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LA DEMOCRACIA Y EL REFORMISMO:
ACTUALIDAD DE EDUARDO BERNSTEIN (*)
Susana Vázquez (**)
PERSPECTIVA Y CONTEXTO HISTÓRICO
Los tres últimos siglos han finalizado con grandes acontecimientos ocurridos
en Europa y en América, pero de proyecciones mundiales, que han revestido un
enorme significado para la Historia de las ideas. Naturalmente nos estamos refiriendo:
Primero, a las revoluciones de fines del XVIII, norteamericana (1763-1783) y
francesa (1789-1799) con sus experiencias institucionales, políticas y sociales, notoriamente influyentes sobre las revoluciones liberales del siguiente siglo: 1820,
1830 (con variable acento nacionalista según el país) ya la culminación de las
mismas en la "primavera de los pueblos" de 1848, abortada luego de sus fulgurantes
éxitos, en los que estuvieron ya presentes demandas socialistas, especialmente
en la parisina.
Paralelamente, los cambios tecnológicos y la revolución demográfica habían
permitido el desarrollo industrial y el crecimiento de las fuerzas del cambio (clases medias y proletariado) que gradualmente accedían al sufragio ya la educación (hombres, aunque aparecían ya algunas ilustradas pioneras representantes
del feminismo), se organizaban sindicalmente y encuadraban su acción en partidos políticos de masas, en la segunda mitad del siglo, volcándose en general hacia
las propuestas socialistas o anarquistas, por no encontrar respuestas adecuadas a
sus demandas de justicia y equidad en el liberalismo.
Segundo: Las dos últimas décadas del siglo XIX fueron igualmente agitadas,
preanunciándose los grandes problemas del XX; los historiadores hablan del "largo siglo XIX" que terminaría en 1914.
(*) Eduardo Bernstein, 1850-1932
(**) Profesora Agregada de Historia
de las Ideas en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República. Integrante del equipo asesor de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos
de la Universidad de la República. Integrante del Grupo Derecho y Género de la misma Facultad.
Susano Vázquez
Después de la derrota de la Comuna (1870171), especialmente luego de 1880
, fue claramente perceptible, aunque con variables determinadas por cada realidad nacional, la transferencia del poder a los Estados: fortalecimiento de los partidos políticos y de los parlamentos, y consiguiente marcha hacia la democracia
por la gradual generalización del sufragio masculino (Alemania y Francia en 1871),
crecimiento de la organización y acción sindical (a nivel nacional e internacional)
exigiendo al estado liberal leyes laborales que permitieran distribuir entre los
obreros las ganancias acrecentadas del capital monopólico (en Alemania los obreros sindicalizados ganados para la socialdemocracia nucleaban en 1912250.000
mil afiliados); leyes sociales estableciendo sistemas de seguros por enfermedad y
paros, y reglamentando el trabajo de niños y mujeres.
En la esfera internacional el período se caracterizó por el aumento de la
carrera imperialista hacia 1900, impulsada por la presión de los capitales metropolitanos (si seguimos las teorías de Hobson, Hilferding, Luxemburgo y Lenin,) o
por las ambiciones patrióticas (Chamberlain, Ferry, etc.) especialmente en aquellos países con nacionalismos "irredentos".
El ingrediente racista presentado como "misión del hombre blanco" justificó
la expansión imperial y la conquista del mundo por las principales naciones europeo-occidentales: 35 millones de personas dejaron el continente europeo. La "paz
armada" tuvo permanentemente la guerra en su horizonte.
Fue en este contexto histórico de aparente estabilidad interna e internacional, pero de grandes tensiones sociales y políticas, en medio de la opulenta riqueza de sus estratos superiores, hechos posibles también por el "boom" de la raza
blanca europea ,es que se producen cambios sustanciales dentro de la sociedad
europea, que Bernstein tuvo presentes para revisar la estrategia y la práctica
marxistas (como desarrollaremos más adelante): de 180 millones de personas en
1800 se pasó a 423 millones en 1900, y a 460 en 1914; la población devino urbana
yen Inglaterra la rural disminuyó hasta un 12% del total, en Alemania ésta pasó
en la misma época a representar sólo un 38% y en Francia un 56%.
Europa desarrolla un proceso de crecimiento sostenido a un ritmo sin precedentes." El producto bruto per cápita de estos países era de dos a tres veces
superior al obtenido en los países subdesarrollados de África o Asia, en torno a
1950. Los europeos ya estaban adelantados con respecto al resto del mundo (1).
Pero el mito de una sociedad con una felicidad generalizada es válido sólo
para la élite dirigente, en la que confluyen poder económico, prestigio social y
cultura, producto final de la simbiosis operada entre la sociedad del antiguo régimen y las nuevas fuerzas sociales del cambio. Pero si bien era una sociedad
rigurosamente estratificada, conservaba aún permeabilidad para posibilitar en el
(1) Gilbert Garrier (dirección)- La dominación del capitalismo. 1840-1914 T. 4 en Pierre
Léon " Historia Economica y Social del Mundo". Encuentro Ediciones. Madrid 1978 (la.
Reimpresión y traducción) El cap. 1 Los hechos demográficos, constituyen un excelente estudio
de los cambios en la población europea.
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La democracia y el reformismo: actualidad de Eduardo Bernstein
curso de una generación el ascenso social de los "más aptos", siguiendo los conceptos en boga de cuño evolucionista y positivista.
