Nos encontramos ante un fragmento extraído de un texto histórico

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Nos encontramos ante un fragmento extraído de un texto histórico literal del cual
podríamos dividir en dos fases, donde la primera de ellas la observaríamos en el primer
párrafo y siguiéndola al final del mismo comenzaría la segunda; que abarcaría hasta el
final del fragmento.
Este fragmento ha sido extraído del Prefacio de la más influyente obra de Rousseau que
data de 1762; El Emilio, que se encuentra en la misma fecha de su otra gran obra
Contrato social. Estas dos maravillosas obras se ubican en una época donde el
movimiento de la Ilustración se encontraba en su pleno apogeo: una batalla contra la
represión, donde gobernaba la plena confianza en la razón, la difusión del saber y la
libertad, que se definieron como algunos de los ideales de los pensadores del momento.
Aunque los ideales mencionados fueron una revolución, un pensamiento ‘impensable’
en este siglo, las Instituciones sobrevivían y el Estado empezó a intervenir directamente
en la dirección y planificación de la enseñanza; viéndola como medio de poder y
prosperidad material. Debido a esto, cabe remarcar en el fragmento la idea que
Rousseau remarca sobre su Estado y las Instituciones en todo el primer párrafo, una
crítica valorativa y respetable donde evoca su desacuerdo ante el Estado de tal
hipocresía: ‘’(...) La literatura y el saber de nuestro siglo más tienden a destruir que
edificar (…) sólo tienen por objeto la utilidad pública (…)’’
Recordemos que la literatura y el saber en esta época lo poseía las Instituciones
Eclesiásticas y Estatales, por lo tanto entendemos en este primer párrafo la discrepancia
del autor acerca del adoctrinamiento que suponía en la sociedad estar en manos de estas
Instituciones opresivas y por tanto lo que representaba para las mismas ‘el poder de la
enseñanza’. Al final de este párrafo encontramos la idea principal con la cual
observamos una adversidad inevitable: disconformidad sobre el ideal de educación que
posee el Estado con el propio ideal de educación de Rousseau.
El autor pues, ante la esta divergencia escribe esta obra, obra en la que propulsó la
educación como bien social: ‘si el cultivo endereza a la planta, la educación lo hace al
hombre’; y con esta frase de Rousseau se definiría y comprendería el siguiente párrafo
con el que nos encontramos en el fragmento de El Emilio, cuya idea principal del
mismo es : ‘’ (…)sigue olvidado el arte de formar a los hombres, que es la primera de
todas las utilidades.’’ Rousseau creía firmemente en la educación, y más aun en la
educación a la infancia que remarca en las siguientes líneas, una educación que se
centrara en su naturaleza, en su individualidad; al contrario que en este siglo (XVIII)
donde se pensaba en el niño como un hombre en miniatura y el pensar en sus
necesidades era como una fantasía inalcanzable. Siguiendo su análisis acerca de la
enseñanza a la infancia hace énfasis en la última frase de este fragmento en que los
maestros conozcan a sus alumnos y es que en este preciso momento histórico hablamos
de utopía cuando pensamos en las palabras ‘’enseñanza bidireccional’’, pues a pesar de
de los pensamientos ilustrados basados en propulsar la libertad y una escuela pública
estatal, la diversidad cegó la individualidad, individualidad que Rousseau retomó en El
Emilio y donde se puede apreciar en este fragmento , con la cual se propiciaba un
desarrollo de la libertad y autonomía en todos sus sentidos; tanto personal, emocional
como social, dado que no se puede conseguir todo ello partiendo de la diversidad.
Rousseau aporta a su época una revolución discordante con su mundo circundante, una
revolución pedagógica e idealista integrada en los principios generales de la Ilustración,
pero incluidas sus propias pinceladas donde huía de lo general para aportar mucho más
a lo concreto, para centrarse en la individualidad del niño qué más tarde formará la
sociedad del mañana y propiciará un progreso de la vida humana ya que no se gana con
guerras, sino con ideales humanos.
Con ello llegamos a entender que nuestro autor forma parte de nuestro propio ideal, el
ideal de que la educación proporciona cambios sociales e históricos, pues la educación
propulsó la Ilustración y la misma propició una revolución en los cambios históricosociales. Por tanto entendamos que si educación promueve educación y esta última
provoca avances en lo humano y en lo social, no huyamos de los pensamientos
ilustrados, sino que hagámoslo nuestro en nuestro propio siglo XXI, hagamos que la
educación desde nuestra perspectiva docente, sea nuestro propio ideal de desarrollo en
todos sus sentidos posibles, para nosotros y para ellos, los niños, el futuro de nuestra
sociedad. (Como dijeron pensamientos ilustrados: ‘el hombre se perfecciona con la
educación ‘)
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