www.unav.es/penal/crimina/ II.XIII. Delitos contra el patrimonio: hurto y robo de uso de vehículos (arts. 244 y 623.3) 1. Bien jurídico protegido: patrimonio, referido aquí específicamente a las facultades de uso del bien sustraído. La sustracción llevada a cabo sólo para usar, utilizar según el destino propio del bien (vehículos: conducir) no sería típica a los efectos de los preceptos del hurto y robo, pues falta el ánimo de lucro (discutible). La apropiación definitiva del vehículo constituye hurto o robo, según los casos. Concepto de uso a estos efectos: utilización del vehículo por tiempo inferior a 48 horas, con restitución directa (en el lugar de la sustracción) o indirecta (abandono localizable). Sensu contrario, el uso indebido de bienes muebles es atípico fuera de estos casos. 2. Tipo objetivo: conducta básica consistente en i) sustracción (alternativamente: utilización -importante por evitar ciertos espacios de atipicidad en la primera redacción del art. 244); ii) sin autorización; iii) de vehículo de motor o ciclomotor; iv) sin ánimo de apropiación; v) restitución (directa o indirecta) antes de 48 horas (si no se efectúa "la restitución en el plazo señalado, se castigará el hecho como hurto o robo en sus respectivos casos": art. 244.3). Modalidad equiparada al delito del art. 244: reiteración, en el plazo de un año, de cuatro faltas (art. 623.3), siempre que el montante acumulado de las infracciones sea superior al mínimo de la referida figura del delito (400 ). Agravaciones: a) por uso de fuerza en las cosas, pena en mitad superior (art. 244.2); b) por empleo de violencia o intimidación, constituye robo del art. 242. Quedan fuera del tipo conductas de estafa de uso y apropiación indebida de uso. 3. Punibilidad: Si el valor del vehículo es inferior a 400 , falta (art. 623.3); si la falta se realiza con fuerza en las cosas, pena en mitad superior. Si la sustracción excede de las 48 horas, constituye hurto o robo según los casos (se entiende que existe ánimo de lucro, por apropiación). Límite máximo de la pena, siempre el que correspondería si se apropiare definitivamente del vehículo (comparar con la pena de un hipotético hurto, por ejemplo). Aplicable también en este delito, en su caso, la excusa absolutoria prevista en el art. 268.