Pinche aquí

Anuncio
CRITERIO SOBRE ATRIBUCIÓN DE LA
COMPETENCIA CIVIL EN CASO DE
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL DEL
PROCEDIMIENTO PENAL POR VIOLENCIA DE
GÉNERO DE LA SECCIÓN 12 DE LA AUDIENCIA
PROVINCIAL DE BARCELONA
Por Francisco Javier Pérez-Olleros Sánchez-Bordona.
Febrero de 2013
El presente comentario pretende poner de manifiesto la
incertidumbre que la legislación actual produce sobre el
órgano judicial competente para conocer de la demanda de
familia a interponer tras la terminación del procedimiento penal
seguido por violencia de género por sobreseimiento
provisional, y por ende la necesidad de una urgente reforma
legislativa, que unifique los criterios competenciales en toda
España.
La Audiencia Provincial de Barcelona vienen entendiendo que
será en tales casos siempre es competente el Juzgado de
Violencia sobre la Mujer, a diferencia por ejemplo de la
Audiencia Provincial de Madrid, que entiende que la
competencia desde la firmeza del auto de sobreseimiento
provisional la detentaría el Juzgado Civil o de Familia.
El Auto de 15 de enero de 2013, de la Audiencia Provincial
de Barcelona, que publicamos al final de este comentario, de
la Sección 12ª especialista en familia, y por tanto de la
Sección que viene resolviendo las cuestiones de competencia
entre los Juzgados de Violencia sobre la Mujer y los Juzgados
de Familia de Barcelona, refleja el criterio actual y reiterado de
dicha Sección, sobre la competencia civil en caso de
finalización del procedimiento penal por sobreseimiento
provisional firme.
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 1
Según el criterio de la mayoría de la Sección, del que es
Ponente el Magistrado Ilmo. D. Joaquín Bayo Delgado, el
artículo 87 ter, punto 3, de la Ley Orgánica del Poder Judicial
(LOPJ)1 configura la competencia civil de los JVM no de forma
genérica, en favor de esa jurisdicción, sino de forma
específica, en favor de un concreto JVM, mediante la
concurrencia de cuatro requisitos simultáneos: objeto del
procedimiento civil dentro de las clases de asuntos civiles de
competencia de los JVM; coincidencia entre demandante o
demandada con la víctima de violencia machista; coincidencia
del demandante o demandado con el imputado por un acto de
violencia machista; y actuaciones penales ante el concreto
JVM. Si se dan esos requisitos y el juzgado civil no ha
rebasado el momento procesal de citación para la vista
(artículo 49 bis.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC ) y
AATS 19/01/07 , 18/10/07 , 24/09/08 , 25/03/09, etc.), el JVM
debe asumir la competencia para el procedimiento civil.
El sobreseimiento provisional del procedimiento penal no
excluye la competencia civil del Juzgado de Violencia sobre la
Mujer, dado que solo la excluiría la finalización del
procedimiento por sobreseimiento libre o sentencia absolutoria
firme, o la prescripción del delito o falta, y que para los casos
de existencia de actuaciones penales, el mecanismo previsto
por el legislador en el artículo 87ter.42 que permite rechazar a
los JVM la competencia civil cuando de forma notoria no hay
1
87.3 LOPJ introducido por el artículo 44 LO 1/2004: Los Juzgados de Violencia sobre
la Mujer tendrán de forma exclusiva y excluyente competencia en el orden civil cuando
concurran simultáneamente los siguientes requisitos:
a. Que se trate de un proceso civil que tenga por objeto alguna de las materias indicadas
en el número 2 del presente artículo.
b. Que alguna de las partes del proceso civil sea víctima de los actos de violencia de
género, en los términos a que hace referencia el apartado 1.a del presente artículo.
c. Que alguna de las partes del proceso civil sea imputado como autor, inductor o
cooperador necesario en la realización de actos de violencia de género.
d. Que se hayan iniciado ante el Juez de Violencia sobre la Mujer actuaciones penales por
delito o falta a consecuencia de un acto de violencia sobre la mujer, o se haya adoptado
una orden de protección a una víctima de violencia de género.
2
87 ter.4 LOPJ: Cuando el Juez apreciara que los actos puestos en su conocimiento,
de forma notoria, no constituyen expresión de violencia de género, podrá inadmitir la
pretensión, remitiéndola al órgano judicial competente.
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 2
actos de violencia machista, el sobreseimiento debe haber
sido libre (RJ Cuarto del auto).
Esta atribución de competencia al JVM aún en caso de
sobreseimiento provisional firme del procedimiento penal, no
es un criterio unánime entre los Magistrados que componen
dicha sección, y la mayoría también reconoce que no es un
tema claro, y que no cuenta con opinión unánime de doctrina y
jurisprudencia (RJ Octavo del auto).
El Auto que publicamos al final contiene un interesante voto
particular al que también nos vamos a referir.
Discrepa el Magistrado D. Carlos Pascual Alfaro que formula
el voto particular que le resulta incongruente sujetar a una
persona a los efectos de un proceso penal archivado, cuando
el propio órgano instructor ya se ha pronunciado sobre la no
imputación de esa persona.
Según el mismo Magistrado, en virtud del principio de la
“perpetuatio iurisdictionis”, ya se mantiene la competencia
respecto de los procesos civiles indicados por el JVM antes
del sobreseimiento, aun cuando con posterioridad éste se
pronuncie o recaiga sentencia absolutoria firme, pero es
ciertamente exorbitante que se extienda el ámbito
competencial temporal hasta que se cumpla el tiempo de
prescripción del delito que originó la apertura de la causa
sobreseída.
Su voto particular lo fundamenta en resumen en la prevalencia
del derecho a la presunción de inocencia; aunque el criterio
afecta a otros derechos fundamentales como el derecho a un
proceso público sin dilaciones indebidas, y prueba de ello son
las cuestiones de competencia que se vienen resolviendo aún
siete años después de la norma, y especialmente en el ámbito
de los Juzgados de Barcelona, que producen retrasos
lamentables fruto de la falta de claridad de la norma y del
peregrinaje jurisdiccional que genera ( por ejemplo los autos
que también resuelven cuestiones de competencia por la
sección 12 de la misma Audiencia Provincial de 8 de
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 3
noviembre de 2012, ROJ: AAP B 8024/2012, o de 15 de
octubre de 2012, ROJ: AAP B 6607/2012, de la misma sección
y Ponente el Magistrado Ilmo. D. Joaquín Bayo Delgado,
entre otros, muy cercanos en el tiempo al que aquí
publicamos).
Afirma el voto particular que la atribución de la competencia a
la jurisdicción penal tras el sobreseimiento provisional vulnera
el derecho a la presunción de inocencia. Nadie concibe que,
tras un sobreseimiento provisional, sigan tramitándose contra
quien ha dejado de ser imputado las piezas de
responsabilidad civil derivadas de un presunto hecho delictivo.
En apoyo de lo anterior trae la sentencia Tribunal
Constitucional, Sala 1ª, nº 34/1983, de 6 de mayo, que abordó
la cuestión de los efectos del sobreseimiento provisional
advirtiendo que podría ser un obstáculo para el ejercicio del
derecho a la tutela judicial efectiva de los derechos e intereses
legítimos que establece el art. 24.1 CE , como el derecho al
honor ( art. 18), y analizaba que el artículo 325 del código
penal establecía como requisito de procedibilidad contra el
denunciador o acusador falso que existiese la sentencia firme
o auto de sobreseimiento firme concluyendo que para resolver
tal problema se había de interpretar el mencionado precepto
de conformidad con la Constitución. "En materia de derechos
fundamentales la legalidad ordinaria ha de ser interpretada de
la forma más favorable para la efectividad de tales derechos,
lo que conduce en este caso a la conclusión de que el auto
firme de sobreseimiento corresponde tanto al de carácter
definitivo como al provisional, pues firmes formalmente son los
autos de sobreseimiento cuando ya no procede contra ellos
recurso alguno". La misma resolución señala al respecto que
"el auto de sobreseimiento provisional, por su propia
naturaleza, no puede jurídicamente afectar a la presunción de
inocencia, y, en consecuencia, el sobreseído ha de ser tenido
como inocente a todos los efectos".
