De salarios mínimos, canastas básicas y otras incongruencias y

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De salarios mínimos, canastas básicas y otras
incongruencias y males que padecemos
Por Pablo Padilla Longoria De una u otra forma la influencia del dinero está todos los días en nuestra vida cotidiana y, aunque hay quienes aseguran que el dinero no es necesario para ser feliz, en lo que todos coincidimos es en que sin dinero simplemente no es posible vivir en sociedades monetaristas como la nuestra. Ahora bien, si de eso depende nuestra sobrevivencia en un país emergente como lo es México en el cual, además, la economía es sumamente inestable; lo que esperamos mínimamente como individuos es que, nuestro gobierno no sólo se preocupe sino que se ocupe en establecer medidas mediante las cuales el grueso de la población logre mantener una calidad de vida buena es decir, una vida que permita que con los ingresos de nuestro trabajo (adquisición monetaria) , nos sea suficiente para tener acceso a alimentos, servicios médicos, de transporte, de educación, a tener una vivienda digna y a gozar de ciertas actividades recreativas y culturales (vacaciones, museos, cine, etc.) que son necesarias para el bienestar emocional de cualquier individuo. Dicho dinero percibido por nuestro trabajo es llamado salario y es un indicador económico (cifra que mide una variable económica) puesto que opera como referencia para el intercambio financiero entre el sector laboral y el patronal. En México existe el salario mínimo, concepto que se estableció con la Constitución de 1917 y que, se encuentra especificado en el artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en donde se indica lo siguiente: “Los salarios mínimos que deberán disfrutar los trabajadores serán generales o profesionales. Los primeros regirán en las áreas geográficas que se determinen; los segundos se aplicarán en ramas determinadas de la actividad económica o en profesiones, oficios o trabajos especiales. Los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos”. 1 Como se ha mencionado, el salario mínimo general está diferenciado mediante 3 regiones geográficas de la República Mexicana: Área geográfica “A”, “B” y “C”. 1(Ver figura 1) Figura 1. División de áreas geográficas por salario mínimo general Actualmente, el salario mínimo general, para las regiones “A”, “B” y “C” es de $54.80, $56.26 y $51.25 pesos diarios respectivamente. (CONASAMI) La discrepancia entre pesos de estos salarios radica en la diferencia de nivel educativo, condiciones geográficas: cercanía con países desarrollados o bien, subdesarrollados; nivel socio-­‐ económico y productivo, desarrollo tecnológico-­‐
industrial, servicios de salud, entre otros. Cabe señalar que hay diferentes tipos de salarios, de los cuales los dos de mayor relevancia son: El salario mínimo general y el salario contractual. El primero es el salario bruto percibido por el trabajador asalariado. El segundo tipo de salario se refiere al acuerdo entre sindicato y empresa para fijar un nivel de salario y éste, es revisado o negociado anualmente. Ambos pueden ser considerados como el salario nominal del trabajador, sin embargo, el salario mínimo nominal no necesariamente debe ser el mismo. Para los fines de este trabajo, se manejarán como sinónimos uno 1 Las zonas aludidas corresponden a municipios por lo que algunos estados contienen más de una zona salarial o área geográfica. 2 de otro debido a que, en nuestro país, existe una ley que establece el salario mínimo que debe percibir una persona para su subsistencia. Pues bien, dada la aclaración anterior, en México existen 2 tipos de salarios mínimos: el general o nominal (al cual se hace referencia en las áreas geográficas) y el real. La existencia de 2 tipos radica en que el primero es un salario en bruto es decir, no contempla las erogaciones de impuestos mientras que, el segundo, expresa un salario que contempla la contribución fiscal ya realizada y, por lo tanto, se le puede considerar como un indicador del poder adquisitivo de los individuos. La gráfica 1 muestra una comparación entre estos dos tipos de salarios a lo largo del tiempo (de 1994 al 2008) Fuente: Elaboración propia con datos de CONASAMI Gráfica 1. Comparación del índice salarial nominal con el índice salarial real Como podemos observar en la gráfica, existe una diferencia en el comportamiento de los salarios; mientras que el salario nominal o general presenta un aumento anual constante, el salario real tiene una tendencia decreciente. Esto nos dice que, a pesar de que el salario nominal ha tenido el aumento que exige la