I Área Tributaria I Contenido I-1 I-4 I-7 I-12 I-15 I-19 I-21 I-23 I-25 I-25 I-26 ¿Cuáles son los límites que debe tener el Tribunal Constitucional peruano? (Parte final) Ficha Técnica Autor:Carmen del Pilar Robles Moreno* Francisco Javier Ruiz de Castilla Ponce de León** Título: ¿Cuáles son los límites que debe tener el Tribunal Constitucional peruano? (Parte final) Fuente: Actualidad Empresarial, Nº 207 - Segunda Quincena de Mayo 2010 5. Autonomía del Tribunal Constitucional 5.1. Autonomía Procesal Si estamos analizando la autonomía del TC, es necesario referirnos a la autonomía procesal del mismo. Como sabemos, el proceso constitucional es un instrumento que sirve para garantizar la tutela efectiva de los derechos constitucionales, en este entendido, no dudamos que el TC goce de autonomía procesal para desarrollar o complementar, pero no modificar ni innovar la regulación del CPC, ya que como órgano de control constitucional tendrá que encontrar la vía para tutelar los derechos de las personas, y el CPC no debe ser una traba, sino un instrumento para viabilizar el ejercicio de las potestades del TC, por ello, ahí donde el TC pueda interpretar o completar el CPC consideramos que está efectuando interpretación racional, pero ahí donde el TC invade competencias procesales que no tiene, está vulnerando el principio de legalidad. Ahora bien, surge la pregunta ¿puede el TC crear reglas procesales?, noso* ** Profesora Ordinaria de Derecho Tributario de la PUC y de UNMSM. Profesor Principal de la Pontificia Universidad Católica del Perú. N° 207 Segunda Quincena - Mayo 2010 tros consideramos que ahí donde la creación de las reglas procesales están complementando normas del CPC, sin desnaturalizarlo y sin modificarlo, sí puede hacerlo, ya de otro modo, podría darse el caso que no se podría garantizar el cumplimiento de los fines del TC que es garantizar el respeto a los derechos fundamentales. Ahora bien, no entendemos las reglas procesales como nuevas normas, sino como complemento o desarrollo o interpretación de las ya existentes del CPC; por lo tanto, significa que la creación de estas llamadas reglas procesales tienen límites, que es no crear normas positivas ni modificar las normas procesales existentes, en todo caso, tiene iniciativa legislativa que puede ejercer, sin invadir la esfera del legislador que no le corresponde ni la ostenta. Por ejemplo, el establecimiento del amicus curie1 (figura no prevista en el CPC, pero sí en el Reglamento Normativo del TC)2, o del litis consorte facultativo3, o la del partícipe4 (figuras 1 El amicus curiae (literalmente amigo del Tribunal) consiste en la presentación ante el Tribunal donde se tramita un litigio judicial, de terceros ajenos a esa disputa que cuenten con un justificado interés en la resolución final del litigio, a fin de ofrecer opiniones consideradas de trascendencia para la sustanciación del proceso. La presentación del amicus curiae apunta a concretar una doble función: Aportar al tribunal bajo cuyo examen se encuentra una disputa judicial de interés público, argumentos u opiniones que puedan servir como elementos de juicio para que tome una decisión ilustrada al respecto. 2 STC 020-2005-AI/TC. La posibilidad de permitir la intervención en el proceso constitucional de personas o entidades especializadas que puedan coadyuvar en la resolución de la causa, ha sido prevista en el artículo 13-A del Reglamento Normativo del Tribunal Constitucional. 3 STC 020-2005-AI/TC, Solicitud de 31 congresistas para actuar como litis consortes facultativos en el proceso. 4 El Partícipe es un sujeto procesal del proceso de inconstitucionalidad, pero no constituye parte. El TC ha señalado que la incorporación del partícipe en el proceso de inconstitucionalidad tiene una justificación muy concreta: la razón de su intervención es la de aportar una tesis interpretativa en la controversia constitucional que contribuya al procedimiento interpretativo. Debe ser notificado de la demanda tampoco previstas en el CPC) consideramos que son reglas procesales, no se está contraviniendo ninguna norma del CPC, por el contrario, se está complementando lo regulado por el CPC, de tal modo que la intervención del amicus curie o del litis consorte o del partícipe, puedan constituir elementos valiosos para la determinación que tome el TC en la resolución de la sentencia correspondiente. En