PARTICIPACIÓN DE LA SEÑORA MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS EN LA CONFERENCIA ORGANIZADA POR LA FEDERACIÓN NACIONAL DE COLEGIOS DE ABOGADOS Y EL CENTRO DE ESTUDIOS DE POSGRADO EN DERECHO EL 27 DE MAYO DE 2011, EN EL TEATRO MORELOS DE LA CIUDAD DE TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO. VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES. ÓRDENES DE PROTECCIÓN. “El hombre nació en la barbarie, cuando matar a su semejante era una condición normal de la existencia. Se le otorgo una conciencia. Y ahora ha llegado el día en que la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan aborrecible como comer la carne de otro.” Martin Luther King. El desarrollo del hombre y, en consecuencia, de las sociedades que forma, requiere constantemente de un análisis del contexto en el que está inmerso, de las causas que originan los desequilibrios entre sus congéneres, de aquello que no le permite vivir en armonía. Por ello, una sociedad equilibrada no puede permitirse la violencia en ninguno de sus ámbitos; mucho menos en el que le da origen: la familia. La violencia familiar va más allá de la simple noción de violencia, incide en la médula misma de la sociedad, en el tronco común, en el punto de partida. Como sabemos, son innumerables los destinatarios de la violencia familiar. La violencia hacia los adultos mayores, entre cónyuges, hacia los niños, las mujeres, los hombres, los discapacitados, etc.; pero, aquí nos ocuparemos de hablar de la violencia hacia las mujeres, la cual puede ser de diversos tipos: psicológica, física, patrimonial, económica y sexual, como lo ha establecido la Ley General de Acceso a las 2 Mujeres a una Vida Libre de Violencia1 y, hasta violencia contra los derechos reproductivos, como de manera tan precisa se ha señalado en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Distrito Federal. 2 Ambas modalidades legislaciones de la destacan violencia contra las las mujeres de acuerdo al lugar en donde se 1 ARTÍCULO 6.- Los tipos de Violencia contra las Mujeres son: I. La violencia psicológica.- Es cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales conllevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio; II. La violencia física.- Es cualquier acto que inflige daño no accidental, usando la fuerza física o algún tipo de arma u objeto que pueda provocar o no lesiones ya sean internas, externas, o ambas; III. La violencia patrimonial.- Es cualquier acto u omisión que afecta la supervivencia de la víctima. Se manifiesta en: la transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades y puede abarcar los daños a los bienes comunes o propios de la víctima; IV. Violencia económica.- Es toda acción u omisión del Agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral; V. La violencia sexual.- Es cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y/o la sexualidad de la Víctima y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física. Es una expresión de abuso de poder que implica la supremacía masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto, y VI. Cualesquiera otras formas análogas que lesionen o sean susceptibles de dañar la dignidad, integridad o libertad de las mujeres. 2 Artículo 6. Los tipos de violencia contra las mujeres son: (…) VI. Violencia contra los Derechos Reproductivos: Toda acción u omisión que limite o vulnere el derecho de las mujeres a decidir libre y voluntariamente sobre su función reproductiva, en relación con el número y espaciamiento de los hijos, acceso a métodos anticonceptivos de su elección, acceso a una maternidad elegida y segura, así como el acceso a servicios de aborto seguro en el marco previsto por la ley para la interrupción legal del embarazo, a servicios de atención prenatal, así como a servicios obstétricos de emergencia; 3 desarrolla, así la clasifican en violencia familiar, laboral, docente, en la comunidad, institucional, estableciendo la referida Ley General la violencia feminicida3, como la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, la cual puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres. Al haberse precisado legislativamente los tipos de violencia contra las mujeres y sus modalidades, se permite, me parece, no sólo clarificar la labor de todos los operadores jurídicos que manejamos esos conceptos; sino también aclararle a las destinatarias de la norma, qué es lo que debe entenderse por violencia, qué comprende la violencia, a fin 3 ARTÍCULO 21.