunicacibn generales del pafs -infraestructuratecnica, por ejemplo, electrificaci6r1, transporte, etc. en la medida en que estan directamente relacionados con la creaci611y el funcionamiento de servicios de comunicaci6n. U n tercer aspecto son las estructuras administrativas que rigen cada sistema de comunicaci6n y la coordinaci6n y el planeamiento generales de la comunicaci6n. E s esencial especificar el tipo de control que requiere cada parte del sistema, determinar las consideraciones administrativas predominantes (por ejemplo, servicio pfiblico o comercial)y determinar la funci6n de las instituciones gubernamentales, parlamentarias, administrativas y pdblicas de otro tipo. Tambien es - importante que los encargados de formular lapolftica investiguen cuales son las lfneas de mando y c6mo responde el sistema a la influencia y a las reacciones de otras esferas de interes -por ejemplo, educacibn, agricultura, asuntos culturales- asf como de los propios usuarios o destinatarios. El personal y la formaci6n para las instituciones de comunicaci6n es igualmente una responsabilidad que no puede dejarse a la iniciativa independiente. Cada pafs, como parte integrante de su politica de comunicaci6n, ha de prever que tipo de profesionales debe formar, en que ndmero y en que niveles. S610 de esa forma se puede conseguir el equilibrio entre la necesidad real de esos profesionales y las necesidades actuales y potenciales del sistema de comunicacidn que han de hacer funcionar. Ademas, la formaci6n nodebe concentrarse exclusivamente en las tecnicasde producci6n-distribuci6n, sino que tambien debe tener debidamente en cuenta las necesidades del pais en investigadores y profesores en tecnicas de comunicacibn. L a economfa por la que se rigen los sistemas de comunicaci6n es una evidente preocupaci6n para los encargados de la polftica. Esto comprende en primer termino los costos y beneficios relativos de los gastos pdblicos en comunicaci6n, pero va m a s alla, porque incluso cuando no intervienen fondos pttblicos, la economfa de las empresas de comunicaci6n tiene repercusiones en la economia del pais en su conjunto, asf como una influencia directa sobre el contenido y la funci6n social de los medios de informaci6n. E n efecto, muchos de los fines de las pollticas de comunicacibn pueden alcanzarse gracias a medidas econ6micas y financieras. Estrechamente ligadas a lo anterior, estan las condiciones jurfdicas que rigen las empresas de comunicaci6n y que influyen en quienes pueden ingresar en ellas o encontrar su expresi6n por medio de ellas. La evaluacibn y el reconocimiento pttblico de los derechos, los deberes y los 1fmites juridicos existentes son una de las bases para la elaboraci6n de las futuras polfticas decomunicaci6n. Mas alla de la estructura jurfdica general estln los problemas jurfdicos concretos, tales como los siguientes: derecho de autor yderecho de los ejecutantes, derecho internacional, legislaci6n laboral, imposici6n, etc. L a lista anterior no pretende ser exhaustiva. Se trata de una simple indicaci6n de diferentes aspectos que los encargados de formular la polftica deben tener en cuenta cuando concentren su atenci6n en los sistemas de comunicacibn. Parricipaci6n en la iormulaci6n de políticas de comunicaci6n. ¿Quienes estan implicados? Una pregunta m u y pertinente es esta: “LQuienes estan implicados en la polftica de comunicaci6ny en su formulaci6n? I I Dado su gran alcance, las polfticas de comunicaci6n requieren una participaci6n responsable en muchos niveles distintos. Organo ejecutivo. C o m o la comunicacidn traspasa las administraciones establecidas y es un factor polftico, la experiencia en otras esferas indica que la orientacidn basica de las polfticas y la coordinaci6n necesaria para concretarse y traducirse en planeamiento, debe ser sancionada por las maximas autoridades del Estado. C o m o m u chos medios de informaci6n solamente son econ6micos si se aplican en gran escala y se integran en el proceso total de la comunicaci6n social, la coordinaci6n tiene que reflejarse en toda la jerarquia polftica y administrativa. Esto raramente es posible a menos que se autorice desde arriba. Antes por el contrario, en ambos casos se tratara de garantizar la libertad individual de expresi6n y comunicacidn en unos sistemas que sean compatibles con las necesidades de dialogo social. Los 6rganos legislativos desempenan una importante funci6n tanto por medio de las leyes relacionadas con asuntos de comunicaci6n que pueden aprobar como mediante la asignaci6n de recursos presupuestarios. A menos que los legisladores comprendan la importancia de la comunicacidn y que exista una estrecha cooperaci6n con otros sectores, hay pocas perspectivas de conseguir la coordinaci6n necesaria y de asegurar la funci6n constructiva de la comunicaci6n en la sociedad. Los 6rganos legislativos podrfan examinar la utilidad de crear subcomisiones sobre polfticas y planeamiento de la comunicaci6n. Autoridades encargadas del planeamiento social y econ6mico. L a coordinaci6n de los sistemas de comunicaci6n, su integraci6n en las objetivos sociales y econbmicos del pals y la asignaci6n de los importantes recursos necesarios para el desarrollo nacional de las infraestructuras de comunicaci611 requieren decisiones de las autoridades de planeamiento. Los diversos ministerios y sus consejos de daneamiento no se refieren s610 a aauellos ministerios directamente encargados de los recursos de comunicaci6n y de su empleo sino a todos los ministerios que intervienen en cualquier form a de comunicacibn y son usuarios potenciales de los medios de comunicaci6n -educaci6n, agricultura, trabajo, sanidad, etc. asf como los servicios tecnicosy sociales que dependende ellos o que funcionan con relativa independencia en sus esferas. L a experiencia ha demostrado que laintegraci6n de los medios de comunicaci6n en importantes sectores, tales como la educaci6n o la agricultura, puede seguir siendo marginal a m e - __ I ~~ - 41 nos que se establezca en el planeamiento especffico de esos sectores. C o m o el Ministerio de Hacienda influir5 directamente en el desarrollo y el empleo de los medios de comunicaci6n m e diante las polfticas fiscales y aduaneras, deber5 intervenir igualmente en el nivel del planeamiento. Empresas de comunicaci6n. Comprenden en primer termino los medios de comunicaci6n social pero tambien las telecomunicaciones, el almacenamiento y la recuperacibn de datos, asf como las industrias que producen el equipo necesario y pueden proporcionar informaci6n y programas a los sistemas de comunicaci6n. Las organizaciones profesionales cuyos miembros estan -directamenterelacionados con los m e dios de comunicaci6n -asociaciones profesionales, organizaciones sindicales- asf como a las organizaciones que tienen personal de instituciones academicas y de formaci6n relacionadas con la comunicaci6n. Existen en todos los pafses, y las situaciones varfan en funci6n de la estructura de los distintos medios de comunicacibn. La mayorfa de ellas persiguen la finalidad de proteger sus condiciones de trabajo, pero hay muchas que se preocupan tambien por mantener el nivel profesionaly tecnico. Existen tambien federaciones internacionales de asociaciones nacionales, asf como de individuos, tecnicos y profesionales de los medios de comunicaci6n social, encargadas de prestar asistencia a sus miembros y de promover la cooperaci611 entre ellos. Cuando funcionan bien,esas organizaciones profesionales (en todos los niveles) desempeRan un importante papel en lo tocante a mejorar la eficiencia tecnica y a fomentar entre sus miembros el sentido de la funci6n de los m e dios de comunicaci611 social y de su propia responsabilidad. El ciudadano tiene un interes directo en las polfticas de comunicaci6n. Los valores y la selecci6n que orientan la comunicaci6n afectan a sus intereses personales. E s un comunicador por derecho propio y necesita acceso a los medios con fines de participaci6n y expresi6n. Debe estar en condiciones de beneficiarse de los servicios posibles de la comunicaci6n: informacibn objetiva, educaci611, orientacidn y formaci611 profesionales, empleo del tiempo libre y necesidades culturales. El ciudadano puede influir en las polfticas de comunicaci6n de diferentes maneras, tales como la representaci6n. las organizaciones voluntarias interesadas directamente por los medios de comunicacidn o que representan fuerzas sociales y culturales que buscan acceso a la comunicaci6n, las formas de acci6n directas y los debates polfticos (incluidos los debates por conductode esos medios). Los metodos para la participaci6n del ciudadano variaran segdn las sociedades pero no puede negarse su importancia. El especialista en ciencias sociales puede aportar una contribucidn esencial para formular 42 las polfticas de comunicaci6n, proporcionando informaci6n tanto cuantitativa como cualitativa sobre la estructura de la sociedad asf como sobre el contenido y la influencia de los mensajes transmitidos por los sistemas de comunicaci6n. La funci6n del economista es crucial aunque limitada. El mismo se considera como un racionalista en el proceso multidisciplinario de preparaci6n de la polftica y procura organizar y dar coherencia al proceso. Su labor consiste en continuos esfuerzos para estimular a los encargados de tomar una decisi611 a que adopten procesos organizados de adopci6n de decisiones y a que recurran a los datos b5sicos para cada decisibn. Por consiguiente, su tarea consiste en preparar tdcnicas cada vez mejores para reunir datos y analizar los resultados en forma que puedan utilizarlos facilmente los encargados de tomar decisiones polfticas. El economista especializado en comunicaci6n debe ser capaz no s610 de evaluar las opciones que otros le presenten, sino de ampliar la gama de metodos potencialmente aplicables para conseguir un objetivo social determinado. Tambien se espera que defina las consecuencias en terminos de costo y de beneficios de diversas series de objetivos y que trace estrategias de costos mfnimos para los encargados de formular la polftica. Sin embargo, no puede esperarse que haga una selecci6n definitiva entre las finalidades de la polftica o que formule planes definitivos. U n dtil punto de partida para un gobierno consistirfa en estudiar la posibilidad de crear unconsejo nacional normativo, como 6rgano nacional -entre otros- de organizacibn,coordinaci6ny control del programa de investigaciones sobre la comunicaci&~, y como dispositivo necesario para una eficaz aplicaci6n de la polftica de comunicaci6n y para traducirla en unas estrategias de planificaci6n. Aunque no es el Clnico modo de fomentar la participaci6n pfiblica en la formulaci6n de las polfticas, un consejo de polftica de comunicaci6n podrfa constituir ciertamente una tribuna abierta y determinar los sectores prioritarios y las posiciones claves y preparar el camino para su eventual realizaci6n. Ese consejo puede ofrecer la primera oportunidad para reunir a personas interesadas y acopiar informaci6n de los mdltiples sectores interesados. El consejo podrfa asignar tareas de investigaci61-1,cotejar informaciones y estimular discusiones preparatorias en muchos niveles; ulteriormente podrfa elaborar polfticas o asesorar sobre ellas al gobierno y a las instituciones de comunicaci6n. U n consejo de polftica de comunicaci6n s610 pedra funcionar eficazmente si tiene caracter estable y dispone del presupuesto y el personal necesarios, C o m o las decisiones en materia de comunicaci6n pueden determinar la marcha de los acontecimientos para varios anos, es necesario prepararlas y examinarlas detenidamente. Esto requiere que el consejo de comunicaci611 tengauna estabilidad considerable aunque, por supuesto, pueda renovarse regularmente su composici6n. Puesto que la investigaci6n y la reuni611 de datos son procesos costosos que requieren especialistas y servicios apropiados, haran falta asignaciones econ6micas especiales para que pueda encargarse a las institucionesacademicas,a los servicios econ6micos y estadfsticos y a otros organismos que reunan y analicen la informacibn requerida. Por SU parte, el consejo necesitara personal,oficinas y fondos. Por consiguiente, la constituci6n del consejo requiere importantes decisiones de polftica por parte de las autoridades, decisiones que por sf mismas plantearln problemas basicos sobre la importancia y la funcibn de las polfticas de comunicaci6n. E n cada caso habrl que examinar si esas decisiones deberan ser tomadas por los 6rganos ejecutivos o los legislativos, si los recursos financieros procederan ,3610de fondos pdblicos o tambien de organismos de comunicaci6n e instituciones academicas interesadas y si se podran encontrar recursos adicionales de fundaciones y organismos internacionales. Inicialmente, estos consejos podrfan desempenar funciones de asesoramiento y presentar informes a los 6rganos responsables. Cabrfa tambien encomendarles unas ciertas atribuciones de ejecuci6n. E n principio, deberfan estar integrados por personalidades del mundo de la polftica, la administracit~n,los profesionales de la comunicaci&~, los investigadores especializados, etc. Sus funciones principales serran las siguientes:') promover analisis coherentes, racionales y detallados de las polfticasy los controles existentes y de los objetivos nacionales de comunicacibn; determinar los derechos, los intereses, las obligaciones y la interdependencia de diferentes instituciones de comunicaci6n dentro de la sociedad; aumentar la eficacia de la aplicaci6ny la inversi6n de recursos econbmicos y materiales frecuentemente limitados, estableciendo prioridades y reduciendo las contradicciones internas; proteger los derechos y los intereses de diferentes sectores que intervienen en empresas de comunicaci6n proporcionando una tribuna para un debate y un esclarecimiento continuos; proporcionar un marco para prever los cambios en la tecnologfa de los medios de informaci6n, evaluando su utilidad para promover objetivos nacionales e internacionalesy senalando SUS posibles efectos nocivos; realizar una funci6n escrutadora para prever importantes innovaciones tecnol6gicas en la escena internacional que puedan ser tambien importantes como ''saltos cuanticos" en el planeamiento nacional de la comunicaci6n; identificar importantes problemas de la comunicaci6n internacional que condicionan la polftica nacional; asegurar la compatibilidad nacional con las norm a s internacionales; permitir que la naci6n pueda intervenir en los debates internacionales sobre comunicaci6n de un modo coherente y 16gic0, y recomendar las oportunas medidas diplomPticas con respecto a los asuntos que afecten a la comunicaci6n internacional. Finlandia fue uno de los primeros pafses en crear una comisi6n relativa a la futura polftica de comunicaci6n. A principios del presente decenio, se constituyd un "Comite para examinar las iniciativas que deberfa tomar el Estado sobre los problemas de comunicaci6n social y para establecer un modelo administrativo de 6rgano estatal encargado de los problemas de polftica de la comunicaci6n con caracter centralizado". 