Espacio Científico - Cervantes Río Cuarto

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Revista Espacio Científico
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CERVANTES
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Dirección de la Revista
Área Ciencia y Técnica
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Diagramación y Diseño
Área Diseño
Carlos Martín Azcurra
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Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
Revista
Espacio Científico
Número 12 Diciembre 2015
INVESTIGACIONES
Artículos
ALEJANDRA SILVINA ESCUDERO
CARLOS GALLEGOS GONZÁLEZ
JORGE ADRIAN MERCAU
Monografías
JOSE MANUEL POZO.
VIRGINIA VOLONTÉ DEL OLMO
EXPERIENCIAS DIDÁCTICAS
MARCOS ARIEL FALETTI
INFORMACIONES
Reglamento Revista Espacio Científico
Normas de presentación
Belgrano 200 Río Cuarto - Córdoba
[email protected]
Dirección Área Ciencia y Técnica
Dra Elsa Palou de Carranza
Año 6. Número 12. Diciembre 2015
Publicación semestral
ISSN 1853-435X
Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
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Espacio Científico
OBJETIVOS DE LA REVISTA ESPACIO CIENTÍFICO
Espacio Científico es una revista científica multidisciplinaria, con referato, semestral, publicada en soporte impreso y electrónico por Cervantes (Río Cuarto).
Tiene como misión contribuir al conocimiento y al desarrollo de este centro de estudios y de la comunidad científica nacional e internacional.
Su objetivo es estimular un tipo de reflexión que vincule las inquietudes académicas de este centro de estudios con
problemas de la realidad social.
La revista está dirigida a la comunidad científica y a
quienes se interesen por conocer, ampliar y profundizar, desde perspectivas académicas, temas de debate social, cultural
y económico del país en particular y de América Latina, en
general.
Publica artículos originales de investigación, comunicaciones científicas y académicas, reseñas bibliográficas y
documentos sobre Ciencia, Tecnología y Sociedad. En su edición electrónica es una publicación de acceso libre.
Agradecimientos
A la Fundación Cervantes
Al Consejo Editorial
Al Comité de lectura
Al Área de Diseño
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Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
ÍNDICE
PRESENTACIÓN
INVESTIGACIONES
Artículos 11
La singularidad desde el psicoanálisis y otros discursos.
Alejandra Silvina Escudero
Carlos Gallegos González
Tratamiento médico-legal de las várices primitivas bilaterales.
Jorge A. Mercau
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Monografías45
El mundo flotante invade Europa
José Manuel Pozo.
Virginia Volonté del Olmo
EXPERIENCIAS DIDÁCTICAS 97
Aportes para la elaboración del informe educacional.
Marcos Ariel Faletti
INFORMACIONES 109
Reglamento de la revista Espacio Científico.
Condiciones de admisión y evaluación de los trabajos
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Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
PRESENTACIÓN
En este número, que cierra el año editorial 2015, Espacio Científico ofrece a
sus lectores aportes que clasificamos en nuevas secciones, como la producción
monográfica y las propuestas didácticas para los alumnos avanzados.
El objetivo de la apertura de estas secciones es proporcionar nuevos espacios de divulgación. En cuanto a los trabajos monográficos creemos que por
tratarse de estudios exhaustivos sobre temas particulares no solo muestran el
esfuerzo de sus autores sino que brindan un material de consulta de incalculable valor.
Por otra parte, los aportes didácticos, de gran utilidad en la cátedra, merecen
un lugar de consulta que nos asegura además la inclusión de nuevos lectores
entre el alumnado.
Esta novedad no priva del lugar de siempre de las investigaciones que dan
muestra de nuestra actividad institucional en la difusión de los resultados de
los proyectos de investigación que Cervantes apoya.
Las temáticas, como ya es habitual en nuestra publicación, focalizan el ámbito de varias disciplinas. Sin embargo, más allá de esa diversidad,
podemos percibir que el fundamento de las preocupaciones que tratan y las
elucidaciones que estos trabajos ofrecen tienen un sustento común que es la
búsqueda y fortalecimiento de la identidad tanto social y cultural como individual que es preciso conocer, determinar y hacer crecer.
Hoy reunimos en la rúbrica Investigaciones dos trabajos de distintas
áreas de la salud:
En el Área de la Psicología, la Lic Escudero y el Mgter, Gallegos
González nos proponen en su trabajo: La singularidad desde el psicoanálisis
y otros discursos, el análisis de casos en los que se develan las implicancias
discriminatorias de los lenguajes institucionales.
El segundo trabajo del Dr Jorge Mercau, desde la carrera de Fisioterapia y
Kinesiología propone con el título Tratamiento médico-legal de las várices
primitivas bilaterales, un estudio legal de la situación de una enfermedad
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que define su caracterización en el ámbito de la jurisprudencia médico- laboral.
En la sección de Trabajos Monográficos con el título El mundo flotante invade Europa, los Arqs. José Manuel Pozo y Virginia Volonté del Olmo recogen
interesantes aspectos de la influencia de la pintura japonesa en Oriente y su
evocación en la pintura europea con una selección de delicadas imágenes que
recuerdan a los mejores exponentes de la cultura europea.
En la última sección de Aportes Didácticos del Área de Psicología el Mgt.
Marcos Faletti presenta con el título Aportes para la elaboración de informes
en Psicología Educacional, una valiosa síntesis de las condiciones necesarias
que debe reunir un informe psicológico para el Área Educacional, con recomendaciones formales y éticas que cuidan el valor y alcance interpretativo
que tal documento reviste.
Finalmente, respetando las condiciones de publicación de las revistas científicas repetimos para nuestros lectores el Reglamento de nuestra publicación y
las Informaciones que rigen la presentación y formato editorial de los aportes
con el deseo de invitar y guiar a nuestros próximos colaboradores.
La Dirección Espacio Científico
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Investigaciones
La singularidad desde el
psicoanálisis y otros discursos Alejandra Silvina Escudero
[email protected]
Carlos Gallegos González
[email protected]
Documento recibido: 02/09/15
Documento aceptado: 15/10/15
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Datos de los autores
Alejandra Silvina Escudero
Lic. Prof. en Psicología (UNC)
Psicoanálisis.