Señala además que en la misma línea la Sala II del TS se ha
pronunciado en la STS de 21.3.2012 sobre los efectos del
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 4
sobreseimiento provisional aclarando que dos aspectos: "Uno
que no resulta modificable sin más cuando el auto adquirió
firmeza, que es el referente a la insuficiencia de los elementos
obrantes en la causa para dar paso a la acusación. Lo más
tradicional de nuestras doctrinas procesales ha entendido en
este sentido el concepto de sobreseimiento al definirlo como el
hecho de cesar el procedimiento o curso de la causa por no
existir méritos bastantes para entrar en el juicio. El auto
contiene también otro aspecto que autoriza su modificación,
sometida a una condición: la aportación de nuevos elementos
de comprobación. Dicho en otras palabras: el auto firme de
sobreseimiento provisional cierra el procedimiento aunque
puede ser dejado sin efecto si se cumplen ciertas
condiciones". También de la misma Sala II, la STS de
18.6.1990 proclama que el sobreseimiento provisional no
incide ni modifica el principio de presunción de inocencia y en
consecuencia el sobreseído ha de ser tenido por inocente a
todos los efectos. Incluido, por supuesto, el del ejercicio de
sus derechos".
A mayor abundamiento de su voto destaca que también en
este caso el fiscal ya en la primera instancia fue contrario a la
inhibición del Juzgado de Familia al entender que el
sobreseimiento provisional, aun cuando no fuera firme por
hallarse pendiente de recurso, determinaba que no procediese
la competencia del JVM (RJ 4º del voto particular), siendo que
además que posteriormente a este primer informe se dictó
para todo el estado la Circular de la FGE 6/2011, que
interpreta la norma en el sentido de que se ha de equiparar el
sobreseimiento provisional con la sentencia absolutoria, de tal
manera que tras la terminación del proceso penal por uno de
tales pronunciamientos, se produce la recuperación de la
competencia por los juzgados civiles para las acciones que
puedan ser ejercitadas posteriormente ex artículo 641.1 y 2 de
la LECR, por ser tales jueces los predeterminados por la ley (
con cita del artículo 24 de la Constitución). También señala en
su RJ 5º su discrepancia de que no sea posible rechazar la
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 5
competencia civil vía artículo 87ter.4 de la LOPJ tras un
sobreseimiento provisional.
Es también un argumento importante del voto particular, que
constituye una realidad en la experiencia de la LO. 1/2004,
que por las circunstancias en que se producen estos delitos y
faltas, la finalización del procedimiento suele ser por
sobreseimiento provisional, como por ejemplo si solo existen
versiones contradictorias, y la declaración de la víctima de un
hecho ilícito, no puede constituir en dicho caso prueba de
cargo suficiente para fundar una sentencia condenatoria.
Siendo además una certeza que las diligencias sobreseídas
provisionalmente se reaperturan en casos prácticamente
anecdóticos, como puede ser un sobreseimiento hasta que
fuere hallado el denunciado, pues no rige tampoco en
violencia de género la acumulación subjetiva del artículo 17.5
de la LECR, pues como señala el artículo 17 bis de la LECR:
“La competencia de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer
se extenderá a la instrucción y conocimiento de los delitos y
faltas conexas siempre que la conexión tenga su origen en
alguno de los supuestos previstos en los números 3 y 4 del
artículo 17 de la presente Ley”.
Y según los datos de la Fiscalía para otro tipo de infracciones
criminales la reapertura es sólo en el 0,83% de los casos.
Además cabe reconocer que en la práctica judicial, que para
evitar la absolución en la instancia a que equivale el
sobreseimiento libre, es difícil que la Fiscalía caso que no
tenga base para acusar, solicite otra cosa que no sea el
sobreseimiento provisional, y no son pocos los casos en que
recurre los autos de sobreseimiento libre para que queden en
sobreseimiento provisional, lo que tienen en cuenta los Jueces
de Instrucción para evitar la problemática del recurso, en unos
Juzgados ya de por sí sobrecargados.
Con todo respeto al criterio mayoritario de la Sección 12 de la
Audiencia Provincial de Barcelona, lo cierto es que también
pueden apuntarse más razones contrarias al criterio de la
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 6
misma respecto de la atribución de competencia en caso de
sobreseimiento provisional, incluso aunque el auto de
sobreseimiento provisional definitivo, no sea aún firme, toda
vez que su recurso no suspende la efectividad del auto
recurrido, y así lo establece la ley procesal penal, en el artículo
766.1 de la LECR, para el procedimiento abreviado.
Como argumento de peso, el que el Auto de 15 de enero de
2013 reconoce que lo era de la cuestión (RJ cuarto), y es que
no concurriría simultáneamente los requisitos establecidos
en el artículo 87 ter.3.b y c de la LOPJ, que se exigen por la
ley, y de manera repito simultánea, para que el Juzgado de
Violencia sobre la Mujer pueda asumir la competencia objetiva
en tales casos.
Así también se entendió en el seminario de formación de los
JVM exclusivos celebrados en Barcelona, los días 28 a 30 de
junio de 2.006 (conclusión 5).
También en la Guía de Criterios de la Actuación Judicial frente
a la Violencia de Género, editada por el CGPJ en el año 2008,
se acoge este criterio en su página 104, determinando
también que en estos casos de sobreseimiento provisional o
sentencia absolutoria, sean o no firmes, sería de aplicación lo
dispuesto en el artículo 87 ter .4 de la LOPJ.
Existen otras resoluciones de diversas Audiencias Provinciales
que acogen este criterio como la APr de Salamanca, Auto de
27 de junio de 2007, rec. 240/2007; la APr de Tarragona, en
su Auto de 30 de julio de 2005, sección 3ª, rollo 166/04; Auto
de la APr de Valencia, Sec. 10ª, de 11 de abril de 2006; Auto
de la APr de Gerona, Sección 1ª, de 20 de marzo de 2007).
En otro caso podría elegirse el juez, lo que atentaría al
derecho fundamental a un Juez ordinario predeterminado por
la Ley (artículo 24.2 CE), y no por una parte. Y se facilita
además fraudes procesales, pues la competencia territorial
del JVM arrastra a la civil del proceso de familia, y en
violencia de género la competencia territorial la detenta el JVM
del domicilio de la víctima en el momento en que acontecieron
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 7
los hechos denunciados (artículo 15 bis de la LECR), y este
puede ser distinto al último domicilio del matrimonio a que se
refiere el artículo 769 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Por eso también, respecto del artículo 114 de la LECR, el
pleito civil puede continuar aunque se haya dictado en el
proceso penal auto de sobreseimiento provisional.
De ahí que constituya también constante doctrina del Tribunal
Supremo, en los procedimientos civiles seguidos en ejercicio
de la acción de responsabilidad extracontractual, una vez
concluido el correspondiente proceso penal previo, el plazo de
prescripción de las acciones, cuando las partes están
personadas en el procedimiento, empezará a contarse desde
el día en que pudieron ejercitarse, a tenor de lo establecido en
el artículo 1969 CC, precepto que, puesto en relación con los
artículos 111 y 114 de la LECR y 24.1 CE, lleva a situar ese
día en el momento en que la sentencia penal recaída o el auto
de sobreseimiento o archivo, notificados correctamente, han
adquirido firmeza, (entre otras, SSTS de 9 de febrero de 2007;
3 de mayo de 2007; 1 de octubre de 2009; y 24 de mayo de
2010).
