El despido es nulo si cuenta las faltas previas a la reforma

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EL ECONOMISTA LUNES, 25 DE NOVIEMBRE DE 2013
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Normas & Tributos
Economía
INASISTENCIAS POR INCAPACIDAD TRANSITORIA
El despido es nulo si cuenta
las faltas previas a la reforma
El Cambio de doctrina
no toma en cuenta la
situación económica
de la empresa
Un fallo considera que si se aplica la nueva normativa
laboral se introducen efectos retroactivos prohibidos
Xavier Gil Pecharromán
El retraso en el salario
deja de ser la causa de
extinción del contrato
MADRID.
El Tribunal Supremo considera que
es improcedente recurrir al despido objetivo ante las faltas al trabajo justificadas pero intermitentes
que se produjeron con anterioridad
a la entrada en vigor del Real Decreto-Ley 3/2012, de 10 de febrero.
Así, lo establece en una sentencia de 16 de octubre de 2013, en la
que se analiza el supuesto de una
trabajadora que ha permanecido
en situación de incapacidad transitoria (IT) durante determinados
periodos de tiempo y a la que la empresa procede a extinguir su contrato de trabajo, al amparo del artículo 52 d) del Estatuto de los Trabajadores, por superar dichas faltas, aún justificadas, el umbral
establecido en este artículo.
Sin embargo, la ponente, la magistrada Segoviano Astaburuaga,
destaca que las ausencias al trabajo se producen en una fecha anterior a la entrada en vigor de una norma que introduce determinadas
modificaciones en los requisitos exigibles para proceder a la extinción
del contrato al amparo del citado
artículo del Estatuto de los Trabajadores, lo que obliga a plantearse
si resulta posible la aplicación de la
nueva norma a las ausencias anteriores a su entrada en vigor.
X. G. P. MADRID.
La Sala de lo Social del Tribunal
Supremo ha rectificado su doctrina anterior, ya que deja de exigir
como requisito para apreciar la
gravedad del incumplimiento en
el pago regular de los salarios, a
que se refiere el artículo 50.1,b)
del Estatuto de los Trabajadores
la culpabilidad del empresario.
En una sentencia de 24 de septiembre de 2013, el Alto Tribunal
considera también que es irrelevante la mala situación económica empresarial.
Una sentencia previa
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Sentencias contradictorias
La sentencia de Instancia dio la razón a la empresa y consideró que
el despido estaba dentro de los términos legales, refrendando que procedía la válida extinción de los contratos de aquellos trabajadores que
superasen los porcentajes de absentismo individual, dentro de los periodos establecidos por la norma
reguladora vigente en el momento
de la extinción, porque entendía
que aunque las faltas de asistencia
fuesen previas a la entrada en vigor
de la norma, pueden ser valoradas
conforme a la normativa vigente en
el momento del despido.
Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco entendió lo contrario y, tras anular el
fallo recurrido, dio la razón a la trabajadora y declaró nulo el despido,
con obligación de la inmediata readmisión de la trabajadora y al abono
de los salarios dejados de percibir
desde su cese hasta la fecha de notificación del fallo.
Entiende el Tribunal Supremo
que esta última solución es la acertada a derecho, puesto que el Real
Decreto-Ley 3/2012, contiene una
disposición final 16ª en la que se limita a consignar que entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el BOE, y si bien contiene
doce disposiciones transitorias, que
abordan problemas de entrada en
vigor de la norma respecto a distin-
La sentencia de
Instancia defendía
que las ausencias
anteriores sí eran
valorables ahora
tas cuestiones, no contiene disposición alguna que establezca un régimen transitorio aplicable a la extinción de contratos de trabajo realizados al amparo del artículo 52 d)
del Estatuto de los Trabajadores.
Por otra parte, argumenta la magistrada Segoviano Astaburuaga,
que en base al artículo 9.3 de la Constitución Española, “aplicar la nueva redacción del artículo a situaciones acaecidas con anterioridad a la
entrada en vigor de la misma supone no respetar la irretroactividad
de las normas que, en este supuesto, son restrictivas del derecho de
la actora, pues eliminan un requisito -el absentismo del 2,5 por ciento de la plantilla- para que el contrato pueda extinguirse a instancia
del empresario por justa causa”.
