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SENTENCIA No. 50/2012
FRANCISCA HERMINIA SÁNCHEZ ACEVEDO
JUICIO No.: 000051 -0123-2010-LB
VOTO No. 50/2012
DIR. GENERAL DE SERVICIOS ADUANEROS (DGA)
TRIBUNAL NACIONAL LABORAL DE APELACIONES. Managua,
diecisiete de febrero del dos mil doce. Las diez y treinta minutos de la
mañana. VISTOS RESULTA Ante el Juzgado Primero Distrito del Trabajo
de la Circunscripción Managua, compareció la señora FRANCISCA
HERMINI A S ÁNCHEZ ACEVEDO , interponiendo demanda con acción de
pago en concepto de prestaciones sociales, horas extras, y otros, en
contra de la DIRECCIÓN GENERAL DE SERVICIOS ADUANEROS (DG A),
representada por el Director General Licenciado Eddy Medrano Soto.
Trascurridas las dist intas fases procesales, el Juzgado de Primera
Instancia dictó sentencia a las ocho y siete minutos de la mañana del
veintidós de noviembre del año dos mil diez, mediante la cual ordenó el
pago de vacaciones, décimo tercer mes y beneficios de convenio
colectivo. No conforme con dicha sentencia apeló la parte actora, recurso
que fue admitido en ambos efectos. Expresados los agravios por la parte
recurrente, sin haberse personado la demandada y recurrida, y estando el
caso de resolver; SE CONSIDERA: I.- RESUMEN DE LOS AGRAVIOS
DEL APELANTE: En síntesis reclama el apelante que la sentencia
recurrida le causa agravios por cuanto no ordena a su favor: a) pago de
salarios dejados de percibir desde el despido a la fecha de la sentencia
inclusive; b) Pago de bonos na videños acumulados dejados de percibir,
en lo que hace a los años 2008 al 2010, contenidos en el Convenio
Colectivo; c) Pago de horas extraordinarias reclamadas; d) Pago de
salario retenido correspondiente al mes de Enero del 2008. Pidió por
tanto el recurrente que se corrigiera la sentencia recurrida, debiendo
mandarse a pagar lo reclamado en tales conceptos. II.- DE LOS
S ALARIOS DEJ ADOS DE PERCIBIR COMO ACCION ACCESORI A
DEPENDIENTE DE LA ACCION DE REINTEGRO: Estima este Tribunal
que no existe la menor du da en el sentido de que la acción de pago de
salarios dejados de percibir es una acción de carácter accesoria, que
depende de la procedencia de una acción principal que es la de reintegro,
es decir, la acción de pago de salarios caídos no es una pretensión con
vida jurídica por sí misma, sino que depende de la procedencia de la
acción principal de la cual se origina. Así las cosas, para que el juez
ordene el pago de los salarios dejados de percibir, primero debe declarar
con lugar el reintegro y si no proce de éste, no procede tampoco la acción
de pago de salarios dejados de percibir. En este sentido, el arto. 46 C.T
establece en sus partes conducentes lo siguiente: “Cuando la
terminación del contrato por parte del empleador se verifique en
violación a las di sposiciones prohibitivas contenidas en el presente
código y demás normas laborales, o constituya un acto que restrinja
el derecho del trabajador, o tenga carácter de represalia contra éste
por haber ejercido o intentado ejercer sus derechos laborales o
sindicales, el trabajador tendrá acción para demandar su reintegro
ante el Juez del Trabajo, en el mismo puesto que desempeñaba y en
idénticas condiciones de trabajo, quedando obligado el empleador, si
se declara con lugar el reintegro, al pago de los salarios dejados de
percibir y a su reintegro”, por lo que dicha disposición legal deja
absolutamente definido ese carácter accesorio de la acción de pago de
salarios dejados de percibir o salarios caídos supeditada a la de
Reintegro. En el mismo orden, en el examen de las diligencias de primera
instancia encontramos que en el escrito de demanda que fija el objeto del
debate junto con la contestación de demanda, no figuran como acciones
la petición de reintegro ni de salarios dejados de percibir, sino que las
acciones reclamadas son aquellas propias que se desprenden de la
terminación del contrato de trabajo para liquidar definitivamente dicho
vínculo. La misma parte actora reconoce esa falta de reclamación de la
acción de reintegro, en escrito presentado que rola en el Folio 47 de las
diligencias de primera instancia en el que textualmente dice: “… a todas
luces estamos frente a la presencia de un claro y evidente Reintegro ,
de ésta forma como el procedimiento ya no se puede cambiar, y en su
momento mi poderdante no lo solicitó, pues ya vino a destiempo, y
mi poderdante no tuvo la debida asesoría, hoy solo pido en nombre
