CURSO DE PREPARACIÓN PARA LA PROFESIÓN PERPETUA Octubre - Noviembre de 2013. Bogotá. Colombia. “El Señor ha estado grande con nosotras y estamos alegres”... Sal. 125, 3 Tiempo de gracia y bendición, un sueño que se va haciendo realidad, curso de Preparación para la Profesión Perpetua en América Latina. Nuestros días comienzan con los fríos característicos de Bogotá, ciudad que nos acoge, en una de nuestras casas: Casa de Espiritualidad San José. Aquí se empieza a tejer nuestra historia cargada de sorpresas, de sueños, de temores pero de mucha ilusión y esperanza, sentimientos que presentamos ante Nuestra Señora de Chiquinquira Patrona de Colombia y también diariamente al Señor en la celebración de la Eucaristía. Hacemos un alto en el camino, revisamos nuestra vida y nos situamos en este momento privilegiado de nuestra historia. Haciendo presente nuestras comunidades, Hermana Delegada y Provinciales de Latinoamérica y de todas las personas que han hecho posible que estemos aquí y ahora disfrutando de este sueño. Damos comienzo a nuestra primera semana de formación: Nuevo Texto Constitucional. Hna. Maritza Peralta. Delegación de Nuestra Señora de Gracia. Hicimos un recorrido por el Nuevo Texto Constitucional, constatando que es una relectura del Evangelio desde nuestro Espíritu y Carisma congregacional; redescubrimos los rasgos indelebles de nuestro carisma (CARIDAD UNIVERSAL, PRINCIPALMENTE CON LOS MÁS POBRES Y NECESITADOS) desde los diferentes periodos por los que atravesado nuestra Congregación: Largo Inverno (28-12 1804 – 1857); La Primavera (1857-1898… el “sueño de Ultramar”) La Plenitud de Primavera: La flor se convirtió en fruto (1898.1953), Apacible verano (1953-1971). Reafirmamos que somos llamadas al Seguimiento de Cristo, a vivir intensamente una Misión desde la Comunidad y con una Espiritualidad propia. Segunda Semana. Oración y Discernimiento. Padre Luis Raúl Cruz. S.J. “Una sola cosa es necesaria, María escogió la mejor parte, y no se la quitarán” Lc. 10, 38 Sólo a los pies de Jesús es donde realmente comienza nuestro discipulado de Hermanas de la Caridad de Santa Ana al servicio de los otros. Es lo que resume nuestra segunda semana de reflexión, encuentro y profundización en la Oración y Discernimiento, se nos invita a SENTIR: Mociones espirituales, DISCERNIR: Cada moción que experimentamos, para siempre elegir el Bien Mayor y así CONFIRMAR: la Voluntad de Dios en nuestro diario vivir, que nos lleve a ser contemplativas en la acción y activas en la contemplación. Tercera Semana. Misión de H.C.S.A. Hna. Yuleida Jordán. Provincia Santa Ana …Ser en el mundo signo visible del Reino mediante el ejercicio de la Caridad y el anuncio explícito del Evangelio, (C. 41) … pero siendo las Mujeres del Más, del Mayor y el Con Todo. Reconocemos que el ser Misionera es ser H.C.S.A, es tener el corazón lleno de amor universal, “AMOR SIN FRONTERAS”, que nuestro mensaje desde el Carisma debe ser nuestro tronco común, logrando en Comunidad ser las mujeres de la mirada amplia, corazón grande y paso seguro, buscando siempre alimentarnos y alimentar nuestra fraternidad con los brotes nuevos, a semejanza de las Jirafas. Fue una semana de encuentro con la esencia de nuestra Familia Congregacional, agradecemos el testimonio y la oración de las Hermanas que se hicieron presentes a través de cartas que fuimos interiorizando en la oración por Continentes de cada día. Finalizamos esta rica semana construyendo juntas las Bienaventuranzas de ser H.C.S.A, resumiéndolas en esta: “Bienaventurada eres Hermana, que reconoces que eres enviada a la misión para dar prioridad a los más pobres y necesitados, porque estás siendo fiel al Carisma que legaron nuestros Fundadores.” Como una experiencia anexa pero de igual sentido de profundización participamos en la transmisión del XXVIII Capítulo General, compartiendo con las Hermanas de la