- Violencia Feminicida: Es la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social y del Estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres. 4 de que, si se encuentran en el supuesto, puedan tomar las decisiones que estimen convenientes en materia de sus derechos. Ahora, quiero destacar el capítulo de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, relativo a las órdenes establece de protección4, que éstas, en son los donde se actos de protección y urgente aplicación que deben otorgarse de autoridad hechos manera competente probablemente infracciones o delitos inmediata que por la conozca de constitutivos de que impliquen violencia en contra las mujeres. Las órdenes de protección tienen como propósito prevenir, interrumpir o impedir 4 ARTÍCULO 27.- Las órdenes de protección: Son actos de protección y de urgente aplicación en función del interés superior de la Víctima y son fundamentalmente precautorias y cautelares. Deberán otorgarse por la autoridad competente, inmediatamente que conozcan de hechos probablemente constitutivos de infracciones o delitos que impliquen violencia contra las mujeres. 5 que se realicen actos violentos o, más de éstos, en contra de la mujer que denuncia violencia en su contra. Dichas órdenes pueden ser de emergencia, preventivas y de naturaleza civil; las dos primeras, tienen una duración de setenta y dos horas5 y para su expedición debe considerarse el riesgo o peligro existente, la seguridad de la víctima y los elementos con que se cuente. Las órdenes de naturaleza civil serán tramitadas ante los juzgados de lo familiar, o en su caso, civiles. La mencionada Ley General establece, entre las órdenes emergencia6, la de protección desocupación por de el 5 ARTÍCULO 28.- Las órdenes de protección que consagra la presente ley son personalísimas e intransferibles y podrán ser: I. De emergencia; II. Preventivas, y III. De naturaleza Civil. 6 Artículo 29. 6 agresor, del domicilio conyugal o donde habite la víctima, independientemente de la acreditación de propiedad o posesión del inmueble, aun en los casos de arrendamiento; la prohibición al probable responsable de acercarse al domicilio, lugar de trabajo, de estudios, del domicilio de las y los ascendientes y descendientes o cualquier otro que frecuente la víctima; el reingreso de la víctima al domicilio, una vez que se salvaguarde de su seguridad; la prohibición de intimidar o molestar a la víctima en su entorno social, así como a cualquier integrante de su familia; entre las órdenes de protección preventivas7 se señalan, la retención y guarda de armas de fuego o blancas, que independientemente de su uso, hayan sido empleadas para amenazar o 7 Artículo 30. 7 lesionar a la víctima; el acceso al domicilio en común, de autoridades policíacas o de personas que auxilien a la víctima a tomar sus pertenencias personales y las de sus hijas e hijos; y como órdenes de protección de naturaleza civil8 están, la suspensión temporal al agresor del régimen de visitas y convivencia con prohibición al sus descendientes; agresor de enajenar la o hipotecar bienes de su propiedad cuando se trate del domicilio conyugal; la posesión exclusiva de la víctima sobre el inmueble que sirvió de domicilio; entre otras. Aquí quiero hacer una reflexión respecto a la temporalidad de protección de emergencia, las órdenes de me referiré en particular a la desocupación por el agresor, 8 Artículo 32. 8 del domicilio conyugal o donde habite la víctima, independientemente de la acreditación de propiedad o posesión del inmueble, aun en los casos de arrendamiento, pues sólo tiene una duración de setenta y dos horas y si bien ello obedece a que son emergentes, lo cierto es que se debe tener en cuenta que generalmente cuando una mujer denuncia violencia, no es la primera vez que la sufre, por ende tiene miedo y, atendiendo a que la finalidad de las órdenes de protección es la seguridad de quien denuncia, me parece preeverse la posibilidad que debe de prorrogarla hasta en tanto la autoridad jurisdiccional esté en posibilidad valorar la situación en lo particular. 