Mariana Morón Usandivaras

Anuncio
Capítulo 109: 883-888
Pues vs. porque en De la anarquía de Alberdi
Mariana Morón Usandivaras
En Víctor M. Castel y Liliana Cubo de Severino, Editores (2010)
La renovación de la palabra en el bicentenario de la Argentina.
Los colores de la mirada lingüística.
Mendoza: Editorial FFyL, UNCuyo.
ISBN 978-950-774-193-7
La renovación de la palabra / 884
Pues vs. porque en De la anarquía de Alberdi
Mariana Morón Usandivaras
Facultad de filosofía y Letras, UBA
Buenos Aires, Argentina
[email protected]
Resumen
El conector pues ha sido estudiado desde diferentes perspectivas teóricas y metodológicas. Si bien
los lingüistas no coinciden en la descripción de algunos de sus usos, en general, convienen en
asignarle dos valores centrales: a) causal y b) consecutivo (Bello, 1972; GRAE, 1931; Alcina Franch y
Blecua, 1991; Gili Gaya, 2000; el Esbozo, 1981; Alarcos, 1994, Galán Rodríguez, 2000; Gutiérrez
Ordóñez, 2000) aunque también se le reconoce un valor "continuativo" (Bello, 1972; Martín
Zorraquino y Portolés, 2000; Porroche, 2003). Enmarcados en la Gramática Cognitiva Prototípica y
basados en los presupuestos de que el hablante busca la correlación una forma/un significado por
claridad y de que la selección de una forma depende de la intención comunicativa del hablante y del
contexto discursivo en el que ésta se inserta, en el presente trabajo se estudiará el uso de los
conectores pues con valor causal versus porque en el ensayo De la anarquía de J.B. Alberdi (1862). A
partir de un análisis cuantitativo y cualitativo, se realizará una descripción del uso de pues
introductor de cláusulas causales pospuestas en contraste con porque (también en posición
pospuesta), atendiendo a los siguientes fenómenos: a) focalización, b) tipos de causa
y c)
continuidad tópica a la derecha.
Introducción
El presente artículo se enmarca en un proyecto de investigación sobre el uso de los conectores
causales en la edición crítico-genética de De la anarquía y sus dos causas principales, del gobierno y
sus dos elementos necesarios en la República Argentina con motivo de su reorganización por Buenos
Aires de J.B. Alberdi (en adelante De la anarquía), que estoy preparando. Enmarcados en el Enfoque
Cognitivo-Prototípico sostenemos que la elección de una u otra(s) estrategia(s) causal(es) responde(n) a
distintas intenciones comunicativas del autor y al contexto de uso. Dado que el Enfoque sostiene que
las formas o estrategias están sistemáticamente organizadas, estudiar las estrategias causales dentro
de una obra de un autor determinado pone en evidencia el papel que cada una de las estrategias o
formas tiene dentro de ese sistema, aportando así evidencia al presupuesto de que la gramática
emerge del discurso.
El objetivo del presente artículo es realizar un primer acercamiento al uso del conector pues con
valor causal en contraste con porque en posición pospuesta. Para ello, se realizará un análisis
cuantitativo y cualitativo del uso de estos conectores atendiendo a los siguientes fenómenos: a)
focalización, b) tipos de causa y c) continuidad tópica a la derecha.
Enfoque teórico
Uno de los presupuestos de la Gramática Cognitiva Prototípica, en el que se asienta el presente
trabajo, es que el hablante busca la correlación una forma/un significado por claridad y de que la
selección de una forma depende de la intención comunicativa del hablante y del contexto discursivo en
el que se inserta. Si Alberdi utiliza dos formas distintas (porque y pues) para expresar la causa, es
porque responden a diferentes intenciones comunicativas y se producen en contextos discursivos
diferentes.