2, Este comitd expuso que en los pr6ximos anos la evoluci6n de los medios de comunicaci6n social requerirfa que el Estado tomara iniciativas e n m e dida creciente. E n los anos venideros, se prevefa a la vez una evolucidn cualitativa y cuantitativa del sector de las comunicaciones, en relaci6n con el cuallos problemas m a s importantes para Finlandia en m a teria de medios tradicionales se refieren a la distribucibn, los gastos y la lentitud. Se concebfa esta evoluci6n en el sentido de utilizar los medios de distribuci611 m a s baratos y eficaces, es decir, la transmisi6n elettrica por cable o la teledistribuci6n, incluida no solamente la difusi6n de la televisi6n sino tambih otras aplicaciones como los facsfmiles, la transmis311 de impulsos de datos de una computadora a otra, etc. L a red electr6nica y de cables prevista habrfa de poder transmitir informaci611masiva a amplios sectores del pbblico: ciudadanos, con todas sus exigencias de comunicaci6n. y empresas privadas e instituciones pdblicas. Se requerirfan unas inversiones financieras m u y grandes. Una evoluci6n con tan amplias repercusiones para todo el sector de las comunicaciones suponfa la elaboraci6n de un plan global por las autoridades estatales. E n consonancia con los hechos determinados en el estudio de ese comitd, el Consejo de Estado de Finlandia decidi6 el 28 de junio de 1972 crear una Comisi6n de Politica de la Comunicaci6n,con objeto de acotar los problemas de comunicaci6n 1) 2) Unesco, Informe de la Reunibn de Expertos sobre poli'ticas y planeamiento de la comunicacibn, C O M / M D / 2 4 , pAg. 21. Gobierno de Finlandia. Memorandum del Consejo de Estado, Helsinki, junio de 1972. 43 social y de adopcibn de las iniciativas que habrfa de tomar el Estado a ese respecto, y preparar los planes pertinentes para resolverlas. L a labor de esta comisi6n consistirfa en lo siguiente: estudiar la estructura y la situaci6n econ6mica de la prensa finlandesa y preparar una propuesta de organizaci6n de los medios de prensa; estudiar las medidas a las que deberfa recurrir el Estado para poder mantener una agencia de noticias con una calidad suficiente de servicios prestados a todos los medios de comunicaci6n social, y analizar los reajustes administrativos que pudieran promover este apoyo por parte del Estado; 44 precisar el desarrollo de las tecnicas de comunicaci6n y preparar una propuesta relativa a unas medidas estatales con ese fin; analizar los problemas de legislacibn internacional y de derecho de autor propios de las nuevas modalidades de comunicaci6n social; estudiar la necesidad de centralizar los problemas de polftica de la comunicacidn en la administracidn del Estado y formular las propuestas pertinentes; al examinar las necesidades de semejante centralizaci6n y preparar unas propuestas normativas, el Comite debfa tener tambien en cuenta las modalidades de comunicaci6n que no figuraban en sus atribuciones. Capítulo V De la política a la planificación L a planificacidn de la comunicacidn solamente puede produci se en el contexto de una polrtica de comunicacidn . Comprende las medidas necesarias para el establecimiento y funcionamiento en la sociedad de unos sistemas de comunicaci6n integrados y funcionales. E n un plano ideal, ha de relacionar el proceso de comunicaci6n con la planificacidn social y econbmica, con las opciones polfiicas y culturales y con la aplicacidn de la comunicacidn a los muchos sectores que la necesitan pero que, en general, no se encargan directamente del funcionamiento de medios de comunicaci6n. H a de relacionar la comunicacidn mediada con la comunicacidn interpersonal e incorporar esta dltima cuando est6 directamente relacionada con los medios de comunicacibn, por ejemplo, debates de grupo, retroacci6n, investigacidn. H a de coordinar y proyectar los procesos de comunicacidn mediada en su totalidad para aprovechar delmodo m& eficaz y econdmico todos los cauces disponibles. H a de proyectar y podrfa determinar el funcionamiento de medios concretos de comunicacidn tanto con unas medidas tomadas en el nivel de la administraci6n central -por ejemplo la introducci6n de la comunicaci6n por satelite O la televisi6n- y, m a s concretamente, promoviendo la acci6n en el plano de las distintas instituciones, por ejemplo, organizaciones de radio y televisi6n, servicios de prensa, empresas cinematograficas, etc. Lato sensu, la planificaci6n de la comunicaci6n comprende el establecimiento y desarrollo de una infraestructura para la difusi6n de informaci6n, el marco juri'dico y administrativo de los sistemas de comunicaci6r1, el establecimiento y utilizaci6n de los medios de comunicaci6n y los de participacidn pública y retroacci6n, la creaci6n de instituciones profesionales y la formaci6n de personal. Los planes deben ajustarse a las necesidades de los usuarios y basarse en una labor de investigaci6n. Se disefiarauna infraestruc tura de telecomunicaci6n de modo tal que atienda fi las demandas proyectadas, entre otras, de los medios de comunicaci6n social en sus diversas formas y de la red de transmisi6n de datos entre los centros de documentaci6n y las instituciones cienti'ficas. L a planificaci6n de unos sistemas de comunicacibn integrados es tambien un ejercicio pluridisciplinario, que entrafia la intervenci6n de las autoridades de los sectores de la informaci6n, la radiodifusi61-1,la educaci6n, la cultura, la planificacidn econbmica, las telecomunicaciones, el desarrollo agrfcola y la educaci6n sanitaria, asi' como de las empresas de comunicaci6n social y de los profesionales de la comunicaci6n. Aunque normalmente el establecimientoy desarrollo de sistemas de comunicaci6n requiere una planSficaci6r1, no siempre puede ser obvia la necesidad de un plan, ni tampoco resultar claros los objetivos a largo plazo,para los encargados de la planificaci6n inicial. Al multiplicarse los sistemas de comunicaci6n. es a menudo necesario declarar los objetivos globales para la utilizaci6n de medios de comunicacibn, especialmente en aquellas sociedades que esperan mucho de la aplicaci6n de las nue vas tecnologras. Una caracterfstica importante de las actividades de comunicaci6n en casi todas las partes del mundo es la pobreza de los mecanismos de coordinaci6n y planificacidn de los diversos elementos integrantes o para tener en cuenta las complejas interdependencias entre la comunicaci6n y otros sectores de actividad.Dado el rapido desarrollo y difusi6n de los nuevos medios tecnol6gicos de comunicaci6n, -lo cual permite configurar de nuevo la circulaci6n de 1) Unesco,-%forme de la Reunidn de Expertos sobre la administraci6n y el planeamiento de nuevos sistemas de commicaci6n,COM/MD/29, Pari's, 28 de marzo de 1974. 45 ideas e influencias en nuestras sociedades-, se estima que los mayores beneficios derivados del tratamiento de la comunicaci6n como sector coherente contrapesarfan holgadamente el costo elevado de los anllisis. Planificacidn estrategica y operacional L a planificaci6n suele empezar por una declaracidn de objetivos ¿A d6nde nos proponemos ir? ¿por que? tan sdlo entonces cabra determinar cuales serln los rumbos posibles para llegar alli'. Las respuestas dependeran de donde estemos en este momento concreto, es decir, icuAl es nuestro punto de partida?, y esto dltimo queda planteado o contestado por unas investigaciones sobre comunicacidn. M a s alla de las polnicas y en el marco de la pla~ificacidnde la comunicacidn, se han identificado a la vez unos procesos estrategicosl)y de planificacidn operacional2). L a planificacidn estrategica determina los distintos modos posibles de alcanzar unas metas de gran alcance y establece el marco de referencia para la planificaci6n operacional, m A s inmediata; traduce los objetivos generales de la polrtica de la comunicacidn en unos enfoques sistemlticos y en unos objetivos precisos. C o m o las decisiones concernientes a la aplicacidn y a las estructuras de las tecnologjlas de comunicacidn han de ejercer efectos durante m u chos aflos, es importante que se tomen en el marco de un plan estrategico a largo plazo. Por ejemplo, la introduccidn de la televisidn en un pars; el establecimiento progresivo de una red terrestre de comunicaciones; la eventual utilizaci6n de la comunicacidn por satelite; la creacidn de industrias del papel, de la imprenta o electrdnicas, todo ello determina el futuro a largo plazo de la comunicacidn en un pars. Anslogamente, las decisiones relativas al regimen jurfdico, las finanzas y las responsabilidades p6blicas de los m e dios de comunicacidn pueden tambien condicionar en tal medida las prlcticas futuras que haya que tomarlas no s610 teniendo en cuenta las polrticas generales, sino tambien dentro del marco de un planeamiento estrategico que procure encaminar el desarrollo de la comunicaci6n hacia los fines deseables de la sociedad y al mismo tiempo evitatar toda duplicaci6n y despilfarro econ6mico indebidos. Debido a las diversas tradiciones, idearios y aspiraciones de las diferentes sociedades no se considera posible en esta etapa establecer modelos generalizados para la elaboraci611de planes estrategicos en el sector de la comunicaci6n.aunque se sugiere que el futuro trabajo de investigaci6n se oriente hacia esa posibilidad. E n general, se observan dos posiciones diametralmente opuestas entre las que cada pars pue46 de escoger posiciones intermedias: - la intrusi6n del planeamiento en los servicios de comunicaci6n exclusivamente cuando la aparici6n de nuevas tecnologi'as requiera reglamentaci6n y definici6n, o cuando se necesiten amplios y nuevos servicios de comunicaci6n que una economfa de mercado no proporcionari'a; el planeamiento integrado y centralizado del sector de comunicaci6n en todas sus dimensiones como una parte esencial del proceso polrtico y de edificacidn estatal. E n realidad, el planeamiento estrategico de la comunicaci6n se efectuara bajo ciertas sujeciones que actúen en mayor o menor grado de todas las sociedades. Una dificultad que encuentran los planes estrategicos a largo plazo son los rapidos cambios en la tecnologfa y en las actitudes de los usuarios. Otra dificultad es que los fines, los objetivos y las funciones sociales de la comunicaci6n pueden requerir modificaciones en unas condiciones econ6micas y sociales en evoluci6n. Una tercera dificultad procede de que la comunicaci6n inevitablemente implica una combinaci6n de iniciativas públicas y personales. Con gran frecuencia, se presentan mdltiples objetivos. Los medios de comunicacidn no proporcionaran simplemente un servicio o un producto concreto, sino que tendran que aceptar gran variedad de peticiones desde los puntos de vista econ6mic0, social, polrtico y creador. Por consiguiente, se han ideado procedimientos de planeamiento para atender esta variedad de objetivos y para tener en cuenta los adelantos tecnolbgiCOS futuros. Al mismo tiempo, se subraya que esas sujeciones no deben constituir un argumento hasta el punto de que los gobiernos y las empresas de los medios de informaci6n menosprecien 0 rechacen la importancia del planeamiento estrategico, ya que de otra forma se planteari'a una situacidn en la que se contraen obligaciones a largo plazo sin tener debidamente en cuenta sus 00 nsecuencias. Esas decisiones requieren un examen público y una eleccidn deliberadayno pueden dejarse por completo a la iniciativa de los ingenieros, los juristas u otros especialistas. - L a expresidn "planificacidn estrat6gica" tiene, sobre todo en el contexto de la planificaci6n de la comunicaci6n, una cierta connotacidn de manipulacibn, o por lo menos de posibilidad de manipulacibn. Ahora bien, como no cabe negar esta posibilidad, es preferible conservar la expresibn, pese a esa connotacibn, con objeto de reflejar m A s adecuadamente la situacidn real. 2) Unesco, Reunidn de Expertos sobre polrticas y planeamiento de la comunicaci6n,COM/MD/24, Parfs, 1973. 