ley como respuesta al incremento de precios, este aumento no es suficiente para lograr cubrir las necesidades de la población ya que un aumento en el salario nominal no implica necesariamente un aumento en el salario real por lo que consecuentemente cada vez podemos adquirir menos productos con nuestro dinero. Es importante observar que los datos mostrados en la gráfica 1 y en las subsecuentes están en números índices. Estos números nos muestran la diferencia en porcentaje entre el año de estudio con respecto a un año base; por ejemplo, en el caso de los salarios reales, el año base es 1994 y a partir de éste comparamos los demás así que si el año 1994=100% y el año 1998=80% (tal cual puede verse en la gráfica 1), los salarios reales de 1998 son menores en un 20% con respecto a los de 1994 o en 3 otras palabras, hubo una disminución del 20% en el poder adquisitivo de las personas del 94 al 98. Por otro lado, en los salarios nominales el año base es 2004, entonces, por ejemplo, 2004=100%2 y el 2007=120% (ver gráfica 1), lo que significa que en el 2007 el salario nominal es un 20% mayor que en el 2002. Este método es muy útil porque nos facilita la visualización y comprensión de cifras muy grandes.3 Pues bien, siendo mexicanos, sería importante analizar si el salario mínimo nominal actual nos es suficiente para al menos satisfacer nuestras necesidades más inmediatas. Según el banco de México, estas necesidades básicas se contemplan en la llamada “canasta básica”. La canasta básica es un subconjunto de bienes y servicios del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC)4 (Indicador oficial de la inflación en México); los bienes que incluye el tipo de canasta básica que establece el Banco de México fueron seleccionados por los representantes de los sectores firmantes del Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento Económico a finales de 1988 y considera 80 conceptos genéricos5 . Está integrada básicamente por genéricos de alimentos elaborados, bienes administrados y concertados y, medicamentos. Los 80 genéricos están divididos en 8 grupos los cuales son: •
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Alimentos, bebidas y tabaco Ropa, calzado y accesorios Muebles, aparatos domésticos Vivienda Salud y cuidado personal Transporte 2 No es exacto porque el año base en esta serie esta calculado para enero del 2004 pero, se le modificó para que fuera un índice anual. Este hecho no impide ni afecta la apreciación. 3 En el apéndice se encuentra una explicación más detallada del significado, manera de obtener y ventajas de los números índice. 4 El INPC es un indicador diseñado para medir el cambio promedio de los precios en el tiempo mediante una canasta ponderada de bienes y servicios representativa del consumo de las familias urbanas de México. Las variaciones de este índice se consideran una buena aproximación de las variaciones de los precios de los bienes y servicios comerciados en el país por lo tanto, este índice es el indicador oficial de la inflación en México. Está conformado por 315 conceptos genéricos. En el apéndice se explica con mayor detalle este concepto. 5
El concepto genérico es un concepto del gasto de las familias por ejemplo: frijoles, este concepto contiene en si una gran variedad de "específicos" determinados por diversas características como tipo de frijol, procedencia del producto, etc. Por lo tanto los genéricos están compuestos por específicos. 4 • Educación y esparcimiento • Otros Es importante mencionar que la canasta básica que establece el Banco de México sólo es una de las muchas que existen y que han sido conformadas según diferentes fundamentos. Éstas son, a saber: •
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Canastas reales. Elaboradas a partir de encuestas sobre lo que la gente de determinado lugar y estrato social consume realmente en su vida cotidiana. Canastas recomendables. Son elaboradas con base en información proporcionada por las instituciones autorizadas respecto a las condiciones necesarias (materiales, sociales y cultuales), para que la sociedad tenga un consumo adecuado. Canasta obrera indispensable. Conjunto de productos necesarios para la existencia y reproducción de una familia obrera promedio. Esta suma de productos constituye lo estrictamente necesario (desde el punto de vista físico y moral) para el uso y consumo de los trabajadores y de su familia. Canasta básica recomendable integral o amplia. Se trata de una canasta con carácter normativo, cuya finalidad es proponer aquello que se debe consumir. Incluye los bienes y servicios esenciales de todos los rubros