tendencias e ideas recientes, compiladas y - unesdoc

Anuncio
Hacia
una política realista
de la comunicación
Tendencias e ideas recientes,
compiladas y analizadas
por John A. R. Lee
Unesco
ISBN 92-3-301295-6
Edición inglesa 92-3-101295-9
Edición francesa 92-3-201295-2
Publicadoen 1976 por la Editorial de la Unesco
7, place de Fontenoy, 75700 Paris, France
Compuesto e impreso en los talleres de la Unesco
O Unesco 1976 [BI
Prólogo
E n el futuro, es posible que se recuerde el presente decenio como el "decenio de la comunicaci6n".
Desde 1969, se observa en todo el mundo un replanteamiento de muchos problemas relativos al
desarrollo actual y futuro de los medios de comunicaci6n y al papel que desempena la comunicaci6n
en la sociedad.
Desde el punto de vista de la Unesco, es posible que el decenio de la comunicaci6n haya e m pezado en Montreal en 1969, al celebrarse una
reuni6n de expertos sobre la comunicaci6n en la
sociedad. D e esa reuni6n surgi6 un problema de
la Unesco totalmente nuevo que, en cada una de
sus fases, ha constituido una respuesta a las prioridades de los Estados Miembros que integran la
Organizaci6n, pero al m i s m o tienlpo ha intentado
orientarse hacia el futuro, con objeto de tener en
cuenta los problemas de comunicaci6n que pasaran a tener una trascendencia capital en los pr6ximos anos.
L a reuni611de Montreal deptac6 la necesidad
de efectuar unas investigaciones sobre comunicaci6n m a s numerosas y de mejor calidad. Tambien
subray6 que esas investigaciones debfan orientarse hacia la resoluci6n de problemas y en un sentido normativo. E n aquel tiempo, en 1969, no
abundaban quienes hablaban de una polftica de la
comunicaci6n. E n 1975 este tema se debati6 m a s
ampliamente y en este ano precisamente, a mitad
de camino del "decenio de la comunicaci6n", se
decidi6 convocar para 1976, la primera Conferencia Intergubernamental sobre Pollticas de C o m u nicaci6n. Esta conferencia congregara a los ministros responsables de la comunicaci6n en los diversos pafses de America Latina y el Caribe para
"intercambiar experiencias sobre sistemas de
comunicaci6n en relaci6n con el desarrollo econ6mico y social y en estudiar el establecimiento,
tanto en el nivel nacional como regional, la infraestructura gubernamental de caracter administrativo, tecnico, de investigaci6n y de formaci6n para
formular, aplicar y evaluar las polfticas de comunicaci6n". l)
L a presente obra intenta sistematizar el caudal de ideas que, entre esos dos acontecimientos,
han contribuido a convertir un enfoque te6rico en
un programa internacional de acci6n. V a dirigido a dos tipos de destinatarios mutuamente relacionados. E n primer lugar, a los estudiosos de la
comunicaci6n que, cada vez mas, tienen que establecer en sus estudios unas relaciones significativas entre las funciones sociales y culturales
de los medios de comunicaci6n, las posibilidades
y limitaciones de la tecnologfa de la comunicaci6n y los problemas eticos y jurfdicos que se derivan del nuevo analisis de la relaci6n existente
entre ellos. Los estudiosos de la comunicaci6n
de nuestro tiempo deben comprender tambih de
que modo pueden contribuir las investigaciones
en este campo a una formulaci6n normativay c6m o la nueva ciencia de la planificaci6n de la comunicaci6n puede ofrecer distintos enfoques posibles para establecer unos sistemas funcionales.
Todos estos problemas estan en juego en la polftica de la comunicaci6n y, por ello, este libro va
dirigido tambien a los propios responsables polfticos, que tienen que tomar decisiones sobre unas
cuestiones que quiz& determinen, en los anos pr6ximos, las estructuras de comunicaci6n en sus
distintas sociedades. Con harta frecuencia,esos
responsables carecen de la informaci611 necesaria
y de una base sistematica para formular sus opciones te6ricas y practicas.
El Dr. Lee ha compilado este libro a partir
de un gran nfimero de documentos, que han sido
presentados a reuniones y proyectos de asistencia tecnica de la Unesco y que se han derivado de
ellos, y tambien de otras muchas fuentes deideas
y conocimientos especializados. Ahora bien, su
contribuci6n ha sido algo m a s que una simple
compilaci6n. Su cometido ha consistido en en-
1.) Documento 18 C/5 dela Unesco. Proyecto de
Programa y de Presupuesto para 1975-1976
parr. 4057.
3
c
samblar de un modo 16gico y en analizar el trabajo y las teorfas de muchas personas que, a lo
largo de los anos, han aportado sus puntos de
vista, basados en ideologlas e intereses m u y distintos. T a m b i h presenta sus propias ideas originales, basadas en su amplio y profundo conoci-
4
miento de todo el sector de la polftica de comunicaci6n. P o r ello, las opiniones y argumentos
expresados no reflejan necesariamente el parecer
de la Unesco, pero la Organizaci6n estima que
esta cristalizaci6n de las nuevas teorfas es a la
vez importante y oportuna.
Indice
Pgginas
PROLOGO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3
INTRODUCCION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
7
.......
13
L a comunicaci6n en la sociedad y su circulaci6n . . . . . . .
Necesidades de la sociedad en materia de comunicaci6n e
informaci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
13
CAPITULO II: LA COMUNICACION INTERNACIONAL . . . . . . . .
19
CAPITULO I: L A S FUNCIONES DE LA COMUNICACION
Ciertos temas importantes en materia de comunicaci6n
internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
L a circulaci611 internacional en materia de comunicaci6n:
la difusi6n de noticias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
L a comunicaci6n por medio de satelites . . . . . . . . . . . .
Principios rectores del empleo de los satelites de
radiodifusi6n .........................
Principios fundamentales sobre la funci6n de los medios
de comunicaci6n social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CAPITULO III: L A S INVESTIGACIONES S O B R E LA COMUNICACION.
LA INFORMACION DE LOS R E S P O N S A B L E S
POLITICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
16
19
20
23
25
26
28
Principales problemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Pasado y presente de las investigaciones sobre la
comunicaci6n. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Una nueva orientaci6n ......................
Propuestas de investigaci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Intercambio y utilizaci6n de informaci6n sobre las
investigaciones .........................
28
........
37
Dimensiones e intereses de la polftica de la comunicaci6n . . .
Participaci6n en la formulaci6n de polfticas de comunicaci611.
¿Quienes esth implicados? . . . . . . . . . . . . . . . . . .
38
CAPITULO Tv: LA POLITICA DE LA COMUNICACION
29
30
33
34
41
5
Paginas
CAPITULO V: DE LA POLITICA A LA PLANIFICACION . . . . . . .
45
Planificaci6n estrategica y operacional. . . . . . . . . . . . .
Necesidad de datos para el proceso de planificaci6n . . . . . .
Aspectos econbmicos y financieros de los servicios de
comunicaci6n. Evaluaci6n econ6mica de los sistemas
de comunicaci6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Bases de la adopci6n de decisiones . . . . . . . . . . . . . . .
Planificaci6n de unos sistemas integrados de comunicaci6n
social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Gesti6n de sistemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
L a planificaci6n de los recursos humanos. Necesidad de unos
mediadores profesionales. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Transferencia de tecnologfa, asistencia exterior y cooperaci6n
mutua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.Ij
CAPITULO VI: CONCLUSION: LAS POLITICAS DE COMUNICACION
Y EL PROGRAMA DE LA UNESCO . . . . . . . . . .
6
48
51
53
55
57
59
60
62
Introducción
El progreso individual, la organizaci6n social y
el crecimiento requieren una’ comunicaci611, ya
que todos los seres dependen de la comunicaci6n
con los demas de su propia especie. E n esteplano acttlan dos fuerzas: una de ellas impulsa al
hombre a comunicar y a reunirse con sus semejantes para formar una sociedad, y la otra incita
a la sociedad creada de ese modo a establecer,
para su propia actuaci6n y expresi6n, unos metodos cada vez m a s gaerfectos de comunicaci6n, que
desembocan en eLgf5n de crear unas estructuras
sociales cada vez m a s perfectas.
Durante miles de anos, el hombre dependi6
de unas formas de comunicaci6n que eran primitivas, pero que en aquella epoca resultaban socialmente adecuadas. P o r los caminos del bosque, las sendas y los rfos, aparecieron sucesivamente los marcos de esos metodos de comunicaci6n
a la vez disponibles en un momento dadoy capaces
de satisfacer unas necesidades sociales. Desde la
hoguera en lo alto de la colina, pasando por el
correo a pie o a caballo y los despachos enviados
por diligencia o por barco, fue surgiendo la
comunicaci6n.
Las civilizaciones, los imperios y las instituciones -de m u y diversos tipos- crecieron y se
desmoronaron, al compas de la aparici6n de m e dios de comunicaci6n m a s poderosos y m a s eficaces. Hace un siglo, el telegrafo y el ferrocarril
se divulgaron simultaneamente en America del
Norte hacia el oeste, y en Europa y en Asia hacia
el este, surgiendo en pos de ellos las superpotencias de nuestro tiempo.
Desde que, gracias al alfabeto morse, el telegrafo result6 utilizable y se difundi6 hacia 1840,
ha habido un flujo constante de inventos en materia de comunicaci6n m a s rapida y a m a s larga
distancia. A traves de los oceanos -que cubren
el setenta por ciento de la superficie de nuestro
planeta-, los cables telegr5ficos eran el dnico
medio de comunicaci6n hasta 1927, afio en el cual
result6 posible la transmisi6n de la voz mediante
la radio, por primera vez en la historia. Despues
de ella vinieron el radar y la televisi6n.
Nuestro tiempo es una era de comunicaci6n.
Hay una verdadera explosi6n en torno a nosotros
de posibilidades de comunicaci6n, de las que m u y
a menudo no somos sino testigos inertes, c o m o
si todavfa no nos hubiera llegado la onda de choque.
Los expertos vienen prediciendo que la nueva tecnologfa de la comunicaci6n incidir5 y modificar5
los estilos de vida tan radicalmente como lo hizo
el autom6vil de 1920 a 1930, y antes de 81 la revoluci6n industrial. Cuando sopesamos las consecuencias de esta revoluci6n para nosotros mism o s y para las generaciones futuras, empezamos
apenas a percibir oscuramente la medida en la
cual nuestras vidas son moldeadas por esos m e dios de comunicaci6n, que nos dan la imagen que
tenemos de nuestro planetay del espacio exterior.
Disponemos de las siguientes mejoras tecnol6gicas de la comunicaci6n:
el telegrafo, el teletipo y el telex;
el telefono y diversos servicios telef6nicos
similares, desde la comunicaci6n manual a
la plenamente automatica;
el empleo del espectro radiofbnico, a partir
de las primeras aplicaciones de Marconi,
para atender diversos servicios, y que rebasa
ya la ionosfera y llega al espacio exterior;
la capacidad que tiene el hombre de lanzar
satelites en 6rbita geoestacionaria, en el
espacio exterior, a unos 36.000 k m de la
tierra, incluidos unos satelites de comunicaci6n que pueden transmitir simultaneamente miles de mensajes;
otros tipos de transmisi6n y teledistribuci6n
en banda ancha gracias a la aparici6n de los
sistemas de cable;
la aplicaci6n de la tecnologfa de las computadoras a las telecomunicaciones;
la transmisi6n de sonidos e im5genes por
gulas de ondas, fibras 6pticas o rayos laser;
los medios magnetosc6picos;
--
-
-
7
-
la televisi6n numerica
por no citar sino algunos de los aspectos m a s
conocidos y m a s importantes de esta reciente,
rapida e importante evoluci6n tecnol6gica de las
comunicaciones.
¿Que nos predicen para un futuro pr6ximo
quienes se interesan y viven mas directamente
estos problemas? Habra un mayor namero de
canales de comunicaci6n en el hogar: 20, 40 u
80, mediante cables coaxiales o, cuando se perfeccione la 6ptica de las fibras, cientos o incluso
miles. U n centro de informaci6n en el hogar podr8 reproducir los peri6dicos a la vez incluso
que las pelfculas m a s recientes o unos programas
de televisi6n; y esto no se contemplara en un tubo cat6dico sino en una pantalla mural que dar5
una sensaci6n tridimensional; podra haber una
"transmisi6n personalizada", destinada especialmente a uno m i s m o o a un grupo de intereses o de
vecinos; tambien existira una "capacidad interactiva", brindando la oportunidad de contestar o
por lo menos de enviar una sena1 de un tipo u otro;
conectada con una computadora, este sistema introducir$ bibliotecas enteras en el hogar, y un
reflector de comunicaci6n en el techo podrL captar teletransmisiones directas de todo el planeta.
Una importante promesa de los futur6logos
m a s optimistas es que la escasez de comunicaci6n cedera el paso a la abundancia, ya que se
preve una amplia proliferaci6n de servicios, a
saber, sociales: canales enteros dedicados aunas
universidades sin muros y a un suministro de servicios sanitarios durante las veinticuatro horas
del dfa; cfvicos: servicios de bomberos y de policfa, entrega electr6nica del correo; polfticos:
reuniones municipales desde la propia casa, plebiscitos instantaneos, el mundo entero convertido
en una verdadera "agora ateniense''de la democracia; y econ6micos: compras desde el propio
hogar, conferencias culturales y negocios mediante un vide6fon0, lo cual permitira aliviar la congesti6n de los sistemas de transportes. Habra
tambien ventajas demograficas, ya que el uso eficaz de las nuevas comunicaciones incitara quizas
a las familias y a las empresas a dejar de hacin a m e en megal6polis superpobladas y a desparramarse por las inmensas partes menos pobladas
del planeta.
Cabe mencionar tambien diversas ramificaciones no tecnol6gicas de este progreso de lacomunicaci6n. Por ejemplo, se invitara cada vez
m a s a la gente a formular criticas, a expresar su
opini6n personal sobre un namero creciente de
problemas y a intentar comprender los asuntos y
la complejidad de otras personas y de otras regiones de la tierra.
Por haber pasado de una epoca de escasez de
comunicaci6n a otra de creciente abundancia,
nuestros criterios, nuestros razonamientos y las
estructuras de la comunicaci611 son todavfa dema8
siado limitadas y reflejan el tiempo de la escasez.
Tienen que cambiar nuestras ideas, nuestra configuraci6n psicol6gica, nuestra mentalidad y nuestras acciones. H a cambiado tambien demasiado
poco nuestro comportamiento individual desde la
epoca en que nuestros antepasados comunicaban
entre sf por medio de seflales de humo o de hogueras. L a comunicacidn social sigue pareciendo todavfa un instrumento milagroso, infrecuente y
oneroso, con unos instrumentos que quedan fuera
de nosotros mismos y no en el interior de nuestros propios sentidos. Hay que iniciar seriamente un nuevo planteamiento te6rico y un nuevo enfoque de los problemas de comunicaci6n, que desemboquen en una readaptaci6n de las estructuras
nacionales e internacionales, si es que queremos
cosechar los mtiltiples beneficios de este cuerno
de abundancia de la comunicaci6n.
U n volumen creciente de obras publicadas en
todo el mundo da fe de que nuestra revoluci6npostindustrial se caracteriza por la aparici6n de una
sociedad basada en la informaci611 y de unas industrias "del saber". El interes est5 pasando
ahora de la producci6n y la distribuci6n de bienes
materiales al acopio y distribuci6n de informaci6n.
Con el "derecho a comunicar" y el "derecho
a recibir comunicaci6n", derechos sociopolfticos
basicos que pertenecen a todos los seres humanos
y que entraflan el derecho de acceso de todos los
individuos al sistema de informaci6n,las actuales
disparidades de acceso resultaran mucho menos
deseables todavfa en una sociedad que dependera
de una amplia gama de servicios de informaci6n.
L a contrapartida de esos derechos humanos basicos es el "derecho a la vida privada", con respecto al cual son enormes las consecuencias de
toda esta evoluci6n tecnol6gica.
Tambien es posible que el constante crecimiento del volumen de informaci6n disponible
entrane de hecho que llegue al pfiblico una informaci6n menos efectiva todavfa. L a reacci6n puede suponer una "sobrecarga de informaci6n", con
unos individuos, regiones y naciones que produzcan demasiado y sin que quede nadie en el extrem o receptor de semejante sistema de comunicaci6n.
L a tecnologia esta encauzando la comunicaci6n social en dos sentidos distintos. Una de ellos
consiste en una mayor centralizaci6n, pasividad
y a menudo frustraci6n de los receptores y una
concentraci6n del poder que tiene una minorfa de
llegar a la mayorfa, cuando la comunicaci6n es
unidireccional y con harta frecuencia solamente
entrana una informaci6n polftica y comercial. Por
otra parte, una autentica consecuencia del aumento de la tecnologfa es que anuncia el fin de una sociedad encerrada en sus lfmites nacionales. L a
teledistribuci611, los magnetoscopios de cassette,
etc., brindan una oportunidad de elecci6n y c o m paraci611 a cada individuo y ofrecen al hombre un
instrumento de comunicaci611 individual y una nue-
va era de verdadera circulaci6n libre del "mensaje'!
Si hoy en dfa la gente resulta m a s diffcil de
gobernar esto puede deberse tambien a que los
instrumentos, las polfticas, los planes y las estructuras de la comunicaci6n no corresponden ya
-tanto como podrfan- al mundo actual y a su progreso tecnol6gico y social.
Cabe pensar que el subdesarrollo de la comunicaci6n nacional e internacional es una causa intrfnseca del subdesarrollo general. Y, como la
comunicaci6n es un proceso social fundamental
inherente a todo cambio social que desee introducir un pafs en desarrollo, y forma necesariamente parte de todo plan de mejora de la vida humana
en cualquier cultura, resulta imperativo el desarrollo del sector de la comunicaci6n.
P o r doquiera, en America Latina, en Africa
y en Asia, asistimos hoy a la aparici6n de nuevos
pafses que antes estaban privados a menudo de un
sistema adecuado de informaci6n: pafses en los
que, hasta hace poco tiempo, la comunicaci6n solamente existfa de modo 6ptimo con arreglo aunos
cauces coloniales de mando en el sentido de norte
a sur. D e un m c d o m u y similar a un organismo
que careciera de sistema nervioso, con harta frecuencia esos pafses tenfan poco m a s que unos aeroplanos anticuados y unos sistemas de radiotelecomunicaci6n inadecuados para enlazar las distintas
provincias de un organismo nacional que no estaba todavla movilizado. Al m i s m o tiempo, el potencial de las tecnologfas y metodos de telecomunicaci6n existentes, pero hasta la fecha no utilizadas -tanto en el caso de los parses endesarrollo
c o m o en los desarrollados-, tienen la m i s m a magnitud que las neuronas de nuestro cerebro que (por
razones que todavla se desconocen) no utilizamos
todavla sino parcialmente. 1)
E n la medida en que todo nuevo progreso tecnol6gico de la comunicaci6n social ha ampliado
y realzado la penetraci611 mundial y el impacto de
las ideas y la informaci6n, ha servido tambien
para promover los aspectos sociales y colectivos
de la libertad de informaci6n. D e hecho, c o m o
las ideas expresadas en palabras y en imagenes
vivas pueden hoy dar la vuelta al mundo instantaneamente, la libertad de informaci611 ha pasado a
ser un problema de caracter claramente internacional. P o r consiguiente, la protecci6n del derecho a dispensar y a recibir informaci611 es hoy
una preocupaci6n basica para todos, incluidos
-desde luego- los gobiernos que actban cada uno
por su cuenta en interes de sus pueblos respectivos o conjuntamente en interes de todos y cada uno
de nosotros, dondequiera y comoquiera que
vivamos.
L a radio, la televisi6n y la palabra impresa
son factores de amplia distribuci6n y de importancia capital para la sociedad moderna. E n
nuestra sociedad de hoy, todos los individuos estan sometidos a la influencia de los medios de co-
municaci6n social y, de hecho, en m u y granmedida, normalmente la tercera parte del tiempo que
no dedicamos al sueno lo pasamos en sucompafifa.
Y, al crecer constantemente el pbblico de esos
medios de comunicaci6n social, estos han pasado
a constituirse en sistemas gigantescos, en ciertas
sociedades desarrolladas. Mientras la difusi6n de
peri6dicos y revistas y las cifras de oyentes y espectadores de la radio y la televisi6n adquieran
una importancia mayor, una finalidad basica de la
comunicacibn -a saber, la transmisi6n de informaci6n y de experiencias al pbblico- lucha por su
existencia. 2)
E n los distintos pafses se asigna, asume y
ejerce de m u y distintos modos la responsabilidad
en materia de polltica, funcionamiento y producci6n de los medios de comunicaci611 social. E n
ciertos pafses, todos o algunos de ellos funcionan
c o m o 6rganos del Estado. E n otros, unas compaM a s comerciales privadas -algunas de las cuales
son en el plano econ6mico pluriempresas en todos
los sentidos de la palabra- o unas empresas pbblicas independientes creadas por el Estado que se
administran de tal o cual medio.
El dispositivo de la comunicaci6n social m o derna esta vinculado por unos lazos complejos y
estrechos a la estructura econ6mica y polftica, y
esta integracih de la comunicaci6n social en las
demas instituciones de la sociedad ha aumentado
en los bltimos decenios, al crecer el papel que
desempena (en su caso) la publicidad en el mantenimiento de estos medios y al quedar m& concentrado su control en un nbmero menor de manos.
P o r consiguiente, no debemos considerar los
medios de comunicaci6n social y su contenido
disociandolos de las estructuras sociopolfticoecon6micas. Hemos de procurar no hacer una
diferenciaci6n excesiva entre el sistema establecido (incluido el Gobierno y tambien el sector
privado) y la estructura de comunicaci6n social.
C o m o ha dicho el especialista britanico de la comunicaci6n social, James Halloran:
"De cuando en cuando puede resultarnos necesario poner los medios de comunicaci6n social en un microscopio, pero en tal caso hemos
de procurar siempre mantener la perspectiva
m a s amplia. Estudiamos constantemente los
procesos de la comunicaci6n social, es decir,
el funcionamiento de sus medios en la sociedad.
1)
2)
Jean d'Amy "Communication as a right.
Unfrocking the magicians': Intermedia,
International Broadcast Institute, no 5, 1974,
PQ. 2
Nordenstreng, Informational Mass C o m munications, T a m m i , Helsinki, 1973, pagina 178.
9
Todos los aspectos de ese proceso deben concebirse en el marco econ6mico y tecnol6gico
m a s amplio. Nuestra ignorancia actual sobre
el impacto de estos medios se debe en partea
la negativa de los investigadores a aceptar semejante hecho". l)
Si la comunicaci6n social es un 6rgano integrante
del organismo social, no bastara con ver lo que
ocurre dentro de medios de comunicaci6n social
y limitarse a intentar cambiar su polftica, ya
que esas fuerzas determinantes operan desde fuera, a traves de otras estructuras institucionales.
Al m i s m o tiempo, no se debe considerar que
los medios de comunicacibn social e s t h predeterminados al cien por cien. Hay siempre u n m a yor o menor margen de libertad para modificar
las practicas correspondientes. Se puede hacer
siempre algo para aumentar la democracia enlos
medios de comunicaci6n social, y hemos de esforzarnos constantemente en este sentido. Pero
quienes deseen limitar sus esfuerzos a cambiar
el mundo dnicamente en el interior de los medios
de comunicaci6n social actfian de un modo ut6pico
en su analisis y en su modo de proceder.
L a mejora de las comunicaciones nacionales
e internacionales, unida a la aceleraci6n del desarrollo tecnol6gic0, econ6mico y social, han
puesto a los medios de comunicaci6n social en
una nueva situaci6n, en la que es preciso evaluar
de nuevo sus funciones y sus criterios de funcionamiento. Esto se aplica sobre todo al caso de
la televisi6n que, al nacer, asumi6 las tradiciones configuradas por la prensa, el cine, la radio,
pero que ha resultado ser en muchos aspectos m a s
eficaz que sus predecesores.
Cada vez resulta m a s evidente que todo intento
de llegar a una maxima informaci611verdadera no
puede ser socialmente neutral sino que necesariamente se convierte en "parcial". Aunque se piensa a menudo que la informaci6n verdadera es
"neutral" o "pura", en realidad las conexiones
entre el contenido de la informaci611 y sus implicaciones para la acci6n practica en la vida social
y polftica no pueden disociarse, ya que toda informaci6n o bien apoya al statu quo o bien fomenta
unos nuevos modos de concebir la realidad (innovaciones). Por definicith,toda nueva informaci611
implica una reorientacibn de las perspectivas y,
por ende, una iniciaci6n a la acci6n. U n elemento decisivo de los principios de una polftica de la
comunicaci6n informativa es el objetivo de utilizar los medios de comunicaci6n social para transmitir informaci611 sobre la realidad concreta, es
decir, acumular datos concretos sobre el mundo
objetivo en la conciencia del pfiblico. Los principios informativos de la selecci6n de mensajes
para la comunicaci6n social se derivan del deseo
de reflejar fielmente la realidad objetiva, y no
solamente de la preocupaci6n por el "equilibrio
de todos los tipos de intereses sociales, justificados o no",
10
Teniendo en cuenta la trascendencia central
de las formas de organizaci6n en la planificaci6n
y ejecuci6n de polfticas de comunicaci6n durante
la pr6xima era de la nueva tecnologfa de los m e dios de comunicaci6n social, procede analizar y
evaluar cuidadosamente toda la experiencia nacional e internacional en el ancho campo de la polftica de la comunicaci6n. E n esta evaluaci6n, habra
que tener debidamente en cuenta que solamente
puede obtenerse una cooperaci6n cultural y una
comprensi6n internacional perdurables mediante
unas actividades nacionales, y en filtimo extremo
locales, basadas en la participacibn democratica
en el marco de la autonomfa cultural y politica de
todos los Estados, grandes y pequenos.
L a aplicaci6n de las practicas y polfticas de
comunicaci6n requiere una acci6n conjunta de todos los interesados por los asuntos sociales, econ6micos, cientfficos, educativos y exteriores de
cada pafs. No debe concebirse su funci6n como
una superpotencia creada para controlar los m e dios de comunicaci611 social. s610 podran tener
exit0 si estan en consulta y contacto constantes
con los comunicadores y los ciudadanos,cuyaparticipaci6n directa en la formulaci6n y aplicaci6n
de los planes y polfticas de comunicaci6n es la vez
esencial y vital. Nada puede frustrar y deformar
m a s eficazmente la circulaci6n real y 6ptima de
la informaci6n que la falta de respeto por la fndole de la propia comunicaci6n y la necesidad social
de comunicar.
E n los pafses menos desarrollados, una tarea
importante consistira en conseguir una mayor participaci6n de la poblaci6n en los asuntos econ6micos y nacionales, en aumentar sus conocimientos
te6ricos y practicas, en darle una conciencia nacional, y en ayudarla a encontrar su identidad cultural y personal. Sin una comunicaci6n, sin
una utilizaci6n maxima de los modernos medios
de comunicaci6n social, conjuntamente con los
m a s tradicionales, no cabe esperar alcanzar en
un plazo razonable esos importantes y urgentes
objetivos. Hoy en dIa, los responsables de adoptar las decisiones y los ciudadanos de esos pafses no pueden por menos de prestar una detenida
atenci6n al papel que desempena actualmente la
comunicaci6n en la sociedad y estudiar de que
modo puede aportar una contribuci6n 6ptima a
todos los aspectos del desarrollo humano y
nacional.
II
James D. Halloran. "What do w e need to
know? Are w e going to be able to find
out? I' Trabaio mesentado al International
Symposium on Communication: Technology,
Impact and Policy, Annenberg School of
Communications, University of Pennsylvania,
Philadelphia, 23-25 de marzo de 1972, pagina 11.
-
"
A
E n los pafses m a s desarrollados, la tecnologfa de la comunicaci6n esta perturbando hoy
muchas instituciones. Potencialmente, permite
que un mayor nttmero de ciudadanos gocen, o
soporten, unas oportunidades abundantes y baratas de escoger lo que desean ver, oir o leer
y de dar a conocer su opini6n a los demas.
Pero tambien constituye una amenaza para valores sociales y modos de vida m a s antiguos y
tradicionales.
Todos los pafses, desarrollados y en desarrollo, participan en problemas practicos y debates de gran alcance, que no solamente inciden en
los futuros instrumentos de comunicaci6n sino
tambien en la fndole de la propia sociedad. Los
responsables polfticos advierten cada vez m P s
claramente que, al asignar los recursos naturales y sociales, unas polfticas orientadas hacia el
futuro no pueden permitirse el lujo de prescindir
de la vertiente de la comunicaci6n.
L a incapacidad de tener una visibn global de
la comunicaci6n, de examinar las polfticas de
comunicaci6n actuales y futuras y de traducirlas,
cuando proceda, en unos planes puede acarrear
facilmente un despilfarro impertinente. C o m o la
comunicaci6n esta tan evidentemente generalizada, se acepta con harta frecuencia que se produce espontanea y necesariamente una comunicaci6n
efectiva. Ahora bien, de hecho el proceso de la
comunicaci6n humana en la sociedad moderna puede quebrarse, ya que actualmente depende hasta
tal punto de muchos factores tecnicos, materiales,
jurfdicos y de organizaci6n que se derivan de la
polftica pttblica y requieren una participaci6n y u n
interes pttblico directos.
Tanto las sociedades c o m o los individuos necesitan que haya una mayor coherencia entre las
polfticas y las actividades de los diversos subsistemas de comunicaci6n y una planificaci6n en la
que pueda tener cabida la diversidad. Surgen tensiones y contradicciones inevitables, que a menudo resultan m a s faciles de conciliar en una sociedad opulenta, en la que hay m a s variantes de cauces de comunicaci6n y educaci6n. Ahora bien,
dados los factores limitadores de unos recursos
escasos -materiales y humanos- una polftica coherente de la comunicaci6n asume una importancia
especial.
11
Capítulo I
Las funciones de la comunicaci6n
L a comunicaci6n en la sociedad
Y su circulaci6n
Se entiende en general que la comunicaci6n consiste en los procesos de transporte y transmisi6n
entre personas y lugares. Para las autoridades
de planificaci6n, esto supone normalmente el
transporte de bienes e individuos por tierra, m a r
y aire y la transmisi6n de mensajes por mediode
las telecomunicaciones. Ahora bien, este concepto estrecho no se ajusta a la noci6n de "comunicaci6n en la sociedad", en relaci6n con la cual
lo que interesa concretamente es la capacidad de
informaci6n que necesita la sociedad para poder
funcionar eficazmente, asf como la circulaci6n
de informaci6n por toda la trama social.
L a comunicaci6n social entraRa a la vez unos
contactos interpersonalesy una comunicaci6n "mediada", en la que la informacibn se transmite por
medios tecnicos u otros instrumentos intermedios. L a comunicaci6n social puede producirse
espontaneamente entre individuos o bien puede estar organizada y dirigida por cauces institucionales, que no son solamente los medios de comunicaci6n social sino tambien otras instituciones de
transmisi6n de informaci6n: agentes polfticos,
servicios de extensi6n, animadores culturales,
educadores y servicios sociales. Pueden correr
a cargo del Estado -Gobierno, entidades pbblicas,
administraci6n nacional o local- o situarse en un
nivel no gubernamental: empresas privadas, cooperativas, asociaciones, etc. Pueden estar financiadas total o parcialmente con ingresos comerciales o depender de fondos pfiblicos, dere-,
chos de licencia y otros recursos.
L a capacidad de informaci6n de que dispone
una sociedad dada depende en parte de su infraestructura de telecomunicaciones. E n general, esta
ha sido la preocupaci6n basica de los responsables
de desarrollar y administrar las redes de comunicaci6n. A partir del principio de que tales redes
deben autofinanciarse, cuando no realizar benefi-
cios, se ha tendido, sin embargo, a dedicar menos
atenci6n a las necesidades de aquellos sectores de
la comunicaci6n social que tienen una trascendencia pdblica equivalente, pero ofrecen menos probabilidades de resultar remuneradores en un plano
monetario.
Analogamente,la interpretaci6ny organizaci6n
de la comunicaci6n moderna debe rebasar el anticuado modelo vertical, el concepto de circulaci6n en un solo sentido, ya que ningdn autentico
sistema de comunicaci6n puede ser completo si
no hay un cierto mecanismo de respuesta. Hay
que concebir la circulaci6n de la comunicaci6n
como un proceso multilateral en el que no solamente una persona puede comunicar con otras
muchas sino tambien con una sola, o muchas con
una o muchas con muchas. Si la gente no responde ante la informaci611 que recibe y no da a conocer sus puntos de vista, se produce simplemente
un refuerzo del sistema pasivo en un solo sentido,
que es lo que tenemos hoy en dfa con harta frecuencia. No basta simplemente con establecer un
dispositivo de retroacci6n en el actual sistema de
comunicaci6n.
E n un plano ideal -y tecnico-, resulta cada
vez m 5 s factible que un individuo pueda transmitir a otros unas preguntas precisas y unos problemas inmediatos derivados de su ocupaci6n laboral, su vida familiar o su curiosidad intelectual, y ha de estar en condiciones de recibir
respuestas a esas preguntas mediante un cauce
apropiado de comunicaci6n. Los gobiernos comunican de modo regular con la poblaci6n, pero
esta tambien aspira y debe conseguir una comunicaci6n igualmente regular con el Gobierno, ya
que en esto consiste la verdadera democracia en
el siglo XX.
No hay que concebir los sistemas de comunicaci6n c o m o una "partida de gastos generales
socialestt
que cabe pasar por alto o tolerar, sino
c o m o un derecho y una necesidad basica de la sociedad humana. E n vez de considerar la informa-
13
ci6n c o m o un producto de lujo del que puede prescindirse y al ptiblico c o m o "consumidor'l y simplemente "receptor", es cada vez m a s importante
abordar el problema de la planificaci6n y formulaci6n normativa de la comunicaci6n de un modo
positivo, segfin el cual el potencial productivo de
comunicaci6n dentro de la estructura socioecon6mica de la sociedad reviste una importancia
capital.
El hecho de comprender cabalmente las funciones globales y a veces contradictorias de la
comunicaci6n es un requisito previo para que los
responsables polfticos puedan hacer un analisis
m a s preciso de los efectos potencialmente positivos
o negativos que puedan lograrse mediante una utilizaci6n deliberada y m a s funcional de la comunicaci6n. P o r consiguiente, la planificaci6ny las
polfticas de comunicacibn deben regirse por la
determinaci61-1,
por cada pafs, de las funciones
sociales que deben desempenar los medios de
comunicaci6n.
E n general, las principales funciones sociales de los medios de comunicaci6n en toda sociedad son las siguientes:l)
Informaci6n. Todo el mundo tiene que tomar
cotidianamente decisiones y que asumir responsabilidades que exceden de las posibilidades inmediatas de su observacibn y su contacto personal.
Tanto si es un joven labrador como un alto funcionario, requiere "informaci6n" sobre cuanto
ocurre en torno a e1 y sobre lo que puede ocurrir
en el futuro. Busca seaales de los peligros inminentes e indicaciones sobre oportunidades remuneradoras. L a tarea basica de los medios de comunicaci6n es pues informarle, ayudarle a mantenerse al dfa en un mundo en rapida evolucibn,
donde los acontecimientos en una parte del globo
pueden tener repercusiones en su pafs. Para
desempenar su funci6n de transmitir mensajes,
senalar peligros o descubrir condiciones -la vigilancia del medio ambiente-, los medios de comuriicaci6n deben tener acceso al genero de informaci6n que afecta de un m o d o vital a la existenciade
los individuos en la sociedad, mientras que el
individuo a su vez pedira acceso a esta informaci6n utilizando los medios de comunicaci6n.
Por lo tanto, una funci6n primordial de los
medios de comunicaci6n debe ser la traducci6n,
para poner la informaci6n obtenida de fuentes
especializadas (meteorblogos, estadfgrafos, inves
tigadores cientfficos, etc. )en forma accesible y
comprensible hasta un punto que sea dtil.
Participaci6n social. E n este contexto, se
debe dar primordial importancia a la promoci6n,
por medio de los medios de informaci6n, de norm a s y valores basicos que puedan ser comprendidos y adoptados por todos.