Con relación a cuándo ha de considerarse firme la resolución
que pone fin al previo proceso penal en supuestos en que
cabe interponer recurso contra ella, afirma la mencionada
doctrina que la firmeza se produce por ministerio de la ley, una
vez agotados los recursos legales o transcurrido el término sin
interponerlos, con independencia, a estos efectos, de cuándo
sea declarada materialmente la firmeza y cuándo sea
notificada. Esta interpretación ha sido aceptada como
constitucional por el Tribunal Constitucional, en sentencia de
19 de julio de 2004, pues la constatación formal de la firmeza
solo significa una mera declaración de haber precluido las
posibles impugnaciones en el propio proceso, por recursos
ordinarios o extraordinarios.
En definitiva, si la simple interposición de una denuncia por un
delito o falta de violencia de género determinara y perpetuara
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 8
la jurisdicción tanto penal como civil del juzgado de violencia
sobre la mujer, aunque se sobresea provisionalmente la causa
por falta de indicios susceptibles de sustentar una acusación,
caeríamos en el absurdo de dejar al arbitrio de la parte
demandante la determinación de dicha competencia objetiva y
territorial, que es improrrogable y no está sujeta a sumisiones
voluntarias.
De ahí el contenido del propio artículo 87 ter 4 LOPJ que
señala que cuando el JVM apreciara que los actos puestos en
su conocimiento, de forma notoria, no constituyen expresión
de violencia de género, podrá inadmitir la pretensión, como en
este caso ha ocurrido, acordándose el sobreseimiento de la
causa, que como el Magistrado que formula el voto particular,
el Magistrado que formuló la cuestión de competencia, y la
propia Fiscalía, entiendo que tampoco tiene por qué ser libre
en todo caso.
El sobreseimiento provisional del artículo 641.1 de la LECR se
refiere a los supuestos en que "no resulta debidamente
justificada la perpetración del delito", se trata pues de una
cuestión fáctica y no de interpretación jurídica, y no debe
haber expectativas de obtener nuevos datos inculpatorios,
pues sino la instrucción continuaría.
Hay que tener en cuenta además que el mantenimiento de la
competencia en el Juzgado Civil de Familia además no es
irreversible, pues si por la aparición de nuevos elementos de
juicio se reaperturara la causa, salvo que el procedimiento civil
hubiera entrado en la llamada fase de juicio oral, siempre
podría derivar la causa hacia el especial de violencia, lo que
no cabe a la inversa.
Lo que si se discute más genéricamente, y existen criterios
distintos en las Audiencias Provinciales, es si este Auto de
sobreseimiento provisional debe ser firme para que la
competencia fuera del juzgado civil, como así lo entiende la
Audiencia Provincial de Madrid, sección 22, ( por ejemplo Auto
de 26 de abril de 2011 (ROJ: AAP M 5691/2011) ; o no es
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 9
necesaria la firmeza, como así lo entiende la Audiencia
Provincial de Alicante, sección 5, auto de 26 de octubre de
2011 (ROJ: AAP A 148/2011).
Finalizo aquí el presente comentario,
literalmente el Auto a que se refiere:
transcribiendo
Id. Cendoj: 08019370122013200001
AUDIENCIA PROVINCIAL DE BARCELONA
SECCION 12ª
Rollo nº 1302/2012- A
A U T O Nº 8/13
ILMOS. SRES.
DON JUAN MIGUEL JIMENEZ DE PARGA GASTON
DON JOSÉ PASCUAL ORTUÑO MUÑOZ
DOÑA MYRIAM SAMBOLA CABRER
DON AGUSTIN VIGO MORANCHO
DON JOAQUIN BAYO DELGADO
En Barcelona a quince de enero de dos mil trece
HECHOS
Primero .- El presente rollo se formó en virtud de cuestión
de competencia suscitada entre el Juzgado de Primera
Instancia nº 51 de Barcelona y el JUZGADO VIOLENCIA
SOBRE LA MUJER 1 BARCELONA en autos MEDIDAS
CAUTELARES PREVIAS 96/2012 seguidos a instancia de Dª.
Maribel contra D. Aurelio. Con la intervención del Ministerio
Fiscal.
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 10
Segundo. - Remitidos los autos a esta Audiencia, se
turnaron a esta Sección, celebrándose la celebración de la
vista el día cinco de diciembre de dos mil doce.
VISTO siendo Ponente el Magistrado Ilmo. D. JOAQUIN
BAYO DELGADO.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Primero.- El 31 de julio de 2012, el Juzgado de 1ª Instancia
nº 51 de Barcelona (Familia) recibió del Servicio de Reparto
del Decanato la solicitud de Dª Maribel de medidas
provisionales previas contra D. Aurelio.
Constatada la existencia de actuaciones penales
antecedentes por violencia machista en el Juzgado de
Violencia sobre la Mujer (JVM) nº 1 de Barcelona,
concretamente las Diligencias Previas 293/2011, el juzgado de
familia se inhibió a favor del JVM.
Recibidas las actuaciones por éste último, comprobado el
sobreseimiento provisional firme de fecha 28 de febrero de
2012 (igual que el de 22 de septiembre de 2009 en las
Diligencias Urgentes 286/09) y previo informe favorable del
Ministerio Fiscal -que ha reiterado en esta alzada-, el JVM ha
planteado cuestión de competencia negativa ante este tribunal
superior común en materia civil, mediante auto cumplidamente
motivado de 16 de octubre de 2012.
Segundo.- El artículo 87 ter, punto 3, de la Ley Orgánica
del Poder Judicial (LOPJ ) configura la competencia civil de los
JVM no de forma genérica, en favor de esa jurisdicción, sino
de forma específica, en favor de un concreto JVM, mediante la
concurrencia de cuatro requisitos simultáneos: objeto del
procedimiento civil dentro de las clases de asuntos civiles de
competencia de los JVM; coincidencia entre demandante o
demandada con la víctima de violencia machista; coincidencia
del demandante o demandado con el imputado por un acto de
violencia machista; y actuaciones penales ante el concreto
JVM. Si se dan esos requisitos y el juzgado civil no ha
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 11
rebasado el momento procesal de citación para la vista (
artículo 49 bis.1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) y
AATS 19/01/07 , 18/10/07 , 24/09/08 , 25/03/09 , etc.), el JVM
debe asumir la competencia para el procedimiento civil.
En el presente caso se discute la competencia por
interpretación divergente del tercer y del cuarto requisito,
considerados
conjuntamente.
Concretamente,
si
el
sobreseimiento provisional firme, antes que trascurra el plazo
de prescripción del delito o falta, excluye la competencia civil
del JVM.
Tercero.- El JVM nº 1 de Barcelona, en su ponderado
razonamiento, acude entre otros al criterio estadístico de
reapertura en porcentaje ínfimo de los sobreseimientos
provisionales para equipararlos a los sobreseimientos libres a
efectos prácticos, entre ellos el que aquí nos ocupa. Debemos
señalar que ese criterio no altera la esencia jurídica del
sobreseimiento provisional, a la que este tribunal debe
atenerse. Puede ser un criterio muy válido para el legislador,
que lo puede tener en cuenta para esa equiparación a
nuestros efectos, pero ello nos colocaría en el terreno de lege
ferenda, y no de lege lata, al que debemos atenernos.