Docente UM y UCCuyo, en Cervantes, sede Rio Cuarto, Córdoba.
Carlos Gallegos González
Doctorando en Antropología Social, El Colegio de Michoacán,
A.C., México.
Mgter en Política, Antropología Social.
Lic. Historia, Filosofía.
Psicoanálisis.
Docencia.
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RESUMEN
En este trabajo abordamos la práctica psicoanalítica y sus efectos en
el sujeto. Cabe destacar que se parte de una concepción de “parlêtre”, es decir,
que surge de la palabra y es efecto de ella, de ahí su división, su malestar y a
través de ella la dirección de la cura. Para ello presentamos tres viñetas clínicas desde las que nos acercamos a dos discursos institucionales: el escolar y el
hospitalario.
Palabras claves: Psicoanálisis - Psicosis - Escuela - Discurso.
Abstract
In this paper we address the psychoanalytic practice and its effects on the
Subject. Note that is part of a concept of “parlêtre”, that is to say that it comes from the word and its effect, hence their division, their discomfort and
through it the direction of the treatment. Therefore, we present three clinical
vignettes from which we approach two institutional speeches: the school and
the hospital
Key words: Psychoanalysis - Psychosis - School - Speech
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INTRODUCCIÓN
“Si comprenden, mucho mejor, pero guárdenselo, lo importante no es comprender, sino alcanzar lo verdadero. Pero si lo alcanzan por azar, incluso si
comprenden, no comprenden. Naturalmente, comprendo: lo que prueba que
todos tenemos alguna cosita en común con los delirantes. Al igual que ustedes, tengo lo que tiene de delirante el hombre normal”
(Lacan 2008: 75).
Así el psicoanálisis, a diferencia del discurso escolar y psiquiátrico, permite
que el encuentro con el “sujeto parlante” sea por medio de la palabra y de la
escucha, logrando efectos que ofrecen alivio a dicho malestar; aunque no se
resuelve en una terapéutica ni psicoterapia ni reeducación del sujeto. Dichas
prácticas, sumadas a otras como: internación, prevención, farmacológicas,
etc., tratan al hombre como unidad bio-psico-social, dando como resultado lo
que se ha denominado como políticas de salud mental.
Es decir, aunados al planteamiento de Miller, sostenemos que:
“La salud mental tiene que ver, desde siempre, con el discurso del
amo y es, desde siempre, un asunto de gobierno. Y es su destino inmemorial el que viene a consumarse hoy día mediante su directa toma en
consideración por parte de todos los aparatos de dominio político. El
dominio de la parte racional del alma toma hoy día la forma del discurso de la ciencia y es a través de la ciencia como el amo promueve
la salud mental y se preocupa de protegerla” (2012: 2).
Coincidimos con Miller que la “salud mental no existe; se sueña con ella, es
una ficción”, es decir, sólo cobra relevancia en tanto significante. A diferencia
de lo que propone dicho paradigma, la ética del psicoanálisis:
“consiste en el bien-decir… Lo que se da es a aprender que, lo que
se habla, se diga bien… el sujeto muchas veces espera la palabra que
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podría curarlo… el analista no tiene bendiciones que dar, pero puede
contribuir en el aprendizaje del bien-decir, o sea, puede introducir al
sujeto en un acuerdo entre lo dicho y el decir, de tal manera que pueda
aproximarlo a decir lo que desea” (Lacan en Miller 2008: 60).
¿Educar y curar?
De los postulados freudianos que se transformaron en pilares fundamentales
en su enseñanza, rescataremos en el presente trabajo, aquel que refiere a las
profesiones imposibles: gobernar, educar y curar (2011: 3361). Estas tienen
en común representar el saber; que luego Lacan nombrará saber amo, para aludir a un saber absoluto, acabado, único. Desde éste, el sujeto desaparece en su
singularidad, ocupando sólo el lugar que el amo otorga y considera le corresponde, así es cotidiano en nuestra práctica, escuchar quejas, gritos de sujetos
que intentan hacerse visibles en diversos ámbitos como los mencionados por
Freud. Aquí, nos detendremos en dos de ellos.
Nuestro acercamiento desde el discurso analítico, con la escuela y el hospital
nos ofreció la posibilidad de responder al ¿cómo se aborda al sujeto desde los
discursos oficiales de dichas instituciones?, ¿cómo se escucha su demanda?
Siguiendo la enseñanza de Lacan, consideramos el discurso analítico como:
“un modo nuevo de relación fundado únicamente en lo que funciona
como palabra, y ello, dentro de algo que puede definirse como un
campo… ese discurso que no es homogéneo con cierto número de
otros discursos que cumplen oficio, y que por este mero hecho distinguimos como oficiales. Se trata de discernir cuál es el oficio del
discurso analítico, y volverlo, si no oficial, al menos oficiante” (2011:
39).
El niño D.
No reducir el niño a un par de ojos que ven, un par de oídos que escuchan, un
aparato fonatorio que emite sonidos y una mano que aprieta con torpeza un
lápiz sobre una hoja de papel. Detrás (o más allá) de los ojos, los oídos y la
mano hay un sujeto que piensa (Ferreiro 2000: 7).
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El niño D tiene 9 años, cursa 4º año de primaria, en una escuela privada y
bilingüe. Es el menor de tres hijos. Los miembros de la familia sólo tienen
estudios de secundaria. La actividad de la familia es el comercio y económicamente han tenido éxito en los negocios, pero sin educación universitaria.
El vacío que ha provocado, el que ningún miembro de la familia de D tenga
una carrera universitaria, ha llevado a los padres a situar a D como la última
y única opción para contar con un miembro: “que se logre” universitariamente. Un miembro que ingrese a la “cultura” -entendida como producción
intelectual- y por extensión, los incorpore en un capital cultural añorado. Esta
demanda que exigen los padres a “D”, la resuelven sin él. Los padres consideran que el posible logro de “D” depende más de tenerlo en una institución
educativa costosa que de sus capacidades. De ahí, la lógica bajo la que operan:
“a un mayor pago en la colegiatura, mayor es la posibilidad de que triunfe”.