Para funcionar satisfactoriamente, la sociedad requiere la formaci6n de una conciencia social basada en la comprensi6n y en la aplicaci6n
-
14
de esas normas no s610 por sus miembros actuales sino tambien por los recien llegados, ya sean
nifios o inmigrantes. Se considera la socializaci6n por medio de la adopci6n de valores comunes
c o m o una funci6n primaria de los medios de comunicaci6n. Otros conceden mayor importancia
a la necesidad de diversidad y de elecci6n personal, aunque no estan menos interesados en la
conservaci6n del vfnculo social.
Conservaci6n e innovaci6n. Con frecuencia
se pide a los medios de informaci6n que contribuyan a la preservaci6n de las tradiciones y las
culturas, que recuerden las realizaciones y los
valores del pasado y que de esa manera realcen
la identidad nacional y la confianza social. Sin
embargo, el crecimiento de la sociedad requiere
innovaci6n y los medios de informaci6n tienen
tambien la funci6n de presentar otras ideas y valores posibles.
Funciones culturales. L o s medios de comunicaci6n son una forma de expresi6n cultural por
derecho propio, asf como vehfculos para la transmisi6n de otras formas culturales. Con frecuencia, constituyen el dnico tipo de comunicaci6n
cultural accesible a la masa de la poblaci6n. Por
consiguiente, su funci6n social consiste en realzar las culturas tradicionales y abrir la mente a
nuevas formas y estilos enlazando el pasado nacional con las dimensiones mundiales de la cultura humana.
E n este contexto la distracci6n y el recreo
asumen una importancia particular. Las actividades recreativas y de esparcimiento asumen
en este contexto una trascendencia especial, al
igual que en el contenido serio de los medios de
comunicaci611 social. E n relaci6n con las necesidades sociales,el esparcimiento, el recreo,la
risa y la distracci6n pueden tener funciones positivas y productivas. No se trata de elegir entre pasatiempo y seriedad sino entre "trascendencia''y "trivialidad".
Gobierno. El gobierno no puede funcionar
sin comunicaci6n con los ciudadanos en general
y con sus propios 6rganos administrativos en los
niveles central y local. Una de las funciones sociales esenciales de la comunicaci6n consiste en
proporcionar cauces para una corriente incesante de informaci6n, instrucci6n, opini6n y participaci6n activa desde el gobierno hacia el pueblo
y viceversa, asf como entre los diferentes servicios gubernamentales.
1)
Unesco, Informe de la Reuni6n de Expertos
sobre polfticas y planeamiento de la educaci6n, C O M / M D / 2 4 , Parfs, lo de diciembre
de 1972, pag. 7
Administraci6n. L a administracih, tanto
si es de servicios oficiales como de empresas
industriales y comerciales requiere una corriente constante de informaci6n para orientar su funcionamiento hacia la vasta escena social, para
coordinar su acci6n y para comunicar continuamente con su propio personal. Una sociedadmoderna y compleja de industrializaci6ny postindustrializacibn, en la que las administraciones pbblicas desempeaan un papel cada vez mayor, no
puede funcionar sin sistemas de comunicaci6n.
L a administraci6n de la industria, la agricultura,
la educaci6n y los servicios sociales depende de
la acci6n concertada de funcionarios dispersos
por todo el pafs. L a comunicaci6n es esencial
para mantener en marcha la m8quina.
Asuntos econ6micos. L a comunicaci6n desempena una funci6n vital en los asuntos econ6micos. Los medios de comunicaci6n son empresas econ6micas por sf mismos y pueden actuar
como estimulantes de la agricultura y el comercio, la formaci6n de personal y la orientaci6n
profesional. L a influencia de la comunicaci6n
sobre la producci6n gracias a la informaci611 difundida y el efecto de su explotaci6n comercial,
son funciones sociales esenciales de la comunicaci6n que no se limitan a los circuitos constituidos directamente en empresas comerciales.
Educaci6n. E n su libro de 1971,l) la Comisi6n Internacional de la Unesco para el Desarrollo de la Educaci611 exponfa que todo individuo
debe estar en condiciones de seguir aprendiendo
durante toda su vida. L a idea de "educaci6n permanente" es la piedra angular de la "Ciudad educativa". L a educaci611 permanente no es un sistema educativo sino el principio en el que se basa
la organizaci6n global de un sistema y que, por
consiguiente, debe constituir el fundamento del
desarrollo de cada uno de sus elementos integrantes. Esta Comisi6n de la Unesco propuso la educaci6n permanente como idea rectora de las polfticas educativas en los anos pr6ximos, tanto para
los pafses en desarrollo como para los desarrollados, ya que "estamos convencidos de que por
doquier, en todos los pafses del mundo e incluso
allf donde todavfa no existe plena conciencia del
problema, la cuesti6n de la educaci6n permanente, de la-'direcci6na tomar y las vfas a seguir
para llegar a ella constituye el problema decisivo
del momento actual".
Los medios de comunicaci6n son educativos,
independientemente de que hayan sido concebidos
o no con ese fin, ya que todos estamos constantemente aprendiendo de ellos y siendo influidos por
ellos. Proporcionan conocimientos y dan forma
a unos valores. Aplicados directamente, pueden
inculcar actitudes o conocimientos practicas concretos. E n la medida en la que se encomiende
una tarea educativa a los sistemas de comunicaci6n, realizaran a menudo unas funciones en unos
sectores en los que unos sistemas de ensefianza
formal hayan dejado lagunas. Y a sea porque se
les incite deliberadamente a ello o simplemente
debido a su propia existencia, los medios de comunicaci6n estan creando unos sistemas paralelos de educaci6n para el ciudadano -durante su
formaci6n escolar y especialmente en la educaci6n
permanente-, a los que con frecuencia sentira
m 8 s facilmente y en mucha mayor medida apegado que a las instituciones de instrucci6n formal,
que con harta frecuencia son elementos de unos
sistemas del pasado.
Ademas, las funciones sociales que deben
desempenar los medios de comunicaci6n puede
exponerse m u y practicamente en respuesta a preguntas generales tales como las siguientes:2)
i C 6 m o cabe comprender y dominar el impacto de la ciencia y la tecnologfa sobre la existencia
humana, en vez de padecerlo con una sumisibn
pasiva? i C 6 m o pueden mantenerse al compas de
la evoluci6n de las condiciones y las necesidades
sociales los valores que inspiran nuestra acci6n
en el consumo y en los asuntos sociales, en las
relaciones familiares y en las actitudes ante el
trabajo?
i C 6 m o puede contribuir la comunicaci6n al
desarrollo rural, el urbanismo, el medio ambiente, promover el cambio social, difundir conocimientos fitiles, mejorar la participaci6n en los
asuntos locales, nacionales e internacionales,dar
a conocer a otros ciudadanos y a las autoridades
los puntos de vista y la experiencia de un grupo
dado de personas?
i C 6 m o cabe mejorar por medio de la comunicaci6n las condiciones sanitarias y de la vida
familiar?
i C 6 m o pueden unos estratos sociales diferentes, los j6venes y los adultos, los distintos grupos
Ctnicos y raciales, los hombres y las mujeres,
comprender mutuamente mejor sus preocupaciones
y sus aspiraciones?
~ C 6 m puede
o
encontrar la cultura -o las culturas- de un pafs nuevas formas de expresibn por
conducto de los medios de comunicaci611 social?
~ C 6 m pueden
o
Cstos dejar de depender de unos
productos culturales extranjeros no asimilados,
cuyos sistemas de valor tienden a ser ajenos y a
veces perturbadores?
~~
1)
_______~~
Unesco, Aprender a ser. L a educaci611 del
futuro. Edgar Faure y otros, Parfs, 1972,
pag. 265.
Unesco. Working Pa.oer for Unesco Meetine
of Experts on Communication Policies and
Planning, C O M / 7 2 / C O N F . 8/3, pag. 12,
Parfs, 1972.
2)
U
I
15
L C 6 m o puede prestar apoyo la comunicaci6n
a los objetivos de desarrollo econ6mico fijados
por las autoridades estatales,y determinadostambien por las condiciones que predominan en los
sectores econ6micos claves? ¿Que objetivos econ6micos son deseables, cuales son los efectos
antiecon6micos de la comunicaci6n que procede
evitar,si es posible?
¿Cual es el mejor modo de que los mediosde
comunicaci6n apoyen, amplfen y transformen la
educaci6n, dentro y fuera de la escuela, desde el
nino de edad preescolar hasta el adulto, desde la
instrucci6n formal en instituciones hasta el autoservicio educativo y la educaci6n permanente?
i C 6 m o pueden estos medios promover un
proceso de comunicaci6n de doble sentido, realzar la participaci6n democratica, insertarse en
el proceso total de la comunicaci6n social?
Necesidades de la sociedad en materia de
comunicaci6n e informaci611
Con harta frecuencia, las instituciones que influyen en la vida de la gente quedan fuera del alcance
del ciudadano corriente, y su lejanfa supone que
el conocimiento del modo en que acttian esas instituciones -incluidas entre ellas los medios de comunicaci6n social- no llega a un,aparteconsiderable de la poblaci6n. Eso suscita un sentimiento
de alienaci6n e impide una plena participaci61-1,individual y colectiva. Todo el tema de la libertad
de los medios de comunicaci6n social se presta a
debate. N o es ya meramente la libertad de estos
medios, sino tambien los derechos basicos del
ciudadano a ser informado y a comunicar, lo que
en el momento actual plantea un problema sin
precedentes.
E n 1971 se ponfan especialmente en tela de
juicio el destino, el papel en la sociedad y el futuro econ6mico de los medios de comunicaci6n.
E n 1972, estos medios se resignaron m a s a aceptar unas limitaciones al libre intercambio de
informacibn por razones de Estado o por ciertos
determinismos econ6micos y polfticos. E n 1973
y en 1974 se puso de manifiesto que no solamente
estaba en juego el destino de los propios medios
de comunicaci6n sino tambien el principio m i s m o
del derecho de los individuos a recibir una informaci6n diversificada, completa y bien equilibrada y el nuevo "derecho a comunicar". E n realidad, cualquiera que sea la excusa que tengan los
ataques que han padecido, el volumen de libertad
de que gozan los medios de comunicaci6n y que
consiguen defender es un modo de calibrar enque
proporci611 virre el pueblo una verdadera democracia.
L a necesidad de comunicar puede concebirse
desde el nivel basic0 o de subsistencia o desde el
m a s complejo de la necesidad de mantenerse al
corriente de la actuaci6n de la sociedad, inclui-
16
das las consecuencias personales de la evoluci6n
de las estructuras polfticas y econ6micas. D e lo
que se trata esencialmente es de determinar en
que medida tiene la gente unos problemas que requieren informaci611 de distintas fuentes, y cual
es la real aportaci6n de los medios de comunicaci6n social para ayudarles a resolver esos
problemas.
E n el pasado, los psic6logos sociales, los
soci6logos, los antrop6logos, etc., han realizado lo que deben de ser ya hoy muchos miles de
estudios sobre los estilos de vida y las estructuras sociales. Ahora bien, m u y pocos de ellos se
han llevado a cabo desde una "perspectiva de la
comunicaci6n" para centrar m a s la atenci6n en
el comportamiento en materia de comunicaci6n
de los individuos y los grupos en la sociedad, en
sus autenticas necesidades de informaci6n con
objeto de poder vivir su vida cotidiana y en las
pautas de redes "tradicionales" por las que fluye
esa informaci6n.
Hay,otro importante punto de vista para tratar de este tema de las necesidades de la sociedad en materia de comunicaci6n. Con arreglo a
el, se examina el problema desde la otra perspectiva, a fin de determinar cuales son los elementos de comunicacibn existentes en todos los
aspectos de los planes y programas de desarrollo nacional. Este enfoque entrana un analisis
general de todos los sectores del plan nacionalde
desarrollo, incluidos a la vez el sector pttblico y
el privado de la economfa, y de las necesidades
de todas las formas de comunicaci6n con objeto
de poder llevar a la practica el plan.
Normalmente, los planes de desarrollo suelen subdividirse en programas y proyectos. Procedera examinar m a s detalladamente y tomar nota de las necesidades y exigencias de comunicaci6n "auxiliar" de cada proyecto. D e las diversas
partes del plan por ejemplo, agricultura,vivienda, transportes, sanidad, cultura, educacih,
industria, etc. pueaen extraerse en terminos
cuantificables todos los requisitos y necesidades
de comunicaci6n, medidos en forma de tiempode
radiodifusi6n, paginas impresas, papel, metraje
de pelfcula, personal de comunicaci6n, estructuras institucionales,capacidad de las redes, sistem a s de distribuci6n, etc. .que habra que globalizar
y comparar con la actuaci6n de la que es capaz el
actual sistema de comunicaci6n. Esta operaci611
permitira identificar y cuantificar la disparidad
existente entre las necesidades y la capacidad,
y destacar aquellos sectores en los que se requiere una expansi6n prioritaria del sistema
para poder llevar eficazmente a la practica las
tareas del desarrollo.
Asf pues, la determinaci611de las necesidades pasa a ser un tema prioritario en la formulaci6n normativa. L a labor ya realizada o en curso
de realizaci6n en ciertos importantes proyectos
-
de comunicacibn en pafses como Suecia,elCanad5,
la Repfiblica Federal de Alemania y los Estados
Unidos de America, mediante encuestas, investigaciones y trabajos, indican que esta fase, por
sf sola, plantea un importante problema a la investigaci6n, asf como a las estructuras de gesti6n, al igual que cualquier otra polftica y planificaci6n que, en 6ltimo termino, traiga consigo
la asignaci6n de recursos nacionales o de los impuestos del contribuyente.
Se puede incorporar informaci6n al sistema
a traves de muchos filtros pero es preciso que
sean filtros que economicen la manipulaci6n y
eleven al 6ptimo la utilizaci6n, ya que hay que
encauzar y difundir la informaci6n con fines de
utilizaci6n y de acci6n.
Para economizar, ser5 necesario planificar
y estructurar cuidadosamente los cauces con
arreglo a las verdaderas necesidades. Puede ser
necesario seleccionar cuidadosamente un elemento de informaci6n y presentarlo de un modo que se
ajuste a las necesidades existentes en diversos
niveles. Los detos cientfficos pueden ser almacenados con fines de investigaci6n te6rica enunas
computadoras, interpretados y comentados por
unos expertos para los responsables polfticos m e diante documentos internos, presentados por especialistas en publicaciones peri6dicas, program a s de formaci6n por medio de la televisi6n o de
cassettes, examinados y aplicados por profesionales con unos medios audiovisuales en una labor
de extensi6n, analizados y replanteados en grupos
de usuarios en un centro social o cultural,o constituir la piedra angular de unas campanas nacionales de carteles para promover la conciencia
social y el cambio. L a existencia y el funcionamiento adecuado de semejantes sistemas de difusi6n y tratamiento de la informaci6nno son menos
importantes que las escuelas primarias o la alfabetizaci6n en grupo.
L a necesidad de comunicaci6n ser5 por lo
menos igual a la de informaci6n. A menudo, esta filtima necesidad l'm5s reciente" puede atenderse mediante una reasignaci6n de los recursos
nacionales, en vez de consigar otros nuevos. U n
cierto nfimero de peri6dicos rurales locales y un
mayor nfimero de bibliobuses pueden constituir
un mejor m o d o de difundir informaci6n y al mism o tiempo de retener la alfabetizaci6q estimular la capacidad de iniciativa propia y de autonomfa personal, identificar los problemas de la
vida cotidiana, promover la integridad nacional,
aumentar la participaci6n en los asuntos nacionales y facilitar la identificaci6n cultural con muchas
horas diarias de charla, desde la capital y la administraci6n central por la radio y la televisi6n. l)
C o m o es 16gic0, la innovaci6n puede crear
tensiones y conflictos en cualquier sistema, y a
veces son precisamente las innovaciones m 5 s
"eficaces" las que suscitan la mayor tensi6n. El
primer problema que hemos de resolver consiste
en definir lo que entendemos por eficaz. Deberiamos ser m 8 s precisos (y quiz5 incluso m 5 s
honestos) al definir lo que consideramos como necesidades basicas y objetivos primordiales, y tener presente las legftimas aspiraciones nacionales y locales de unos pueblos y sociedadesqueestan en distintas fases de desarrollo.
Al examinar la influencia globalde los medios
de comunicaci6n social en los pafses, no basta
con limitar los estudios a unas campanas concretas, por ejemplo, de sanidad, agricultura, educaci6n. Esos tipos de programa tienen tambien
efectos indirectos o no buscados. H e m o s de intentar evaluar Cu51 es la influencia m 5 s amplia,
y probablemente m 5 s generalizada, de unos m e dios de comunicaci6n social de orientaci6n comercial y/o polftica en funci6n de unas mayores aspiraciones, las fuentes posibles de frustraci6n y
conflicto, la evoluci6n de las pautas de consumo
y los estilos de vida, el debilitamiento de los
vfnculos tradicionales, la modificaci6nde las pautas de autoridad, los estereotipos y la imagenque
se tiene de otros pafses, etc.
El paso de los medios orales a los electr6nicos -prescindiendose a veces de la fase intermedia de los medios impresos-, la utilizaci6n paralela de medios tradicionales y electr6nicos, la
adopci6n y transformaci6n de formas culturales
no son sino algunos de los mfiltiples temas que
cabrfa examinar. Tambien podrfamos preguntarnos si es inevitable o no un planteamiento "en
bloque I'.
i Es indispensable que una versi6n de
color de rosa vaya siempre unida a la ayuda tecnica y econ6mica? Es cierto que esa versi6n no
es la finica que describen los medios de comunicaci6n social de caracter comercial, ya que llevan de hecho imageries y relatos informativosy de
actualidad de los pafses desarrollados a quienes
viven en pafses en desarrollo. Las manifestaciones, los motines, las revoluciones, la pobreza,
la alienaci6n y las condiciones de vida mfseras
pueden presentarse paralelamente a los elementos incitantes de nuestra ciudad opulente y orientada hacia el consumo. Ahora bien, ¿que impacto tiene esto para el joven que vive en un pueblo
africano o de America del Sur? ¿Que sabemos
sobre su capacidad de asimilar esta especie de
indigesti6n de informaci6n?
1)
Gunnar R. Naesselund, Communication
Policies in Unesco's Programme, Parfs,
abril de 1974, p5gs. 10-13.
17
C o m o los cambios sociales no pueden producirse m 5 s que a traves de una comunicaci611 social organizada, las instituciones de comunicaci6n
desempemn muchas y m u y vitales funciones al
servicio del desarrollo nacional. E n las sociedades de transicibn, son indispensables para incitar
a sus miembros a adaptarse a unos cambios que
constituyen un requisito previo para el desarrollo, para contribuir a establecer un clima general
favorable a unos nuevos modos de vida, para enseriar a la poblaci6n los numerosos conocimientos
pr5cticos nuevos que exigir5 de ellos el desarrollo y la transicibn y para elevar el nivel de las
aspiraciones.
Est5 surgiendo una demanda de sistemas y
redes de cables, lo cual trae consigo una rapida
ampliaci611 de la base de distribuci6n de servicios
en banda ancha. Cada vez resulta m 5 s probable
que el desarrollo de los sistemas de cables constituyan el camino que lleva a la "ciudad cableadal:
cuando se desee. L a instalaci6n de los sistemas
entrana fuertes inversiones financieras y suscita
problemas jurfdicos, econ6micos y polfticos en
aquellos pafses en los que a la vez la televisi6ny
la instalaci6n y mantenimiento de los cables constituye un monopolio del Estado o de unos organism o s autorizados por 81 a actuar en ese campo.
E n muchos sistemas actualmente existentesy
que se basan en el empleo de computadoras, resulta ya diffcil separar y disociar las funciones
de comunicaci6n y de tratamiento de datos; m u chos sistemas de comunicaci6n utilizan computadoras para pasar de los circuitos a los mensajes.
Este entrecruce ha suscitado nuevos problemas
sobre la delimitaci6n entre los sistemas de comunicaci6n y el "receptor". A la larga, es probable
18
que los progresos tecnol6gicos borren totalmente
la interfaz entre el sistema de comunicaci6nyla
computadora, dando origen a un nuevo concepto
de "teletratamiento".
Existe el peligro constante de que las prioridades inmediatas de las circunstancias actuales
puedan tener primada con respecto a un adecuado
analisis de los problemas normativos a plazo m 5 s
largo, y posiblemente ir en detrimento de las futuras oportunidades de desarrollo de un sistema
integrado de telecomunicaciones. El mejor modo
de resolver el problema de la forma y el futuro de
la televisi6n de cable y la teledistribuci6n no consiste en unas decisiones disyuntivas sobre unas
propuestas especfficas. Antes por el contrario,
habran de expresarse en una serie de elecciones
cuidadosamente evaluadas y cifradas, relacionadas con un calendario de decisiones normativas y
de planificacih a plazo medio y largo,
Una polftica sensata de desarrollo futuro a
m a s largo plazo solamente puede basarse en los
datos derivados de unos experimentos a corto
plazo cuidadosamente realizados y evaluados. E s
preciso definir claramente la finalidad de los experimentos de los sistemas de cables y utilizar
procedimientos adecuados para evaluarlos. E n
esos experimentos se debe tomar, ademas, en
consideraci6n el interes del pfiblico, de un modo
imparcial y coordinado. Dadas las actuales presiones polfticas y econ6micas y los problemas
que entrana la previsi6n de las necesidades futuras, lo m a s sensato parece coordinar la teledistribuci6n con unas polfticas y planes relativos a
una red nacional integrada de las telecomunicaciones en el futuro, lo cual atender5 las necesidades sociales de comunicar.
Capítulo I I
La comunicación internacional
L a comunicaci6n es una actividad que no respeta
las fronteras establecidas por la 16gica de las
distintas disciplinas, por unos fen6menos geograficos o por unas separaciones econ6micas. L a
libre circulaci6n y movimiento de personas y de
materiales es un problema fundamental para el
hombre y para la sociedad. Tampoco es la comunicaci&~, en el plano tecnol6gico o en el social, un asunto que tenga meramente unas dimensiones nacionales. No cabe formular ni llevar a
la practica en un pals dado una planificaci6n y
unas polfticas de comunicaci6n sin una referencia constante a los aspectos internacionales. Los
pafses han de determinar su polftica nacional tomando debidamente en consideraci6n diversas
normas y acuerdos internacionales ampliamente
aceptados.
L a mayorfa de los pafses cuentan con servicios de informaciones y relaciones pfiblicas y de
radiodifusi6n hacia el exterior, lo cual plantea
unos problemas basicos en lo tocante a sus objetivos, control y recursos financieros. Al m i s m o
tiempo, es preciso dedicar atencih, en casi todos los pafses, al casi incesante aflujo de noticias procedentes del exterior. Esto se refiere a
aspectos tales como las fuentes y la calidadde los
noticiarios, la importaci611 de pelfculas y el impacto de la radio y la televisi6n extranjera, ya
sea a traves de programas previamente grabados
o de una transmisi6n directa.
Actualmente, el poder de la comunicaci6n
-en los planos nacional e internacional- esta principalmente en manos de los gobiernos o de empresas comerciales. Al aumentar cada vez m a s ese
poder, la comunidad -la naci6n, la regi611 o todo
el mundo-, por su propia libertad y desarrollo y
por la integridad de la sociedad, debe velar por
que quienes tienen este poder de comunicaci6nlo
usen con el maxim0 sentido de responsabilidad.
P o r m u y grande y desarrollada que llegue a estar
la tecnologfa, basicamente no sera sino un dispositivo, un medio, y no podra funcionar mejor que
las instituciones, las polfticas y la planificaci6n
que la dirijan y controlen.
Ciertos temas importantes en materia de
comunicaci611 internacional
L a comunicaci6n internacional, que engloba las
actividades intergubernamentales y las de los
negocios internacionales. Plantea muchos e importantes problemas que hay que conocer, abordar y tener en cuenta al formular la polftica yla
planificaci6n nacional de la comunicaci6n.
Nos vienen a las mentes algunos de ellos.
Cuales son las posibilidades y las limitaciones
de las redes internacionales de comunicaci6n, las
que funcionan ya y las que seran posibles m a Rana? ¿Cuales son los obstaculos que se oponen
a la "libre circulaci6n de la informaci6ntt,una
vez claramente entendido y definido este importante concepto? ¿ Q u e representa realmente un
intercambio de informaci6n en un plano de igualdad y que representa una "canalizaci6n" en un
solo sentido del mundo industrialmente desarrollado hacia los pafses en vfas de desarrollo?
i Cuales son los factores -sociales, econ6micos,
polfticos y jurfdicos- que determinan la indole y
el grado de la importaci6n de materiales de comunicaci6n social? ¿Cual ha de ser la polftica
nacional relativa a la "personalidad cultural" des
tinada a proteger la fragil estructura de las culturas aut6ctonas contra la intrusi611 en masa de
la informaci6n extranjera? ¿Donde esta la lfnea
divisoria entre un filtro de protecci6n y una polftica aislacionista y nefasta que privara al pals de
las realizaciones culturales del mundo considerado como un todo? i C 6 m o podemos evaluar el
contenido de los medios locales de comunicaci6n
para obtener unos indicadores culturales que permitan comprender m a s plenamente cada cultura,
y mejorar con ello las posibilidades de una verdadera comunicaci6n internacionalmutuamente c o m prensiva? ¿Que decir de las operaciones multinacionales de las industrias de la comunicaci6n,des-
-
19
de las agencias de noticias y la radiodifusi6n hasta
los fabricantes de material electr6nico?
Hay otras cuestiones que pueden dar lugar a
investigaciones en el plano internacional y son
las que se refieren a la elaboraci6n de acuerdos
internacionales y las polfticas regionales. Asf,
los acuerdos sobre el derecho de autor y el derecho de ejecuci6n tienden a estimular, por medio
de leyes sobre el derecho de autor y de convenciones internacionales sobre el derecho de autor,
el control de la distribuci6n de los libros .y otras
formas de propiedad intelectual y artistica que
favorece m 8 s a los pafses industrializados que
a los pafses en vfas de desarrollo. El estudio
critico de los efectos de estas convenciones permitirla a los responsables nacionales de las pollticas de comunicaci6n, recomendar una acci6n
diplomatica adecuada. Se plantean asimismo a
este respecto cuestiones como la atribuci6n de
frecuencias para la radio y la televisi6n y la
transmisib por microondas, la comunicaci6n de
un punto a otro por medio de satelite, que son
objeto de acuerdos internacionales y requieren
nuevas investigaciones crfticas.
Las normas tecnicas a que estan sometidos
los materiales de los sistemas de comunicaci6n
(por ejemplo, la televisMn, las "cassettes", las
bandas magneticas, los fon6grafos, etc. )y el
problema de la medida en que esas normas tienden a ejercer un control exclusivo sobre los aspectos materiales e intelectuales de los sistemas,
exigen un analisis crftico profundo que seria de
gran interes para los pafses que quisieran adoptar una estrategia de informaci611 en la que intervinieran esas innovaciones tecnol6gicas. Una vez
adoptado un sistema tecnico determinado de informaci&~, la magnitud de los recursos investidos en el constituye una fuerza poderosa que condiciona las opciones futuras de la evoluci6n del
sistema. Hacen falta unos estudios crfticos al
nivel nacional y al nivel internacional, sobre las
fuentes y las estructuras eventuales de control,
lo m i s m o externas que internas, que lleven consigo las decisiones de inversi6n en lo tocante a
los materiales y al sistema de comunicacibn.
E s m a s que probable que las investigaciones
de esta fndole s610 puedan organizarlas y coordinarlas las organizaciones internacionales y regionales. As€, ademas de la colaboraci6n que se
ha de establecer entre los institutos nacionales
de investigaci611, la cooperaci6n y la coordinaci6n
de las investigaciones sobre la informaci6n al nivel internacional han de ser m a s estrechas si se
quiere evitar la duplicaci6n de esfuerzos y obtener resultados 6ptimos. Esto implica una colaboraci6n activa entre las instituciones internacionales (Unesco, UIT, etc.), los organismos profesionales internacionales que trabajan en este
campo (es decir, el Instituto Internacional de
Radio y Televisih, el Instituto Internacional de
20
la Prensa, el Consejo Internacional del Film y
la Televisi6n, la Asociaci6n Internacional de Investigaciones sobre Informaci6n, etc. )y otras
organizaciones internacionales que se ocupan en
general de ciencias sociales, pero que se interesan tambien en los problemas de la informaci6n
(por ejemplo, el Consejo Internacional de Filosofia y Ciencias Humanas, el Consejo Internacional
de Ciencias Sociales, etc.) para dar mejor a conocer las cuestiones, los problemas y las investigaciones necesarias en materia de comunicaci6n
internacional y para cerciorarse de que son tratadas con competencia. ')
L a circulaci6n internacional en materia de
comunicaci6n: la difusi6n de noticias
Aunque el empleo de las m 8 s poderosas tecnologlas de telecomunicaci6n tales como, por ejemplo, los satelites, permite la circulaci611 m u y
rapida e incluso instantanea de comunicaciones y
noticias entre las agencias de noticias, la prensa
y la radiodifusi6n de todas las partes del mundo,
no todos ellos se benefician en la m i s m a medida
de estos nuevos medios ya disponibles. Hay
agencias nacionales de noticias en noventa pafses,
pero est8n distribuidas de un modo desigual, y
existen grandes diferencias en cuanto al alcance,
y eficacia de sus actividades. L a mayorfa de las
agencias nacionales de noticias dependen de las
cinco grandes agencias mundiales -situadas en
los Estados Unidos de America, el Reino Unido,
Francia y la URSS- por lo que se refiere a difundir noticias sobre su pais a otros.
L a mayorfa de ellos cuentan con servicios de
radiodifusi6n exterior como modo de comunicar
con los habitantes de otros pafses, directamente
o por conducto de los servicios radiof6nicos nacionales. Todos los servicios de televisi6n transmiten noticias extranjeras y un gran nfimero de
pelfculas y de programas de televisi6n obtenidas
en otros pafses. Muchos de ellos cooperan de
cuando en cuando para informar sobre acontecimientos de interes comfin y producir programas.
destinados al pfiblico de los otros. L a radio y
la televisi6n en el hogar han pasado a ser el
instrumento mediante el cual la mayorfa de las
personas se informan de modo regular y se hacen
una idea sobre otros pueblos y pafses.
L a labor informativa entrana esencialmente,
un proceso de selecci6n de entre la abundante m a teria prima disponible. Los criterios con arreglo
a los cuales se seleccionan las noticias adecuadas
para su distribuci6n no han sido nunca analizadas
nacional de investigaciones sobre la comuniOp. Cit., pag. 20
caci6n,COM/MD/BO,
rigurosamente ni por los profesionales de la informaci6n ni por los investigadores de la comunicaci6n social, ya que unos y'otros han aducido principalmente el "instinto del periodista", "lo que
llama la atenci6n" o la "gramatica parda" nacida
de una tradici6n periodfstica como factor que determina el orden de importancia y el modo de presentaci6n de las noticias,principalmente con arreglo a unas normas no escritas. Toda violaci6n de
esas reglas mfticas se ha considerado siempre
c o m o una manifestacibn de mal periodismo.
Los informadores preguntan cada vez m a s
ahora 'lique es lo que hay que decir? 'I y " i c 6 m o
hay que decirlo? 'l. Esos problemas revisten una
gravedad especial en la radiodifusi6n de control
pdblico, en la que hay que procurar proporcionar
un servicio equilibrado a todos los grupos sociales. N o basta ya con la rapidez y con el "instinto
del periodista"; lo que se requiere es un enfoque
analftico de la actividad informativa, basada en
unas decisiones racionales y en una amplia informaci6n, a la vez que una creciente competencia
profesional.
E s evidente que el contenido de la circulaci6n
internacional de comunicaciones -y de noticiasest5 relacionada con los intereses de poder del
propietario polftico y econbmico del medio de comunicaci6n del que se trate. Analogamente, los
intereses de este no pueden diferenciarse demasiado de la clase social que ocupa el poder en la
sociedad. A juicio de Sir Charles Moses, Secretario General de la Asian Broadcasting Union,
''como influencia sobre las relaciones internacionales, las noticias son el elemento m a s importante de los programas de radio y de televisi6n. El
contenido y la forma de presentaci611 de los noticiarios radiodifundidos puede ejercer una influencia beneficiosa o justamente todo lo contrarioI I .1)
Sir Charles esboza la labor realizada en las reuniones entre organizaciones de trabajos practicos
sobre informaci6n. que se celebraron en Tokio
en 1971 y en Colonia en 1973, y en donde el dialogo entre los profesionales asistentes puso claramente de manifiesto la necesidad de mejorar
la circulaci6n mundial y regional de noticias, con
una mayor rapidez y un menor costo pero, al
m i s m o tiempo, de aceptar las divergencias en el
modo de abordar el contenido y de tratar las
noticias.
Los profesionales de la radiodifusi611 de Asia,
Africa y los Estados arabes no estan tan interesados por las noticias "sensacionalistas" c o m o sus
colegas de Europa, y en particular de America del
Norte; a su juicio, deberfa haber unmayor nfimero de elementos informativos de caracter constructivo procedentes de su regi6ny sobre ellay que
destacaran m a s los logros que las cat5strofes.
Mientras Europa y America del Norte se afanan por acelerar la circulaci6n de noticias m e diante satelites, muchos pafses en desarrollo si-
guen interesandose m 5 s todavia, en la presente
fase, por sus problemas practicos como, por
ejemplo, la supresibn de los obstaculos que suscitan los tramites aduaneros y de aeropuerto.Las
organizaciones arabes de radiodifusih, por ejemplo, estan progresando rapidamente en el sentido
de crear una red regionalque permita un intercambio regular y frecuente de noticias entre sus m i e m bros; en cambio, esta situaci611 deseable resulta
todavfa m u y remota por lo que a la inmensa regi6n
de Asia se refiere. E s ya posible el intercambio
por cable o por microondas, entre el Jap6n y
Corea, entre Singapur, Malasia Occidental y
Tailandia y entre Turqufa, el Iran y el Pakistan.
Pero es posible que pasen muchos anos antes de
que estas subregiones queden realmente enlazadas las unas con las otras.
Se plantea tambien el problema de los pafses
insulares del Pacifico tales como Samoa, Fiji,
Gilbert y Ellice, las Salom6n y Micronesia. Practicamente, no existen vfnculos que enlacen a estos
pafses insulares m u y distantes los unos de los otros.
Su dnica esperanza para el futuro estriba en "ponerse en la cola'' de los satelites pero, c o m o su
poblaci6n total es m u y pequena, es probable que
sigan estando en el dltimo puesto de esa cola durante mucho tiempo todavia. Existe una necesidad mucho m 5 s inmediata de material y equipo
elemental -por ejemplo, telex- para facilitar la
circulaci6n de noticias y la comunicaci6n en el
plano internacional.
Estos hechos destacan una vez m 5 s las fuertes diferencias en el modo de enfocar el suministro de noticias entre los pafses en desarrollo y
las desarrollados. Son varios los puntos de unanimidad entre los pafses en desarrollo: los servicios informativosde las agencias estan recargados
de informaci6n relativa y procedente de Europay
de America del Norte, en donde tienen su sede;
no se informa lo suficiente sobre los pafses de
Asia, Africa y America del Sur, en donde vive
el noventa por ciento, m a s o menos, de la poblaci6n mundial; al transmitir noticias de Europa y
America del Norte, las agencias suponen a m e nudo, y se equivocan totalmente, que los informadores de otras partes del mundo tienen un conocimiento de los hechos previos similar al uso de sus
colegas de los pafses de origen de esas noticias.
L a presencia y la participaci6n activa de representantes de las principales agencias de noticias y noticiarios cinematogr5ficos en la reuni611
de trabajos pr5cticos de Colonia en 1973 tuvo diversos aspectos positivos a largo plazo para los
informadores que trabajan en pafses en desarrollo. Se enteraron de que la raz6n justificada por
la cual los elementos de noticiarios cinematogra-
1)
Charles Moses. "Third I&
21
ficos propuestos por sus pafses no son utilizados
por las agencias es la fuerte proporci6n de textos
mal impresos, las imperfecciones en la toma de
vistas y la defectuosa direcci6n. El resultado fue
una importante recomendaci6n encaminada a ayudar a las organizaciones de radiodifusi6n de los
pafses en desarrollo a aportar un material que
tenga la debida calidad tecnica y profesional. Esto se puede hacer principalmente dispensandouna
formaci6n profesional a los periodistas, operadores cinematograficos y directores, y tambien m e jorando la calidad del material cinematografico
disponible.