Cuarto.- El núcleo del razonamiento del JVM nº 1 de
Barcelona puede resumirse en la idea de que ha de haber una
imputación vigente y el sobreseimiento la descarta, y que, si
no se parte de esa exclusión de imputación, estamos ante una
indeseable absolución en la instancia, rechazada como
contraria a los derechos fundamentales por el TC, el TS y el
TEDH.
La inexistencia de imputado tras un sobreseimiento
provisional puede ser ciertamente válida en un contexto penal
general, pero puesto en relación con los tipos delictivos de
competencia de los JVM la conclusión es distinta. En efecto, el
artículo 87 ter.1 LOPJ les atribuye competencia para una serie
de infracciones penales " siempre que se hubiesen cometido
contra quien sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 12
haya estado ligada al autor por análoga relación de
afectividad, aun sin convivencia... ", de manera que el
imputado está limitado a un varón concreto (o como máximo a
un número limitado de varones que reúnan los vínculos
definidos). Poniendo ese dato en relación con el artículo 641
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECR), debemos excluir
el motivo segundo de ese precepto para el sobreseimiento
provisional, pues si no hay " motivos suficientes para acusar "
a ese específico autor pero consta haberse cometido un delito
contra la mujer, no procederá el sobreseimiento en sede del
JVM (y por tanto, la atracción de la competencia civil) sino la
inhibición a favor de un juzgado de instrucción no
especializado, pues no siendo el agresor un varón con las
específicas relaciones del artículo 87 ter.1 LOPJ , será un
juzgado de instrucción el que deberá averiguar la autoría o
sobreseer la causa. En el otro supuesto del artículo 642
LECrim , "cuando no resulte debidamente justificada la
perpetración del delito", siendo posible un solo autor, el
sobreseimiento provisional se aproxima peligrosamente, en
efecto, a la absolución en la instancia. Pero esa absolución
condicionada a nuevas eventuales pruebas, de producirse, se
produce en la jurisdicción penal, nunca en la civil, que solo
extrae las consecuencias competenciales de la ausencia de
absolución irrevocable mediante sobreseimiento libre. Resulta
paradójico que, desde la vertiente penal de los JVM, se impute
provocar lesión constitucional a la jurisdicción civil, que nada
tiene que ver con ese fenómeno procesal penal. Precisamente
la invocada estadística de reapertura mínima de los
sobreseimientos provisionales apuntaría a la necesidad de
reconsideración de la procedencia de ese sobreseimiento,
cuando menos en el ámbito que nos ocupa, en la línea de las
dos condenas a España del TEDH, a las que se alude en el
auto que plantea la cuestión competencial. No se trata aquí de
analizar la práctica penal, sino de extraer las consecuencias
jurídicas de sus resoluciones en vista de su significado
conceptual. La jurisdicción civil se debe adecuar a la práctica
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 13
penal, en tanto el legislador no extraiga consecuencias
distintas a las que se derivan actualmente.
Es cierto que el artículo 87 ter.4 LOPJ permite a los JVM
rechazar su competencia civil cuando " de forma notoria " no
existan hechos de violencia machista. Ése es el mecanismo
que el legislador ha previsto para evitar la elección de juzgado
por las partes, que también es aducido para defender el
sobreseimiento provisional como excluyente de la
competencia civil. Ese precepto puede entrar en juego en dos
situaciones distintas, con existencia de actuaciones penales o
sin ellas. El JVM nº 1 de Barcelona solo contempla la
posibilidad de existencia de actuaciones penales, pero olvida
el artículo 49 bis.2 LEC, que prevé que el JVM, tras la
denuncia del MF, debe resolver si hay indicios penales para
asumir la competencia penal y reclamar la civil al juzgado del
proceso de familia; puede rechazar ambas cuando sea notoria
la ausencia de indicios penales. Para el supuesto de
existencia de actuaciones penales sobreseídas, debemos
suponer que, si " de forma notoria " no hay actos de violencia
machista, el sobreseimiento haya sido libre.
Quinto.- Este tribunal no desconoce las posibles
implicaciones de la competencia civil de los JVM, señaladas
en el auto de planteamiento de la presente cuestión
competencial (exclusión de la mediación, atribución de la
custodia o custodia compartida), pero si perjudican a las
partes, de nuevo, será consecuencia de la decisión tomada en
sede penal, no civil, que solo recoge las consecuencias de la
decisión penal.
Con todo, esas consecuencias están anudadas, en todos
los derechos sustantivos españoles, a indicios firmes de
violencia sexista y por ello, pese a la competencia del JVM, si
son tan leves como para un sobreseimiento provisional, el
JVM puede obviarlas. La atribución de la custodia al padre,
por ejemplo, será posible pese al artículo 233-11.3 del Codi
Civil de Catalunya , ya sea porque no hay indicios "fundados"
de violencia machista, ya sea porque los hijos no hayan sido
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 14
víctimas directas o indirectas. Cuando la jurisdicción penal no
hace una declaración de existencia o inexistencia, la
jurisdicción civil es libre de evaluación autónoma, con
principios de prueba distintos a la jurisdicción penal.
Sexto.- Los supuestos de responsabilidad civil tras
finalización del proceso penal, de forma definitiva o
provisional, como consecuencia de la circulación de vehículos
a motor, que aduce el JVM nº 1 de Barcelona como ejemplo
de equiparación de ambos sobreseimientos, son un buen
ejemplo de la diferencia entre los supuestos de violencia
sexista y otros supuestos jurisdiccionales. En primer lugar, no
es cierto que en los primeros la reapertura del proceso penal
sea más trascendente que en los supuestos de violencia
machista en relación a las consecuencias civiles, pues las
medidas penales sobre potestad parental, visitas, etc., que
pueden y deben adoptarse penalmente, son de suma
trascendencia en el ámbito civil, y también lo son las
declaraciones de hechos probados. En segundo lugar, el
legislador, por la diferencia de valores en juego, no ha creado
juzgados de competencia mixta penal-civil para la
responsabilidad penal y civil derivada de la circulación de
vehículos a motor, porque no considera que deba haber una
visión y conocimiento globales de los hechos y coordinación
de reacciones judiciales. En tercer lugar, la predeterminación
del posible autor de la infracción penal, por su vinculación a la
víctima, no existe en esa materia.
Séptimo.- El Ministerio Fiscal, pese a que no es el caso de
autos, insiste en que basta con una resolución definitiva,
aunque no sea firme, para producir el efecto de la
incompetencia del JVM para los asuntos civiles que le sean
remitidos o presentados según el artículo 87 ter.3 LOPJ . Este
tribunal, con la mejor doctrina y jurisprudencia, no está de
acuerdo, pues eso introduciría la incertidumbre de la
competencia, y la vuelta de la competencia civil al JVM si la
resolución penal fuera revocada en la instancia superior,
debido a que la perpetuatio iurisdictionis no opera en la
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 15
jurisdicción civil en materia de violencia sexista, como
analizaremos en el siguiente y último fundamento.
Octavo.- Pese a todo lo dicho, debe reconocerse que la
cuestión de la competencia civil de los JVM tras el
sobreseimiento provisional firme no es un tema claro ni que
cuente con opinión unánime de doctrina y jurisprudencia.
Debe, por tanto, acudirse en último lugar al criterio aplicable
en caso de duda. La creación de los JVM, especializados en
los aspectos penales y civiles en los supuestos de violencia
contra la mujer, conlleva una vis atractiva de esos juzgados en
caso de duda. Esa vis atractiva se infiere claramente no solo
de la amplitud de las materias civiles que les son confiadas,
con la cláusula abierta del artículo 87 ter. 2. d. LOPJ (" Los
que tengan por objeto la adopción o modificación de medidas
de trascendencia familiar ") sino, y sobre todo, en el distinto rol
que la perpetuatio iurisdictionis tiene en los JVM y en los
juzgados civiles que conocen de un proceso de familia.