En el marco propuesto por Borzi (2001), sostenemos que las conexiones adverbiales tienen, en
principio, carácter discursivo y que la relación entre las cláusulas son el resultado de los grados de
coherencia existente entre dichas cláusulas. Desde esta perspectiva rescatamos la propuesta de
Matthiessen y Thompson (1988) en la que consideran que la combinación de cláusulas en la oración
refleja la organización discursiva1. Una manera de organizar el discurso y las relaciones interclausales
es la relación núcleo-satélite2: “The Nucleus-Satellite distinction is one wich characterizes the
organization of all of the texts we have analyzed, and wich furthermore seems to be pervasive as a
text-organizing device. We take it to reflect the fact that in any multi-unit text, certain portions realize
the central goals of the writer, while others realize goals wich are suplementary or ancillary to the
central goals” (283).
Esta noción es fructífera para el estudio de las cláusulas causales, en las que el escritor presenta
dos eventos conectados entre sí por una relación de causa-consecuencia; es el hablante el que coloca a
uno de los eventos como centro y al otro como periferia del mensaje según su intención comunicativa.
Decir que un hecho es presentado como periférico no implica que no sea importante; ambos eventos
son discursivamente necesarios e interdependientes, no sólo porque no puede haber causa sin
Castel y Cubo, Editores (2010)
885 / Pues vs. porque en De la anarquía de Alberdi
consecuencia y viceversa sino porque la intención del hablante ha sido establecer dicha relación
acorde a sus fines comunicativos.
Estado de la cuestión
El estudio de las cláusulas causales presenta divergencias importantes, a veces contradictorias,
entre las distintas gramáticas españolas. Las diferencias pueden presentarse en aspectos que afectan
al conector, a la relación sintáctica, al sentido e incluso a la función que la cláusula cumple en la
oración. Desde el punto de vista sintáctico, las causales han sido clasificadas en coordinadas y
subordinadas (GRAE, 1931) subordinadas (Gili Gaya, 2000; el Esbozo, 1981; Hernández Alonso, 1996;
Alarcos, 1994; Galán Rodríguez, 2000; Gutiérrez O., 2000; GRAE, 2009), interordinadas (López
García, 1994), subordinadas y co-subordinadas (Lapesa, 1978) dependiendo de qué autor las esté
considerando.
En cuanto al aspecto semántico, las causales han sido divididas en dos grupos, principalmente: a)
las que indican ‘causa lógica’ y b) las que indican ‘causa real’ (GRAE; 1931), las que expresan causa
del decir y de lo dicho (Bello, 1972), causales de la enunciación y del enunciado (Lapesa, 1978),
causales explicativas y causales puras (Galán R., 2000), causales de verbo del enunciado y causales
de verbo enunciativo (Gutiérrez O., 2000), causales internas y externas del predicado verbal (GRAE,
2009), respectivamente. Cabe aclarar que cada una de estas denominaciones tiene implicancias
teóricas y metodólogicas diferentes, por lo que no son totalmente equiparables entre sí..
Respecto de la función de la cláusula, pueden diferenciarse cláusulas causales en función de
circunstanciales y cláusulas causales modificadoras de la modalidad oracional (Kovacci, 1992),
causales en función de aditamento y causales en función de circunstante (Gutiérrez O., 2000).
En esta breve presentación seleccionamos los planteos de algunos gramáticos de la lengua
española que nos permiten esbozar los problemas fundamentales que presenta el estudio gramatical
de pues con valor causal.
El conector pues ha sido estudiado desde diferentes perspectivas teóricas y metodológicas. Si bien
los lingüistas no coinciden en la descripción de algunos de sus usos, en general, convienen en
asignarle dos valores centrales: a) causal y b) consecutivo (Bello, 1972; GRAE, 1931; Alcina Franch y
Blecua, 1991; Gili Gaya, 2000; el Esbozo, 1981; Alarcos, 1994, Galán Rodríguez, 2000; Gutiérrez
Ordóñez, 2000, GRAE, 2009) aunque también se le reconoce un valor "continuativo" (Bello, 1972;
Alcina Franch y Blecua, 1991; Martín Zorraquino y Portolés, 2000; Porroche, 2003, GRAE, 2009). Si
bien en este artículo no nos detenemos a estudiar la relación sintáctica entre la cláusula causal
introducida por pues y la otra cláusula, hay que tener en cuenta que los gramáticos no concuerdan en
si artribuirle una relación de coordinación (Grae, 1931; Bello, 1972; Alcina Franch y Blecua, 1991,
Portolés, 1989) o de subordinación (Gili Gaya, 2000; Esbozo, 1981; Galán Rodríguez, 2000; GRAE;
2009).