E n otra fitil recomendaci6n se destacaba la
importancia de establecer, lo antes posible, unos
centros regionales de coordinaci6n de las noticias
cuando no existan todavfa, y de colocar en las
"puertas" de cada regi6n a unos periodistas de
experiencia, encargados de coadyuvar a la labor
de coordinaci6n y selecci6n de noticias y a la reducci6n de los costos.
L a posibilidad de llevar ampliamente a la
practica las recomendaciones cuidadosamente
meditadas de Colonia se present6 en Rfo de Janeiro,
en noviembre de 1974, cuando las ocho uniones
regionales de radiodifusi61-1,junto con representantes de las principales entidades de este campo
en America del Norte, se reunieron en la Segunda
Conferencia Internacional de Radiodifusi6n. Se
estim6 que la reuni6n de Colonia habla sentado s6lidas bases para poder lograr progresos m u y concretos. A hora convendrfa no solamente acelerar
y aumentar la circulaci6n de noticias sino tambien
procurar corregir los desequilibrios existentes,
que tanto irritan en Asia,Africay America Latina.
Este cambio va a ser gradual, pero un espfritu
de cooperaci6n y comprensi6n deberfa contribuir
a que las noticias procedentes de pafses en desarrollo aparecieran progresivamente con mayor
frecuencia en los boletines informativos de la radio y la televisi6n de las principales redes de
Europa y de America del Norte y a que la circulaci6n internacional de la comunicaci6n fuera
m a s equilibrada.
Se estima que las emisiones de radiodifusi6n
dirigidas al extranjero son uno de los vehfculos
m 5 s poderosos de informaci6n internacional, asf
c o m o una de las l'armas'' de comunicaci6n m a s
eficaces e influyentes. Desde el decenio de 1930,
que fue cuando la radiodifusi6n perdi6 una oportunidad excelente de llegar a ser un medio mundial de comprensi6n y divulgaci6n internacional,
ha desarrollado principalmente su funci6n internacional c o m o instrumento de proselitismo polftic0 e ideol6gico.l)
Esta orientaci6n desacertada se inici6 de m o do m u y activo con la propaganda nazi, que convirti6 esta nueva y maravillosa tecnologfa de la
comunicaci6n -a saber, la radio internacional-en
un poderoso instrumento de difusi6n y de propa22
ganda. M a s tarde, durante la Segunda Guerra
Mundial, la radiodifusi6n aswni6 el papel de uno
de los medios m a s directos de informaci6n, persuasi6n y propaganda belica. L a guerra frfa, en
los anos inmediatamente posteriores, recurri6
ampliamente a todas las posibilidades de la radio
internacional para la difusi6n de mensajes de propaganda de un lado a otro de una Europa dividida.
Hoy en dfa, con unas relaciones internacionales relativamente mitigadas, y en ciertos puntos
mejores, y cuando los pafses (sobre todo las superpotencias) se sienten m a s reacios a recurrir
a la fuerza, la radiodifusi6n internacional ha asumido un papel distinto.
Los datos m a s recientes sobre este fen6meno
de comunicaci6n mundial proceden de un estudio
que dur6 dos anos y que cont6 con el apoyo de la
Unesco?) Se hablan hecho hasta entonces m u y pocos intentos por comparar las estructuras de los
programas de televisi6n de diferentes naciones o
por medir o estudiar la circulaci6nde informacibn
entre pafses por conducto de la pantalla de televisi6n. Una opini6n predominante destacaba la libre
circulaci6n de informaci6n, esto es, el sistema
ideal en el cual unas redes nacionales soberanas
distribuyen los mejores programas de todo el
mundo, equilibrados por sus propias producciones. Ahora bien, no se ha demostrado que este
sistema haya existido nunca; de hecho, todos los
datos parecen indicar otra cosa m u y distinta.
El profesor Nordenstreng, el Dr. Varis y los
equipos de Tampere formularon diversas conclusiones a partir de su inventario de la composici6n
de los programas de televisi6n, especialmente
desde el punto de vista de unos materiales importados a un pafs desde el exterior, combinado con
un estudio de las redes internacionales de venta e
intercambio de materiales de programas de televisi6n. Se examinaron las estaciones de televisi6n de casi cincuenta pafses en relaci6n con sus
programas, las fuentes de los mismos, y los cauces a traves de ?os cuales se llevan a cabo las transacciones internacionales relativasa los programas.
Aunque hay quienes pondrfan en tela de juicio
que la metodologfa utilizada en ese caso este lo
suficientemente desarrollada c o m o para poder deducir semejantes conclusiones generales,lo cierto
es que el estudio Tampere/Unesco es de hecho la
primera encuesta global que permite hacerse una
1)
2)
Universidad de Liubliana en asociaci6n con la
Unesco, Research Study on "Content and
Effects of External Radio Broadcasting", de
T o m o Martelano y otros, Parfs, 1975.
Unesco, Television traffic a one-way street,
A survey and analysis of the international
flow of television programme material, de
Kaarle Nordenstreng y Tapio Varis,
Raports and Papers on Mass Communication,
W 70, Parfs, 1974.
-
idea de tan importante tema. E n esas estadisticas
compiladas, se advierte que la circulaci6n del
material esta muy desequilibrada y que la mayoria de los programas de distribuci6n internacional
est5n concebidos en funci6n de los gustos del pbblico de los Estados Unidos, el CanadB, Europa
occidental y el Jap6n, que es donde se llevan acabo la mayorfa de las ventas. Se observaron dos
tendencias indiscutibles en esta circulaci6n internacional: una circulaci6n de sentido finico, desde
los grandes pafses exportadores al resto del mundo, y el predominio de los materiales de caracter
recreativo en dicha circulaci6n.
El dominio del mercado por los Estados Unidos
de America es una realidad flagrante. Pero no
constituye sino una parte de la gran disparidad que
existe en el campo internacional de la televisi6n;
entre un punado de paises productores y exportadores y la inmensa mayoria de los paises consumidores. China y los Estados Unidos son ampliamente autosuficientes y solamente importan un
pequeno porcentaje de sus programas. El Jap6n
y la Uni6n Sovietica recurren tambien principalmente a su propia producci6n. Pero la inmensa
mayorfa de los demas paises dependen fuertemente de las importaciones exteriores para su
programaci6n.
Las razones de este predominio de los Estados
Unidos en el mercado internacional de la televisi6n son a la vez hist6ricas y econ6micas y no se
refieren dnicamente a la capacidad de producci6n
sino al hecho de que los Estados Unidos fueronlos
que empezaron a operar en este campo con una
gran ventaja inicial. Hasta 1960, m a s o menos,
tenian m a s receptores de televisi6n que el resto
del mundo en su totalidad. Para 1962, habla cincuenta y tres millones en todos los demas paises
y cincuenta en los Estados Unidos. P o r esta raz6n, los grandes distribuidores norteamericanos
y de otros puntos podian producir y vender emisiones teniendo presente el nuevo mercado de
exportacibn.
C o m o es 16gic0, la realidad econbmica de los
paises receptores constituye un factor igualmente
importante, Producir un episodio de la serie
"Peyton Place" cuesta 100.000 d6lares, pero un
pais como Finlandia puede comprarlo por 500. L a
mayorfa de los paises no pueden permitirse el lujo de llenar las horas de transmisi6n con productos nacionales, como tampoco pueden aspirar a
comprar siempre los programas que les interesan.
Asf pues, lo que ocurre las m 8 s de las veces es que
"I Love Lucy" (que termin6 su"vida" enlos Estados
Unidos en 1974, despuesde 23 aaosy 495 episodios
pasa a ser la soluci6n de importaci6n.
P o r razones m a s complejas, hay tambien un
fuerte desequilibrio de intercambio entre los pafses
occidentales y los socialistas de Europa Oriental.
Todos los anos, se transmiten por conducto de
Eurovisi6n m 8 s de 3.000 horas de programas de
televisi6n desde los pafses occidentales a los socialistas pero, en cambio en el sentido opuesto,
por medio de la Intervisi6n, la cifra correspondiente es tan s610 de 1.000 horas anuales.
Ahora bien, cualquiera que sea el modo de interpretarlo, el estudio indica la probabilidad de
que el mercado de la televisibn mundial este dominado durante mucho tiempo todavfa por los pafses occidentales industrializados. Grandes regiones del mundo, y en particular los paisesendesarrollo, tienen m u y pocas posibilidades de elecci6n
como no sea la de depender de los servicios casi
exclusivos de los 6rganos occidentales para obtener noticias y tambien en relaci6n con gran parte
de su programaci6n de televisi6n.
Los autores de dicho informe llegan a la conclusi6n de que esa tendencia se invertir5. Cifran
su esperanza de una circulaci6n m 8 s equilibrada
no solamente en las uniones regionales de radiodifusi6n sino tambien en la disposici6n a coproducir
entre varios paises, y especialmente entre distintos sistemas sociales y politicos.
Cuando y donde se reconozca el principio de
una "libre circulaci6n de informaci6n" sin restricciones, ser8 preciso establecer unas polfticas
nacionales de la cultura y de la comunicaci6n.Los
problemas tecnicos y practicas revisten importancia en la actual industria de la televisi6n pero
el problema basic0 ha sido y sigue siendo, el papel social y polltico de la comunicaci6n televisiva:
icu8l es la verdadera politica de la comunicaci6n
con respecto a este medio en las distintas
sociedades?
L a comunicaci6n por medio de satelites
Los constantes progresos de la tecnologfa de la
comunicaci6n y la proliferaci6n de la informaci6n
plantean a los individuos, los pafses y los responsables pollticos unos dilemas cada vez m 5 s c o m plicados de elecci6n y utilizaci6n, ya que la tecnologfa sigue desarrollandose m 8 s de prisa que los
principios y reglamentos que rigen su utilizaci6n.
Probablemente no hay hoy ning-G.n sector de
desarrollo tecnol6gico al que se aplique esto en
mayor medida que a los satelites de comunicaci6n
que, junto con los cables submarinos, resultan
cada vez de m&s utilidad para la comunicaci6n internacional y la telecomunicaci6n mundial.
Hoy en dia, tan s610 doce anos despues de la
primera transmisi6n experimental de televisi6n
entre America del Norte y Europa por medio de
satelites, se acepta ya como una cosa corriente
que acontecimientos como los Juegos Ollmpicos,
el Campeonato Mundial de Ffitbol, una boda real,
una reuni6n de las Naciones Unidas de NuevaYork
o la presencia de hombres en el espacio sean presenciadas en el momento m i s m o en que ocurren, y
simultaneamente, por cientos de millones de personas en todas las partes del mundo.
23
Hay quienes') consideran que el satelite de
comunicaci6n no es simplemente la extensi6n de
unos medios de comunicaci6n preexistentes, sino
una especie de salto cuantico tecnol6gic0, que
trae consigo una importante reestructuraci6n de
nuestra sociedad. E n este siglo, el autom6vil es
quiz5 el ejemplo m a s notable de algo similar que
ha ocurrido ya anteriormente.
Despues de la URSS, el primer pais que aplic6 la comunicaci6n por satelite con fines exclusivamente nacionales fue el Canada, que en 1973,
con su Anik I, II y su Telesat Canada, empez6 a
poner en funcionamiento el primer sistema nacional de satelites de 6rbita sfncrona del mundo con
fines de telecomunicaci6n y para la distribuci6ny
recepci6n de programas de radio y televisi6n,m e diante estaciones terrestres de bajo costo y emisoras de gran potencia, en amplias y remotas
zonas del pais. Este sistema ha de abarcar todo
el Canada menos su parte central.
Australia, el Brasil, la India, Indonesia, el
Iran, el Jap6n y los Estados Unidos estan estudiando activamente la posible creaci6n de sistem a s nacionales similares al Canada, como modo
de lograr m a s rapidamente y f o a menor gasto
unos servicios completos y eficaces de comunicaci6n y tambien de ampliar los servicios de educaci6n. Los pafses de la zona europea de radiodifusi6n llevan tambien estudiando desde hace
varios anos el establecimiento de un sistema de
satelites para complementar la actual red terrestre de Eurovisi6n. Ese sistema podrfa conectarse
tambien con el sistema de satelites ORBITA de la
URSS y de Europa oriental, para el intercambio
ulterior de programas entre el Este y el Oeste.
Los satelites existentes en el sistema sovietico y los que tienen en estudio actualmente Europa
Occidental se proponen proporcionar servicios de
telecomunicaci6n de punto a punto, incluida la retransmisi6n de programas de televisi6n; en c a m bio, a largo plazo, cabe prever unos satelites
europeos que tengan la capacidad de transmitir
directamente a receptores individuales y colectivos de televisi6n. Con este fin, se ha asignado
ya en Europa asi como en otras regiones la banda
de frecuencias en el espectro de radiocomunicaci6n. Este adelanto permitira una amplia difusi6n
de programas de televisi6n de todo tipo, incluidos
los de producci6n y concepci6n regional, y tambien
de unos programas nacionales cuya recepci6n no
sera quiz5 bien accgida m a s alla de sus fronteras
nacionales.
E n 1974 se puso en 6rbita el primero de una
nueva generaci611 de satelites que pueden transmitir programas de televisi6n directamente a puntos
de recepci6n colectiva, equipados con antenas especiales, en una zona dada. Este adelanto permite
transmitir programas educativos y culturales a poblaciones rurales y remotas mucho antes de lo que
hubiera sido posible mediante la lenta y gradual
expansi6n de unas redes terrestres.
24
Son pocos los paises que tienen una poblaci6n
y unos medios que justifiquen y respalden la instalaci6n de tales sistemas nacionales de satelites,
pero diversos estudios realizados ya con respecto
a los Estados arabes, Africa y America del Sur
indican que tecnol6gicamente serfa posible crear
unos sistemas regionales, de utilizaci6n, control
y costos compartidos por los pafses participantes.
Se@n vaya progresando la tecnologia de la
comunicaci6n, se agudizaran los problemas politicos y sociales. ¿Se utilizaran los satelites de
comunicaci6n para difundir la comprensi611 y el
aprecio de todos los pueblos, sus culturas y su
modo de vida, suscitando de este modo unas relaciones mejores entre pueblos y paises y reforzando la posibilidad de la paz y la seguridad? i0
bien van a ser un nuevo modo de fomentar el conflicto de ideologias, promover unas politicas nacionalistas estrechas y alcanzar unos objetivos
Seran organizados y admipoliticos sectarios?
nistrados con arreglo a un control multinacional
en regimen de cooperaci6n, de modo tal que se
puedan utilizar con fines internacionales constructivos, compartiendo sus beneficios los paises ricos y los pobres? i0 van a quedar exclusivamente sometidos al control nacional del pequeno
nfimero de pafses que tienen la suficiente potencia econ6mica como para poder permitirse esto
y a ser utilizados exclusivamente con fines nacionales, comerciales o polfticos o unos y otros?
i Seria preferible establecer una limitacih,
en vez de una extensi6n de la comunicaci6n, enel
caso de que sus finalidades y politicas dominantes fueran negativas? Si esta controlada por el
Estado para fomentar unas finalidades puramente
nacionales e ideoMgicas, sin que se autorice el
derecho a la discrepancia, o por unos intereses
privados o colectivos con fines meramente adquisitivos, sera m u y poco el provecho que pueda sacarse de esta evoluci6n de los satelites. Pero esto no tiene por que ocurrir necesariamente. Ahora
bien, todo dependera de las normas que establezcan quienes ocupan los puestos de responsabilidad
y poder, en la administraci6n del Estado y en el
mundo de los negocios, incluido el sector de las
comunicaci6n.
Jean d'Arcy se refiri6 a este problema y a su
solucibn al escribir en 1970:2)
"El satelite de comunicaci6n no llegara a su
pleno desarrollo sin un grado no conocido
hasta ahora de cooperaci6n internacional por
parte de los gobiernos. Y sin embargo, se
requieren para ello unas concesiones precisamente en el sector de la soberania nacional
1)
2)
P o r ejemplo, Arthur Clarke,en su discurso
en una conferencia de la Unesco sobre la
comunicaci6n espacial (Parfs, 2 -9 de diciembre de 1969).
dtArcy, Jean, Challenge to Co-operation",
Saturday Review, 24 de octubre de 1970.
que han guardado m a s celosamente los gobiernos, y que sus pueblos les han encargadoque
defendieran y protegieran. Polfticamente,se
trata de elegir entre estatismo y expansi6n,
entre la defensa de unos principios aparentemente razonables pero que m u y pronto quedar8n anticuados, por un lado, y por otro, una
labor conjunta y creadora de todos los gobiernos para definir unos nuevos principios y estructuras sociales que permitan que el instrumento de la comunicaci6n redunde en beneficio
de todos .It
Principios rectores del empleo de los satelites
de radiodifusi6n
Cuando se reunan las condiciones tecnol6gicas y
econ6micas para esta circulaci6n mundial de la
informaci6n, con todas sus potencialidades, se
requerir5 una mayor responsabilidad todavfa de
quienes controlan los servicios y producen los m a teriales difundidos. Las Naciones Unidas, la Uni6n
Internacional de Telecomunicaciones, la Unesco,
los gobiernos y las organizaciones de radiodifusi6n
estan estudiando la situaci6n con objeto de establecer unos principios y llegar a unos acuerdos internacionales que permitan utilizar al m5ximo los satelites al servicio de una autentica,verdaderamente
libre y equilibrada circulaci6n de ideas, de la expansi6n de la educaci6n y del fomento de la c o m prensi6n mutua entre los pueblos, con el debido
respecto a la soberanfa de las naciones y a la diversidad de las culturas.
Y a en 1962, la Conferencia General de la
Unesco autoriz6 alDirector General a estudiar las
consecuencias de "las nuevas tecnicas de comunicaci6n en todo el mundo, por medio de satelites
artificiales". Las actividades resultantes del programa consistieron entre otras cosas en la celebraci6n de una conferencia de expertos sobre arreglos internacionales en materia de comunicaci6n
espacial, en diciembre de 1969, en la cual se examinaron las perspectivas y tambien las amenazas
que planteaba esta nueva tecno1ogfa.l) Entre los
principios formulados para el empleo de satelites
cabe citar los siguientes:
deben hacer que la circulaci6n de noticias visuales
en el mundo sea m 5 s equilibrada;
sus servicios e instalaciones deben estar a la disposicidn de todos los pafses, dedicando especial
atenci6n a los m 5 s pequenos y en desarrollo;
deben estar a la disposici6n del personal de comunicaci6n de todo el mundo, para la informaci6n,
compilaci6n, transmisi6n y difusi6n de noticias;
deben proporcionar unas condiciones que permitan
a los medios de comunicaci6n social de todo el
mundo cooperar en un intercambio de noticias y
una labor informativa sobre los acontecimientos
de actualidad.
Las actividades de la Unesco han exigido en
este campo una constante cooperaci6n con las
Naciones Unidas, en su programa de aplicaciones
especiales, y con la UIT en relaci6n con la evaluaci6n de las necesidades en materia de frecuencias de los servicios de transmisi6n por medio de
satelites, etc.
Se plante6 y fue vivamente apoyada la idea de
una "Declaraci6n de principios" para regir la utilizaci6n de satelites, y se incit6 a laUnesco a formular esas directrices en colaboraci6n con los
servicios de radiodifusi6n y sus organizaciones
regionales. D e 1969 a 1972 la Unesco celebr6una
serie de consultas con grupos de expertos, incluidos los representantes de las organizaciones informativas y de radiodifusi6n regionales. Estas
recomendaciones desembocaron en la presentaci6n
de un proyecto de texto a la Conferencia General
de la Unesco en su 17a. reuni6n en 1972, que aprob6 una "Declaraci6n sobre los principios rectores
del empleo de las transmisiones por satelite para
la libre circulaci6n de la informaci6n, la difusi6n
de la educaci6n y la intensificaci611 de los intercambios culturales". 2,
Los debates pusieron de manifiesto un conflicto de opiniones que entonces no resultaba facil
conciliar. El aspecto m 8 s grave se referfa al
problema b8sico de la libertad de expresi6ny otro
a la competencia de las organizaciones del sistem a de las Naciones Unidas para tratar de tales
problemas. Por un lado, habla el temor porparte de los pafses en desarrollo y de otros pafses
pequenos a tener que aceptar unos programas no
deseados, sobre los que tendrfan un control mfnimo o nulo. Por otro, est5n las ventajas evidentes que los distintos pafses y su poblaci6npueden obtener por el hecho de tener acceso a unos
programas que promuevan el intercambio de ideas
y conocimientos.
Todos estos problemas estaban y siguen estando interrelacionados y, en parte, son contradictorios, lo cual explica la complejidad de los
problemas y conflictos que surgieron durante la
17a. reuni6n de la Conferencia General de la
Unesco. E n el debate predomin6 el miedo a lo
desconocido y la incertidumbre sobre una nueva
y poderosa tecnologfa al servicio de una minorfa.
D e hecho, estas consideraciones se tuvieron en
cuenta en los principales artfculos de la Declaraci6n, en los que se destaca que el desarrollo de
las transmisiones por satelite se regir5 por los
principios y normas del derecho internaciona1,en
especial la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado del Espacio Ultraterrestre, que han de respetarse la soberanfa y la igualdad de todos los Estados, y que los Estados concertaran o favorecer8n unos acuerdos previos sobre las transmisiones
por satelite, destinadas directamente al pfiblico
1)
2)
Unesco, Broadcasting from Space, Reports
and Papers on Mass Communication N" 60,
P a r k , 1970.
Unesco, COM/74/CONF. 61 6.4.
25
de otros pafses distintos del pafs de origen de las
transmisiones. P o r supuesto, esto comprende
tambien las emisiones de publicidad comercial.
Parece indudable que muchos Estados podrfan
establecer acuerdos mutuos sobre el contenido de
unos programas transmitidos por satelites en los
campos de la educaci6n, la ciencia, la cultura y
la informaci611 a los que se refiere laDeclaraci6n.
Pero hay otros casos en los que no se podrfa llegar a semejante acuerdo y serla preciso abandonar o revisar considerablemente los planes de
transmisi6n por medio de satelites con objeto de
no violar la Declaraci6n.
A diferencia de las emisiones de radio de onda corta que rebasan las fronteras, las de televisi6n por conducto de satelites seran m u y diffciles
de interferir. Cabe destacar que la Declaraci6n
de la Unesco no pretende referirse a la utilizaci6n tradicional de las ondas de radio ni tampoco
a las comunicaciones de punto a punto que se llevan a cabo en los sistemas Intelsat o en otros similares futuros de satelites atendidos por grandes estaciones terrestres y sobre los que normalmente los gobiernos tendran un pleno control.
Ahora bien, quedan dos puntos de vista que
estan en flagrante contradicci6n. Segdn uno de
ellos, se da una violaci6n del derecho del individuo a tener acceso a la infarmaci6n, por encima de las fronteras, y, segfin el otro, se
quebranta el derecho de unos Estados scberanos e
independientes a decidir por su propia cuenta los
programas que pueden estar al alcance de supoblaci6n.
Hay tambien quienes, a la vez que apoyan el
principio del derecho del individuo a tener acceso
a la informaci6n independientemente de las fronteras nacionales, afirman que mientras la transmisi6n por medio de satelite sigue siendo un m o nopolio de un pequeno ndmero de pafses, tal derecho carece de sentido y va incluso en detrimento
de los pafses que no tienen acceso a los satelites.
L a Declaraci6n de la Unesco no tiene, como
tal, fuerza obligatoria para los Estados Miembros,
pero en ella se formulan de hecho unos principios
que se basan en una autentica preocupaci6n de los
pafses en desarrollo y otros pafses, en el sentido
de que el espacio ultraterrestre no debe utilizarse
con fines de explotaci6n, que resultan indeseables
por razones culturales, morales y de otra Indole,
en pafses que queden dentro del campo de los sistemas de transmisi6n directa propuestos.
Principios fundamentales sobre la funci6n de los
medios de comunicaci6n social
Principios fundamentales
E n 1972, la Conferencia General de la Unesco en
su 17a. reuni611 aprob6 una resoluci6n en la que
se pedfa al Director General "que prepare y so-
26
meta a la Conferencia General, en su 18a. reuni6n,
un proyecto de declaraci6n relativa a los principios fundamentales del empleo de los grandes m e dios de informaci6n para fortalecer la paz, la c o m prensi6n internacional y la lucha contra la propa'
)
ganda guerrera, el racismo y el apartheid. "
Se reconoci6 desde el primer momento la enorm e dificultad de llegar a un equilibrio adecuado
entre, por un lado, la libertad de informaci611y,
por otro, la necesidad y la obligaci6n moral de
que los medios de comunicaci6n social actden de
un modo responsable, con objeto de impedir mdltiples abusos de la libertad.
Una de las finalidades de la libertad de circulaci6n de la informaci6n consiste en garantizar
una diversidad de fuentes de noticias y de opiniones, pero para muchos pafses el problema es que
sus recursos econ6micos no bastan para prestar
apoyo a unos fuertes medios nacionales que sean
competitivos, especialmente cuando se enfrentan
con la importaci611 masiva de programas producidos en el extranjero. N o puede aplicarse el principio de un libre intercambio de informaci611 y
opiniones cuando ciertos pafses carecen de la capacidad de producci6n necesaria para poder participar de un modo eficaz en semejante intercambio en un plano de igualdad entre pafses.
Cuando los medios de comunicaci6n social se
utilizan para difundir falsedades, sembrar el odio
y la desconfianza, insultar los sentimientos y las
costumbres nacionales o cuando ni siquiera intentan
comprender las legftimas aspiraciones y culturas
de ciertos pafses, los pafses receptores se sienten 16gicamente inquietos, preocupados e impotentes. E s preciso que las organizaciones de comunicaci6n social asuman su responsabilidad en
esta contribuci6n para una paz m a s segura y una
mayor comprensi6n.
Al m i s m o tiempo, se derivan ciertas dificultades de la preparaci6n de un conjunto de principios fundamentales que sean aplicables a los m e dios de comunicaci6n social de todo el mundo.
Actualmente, no existe ninguna organizaci6n internacional que pueda o desee juzgar la actuaci6n
de los medios, y lo m a s que puede hacerse con
esas declaraciones consiste en formular una serie de principios morales a cuyo cumplimientose
incite, y no se exija en virtud de una ley, a los
medios de comunicaci611 social. L a proteccibn
constitucional de la libertad de expresi6n y de
prensa impedirla a ciertos pafses promulgar una
legislaci6n que obligara a los medios de comunicaci6n social de su jurisdicci6n a cumplir tal declaraci6n. E n resumen, nos queda todavla m u cho camino que recorrer antes de que podamos
1)
Unesco, Meeting of Experts on a Draft
Declaration concerning
u the Role of the Mass
Media, C O M - 7 4 / C O N F . 61 6/5, Parfs,
25 de abril de 1974.
,
establecer unas normas internacionales aceptables sobre el contenido de los medios de comunicaci6n social. No sabemos lo bastante sobre la
realidad profunda de los sistemas de comunicaci6n internacional y los factores polfticos, econ6micos y culturales que coartan la posibilidad
de que haya una verdadera y equitativa circulaci6n de la informaci6n. Ahora bien, las consideraciones internacionales revisten a menudo una
importancia capital en la formulaci611 de planes
nacionales. Necesitamos m a s investigaciones y
m a s polfticas ilustradas, basadas en el conocimiento y comprensi6n de la vida ajena antes de
poder empezar a resolver los m6ltiples problem a s internacionales de comunicaci6n.
Esto se puso claramente de manifiesto en el
debate sobre los problemas de la comunicaci6n
internacional en la 18a. reuni6n de la Conferencia General de la Unesco, en la que la opini6n se
mostr6 ampliamente favorable al concepto de libre circulaci6n de la informaci611 pero se destac6
tambien la hipocresfa de este concepto tan divulgado cuando se toman en consideraci6n las cuestiones de igualdad de acceso a los medios de comunicaci6n social y a la informaci6n. E n ciertos
ambientes se estim6 que el concepto m i s m o de "libre circulaci6n" estaba anticuado,y correspondfa
a las ideas del liberalismo del siglo XIX y no
podfa aplicarse a la tecnologia del siglo XX.
Varios delegados en esta Conferencia General
observaron que la "libre circulaci6n" tiene poco
sentido para quienes carecen de las infraestructuras y medios necesarios para comunicar, y
llegaron a la conclusi6n de que se debla asignar
la mPxima prioridad a unas medidas practicas
encaminadas a corregir el actual desequilibrio
en la circulaci6n multilateral de informacih,
especialmente entre los pafses en desarrollo y los
desarrollados.
Con respecto a la cuesti6n del contenido de la
comunicaci6n internacional, se estim6 que debe
existir a la vez el derecho a ser informado y el
derecho a informar, y que este filtimo entrana la
obligaci6n de una informaci611 objetiva. Se subray6 la amplia y creciente importancia de los medios
de comunicaci611 social en lo tocante a garantizar
la conservaci6n de la paz y la comprensi6n mutua
entre los pueblos y se conden6 en general el torcido uso de dichos medios a ese respecto.
A la vez que se ponla en tela de juicio el concepto de libre circulaci6n de la informaci6n, especialmente de las interpretaciones que se le han
dado a lo largo de los anos, se propuso un nuevo
concepto al que deberfa dedicar su atenci6n la
Unesco. Se trata de la posibilidad de asimilaci6n
de un nuevo derecho humano, a saber, el derecho
a comunicar. Se estim6 que esto tenla sentido a
la vez en el plano nacional y en el internacional.
Se destac6 que, en la formulaci611 de unas polfticas de comunicaci6n, incluso en el plano nacional
revestfan la maxima importancia las consideraciones internacionales del derecho a comunicar
relacionadas con la disparidad de informaci611entre los pafses desarrollados y los pafses en desarrollo, que procederla estudiar y analizar. Esas
polfticas podrfan garantizar el acceso y la participaci6n en el proceso de comunicaci6n, conciliar
el derecho a informar con el derecho a ser informado, proclamar la necesidad de una circulaci6n
equilibrada de la informaci611 entre las zonas en
desarrollo y las desarrolladas del mundo y englobar a la vez las posibilidades de nuevas tecnologlas y las obligaciones de los medios de comunicaci6n social.
Asf pues, a mediados del decenio de la comunicaci6n volveremos una vez m a s a repensar
lo que resultaba adecuado en el pasado y lo que
sera necesario en el futuro.
27
Capítulo I I I
Las investigaciones sobre la comunicación.
La información de los respnsables políticas
E n la sociedad moderna, las industrias de comunicaci6n social se han convertido en unas instituciones m u y importantes. Esa importancia esta
relacionada con muchos niveles distintos de la
)
y 2,
sociedad.'
Cuando algo es socialmente significativo, resulta evidente la necesidad de saber algo al respecto. Ademas, todos los dfas se toman decisiones en todo el mundo sobre las polfticas de comunicaci6n social y la producci6n de programas.
Ahora bien, Len que se basan esas decisiones?
Principales problemas
Se plantean muchos problemas, ya que los
responsables polfticos y los planificadores de todos los pafses se enfrentan con varios dilemas
-que a veces revisten la forma de una confrontaci6n entre los ideales y la realidad- y que hay que
resolver en beneficio de todos. Cabe citar algunos ejemplos generales de tales problemas:
¿Qu6 le ocurre al individuo en una epoca en la
que la tecnologfa esta cada vez m a s en condiciones de proporcionar una masa de informaci6nque
influir& en el. v tambien de invadir. consignar Y
registrar en una computadora su vida m a s privada e Intima?
E n un d a n o ideal. los medios de comunicacibn
deben ser 10s vfnculos de la sociedad y unos cauces abiertos de cultura, educacih, informaci6n
y actividades recreativas, y sin embargo
¿Cabe considerar a menudo los medios de comunicaci6n principalmente como empresas comer
ciales o c o m o instrumentos polfticos?
¿Que puede hacerse sobre la falta creciente de
sintonfa entre los profesionales de la comunicaci6n y las autenticas necesidades de los grupos sociales a los que atienden? ¿Aportan las
definiciones comerciales o autoritarias de las
noticias y de los valores culturales realmente
una contribucibn positiva a una autentica c o m prensi6n de lo que esta ocurriendo en el mundo?
E n el mundo moderno, la tendencia econ6mica y
polftica parece ir hacia la concentraci6n de la
propiedad y la reducci6n de las actividades independientes; la actual estructura de los m e dios de comunicaci6n social tiene su origen en
unos sistemas concebidos para una difusi6n
vertical de la informaci611 y de la persuaci6n de
arriba a abajo de la sociedad pero ¿que decir
de un dialogo "horizontal" en la sociedad y a tra-
-
1)
Unesco, Mass Media in Society, the Need
for Research ReDorts and Paners
- on Mass
Communication, W 59, Paris 1970.
Unesco, Propuestas para un programa internacional de investigaciones sobre la comunicaci6n, op. cit., pag. 4. "Al decir grandes
medios de informaci611 se entiende todas las
industrias que proporcionan servicios o productos para los grandes medios de comunicaci6n. Figuran entre ellos los diarios,las revistas, los libros, la radio, la televisih,los
discos, las cintas magneticas, las "cassettes','
los libros de historietas ilustradas, la publicidad exterior y por correspondencia, las redes de las agencias de noticias, los enlaces
con microondas, etc.
~
~C6mo
conciliar el derecho a la libertad de informaci6n con el derecho del individuo a la
protecci6n de su vida privada?
i C 6 m o promover el derecho declarado de libertad de expresi6n y de opini6n?
Aunque existe ya la posibilidad tecnica de unam5s
amplia distribuci6n de una mayor variedad de
informaci6n y de un intercambio de datos m u cho m 5 s rapido que hasta la fecha, ~ c 6 m o c a b e
conciliar esto con las posibilidades de contaminaci6n mental y la intrascendencia de gran parte de esa masa de informaci6n para muchos tipos de pdblico? ; ¿c 6 m o traducir los datos brutos en terminos inteligibles y utilizables?
28
2)
1
.
-
ves de ella, que indudablemente no existe en el
momento presente?
Hay un hecho econ6mico evidente y es que el hecho de intentar saciar el voraz apetito de los
nuevos medios de comunicaci6n sera mucho m a s
oneroso todavfa que la instalaci6n del materialy
el equipo correspondiente; L c6mo se pagara esto, a la vez que se proporcionan los servicios
indispensables para unos ciudadanos bien infor
mados?
Por un lado, se afirma que los medios de comunicaci6n reflejaran los valores y las normas de
la sociedad, y por otro, se considera que imponen unos valores y reducen los lfmites de la
sensibilidad pbblica ante problemas tales como
los de la violencia y la permisividad.
-
Hay muchas personas que opinan que los medios
de comunicaci6n social han desempenado un papel
decisivo para crear el sentido de comunidad
nacional
¿Que ocurre cuando cada grupo puede entrar en
contacto con quien desee, incluidos sus propios
profetas particulares?
i C 6 m o conciliar el derecho de los individuos a
tener acceso a toda la cultura mundial con el
derecho de las culturas nacionales a oponerse
a su diluci6n por obra de influencias foraneas?
~C6mo
lograr que sea una realidad la igualdad de
acceso a la informaci6n, cuando los medios de
comunicaci6n tienden a tener una orientaci6n
urbana y cada vez es mayor la disparidad en
materia de informaci611 entre los pafses desarrollados y los pafses en desarrollo?
Los satelites de comunicaci6n pueden proporcionar un libre acceso a la informaci6nyalaeducaci6n en una escala internacional; tambien
pueden aportar la base para un nuevo colonialismo de la comunicaci6n y un imperialismo
cultural, en el caso de que predomine la difusi6n de informaci6n en un solo sentido.
Por íiltimo, quienes gobiernan y controlan realmente los medios de comunicaci611, que intereses atienden -de que modo- y que recursos utilizan?