Efectivamente, mientras el juzgado civil debe admitir el
requerimiento de inhibición del JVM en el supuesto del artículo
49 bis.2 LEC (salvo que haya entrado en la fase "oral"), el
JVM no pierde su competencia civil si el demandante o
demandado es absuelto de las infracciones penales que
motivaron la competencia del JVM. Un nuevo procedimiento
ya no será competencia del JVM, pero sí el procedimiento civil
en curso, incluida la fase de ejecución.
La razón subyacente responde a la voluntad del legislador,
expresada en el artículo 2 de la LO 1/2004 , en su punto g, de
" [f] ortalecer el marco penal y procesal vigente para asegurar
una protección integral, desde las instancias jurisdiccionales
[subrayado añadido ] , a las víctimas de violencia de género",
y en su exposición de motivos al decir que "[e] n cuanto a las
medidas jurídicas asumidas para garantizar un tratamiento
adecuado y eficaz de la situación jurídica, familiar y social de
las víctimas de violencia sobre la mujer en las relaciones
intrafamiliares, se han adoptado las siguientes: conforme a la
tradición jurídica española, se ha optado por una fórmula de
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 16
especialización dentro del orden penal, de los Jueces de
Instrucción, creando los Juzgados de Violencia sobre la Mujer
[...]. Estos Juzgados conocerán de la instrucción, y, en su
caso, del fallo de las causas penales en materia de violencia
sobre la mujer, así como de aquellas causas civiles
relacionadas, de forma que unas y otras en la primera
instancia sean objeto de tratamiento procesal ante la misma
sede. Con ello se asegura la mediación garantista del debido
proceso penal en la intervención de los derechos
fundamentales del presunto agresor, sin que con ello se
reduzcan lo más mínimo las posibilidades legales que esta
Ley dispone para la mayor, más inmediata y eficaz protección
de la víctima, así como los recursos para evitar reiteraciones
en la agresión o la escalada en la violencia. "
El legislador ha creído que se sirve mejor a la justicia con
una visión global de la problemática familiar o relacional
específica, y por eso crea los JVM. En caso de duda, su
competencia debe preferirse.
Vistos los preceptos legales citados, y demás de general y
pertinente aplicación,
PARTE DISPOSITIVA
Desestimando la cuestión de competencia negativa
planteada por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº UNO
de Barcelona, frente al Juzgado de Primera Instancia (Familia)
nº CINCUENTA Y UNO de Barcelona, en la solicitud de
medidas provisionales previas instada por Doña Maribel contra
Don Aurelio y el MINISTERIO FISCAL, debemos declarar y
DECLARAMOS competente al primer juzgado.
Esta resolución es firme; devuélvanse los autos originales al
Juzgado de su procedencia, con testimonio de la misma, para
su cumplimiento. Remítase también testimonio al otro juzgado,
para su conocimiento.
Así, por esta resolución, de la que se unirá certificación al
rollo, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 17
VOTO PARTICULAR
que formula el magistrado que suscribe, de conformidad
con lo que establece el artículo 205 de la LEC , que
debidamente anunció en el momento de la deliberación y
respecto al cual oportunamente hizo reserva en el momento
de la firma de la decisión mayoritaria de este tribunal por la
que se expresa, en definitiva, el parecer de la esta sala.
PRIMERO.-Antecedentes
particular.
y
justificación
del
voto
Debe ser destacado, en primer término, el rigor técnico
jurídico de la resolución de la que discrepo, que ha sido
redactada según el parecer mayoritario de este tribunal que,
además, puede ser considerado el criterio consolidado sobre
el tema al que se refiere y que ya ha sido expresado en
múltiples resoluciones anteriores como los Autos nº 172/2012,
de 6 de junio, nº 259/2012, de 10 de octubre y nº 259/2012, de
15 de octubre, por citar solo los más recientes. En todos ellos
se expresa la mejor doctrina (obviamente en jurisprudencia
menor, pero trascendente respecto a los juzgados de la
provincia de Barcelona) que se aplica para la interpretación
del artículo 87.3 ter. c) de la LOPJ , en relación con los efectos
del sobreseimiento provisional de la causa penal, concluyendo
que tal forma de finalización coyuntural del proceso penal no
implica la desvinculación de la vis atractiva de la competencia
atribuida por la ley a los JVsM respecto a las acciones civiles
en el ámbito del derecho de familia que puedan iniciarse con
posterioridad a dicho sobreseimiento, pero mientras no haya
transcurrido el periodo de prescripción del delito (o de la falta).
Al tratarse de un criterio consolidado, que ha sido debatido
en profundidad con ocasión de conflictos negativos de
competencia similares al de la presente causa, se pone de
relieve la dificultad que implica para el magistrado disidente la
proposición de un cambio de criterio que, ciertamente,
implicaría una conclusión diferente a la que se ha venido
manteniendo en resoluciones precedentes de forma constante
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 18
desde que esta sección tiene atribuida la competencia en
apelación para el conocimiento de las cuestiones civiles
derivadas de los procesos en los que concurra la circunstancia
cualificada de violencia sobre la mujer en el ámbito familiar, en
el territorio de la provincia de Barcelona y, consiguientemente,
sobre las cuestiones de competencia que puedan surgir entre
los tribunales civiles que conocen de forma ordinaria de tales
asuntos, y los juzgados especializados en violencia sobre la
mujer.
La anterior consideración requiere que, aun cuando sea
sucintamente, se deban explicar las razones de la
discrepancia y la motivación de su exposición pública en forma
de voto particular, que no se debe en absoluto al afán de
considerarse en posesión de la razón técnica ni tampoco al
prurito alentado por la no aceptación de haber sido vencido en
el proceso dialéctico que, ciertamente en profundidad, se ha
mantenido en la esfera jurídica por quiénes componen esta
sección de la APB. El planteamiento de esta cuestión en este
momento, se debe a cuatro factores:
a) La prevalencia del derecho fundamental a la presunción
de inocencia, como exponente de las libertades civiles del
ciudadano amparadas en la Constitución y en las
Declaraciones Internacionales sobre Derechos Humanos.
b) La reiteración de cuestiones negativas de competencia
que pone de manifiesto la subsistencia de las diferencias
interpretativas existentes, sin que la doctrina constante de este
tribunal haya conseguido imponer su criterio (son causa de
ello la doctrina discrepante de otras audiencias, de la doctrina
científica, la movilidad de jueces y secretarios que aplican
criterios consolidados en otros territorios y, sobre todo, la falta
de claridad de la norma legal que determina que siete años
después de la entrada en vigor de la ley continúen
planteándose conflictos en este terreno).
c) La clarificación de la opinión autorizada de la Fiscalía,
que sostiene en sus preceptivos informes el criterio que se
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 19
sustenta en la Circular de la FGE 6/2011, que desarrolla y
concreta sobre el tema de la custodia compartida las
directrices de la nº 4/2005, en el sentido de analizar la
casuística, y considerar que el sobreseimiento provisional es
una decisión que cuando adquiere firmeza desvincula, en
determinados supuestos, la competencia jurisdiccional de los
de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer (obviamente
respecto a asuntos propiamente civiles promovidos con
posterioridad a dicha declaración, puesto que en todo caso se
ha de respetar el principio de la perpetuatio iurisdictionis).
d) Las consideraciones jurídicas que determinados
magistrados de juzgados del primer grado jurisdiccional han
elevado ante este tribunal, de lo que es exponente el Auto que
origina esta apelación, cuyo rigor técnico es expresión de la
problemática forense que se padece en los referidos juzgados
especializados y cuya solución no puede ser la de sugerirles
que opten por decretar los sobreseimientos con carácter libre
y definitivo, por cuanto es desconocer la realidad y
complejidad del trabajo que se realiza en esta jurisdicción
especializada, de los intereses en juego, de la presión
mediática y de la opción de la mayoría de las audiencias
provinciales de España por considerar que evita la vis
atractiva de los JJVsM.