9 Al respecto, quiero señalar lo que sucede en Alemania, en donde como medida de protección también se prohíbe al agresor entrar a la vivienda de la víctima con independencia de la acreditación de la propiedad o posesión del inmueble, pero en ley, concretamente en la Ley de Protección contra la Violencia, se establece como derecho de la víctima, solicitar por tiempo determinado, que la vivienda le sea asignada cuando ella junto con el agresor tienen la propiedad o posesión y, por seis meses, cuando quien la tiene es sólo el agresor o de manera conjunta con terceros; y en este caso puede existir una prórroga por otros seis meses. Es verdad que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de 10 Violencia, entre las órdenes de protección de naturaleza civil, prevé la posesión exclusiva de la víctima sobre el inmueble que le sirvió de domicilio9, sin embargo no se señala la temporalidad de la medida, lo cual provoca incertidumbre en la víctima. No obstante lo antes señalado, el contenido legislativo a nivel nacional en materia de órdenes de protección para casos de violencia contra las mujeres, me parece de la mayor importancia, ya que se busca cumplir con los compromisos internacionales que ha adquirido el Estado Mexicano al firmar diversos documentos, como la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la 9 ARTÍCULO 32.- Son órdenes de protección de naturaleza civil las siguientes: (…) III. Posesión exclusiva de la víctima sobre el inmueble que sirvió de domicilio; 11 Violencia contra la Mujer, denominada “Convención Belém do Pará”, vigente en nuestro país desde el doce de diciembre de mil novecientos noventa y ocho, en donde México se obligó, entre otras cosas, a adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a abstenerse de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer de cualquier forma que atente contra su propiedad; integridad así o como perjudique a su establecer procedimientos legales justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violencia, que incluyan, entre otros, medidas de protección.10 10 CAPÍTULO III: DEBERES DE LOS ESTADOS Artículo 7.- Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a cabo lo siguiente: (…) 12 También a través de la legislación nacional señalada, se da cumplimiento a las recomendaciones realizadas por la Relatoría sobre los Derechos de la Mujer, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en el documento Acceso a la Justicia para Mujeres Víctimas de Violencia en las Américas, de veinte de enero de dos mil siete, en donde se hicieron las siguientes recomendaciones específicas: - En materia de protección cautelar y preventiva: “Diseñar e implementar recursos judiciales de naturaleza cautelar, sencillos, rápidos y accesibles, que puedan funcionar como un remedio idóneo y efectivo, para d. adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a abstenerse de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer de cualquier forma que atente contra su integridad o perjudique su propiedad; (…) f. establecer procedimientos legales justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violencia, que incluyan, entre otros, medidas de protección, un juicio oportuno y el acceso efectivo a tales procedimientos; 13 prevenir situaciones de violencia contra las mujeres.” - En cuanto víctimas por a tratamiento de instancias judiciales las de protección: “Proveer garantías efectivas para que las víctimas puedan denunciar actos de violencia, como por ejemplo, adoptar medidas eficaces de protección para denunciantes, sobrevivientes y testigos y medidas para proteger su privacidad, dignidad e integridad al denunciar estos hechos y durante el proceso penal.” Es claro pues, que el Estado Mexicano está atendiendo a los compromisos y recomendaciones que se le han hecho con relación al establecimiento de medidas de protección, con lo cual se estará en mayor 14 posibilidad de combatir la violencia contra las mujeres. Siempre he pensado que muchas mujeres víctimas de violencia no denuncian por miedo al castigo que les puede imponer su victimario después de acusarlo, por ello, estimo de la mayor importancia y trascendencia, las órdenes de protección, pues sólo a través de su aplicación, las víctimas pueden sentirse menos intimidadas por las consecuencias que, en su caso, pudiera sufrir por la denuncia. A través de esta ponencia quiero resaltar algunos ejemplos que muestran cómo, a través de la racionalidad que proporciona el sistema jurídico, particularmente en algunas sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se da cumplimiento a los 15 compromisos internacionales y recomendaciones que nuestro Estado Mexicano tiene, en materia de medidas de protección a la mujer contra la violencia. Comienzo por narrar un asunto muy interesante, relativo a la integración del delito de violación entre cónyuges. Este asunto tuvo su origen en la solicitud, que los Magistrados integrantes del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito, realizaron a la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para modificar la jurisprudencia 