violencia contra las mujeres. órdenes de protección

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PARTICIPACIÓN DE LA SEÑORA MINISTRA OLGA
SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS EN LA
CONFERENCIA ORGANIZADA POR LA FEDERACIÓN
NACIONAL DE COLEGIOS DE ABOGADOS Y EL
CENTRO DE ESTUDIOS DE POSGRADO EN DERECHO
EL 27 DE MAYO DE 2011, EN EL TEATRO MORELOS
DE LA CIUDAD DE TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO.
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES.
ÓRDENES DE PROTECCIÓN.
“El hombre nació en la barbarie, cuando matar a su
semejante era una condición normal de la
existencia. Se le otorgo una conciencia. Y ahora ha
llegado el día en que la violencia hacia otro ser
humano debe volverse tan aborrecible como comer
la carne de otro.”
Martin Luther King.

El
desarrollo
del
hombre
y,
en
consecuencia, de las sociedades que forma,
requiere constantemente de un análisis del
contexto en el que está inmerso, de las
causas que originan los desequilibrios entre
sus congéneres, de aquello que no le permite
vivir en armonía. Por ello, una sociedad
equilibrada no puede permitirse la violencia
en ninguno de sus ámbitos; mucho menos
en el que le da origen: la familia.
La violencia familiar va más allá de la
simple noción de violencia, incide en la
médula misma de la sociedad, en el tronco
común, en el punto de partida.
Como sabemos, son innumerables los
destinatarios de la violencia familiar. La
violencia hacia los adultos mayores, entre
cónyuges, hacia los niños, las mujeres, los
hombres, los discapacitados, etc.; pero, aquí
nos ocuparemos de hablar de la violencia
hacia las mujeres, la cual puede ser de
diversos
tipos:
psicológica,
física,
patrimonial, económica y sexual, como lo ha
establecido la Ley General de Acceso a las
2
Mujeres a una Vida Libre de Violencia1 y,
hasta
violencia
contra
los
derechos
reproductivos, como de manera tan precisa
se ha señalado en la Ley de Acceso de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el
Distrito Federal. 2
Ambas
modalidades
legislaciones
de
la
destacan
violencia
contra
las
las
mujeres de acuerdo al lugar en donde se
1
ARTÍCULO 6.- Los tipos de Violencia contra las Mujeres son:
I. La violencia psicológica.- Es cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir en:
negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia,
infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales conllevan a
la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio;
II. La violencia física.- Es cualquier acto que inflige daño no accidental, usando la fuerza física o algún tipo de arma u
objeto que pueda provocar o no lesiones ya sean internas, externas, o ambas;
III. La violencia patrimonial.- Es cualquier acto u omisión que afecta la supervivencia de la víctima. Se manifiesta en: la
transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores,
derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades y puede abarcar los daños a los
bienes comunes o propios de la víctima;
IV. Violencia económica.- Es toda acción u omisión del Agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se
manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la
percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral;
V. La violencia sexual.- Es cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y/o la sexualidad de la Víctima y que por tanto
atenta contra su libertad, dignidad e integridad física. Es una expresión de abuso de poder que implica la supremacía
masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto, y
VI. Cualesquiera otras formas análogas que lesionen o sean susceptibles de dañar la dignidad, integridad o libertad de las
mujeres.
2
Artículo 6. Los tipos de violencia contra las mujeres son:
(…)
VI. Violencia contra los Derechos Reproductivos: Toda acción u omisión que limite o vulnere el derecho de las mujeres a
decidir libre y voluntariamente sobre su función reproductiva, en relación con el número y espaciamiento de los hijos,
acceso a métodos anticonceptivos de su elección, acceso a una maternidad elegida y segura, así como el acceso a
servicios de aborto seguro en el marco previsto por la ley para la interrupción legal del embarazo, a servicios de atención
prenatal, así como a servicios obstétricos de emergencia;
3
desarrolla, así la clasifican en violencia
familiar, laboral, docente, en la comunidad,
institucional, estableciendo la referida Ley
General la violencia feminicida3, como la
forma extrema de violencia de género contra
las mujeres, la cual puede culminar en
homicidio y otras formas de muerte violenta
de mujeres.