D. es según sus profesores introvertido y retraído, en suma, sólo es “distinto”. Y lo distinto en dicha institución educativa se resuelve diciendo que tiene
“dificultades de aprendizaje… que debe ser evaluado con test en el departamento psicológico”, lo que ha llevado a que sus compañeros de clase le
señalen como “tonto”, lo.que por otra parte, ha hecho que la demanda de los
padres sea todavía más severa. D ha estado en tratamiento médico, psicológico, y por supuesto, medicado.
En tal contexto es que llega al consultorio, trayendo a cuestas el rótulo de
“distinto” por ser un niño con dificultades en su aprendizaje escolar. En el
ámbito escolar lo “distinto” es una dramatización de la singularidad llevada
a una patología, nombrada desde categorías tales como: distraído, hiperactivo, TDAH, retraído, parlanchín o por tener conductas agresivas y/o sexuales
recurrentes, por ejemplo, reaccionar abruptamente, ser enérgico en sus movimientos, orinar o cagar en el aula, masturbarse con la banca, etc.
En la primera entrevista, se le preguntó a D: “¿Por qué crees que te va mal en
la escuela? A lo que D respondió: “Porque en la escuela sólo se interesan en
un pedacito de lo que soy.”
De manera clara y sintética D responde ejerciendo su pensamiento, estrechamente vinculado al mundo escolar en el que no sólo no se le ha permitido
hablar, sino que se le ha dicho que no tiene nada que decir. Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
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Dibujo 1. “Cuando me distrae la profesora”, elaborado por D.
La elaboración y secuencias del “comic”, como le llama D, aunado a su palabra nos permiten establecer un saber por encima del alumno, sin él, una
relación asimétrica en la que D constantemente es marcado. En un segundo
momento, lo que más resalta es lo que no encontramos respecto a la secuencia
anterior: desaparece su compañero, el pizarrón, todo indicio de contenidos, el
aula, en suma, cualquier recurso para la enseñanza y aprendizaje. Pero también desaparece la plataforma en la que se ubicaba la profesora, que es imaginada ahora como un monstruo con garras, colmillos y pelos en brazos y pecho,
es decir, se eliminan los rasgos de autoridad. Y es que lo que D señala es que
sin aula, sin alumnos a quienes enseñar, sin enseñanza, ¿la profesora puede
seguir siendo profesora, puede seguir teniendo la misma autoridad?
En la última secuencia del dibujo, D nos describe una pesadilla teniendo como
escenario su escuela. D se sitúa fuera de la institución educativa, sus manos
están por encima de la manija de un detonador de TNT, se logra ver a la profesora en el interior del edificio. En el relato oral, D indicaba: “déjame la amarro
[a la profesora] para que no se escape”. La escena culmina con la detonación
del edificio. Este relato escolar de D permite acercarnos a una modalidad desde la que es
acallada la singularidad, no dando lugar a lo que desde el discurso psicoanalítico se piensa como síntoma, desde el cual el sujeto aparece con su historia,
sus significantes fundamentales y su modo de relacionarse con el otro que lo
nombra, en este caso, como “distinto”.
El caso de D, permite situar los efectos de un discurso educativo que generaliza, rótula a estos “distintos”, bajo una clasificación absoluta, que trata de ser
resuelta desde los más diversos modelos de resolución: problemas de apren-
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dizaje, manuales del conflicto, programas de motivación. Por el contrario, desde
el psicoanálisis, el sujeto emerge de una trama y es tomado “caso por caso”, “uno
por uno”, así D carga con el peso y los efectos de la demanda de sus padres: ser
el universitario que ubique a la familia en el campo de la cultura, es decir, desde
esta primera marca enfrenta otra, la educativa: “distinto”. Aunque claro, no sin
su consentimiento.
Una institución neuro-psiquiátríca
“Allí, bajo la mirada médica del hospital, las enfermedades se agruparán por órdenes, tipos y especies en un dominio racionalizado que restituye la distribución
originaria de las esencias.” (Foucault 1986: 69).
A continuación se describe sintéticamente el caso de una mujer que había abandonado el tratamiento que llevaba a cabo en una institución pública, con diagnóstico de psicosis, siendo llevada en esta oportunidad al hospital por la policía y la
sobrina, quien refirió preocupada y angustiada que:
“ella hizo tratamiento acá, después dejó… vive sola en un departamento
desde que murió mi abuela, su mamá; pero los vecinos me dicen que anda
por la calle, que come de los cestos de basura… es soltera, sólo tiene a mi
mamá y a mí de familia… Yo no me puedo hacer cargo de ella, también
tengo mis cosas, pero hoy fui y pedí ayuda para traerla, porque no puedo
ver que ande así.”
La paciente en la guardia se presenta confundida, permanece en silencio, pero
responde a lo que se le pregunta, no recuerda andar en la calle, afirma tener 22
años en vez de sus 52 años, está descuidada en apariencia, descalza, sucia, tenía
pintadas de negro las partes del cuerpo que se dejan ver (brazos, manos, pies,
cara) y ante la pregunta: ¿qué le sucedió?, dice: “es crema humectante para la
piel”; además colgaban unas llaves de su cuello, las cuales decía que eran bijouterie.
Esta viñeta muestra por un lado, un caso de psicosis, una desestabilización considerable, ya que ha llegado al punto del abandono total del sujeto; por otro lado,
deja ver la “demanda social” de un tercero, en este caso, alguien de la familia
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quien no soporta ser testigo del sufrimiento de su familiar. Por lo que la demanda es que sea internada para lograr la mejoría que hace un tiempo consiguió y que, incluso, le permitió irse a vivir sola.
Desde el psicoanálisis pensamos dicha institución como una red simbólica
que sostiene, aloja, contiene al psicótico en la realidad que lo invade. A su vez,
ocupa el lugar del Otro tercero, evitando una relación especular entre el analista y el psicótico, que lleve a un vínculo erotómano, de odio o persecutorio.
De esta manera, no se interviene desde el lugar del Nombre del Padre, quien
nombra la ley, sino que se hace pasar por el lugar del Otro.