1a./J.10/94, de rubro “VIOLACIÓN ENTRE CÓNYUGES. SINO DE EJERCICIO INDEBIDO DE UN DERECHO. NO CONFIGURACIÓN DEL DELITO DE”, sustentada por la Primera Sala de la 16 Suprema Corte en su integración anterior (octava época), la cual establecía que “El que uno de los cónyuges imponga al otro la cópula normal de manera violenta, cuando subsiste la obligación de cohabitar, no es suficiente para que se configure el delito de violación previsto en el artículo 265 del Código Penal para el Distrito Federal,…por lo que de observar tal conducta se adecuará a lo establecido ordenamiento en el en artículo cita, 226 al del ejercitar indebidamente su derecho”. En la ejecutoria relativa a la contradicción de tesis 5/92, de la cual derivó la jurisprudencia antes referida y cuya modificación fue solicitada, se consideró que de manera excepcional, la imposición de la cópula normal, mediante la violencia, de un 17 cónyuge hacia otro, puede configurar el delito de violación, cuando: 1) se imponga la cópula encontrándose el activo en estado de ebriedad o drogadicción; toda vez que la ebriedad inspira un natural rechazo hacia la pareja, además del peligro que implica para el ser que se pudiera engendrar; 2) cuando el activo padezca una enfermedad venérea o síndrome de inmunodeficiencia adquirida, por el riesgo que implica para la salud del pasivo y la probable descendencia; 3) cuando la mujer tenga algún padecimiento que le impida sostener relaciones sexuales, como podría ser el de parálisis, en cuyo caso se justifica la resistencia de la pasivo; 4) cuando se haya decretado judicialmente la separación de los cónyuges, puesto que durante ese periodo cesa la obligación de 18 cohabitar; 5) y cuando se pretenda imponer la cópula en público, porque se ofende a la pareja con la pretendida práctica de un acto inmoral, de donde proviene su ilicitud. Como se observa, en todas las hipótesis de excepción se encuentra el cese de la obligación de cohabitar, por lo que se puede concluir, que es esa obligación, la que justifica la no integración del delito de violación entre cónyuges. Lo anterior demuestra que en tal criterio se equiparó a la mujer como un objeto que el hombre adquiere en propiedad al contraer matrimonio y que al llevarla a su domicilio (cohabitar) adquiere sobre ella un poder absoluto e ilimitado, esto es, tiene respecto de ella todos los atributos de la propiedad, entre ellos, el ius abutendi. 19 Tuve la oportunidad de formular la resolución a través del cual se determinó modificar la jurisprudencia en la que se sostenía que cónyuges y no hay entonces violación dijimos, entre que la descripción típica del delito de violación sólo requiere como elementos para su integración, que el activo tenga cópula con una persona sea cual fuere su sexo y que la obtenga por medio de la violencia física o moral, precisando, que la descripción básica del ilícito no requiere de otros elementos objetivos o subjetivos, ni de circunstancias especiales para su integración, como pudiera ser que no exista relación de matrimonio. En dicha resolución se destacó que el interés vital tutelado por el delito de violación es la libertad sexual, la cual, 20 reconoce en el ser humano, por el solo hecho de serlo, la libre autodeterminación sexual, concluyendo que ningún derecho derivado del vínculo matrimonial asiste a un cónyuge para acceder al acto sexual en forma violenta. La resolución que modificó la referida jurisprudencia, dio origen a la intitulada “VIOLACIÓN. SE INTEGRA ESE DELITO AÚN CUANDO ENTRE EL ACTIVO Y PASIVO EXISTA EL VÍNCULO MATRIMONIAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). Quiero señalar, de manera destacada, que el criterio modificado, esto es, aquél en el que se establecía que no se integra el delito de violación entre cónyuges, fue referido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a través de la Relatoría 21 sobre los Derechos de la Mujer, en el Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en México (1998), capítulo IX de los Derecho de la Mujer, de manera textual en los siguientes términos: “625. Igualmente, las mujeres en México son víctimas frecuentes de violencia dentro de la familia o unidad doméstica, quedando en muchos casos impune el cónyuge agresor. La Comisión fue informada de que en otros casos, la pena al cónyuge violador resultaba atenuada por tendencias jurisprudenciales de la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación (números 10/94 y 12/94), que indicaban que no procede calificar como delito la violación entre marido y mujer, sino que se trata del "ejercicio indebido de un derecho". 