1) Existen decisiones de planeamiento estrategivital que afectan directamente el planeamiento operacional, a saber: los proyectos a corto plazo con repercusiones de largo alcance, tales como los que atarien a la formaci611 y a la investigacih, a la integraci611 de las comunicaciones,en la educacibn, a la creacidn de centros de formaci6n profesional, al establecimiento de facultades de comunicaci6n en las instituciones docentes, a las disposiciones, no s610 para el empleo de la tecnologia en la educaci6n, sino tambien para inculcar una mejor comprensi6n de la comunicacidn y la capacidad de expresarse por medio de la tecnologfa moderna. Todo ello requiere contraer obligaciones basicas que seran efectivas en los anos venideros. El planeamiento operacional traduce las politicas y los planes estrategicos en movilizacidn de recursos materiales y humanos, en estructuras administrativas y operacionales, en categorras de produccidn de programas y en formas de intervenci6n que van m a s alla del proceso de produccidndistribuci611 (coordinaci6n con otros organismos, recepcibn, retorno de informacidn). Ese planeamiento abarca la contratacidn y la formaci6n de personal y la cooperaci6n con especialistas O instituciones que pueden prestar servicios esenciales: institutos tecnol6gicos, industria, servicios de es tadi'stica e investigaci6n, etc. El planeamiento estrategico y operacional es un proceso continuo y no meramente la redaccidn de planes que se consideran definitivos. Mientras que se aplica un plan se est5 preparando el siguiente y existe un retorno continuo de informacidn entre esta preparacidn y la ejecucidn real en funcidn de la evolucidn de las necesidades y las tecnologras. Evidentemente, eso constituye una responsabilidad primordial de la "administracich" pero a SU vez esta necesita el asesoramiento y la orientaci6n de los planificadores profesionales de la comunicacidn. E n teori'a, serfa m u y satisfactorio que la accidn se desarrollara sucesivamente con arreglo a estas etapas: polfticas, estrategias, planeamiento operacional, presupuesto. Sin embargo en la realidad, el planeamiento y la aplicacidn operacional pueden preceder a la formulacidn de polfiicas, L a aparicidn de nuevas tecnologras, particularmente notable en la esfera de la comunicacidn, las iniciativas de potentes empresas, tanto ptíblicas como privadas y engendradas en el exterior, y las necesidades inmediatas de las redes de comunicacidn para extender su influencia y mejorar su calidad, conducen a acciones en las que nunca se han tenido en cuenta los efectos a largo plazo. Con frecuencia, los ingenieros y los organismos reguladores no comprenden que sus decisiones, tomadas dentro de un contexto limitado para alcanzar fines inmediatos, pueden determinar el futuro de la comunicaci6n durante CO los decenios futuros. Si el planeamiento operacional y las polfticas no se coordinan pueden producirse considerables despilfarros y conflictos. En esa relaci6n entre los diferentes aspectos de las polfticas y del planeamiento en los niveles central y operacional, asf como las sujeciones que las polfticas y el planeamiento de la comunicacidn pueden imponer en diferentes sociedades, hay un peligro de excesiva subdivisidn. L a administraci6n regional requiere la divisidn del trabajo y de las responsabilidades pero no en detrimento de la accidn efectiva e innovadora. L a innovacidn requiere romper con los compartimientos tradicionales, intelectuales y administrativos. Esto es particularmente importante en materia de comunicacidn. E s necesario avanzar (en caso necesario cuidadosamente) desde las practicas presentes hacia las polfticas futuras y las deciones de aplicacidn prsctica. E n este proceso, se requiere una retroaccidn continua entre los diferentes elementos de la cadena polftica-planeamiento-ejecucidn.Si los encargados de las poli'ticas, las estrategias y el planeamiento operacional estan separados unos de otros en cada aspecto importante, los resultados ser5n probablemente contradictorios e incluso contraproducentes. Las polfticas de comunicaci6n son en gran parte un asunto del que debfan ocuparse los brganos centrales de un pars, mientras que el planeamiento y especialmente el planeamiento operacional, debfa estar mucho m& cerca del funcionamiento de las empresas de medios de informacidny por consiguiente, mucho m a s descentralizado. El planeamiento operacional s610 puede ser hecho por los que tienen la responsabilidad directa del funcionamiento de los medios de comunicacibn. Aun sin negar la importancia de las polfiicas de comunicacibn adoptadas en un 6rgano central, esa divisi611 debe tener en cuenta la complejidad de los procesos de comunicaci6n y la necesidad de incorporar las politicas al funcionamiento de cada subsistema. E n el proceso de planificaci6n de la comunicaci6n surgiran parametros basicos, dificultades, factores limitadores, zonas de problemas y cuestiones institucionales. L a planificacidn asume dis tintas caracteristicas según el medio politico, social y organizativo en el que se lleva a cabo. En las economfas de planificaci6n centralizada, el proceso de planificacidn tiende a adoptar formas distintas en distintos sectores (incluida la comunicaci6n) para zonas geograficas diferentes y para plazos de tiempo tambien distintos: planificaci6n a plazo largo, medio y corto. E n aquellos paises en los que predominan unos sistemas de control y propiedad múltiples, es probable que existan diferentes puntos de interrelaci6n entre los enfoques de planificaci6n estrategica y operacional. Tambien pueden darse las caracteristicas 47 de ambas modalidades, combinadas con los problem a s especfficos de un pars concreto. En definitiva cada pafs, ya sea desarrollado o en vfas de desarrollo, ha de concebir su propia estrategia de planificacidn. C o m o ya ha quedado dicho, se pueden hacer planes estrategicos para los medios de comunicacidn social en diversos niveles de la estructura y que controle y dirija esos medios, ya se trate de una entidad oficial o privada. Es caracterfstico, en cambio, que la planificacidn operacional corra a cargo de los propios profesionales de los medios de comunicacidn social, normalmente en respuesta a recomendaciones y necesidades del público, mientras actdan con arreglo a los parametros polfticos y jurfdicos existentes. Asf pues, en el proceso de planificacidn de la comunicacidn, en el plano estrategico y en el operacional, se requiere una buena capacidad de adaptacidn, que tenga en cuenta y concilie diversos factores limitadores practicas. LOSsistemas de comunicacidn que persiguen una finalidad educativa, por ejemplo, entranan los siguientes objetivos y necesidades especfficas: planificacidn y control, produccidn y presentacidn, transmisibn, repeticidn o distribucidn, adminis tracidn y coordinacidn administrativa, direccidn y orientacidn, determinacidn de las respuestas observables y aprendizaje activo, cauces de retroaccidn y evaluacidn permanente, y mantenimiento y regeneracidn de todo el sistema. E n las dos fases de planificacidn y realizacidn, hay que proporcionar cauces, instituciones, organismos y servicios e instalaciones para poder llegar a atender todas estas funciones. Al mismo tiempo, esta descripcidn de un sistema de comunicacidn al servicio de la educacidn puede resultar tambien iddnea al definir las Consideraciones y conceptos esenciales del proceso de planificacidn estrategica relacionados con la perspectiva global m S s a m plia de la comunicacidn. Los elementos correspondientesa la planificaci6n de la comunicacibn son fundamentalmentesimilares a los otros contextos y dispositivos de planificacibn yenfoques de gestibn, que pueden observar-. se en todo contexto de planficacidn del desarrollo. Pero lo m a s importante es que ello depende dela precisidn con la que se formulen los objetivos en la fase de la planificacidn estrategica, en la cual hay que saber identificar y, en caso necesario, eliminar las contradicciones y las incoherencias. E n esa situacidn pueden surgir a menudo diversas tensiones. Puede haber una tensidn entre el objetivo econdmico -ser autosuficiente u obtener beneficios- y el objetivo social,fomentarciertos cambios en las actitudes o en el comportamiento. Tambi6n puede haber una tensidn entre los objetivos financieros y administrativos: actuar eficazmente con una economi'a de recursos, y las exigencias psicoldgicas y arti'sticas del escritor o del productor, que aspira a tener la maxima li- - bertad posible con respecto a las trabas y presiones exteriores. Las diferencias de orientacidn y antecedentes, como las que existen entre distintas unidades y personal que intervienen en diferentes partes del proceso de comunicacidn, pueden provocar tambien tensiones o equi'vocos. Ciertas disciplinas, por ejemplo, las que entranan actividades de retroaccidn y evaluacidn, tienen una derivacidn tedrica, que a menudo es m u y distinta de la del productor O distribuidor. Esto no solamentepuede provocar una ruptura de la comunicaci6n entre las distintas partes del sistema sino tambien la adopci6n de unos procedimientos inadecuados de concepci6n en los subsistemas. Tampoco hay que olvidar el factor politico al abordar este tema de la planificaci6n y la realizaci6n. A menudo, toman decisiones unas entidades polfticas y legislativas que no participan directamente en la cadena de planificaci6n. E n todo modelo de proceso de planificaci6n habra que tener en cuenta estos elementos aleatorios. Hay que comprender tambien que una planificaci6n de la comunicaci6n m d s precisa y coherente repercute de un modo radical en la sociedad y en todos los sectores que la integran. El hecho de invitar a los medios de comunicaci6n a promover la integraci6n y el desarrollo nacional puede desencadenar unas exigencias ulteriores en el sentido de dar de hecho una nueva forma al proceso de desarrollo. L a capacidad del público de efectuar una retroacci6n mediante una tecnologfa m a s perfecta de la comunicacidn puede suscitar la exigencia de una revisidn del propio sistema politico. Necesidad de datos para el proceso de planificaci6n U n marco 16gico y realista para un programa nacional de investigaciones sobre la comunicaci6n es la secuencia del proceso de planificacidn. Com o ya ha quedado dicho en los capitulos anteriores, las investigaciones sobre comunicacidn pueden proporcionar una descripcidn de una pauta de comunicaci6n de la sociedad que todavfa no existe en general y, una vez que el Gobierno tenga ensu poder datos podra perfeccionar considerablemente su polftica nacional y reajustar sus planes de operaciones y desarrollo mucho m d s rigurosamente de lo que es posible hoy en dfa. El proceso de planificaci6n de la comunicaci6n en un pars entrafia las siguientes actividadesl): compilacidn de datos bdsicos y analisis sistematico de las caracterfsticas del pafs en lo - 1) Unesco,COM/NID/ZO y Unesco,Revised Guidelines for the Economic of National Communication Systems, COM/WS/366, Parrs,febrero de 1974. relativo a densidad de poblaci6n, limitaciones geogrdficas de la comunicacibn, variedad de las estructuras sociales, ecologfa y agricultura, transportes, comunicaci ones, movilidad de la poblaci6n, electrificaci61-1,capacidad industrial, capacidad de la mano de obra, etc., elaboraci6n de un inventario de los recursos actuales en materia de comunicaci6n en el que figuren los medios de informaci6n, modernos y tradicionales, y en el que se analice la diversidad de las actuales estructuras de la comunicaci6n. E n ese inventario ha de figurar tambien el estudio del pdblico y de la manera cómo utilizar los instrumentos de comunicacibn, etc., analisis critico de las polfticas actuales o de carencia de esas polfticas de la comunicaci6n que tenga en cuenta aspectos tales como lapropiedad, los centros de decisi6n, las estructuras, etc., analisis cri'tico de las necesidades de c o m u m caci6n de cada sociedad, especialmente en relaci6n con el contexto social y las estructuras actuales en materia de comunicaci6n, y con el uso que se hace de los instrumentos de comunicaci6n, analisis de lo que representa la comunicacidn en todos los aspectos de los planes y pmgram a s de desarrollo nacional, a fin de determinar las necesidades de los programas en el terreno de la comunicacidn y la capacidad de comunicaci6n indispensable para la ejecucidn del plan. Hay que conciliar esas necesidades con los medios y la capacidad de que se dispone, analisis de las limitaciones que influyen en el desarrollo y las estructuras de la comunicacibn, definicidn de los prop6sitos y objetivos de las futuras polfticas de la comunicaci6n. Estudio de las necesidades futuras y proyeccidn de las posibles estrategias y de las estructuras concebibles para la preparaci6n de metodos diferentes, teniendo en cuenta las necesidades de personal, equipo, capital, investigaci6n y formaci6n, en la medida correspondiente a los valores y los objetivos de la sociedad, analisis de la importancia econ6mica, sociai cultural y educativa de las posibles estrategias y estructuras de la comunicaci6n y, a base del inter& mayor o menor que presentara, selecci6n de las necesarias para poner enprgctica los planes y los programas, programaci6n del desarrollo general de los sistemas de comunicacidn con una secuencia 16gica que corresponda a las necesidades que se supone existiran en las actuales y futuras condiciones, como un aspecto de la polfticay la planificacidn del desarrollo nacional. E n primer termino, se puede suponer que en la mayor parte de los paises, existe ya una gran - - - - - - - cantidad de datos bdsicos reunidos por las oficinas del censo, los servicios de estadi'sticas, los servicios geograficos y geol6gicos, los ministerios de educaci6n, agricultura, sanidad, etc. L a selecci6n de los datos tomados en esas fuentes asi como el cotejo de los adecuados para la planificaci6n de la comunicaci6n junto con un segundo analisis de esos datos desde el punto de vista de la comunicaci6n serdn aspectos importantes de la investigaci6n en este dominio. Los datos so bre los sistemas de comunicaci6n s610 tendrdn verdadero sentido cuando esten correlacionados con la estructura demogrdfica y fkica del pais de que se trate. L a elaboraci6n de un inventario de los recursos de cada pai's en materia de comunicaci6n con el fin de establecer un cuadro completo de las corrientes de la comunicaci6n en la sociedad- es el punto de partida de todos los demds estudiossobre los diferentes factores que rigen el proceso de la comunicaci6n. Ese inventario proporcionar& las bases estaticas para el estudio de la dinamica del sistema. Sin ese esquema de conjunto, los trabajos de investigaci6n careceran de perspectiva y las decisiones sobre politica estardn basadas en una apreciaci6n superficial de los resultados pasados, la capacidad actual y las futuras posibilidades. Ese inventario tiene que ser a la vez cualitativo y cuantitativo. Es importante que figuren en 61 datos empfricos de caracter estadfstico y descriptivo sobre lo siguiente: - instituciones de producci6n y distribucibn, aspectos financieros, personal, equipo, difusi6n y alcance, clasificadas por medios de informaci6n (radio, TV, prensa, etc. ); form a s de gesti6n (pública, privada, etc.), procedencia de los ingresos (licencias, publicidad, etc.), - produccidn de esas instituciones, calculada en el espacio y en el tiempo, y clasificada en grandes categorias (noticias,recreo, educaci6n, publicidad, etc. )I), - consumo, medido según el tiempo dedicado a los medios de informacidn y clasificado según las variables demogrdficas de la sociedad. E n la mayorfa de los parses, se dispone de datos sobre muchos de esos aspectos de la estructura de la comunicaci6n, pero rara vez se han recogido en conjunto para formar un cuadro completo de la totalidad de los recursos del pafs en esta materia. U n ejemplo serfa el caso de algunos pak ses en los que resulta fdcil encontrar estadfsticas de difusi6n de la prensa, pero no hay dados c o m - - 1) Unesco, Report of Meeting on Typologies of the Content of Radio and Television Material, Budapest 1973, y Unesco, Meeting on Statistics for Radio and Television, Parrs, abril de 1974. 