"La sociabilidad moderna, al hacer prevalecer cada vez más la vida industrial, debe secundar poderosamente la gran revolución mental que eleva hoy definitivamente nuestra inteligencia del régimen teológico al positivo" (Comte).
La posibilidad del estallido revolucionario, inminente hacia 1870 disminuyó,
debido al cambio de mentalidad de los obreros que, mayoritariamente en el caso
alemán e inglés, se inclinaron hacia una estrategia reformista, estimulados por
el gradual aumento de los salarios (en Inglaterra ascendieron un 40%), la legalización de los sindicatos y la extensión del derecho de huelga gradualmente en
toda Europa occidental, y finalmente, la mejora de las leyes sociales estableciendo la jornada universal de trabajo de 10 horas por ley de 1878.
A partir de 1880 fue claro que en Europa las posibilidades revolucionarias se
habían transformado por los cambios demográficos, económico-sociales y culturales. Fue también visible para los partidos en el poder (de cuño liberal, más allá
de los matices nacionales en la Europa accidentaD, la necesidad de mantener o
ganar adeptos, frente a los avances del sufragio y del poder sindical.
Tuvo que ver también la pérdida de homogeneidad de la clase obrera, por la
especialización de importantes sectores de trabajadores de mayor nivel cultural
por la extensión de la educación pública, que crearon una especie de "aristocracia
obrera" y por la división del trabajo operada por el proceso de racionalización
creciente. En el caso alemán, como veremos seguidamente, las reformas de
Bismarck en el sistema de seguridad social incidieron notoriamente.
Los cambios en la mentalidad obrera, especialmente en el caso de los trabajadores calificados y en la de los sectores de clase media en ascenso (oficinistas,
servicios, etc.) incidieron directamente en los revisionismos operados después de
los 90, en las grandes corrientes ideológicas de la época. Liberales, marxistas e
iglesia católica introducen en sus programas propuestas que buscan dar respuesta a las nuevas demandas de la sociedad finisecular.
La palabra revisionismo goza de mala prensa (procuraremos luego aclarar
por qué), especialmente en el caso del revisionismo efectuado por Bernstein
sobre la doctrina marxista. Por ello consideramos conveniente realizar previamente algunas reflexiones de carácter lingüístico. Las palabras revisionismo y
revisionista derivan de revisar y revisión (en latín re videre y revisio) que significan "mirar nuevamente" y "nuevo examen escrutador".
Expresa Horst Heimann: "En el movimiento socialista, el revisionismo puede referirse a diversos ámbitos de la teoría, como por ejemplo a los objetivos, a la
teoría social, a la estrategia política. Puesto que Bernstein no revisó los objetivos
fijados por el socialismo, su revisionismo se refiere fundamentalmente a la teoría
social y a la estrategia política. En la revisión de la teoría social no se trata de
acomodar la teoría a la práctica, sino a la realidad social ..." (Bernstein) "revisó"
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Susana Vázquez
esas teorías porque llegó a la conclusión de que no correspondían a la realidad
social alemana del momento, ni a las tendencias de su desarrollo, y (por tanto) la
estrategia revolucionaria no era la más apropiada para realizar los propósitos
socialistas" (2).
El liberalismo también revisó sus propuestas. Su programa acusó las críticas
provenientes de las izquierdas y abandonó (aunque no todos los liberales estuvieron contestes) el concepto negativo del "estado juez y gendarme", sustituyéndolo
gradualmente, en medio de profundas discusiones entre sus seguidores, por el
del estado benefactor que repartiría "amenidades" (Chamberlain) para prevenir
la posible y anunciada (desde 1848) revolución social.
Hobhouse (1864-1929) publicará en 1911 "Liberalismo", obra significativa para
la concepción de un revisionisno liberal de cuño progresista, retomando la línea
de Stuart Mill: la libertad vista como resultado de la organización social, que
mediante la educación reconciliaría la libertad y la felicidad individuales con las
de la comunidad.
El ritmo de los procesos de cambio del sistema productivo fue diferente entre
los propios países avanzados, sus sociedades respondieron en forma igualmente
diferente. Las estrategias políticas utilizadas por los distintos partidos europeos
lo fue igualmente. Más allá de la descripción de procesos que no corresponde
hacer en el presente artículo por falta de espacio, fue evidente que en cada realidad nacional se modificó la transferencia del poder al Estado en función de las
transformaciones de su estructura social.
La Iglesia católica no quedó al margen de los cambios ideológicos. Analizando
el camino recolTido entre la Sylabus Errorum (1864) del pontificado de Pío IX, a la
Rerum Novarum (1891) de León XIII, vemos aparecer otro lenguaje. En la última
el hombre es el centro de la encíclica y la función del estado es ayudarlo (principio
de subsidiariedad) para lograr la necesaria armonía entre ley divina, ley natural y
ley civil. Frente a los empresarios capitalistas, se esgrimió el principio de la caridad cristiana. Pero no más, aún reconociendo que el Estado debía empezar a legislar porque la Iglesia no podía ser indiferente fi'ente a la injusticia social.
LA SOCIALDEMOCRACIA Y LOS SINDICATOS ALEMANES
En 1863 Lasalle había fundado la Asociación General Alemana de Trabaj adores (ADAV) y en 1869 Bebel el Partido Obrero Social Demócrata, que se dio un
programa marxista en el Congreso de Eisenach, inspirado en las directivas de la
primera Asociación Internacional de Trabajadores (AIT). El mismo tenía amplias
reivindicaciones democráticas. Las discrepancias con Lasalle derivaban fundamentalmente de sus divergencias en relación a la actitud que debía tener el movimiento sindical respecto al gobierno nacional.
