voz

Anuncio
 La
escuela es muchas veces el entorno
donde se detecta un trastorno de la voz.
 El
papel de la escuela es diverso:
• Desde detectar un problema vocal,
• hasta favorecer el uso de buenos hábitos vocales en
los niños.

Lo primero es la percepción de una voz ronca en el
niño o adolescente, que puede escucharse de diferente
manera, pero siempre alterada y poco agradable.

También a través de la observación del niño o
adolescente, el docente podrá detectar un trastorno
vocal:
• Cuando se queda “afónico”, después de una actividad de
esfuerzo vocal como jugar en el patio o un partido de fútbol
Signos Externos que delatan un esfuerzo
vocal:
• La congestión del cuello a medida que se habla,
• la demarcación de ganglios en esta zona,
• unido a un “escape” excesivo de aire que no permite al
niño acabar las frases con comodidad,
• los finales de palabras o frases son poco audibles por un
pobre rendimiento en el uso del aire durante la
conversación.
 La
personalidad del niño o adolescente con
disfonía es:
• movido,
• vital,
• nervioso,
• con gran necesidad de realizar actividades físicas,
• le gusta mandar y organizar el juego del grupo,
• es muy hablador y “chillón”.

Puede suceder, que estemos ante un niño con:
• una conducta hiperactiva,
• con dificultades de concentración,
• que no está quieto ni un momento,
• que le cuesta integrar el aprendizaje de la lectura,
• que tiene poco control de su motricidad motora…
• Ese mismo niño se expresa de manera efusiva, chilla, grita y
presenta una alteración de la voz o ronquera crónica que
empeora según el tipo de actividad escolar que se realice.
 Es
evidente que la disfonía no representa una
prioridad dentro de la problemática general del
niño.
 La
disfonía representa un síntoma más del
trastorno de ese niño y seguramente no se
contemplará su corrección; es probable que si
mejoran los trastornos básicos del niño, su voz
y su expresión lingüística también mejore.
 Puede
comentarse con la familia el trastorno
vocal del niño y orientarla en este sentido
hacia
una
consulta
con
el
médico
especialista, cuando:
• se detecta la ronquera crónica sin otros trastornos de
aprendizaje asociados; es decir, como trastorno
“emergente” de una situación que ha de ser
valorada y diagnosticada inicialmente por el foniatra
u otorrinolaringólogo.
 La
prevención de los trastornos de la voz en el
medio escolar puede llevarse a cabo desde dos
perspectivas diferentes:
• Favoreciendo
buenos
hábitos
vocales
en
los
intercambios comunicativos entre los niños y entre éstos
y los adultos. Se trata de trabajar actitudes positivas
para evitar un mal uso de la voz entre los escolares.
• A
través
de
actividades
que,
ya
se
trabajan
habitualmente en el aula. Se trata que el docente
establezca una “conexión” entre algunas actividades de
clase y el uso de la voz que hacen los niños.
 La
prevención será diferente según las edades
de los niños; no será igual propiciar buenos
hábitos vocales en niños de 3-6 años, que en
la etapa de 6 a 12 años o en plena
adolescencia.
 La
escuela puede estimular el desarrollo de
buenos hábitos vocales, incorporados dentro
de las actividades cotidianas del aula.
Ocasiones dentro o fuera de la Jornada Escolar,
que favorecen la aparición de un trastorno de la voz, ya
sea en niños como en adolescentes. Estas situaciones
que se llaman “de riesgo” vocal son:
• Las actividades deportistas, la comunicación informal o el
juego durante el recreo.
• El espacio de tiempo entre una clase y otra, o bien, cuando se
produce un cambio de profesor.
• Las actividades que se hacen fuera del entorno escolar como
excursiones, salidas de varios días de convivencia, etc.
Fuera
del
Ámbito
Escolar,
hay
otras
situaciones de riesgo vocal que complican el
cuadro de un niño que ya de por sí, habla
forzando la voz:
• El propio entorno familiar: presencia de varios hermanos
con los que juega o se relaciona habitualmente con voz
intensa, modelo verbal de los padres, entorno sonoro
doméstico, personas sordas o con gran pérdida auditiva
que obligan a elevar la intensidad de la voz, etc.
Las actividades que se desarrollan fuera del
horario escolar y de fin de semana, especialmente
las de tipo deportivo, en las que frecuentemente los
niños disfónicos asumen un papel protagonista o
bien se implican de tal manera que no pueden evitar
chillar y quedarse afónicos.
 Utilizar
recursos no-verbales para requerir
la atención de los niños (palmadas,
suaves golpes sobre la mesa para requerir
atención…).
 Esperar
a que haya suficiente silencio en
la clase antes de hablar.
 Acostumbrar
a los niños a “escuchar” el silencio,
es decir, permanecer algunos instantes callados
para
favorecer
explicar,
dar
la
concentración
una
instrucción,
antes
de
pedirles
información, etc.
 Es
una actividad de atención auditiva que
favorece la concentración previa a otra actividad.