Los problemas principales estriban en el hecho de que, si bien la comunicaci6n ha pasado a
ser un tema de trascendencia e interes pbblico,
los gobiernos y la poblaci6n no suelen saber lo
suficiente sobre la Indole del proceso de comunicaci6n en la sociedad, sus posibilidades y limitaciones, y sobre las autenticas necesidades de
comunicaci6n del píiblico, ni tampoco sobre la
capacidad y la orientaci6n de los sistemas de comunicaci6n píiblicos y privados por lo que se refiere a contestar preguntas como las antes formuladas. Asf pues, con harta frecuencia las naciones y los pueblos no estan en condiciones de
establecer o de contribuir al establecimiento de
unos sistemas de comunicaci6n que se ajustende
m o d o 6ptimo a su desarrollo real y a las necesidades globales de su sociedad. E s imprescindible disponer de analisis crfticos y de diversos tipos de investigaci6n con objeto de poder examinar
de modo permanente los problemas que planteaen
la sociedad actual la comunicaci6n social.
Pasado v Dresente de las investieaciones
sobre la comunicaci6n
E n un sentido general, se vienen realizando investigaciones sobre comunicaci6n desde hace siglos,
si bien con otros nombres. Arist6teles definfael
estudio de la ret6rica -que puede interpretarse
como un sin6nimo de comunicaci6n- diciendo que
es la bdsqueda de todos los medios posibles de
persuasi6n. Aunque un orador pueda pretender
perseguir otros objetivos, Arist6teles presuponfa
que el objetivo primordial de toda comunicaci6n
es la persuasit~n,esto es, el intento de inclinar a
otros hombres a adoptar su propio punto de vista.
Esta concepci6n de la finalidad de la comunicaci6n
sigui6 teniendo gran aceptaci6n hasta finales del
siglo XVIII,momento en el cual los conceptos te6ricos conocidos con el nombre de "psicologfa de
las facultades" habla invadido ya la retbrica. Se
hacfa una clara distinci6n entre alma e intelecto;
se interpretaba este dualismo c o m o la base de dos
finalidades independientes de la comunicaci6n.
Una de ellas tenla caracter intelectual o cognoscitivo, y la otra afectivo. Se consideraba que la comunicaci6n desempenaba tres funciones: informar
(incitaci6n al intelecto), persuadir (incitaci6na la
afectividad) y distraer. Esta fragmentaci6n de la
conciencia desembocaba facilmente en la conclusi6n de que el hombre tiene tres tipos distintos de
conciencia que actdan y existen independientemente. Ahora bien, la base de tal distinci6n no se
ajusta a la realidad y ha dejado ya de ser defendida por los psfcologos. '
)
Entre los investigadores de la comunicaci6n
esta surgiendo hoy rapidamente otra concepci6n
totalmente distinta de la comunicaci6n ydelpapel
de la conciencia. E n los bltimos tiempos, estas
investigaciones han sido estimuladas por la evoluci611 de la sociedad y el auge de la comunicaci6n
social. E n particular durante los 35 anos íiltimos,
tales investigaciones han buscado cada vez m a s su
propio rumbo y su propio campo especializado,
c o m o una necesidad creciente.
Al estudiar la comunicaci6n entre los seres
humanos, se ha centrado el interes en el micronivel y el macronivel, a la vez en las caracterls1)
Tapio Varis, "Trends in Communication
Research", Mass Media Research, Lutheran
World Federation, Ginebra, abril de 1974,
p8g. 21.
29
ticas psicol6gicas de los seres humanos c o m o
animales que comunican entre sf y en las caracterfsticas de la sociedad como entidad comunicante. Por regla general, las disciplinas cientfficas se dividen con arreglo a su propia metodologfa o a los problemas que intentan solventar.
Al m i s m o tiempo, existen otras como, por ejemplo, las ciencias medicas, que, aun teniendo una
problematica m u y especffica, utilizan los metodos de otras varias disciplinas. L a antigua ret6rica era un arte en sf misma, pero la moderna
ciencia de la comunicaci6n ha tomado prestada SU
metodologfa y su definici6n de los problemas a
menudo de otras disciplinas y, al igual que lamedicina, se interesa por resolver determinados
problemas a la vez que utiliza instrumentos de investigaci6n procedentes de otros sectores.
Ahora bien, el progreso de las investigaciones en este campo no obedece dnicamente al desarrollo cientffico sino a la evoluci6n de la estructura social. A principios del decenio de 1930, los
especialistas occidentales de las ciencias sociales
empezaron a interesarse cada vez m a s por unos
metodos aplicados de investigaci611social,encaminados a mejorar la eficacia de los nuevos medios
de comunicaci6n social. Las investigaciones de
orientaci611 comercial sobre la comunicaci6n social que surgieron en los Estados Unidos d e A m 6 rica fueron una consecuencia de la orientaci6n
hacia el mercado de una sociedad de consumo.
Las tradiciones europeas han tratado la comunicaci6n socialde un modo distinto a la orientaci611
empfrica norteamericana. E n el siglo XX,se han
mantenido dos tendencias principales de la sociologfa occidental en el estudio de los problemas
ideol6gicos: la sociologfa del conocimientoyla sociologfa de la comunicacih de masas. Tratan de
problemas similares pero una y otra hicieron su
aparici6n en condiciones hist6ricas m u y distintas.
L a sociologfa del conocimiento tiene unas raïces
europeas, al paso que la de la comunicaci6n social ha sido desde el primer momento un producto
norteamericano.
Esta diferencia se debe en parte a las condiciones hist6ricas y a los metodos de configuraci6n
de la opini6n pdblica predominantes en Europa y
en America. Los pafses de Europa occidentalson
relativamente homogeneos en el plano nacional y
filos6fico. E n cambio, America del Norte est5
poblada por diversos grupos religiosos y Btnicos
que tienen antecedentes m u y diversos. L a sociologfa norteamericana ha intentado encontrar el
modo de seleccionar unos denominadores comunes
y conceptos ideol6gicos compartidospor esos distintos grupos, en vez de centrarse en una sola
teorfa m u y formulada. Hoy en dfa, estan desapareciendo las diferencias originales de orientaci6n
ya que la sociologfa del conocimiento se ensena
en varias universidades norteamericanas, y la de
la comunicaci6n de masas esta suscitando un interes creciente en Europa.
30
Hasta hace poco tiempo, las investigaciones
sobre comunicaci6n social eran otro privilegio de
los pafses m a s desarrollados,y, cuantitativamente
hablando, est5.n todavfa concentradas en los Estados Unidos. Se acepta ya hoy en general que la
investigaci6n occidental sobre la comunicaci6n de
masas, que refleja su origen comercial y su fuerte
y persistente dependencia con respecto a una economfa de empresa, ha centrado su atenci6n en la
vertiente del consumo del sistema de mensajes.
U n nfimero incalculable de estudios han examinado el comportamiento del pdblico y de los consumidores, esto es, cuales son los mensajes que
los estimulan y los estfmulos que los "dan masaje". Tambien el analisis del contenido se ha interesado por el problema de determinar si el mensaje es identificable o tiene unos contornos imprecisos.
E n resumen, la investigaci6n sobre la comunicaci6n de masas sigue dando por sentado,con ciertas excepciones notables, la actual estructura de
la sociedad, y especialmente la estructura del
dispositivo de creaci611 y transmisi6n de mensajes. Estudia sobre todo la eficacia de dicha estructura y el modo de llegar al pdblico con los
mensajes que los centros de poder de la sociedad
desean difundir.
James Halloran y otros autores handestacado
esta circunstancia y el caracter de la investigaci6n derivada de la misma. Halloran ha formulado ademas ciertas propuestas correctoras: "ES
necesario estudiar la vertiente productiva, esto es,
la industria de la comunicaci6n de masas.. . esto
quiere decir que debemos estudiar la historia y
la evoluci6n de las instituciones de comunicaci6n
social (y su relaci6n con las demas instituciones,
incluida la administraci611 pdblica). H e m o s de
formular preguntas sobre la organizaci6n y la
estructura y sobre la propiedad, el control, los
recursos y la tecnologfa, asf como sobre la importaci611 de materiales de comunicaci611social
de otros pafses ... L a pregunta ''i al servicio de
que intereses estan los medios de comunicaci6n
social? I I ha de formularse en la vertiente de la
producci6n tan o c o m o en la de la utilizaci6n ola
del consumo".
Si se examinan los "grandes centros de poder"
de las sociedades desarrolladas, inevitablemente
habra que tener en cuenta las unidades dominantes
de produccibn y distribuci6n que constituyen el m o tor de estas economfas industriales, y que, indudablemente, en una medida creciente,comprenden
las llamadas empresas multinacionales, es decir,
los "superconjuntos de capital privado, organizados en forma de sociedad, de direcci6n central y
diseminados en el plano internacional con arreglo
a la consideraci6n dominante de la rentabilidad y
1)
1)
James D. Halloran, Mass Media and Society:
The Challenge
of Research. Universitv of
v
Leicester, 25 de octubre de 1973.
los factores que inciden en ella, a saber, los impuestos, los recursos disponibles, los costos de
mano de obra, el tamano del'mercado y la facilidad de penetraci611 en 81, la estabilidad polfticay
otros problemas afines". 1) A s f pues, un tema
central de las investigaciones sobre comunicaci6n
social pasa a ser el de determinar en que medida
los sistemas de comunicaci6n, en los planos local,
nacional, regional e internacional, se relacionan
con esos nClcleos dominantes de poder en los aspectos del control, la estructura y los incentivos.
Tales investigaciones podrfan contribuir a que se
comprendieran mejor los principales mecanismos
de control que operan en la sociedad occidental
actual, y destacar quiz5 unos rumbos distintos y
m a s humanistas de organizaci6n y desarrollo social.
E n los recientes simposios de investigaci6n
sobre comunicaci6n se advierte una creciente
contribuci6n de estudios europeos y japoneses y
un interes cada vez mayor de los pafses en desarrollo por los problemas de la conciencia y la
comunicacibn social. C o m o no cabe distinguir
unas corrientes o escuelas claramente definidas
-debido a los diversos niveles de necesidades de
investigacih y a los factores hist6ricos de realizaci6n de las mismas-, es diffcil clasificarlas
actuales pautas de investigaci6n en este campo.
Si la clasificaci6n de las tendencias de investigaci6n no es sistem&tica, ello se debe a la complejidad en este campo: "la comunicaci6n no se ha
convertido en una disciplina te6rica c o m o la ffsica o la economfa sino que es un sector de investigaci6n y teorfa extraordinariamente vivo" escribe Wilbur Schramm. 2,
Una nueva orientaci6n
Estos y otros factores incitaron a la Conferencia
General de la Unesco, en su 15a. reuni611(noviembre de 1968) a autorizar al Director General
a emprender un programa a largo plazo de investigaci6n y a promover el estudio del papel y los
efectos de los medios de comunicaci6n social en
la sociedad. L a primera reuni6n concreta celebrada con arreglo al nuevo programa, se celebr6
el siguiente m e s de junio (1969) en M ~ n t r e a l , ~ )
E n ella se recomend6 que la Unesco estudiara la
posibilidad de realizar un importante estudio internacional relativo a los efectos actuales y futuros de la comunicaci6n sobre las relaciones entre
unas sociedades y grupos sociales en evoluci6n y
sobre los individuos que las integran, con objeto
de determinar de que modo esos medios de comunicaci6n social pueden atender las necesidades de
la sociedad actual y futura. Esta recomendaci6n
fue aprobada en Clltimo termino por la Conferencia
General de la Unesco en su 16a. reuni611 (noviembre de 1970) que autoriz6, a su vez, al Director
General "a estimular las investigaciones, dentro
del marco de un programa internacional sobre la
influencia de la informaci6n en la sociedad".
E n abril de 1971, la Unesco celebr6 la primera reuni611 oficial de su recien creado Grupo Internacional de Consultores para la Investigaci6n
sobre Comunicaci6n4) en el que se propusieron las
lfneas generales con arreglo a las cuales podrfa
llevarse a cabo un programa internacional de investigaciones sobre la comunicaci6n. Tras ella
hubo una segunda reuni611 (en Parfs, en octubre
de 1973) que sugiri6 nuevas medidas para promover la idea y el concepto principales de las propuestas con arreglo a los epfgrafes de "comunicaci6n y sociedad" y "circulaci6n internacional".
D e esas reuniones surgi6 y se precis6 un nuevo
planteamiento te6rico de la labor de investigaci6n
sobre la comunicaci6n.
C o m o es l6gic0, los cambios que se produzcan en una sociedad y en la vida de quienes la integran, tras la aparici6n de un nuevo medio de
comunicaci6n -la televisi6n- y la rapida y creciente extensi6n de otros m 8 s antiguos -como la
radio- no solamente depender5 de ese medio sino
tambien de otras innovaciones y, sobre todo, de
la Indole, la estructura y la fase de desarrollo de
esa sociedad. Incluso en un m i s m o sistema social, las consecuencias no ser8n uniformes ya que
ciertos sectores resultaran mas receptivos o se
amoldaran mejor que otros.
Por lo que a los individuos se refiere, puede
ser enganoso mantener que algo se deba exclusivamente a los estfmulos de los medios de comunicaci6n social. Se ha estimado m a s dtil abordar este
tema en funci6n de unas personas diferentes, con
distintas experiencias y predisposiciones, y con
antecedentes etnicos, lingilfsticos o culturales
tambien distintos en situaciones diferentes, asf
c o m o de su diversa utilizaci6n de los materiales
que facilitan los medios de comunicaci6n. E n esta
investigaci6n, no se hace tanto hincapie en las relaciones causales directas como en los medios de
comunicaci6n social que ejercen su influencia en
y a traves de la compleja trama de factores que
Herbert I. Schiller, "Mass Communication
Research on the Power Structures of Society
A proposal", Mass Media Research,
Lutheran World Federation, Cine bra, abril
de 1974.
Wilbur Schramm, "Communication Research
in the United States", en The Science of
H u m a n Research, Wilbur Schramm, comp.,
Nueva York, 1963, p5g. 1.
Unesco, Mass Media
Society, Need for
Research, Reports and Papers, N" 59.
Unesco, Propuestas para un programa internacional de investigaciones sobre la comunicaci6n. C O M / M D / 2 0 , Parfs, 1971.
-
in
31
componen la sociedad. Se asigna m a s importancia a los aspectos indirectos, subsidiarios y acumulativos que a los causales.
Es importante estudiar los medios de comunicaci6n con arreglo a unas estructuras sociales
especificas. Estos medios pueden ejercer una
poderosa influencia en ciertas circunstancias,pero tan s610 como una m a s de entre varias fuerzas
distintas. Tanto la familia ampliada como los grupos religiosos, escolares, sociales o de amigosy
compafieros desempenan un papel en los procesos
de socializaci6n o desarrollo. L a influencia de
los medios de comunicaci6n no se limita a unimpacto directo "de-medio-a-personas"ya que pueden incidir indirectamente en el individuo a traves
de los demas agentes. Es importante recordar
que el mensaje del medio es recibido en un marco
de comunicaciones y relaciones interpersonales
previamente existentes. Si deseamos conocer el
impacto de un medio, habremos de examinar las
redes existentes a la vez que ese m i s m o medio.
Los medios de comunicaci6n social, en particular la radio y la televisi6n, tienen,por supuesto, funciones precisas de caracter recreativo, y
una forma principal de influencia es la que pasa
por las pautas de comportamiento en los m o m e n tos de tiempo libre. Por otra parte, los distintos
medios pueden ejercer una influencia de un modo
mucho m a s sutil y probablemente mucho m a s significativo todavfa: pueden constituir la principal
fuente de informaci6n sobre lo que queda m a s alla
de los sentidos del individuo; ofrecer nuevos m o delos de identificaci6n; centrar la atenci6n, ensanchar los horizontes, mostrar otros modos de
vida; volver a definir los problemas; poner en
tela de juicio el modo tradicional de hacer las cosas; sugerir nuevas respuestas; dar categorfa a
personas e ideas, indicar una aprobaci6n y desaprobaci6n con respecto al comportamiento y las
actitudes; ampliar o limitar el dialogo y definir
lo que es importante, lo que es interesante y lo
que es peligroso; hacer que resulte comprensible lo que hasta entonces era ininteligible, y tambien crear confusiones e incertidumbres,
Hay muchas especulaciones y respuestas preconcebidas sobre la fndole y la amplitud de lafuncibn de los medios de comunicaci6n. A menudo,
han de ser combatidas con la investigaci6n. Una
de las cosas m 5 s importantes que puede lograr la
investigaci611es convertir lo implfcito en explfcito y dar al pueblo conciencia de la naturalezaylas
consecuencias que entranan esos postulados basicos que subyacen en sus actividades. Tal analisis
crftico es muchas veces el primer paso de una
transformaci6n constructiva.
E n muchos pafses, las investigaciones sobre
la comunicacibn pueden proporcionar un panoram a de la estructura de la comunicaci6n en la sociedad. Pueden mostrar c6mo estan distribuidos
y se utilizan los medios de comunicaci6n y los
32
mensajes, cuales son las grandes influencias que
se ejercen en las corrientes de informaci611 y de
opinih, cuales son los factores restrictivos,que
hay que hacer para llegar a capas m a s importantes de la sociedad, cbmo han de proceder los encargados del desarrollo para alcanzar esos sectores y c6mo se puede conseguir una utilizaci6n
"en doble sentido'' de la informaci6n. Las investigaciones sobre la comunicaci6n pueden tambien
desempenar un papel capital indicando la manera
de activar la comunicaci6n en los sectores de la
sociedad en que m a s falta hace "estimular el desarrollo" y que son precisamente aquellos en los
que la participaci6n en los asuntos pdblicos es
m 5 s limitada. Esto es lo que sucede con la poblaci6n rural en muchos pafses.
Esta, pues, por un lado, el requisito previo
de establecer una polftica de la comunicaci6n en
cada pafs y, por otro, la necesidad evidente de
obtener unos conocimientos, que s610 puede proporcionar una labor de investigaci6n, antes de
poder formular una polftica adecuada de la comunicaci6n. E n un plano ideal, semejante uni6n de
la polftica y de la investigaci611 deberfa basarse
en un conocimiento exhaustivo del proceso de comunicaci6n y en las necesidades pdblicas, y no
en unos conocimientos parciales y unas necesidades privadas, como ocurre todavfa con harta frecuencia.1 )
Dada esa necesidad de unas investigaciones
sobre la comunicaci6n, ¿que clase de investigaci6n necesitamos hoy? Las investigaciones sobre
la comunicaci6n son esencialmente un campo cuya
problematica requiere la utilizaci6n de muchas
disciplinas, o sea un enfoque verdaderamente pluridisciplinario. Quienes aportan los conocimientos tecnicos, los conceptos, las teorias y los metodos propios de sus disciplinas no pueden limitarse ya a seguir utilizando sus propias y limitadas
estructuras de referencia. E n el nuevo enfoque
de la investigaci6n que se requiere, psic6logos,
soci6logos, especialistas en educaci6n, antrop6logos, economistas, crfticos literarios, tecn6logos y otros muchos especialistas han de formar
parte de equipos que centren su atenci6n en zonas
de problemas concretamente determinados.
Las investigaciones sobre la comunicaci6n
deben abarcar todos los aspectos del proceso de
la comunicaci6n -como proceso total- sin disgregar sus elementos esenciales ni intentar estudiarlos por separado. L a investigaci6n dirigida solamente hacia uno u otro aspecto de la comunicaci6n
no s610 ha conducido a errores sino tambien a un
desequilibrio general de todo el campo de la investigaci6n. Adoptar un enfoque global no implica, por ejemplo, decir que no sirve de nada que
1)
T o m o Martelanc, "Unesco Panel Charts
'Problem'A reas" Intermedia,International
Broadcast Institute, W 5, 1974, pgg. 8
los psic6logos estudien los problemas especfficos
a la percepci6n, el lenguaje, el desarrollo del
cognoscitivo, etc. Implica, sin embargo, que en
una esfera cientffica interdisciplinaria, los diferentes investigadores han de trabajar con arreglo
a un plan com6n y persiguiendo un prop6sito comim que es el de precisar e intensificar nuestra
comprensi6n de este fen6meno social y humano de
vital importancia.
E n suma, este moderno enfoque de la investigaci6n deberfa inspirarse en dos consideraciones predominantes: estudiar la comunicaci6n
como un fen6meno global y estudiar los medios
de comunicaci6n y del proceso de comunicaci6n
en general dentro de un marco m a s amplio que
sea a la vez social, politico y econ6mico. s610
de esta manera es posible evitar la fragmentaci6n y los desequilibrios del pasado. Control,
propiedad, apoyos, recursos, producci6n, presentaci6n, contenido, disponibilidad, divulgaci6n,
consumo, utilizaci6n, influencia y consecuencias
son aspectos que pueden quedar incluidos dentro
del marco general de la investigaci6n.
Propuestas de investigaci6n
Tras sentar las bases de unas investigaciones de
interes social -sin dejar de reconocer por ello
la necesidad especial y basica de una complejidad
te6rica y de una metodologfa perfeccionada- la
Unesco formul6 sus propuestas para un programa
internacional de investigaciones sobre la comunicaci611, en tres secciones principales:l)
L a comunicaci6n y la planificaci6n del c a m bio social. A este respecto, procede analizar
m a s a fondo la relaci6n existente entre comunicaci6n y desarrollo, y tambiCn entre las polfticas nacionales y las estrategias de comunicaci6n,
principalmente con caracter nacional pero realizando a la vez unos estudios a fondo en determinados sectores prioritarios. Esas investigaciones realizadas y coordinadas en el plano nacional,
deberlan facilitar una comparabilidad transnaciona1 de los estudios efectuados y contribuir asimism o a que la experiencia de un pafs pueda facilitar
una mejor planificaci6n del desarrollo y la estrategia de la comunicaci6n de otro.
El marco 16gico de este primer tema y programa es la secuencia del proceso de planificaci6n. E n una sociedad en evoluci6n,la formulaci6n
de la polftica y la planificaci6nde la comunicaci6n
han de constituir un proceso dinamico, que tenga
siempre en cuenta las necesidades cambiantes de
los instrumentos de comunicaci6n m P s adecuados
para esa sociedad. Se han de tener tambien en
cuenta lo que son verdaderamente esos instrumentos, con sus posibilidades y limitaciones, asf com o los efectos econ6micos, sociales y morales de
su desarrollo y de su utilizaci6n.
Al llevarse a la practica los planes y programas, se requiere una evaluaci6n constante de los
procesos y efectos de las operaciones. L a programaci6n en el tiempo del desarrollo global de
los sistemas de comunicaci6n es tambiCn una actividad permanente, con objeto de acoplarla a las
necesidades que se suponen con arreglo a la polftica nacional presente y futura. Esa m i s m a
polftica nacional habra de ser reevaluada por otros
investigadores y planificadores.
Los medios de comunicaci6n social y la
imagen que tiene el hombre en la s0ciedad.A este
respecto se propone un programa multinacional
de investigaci6n en materia de comunicaci6n que
requiere el estudio pluridisciplinario de un solo
dominio, de caracter m a s universal. Ese programa, que exigirfa tal estudio multidisciplinario
estarfa encaminado a crear ''lazos" de los institutos de investigaci6n que podrfan asf coordinar y
comparar sus estudios dentro del marco de un tem a general que serfa "LOSmedios de comunicaci6n social y la imagen que el hombre se forma
de la sociedad".
Se puede ver facilmente que muchos de los
problemas de investigaci6n estan fntimamente ligados con los estudios que se considera adecuado
realizar para ayudar a los pafses a elaborar su
polftica y sus planes en la materia. L a "calidad
multinacional" encontrarfa su expresi6n en la cooperaci6n que se establecerla entre los pafses e
institutos para determinar los campos de la investigaci6n y asegurar la comparabilidad de los resultados de los estudios a largo plazo sobre la
totalidad del proceso de comunicaci6n en cierto
nflmero de pafses.
Investigaciones sobre la estructura internacional de la comunicaci6n. A este remecto. habra que realizar estudios internacionales con objeto de contestar ciertas incisivas preguntas sobre
la fndole de la comunicaci6n internacional, y a fin
de establecer un marco general en el que pueden
ensamblarse unos estudios nacionales. E n toda
la perspectiva futura de la comunicaci6n internacional estan influyendo de modo decisivo los espectaculares progresos de la nueva tecnologfa de
la comunicaci6n.
Por un lado, la transmisi6n directa por satelite, por ejemplo, abre posibilidades inmensas
de una m a s amplia comunicaci6n por encima de
las fronteras geograficas, polfticas, ideol6gicas
y culturales y, por otro, gracias a adelantos com o las cassettes, los discos, los facsfmiles o la
televisi6n de recepci6n colectiva, los habitantes
de un nfimero creciente de pafses pueden ensanchar cada vez m a s su gama de comunicaci6n
-tanto la proyecci6n c o m o la recepci6n- median~
~~~
~
1)
.
.
.
Unesco, Propuestas para un programa internacional de investigaciones sobre la comunicaci6n. COM/MD/20.
33
te un sistema internacional de comercializaci6n
que opera casi independientemente de la capacidad nacional de producci6n. Las consecuencias
y efectos -sociales, politicos, jurfdicos, culturales, morales, comerciales, educativos, etc.
tienen una tremenda importancia en la formulaci6n de la planificaci6n y la polftica nacional de
la comunicaci6n.
-
Intercambio y utilizaci6n de informaci6n sobre
las investigaciones
El n6mero y los tipos de instituciones que se dedican a al@n aspecto de las investigaciones sobre
comunicaci6n varfa considerablemente se@n
los
pafses y las regiones. A menudo, los vfnculos
estructurales entre ellas no estan bien establecidos. Los departamentos de producci6n e investigacibn de los medios de comunicaci6n socia1,las
facultades universitarias de ciencias sociales,los
servicios de investigaci6n de los ministerios de
desarrollo econ6mic0, informacih, comunicaci6n, educaci6n, las oficinas de estadfstica, etc.,
tienen que coordinar y encauzar sus esfuerzos
hacia una labor orientada a la resoluci6n de problemas, dentro del proceso de comunicaci6n en
su totalidad.
Todo esto ha puesto de manifiesto que unode
los cometidos m 8 s urgentes de la labor de investigaci6n sobre comunicaci6n consiste en compilar, cotejar y comparar los estudios ya realizados, con objeto de llegar a una comprensibn internacional entre investigadores con respecto a
unos denominadores comunes de metodologfa,
terminologfa, teorfa, etc. Asimismo, para evitar las repeticiones, era y sigue siendo necesario saber "quien esta haciendo ya esto" y poder
intercambiar datos y resultados de las investigaciones.
Con este fin, la Unesco ha establecido y coordinado un pequeno ndmero de centros regionales de documentaci6n e informacih, encargados
de promover y coordinar las investigaciones y de
facilitar la difusi6n de sus resultados. Ademas
de actuar como vfnculos vitales para el intercambio de informaci6n en el nivel naciona1,estos centros forman tambien parte de una red mundial
concebida con la finalidad de compartir de u n m o do m a s amplio, en el nivel internacional, los conocimientos disponibles sobre comunicaci6nsocial.
En un ano pr6ximo tendremos ya indices automatizados de esta informacih, con lo que podrem o s indicar a los terminales de computadora CU&les son los temas sobre los que deseamos ser informados y recibir a cambio unas hojas impresas
que indiquen lo que existe y en d6nde debemos buscarlo. Tambien dispondremos de unas microfichas
facilmente accesibles por lo que un usuario pedra
encargar los informes que desee en una pequena
pelfcula, que constara de unos pocos centimetros
34
y que le enviaran en un sobre. Todo esto sera m u y
6til. Pero la esencia del acto de compartir e interpretar las investigaciones sobre comunicaci6n
es la formaci611 de personal encargado de utilizarlas e interpretarlas. "Si resolvemos este problema de personal, iremos camino de resolver el
problema de dar una mayor utilidad a las investigaciones sobre comunicaci6n". ')
U n importante problema mundial -que es com d n a todas las investigaciones (y no solamente
a las que se refieren a la comunicaci6n)- y que
afecta a todos los pafses, todas las universidades, todas las organizaciones de desarrollo y todos los medios de comunicaci6nsocial que desean
que los recursos del saber humano sean utilizados m a s eficazmente es que la investigaci6n social no se aprovecha en el plano practico como
se podrfa y se deberfa. Sabemos m a s de lo que
utilizamos y, a consecuencia de ello, empleamos
ineficazmente unos recursos que son, por lo m e nos, tan valiosos como el capital financiero o la
tecnologfa de las maquinas.
Se estima que el 90% de todos los cientfficos
que han vivido y publicado un informe sobre investigaci&~ estan vivos en este m i s m o momento.
Es posible que el 95% de todos los investigadores
sobre comunicaci6n que hayan publicado alguna
vez algo tambien esten vivos hoy y, aunque elndmero total no sea m u y grande, esta aumentando
rapidamente. L a masa editada de investigaciones cientfficas de todos los tipos se duplicaaproximadamente cada diez anos, y una proporci6n
considerable de ella se refiere a las investigaciones sociales. Las grandes bibliotecas del mundo
han venido duplicando su tamano cada catorce anos,
m a s o menos. A pesar de esta enorme afluencia
de documentos e informes y de nuevos investigadores, la mayor parte de la producci6n no se
concreta nunca en la practica ni repercute de un
modo sensible en el mundo de los profanos.
Con esto no se quiere decir que la utilidad
directa y practica sea la dnica raz6n de la investigaci6n ni que todas las investigaciones deban tener rapidamente una proyecci6n practica. A m e nudo, quienes se dedican a las investigaciones b5sicas no saben si un determinado aspecto de su
labor va a tener o no una utilizaci6n practica. No
obstante, se trata de un problema de conciencia
para muchos investigadores. Ven que hay grandes problemas sociales sin resolver, ya que el
movimiento mundial de desarrollo va mucho m e nos deprisa de lo que podrfa. Advierten que algunas de las perspectivas que se derivan de un
estudio intenso y sistematico sobre el hombre y
la sociedad pueden resultar de gran utilidad. Ven
que la energfa -una energfa de un tipo m a s valio-
1)
Wilbur Schramm, "An open letter to MEDIA
ASLA readers", Media Asia, an Asian Mass
Communication Quarterly, Vol. 1.
so todavfa que el petr6leo o la electricidad- se
desperdicia en gran medida. Y se preguntan por
que ocurre esto y que se puede hacer para solucionarlo.
Una de las causas de este problema, en su
aplicaci6n al sector de la comunicaci6n, es quiz5
la posibilidad de que un usuario dado disponga de
demasiada informaci611 en un lugar dado. Aunque
el estudioso y el intelectual pueden beneficiarse
con ello, para el responsable politico, el planificador, el programador, el informador o el que
trabaja en el plano practico todo esto plantea un
problema. E s improbable que estos Clltimos tengan acceso a algo que no sea una minbscula fracci6n de todo ello.
U n aspecto m a s importante todavfa del problema es que la investigaci611 de caracter social
y psicol6gico resulta m a s diffcil de aplicar a un
problema practico que la investigaci6n ffsica y
qufmica. E n ningCln caso es posible aplicar los
resultados de la investigaci6n sin tomar en consideraci6n las condiciones de su empleo. Ademas,
la investigaci6n social y psicol6gica tiene pocas
generalizaciones universalmente aplicables. L o
que se refiere al comportamiento, las ideas olas
actitudes humanas necesita normalmente una cierta matizacibn. Se ha observado que las conclusiones de una investigaci611 se aplicana un cierto tipo
de situaci611en el que se dan ciertos elementos.
No es posible aplicar automaticamente a otro lugar y a otro momento unas investigaciones sociales referidas a un lugar y un momento distintos.
"A hora bien, la investigaci611 social tiene
unos recursos considerables de energfa intelectual que solamente ha podido utilizar en una pequena y triste proporci6n en beneficio del hombre.
Este es el problema clave: desperdiciamos una
energia que nos es m u y necesaria". Ademas de
lo anteriormente citado, Wilbur Schramm formula una sugerencia a este respecto. A su juicio,
la comunicaci6n eficaz es un problema de personas, y no de cosas. Dice que, si queremos resolverlo, en la medida de que es posible resolverlo, esto no se lograra mediante satelites de
comunicaci6n o proyectores electricos o metodos
baratos de impresi6n o lectores de microfichas o
la televisi6n, ni tampoco incluso las computadoras, aunque todos estos elementos puedan resultar de utilidad. Se resolvera preparando al personal necesario. Los terminos apropiados son
"intermediarios" o "mediadores" porque esencialmente estamos intentando colmar la laguna
que existe entre investigadores y usuarios, de todos los modos posibles, por ejemplo, "creando
una familia de funciones de intermediarios, en
parte para trasladar las conclusiones y la experiencia de la ciencia natural y en parte con fines
de informaci6n social, dando a los planificadores
y programadores de los organismos de desarrollo (y de otras entidades) unos pequenos conoci-
mientos sobre los metodos de investigaci611social
y las conclusiones de las investigaciones sobre la
comunicacih, procurando m a s esforzadamente
compartir los resultados de esas investigaciones
que sus metodos, y mediante unos centros y servicios de compilaci6n y documentaci6n. l)
E s diffcil hablar en funci6n de unas estructuras ideales de investigaci61-1,pero cabe recomendar sin vacilar que todos quienes esten en condiciones de influir en la politica de investigacibn
-gobierno, consejos de comunicaci6n social, fundaciones, asociaciones profesionales, etc. se
hagan por lo menos la siguiente pregunta al determinar su polftica de investigaci6n: ¿cual es el
mejor modo de asignar los recursos con miras a
solucionar unos problemas sociales concretos?
Con arreglo a este programa destacan tres
rumbos de actuaci6n:
L a vinculaci6n y colaboraci6n de las instituciones especializadas en investigaciones de comunicaci&~, que tienen ya la capacidad de efectuar
tales estudios a largo plazo, pluridisciplinarios y
en equipo, para emprender programas paralelos
basados en una concepcibn combn. Actualmente,
este tipo de instituciones escasea todavfa demasiado en todo el mundo y se conocen m u y poco las
unas a las otras. Los organismos internacionales y las asociaciones profesionales deberfan fomentar tal cooperaci6n interinstitucional. Unos
programas bien concebidos de cooperaci6n en m a teria de investigaci6n podrfan recibir m a s facilmente apoyo de los organismos de financiaci6n.
Se requiere u? mayor ndmero de instituciones
especializadas en investigaciones sobre la comunicaci6n de esta Indole, a la vez con fines de desarrollo nacionaly de investigacibn internacional. Una
vez definidas las tareas de investigaci6n y las "lagunas" institucionales que impiden su realizacih,
habra que pensar en la creaci6n de instituciones
especializadas que puedan llevar a cabo el trabajo
necesario. E n ciertos casos, habra que solicitar
asistencia tecnica y asesoramiento internacional
o bilateral para contribuir a la creaci6n de las
estructuras nacionales adecuadas y formar a los
investigadores ne cesarios.
E n algunas ocasiones puede ser necesario que
esas instituciones especializadas en investigaciones sobre la comunicacibn asuman una funci6n regional, respaldando a unos centros nacionales con
una capacidad especializada adicional de la que no
se disponga fAcilmente en el plano local, o reemplazandolos cuando no existan. Por ejemplo, actualmente abundan m u y poco los planificadores
competentes de la comunicaci6n y los analistas
de sistemas de comunicaci6n, al igual que las personas capaces de concebir unas investigaciones
fecundas que permitan adaptar la metodologfa de
-
1)
W. Schramm, ibid.
35
las tecnicas de investigaci611 a los distintos clim a s culturales y condiciones sociales. Unos centros regionales de investigaci6n y planificaci6n
ayudarfan a los consejos nacionales de politica e
investigaci6n al facilitarles la ayuda de esos especialistas, que trabajarian con equipos nacionales y formarfan a un personal hom6logo. Las
36
reuniones regionales sobre polftica de la comunicaci6n -que han de celebrarse m u y pronto- deberfan estudiar urgentemente la necesidad de establecer esos centros regionales de investigaci611
sobre la comunicaci6n y proponer medidas adecuadas para su creaci6n.
Capítulo IV
.
La política de la comunicación
Las estructuras sociales evolucionan en el marco
de los mdtodos de comunicaci6n de que dispone la
sociedad en un momento dado. Por consiguiente,
unas nuevas estructuras sociales y los adelantos
tecnol6gicos permiten la aparici6n de unas nuevas
oportunidades y derechos individuales y sociales.