Al haberse precisado legislativamente los
tipos de violencia contra las mujeres y sus
modalidades, se permite, me parece, no sólo
clarificar la labor de todos los operadores
jurídicos que manejamos esos conceptos;
sino también aclararle a las destinatarias de
la norma, qué es lo que debe entenderse por
violencia, qué comprende la violencia, a fin
3
ARTÍCULO 21.- Violencia Feminicida: Es la forma extrema de violencia de género contra las mujeres, producto de la
violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de conductas
misóginas que pueden conllevar impunidad social y del Estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte
violenta de mujeres.
4
de que, si se encuentran en el supuesto,
puedan tomar las decisiones que estimen
convenientes en materia de sus derechos.
Ahora, quiero destacar el capítulo de la
Ley General de Acceso de las Mujeres a
una Vida Libre de Violencia, relativo a las
órdenes
establece
de
protección4,
que
éstas,
en
son
los
donde
se
actos
de
protección y urgente aplicación que deben
otorgarse
de
autoridad
hechos
manera
competente
probablemente
infracciones
o
delitos
inmediata
que
por
la
conozca
de
constitutivos
de
que
impliquen
violencia en contra las mujeres.
Las órdenes de protección tienen como
propósito prevenir, interrumpir o impedir
4
ARTÍCULO 27.- Las órdenes de protección: Son actos de protección y de urgente aplicación en función del interés
superior de la Víctima y son fundamentalmente precautorias y cautelares. Deberán otorgarse por la autoridad
competente, inmediatamente que conozcan de hechos probablemente constitutivos de infracciones o delitos que
impliquen violencia contra las mujeres.
5
que se realicen actos violentos o, más de
éstos, en contra de la mujer que denuncia
violencia en su contra. Dichas órdenes
pueden ser de emergencia, preventivas y de
naturaleza civil; las dos primeras, tienen
una duración de setenta y dos horas5 y para
su expedición debe considerarse el riesgo o
peligro existente, la seguridad de la víctima y
los elementos con que se cuente. Las
órdenes de naturaleza civil serán tramitadas
ante los juzgados de lo familiar, o en su
caso, civiles.
La mencionada Ley General establece,
entre
las
órdenes
emergencia6,
la
de
protección
desocupación
por
de
el
5
ARTÍCULO 28.- Las órdenes de protección que consagra la presente ley son personalísimas e intransferibles y podrán
ser:
I. De emergencia;
II. Preventivas, y
III. De naturaleza Civil.
6
Artículo 29.
6
agresor, del domicilio conyugal o donde
habite la víctima, independientemente de la
acreditación de propiedad o posesión del
inmueble,
aun
en
los
casos
de
arrendamiento; la prohibición al probable
responsable de acercarse al domicilio, lugar
de trabajo, de estudios, del domicilio de las y
los ascendientes y descendientes o cualquier
otro que frecuente la víctima; el reingreso de
la víctima al domicilio, una vez que se
salvaguarde de su seguridad; la prohibición
de intimidar o molestar a la víctima en su
entorno
social,
así
como
a
cualquier
integrante de su familia; entre las órdenes
de protección preventivas7 se señalan, la
retención y guarda de armas de fuego o
blancas, que independientemente de su uso,
hayan sido empleadas para amenazar o
7
Artículo 30.
7
lesionar a la víctima; el acceso al domicilio
en común, de autoridades policíacas o de
personas que auxilien a la víctima a tomar
sus pertenencias personales y las de sus
hijas e hijos; y como órdenes de protección
de naturaleza civil8 están, la suspensión
temporal al agresor del régimen de visitas y
convivencia
con
prohibición
al
sus
descendientes;
agresor
de
enajenar
la
o
hipotecar bienes de su propiedad cuando se
trate del domicilio conyugal; la posesión
exclusiva de la víctima sobre el inmueble que
sirvió de domicilio; entre otras.