históricos y económicos determinados. Esta canasta calcula la proporción del gasto familiar que se destina para la adquisición de cada uno de ellos y por la aportación al bienestar de las familias o los individuos. Canasta básica recomendable especifica (alimenticia). Es aquella que se constituye con los principales productos o servicios que son demandados por la población-­‐objeto en rubros determinados del gasto. Esta canasta debe cumplir básicamente con los siguientes requisitos: cubrir los mínimos nutricionales normativos, considerar los precios de los bienes primarios que inciden en el precio final de los alimentos que la consumen, contemplar la capacidad de compra de la población y tener en cuenta los hábitos de consumo nacional y regional. Canasta básica real integral o amplia. Se elabora a partir de una encuesta de ingreso-­‐gasto de la población-­‐objeto, es decir, un sector social con características definidas y busca incluir los bienes y servicios que las personas realmente consumen en su vida cotidiana. 5 •
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Canasta real específica (alimenticia). Está integrada por el conjunto de alimentos que consume la población-­‐objeto en un determinado momento. Se define a partir de una encuesta ingres-­‐gasto. Canasta ponderada y sin ponderar. En caso de canastas ponderadas para artículos, se indica la cantidad de gramos, miligramos o pieza que se consume o que se debe consumir por día por una familia típica de la población-­‐objeto. Existe la posibilidad de que no se ponderen; estas canastas expresan una fuerte deficiencia metodológica, al no considerar la cantidad exacta de cada artículo de consumo o que debe consumir la población. Canasta básica intermedia. Es la canasta conformada por artículos alimenticios y algunos otros rubros. Pero a diferencia de la canasta básica integral, no considera todos los rubros de consumo por parte de la población. Los productos y servicios de la canasta básica que utiliza el Banco de México corresponden a una “canasta básica de tipo real”. La lista de estos productos y servicios se muestra a continuación en la tabla 1. Lista de productos y servicios de la Canasta básica real Aceites y grasas vegetales comestibles Pasta para sopa Agua embotellada Puré de tomate y sopas enlatadas Cremas para la piel Arroz Refrescos envasados Dermatológicos Atún y sardina en lata Retazo Desodorantes personales Azúcar Tortilla de maíz Expectorantes y descongestivos Bistec de res Electricidad Gastrointestinales Café soluble Gas doméstico Jabón de tocador Café tostado Larga distancia nacional Material de curación Carne molida de res Línea telefónica Cardiovasculares Navajas y máquinas de 6 afeitar Cerveza Servicio telefónico local Nutricionales Concentrados de pollo y sal Blanqueadores Otros medicamentos Chiles procesados Cerillos Papel higiénico Chocolate Detergentes Pasta dental Fríjol Estufas Servilletas de papel Galletas populares Focos Aceites lubricantes Gelatina en polvo Jabón para lavar Autobús foráneo Harinas de trigo Licuadoras Autobús urbano Hígado de res Pilas Bicicletas Huevo Planchas eléctricas Colectivo Jamón Refrigeradores Gasolina de alto octanaje Leche en polvo Reproductores de video Gasolina de bajo octanaje Leche evaporada, condensada y maternizada Suavizantes y limpiadores Metro o transporte eléctrico Leche pasteurizada Televisores y fresca Taxi Masa y harinas de maíz Analgésicos Cine Otras galletas Antibióticos Cuadernos y carpetas Pan blanco Anticonceptivos y hormonales Plumas, lápices y otros Pan de caja Antigripales 7 Tabla 1. Canasta básica real utilizada por el Banco de México Fuente: PROFECO De acuerdo a datos publicados por el Banco de México y la CONASAMI (Comisión Nacional de Salarios Mínimos), se elaboraron las siguientes gráficas (2 y 3) en las que se muestra la comparación (utilizando índices) entre el aumento del salario nominal y el aumento de la canasta básica y; el aumento del salario real con el aumento de la canasta básica respectivamente Fuente: Elaboración propia con datos de BANXICO y CONASAMI Gráfica 2. Comparación entre el índice del salario nominal y el de la canasta básica Fuente: Elaboración propia con datos de BANXICO y CONASAMI Gráfica 3. Comparación entre el índice del salario real y el de la canasta básica Como puede observarse en la gráfica 2, existe una correspondencia tanto en el incremento del salario nominal como en el de la canasta básica; esto se sustenta en lo que anteriormente habíamos comentado acerca del artículo 123 constitucional que 8 señala que los salarios deben cubrir las necesidades de los individuos y de