este orden de ideas es que señalamos que en principio, el TC se encuentra sometido al Código Procesal Constitucional5; no obstante ello, en algunas sentencias, crea reglas procesales que complementan al CPC, pero en otros casos el TC se aleja del CPC, e inclusive ha modificado alguno de sus artículos, veamos: Señala el fundamento 38 de STC 04119-2005-AA/TC, lo siguiente: “La autonomía procesal del TC permite abrir el camino para una verdadera innovación de sus propias competencias. Esta capacidad para delimitar el ámbito de sus decisiones por parte del Tribunal tiene como presupuesto la necesidad de dotar de todo el poder necesario en manos del Tribunal para tutelar los derechos fundamentales más allá incluso de las intervenciones de las partes, pero sin olvidar que la finalidad no es una finalidad para el atropello o la restricción. Este ‘sacrificio de las formas procesales’ sólo puede encontrar respaldo en una Informes Tributarios ¿Cuáles son los límites que debe tener el Tribunal Constitucional peruano? (Parte final) Informes Tributarios Si una municipalidad brinda el servicio de suministro de agua potable: ¿Debe cobrar una tasa o un precio público? (Parte I) Tratamiento de la Depreciación para Efectos Tributarios ¿Quiénes pueden presentar los Formularios Nos 118 y 119? Apropósito de la Resolución de Superintendencia Nº 090-2010/SUNAT actualidad y aplicación Sobre los pagos y oportunidad para aplicar el Régimen de Retenciones del práctica Impuesto General a las Ventas: casos especiales ¿Existe imposición al IGV por la venta de vehículos con reserva de propiedad?: La transferencia de vehículos destinados al taxi NOS PREG. Y CONTESTAMOS Bancarización ¿La revisión judicial ante el juez no competente suspende el Procedimiento ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL de Ejecución Coactiva? jurisprudencia al día Temas de determinación sobre base presunta GLOSARIO TRIBUTARIO INDICADORES TRIBUTARIOS y de la contestación, pudiendo presentar informe escrito así como intervenir en la vista de la causa para sustentar el informe oral si es que así lo estimara por conveniente. (…)” La intervención del Partícipe se circunscribe así estrictamente a los actos señalados, no pudiendo plantear nulidades o excepciones, pretensiones que sólo pueden proponerlas quienes detentan la condición de Parte en el proceso de inconstitucionalidad, mas no quienes intervienen en la condición de Partícipes. 5CPC Actualidad Empresarial I-1 I Informes Tributarios única razón: la tutela de los derechos, por lo que toda práctica procesal que se apoye en este andamiaje teórico para atropellar los derechos o para disminuir su cobertura debe ser rechazado como un poder peligroso en manos de los jueces”. De otro lado, señala el TC 020-2005PI/TC que como máximo intérprete de la Constitución y órgano supremo de control de la constitucionalidad, es titular de una autonomía procesal para desarrollar y complementar la regulación procesal constitucional a través de la jurisprudencia, en el marco de los principios generales del Derecho Constitucional material y de los fines de los procesos constitucionales; asimismo, señala que la autonomía procesal está sujeta a los siguientes límites: a) La regulación constitucional y legal en donde se han establecido los principios fundamentales del proceso constitucional, en este caso el artículo 200º de la Constitución, el Código Procesal Constitucional y la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. b) Se realiza en base al uso del Derecho Constitucional material, pero no de manera absoluta. En este mismo orden de ideas, el TC con la STC 1417-2005-AA/TC reafirma la autonomía procesal con que cuentan, veamos. Señala el TC6 que goza de autonomía procesal que informa a las funciones de valoración, ordenación y pacificación, por ello, dentro del marco normativo de las reglas procesales que le resultan aplicables, goza de un margen razonable de flexibilidad en su aplicación, de manera que toda formalidad resulta finalmente supeditada a la finalidad de los procesos constitucionales: la efectividad del principio de supremacía de la Constitución y la vigencia de los derechos fundamentales; por ello señala el TC la norma III del Título Preliminar del CPC que indica que el juez constitucional puede adecuar la exigencia de las formalidades previstas en el CPC al logro de los fines de los procesos