Aquí quiero hacer una reflexión respecto
a
la
temporalidad
de
protección de emergencia,
las
órdenes
de
me referiré en
particular a la desocupación por el agresor,
8
Artículo 32.
8
del domicilio conyugal o donde habite la
víctima,
independientemente
de
la
acreditación de propiedad o posesión del
inmueble,
aun
en
los
casos
de
arrendamiento, pues sólo tiene una duración
de setenta y dos horas y si bien ello obedece
a que son emergentes, lo cierto es que se
debe tener en cuenta que generalmente
cuando una mujer denuncia violencia, no es
la primera vez que la sufre, por ende tiene
miedo y, atendiendo a que la finalidad de las
órdenes de protección es la seguridad de
quien
denuncia,
me
parece
preeverse la posibilidad
que
debe
de prorrogarla
hasta en tanto la autoridad jurisdiccional
esté en posibilidad valorar la situación en lo
particular.
9
Al respecto, quiero señalar lo que sucede
en Alemania, en donde como medida de
protección también se prohíbe al agresor
entrar a la vivienda de la víctima con
independencia de la acreditación de la
propiedad o posesión del inmueble, pero en
ley, concretamente en la Ley de Protección
contra
la
Violencia,
se
establece
como
derecho de la víctima, solicitar por tiempo
determinado, que la vivienda le sea asignada
cuando ella junto con el agresor tienen la
propiedad o posesión y, por seis meses,
cuando quien la tiene es sólo el agresor o de
manera conjunta con terceros; y en este caso
puede existir una prórroga por otros seis
meses.
Es verdad que la Ley General de Acceso
de las Mujeres a una Vida Libre de
10
Violencia, entre las órdenes de protección
de
naturaleza
civil,
prevé
la
posesión
exclusiva de la víctima sobre el inmueble que
le sirvió de domicilio9, sin embargo no se
señala la temporalidad de la medida, lo cual
provoca incertidumbre en la víctima.
No
obstante
lo
antes
señalado,
el
contenido legislativo a nivel nacional en
materia de órdenes de protección para casos
de violencia contra las mujeres, me parece
de la mayor importancia, ya que se busca
cumplir
con
los
compromisos
internacionales que ha adquirido el Estado
Mexicano al firmar diversos documentos,
como la Convención Interamericana para
Prevenir,
Sancionar
y
Erradicar
la
9
ARTÍCULO 32.- Son órdenes de protección de naturaleza civil las siguientes:
(…)
III. Posesión exclusiva de la víctima sobre el inmueble que sirvió de domicilio;
11
Violencia contra la Mujer, denominada
“Convención Belém do Pará”, vigente en
nuestro país desde el doce de diciembre de
mil novecientos noventa y ocho, en donde
México se obligó, entre otras cosas, a
adoptar medidas jurídicas para conminar al
agresor a abstenerse de hostigar, intimidar,
amenazar, dañar o poner en peligro la vida
de la mujer de cualquier forma que atente
contra
su
propiedad;
integridad
así
o
como
perjudique
a
su
establecer
procedimientos legales justos y eficaces para
la mujer que haya sido sometida a violencia,
que
incluyan,
entre
otros,
medidas
de
protección.10
10
CAPÍTULO III: DEBERES DE LOS ESTADOS
Artículo 7.- Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y convienen en adoptar, por todos
los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a
cabo lo siguiente:
(…)
12
También
a
través
de
la
legislación
nacional señalada, se da cumplimiento a las
recomendaciones realizadas por la Relatoría
sobre los Derechos de la Mujer, de la
Comisión
Interamericana
de
Derechos
Humanos, en el documento Acceso a la
Justicia para Mujeres Víctimas de Violencia
en las Américas, de veinte de enero de dos
mil siete, en donde se hicieron las siguientes
recomendaciones específicas:
- En materia de protección cautelar y
preventiva: “Diseñar e implementar recursos
judiciales de naturaleza cautelar, sencillos,
rápidos y accesibles, que puedan funcionar
como un remedio idóneo y efectivo,
para
d. adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a abstenerse de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en
peligro la vida de la mujer de cualquier forma que atente contra su integridad o perjudique su propiedad;
(…)
f. establecer procedimientos legales justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violencia, que incluyan,
entre otros, medidas de protección, un juicio oportuno y el acceso efectivo a tales procedimientos;
13
prevenir situaciones de violencia contra las
mujeres.”
