Sentencia absolutoria de José García Salinas.

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NOTIFICADO, ART 151.2 LEC: 10 DICIEMBRE 2015.GARCIA SALINAS
JDO. DE LO PENAL N. 1 GUADALAJARA
SENTENCIA: 00812/2015
D. José Luís Cobo López, Magistrado Juez del Juzgado de lo Penal Nº 1 de
Guadalajara, en el Procedimiento Abreviado
núm. 596/15, ha dictado en nombre de
S.M. el Rey, esta
SENTENCIA
En Guadalajara, a veintisiete de noviembre de dos mil quince.
Por la presente Sentencia resuelvo la causa seguida con el número 260/15 sobre
delito de CALUMNIAS E INJURIAS, contra JORGE GARCIA SALINAS, con d.n.i.XXXXXXXX W,
nacido en Guadalajara el 13 de diciembre de 1.987, presente en el acto del juicio,
asistido del Letrado Sr. XXXXXXXXXXXX.
Como Acusación Particular, JAIME CELADA LOPEZ,
asistido de Letrado Sr.
XXXXXXXXXXXXX.
Comparece el Ministerio Fiscal en representación de la Acusación Pública.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El presente procedimiento
fue instruido por el Juzgado de
Instrucción Nº 3 de Guadalajara en sede de diligencias previas seguidas con el
número 3.152/13 , las que tras la instrucción practicada fueron declaradas
conclusas y elevadas a este Juzgado, en el que se señalaron para la celebración del
juicio oral el día 19 de noviembre de 2.015, practicándose en el mismo las pruebas
propuestas y admitidas a las que no se renunció, con el resultado que figura en el
acta extendida al efecto y en el soporte audiovisual empleado.
SEGUNDO.- En sus conclusiones definitivas, el Ministerio Fiscal que en su día había
interesado el sobreseimiento de las actuaciones, formuló conclusiones absolutorias.
La acusación particular calificó los hechos como constitutivos de un delito de
calumnias del artículo
205 en relación con el 211 y como constitutivos de un
delito de injurias del artículo 208 en relación con el 2.011 del Código Penal, a la
pena, por el primero de los delitos
de 20 meses multa con cuota diaria de 10
euros, accesorias; por el segundo la pena de 12 meses multa con cuota diaria de 12
euros, accesorias que procedan, pago de costas incluidas las de la acusación
particular.
En el orden civil interesó la condena del acusado a indemnizar,
subsidiariamente con el PSOE de Cabanillas del Campo, en la cantidad de 10.000,
intereses que procedan.
La defensa, en igual trámite, interesó la absolución de su patrocinado.
TERCERO.- En la tramitación de este procedimiento se han observado las
prescripciones legales.
HECHOS PROBADOS
Se considera probado y así se declara que en fecha 23 de octubre de 2.013, el
acusado Jose García Salinas, mayor de edad, sin antecedentes penales, en su condición
de Concejal y Portavoz del Grupo Socialista del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo,
convocó a varios medios de comunicación con las intención de hacer alusión a ciertas
actuaciones irregulares realizadas en el proceso de selección de una plaza de
Vicesecretario-Interventor convocada para el Ayuntamiento de esta localidad,
protagonizadas por el entonces Alcalde, el denunciante Sr. Jaime Celada López.
En aquella rueda de prensa empleó expresiones tales como: “…cuando vio que las
cosas no iban a salir a su gusto”; “lo que está en juego no es la credibilidad de
Celada, que la tiene perdida desde hace tiempo, sino la imagen y el buen nombre de
Cabanillas del Campo y de su Ayuntamiento. El PSOE no puede quedarse cruzado de
brazos ante indicios claros de irregularidades”; “ Celada ha utilizado medios
presuntamente irregulares para impedir al tribunal ejercer sus funciones”; “ irrumpió
entonces de manera abrupta e irregular en el proceso, ante las posibilidad de que el
pronunciamiento fuera contrario a sus intereses”; “Celada va a pasar a la historia
por ser el acalde con más demandas y mayor gasto para defender su gestión en los
juzgados, a costa de sus vecinos de Cabanillas”.