L a moderna explosi6n de la comunicaci6n requiere un planteamiento te6rico m a s claro, e incluso
inedito, de los problemas de la comunicaci6n, es
decir, una nueva polftica de la comunicaci6n para
dar nueva forma a las estructuras sociales y de
comunicaci6n en los planos nacional e internacional. ')
Todas las sociedades cuentan ya con una
polftica de la comunicaci6n, ya que ninan Estado
puede existir sin ella. Independientemente de que
este explfcita en la legislaci6n, la constituci6nde
unos c6digos deontoMgicos, o unas normas y procedimientos, o implfcita en una practica aceptada
-habra una polftica de la comunicaci6n en los niveles nacional, institucional y profesional. Ahora
bien, normalmente esas polfticas suelen estar latentes, fragmentadas y poco coordinadas, en vez
de tener una clara armonizaci6n y articulaci6n.
C o m o existen tales polfticas parciales de la
comunicaci6n-.entodas las sociedades, lo que se
propone es una formulaci6n explfcita y una exposici6n deliberadamente prospectiva de las practicas existentes ya a menudo en la sociedad. L a
elaboraci6n de unas polfticas de comunicaci6n
surge, por consiguiente, simultaneamente del
analisis y consideracibn de las practicas existentes, y de la formulaci6n de nuevos principios y
normas adecuados a la consecuci6n de los futuros
objetivos deseables, esto es, una amalgama de
experiencia practica del pasado y de perspectivas
hacia el futuro. Dadas las grandes diferencias
existentes entre las condiciones econ6micas y sociales y los sistemas polfticos de todo el mundo,
no cabe concebir un finico planteamiento, sinom a s
bien indicar los factores claves que deben considerarse aplicables en el contexto de cada pais y
regi6n.
L a polftica de la comunicaci6n puede ser m u y
general, por la Indole de los objetivos y principios
deseables, o tener un caracter m a s especffico y
practicamente obligatorio. Puede existir o ser
formulada en muchos niveles. Puede quedar incorporada a la constituci6n o legislaci6n delpais,
a su polftica nacional global, a las directrices
aplicables a las distintas administraciones,a unos
cddigos deontol6gicos profesionales, asf como a
la constituci6n y funcionamiento de sistemas concretos de comunicaci6n, tanto en el plano pClblico
como en el privado. Puede tener unas dimensiones mundiales, regionales, nacionales o subnacionales.
E n un momento u otro, todos los gobiernos
se han ocupado de polftica de la comunicaci6n.
Algunos de ellos han creado 6rganos permanentes o especiales para asesorarles o para ocuparse de elementos, principales o de menor entidad,
de tal polftica. Aunque no forme parte de los objetivos oficiales declarados, puede, sin embargo,
existir implfcitamente en las relaciones estable
cidas entre el Gobierno y las instituciones, ya se
trate de organizaciones de radiodifusi6n. de peri6dicos, de editoriales, de entidades profesionales, etc.
Actualmente, es caracterfstico que las m e didas normativas en materia de comunicaci6nnacional corran a cargo de diferentes ministeriosy
organismos. U n departamento de telecomunicaciones puede encargarse de la polftica y los planes de desarrollo del telefono y del telegrafo (por
ejemplo, el importante tema de la asignaci6n de
las frecuencias de radio), al paso que la radiodifusi6n propiamente dicha incumba a una organizaci6n totalmente aut6noma o a un ministerio de
informaci6n o radiodifusi61-1,que se dedique adem a s a ciertos aspectos de la industria editorial
-
~
1)
Unesco, Informe de la Reunibn de Expertos
sobre Dolfticas v Dlaneamiento de la comunicaci&, COM/ulV;D/24.
37
como, por ejemplo, la prensa. Los ministerios
de educacibn y cultura se dedican a una amplia
gama de actividades audiovisuales y editoriales,
al paso que el poder judicial quiz5 intervenga en
relaci6n con los problemas de derecho de autor,
difamacidn y calumnia. L a industria cinematografica puede depender en diverso grado de un
contro? y fiscalizaci6n de la administraci6n local.
Los ministerios de ciencia y tecnologia, asf
como los que se ocupan del desarrollo del comercio y de la industria, tienen unas polfticas y actividades que influyen de un modo considerable en
la capacidad y disponibilidad del material y equipo que constituye la base tecnica de los mediosde
comunicaci6n. El ministerio de asuntos exteriores puede intervenir en aspectos internacionales
de las comunicaciones como, por ejemplo, los
acuerdos sobre el establecimientoy funcionamiento de instalaciones y servicios y el intercambio
internacional de noticias y materiales de programas. E n muchos casos, el sector militar de la
administraci6n central, por su misma complejidad y la envergadura de sus necesidades en m a teria de comunicaciones, ejerce una considerable
influencia en las estructuras nacionales de comunicaciones. Al mismo tiempo, hay numerosas
empresas de comunicaci6n no oficiales -peri6dicos, compaftfas cinematograficas, organizaciones
de radiodifusi6n, etc. que tienen su propia polftica interna, aunque quiz5 operen, m a s o menos,
en el marco de una polftica oficial.
Con harta frecuencia, ocurre que esas actividades normativas, de planificaci61-1,de creaci6n
y funcionamiento de sistemas se llevan a cabo de
modo independiente. L a duplicaci611de instalaciones y de plantillas de personal puede ser laregla general y no la excepci6n, al proceder unas
entidades y organizaciones que tienen necesidades
similares de un modo irreflexivo, o a veces deliberadamente, sin tener en cuenta la superabundancia de unos esfuerzos que compiten los unos
con los otros. Al mismo tiempo que las actividades de comunicaci6n y los cometidos normativos
estan quedando cada vez m a s dispersos en la estructura oficial, aumenta tambien a menudo la
proporci6n de fondos pfiblicos que se inviertenen
comunicaciones, pero en cambio disminuye la capacidad de la gente de encauzar eficazmente estas
inversiones.
E n 1971, la Unesco inicid un programa de publicaci6n de una serie de monograffas sobre las
polfticas de comunicaci6nde sus Estados Miembr0s.l) Su objetivo consistfa en promover unconocimiento m a s claro y preciso del concepto de
polftica de comunicaci6n en los planos gubernamental, institucional y profesional, mediante el
analisis por los Estados Miembros de sus polfticas respectivas.
E n el nivel nacional, se definieron las polfticas de comunicaci6n como la suma total de las
-
38
utilizaciones conscientes y deliberadas, las m e didas (o la falta de medidas) en una sociedad encaminadas a atender ciertas necesidades de comunicaci6n mediante una utilizaci6n 6ptima de los
recursos materiales y humanos al alcance de la
sociedadgt2). L a polftica nacional implica unas
decisiones sobre la institucionalizaci6n de los m e dios de comunicaci6n y sus funciones. Tambien
entrana un control en la medida en que vela por
que la actuacibn de esas instituciones vaya encaminada hacia el bien comdn.
E n el formato convenido para esos estudios,
se especifica que, despues de esbozar el concepto de polftica de comunicaci6n y describir el sistema de comunicaci6n social en el marco de las
estructuras socioecon6mica y cultural del pals,
se analice el lugar que ocupan en la sociedad nacional los medios de comunicacidn social en tres
niveles distintos: el pdblico, que se basa en la legislaci6n vigente, el analisis de la organizaci6n y
funcionamientode las institucionesde comunicaci6n
social y SU actuacih, y el lugar que desempenan
en la sociedad quienes forman parte integrante de
este sector profesional. A este respecto, es importante recordar que estos y otros estudios sobre polftica de comunicaci6n examinan las polfticas de los pafses tal como existfan en el momento
de realizarse tales estudios, E s m u y posible que,
una vez terminada esta primera fase del analisis,
los pafses adviertan la necesidad de realizar estudios mucho m a s crfticos en el futuro.
Dimensiones e intereses de la polftica
de la comunicaci6n
"Las polfticas de comunicaci6n son series de principios y de normas establecidos para orientar el
comportamiento de los sistemasde comunicacibn".~)
1)
2)
3)
Unesco, Communication Policies in Hungary,
de Tamas Szecsko y Gabor Fedor, Parfs,1974
Unesco, Communication Policies in Ireland,
de John Stadeton, Parfs, 1974
Unesco. Communication Policiesin the Federal
Republic of Germany, de Walter Mahler yRolf
Richter, Parfs, 1974
Unesco, Communication Policies in Sweden,
de Lars Furhoff, Lenart J8nsson y Lenard
Nilsson, Parfs, 1974
Unesco, Communication Policies in Yugoslavia,
de Miodrag Auramovic, Stevan Marjanovic y
Prvoslav Ralic, Parfs, 1975.
Unesco, Working Notes for Meeting of Coordinators of Communication Policy Studies
in Europe, Parfs, 22 de septiembre de 197-1,
pag. 2.
Unesco, Informe de la Reuni6n de Expertos
sobre polfticas y planeamiento de la educacih,
COM/MD/24, p5g. 9
Su orientaci6n es fundamentaly a largo plazo,
aunque pueden tener consecuencias operativas de
importancia a corto plazo. Se moldean en el contexto del concepto general que tiene la sociedadde
la comunicaci6n. C o m o emanan de las ideologfas
polfticas, de las condiciones sociales y econ6micas del pafs y de los valores en que se basan esas
ideologfas, procuran ligar todos esos elementos a
las necesidades reales y las oportunidades futuras
de "comunicaci6n".
Uno de los modos de describir las dimensiones que acotan el ancho campo de lo que est5 en
juego en la polftica -y en la planificaci6n- de la
comunicaci6n podrfa ser el siguiente:
el sistema de comunicacibn, sus elementos integrantes y sus estructuras;
las funciones del sistema;
los "clientes" o el ptiblico que utiliza el sistema,
diferenciado con arreglo a los grupos de edad,
los estratos socioecon6micos, el sexo, el e m pleo, su condicibn urbana o rural, las persuasiones, etc. ;
los tipos de informaci6n que transmite el sistema
y sus elementos integrantes: noticias, aspectos
recreativos, informaci611general, educacibn,
mdsica, datos, conversaciones, opiniones, form a s culturales, etc. ;
os valores y las cualidades del contenido de esa
informaci6n como, por ejemplo, objetividad,
verdad, idoneidad, eficacia educativa, violencia,
humor, sexo, difamacih, etc. ;
sda una serie de consideraciones sobre el sistema, sus funciones, su ptiblico, los tipos de
informaci611 y sus cualidades, incluidos los aspectos politicos, legislativos, sociales,Bticos,
temicos, econ6micos, de gesti6n, la construcci6n, las leyes, los reglamentos, los c6digos,
las normas, los resultados de investigaciones,
los niveles nacionales, locales instituciones y
profesionales.
L a adici6n de los elementos de cada una de
estas dimensiones da un ntimero elevado y c o m plejo de sectores de polftica y planificaci6n,m u chos de los cuales son importantes para un pafs
concreto.
Al establecer una polftica nueva e integrada
de la comunicaci6n, habra que tomar en consideracibn, en forma de ejercicio sistematico, los
diversos sectores de interes al respecto. Para
formular unas polfticas de comunicaci6n se requiere examinar, identificar y determinar:
El.alcance de los sistemas de comunicacidn
(zonas geograficas abarcadas,poblaci6n destinataria). Las polfticas pueden tener alcance nacional,
afectar a todos los pafses o al menos interesar a
diversos pafses de la regi6n. Sin embargo, dentro de las polfticas nacionales o codo a codo con
ellas, pueden ser igualmente importantes para
determinados sectores de la poblaci6n (sectores
geograficos determinados, o poblacidn que posee
caracterfsticas etnicas, lingMSticas, laborales,
etc. comunes).
D e ahf que la primera tarea consista en determinar las caracterfsticas de la poblaci6n afectada por un sistema de comunicaci6n y especialmente el pfiblico al que se destina. Este sector
puede darse por conocido, por ejemplo: toda la
naci6n es el pfiblico; pero con frecuencia u n m e todo global de ese genero puede resultar ilusorio
y perjudicial para satisfacer las mdltiples necesidades de comunicaci6n de diferentes partes de
la poblaci6n. Puede ser necesario tener en cuenta diversas minorfas, o incluso mayorfas, que en
las condiciones existentes no tienen acceso adecuado a la comunicaci6n (poblaci6n rural, clase
trabajadora inferior, mujeres). A ese respecto,
es igualmente importante considerar que grupos
estSn actualmente al margen de las polfticas de
comunicacibn existentes. Los grupos que no form a n parte del pfiblico, o los ptiblicos excluidos,
pueden ser tan importantes para la polftica como
los propios pfiblicos presuntos.
Los principios y normas, esto es, los valores inherentes al carScter, funciones y necesidades de la sociedad y que rigen -o deben regir- la
actuaci6n del sistema de comunicaci6n. Los sistemas de comunicaci6n pueden entranar criterios
de valor en dos sentidos diferentes: una serie de
valores concierne a la estructura de un sistema
de comunicaci6n que inevitablemente tiene repercusiones en SUS funciones sociales y en el contenido de sus mensajes; esos valores se ponen de
manifiesto contestando a preguntas tales como:
Les un sistema en uno o dos sentidos, fomenta
las posibilidades de retroacci6n y de comunicaci6n multilateral? ¿ cual es su relativa independencia de las tensiones y presiones pollticas y
econ6micas? i c6mo reacciona a las divergencias
de intereses y de opiniones de la sociedad? L a segunda serie de valores concierne a la corrientede
mensajes dentro de un sistema de comunicacipn,
es decir, a los criterios normativos en que se basa la selecci6n y la formulaci6n de mensajes.
Puesto que cada vez se comprende mejor que
los sistemas de comunicacibn no son sencillamente canales desde los centros de poder establecido
hacia el ptiblico en general considerado como una
"meta", debe preguntarse si los valores que rigen
las estructuras de las instituciones de comunicaci6n permiten que el pdblico en general sea igualmente una fuente de comunicaci61-1,si esos valores
respetan el derecho del individuo a comunicar,
ofrecen el acceso general al sistema y facilitan
la retroacci6n. Otro criterio de valor emana
de la evaluaci6n crftica del control de los sistemas de comunicaci6n y del servicio que pueden prestar a lasnumerosas minorfas que constituyen la mayorfa de la opini6n y de los intereses de la poblaci6n.
E n gran parte puede decirse lo mismo sobre
39
el proceso de "filtrado" que se produce normalmente en todas las instituciones de comunicaci6n
cuando toman decisiones sobre que informaci611
ha de difundirse, que informaci6n no se publicara
y en que forma se presentara esa informaci6n.
E n lo que se refiere a los valores implicados
en el contenido real de la corriente de comunicaci6n, cabe subrayar que las consideraciones de
polftica s610 pueden aplicarse a los mensajes que
estan -o deberfan estar- destinados al consumo
del pbblico, como es normalmente caracterfstico
de los medios de comunicaci6n social, y a los tipos de datos de origen pfiblico, como sucede enel
intercambio de informaci611entre bancos de datos.
Otros mensajes tales como la correspondencia privada y las llamadas telef6nicas, estan fuera del
alcance de las polfticas de comunicaci6n, stricto
sensu. Una consideraci6n del criterio de valor
del contenido no implica ni sugiere un control detallado de ese contenido. L a atenci6n se concentra en la identificaci6n y la determinaci6n de los
valores reflejados en la corriente a largo plazo
de los mensajes.
Los valores pertinentes para las polfticas de
comunicaci6n deben emanar de los valores basicos de la vida humana, tal como se expresan en
la Declaraci6n de Derechos Humanos, se interpretan en funci6n de las respectivas ideologfas
pollticas y toman forma concreta en los valores
que determinan la vida social, econ6mica, educativa y cultural del pafs. Esos valores no son fijos sino que cambian con la mutaci611 constantede
valores inherente a la evoluci6nde las necesidades
sociales y de la opini6n pfiblica.
Los criterios de valor pueden tambien ser importantes para formular polfticas sobre la relaci6n entre sistemas de comunicaci6n nacionalesy
extranjeros. 4 C 6 m o pueden protegerse y expresarse los valores -y culturas- nacionales? ¿ E n
que valores se basa la actual corriente de informaci6n hacia el pafs y desde el pafs? ¿Que otros
valores deben perseguirse y en que forma? ¿Que
valores deben orientar los programas dedicados
a otros pafses y el intercambio y la difusi6n de
un programa internacional?
Al identificar y determinar los valores que
implica la comunicaci6n, habra que considerar
las funciones sociales de la comunicaci6n, ya que
una consideracidn esencial para la determinaci6n
de los valores normativos es la influenciaque
ejerce la comunicaci6n sobre la sociedad y sus
individuos. C o m o las funciones sociales de la
comunicaci6n implican necesidades de comunicacibn, la identificacibn y la determinaci6n de valores para el sistema de comunicaci6n implica la
consideraci6n simultanea de valores sociales,
funciones sociales y necesidades sociales.
Los elementos manejables -materiales y humanos- de los sistemas de comunicaci6n, que
constituyen los elementos esenciales d e a plani40
ficaci6n y las estrategias de comunicaci6n. Dentro de la corriente total de comunicaci6n, habra
que determinar los elementos que parecen m a s
adecuados para la aplicaci6n de polfticas. Se
proponen como marco varios sectores distintos,
aunque relacionados entre SI, quedando ententido
que esos sectores habran de referirse a los criterios de valor antedichos y que tendran repercusiones sobre los aspectos del proceso de comunicaci6n que no son directamente manejables. E s
evidente que una visi6n tan amplia contiene gran
cantidad y diversidad de detalles, cuyo analisis
requiere un volumen impresionante de experiencia, tiempo y recursos. E n la practica, no es
posible formular y aplicar polfticas a menos que
se hayan determinado esferas importantes de interes. E n cada caso debe hacerse la siguiente
pregunta: ¿cuales son los puntos de apoyo importantes y manejables donde la aplicaci6n de las
polfticas de comunicacibn puede tener mayor influencia y eficacia a largo plazo?
C o m o ya se ha mencionado en otro contexto,
la evaluaci6n crftica del control de los sistemas
de comunicaci6n es una preocupaci6n eminentemente estructural de las polfticas de comunicaci6n. Esto impone no s610 sujeciones generales
al sistema de comunicacidn -consideracionespolfticas, incentivos econ6micos, respuesta a las
preferencias del pdblico, orientaci6n hacia funciones sociales-, sino tambien un analisis de los
valores en los que se basa la adopci6nde decisiones en las propias instituciones de comunicaci6n.
U n segundo aspecto de la polftica relacionado
con las estructuras y la administraci611, se refiere a las instalaciones tecnicas que permiten la
producci6n, difusi6n y recepci6n de los mensajes.
Esos recursos pueden denominarse el "equipo" de
los sistemas de comunicaci6n. El estudio del
equipo no se limita al conocimiento y la determinaci6n de los medios tecnicos m a s adecuados para los fines de un determinado sistema de comunicaci6n. Los "recursos tecnicos" pueden tambien entranar la producci6n, la importaci6n y la
venta de equipo. Ademas, hay que tener encuenta ciertos aspectos de los recursos de comunicacibn generales del pafs -infraestructuratecnica,
por ejemplo, electrificaci6r1, transporte, etc.
en la medida en que estan directamente relacionados con la creaci611y el funcionamiento de servicios de comunicaci6n.
U n tercer aspecto son las estructuras administrativas que rigen cada sistema de comunicaci6n
y la coordinaci6n y el planeamiento generales de
la comunicaci6n. E s esencial especificar el tipo
de control que requiere cada parte del sistema,
determinar las consideraciones administrativas
predominantes (por ejemplo, servicio pfiblico o
comercial)y determinar la funci6n de las instituciones gubernamentales, parlamentarias, administrativas y pdblicas de otro tipo. Tambien es
-
importante que los encargados de formular lapolftica investiguen cuales son las lfneas de mando
y c6mo responde el sistema a la influencia y a
las reacciones de otras esferas de interes -por
ejemplo, educacibn, agricultura, asuntos culturales- asf como de los propios usuarios o destinatarios.
El personal y la formaci6n para las instituciones de comunicaci6n es igualmente una responsabilidad que no puede dejarse a la iniciativa
independiente. Cada pafs, como parte integrante
de su politica de comunicaci6n, ha de prever que
tipo de profesionales debe formar, en que ndmero
y en que niveles. S610 de esa forma se puede conseguir el equilibrio entre la necesidad real de
esos profesionales y las necesidades actuales y
potenciales del sistema de comunicacidn que han
de hacer funcionar. Ademas, la formaci6n nodebe concentrarse exclusivamente en las tecnicasde
producci6n-distribuci6n, sino que tambien debe
tener debidamente en cuenta las necesidades del
pais en investigadores y profesores en tecnicas
de comunicacibn.
L a economfa por la que se rigen los sistemas
de comunicaci6n es una evidente preocupaci6n para los encargados de la polftica. Esto comprende
en primer termino los costos y beneficios relativos de los gastos pdblicos en comunicaci6n, pero
va m a s alla, porque incluso cuando no intervienen
fondos pttblicos, la economfa de las empresas de
comunicaci6n tiene repercusiones en la economia
del pais en su conjunto, asf como una influencia
directa sobre el contenido y la funci6n social de
los medios de informaci6n. E n efecto, muchos
de los fines de las pollticas de comunicacibn pueden alcanzarse gracias a medidas econ6micas y
financieras.
Estrechamente ligadas a lo anterior, estan
las condiciones jurfdicas que rigen las empresas
de comunicaci6n y que influyen en quienes pueden
ingresar en ellas o encontrar su expresi6n por
medio de ellas. La evaluacibn y el reconocimiento pttblico de los derechos, los deberes y los 1fmites juridicos existentes son una de las bases
para la elaboraci6n de las futuras polfticas decomunicaci6n. Mas alla de la estructura jurfdica
general estln los problemas jurfdicos concretos,
tales como los siguientes: derecho de autor yderecho de los ejecutantes, derecho internacional,
legislaci6n laboral, imposici6n, etc.
L a lista anterior no pretende ser exhaustiva.
Se trata de una simple indicaci6n de diferentes
aspectos que los encargados de formular la polftica deben tener en cuenta cuando concentren su
atenci6n en los sistemas de comunicacibn.
Parricipaci6n
en la iormulaci6n de políticas
de comunicaci6n. ¿Quienes estan implicados?
Una pregunta m u y pertinente es esta: “LQuienes
estan implicados en la polftica de comunicaci6ny
en su formulaci6n? I I Dado su gran alcance, las
polfticas de comunicaci6n requieren una participaci6n responsable en muchos niveles distintos.
Organo ejecutivo. C o m o la comunicacidn
traspasa las administraciones establecidas y es
un factor polftico, la experiencia en otras esferas
indica que la orientacidn basica de las polfticas y
la coordinaci6n necesaria para concretarse y traducirse en planeamiento, debe ser sancionada por
las maximas autoridades del Estado. C o m o m u chos medios de informaci6n solamente son econ6micos si se aplican en gran escala y se integran
en el proceso total de la comunicaci6n social, la
coordinaci6n tiene que reflejarse en toda la jerarquia polftica y administrativa. Esto raramente es
posible a menos que se autorice desde arriba.
Antes por el contrario, en ambos casos se tratara de garantizar la libertad individual de expresi6n y comunicacidn en unos sistemas que sean
compatibles con las necesidades de dialogo social.
Los 6rganos legislativos desempenan una importante funci6n tanto por medio de las leyes relacionadas con asuntos de comunicaci6n que pueden aprobar como mediante la asignaci6n de recursos presupuestarios. A menos que los legisladores comprendan la importancia de la comunicacidn y que exista una estrecha cooperaci6n
con otros sectores, hay pocas perspectivas de
conseguir la coordinaci6n necesaria y de asegurar la funci6n constructiva de la comunicaci6n en
la sociedad. Los 6rganos legislativos podrfan
examinar la utilidad de crear subcomisiones sobre polfticas y planeamiento de la comunicaci6n.
Autoridades encargadas del planeamiento
social y econ6mico. L a coordinaci6n de los sistemas de comunicaci6n, su integraci6n en las objetivos sociales y econbmicos del pals y la asignaci6n de los importantes recursos necesarios
para el desarrollo nacional de las infraestructuras de comunicaci611 requieren decisiones de las
autoridades de planeamiento.
Los diversos ministerios y sus consejos de
daneamiento no se refieren s610 a aauellos ministerios directamente encargados de los recursos de comunicaci6n y de su empleo sino a todos
los ministerios que intervienen en cualquier form a de comunicacibn y son usuarios potenciales
de los medios de comunicaci6n -educaci6n, agricultura, trabajo, sanidad, etc. asf como los
servicios tecnicosy sociales que dependende ellos
o que funcionan con relativa independencia en sus
esferas. L a experiencia ha demostrado que laintegraci6n de los medios de comunicaci6n en importantes sectores, tales como la educaci6n o la
agricultura, puede seguir siendo marginal a m e -
__
I
~~
-
41
nos que se establezca en el planeamiento especffico de esos sectores. C o m o el Ministerio de
Hacienda influir5 directamente en el desarrollo
y el empleo de los medios de comunicaci6n m e diante las polfticas fiscales y aduaneras, deber5
intervenir igualmente en el nivel del planeamiento.
Empresas de comunicaci6n. Comprenden en
primer termino los medios de comunicaci6n social
pero tambien las telecomunicaciones, el almacenamiento y la recuperacibn de datos, asf como las
industrias que producen el equipo necesario y pueden proporcionar informaci6n y programas a los
sistemas de comunicaci6n.
Las organizaciones profesionales cuyos miembros estan -directamenterelacionados con los m e dios de comunicaci6n -asociaciones profesionales,
organizaciones sindicales- asf como a las organizaciones que tienen personal de instituciones academicas y de formaci6n relacionadas con la comunicaci6n. Existen en todos los pafses, y las situaciones varfan en funci6n de la estructura de los
distintos medios de comunicacibn. La mayorfa de
ellas persiguen la finalidad de proteger sus condiciones de trabajo, pero hay muchas que se preocupan tambien por mantener el nivel profesionaly
tecnico. Existen tambien federaciones internacionales de asociaciones nacionales, asf como de
individuos, tecnicos y profesionales de los medios
de comunicaci6n social, encargadas de prestar
asistencia a sus miembros y de promover la cooperaci611 entre ellos. Cuando funcionan bien,esas
organizaciones profesionales (en todos los niveles)
desempeRan un importante papel en lo tocante a
mejorar la eficiencia tecnica y a fomentar entre
sus miembros el sentido de la funci6n de los m e dios de comunicaci611 social y de su propia responsabilidad.
El ciudadano tiene un interes directo en las
polfticas de comunicaci6n. Los valores y la selecci6n que orientan la comunicaci6n afectan a
sus intereses personales. E s un comunicador por
derecho propio y necesita acceso a los medios con
fines de participaci6n y expresi6n. Debe estar en
condiciones de beneficiarse de los servicios posibles de la comunicaci6n: informacibn objetiva,
educaci611, orientacidn y formaci611 profesionales,
empleo del tiempo libre y necesidades culturales.
El ciudadano puede influir en las polfticas de comunicaci6n de diferentes maneras, tales como la
representaci6n. las organizaciones voluntarias interesadas directamente por los medios de comunicacidn o que representan fuerzas sociales y culturales que buscan acceso a la comunicaci6n, las
formas de acci6n directas y los debates polfticos
(incluidos los debates por conductode esos medios).
Los metodos para la participaci6n del ciudadano
variaran segdn las sociedades pero no puede negarse su importancia.
El especialista en ciencias sociales puede
aportar una contribucidn esencial para formular
42
las polfticas de comunicaci6n, proporcionando informaci6n tanto cuantitativa como cualitativa sobre la estructura de la sociedad asf como sobre el
contenido y la influencia de los mensajes transmitidos por los sistemas de comunicaci6n.
La funci6n del economista es crucial aunque
limitada. El mismo se considera como un racionalista en el proceso multidisciplinario de preparaci6n de la polftica y procura organizar y dar
coherencia al proceso. Su labor consiste en continuos esfuerzos para estimular a los encargados
de tomar una decisi611 a que adopten procesos
organizados de adopci6n de decisiones y a que recurran a los datos b5sicos para cada decisibn.
Por consiguiente, su tarea consiste en preparar
tdcnicas cada vez mejores para reunir datos y
analizar los resultados en forma que puedan utilizarlos facilmente los encargados de tomar decisiones polfticas. El economista especializado
en comunicaci6n debe ser capaz no s610 de evaluar las opciones que otros le presenten, sino de
ampliar la gama de metodos potencialmente aplicables para conseguir un objetivo social determinado. Tambien se espera que defina las consecuencias en terminos de costo y de beneficios de
diversas series de objetivos y que trace estrategias de costos mfnimos para los encargados de
formular la polftica. Sin embargo, no puede esperarse que haga una selecci6n definitiva entre
las finalidades de la polftica o que formule planes
definitivos.
U n dtil punto de partida para un gobierno consistirfa en estudiar la posibilidad de crear unconsejo nacional normativo, como 6rgano nacional
-entre otros- de organizacibn,coordinaci6ny control del programa de investigaciones sobre la comunicaci&~, y como dispositivo necesario para
una eficaz aplicaci6n de la polftica de comunicaci6n y para traducirla en unas estrategias de planificaci6n.
Aunque no es el Clnico modo de fomentar la
participaci6n pfiblica en la formulaci6n de las polfticas, un consejo de polftica de comunicaci6n
podrfa constituir ciertamente una tribuna abierta
y determinar los sectores prioritarios y las posiciones claves y preparar el camino para su
eventual realizaci6n. Ese consejo puede ofrecer
la primera oportunidad para reunir a personas
interesadas y acopiar informaci6n de los mdltiples sectores interesados. El consejo podrfa
asignar tareas de investigaci61-1,cotejar informaciones y estimular discusiones preparatorias en
muchos niveles; ulteriormente podrfa elaborar
polfticas o asesorar sobre ellas al gobierno y a
las instituciones de comunicaci6n.
U n consejo de polftica de comunicaci6n s610
pedra funcionar eficazmente si tiene caracter estable y dispone del presupuesto y el personal
necesarios, C o m o las decisiones en materia de
comunicaci6n pueden determinar la marcha de los
acontecimientos para varios anos, es necesario
prepararlas y examinarlas detenidamente. Esto
requiere que el consejo de comunicaci611 tengauna
estabilidad considerable aunque, por supuesto,
pueda renovarse regularmente su composici6n.
Puesto que la investigaci6n y la reuni611 de datos
son procesos costosos que requieren especialistas y servicios apropiados, haran falta asignaciones econ6micas especiales para que pueda encargarse a las institucionesacademicas,a los servicios
econ6micos y estadfsticos y a otros organismos
que reunan y analicen la informacibn requerida.
Por SU parte, el consejo necesitara personal,oficinas y fondos.
Por consiguiente, la constituci6n del consejo
requiere importantes decisiones de polftica por
parte de las autoridades, decisiones que por sf
mismas plantearln problemas basicos sobre la
importancia y la funcibn de las polfticas de
comunicaci6n. E n cada caso habrl que examinar
si esas decisiones deberan ser tomadas por los
6rganos ejecutivos o los legislativos, si los recursos financieros procederan ,3610de fondos pdblicos o tambien de organismos de comunicaci6n
e instituciones academicas interesadas y si se
podran encontrar recursos adicionales de fundaciones y organismos internacionales.
Inicialmente, estos consejos podrfan desempenar funciones de asesoramiento y presentar informes a los 6rganos responsables. Cabrfa tambien encomendarles unas ciertas atribuciones de
ejecuci6n. E n principio, deberfan estar integrados por personalidades del mundo de la polftica,
la administracit~n,los profesionales de la comunicaci&~, los investigadores especializados, etc.
Sus funciones principales serran las siguientes:')
promover analisis coherentes, racionales y detallados de las polfticasy los controles existentes
y de los objetivos nacionales de comunicacibn;
determinar los derechos, los intereses, las
obligaciones y la interdependencia de diferentes
instituciones de comunicaci6n dentro de la sociedad;
aumentar la eficacia de la aplicaci6ny la inversi6n
de recursos econbmicos y materiales frecuentemente limitados, estableciendo prioridades y
reduciendo las contradicciones internas;
proteger los derechos y los intereses de diferentes sectores que intervienen en empresas de
comunicaci6n proporcionando una tribuna para
un debate y un esclarecimiento continuos;
proporcionar un marco para prever los cambios
en la tecnologfa de los medios de informaci6n,
evaluando su utilidad para promover objetivos
nacionales e internacionalesy senalando SUS
posibles efectos nocivos; realizar una funci6n
escrutadora para prever importantes innovaciones tecnol6gicas en la escena internacional
que puedan ser tambien importantes como
''saltos cuanticos" en el planeamiento nacional
de la comunicaci6n;
identificar importantes problemas de la comunicaci6n internacional que condicionan la polftica
nacional;
asegurar la compatibilidad nacional con las norm a s internacionales;
permitir que la naci6n pueda intervenir en los debates internacionales sobre comunicaci6n de un
modo coherente y 16gic0, y recomendar las
oportunas medidas diplomPticas con respecto a
los asuntos que afecten a la comunicaci6n internacional.
Finlandia fue uno de los primeros pafses en
crear una comisi6n relativa a la futura polftica
de comunicaci6n. A principios del presente decenio, se constituyd un "Comite para examinar
las iniciativas que deberfa tomar el Estado sobre
los problemas de comunicaci6n social y para establecer un modelo administrativo de 6rgano
estatal encargado de los problemas de polftica de
la comunicaci6n con caracter centralizado". 2,
Este comitd expuso que en los pr6ximos anos
la evoluci6n de los medios de comunicaci6n social
requerirfa que el Estado tomara iniciativas e n m e dida creciente.
E n los anos venideros, se prevefa a la vez
una evolucidn cualitativa y cuantitativa del sector
de las comunicaciones, en relaci6n con el cuallos
problemas m a s importantes para Finlandia en m a teria de medios tradicionales se refieren a la distribucibn, los gastos y la lentitud. Se concebfa
esta evoluci6n en el sentido de utilizar los medios
de distribuci611 m a s baratos y eficaces, es decir,
la transmisi6n elettrica por cable o la teledistribuci6n, incluida no solamente la difusi6n de la
televisi6n sino tambih otras aplicaciones como
los facsfmiles, la transmis311 de impulsos de datos de una computadora a otra, etc. L a red electr6nica y de cables prevista habrfa de poder transmitir informaci611masiva a amplios sectores del
pbblico: ciudadanos, con todas sus exigencias de
comunicaci6n. y empresas privadas e instituciones pdblicas. Se requerirfan unas inversiones financieras m u y grandes. Una evoluci6n con tan
amplias repercusiones para todo el sector de las
comunicaciones suponfa la elaboraci6n de un plan
global por las autoridades estatales.
E n consonancia con los hechos determinados
en el estudio de ese comitd, el Consejo de Estado
de Finlandia decidi6 el 28 de junio de 1972 crear
una Comisi6n de Politica de la Comunicaci6n,con
objeto de acotar los problemas de comunicaci6n
1)
2)
Unesco, Informe de la Reunibn de Expertos
sobre poli'ticas y planeamiento de la comunicacibn, C O M / M D / 2 4 , pAg. 21.
Gobierno de Finlandia. Memorandum del
Consejo de Estado, Helsinki, junio de 1972.
43
social y de adopcibn de las iniciativas que habrfa
de tomar el Estado a ese respecto, y preparar
los planes pertinentes para resolverlas. L a labor de esta comisi6n consistirfa en lo siguiente:
estudiar la estructura y la situaci6n econ6mica
de la prensa finlandesa y preparar una propuesta de organizaci6n de los medios de prensa;
estudiar las medidas a las que deberfa recurrir
el Estado para poder mantener una agencia de
noticias con una calidad suficiente de servicios
prestados a todos los medios de comunicaci6n
social, y analizar los reajustes administrativos
que pudieran promover este apoyo por parte del
Estado;
44
precisar el desarrollo de las tecnicas de comunicaci6n y preparar una propuesta relativa a unas
medidas estatales con ese fin;
analizar los problemas de legislacibn internacional y de derecho de autor propios de las nuevas
modalidades de comunicaci6n social;
estudiar la necesidad de centralizar los problemas
de polftica de la comunicacidn en la administracidn del Estado y formular las propuestas pertinentes; al examinar las necesidades de semejante centralizaci6n y preparar unas propuestas
normativas, el Comite debfa tener tambien en
cuenta las modalidades de comunicaci6n que no
figuraban en sus atribuciones.