Portolés (1989), Alarcos Llorach (1994) y Galán Rodríguez (2000) estiman que pues con valor
causal solamente puede ocupar la posición pospuesta3. Por otro lado, consideran que porque
precedido de pausa tiene un comportamiento similar al de pues. Galán R. especifica que porque y pues
son intercambiables cuando se presentan simultáneamente las siguientes condiciones: a) el nexo
introduce explicación o hipótesis y b) el hecho causal es información nueva. Para estos tres lingüistas
el uso de uno u otro conector pareciera ser indistinto; si el hablante busca transparencia en su
mensaje y asigna a cada forma un significado, esto es cuestionable.
Portolés, por su parte, agrega que pues introduciría complementos de la enunciación que más que
una causa indican un argumento para concluir lo que se dice en la oración anterior4. Porroche (2002),
en la misma línea, considera que pues causal introduce un argumento para justificar la enunciación
de una conclusión. "El significado “causal” se ofrece como información nueva, añadida a la
suministrada por la enunciación nuclear, lo cual se traduce formalmente en su sistemática
posposición y aislamiento mediante la pausa" (37). Retomaremos en nuestro análisis la intuición de
esta lingüista de que pues no introduce información nuclear sino que es un apoyo para esa
información nuclear.
Goethals (2002), desde una perspectiva totalmente diferente, considera que pues es una
conjunción causal explicativa que introduce siempre información asumida por el locutor. “Decimos
que pues es una conjunción que identifica Q como un acto de habla justificativo que tiene una
dimensión modal y una dimensión interactiva, porque expresa el punto de vista subjetivo del locutor y
debe cumplir las condiciones propias de una aseveración” (137). Nos interesa rescatar la idea de que el
conector introduce un acto de habla justificativo; la explicación expuesta en la cláusula de pues en
algunas ocasiones funciona como una justificación de lo dicho anteriormente, como se observará más
adelante.
GRAE (2009) cataloga a las causales de pues dentro del grupo de las causales explicativas, cuya
característica sintáctica es la posición pospuesta detrás de una pausa y la semántica es que funcionan
como una explicación o justificación del hecho manifestado en la principal: "Las oraciones
Mariana Morón Usandivaras
La renovación de la palabra / 886
introducidas por la conjunción pues [...] constituyen RECURSOS ARGUMENTATIVOS en los que se
omite una PREMISA IMPLÍCITA o un SUPUESTO IMPLÍCITO5" (3464).
De lo expuesto anteriormente, puede concluirse que los atributos de pues con valor causal serían
los siguientes: a) posición pospuesta, b) presentar información nueva y c) introducir la causa como
una explicación o una justificación de lo dicho anteriormente.
Si bien porque no es la forma bajo estudio, considero importante remitir a la propuesta de un
trabajo anterior (Morón U., en prensa) en el que estudio su uso en el mismo corpus escrito. En él
concluyo que el conector porque: a) tiende a la posición pospuesta, b) puede introducir tanto
información conocida como nueva y c) es un focalizador que resalta la causa en el contexto discursivo
en el que se encuentra6.
Análisis del corpus
En la primera edición del ensayo alberdiano se encontraron 17 casos de cláusulas con pues, de los
cuales 15 (82,24%) pertenecen a usos de pues causal7. En primer lugar, analizaremos algunas de
estas últimas cláusulas en relación con el fenómeno de focalización y el tipo de causa que introduce.
Luego, como nuestra intención es describir pues versus porque, analizaremos un ejemplo de porque. Y,
por último, contrastaremos los resultados obtenidos.
Antes de comenzar nuestro análisis, nos parece relevante aclarar que, en el presente artículo,
proponemos dos tipos de causa que son las predominantes en nuestro corpus: a) explicación-tesis y b)
causa-consecuencia8. En el primer caso, la cláusula causal funciona como la explicación o
justificación de un hecho, es decir, sostiene discursivamente lo afirmado en la cláusula precedente (la
tesis) mientras en el segundo caso, un evento es percibido como la causa de otro, que es su
consecuencia, como veremos más adelante9.