49 pletos sobre la estructura ecori6mica de los m e dios,de comunicaci6n social; esta Última informaci6n econ6mica serfa importantfsima para el estudio crftico de las poli'ticas actuales de comunicaci6n. C o m o parte de la labor de planificaci6n y c o m pilaci6n de datos, el programa de investigaciones sobre la comunicaci6n habra de estudiar en relaci6n con las actuales poli'ticas de la comunicaci6n siguientes cuestiones: ¿Quienes son los propietarios de las instituciones de los grandes medios de informaci6n? Son nacionales, extranjeros? ¿Cual es la forma de esa propiedad? ¿Hay dispersidn o concentraci6n? L Hay empresas que poseen diversos medios de informaci6n? Hay empresas organizadas sobre bases an6nimas o sobre bases nominales? Cual es la fuente de recursos? L Es en su mayor parte comercial, oficial, O de ambos tipos y, en este lgltimo caso, en que proporciones? ¿Los fondos proceden s610 de la publicidad o hay otros elementos tales como subvenciones, desgravaci6n de impuestos, etc. ? ¿Qu6 origen tienen los fondos? ¿Nacional, extranjero? Hay una fuente predominante de recursos? ¿Quien decide en el medio de informacidn considerado que se comunicara y ia forma enque se difundira, es decir, propietarios, directores, especialistas? ¿Que valores reconocen los propietarios, directores y especialistas de los medios de informacidn y cual es su actitud respecto al des* arrollo? ¿Quien toma las decisiones de "publicar o no publicar" y de "dar importancia o no dar importancia" y en qu6 normas o criterios se basa para hacerlo? E n comparacidn con los profesionales de otras actividades cdmo se remunera a los profesionales de los medios de informacidn? ¿Cual es el metodo para contratar, cual es el tipo de formacidn (oficial o no oficial) de los profesionales de los medios de informaci6n, de que modo parecen influir esos factores en sus actividades y comportamiento con respecto a la comunicacidn diaria? Una vez compilada la informacidn sobre factores tales como la propiedad, fuentes de financiamiento, funcionamiento y decisiones sobre la poli'tica que haya de seguirse (que se toman diariamente en los diferentes niveles de los medios de informacidn), el siguiente paso importante de la investigacidn -en el marco de la compilaci6n de datos para la planificaci6n- sera analizar el contenido de los mensajes emanados de tales instituciones. L a regularidad de la orientacidn de su contenido ayudara a identificar los objetivos reales de lapolfiica de la comunicacidn. Ese analisis permiti50 rfa descubrir las tendencias de la opini6n y de la informacidn que podri'an ser comparadas despues con las polfticas declaradas y con los objetivos del desarrollo nacional. E n el estudio crftico del contenido de la informaci6n y con el fin de lograr una indicacidn m a s completa de los lazos entre la poli'tica de comunicaci6n enunciada y la practicada, parecen ser m a s importantes las siguientes esferas de analisisl): L a comunicacidn est5 o no orientada hacia el desarrollo o hacia el subdesarrollo; naturaleza y proporciones de la comunicacidn ("irnportante" o "trivial"). Funcianes de socializacidn: ¿Qu6 tipos de normas y valores enseflan ("refuerzan O discuten) a la poblacidn los medios de comunicacidn y en qu6 medida su papel esta vinculado con el desarrollo: cdmo alientan o desalientan al prLblico para que tenga ciertos comportamientos? Integracibn: contribuyen o no esos medios a la cohesidn de la sociedad y a la unidad nacional? Espi'ritu de innovacidn: ¿Los medios de COmunicacidn incitan a su pfiblico al conformism o o al espiYitu de innovacidn? Compatibilidad: ¿Suministran los medios al plrblico mensajes adaptados a su cultura y a sus tradiciones o le orientan en otras direcciones (valores impli'citos -por m u y sutilmente que sea en la televisidn e historietas c6micas, noticias, etc.)? Mercantilismo: ¿Incitan a la gente -por m e dio de la publicidad, las noticias y otros m a teriales- a tener comportamientos excesivos en materia de consumo? Si es asi', ¿cuales son las consecuencias probables de ello en el desarrollo? Antes de que se pueda definir una poli'tica nacional y elaborar un plan nacional de comunicacidn, la investigacidn habra de dar una respuesta a toda una serie de cuestiones compiladas. El problema se puede reducir al de las limitaciones -interiores o exteriores al pai's- que influiran en la poli'tica y en las orientaciones posibles del desarrollo de la comunicacidn. Los obstaculos que se han de estudiar al nivel nacional son: Las limitaciones de caracter econdmico al - 1) El analisis del contenido no bastara para determinar todos los factores y deberg ir acompanado de una comprobacidn de las preferencias del público con los diversos medios de comunicacidn y mensajes. AdemBs, la investigacidn que compare los sistemas de valores del p6blico con los comunicados por los drganos de informacidn establecerra un paralelo importante para el estudio. desarrollo de los drganos de informacidn, nivel de inversiones en el sector de la comunicacidn que es posible alcanzar dentro del plan econdmico nacional, personal capacitado y otros recursos humanos de que se dispone; polftica de importacidn y exportacidn de equipo y de materias tal como el papel, etc. Problemas de interfaz de infraestructura tales como el cardcter y la capacidad de las redes de telecomunicaci6n,la electrificacih; los servicios de conservaci6n; la capacidad de la industria nacional de producir materiales de informaci6n como los aparatos de televisi6n y de radio, etc. - Limitaciones de lhdole social y poli'tica; grupos lingtlfsticos, nivel de alfabetizacibn; antagonismos religiosos,&nicos, etc. Hay otros factores limitativos poderosos que influyen, por decirlo asi', desde el exterior, en la poli'tica nacional. Pueden reunirse bajo el nombre generico de "factores limitativos extranacionales" y aunque se hayan de determinar en el plano nacional, requieren ser estudiados por especialistas de la comunicacidn en el plano internacional (vease el Capi'tulo II). Se trata de problemas tales como: las normas tecnicas, el poder monopolhtico de la inversibn, el derecho de autor y de ejecucidn, la atribucidn de frecuencias, los servicios telegrsficos y de las agencias internacionales de informacidn, la composicidn del trafico internacional de las comunicaciones, radiodifusi6n y televisidn extranjeras, etc. El inventario descriptivo de los diversos aspectos de la comunicacidn social no se ha de form a r de una vez para siempre sino que ha de ser puesto al di'a a intervalos regulares con objeto de indicar las tendencias y los cambios. Las tendencias se han de senalar junto con los nuevos datos y se han de registrar cada vez que se considere apropiado. L a reunidn de datos para ese inventario se harsforzonamente sobre todo a un nivel nacional, pero es indudable que facilitara tambien una base fitil para compilar los datos indispensables para la investigacidn a nivel internacional. A este respecto, es probable que organizaciones internacionales, como la Unesco 21, organizarh una compilaci6n de los datos nacionales recogidos con objeto de constituir un inventario internacional de hechos bisicos comparables en materia de comunicaci6n social. - Aspectos econdmicos y financieros de los servicios de comunicacidn. Evaluacidn econdmica de los sistemas de comunicacidn C o m o sabemos, para ser eficaz, una buena investigacidn en materia de planificacidn y poli'tica de la comunicacidn ha de tener en cuenta todas las variables que intervienen en la decisidn. Ninguna conclusidn es determinante. Por esta razdn, com o ya ha quedado dicho, esa labor de investigacidn es intrlhsecamente pluridisciplinaria. Las decisiones fundamentales sobre la i'ndole de los sistemas de comunicacidn dependen de elementos de la psicologfa, la sociologfa, la economfa, las ciencias polfticas, la teori'a de la organizacidn, la tecnologi'a y las ciencias ffsicas asi'como de unos juicios sobre los valores sociales. E s cierto que los valores y la filosofi'a social desempefian un papel m 8 s importante en este tipo de investigacidn que en otros tiempos. Tambien es cierto que la economi'a y los estudios tecnicos deben desempefiarlo del mismo modo. L a economi's es la ciencia de la asignacidn de unos recursos escasos, y todo enfoque o esfuerzo de planificacidn es una asignacidn de recursos escasos entre unos objetivos que compiten entre si'. L o que es, o sers, tecnicamente posible constituye asimismo un elemento esencial al abordar el problema de una buena planificacidn de las comunicaciones. Desde 1971, la Unesco ha preparado sistemsticamente unas directrices y las ha sometido inicialmente a prueba en diversos parses seleccionados, con fines de evaluacidn econdmica y planificacidn de los sistemas de comunicacidn nacional11 E n este caso como en otros, la hipdtesis de trabajo esencial ha consistido en que, hoy en di'apingtín pai's puede descuidar el funcionamiento de su sistema de comunicacidn. D e un modo simplificado, se considera que al economista le incumbe una tarea de transformacidn en la que: a) los datos y b) los juicios de valor intervienen como factores para conseguir unos resultados (productos) que consisten en: c) unos objetivos econdmicamente medibles y d) otros objetivos relacionados con la sociedad. objetivos econ6micamente medibles juicios de / valor \ d) otros objetivos relacionados con la sociedad Unesco. Propuestas para un programade investigaciones sobre la comunicación, COM/MD/PO.1971, Anexo I, páginas 1-3,se presentauna investigación de las principales sugerencias ("listas de indicadores"), que se divide en tres partes: I. Sistemas de producción y de difusión; II. Contenido dela información; III. Consumo yutilización,comprendiendo cada parte una propuesta relativaalas estadisticas basicas cuantitativas y unas seccionessuplementacon datos no cuantitativos y propuestas de investinaciones comnlementarias. Unesco, Economic Evaluation of National Communication Systems, COM/WS/366, 1974. I I 51 L a tarea m a s simple es una evaluacidn econdmica basada en unos datos para conseguir unos resultados en la esfera econdmica (a c). Ahora bien, en el contexto de la planificacidn y la poli'tica de la comunicacidn, predomina la tarea de (c + d). transformacidn m a s compleja: (a + b) L a falta de una teorfa tradicional para abordar esta labor plantea una estimulante oportunidad. Por sf solo, el economista no puede escoger de entre los varios objetivos que cabe asignar a la comunicacidn. Su labor queda determinada por un orden de prioridad previo de los objetivos.Sin embargo puede contribuir al proceso de seleccidn precisando cuales van a ser las repercusiones de un rumbo de actuaci6n propuesto. A menudo, los objetivos no destacan como indicadores de la orientacidn futura sino que son gufas operacionales interiorizados que se derivan de una actividad anterior. Por ejemplo, en el mismo caso de los servicios de comunicacidn, los objetivos se pueden expresar con arreglo a un aumento de la diversidad de las fuentes de informacidn, de una transmisidn por radio o televisidn m a s flexible y economica de una ampliacidn de las posibilidades de eleccidn para el usuario, o de unas mayores oportunidades de participacidn entre ellos. En terminos econdmicos precisos, la evaluacidn de los medios de comunicacidn no plantea un problema especial cuando los ingresos totales obtenidos bastan para sufragar los costos totales incluidos unos beneficios adecuados del capital. E n tal caso, el proyecto de comunicacidn reunira los requisitos pertinentes si su rentabilidad es superior a un nivel determinado, estipulado por las autoridades de planificacibn. Ahora bien, en muchos casos, hay una disparidad entre los costos totales y los ingresos obtenidos con las ventas, los derechos de licencia0 la publicidad, porque los precios o licencias se fijan en un nivel que se aparta del obtenido por medio de los mecanismos de mercado. Esto se debe a que, a menudo, los gobiernos se interesan por lograr el acceso m a s amplio posible a los medios de comunicacidn, debido a su vertiente de servicio pdblico, sin embargo, el elemento dominante de la mayorfa de los medios de comunicacidn es el de consumo o recreativo. Si los elementos supuestos de servicio pdblico justifican ese apartarse del equilibrio o del nivel de mercado y por consiguiente, unas consignaciones presupuestarias para enjugar el deficit de ingresos consiguiente, cabra considerar los ingresos obtenidos directamente por los medios de comunicacidn como el equivalente en valor de su vertiente de consumo o recreativa. E n tal caso, la evaluacidn econdmica de dichos medios pasa a ser esencialmente una comparacidn entre los beneficios econdmicos y sociales de su vertiente de servicio pdblico, por un lado, y el VOlumen de la subvencidn pdblica, por otro. Se propone la siguiente clasificacidn: - efectos econdmicos que pueden suscitar aumentos directos de los ingresos nacionales, por ejemplo, servicios de extensidn agrrcola: en principio se pueden medir, ya sea calculando el efecto de los ingresos o bien los costos ahorrados; - efectos econdmicos que traen consigo una m e jora de los factores de produccidn, por ejemplo, programas de educacidn y sanidad: sulamente se podrfan medir en el caso de que quepa establecer un concepto bien definido de los distintos costos ahorrados; en la vertiente de la produccidn, el problema equivale a evaluar otras inversiones de sanidad o educacidn; se han establecido metodos al respecto, pero no tienen todavh una aceptacidn universal; - estan, por dltimo, los efectos econdmicos y sociales, cuya medicidn no solamente queda obstaculizada por la escasez de datos adecuados, lo cual es un problema general, sino por la inexistencia total de una metodologfa para medir sus efectos de un modo que puedan utilizarse en un razonamiento econdmico; y posiblemente las mejoras de la administracidn pfiblica, de la integracidn nacional, de la calidad de la vida urbana, etc. ; se trata de los valores sociales residuales de la comunicacidn, que habra que cotejar con las