En consecuencia con lo expuesto en los párrafos
precedentes, la expresión de este parecer discrepante
obedece a la preocupación derivada de las consecuencias
negativas que en la práctica forense y, para muchos
ciudadanos y ciudadanas, se deriva de mantener un criterio
que considero ajustado a derecho, especialmente desde el
plano teórico, pero que es producto de un rigor interpretativo
ajeno a la realidad social, que ignora la realidad de la práctica
forense cotidiana que adolece de imperfecciones humanas de
imposible control, derivándose de ello consecuencias que
afectan al ámbito de los derechos fundamentales. Dicho de
otra manera, lo que en el ámbito académico y como problema
jurídico abstracto puede resultar justo y adecuado, puede
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 20
generar frutos y consecuencias que son contrarios a los
principios generales del derecho, poniendo en cuestión el
derecho constitucional a la presunción de inocencia del
artículo 24.2 de la Constitución en casos concretos y
específicos, como ocurre en el de autos. "Summum ius,
summa injuria", es un aforismo romano que puede aplicarse a
la problemática que subyace en la discrepancia que formulo.
SEGUNDO.-Concreción del alcance del voto particular.
Para dar cumplimiento a lo que se establece en el artículo
205 de la LEC he de expresar que acepto plenamente los
Fundamentos de Derecho primero, segundo y tercero del texto
redactado por el magistrado ponente y que, por lo que se
refiere al resto también comparto la pertinencia de las
referencias legales y coincido y hago míos la mayor parte de
los argumentos, circunscribiendo la discrepancia a las
consecuencias jurídicas que se extraen.
En concreto, no participo en la consideración de que lo que
se discute sea una cuestión de lege ferenda, puesto que
considero perfectamente viable una interpretación diferente
que integre el sentido de la norma; tampoco comparto el
argumento del riesgo de vulnerar el principio de la perpetuatio
iurisdictionis en los JJVsM; y finalmente, tampoco comparto
que sea una opción legislativa la de que en los procesos con
presencia de hechos de violencia sobre la mujer se extienda el
concepto de imputado más allá del sobreseimiento provisional.
Por otra parte, y en lo que se refiere a la dicotomía
conceptual entre el sobreseimiento provisional y el
sobreseimiento libre, la resolución de la mayoría destaca
como elemento determinante para el mantenimiento del
criterio establecido la peculiaridad de los hechos que dan lugar
a incoar procesos de violencia sobre la mujer, concluyendo
que en éstos el eventual y presunto infractor está siempre
identificado. El silogismo no me parece correcto en la forma
planteada puesto que la premisa mayor, la existencia del
hecho antijurídico, puede ser inexistente (en el razonamiento
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 21
de la mayoría parece que se da como cierto tanto el acto
violento como que la única causa del sobreseimiento sea la
ausencia de pruebas suficientes). Por otra parte también
predetermina que el autor únicamente puede ser el varón
unido sentimentalmente con la presunta víctima (cuando
pueden existir varias personas en esta eventual inicial
sospecha, o el agresor puede ser un tercero dentro del ámbito
familiar -padre, hermano, hermana, hijo, cuñado, cuñada- o
fuera del mismo). Las apariencias pueden ser a veces
prejuicios perversos. Un marido honesto y fiel puede ser el
principal sospechoso de una agresión cometida contra su
esposa, mientras la misma dormía, por una persona
enajenada o un atracador y, sin embargo, pese a ser él mismo
víctima indirecta del delito se vería vinculado para el ejercicio
de sus acciones civiles de carácter familiar a un juzgado de
VIDO que, en definitiva, es un órgano de la jurisdicción penal,
a pesar de que se hubiese sobreseído la causa por falta de
identificación suficiente del presunto agresor o agresora.
Finalmente tampoco puede el magistrado que suscribe
participar de la opinión que se expresa en la resolución de la
mayoría que otorga un juicio irrelevante a los datos
estadísticos. La experiencia de seis años de vigencia de la
LIVG pone de relieve que los riesgos derivados de no
mantener la vinculación competencial a los juzgados VIDO de
los procesos civiles que se insten después de la firmeza del
sobreseimiento provisional, mientras no haya operado la
prescripción del hipotético delito, son puramente anecdóticos.
El Auto del Juzgado que se examina trae a colación el dato de
que en las memorias de la FGE se refleja que únicamente se
han vuelto a abrir un 0'83 % de diligencias penales
sobreseídas provisionalmente en los últimos diez años que,
referidas a casos de violencia sobre la mujer son todavía más
escasas. Como muestra vale decir que en el Juzgado "a quo",
sólo se ha producido una reapertura en los cinco últimos años
(y se trataba de un sobreseimiento provisional por
desconocimiento del paradero del acusado, cuyo supuesto no
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 22
es asimilable a la problemática a la que se refiere el caso de
autos).
Para el magistrado que suscribe no se pueden cerrar los
ojos ante esta realidad de la práctica judicial sobre la base de
la prevalencia de un concepto jurídico- técnico del
sobreseimiento provisional extremadamente rígido, que no
coincide con el que el propio legislador ha expresado en
algunos casos, ni con el que el Tribunal Constitucional ha
interpretado en otros, como detalladamente se relacionan en
el auto que es objeto de revocación que íntegramente se da
por reproducido.
TERCERO.- Los derechos fundamentales que resultan
afectados.
La primera consecuencia que se produce por la falta de
claridad de la opción legislativa en la LIVM sobre las
modalidades de terminación del proceso (que al no decirlo
expresamente da lugar a que se interprete que en los casos
de sobreseimiento se produce únicamente con el definitivo y
libre), es la de vulnerar el derecho a una justicia sin dilaciones
indebidas. A estos efectos se debe hacer notar que la
proliferación de las cuestiones de competencia en este terreno
y la frecuencia del planteamiento de las mismas por los
juzgados
del
primer
grado
jurisdiccional,
genera
consecuencias negativas para los ciudadanos que se ven
atrapados en estas discrepancias interpretativas. La incoación
de las causas, en materias tan sensibles como las del derecho
de familia, con intereses de especial protección como los de
los menores, la vida familiar, e incluso el de la mujer víctima
del maltrato, sufren retrasos lamentables derivados de las
propias iatrogenias del sistema propiciadas por la falta de
claridad de la norma legal, al someterlos a un peregrinaje
jurisdiccional que genera demoras, tanto en el reparto de los
asuntos en el primer grado jurisdiccional, como en la
resolución definitiva por el tribunal de apelación. La
vulneración del derecho fundamental al acceso a la justicia
también queda en una situación francamente mejorable, por
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 23
cuanto tal principio no es abstracto, sino que se integra con su
realización práctica a través de los procedimientos eficaces,
eficientes y exentos de las incertidumbres de las cuestiones
de competencia.