Capítulo V
De la política a la planificación
L a planificacidn de la comunicacidn solamente
puede produci se en el contexto de una polrtica de
comunicacidn . Comprende las medidas necesarias para el establecimiento y funcionamiento en
la sociedad de unos sistemas de comunicaci6n integrados y funcionales. E n un plano ideal, ha de
relacionar el proceso de comunicaci6n con la planificacidn social y econbmica, con las opciones
polfiicas y culturales y con la aplicacidn de la comunicacidn a los muchos sectores que la necesitan pero que, en general, no se encargan directamente del funcionamiento de medios de comunicaci6n. H a de relacionar la comunicacidn mediada
con la comunicacidn interpersonal e incorporar
esta dltima cuando est6 directamente relacionada
con los medios de comunicacibn, por ejemplo, debates de grupo, retroacci6n, investigacidn.
H a de coordinar y proyectar los procesos de
comunicacidn mediada en su totalidad para aprovechar delmodo m& eficaz y econdmico todos los cauces disponibles. H a de proyectar y podrfa determinar el funcionamiento de medios concretos de
comunicacidn tanto con unas medidas tomadas en
el nivel de la administraci6n central -por ejemplo
la introducci6n de la comunicaci6n por satelite O
la televisi6n- y, m a s concretamente, promoviendo la acci6n en el plano de las distintas instituciones, por ejemplo, organizaciones de radio y televisi6n, servicios de prensa, empresas cinematograficas, etc.
Lato sensu, la planificaci6n de la comunicaci6n comprende el establecimiento y desarrollo
de una infraestructura para la difusi6n de informaci6n, el marco juri'dico y administrativo de los
sistemas de comunicaci6r1, el establecimiento y
utilizaci6n de los medios de comunicaci6n y los
de participacidn pública y retroacci6n, la creaci6n de instituciones profesionales y la formaci6n
de personal. Los planes deben ajustarse a las
necesidades de los usuarios y basarse en una labor de investigaci6n. Se disefiarauna infraestruc
tura de telecomunicaci6n de modo tal que atienda
fi
las demandas proyectadas, entre otras, de los
medios de comunicaci6n social en sus diversas
formas y de la red de transmisi6n de datos entre
los centros de documentaci6n y las instituciones
cienti'ficas.
L a planificaci6n de unos sistemas de comunicacibn integrados es tambien un ejercicio
pluridisciplinario, que entrafia la intervenci6n
de las autoridades de los sectores de la informaci6n, la radiodifusi61-1,la educaci6n, la cultura, la planificacidn econbmica, las telecomunicaciones, el desarrollo agrfcola y la educaci6n sanitaria, asi' como de las empresas de
comunicaci6n social y de los profesionales de
la comunicaci6n.
Aunque normalmente el establecimientoy
desarrollo de sistemas de comunicaci6n requiere una planSficaci6r1, no siempre puede ser
obvia la necesidad de un plan, ni tampoco resultar claros los objetivos a largo plazo,para
los encargados de la planificaci6n inicial. Al
multiplicarse los sistemas de comunicaci6n.
es a menudo necesario declarar los objetivos
globales para la utilizaci6n de medios de comunicacibn, especialmente en aquellas sociedades que esperan mucho de la aplicaci6n de
las nue vas tecnologras.
Una caracterfstica importante de las actividades de comunicaci6n en casi todas las partes del mundo es la pobreza de los mecanismos
de coordinaci6n y planificacidn de los diversos
elementos integrantes o para tener en cuenta
las complejas interdependencias entre la comunicaci6n y otros sectores de actividad.Dado
el rapido desarrollo y difusi6n de los nuevos
medios tecnol6gicos de comunicaci6n, -lo cual
permite configurar de nuevo la circulaci6n de
1)
Unesco,-%forme de la Reunidn de Expertos
sobre la administraci6n y el planeamiento de
nuevos sistemas de commicaci6n,COM/MD/29,
Pari's, 28 de marzo de 1974.
45
ideas e influencias en nuestras sociedades-,
se estima que los mayores beneficios derivados del tratamiento de la comunicaci6n como
sector coherente contrapesarfan holgadamente
el costo elevado de los anllisis.
Planificacidn estrategica y operacional
L a planificaci6n suele empezar por una declaracidn de objetivos ¿A d6nde nos proponemos
ir? ¿por que? tan sdlo entonces cabra determinar cuales serln los rumbos posibles para
llegar alli'. Las respuestas dependeran de donde
estemos en este momento concreto, es decir,
icuAl es nuestro punto de partida?, y esto dltimo
queda planteado o contestado por unas investigaciones sobre comunicacidn.
M a s alla de las polnicas y en el marco de la
pla~ificacidnde la comunicacidn, se han identificado a la vez unos procesos estrategicosl)y de
planificacidn operacional2). L a planificacidn estrategica determina los distintos modos posibles
de alcanzar unas metas de gran alcance y establece el marco de referencia para la planificaci6n operacional, m A s inmediata; traduce los
objetivos generales de la polrtica de la comunicacidn en unos enfoques sistemlticos y en unos objetivos precisos.
C o m o las decisiones concernientes a la aplicacidn y a las estructuras de las tecnologjlas de
comunicacidn han de ejercer efectos durante m u chos aflos, es importante que se tomen en el marco de un plan estrategico a largo plazo. Por ejemplo, la introduccidn de la televisidn en un pars;
el establecimiento progresivo de una red terrestre de comunicaciones; la eventual utilizaci6n de
la comunicacidn por satelite; la creacidn de industrias del papel, de la imprenta o electrdnicas,
todo ello determina el futuro a largo plazo de la
comunicacidn en un pars. Anslogamente, las decisiones relativas al regimen jurfdico, las finanzas y las responsabilidades p6blicas de los m e dios de comunicacidn pueden tambien condicionar
en tal medida las prlcticas futuras que haya que
tomarlas no s610 teniendo en cuenta las polrticas
generales, sino tambien dentro del marco de un
planeamiento estrategico que procure encaminar
el desarrollo de la comunicaci6n hacia los fines
deseables de la sociedad y al mismo tiempo evitatar toda duplicaci6n y despilfarro econ6mico indebidos.
Debido a las diversas tradiciones, idearios
y aspiraciones de las diferentes sociedades no se
considera posible en esta etapa establecer modelos generalizados para la elaboraci611de planes
estrategicos en el sector de la comunicaci6n.aunque se sugiere que el futuro trabajo de investigaci6n se oriente hacia esa posibilidad.
E n general, se observan dos posiciones diametralmente opuestas entre las que cada pars pue46
de escoger posiciones intermedias:
- la intrusi6n del planeamiento en los servicios
de comunicaci6n exclusivamente cuando la
aparici6n de nuevas tecnologi'as requiera reglamentaci6n y definici6n, o cuando se necesiten amplios y nuevos servicios de comunicaci6n que una economfa de mercado no proporcionari'a;
el planeamiento integrado y centralizado del
sector de comunicaci6n en todas sus dimensiones como una parte esencial del proceso
polrtico y de edificacidn estatal.
E n realidad, el planeamiento estrategico de
la comunicaci6n se efectuara bajo ciertas sujeciones que actúen en mayor o menor grado de todas
las sociedades. Una dificultad que encuentran los
planes estrategicos a largo plazo son los rapidos
cambios en la tecnologfa y en las actitudes de los
usuarios. Otra dificultad es que los fines, los objetivos y las funciones sociales de la comunicaci6n
pueden requerir modificaciones en unas condiciones
econ6micas y sociales en evoluci6n. Una tercera
dificultad procede de que la comunicaci6n inevitablemente implica una combinaci6n de iniciativas
públicas y personales. Con gran frecuencia, se
presentan mdltiples objetivos. Los medios de comunicacidn no proporcionaran simplemente un servicio o un producto concreto, sino que tendran que
aceptar gran variedad de peticiones desde los puntos de vista econ6mic0, social, polrtico y creador.
Por consiguiente, se han ideado procedimientos de
planeamiento para atender esta variedad de objetivos y para tener en cuenta los adelantos tecnolbgiCOS futuros.
Al mismo tiempo, se subraya que esas sujeciones no deben constituir un argumento hasta el
punto de que los gobiernos y las empresas de los
medios de informaci6n menosprecien 0 rechacen
la importancia del planeamiento estrategico, ya
que de otra forma se planteari'a una situacidn en
la que se contraen obligaciones a largo plazo sin
tener debidamente en cuenta sus 00 nsecuencias.
Esas decisiones requieren un examen público y
una eleccidn deliberadayno pueden dejarse por
completo a la iniciativa de los ingenieros, los juristas u otros especialistas.
-
L a expresidn "planificacidn estrat6gica" tiene, sobre todo en el contexto de la planificaci6n de la comunicaci6n, una cierta connotacidn de manipulacibn, o por lo menos de posibilidad de manipulacibn. Ahora bien, como
no cabe negar esta posibilidad, es preferible
conservar la expresibn, pese a esa connotacibn, con objeto de reflejar m A s adecuadamente la situacidn real.
2) Unesco, Reunidn de Expertos sobre polrticas
y planeamiento de la comunicaci6n,COM/MD/24,
Parfs, 1973.
1)
Existen decisiones de planeamiento estrategivital que afectan directamente el planeamiento
operacional, a saber: los proyectos a corto plazo
con repercusiones de largo alcance, tales como
los que atarien a la formaci611 y a la investigacih,
a la integraci611 de las comunicaciones,en la educacibn, a la creacidn de centros de formaci6n profesional, al establecimiento de facultades de comunicaci6n en las instituciones docentes, a las
disposiciones, no s610 para el empleo de la tecnologia en la educaci6n, sino tambien para inculcar
una mejor comprensi6n de la comunicacidn y la
capacidad de expresarse por medio de la tecnologfa moderna. Todo ello requiere contraer obligaciones basicas que seran efectivas en los anos
venideros.
El planeamiento operacional traduce las politicas y los planes estrategicos en movilizacidn de
recursos materiales y humanos, en estructuras
administrativas y operacionales, en categorras de
produccidn de programas y en formas de intervenci6n que van m a s alla del proceso de produccidndistribuci611 (coordinaci6n con otros organismos,
recepcibn, retorno de informacidn). Ese planeamiento abarca la contratacidn y la formaci6n de
personal y la cooperaci6n con especialistas O instituciones que pueden prestar servicios esenciales:
institutos tecnol6gicos, industria, servicios de es tadi'stica e investigaci6n, etc.
El planeamiento estrategico y operacional es
un proceso continuo y no meramente la redaccidn
de planes que se consideran definitivos. Mientras
que se aplica un plan se est5 preparando el siguiente
y existe un retorno continuo de informacidn entre
esta preparacidn y la ejecucidn real en funcidn de
la evolucidn de las necesidades y las tecnologras.
Evidentemente, eso constituye una responsabilidad primordial de la "administracich" pero a SU
vez esta necesita el asesoramiento y la orientaci6n de los planificadores profesionales de la comunicacidn.
E n teori'a, serfa m u y satisfactorio que la accidn se desarrollara sucesivamente con arreglo
a estas etapas: polfticas, estrategias, planeamiento operacional, presupuesto. Sin embargo
en la realidad, el planeamiento y la aplicacidn
operacional pueden preceder a la formulacidn de
polfiicas, L a aparicidn de nuevas tecnologras,
particularmente notable en la esfera de la comunicacidn, las iniciativas de potentes empresas,
tanto ptíblicas como privadas y engendradas en el
exterior, y las necesidades inmediatas de las redes de comunicacidn para extender su influencia
y mejorar su calidad, conducen a acciones en las
que nunca se han tenido en cuenta los efectos a
largo plazo. Con frecuencia, los ingenieros y los
organismos reguladores no comprenden que sus
decisiones, tomadas dentro de un contexto limitado para alcanzar fines inmediatos, pueden determinar el futuro de la comunicaci6n durante
CO
los decenios futuros. Si el planeamiento operacional y las polfticas no se coordinan pueden
producirse considerables despilfarros y conflictos. En esa relaci6n entre los diferentes aspectos
de las polfticas y del planeamiento en los niveles
central y operacional, asf como las sujeciones
que las polfticas y el planeamiento de la comunicacidn pueden imponer en diferentes sociedades,
hay un peligro de excesiva subdivisidn. L a administraci6n regional requiere la divisidn del trabajo y de las responsabilidades pero no en detrimento de la accidn efectiva e innovadora. L a innovacidn requiere romper con los compartimientos
tradicionales, intelectuales y administrativos.
Esto es particularmente importante en materia
de comunicacidn.
E s necesario avanzar (en caso necesario cuidadosamente) desde las practicas presentes hacia
las polfticas futuras y las deciones de aplicacidn
prsctica. E n este proceso, se requiere una retroaccidn continua entre los diferentes elementos
de la cadena polftica-planeamiento-ejecucidn.Si
los encargados de las poli'ticas, las estrategias
y el planeamiento operacional estan separados
unos de otros en cada aspecto importante, los
resultados ser5n probablemente contradictorios
e incluso contraproducentes.
Las polfticas de comunicaci6n son en gran
parte un asunto del que debfan ocuparse los brganos centrales de un pars, mientras que el planeamiento y especialmente el planeamiento operacional, debfa estar mucho m& cerca del funcionamiento de las empresas de medios de informacidny por consiguiente, mucho m a s descentralizado. El planeamiento operacional s610 puede
ser hecho por los que tienen la responsabilidad
directa del funcionamiento de los medios de
comunicacibn. Aun sin negar la importancia
de las polfiicas de comunicacibn adoptadas en un
6rgano central, esa divisi611 debe tener en cuenta
la complejidad de los procesos de comunicaci6n
y la necesidad de incorporar las politicas al funcionamiento de cada subsistema.
E n el proceso de planificaci6n de la comunicaci6n surgiran parametros basicos, dificultades,
factores limitadores, zonas de problemas y cuestiones institucionales. L a planificacidn asume dis tintas caracteristicas según el medio politico, social y organizativo en el que se lleva a cabo. En
las economfas de planificaci6n centralizada, el
proceso de planificacidn tiende a adoptar formas
distintas en distintos sectores (incluida la comunicaci6n) para zonas geograficas diferentes y para plazos de tiempo tambien distintos: planificaci6n a plazo largo, medio y corto. E n aquellos
paises en los que predominan unos sistemas de
control y propiedad múltiples, es probable que
existan diferentes puntos de interrelaci6n entre
los enfoques de planificaci6n estrategica y operacional. Tambien pueden darse las caracteristicas
47
de ambas modalidades, combinadas con los problem a s especfficos de un pars concreto. En definitiva
cada pafs, ya sea desarrollado o en vfas de desarrollo, ha de concebir su propia estrategia de
planificacidn. C o m o ya ha quedado dicho, se pueden hacer planes estrategicos para los medios de
comunicacidn social en diversos niveles de la estructura y que controle y dirija esos medios, ya
se trate de una entidad oficial o privada. Es caracterfstico, en cambio, que la planificacidn operacional corra a cargo de los propios profesionales de los medios de comunicacidn social, normalmente en respuesta a recomendaciones y necesidades del público, mientras actdan con arreglo a los
parametros polfticos y jurfdicos existentes. Asf
pues, en el proceso de planificacidn de la comunicacidn, en el plano estrategico y en el operacional, se requiere una buena capacidad de adaptacidn, que tenga en cuenta y concilie diversos factores limitadores practicas.
LOSsistemas de comunicacidn que persiguen
una finalidad educativa, por ejemplo, entranan los
siguientes objetivos y necesidades especfficas:
planificacidn y control, produccidn y presentacidn,
transmisibn, repeticidn o distribucidn, adminis
tracidn y coordinacidn administrativa, direccidn
y orientacidn, determinacidn de las respuestas
observables y aprendizaje activo, cauces de retroaccidn y evaluacidn permanente, y mantenimiento y regeneracidn de todo el sistema. E n las dos
fases de planificacidn y realizacidn, hay que proporcionar cauces, instituciones, organismos y
servicios e instalaciones para poder llegar a atender todas estas funciones. Al mismo tiempo, esta descripcidn de un sistema de comunicacidn al
servicio de la educacidn puede resultar tambien
iddnea al definir las Consideraciones y conceptos
esenciales del proceso de planificacidn estrategica relacionados con la perspectiva global m S s a m plia de la comunicacidn.
Los elementos correspondientesa la planificaci6n de la comunicacibn son fundamentalmentesimilares a los otros contextos y dispositivos de planificacibn yenfoques de gestibn, que pueden observar-.
se en todo contexto de planficacidn del desarrollo.
Pero lo m a s importante es que ello depende dela
precisidn con la que se formulen los objetivos en
la fase de la planificacidn estrategica, en la cual
hay que saber identificar y, en caso necesario,
eliminar las contradicciones y las incoherencias.
E n esa situacidn pueden surgir a menudo diversas tensiones. Puede haber una tensidn entre
el objetivo econdmico -ser autosuficiente u obtener beneficios- y el objetivo social,fomentarciertos cambios en las actitudes o en el comportamiento. Tambi6n puede haber una tensidn entre los
objetivos financieros y administrativos: actuar
eficazmente con una economi'a de recursos, y las
exigencias psicoldgicas y arti'sticas del escritor
o del productor, que aspira a tener la maxima li-
-
bertad posible con respecto a las trabas y presiones exteriores.
Las diferencias de orientacidn y antecedentes, como las que existen entre distintas unidades
y personal que intervienen en diferentes partes
del proceso de comunicacidn, pueden provocar
tambien tensiones o equi'vocos. Ciertas disciplinas, por ejemplo, las que entranan actividades de
retroaccidn y evaluacidn, tienen una derivacidn
tedrica, que a menudo es m u y distinta de la del
productor O distribuidor. Esto no solamentepuede provocar una ruptura de la comunicaci6n entre
las distintas partes del sistema sino tambien la
adopci6n de unos procedimientos inadecuados de
concepci6n en los subsistemas.
Tampoco hay que olvidar el factor politico al
abordar este tema de la planificaci6n y la realizaci6n. A menudo, toman decisiones unas entidades polfticas y legislativas que no participan
directamente en la cadena de planificaci6n. E n
todo modelo de proceso de planificaci6n habra
que tener en cuenta estos elementos aleatorios.
Hay que comprender tambien que una planificaci6n de la comunicaci6n m d s precisa y coherente repercute de un modo radical en la sociedad y
en todos los sectores que la integran. El hecho
de invitar a los medios de comunicaci6n a promover la integraci6n y el desarrollo nacional puede
desencadenar unas exigencias ulteriores en el
sentido de dar de hecho una nueva forma al proceso de desarrollo. L a capacidad del público de
efectuar una retroacci6n mediante una tecnologfa
m a s perfecta de la comunicacidn puede suscitar
la exigencia de una revisidn del propio sistema
politico.
Necesidad de datos para el proceso
de planificaci6n
U n marco 16gico y realista para un programa nacional de investigaciones sobre la comunicaci6n
es la secuencia del proceso de planificacidn. Com o ya ha quedado dicho en los capitulos anteriores, las investigaciones sobre comunicacidn pueden proporcionar una descripcidn de una pauta de
comunicaci6n de la sociedad que todavfa no existe
en general y, una vez que el Gobierno tenga ensu
poder datos podra perfeccionar considerablemente su polftica nacional y reajustar sus planes de
operaciones y desarrollo mucho m d s rigurosamente de lo que es posible hoy en dfa.
El proceso de planificaci6n de la comunicaci6n
en un pars entrafia las siguientes actividadesl):
compilacidn de datos bdsicos y analisis sistematico de las caracterfsticas del pafs en lo
-
1)
Unesco,COM/NID/ZO y Unesco,Revised Guidelines for the Economic of National Communication Systems, COM/WS/366, Parrs,febrero
de 1974.
relativo a densidad de poblaci6n, limitaciones
geogrdficas de la comunicacibn, variedad de
las estructuras sociales, ecologfa y agricultura, transportes, comunicaci ones, movilidad
de la poblaci6n, electrificaci61-1,capacidad industrial, capacidad de la mano de obra, etc.,
elaboraci6n de un inventario de los recursos
actuales en materia de comunicaci6n en el que
figuren los medios de informaci6n, modernos
y tradicionales, y en el que se analice la diversidad de las actuales estructuras de la comunicaci6n. E n ese inventario ha de figurar
tambien el estudio del pdblico y de la manera
cómo utilizar los instrumentos de comunicacibn, etc.,
analisis critico de las polfticas actuales o de
carencia de esas polfticas de la comunicaci6n
que tenga en cuenta aspectos tales como lapropiedad, los centros de decisi6n, las estructuras, etc.,
analisis cri'tico de las necesidades de c o m u m caci6n de cada sociedad, especialmente en relaci6n con el contexto social y las estructuras
actuales en materia de comunicaci6n, y con el
uso que se hace de los instrumentos de comunicaci6n,
analisis de lo que representa la comunicacidn
en todos los aspectos de los planes y pmgram a s de desarrollo nacional, a fin de determinar las necesidades de los programas en el
terreno de la comunicacidn y la capacidad de
comunicaci6n indispensable para la ejecucidn
del plan. Hay que conciliar esas necesidades
con los medios y la capacidad de que se dispone,
analisis de las limitaciones que influyen en el
desarrollo y las estructuras de la comunicacibn,
definicidn de los prop6sitos y objetivos de las
futuras polfticas de la comunicaci6n. Estudio
de las necesidades futuras y proyeccidn de
las posibles estrategias y de las estructuras
concebibles para la preparaci6n de metodos
diferentes, teniendo en cuenta las necesidades
de personal, equipo, capital, investigaci6n y
formaci6n, en la medida correspondiente a
los valores y los objetivos de la sociedad,
analisis de la importancia econ6mica, sociai
cultural y educativa de las posibles estrategias y estructuras de la comunicaci6n y, a base del inter& mayor o menor que presentara,
selecci6n de las necesarias para poner enprgctica los planes y los programas,
programaci6n del desarrollo general de los
sistemas de comunicacidn con una secuencia
16gica que corresponda a las necesidades que
se supone existiran en las actuales y futuras
condiciones, como un aspecto de la polfticay
la planificacidn del desarrollo nacional.
E n primer termino, se puede suponer que en
la mayor parte de los paises, existe ya una gran
-
-
-
-
-
-
-
cantidad de datos bdsicos reunidos por las oficinas del censo, los servicios de estadi'sticas, los
servicios geograficos y geol6gicos, los ministerios de educaci6n, agricultura, sanidad, etc. L a
selecci6n de los datos tomados en esas fuentes
asi como el cotejo de los adecuados para la planificaci6n de la comunicaci6n junto con un segundo
analisis de esos datos desde el punto de vista de
la comunicaci6n serdn aspectos importantes de
la investigaci6n en este dominio. Los datos so
bre los sistemas de comunicaci6n s610 tendrdn
verdadero sentido cuando esten correlacionados
con la estructura demogrdfica y fkica del pais de
que se trate.
L a elaboraci6n de un inventario de los recursos de cada pai's en materia de comunicaci6n con
el fin de establecer un cuadro completo de las corrientes de la comunicaci6n en la sociedad- es el
punto de partida de todos los demds estudiossobre
los diferentes factores que rigen el proceso de la
comunicaci6n. Ese inventario proporcionar& las
bases estaticas para el estudio de la dinamica del
sistema. Sin ese esquema de conjunto, los trabajos de investigaci6n careceran de perspectiva y
las decisiones sobre politica estardn basadas en
una apreciaci6n superficial de los resultados pasados, la capacidad actual y las futuras posibilidades.
Ese inventario tiene que ser a la vez cualitativo y cuantitativo. Es importante que figuren en
61 datos empfricos de caracter estadfstico y descriptivo sobre lo siguiente:
- instituciones de producci6n y distribucibn,
aspectos financieros, personal, equipo, difusi6n y alcance, clasificadas por medios de
informaci6n (radio, TV, prensa, etc. ); form a s de gesti6n (pública, privada, etc.), procedencia de los ingresos (licencias, publicidad, etc.),
- produccidn de esas instituciones, calculada
en el espacio y en el tiempo, y clasificada
en grandes categorias (noticias,recreo, educaci6n, publicidad, etc. )I),
- consumo, medido según el tiempo dedicado a
los medios de informacidn y clasificado según las variables demogrdficas de la sociedad.
E n la mayorfa de los parses, se dispone de
datos sobre muchos de esos aspectos de la estructura de la comunicaci6n, pero rara vez se han recogido en conjunto para formar un cuadro completo de la totalidad de los recursos del pafs en esta
materia. U n ejemplo serfa el caso de algunos pak
ses en los que resulta fdcil encontrar estadfsticas
de difusi6n de la prensa, pero no hay dados c o m -
-
1)
Unesco, Report of Meeting on Typologies of
the Content of Radio and Television Material,
Budapest 1973, y
Unesco, Meeting on Statistics for Radio and
Television, Parrs, abril de 1974.
49
pletos sobre la estructura ecori6mica de los m e dios,de comunicaci6n social; esta Última informaci6n econ6mica serfa importantfsima para el estudio crftico de las poli'ticas actuales de comunicaci6n.
C o m o parte de la labor de planificaci6n y c o m pilaci6n de datos, el programa de investigaciones
sobre la comunicaci6n habra de estudiar en relaci6n con las actuales poli'ticas de la comunicaci6n
siguientes cuestiones:
¿Quienes son los propietarios de las instituciones de los grandes medios de informaci6n?
Son nacionales, extranjeros?
¿Cual es la forma de esa propiedad? ¿Hay
dispersidn o concentraci6n? L Hay empresas
que poseen diversos medios de informaci6n?
Hay empresas organizadas sobre bases an6nimas o sobre bases nominales?
Cual es la fuente de recursos? L Es en su
mayor parte comercial, oficial, O de ambos
tipos y, en este lgltimo caso, en que proporciones? ¿Los fondos proceden s610 de la publicidad o hay otros elementos tales como subvenciones, desgravaci6n de impuestos, etc. ?
¿Qu6 origen tienen los fondos? ¿Nacional,
extranjero?
Hay una fuente predominante de
recursos?
¿Quien decide en el medio de informacidn considerado que se comunicara y ia forma enque
se difundira, es decir, propietarios, directores, especialistas?
¿Que valores reconocen los propietarios, directores y especialistas de los medios de informacidn y cual es su actitud respecto al des*
arrollo?
¿Quien toma las decisiones de "publicar o no
publicar" y de "dar importancia o no dar importancia" y en qu6 normas o criterios se basa para hacerlo?
E n comparacidn con los profesionales de otras
actividades cdmo se remunera a los profesionales de los medios de informacidn?
¿Cual es el metodo para contratar, cual es el
tipo de formacidn (oficial o no oficial) de los
profesionales de los medios de informaci6n,
de que modo parecen influir esos factores en
sus actividades y comportamiento con respecto a la comunicacidn diaria?
Una vez compilada la informacidn sobre factores tales como la propiedad, fuentes de financiamiento, funcionamiento y decisiones sobre la poli'tica que haya de seguirse (que se toman diariamente en los diferentes niveles de los medios de informacidn), el siguiente paso importante de la investigacidn -en el marco de la compilaci6n de datos
para la planificaci6n- sera analizar el contenido
de los mensajes emanados de tales instituciones.
L a regularidad de la orientacidn de su contenido
ayudara a identificar los objetivos reales de lapolfiica de la comunicacidn. Ese analisis permiti50
rfa descubrir las tendencias de la opini6n y de la
informacidn que podri'an ser comparadas despues
con las polfticas declaradas y con los objetivos del
desarrollo nacional.
E n el estudio crftico del contenido de la informaci6n y con el fin de lograr una indicacidn m a s
completa de los lazos entre la poli'tica de comunicaci6n enunciada y la practicada, parecen ser
m a s importantes las siguientes esferas de analisisl):
L a comunicacidn est5 o no orientada hacia el
desarrollo o hacia el subdesarrollo; naturaleza y proporciones de la comunicacidn ("irnportante" o "trivial").
Funcianes de socializacidn: ¿Qu6 tipos de
normas y valores enseflan ("refuerzan O discuten) a la poblacidn los medios de comunicacidn y en qu6 medida su papel esta vinculado
con el desarrollo: cdmo alientan o desalientan al prLblico para que tenga ciertos comportamientos?
Integracibn: contribuyen o no esos medios
a la cohesidn de la sociedad y a la unidad nacional?
Espi'ritu de innovacidn: ¿Los medios de COmunicacidn incitan a su pfiblico al conformism o o al espiYitu de innovacidn?
Compatibilidad: ¿Suministran los medios al
plrblico mensajes adaptados a su cultura y a
sus tradiciones o le orientan en otras direcciones (valores impli'citos -por m u y sutilmente que sea en la televisidn e historietas c6micas, noticias, etc.)?
Mercantilismo: ¿Incitan a la gente -por m e dio de la publicidad, las noticias y otros m a teriales- a tener comportamientos excesivos
en materia de consumo? Si es asi', ¿cuales
son las consecuencias probables de ello en el
desarrollo?
Antes de que se pueda definir una poli'tica nacional y elaborar un plan nacional de comunicacidn, la investigacidn habra de dar una respuesta a toda una serie de cuestiones compiladas. El
problema se puede reducir al de las limitaciones
-interiores o exteriores al pai's- que influiran en
la poli'tica y en las orientaciones posibles del desarrollo de la comunicacidn.
Los obstaculos que se han de estudiar al nivel nacional son:
Las limitaciones de caracter econdmico al
-
1)
El analisis del contenido no bastara para determinar todos los factores y deberg ir acompanado de una comprobacidn de las preferencias del público con los diversos medios de
comunicacidn y mensajes. AdemBs, la investigacidn que compare los sistemas de valores
del p6blico con los comunicados por los drganos de informacidn establecerra un paralelo
importante para el estudio.
desarrollo de los drganos de informacidn,
nivel de inversiones en el sector de la comunicacidn que es posible alcanzar dentro del
plan econdmico nacional, personal capacitado y otros recursos humanos de que se dispone; polftica de importacidn y exportacidn
de equipo y de materias tal como el papel,
etc.
Problemas de interfaz de infraestructura tales como el cardcter y la capacidad de las
redes de telecomunicaci6n,la electrificacih;
los servicios de conservaci6n; la capacidad
de la industria nacional de producir materiales de informaci6n como los aparatos de televisi6n y de radio, etc.
- Limitaciones de lhdole social y poli'tica; grupos lingtlfsticos, nivel de alfabetizacibn;
antagonismos religiosos,&nicos, etc.
Hay otros factores limitativos poderosos que
influyen, por decirlo asi', desde el exterior, en
la poli'tica nacional. Pueden reunirse bajo el
nombre generico de "factores limitativos extranacionales" y aunque se hayan de determinar en
el plano nacional, requieren ser estudiados por
especialistas de la comunicacidn en el plano
internacional (vease el Capi'tulo II). Se trata de
problemas tales como: las normas tecnicas, el
poder monopolhtico de la inversibn, el derecho
de autor y de ejecucidn, la atribucidn de frecuencias, los servicios telegrsficos y de las agencias
internacionales de informacidn, la composicidn
del trafico internacional de las comunicaciones,
radiodifusi6n y televisidn extranjeras, etc.
El inventario descriptivo de los diversos aspectos de la comunicacidn social no se ha de form a r de una vez para siempre sino que ha de ser
puesto al di'a a intervalos regulares con objeto de
indicar las tendencias y los cambios. Las tendencias se han de senalar junto con los nuevos datos
y se han de registrar cada vez que se considere
apropiado.
L a reunidn de datos para ese inventario se
harsforzonamente sobre todo a un nivel nacional,
pero es indudable que facilitara tambien una base
fitil para compilar los datos indispensables para
la investigacidn a nivel internacional. A este respecto, es probable que organizaciones internacionales, como la Unesco 21, organizarh una compilaci6n de los datos nacionales recogidos con
objeto de constituir un inventario internacional de
hechos bisicos comparables en materia de comunicaci6n social.
-
Aspectos econdmicos y financieros de los
servicios de comunicacidn. Evaluacidn
econdmica de los sistemas de comunicacidn
C o m o sabemos, para ser eficaz, una buena investigacidn en materia de planificacidn y poli'tica de
la comunicacidn ha de tener en cuenta todas las
variables que intervienen en la decisidn. Ninguna
conclusidn es determinante. Por esta razdn, com o ya ha quedado dicho, esa labor de investigacidn es intrlhsecamente pluridisciplinaria. Las
decisiones fundamentales sobre la i'ndole de los
sistemas de comunicacidn dependen de elementos
de la psicologfa, la sociologfa, la economfa, las
ciencias polfticas, la teori'a de la organizacidn,
la tecnologi'a y las ciencias ffsicas asi'como de
unos juicios sobre los valores sociales.
E s cierto que los valores y la filosofi'a social
desempefian un papel m 8 s importante en este tipo
de investigacidn que en otros tiempos. Tambien
es cierto que la economi'a y los estudios tecnicos
deben desempefiarlo del mismo modo. L a economi's es la ciencia de la asignacidn de unos recursos escasos, y todo enfoque o esfuerzo de planificacidn es una asignacidn de recursos escasos
entre unos objetivos que compiten entre si'. L o
que es, o sers, tecnicamente posible constituye
asimismo un elemento esencial al abordar el problema de una buena planificacidn de las comunicaciones.
Desde 1971, la Unesco ha preparado sistemsticamente unas directrices y las ha sometido inicialmente a prueba en diversos parses seleccionados, con fines de evaluacidn econdmica y planificacidn de los sistemas de comunicacidn nacional11
E n este caso como en otros, la hipdtesis de trabajo esencial ha consistido en que, hoy en di'apingtín pai's puede descuidar el funcionamiento de su
sistema de comunicacidn.
D e un modo simplificado, se considera que al
economista le incumbe una tarea de transformacidn en la que: a) los datos y b) los juicios de valor intervienen como factores para conseguir unos
resultados (productos) que consisten en: c) unos
objetivos econdmicamente medibles y d) otros objetivos relacionados con la sociedad.
objetivos econ6micamente medibles
juicios de /
valor
\
d) otros objetivos
relacionados con
la sociedad
Unesco. Propuestas para un programade investigaciones sobre la comunicación, COM/MD/PO.1971,
Anexo I, páginas 1-3,se presentauna investigación
de las principales sugerencias ("listas de indicadores"), que se divide en tres partes: I. Sistemas de
producción y de difusión; II. Contenido dela información; III. Consumo yutilización,comprendiendo
cada parte una propuesta relativaalas estadisticas
basicas cuantitativas y unas seccionessuplementacon datos no cuantitativos y propuestas de investinaciones comnlementarias.
Unesco, Economic Evaluation of National Communication Systems, COM/WS/366, 1974.
I
I
51
L a tarea m a s simple es una evaluacidn econdmica basada en unos datos para conseguir unos resultados en la esfera econdmica (a
c). Ahora
bien, en el contexto de la planificacidn y la poli'tica de la comunicacidn, predomina la tarea de
(c + d).
transformacidn m a s compleja: (a + b)
L a falta de una teorfa tradicional para abordar
esta labor plantea una estimulante oportunidad.
Por sf solo, el economista no puede escoger
de entre los varios objetivos que cabe asignar a
la comunicacidn. Su labor queda determinada por
un orden de prioridad previo de los objetivos.Sin
embargo puede contribuir al proceso de seleccidn
precisando cuales van a ser las repercusiones de
un rumbo de actuaci6n propuesto. A menudo, los
objetivos no destacan como indicadores de la orientacidn futura sino que son gufas operacionales interiorizados que se derivan de una actividad anterior. Por ejemplo, en el mismo caso de los servicios de comunicacidn, los objetivos se pueden
expresar con arreglo a un aumento de la diversidad de las fuentes de informacidn, de una transmisidn por radio o televisidn m a s flexible y economica
de una ampliacidn de las posibilidades de eleccidn
para el usuario, o de unas mayores oportunidades
de participacidn entre ellos.
En terminos econdmicos precisos, la evaluacidn de los medios de comunicacidn no plantea un
problema especial cuando los ingresos totales obtenidos bastan para sufragar los costos totales incluidos unos beneficios adecuados del capital. E n
tal caso, el proyecto de comunicacidn reunira los
requisitos pertinentes si su rentabilidad es superior a un nivel determinado, estipulado por las
autoridades de planificacibn.