constitucionales, por lo que goza de cierto grado de autonomía para establecer determinadas reglas procesales o interpretar las ya estipuladas, cuando se trate de efectivizar los fines de los procesos constitucionales. Sobre esto nos permitimos efectuar los siguientes comentarios: i) el CPC es una norma de naturaleza instrumental que tiene por finalidad regular los procesos constitucionales, cuyos fines son garantizar la primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales7; ii) Esto significa que los presupuestos proce- 6 Fundamento 48 7 Arts. 1º y 2º del CPC I-2 Instituto Pacífico sales tienen que estar contenidos en el CPC, y el TC para garantizar los derechos de las personas, aplica e interpreta el CPC, pero no tiene facultad ni competencia para modificar el CPC; iii) Como hemos podido apreciar del párrafo anterior, el TC fundamenta su autonomía procesal (que lo coloca en algunas situaciones por encima de las normas del CPC, e inclusive ha modificado algunos artículos del CPC –como veremos más adelante–) en que el sacrificio de las formas procesales se justifica en la tutela de los derechos. Nosotros consideramos que el TC al tener facultades de iniciativa de proponer leyes o modificación de las mismas, tiene que adecuarse a las normas existentes y si considera que hay normas que no le permiten ejercer sus funciones como órgano de control de constitucionalidad, debería proponer los cambios que considere convenientes, pero no utilizar las sentencias para vía interpretación modificar el CPC. En este mismo orden de ideas, cuando el TC señala que se encuentra facultado para desarrollar y complementar la regulación procesal constitucional a través de la jurisprudencia, esto no significa –a nuestro entender– modificar el CPC. 5.2.Resoluciones no revisables en sede Jurisdiccional Como sabemos, precisa el artículo 142º de la Constitución vigente que “no son revisables en sede judicial las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones en materia electoral, ni las del Consejo Nacional de la Magistratura en materia de evaluación y ratificación de jueces”. De otro lado, el CPC en su artículo 5º numeral 8 precisaba que: “No proceden los procesos constitucionales cuando: “se cuestionen las resoluciones del JNE8 en materia electoral, salvo cuando no sean de naturaleza jurisdiccional o cuando siendo jurisdiccionales violen la tutela procesal efectiva (...)”. Posteriormente con la Ley 28642 se modifica este numeral de la siguiente forma: “No proceden los procesos constitucionales cuando se cuestiones las resoluciones del JNE en materias electorales, de referéndum o de otro tipo de consultas populares bajo responsabilidad. Resoluciones en contrario, de cualquier autoridad no surten efecto legal alguno. La materia electoral comprende los temas previstos en las leyes electorales y aquellos que conoce el JNE en instancia definitiva”. Como podemos apreciar, la modificación legislativa (Congreso de la República) buscaba reafirmar que las resoluciones emitidas por el JNE no son revisables, tal como lo ha señala8 Jurado Nacional de Elecciones do el artículo 142º de la Constitución vigente. Con posterioridad a la entrada en vigencia de la Ley 28642, se interpuso un proceso de inconstitucionalidad contra esta Ley, y el TC mediante la STC 00007-2007-PI/TC. El TC declaró fundada la demanda, y en consecuencia inconstitucional el artículo único de la Ley 28642, y como consecuencia de ello, el CPC no tiene numeral 8) en su artículo 5º. Es importante resaltar las razones del TC por las cuales considera que las resoluciones del JNE sí son revisables, lo serán, señala, en la medida en que violen derechos constitucionales. Nosotros consideramos que independientemente de lo señalado por el artículo 142º de la Constitución y del numeral 8) del artículo 5º del CPC (hoy norma expulsada de la legislación), si el TC es el órgano de control de la constitucionalidad, tiene que velar porque los derechos constitucionales se encuentren garantizados9. Asimismo, podemos apreciar la constante tensión entre los poderes del Estado peruano y el TC, esto no sucede sólo en el caso peruano, sino en casi todos los Estados donde existe TC, ya que la labor del TC es muy compleja y llena de tensiones de tipo social, político y económico; tarea difícil cuando se trata de velar por los derechos constitucionales en un país donde los círculos de