Acostumbrar a los niños, a hablar de uno en uno,
para entender lo que nos dicen, ya que no pueden
escucharse dos mensajes a la vez.

Ofrecer a los niños un buen modelo oral, es
decir, hablar de manera pausada, no elevar
demasiado el tono de voz, evitar chillar, variar la
entonación de la voz, es decir, utilizar una voz
expresiva, que no sea monótona, ya que esto
desgasta más las cuerdas vocales.
 Utilizar
el silencio y las pausas prolongadas
para indicar a los niños que ha acabado una
idea, y darles tiempo para asimilarla; después
de esta pausa, preguntar si alguien tiene
alguna duda antes de continuar con otra idea.
 Darse
tiempo para respirar entre frase y
frase, de forma pausada, sin sentir prisa por
continuar.

Verbalizar lo que hace mientras habla, por ejemplo,
frases como las siguientes: “ahora voy a descansar un
poco antes de seguir hablando. Eso va bien para coger
el aire que necesito para continuar.
¿Veis cómo lo hago? Vosotros lo hacéis igual que yo”, o
“mientras os escucho hablar yo respiro por la nariz, para
que no me entre aire frío o sucio por la boca; ¿sabéis?
La nariz es como un colador que no deja pasar ni el
polvo, ni el frío ni la suciedad que a veces hay en el
aire”.

También es bueno solicitarles ayuda en situaciones que
se dan frecuentemente, como por ejemplo cuando la
maestra está muy costipada y con dolor de garganta.
Los niños suelen ser muy comprensivos si se les pide su
colaboración: “hoy tenéis que hablar con voz suave y
hacer silencio para poder escucharme; ya veis que estoy
costipada y tengo dolor de cuello. Por es, tengo que
cuidar mi voz, para no quedarme afónica y para que
mañana esté un poco mejor. ¿Me ayudaréis?
Es importante que adquieran hábitos
comunicativos que les permitan desarrollar su
voz de manera saludable.
Sugerimos que el docente incida en
diferentes situaciones comunicativas entre
los niños, como por ejemplo:
 Respetar los turnos de palabra para hablar de uno en uno.
 Acostumbrar a los niños a responder, preguntar, pedir, etc.
Sin necesidad de gritar.
 Estar
en
silencio
mientras
se
escucha
al/a
profesor/a, o mientras interviene un compañero.
 Aprender a expresar desacuerdo sin “enfadarse” con
la voz.
 Reforzar positivamente, en especial a los niños más
tímidos, cualquier situación en la que hayan podido
expresarse de manera individual y en grupo.
Ofrecer a los niños muchas situaciones en las que pueden
expresarse oralmente y participar. Este es un abanico amplísimo
de posibilidades que incluyen actividades sencillas y otras más
complejas:
 Desde responder a una pregunta,
 Opinar sobre alguna cuestión,
 Hasta explicar al resto de la clase una vivencia personal,
 Recitar una poesía,
 Formular una adivinanza,
 Un trabalenguas,
 Explicar un cuento,
 Un chiste,
 Cantar una canción,…
Ámbitos en los que se puede incidir:
Corporal
para
integrar
una
postura
adecuada, ya que facilita la óptima emisión
de la voz; una buena postura previene
posibles problemas de espalda, permite
utilizar el propio cuerpo de manera más
armoniosa,
e
incluso
favorece
la
concentración mental para integrar nuevos
aprendizajes.
Desarrollo de la conciencia de la propia
respiración, ya sea para respirar en silencio
como para utilizar el soplo espiratorio de
manera más eficaz al hablar o cantar.
Progresiva
discriminación
sensorial
auditiva aplicada a diferentes estímulos
sonoros y a la propia voz.
Pautas directas, para hablar controlando
la intensidad o la altura de la propia voz.
Orientaciones a la familia.
La manera de hablar se aprende en el
entorno familiar. Debemos insistir a los
padres sobre la necesidad de construir
escenarios de relación sanos y confortables
para todos, donde no sea necesario usar una
voz forzada- ni para reñir utilizar el grito.
Un entorno ruidoso disminuye el feed back
auditivo y se tiende a aumentar la intensidad, el
tono, a forzar el timbre y, por tanto, el riesgo de
fatiga y de posterior lesión aumenta.
Identificar y comentar que la voz del niño se
acerca a ciertas voces forzadas puede ayudar al
niño a evitarlas o a entender lo inadecuado de su
repetición.
Normalizar las relaciones humanas es
normalizar los usos de la voz.
Durante el tratamiento logopédico, los
padres deben estar informados sobre las
actividades
que
se
realizan
sesiones del tratamiento.
en
las
Respecto
a
los
encargos
de
deberes
del
tratamiento para casa, los planteamos con un pacto
con el niño, en el que los padres no deben intervenir si
no ha sido acordado de esta manera con él.
Comunicaremos a los padres los avances del
tratamiento y precisaremos si dichos progresos deben
ser exigidos al niño fuera del aula, hay que generalizar
los aprendizajes.
Comportamientos y hábitos desfavorables y
favorables para la voz del niño.
Desfavorables:
 Nivel sonoro excesivo
 Humo de tabaco o chimeneas
 Alergias o catarros mal tratados
 Gritos repetidos
 Imitaciones forzadas
 Ruidos vocales que supongan un sobreesfuerzo
 Mal humor
 Malestar emocional
• Velar
para
que
el
tipo
y
número
de
actividades
extraescolares no sea excesivo. Conocemos la incidencia
negativa de algunos deportes de fuerza en la voz y también
entendemos que una sobrecarga de actividades puede ser
nociva.
• Vigilar procesos alérgicos o catarrales que, por ser banales
puedan no recibir una adecuada asistencia y tratamiento
médicos
y,
tratamiento.
por
tanto,
entorpecer
la
evolución
del
• Mantener una adecuada limpieza nasal, aprender a
sonarse,
lavarse
las
fosas nasales
con suero
fisiológico. Debemos procurar una respiración nasal
funcional en reposo.
• Evitar los gritos repetitivos y realizados con esfuerzo.
Puede ser provechoso que el niño aprenda a silbar
para tener una alternativa al grito cuando quiera
llamar la atención de alguien que esté lejos.
Favorables:
 Hidratación, Asegurar un alto grado de hidratación del niño,
tanto por la ingesta de líquidos como con el control de un
buen nivel de humedad ambiental.
 Asegurar un nivel sonoro confortable en el hogar.
 Buen ritmo de descanso
 Identificar los indicios de fatiga vocal
 Apoyo al aprendizaje escolar
 Buena salud física general
 Cantar
 Buenas relaciones personales