Resulta necesario diferenciar entre el discurso psicoanalítico del discurso médico, es decir, la “clínica parlante=psicoanalítica” y la “clínica
muda=psiquiátrica”, también conocidas como “la ética del buen decir/de la
palabra” y la “clínica del buen hacer”; ya que ambas se vislumbran y se hacen presentes en el campo institucional de la “salud mental”, disputando por
tomar un lugar, con consecuencias claves en el tratamiento.
Lo que escuchamos en el psicótico, tal como planteamos anteriormente, es
una realidad confusa y la absoluta certeza que esta conlleva; sin embargo, será
la presencia o ausencia de los fenómenos elementales (alucinaciones, delirios)
que nos guiarán hacia el núcleo central de las psicosis y a interesarnos en el
momento particular en que estos aparecen, que surgen.
El psicoanálisis considera éstos, como el retorno de lo real, es decir, por fuera
de las operaciones simbólicas, del significante paterno forcluido, rechazado
en lo simbólico. Entonces, para abordar la psicosis debemos comenzar por
detectar fenómenos elementales y ¿cuál es el lugar del analista en la escucha
que brinda al psicótico? ¿Cuál es la dirección de la cura a seguir?
Con respecto al lugar del analista Rivas comenta que: “el analista entrará al dispositivo analítico, pues, en una posición de
sujeto dividido, puesto que esta confrontación con el goce del psicótico le producirá síntomas, le dividirá en su subjetividad, aunque se
sostendrá en sus significantes que le nombran y le identifican. Y a lo
largo de la cura deberá pasar a ocupar un lugar de objeto o semblante
de objeto con su saber hipostasiado. Este viraje implica uno similar
pero a la inversa, en el sujeto psicótico que incluido en el dispositivo
de escucha psicoanalítica pasará de su posición de objeto vocal que
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enuncia un saber a la del sujeto S tachado, ya que por efecto de su
división en el acto de dirigir su discurso al Otro del analista, se producirá un efecto de sujeto y una producción de significantes que le
constituyan como tal.” (2006: 75).
Presentamos brevemente otra viñeta, del trabajo realizado en consultorio externo en el marco de la misma institución antes mencionada, con un sujeto de
40 años de edad, que muestra precisamente lo señalado anteriormente:
Paciente: “no sé lo que me pasa… me siento ahogado… ansioso…
preocupado… no sé por qué… tengo miedo”.
Analista: ¿Miedo a qué?
Paciente: “No sé, es un miedo infundado, así lo llamo yo… también a
que le pase algo a la gente… no sé, incluso vos, no sé si la semana que
viene vas a estar… no sé”.
Esta será la demanda continua del sujeto, una búsqueda de la verdad, de lo que
le sucede, lugar que intenta encontrar en el analista y que, al no ser ocupado,
será él quien comience a pensar teorías posibles que expliquen su sufrimiento
actual.
Un dato importante es que el paciente tiene una profesión dentro del área de
la salud y en varias entrevistas refiere que “ese saber” de su profesión no le alcanza para saber qué le sucede; por ende, comienza a pedir respuestas e investigar en Internet. Su demanda pretende ubicar al analista en un lugar de “deber
dar respuestas” que sean lo suficientemente veraces para él y que satisfagan la
certeza con un nombre, una enfermedad o una clasificación nosológica.
En tal sentido, Lacan dirá en el Seminario 3 acerca del fenómeno psicótico
que: “es la emergencia en la realidad de una significación enorme que parece una nadería -en la medida en que no se la puede vincular a nada,
ya que nunca entró en el sistema de la simbolización-, pero que, en
determinadas condiciones puede amenazar todo el edificio” (2008:
124).
Es decir, algo aparece en el mundo exterior que no fue primitivamente sim-
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bolizado, el sujeto se encuentra absolutamente inerme, excluido del compromiso simbolizante de las neurosis, que se traduce en otro registro, a nivel
imaginario. El psicótico es invadido por una realidad de la que no puede dar
cuenta, ésta se impone ocupando un primer plano y de manera confusa, creando perplejidad, pero asegurando con certeza que algo significa, que alguna
significación tiene, pero no sabe cuál. Y es esta característica la que nos habla
de su estructura.
Por otra parte, Lacan plantea que:
“Lo que está en juego no es la realidad. El sujeto admite, por todos los
rodeos explicativos verbalmente desarrollados que están a su alcance,
que esos fenómenos son de un orden distinto a lo real, sabe bien que
su realidad no está asegurada, incluso admite hasta cierto punto su
irrealidad. Pero, a diferencia del sujeto normal para quien la realidad
está bien ubicada, él tiene una certeza: que lo que está en juego –desde
la alucinación hasta la interpretación- le concierne. En él, no está en
juego la realidad, sino la certeza” (2008: 110).De ahí que para Lacan
el psicótico sea mártir del inconsciente.
El analista, no encarna el saber, siempre responderá haciendo semblante de.
Ya que el psicótico se coloca en la posición de saber, nunca es el Otro el que
sabe para él, al revés, sólo él puede enunciar un saber desconocido para el
Otro. Esta será la demanda continua del sujeto: una búsqueda de la verdad, de
lo que le sucede, que al no ser ocupada es él quien comienza a pensar teorías
posibles que expliquen su sufrimiento actual. Esto lo encontramos también en
la otra institución abordada en este trabajo, la educativa. Donde también se
trata en algunos momentos, con algunos “casos”, la necesidad de responder
con un rótulo.
Nombrar algo brinda un alivio, ya que de esa manera se “sabría de qué se
padece” y quizás ello abre un infinito camino de opciones o “comodidades”
por poder afirmar “tengo X síndrome”, “soy depresivo”, “me dijeron que no
puedo”, “mi hijo tiene retraso” “este alumno no responde”, etc.” Sin embargo,
es precisamente allí donde el discurso psicoanalítico NO pretende ocupar un
lugar de saber, a diferencia del discurso educativo y médico.
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Laurent dice al respecto:
“la función del analista [es] permitir al sujeto mantenerse en el orden
de la palabra… la cual es siempre del orden de un S1, que se repite.
Nuestra tentativa, por ende no es la de mantenerse en el orden de la
letra sino en el del significante” (2008: 30, 31).