de mi poderdante los pagos conforme a la ley… ” Por consiguiente,
siendo que la actora pretendió el pago de derechos y beneficios que se
originan por terminación de contrato de trabajo, no puede aspirar
posteriormente al pago de salarios dejados de percibir, cuando su
naturaleza es totalmente distinta y emana de la acción de reintegro que
no fue intentada oportunamente, siendo aplicable por lo tanto lo que
dispone el arto. 832 Pr. que dice: “Será incompatible el ejercicio
simultáneo de dos o más acciones en un mismo juicio y no podrán,
Por tanto acumularse: 1. - Cuando se excluyan mutuamente, o sean
contrarias entre sí, de suerte que la elección de una impida o haga
ineficaz el ejercicio de la otra…” , precepto legal que es perfectamente
aplicable según las voces del arto. 404 C.T. En otro orden, dado el
carácter de esta segunda instancia, que no es de debate sino
absolutamente revisor de lo actuado en primera instancia, no puede el
recurrente tratar de reclamar en apelación, el reintegro que no pidió en
primera instancia, como así l o pretendió en un escrito extemporáneo y
procesalmente inexistente denominado por él como “ampliación de
agravios” aludiendo al principio de ultrapetitividad, considerando este
Tribunal que los alcances de la ultrapetitividad en materia laboral, no
permiten trastocar, sustituir o de alguna manera modificar la pretensión
principal del actor, que es el pago de la indemnización por antigüedad
mas las otras prestaciones que se derivan de la cancelación del contrato
de trabajo. Por lo tanto, debe desestimarse el agravio y pedimento
formulado por la parte demandante y aquí apelante. HUMBERTO SOLIS
BARKER.- A. GARCIA GARCIA.- LUIS MANUEL OSEJO PINEDA.- ANA MARIA
PEREIRA T.- FERNANDO MALESPIN. PM CASTELLON CH. SRIO. Managua,
veinte de febrero del dos mil doce. II.- NO APLICACIÓN DE BENEFICIOS
POST RELACION LABORAL: Reclama el recurrente el pago de Bonos
Navideños dejados de percibir, en los años 2008 al 2010, contenidos en
el Convenio Colectivo. Tanto en el escrito de demanda que rola en folio 9
al 11 del cuaderno de primera instancia, como en los documentos
aportados por la misma actora que rolan a folios 1 y 3 del mismo, ha
quedado absolutamente claro que la relación laboral entre las partes
terminó el primero de febrero del año dos mil ocho, por consiguiente; no
cabe
reclamar
derechos
o
pretensiones
de
esa
naturaleza,
correspondientes a periodos posteriores a la fecha de expiración de la
relación laboral. Por tanto, siendo que los beneficios socioeconómicos del
convenio colectivo son de carácter obligatorio y se con vierten en partes
integrantes de los contratos individuales de trabajo, según lo dispone el
arto. 236 C.T., una vez finalizada la relación laboral o contrato individual
de trabajo, el trabajador no puede pretender la cobertura de beneficios y
derechos del convenio colectivo, por periodos posteriores a la
terminación del vínculo laboral, todo lo anterior teniendo en cuenta el
hecho ya considerado de que las acciones principales intentadas por la
actora en este juicio son aquellas que se originan por terminac ión de
relación laboral, mas no aquellas que tratan de anular el acto rescisorio y
retomar su vigencia. Debe en consecuencia desestimarse dicho agravio.
IV.- DE LA FORMA P AR A RECLAM AR HORAS EXTRAS E
IMPROCEDENCI A DE LA PRESUNCION LEG AL GENERICA P AR A ESTE
CASO: Considera este Tribunal que es imprescindible para la
procedencia del derecho al pago de horas extraordinarias, la
determinación concreta y exacta de los días y horas extraordinarias que
pretende el trabajador le sean reconocidos, los que han de const ar en
forma precisa de manera que se demuestre que individualizadamente
exceden de la jornada legal. Se requiere entonces que aquel que viene a
reclamar pago de horas extras, debe detallarlas hora por hora, dia por
dia, de momento a momento, señalando porm enorizadamente cada una
de las fechas y horas exactas en las que laboró las horas extraordinarias,
no cabiendo el reclamo globalizado, porque además, con ese mismo
detalle debe proponerse y producirse la prueba para demostrar esta
prestación de carácter ex cepcional y extraordinaria. Sin embargo la parte
actora no cumplió con ese requerimiento esencial, puesto que a como se
puede observar en el escrito de demanda, este no señala cual era la
jornada laboral desempeñada, tipo de jornada, ni horario, mucho meno s