(2) Heimann, Horst. Textos sobre el Revisionismo. La actualidad de Eduard Bernstein. Pág.
27,28 passim. Nueva Sociedad. Ed. Nueva Imagen, México, 1982 (1" en español).
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La democracia y el reformismo: actualidad de Eduardo Bernstein
Consumada la muerte de Lasalle y culminada la unidad alemana en 1870, se
produce la unión de los dos partidos en el Congreso de Gotha (1875) como fruto de
una transacción. El partido pasa a denominarse Partido Socialista Obrero de Alemania. Su número de adherentes y su combatividad frente a los objetivos bismarckianos, determinó la votación de las "leyes de excepción" contra el mismo: estuvieron vigentes de 1878 a 1890 y se cumplieron en un clima de fuerte represión
que provocó el exilio de sus principales dirigentes. Estos impulsaron desde Suiza
la publicación del periódico "La Social-Democracia".
El exilio de Bernstein fue en Londres, estableciéndose entonces una gran amistad con Engels: es notoria su influencia sobre Bernstein , especialmente la del
Prólogo a la lucha de clases en Francia. Igualmente el influjo de los socialistas
ingleses (fabianos) en la elaboración de algunas de las críticas que llevarán a
Bernstein, luego, a revisar la estrategia marxista. Es evidente también la importancia que tuvo el conocimiento de la trayectoria del movimiento socialista inglés.
En 1890 con el ascenso del nuevo emperador Guillermo II y la caída de
Bismarck se produce un cambio en la orientación política y el nuevo gobierno
determina el levantamiento de las leyes de excepción contra el partido. Los resultados de las elecciones denotaron el cambio operado en la economía y en la
sociedad alemana después de 12 años: la Social Democracia Alemana (nombre
que adoptó el partido en esa coyuntura y que mantiene hasta la actualidad) que
en 1881 había reunido 312.000 votos, elevó su caudal electoral en 1891 a 1.427.000
votantes. (Once años después, luego de la crisis revisionista, al triunfar a nivel
sindical las posturas bernstenianas, ese número se elevará en 1912 a 4.250.000 )
En el Congreso de Erfurt (1891) la SPD se dio un nuevo programa marxista,
adecuándose al nuevo régimen legal. El partido abandonó la clandestinidad y se
incorporó a la lucha política, procurando atraer a un nuevo tipo de votantes: en
1871 en Alemania se había establecido -como ya se dijo- el sufragio universal
masculino, se había efectuado en 1879 una interesante reforma fiscal que apuntó
a un criterio más distributivo de la riqueza, se habían votado ya algunas leyes
sociales de carácter progresista como el seguro por enfermedad (1883) y, dato no
menor para la vida y el diseño de la estrategia política: la extensión de la educación había hecho disminuir el analfabetismo a menos del 5%.
El impresionante éxito electoral logrado en 1891, confirmó que el partido
había elegido el camino adecuado. Su programa, que se reiteró marxista en el
Congreso de Erfurt, como años antes en Gotha, provocó, no obstante ello, críticas
aceradas de Engels a ambos (Marx ya había muerto en 1883, su duro
cuestionamiento había sido al programa de Gotha). Al respecto señala Jacques
Droz: "....el Partido Social Demócrata que adquirió su madurez y su independencia en 1875, fijó su programa de acción no según los pontífices de Londres, sino
según sus propios intereses. En efecto, era un partido democrático y social, que
sólo se parecía remotamente a los proyectos que Marx tenía para Alemania" (3).
(3) Droz, Jacques, director. Historia General del Socialismo. T.
Destino Libro. Barcelona, 1984.
n. Parte
1". De 1875 a 1918
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Susana Vázquez
EL REVISIONISMO DE EDUARDO BERNSTEIN
La llamada "crisis revisionista" estalló cuando Bernstein planteó sus tesis en
el Congreso de Stuttgart (1898). Desde hacía unos años venía haciendo conocer
sus puntos de vista en la revista teórica "Nuevo Tiempo". Entre 1896-1899 escribió "Problemas del Socialismo", en 1899 "Las premisas del Socialismo y las tareas
de la Socialdemocracia" y "Socialismo teórico y social democracia práctica".
Efectuando un análisis histórico comparativo, puede afirmarse que la marcha hacia la democracia fue más difícil en Alemania, debido a las circunstancias
históricas que Marx ya había señalado en el Prólogo a la Crítica de la Filosofía del
Derecho de Hegel (1844) cuando hablaba del "atraso histórico" de Alemania (4). El
estado seguía dominado por la clase terrateniente y militarista de los junkers,
sustento del gobierno prusiano, más allá de una industrialización desarrollada a
un ritmo mucho más rápido que el de los países noroccidentales de Europa. En
esta obra, Marx expresa que el cambio en Alemania sólo será posible mediante
una revolución radical, total, "por una clase a la que le resulte imposible apelar a
ningún título histórico, y que se limite a reivindicar su título humano" ... "finalmente, que no pueda emanciparse sin emanciparse en el resto de las esferas de la
sociedad y, simultáneamente, emanciparlas a todas ellas; que sea, en una palabra,
la pérdida completa del hombre. Esta descomposición de la sociedad, en cuanto
clase particular, es el proletariado" ... "La filosofía no puede llegar a realizarse sin
la abolición del proletariado y el proletariado no puede abolirse sin la realización
de la filosofía".