subvenciones, excluidos los efectos econdmicos medibles. Procede destacar que los lfmites del analisis econt~mico, tal como han quedado esbozados,no son fijos sino que se pueden ampliar, estableciendo nuevos metodos para determinar los beneficios en terminos econdmicos coherentes, por un lado, y mejorando los datos de otros sectores,pOr otro., D e hecho, la falta de datos adecuados para determinar el valor de los parametros cruciales es el principal obstaculo que se opone a que el economista desempene un papel m a s importante en la evaluacidn econdmica de los proyectos de comunicacidn. Dada la actual inexistencia de conocimientos completos y sdlidos en este campo unida a la dificultad de medir los productos de la comunicacibn, el analista tendra que recurrir a los mejores metodos de trabajo y conseguir la informacidn y los datos dptimos de que pueda disponerse. Las fuentes probables de datos para los aspectos relacionados con las condiciones mesoldgicas,sociales o macroecondmicas son las oficinas naciowales de estadfstica, las organizaciones de planificacidn y los ministerios competentes para proporcionar la informacidn m a s completa que se requiere sobre educacidn, tasas de alfabetizacidn e infraestructuras. A menudo, los datos macroecondmicos sobre produccidn e ingreso nacional, asf como sobre la distribucidn de los ingresos,se podran encontrar en informes de los organismos internacionales como la Unesco, el Banco Mundial o alguna de las instituciones analogas. \ 52 Las fuentes m l s probables de datos sobre la historia, la situacidn y la evolucidn de los diversos medios de comunicacidn son el Ministerio de Informacidn, las administraciones de esos medios, las organizaciones profesionales y las universidades o centros privados de investigacidn. Las agencias de publicidad pueden ser tambien una fuente importante de datos, especialmente sobre la utilizacidn de los medios de comunicacidn social, la distribucidn de los ingresos y los hlbitos de gasto. Cuando los medios de comunieacidn sean de propiedad y organizacidn privadas, pueden surgir problemas derivados del gran ndmero de e m presas. Un modo posible de tratar esta cuestidn consiste en examinar si estos medios estan obligados por la ley a presentar en algh modo unos informes públicos y en continuar la bdsqueda hasta entrar en contacto con asociaciones profesionales, institutos de investigacidn, y tambiCn leyendo las revistas del ramo. E n general, unos datos contrapuestos procedentes de fuentes distintas suelen ser menos perniciosos que unos datos no comprobados de una sola fuente, que m a s tarde resulten falsos. Cabe diferenciar tres tipos de elementos que necesitan tomar los economistas de otros sectores para poder aportar su propia contribucidn: E n primer lugar, el economista necesita unos objetivos claros y una indicacidn de su jerarquh; cuanto mejor formulados estCn los objetivos normativos en los distintos sectores y m l s claramente formalizados, tanto mayor sera la posible contribucidn del economista (o del analista de sistemas). E n segundo lugar, el economista necesita una amplia gama de datos para poder evaluar las necesidades en materia de comunicacidn y la viabilidad de las distintas propuestas posibles; como la comunicacidn esta a caballo de todos los sectores de la sociedad la gama de datos necesarios es m u y amplialj. Por dltimo, se asigna especial importancia a los datos que indican la eficacia de los distintos medios de comunicacidn en lo que se refiere a alcanzar sus objetivos de servicio pdblico en distintos sectores y en condiciones variables; esos coeficientes de eficacia son los parlmetros cruciales para traducir los efectos de la comunicacidn en unas fuentes econdmicamente pertinentes; la deduccidn de tales coeficientes es una tarea urgente en la labor de investigacidn sobre comunicacidn y. hasta que no se disponga de los resultados correspondientes, constituir5 un nudo de estrangulamiento a efectos de evaluar econdmica- mente de un modo adeauado los proyectos de comunicacidn. Bases de la adopcidn de decisiones Las decisiones que entraPran cambios fundamentales de las actitudes y el comportamiento de ungran ndmero de personas, la adquisicidn de conocimientos especializados complejos y la inversidn en instalaciones y material y equipo oneroso entradan a menudo unos rumbos de actuacidn que tienen m u y poca flexibilidad intrfnseca, E n tales casos, es m u y importante dedicar al analisis , el tiempo y los recursos adecuados, y obtener, y evaluar con respecto a unos objetivos cuidadosamente especificados, toda una serie de variantes posibles. Uno de los modos de definir el proceso de resolucidn de problemas puede ser el siguiente:2) Definir el problema Fijar las metasz) y los objetivos3) Analizar las operaciones en cursol) Analizar el inventario de los recursos y posibilidades - Detel-minar unas estrategias 5) - del sistema Llevar a cabo estudios de viabilidad - 1) Puede verse una lista m u y completa de los datos pertinentes en Unesco, _Revised Guidelines for the Economic Evaluation of National Communication Systems, C O M / W S /366. Determinar los factores limitadores (internosy externos) Determinar si procede: a) seguir adelante con los sistemas existentes b) modificarlos c) concebir otros nuevos 1 ) Metas de crecimiento o actuación autoimpuestas. 2) Objetivos considerados c o m o la situación deseable, con unas indicaciones cronológicas para su consecución. 3) Estas operaciones entrañan una descripción detallada de la circulación de fondos, materiales, servicios, ideas, productos e información por toda la organización,y los tipos de operaciones correspondientes. 4) Las estrategiasvisualizan el pasado y se remontan al presente. 5) Necesidades que debe atender la organización para poder colmar las aspiraciones. 2) Unesco COM/WS/369. Op. cit., p8g. 7. 53 E n este marco, que comprende las caracteri'sticas, los factores limitadores, los recursos y las necesidades del sistema, es posible estudiar los problemas y estructuras de modos muy distintos: funcional, geografico, operacional, de mantenimiento, de crecimiento, cauces de adopcidn de decisiones, etc. Hay diversas tecnicas analrticas que pueden utilizarse para determinar unas configuraciones dptimas o cuasi-dptimas de cada una de las grandes variantes. NarmalmenteJo que astg en juego es O bien una produccidn maxima con un conjunto fijo de recursos o bien una utilizacidn mihima de los recursos con una produccidn dada del sistema. Las m a s de las veces, serd esto filtimo lo queocurra, y el analisis revestira la fdrmula de una reduccidn al "imo de los costos con arreglo a los factores existentes, que cabe considerar en semejante analisis que son los siguientes: - infraestructura existente: medios de comunicacidn social y telecomunicaciones, con objeto de evitar la duplicacidn y la existencia de servicios e instalaciones repetidas; preferencias en el tiempo: tanto los gastos como la produccidn derivados de las variantes previstas, las mas de las veces se tratarzln utilizando tasas de descuento bancario O social, que incorporan la secuencia de beneficios o desembolsos netos de una sola cifra, llamada valor neto actual de las variantes sugeridas; preferencia o aversidn, por parte de los responsables de adoptar las decisiones o de los patrocinadores del proyecto, por cuanto algunas de las variantes con las que se enfren-' tan pueden entraflar un grado mas alto de incertidumbre o de desenlace eventual o resultar especialmente atractivas por razones que sean econdmicas. E n estos cdlculos se utiliza un modelo de probabilidad que selecciona el rumbo de actuacidn que produzca el valor maxim0 previsto de la produccidn (o el costo previsto mihimo), teniendo en cuenta que los responsables pueden sentirse potencialmente reacios a incurrir en grandes perdidas (o a una discrepancia m u y acusada con respecto a los resultados perseguidos) por m u y pequem que sea la probabilidad de que ocurra esto. Se trata de un metodo para incorporara1 proyecto un seguro contra catastrofes, que aumenta el conocimiento por el responsable de la no consecucidn de los objetivw fijados y puede identificar los posibles beneficiarios y vi'ctimas de unos rumbos de actuacidn que no se ajusten al previsto; utilizacidn de precios ficticios o contables, basados en el costo de oportunidad o en unos calculos de los beneficios y las aplicaciones posibles, asignando un valor a los recursos que se estiman m a s representativos que el - - - 54 precio del mercado. U n hombre de negocios utiliza los precios de mercado para calcular la ventaja relativa a diversas opciones. Los costos y beneficios desde un punto de vista macroecondmico nacional o de desarrollo pueden, sin embargo, no coincidir con la evaluacidn del crecimiento y la rentabilidad de un proyecto aislado. Desde el punto de vista de la polrtica central, cabe preferir ocupaciones de gran densidad de mano de obra a otras de gran densidad de capital, o los productos nacionales a los importados. Se requiere un segundo tipo de reajuste mediante la fijacidn de unos costos de oportunidad cuando un proyecto, debido a su tamaflo y repercusiones, m o difica la estructura dominante de los precios de mercado. Se produce un tercer tipo de reajuste cuando ciertas variantes repercutenen la eficacia de otras actividades econdmicasde la sociedad en un sentido beneficioso o pernicioso (factores exteriores). Las tdcnicas adicionales que cabe utilizar en un analisis econdmico son las siguientes: proyecciones de la demanda de diversos servicios y producciones del sistema de que se trate, previsiones tdcnicas (ritmo previsto de progreso tecnico y sus consecuencias para la utilizacidn, los costos y la flexibilidad del sistema), presupuestos, capital y administracidn de la corriente de caja (con objeto de determinar la viabilidad financiera tomando com o base las tasas de rentabilidad autoimpuestasy las exigencias de liquidez). El enfoque del sistema global presupone que el analista puede recorrer de modo ordenado las diversas Oses de esta operacidn. Ahora bien, a menudo no existirh unos objetivos precisos (pluralidad de objetivos parcialmente contradictorios, desconocimiento por el momento de la clientela bltima) o bien resultara imposible identificar unos rumbos de actuacidn totalmente distintos a efectos de comparacidn analitica (datos inexactos o inexistentes, medidas imprecisas o deformadas de ciertos tipos de desenlace). Ademds, el gran nbmero de variantes que hay que analizar, unido a la dificultad de llegar a un consenso sobre unos objetivos especificos hacen que este tipo de analisis sindptico antes descrito resulte indebidamente completo, oneroso y lleve mucho tiempo. Ahora bien, sera preciso tomar decisiones de cierta trascendencia incluso en las condiciones m8s difi'ciles. Para hacer frente a tales situaciones, se ha creado, principalmente en el mundo de los negocios, toda una serie de tecnicas analfticas que se conocen con el nombre de analisis de las decisiones. El centro de esta tecnica es la propia decisidn, y resulta de extrema utilidad en aquellas situaciones en las que ''unos acontecimientos que imponen la accidn" hacen que la decisidn y la gama de posibilidades queden fuera del control del analista. Este metodo tiene un caracter incremental o secuencia1 en su aplicacidn, y sacrifica la eficacia para poder obtener una mayor flexibilidad al evitar el peligro de incurrir en grandes perdidas. Su instrumento m a s poderoso es la formulacidn "bayesiana" de la probabilidad matematica, que permite tomar explrcitamente en consideracidn las incertidumbres inherentes al desenlace de un rumbo de actuacidn dado. Gracias a un ulterior perfeccionamiento de la tecnica, que recibe el nombre de "teorTa de la utilidad", el analista puede incorporar los juicios de valor del responsable de tomar las decisiones,-es decir, el interes que puede tener para 61 un desenlace dado- en el analisis probabilrstico de las decisiones. Por dltimo, cuando es probable que el proceso de adopcidn de decisiones rebase el proceso de analisis en materia de planificacidn de la politica de la comunicacidn, puede resultar dtil el siguiente "atajo tedrico": determinar la importancia econdmica comparada del sector de la comunicacidn en la economra y de los medios de comunicacidn social en ese sector; - reajustar esta ponderacidn aproximada mediante unas escalas diferenciadas en funcidn de las repercusiones sociales, la funcidn de servicio pdblico, la contribucidn a la consecucidn de las metas del desarrollo o los servicios educativos que proporcionen los medios de comunicacidn social de que se trate: esbozar una historia comparada del crecimiento y unas previsiones sobre las extrapolaciones de las intenciones,la demandayla oferta;en este contexto, es preciso comprobar la capacidad actual de cada uno de los medios en cuestidn; determinar la contribucidn comparada en terminos de valor madido en la economra nacional y en funcidn del intercambio internacional correspondiente a cada medio; - reajustar este cSlculo mediante una escala correctora en funcidn de criterios socíopolrtiCOS, culturales y educativos; comparar la eficiencia (comprobacidn de la productividad relacionada con la produccidn) y la eficacia (comprobacidn de la produccidn relacionada con los objetivos), tanto en el marco operacional como en el m a s general de la sociedad; - enumerar, agrupar (es decir, interrelacionar), programar en el tiempo y fijarelcosto de las medidas normativas, incluidos los incentivos y fi-enos,las reglamentaciones, la accidn directa, etc., que ofrecen m s s probabilidades de mejorar la consecucidn de los objetivos y la realizacidn, en el marco POLItico y socioecon6mico existente. - ' - - Planificacidn de unos sistemas integrados de comunicacidn social La distincidn entre lIrelaciones"e "interrelacionesl: con respecto a los medios de comunicacidn social, es algo mas que un mero ejercicio tedrico ya que entrana una modificacidn del planteamiento tedrico y de las actitudes. Durante toda su evolucidn, los medios de comunicacidn social han estado relacionados de algdn modo -tecnicamente, econdmicamente, en el plano de las operaciones o en el de la gestidn- por lo que se refiere al formato del contenido y a sus referencias mutuas, etc. Por relacidn, se entiende poco m d s