Conclusión
A partir de lo expuesto, reflexionamos acerca de las tensiones que se presentan
entre la singularidad del sujeto y la rigidez del saber de las instituciones que,
históricamente, se ha presentado como un discurso oficial y absoluto.
Ante tales estructuras discursivas: la educativa y la de “salud mental” que
tienden a una homogeneidad social, el psicoanálisis ofrece una escucha para
la singularidad, el deseo, la historia y la demanda del sujeto, desde el caso
por caso.
Consideramos central realizar un viraje en la forma de mirar y escuchar a los
sujetos, puesto que, los “distintos” en la escuela, los “diagnosticados” en el
hospital son sujetos que no son una marca o un rótulo que sólo atiende al reflejo de un saber que no sabe qué hacer con la singularidad. El profesor urgido
por el aprendizaje de un contenido sin alguien que aprenda; el psiquiatra en su
intento de clasificar, en un diagnóstico cerrado, al sujeto que sufre. Ante esa
forma discursiva oficial y rígida, proclamamos: “Sí, el uno por uno”. Apostamos a una apertura entre los discursos que circulan en las instituciones, donde
la escucha sea la guía para franquear los muros que históricamente han confinado al sujeto y su singularidad. Quizás, solo así, niños como D no tengan que
repetir:“sólo se interesan en un pedacito de lo que soy”.
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Bibliografía
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Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
Investigaciónes
Tratamiento médico-legal de las várices
primitivas bilaterales
Jorge Adrian Mercau
jamercau@cervantes riocuarto.edu.ar
Documento recibido: 02/10/15
Documento aceptado: 05/11/15
Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
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Datos del autor
Dr Jorge Adrian Mercau
Médico Cirujano (UNC) Doctor en Ciencias de la Salud (UNLaR)
Magister en Bioética (UNC)
Especialista Vitalicio en Medicina del Trabajo (UNC)
Especialista en Medicina Legal (UNC)
Coordinador Académico Tecnicatura en Higiene y Seguridad en el
Trabajo; Tecnicatura en Instrumentación Quirúrgica y Tecnicatura
en Radiología (UM, sede Cervantes Río Cuarto)
Presidente del Comité de Contralor de Medicina del Trabajo del
Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba
Presidente de la Comisión de Coordinación de Salud Cervantes
Profesor Contratado, Secretaría de Graduados (UNC) para la Carrera de Especialistas en Medicina del Trabajo.
Docente de la carrera de Licenciado en Kinesiología y de la Tecnicatura en Higiene y Seguridad en el Trabajo; Tecnicatura en Instrumentación Quirúrgica y Tecnicatura en Radiología (UM, sede
Cervantes Río Cuarto).
Docente de los Cursos de Recertificación y de Actualización de las
Especialidades Medicina del Trabajo, Medicina Legal y Emergencias en Pediatría del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba.
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RESUMEN
Se analiza la introducción de las várices primitivas bilaterales en el Listado de
Enfermedades Profesionales, su origen, clínica y complicaciones. Se parte del
concepto de Enfermedad Profesional de acuerdo a la legislación vigente y los
elementos médico-legales para su calificación de acuerdo al Decreto 49/14. Se
detallan algunas cuestiones controversiales y se proponen medidas preventivas para evitar esta patología.
Palabras clave
Várices bilaterales primitivas, enfermedad profesional, indiferencia de la
concausa, medidas preventivas.
Abstract
Discussed in this article, the introduction of bilateral primitive varicose veins
in the list of occupational diseases, their origin, clinic and complications. Discusses the concept of professional disease according to the legislation in force and the medico-legal elements for their qualification according to Decree
49/14. Listed some controversial issues and proposed preventive measures to
avoid this disease.
Key words:
Bilateral primitive varicose veins, occupational disease, indifference of the
concausa, preventive measures.
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INTRODUCCIÓN
Con motivo de la sanción del Decreto Nº 49/14 de fecha 14 de enero de 2014
(6), se incorporaron al Listado de Enfermedades Profesionales (LEP) entre
otras, las várices primitivas bilaterales, incluyendo los agentes de riesgo, el
cuadro clínico, la exposición y las actividades que pueden generar la calificación médico-legal de Enfermedad Profesional (EP) en esta patología.
Se denomina EP a todo aquel proceso patológico cuya ocurrencia y evolución
se relaciona con factores propios del trabajo o que se encuentran presentes en
el ambiente de trabajo. Es decir, aquellas patologías que están relacionadas
con las condiciones de trabajo físicas, ambientales y/u organizativas también
conocidas como “enfermedades relacionadas con el trabajo” (del inglés workrelated disease). Se trataría entonces de cualquier enfermedad según el amplio
criterio vigente en España, en cuya aparición, evolución y complicaciones influyen las condiciones de trabajo y que como tal, se puede controlar y prevenir.
(13)
La legislación argentina vigente en virtud de la Ley 24557, de Riesgos del
Trabajo define en su artículo 6. Contingencias (9), a las EP como aquellas
que se encuentran incluidas en el listado de enfermedades profesionales que
elabora y revisa el PEN anualmente, conforme al procedimiento previsto en
la misma ley. Este listado debe identificar agente de riesgo, cuadros clínicos y
actividades en capacidad de determinar por sí la EP.
Se trata entonces de un listado cerrado y no abierto, como en el sistema español, que reconoce cualquier enfermedad siempre que se encuentre relacionada
con el trabajo, ya sean reconocidas científicamente o cuyo origen y carácter
profesional pudieran establecerse en el futuro (13).
El LEP de la Ley 24557 es cerrado y contempla un grupo de afecciones motivadas por el trabajo o por las condiciones en que se lleva a cabo dicho trabajo.
En cuanto a ambos listados, contemplan la posibilidad de una revisión periódica del mismo, lo que ha ocurrido en el caso argentino con el Decreto 49 del
año 2014.
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Basile (2) expresa que una EP es “un estado patológico consecutivo a la acción
reiterada, lenta y/o progresiva de los elementos comunes que intervienen en
la ejecución de un trabajo incluido taxativamente en una lista nominal oficial
registrada por la autoridad del Estado”.
Para Bonet en cambio (3), una EP es “un estado patológico originado lentamente que tiene su origen en el ejercicio normal, habitual, repetido y prolongado de una determinada profesión incluida en una ley laboral”.