poder son tan grandes. Algo similar al JNE ha sucedido con las resoluciones del Concejo Nacional de la Magistratura, la Constitución ha señalado en forma expresa que no son revisables y el TC ha señalado que lo son cuando vulneren derechos constitucionales. Nuestra posición es la misma, nuestras normas, incluso las Constitucionales, tienen inconsistencias, y si bien es cierto el TC debe controlar la constitucionalidad del sistema, también es cierto que se deben corregir por la vía legal (sea modificando la Constitución, sea modificando el CPC, o la norma que se deba modificar), para que el TC no tenga que recurrir a este tipo de sentencias, que si bien es cierto tutelan los derechos fundamentales, a veces lo hacen al filo del límite o sobrepasando el límite de sus funciones, ya que vía interpretación se pueden sustentar muchas cosas con la finalidad de llegar a donde se quiere llegar, nos explicamos, si el TC quisiera sustentar que las sentencias del JNE no son revisables, lo puede hacer, y probablemente con la misma consistencia de su posición actual. 9 El segundo párrafo del artículo 83º del Código Procesal Constitucional establece que: “Por la declaración de ilegalidad o inconstitucionalidad de una norma no recobran vigencia las disposiciones legales que ella hubiera derogado”. N° 207 Segunda Quincena - Mayo 2010 Área Tributaria 5.3.Amparo contra Amparo De otro lado, señala el artículo 200º numeral 2) de la Constitución sobre qué procede el proceso de amparo y sobre qué no procede este proceso, así refiere que el proceso de amparo procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás derechos –diferentes al proceso de hábeas corpus– reconocidos por la Constitución, con excepción de los siguientes: no procede contra normas legales ni contra resoluciones judiciales emanadas de procedimiento regular. En este mismo sentido precisa el numeral 6) del artículo 5º del CPC que no proceden los procedimientos constitucionales cuando se cuestione una resolución firme recaída en otro proceso constitucional o haya litispendencia. Como sabemos, no obstante lo señalado por la Constitución, el TC he señalado que sí procede el amparo contra resoluciones judiciales, contra procesos de amparo10; sobre esto ha señalado el TC que el amparo contra amparo no procede contra una resolución judicial firme recaída en otro proceso de constitucional, donde se han respetado de modo escrupuloso el debido proceso y la tutela procesal efectiva; caso contrario, sí procede el proceso de amparo, y éste debe ser el sentido del CPC en su artículo 5º, inciso 611. Agrega el TC que el amparo contra amparo se configura como una excepción dentro de la excepción, por lo que los jueces deben valorar la intensidad de la afectación y el nivel de acreditación que se presente a efectos de no permitir que cualquier alegación pueda merecer una nueva revisión de los procesos constitucionales. Su uso excepcional sólo podrá prosperar por única vez y conforme a las reglas expuestas en la presente sentencia. Es interesante ver cómo en la sentencia comentada, el TC señala que se desprende del artículo 5.6 del CPC que no sería posible iniciar una demanda de amparo para cuestionar una resolución firme recaída en otro proceso constitucional, pero el propio TC ha establecido la posibilidad del amparo contra amparo, porque tiene fuente constitucional directa en el segundo párrafo del artículo 200.2 de la propia Constitución –tal como hemos referido en párrafos anteriores–; esto significa que a decir del TC, como la Constitución está por encima del CPC, se aplica la Constitución y no el CPC, esto, a nuestro entender, así emane de la Constitución, se concretiza en que vía una sentencia 10 STC 04853-2004-PA/TC 11 No proceden –causal de improcedencia– los procedimientos constitucionales cuando se cuestione una resolución firme recaída en otro proceso constitucional o haya litispendencia. N° 207 Segunda Quincena - Mayo 2010 del TC se está modificando el artículo 5º del CPC. En este sentido, para conocer el CPC no es suficiente con la norma y las modificaciones legislativas, sino las sentencias del TC que han modificado este código. Esto significa que para el TC en base a su autonomía procesal, se encuentra facultado para dar normas (denominadas reglas por el TC en la sentencia) de naturaleza procesal, que como podemos apreciar tienen naturaleza vinculante y, por