hizo referencias a la hora de inicio y de culminación de sus jornadas
ordinarias ni de las extraordinarias, limitándose a efectuar un pedimento
genérico y globalizado de dichas horas extras, así también, en el periodo
probatorio no aportó elementos conv incentes que llevaran a demostrar el
trabajo en exceso de la jornada ordinaria de trabajo ni mucho menos
individualizadamente la cantidad de horas extras que reclamó. Por otro
lado, conviene valorar que el Arto. 342 C.T. dice taxativamente: “Cuando
el trabajador proponga como prueba la exhibición del contrato
escrito de trabajo, planillas o libros de salarios o de contabilidad o
comprobante relativo al objeto del juicio que por obligación legal
deba llevar el empleador, la autoridad laboral conminará a éste a
exhibirlos
en
la
audiencia
que
corresponda. En
caso
de
desobediencia, se establece la presunción legal de que son ciertos
los datos aducidos por el trabajador.” Es decir, que la presunción legal
de que se hace referencia es sobre los hechos que el traba jador afirma
pretende probar con dicho medio de prueba. En tal sentido, cuando la
actora solicitó la exhibición de documentos, puede leerse textualmente en
el folio 80 del cuaderno de primera instancia su pedimento: “Exhibición
de Controles de Entrada y Sa lida, del periodo comprendido del uno
de mayo de mil novecientos noventa y siete (01 -05-1997); al uno de
febrero del año dos mil ocho, (01 -02-2008); con dicha prueba
pretendo demostrar; 1) El horario de entrada y salida, 2) Que en
dichas tarjetas eran marcadas, el respectivo pago de transporte,
desayuno, y cena, a los trabajadores que se quedaban realizaban
trabajos extraordinarios, por lo que pido a su señoría que estos
controles sean analizados cuidadosamente” . Como se podrá observar
la pretensión de la actora al solicitar la exhibición de documentos, nunca
fue la de demostrar que su jornada laboral desempeñada fue de equis
tiempo, o de tal hora a tal hora, o que laboraba tantas horas diarias, ni
mucho menos demostrar que laboró un total de Siete Mil Novecientas
Treinta y Seis (7,936) horas extras, ni demostrar el periodo de tiempo en
que las laboró, razón por la que es materialmente imposible presumir
humana y legalmente que se haya trabajado extraordinariamente un
tiempo que no se sabe con certeza de cuanto fue, y no se puede
sancionar al empleador a pagar un cumulo de horas extras sin
fundamento. Además, la falta de exhibición de documentos por la parte
empleadora, conforme al arto. 334 C.T. da derecho a establecer a favor
del trabajador una presunci ón legal, pero el arto. 347 del Código del
Trabajo dispone: “el que tenga a su favor una presunción legal, solo
estará obligado a probar el hecho en el que se funda tal presunción” ,
no habiendo aportado el demandante y aquí apelante pruebas que
demostraran ese hecho en que se funda la presunción, pues ni siquiera
probó cual era la jornada laboral que desempeñaba. Por lo tanto
jurídicamente no es aplicable la presunción legal que alude el arto. 334
C.T. para la demostración de las horas extras pretendidas po r el
reclamante. V.- PROCEDENCI A DE PAGO DE S ALARIO ILEG ALMENTE
RETENIDO: Reclama el apelante que no se mandó a pagar a la actora el
salario del mes de enero del año dos mil ocho. En efecto, tiene toda la
razón el recurrente, pues no rola en autos prueba a lguna con que se
demuestre que el empleador haya cancelado dicha prestación a la cual
tiene derecho por haber laborado hasta el uno de febrero del dos mil
ocho. Al contrario, la parte demandada no compareció a la diligencia de
exhibición de documentos a ex hibir la planilla de pago de salario
correspondiente al último semestre del dos mil siete (julio a Diciembre
dos mil siete) y enero y febrero del dos mil ocho (Ver folio 93 de primera
instancia), documentos que fueron pedidos con el único y exclusivo
propósito de demostrar esa falta de pago, operando por tanto la
presunción legal a favor del trabajador que establece el Arto. 334 C.T.,
por lo que el empleador deberá pagar a la demandante el salario retenido
correspondiente al mes de Enero del año dos mil och o y un día del mes
de febrero del mismo año, debiendo estimarse el agravio expresado en
este sentido. POR TANTO.- En base a lo considerado, disposiciones
legales citadas y Artos. 129, 158, 159 Cn., Ley No. 755, Artos. 270, 271,
272 y 347 C.T., 1 y 2 LOPJ, los Suscritos Magistrados, RESUELVEN: 1.