Ahora bien, en muchos casos, hay una disparidad entre los costos totales y los ingresos obtenidos con las ventas, los derechos de licencia0 la
publicidad, porque los precios o licencias se fijan
en un nivel que se aparta del obtenido por medio
de los mecanismos de mercado. Esto se debe a
que, a menudo, los gobiernos se interesan por lograr el acceso m a s amplio posible a los medios de
comunicacidn, debido a su vertiente de servicio
pdblico, sin embargo, el elemento dominante de
la mayorfa de los medios de comunicacidn es el
de consumo o recreativo. Si los elementos supuestos de servicio pdblico justifican ese apartarse del
equilibrio o del nivel de mercado y por consiguiente, unas consignaciones presupuestarias para enjugar el deficit de ingresos consiguiente, cabra considerar los ingresos obtenidos directamente por
los medios de comunicacidn como el equivalente
en valor de su vertiente de consumo o recreativa.
E n tal caso, la evaluacidn econdmica de dichos
medios pasa a ser esencialmente una comparacidn
entre los beneficios econdmicos y sociales de su
vertiente de servicio pdblico, por un lado, y el VOlumen de la subvencidn pdblica, por otro.
Se propone la siguiente clasificacidn:
-
efectos econdmicos que pueden suscitar aumentos directos de los ingresos nacionales, por
ejemplo, servicios de extensidn agrrcola: en
principio se pueden medir, ya sea calculando
el efecto de los ingresos o bien los costos ahorrados;
- efectos econdmicos que traen consigo una m e jora de los factores de produccidn, por ejemplo, programas de educacidn y sanidad: sulamente se podrfan medir en el caso de que quepa establecer un concepto bien definido de los
distintos costos ahorrados; en la vertiente de
la produccidn, el problema equivale a evaluar
otras inversiones de sanidad o educacidn; se
han establecido metodos al respecto, pero no
tienen todavh una aceptacidn universal;
- estan, por dltimo, los efectos econdmicos y
sociales, cuya medicidn no solamente queda
obstaculizada por la escasez de datos adecuados, lo cual es un problema general, sino por
la inexistencia total de una metodologfa para
medir sus efectos de un modo que puedan utilizarse en un razonamiento econdmico; y posiblemente las mejoras de la administracidn
pfiblica, de la integracidn nacional, de la calidad de la vida urbana, etc. ; se trata de los
valores sociales residuales de la comunicacidn,
que habra que cotejar con las subvenciones,
excluidos los efectos econdmicos medibles.
Procede destacar que los lfmites del analisis
econt~mico,
tal como han quedado esbozados,no son
fijos sino que se pueden ampliar, estableciendo
nuevos metodos para determinar los beneficios
en terminos econdmicos coherentes, por un lado,
y mejorando los datos de otros sectores,pOr otro.,
D e hecho, la falta de datos adecuados para determinar el valor de los parametros cruciales es el
principal obstaculo que se opone a que el economista desempene un papel m a s importante en la
evaluacidn econdmica de los proyectos de comunicacidn.
Dada la actual inexistencia de conocimientos
completos y sdlidos en este campo unida a la dificultad de medir los productos de la comunicacibn, el analista tendra que recurrir a los mejores metodos de trabajo y conseguir la informacidn y los datos dptimos de que pueda disponerse.
Las fuentes probables de datos para los aspectos
relacionados con las condiciones mesoldgicas,sociales o macroecondmicas son las oficinas naciowales de estadfstica, las organizaciones de planificacidn y los ministerios competentes para proporcionar la informacidn m a s completa que se
requiere sobre educacidn, tasas de alfabetizacidn
e infraestructuras. A menudo, los datos macroecondmicos sobre produccidn e ingreso nacional,
asf como sobre la distribucidn de los ingresos,se
podran encontrar en informes de los organismos
internacionales como la Unesco, el Banco Mundial o alguna de las instituciones analogas.
\
52
Las fuentes m l s probables de datos sobre la
historia, la situacidn y la evolucidn de los diversos medios de comunicacidn son el Ministerio de
Informacidn, las administraciones de esos medios,
las organizaciones profesionales y las universidades o centros privados de investigacidn. Las agencias de publicidad pueden ser tambien una fuente importante de datos, especialmente sobre la
utilizacidn de los medios de comunicacidn social,
la distribucidn de los ingresos y los hlbitos de
gasto. Cuando los medios de comunieacidn sean
de propiedad y organizacidn privadas, pueden surgir problemas derivados del gran ndmero de e m presas. Un modo posible de tratar esta cuestidn
consiste en examinar si estos medios estan obligados por la ley a presentar en algh modo unos
informes públicos y en continuar la bdsqueda hasta entrar en contacto con asociaciones profesionales, institutos de investigacidn, y tambiCn leyendo las revistas del ramo. E n general, unos
datos contrapuestos procedentes de fuentes distintas suelen ser menos perniciosos que unos datos
no comprobados de una sola fuente, que m a s tarde resulten falsos.
Cabe diferenciar tres tipos de elementos que
necesitan tomar los economistas de otros sectores para poder aportar su propia contribucidn:
E n primer lugar, el economista necesita unos
objetivos claros y una indicacidn de su jerarquh; cuanto mejor formulados estCn los objetivos normativos en los distintos sectores
y m l s claramente formalizados, tanto mayor
sera la posible contribucidn del economista
(o del analista de sistemas).
E n segundo lugar, el economista necesita una
amplia gama de datos para poder evaluar las
necesidades en materia de comunicacidn y la
viabilidad de las distintas propuestas posibles;
como la comunicacidn esta a caballo de todos
los sectores de la sociedad la gama de datos
necesarios es m u y amplialj.
Por dltimo, se asigna especial importancia a
los datos que indican la eficacia de los distintos medios de comunicacidn en lo que se refiere a alcanzar sus objetivos de servicio pdblico en distintos sectores y en condiciones
variables; esos coeficientes de eficacia son
los parlmetros cruciales para traducir los
efectos de la comunicacidn en unas fuentes
econdmicamente pertinentes; la deduccidn de
tales coeficientes es una tarea urgente en la
labor de investigacidn sobre comunicacidn y.
hasta que no se disponga de los resultados correspondientes, constituir5 un nudo de estrangulamiento a efectos de evaluar econdmica-
mente de un modo adeauado los proyectos de
comunicacidn.
Bases de la adopcidn de decisiones
Las decisiones que entraPran cambios fundamentales de las actitudes y el comportamiento de ungran
ndmero de personas, la adquisicidn de conocimientos especializados complejos y la inversidn en instalaciones y material y equipo oneroso entradan a
menudo unos rumbos de actuacidn que tienen m u y
poca flexibilidad intrfnseca, E n tales casos, es
m u y importante dedicar al analisis , el tiempo y
los recursos adecuados, y obtener, y evaluar con
respecto a unos objetivos cuidadosamente especificados, toda una serie de variantes posibles.
Uno de los modos de definir el proceso de resolucidn de problemas puede ser el siguiente:2)
Definir el
problema
Fijar las metasz)
y los objetivos3)
Analizar las
operaciones
en cursol)
Analizar el inventario
de los recursos y
posibilidades
-
Detel-minar unas
estrategias 5)
-
del sistema
Llevar a cabo
estudios de
viabilidad
-
1)
Puede verse una lista m u y completa de los datos pertinentes en Unesco, _Revised Guidelines for the Economic Evaluation of National
Communication Systems, C O M / W S /366.
Determinar los
factores limitadores
(internosy externos)
Determinar si procede:
a) seguir adelante con los
sistemas existentes
b) modificarlos
c) concebir otros nuevos
1 ) Metas de crecimiento o actuación autoimpuestas.
2) Objetivos considerados c o m o la situación deseable, con unas indicaciones cronológicas para su consecución.
3) Estas operaciones entrañan una descripción detallada de la circulación
de fondos, materiales, servicios, ideas, productos e información por toda
la organización,y los tipos de operaciones correspondientes.
4) Las estrategiasvisualizan el pasado y se remontan al presente.
5) Necesidades que debe atender la organización para poder colmar las
aspiraciones.
2)
Unesco COM/WS/369. Op. cit., p8g. 7.
53
E n este marco, que comprende las caracteri'sticas, los factores limitadores, los recursos y las
necesidades del sistema, es posible estudiar los
problemas y estructuras de modos muy distintos:
funcional, geografico, operacional, de mantenimiento, de crecimiento, cauces de adopcidn de
decisiones, etc.
Hay diversas tecnicas analrticas que pueden
utilizarse para determinar unas configuraciones
dptimas o cuasi-dptimas de cada una de las grandes variantes. NarmalmenteJo que astg en juego
es O bien una produccidn maxima con un conjunto
fijo de recursos o bien una utilizacidn mihima de
los recursos con una produccidn dada del sistema.
Las m a s de las veces, serd esto filtimo lo queocurra, y el analisis revestira la fdrmula de una reduccidn al "imo
de los costos con arreglo a los
factores existentes, que cabe considerar en semejante analisis que son los siguientes:
- infraestructura existente: medios de comunicacidn social y telecomunicaciones, con objeto de evitar la duplicacidn y la existencia
de servicios e instalaciones repetidas;
preferencias en el tiempo: tanto los gastos
como la produccidn derivados de las variantes previstas, las mas de las veces se tratarzln utilizando tasas de descuento bancario O
social, que incorporan la secuencia de beneficios o desembolsos netos de una sola cifra,
llamada valor neto actual de las variantes
sugeridas;
preferencia o aversidn, por parte de los responsables de adoptar las decisiones o de los
patrocinadores del proyecto, por cuanto algunas de las variantes con las que se enfren-'
tan pueden entraflar un grado mas alto de incertidumbre o de desenlace eventual o resultar especialmente atractivas por razones que
sean econdmicas. E n estos cdlculos se utiliza un modelo de probabilidad que selecciona
el rumbo de actuacidn que produzca el valor
maxim0 previsto de la produccidn (o el costo
previsto mihimo), teniendo en cuenta que los
responsables pueden sentirse potencialmente
reacios a incurrir en grandes perdidas (o a
una discrepancia m u y acusada con respecto
a los resultados perseguidos) por m u y pequem que sea la probabilidad de que ocurra esto. Se trata de un metodo para incorporara1
proyecto un seguro contra catastrofes, que
aumenta el conocimiento por el responsable
de la no consecucidn de los objetivw fijados
y puede identificar los posibles beneficiarios
y vi'ctimas de unos rumbos de actuacidn que
no se ajusten al previsto;
utilizacidn de precios ficticios o contables,
basados en el costo de oportunidad o en unos
calculos de los beneficios y las aplicaciones
posibles, asignando un valor a los recursos
que se estiman m a s representativos que el
-
-
-
54
precio del mercado. U n hombre de negocios
utiliza los precios de mercado para calcular
la ventaja relativa a diversas opciones. Los
costos y beneficios desde un punto de vista
macroecondmico nacional o de desarrollo pueden, sin embargo, no coincidir con la evaluacidn del crecimiento y la rentabilidad de un
proyecto aislado. Desde el punto de vista de
la polrtica central, cabe preferir ocupaciones
de gran densidad de mano de obra a otras de
gran densidad de capital, o los productos nacionales a los importados. Se requiere un segundo tipo de reajuste mediante la fijacidn de
unos costos de oportunidad cuando un proyecto, debido a su tamaflo y repercusiones, m o difica la estructura dominante de los precios
de mercado. Se produce un tercer tipo de reajuste cuando ciertas variantes repercutenen
la eficacia de otras actividades econdmicasde
la sociedad en un sentido beneficioso o pernicioso (factores exteriores).
Las tdcnicas adicionales que cabe utilizar en
un analisis econdmico son las siguientes: proyecciones de la demanda de diversos servicios y producciones del sistema de que se trate, previsiones
tdcnicas (ritmo previsto de progreso tecnico y sus
consecuencias para la utilizacidn, los costos y la
flexibilidad del sistema), presupuestos, capital y
administracidn de la corriente de caja (con objeto
de determinar la viabilidad financiera tomando com o base las tasas de rentabilidad autoimpuestasy
las exigencias de liquidez).
El enfoque del sistema global presupone que
el analista puede recorrer de modo ordenado las
diversas Oses de esta operacidn. Ahora bien, a
menudo no existirh unos objetivos precisos (pluralidad de objetivos parcialmente contradictorios,
desconocimiento por el momento de la clientela
bltima) o bien resultara imposible identificar unos
rumbos de actuacidn totalmente distintos a efectos
de comparacidn analitica (datos inexactos o inexistentes, medidas imprecisas o deformadas de ciertos tipos de desenlace). Ademds, el gran nbmero
de variantes que hay que analizar, unido a la dificultad de llegar a un consenso sobre unos objetivos especificos hacen que este tipo de analisis sindptico antes descrito resulte indebidamente completo, oneroso y lleve mucho tiempo.
Ahora bien, sera preciso tomar decisiones de
cierta trascendencia incluso en las condiciones
m8s difi'ciles. Para hacer frente a tales situaciones, se ha creado, principalmente en el mundo de
los negocios, toda una serie de tecnicas analfticas
que se conocen con el nombre de analisis de las
decisiones. El centro de esta tecnica es la propia
decisidn, y resulta de extrema utilidad en aquellas
situaciones en las que ''unos acontecimientos que
imponen la accidn" hacen que la decisidn y la gama
de posibilidades queden fuera del control del analista. Este metodo tiene un caracter incremental o
secuencia1 en su aplicacidn, y sacrifica la eficacia
para poder obtener una mayor flexibilidad al evitar
el peligro de incurrir en grandes perdidas. Su instrumento m a s poderoso es la formulacidn "bayesiana" de la probabilidad matematica, que permite
tomar explrcitamente en consideracidn las incertidumbres inherentes al desenlace de un rumbo de
actuacidn dado.
Gracias a un ulterior perfeccionamiento de la
tecnica, que recibe el nombre de "teorTa de la utilidad", el analista puede incorporar los juicios de
valor del responsable de tomar las decisiones,-es
decir, el interes que puede tener para 61 un desenlace dado- en el analisis probabilrstico de las decisiones.
Por dltimo, cuando es probable que el proceso
de adopcidn de decisiones rebase el proceso de
analisis en materia de planificacidn de la politica
de la comunicacidn, puede resultar dtil el siguiente "atajo tedrico":
determinar la importancia econdmica comparada del sector de la comunicacidn en la economra y de los medios de comunicacidn social
en ese sector;
- reajustar esta ponderacidn aproximada mediante unas escalas diferenciadas en funcidn de las
repercusiones sociales, la funcidn de servicio
pdblico, la contribucidn a la consecucidn de las
metas del desarrollo o los servicios educativos
que proporcionen los medios de comunicacidn
social de que se trate:
esbozar una historia comparada del crecimiento
y unas previsiones sobre las extrapolaciones de
las intenciones,la demandayla oferta;en este
contexto, es preciso comprobar la capacidad
actual de cada uno de los medios en cuestidn;
determinar la contribucidn comparada en terminos de valor madido en la economra nacional y en funcidn del intercambio internacional
correspondiente a cada medio;
- reajustar este cSlculo mediante una escala correctora en funcidn de criterios socíopolrtiCOS, culturales y educativos;
comparar la eficiencia (comprobacidn de la
productividad relacionada con la produccidn)
y la eficacia (comprobacidn de la produccidn
relacionada con los objetivos), tanto en el
marco operacional como en el m a s general
de la sociedad;
- enumerar, agrupar (es decir, interrelacionar), programar en el tiempo y fijarelcosto
de las medidas normativas, incluidos los incentivos y fi-enos,las reglamentaciones, la
accidn directa, etc., que ofrecen m s s probabilidades de mejorar la consecucidn de los
objetivos y la realizacidn, en el marco POLItico y socioecon6mico existente.
-
'
-
-
Planificacidn de unos sistemas integrados
de comunicacidn social
La distincidn entre lIrelaciones"e "interrelacionesl: con respecto a los medios de comunicacidn
social, es algo mas que un mero ejercicio tedrico
ya que entrana una modificacidn del planteamiento tedrico y de las actitudes. Durante toda su evolucidn, los medios de comunicacidn social han estado relacionados de algdn modo -tecnicamente,
econdmicamente, en el plano de las operaciones
o en el de la gestidn- por lo que se refiere al formato del contenido y a sus referencias mutuas,
etc. Por relacidn, se entiende poco m d s que una
conexidn o asociacidn, lo cual no presupone necesariamente una correlacidn sistematica O funcional.
Mas recientemente y por diversas razones
justificadas, se ha planificado y se estan planificando, una correspondencia m a s estrecha de los
medios de comunicacidn, con objeto de lograr resultados concretos, por ejemplo: eficacia,economfa, mayor adecuacidn y confluencia de los objetivos. Puede decirse que esto entrana una interrelacidn, es decir, una interdependencia funcional
y sistemstica, tanto planificada como explkita.
Se esta produciendo un cambio de actitudes ante
la planificacidn y utilizacidn de los medios de comunicacidn social, y hay una orientacidn m u y
concreta en el sentido de una mayor especificidad
y conocimiento de los propios problemas.
A este respecto, cabe considerar de dos m o dos los vlhculos existentes entre los medios de
comunicacidn social. Pueden proporcionar unos
factores limitadores generales -que habra que
tener en cuenta al formular polrticas y planes de
comunicacidn- o bien pueden formar parte de una
estrategia planificada. E n muchos casos, no cabe ya considerar aisladamente y por separado a
los distintos medios, sino en el contexto de su
utilizacidn, sus relaciones y sus interrelaciones.
El modo de introduccidny la lhdole del crecimiento de los medios de comunicacidn social en las
distintas sociedadesrepercute de un modo considerable en las relaciones entre ellos. Cuando hay semejanzas,comunes a la mayorfi de las sociedades,
estas se deben normalmente a las tecnolograsque
han creado tales medios. La tecnologra de la imprenta es c o m k a los periddicos, las revistas y
los libros, y la de la electrdnica a la radio y a la
televisidn, las grabaciones sonoras y visualesJos
sistemas de datos, las computadoras y el transporte por medio de la tecnologra espacial y los sistemas de telecomunicacidn.
Si bien esto es evidente, repercute en la c o m petencia y las técnicas operacionales y, por consiguiente en las relaciones tecnicas y de gestidn.E n
las sociedades industriales en las que se inicid el
crecimiento de las tecnologras de comunicacidn social, ha habido una concentracidn permanente de
intereses, que ha desembocado en unas fuertes re55
laciones entre los medios de comunicacidn. Aunque esto haya acelerado un fecundo progreso t&nico, se ha logrado tambien a expensas de la utilizacidn que se ha dado de los citados medios.
Se podrfan citar muchos ejemplos para exponer la amplitud de las relaciones tecnicas y de gestidn: el crecimiento de las redes de radiodifusidn
trajo inevitablemente unas estrechas relaciones
con las empresas de transmisidn; la aparicidn de
los sistemas de grabacidn de pistas sonoras en pelrcula estimuld la investigacidn sobre la aceptacidn
y fabricacidn de micrdfonos, y result6 tambien de
utilidad para la radiodifusidn, pero trajo consigo
inversiones efectuadas por los fabricantes de m a terial electr6nico en las empresas de cine y radiodifusidn, a veces hasta el punto de hacerse con la
propiedad de estos medios; el mayor costo de la
produccidn de pelfculas sonoras aumentd la situa,ci611de dependencia de la industria cinematogrsfica con respecto al sistema bancario y suscitd unas
relaciones estrechas e interconectadas entre los
fabricantes de material electrdnico, la industria
cinematogrsfica, la radio, la banca y la evolucidn
de las computadoras; la aparicidn de la televisidn
lanzd inevitablemente la industria cinematografica
al campo de la televisidn para proteger sus inversiones; el auge de la televisidn modificd la ihdole
de los programas de radio -aumentando su dependencia con respecto a la industria gramofdnicadel cine y de la prensa, todo lo cual suscitd una
mayor interconexidn en los consejos de administracidn, especialmente en las empresas de comunicacidn, y de los intereses financieros (en los
parses en lo que esto se aplica) y polrticos. Con
harta frecuencia, estas relaciones traen consigo
unas redes de interes propio de una minorra, y no
unas redes de comunicacidn e informacidn verdaderamente mejores para todos.
Incluso en las sociedades en las que las relaciones histdricas han sido menos complejas,otros
factores han moldeado el desarrollo como, por
ejemplo, el ingreso inicial de especialistas del
cine en la televisidn, con la consiguiente mala direccidn y torcida concepcidn de los centros de interes de la televisidn, fendmeno este cuya importancia se advierte precisamente ahora. El hecho
de que estas relaciones existan puede tender a restringir el desarrollo dptimo de los nuevos medios
de comunicacidn social y a limitar su utilidad.
E n casi todos los niveles, se acepta que cada
uno de estos medios reconoce la existencia de otros
medios en sus operaciones normales y habituales.
Un servicio radiof6nico tiene en cuenta la composicidn y los criterios que siguen los telespectadores al preparar sus programas. Los periddicos
se refieren a los programas de radio y de televisidn, y toman elementOS de ellos, y viceversa.
Por consiguiente, habra que tomar en consideracidn todo esto al establecer un enfoque planificado e integrado.
56
La planificacidn de la comunicacidn guarda
tambien relacidn -y a menudo en mayor medida
todada- con las interrelaciones entre medios de
comunicacidn social, que agrupan deliberadamente a estos medios para contribuir a alcanzar objetivos concretos. A este respect0,hay que tomar
en consideracidn varias dimensiones:las ventajas
econdmicas, una mayor eficacia administrativa,
la idoneidad y la pertinencia por lo que se refiere a alcanzar los objetivos de desarrollo fijados.
Por ejemplo, puede ocurrir que resulte econdmicamente ventajoso combinar los servicios informativos de la radio y la televisidn con objeto de
que puedan utilizar en comdn un equipo de periodistas y de fuentes de noticias; o bien que la impresidn de periddicos, revistas y publicaciones
periddicas resulte m8s eficaz si se compartenlas
las instalaciones, E n el plano administrativo, es
posible que los servicios de radio y televisidn puedan reducir los costos mediante una administracidn comb. Esto se aplica tambidn a los medios
de telecomunicacidn y a los servicios postales.
C o m o es ldgico, este mismo analisis requiere tomar en consideracidn las ventajas y peligros
inherentes a las interrelaciones entre medios de
comunicacidn social. Una direccidn o propiedad
comfin puede obstaculizar el desarrollo de unos
autenticos cauces distintos de informacidn. El
hecho de compartir los servicios tdcnicos puede
producir tambien semejanzas en los criterios de
publicacidn.
Por consiguiente, gran parte del proceso de
planificacidn de los medios de comunicacidn social consiste en sopesar los pros y los contras
que se derivan de unas relaciones de trabajo mas
estrechas. E s probable que esto resulte un ejercicio m a s difrcil cuando entren en juego problemas
de contenido, polfticas de publicacidn,formato y
presentacibn.
Se sugiere ahora que, cuando se utilicen conjuntamente los medios de comunicacidn social en
combinaciones sistemsticas, el producto resultante debe ser m8s fuerte, mzls convincente y d s
vigoroso. L a razdn es que 10s distintos medios
de comunicacidn tienen tambien distintos puntos
fuertes y debiles y recurren a incitaciones a distintos sentidos o grupos de sentidos. Para llegar
al pdblico, les interesa explotar los puntos fuerlos puntos debiles. Por
tes y reducir al "imo
otra parte, el pdblico de los diferentes mediosde
comunicaci6n social no esta dividido en compartimentos estancos ni tampoco existe de un modo aislado, por ejemplo: las personas que contemplanla
televisidn escuchan tambien la radio y leen periddicos y revistas, y las presentaciones de los m e dios de comunicacidn social ser& mds fuertes
si tienen presente esta circunstancia.
Gestidn de sistemas
Uno de los puntos claves, y que forma ademas parte integrante de la esencia de toda labor de planificacidn y de unos analisis abiertos hacia el futuro
de los distintos enfoques posibles -con objeto de
producir unos sistemas fpcionales para la sociedad del futuro-, es el de la direccidn y gestidn.
En relacidn con la planificacidn, se puede describir esta actividad diciendo que equivale a "conducir un automdvil", al paso que la planificacidn se
refiere a su "diseno y concepcidn': C o m o la propia labor de gestidn y direccidn puede describirse
como una modalidad de comunicacidn -por lo m e nos, cabe decir que todos los problemas de gestidn
son fundamentalmente problemas de comunicacidnnos interesara examinar el tema de la direccidny
gestidn de las instituciones de comunicacidn social.
Teniendo en cuenta que la direccidn implica a
menudo una gestidn comercial (cuyo criterio principal es la eficacia) y no se intenta ahora racionalizar como objetivo el elemento de los beneficios
se pueden describir las instituciones de comunicacidn social en funcidn del tipo de negocios o de trabajo a los que se indican. E n el marco de unas categorras generalmente aceptadas y comprendidas
de las actividades comerciales, se puede.considerar adecuadamente la comunicacidn como un
%ervicio", es decir, como una parte importante
y singular del sector de los servicios. El servicio que proporciona la comunicacidn (unos facto
res ambientales ajenos al control de la direccidn
determinaran hasta que punto ese servicio sera de
calidad o completo) es doble y quiz$ se puede describir mejor en funcidn de sus principales elementos integrantes, a saber: el servicio de 106 individuos; idioma, exposicidn de los derechos y deberes, vihculos culturales, suministro permanente de informacidn y de elementos recreativos, poli'tica oficial, informacidn estructurada que mejora
y realza la ensenanza de caracter formal y regular
normas y valores, marco para considerar la sociedad (en el pai's y en el extranjero); a la sociedad:
propagacidn y conservacidn de unos valores mutuamente aceptados, control de la dinamica de la interaccidn humana, descripcidn del caracter de la
sociedad, creacidn y crecimiento de otras instituciones equilibradas, relaciones entre instituciones,
relacidn entre individuos e instituciones, empleo.
Todos estos son servicios "de tiempo", y la
forma en que se prestan varra en consonancia con
la tecnologfa que se emplee y pueden tener una calidad relativamente estable. La variable principal es el contenido, y la gestidn de este contenido
puede centrar su atencidn en los dos aspectos de
la produccidn y del consumo.
E n los llltimos anos, tanto en la labor de gestidn como en la de investigacidn operacional se ha
dedicado una mayor atencidn a la capacidad de la
organizacidn de hacer frente a los cambios y a la
-
mayor complejidad de su medio ambiente. E n cierta medida, esto ha preocupado siempre a todas las
organizaciones eficaces, pero est8 pasando ahora
al primer plano porque el ritmo de evolucidn de
los factores econdmicos, sociales, poli'ticos y
tecnoldgicos ha crecido y sigue creciendo. Esta
evolucidn ha traido consigo la creacidn de nuevas
organizaciones y unas relaciones m 8 s complejas
entre los elementos que integran el medio organizativo.
Las consecuencias de esta evolucidn para la
gestidn consiste en que ha de hacer frente a decisiones m 8 s complejas en la mayori'a de los aspectos normativos, con mayor frecuencia que antes.
Se ha dicho que la "direccidn no volvera a ser nunca una cosa sencilla". Hoy en dfa, es necesario
establecer nuevos procedimientos e instrumentos
de adopci6n de decisiones con objeto de ayudar a
los responsables de la gesti611a asumir las nuevas
situaciones que se les plantean constantemente.
L a planificacidn debe aportar una amplia y
permanente contribucidn a una gesti6n m 8 s eficaz
pero, con harta frecuencia, la planificacidn necesaria ha sido "un fracaso estrepitoso y m u y COStoso". Un examen de un grupo representativo de
compani'as y organizaciones confirmarfa la tesis
de que, en la mayori'a de ellos, la planificacidn
no llega a aportar una contribucidn importante a
los logros del grupo.
Lo que conocemos menos y lo que irrita constantemente a quienes se preocupan vitalmente por
la utilizacidn eficaz de los conocimientos es la
realizacidn practical). Y una de las amenazas
constantes a la eficaz ejecucidn de un proyecto
consiste en que lo que ha sido teorizado en un nivel tiende a quedar modificado por una ulterior
evaluacidn de las necesidades y por criterios adicionales sobre los objetivos del proyecto en otros
niveles. Cuando la financiacidn depende de fuentes mdltiples, estas tendencias centri'fugas pueden provocar unas demoras con las que habra que
contar.
L a gestidn que se requiere para satisfacerel
tipo de participacidn en niveles mrliltiples que pueden sentirse atraidos, por ejemplo, por unos proyectos por satelites (nivel general, regional, administracidn local, grupos sociales y sus representaciones administrativas), tiene que ser pelfcamente muy sensible y a pesar de ello velar por
que respeten ciertas normas operacionales tales
como las siguientes: equilibrio del esfuerzo total
repercusiones a corto plazo de esa iniciativa,margen de flexibilidad, con objeto de que el proyecto
pueda quedar terminado de un modo generalmente
aceptable. Por consiguiente, al sector de la gesti6n le interesa mucho garantizar una labor constante de investigacidn y desarrollo, como base pal)
Unesco, On the Implementation of Models and
Systems, de Andes EdstrOm.
57
ra poder preparar operaciones de proyecto m a s
complejas, incluida la preocupacidn por la estructura de los cometidos y poderes y su redefinici6n
se@
vaya a d e l a n t ~ d o s een la realizacidn del
proyecto.
L a medida en la cual las instituciones de comunicacidn social hayan de participan de m o d o
significativo en la labor de planificacidn y desarrollo dependera en gran parte de factores relacionados con el medio ambiente y con el tamaflo.
Las opciones tecnoldgicas que existen en materia
de adquisicidn de sistemas t6cnico.s y la realizacidn de actividades de investigaci611y desarrollo
ser& un resultado directo del desarrollo de la
gestidn y de la utilizacidn de unos sistemas de
informacidn exterior e interior. Para mantenerse
siempre al m i s m o ritmo que la tecnologra, , es preciso tener una perspectiva de planificaci6n a largo
pla7oy seguir unas practicas de gesti6n relativamente ortodoxas, E s facil gobernar el ritmo del c a m bio y el factor de la predictibilidad. P o r otra parte, la finalidad de la introduccidn de una nueva tecnologra en una organizacidn consiste en Ultimo termino en mejorar su eficacia. H a y muchos rumbos
de actuacidn posibles para mejorar la eficacia.
Cada uno de ellos entraPrara la introduccidn de un
cambio en un subsistema y proceso concreto.
Entre los problemas esenciales que plantea la
administracidn de las nuevas estructuras de c o m u nicacidn, cabe citar los siguientesl):
M o d o de interesar objetivamente a los usuarios y mantener un sistema abierto, logrando
al m i s m o tiempo una eficacia y una utilizacidn
econdmica de la tecnologra.
M o d o de prever, y a ser posible encauzar, las
consecuencias sociales y econdmicas de las
actividades del proyecto dictadas por las aspiraciones de los usuarios.
Modo de compaginar unas necesidades distintas, y probablemente contradictorias, a medida que vayan expresSndose.
M o d o de organizar las innovaciones para garantizar su coherencia, su desarrollo normal
y su aceptabilidad.
Necesidad de estar al corriente y tener siempre presente la dinamica social del medio 10cal al que el proyecto vaya a aportar su contribucidn.
- Necesidad de tener presentes los lrmites de
toda experimentacidn en el plano social y en
el tecnoldgico y los riesgos que se pueden COrrer si falla la coordinacidn entre esos dos
planos.
Cuando los proyectos tienen un control centrado, pero e s t h destinados a i m uso nobre todo local
y en el plano m a s general de la organizacidn o de
la administracidn, los principales temas de interés
son: la necesidad de garantizar la calidad tecnica
del servicio, la colaboracidn permanente de b s
ministerios y departamentos oficiales interesados,
-
,
-
-
-
los dispositivos para la formacidn de personal, y
la coordinaci6n por medio de los procedimientos
presupuestarios vigentes.
E n cuanto a las ventajas de los sistemas centralizados y de los descentralizados, los recursos
destinados a determinados proyectos quedan mejor
fiscalizados en el contexto de las exigencias generales del sistema de comunicacidn y de la sociedad,
lo cual constituye una de las ventajas probables de
las operaciones centralizadas, a la que hay que contraponer el riesgo de que la programacidn sea inadecuada por desconocerse las realidades y las aspiraciones locales. E n cambio, a pesar del grado
probablemente inferior de eficacia tecnica para lograr determinados objetivos, la ventaja del modelo
descentralizado es la gran facilidad en la que se
pueden alcanzar objetivos mfiltiples o introducir
aplicaciones adicionales en el sistema.
U n aspecto m u y frecuentemente citado es el
de la obtenci6n de fondos. E n funci6n delaenvergadura de las operaciones, de los apoyos recibidos y de la ubicaci6n de los distintos proyectos,
los metodos de financiaci6n van desde elpago directo de todos los gastos del programa o proyecto
por una autoridad central hasta unos sistemas
m u y complejos de fondos mfiltiples y que pueden
proseguir varios objetivos. No se adujo ninguna
prueba convincente en el sentido de que la multiplicidad de fondos traiga consigo divergencias.
U n o de los principales problemas normativos en
esta esfera es el m o d o de justificar las transferencias de los presupuestos pfiblicos (por ejemplo, ingresos fiscales), a fin de lograr que un
proyecto dado reciba un apoyo m a y o r que el que
cabrfa esperar de los mecanismos del mercado.
H a y que reconocer, desde luego, que las necesidades m a s extremas no podr5n quiz5 expresarse en forma de una demanda real, al no contarse con ingresos suficientes. Asf pues, el
problema pasa una vez m 5 s a la esfera polftica y
desbordando los lfmites de la administraci611 de
proyectos, entra en la esfera del planeamiento.
El planeamiento de un proyecto del sector de
la comunicaci6n en su totalidad, c o m o usuario de
recursos y finico productor de servicios, es una
realidad diaria.
N o obstante, en cuanto a la situaci6n actual
en lo tocante al planeamiento de la comunicaci6n,
no existe un modelo comfin que incorpore un gran
n6mero de factores pertinentes, que puedan ser
adaptados a configuraciones ampliamente diferentes. U n modelo general y viable abarcarfa un
cierto nfimero de metodos parciales y, en el m a yor de los casos, nacerla de esos metodos y seria s ~ m e t i d ûâ prueba por ellos.
1)
Unesco, Informe de la Reunidn de Expertos
sobre la Administraci6n y Planeamiento de
Nuevos Sistemas de Comunicacidn,
C O M / M D / 2 9 , Pari's, 28 de m a r z o de 1974.
El planeamiento tiene ciertamente estructura
general, sea cual fuere el asunto y el contexto.
Hay unos conjuntos formales de operaciones relacionadas entre sf, tales como la formulaci611 de
los objetivos y fines, la distribucidn de los recursos, la concepci6n de los procedimientos,los metodos de evaluaci6n, etc. L a importanciayla expresi6n que se den a cada,,unade las partes de este
marco de acci6n, variaran de un caso a otro.
Mucho depende, entre otros factores, de la envergadura de los compromisos,de las incertidumbres
y riesgos de la empresa, y del grado en que los
valores compartidos y las relaciones de trabajo
de los participantes hayan sido aceptados de antiguo o establecidos recientemente.
Esos distintos temas centrales, esa variedad
de matices y esas modificaciones de enfoque, en
respuesta a la interacci6n de unas fuerzas econ6micas, tecnicas y sociales, son la esencia misma
en toda transformaci6nde un plan abstracto en un
verdadero programa.
Entre las cuestiones practicas con respecto
a las cuales los encargados de las operaciones
pueden ponerse m a s fPcilmente de acuerdo que los
investigadores, cabe citar temas tales como la
definici6n de los objetivos de los proyectos, su
equilibrio, la determinaci611 de las necesidades
y utilizaciones, la movilizaci6n de recursos,y la
evaluaci6n de los intentos de perfeccionamiento.
L a experimentacih es tambien importante
como enfoque integrado por derecho propio. E n
la realidad social, o m 8 s exactamente, en la realidad de un proyecto de comunicaci6n social, resulta m u y diffcil aplicar el metodo de laboratorio.