sus familias, ergo, esta correspondencia entre las variables mencionadas, se debe a que la variación de precios señalada en el índice nacional de precios al consumidor (INPC) determina tanto los precios de la canasta básica como el aumento salarial; es decir, según el nivel de inflación que se presente en el año en curso, se presentará de igual manera un incremento en los salarios nominales para poder compensar dicho aumento de precios. Sin embargo, esto no ocurre con el aumento del salario real puesto que es muy difícil determinar si éste es suficiente cuando es imposible controlar las diferentes situaciones económicas que puedan surgir durante el año (nuevos impuestos que pagar por ejemplo) y que disminuyan nuestro poder adquisitivo. De esta manera, un aumento en el salario nominal no implica un aumento en el salario real, esto se explica porque después de suceder el aumento salarial puede seguir aumentando el precio de diversos productos considerados por el INPC y, si bien, en algunos casos se puede tener una idea de cuáles productos van a incrementar su precio, este pronóstico no es de fiar ya que las circunstancias pueden cambiar y, por lo tanto, no registrar el aumento esperado. Por otro lado, es difícil determinar el porcentaje de dicho incremento y, aunque se pueden hacer estimaciones, éstas no siempre serán acertadas (de hecho casi nunca lo son) por lo cual nuestro salario real se ve opacado por la inflación. Esta es la razón por la cual podemos percibir que en algunos años el salario nominal y la canasta básica se acercan a tener los mismos valores (en índice) sin embargo nunca son iguales lo que indica que el aumento de precios es mayor que el incremento al salario nominal. Por otro lado y en concordancia con lo expuesto, en la gráfica 3 se observa que el salario real tiene una leve tendencia a disminuir (ha sido prácticamente constante durante los últimos 12 años) lo que implica que tanto la inflación como los bajos salarios nominales que ganan los trabajadores repercuten en su poder adquisitivo es decir, el poder adquisitivo de los individuos mexicanos no sólo no ha mejorado sino que, dado que la canasta básica sigue en aumento, cada vez podemos comprar menos cosas que se contemplan como básicas para nuestro bienestar. Para que sea sencillo entender la gravedad e importancia de esta situación pongamos un ejemplo: supongamos que un padre de familia que vive en la zona geográfica A (ver figura 1), digamos en el Distrito Federal o en Ecatepec, gana al día un salario mínimo nominal o general que, para esta zona es de 54.80 pesos M.N. (Recordemos que además el que deberíamos tomar en cuenta sería el salario real-­‐ que es mucho menor que el nominal-­‐ ya que éste es el que podría servirnos como indicador del poder adquisitivo sin embargo, dado que este dato no se encuentra, debemos tener en la cabeza que para las cuentas que se exhiben a continuación tratamos con “el mejor escenario posible” económicamente hablando). Dicho padre de 9 familia tiene 2 hijos y una esposa que mantener (lo cual constituye el número de integrantes de una familia promedio en México). Al mes su ingreso será de 1644 pesos M.N. Supongamos que este dinero está destinado únicamente a satisfacer las necesidades básicas de la familia y que, al mes, los productos que se adquieren corresponden a los contemplados en la “canasta básica real” (la del Banco de México). En la siguiente tabla se muestran los productos mínimos que suponemos deben adquirirse al mes para la familia ejemplo. Producto incluido en la canasta básica Cantidad Producto Precio promedio en pesos (Secretaría de Desarrollo Económico del Distrito Federal SEDECO) Precio 1 Litro Aceite vegetal comestible 23.5 4 Kg Arroz 66 2 Kg Azúcar 20.24 2 Kg Bistec de res 148 300 gr Café Soluble 88.8 1 Kg Carne molida de res 72 2 latas Chile procesado 18 ½ Kg Chocolate en polvo 16.8 ½ Kg Concentrado de pollo y sal 6.25 ½ Kg Crema 16 4 Kg Frijol 92 4 cajas Gelatina en polvo 32.8 1 Kg Harina de trigo 14.5 3 Kg Hígado de res 1 caja Huevo 90 29.9 10 ½ Kg Jamón 29 4 garrafones de 20 litros 15 Litros Agua purificada 100 Leche 178.5 30 piezas Bolillo 36 2 Kg Pasta para sopa 42 4 Kg Retazo 80 12 Kg Tortilla de maíz 82.8 Luz 200 2 Gas tanques de 20 Kg Teléfono 570 1 Litro Blanqueador 7.3 1 paquete Cerillos 11 2 Kg Detergente 43 1 Kg Jabón para lavar trates 1 caja Analgésicos, antibióticos y/o antigripales 20 2 piezas Desodorantes 42 4 piezas Jabón de tocador 20 rollos Papel higiénico 83 1 pieza Pasta dental 25 100 viajes Metro 200 4 Plumas, lápices, otros 200 17.7 37.6 8 TOTAL: $2, 747.69 11 Esto quiere decir que al mes, una