La nueva doctrina, defendida ya
en una sentencia previa, de 24 de
marzo de 2013, pasa a instaurarse un criterio objetivo en los siguientes términos: “Para determinar la gravedad del incumplimiento debe valorarse exclusivamente si el retraso o impago es o no
grave o trascendente en relación
con la obligación de pago puntual
del salario, partiendo de un criterio objetivo (independiente de la
culpabilidad de la empresa), temporal (continuado y persistente
en el tiempo) y cuantitativo (montante de lo adeudado)”.
De esta forma, el ponente, el magistrado Alarcón Caracuel, declara resuelto el contrato de trabajo
de un empleado con la empresa
por la existencia de retrasos continuados en el pago del salario que
considera que revisten la suficiente gravedad como para que se pueda proceder a la extinción del contrato solicitada.
La sentencia anula los fallos previos, que habían desestimado la
demanda de extinción del contrato de trabajo a instancias del trabajador por retrasos continuados
en el abono del salario. La sentencia recurrida consideraba que dichos retrasos carecen de entidad
suficiente para que proceda la extinción del contrato.
Según consta, el trabajador venía percibiendo sus salarios mensuales siempre con retraso, al menos desde octubre del año 2008
hasta la fecha de presentación de
la papeleta de conciliación en agosto del año 2010, retrasos que oscilaban en torno a los diez días, si
bien en ocasiones el retraso llega
va a 18, 23 e incluso a 28 días.
Retrasos de gravedad
Siguiendo esa doctrina jurisprudencial y aplicándola al caso de
autos se llega a una situación en
la que existen retrasos con gravedad suficiente, tanto por cuantía
(todo el salario mensual) como
por duración (una media cercana
a 11 días por mes) como por su carácter sistemático (ininterrumpidamente durante bastante más de
un año). Por lo expuesto la Sala
decidió proceder a la estimación
del recurso.
El trabajador, por su parte, aporta como sentencia contradictoria
la del Supremo de diciembre de
2008 que, estimando el recurso
de casación que declara resuelto
el contrato de trabajo al amparo
del artículo 50.1.b) del Estatuto de
los Trabajadores y condena a la
empresa demandada a la indemnización correspondiente.
En aquel caso, el trabajador había sufrido retrasos continuados
en el cobro mensual del salario
desde diciembre de 2004 a enero
de 2007, con un promedio de 11,20
días de retraso cada mes.
Y ello se entiende que constituye un incumplimiento con entidad suficiente para decretar la extinción del contrato de trabajo.
Imposibilidad de retroacción
Además, argumenta en su razonamiento jurídico, que el artículo 2.3
del Código Civil dispone que las leyes no tendrán efecto retroactivo si
no dispusieren lo contrario y, tal como ha quedado consignado, el Real Decreto-Ley, salvo para las materias concretas expresamente relacionadas en el mismo, no dispone que sus normas tengan carácter
retroactivo. Por todo ello, determina que no procede la aplicación al
supuesto examinado de la redacción dada al artículo 52d) del Estatuto de los Trabajadores por el Real Decreto-Ley 3/2012.
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Más información en
www.eleconomista.es/ecoley
Novedades de gestón para
el Impuesto sobre los Gases
X. G. P. MADRID.
Hacienda acaba de hacer público
el texto del Reglamento del futuro Impuesto sobre los Gases Fluorados, que cuenta con un artículo único, en el que desarrolla o
completa los preceptos legales de
la Ley 16/2013, de 29 de octubre.
Entre las obligaciones de gestión del Impuesto se establecen la
inscripción en el registro territo-
rial para fabricantes, importadores, adquirentes intracomunitarios, revendedores, gestores de residuos así como los beneficiarios
de las exenciones y de los tipos
impositivos reducidos.
También, se establece que en las
facturas que se expidan con ocasión de su compra se detalle la cantidad y clase de gas de que se trata y lo pagado como impuesto para evitar irregularidades.
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