Velar para que, cuando simule personajes en los
juegos simbólicos o en las imitaciones, su gesto vocal
no sea forzado y pueda ser inadecuado.

Ayudar al niño a identificar los indicios de fatiga vocal
(carraspeo, escozor, tos, pequeñas pérdidas de voz,
gallos…) para disminuir el ritmo e intensidad del habla
y evitar que se instaure una disfonía mayor que
entorpecería el ritmo del tratamiento.

Asegurar un ritmo de descanso suficiente para la
voz y para el conjunto de actividades del niño. La
salud general depende en gran parte del descanso
prolongado y estable.

Promover un buen nivel de práctica deportiva, sin
exceso de competitividad. Entender la actividad
física como una forma de mantener una buena
salud general.

Es muy frecuente que la detección de la disfonía
de un niño se produzca en la escuela.

Las escuela debe evitar las situaciones en que la
voz del niño pueda dañarse o empeorar.

En el caso de las actividades musicales, se debe
informar a los profesores de música de la situación
vocal del alumno.

Es muy difícil reprimir los gritos de los niños, pero en
el caso del niño disfónico debemos ayudarle a
encontrar otras estrategias de comunicación y de
relación que no exijan el grito.

La disfonía infantil es un trastorno que puede ser
prevenido. Tanto una detección precoz como la
promoción de hábitos y comportamientos saludables
pueden disminuir el grado de discapacidad vocal.
 Se
debe fomentar una relación interpersonal
y comunicación sanas.
 La
escuela y la familia pueden ayudar a
prevenir las alteraciones vocales con un plan
de enseñanza de hábitos de higiene corporal.
 Para
prevenir la disfonía infantil debemos
ayudar a nuestros alumnos a disponer de un
cuerpo flexible y bien tonificado.

El entrenamiento auditivo previene la disfonía infantil.
La calidad de la audición se empieza a promover si
aprendemos a escuchar. La educación para una
escucha activa y eficaz se inicia en el silencio.

El entrenamiento de las características tímbricas, la
discriminación de la intensidad de la voz, su altura tonal
y su duración pueden ser la base para que el niño
identifique las cualidades de su voz y pueda tomar
conciencia de sus cambios y prevenir la disfunción.
 La
mejor manera de mejorar el uso de la voz
y prevenir las disfunciones es la práctica
vocal atenta y guiada por un adulto. Partimos
de la voz como vehículo de la expresión,
como soporte y como mensaje.
 Debemos
prestar especial atención a la voz
en el tiempo de aprendizaje de la lectura.
 Consideramos
la voz cantada como una de
las herramientas más efectivas para la
prevención de la disfonía infantil. Con la voz
cantada, el niño puede experimentar las
variaciones y posibilidades de su aparato
fonador y lo hará con una vigilancia estética.
Sin embargo, no se debe olvidar que las
actividades cantadas no están exentas de
riesgo para la voz.
La voz es un reflejo del bienestar
físico y emocional.
El mal humor y el malestar emocional son
nocivos para la voz.
Descargar