familia promedio gastaría $2,747.69 en únicamente productos básicos mientras que, su ingreso neto sería de $1644 más el subsidio al empleo que el gobierno otorga a personas que ganan hasta un salario mínimo y que es de $407.02 (subsidio que no muchas personas conocen). Entonces, al mes el padre de familia gana en total $2,747.69 + $407.02 = $2,051.02 mientras que el gasto por consumo de únicamente productos incluidos en la canasta básica es de $2,747.69; sobra decir que incluso este dinero no alcanzaría ni para tres personas y eso que, las personas que perciben un ingreso igual a un salario mínimo no pagan impuestos ni contribuciones al seguro social. Aunado a esto, debemos divisar que en la canasta básica no se consideran productos tan importantes para una buena nutrición como lo son las frutas, las verduras, el pescado, el pollo y, por el contrario, encontramos una incongruencia con los productos que se incluyen ya que, si lo que se intenta es proporcionar una adecuada alimentación invirtiendo el menor dinero posible, deberían considerarse los productos cárnicos más baratos y no los más caros como la carne de res. Por otro lado, no se ha contemplado que muchas de las personas no cuentan con vivienda propia (en el censo de población y vivienda del 93 el 80% de los mexicanos contaba con vivienda propia mientras que el 20% habita en una vivienda que no es de ningún familiar)6 es decir, deben pagar renta mensual y por supuesto que en algún momento de su vida deben contar con el dinero suficiente para comprar aparatos eléctricos básicos como refrigerador, estufa, un radio, etc. Además, no se han contemplado servicios de salud, de educación y, actividades de recreación, culturales o de dispersión (vacaciones, cine, teatro, actividades culturales, visitas a museos, etc.) que, son indispensables para tener una buena calidad de vida y bienestar tanto físico como emocional. Aún más alarmante resulta analizar los datos que nos muestran la distribución del ingreso de la población en número de salarios mínimos. De acuerdo con la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo), en promedio, durante el segundo trimestre del 2009, el 13% de los trabajadores percibió ingresos menores o iguales a 1 salario mínimo, el 11% obtuvo niveles superiores a 5 salarios y el 8% de la población ocupada no recibió ingreso alguno por su trabajo. (Véase gráfica 4) 6 Es importante considerar que estas cifras no son del todo ciertas ya que en muchos casos se miente para evadir el pago de impuestos por no contar con vivienda propia o bien, por no vivir en vivienda de algún familiar. 12 Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI. Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Gráfica 4. Población remunerada distribuida según su ingreso en salarios mínimos Las consecuencias de tener un salario mínimo tan limitado son evidentes: la pobreza ha aumentado, la gente tiene cada vez menos acceso a servicios de salud, la calidad de vida ha venido en decremento, los menores se han integrado a actividades productivas a temprana edad para cooperar con el ingreso familiar lo cual provoca en ellos un bajo aprovechamiento escolar o en el peor de los casos su deserción; se provocan problemas de desnutrición, la migración a otros países en especial a los Estados Unidos se ha vuelto un hecho recurrente para muchos mexicanos (cabe mencionar que 7 de cada 10 migrantes cambia su residencia al extranjero por motivos de trabajo), etc. Además de lo anteriormente señalado, es necesario considerar el gran problema de desempleo que existe en el país. Finalmente, con el único propósito de mostrar de manera clara que el incremento de la canasta básica tiene una relación directa con el incremento del INPC y que, al comparar el salario real vs el INPC se deduce de manera evidente que el poder adquisitivo de la población va en decremento, se incluyen la gráficas 5 y 6. 13 Fuente: elaboración propia con datos de CONASAMI e INEGI Gráfica 5. Comparación entre el índice de la canasta básica y el índice del INPC Fuente: Elaboración propia con datos de CONASAMI y BANXICO Gráfica 6. Comparación entre el índice del salario real y el índice del INPC. Como se puede observar en la gráfica 5, la canasta básica y el INPC tienen un comportamiento muy parecido sin embargo, hay una diferencia que radica en que la canasta básica ha experimentado un crecimiento ligeramente mayor que el reflejado en la inflación. El motivo de esta disparidad no es tema de nuestra investigación así que lo dejaremos de lado y nos conformaremos con el hecho de que si tal como se establece, los aumentos salariales son establecidos con respecto al INPC, resulta más que evidente que los incrementos en dichos salarios no cubrirán el precio de los 14 bienes y servicios incluidos en la canasta básica y, en general, la igualdad entre estas variables solo ocurre en cuatro años (97-­‐2000). En este periodo de estudio (97-­‐