que una conexidn o asociacidn, lo cual no presupone necesariamente una correlacidn sistematica O funcional. Mas recientemente y por diversas razones justificadas, se ha planificado y se estan planificando, una correspondencia m a s estrecha de los medios de comunicacidn, con objeto de lograr resultados concretos, por ejemplo: eficacia,economfa, mayor adecuacidn y confluencia de los objetivos. Puede decirse que esto entrana una interrelacidn, es decir, una interdependencia funcional y sistemstica, tanto planificada como explkita. Se esta produciendo un cambio de actitudes ante la planificacidn y utilizacidn de los medios de comunicacidn social, y hay una orientacidn m u y concreta en el sentido de una mayor especificidad y conocimiento de los propios problemas. A este respecto, cabe considerar de dos m o dos los vlhculos existentes entre los medios de comunicacidn social. Pueden proporcionar unos factores limitadores generales -que habra que tener en cuenta al formular polrticas y planes de comunicacidn- o bien pueden formar parte de una estrategia planificada. E n muchos casos, no cabe ya considerar aisladamente y por separado a los distintos medios, sino en el contexto de su utilizacidn, sus relaciones y sus interrelaciones. El modo de introduccidny la lhdole del crecimiento de los medios de comunicacidn social en las distintas sociedadesrepercute de un modo considerable en las relaciones entre ellos. Cuando hay semejanzas,comunes a la mayorfi de las sociedades, estas se deben normalmente a las tecnolograsque han creado tales medios. La tecnologra de la imprenta es c o m k a los periddicos, las revistas y los libros, y la de la electrdnica a la radio y a la televisidn, las grabaciones sonoras y visualesJos sistemas de datos, las computadoras y el transporte por medio de la tecnologra espacial y los sistemas de telecomunicacidn. Si bien esto es evidente, repercute en la c o m petencia y las técnicas operacionales y, por consiguiente en las relaciones tecnicas y de gestidn.E n las sociedades industriales en las que se inicid el crecimiento de las tecnologras de comunicacidn social, ha habido una concentracidn permanente de intereses, que ha desembocado en unas fuertes re55 laciones entre los medios de comunicacidn. Aunque esto haya acelerado un fecundo progreso t&nico, se ha logrado tambien a expensas de la utilizacidn que se ha dado de los citados medios. Se podrfan citar muchos ejemplos para exponer la amplitud de las relaciones tecnicas y de gestidn: el crecimiento de las redes de radiodifusidn trajo inevitablemente unas estrechas relaciones con las empresas de transmisidn; la aparicidn de los sistemas de grabacidn de pistas sonoras en pelrcula estimuld la investigacidn sobre la aceptacidn y fabricacidn de micrdfonos, y result6 tambien de utilidad para la radiodifusidn, pero trajo consigo inversiones efectuadas por los fabricantes de m a terial electr6nico en las empresas de cine y radiodifusidn, a veces hasta el punto de hacerse con la propiedad de estos medios; el mayor costo de la produccidn de pelfculas sonoras aumentd la situa,ci611de dependencia de la industria cinematogrsfica con respecto al sistema bancario y suscitd unas relaciones estrechas e interconectadas entre los fabricantes de material electrdnico, la industria cinematogrsfica, la radio, la banca y la evolucidn de las computadoras; la aparicidn de la televisidn lanzd inevitablemente la industria cinematografica al campo de la televisidn para proteger sus inversiones; el auge de la televisidn modificd la ihdole de los programas de radio -aumentando su dependencia con respecto a la industria gramofdnicadel cine y de la prensa, todo lo cual suscitd una mayor interconexidn en los consejos de administracidn, especialmente en las empresas de comunicacidn, y de los intereses financieros (en los parses en lo que esto se aplica) y polrticos. Con harta frecuencia, estas relaciones traen consigo unas redes de interes propio de una minorra, y no unas redes de comunicacidn e informacidn verdaderamente mejores para todos. Incluso en las sociedades en las que las relaciones histdricas han sido menos complejas,otros factores han moldeado el desarrollo como, por ejemplo, el ingreso inicial de especialistas del cine en la televisidn, con la consiguiente mala direccidn y torcida concepcidn de los centros de interes de la televisidn, fendmeno este cuya importancia se advierte precisamente ahora. El hecho de que estas relaciones existan puede tender a restringir el desarrollo dptimo de los nuevos medios de comunicacidn social y a limitar su utilidad. E n casi todos los niveles, se acepta que cada uno de estos medios reconoce la existencia de otros medios en sus operaciones normales y habituales. Un servicio radiof6nico tiene en cuenta la composicidn y los criterios que siguen los telespectadores al preparar sus programas. Los periddicos se refieren a los programas de radio y de televisidn, y toman elementOS de ellos, y viceversa. Por consiguiente, habra que tomar en consideracidn todo esto al establecer un enfoque planificado e integrado. 56 La planificacidn de la comunicacidn guarda tambien relacidn -y a menudo en mayor medida todada- con las interrelaciones entre medios de comunicacidn social, que agrupan deliberadamente a estos medios para contribuir a alcanzar objetivos concretos. A este respect0,hay que tomar en consideracidn varias dimensiones:las ventajas econdmicas, una mayor eficacia administrativa, la idoneidad y la pertinencia por lo que se refiere a alcanzar los objetivos de desarrollo fijados. Por ejemplo, puede ocurrir que resulte econdmicamente ventajoso combinar los servicios informativos de la radio y la televisidn con objeto de que puedan utilizar en comdn un equipo de periodistas y de fuentes de noticias; o bien que la impresidn de periddicos, revistas y publicaciones periddicas resulte m8s eficaz si se compartenlas las instalaciones, E n el plano administrativo, es posible que los servicios de radio y televisidn puedan reducir los costos mediante una administracidn comb. Esto se aplica tambidn a los medios de telecomunicacidn y a los servicios postales. C o m o es ldgico, este mismo analisis requiere tomar en consideracidn las ventajas y peligros inherentes a las interrelaciones entre medios de comunicacidn social. Una direccidn o propiedad comfin puede obstaculizar el desarrollo de unos autenticos cauces distintos de informacidn. El hecho de compartir los servicios tdcnicos puede producir tambien semejanzas en los criterios de publicacidn. Por consiguiente, gran parte del proceso de planificacidn de los medios de comunicacidn social consiste en sopesar los pros y los contras que se derivan de unas relaciones de trabajo mas estrechas. E s probable que esto resulte un ejercicio m a s difrcil cuando entren en juego problemas de contenido, polfticas de publicacidn,formato y presentacibn. Se sugiere ahora que, cuando se utilicen conjuntamente los medios de comunicacidn social en combinaciones sistemsticas, el producto resultante debe ser m8s fuerte, mzls convincente y d s vigoroso. L a razdn es que 10s distintos medios de comunicacidn tienen tambien distintos puntos fuertes y debiles y recurren a incitaciones a distintos sentidos o grupos de sentidos. Para llegar al pdblico, les interesa explotar los puntos fuerlos puntos debiles. Por tes y reducir al "imo otra parte, el pdblico de los diferentes mediosde comunicaci6n social no esta dividido en compartimentos estancos ni tampoco existe de un modo aislado, por ejemplo: las personas que contemplanla televisidn escuchan tambien la radio y leen periddicos y revistas, y las presentaciones de los m e dios de comunicacidn social ser& mds fuertes si tienen presente esta circunstancia. Gestidn de sistemas Uno de los puntos claves, y que forma ademas parte integrante de la esencia de toda labor de planificacidn y de unos analisis abiertos hacia el futuro de los distintos enfoques posibles -con objeto de producir unos sistemas fpcionales para la sociedad del futuro-, es el de la direccidn y gestidn. En relacidn con la planificacidn, se puede describir esta actividad diciendo que equivale a "conducir un automdvil", al paso que la planificacidn se refiere a su "diseno y concepcidn': C o m o la propia labor de gestidn y direccidn puede describirse como una modalidad de comunicacidn -por lo m e nos, cabe decir que todos los problemas de gestidn son fundamentalmente problemas de comunicacidnnos interesara examinar el tema de la direccidny gestidn de las instituciones de comunicacidn social. Teniendo en cuenta que la direccidn implica a menudo una gestidn comercial (cuyo criterio principal es la eficacia) y no se intenta ahora racionalizar como objetivo el elemento de los beneficios se pueden describir las instituciones de comunicacidn social en funcidn del tipo de negocios o de trabajo a los que se indican. E n el marco de unas categorras generalmente aceptadas y comprendidas de las actividades comerciales, se puede.considerar adecuadamente la comunicacidn como un %ervicio", es decir, como una parte importante y singular del sector de los servicios. El servicio que proporciona la comunicacidn (unos facto res ambientales ajenos al control de la direccidn determinaran hasta que punto ese servicio sera de calidad o completo) es doble y quiz$ se puede describir mejor en funcidn de sus principales elementos integrantes, a saber: el servicio de 106 individuos; idioma, exposicidn de los derechos y deberes, vihculos culturales, suministro permanente de informacidn y de elementos recreativos, poli'tica oficial, informacidn estructurada que mejora y realza la ensenanza de caracter formal y regular normas y valores, marco para considerar la sociedad (en el pai's y en el extranjero); a la sociedad: propagacidn y conservacidn de unos valores mutuamente aceptados, control de la dinamica de la interaccidn humana, descripcidn del caracter de la sociedad, creacidn y crecimiento de otras instituciones equilibradas, relaciones entre instituciones, relacidn entre individuos e instituciones, empleo. Todos estos son servicios "de tiempo", y la forma en que se prestan varra en consonancia con la tecnologfa que se emplee y pueden tener una calidad relativamente estable. La variable principal es el contenido, y la gestidn de este contenido puede centrar su atencidn en los dos aspectos de la produccidn y del consumo. E n los llltimos anos, tanto en la labor de gestidn como en la de investigacidn operacional se ha dedicado una mayor atencidn a la capacidad de la organizacidn de hacer frente a los cambios y a la - mayor complejidad de su medio ambiente. E n cierta medida, esto ha preocupado siempre a todas las organizaciones eficaces, pero est8 pasando ahora al primer plano porque el ritmo de evolucidn de los factores econdmicos, sociales, poli'ticos y tecnoldgicos ha crecido y sigue creciendo. Esta evolucidn ha traido consigo la creacidn de nuevas organizaciones y unas relaciones m 8 s complejas entre los elementos que integran el medio organizativo. Las consecuencias de esta evolucidn para la gestidn consiste en que ha de hacer frente a decisiones m 8 s complejas en la mayori'a de los aspectos normativos, con mayor frecuencia que antes. Se ha dicho que la "direccidn no volvera a ser nunca una cosa sencilla". Hoy en dfa, es necesario establecer nuevos procedimientos e instrumentos de adopci6n de decisiones con objeto de ayudar a los responsables de la gesti611a asumir las nuevas situaciones que se les plantean constantemente. L a planificacidn debe aportar una amplia y permanente contribucidn a una gesti6n m 8 s eficaz pero, con harta frecuencia, la planificacidn necesaria ha sido "un fracaso estrepitoso y m u y COStoso". Un examen de un grupo representativo de compani'as y organizaciones confirmarfa la tesis de que, en la mayori'a de ellos, la planificacidn no llega a aportar una contribucidn importante a los logros del grupo. Lo que conocemos menos y lo que irrita constantemente a quienes se preocupan vitalmente por la utilizacidn eficaz de los conocimientos es la realizacidn practical). Y una de las amenazas constantes a la eficaz ejecucidn de un proyecto consiste en que lo que ha sido teorizado en un nivel tiende a quedar modificado por una ulterior evaluacidn de las necesidades y por criterios adicionales sobre los objetivos del proyecto en otros niveles. Cuando la financiacidn depende de fuentes mdltiples, estas tendencias centri'fugas pueden provocar unas demoras con las que habra que contar. L a gestidn que se requiere para satisfacerel tipo de participacidn en niveles mrliltiples que pueden sentirse atraidos, por ejemplo, por unos proyectos por satelites (nivel general, regional, administracidn local, grupos sociales y sus representaciones administrativas), tiene que ser pelfcamente muy sensible y a pesar de ello velar por que respeten ciertas normas operacionales tales como las siguientes: equilibrio del esfuerzo total repercusiones a corto plazo de esa iniciativa,margen de flexibilidad, con objeto de que el proyecto pueda quedar terminado de un modo generalmente aceptable. Por consiguiente, al sector de la gesti6n le interesa mucho garantizar una labor constante de investigacidn y desarrollo, como base pal) Unesco, On the Implementation of Models and Systems, de Andes EdstrOm. 