Los ejercicios de simulacidn son limitados, excepto en lo que atane a determinados componentes de
lhdole tecnoldgica de un proyecto. Los experimentos de comunicacidn se llevan a cabo en un m o m e n to concreto y con personas concretas. El escenario
cambia a medida que el experimento va desarro11Sndose: cuando se evalfian las necesidades, aumenta el deseo de que sean satisfechas. Todas
las necesidades de la experimentacidn danun nuevo
significado al termino "proyeccidn" y lo amplian
hasta abarcar el proceso sociopolftico, y esta es
precisamente una consecuencia subsidiariadel proyecto, que disloca unas estructuras establecidas
y basadas en la tradicidn. A menudo el proyecto
experimental viene a ser una especie de antiplan
en un medio en el cual el planeamiento entrana una
actividad que apunta a un mundo bien controlado,y
en la medida de lo posible, exento de toda sorpresa.
L a mecanica interna de la experimentacidn se
cine a los criterios bien ordenados, se vale de unos
dispositivos de planeamiento, trata de resolver conflictos mediante el arbitraje y las concesiones m u tuas y aplica estrategias de administraci6n. Habr8
una dedicaci6n cada vez mayor s e g h se vaya invirtiendo mas tiempo, m A s esfuerzos y m 8 s fondos en
los estudios preliminares, a medida que las perso-
nas vayan intereszíndose, tomando posiciones y asumiendo nuevos deberes.
L a cualidad fundamental de un proyecto experimental es su flexibilidad y su capacidad de asimilar y de ensamblar unas experiencias negativas com o informacidn 6til a efectos de su orientaci6nulterior. L a constante aportaci6n de informaciones
correctivas pasa a ser la medula del proyecto esencial. Las comunicaciones internas y las comunicaciones con el mundo local suelen funcionar bien
cuando los interesados comprueban que la informaci6n correctiva es rapidamente observada, tratada
y traducida endecisiones concretas. Sera m d s probable que ocurra esto si se establece un sistema
con arreglo al cual las decisiones se tomen lo m 8 s
cerca posible de la realidad concreta. D e todo ello
se desprende que hay ciertas posibilidades de realizar, en varias partes del mundo, unos proyectos
experimentales de mejora de la comunicaci6n, tecnicamente ingeniosos y socialmente progresistas
y administrados con arreglo a un criterio de integraci6n.
L a planificacibn de los recursos humanos.
Necesidad de unos mediadores profesionales
C o m o parte de la polftica de comunicacidn, deben
establecerse en el plan nacional de la comunicacidn
las medidas oportunas para la formacidn profesional y tedrica del personal de comunicaci6n. L a
formaci6n es una parte integrante de lo que contribuye a engendrar las infraestructuras necesarias
de comunicacidn, el personal, los servicios y la
competencia tecnica, y a ensamblarlos en el plan
nacional total de desarrollo. Sin esta labor de formacibn, no se puede llevar a cabo un verdadero
programa.
"¿Cu81 debe ser la calidad de la formacidn que
demos a quienes vayan a trabajar en los medios
de comunicacidn? 'I. Esta pregunta, que se les
plantea a los responsables y los profesionales de
los medios de comunicacidn social en todos los
parses, se parece a la mayorfa de las preguntas
de este tipo en el sentido de que s610 se puede
contestar a ella despues de haber hecho otras varias preguntas. ¿De que tipo de sociedad estam o s hablando? ¿Cu81 es la situacidn actual de
los medios de comunicaci6n social? ¿Cu81 es el
sistema de educaci6n del pars? ¿Qu6 tipo de actividades deseamos que realicen los medios de
comunicacidn social para la socjedad?
El mediador-comdcador es quien concibe y
crea el mensaje, selecciona los medios y organiza la comunicacibn. Si no ha recibido una buena
formacidn e instruccidn, es posible que el program a en el que trabaje carezca de toda utilidad, e
incluso que sea contraproducente. Si no hay un
tecnico competente, el mensaje de radiodifusidn
puede no ser adecuadamente oido o visto; a falta
de un buen productor, es posible que no este bien
59
concebido o ejecutado para interesar al pfiblico
al que va destinado esencialmente o para ser comprendido por 81. E n todos los niveles, se requiere una competencia profesional al dra.
L a formacidn presupone lo siguiente: se trata de "un proceso de instruccidn, planificado y
ejecutado con arreglo a una metodologra bien concebida, destinado a ensenar conocimientos tebricos y practicos y tecnicas a la vez particularesy
generales. Persigue la finalidad de desarrollar
el talento del individuo en beneficio maxim0 de 81
mismo y de la instituci6n que le patrocine; como
tal, debe fomentar su propia satisfaccibn, enriquecer y mejorar la eficacia de su base de trabajo y contribuir a que se alcancen los objetivos edutativos y sociales fijados por la comunidad m a s
amplia a la que pertenezca". 1)
Todo plan viable de comunicacidn debe velar
por que las instituciones de enseflanza te6rica puedan aportar al mercado potencial un personal que
tenga una formacidn adecuada a las necesidades
de ese mercado, al paso que las instituciones profesionales deben procurar mejorar y actualizar
los atributos t8cnicos y profesionales que se utilizan en los diversos sectores de la comunicacibn.
Las instituciones de formacidn profesional se pueden definir y estructurar o bien en funcidn de las
diversas disciplinas de la comunicacidn -tales como, por ejemplo: la radio, la televisi&, la prensa, el cine, los modernos medios individualizados,
los medios tradicionales, etc. o como una sola
institucidn de formacidn en materia de comunicacidn que abarque toda esa gama. L a eleccibn dependera del sistema de comunicacidn total de cada pars.
En el contexto del desarrollo a largo plazo
de la comunicacidn social y de las exigencias que
ese desarrollo impondr5 en materia del personal
necesario, es evidente que unas proyecciones realistas de los recursos humanos deben guardar relaci6n con las metas, objetivos y finalidades enunciadas en el plan nacional de desarrollo. E n la
mayorfa de los parses, la formacih, en todos
los niveles, no est6 todavfa relacionada con un
analisis preciso de las necesidades en materia
de personal en el sector de la comunicaci6n. El
reclutamiento para los medios de comunicaci6n
social carece simplemente de las infraestructuras
que existen, por ejemplo, en el sector de la educaci6n o en el de la administraci6n pública.Sigue
siendo preciso enfocar de un modo disciplinado
este problema.
-
habrfa podido imaginar hasta ahora.
L a expansi6n de la capacidad de tratamiento
de la informaci611y la comunicaci6n puede tener
consecuencias sociales incalculablemente beneficiosas, o ir en detrimento de distintos,grupos de
la sociedad, segdn cual sea el rumbo de la aplicaci6n de la tecnologra, la estructura institucional
de los controles de la misma y el medio concreto
en el que vaya a ser introducida. Por esta razbn,
la doble tarea de planificar la direcci6n de la aplicaci6n de la tecnologra de la comunicacidn y de establecer una estructura institucional en la cual su
desarrollo se ajuste a los intereses del público reviste una importancia decisiva.
E n la mayoria de los campos, la nueva tecnologra se concibe fundamentalmente en relaci6n con
sus consecuencias en materia de eficacia econ6mica con una producci6n ampliada. Ahora bien, los
efectos econ6micos directos de la tecnologfa de la
comunicaci6n, aun siendo m u y importantes, pueden constituir uno de los sectores de impacto sobre
la sociedad menos interesantes. Nos hemos enterado m u y tarde que un producto nacional bruto en
constante expansi6n puede traer consigo enormes
costos sociales. E n el sector de la comunicacibn,
los factores exteriores -esto es,las consecuencias
que se producen fuera del estrecho marco analitico del responsable de adoptar las decisiones- pueden empequenecer probablemente los efectos que
se buscaban al tomar unas decisiones econ6micas
concretas. D e ahS que una planificaci6n eficaz de
la comunicacidn deba rebasar la mera previsi6n
global y basica de unos efectos econ6micos directos y cuantificables. Debe tomar tambi6n en consideraci6n los problemas fundamentales relacionados con la estructura concreta de las aplicaciones
tecnoldgicas y evaluar las consecuencias para la
sociedad como sistema total2).
A hora bien, la finalidad de la planificaci6n
econ6mica a este respecto consiste en obtener los
beneficios maximos de la tecnologfa en el menor
tiempo posible. Uno de los metodos de definir el
desarrollo es el que se refiere al gradoenel cual
la poblacidn comprende la Indole de la tecnologfa.
El problema de la transferencia de tecnologfa a
los parses en desarrollo no consiste solamente
en desplazar material y equipo -cualquiera que
sea la razbn o razones para ello- sino tambien
en que los parses en desarrollo y destinatarios se
amolden a la tecnologra y la transaccibn. Se trata de una transaccidn interna. Cada pars tiene
el derecho y el deber de decidir los riesgos que
~
Transferencia de tecnologra, asistencia
exterior y cooperacidn mutua
L a nueva tecnologra de la comunicaci6n presagia
un extraordinario progreso de las posibilidades de
tratamiento y distribud6n de la informaci6n, al facilitarla en un tipo y en una cantidad que nunca se
60
1)
2)
Unesco, The Training Perspective, de Alan
Hancock, National Broadcasting Training
Centre, Kuala Lumpur, 25-29 de junio de
1973, pdg. 5.
Unesco, The Economics of Media Systems,
de William H. Melody, COM-73/CONF. 605/3
b/2, Parrs, octubre de 1973.
va a asumir al introducir una tecnologi'a e incurrir en las consecuencias sociales de esa introduccidn,
L a tecnologia de la comunicacidn es un caso
tfpico y especial. Se ha introducido la televisidn
en muchos paises que careci'an de la competencia
tecnica y de los medios econdmicos necesarios
para utilizarla ampliamente en el sentido geogr8fico o profundamente en el sentido social L a
propia tecnologfa los sistemas de maquinaria
y material- suelen ser el menor de los problem a s inherentes a la introduccidn y desarrollo de
los medios de comunicacidn. L a experiencia ha
demostrado que las verdaderas dificultades se
plantean en lo que cabe calificar de integraci6n
social de la tecnologi'a. La propia tecnologfa tiene una adaptabilidad limitada. Hay que lograr
tambidn la adaptacidn en relacidn con las estructuras socioecon6micas y polrticas tradicionales
del pai's de que se trate. El problema de encauzar y preparar las estructuras existentes para
el cambio necesario es tambidn esencialmente
un problema de comunicacidn.
Antes de efectuar inversiones en la tecnologia y antes de rematar los programas de asistencia exterior, el donante y el destinatario tienen
que determinar cu8les son los problemas que est8 intentando resolver. El pars destinatario habr8 de orientar sus planes de desarrollo con objeto de poder amoldarlos a la ayuda y tecnologiaque
reciba, al paso que los pafses donantes tendran
tambien que definir la finalidad de su prestacidn
de ayuda y dedicar m8s atencidn al modo dptimo
de resolver los problemas concretos de los beneficiarios.
-
L a planificaci6n de la integracidn y desarrollo de los sistemas de comunicacidn, que se logra mediante unas instituciones intermedias y bilaterales y que puede contribuir a producir un
plan viable de desarrollo ordenado y positivo, es
esencialmente una parte de la labor global de planificacidn de la comunicacibn. Hoy en dra, existe un plantel cada vez m 8 s numeroso de planificadores econdmicos y de analistas de sistemas que
tienen amplia experiencia en el proceso de desarrollo. Ahora bien, un ndmero excesivo de pafses en desarrollo y destinatarios de la asistencia
carecen de conocimientos y experiencias relacionados con la planificacidn de la comunicacidn yesto es a menudo el principal callej6n sin salida en
la situa~idnglobal, de la que la transferencia de
tecnologfa y la asistencia exterior y la cooperacidn mutua no son sino una parte.
Al examinar las relaciones entre parses e
instituciones donantes y destinatarios, por lo que
a la asistencia exterior se refiere, parece advertirse la existencia de cuatro principales sectores
de necesidad por parte de los destinatarios, que
hacen que la asistencia exterior resulte esencial:
la falta de recursos humanos disponibles para determinar la planificacidn y las necesidades en m a teria de comunicacidn, para la realizacidn, para
dotar de personal a los servicios e instituciones
de comunicacidn, y la escasez de recursos de capital. En general, parece que los pai'ses destimtarios padecen con harta frecuencia de una combinaci6n de estos cuatro sectores, si bien en ciertos
casos se hace m 8 s hincapie en uno o m 8 s de ellos.
61
Capítulo VI
Conclusión: las políticas de comunicación
y el programa de la Unesco
L a importancia de un enfoque planificado de la comunicacidn en la sociedad y la necesidad de unas
poli'ticas nacionales de la comunicacidn merecieron una atencidn m u y destacada en los debates de
la Conferencia General de la Unesco en su 16a.
reunidn, que autorizd al Director Genera a 'layudar a los Estados Miembros a formular sus poli'ticas relativas a los grandes medios de informacidn". E n esa Conferencia se establecid por primera vez el programa.de la Unesco en este campo.
E n la Introduccidn del programa de la Unesco
para 1973- 1974, el Director General Rene Maheu
escribfa lo siguiente: "La principal idea nueva que
que caracteriza el programa de la informacidn es
la de una poli'tica nacional de la comunicacidn cuya concepcidn original y sus importantes consecuencias se exponen con claridad en la introducci6n al capitulo. La inclusi6n de esa idea en el
Sector termina elmovimiento que, comenzando con
el planeamiento de la educacibn hace doce anos,ha
orientado progresivamente las diferentes partes
del programa hacia la promocidn de una sistematizacidn de los esfuerzos nacionales en las esferas de competencia de la Unesco en funcidn de fines determinados, es decir de una politica que
forma parte integrante de una planificacidn sintetica del desarrollo total. Con ello, el dltimo sector en el que a h no habi'a intervenido la que he
titulado la "asistencia tecnica polfi.ica" se encuentra en lo sucesivo abierto a una accidn en profundidad de la Organizacidn, comparable a la que se
desarrolla en grados diferentes de interiorizacidn
en los.demas sectores. Es evidente que el actual
Proyecto de Programa no constituye sino un prim e r paso en ese sentido y que los progresos serPn lentos y difi'ciles. Pero merece senalarse
p1 hp&n
~.isn?,~
de ese primer I'y"nY s n n J" Y-% = n
trata de una innovacidn que puede tener considerables consecuencias"1).
Solamente han mediado treinta anos entre la
aparicidn de los medios de comunicacidn social
y el arti'culo 19 de la Declaracidn Universal de
71s
62
",ln
Derechos Humanos, que proclam6 unanimemente
el 11 de diciembre de 1948 el "derecho a la libertad de opinidn y de expresidn" como derecho comtín de toda la humanidad.
L a Conferencia de las Naciones Unidas sobre
la libertad de informacidn, celebrada ese mismo
ano, declard que esta libertad era la piedra de
toque de todas las libertades que propugnan las
Naciones Unidas. Esta Conferencia aprobd diversas medidas para contribuir a que tal derecho humano fundamental se concretara en la realidad.
Desde 1948, las Naciones Unidas y la Unesco
han cooperado activamente para promover el pleno goce de la informacidn, como parte de sus actividades en materia de derechos humanos. E n el
pregmbulo mismo de la Constitucidn de la Unesco
se afirma explicitamente la creencia de las potencias firmantes en la "posibilidad de investigar libremente la verdad objetiva y el libre intercambio
de ideas y conocimientos", bas5ndose en lo cual
''resuelven desarrollar e intensificar las relaciones entre sus pueblos, a fin de que estos se comprendan mejor entre si'y adquieran un conocimiento m a s preciso y verdadero de sus respectivas
vidas".
El programa de la Unesco refleja la actual
realidad del mundo en materia de comunicacidn.
Su evolucidn en el plano de la teori'a y de la accidn
-condicionadas por la tecnologi'a,la politica, la
economi'a, etc. - en el plazo relativamente corto
de doce anos pone de manifiesto los progresos y
la evolucidn de la Unesco en este campo.
Para alcanzar su finalidad que es "contribuir
a la paz y a la seguridad estrechando, mediante la
educaci6n, la ciencia yla cultura, la colaboraci6n
entre las naciones", en virtud de su Constituci6n,
luna de 121. primipales f.uncienes de 12 Unesco consiste en contribuir a la "conservaci6n, al progreso y a la difusi6n del saber". L a Unesco ha reconocido siempre la importancia del progreso de los
1)
Unesco, 17 C/5, 1972, pdrr. 31.
conocimientos humanos y la capacidad creadora del
hombre, a la vez en si mismas ycomo contribucibn
indirecta a la paz y a la comprensi6n internacional.
Una de las finalidades Msicas de la Unesco
ha consistido en contribuir al desarrollo de la comunidad internacional de cientfficos, intelectuales
yartistas. Gran parte de su labor ha plasmado
en contribuciones al saber "puro" y a la actividad
creadora de nuestro tiempo,al paso que sus esfuerzos encaminados a promover el progreso de las
ideas, en materia de educaci6n, ciencias exactas
y naturales, comunicaci6n, ciencias sociales y
cultura se han basado en gran medida en estudios
e investigaciones llevados a cabo por la Organizaci6n o directamente fomentados por ella.
Ahora bien, hoy en dia los conocimientos progresan a una rapidez sin precedentes, en muchos
frentes y en todo el mundo. El hombre dispone de
medios necesarios para adquirir, tratar, almacenar y transmitir conocimientos,cuyo enorme poder
y posibilidades no controla siempre plenamente,
del mismo modo que tampoco puede dominar sus
proporciones. Se trata de poderes de los que se
abusa facilmente y que a menudo estan acotados en
unos estrechos limites nacionales. No siemprefecundan la capacidad creadora del hombre, ni tampoco incide Bsta lo suficiente en el actual potencial
de conocimientos. Por ello, la responsabilidad de
la Unesco en materia de fomento del saber y del
espiritu creador es tan grande hoy como lo era
cuando fue fundada, o quizas incluso mas.
El analisis de la fndole y funciones de la comunicaci6n en la sociedad actual es un elemento bBsiCO y decisivo. Esto se deriva del enorme crecimiento de los conocimientosylos datos, publicados
e inBditos, en forma de documentos y de estadfsticas, se trata de un crecimiento potencial que,unido
a los medios ampliados y m a s complejos de transmisi6n y presentaci6n, trae consigo lo que se ha
llamado una "sobrecarga de informaci6n", y que
concierne directamente al intercambio y al modo de
facilitar de modo m B s adecuado esta informaci611 a
los usuarios, es decir, los "servicios de informacibn". El aumento del volumen de la informacidn es
un fen6meno mundial, si bien la distribuci6n de ese
crecimiento es.m u y desigualy existe una demanda
general de establecimiento y desarrollo de sistemas
de informaci611y de servicios de "suministro".
Las tBcnicas que estan siendo estudiadas y
aplicadas requieren un esfuerzo internacional integrado, ya sea desde el punto de vista de la equidad, de la necesidad de un rapido desarrollo en
los paises privilegiados, de la eficacia de las investigaciones aplicadas y de la labor experimental o de la exigencia basica de la humanidad de
que la informaci611 sistematizada de ese modo se
preste a una fBcil distribuci6n e intercambio.
Histdricamente, los medios de comunicacidn
social se han implantado y desarrollado en distintos pafsesy regiones del mundo con arreglo a unas
disposiciones jurfdicas y organizativas m u y diversas y para atender finalidades m u y distintas; tan
s610 en m u y contadas ocasiones ha habido un enfoque aunado del problema de la comunicaci6n considerado en sf mismo. AnBlogamente, desde unas
bases institucionales propias, las distintas disciplinas han improvisado unos sistemas para atender
sus necesidades de informacidn y documentaci61-1,
sin tomar en consideraci6n los problemas m a s generales. Tan s610 en los filtimos años, debido en
gran parte al rapido adelanto de la tecnologfa de la
comunicaci6n y de la informaci6r1,se ha empezado
a reconocer la necesidad de establecer unas polfticas explicitas yuna planificaci6n consciente, coordinadas con la planificaci6n general del desarrollo.
Por esta razbn, la Conferencia General de
la Unesco, en su 18a. reunibn, celebrada a fines
de 1974, incluy6 como una de las cuatro "zonas
de problemas", en torno a los cuales ha de centrarse el programa sexenal de la Unesco, a plazo m e dio para 1977-1982 el de la "comunicaci6n entre
las personas e intercambio de informaci6n". L a
Conferencia General autoriz6 al Director General
a procurar que se preste la debida importancia en
el programa al "fomento de la investigaci6n. ..sobre la aplicaci6n de los derechos.. ., a la informaci6n.. .'' y a "fomentar el desarrollo de sistemas
y servicios de informaci611,con la inclusibn de politicas, infraestructuras, formaci6n, transferencia e intercambio de la informaci6n e instrumentos para interconexi6n de sistemas". Ademas,
la Conferencia sugiri6 que el problema deberfa
referirse al "papel de la comunicaci6n como m e dio de cohesi6n social, incluida la influencia de
las modernas tBcnicas de transmisi6n sobre las
pautas contemporaneas de comportamiento 1).
En una decisi611 analoga, la Conferencia General autoriz6 al Director General a "estudiar las
modalidades y posibilidades de una activa participaci6n en el proceso de la comunicaci6n y a
analizar el derecho a la comunicaci6n.. . y a informar.. . sobre otras medidas que fuere necesario adoptar" 2).
M u y pronto se advertirfi que el examen del
derecho a la comunicaci611 es una cuesti6n clave
en la formulaci6n de las polfticas nacionales e internacionales de comunicaci6n. Se trata de un COEcepto que debe ser cuidadosamente estudiado por
los especialistas del proceso de comunicaci6n, los
planificadores de sistemas de comunicaci611 y los
responsables politicos que se ocupen de problemas
de comunicaci6n. Es muyposible que en la segunda
mitad de este decenio la comunicaci6n, este nuevo
derecho humano, llegue a ser una cuesti6n decisiva
del progreso hacia un desarrollo econ6mic0, social y cultural equilibrado y que constituya la form a de los medios de comunicaci6n del futuro.
1)
2)
Resoluci6n 18 C/lO.1.
Resoluci611 18 C/4.21.
63
Bibliografia y documentación
Alexandrowic, Charles Henry. 'The Law of Global
Communication". Nueva York, Columbia
University Press, 1971.
Australia, Report on the Proposed National Telecommunications Plan. Canberra 1974.
Bagdikian, Ben H. The Information Machines.
Their Impact on Men and the Media. Nueva
York: Harper & Row, 1971.
Canada, Parliament, Senate, Special Committee
on Mass Media. Good, Bad, or Simply
Inevitable, Selected Research Studies.
Vol. III, Ottawa 1970.
Words, Music, and Dollars - a study of the
Economics of Publishing and Broadcasting.
Vol. II, por Hopkins, Hedlin Ltd., Ottawa
1970.
Canada, Telecommission Directing Committee.
Instand World a report on Telecommunication in Canada. Ottawa 1971.
Cherry Colin. O n Human Communication.
Cambridge: Massachusetts Institute of
Technology, 1957.
World Communication: Threat or Promise?
A socio-technical. Approach London: John
Wiley
Sons Ltd., 1971.
Clarke, Arthur C. Report on Planet Three and
other Speculations. Nueva York, Harper
and Row, 1970.
d'Arcy, Jean: "Communications as a Right,
Unfrocking the magicians'' Intermedia,
International Broadcast Institute, NO5 (1974)
psg. 2.
"From Challenge to Cooperation". Saturday
Review. 24 de octubre de 1970.
"The Right of Man to Communicate, International Broadcast Institute and American
Society of International Law, Bellagio (Italia),
20-24 de febrero de 1974.
Gerbner, George; Gross, Larry P.; y Meiody
William H., eds. Communications Technology and Social Policy, Understanding the
New "Cultural Revolution". Nueva York:
-
64
John Wiley and Sons, 1973.
Green Timothy. The Universal Eys. The World
of Television. Nueva York, Stein and Day,
1972.
Hall, Stuart. The Structured Communication of
___
Events. Centre for Culturalstudies University
of Birmingham. (Inglaterra),octubre de 1973.
Halloran,James D. Mass Media and Society: The
Challenge of Research A n Inaugural Lecture,
University of Leicester, (Inglaterra) 25 de
octubre de 1973.
What do we need to know? Are we going to be
able to find out? Trabajo presentado al
International Symposium on Communication:
Technology, Impact and Policy, Annenberg
School of Communication, University Of
Pennsylvania, Filadelfia, 23-25 de marzo de
1972.
Harms, L.S. Intercultural Communication, Nueva
York: Harper and Row, Publishers, 1973.
Japan Management Association. The First International Conference on Communications . Tokyo,
24-26 de octubre de 1972.
Katzen, May. Current British Research on Mass
Media and Mass Communications . University
of Leicester, mayo de 1974.
Lee, John A. International and National Communications. (En prensa).
Lindsay, Robert. The Role of Satellite Communication in Socio-Cultural Development. Trabajo
presentado a la International Studies Association. Nueva York, 16 de marzo de 1972.
Maddox, Brenda. Beyond Babel, New directions in
communications. Londres, Andre Deutsch,Ltd.
1972.
Massachusetts Institute of Technology, Research
Programme of Communication Policy, Report
on First Half Year, Cambridge, 31 de eneru
de 1974.
McQuail, Denis, comp. Sociology of Mass C o m m u nications. Selected Readings. Middlesex.
(Inglaterra), Penguin Books Ltd.,, 1972.
Meyer, Ernest. "Erosion of the People's right to
Know, IPI 1973 press report" IPI Report
(enero de 1974) pBg. 7.
Moses, Charles. "Third World Broadcasters seek
to bridge a gap". Intermedia, International
Broadcast Institute, n"5 (19741, p5g. 8.
Naesselund, Gunnar R. Communication Policies
in Unesco's Programme, Pari's, Unesco,
abril de 1974.
"Problemas internacionales de la televisi6n
por satelite. Un importante debate en la 61tim a Conferencia General de la Unesco",.
El Correo de la Unesco (febrero de 1973)
pagina 21.
Nordenstreng, Kaarle, comp. Informational mass
communication. Helsinki (Finlandia):Tammi
1973.
Pool, Ithiel de Sola. "Policy displacing audiences
as scholars choice", Intermedia, International Broadcast Institute, n"5 (1974)pBg. 14.
Prosser, Michael H., comp. Intercommunication
Among Nations and Peoples. Nueva York:
Harper and Row, 1973.
Richstad, JimA. y Harms, L.S., comps. World
Communication: Population Communication,
Communication Technology, and Communication in the Future. Honolulu: East-West
Center, 1973.
Rivers, William L.; Peterson, Theodore y Jensen,
Jay W. The Mass Media and Modern Society
2a. edicibn, San Francisco, Rinehart Press,
1971.
Rundfunkanstalten der Bundesrepublik Deutschland.
ARD-Jahrbuch 1973. Hamburgo: Hans-Bredow
Institut, 1973.
Samovar, Larry A. y Porter, Richard E. Intercultural communication, a Header Belmont,
California:Wadsworth Publishing CO.,1972.
Schiller. Herbert J. "Freedom fromthe "Free
Flow". World Communication (invierno de
1974). pdg. 110.
"Mass Communication Research on the Poxer
Structures of Society", en Mass Media
Research, Lutheran World Federation,
Ginebra, abril de 1974.
Schramm, Wilbur. "An open letter to MEDIA ASIA
readers". Media Asia. Vol. 1, n"1 (1974).
"Communication Research in the United
States" en The Science of Human Research,
compilado por W. Schramm, Nueva York,1963.
Toffler,-Alvin,-Future Shock. Nueva York:
R a m d o m House, 1970.
Unesco. Broadcasting from Space. Reports and
Papers on Mass Communication, no 60,
Pari's, 1970.
Communication Policies and Planning in Latin
COM 74/CONI?.
America, de Luis R. Belt"
617/2. Reunidn de expertos, julio de 1974.
BogotB, Colombia. Pari's, 14 de diciembre
de 1973.
-
Communication Policies in Hungary, de
Tamas Szecsko y Gabor Fodor, Pari's, 1974.
Communication Policies in Ireland, de John
Stapleton, Pari's, 1974.
Communication Policies in Sweden, estudio
de la Escuela Sueca de Periodismo y escrito
por Lars Fushff, Lenart Jonsson y Lennart
Nilsson, Pari's. 1974.
Communication Policies in the Federal
Republic of Germany, de Walter A. Mahle y
Rolf Richter, Pari's, 1974.5
Communication Policies in Yugoslavia, estudio del Instituto Yugoslavo de Periodismo y
de Miodrag AvramÖric, Stevan Marjanovicy Prvoslav Ralic, Pari's, 1975.
Declaracidn sobre los principios rectores del
empleo de las transmisiones por satelite para la libre circulaci611 de la informaci6n, la
difusi6n de la educacidn y la intensificaci611
de los intercambios culturales,Pari's, 1972.
Educational Broadcasting in Indonesia, de
John Willings y otros. MC/3200/2408.
Yakarta, 14 de agosto de 1970.
Educa-Television, Development and Training,
de John Willings y otros, Pari's, noviembre
de 1969.
Intergovernmental Conference on Cultural
Policies in Asia. SHC/ASIACULT/G. Pari's,
7 de septiembre de 1973.
Conferencia Intergubernamental sobre las
Poli'ticas Culturales en Europa. Informe Final.
3 vols. Helsinki 19-28 de junio de 1972.
Mass Media In Society - The Need for
Research. Reports and Papers on Mass
Communication, n"59, Pari's, 1970.
LOSsistemas nacionales de comunicaci6n.
Algunas opciones y cuestiones de poli'tica.
E. Lloyd Sommerlad. N"74, Parrs, 1975.
News Agencies. Their Structure and Operation.
Pari's, 1953.
The Book Hunger, by Roland Barker and
Robert Ekcarpit, eds. Pari's: Unesco/Harrap.
The Practice of mass communication; Some
lessons from research, de Y.V. Lakshmana
Rao. Reports and Papers on Mass Communication, n"65, Pari's, 1972.
Television traffic - a one-way street. A survey
and analysis of the international flow of television programmes, de Kaarl Nordestreng and
Tapic Varis. Reports and Papers on Mass
Communication, n"70, 1974.
Universities and the study of Mass CommuniL
cation de May Katzen, Pari's, 1975.
World Communications, 5a. ed., Pari's,
Unesco/Gower Press 1975.
University of Ljublijana (Centre for Public
Opinion and Mass Communication Research)
y Unesco. Research Study on 'Content and
Effects of External Radio Broadcasting, de
T o m o Martelanc y otros. Yugoslavia, Pari's 1973
65
University of Tampere. Proceedings of the
Symposium on the International Flow of
Television Programmes, Finlandia, 21 -23
de mayo de 1973.
Varis, Tapio. "Trends in Communication Research''
In Mass Media Research. Lutheran World
Federation, Ginebra, abril de 1974.
Wells, Alan, comp. Mass Media and Society.
66
Palo Alto, California: National Press Books,
1972.
W illings, John. "Communication Res earch.
Policies and Planning (or)Communication
1980 Look Again Before you Leap Into
Space". International Journal of the Press
Research Centre. Krakow.
-
PUBLICACIONES DE LA UNESCO: AGENTES GENERALES D E VENTA
Alemania (República
Federal de)
Antillas Neerlandesas
Argelia
Argentina
Bolina
Brasil
Colombia
Costa Rica
Cuba
Chile
Répública Dominicana
Ecuador
Verlag Dokumentation, Postfach 148, Jaisentrasse 13, 8023 MUNCHEN-PULLACH. “El Correo” edición alemana
solamente :Bahrenfelder Chaussee 160, Hamburg-Bahrenfeld. C P P : 276650.
G.C.T.Van Dorp & Co. (Ned.Ant.) N.V., Willemstad (Curaçao,N.A.).
Institut pédagogique national, I I. rue Ali-Haddad (ex-me ZaAtcha), ALGER. Société nationale d’édition et
de diffusion (SNED) 3, boulevard Zirout-Youcef,ALGER.
Editorial Losada, S.A., Alsina 1131,BUENOSAmm.
Los amigos del libro, casilla postal 4415, LA PAZ; casilla postal 450. COCHABAMBA.
Fundaçao Getúlio Vargas, Serviço de Publicações,caixa postal 2 1 ~ 2 0 ,Praia de Botafogo 188, RIODE JANEIRO
(Guanabara).
Librería Buchbolz Galería, avenida Jiménez de Quesada 8-40. apartado aéreo 49-56, BOOOTÁ; Distrilibros Ltda.,
Pío Alfonso García, carrera 4.ß.n.06 36-119y 36-125, CARTAGENA;
J. GermAn Rodriguez N., calle 17,6-59,apartado
nacional 83, GIRARDOT
(Cundinamarca);Editorial h a d a Ltda. calle I ~ An.o
, 7-37,apartado aéreo 5829,apartado
nacional 931,BOGOTA; Subdepósitos :Edificio La Ceiba. Oficina 804. MEDELLfN. Calle 37, n.Oa 14-73.Oficina 305,
BUCARAMANOA; Edificio Zaccour, Oficina, 736, CALI.
Libren‘a Trejos, S.A., apartado 1313,SAN Josh Teléfonos 2285 y 3200.
Instituto Cubano del Libro, Centro de Importación, Obispo 461, LA HABANA.
Editorial Universitaria, S.A., casilla 10220, SANTIAGO.
Librería Dominicana, Mercedes 49. apartado de correos 656, SANTO DOMINOO.
Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Pedro Moncayo y g de Octubre, casilla de correo 3542.
GUAYAQUIL.
EI Salvador
España
Estados Unidos de
América
Filipinas
Francia
Guatemala
Jamaica
Marruecos
MCxico
Mozambique
Nicaragua
Paraguay
Perú
Portugal
Reino Unido
Uruguay
Venezuela
Librería Cultural Salvadoreña, S.A., Edificio San Martin, 6.’ calle Oriente n.0 118,SAN SALVADOR.
Todas las publicaciones :Ediciones Iberoamericanas, S.A., calle de Oñate 15,MADRID
20; Distribución de Publicacionesdel Consejo Superior de Investigaciones Cientificas,Vitrubio 16,M m R m 6;Librería del Consejo Superior
de Investigaciones Cientificas, Egipcíacas 15. BARCELONA; Unicamente “El Correo” :Ediciones Liber, apartado
de correos 17, ONDÁRROA (Vizcaya).
Unipub, A Xerox Education Company Box 433, Murray H
ill Station NEW YORK, N.Y. 10016.
The Modern Book Co., 926 Rizal Avenue, P.O. Box 632, MANILA.
Librairie de l’Unesco, 7, place de Fontenoy, 75700 PARIS.CCP 12598-48.
Comisión Guatemalteca de Coowración con la Unesco. 6.8 calle 9.27. zona I. GUATEM’ALA.
Sangster’s Book Store Ltd., P.O.‘Box 366, IOI Water Laie, KINGST~N.’.
Todas Ias publicm’ones :Librairie “Aux Belles Images”, 281,avenue M o h a m m e d V, RABAT (CCP68.74).
Onicamenle “El Correo” (bara el merbo docenlei :Commission nationale marocaine Dour l’Unesco. 20. Zen kat
Mourabitine, RABAT
(CCP 314.45):
C I L A (Centro Interamericano de Libros Académicos). Sullivan 31 bis. M ~ X I C
4,OD.F.
,
Salema.& Carvalho Ltda., caixa postal 192, BEIRA.
Libreria Cultural Nicaragiiense, calle 15 de Septiembre y avenida Bolívar, apartado n.o 807, MANAGUA.
Melchor García, Eligio Ayala 1650, ASUNCI~N.
Unicamente “EI Correo” :Editorial Losada Peruana, apartado 472. LMA. Olrur publicaciones :Distribuidora Inca,
S.A., Emilio Althaus 470, Lince, casilla 3115,LIMA.
Dias &Andrade, Ltda., Livraria Portugal,rua do Carmo 70, LISBOA.
H.M. Stationery Office, P.O. Box 569, LONDONS.E. I. g NH. Government bookshops: LONDON, BELFAST,
BIRMINGHAM, BRISTOL,CARDIFF,EDINBURGH, MANCHESTER.
Editorial Losada Uruguaya, S.A., Librería Losada, Maldonado 1092, Colonia 1340, MONTEVIDEO.
Librería del Este, av. Francisco de Miranda, 52, Edif. Galipan. apartado 60337, CARACAS.
[B 81 COM.75/XVII/76S.
ISBN 92-3-301295-6
Descargar