-
En cuanto
víctimas
por
a
tratamiento de
instancias
judiciales
las
de
protección: “Proveer garantías efectivas para
que las víctimas puedan denunciar actos de
violencia, como por ejemplo, adoptar medidas
eficaces de protección para denunciantes,
sobrevivientes y testigos y medidas para
proteger su privacidad, dignidad e integridad
al denunciar estos hechos y durante el
proceso penal.”
Es claro pues, que el Estado Mexicano
está
atendiendo
a
los
compromisos
y
recomendaciones que se le han hecho con
relación al establecimiento de medidas de
protección, con lo cual se estará en mayor
14
posibilidad de combatir la violencia contra
las mujeres.
Siempre
he
pensado
que
muchas
mujeres víctimas de violencia no denuncian
por miedo al castigo que les puede imponer
su victimario después de acusarlo, por ello,
estimo
de
la
mayor
importancia
y
trascendencia, las órdenes de protección,
pues sólo a través de su aplicación, las
víctimas pueden sentirse menos intimidadas
por las consecuencias que, en su caso,
pudiera sufrir por la denuncia.
A través de esta ponencia quiero resaltar
algunos ejemplos que muestran cómo, a
través de la racionalidad que proporciona el
sistema jurídico, particularmente en algunas
sentencias de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, se da cumplimiento a los
15
compromisos
internacionales
y
recomendaciones
que
nuestro
Estado
Mexicano tiene, en materia de medidas de
protección a la mujer contra la violencia.
 Comienzo por narrar un asunto muy
interesante, relativo a la integración del
delito de violación entre cónyuges.
Este
asunto
tuvo
su
origen
en
la
solicitud, que los Magistrados integrantes
del Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Segundo Circuito, realizaron a la
Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación para modificar la
jurisprudencia
1a./J.10/94,
de
rubro
“VIOLACIÓN ENTRE CÓNYUGES. SINO DE
EJERCICIO INDEBIDO DE UN DERECHO.
NO CONFIGURACIÓN DEL DELITO DE”,
sustentada
por
la
Primera
Sala
de
la
16
Suprema Corte en su integración anterior
(octava época), la cual establecía que “El que
uno de los cónyuges imponga al otro la cópula
normal de manera violenta, cuando subsiste
la obligación de cohabitar, no es suficiente
para que se configure el delito de violación
previsto en el artículo 265 del Código Penal
para el Distrito Federal,…por lo que de
observar tal conducta se adecuará a lo
establecido
ordenamiento
en
el
en
artículo
cita,
226
al
del
ejercitar
indebidamente su derecho”.
En
la
ejecutoria
relativa
a
la
contradicción de tesis 5/92, de la cual derivó
la jurisprudencia antes referida y cuya
modificación fue solicitada, se consideró que
de manera excepcional, la imposición de la
cópula normal, mediante la violencia, de un
17
cónyuge hacia otro, puede configurar el
delito de violación, cuando: 1) se imponga la
cópula encontrándose el activo en estado de
ebriedad o drogadicción; toda vez que la
ebriedad inspira un natural rechazo hacia la
pareja, además del peligro que implica para
el ser que se pudiera engendrar; 2) cuando
el activo padezca una enfermedad venérea o
síndrome de inmunodeficiencia adquirida,
por el riesgo que implica para la salud del
pasivo
y
la
probable
descendencia;
3)
cuando la mujer tenga algún padecimiento
que le impida sostener relaciones sexuales,
como podría ser el de parálisis, en cuyo caso
se justifica la resistencia de la pasivo; 4)
cuando se haya decretado judicialmente la
separación de los cónyuges, puesto que
durante ese periodo cesa la obligación de
18
cohabitar; 5) y cuando se pretenda imponer
la cópula en público, porque se ofende a la
pareja con la pretendida práctica de un acto
inmoral, de donde proviene su ilicitud.