Por estas irregularidades tanto el Grupo Municipal Socialista como el Grupo
Municipal de Izquierda Unida interpusieron denuncia por delito de prevaricación
contra el hoy denunciante ante la Fiscalía de Guadalajara que a su vez formuló
denuncia contra aquel por medio de escrito de fecha 5 de junio de 2.015 que fue
finalmente sobreseída mediante auto del Juzgado de Instrucción nº 4 de esta Ciudad,
confirmando por auto de 15 de abril de 2.015 de la Audiencia Provincial de
Guadalajara.
Por parte de una de las personas que se presentó al concurso para la cubrir la
plaza antes aludida, se interpuso demanda ante el Juzgado de lo Contencioso
Administrativo de Guadalajara, desestimada por Sentencia de 10 de junio de 2.015.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS
PRIMERO.- Los hechos por los que se formula acusación no han quedado
acreditados
con la suficiencia jurisprudencialmente exigida para poder dictar un
pronunciamiento de condena, al no existir pruebas de cargo de las que se deriven
elementos incriminatorios con eficacia para desvirtuar la presunción de inocencia
que, según doctrina jurisprudencial reiterada y pacífica, ampara a todas las
personas, en tanto no se destruya por una actividad probatoria legítima, practicada
en el plenario (celebrado en condiciones de igualdad entre acusado y acusador) y
con el juego de los principios de inmediación, oralidad, publicidad, concentración
y, muy particular y específicamente, de contradicción y defensa, con las debidas
garantías (constitucionales y procesales) y que contengan elementos incriminatorios
eficientes para la acreditación de la realidad del hecho delictivo y la
participación en el mismo del acusado.
Este derecho a la presunción de inocencia, proclamado en el artículo 24.2 de
la Constitución Española, se caracteriza según reiterada doctrina Jurisprudencial,
Sentencia del Tribunal Supremo de 9 de mayo de 2003, entre otras, por:” a) ser un
derecho fundamental que toda persona ostenta y, en cuya virtud, ha de presumirse
inicialmente inocente ante las imputaciones que contra ella se produzcan en el
ámbito de un procedimiento de carácter penal o, por extensión, de cualquier otro
tendente a la determinación de una concreta responsabilidad merecedora de cualquier
clase de sanción de contenido aflictivo; b) presentar una naturaleza «reaccional»,
o pasiva, de modo que no precisa de un comportamiento activo de su titular sino
que, antes al contrario, constituye una auténtica e inicial afirmación interina de
inculpabilidad, respecto de quien es objeto de acusación; c) pero, por el contrario
y así mismo, que tal carácter de interinidad, o de presunción «iuris tantum», es el
que posibilita, precisamente, su legal enervación, mediante la aportación, por
quien acusa, de material probatorio de cargo, válido y bastante, sometido a la
valoración por parte del Juzgador y desde la inmediación, de la real concurrencia
de esos dos requisitos, el de su validez, en la que por supuesto se ha de incluir
la licitud en la obtención de la prueba, y el de su suficiencia para producir la
necesaria convicción racional acerca de la veracidad de los hechos sobre los que se
asienta la pretensión acusatoria; y como principio inspirado en el mismo, si bien
distinto, el principio in dubio pro reo, relacionado en la valoración de la prueba,
cuando la practicada no es bastante para formar la convicción en orden a la
culpabilidad o inocencia del acusado, debiendo resolver las razonadas dudas a favor
del acusado. Lo anterior, íntimamente relacionado con la prueba practicada, supone
que a través del material probatorio, este sea bastante para fundar razonablemente
la condena tras haber creado la convicción necesaria de la concurrencia en la
conducta del acusado en los hechos objeto de enjuiciamiento de los elementos del
tipo penal por el que se formula acusación, de modo que no queden dudas razonables
sobre su culpabilidad”.
SEGUNDO.- Expuestos los conceptos doctrinales en materia de prueba, no procede
otro pronunciamiento que el absolutorio para el acusado ante la ausencia total y
absoluta de prueba sobre la realidad de los hechos por los que se formula acusación y,
lo que es más decisivo, sobre su tipicidad.
Debe de inicio destacarse, con carácter general, que se ha quebrado en cierta
forma el principio acusatorio que rige el proceso penal desde el momento en que se
califica por delito de calumnias e injurias sin distinguir en modo alguno en el escrito
de calificación, elevado a definitivo en el acto del juicio, que expresiones pueden a
su criterio ser constitutivas de delito de calumnia y que expresiones lo pueden ser de
delito de injurias, no siendo penalmente viable que unas mismas expresiones puedan ser
constitutivas de estos dos delitos.