La AP de Madrid en el 6.2.2006 ya constataba al abordar
esta conflictología competencial que "la Ley 1/2004, de
Protección contra la Violencia de Genero, contempla el que en
un mismo órgano jurisdiccional se tramiten simultáneamente
los procedimientos penales y civiles a que se refiere su
artículo 44, que introduce el 87 ter en la Ley Orgánica del
Poder Judicial , con la posibilidad añadida de que dicho
Juzgado, titulado de Violencia sobre la Mujer, decline su
competencia hacia otros órganos, lo que, a la inversa, se
regula en el artículo 57, que adiciona a la Ley de
Enjuiciamiento Civil , el nuevo artículo 49 bis. Ello provoca el
posible planteamiento de conflictos competenciales, cual el
que hoy conocemos, determinantes de excesivas dilaciones
en la tramitación de dichos procedimientos, lo que ofrece difícil
conciliación con los principios consagrados en el artículo 24 de
la Constitución . La experiencia ya adquirida en la aplicación
de la referida ley, de discutida oportunidad y deficiente
desarrollo técnico jurídico, nos viene demostrando que la
acumulación en los nuevos órganos judiciales de
competencias penales y civiles provoca, por regla general, una
excesiva y sistemática ralentización, cuando no la absoluta
paralización, de los procedimientos civiles, a los que se ha
extraído innecesariamente de un marco en el que, con arreglo
al sistema precedente, obtenían, en la mayor parte de los
casos, una ágil respuesta de los tribunales".
Pese a que por los tribunales se procura otorgar a estos
asuntos el trámite de urgencia que se deriva de esta materia,
los preceptivos informes del Fiscal y las garantías procesales
que han de respetarse, junto con el nivel de pendencia que
pesa sobre los órganos judiciales, determinan la producción
de una demora para la resolución de estos incidentes, superior
a los cuatro meses, de forma inevitable. Tratándose de casos
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 24
en los que es necesaria la adopción de medidas previas o
provisionales en relación con las personas y con los menores,
las consecuencias prácticas son negativas y es difícil evitarlas
proclamando que los juzgados inferiores han de ajustar su
actuación a los criterios del órgano de apelación, puesto que
además de carecer del efecto vinculante que tiene la
jurisprudencia del TS o del TSJ, hay muchos factores que
determinan que el mantenimiento de otros criterios, bien por la
abogacía, o por los titulares de los órganos judiciales del
territorio alcance el grado de homogeneidad óptimo. De ello es
exponente el caso de autos en el que la representación de la
propia esposa (la denunciante en su día de los hechos que
dieron origen a la causa sobreseída), es la que ha presentado
la demanda ante el juzgado de familia y no ante el Juzgado de
VIDO.
La clarificación legal o jurisprudencial definitiva que
subsanara las deficiencias de técnica legislativa existentes
sería lo deseable, como ya se ha señalado. No obstante
tampoco a este nivel contamos con los mecanismos
apropiados para que el tema quede resuelto puesto que se ha
de promover la reforma de una ley orgánica respecto de una
cuestión no fundamental de alcance fundamentalmente
técnico. El planteamiento por la parte afectada de un recurso
de amparo constitucional, o la formulación de la cuestión de
constitucionalidad por los propios tribunales, es impensable,
puesto que significaría dejar sin proveer medidas urgentes
perentorias. Por otra parte, las consideraciones que en
determinados casos se incluyen en las resoluciones judiciales,
de las que es muestra el Auto de la Audiencia Provincial de
Madrid (sección 22), de 8.3.2006 , no han tenido respuesta
legislativa ni se ha procurado con eficacia desde otras
instancias la unificación de criterios.
Lo cierto es que, mientras tanto, la gestión procesal de
estos conflictos de competencia está motivando una serie de
deficiencias en la tramitación de las causas que, por una
parte, generan demoras en la resolución de los asuntos y, por
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 25
otra, dan como resultado que determinadas personas sean
juzgadas por jueces que no son los predeterminados por la ley
en los casos ordinarios de familia sin elemento de violencia
(que son los tribunales civiles), con notorio perjuicio para su
imagen y su honorabilidad (imaginemos la repercusión de la
circulación de una sentencia de divorcio dictada por un tribunal
especial de "violencia contra la mujer" en un país extranjero de
los que son celosos de la probidad de los ciudadanos que les
solicitan visados de trabajo, o de empresas que miran la
honorabilidad de sus empleados) . La atribución de asuntos
civiles a órganos especiales de marcado carácter penal es una
opción del legislador para cuando existe una investigación
judicial abierta dirigida contra un presunto agresor, es decir,
para cuando existe imputación, pero no puede extenderse de
forma injustificada por cuanto tal régimen especial de
enjuiciamiento (y así hay que proclamarlo a la luz de la
doctrina constitucional), es de carácter excepcional. La
atribución de la competencia a la jurisdicción penal tras el
sobreseimiento provisional vulnera el derecho a la presunción
de inocencia. Nadie concibe que, tras un sobreseimiento
provisional, sigan tramitándose contra quien ha dejado de ser
imputado las piezas de responsabilidad civil derivadas de un
presunto hecho delictivo.
La sentencia Tribunal Constitucional Sala 1ª, nº 34/1983, de
6 de mayo abordó la cuestión de los efectos del
sobreseimiento provisional advirtiendo que podría ser un
obstáculo para el ejercicio del derecho a la tutela judicial
efectiva de los derechos e intereses legítimos que establece el
art. 24.1 CE , como el derecho al honor ( art. 18), y analizaba
que el artículo 325 del código penal establecía como requisito
de procedibilidad contra el denunciador o acusador falso que
existiese la sentencia firme o auto de sobreseimiento firme
concluyendo que para resolver tal problema se había de
interpretar el mencionado precepto de conformidad con la
Constitución. "En materia de derechos fundamentales la
legalidad ordinaria ha de ser interpretada de la forma más
favorable para la efectividad de tales derechos, lo que
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 26
conduce en este caso a la conclusión de que el auto firme de
sobreseimiento corresponde tanto al de carácter definitivo
como al provisional, pues firmes formalmente son los autos de
sobreseimiento cuando ya no procede contra ellos recurso
alguno". La misma resolución señala al respecto que "el auto
de sobreseimiento provisional, por su propia naturaleza, no
puede jurídicamente afectar a la presunción de inocencia, y,
en consecuencia, el sobreseído ha de ser tenido como
inocente a todos los efectos".
En la misma línea la Sala II del TS se ha pronunciado en la
STS de 21.3.2012 sobre los efectos del sobreseimiento
provisional aclarando que dos aspectos: "Uno que no resulta
modificable sin más cuando el auto adquirió firmeza, que es el
referente a la insuficiencia de los elementos obrantes en la
causa para dar paso a la acusación. Lo más tradicional de
nuestras doctrinas procesales ha entendido en este sentido el
concepto de sobreseimiento al definirlo como el hecho de
cesar el procedimiento o curso de la causa por no existir
méritos bastantes para entrar en el juicio. El auto contiene
también otro aspecto que autoriza su modificación, sometida a
una condición: la aportación de nuevos elementos de
comprobación. Dicho en otras palabras: el auto firme de
sobreseimiento provisional cierra el procedimiento aunque
puede ser dejado sin efecto si se cumplen ciertas
condiciones". También de la misma Sala II, la STS de
18.6.1990 proclama que el sobreseimiento provisional no
incide ni modifica el principio de presunción de inocencia y en
consecuencia el sobreseído ha de ser tenido por inocente a
todos los efectos. Incluido, por supuesto, el del ejercicio de
sus derechos".
CUARTO.- El criterio del Ministerio Fiscal.
Es evidente que la opción del legislador al crear los
juzgados de VsM, tal como expresa la exposición de motivos
de la Ley, es que éstos estén dotados de personal
especializado, tanto a nivel de jueces y magistrados, como de
personal auxiliar, psicólogos, trabajadores sociales, policía
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 27
judicial y también que paralelamente el Ministerio Fiscal se
especialice y mantenga una línea de defensa de los intereses
de la mujer maltratada y de protección de la misma.