A continuación presentamos un ejemplo de cláusula causal introducida por pues.
(1) Cada argentino, cada provinciano tiene en su persona la prueba práctica de lo que sale de su bolsillo para
entrar en la aduana de Buenos Aires. Si todo el vestido que lleva puesto le cuesta veinte pesos fuertes, por ejemplo,
él debe saber que de esa suma quince pesos solamente son el precio que ha pagado al comerciante que trajo esos
géneros de Europa, pues en el país no se fabrican. Los cinco pesos restantes no los ha dado al comerciante, sinó
al Gobierno de Buenos Aires, á quien los pagó por adelantados el comerciante introductor de los géneros, con la
esperanza de hacerse reembolsar por cada argentino que los compre, en el precio que pague por ellos (4).
La información que introduce pues en (1) no es central en la oración, no está focalizada. La
continuidad tópica a la derecha no retoma la cláusula causal sino la información previa, presentada
en la otra cláusula (subrayada). Discursivamente, la información periférica se encuentra en la
cláusula causal y la información central, en la cláusula precedente. En consecuencia, pues no
funciona como un focalizador sino como un conector-sostén, es decir, como un nexo que introduce
una información ancilar que sirve de apoyo a lo que el hablante quiere destacar. En cuanto al tipo de
causa, la relación que se establece entre los conectados es de explicación-tesis puesto que el hecho
presentado por pues es una explicación de un evento particular de la oración: “los géneros son traidos
de Europa”.
(2) EI crédito ó la deuda de Buenos Aires puede ser nacionalizado de un modo por el cual la Nacion se convierta en
deudora de la Provincia de Buenos Aires, sin dejar por eso de entregar sus recursos efectivos para aumentar la
garantía del crédito provincial de Buenos Aires. Tal es lo que sucederia si las Provincias recibiesen el papel moneda
de Buenos Aires, á título de préstamo ó de participacion del tesoro comun. Considerado como valor y prescindiendo
de su calidad, la Nacion recibiria en préstamo lo que es suyo. En su calidad de papel de deuda provincial, la Nacion
recibiendo ese papel se constituiria prestamista de Buenos Aires, pues todo el que recibe papel de deuda
pública, por algun valor que da en cambio, es prestamista de ese valor al Gobierno que ha emitido el papel
(72).
Como en el caso anterior, en (2) se establece una relación de explicación-tesis entre ambas
cláusulas; la causal con pues (en negrita) es una justificación de lo dicho en la cláusula precedente
(subrayada). Lo que el autor quiere comunicar y resaltar es la información expuesta en la tesis (la
Nacion recibiendo ese papel se constituiria prestamista de Buenos Aires), que funciona como el núcleo
informativo de la oración mientras la causal de pues presenta una información satélite. Como en el
ejemplo anterior y en el 100% de las cláusulas de pues con valor causal de nuestro corpus, el nexo
funciona como un conector-sostén. Este conector-sostén tiende a introducir información periférica en
relación con la otra cláusula pero esto no quiere decir que sea menos importante. Si el escritor ha
decidido presentar ese evento es porque discursivamente es relevante. La explicación de la causal con
pues apoya y sostiene lo dicho en la otra cláusula, le da mayor fuerza.
A diferencia de pues, porque es un focalizador que indica al lector que la información que introduce
es relevante y debe centrar su atención en ella, como puede observarse en (3).
(3) Tampoco seria una solucion de la cuestion orgánica el colocar la capital de la Nacion en cualquiera otra ciudad
que no sea la de Buenos Aires, aunque estuviese situada dentro de esa misma Provincia; porque eso seria dejar
en pié las causas principales de la anarquía, á saber, la capital efectiva y el tesoro de las catorce Provincias
en manos de una sola, y al jefe supremo de la Nacion, al Presidente, con menos poder que el Gobernador de
la Provincia poseedora de todo el poder de la Nacion. Donde hay un agente mas fuerte que su jefe, no hay jefe
supremo, no hay Gobierno nacional. (76).