2000) y los años anteriores a éste, podemos ver que la inflación (INPC) era superior al incremento en los precios de la canasta básica sin embargo, este hecho cambia a partir del año 2001 donde la variación de los precios en la canasta básica real son mayores que los del INPC. En la gráfica 6 nos queda aun más claro lo que sucede con nuestro poder adquisitivo pues podemos ver que el INPC acumulado anualmente tiene una tendencia creciente del 2004 hasta el 2008 empero, el salario real tiene una ligera pero constante tendencia decreciente a partir de 1998; esto significa que el aumento de precios ha disminuido nuestro poder de compra ya que ni siquiera el incremento en los salarios nominales (que se otorgan según el nivel inflación) se ve levemente reflejado en nuestro poder adquisitivo sino más bien todo lo contrario. Recordando un poco lo que acontecía en la gráfica 5, podemos ver claramente que con el salario real, que es con el que adquirimos nuestros bienes y servicios, hoy en día no alcanza para cubrir tampoco la canasta básica dado que ésta crece en mayor cuantía que el INPC y nuestro salario real decrece con respecto al INPC. 15 Conclusiones
Como ya se ha demostrado a lo largo de este artículo, los salarios nominales no son suficientes para sanar los demás males que éste provoca (ya no hablemos de los reales); por ello, es necesario restaurar el poder adquisitivo de nuestra moneda, realizar un incremento importante a los salarios para poder compensar dicha carencia y, restablecer el parámetro mediante el cual se establezca el salario mínimo nominal (no puede sólo depender del INPC). Por otro lado, es necesario cuestionar si la canasta básica real engloba todos los bienes y servicios indispensables para ser nombrada “básica” pues ésta debería establecerse según las necesidades primarias de la población lo cual significa incluir tanto artículos para el aseo, higiene y nutrición así como servicios de transporte, vivienda y posibilidades de recreación. Cosas que actualmente no son contempladas. Resulta pues una emergencia el tomar medidas inmediatas a través de planes gubernamentales que busquen el bienestar de la población y el desarrollo de la nación. Incrementar el poder adquisitivo ocasionará un fortalecimiento y crecimiento del mercado interno, lo que repercutirá consecutivamente en un mayor nivel de empleo, de producción y todo ello con el fin de lograr una mejor calidad de vida para la población. No hay que olvidar que al tomar estas nuevas medidas se debe tener cuidado con las políticas fiscales ya que de no ser así éstas podrían cercenar aún más el poder adquisitivo repercutiendo en el grueso de la población. Más vale investigar y ubicar dónde, cómo y de cuánto es el monto adecuado para no perjudicar a la mayoría de esta nación que percibe salarios de pobres a paupérrimos y esto, en los casos que se tiene un ingreso pues no debemos olvidar que hay familias enteras que no perciben ningún tipo de ingreso. Ahora podemos preguntarnos ¿por qué nuestro gobierno no publica ni divulga esta información? y, más grave aún, ¿es posible ya no digamos vivir feliz sino simplemente vivir con un ingreso de un salario mínimo? 16 ANEXO
Números Índice El número que expresa la variación relativa del precio, la cantidad o el valor, en comparación con un periodo base se le denomina número índice. Es la razón entre dos variables expresadas en porcentajes. El principal uso de un número índice en la economía y el comercio es mostrar porcentaje de variación de uno o más elementos, de un periodo a otro. La utilización de los números índice no es algo reciente. Al italiano G.R. Carli se le reconoce como el creador de los números índice en el año 1764 y los utilizó por primera vez en un informe que elaboró respecto a las fluctuaciones de precios en Europa, de 1500 a 1750. Pero ¿Por qué convertir los datos a números índices? Un índice es una forma adecuada de expresar una variación en un grupo heterogéneo de elementos. Convertir los datos en índices también facilita la evaluación de la tendencia en una serie compuesta por números excepcionalmente grandes. Con el fin de dar una muestra explícita de lo anterior, se explicará la grafica comprendida en esta sección que servirá de ejemplo para tener una mayor comprensión de cómo entender los resultados. En esta gráfica el año base es 2004 ya que 2004=100% (tal como puede verse directamente en la gráfica). En este caso no es exacta ya que la base está calculada para el mes de enero del 2004 y a través de un promedio simple se obtiene la anual. 