22 En dicho informe, se hizo, entre otras, la siguiente recomendación: “638. En virtud del análisis precedente, la CIDH formula al Estado mexicano las siguientes recomendaciones: (…) 643. Que adopte medidas urgentes y eficaces de tipo jurídico, educativo y cultural para poner término a la violencia doméstica contra la mujer, como problema grave que afecta a la sociedad mexicana.” Estimo, que tal recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ha sido observada por parte de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al haber modificado, el dieciséis de noviembre de dos mil cinco, el criterio en el que se sostenía que no se 23 integra el delito de violación entre cónyuges; además, de haber cancelado diversas jurisprudencias sustentadas en tal criterio, entre otras, la 12/94, que también fue señalada por la Relatoría sobre los Derechos de la Mujer, en el informe mencionado. Paso ahora a narrar un asunto en el que la Primera Sala de nuestro Tribunal se apartó de un Máximo criterio jurisprudencial que al sustentarse hacía imposible la actualización de la causal de divorcio relativa a violencia familiar. El criterio que se abandonó tuvo origen en la contradicción de tesis 66/2006-PS resuelta el veinte de septiembre de dos mil seis11 y en él se sostenía que cuando se 11 Resuelta en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por mayoría de tres votos de los señores Ministros: José de Jesús Gudiño Pelayo (Ponente), Sergio A. Valls Hernández y Juan N. Silva Meza. Habiendo emitido voto en contra el señor Ministro Presidente José Ramón Cossío Díaz, y estando ausente la señora Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas. 24 demanda el divorcio necesario con base en la causal de violencia intrafamiliar, no basta que en el escrito de demanda se narren de manera genérica los hechos que a juicio del actor actualizan dicha causal, sino que deben expresarse de manera pormenorizada los hechos, precisando las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron, ello no sólo para el efecto de que el demandado pueda preparar su contestación y defensa, sino también para que las pruebas se ofrezcan y rindan en relación precisa con la litis establecida y para que el juzgador pueda estudiar la procedencia de la acción intentada. La Sala al conocer, el once de marzo de dos mil nueve, del amparo directo 25 30/200812, en ejercicio de su facultad de atracción, consideró que la exigencia de una relación pormenorizada de “hechos”, crea un escenario de indefensión para quien invoca la violencia como causal de divorcio, ya que para tener por acreditada dicha causa, se tendrían que acreditar plenamente las circunstancias de modo, tiempo y lugar, es decir, documentar el día, mes y hora en que sucedieron los hechos (tiempo); la forma detallada de cómo ocurrieron (modo) y el sitio o lugar preciso en el que acontecieron (lugar); debiéndose tomar en cuenta que cuando se invoca la violencia familiar como causal de divorcio y/o pérdida de la patria potestad, la acción se funda, no sólo en un hecho particular y aislado, sino en un 12 Resuelto por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por mayoría de tres votos de los señores Ministros: José Ramón Cossío Díaz (Ponente), Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas, en contra de los emitidos por José de Jesús Gudiño Pelayo y Presidente Sergio A. Valls Hernández, quienes se reservaron su derecho a emitir voto particular. 26 cúmulo de actos y situaciones de maltrato, de tal forma que sería prácticamente imposible que se recordaran de manera precisa los datos específicos de todos y cada uno de los actos de violencia. Que por tanto, basta con que los hechos se expresen de manera concreta, mencionando cómo sucedieron, la fecha y el lugar aproximados, ya que al narrarse ciertos sucesos de esta forma, el demandado puede tener una idea clara de lo que se le imputa y de las causas que motivan la demanda de divorcio, a fin de que esté en posibilidad de desplegar su defensa. Considero, que la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al haberse apartado del criterio a través del cual se obligaba a quien hubiera sufrido de 27 violencia (generalmente la mujer) a expresar pormenorizadamente misma, permite los que hechos se de la atienda el compromiso que México tiene como Estado Parte de la Convención Belém do Pará, en cuanto al establecimiento de procedimientos legales en los que la mujer tenga acceso efectivo, a fin de que pueda sancionarse la conducta de violencia a que ha sido a una sometida.13 Quiero ahora referirme resolución a través de la cual, desde mi punto de vista, se previene la violencia económica, la cual tuvo su origen en una contradicción de tesis (CT-116/2006-PS) en la que había que determinar, si en la sentencia que declaró infundada la acción de 13 Remítase a pié de página 10. 