lo tanto, ya no estarían interpretando, en este caso en concreto el artículo 5º numeral 6) del CPC, sino modificándolo, esto significa que mediante una sentencia el TC modifica (en aras de su autonomía procesal) el CPC. 5.4.Recurso de Agravio Constitucional De acuerdo a lo señalado por el artículo 18º del CPC, contra una sentencia desestimatoria de segundo grado, procede el recurso de agravio constitucional12 ante el TC. Ahora bien, sucede que cuando el TC emite un precedente constitucional vinculante éste es de obligatorio cumplimiento como si se trataría de una norma legal (así lo señala el artículo VII del Título Preliminar del CPC)13; pero debido a que el artículo 18º del CPC sólo establecía el RAC para las sentencias desestimatorias, los jueces inaplicaban un precedente constitucional vinculante. Por lo que ante la falta del mecanismo procesal idóneo, el TC dictó la sentencia que señalamos en el siguiente párrafo a su parecer subsanando este impase, dictando las reglas para el caso de las sentencias estimatorias. Esto significa que ahora si nosotros tenemos a la mano sólo el CPC, específicamente el artículo 18º, no tenemos las reglas para el RAC, ya que debemos tener tanto esta norma legal como las reglas dictadas por el TC; veamos: El TC con la STC 4853-2004-PA/TC14 establecieron las reglas aplicables para el trámite del nuevo supuesto establecido a través de esa sentencia, para la procedencia del recurso de agravio constitucional cuando se trata de una sentencia estimatoria de segundo grado. En este sentido, el TC estableció las reglas15 para el trámite procesal del RAC contra una sentencia estimatoria que haya sido dictada sin tomar en cuenta un precedente constitucional vinculante emitido por el TC, y tal 12 RA 13 Las sentencias del TC que adquieren la autoridad de cosa juzgada constituyen precedente vinculante cuando así lo exprese la sentencia, precisando el extremo de su efecto normativo. 14 Se establecieron las reglas para el recurso de agravio a favor del precedente. 15 Fundamento 40 de la STC I como lo señala la sentencia, se establece como precedente vinculante conforme al artículo VII del Título Preliminar del CPC las reglas indicadas para la admisión del RAC a favor del precedente. Este caso es quizás el que más nos devela cómo el TC toma o tiene que adoptar medidas que lindan ya no con interpretar o completar las normas procesales, sino prácticamente modificar el CPC, con sentencias que tienen rango normativo (no rango de ley, pero normativo). A nuestro parecer con estas reglas del RAC, el TC ha modificado el artículo 18º del CPC, ante ello, nos preguntamos si estamos ante un problema de límites del TC, o estamos ante un problema del Estado peruano. ¿Por qué no se ha previsto un mecanismo para que cuando una sentencia del TC tenga naturaleza de precedente constitucional y sea necesario modificar una norma legal, el Congreso lo haga (lamentablemente aquí tenemos un problema de tensión entre órganos del Estado). Como sabemos, si bien es cierto una ley se puede inaplicar; un procedente no se puede inaplicar, por lo tanto, siendo el precedente casi una norma legal, no tiene rango de ley, pero parecería tan o más fuerte que la ley. 6Conclusiones 1. El Tribunal Constitucional en su condición de órgano de control constitucional tiene que velar porque se protejan y garanticen los derechos y bienes constitucionalmente protegidos. 2. La defensa de estos derechos en un Estado como el peruano, donde las normas no guardan la coherencia y sistemática necesaria, hacen que la labor del Tribunal Constitucional al momento de concretar sus funciones se haga por decir lo menos, compleja y complicada, de tal manera que muchas veces, se tenga que incurrir en algunos excesos para defender la primacía de la constitucionalidad. 3. Las tensiones entre el Tribunal Constitucional y otros órganos constitucionales del Estado peruano, se agudizan cuando las sentencias del Tribunal invaden esferas de otros órganos. 4. Por el momento, no es conveniente dictar una norma donde se establezcan los límites al ejercicio de la potestad del Tribunal Constitucional, esto podría ser peligroso, ya que la consecuencia de ello, podría derivar en un Tribunal pasivo. 5. Sería conveniente que se establezcan canales para que los órganos del Estado efectúen un trabajo conjunto en busca del bienestar común. Actualidad Empresarial I-3