También, con carácter general, destacar, ya de inicio, que ninguna de las
expresiones que se contienen en el escrito de denuncia o en el escrito de acusación
pueden ser consideradas como constitutiva de delito alguno. Son expresiones de un
escaso o casi nulo poder injurioso o calumnioso, dichas por el denunciado en su calidad
del portavoz del Grupo Socialista de Cabanillas del Campo en el más puro y entendible
ejercicio de su libertad de expresión y de la crítica política, siempre posible, frente
a una intervención del denunciante en un proceso de selección que se consideró
irregular.
A nadie se le puede escapar que en la vida diaria tanto en la política a nivel
nacional, como autonómica o local escuchamos todos expresiones bastante más “gruesas”
que las imputadas, que quedan encajadas en lo que podemos considerar “lucha política”,
que deben ser ajenas al Derecho Penal que en caso de intervenir en supuestos como en el
presente supondría una distorsión o limitación importante en la discusión, lucha o
crítica política.
Además de ello, como certeramente señala la defensa en su escrito de
conclusiones, también elevado a definitivo en el acto del juicio, en modo alguno se
puede hacer responsable al hoy acusado del uso o interpretación que los diferentes
medios de comunicación pudieron haber hecho de sus palabras.
No puede olvidarse tampoco que el proceso de selección de la plaza de
Vicesecraterio-Interventor del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, ha sido objeto de
fiscalización por medio de denuncia interpuesta por parte de la Fiscalía de Guadalajara
a instancias de los Grupos Municipales Socialistas y de Izquierda Unida, que encontró
indicios de irregularidad en la actuación del hoy denunciante, al menos para iniciar un
procedimiento penal, que terminó con pronunciamiento de sobreseimiento al amparo del
artículo 641.1º; y que también lo ha sido por parte de candidata a la plaza que
presentó demanda ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Guadalajara.
Hechos que evidencian la posibilidad cierta de la existencia de alguna “irregularidad”
en este proceso de selección, lo que hace reducir, aún más, la culpabilidad que se
pretende exigir en este procedimiento penal.
TERCERO.- En forma más concreta, formulándose acusación en primer lugar por
delito de calumnia del artículo 205 del Código Penal, considera por tal el indicado
precepto “…la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario
desprecio a la verdad”.
Pues bien, es constante Jurisprudencia (STS 856/1.997 de 14 de junio) que
aunque antigua resulta de total aplicación, la que señala que: ”… para que exista una
calumnia debe haber la imputación de un delito, requisito primero y característico de
la calumnia; sólo es delito lo que está tipificado como tal en la legislación penal, no
cualquier fraude o irregularidad. Y además ha de tratarse de una acusación concreta y
terminante pues "no bastan atribuciones genéricas, vagas o analógicas sino que han de
recaer sobre un hecho inequívoco, concreto y determinado, preciso en su significación y
catalogable criminalmente", debiendo contener la falsa asignación los elementos
requeridos para la definición del delito atribuido, según su descripción típica, aunque
sin necesidad de una calificación jurídica por parte del autor. Por último, se exige el
elemento subjetivo referido al conocimiento de la falsedad o temerario desprecio a la
verdad.
A partir de esta doctrina, en las palabras del acusado dichas en rueda de
prensa no se puede encontrar en modo alguno, imputación de delito concreto y
determinado alguno, simplemente la denuncia de una actuación irregular en el trámite de
un procedimiento administrativo de selección de determinada plaza del Ayuntamiento de
Cabanillas del Campo, y desde luego no se han realizado estas afirmaciones “con
conocimiento de su falsedad o temerario desprecio a la verdad”, insistir aquí en que
esta actuación ha sido objeto de denuncia penal por parte de la Fiscalía de Guadalajara
y de demanda ante la Jurisdicción Contenciosa Administrativa.
CUARTO.- Sentado lo anterior procede estudiar la posibilidad de considerar las
expresiones proferidas por el acusado como injuriosas.
Se debe insistir en que se desconoce que expresión de las consignadas en el
escrito de acusación tiene el carácter de injuriosas a juicio de la acusación pero,
dando por reproducido los argumentos antes consignados en esta resolución, ninguna de
las contenidas en el escrito de acusación, reproducidas en el apartado de hechos
probados, pueden tener esta consideración.