57 ra poder preparar operaciones de proyecto m a s complejas, incluida la preocupacidn por la estructura de los cometidos y poderes y su redefinici6n se@ vaya a d e l a n t ~ d o s een la realizacidn del proyecto. L a medida en la cual las instituciones de comunicacidn social hayan de participan de m o d o significativo en la labor de planificacidn y desarrollo dependera en gran parte de factores relacionados con el medio ambiente y con el tamaflo. Las opciones tecnoldgicas que existen en materia de adquisicidn de sistemas t6cnico.s y la realizacidn de actividades de investigaci611y desarrollo ser& un resultado directo del desarrollo de la gestidn y de la utilizacidn de unos sistemas de informacidn exterior e interior. Para mantenerse siempre al m i s m o ritmo que la tecnologra, , es preciso tener una perspectiva de planificaci6n a largo pla7oy seguir unas practicas de gesti6n relativamente ortodoxas, E s facil gobernar el ritmo del c a m bio y el factor de la predictibilidad. P o r otra parte, la finalidad de la introduccidn de una nueva tecnologra en una organizacidn consiste en Ultimo termino en mejorar su eficacia. H a y muchos rumbos de actuacidn posibles para mejorar la eficacia. Cada uno de ellos entraPrara la introduccidn de un cambio en un subsistema y proceso concreto. Entre los problemas esenciales que plantea la administracidn de las nuevas estructuras de c o m u nicacidn, cabe citar los siguientesl): M o d o de interesar objetivamente a los usuarios y mantener un sistema abierto, logrando al m i s m o tiempo una eficacia y una utilizacidn econdmica de la tecnologra. M o d o de prever, y a ser posible encauzar, las consecuencias sociales y econdmicas de las actividades del proyecto dictadas por las aspiraciones de los usuarios. Modo de compaginar unas necesidades distintas, y probablemente contradictorias, a medida que vayan expresSndose. M o d o de organizar las innovaciones para garantizar su coherencia, su desarrollo normal y su aceptabilidad. Necesidad de estar al corriente y tener siempre presente la dinamica social del medio 10cal al que el proyecto vaya a aportar su contribucidn. - Necesidad de tener presentes los lrmites de toda experimentacidn en el plano social y en el tecnoldgico y los riesgos que se pueden COrrer si falla la coordinacidn entre esos dos planos. Cuando los proyectos tienen un control centrado, pero e s t h destinados a i m uso nobre todo local y en el plano m a s general de la organizacidn o de la administracidn, los principales temas de interés son: la necesidad de garantizar la calidad tecnica del servicio, la colaboracidn permanente de b s ministerios y departamentos oficiales interesados, - , - - - los dispositivos para la formacidn de personal, y la coordinaci6n por medio de los procedimientos presupuestarios vigentes. E n cuanto a las ventajas de los sistemas centralizados y de los descentralizados, los recursos destinados a determinados proyectos quedan mejor fiscalizados en el contexto de las exigencias generales del sistema de comunicacidn y de la sociedad, lo cual constituye una de las ventajas probables de las operaciones centralizadas, a la que hay que contraponer el riesgo de que la programacidn sea inadecuada por desconocerse las realidades y las aspiraciones locales. E n cambio, a pesar del grado probablemente inferior de eficacia tecnica para lograr determinados objetivos, la ventaja del modelo descentralizado es la gran facilidad en la que se pueden alcanzar objetivos mfiltiples o introducir aplicaciones adicionales en el sistema. U n aspecto m u y frecuentemente citado es el de la obtenci6n de fondos. E n funci6n delaenvergadura de las operaciones, de los apoyos recibidos y de la ubicaci6n de los distintos proyectos, los metodos de financiaci6n van desde elpago directo de todos los gastos del programa o proyecto por una autoridad central hasta unos sistemas m u y complejos de fondos mfiltiples y que pueden proseguir varios objetivos. No se adujo ninguna prueba convincente en el sentido de que la multiplicidad de fondos traiga consigo divergencias. U n o de los principales problemas normativos en esta esfera es el m o d o de justificar las transferencias de los presupuestos pfiblicos (por ejemplo, ingresos fiscales), a fin de lograr que un proyecto dado reciba un apoyo m a y o r que el que cabrfa esperar de los mecanismos del mercado. H a y que reconocer, desde luego, que las necesidades m a s extremas no podr5n quiz5 expresarse en forma de una demanda real, al no contarse con ingresos suficientes. Asf pues, el problema pasa una vez m 5 s a la esfera polftica y desbordando los lfmites de la administraci611 de proyectos, entra en la esfera del planeamiento. El planeamiento de un proyecto del sector de la comunicaci6n en su totalidad, c o m o usuario de recursos y finico productor de servicios, es una realidad diaria. N o obstante, en cuanto a la situaci6n actual en lo tocante al planeamiento de la comunicaci6n, no existe un modelo comfin que incorpore un gran n6mero de factores pertinentes, que puedan ser adaptados a configuraciones ampliamente diferentes. U n modelo general y viable abarcarfa un cierto nfimero de metodos parciales y, en el m a yor de los casos, nacerla de esos metodos y seria s ~ m e t i d ûâ prueba por ellos. 1) Unesco, Informe de la Reunidn de Expertos sobre la Administraci6n y Planeamiento de Nuevos Sistemas de Comunicacidn, C O M / M D / 2 9 , Pari's, 28 de m a r z o de 1974. El planeamiento tiene ciertamente estructura general, sea cual fuere el asunto y el contexto. Hay unos conjuntos formales de operaciones relacionadas entre sf, tales como la formulaci611 de los objetivos y fines, la distribucidn de los recursos, la concepci6n de los procedimientos,los metodos de evaluaci6n, etc. L a importanciayla expresi6n que se den a cada,,unade las partes de este marco de acci6n, variaran de un caso a otro. Mucho depende, entre otros factores, de la envergadura de los compromisos,de las incertidumbres y riesgos de la empresa, y del grado en que los valores compartidos y las relaciones de trabajo de los participantes hayan sido aceptados de antiguo o establecidos recientemente. Esos distintos temas centrales, esa variedad de matices y esas modificaciones de enfoque, en respuesta a la interacci6n de unas fuerzas econ6micas, tecnicas y sociales, son la esencia misma en toda transformaci6nde un plan abstracto en un verdadero programa. Entre las cuestiones practicas con respecto a las cuales los encargados de las operaciones pueden ponerse m a s fPcilmente de acuerdo que los investigadores, cabe citar temas tales como la definici6n de los objetivos de los proyectos, su equilibrio, la determinaci611 de las necesidades y utilizaciones, la movilizaci6n de recursos,y la evaluaci6n de los intentos de perfeccionamiento. L a experimentacih es tambien importante como enfoque integrado por derecho propio. E n la realidad social, o m 8 s exactamente, en la realidad de un proyecto de comunicaci6n social, resulta m u y diffcil aplicar el metodo de laboratorio. Los ejercicios de simulacidn son limitados, excepto en lo que atane a determinados componentes de lhdole tecnoldgica de un proyecto. Los experimentos de comunicacidn se llevan a cabo en un m o m e n to concreto y con personas concretas. El escenario cambia a medida que el experimento va desarro11Sndose: cuando se evalfian las necesidades, aumenta el deseo de que sean satisfechas. Todas las necesidades de la experimentacidn danun nuevo significado al termino "proyeccidn" y lo amplian hasta abarcar el proceso sociopolftico, y esta es precisamente una consecuencia subsidiariadel proyecto, que disloca unas estructuras establecidas y basadas en la tradicidn. A menudo el proyecto experimental viene a ser una especie de antiplan en un medio en el cual el planeamiento entrana una actividad que apunta a un mundo bien controlado,y en la medida de lo posible, exento de toda sorpresa. L a mecanica interna de la experimentacidn se cine a los criterios bien ordenados, se vale de unos dispositivos de planeamiento, trata de resolver conflictos mediante el arbitraje y las concesiones m u tuas y aplica estrategias de administraci6n. Habr8 una dedicaci6n cada vez mayor s e g h se vaya invirtiendo mas tiempo, m A s esfuerzos y m 8 s fondos en los estudios preliminares, a medida que las perso- nas vayan intereszíndose, tomando posiciones y asumiendo nuevos deberes. L a cualidad fundamental de un proyecto experimental es su flexibilidad y su capacidad de asimilar y de ensamblar unas experiencias negativas com o informacidn 6til a efectos de su orientaci6nulterior. L a constante aportaci6n de informaciones correctivas pasa a ser la medula del proyecto esencial. Las comunicaciones internas y las comunicaciones con el mundo local suelen funcionar bien cuando los interesados comprueban que la informaci6n correctiva es rapidamente observada, tratada y traducida endecisiones concretas. Sera m d s probable que ocurra esto si se establece un sistema con arreglo al cual las decisiones se tomen lo m 8 s cerca posible de la realidad concreta. D e todo ello se desprende que hay ciertas posibilidades de realizar, en varias partes del mundo, unos proyectos experimentales de mejora de la comunicaci6n, tecnicamente ingeniosos y socialmente progresistas y administrados con arreglo a un criterio de integraci6n. L a planificacibn de los recursos humanos. Necesidad de unos mediadores profesionales C o m o parte de la polftica de comunicacidn, deben establecerse en el plan nacional de la comunicacidn las medidas oportunas para la formacidn profesional y tedrica del personal de comunicaci6n. L a formaci6n es una parte integrante de lo que contribuye a engendrar las infraestructuras necesarias de comunicacidn, el personal, los servicios y la competencia tecnica, y a ensamblarlos en el plan nacional total de desarrollo. Sin esta labor de formacibn, no se puede llevar a cabo un verdadero programa. "¿Cu81 debe ser la calidad de la formacidn que demos a quienes vayan a trabajar en los medios de comunicacidn? 'I. Esta pregunta, que se les plantea a los responsables y los profesionales de los medios de comunicacidn social en todos los parses, se parece a la mayorfa de las preguntas de este tipo en el sentido de que s610 se puede contestar a ella despues de haber hecho otras varias preguntas. ¿De que tipo de sociedad estam o s hablando? ¿Cu81 es la situacidn actual de los medios de comunicaci6n social? ¿Cu81 es el sistema de educaci6n del pars? ¿Qu6 tipo de actividades deseamos que realicen los medios de comunicacidn social para la socjedad? El mediador-comdcador es quien concibe y crea el mensaje, selecciona los medios y organiza la comunicacibn. Si no ha recibido una buena formacidn e instruccidn, es posible que el program a en el que trabaje carezca de toda utilidad, e incluso que sea contraproducente. Si no hay un tecnico competente, el mensaje de radiodifusidn puede no ser adecuadamente oido o visto; a falta de un buen productor, es posible que no este bien 59 concebido o ejecutado para interesar al pfiblico al que va destinado esencialmente o para ser comprendido por 81. E n todos los niveles, se requiere una competencia profesional al dra. L a formacidn presupone lo siguiente: se trata de "un proceso de instruccidn, planificado y ejecutado con arreglo a una metodologra bien concebida, destinado a ensenar conocimientos tebricos y practicos y tecnicas a la vez particularesy generales. Persigue la finalidad de desarrollar el talento del individuo en beneficio maxim0 de 81 mismo y de la instituci6n que le patrocine; como tal, debe fomentar su propia satisfaccibn, enriquecer y mejorar la eficacia de su base de trabajo y contribuir a que se alcancen los objetivos edutativos y sociales fijados por la comunidad m a s amplia a la que pertenezca". 1) Todo plan viable de comunicacidn debe velar por que las instituciones de enseflanza te6rica puedan aportar al mercado potencial un personal que tenga una formacidn adecuada a las necesidades de ese mercado, al paso que las instituciones profesionales deben procurar mejorar y actualizar los atributos t8cnicos y profesionales que se utilizan en los diversos sectores de la comunicacibn. Las instituciones de formacidn profesional se pueden definir y estructurar o bien en funcidn de las diversas disciplinas de la comunicacidn -tales como, por ejemplo: la radio, la televisi&, la prensa, el cine, los modernos medios individualizados, los medios tradicionales, etc. o como una sola institucidn de formacidn en materia de comunicacidn que abarque toda esa gama. L a eleccibn dependera del sistema de comunicacidn total de cada pars. En el contexto del desarrollo a largo plazo de la comunicacidn social y de las exigencias que ese desarrollo impondr5 en materia del personal necesario, es evidente que unas proyecciones realistas de los recursos humanos deben guardar relaci6n con las metas, objetivos y finalidades enunciadas en el plan nacional de desarrollo. E n la mayorfa de los parses, la formacih, en todos los niveles, no est6 todavfa relacionada con un analisis preciso de las necesidades en materia de personal en el sector de la comunicaci6n. El reclutamiento para los medios de comunicaci6n social carece simplemente de las infraestructuras que existen, por ejemplo, en el sector de la educaci6n o en el de la administraci6n pública.Sigue siendo preciso enfocar de un modo disciplinado este problema. - habrfa podido imaginar hasta ahora. L a expansi6n de la capacidad de tratamiento de la informaci611y la comunicaci6n puede tener consecuencias sociales incalculablemente beneficiosas, o ir en detrimento de distintos,grupos de la sociedad, segdn cual sea el rumbo de la aplicaci6n de la tecnologra, la estructura institucional de los controles de la misma y el medio concreto en el que vaya a ser introducida. Por esta razbn, la doble tarea de planificar la direcci6n de la aplicaci6n de la tecnologra de la comunicacidn y de establecer una estructura institucional en la cual su desarrollo se ajuste a los intereses del público reviste una importancia decisiva. E n la mayoria de los campos, la nueva tecnologra se concibe fundamentalmente en relaci6n con sus consecuencias en materia de eficacia econ6mica con una producci6n ampliada. Ahora bien, los efectos econ6micos directos de la tecnologfa de la comunicaci6n, aun siendo m u y importantes, pueden constituir uno de los sectores de impacto sobre la sociedad menos interesantes. Nos hemos enterado m u y tarde que un producto nacional bruto en constante expansi6n puede traer consigo enormes costos sociales. E n el sector de la comunicacibn, los factores exteriores -esto es,las consecuencias que se producen fuera del estrecho marco analitico del responsable de adoptar las decisiones- pueden empequenecer probablemente los efectos que se buscaban al tomar unas decisiones econ6micas concretas. D e ahS que una planificaci6n eficaz de la comunicacidn deba rebasar la mera previsi6n global y basica de unos efectos econ6micos directos y cuantificables. Debe tomar tambi6n en consideraci6n los problemas fundamentales relacionados con la estructura concreta de las aplicaciones tecnoldgicas y evaluar las consecuencias para la sociedad como sistema total2). A hora bien, la finalidad de la planificaci6n econ6mica