Las discusiones en torno a estrategias políticas se daban en toda Europa. En
Francia, luego de lograrse en 1884 la Ley de reconocimiento de los sindicatos y la
creación de la Central General de Trabajadores en 1895 con su carta definitiva en
Montpellier (1902), estalló la gran polémica en el Congreso de Amiens (1906), en
el que, con fuerza, apareció un nuevo ingrediente desde el punto de vista ideológico. En 1908 George Sorel publicaba "Reflexiones sobre la violencia" que daría un
firme sustrato al anarco sindicalismo y a la acción directa: la huelga general,
según el autor, como el mito que mantendría el elam revolucionario y la violencia como recurso político eficiente, frente al "cinismo" de las prácticas parlamentarias socialistas.
(4) "Nos preguntamos: ¿Puede llegar Alemania a una práctica a la hauteur des principes, es
decir a una revolución que la eleve, no sólo al nivel oficial de los pueblos modernos, sino a la
altura humana que habrá de ser el futuro inmediato de esos pueblos?... "Evidentemente, el arma
de la crítica no puede sustituir a la crítica de las armas, que la fuerza material tiene que derrocarse
mediante la fuerza material, pero también la teoría se convierte en poder material tan pronto
como se apodera de las masas..... Pero Alemania no ha escalado simultáneamente con los pueblos
modernos las fases intermedias de la emancipación polítca..... En Alemania no puede abatirse
ningún tipo de servidumbre sin abatir todo tipo de servidumbre en general. La meticulosa
Alemania no puede revolucionar sin revolucionar desde el mismo fundamento.La emancipación
del alemán es la emancipación del hombre. La cabeza de esta emancipación es la filosofía, su
corazón es el proletariado" Contribución a la Crítica ... págs. 30 a 37 passim en Carlos Marx.
Ficha de Historia de las ideas. F.C.U. Montevideo.
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La democracia y el reformismo: actualidad de Eduardo Bernstein
Puede verse como el irracionalismo, ya ingresado en algunas posturas filosóficas de la época, hacía su entrada al campo de la política, donde encontraría
ocasión de manifestarse en el sangriento siglo XX.
Seguidamente procuraremos analizar los fundamentos de la crítica que realiza Bernstein a la teoría y a la práctica marxista sin renegar, en ninguno de sus
escritos, de la misma. Por razones de claridad expositiva iremos sucesivamente
analizando las obras en las que con mayor fuerza el autor expuso sus argumentos.
Carta a la Convención de Stuttgart (1898)
En la misma expresa su nueva visión del marxismo. Trata de la defensa que
necesariamente debió hacer "ante una errada interpretación de (sus) argumentos
y de las conclusiones equivocadas que de ellos se extraigan". Explica que, frente a
la tergiversación que se ha hecho de sus expresiones contenidas en la serie Problemas del Socialismo, habiéndosele imposibilitado la concurrencia a la Convención, se ve en la necesidad de enviar esta misiva, porque "el voto de una asamblea, por alto que sea su nivel, no puede hacerme abandonar las opiniones a las
que he llegado mediante el análisis de los fenómenos sociales." ... "Se ha afirmado
desde ciertos sectores que, en la práctica, la conclusión de mis artículos sería la
renuncia a la conquista del poder político por el proletariado organizado política y
económicamente. Esta es una conclusión absolutamente arbitraria y cuya
veracidad niego en forma categórica... "
"Me he opuesto a la idea de que nos encontramos ante un próximo
derrumbe de la sociedad burguesa ... El pronóstico formulado en el Manifiesto Comunista sobre el desarrollo de la sociedad moderna era acertado
en lo que se refiere a la caracterización de las tendencias generales de
este desarrollo. Pero estaba equivocado en diversas conclusiones específicas, y sobre todo en la estimación del tiempo que requería esta evolución".
Recuerda que Engels (muerto en 1895) en el prólogo de La lucha de clases en
Francia ya había reconocido el error que habían operado -él y Marx- en el cálculo del tiempo que llevaría la crisis del sistema capitalista (5). Afirma Bernstein:
"El empeoramiento de las condiciones sociales no se ha producido en la forma
prevista en el Manifiesto ... El número de los propietarios no ha disminuido, sino
que ha aumentado ... Los estratos medios cambian su carácter, pero no desaparecen de la jerarquía social". Se extiende sobre el crecimiento de las sociedades
anónimas que facilitan este proceso.
(5) Engels en carta a Bloch fechada en Londres en setiembre de 1890 también había debido
aclarar a los discípulos ortodoxos del marxismo, que "oO. Según la concepción materialista de la
historia, el factor que en última instancia determina la historia es la producción y la reproducción de la vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca más que esto. Si alguien lo tergiversa
diciendo que el factor económico es el único determinante convertirá aquella tesis en una frase
vacua, abstracta, absurda".
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Susana Vázquez
En el dominio político, el progreso de las instituciones democráticas, es un
hecho en todos los países avanzados y merced a la presión siempre creciente del
movimiento obrero, "se ha iniciado una reacción social a las tendencias explotadoras del capital... " Pero, mientras más se democratizan las instituciones
políticas de las naciones modernas, más disminuyen la necesidad y las
ocasiones de grandes catátrofes políticas. Resume: la socialdemocracia avanzará mucho más por la vía legal que por la ilegalidad y el "golpe de mano político".