Provincia “San José”. Cuarta semana. Experiencia fundante, procesando nuestras sombras y luces. Dra. Mireya Medina. No es que no nos duela constatar nuestra historia personal, es que no nos paraliza. Llegada esta última semana de octubre, nos adentramos a la profundización y sanación del Yo, semana fuerte de interiorización, conocimiento y profundización de nuestra historia para que reconociendo nuestras sombras (parte de nosotras que contiene nuestros secretos, sentimientos y formas de comportamiento prohibido que provocan dolor, crisis, ansiedad e irritación), podamos reconciliarnos y ser mujeres forjadoras de comunidades fraternas, para ello hemos de alimentar nuestro ideal (ser mujeres del más) a través de la oración, meditación, contemplación, examen de conciencia y acompañamiento. Consideramos que fue una semana central en este curso, ya que sentimos cómo Dios fue tocando nuestras realidades más profundas y nos fue llevando a una reconciliación con nuestro Genograma para así ser mujeres conscientes de nuestras fragilidades y desde allí aportar lo mejor de nosotras para construir comunidades donde podamos vivir la fraternidad y dar testimonio del Reino de Dios. Quinta Semana. Espiritualidad Congregacional. Hna. Laura Solórzano. Provincia Madre Rafols. “Un corazón en vereda con pasos firmes hacia una Hospitalidad Universal” Iniciamos esta experiencia desde el Umbral de nuestra existencia, con motivaciones y sueños; por lo tanto hay que saber ver, escuchar, escrutar y discernir bien ante el presente y futuro de las veredas por los que caminaremos. Nuestra Espiritualidad como Hermanas de la Caridad de Santa Ana, ha sido desde siempre don del Espíritu encarnado en el aquí y ahora del devenir de la historia para transformar el mundo. Sus raíces están fundamentadas en la Palabra: fuente de vida; en María: cántaro que se nos obsequia; la Caridad: que vivifica a la iglesia; la Fraternidad: un reflejo de la Trinidad y la Oración: acogida al misterio del amor. Desde estas raíces hicimos a los largo de esta semana un recorrido por las experiencias del Itinerario formativo constatando que la experiencia de la espiritualidad es una antorcha con tres llamas concretas “Hospitalidad, Humildad y Heroísmo.” Que debemos nosotras fieles a esa herencia mantener intacta y contagiar. Entre las vivencias puntuales, realizamos: el credo de nuestra comunidad (creemos en la vida fraterna, en que la comunidad tiene que ser signo visible de la Hospitalidad, creemos en lo que cada Hermana es y pueden llegar a ser, con la ayuda de la gracia, apertura de la Trinidad y apoyo de las demás Hermanas). Oración desde nuestra fórmula de profesión haciendo una relectura de ella según nuestro grado de experiencia e interiorización. Como cierre de esta semana y en gesto concreto de “escucha vulnerable” y detalle, visitamos a nuestras Hermanas Mayores en casa Villa Santa Ana, Chía, compartiendo con ellas un espacio de reflexión y oración (Danza Litúrgica), con la presentación “Los Amigos del Padre Juan Bonal” dirigido por la Hna. Laura. Sexta Semana: Historia Congregacional. Hna. Coro Erro. Provincia Santa Ana. Profundizar en nuestra Historia Congregacional es volver a las fuentes, es ir al manantial… “El manantial es origen, principio… con su pureza todavía no enturbiada ni alterada. Así aparece como verdadero elemento creador y también como símbolo que prevé una fertilidad, una maternidad”. Sí, volvimos a las “Fuentes”, a “Nuestra Fuentes”; al recorrer la historia y releer los orígenes de nuestra Congregación, vivimos la experiencia de beber agua fresca en el manantial que renueva la vida y hace posible que se encienda la llama del amor, la llama de la Caridad hecha Hospitalidad. Vivimos momentos claves de nuestra Historia Congregacional, enriquecidos con reflexiones desde la experiencia misma de la vida, acudimos a párrafos y frases tomadas de