Ruprecht (14) rescata el concepto de que la EP es un desarrollo anormal y
acumulado de un riesgo del trabajo; que la acción del elemento externo es
progresiva; que la enfermedad responde a tratamientos médicos terapéuticos;
que no se conoce exactamente el momento en que se origina con un período
sub-clínico variable y que se puede realizar prevención a través de diversas
medidas relacionadas con la higiene y la ergonomía.
A los fines de aportar algunas consideraciones al momento de realizar el correspondiente análisis médico-legal, se describirán en el presente trabajo los
diversos aspectos clínicos de las várices primitivas bilaterales de miembros
inferiores, su epidemiología y algunos aspectos anátomo-patológicos, para
finalmente abordar la enfermedad cuando se encuentra relacionada con los
hechos del trabajo.
En ese sentido, las várices de miembros inferiores constituyen un epifenómeno de la llamada Enfermedad Varicosa (EV), definida como la patología que
afecta al sistema venoso y que presenta un curso evolutivo con tendencia a
la cronicidad. Se debe agregar a este concepto, la gran variedad de complicaciones que va presentando la EV en su evolución, entre ellas los trastornos
tróficos de la piel como la hiperpigmentación en el trayecto venoso dilatado,
el eczema con prurito denominado eczema varicoso, las ulceraciones y la varicorragia entre otras (15).
Por otro lado, las venas dilatadas resultan ser asiento de procesos inflamatorios
de la pared venosa (varicoflebitis), la aparición de procesos de coagulación
intra-vascular (tromboflebitis) y hasta lesiones en el sistema respiratorio, conocidos como embolia pulmonar (8).
Se define entonces con el nombre de várices a la dilatación permanente y patológica, flexuosidad y alargamiento de las venas superficiales de los miembros
inferiores que se originan al romperse el equilibrio entre la presión venosa
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interna y la estructura válvulo-parietal, como se verá más adelante.
Se trata de una de las afecciones más comunes en el ser humano, con cálculos
estimados entre el 15% al 20% de la población mayor de 35 años. Aparecen en
forma más frecuente en mujeres de raza blanca y su desarrollo parece ligado a
diversas profesiones y formas de vida (11).
Desde el punto de vista fisiológico, el sistema venoso recupera la sangre periférica capilar y la lleva al corazón derecho, manteniendo a su vez la volemia
por su capacidad ya que transporta el 75% del volumen de sangre total circulante en el organismo. El flujo venoso en los miembros inferiores se realiza
dentro de un sistema que presenta un débil empuje asociado a un sistema aspirante determinado por las masas musculares y que se encuentra orientado
por el sistema valvular. El retorno venoso se realiza en un 80% por el sistema
venoso superficial mientras que el 20% restante lo hace por el sistema venoso
profundo.
Los factores que favorecen el retorno venoso son: el aplastamiento plantar; la
“vis a tergo”, que es el residuo de la fuerza propulsora del ventrículo izquerdo; la bomba muscular de la pantorrilla; el sistema valvular que constituye
un mecanismo anti-reflujo al segmentar la columna sanguínea permitiendo
de este modo que el retorno venoso esté asegurado desde abajo hacia arriba y
de la superficie a la profundidad y otros como el mecanismo respiratorio y la
pulsión de las arterias peri-venosas.
Los factores que dificultan el retorno venoso son: la fuerza de gravedad determinada por la presión hidrostática en el ortostatismo; el aumento de la presión
intra-abdominal y torácica; la viscosidad sanguínea y el “vis a fronte” que es
la resistencia al flujo que opone el circuito corazón- venas. (15)
De esto se desprende que las várices se originan por el desequilibrio entre
las presiones intra-vasculares y la estructura y condiciones funcionales de la
pared y de las válvulas venosas. La predisposición a padecer patología venosa
está generada por la natural debilidad valvular que va desde el cayado safeno
interno hasta el corazón (la vena cava no tiene válvulas y las venas ilíacas pueden carecer de ellas o las mismas son insuficientes). Otra causa de predisposición es la hipertensión gravitacional ortostática producto de la estadía en bipedestación por tiempos prolongados y los empujes hipertensivos abdominales.
La EV se divide en:
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1. Várices primitivas o esenciales.
Son las más frecuentes y representan el 90% de los casos. Se observa una predisposición genética- hereditaria a padecerlas, determinada
por insuficiencias valvulares debidas a malformaciones, agenesias o
debilidad valvular a lo que puede sumarse una distrofia de la pared
venosa en sus componentes conjuntivo, muscular o elástico.
Sobre este terreno predisponente, actuarían factores desencadenantes como el embarazo, la obesidad, el aumento de la presión intraabdominal, factores hormonales, actividades que requieran estancias
prolongadas en posición de pie y sedentarismo.
Todos estos componentes condicionan aumentos transitorios o permanentes de la presión venosa, que suelen impactar en la válvula ostial
de las venas safenas. Una vez configurada la incompetencia valvular,
la columna sanguínea no puede ser fragmentada y hace sentir su peso
en los segmentos distales de los miembros inferiores, favorecido por
el aumento brusco de la presión intra-abdominal lo que genera nuevas
fallas valvulares, con la consiguiente dificultad para el retorno, estasis
e hipertensión venosa que se transmite en forma lateral con la consecuente dilatación y aparición de los golfos venosos.
2. Várices secundarias.
Representan el 10% de las várices diagnosticadas. En estos casos, la
patología venosa superficial es un síntoma secundario en la evolución
de diferentes afecciones cuyo común denominador es la capacidad
que tienen de generar hipertensión venosa.
Entre las causas más frecuentes se encuentran las várices posteriores
a procesos flebíticos; malformación congénita debida a hipoplasia o
agenesia del sistema venoso profundo; fístulas arterio-venosas provocadas por traumatismos y/o de origen congénito.
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El decreto 49/2014
Como se dijo al comienzo, el LEP fue revisado por el PEN el que con fecha
14 de enero de 2014 procedió a su sanción. De esta manera se modificó el
Decreto 658/1996 (5), incorporando a las várices primitivas bilaterales como
Enfermedades Profesionales y teniendo en cuenta los agentes de riesgo, el
cuadro clínico, el tiempo de exposición y las diversas actividades capaces de
provocar esta patología.