Castel y Cubo, Editores (2010)
887 / Pues vs. porque en De la anarquía de Alberdi
En la oración (3) porque presenta la información nuclear de la oración (en negrita) mientras la otra
cláusula expone una información satélite. La continuidad tópica a la derecha prosigue con lo expuesto
en la cláusula causal. Por lo tanto, porque funciona como un focalizador que le indica al lector dónde
está la información destacada.
En cuanto al tipo de causa que introduce porque en (3), implica una relación de ConsecuenciaCausa: presenta un hecho como causa de otro. Expone un argumento que defiende la tesis propuesta
en la otra cláusula (subrayada). La cláusula causal no es una explicación, funciona como un
argumento más en la línea discursiva; es un argumento a favor de lo dicho anteriormente. De esta
manera contribuye al avance del discurso. Como puede apreciarse en el siguiente cuadro, hay una
estrecha relación entre las cláusulas de porque y la continuidad tópica a la derecha.10
- a la derecha
+a la derecha
Pues
73,33%
26,67%
Porque
30,61%
69,39%
A diferencia de porque, que tiende a introducir argumentos que contribuyen al avance del mensaje,
pues introduce explicaciones que tienen, generalmente, un ámbito de influencia menor, acotado a la
relación entre los conectados. Es decir, la información expuesta en la cláusula de pues sostiene la
presentada en la otra cláusula pero no se retoma luego en el texto.
Conclusión
Este breve análisis muestra que pues se utiliza en contextos discursivos diferentes de los de porque
y que estos conectores responden a intenciones comunicativas diferentes.
En coincidencia con Porroche (2002), consideramos que pues ofrece una información añadida a la
información nuclear que presenta la cláusula precedente. Pues es un conector-sostén, que introduce
información periférica o satélite en la oración, a diferencia de porque, que es un focalizador que
presenta información central. Estas diferencias están en consonancia con el tipo de causa que
manifiestan: explicación-tesis vs. causa-consecuencia.
Pues se distingue de porque también en la relación que se establece entre la información expuesta
en la cláusula causal y el resto del texto. La explicación que ofrece pues sostiene la tesis de la otra
cláusula pero no se retoma luego a la derecha. El ámbito de influencia de pues tiende a limitarse a la
oración en la que se encuentra. Porque, por el contrario, tiene un ámbito de influencia mayor puesto
que el argumento que presenta a favor o en contra de la tesis propuesta en la otra cláusula, suele ser
retomado a la derecha en el desarrollo del texto.
Soy consciente de que el corpus es muy pequeño pero, como se ha explicado en la Introducción, es
el primer paso de un trabajo de investigación más amplio. Esta instancia permite plantear las
hipótesis que serán trabajadas luego en un corpus más extenso compuesto por otras obras de Alberdi
y, de ser necesario, de otros autores de la época.
Notas
1 “Although the clauses are interdependent and stand in a kind of head-dependent relation to one other at some level, there is no
sense in wich one is part of the other. In our discussion of dicourse organization, we will show that the head-dependent
organization is a general characteristic of discourse and will suggest that the grammatical facts of hypotactic clause combining
reflect this kind of discourse organization” (Matthiessen y Thompson, 1988:283).
2 La noción de centro-periferecia en relación con la información discursiva que presentan dos cláusulas relacionadas es
recuperada de una conversación personal con la dra. Borzi.
3 "Este primer grupo de nexos explicativos posee las siguientes características: 1) no admiten la anteposición con facilidad (pues
la rechaza); 2) se construyen con indicativo (salvo las causales hipotéticas); 3) que y pues rechazan la coordinación (copulativa y
disyuntiva), mientras que porque la admite; 4) la pausa entre la oración no causal y el hecho explicativo es obligatoria; 5) el hecho
explicativo B no es conocido previamente, sino que se considera como una causa razonable que explica A (Galán Rodríguez, 2000:
3618). (El subrayado es nuestro).
4 “Ciertamente, en algunas ocasiones el enunciado pues q parece argumentar a favor del enunciado p; ejemplos serían los casos
propuestos por Lapesa con pues en su segundo tipo de subordinación causal:
(35) Pedro dejó el negocio, pues estaba cansado (Lapesa).