los documentos propios, en especial de nuestras Constituciones de 1805 y 1824, profundizamos en nuestra identidad con mucha fuerza, al reconocer qué es lo esencial para construir sobre roca firme. Confirmamos durante esta semana que nuestra “Raíz Mariana” nos identifica, desde el principio hasta nuestros tiempos, se resaltó a María como la Madre de Dios y Madre nuestra, que siempre nos ha ido acompañando en todo nuestro caminar, especialmente en los momentos cumbres de nuestra historia. Otro aspecto que nos hizo vibrar de entusiasmo, fue la narración de la historia de las fundaciones de ultramar en Venezuela en el año 1890, disfrutamos de una detallada relación de las diferentes expediciones que llegaron a Venezuela entre los años 1890 hasta 1906. Es impresionante la disponibilidad de tantas y tantas Hermanas, que con gran heroísmo, se ofrecían a salir de España para nunca más volver. Como puntos conclusivos tenemos algunas ideas, verdades, afirmaciones que no podemos olvidar: “El Padre Juan Bonal, junto con María Rafols y un grupo de voluntarios, escuchan el grito de los pobres e inician este sendero de compromiso y de respuesta al servicio de la humanidad abandonada... “ “La Historia de las Hermanas sólo la conoce Dios. Es infinitamente más rica en TESOROS de espiritualidad de lo que dejan entrever los libros de actas…” “Vidas ocultas, sin el menor aparato externo, probadas con calamidades colectivas, con pequeñas y constantes pruebas, con una vida diaria igual y difícil, con pobreza rayana en la miseria, teniendo que sufrir impertinencias y desconfianzas… asumiendo siempre el compromiso cristiano, de ser nada menos que…HERMANA DE LA CARIDAD” en tal NOMBRE, con todo lo que él exige, está compendiado el CARISMA”. “Para poder acompañar la vida es necesario llenarse de la vida, dejarse guiar por la mano amiga de Dios, sentirse habitado por la VIDA, comprometerse con la vida”. El segundo fin de semana de noviembre tuvimos una salida comunitaria al Municipio de Restrepo en el Departamento del Meta, compartimos, descansamos y vivenciamos el valor, detalle e importancia de la familia como parte de nuestra vida. Gracias a Dios por el don de la Naturaleza y a la familia Romero Gutiérrez por su Hospitalidad. Llegando ya a nuestra curva final, en este curso de preparación nos adentramos en la reflexión, interiorización y oración de la dimensión profética de los consejos evangélicos. Séptima Semana. Votos… Hna. Inmaculada Diez. Asociación de Auxiliadoras. Hermanas “Los votos son una opción evangélica de vida.” Los tres ejes básicos a los que llamamos votos los entendemos como una propuesta profética dentro de la iglesia y de cara a la sociedad. Sólo hay un voto que es el de la conversión permanente. VOTO DE LA CARIDAD PERFECTA. Iniciamos esta reflexión retomando las distintas dimensiones de los votos: Dimensión Cristológica: El profetismo ha de ser continuamente revisado y reinterpretado según los parámetros humanos del tiempo y el espacio, de la historia y la cultura. La entrega a Dios y a su Reino es: don del Espíritu Santo y compromiso de libertad. Dimensión misionera y política: Ponerse incondicionalmente al servicio de la causa del Reino, en la Iglesia. Dimensión Comunitaria: Formar la comunidad – fraternidad alternativa del Reino. Dimensión Ecológica: Ser testigo e instrumento de la alianza con la nueva creación. Damos gracias al Señor, por el espacio de oración y encuentro con nuestros votos de: OBEDIENCIA: un carisma del Espíritu, que suscitando nuestra libertad, nos va identificando con Jesús, obediente a la voluntad del Padre y servidor de todos, y nos induce a amar con “toda el alma, con toda la vida” a los más oprimidos y marginados, sirviéndoles como “nuestros señores” y luchando con ellos por sus derechos y liberación. POBREZA: Un carisma del Espíritu, que suscitando nuestra libertad, nos va identificando