Con respecto a estas variables, se debe tener en cuenta:
1. El agente de riesgo.
Es el aumento de la presión venosa en miembros inferiores.
2. La Enfermedad Profesional.
Constituida por las várices primitivas bilaterales.
3. Las actividades laborales que pueden generar exposición.
Aquellas tareas en cuyo desarrollo habitual se requiera la permanencia
prolongada en posición de pie, estática y/o con movilidad reducida.
En cuanto a los elementos para evaluar la relación causal existente entre la
enfermedad y las tareas realizadas por el trabajador, se establece que deben ser
tareas realizadas por el término de tres años, en forma continua o discontinua
en jornadas habituales de trabajo.
A su vez, tanto para la calificación médico-legal de la patología así como
para poder establecer el vínculo causal con las tareas realizadas, el Decreto
49/2014 determina que se deben tener en cuenta cuatro tipos de bipedestación.
1. Bipedestación estática.
2. Bipedestación con deambulación restringida.
3. Bipedestación con portación de cargas.
4. Bipedestación con exposición a Carga Térmica.
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Analizaremos en detalle cada una de estas circunstancias.
1. Bipedestación estática.
El trabajador debe permanecer con deambulación nula por lo menos durante
dos horas seguidas en la jornada habitual de trabajo.
2. Bipedestación con deambulación restringida.
En este caso, el trabajador puede deambular menos de 100 metros por hora,
por lo menos durante tres horas seguidas en la jornada habitual de trabajo.
3. Bipedestación con portación de cargas.
El trabajador debe efectuar tareas con carga física, estática o dinámica. En este
caso se produce el aumento de la presión intra-abdominal al levantar, empujar,
trasladar o mover objetos pesados. El trabajador debe permanecer de pie más
de dos horas seguidas en la jornada habitual de trabajo.
4. Bipedestación con exposición a Carga Térmica.
El trabajador debe estar sometido a temperaturas y humedad que superen los
límites legales admisibles y que demanden actividad física. En estos casos se
deben evaluar tanto la influencia de la Carga Térmica como el tiempo de exposición al factor temperatura y al factor humedad. Como en el caso anterior,
el trabajador debe permanecer de pie más de dos horas seguidas en la jornada
habitual de trabajo.
Existen casos especiales que deberán ser valorados por las Comisiones Médicas Jurisdiccionales y que son:
Los que, aún mediando un período inferior de bipedestación, concurran condiciones de trabajo susceptibles de originar causalmente la
dolencia.
Los lapsos temporales ya definidos serán adecuados a las circunstancias del caso cuando el trabajador preste servicios con arreglo a regímenes de jornada reducida o a tiempo parcial
Para el caso del levantamiento de pesos, el Decreto 49/2014 remite a la Resolución MTESS Nº 295/03, donde se encuentran establecidos los valores
límites para el levantamiento de cargas. Dicha resolución detalla dichos
valores en relación a la situación horizontal del levantamiento y a la altura del
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levantamiento, en tres anexos según las horas del día trabajadas y la cantidad
de levantamientos por hora (12).
La inclusión como Enfermedad Profesional de las várices primitivas bilaterales deberán ser aquellas cuya primera manifestación invalidante haya sido
después del 29 de enero de 2014.
Si la patología ha aparecido antes de esa fecha, deberá ser considerada como
Enfermedad Inculpable o Enfermedad No Incluida en el LEP, lo que determina el criterio de exclusión.
La incorporación para la atención por el sistema de riesgos del trabajo, puede
hacerse por dos vías:
-
Por denuncia del empleador.
En este caso, la Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART) puede
aceptar el siniestro, efectuar una suspensión de plazos para investigar
el mismo o efectuar el rechazo. No obstante resulta importante antes
de proceder al rechazo que se haga un examen del trabajador con
la finalidad de efectuar la correspondiente consulta médica con un
especialista para obtener datos clínicos acerca de las características
de las várices en orden a saber si son primitivas, bilaterales, si tiene
complicaciones o procesos sobre-agregados que justifiquen o no la
cobertura y el otorgamiento de las respectivas prestaciones, incluidas
las quirúrgicas.
-
Por examen periódico.
De acuerdo a la Resolución SRT Nº 37/2010, las ART deben realizar
diversos exámenes en salud, entre ellos el llamado examen periódico
cuya finalidad es detectar afecciones de naturaleza profesional en fase
sub-clínica. Para ello, el empleador debe enviar todos los años a la
ART donde se encuentra afiliado, el relevamiento de agentes de riesgo (RAR) para que la ART pueda confeccionar los estudios a realizar
según el riesgo ocupacional a que se encuentre expuesto el trabajador.
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En el caso de existir circunstancias como las detalladas más arriba,
es decir bipedestación en sus cuatro modalidades, el empleador debe
consignar en el RAR qué trabajadores se encuentran expuestos a dicho riesgo para que la ART determine los exámenes y estudios a realizar. En ese sentido se aconseja un examen clínico general y en caso de
observar patología venosa, se debe derivar al especialista para realizar
estudios complementarios.
A su vez la ART debe verificar el puesto de trabajo, verificando si
existe para el trabajador la situación de bipedestación y la verificación
de la verosimilitud del hecho denunciado. Esto implica analizar todas
las características relacionadas con la actividad laboral, el diseño del
puesto de trabajo y la antigüedad del trabajador en dicho puesto.
Únicamente corresponde el rechazo del caso, si no existe el agente de
riesgo, si no hay exposición de tres años o hay exposición insuficiente
en términos de los años o de las horas diarias trabajadas de pie.
El siguiente cuadro ilustra acerca de:
SITUACIONES A CONTEMPLAR
ENFERMEDAD
AGENTE
EXPOSICIÓN
ACCIÓN
SI
SI
SI
SE ACEPTA COMO ENFERMEDAD PROFESIONAL
SI
SI
NO
RECHAZO POR NO EXPOSICIÓN O EXP.