(36) El Deportivo marca muchos goles; pues tiene buenos delanteros (Lapesa).
(37) El coche no arranca, pues se le ha descargado la batería (Lapesa).
Pero, en nuestra opinión continúan siendo dos oraciones coordinadas (Pedro dejó el negocio, pues estaba cansado y ~ estaba
jubilado) donde más que negarse el carácter de complemento de la enunciación de pues se puede interpretar también como
complemento del enunciado; lo que deja de suceder en cuanto se modifica la fuerza ilocutiva del primer enunciado” (Portolés, 1989:
122).
5 Las mayúsculas pertenecen al texto original.
6 Para un estudio más profundo del conector porque, cfr. Borzi (2000 y 2008), Marra (2007), Berenguer y Berenguer (2002) y
García (1992), entre otros.
7 Para el presente artículo, se contabilizaron todos los casos de cláusulas causales introducidas por conector en la primera
edición de De la anarquía. Los conectores y locuciones causales encontrados fueron: porque, pues, como, puesto que y en razón de
que. En la tabla 1, se presenta la cantidad de veces que se presenta cada nexo y el porcentaje que le corresponde en relación con el
total de las cláusulas causales introducidas por conector.
Mariana Morón Usandivaras
La renovación de la palabra / 888
Nexos
causales
Cantidad
Porcentaje
Porque
Pues
Como
Puesto que
55
69,62%
15
18,99%
7
8,86%
1
1,26%
en razón
que
1
1,26%
de
Total
79
100%
8 Como nuestra intención no es realizar una tipología sobre las causas lingüísticas en español, remitimos a Borzi (2008) y
Santos Ríos (2001).
9 “El conector porque en estudio, introduce una cláusula que siempre responde a la intención comunicativa del hablante de
refutar o mantener una tesis […] Su funcionalidad es servir como argumento para sostener o refutar la información vertida en la
primera cláusula. Estos fragmentos son los que consideramos argumentativos en oposición a los descriptos en primer lugar que, en
mayor o menor medida, buscan fundamentalmente designar hechos.
Esquematizo el significado de cada tipo causal. El primer subtipo es el que denomina de Causa + Consecuencia. Este grupo está
muy cerca de los hechos, pero la ruptura de la iconicidad lo ubica inevitablemente en un marco argumentativo” (Borzi, 2008: 97).
En los casos de porque encontrados en nuestro corpus predomina este tipo de relación causal; la intención comunicativa de Alberdi
es mostrar cómo los hechos se relacionan entre sí y que uno es causa del otro (consecuencia), como puede observarse en el
siguiente ejemplo: El Gobierno nacional deja de existir en la República Argentina, porque la capital y el tesoro de la Nacion, esenciales
á la formacion de ese gobierno, están convertidos en propiedad y uso exclusivo de una sola de sus catorce Provincias, la de Buenos
Aires (2).
10 En el cuadro se han medido en forma separada las cláusulas de pues con valor causal y las cláusulas de porque pospuesto. Los
resultados corresponden al 100% de los casos encontrados en el corpus. En la primera columna (- a la derrecha) se mide la
información presentada en la cláusula causal que no se retoma luego en el discurso mientras en la segunda (+ a la derecha) aquella
que, de una forma u otra, el hablante recupera y utiliza en las oraciones siguientes.
Referencias
Alarcos Llorach, Emilio (1994) Gramática de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe.
Alberdi, Juan Bautista (1862) De la anarquía y sus dos causas principales, del gobierno y sus dos elementos
necesarios en la República Argentina con motivo de su reorganización por Buenos Aires. Besanzon: París.
Alcina Franch, José y Blecua, José M. (1975) Gramática española. Barcelona: Ariel.
Bello, Andrés (1972) Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos. Caracas: Ministerio de
Educación.
Berenguer, Josefa y Berenguer, Liliana (2002) “Los nexos causales 'como' y 'porque' en la voz del narrador”.
Hispanismo en la Argentina: en los portales del siglo XXI 5: 129-135.