Ha Lugar parcialmente al recurso de apelación interpuesto por el
Abogado CARLOS FERNANDO CAJINA OPORTA, en su calidad de
Apoderado General Judicial de la Señora Francisca Herminia Sánchez
Acevedo, en contra de la Sentencia No. 196, dictada por el Juzgado
Primero de Distrito del Trabajo de Managua, el veintidós de noviembre
del año dos mil diez, a las ocho y siete minutos de la mañana. 2. Refórmese dicha Sentencia en los siguientes términos: Ha lugar a que la
Dirección General de Servicios Aduaneros (DGA), pague a la Señora
FRANCISCA HERMINIA S ÁNCHEZ ACEVEDO dentro de tercero día
después de firme la present e sentencia la cantidad de SEIS MIL
SEISCIENTOS
SETENTA
Y
OCHO
CORDOBAS
CON
43/100
(C$6,678.43), en concepto de salario retenido correspondiente al periodo
del uno de enero al uno de febrero del año dos mil ocho. 3. Quedan
firmes los demás puntos resoluti vos de la sentencia recurrida. 4. No hay
costas. Disentimiento: “DISIENTEN los suscritos Magistrados de Tribunal,
Doctores HUMBERTO SOLÍS BARKER y FERNANDO MALESPÍN
MARTÍNEZ, de las consideraciones y resoluciones de mayoría, al ra zonar
que estas, por su ESENCIA y NATURALEZA, corresponderían ser las que
se darían para DAR LUGAR a una EXCEPCIÓN de “OSCURIDAD DE LA
DEMANDA”, al esgrimirse en la referida sentencia “omisiones de hecho”
del trabajador en su libelo de demanda, en referencia a la “no cita
expresa” de la jornada horaria de entrada y salida de éste. Al efecto, en
lo laboral existen dos maneras para corregir o subsanar una demanda,
una de esas formas va por iniciativa del trabajador y la otra por iniciativa
del Jue z. Un trabajador puede aclarar, corregir o reformar una demanda,
siempre y cuando se haga antes de que el dema ndado conteste la misma
(Arto. 311 C.T.), y así de esta forma subsanaría cualquier defecto que
faltase, según sea el caso, o bien podría ampliarla, también según sea el
caso. La otra forma, es que el Juez haga uso del Principio de Impulsión
de Oficio, otorgado por el mismo Código Laboral en su Arto. 266 inciso
e), y cumpla con lo dispuesto en el Arto. 309 C.T., para después admitir
la demanda, al tenor del Arto. 310 del mismo cuerpo de Ley. Es decir,
que es obligación de un Jue z Laboral, el ordenar oficiosa mente la
subsanación de los puntos oscuros de la demanda, para luego dar curso
a la misma como en Derecho Corresponde, de lo cual también nuestro
Código de Procedimiento Civil, hace referencia, al decir en su Arto. 1035
Pr., que el Jue z puede de oficio no dar curso a la demanda que no
contenga los requisitos del Arto. 1021 Pr., cuando también el Arto. 1027
de ese mismo cuerpo de Ley, dispone que un Jue z puede suplir las
omisiones de las partes, siempre y cuando pertene zcan al Derecho, no
teniendo sentido alguno el de declarar oscura, de forma tácita, una
demanda al final de un Juicio, lo cual vendría a afectar el fondo del
asunto en cuestión, al estar claro que es obligación de un Juez Laboral,
el atender si una demanda de esa índole, contiene los requisitos
esenciales para su valide z. Luego, pues, de admitirse tales
consideraciones jurídicas, hablaríamos entonces de una NULIDAD
ABSOLUTA, no de una DENEGATORIA DE TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
por omisiones de hechos de un trabajador al momento de redactar su
libelo de demanda. Ahora bien, a la luz de los PRINCIPIOS DE PRIMACÍA
DE LA REALIDAD y de la VALORACIÓN EN CONJUNTO DE LA
PRUEBA, resulta que, si bien es cierto que el trabajador no detalló su
jornada horaria de entrada y salida de forma detallada, esta “omisió n de
hechos” fue subsanada por la falta de presentación de tal control horario,
requerida por el trabajador, vía exhibición de documentos (Ver Fol. 79,
84, 89 y 92). Se hace evidente que si el demandado hubiese presentado
tal control horario, sabríamos en realidad no solo la jornada horaria de
entrada y salida de la trabajadora, sino los días de la semana en que ésta
prestaba sus servicios. Dicho de otra forma, la presentación de estas
tarjetas de control hubiese reflejado la “realidad” de la prestación de
servicios, desvaneciendo y/o “convalidando” la omisión de hechos de la
trabajadora. Así las cosas, para los suscritos no hay omisión de la
trabajadora, ni oscuridad alguna; antes bien, las horas extras
demandadas por el trabajador PROCEDEN conforme la presunción legal
del Arto. 334 C.T. Estamos, pues, por la REFORMATORIA de la
resolución A -quo.”. Cópiese y notifíquese y con testimonio de lo resuelto,
vuelvan los autos al juzgado de origen. HUMBERTO SOLIS BARKER.- A.
GARCIA GARCIA.- LUIS MANUEL OSEJO PINEDA.- ANA MARIA PEREIRA T.FERNANDO MALESPIN. PM CASTELLON CH. SRIO. Managua, veinte de febrero
del dos mil doce.
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