Como se observa, en todas las hipótesis
de excepción se encuentra el cese de la
obligación de cohabitar, por lo que se puede
concluir, que es esa obligación, la que
justifica la no integración del delito de
violación entre cónyuges.
Lo anterior demuestra que en tal criterio
se equiparó a la mujer como un objeto que el
hombre adquiere en propiedad al contraer
matrimonio y que al llevarla a su domicilio
(cohabitar) adquiere sobre ella un poder
absoluto e ilimitado, esto es, tiene respecto
de ella todos los atributos de la propiedad,
entre ellos, el ius abutendi.
19
Tuve la oportunidad de formular la
resolución a través del cual se determinó
modificar la jurisprudencia en la que se
sostenía
que
cónyuges
y
no
hay
entonces
violación
dijimos,
entre
que
la
descripción típica del delito de violación sólo
requiere
como
elementos
para
su
integración, que el activo tenga cópula con
una persona sea cual fuere su sexo y que la
obtenga por medio de la violencia física o
moral, precisando, que la descripción básica
del ilícito no requiere de otros elementos
objetivos o subjetivos, ni de circunstancias
especiales para su integración, como pudiera
ser que no exista relación de matrimonio.
En dicha resolución se destacó que el
interés
vital
tutelado
por
el
delito
de
violación es la libertad sexual, la cual,
20
reconoce en el ser humano, por el solo hecho
de serlo, la libre autodeterminación sexual,
concluyendo que ningún derecho derivado
del vínculo matrimonial asiste a un cónyuge
para
acceder
al
acto
sexual en
forma
violenta.
La resolución que modificó la referida
jurisprudencia, dio origen a la intitulada
“VIOLACIÓN. SE INTEGRA ESE DELITO
AÚN CUANDO ENTRE EL ACTIVO Y PASIVO
EXISTA
EL
VÍNCULO
MATRIMONIAL
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA).
Quiero señalar, de manera destacada,
que el criterio modificado, esto es, aquél en
el que se establecía que no se integra el
delito
de
violación
entre
cónyuges,
fue
referido por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos a través de la Relatoría
21
sobre los Derechos de la Mujer, en el
Informe sobre la Situación de los Derechos
Humanos en México (1998), capítulo IX de
los Derecho de la Mujer, de manera textual
en los siguientes términos:
“625. Igualmente, las mujeres en México
son víctimas frecuentes de violencia dentro de
la familia o unidad doméstica, quedando en
muchos casos impune el cónyuge agresor. La
Comisión fue informada de que en otros
casos, la pena al cónyuge violador resultaba
atenuada por tendencias jurisprudenciales de
la propia Suprema Corte de Justicia de la
Nación
(números
10/94
y
12/94),
que
indicaban que no procede calificar como delito
la violación entre marido y mujer, sino que se
trata del "ejercicio indebido de un derecho".
22
En dicho informe, se hizo, entre otras, la
siguiente recomendación:
“638. En virtud del análisis precedente, la
CIDH
formula
al
Estado
mexicano
las
siguientes recomendaciones: (…)
643. Que adopte medidas urgentes y
eficaces de tipo jurídico, educativo y cultural
para poner término a la violencia doméstica
contra la mujer, como problema grave que
afecta a la sociedad mexicana.”
Estimo, que tal recomendación de la
Comisión
Interamericana
de
Derechos
Humanos, ha sido observada por parte de la
Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, al haber modificado, el
dieciséis de noviembre de dos mil cinco, el
criterio en el que se sostenía que no se
23
integra el delito de violación entre cónyuges;
además,
de
haber
cancelado
diversas
jurisprudencias sustentadas en tal criterio,
entre otras, la 12/94, que también fue
señalada por la Relatoría sobre los Derechos
de la Mujer, en el informe mencionado.
 Paso ahora a narrar un asunto en el
que la Primera Sala de nuestro
Tribunal
se
apartó
de
un
Máximo
criterio
jurisprudencial que al sustentarse hacía
imposible la actualización de la causal de
divorcio relativa a violencia familiar.