con Jesús, pobre por el reino y nos lleva a amar con “todas nuestras posesiones” a los más pobres, compartiendo con ellos nuestros bienes comunitarios, defendiendo la justicia y la comunicación de bienes según el mensaje del Evangelio. CASTIDAD: Un carisma del Espíritu, que suscitando nuestra libertad, nos va identificando con Jesús, célibe por el Reino de Dios y nos lleva a amar con “todo el corazón” a los marginados, abandonados, compartiendo su situación, defendiendo sus derechos a participar en la mesa de la vida y del amor y dispuestos a dar la vida por ellos. La oración con cada uno de los votos, representó un reencuentro con nuestra historia en la vivencia de los consejos evangélicos en estos años de seguimiento de Jesús, llevándonos a un trabajo personal para ser vida en nosotras las notas cristológicas de los mismos: INTENSIFICACIÓN DE LO HUMANO : Más que una negación de lo humano, es conducir lo humano a las máximas posibilidades. (Jesús. Amor hasta el extremo) Esta nota debe llevarnos a derramar alegría, felicidad, bondad y hospitalidad LA PARADOJA: Es una nota esencialmente Cristológica. El expresó consignas en forma de paradojas (los últimos son los primeros, o perder la vida para ganarla…) su máxima expresión paradójica de su identidad y su mensaje es la pascua: la vida en la muerte. Los votos también son experiencias paradójicas, humanas y cristológicas, suscitando interrogantes sin imponer su significado, invitando públicamente a otras personas a entrar en una dimensión más profunda, lo más importante es lo que se quiere anunciar, es decir, su sentido positivo, desbordante, en la línea de intensificación. Celibato soledad Pobreza riqueza, bienes, dinero Obediencia Libertad capacidad de dar afecto renuncia, igualdad autoconciencia, discernimiento EL EXCESO: Se vive en línea de gratuidad y del excedente. La dimensión de renuncia adquiere sentido y profundidad humana y evangélica desde la nota del desbordamiento y superación del orden de lo necesario. Los votos se colocan en el ámbito de riesgo y en el privilegio de la frontera como posibilidad y desafío. ENCARNACIÓN: Los votos son una forma corporal de estar, sentir, vivir, relacionarse, trabajar… los votos son individuales pero se profesan públicamente. Todos los votos me deben llevar a encarnarme al modo de Jesús, pero deben ser manera individual y comunitaria. LIBERTAD La libertad es otra nota Cristológica indiscutible en su doble cara de límite, como limitación y como posibilidad, las tres realidades enunciadas por los votos , el sexo, el dinero, y el poder son a la vez tres ejes que quitan libertad y dan libertad. La relación entre libertad y profecía de los votos no se puede establecer sin mirar con cierto detenimiento nuestra cultura y sociedad, nuestra mirada interior – nuestros afectos desordenados. Libertad y coherencia van unidas se viven en el discernimiento comunitario. Como punto conclusivo y no menos importante reflexionamos sobre la dimensión comunitaria de los votos, que son un fuerte vínculo de comunión entre las Hermanas (Cfr. C 66.) Hay distintos estilos de vivir la vida comunitaria y se nos invita a vivir en una comunidad abierta a la manera de Jesús, que comparte con los demás en entrega constante. El signo del Reino son las relaciones Humanas. La Comunidad funciona si cada persona funciona, la comunidad sólo nace cuando hay personas con una identidad personal clara que luego se comparte. El voto de la Obediencia Voto de pobreza Voto de Castidad voto para el compañerismo. el voto para un mayor compromiso con el mundo. voto para las relaciones auténticas. Sólo Dios funda la Comunidad. Providencialmente el tema de mujeres sanadas por Jesús que iba a ser acompañado por el Lic. Francisco Carmona, no se realizó debido a un fallo de organización, pero el Señor que nunca se deja ganar en generosidad nos lo permitió así, para que