"Nadie ha puesto en duda la necesidad de la conquista de la democracia para la
clase obrera. Lo que se ha discutido es la teoría del derrumbe y el problema
de si, con el actual desarrollo económico de Alemania y el grado de madurez de su
clase obrera en la ciudad y el campo, es o no conveniente para la socialdemocracia
una catástrofe repentina".
De esta manera, llegamos al centro de las tesis del autor: Bernstein no
cuestiona los objetivos fijados por el socialismo: justicia y democracia
social, pero frente a los nuevos datos de la realidad social alemana, revi·
sa la teoría en relación a tres puntos o ideas concretas: 1) la proximidad
o inmediatez de la crisis del sistema capitalista. 2) la idea de la
pauperizaciónn creciente de las clases. 3) la idea del derrumbe como
hecho ineluctable.
La revisión de estos tres puntos fundamentales de la teoría marxista,no le
hacen renegar del marxismo, no le hacen abdicar en relación a los objetivos de la
lucha socialista, sí le llevan a revisar la estrategia política de la socialdemocracia.alemana. "Y porque estoy firmemente convencido de que no es posible saltar
etapas importantes para el desarrollo de los pueblos, doy la mayor importancia a
las próximas tareas de la socialdemocracia, a la lucha por los derechos políti-
cos de los trabajadores, a la actividad política de los obreros en el municipio y la comuna en beneficio de los intereses de su clase, así como a la
obra de organizarlos económicamente. En este sentido es que escribí la
frase en que señalo que para mí el movimiento lo es todo, y nada lo que
comúnmente se denomina meta final del socialismo."
Problemas del Socialismo (1899, la. ed. en alemán 1904)
Basándose en los datos del Censo industrial prusiano de 1895, propone revisiones en la estrategia del partido. El desarrollo de los transportes y de las comunicaciones, la generalización del sistema crediticio, la proliferación de sociedades
anónimas, la ampliación del mercado mundial, las positivas intervenciones estatales en la economía, la nueva legislación social, etc. objetivamente demuestran
el aumento de la clase media. La sociedad no se polariza, no se simplifica, sino
que en Alemania crece el número de propietarios en términos absolutos,y relativos, aumentan gradualmente los salarios y el nivel de vida. Y, sobre todo, aparecen nuevos sectores de clase media, los oficinistas y el sector servicios; la lucha
sindical por mejores salarios, no favorece por momentos la unidad de la clase
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La democracia y el reformismo: actualidad de Eduardo Bernstein
obrera, porque, además, el acelerado desarrollo industrial alemán ha complejizado
la estructura social.
Señala Bernstein que estos datos necesariamente deben ser tenidos en cuenta cuando se trata de diseñar la estrategia política, pero se conduele que dentro
del partido hayan ''jóvenes'' que en realidad son viejos, porque siguen aferrados a
viejos "slogans"...:
"No es una paradoja sino un hecho frecuentemente observado, que el revolucionarismo doctrinario sea internamente tan conservador, como el doctrinarismo
de los ultrareaccionarios. ... Si los hechos son demasiado evidentes como para
poder negarlos rotundamente, son atribuidos a todas las casualidades posibles
excluyendo sólo sus reales causas. Naturalmente, pues cuando la doctrina se
convierte en capricho -y hay Don Quijotes del derrumbe, así como los hay de la
legitimidad- su adepto nunca podrá reconocer que algo esencial ha cambiado en
sus premisas".
Los datos del censo mencionado demostraban que la concentración de las
empresas se daba en el sector propiamente industrial, pero al mismo tiempo
evidenciaba que "las pequeñas empresas y dentro de éstas, las mayores (3 a 5
empleados) mostraban un crecimiento en términos absolutos y relativos. Las medianas empresas tampoco muestran inclinación a desaparecer del escenario, más
bien aparecen como una falange casi inconmovible".
"El progresivo desarrollo de la sociedad no hace más probable sino
más improbable un derrumbe absoluto, aproximadamente simultáneo, del
actual sistema de producción. ¿Se puede vivir entonces esperando "la revolución"?
Tras destacar que en el Manifiesto Comunista y en los demás escritos de
Marx y Engels redactados en la misma época, los autores nunca cerraron sus ojos
a las realidades, señala que "en 1848 no era posible predecir todo el desarrollo
posterior"...
"Por ello, un escrito que reivindique para sí la calificación de socialismo científico debería preocuparse también en la medida en que el desarrollo real de las
cosas difiere de las hipótesis del Manifiesto y de la literatura que le es afín, al
menos tanto como de la comprobación de las predicciones que han sido confirmadas".