Borzi, Claudia (2000). “Las construcciones causales y la construcción del discurso”. Revista de la Sociedad
Argentina de Lingüística: 1-24.
Borzi, Claudia (2001) "Coordinación y subordinación: zonas de una ojiva". En Elvira N. de Arnoux y Ángela Di
Tullio eds. Volumen Homenaje a Ofelia Kovacci. Buenos Aires: EUDEBA: 91-112.
Borzi, Claudia (2008) “Tipos de causas introducidas por porque”. Espacios 3-4: 89-102.
Diver, William (1995) “Theory”. En Ellen Contini-Morava y Barbara S.Goldberg eds. Meaning as Explanation:
Advances in Linguistic Sign Theory. Berlin: W. de Gruyter: 43-114.
Galán Rodríguez, Carmen (2000) "La subordinación causal y final". En Bosque, Ignacio y Demonte Violeta, eds.
Gramática descriptiva de la lengua española III. Madrid: Espasa Calpe: 3597-3641.
García, Érica (1992) "Por qué como o porque". Nueva Revista de Filología Hispánica XL-2: 599-621.
Gili Gaya, Samuel (2000) Curso superior de sintaxis española. Barcelona: Vox.
Goethals, Patrik (2002) Las conjunciones causales explicativas españolas ‘como’, ‘ya que’, ‘pues’ y ‘porque’. Un
estudio semiótico-lingüístico. Leuven: Peeters.
Gutiérrez Ordóñez, Salvador (2000) “Causales”. Boletín de la RAE Nº80: 47-159.
Hernández Alonso (1996) Gramática Funcional del español. Madrid: Gredos.
Hopper, Paul J. (1998) “Emergent Grammar and the A Priori Grammar Postulate”. En Deborah Tannen, ed.
Linguistics in Context: Connective Observation and Understanding. Ablex: Norwood N°5:117-134.
Huffman, Alan (2001) “The linguistic of William Diver and the Columbia School”. Word, 52-1: 29-68.
Kovacci, Ofelia (1992) El comentario gramatical II. Teoría y práctica. Madrid: Arco/libros.
Lapesa, Rafael (1978) "Sobre dos tipos de subordinación causal". En Estudios ofrecidos a Emilio Alarcos Llorach III.
Oviedo: 173-205.
López García, Ángel (1994) Gramática del español 1. La oración compuesta. Madrid: Arco/libros.
Marra, Leonor (2007) El uso de las cláusulas causales y sus conectores en lengua escrita. Inédita. San Juan:
Universidad de San Juan.
Matthiessen, C. y S.A. Thompson (1988) “The Structure of Discourse and ‘Subordination’ “. En Haiman, John y
Sandra A. Thompson eds. Clause combining in grammar and discourse. Ámsterdam-Filadelfia: John
Benjamins: 275-329.
Morón Usandivaras, M. (en prensa) “Una aproximación al uso de porque en el discurso alberdiano”. En Actas del I
Simposio de la AALCO, Mendoza, Argentina.
Porroche Ballesteros, Margarita (2002) “Las llamadas conjunciones como elementos de conexión en el español
conversacional: pues/pero”. Círculo de Lingüística Aplicada a la Comunicación Nº9, Madrid: 35-54.
Portolés, José (1989) “El conector argumentativo pues”. Dicenda Nº 8: 117-133.
Real Academia Española (1931) Gramática de la Lengua Española. Madrid: Espasa-Calpe.
Real Academia Española (1981) Esbozo de una nueva gramática española. Madrid: Espasa-Calpe.
Real Academia Española (2009) Nueva Gramática Española. Madrid: Espasa-Calpe.
Santos Río, Luis (2001) "Clases de causas pertinentes en lingüística". En M. Casas Gómez dir., L. Escoriza Morera
(ed.) VI Jornadas de Lingüística. Universidad de Cádiz, España: 193-228.
Zorraquino, M. Antonia y José Portolés (2000) “Los marcadores del discurso”. En Bosque, Ignacio y Demonte
Violeta, eds. Gramática descriptiva de la lengua española Vol. III. Madrid: Espasa Calpe; 4051-4213.
Castel y Cubo, Editores (2010)
Descargar