El criterio que se abandonó tuvo origen
en la contradicción de tesis 66/2006-PS
resuelta el veinte de septiembre de dos mil
seis11 y en él se sostenía que cuando se
11
Resuelta en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por mayoría de tres votos de los señores
Ministros: José de Jesús Gudiño Pelayo (Ponente), Sergio A. Valls Hernández y Juan N. Silva Meza. Habiendo emitido
voto en contra el señor Ministro Presidente José Ramón Cossío Díaz, y estando ausente la señora Ministra Olga Sánchez
Cordero de García Villegas.
24
demanda el divorcio necesario con base en la
causal de violencia intrafamiliar, no basta
que en el escrito de demanda se narren de
manera genérica los hechos que a juicio del
actor actualizan dicha causal, sino que
deben expresarse de manera pormenorizada
los hechos, precisando las circunstancias de
tiempo, modo y lugar en que ocurrieron, ello
no sólo para el efecto de que el demandado
pueda preparar su contestación y defensa,
sino también para que las pruebas se
ofrezcan y rindan en relación precisa con la
litis establecida y para que el juzgador pueda
estudiar
la
procedencia
de
la
acción
intentada.
La Sala al conocer, el once de marzo de
dos
mil
nueve,
del
amparo
directo
25
30/200812, en ejercicio de su facultad de
atracción, consideró que la exigencia de una
relación pormenorizada de “hechos”, crea un
escenario de indefensión para quien invoca
la violencia como causal de divorcio, ya que
para tener por acreditada dicha causa, se
tendrían
que
acreditar
plenamente
las
circunstancias de modo, tiempo y lugar, es
decir, documentar el día, mes y hora en que
sucedieron los hechos (tiempo); la forma
detallada de cómo ocurrieron (modo) y el
sitio o lugar preciso en el que acontecieron
(lugar); debiéndose tomar en cuenta que
cuando se invoca la violencia familiar como
causal de divorcio y/o pérdida de la patria
potestad, la acción se funda, no sólo en un
hecho particular y aislado, sino en un
12
Resuelto por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por mayoría de tres votos de los señores
Ministros: José Ramón Cossío Díaz (Ponente), Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas, en contra de
los emitidos por José de Jesús Gudiño Pelayo y Presidente Sergio A. Valls Hernández, quienes se reservaron su derecho a
emitir voto particular.
26
cúmulo de actos y situaciones de maltrato,
de
tal
forma
que
sería
prácticamente
imposible que se recordaran de manera
precisa los datos específicos de todos y cada
uno de los actos de violencia.
Que por tanto, basta con que los hechos
se
expresen
de
manera
concreta,
mencionando cómo sucedieron, la fecha y el
lugar aproximados, ya
que
al narrarse
ciertos sucesos de esta forma, el demandado
puede tener una idea clara de lo que se le
imputa y de las causas que motivan la
demanda de divorcio, a fin de que esté en
posibilidad de desplegar su defensa.
Considero, que la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, al
haberse apartado del criterio a través del
cual se obligaba a quien hubiera sufrido de
27
violencia (generalmente la mujer) a expresar
pormenorizadamente
misma,
permite
los
que
hechos
se
de
la
atienda
el
compromiso que México tiene como Estado
Parte de la Convención Belém do Pará, en
cuanto al establecimiento de procedimientos
legales en los que la mujer tenga acceso
efectivo, a fin de que pueda sancionarse la
conducta
de
violencia
a
que
ha
sido
a
una
sometida.13
 Quiero
ahora
referirme
resolución a través de la cual, desde mi
punto de vista, se previene la violencia
económica, la cual tuvo su origen en una
contradicción de tesis (CT-116/2006-PS) en
la que había que determinar, si en la
sentencia que declaró infundada la acción de
13
Remítase a pié de página 10.
28
divorcio necesario, es posible o no fijar una
pensión alimenticia a favor del cónyuge
actor, cuando la causal de divorcio consistió
en la falta de ministración de alimentos.
