Senado de la Nación Secretaría Parlamentaria Dirección general de Publicaciones VERSION PRELIMINAR SUJETA A MODIFICACIONES UNA VEZ CONFRONTADO CON EL EXPEDIENTE ORIGINAL (S-1577/13) PROYECTO DE COMUNICACION El Senado de la Nación: Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional, a través de los organismos correspondientes, informe sobre diversos aspectos relacionados con la extensión de la vida útil del reactor nuclear de la Central Nuclear de Embalse (CNE), a saber: * Debido a que la extensión de la vida útil del reactor de la Central demandaría unas 30.000 toneladas de uranio en los próximos 30 años y que, como consecuencia, esto reactivará la minería de extracción de dicho mineral, sírvase informar cuáles son los yacimientos previstos de explotación para abastecer la demanda; cuáles serán los medios de transporte del mineral radiactivo y cuál es el avance de los trabajos de remediación en los sitios ya explotados. * Debido al elevado costo que conlleva la extensión de la vida útil de reactores similares, por ejemplo en Canadá, donde han tenido que abandonar dicha operación por no resistir racionalidad económica alguna y contando con que las obras estaban a cargo de Atomic Energy of Canada Limited (AECL), empresa con la que Argentina firmó un acuerdo para la extensión de la vida útil del reactor de Embalse, ¿Se han realizado para la Central de Embalse los estudios de factibilidad económica en relación costo/beneficio? Caso afirmativo sírvase remitir copia de dichos estudios de factibilidad técnica, operativa y económica y del contrato que la empresa del norte firmó con el gobierno argentino. * Cuál es el plan alternativo previsto por el Gobierno para suplir la merma en la generación nucleoeléctrica que provocará la suspensión de la producción de energía por parte de la Central de Embalse, ya que la misma aporta al Mercado Eléctrico una potencia bruta de 648 MWe, lo que implica el abastecimiento a 3,7 millones de habitantes. * Cuál será el destino final de los deshechos producidos por las tareas de retubado del reactor, cambios de los tubos de presión y reemplazo de los generadores de vapor, entre otras de las tareas que, se estima, comenzarían a fines de este año. * Si se han realizado para esta etapa de extensión de la vida útil de la central, los estudios del potencial sismológico -que fueron obviados en la primer etapa de construcción de la central por pertenecer esa región a Zona de Peligrosidad Sísmica Reducida-, estudios imprescindibles, ya que la CNE se encuentra emplazada sobre la denominada falla sísmica de Santa Rosa y cuáles son los preparativos de la CNE para resistir el probable impacto sísmico. En caso negativo, sírvase informar cuáles han sido los motivos por los que se obviaron realizar dichos estudios. Caso afirmativo sírvase remitir copia de los mismos. Luis A. Juez. – FUNDAMENTOS Señor presidente: La Central Nuclear de Embalse, ubicada en la costa sur del embalse del Río Tercero en la Provincia de Córdoba, inició su operación comercial en 1984, utilizando un reactor del tipo CANDU (Canadian Uranium Deuterium) tubos de presión, cuyo combustible es el uranio natural y su refrigerante y moderador es el agua pesada. Los valores de potencia de la central son de 600 megavatios de potencia eléctrica neta y 648 megavatios de potencia eléctrica bruta. Esta energía se entrega a la Red Nacional Interconectada suministrando la energía suficiente para abastecer los requerimientos de aproximadamente 3,7 millones de personas. Al momento de su inauguración, se estimó una vida útil para el reactor de unos 27 a 30 años de actividad; debiendo tras su envejecimiento seguir dos caminos: o bien salir de servicio o bien establecer las condiciones para la prolongación del ciclo operativo. En agosto de 2011, Atomic Energy of Canada Limited (AECL) firmó un acuerdo con Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima (NASA), operador de la Central Nuclear Embalse, para comenzar los trabajos de reemplazo de tuberías y renovación del reactor CANDU, a fin de permitir a la Central Nuclear operar entre 25 y 30 años más y que contempla un incremento de la potencia eléctrica en unos 35 MWe. En aquella ocasión el Ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, anunció la firma de siete contratos con la mencionada empresa canadiense por un monto de 440 millones de dólares. Durante la conferencia de prensa brindada en Casa de Gobierno, precisó que el costo total de la obra ascenderá a alrededor de 1.300 millones de dólares. Precisó además que los 800 millones restantes en obras para el alargamiento de la vida de la central nuclear serán llevados adelante por empresas argentinas. El día 19 de marzo pasado, la empresa Nucleoeléctrica Argentina S.A. informó que el Ministro de Planificación Federal, Julio De Vido y el Presidente del Banco de Desarrollo de América Latina suscribieron un préstamo por 1.200 millones para la extensión de la vida útil del reactor. Según informa la CNEA, la primera fase del proyecto que finalizó en el año 2010, fue la etapa concerniente a la evaluación y análisis de la factibilidad de llevar adelante el proyecto de extensión de la vida útil de la Central; la segunda fase, incluye la firma de contratos con empresas y la adquisición de componentes, equipos y herramental; y a partir de este año y hasta el año 2015, comenzará la parada programada que podría comenzar en noviembre de 2013 y que demandará unos 21 meses. Asimismo, fundamentan que la extensión de la vida útil de la Central de Embalse es beneficiosa en términos económicos debido a que la construcción de una nueva central con características