a este respecto consiste en obtener los beneficios maximos de la tecnologfa en el menor tiempo posible. Uno de los metodos de definir el desarrollo es el que se refiere al gradoenel cual la poblacidn comprende la Indole de la tecnologfa. El problema de la transferencia de tecnologfa a los parses en desarrollo no consiste solamente en desplazar material y equipo -cualquiera que sea la razbn o razones para ello- sino tambien en que los parses en desarrollo y destinatarios se amolden a la tecnologra y la transaccibn. Se trata de una transaccidn interna. Cada pars tiene el derecho y el deber de decidir los riesgos que ~ Transferencia de tecnologra, asistencia exterior y cooperacidn mutua L a nueva tecnologra de la comunicaci6n presagia un extraordinario progreso de las posibilidades de tratamiento y distribud6n de la informaci6n, al facilitarla en un tipo y en una cantidad que nunca se 60 1) 2) Unesco, The Training Perspective, de Alan Hancock, National Broadcasting Training Centre, Kuala Lumpur, 25-29 de junio de 1973, pdg. 5. Unesco, The Economics of Media Systems, de William H. Melody, COM-73/CONF. 605/3 b/2, Parrs, octubre de 1973. va a asumir al introducir una tecnologi'a e incurrir en las consecuencias sociales de esa introduccidn, L a tecnologia de la comunicacidn es un caso tfpico y especial. Se ha introducido la televisidn en muchos paises que careci'an de la competencia tecnica y de los medios econdmicos necesarios para utilizarla ampliamente en el sentido geogr8fico o profundamente en el sentido social L a propia tecnologfa los sistemas de maquinaria y material- suelen ser el menor de los problem a s inherentes a la introduccidn y desarrollo de los medios de comunicacidn. L a experiencia ha demostrado que las verdaderas dificultades se plantean en lo que cabe calificar de integraci6n social de la tecnologi'a. La propia tecnologfa tiene una adaptabilidad limitada. Hay que lograr tambidn la adaptacidn en relacidn con las estructuras socioecon6micas y polrticas tradicionales del pai's de que se trate. El problema de encauzar y preparar las estructuras existentes para el cambio necesario es tambidn esencialmente un problema de comunicacidn. Antes de efectuar inversiones en la tecnologia y antes de rematar los programas de asistencia exterior, el donante y el destinatario tienen que determinar cu8les son los problemas que est8 intentando resolver. El pars destinatario habr8 de orientar sus planes de desarrollo con objeto de poder amoldarlos a la ayuda y tecnologiaque reciba, al paso que los pafses donantes tendran tambien que definir la finalidad de su prestacidn de ayuda y dedicar m8s atencidn al modo dptimo de resolver los problemas concretos de los beneficiarios. - L a planificaci6n de la integracidn y desarrollo de los sistemas de comunicacidn, que se logra mediante unas instituciones intermedias y bilaterales y que puede contribuir a producir un plan viable de desarrollo ordenado y positivo, es esencialmente una parte de la labor global de planificacidn de la comunicacibn. Hoy en dra, existe un plantel cada vez m 8 s numeroso de planificadores econdmicos y de analistas de sistemas que tienen amplia experiencia en el proceso de desarrollo. Ahora bien, un ndmero excesivo de pafses en desarrollo y destinatarios de la asistencia carecen de conocimientos y experiencias relacionados con la planificacidn de la comunicacidn yesto es a menudo el principal callej6n sin salida en la situa~idnglobal, de la que la transferencia de tecnologfa y la asistencia exterior y la cooperacidn mutua no son sino una parte. Al examinar las relaciones entre parses e instituciones donantes y destinatarios, por lo que a la asistencia exterior se refiere, parece advertirse la existencia de cuatro principales sectores de necesidad por parte de los destinatarios, que hacen que la asistencia exterior resulte esencial: la falta de recursos humanos disponibles para determinar la planificacidn y las necesidades en m a teria de comunicacidn, para la realizacidn, para dotar de personal a los servicios e instituciones de comunicacidn, y la escasez de recursos de capital. En general, parece que los pai'ses destimtarios padecen con harta frecuencia de una combinaci6n de estos cuatro sectores, si bien en ciertos casos se hace m 8 s hincapie en uno o m 8 s de ellos. 61 Capítulo VI Conclusión: las políticas de comunicación y el programa de la Unesco L a importancia de un enfoque planificado de la comunicacidn en la sociedad y la necesidad de unas poli'ticas nacionales de la comunicacidn merecieron una atencidn m u y destacada en los debates de la Conferencia General de la Unesco en su 16a. reunidn, que autorizd al Director Genera a 'layudar a los Estados Miembros a formular sus poli'ticas relativas a los grandes medios de informacidn". E n esa Conferencia se establecid por primera vez el programa.de la Unesco en este campo. E n la Introduccidn del programa de la Unesco para 1973- 1974, el Director General Rene Maheu escribfa lo siguiente: "La principal idea nueva que que caracteriza el programa de la informacidn es la de una poli'tica nacional de la comunicacidn cuya concepcidn original y sus importantes consecuencias se exponen con claridad en la introducci6n al capitulo. La inclusi6n de esa idea en el Sector termina elmovimiento que, comenzando con el planeamiento de la educacibn hace doce anos,ha orientado progresivamente las diferentes partes del programa hacia la promocidn de una sistematizacidn de los esfuerzos nacionales en las esferas de competencia de la Unesco en funcidn de fines determinados, es decir de una politica que forma parte integrante de una planificacidn sintetica del desarrollo total. Con ello, el dltimo sector en el que a h no habi'a intervenido la que he titulado la "asistencia tecnica polfi.ica" se encuentra en lo sucesivo abierto a una accidn en profundidad de la Organizacidn, comparable a la que se desarrolla en grados diferentes de interiorizacidn en los.demas sectores. Es evidente que el actual Proyecto de Programa no constituye sino un prim e r paso en ese sentido y que los progresos serPn lentos y difi'ciles. Pero merece senalarse p1 hp&n ~.isn?,~ de ese primer I'y"nY s n n J" Y-% = n trata de una innovacidn que puede tener considerables consecuencias"1). Solamente han mediado treinta anos entre la aparicidn de los medios de comunicacidn social y el arti'culo 19 de la Declaracidn Universal de 71s 62 ",ln Derechos Humanos, que proclam6 unanimemente el 11 de diciembre de 1948 el "derecho a la libertad de opinidn y de expresidn" como derecho comtín de toda la humanidad. L a Conferencia de las Naciones Unidas sobre la libertad de informacidn, celebrada ese mismo ano, declard que esta libertad era la piedra de toque de todas las libertades que propugnan las Naciones Unidas. Esta Conferencia aprobd diversas medidas para contribuir a que tal derecho humano fundamental se concretara en la realidad. Desde 1948, las Naciones Unidas y la Unesco han cooperado activamente para promover el pleno goce de la informacidn, como parte de sus actividades en materia de derechos humanos. E n el pregmbulo mismo de la Constitucidn de la Unesco se afirma explicitamente la creencia de las potencias firmantes en la "posibilidad de investigar libremente la verdad objetiva y el libre intercambio de ideas y conocimientos", bas5ndose en lo cual ''resuelven desarrollar e intensificar las relaciones entre sus pueblos, a fin de que estos se comprendan mejor entre si'y adquieran un conocimiento m a s preciso y verdadero de sus respectivas vidas". El programa de la Unesco refleja la actual realidad del mundo en materia de comunicacidn. Su evolucidn en el plano de la teori'a y de la accidn -condicionadas por la tecnologi'a,la politica, la economi'a, etc. - en el plazo relativamente corto de doce anos pone de manifiesto los progresos y la evolucidn de la Unesco en este campo. Para alcanzar su finalidad que es "contribuir a la paz y a la seguridad estrechando, mediante la educaci6n, la ciencia yla cultura, la colaboraci6n entre las naciones", en virtud de su Constituci6n, luna de 121. primipales f.uncienes de 12 Unesco consiste en contribuir a la "conservaci6n, al progreso y a la difusi6n del saber". L a Unesco ha reconocido siempre la importancia del progreso de los 1) Unesco, 17 C/5, 1972, pdrr. 31. conocimientos humanos y la capacidad creadora del hombre, a la vez en si mismas ycomo contribucibn indirecta a la paz y a la comprensi6n internacional. Una de las finalidades Msicas de la Unesco ha consistido en contribuir al desarrollo de la comunidad internacional de cientfficos, intelectuales yartistas. Gran parte de su labor ha plasmado en contribuciones al saber "puro" y a la actividad creadora de nuestro tiempo,al paso que sus esfuerzos encaminados a promover el progreso de las ideas, en materia de educaci6n, ciencias exactas y naturales, comunicaci6n, ciencias sociales y cultura se han basado en gran medida en estudios e investigaciones llevados a cabo por la Organizaci6n o directamente fomentados por ella. Ahora bien, hoy en dia los conocimientos progresan a una rapidez sin precedentes, en muchos frentes y en todo el mundo. El hombre dispone de medios necesarios para adquirir, tratar, almacenar y transmitir conocimientos,cuyo enorme poder y posibilidades no controla siempre plenamente, del mismo modo que tampoco puede dominar sus proporciones. Se trata de poderes de los que se abusa facilmente y que a menudo estan acotados en unos estrechos limites nacionales. No siemprefecundan la capacidad creadora del hombre, ni tampoco incide Bsta lo suficiente en el actual potencial de conocimientos. Por ello, la responsabilidad de la Unesco en materia de fomento del saber y del espiritu creador es tan grande hoy como lo era cuando fue fundada, o quizas incluso mas. El analisis de la fndole y funciones de la comunicaci6n en la sociedad actual es un elemento bBsiCO y decisivo. Esto se deriva del enorme crecimiento de los conocimientosylos datos, publicados e inBditos, en forma de documentos y de estadfsticas, se trata de un crecimiento potencial que,unido a los medios ampliados y m a s complejos de transmisi6n y presentaci6n, trae consigo lo que se ha llamado una "sobrecarga de informaci6n", y que concierne directamente al intercambio y al modo de facilitar de modo m B s adecuado esta informaci611 a los usuarios, es decir, los "servicios de informacibn". El aumento del volumen de la informacidn es un fen6meno mundial, si bien la distribuci6n de ese crecimiento es.m u y desigualy existe una demanda general de establecimiento y desarrollo de sistemas de informaci611y de servicios de "suministro". Las tBcnicas que estan siendo estudiadas y aplicadas requieren un esfuerzo internacional integrado, ya sea desde el punto de vista de la equidad, de la necesidad de un rapido desarrollo en los paises privilegiados, de la eficacia de las investigaciones aplicadas y de la labor experimental o de la exigencia basica de la humanidad de que la informaci611 sistematizada de ese modo se preste a una fBcil distribuci6n e intercambio. Histdricamente, los medios de comunicacidn social se han implantado y desarrollado en distintos pafsesy regiones del mundo con arreglo a unas disposiciones jurfdicas y organizativas m u y diversas y para atender finalidades m u y distintas; tan s610 en m u y contadas ocasiones ha habido un enfoque aunado del problema de la comunicaci6n considerado en sf mismo. AnBlogamente, desde unas bases institucionales propias, las distintas disciplinas han improvisado unos sistemas para atender sus necesidades de informacidn y documentaci61-1, sin tomar en consideraci6n los problemas m a s generales. Tan s610 en los filtimos años, debido en gran parte al rapido adelanto de la tecnologfa de la comunicaci6n y de la informaci6r1,se ha empezado a reconocer la necesidad de establecer unas polfticas explicitas yuna planificaci6n consciente, coordinadas con la planificaci6n general del desarrollo. Por esta razbn, la Conferencia General de la Unesco, en su 18a. reunibn, celebrada a fines de 1974, incluy6 como una de las cuatro "zonas de problemas", en torno a los cuales ha de centrarse el programa sexenal de la Unesco, a plazo m e dio para 1977-1982 el de la "comunicaci6n entre las personas e intercambio de informaci6n". L a Conferencia General autoriz6 al Director General a procurar que se preste la debida importancia en el programa al "fomento de la investigaci6n. ..sobre la aplicaci6n de los derechos.. ., a la informaci6n.. .'' y a "fomentar el desarrollo de sistemas y servicios de informaci611,con la inclusibn de politicas, infraestructuras, formaci6n, transferencia e intercambio de la informaci6n e instrumentos para interconexi6n de sistemas". Ademas, la Conferencia sugiri6 que el problema deberfa referirse al "papel de la comunicaci6n como m e dio de cohesi6n social, incluida la influencia de las modernas tBcnicas de transmisi6n sobre las pautas contemporaneas de comportamiento 1). En una decisi611 analoga, la Conferencia General autoriz6 al Director General a "estudiar las modalidades y posibilidades de una activa participaci6n en el proceso de la comunicaci6n y a analizar el derecho a la comunicaci6n.. . y a informar.. . sobre otras medidas que fuere necesario adoptar" 2). M u y pronto se advertirfi que el examen del derecho a la comunicaci611 es una cuesti6n clave en la formulaci6n de las polfticas nacionales e internacionales de comunicaci6n. Se trata de un COEcepto que debe ser cuidadosamente estudiado por los especialistas del proceso de comunicaci6n, los planificadores de sistemas de comunicaci611 y los responsables politicos que se ocupen de problemas de comunicaci6n. Es muyposible que en la segunda mitad de este decenio la comunicaci6n, este nuevo derecho humano, llegue a ser una cuesti6n decisiva del progreso hacia un desarrollo econ6mic0, social y cultural equilibrado y que constituya la form a de los medios de comunicaci6n del futuro. 1) 2) Resoluci6n 18 C/lO.1. Resoluci611 18 C/4.21. 63 Bibliografia y documentación Alexandrowic, Charles Henry. 'The Law of Global Communication". Nueva York, Columbia University Press, 1971. Australia, Report on the Proposed National Telecommunications Plan. Canberra 1974. Bagdikian, Ben H. 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