La Primera Sala determinó14 que sí es
posible, toda vez que la acción autónoma de
alimentos dentro del vínculo conyugal
una
cuestión
de
derecho
familiar,
es
que
guarda estrecha relación con el debate
sostenido en el juicio ordinario de divorcio,
es decir, la necesidad del actor de percibir
alimentos. Sostener lo contrario, estimó la
Sala,
significaría
dejar
de
resolver
la
cuestión efectivamente planteada (la falta de
ministración de alimentos, que en el fondo
fue la causal que lleva a la actora a
demandar
el
divorcio)
y
podría
tornar
14
Resuelta el catorce de marzo de dos mil siete, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: Sergio A.
Valls Hernández, Juan N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente en Funciones Ministro José de
Jesús Gudiño Pelayo (ponente). Ausente el Ministro José Ramón Cossío Díaz.
29
inoportuna la atención de esa necesidad,
que implica la subsistencia de la persona ya
que se genera de momento a momento.
También
violencia
estimo
económica
que
se
con
previene
el
la
criterio
sustentado el pasado veintitrés de marzo, al
resolverse
la
contradicción
de
tesis
452/2010, en donde se determinó que no
procede la devolución de las cantidades
pagadas
por
concepto
de
alimentos
provisionales, aun cuando en juicio se
acredite
que
el
acreedor
no
probó
la
necesidad de recibirlos o se haya disminuido
el monto.
A lo anterior se llegó al considerar que
para la procedencia de la pensión provisional
sólo es necesario acreditar la calidad de
acreedor alimentario, pues los alimentos
30
provisionales sólo tienen como fundamento
la relación entre acreedor y deudor; en
cambio,
para
establecer
la
pensión
definitiva, es necesario probar de manera
fehaciente la necesidad de los mismos, por lo
que resulta improcedente la devolución de
los primeros teniendo como base aquello que
es materia de prueba para la pensión
definitiva.
Además se tuvo en cuenta, que los
alimentos provisionales
participan de la
misma naturaleza que los definitivos, son de
orden público e interés social y al estar
destinados a solventar necesidades básicas
del
acreedor,
se
consumen
de
manera
irreparable.
 Por
último,
quiero
citar
algunas
consideraciones que tuvo la Primera Sala de
31
la que soy integrante, al resolver el amparo
directo
en
revisión
917/200915,
cuya
ponencia me correspondió.
En dicho asunto se señaló que el divorcio
por voluntad unilateral del cónyuge, tiende
a evitar la violencia que genera el trámite del
divorcio necesario, por lo que no puede
estimarse que los preceptos que contemplan
dicho divorcio, sean contrarios al artículo 4°
constitucional que consagra el deber del
Estado
de
proteger
la
organización
y
desarrollo de la familia.
Es importante resaltar, que de manera
fundamental se atendió a la libertad de los
cónyuges de no continuar casados y en
consecuencia a evitar los actos de violencia
15
Resuelto el veintitrés de septiembre de dos mil nueve, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: José
Ramón Cossío Díaz, Juan N. Silva Meza, Olga Sánchez Cordero de García Villegas (Ponente) y Presidente Sergio A. Valls
Hernández. Ausente el Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo.
32
que
generalmente
se
suscitan
ante
la
imposibilidad de obtener el divorcio.
(A MODO DE CONCLUSIÓN)
De todo lo que he narrado, nos damos
cuenta que México se encuentra atendiendo,
los compromisos internacionales que ha
adquirido en materia de violencia contra las
mujeres; así como las recomendaciones que
al respecto le ha formulado la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos.
No quiero terminar sin señalar que en
cuanto a órdenes de protección para las
mujeres que denuncian violencia, nuestro
Máximo Tribunal
aun no ha conocido, sin
embargo, como lo dije antes,
son de gran
importancia para lograr el combate a la
violencia contra las mujeres, pues sólo a
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través de la aplicación de dichas órdenes, las
mujeres podrán sentirse menos intimidadas
para denunciar los actos de violencia que
han sufrido.
Muchas Gracias.
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