de forma pausada hiciéramos el cierre de nuestros dos meses de preparación. Nos organizamos para realizar a nivel personal y comunitario la evaluación del Itinerario formativo ubicando cada uno de los temas profundizados en las distintas experiencias: Umbral (Texto Constitucional, Oración y discernimiento). Experiencia de la Jarra de Azucenas (Misión y procesando nuestras sombras y luces) Experiencia de la Cripta (procesando nuestras sombras y luces y Vida Consagrada), y la Experiencia del Salz (Espiritualidad e Historia Congregacional, vida consagrada). Realizamos luego de una oración personal la evaluación final del curso. Resaltando como momentos puntuales: El compartir fraterno en las celebraciones de vida y Congregacionales con las Hnas de la Comunidad: Hna. Odilia Sepúlveda, Hna. Carmen Gonzales, Hna. Lilia Ardila y Hna. Libia Flores. Las plenarias que tuvimos en varios momentos a nivel interno, resaltando la profundidad, disposición y apertura de todas y a todo. Cada tema tenía su grado de profundidad, pero resaltamos como experiencias fundantes la semana de Misión, Espiritualidad Congregacional, procesando nuestras sombras y luces y los Votos. Cómo deseamos que sea nuestra respuesta en el camino que vamos a emprender: Deseamos y contamos con la ayuda de nuestras comunidades que sea una respuesta diaria, libre, llena de convicciones, firmezas, mucha alegría y teniendo gestos de acogida y Hospitalidad. Intensificando la pasión por el Reino. Nuestras Metas Ir creciendo en la vivencia de las tres “H” y siendo las mujeres del “Más”, del “con todo” y del para “siempre”. Como todo camino de fe, reconocemos nuestros temores: el no ser fieles al Señor, perder el gusto por la vida religiosa, no darnos plenamente, llegar a caer en el activismo, en la instalación y ceder ante las dificultades. Estos temores los fortalecemos desde la oración y nuestras consignas: Indiferencia total por el Reino. Porque lo mejor está por acontecer. Vivir la vida con entrega, fundamentada con el Evangelio y texto Constitucional. Ser libre y feliz. Elegir entre lo bueno, lo mejor. El Señor es mi camino, mi verdad mi vida. La oración. Hemos conocido el amor que Dios nos tiene al elegirnos como sus hijas y Hermanas de la Caridad de Santa Ana, damos gracias a la Congregación, a nuestras Provincias a la Delegación, a cada una de las Hermanas de esta casa que nos acogió con Todo Detalle, con todo Amor y con el Mayor Cuidado, a los expositores por el detalle de su preparación, escucha y oración, por cada una de nosotras aquí presentes, a la Hna Cecilia Salazar, por su incondicional compañía, escucha, ayuda y cercanía y a tantas hermanas nuestras a lo largo de los cinco Continentes que nos acompañaron desde la oración, todos han hecho posible ver el Sueño de las Provinciales de América Latina hecho realidad, (La formación de preparación para los Votos Perpetuos). Llegado el final de la formación Humano, Espiritual y Congregacional, queremos dejar nuestras sugerencias para el próximo curso de preparación: Que los temas se concreticen un poco más, de manera que no nos sintamos saturadas de información. Mayor espacio de oración y reflexión personal al concluir cada semana. Constatamos que la evaluación del cierre del curso no fue planificada en la agenda a desarrollar y la consideramos de suma importancia. Luego de esta rica experiencia el Señor nos llevará al desierto y hablará a nuestro corazón a través de los Ejercicios Espirituales y nos queda decir como el canto: Señor “tenemos mucho que dar…y sin nada que pedir”. Hna. Cecilia Salazar. Acompañante. Provincia Madre Rafols. Hna. María Alejandra Morillo Torres. Juniora. Provincia Santa Ana. Hna. Diana Pilar Romero Gutiérrez. Juniora. Provincia San José. Hna. Clara Inés Ovalle Heredia. Juniora. Provincia San José. Hna. Angélica Mary Quispe Casas. Juniora. Delegación de Nuestra Sra de Gracia.