En cuanto al tema que nos ocupa es, por consiguiente, de
suma relevancia la opinión del Ministerio Fiscal, hasta tal
punto que uno de los factores esenciales que han determinado
que el magistrado que suscribe se aparte del criterio de la
mayoría es la posición del Ministerio Público sobre la materia.
En el caso de autos ya en la primera instancia el informe del
fiscal de fecha 9.10.2012 (obra en el folio 45 de los autos), fue
contrario a la inhibición del Juzgado de Familia y se pronunció
contra la competencia del JVsM al entender que el
sobreseimiento provisional (advierte que incluso aun cuando
no fuera firme por hallarse pendiente de recurso), determinaba
que no procediese la competencia al mismo.
Con posterioridad, al señalar vista este tribunal para la
resolución de la cuestión de competencia, el Ministerio Público
formuló su dictamen en el que expone la línea de actuación
del Ministerio Público con carácter de todo el Estado, con
mención a las Circulares de la FGE que hacen referencia a
esta materia y expone ante la sala su criterio de que, ante la
ausencia de pronunciamiento específico de la LIVG, el
Ministerio Público, encargado por la Ley de perseguir estas
conductas agravadas, interpreta la norma en el sentido de que
se ha de equiparar el sobreseimiento provisional con la
sentencia absolutoria, de tal manera que tras la terminación
del proceso penal por uno de tales pronunciamientos, se
produce la recuperación de la competencia por los juzgados
civiles para las acciones que puedan ser ejercitadas
posteriormente ex artículo 641.1 º y 2 de la LECRIM , por ser
tales jueces los predeterminados por la ley (con cita del
artículo 24 de la Constitución ).
QUINTO.-La competencia exorbitante de los JVCM tras
el sobreseimiento provisional .
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 28
Dejando aparte lo que, a juicio de este magistrado, es una
discusión terminológica, y procurando buscar el significado
propio de la institución, tal como se ha configurado incluso a
través de los antecedentes históricos, desde el punto de vista
de la razonabilidad resulta incongruente sujetar a una persona
a los efectos de un proceso penal archivado, cuando el propio
órgano instructor ya se ha pronunciado sobre la no imputación
de esta persona. A tal efecto, por su claridad expositiva,
merece transcribir el argumento central del Auto que se
examina al analizar la proscrita institución de la absolución en
la instancia tan denostada por los autores del siglo XIX y que
motivó que fuera prohibida por la LECRIM de 1882 en cuya
exposición de motivos se afirma que esta absolución "hacía
del ciudadano al que el Estado no había podido convencer de
culpable un especie de liberto de por vida, verdadero siervo de
la curia marcado por el estigma del deshonor".
No puede afirmarse que la doctrina de las Audiencias
Provinciales de España especializadas en violencia sobre la
mujer sea unánime sobre esta cuestión, ni tampoco que los
casos en los que han existido pronunciamientos sobre la
materia obedezcan a situaciones de hecho que sean similares.
No obstante se aprecia una clara conciencia del perjuicio que
para el ciudadano puede derivarse de una atribución
competencial exorbitante a los JVsM y, por tanto, una
interpretación
restrictiva
al
respecto
en
algunos
pronunciamientos como los contenidos en los Autos de las
AAPP de Alicante (s. 5ª) nº 29/2012, de 14 de marzo ; de
Lleida (s. 2ª) nº 64/2012, de 10 de mayo; de Madrid de
8.3.2006 y 22.3.2006 (s. 22) y nº 571/2012, de 17 de mayo
(s.24); y de Valladolid ( s. 5ª) nº 29/2012, de 14 de marzo .
En definitiva, el argumento central que justifica la atribución
de competencias al JVsM del artículo 87 ter.1 de la LEC es
que un órgano jurisdiccional especializado pueda conocer
paralelamente los aspectos penales y civiles de las crisis
familiares cuando concurran elementos de violencia de
género, seccionando con ello el ámbito competencial de los
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 29
juzgados de familia. A tal efecto se ha articulado un sistema
complejo para dar solución a los problemas que se derivan de
la concurrencia competencial en los ámbitos fronterizos,
especialmente cuando el fenómeno de la violencia aparece o
es conocido después de la incoación del proceso judicial. Más,
por su propia naturaleza, cuando el juez del JVsM se ha
pronunciado sobre la no imputación de un primitivo presunto
implicado, no existe elemento de juicio razonable por el que
los procesos posteriores a la firmeza de dicho
pronunciamiento hayan de ser atribuidos al JVsM. En virtud
del principio de la perpetuatio iurisdictionis, ya se mantiene la
competencia respecto a los procesos iniciados antes del
sobreseimiento, aun cuando con posterioridad éste se
pronuncie o recaiga sentencia absolutoria firme, pero es
ciertamente exorbitante que se extienda el ámbito
competencial temporal hasta que se cumpla el tiempo de
prescripción del delito que originó la apertura de la causa
sobreseída.
Hay que tener en cuenta que el art. 87.4 de la LOPJ ter
permite incluso al Juzgado de VDO rechazar la competencia
cuando considere que los hechos no son expresión de
violencia de género. Es decir, habiendo un procedimiento
penal abierto, es posible rechazar la competencia civil y, por el
contrario, con el criterio que se expresa en la resolución de
esta cuestión por la mayoría de los componentes de este
tribunal, del que respetuosamente discrepo, tras un
sobreseimiento provisional no es posible rechazarla.
SEXTO.- Dejando a un lado las cuestiones doctrinales y el
nivel abstracto de la discrepancia y analizando el concreto
caso de autos, la postura que se mantiene en este voto
particular se afianza más en la convicción de este magistrado,
puesto que:
a).- La propia parte actora, que es la mujer presuntamente
maltratada, dirige la demanda inicial de estas actuaciones ante
el juzgado civil, y no realiza mención alguna a una
problemática que ataña directa ni indirectamente a la violencia
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 30
de género. Explica que se separa por desavenencias y que ha
realizado diversos intentos para alcanzar un acuerdo
amistoso.
b).- El Ministerio Fiscal informa a favor de que se mantenga
la competencia ante juzgado civil, como ya se ha explicitado
anteriormente.
c).- El magistrado titular del JVsM, especializado en la
materia y con una dilatada experiencia en el juzgado
especializado, alcanza la convicción de que debe inhibirse a
favor de la jurisdicción civil, por lo que plantea el conflicto
negativo de competencia.
d).- Ante las dudas suscitadas, que también se recogen por
el magistrado ponente en la resolución que se dicta por este
tribunal expresando el criterio mayoritario de esta sección, se
solicitó dictamen del Ministerio Fiscal, que es emitido por la
Fiscal Coordinadora de los procesos sobre Violencia sobre la
Mujer de la Fiscalía Superior de Catalunya, informa de manera
contundente sobre la cuestión, sosteniendo que la
competencia es de los juzgados civiles.
En su virtud,
LA CONCLUSIÓN QUE ALCANZA EL MAGISTRADO QUE
SUSCRIBE es que en el conflicto negativo de competencia
planteado por el Magistrado Don CARLOS PASCUAL
ALFARO, Magistrado-Juez del Juzgado de Violencia sobre la
Mujer nº Uno de Barcelona, se ha debido resolver de forma
afirmativa, declarando la competencia del Juzgado de Familia
(Juzgado de Primera Instancia nº 51 de Barcelona), lo que
expreso a los oportunos efectos, reiterando el profundo
respeto y acatamiento al parecer de la mayoría de este
tribunal, y firmando conjuntamente con los demás miembros
del tribunal la resolución que precede a este voto particular.
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 31
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y COMPETENCIA CIVIL
Página 32
Descargar