17 Con este año base definido, procedemos a comparar los demás años; por ejemplo, el año 2008=126%, sin embargo, le tenemos que restar 100 debido a que estamos trabajando con porcentajes, en este caso, 126-­‐100=26%; esto quiere decir que el salario nominal en el 2008 es un 26% mayor que en el 2004 mientras que, para el año 1994=29% (continuamos con el mismo año base, este el mismo para cualquiera de los datos de la misma variable, en este ejemplo, salario nominal), esto significa que los salarios nominales de 1994 eran un 29% menores que los del 2004. Índice Nacional de Precios al consumidor (INPC) El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se publicó por vez primera en 1969 desde entonces, el Banco de México se ha dado a la tarea de que el Índice refleje, de la manera más precisa posible, el comportamiento de los precios que afectan a los consumidores en México. En la Constitución (Artículo 28) y en la Ley del Banco de México se establece que el objetivo prioritario de la Institución consiste en procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, lo cual se logra al tener una inflación baja y estable como consecuencia, el Banco de México requiere contar con un INPC confiable y representativo que le sea útil en la instrumentación de las acciones necesarias para lograr el objetivo de abatir la inflación y, una vez conseguido, conservar la estabilidad. De esta manera, el INPC es un indicador económico. Su finalidad es medir a través del tiempo la variación de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares mexicanos. Algunas características del INPC son: •
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Se calcula utilizando la fórmula de Laspeyres, que tiene como característica que la canasta y las ponderaciones son fijas durante el periodo en que esté vigente la base. Es pertinente señalar que la fórmula de Laspeyres es de uso generalizado en el mundo, incluyendo a los países desarrollados, y además está recomendada por organismos internacionales para la elaboración de índices de precios. En el INPC la población urbana del país se encuentra representada por 46 ciudades, distribuidas a lo largo y ancho del territorio nacional, que integran al índice, agrupadas en siete regiones geográficas y clasificadas en tres tamaños de localidad (pequeña, mediana y grande). Asimismo, se consideró la restricción de que cada estado de la República Mexicana esté representado por al menos una ciudad. 18 •
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El gasto en los bienes y servicios que las familias mexicanas realizan está representado mediante una canasta constituida por 315 conceptos genéricos de bienes y servicios ponderados. La determinación de la canasta y sus ponderadores se realizó con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), levantada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). La ponderación de cada uno de los genéricos de la canasta del INPC representa la importancia relativa de su gasto con relación al gasto total. Los puntos de venta en los cuales los consumidores realizan sus compras fueron seleccionados en cada una de las localidades del INPC en función de las preferencias de las familias de cada una de ellas. De esta manera para la captación de los precios utilizados en el indicador se incluyen supermercados, mercados públicos, tianguis, estanquillos, clubes de precios, tiendas departamentales, etc., de acuerdo con la importancia que tienen en cada localidad. Los productos o servicios específicos que integran al INPC son seleccionados en los puntos de venta, tomando en consideración la preferencia de los consumidores en razón de marcas, presentaciones y modalidades. Para la elaboración del INPC se utilizan los precios de contado, incluyendo impuestos como el IVA (Impuesto al Valor Agregado), el ISAN (Impuesto Sobre Automóviles Nuevos) y en general, cualquier otro que los consumidores tengan que pagar por la adquisición de un bien o la prestación de un servicio. Asimismo, se incluyen los precios de bienes o servicios en oferta, siempre y cuando éstos no estén condicionados o correspondan a liquidaciones. Se entiende por oferta condicionada cuando para que ésta sea efectiva se deba adquirir un producto adicional, o bien, la oferta tenga que ver con un paquete de productos heterogéneos. Bibliografía: 1.
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