similares, demandaría entre 6 y 8 años de construcción con un costo superior a los U$S 2.000 millones. Sin embargo, lo sucedido en Canadá con la extensión de la vida útil del reactor de la Central Nuclear de Point Lepreau indica lo contrario. En efecto, por una parte, los elevados costos que demandaba a la Atomic Energy of Canada Limited (AECL) la reactivación del reactor que posee la Central Nuclear canadiense, reactor que es del mismo tipo del que opera en la Central de Embalse, y los retrasos en completar las fases del proyecto de extensión, obligaron a las autoridades Canadienses a proceder al cierre definitivo de la planta. Esta crisis producida en el país del norte, pone en duda la capacidad de la Atomic Energy of Canada Limited (AECL) de poder cumplir no sólo con los plazos sino con los montos previstos y ha encendido una luz de alerta en otros países que poseen reactores del tipo CANDU. Por ello, es necesario conocer los estudios de factibilidad técnica, operativa y económica de la obra prevista en la Central argentina. Otra de las preocupaciones que despierta la extensión de la vida útil, es que se estima para esta nueva etapa, una demanda de 30.000 toneladas para los próximos 30 años de vida del reactor. Esto genera una reactivación de la minería de uranio con las consecuentes controversias que ello despierta. En efecto, la explotación de este mineral radiactivo, que sólo puede ser extraído a cielo abierto, impulsa una actividad minera de alto impacto. Debido a la elevada vida media de los componentes radioactivos, los depósitos de los deshechos deben estar bajo control durante mucho tiempo, estando expuestos a numerosos tipos de erosión. Mientras una minoría de personas se beneficia del desarrollo de la tecnología nuclear, no todos los miembros de la sociedad cargan sus desventajas del mismo modo. En los lugares donde las minas de uranio han sido abandonadas debido a su agotamiento o a la baja de los precios del mineral, no ha habido una limpieza efectiva de la contaminación radioactiva causada por esta actividad minera. Esta deuda ecológica no se incluye, sin embargo, en los precios del uranio. El hecho de que las comunidades locales hayan tenido que cargar con esta herencia radioactiva, junto con el desempleo causado por el abandono de la industria local, ha ocasionado exclusión y marginación. Tal es el caso la ex mina de uranio de Los Gigantes, ubicado en la provincia de Córdoba, la que desde el año 2000 se encuentra bajo el Proyecto de Restitución Ambiental de la Minería de Uranio (PRAMU), programa que cuenta con el apoyo del Banco Mundial para la remediación de la contaminación y para la disposición final adecuada de los residuos generados por las explotaciones hechas por y para la Comisión Nacional de Energía Atómica, programa que ha sido objeto de numerosos anuncios por parte del gobierno, sin que se de comienzo aún a ninguna tarea. Actualmente, se estima que en el depósito de Los Gigantes (que explotó la empresa Sánchez Granel), hay almacenados a cielo abierto un total de 2.400.000 toneladas de colas de uranio, 1.000.000 toneladas de estériles, 600.000 toneladas de minerales marginales, 101.360 metros cúbicos de lodos y 100.000 metros cúbicos de líquidos, lo que implica profundas consecuencias para el medio ambiente y la salud humana y vulnera los derechos de las generaciones venideras. Por otra parte, en el mes de mayo de 2012, Greenpeace, a través de la empresa de Consultores MBC Mori, realizó una encuesta en la que se arrojan los siguientes resultados: el 78% de los entrevistados en el departamento de Calamuchita, considera que la Central Nuclear es de peligrosa a muy peligrosa y 8 de cada 10 acuerdan que no se deben construir más centrales nucleares y que prefieren la producción de energía a través de fuentes renovables, la misma relación ocurre con la percepción de la capacidad contaminante de la energía nuclear ,y sólo el 15% indica estar preparado para enfrentar un accidente nuclear; este es sólo un detalle de los muchos ítems en los que se consultó a la población de Córdoba Capital y del Departamento de Calamuchita. Sin embargo, al momento de decidir la extensión de la vida útil de la Central de Embalse, ningún estamento gubernamental efectuó consultas a la población acerca de su percepción de los beneficios o los inconvenientes que acarreará la reactivación de Central Nuclear. Otro de los problemas muy preocupantes que conlleva la Central, es que la misma se encuentra emplazada en la denominada falla sísmica de Santa Rosa. Según estudios sismológicos realizados por la Universidad Nacional de Rio Cuarto, un terremoto que podría alcanzar una magnitud de hasta 6,6 grado en la escala de Richter podría producirse en la mencionada falla con el consecuente y trágico accidente en la Central que pondría en riesgo la vida de miles de personas en varios kilómetros a la redonda. Ello lo demuestra el lamentable accidente ocurrido en la planta japonesa de Fukushima, accidente que obligó a extender a 30 kilómetros a la redonda de la planta el radio de evacuación. Eso significa extender el radio unas 10 veces más de lo establecido en el plan de evacuación argentino, lo que implicaría que dentro de esa zona de impacto radiológico, se encontrarían ciudades tan densamente pobladas como Río Tercero, Río Cuarto y hasta la misma Córdoba capital. Minimizar la información acerca de los altos riesgos que corre la población para lidiar con un accidente nuclear y minimizar sus consecuencias, sólo multiplica los nefastos efectos. Por todas las razones expuestas, solicito señor Presidente, la aprobación del presente proyecto. Luis A. Juez. –