Frente a las acusaciones que sus enemigos de la izquierda y de la derecha
conservadora le lanzaban, Bernstein reivindica la libertad intelectual del hombre, pronunciándose en contra del determinismo. "El movimiento es lo permanente, sus formas y teorías lo transitorio". A quienes le preguntaban si con sus
ideas no se aplazaría eternamente la realización del socialismo respondió:
"Si por realización del socialismo se entiende la instauración de una sociedad
reglamentada en todos los puntos de una manera estrictamente comunista, entonces no tengo ningún reparo en declarar que eso me parece bastante lejano. En
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Susana Vázquez
cambio, tengo la firme convicción de que la actual generación podrá vivir aún la
realización de mucho socialismo, si no en la forma patente, si en lo sustancial. La
permanente ampliación del ámbito de las obligaciones sociales, es decir, de las
obligaciones y de los correspondientes derechos del individuo ante la sociedad y
de las obligaciones de la sociedad ante el individuo ... el desarrollo de la administración a nivel municipal ... todo esto significa para mí desarrollo hacia el
socialismo, o, si se quiere, realización gradual de éste ... Pero ... ante todo se
necesita tiempo. Algo así no se puede improvisar. Pero el traspaso ma·
terial de las empresas a la administración pública no tiene la importan.
cia fundamental que comúnmente se le atribuye, en la medida en que la
comunidad hace un uso adecuado de sus derechos de controlar las rela·
ciones económicas. En una buen ley de empresas, puede haber más so·
cialismo que en la nacionalización de todo un conjunto de fábricas."
Bernstein no renuncia a la lucha de clases, sino a la concepción esquemática
de la misma, reivindicando la acción parlamentaria y la meta democrática: "No
hay socialismo sin democracia". Concilia, a la vez, la tradición liberal de Occidente con el marxismo al expresar: "... en lo que respecta al liberalismo como
movimiento histórico mundial, el socialismo no sólo es su sucesor en el tiempo.
sino también el heredero legítimo de su contenido espiritual, como por lo demás,
se ve en la práctica frente a cada cuestión de principio ante la cual la socialdemocracia ha tenido que tomar posición" ... "Para la socialdemocracia la seguridad de
las libertades ciudadanas ha tenido siempre mayor importancia que la realización
de cualquier postulado económico" ... "Lo que debe hacer -y lo que deberá hacer
por largo tiempo- es organizar políticamente a la clase obrera y preparar·
la para la democracia.
Sintetizando: la tarea política fundamental de la socialdemocracia para Bernstein, será ir creando las condiciones que permitan por evolución, ir pasando a la
sociedad socialista. No hay para el autor un límite sistémico entre capitalismo y socialismo, como no lo hay de la sociedad burguesa a la sociedad proletaria: debemos ver a los obreros tal y como son en la realidad actual.
Visto así el socialismo, como continuador de las ideas democráticas que arrancan de la revolución francesa y pasan por las luchas revolucionarias del siglo XIX,
según Bernstein se hace necesaria la modificación de la estrategia política, mediante una política de alianzas, que lleven al abandono de la idea del Estado como
"capitalista colectivo ideal" y apunten al estado reformista, democrático, que amplíe
la democracia más allá del parlamentarismo, en una sociedad pluralista que la
profundice con un socialismo autogestionario y descentralizad.
Esta revisión efectuada por Bernstein relativa a aspectos teóricos del programa marxista explicitado en el Manifiesto, que acabamos de sintetizar (teorías de
la crisis, de la pauperización creciente y del derrumbe), desataron una ola de
indignación en las filas de los marxistas ortodoxos, que se negaban a efectuar el
más mínimo apartamiento respecto a las mismas. A partir de entonces -yen
algunos casos hasta hoy y desde las mismas filas - el mote de traidor al socialis90
La democracia y el reformismo: actualidad de Eduardo Bernstein
mo, antimarxista, pequeño burgués, acompañaron el nombre de Bernstein. Sus
tesis condenadas en los sucesivos congresos del partido socialdemócrata, más
allá de que el autor procurara disipar las malas interpretaciones que se hacían de
sus propuestas.
Publica entonces una serie de obras: Lo permanente del marxismo (1913),
¿Qué es el marxismo? Respuesta a una campaiía difamatoria (1918), El revisionismo
en la social democracia.
La ruptura del partido se consumó, en un momento internacionalmente peligroso porque se veía venir la guerra, estimulada especialmente desde sectores
nacionalistas de las principales potencias imperialistas, en otros casos por poblaciones que esgrimían legítimas aspiraciones autonomistas no contempladas hasta entonces.
Los temas de la huelga general-barajada desde hacía algunos años como
respuesta del movimiento obrero ante el posible estallido del conflicto-, la actidud
a tomar por los diputados socialistas cuando los gobiernos plantearan la votación
de los presupuestos de guerra, las respuestas que debían darse a los conflictos
que se sucedían en estos mismos años de "paz armada", intensificaron la polémica interna. (Posteriormente Bernstein renunciaría a su banca de diputado, para
no tener que votar los créditos de guerra).
Entre 1900-1914 fue posible distinguir tres posturas dentro del socialismo
alemán: la revisionista ya explicitada de Bernstein, la del kautskysmo que continuó aferrado teóricamente al ideal revolucionario marxista, manteniendo la ficción del carácter revolucionario de la SPD y constituyó una especie de centro
continuador del programa del Manifiesto y una izquierda revolucionaria (Rosa
Luxemburgo, A. Bebel y Liebknecht) que a partir del Congreso de Mannheim
(1906) plantean abiertamente la huelga general a título defensivo. Todos ellos
produciendo en medio de la lucha política una abundante producción teórica (6).
(Los títulos citados, imposibles de comentar en el presente artículo, constituyen
un aporte de interés para el tema que nos ocupa).
Más allá de la condena teórica, las posturas revisionistas de Bernstein encontraron una profunda acogida a nivel sindical (por las razones expresadas ut
supra); los revisionistas serán mayoría dentro de los sindicatos.