28 divorcio necesario, es posible o no fijar una pensión alimenticia a favor del cónyuge actor, cuando la causal de divorcio consistió en la falta de ministración de alimentos. La Primera Sala determinó14 que sí es posible, toda vez que la acción autónoma de alimentos dentro del vínculo conyugal una cuestión de derecho familiar, es que guarda estrecha relación con el debate sostenido en el juicio ordinario de divorcio, es decir, la necesidad del actor de percibir alimentos. Sostener lo contrario, estimó la Sala, significaría dejar de resolver la cuestión efectivamente planteada (la falta de ministración de alimentos, que en el fondo fue la causal que lleva a la actora a demandar el divorcio) y podría tornar 14 Resuelta el catorce de marzo de dos mil siete, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: Sergio A. Valls Hernández, Juan N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente en Funciones Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo (ponente). Ausente el Ministro José Ramón Cossío Díaz. 29 inoportuna la atención de esa necesidad, que implica la subsistencia de la persona ya que se genera de momento a momento. También violencia estimo económica que se con previene el la criterio sustentado el pasado veintitrés de marzo, al resolverse la contradicción de tesis 452/2010, en donde se determinó que no procede la devolución de las cantidades pagadas por concepto de alimentos provisionales, aun cuando en juicio se acredite que el acreedor no probó la necesidad de recibirlos o se haya disminuido el monto. A lo anterior se llegó al considerar que para la procedencia de la pensión provisional sólo es necesario acreditar la calidad de acreedor alimentario, pues los alimentos 30 provisionales sólo tienen como fundamento la relación entre acreedor y deudor; en cambio, para establecer la pensión definitiva, es necesario probar de manera fehaciente la necesidad de los mismos, por lo que resulta improcedente la devolución de los primeros teniendo como base aquello que es materia de prueba para la pensión definitiva. Además se tuvo en cuenta, que los alimentos provisionales participan de la misma naturaleza que los definitivos, son de orden público e interés social y al estar destinados a solventar necesidades básicas del acreedor, se consumen de manera irreparable. Por último, quiero citar algunas consideraciones que tuvo la Primera Sala de 31 la que soy integrante, al resolver el amparo directo en revisión 917/200915, cuya ponencia me correspondió. En dicho asunto se señaló que el divorcio por voluntad unilateral del cónyuge, tiende a evitar la violencia que genera el trámite del divorcio necesario, por lo que no puede estimarse que los preceptos que contemplan dicho divorcio, sean contrarios al artículo 4° constitucional que consagra el deber del Estado de proteger la organización y desarrollo de la familia. Es importante resaltar, que de manera fundamental se atendió a la libertad de los cónyuges de no continuar casados y en consecuencia a evitar los actos de violencia 15 Resuelto el veintitrés de septiembre de dos mil nueve, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: José Ramón Cossío Díaz, Juan N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero de García Villegas (Ponente) y Presidente Sergio A. Valls Hernández. Ausente el Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo. 32 que generalmente se suscitan ante la imposibilidad de obtener el divorcio. (A MODO DE CONCLUSIÓN) De todo lo que he narrado, nos damos cuenta que México se encuentra atendiendo, los compromisos internacionales que ha adquirido en materia de violencia contra las mujeres; así como las recomendaciones que al respecto le ha formulado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. No quiero terminar sin señalar que en cuanto a órdenes de protección para las mujeres que denuncian violencia, nuestro Máximo Tribunal aun no ha conocido, sin embargo, como lo dije antes, son de gran importancia para lograr el combate a la violencia contra las mujeres, pues sólo a 33 través de la aplicación de dichas órdenes, las mujeres podrán sentirse menos intimidadas para denunciar los actos de violencia que han sufrido. Muchas Gracias. 34