Decir de determinada actuación que se considera irregular de quién
la ha
protagonizado
que: “…lo que está en juego no es la credibilidad de Celada, que la
tiene perdida desde hace tiempo, sino la imagen y el buen nombre de Cabanillas del
Campo y de su Ayuntamiento; el PSOE no puede quedarse cruzado de brazos ante indicios
claros de irregularidades”; “ Celada ha utilizado medios presuntamente irregulares para
impedir al tribunal ejercer sus funciones”; “ irrumpió entonces de manera abrupta e
irregular en el proceso, ante las posibilidad de que el pronunciamiento fuera contrario
a sus intereses”; “Celada va a pasar a la historia por ser el acalde con más demandas y
mayor gasto para defender su gestión en los juzgados, a costa de sus vecinos de
Cabanillas”; incluso acusarlo de “prepotencia, desidia e ineficacia”, no puede
constituir el delito de injurias como se pretende por la acusación.
Son expresiones vertidas en el contexto de una crítica política a una actuación
de un cargo público, que podemos considerar algo agrias, pero nada más. Se hacen en el
contexto en el que no se destacan ni como especialmente ofensivas ni como evidentemente
falsas, y está acompañadas de las denuncias que antes han sido referidas y que no
atacan la fama o dignidad del denunciante.
No puede olvidarse que el párrafo segundo del artículo 208 del Código Penal,
en su redacción anterior señala en forma literal que: “Solamente serán constitutivas de
delito las injurias que, por su naturaliza, efectos y circunstancias, sean tenidas en
el concepto público por graves. Las injurias que consistan en la imputación de hechos
no se considerarán graves, salvo cuando se hayan realizado con conocimiento de su
falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.” Párrafo este último que ha
desaparecido en la actual redacción.
Repitiendo argumentos ya empleados, desde luego las expresiones imputadas al
acusado en el contexto en el que fueron realizadas, por quien fueron realizadas y
contra quien iban dirigidas, cargos políticos, en el concepto público pudieran ser
consideradas graves y además de ello no lo han sido con conocimiento de su falsedad o
temerario desprecio a la verdad.
Declararon en el acto de la vista Rafael Izquierdo y Mercedes Cardón López, el
primero Secretario del Tribunal encargado de resolver sobre la plaza a proveer de
Vicesecretario-Interventor, la segunda partícipe en el proceso de selección como vocal
los que coincidieron en afirmar la existencia de ciertas irregularidades en el proceso
de selección que le fueron puestas en conocimiento del hoy denunciante lo que confirmó
el testigo Juan Luis Ramos, Letrado del Grupo Socialista de Cabanillas del Campo.
El propio acusado Jose García Salinas afirmó en el acto del juicio que la única
intención que le guio con la convocatoria de la rueda de prensa fue la de anunciar la
remisión de un escrito a la Fiscalía de Guadalajara poniendo en conocimiento la
existencia de ciertas irregularidades cometidas por el Alcalde en el proceso de
selección de la plaza de Vicesecretario-Interventor, irregularidades que le fueron
puestas en conocimiento por el Secretario del Tribunal, una vocal y una de las
candidatas y que el consideró que ante la importancia del puesto a cubrir era una
cuestión de “evidente interés municipal”.
QUINTO.- La absolución del acusado determina que se declaren de oficio las
costas procesales por mandato del artículo 240 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
sin poder observar en la actuación del denunciante temeridad o mala fe suficiente que
pudiera justificar la imposición de costas a dicha parte.
Vistos los preceptos aplicables al caso y los demás de general aplicación,
FALLO
Que debo ABSOLVER y ABSUELVO a JOSE GARCIA SALINAS de los
estas diligencias, declarando de oficio las costas causadas.
hechos objeto de
Notifíquese
esta resolución al Ministerio Fiscal y a las partes personadas,
haciéndoles saber que la presente sentencia
no es firme, pudiendo interponer
contra la misma recurso de apelación ante este Juzgado para ante la Audiencia
Provincial de Guadalajara en el plazo de los diez días siguientes a su
notificación.
Notifíquese la sentencia a los ofendidos y perjudicados por el delito, aunque no
se hayan mostrado parte en la causa.
Así por esta mi sentencia, juzgando definitivamente en primera instancia, lo
pronuncio, mando y firmo.
PUBLICACION.- Dada, leída y publicada ha sido la anterior sentencia por el/la Juez
que la suscribe en el día de su fecha, celebrando Audiencia Pública.- Doy fe.
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