El impresionante éxito logrado por el partido socialdemócrata en 1912 (35%
del electorado, 4.250.000 votantes) convertido en el primer partido de Alemania,
mostraron, a nuestro juicio, que Bernstein había interpretado correctamente los
datos de la realidad.
(6) Rosa Luxemburgo: "¿Reforma social o revolución?" "Huelga de masas, partido y sindicatos" Karl Kautsky : Bemstein y el programa social-demócrata.
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Susana Vázquez
LA ACTUALIDAD DE BERN5TEIN
Los esfuerzos de Bernstein por crear, mediante la revisión de la teoría marxista ortodoxa una base teórica para una nueva estrategia reformista , recién
volvieron a conocerse después de la guerra fría. Las versiones en español fueron
inclusive posteriores y muy escasas, hasta la actualidad. Y cuando el movimiento
estudiantil del6S lo redescubre, no lo hace bebiendo en las fuentes del verdadero
Bernstein, sino de un Bernstein que ya había sido mal leído y peor interpretado.
A partir de la querella revisionista, cada tantos años se renueva la polémica
iniciada por Bernstein y en la que participaron, como vimos los mayores teóricos
del marxismo de la época.
Ni siquiera la República triunfante de Weimar (1919) realizó un análisis profundo de sus ideas, ni de la teoría socialista en general, con lo que la socialdemocracia alemana surgía con un déficit teórico que -según varios autores- muy
posteriormente, inclusive en la República Federal, le impedirían conciliar las
considerables mejoras logradas en las condiciones materiales de vida de los más
desposeídos, con una verdadera justicia social.
En 1977 el doctor Horst Heimann (7) al publicar en alemán los Textos sobre
el revisionismo expresa su discrepancia frente a la opinión de numerosos científicos y representantes de diversas corrientes políticas en el sentido de que, no
obstante los triunfos de los marxistas ortodoxos en las Convenciones del partido
socialista alemán, finalmente en forma paulatina se impuso el revisionismo.
Heimann cuestiona esta postura y formula la siguiente tesis: ''Al contrario de
esta difundida opinión del triunfo tardío del revisionismo, sostenemos la tesis
de que el planteamiento teórico revisionista·reformista fue desplazado
y que de él no se ha desarrollado hasta la fecha ninguna línea de influen·
cia y de tradición en la socialdemocracia (S).
Reconoce que las ideas de Bernstein son aceptadas hoy como un evidente
patrimonio común del socialismo democrático, pero tal triunfo de la práctica reformista no significa que también haya tenido éxito el enfoque teórico revisionistareformista de Bernstein. Sobre este déficit teórico de la socialdemocracia coinciden actualmente varios pensadores, porque esa carencia puede determinar opciones estratégicas equivocadas o inadecuadas.
La propuesta de Heimann suena atrayente, especialmente como línea de
investigación para el socialismo latinoamericano. En eso se está.
Alfonso Ruiz Miguel expresa que en la actualidad, de lo que se trata es de
cotejar lo que ha quedado de la tradición clásica del marxismo y lo que se ha
(7) Heimann, Horts (Silesia,1933) realizó estudios de ciencia política, historia y filosofía en
la Universidad Libre de Berlín y en París. Actualmente es profesor en el Centro de Ampliación
cultural para adultos de la Fundación Friedrich-Ebert. Sus trabajos constituyen un valioso
aporte a la teoría y la práctica del socialismo democrático.
(8) Pág. 85 ob.citada
92
La democracia y el reformismo: actualidad de Eduardo Bernstein
innovado respecto al mismo en la socialdemocracia de fines del siglo XX. Lo fundamental es destacar que -como ya lo hemos expresado a través de sus propios
textos- Bernstein consideraba a la democracia como "una forma imprescindible
de realización del socialismo", que habría de llegar gradualmente y no como consecuencia de una catástrofe económica y política alguna.....y propugnaba sin la
menor duda, el sufragio universal como el mejor instrumento del partido socialdemócrata, frente al "atavismo político" de la defensa doctrinaria del proletariado" (9).
Las ideas de Bernstein guiaron el derrotero de la socialdemocracia europea
a partir del programa de Godesberg (1959) entre los 60 y los SO del siglo pasado.
Luego, el programa de la Convención de Mannheim (1975) reivindicó la necesidad de la teoría socialista para establecer una estrategia política de larga duración . Así en 1977 se realizó un Congreso Científico sobre la obra histórica y la
significación del pensamiento de E. Bernstein dirigido por Thomas Meyer, cuyas
posturas se expresan en la revista teórica "Nueva Sociedad".
Es interesante destacar, comparando textos de los protagonistas de distintas
épocas, la similitud de las preocupaciones socialistas por encima de las diversas
coyunturas históricas:
"En todos los países en que el partido socialista ha llegado a tener importancia política observamos el mismo fenómeno: en éste se desarrolla una transformación interna. Son dejadas de lado las antiguas exageraciones en las palabras y en
la argumentación disminuye la tendencia a las generalizaciones; ya no se especula
sobre el reparto del "vellocino de oro" después de consumado el derrumbe general
y no existe una gran preocupación intelectual por este acontecimiento, sino que se
estudian los detalles de los problemas cotidianos y se buscan medios y puntos de
partida para, sobre la base de éstos, impulsar el desarrollo de la sociedad en
el sentido del socialismo. Esta transformación no es siempre un proceso plenaAl ser examinado
mente consciente ni deliberado, y raramente es uniforme
desde una perspectiva formal, este cambio aparece como pérdida de la pureza de
principios, de modo que en ninguna parte faltan elementos que le opongan una
apasionada resistencia ..." (10) (Bernstein)
"Un debate sobre programas de partido y practicas de gobierno tiene especial
interés por el hecho de que la socialdemocracia es más que un partido con la
obligación de administrar la sociedad. Nuestro deber consiste más bien
en transformarla A lo largo de toda nuestra historia se ha desarrollado una
intensa discusión ideológica acerca de los objetivos a conseguir a largo plazo y se
puede decir que siempre hemos vivido en tensión entre nuestros proyectos para el
futuro y las posibilidades reales de cada momento. La razón inmediata por la cual
considero necesario sostener este debate es mi impresión de que el socialismo
(9) Ruiz Miguel, Alfonso. La Socialdemocracia en Vallespín, Fernando ed. Historia de la
Teoría política, T. 4, cap. V, Alianza Editorial, Madrid, 1992. pág. 233.
(lO) Bernstein, E. - "Problemas del Socialismo" Parte II en De la teoría e historia del
socialismo. Berlín, 4". Edición (1". 1904). pp. 80-95.
93
Susana Vázquez
democrático se halla ante un reto. Este reto viene dado por las confrontaciones
características del desarrollo de la sociedad, que ocasiona intranquilidad e inseguridad en el ánimo de las personas, tanto en lo que se refiere a los problemas
cotidianos como a las cuestiones que se plantean para un futuro más lejano...
Democracia y socialismo son para nosotros inseparables ... Quizás podamos creer a veces que la democracia ya ha sido realizada para siempre, pero el
accidentado debate que hemos vivido en los últimos años nos muestra que el
significado y las exigencias de la democracia y el reformismo deben ser
aclarados a cada nueva generación (11). (el destacado es nuestro) OlofPalme.
Sin embargo, una de las ideas fundamentales de Bernstein, la necesidad del
desarrollo teórico previo como sostén indispensable para una correcta opción
estratégica política, sería reivindicada por el socialismo sueco durante los años
de oro de las democracias del norte europeo (1960/70), como se ve en la carta de
O. Palme anteriormente citada, y en las manifestaciones de los jefes de gobierno
socialistas que últimamente han triunfado en Europa y en América Latina, inclusive en nuestro país.
En estos días y respecto al mismo tema, la necesidad de conciliar teoría y
práctica, recordábamos las palabras de un intelectual uruguayo que fue figura
destacada en la fundación del Frente Amplio (partido actualmente en el poder).
Decía el Dr. Oscar Bruschera respecto a la indisoluble relación que siempre debe
existir entre socialismo y democracia:
"Todos estamos tentados por el fácil simplismo de que sólo nuestra ideología,
nuestra manera de pensar la realidad presente y la aspiración futura, nuestra
doctrina, aquella que elaboramos o a la que adherimos, es la única válida y justa.
y que quienes opinan de distinta suerte, son inducidos por el error, la falacia o la
simple ignorancia. Por ello los análisis ideológicos son por naturaleza polémicos,
suscitan la réplica,la discuión y la crítica. Es a su vez, en el encontrado juego
dialéctico de la controversia doctrinaria, que la luz se hace y la ciencia avanza.
Nunca pudo borrarse de la mente del hombre una concepción global sobre la estructura social, por la mera denegación coactiva. Fue la vida y la experiencia
histórica la que aniquiló muchas concepciones o la que las nutrió de nueva savia,
constriñéndola a sucesivas y nunca interrumpidas adaptaciones. Este relativismo
del conocimiento esjustamente una de las esencias del sistema democrático. Mientras la autocracia, según la aguda observación de Kelsen, admite e impone verdades absolutas sin dar lugar a la discusión y al libre examen, la democracia se
atiene a las limitadas posibilidades del conocimiento humano y vive de verdades
relativas que, por ser relativas, están expuestas a contradicción y hasta a verse
suplantadas por otras verdades" (12).
(11) Palme, Olof. La Democracia y el Reformismo. Carta de 17 de marzo de 1972 a Willv
Brandt y Bruno Kreisky. Publicada por Jaque 23/5/86.
.
(12) Mariano Arana y Oscar Destouet. 5 Vertientes de la izquierda. Banda Oriental. 2004.
Págs 27, 28.Montevideo.
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La democracia y el reformismo: actualidad de Eduardo Bernstein
Finalizamos, retomando la afirmación inicial de este trabajo.
Tercero: el siglo XX se ha acabado y el XXI empieza "en medio del crepúsculo
y la oscuridad" (Hobsbawm). Sin embargo, en medio de las incertidumbres y del
desconcierto mundial provocados por el ritmo vertiginoso de los cambios en todos
los órdenes de la vida humana, a raíz de los diversos derrumbes (el del socialismo
real, las torres el 11 de setiembre, el anunciado y fallido final de las ideologías, la
caída de las dictaduras latinoamericanas, etc.), la certidumbre de que es necesario construir una nueva agenda para la Democracia socialista. La polémica no ha
terminado. Releer a Bernstein puede ser necesario.
Enero de 2006
BIBLIOGRAFíA
Advertencia: Las citas de textos de E. Bernstein han sido tomadas textualmente de la Edición en español de H. Heimann - Segunda Parte: Textos de E.
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UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA
FACULTAD DE DERECHO
Instituto de Historia de las Ideas
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