INSUFICIENTE
SI
NO
SI
NO EXISTE ESTA POSIBILIDAD
SI
NO
NO
RECHAZO POR ENFERMEDAD INCUL-
NO
SI
SI
NO
SI
NO
NO
NO
SI
NO EXISTE ESTA POSIBILIDAD
NO
NO
NO
RECHAZO COMO ENFERMEDAD PROFE-
PABLE
RECHAZO PERO ADOPTAR MEDIDAS
PREVENTIVAS
RECHAZO PERO ADOPTAR MEDIDAS
PREVENTIVAS
SIONAL
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Como ya se expresó, la constatación de una Enfermedad Profesional como
las várices se puede objetivar en un examen periódico, el que se realiza en
función del RAR elevado por el empleador a la ART.
En este caso, los exámenes se realizarán a todos los trabajadores con exposición o con exposición insuficiente, en términos de antigüedad que se encuentren incluidos en el RAR.
En ese sentido se realizará al trabajador o trabajadores expuestos al riesgo, un
examen médico orientado a detectar várices de miembros inferiores (Riesgo
80010).
La inclusión del trabajador en el RAR y la falta de objeción de la ART por verosimilitud, implica la certeza de la existencia del riesgo bipedestación, quedando determinada la calificación médico-legal de Enfermedad Profesional
ante la constatación del proceso varicoso.
Algunas cuestiones controversiales
Durante el análisis del Decreto 49/2014 se han observado las siguientes cuestiones que deben ser tenidas en cuenta como posibles controversias:
1. El Decreto 49/2014 expresa que se debe establecer científicamente si
las lesiones fueron provocadas directamente por causa directa e inmediata de la ejecución del trabajo, excluyendo la influencia de los
factores atribuibles al trabajador o ajenos al trabajo.
2. Establece el Decreto que solamente se indemnizarán los factores causales atribuibles al trabajo. Se debe tener en cuenta además de los
antecedentes clínicos, los estudios técnicos del puesto de trabajo y
de las condiciones y medio ambiente de trabajo (CYMAT) a las que
estuvo expuesto el trabajador.
Tanto las várices primitivas bilaterales como el resto de patologías incluidas
en el decreto mencionado, reconocen un origen que no se encuentra en el medio ambiente ni en las condiciones en que se lleva a cabo el trabajo (7).
En el caso particular de las várices se reconoce una predisposición genéticahereditaria, determinada por insuficiencias valvulares debidas a malformaciones, agenesias o debilidad valvular.
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Por otro lado, es imposible determinar científicamente el porcentaje que se
debe atribuir al trabajo y el porcentaje correspondiente al trabajador sin caer
en el simplismo de atribuir a cada circunstancia un 50% por igual, hecho que
de ninguna manera puede sustentarse en forma científica.
Esta valoración retrotrae al contenido de la derogada Ley 24028 del año 1991,
donde en su artículo 2do, párrafo tercero que decía: “en caso de concurrencia
de factores causales atribuibles al trabajador y factores causales atribuibles al
trabajo, sólo se indemnizará la incidencia de éstos últimos, la que será determinada por la autoridad administrativa o judicial según corresponda.” (10)
También, el decreto remite a la Resolución MTESS Nº 295/03 que habla de
levantamiento manual de cargas, siendo que el mismo decreto dice que la
presión intra-abdominal debe ocurrir por acción del levantamiento, traslado,
empuje o movilización de objetos pesados.
No ha quedado resuelta entonces, el encuadramiento legal que involucra trasladar, empujar o movilizar objetos pesados, hecho que generará probablemente situaciones problemáticas al no estar perfectamente aclaradas las circunstancias que pudieron haber llevado a un trabajador a adquirir esta patología
venosa.
Finalmente queda por determinar si esta nueva patología incluida en el LEP,
no volverá a poner en foco la perimida teoría de la indiferencia de la concausa.
Hacia 1940 surge una teoría relacionada con la existencia de varias causas que
participan en un infortunio laboral y que, demostrado que una de ellas proviene
del trabajo, las demás resultan indiferentes al momento de brindar prestaciones
médicas y fijar incapacidades, resultando el daño causado responsabilidad
del empleador. Se trata de una vieja doctrina francesa, que difundida en su
momento en la República Argentina fue aplicada con la finalidad de que el
empleador pagara las secuelas de la incapacidad permanente en donde el
trabajo fuera una de las causas y el resto de las causas (concausas) resultaran
absolutamente ajenas a la actividad laboral, esto es propias del trabajador (1).
Carubini (4) avanza en el esclarecimiento de estos conceptos al advertir que la
definición de Enfermedad Profesional conlleva la afirmación de que la misma
debe ser provocada por efecto exclusivo de la clase de trabajo desarrollado por
el trabajador y que este concepto, desde el punto de vista médico, no puede
ser aceptado en forma absoluta. Desde el punto de vista biológico existen
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otros factores influyentes como la edad, el género, la condición inmunológica,
la carga genética, el clima, la estación del año y otros que pueden afectar la
pato-biografía del sujeto, generando la definición de “causa eficiente”. Esta
causa eficiente se encuentra en el trabajo mientras que el resto de las causas
(concausas) devienen del propio individuo o de ciertas condiciones presentes
en su organismo o en el entorno socio-económico.
Para concretar estos conceptos se puede sistematizar el criterio de causalidad,
teniendo en cuenta los siguientes puntos:
1. La existencia en el trabajador de un proceso previo, conocido o no,
evidente u oculto, solapado o manifiesto.
2. La existencia de un infortunio laboral, capaz de modificar en esa persona y no en otra, la natural evolución de la enfermedad previa.
3. Esta modificación, una de cuyas causas está en el trabajo debe ser objetivada, demostrada y evidenciada como un hecho nuevo en la patobiografía del trabajador, la que se agrega a la evolución habitual de la
enfermedad padecida.
4. La modificación debe mantenerse a través de cierto tiempo, para permitir en forma concausal, la captación médico-legal de todo el proceso hasta su curación total, la consolidación jurídica o bien, la vuelta
al estado anterior.
Aplicando este análisis, se observa claramente la similitud entre los criterios
detallados y esta nueva concepción de las várices como Enfermedad Profesional.
En efecto, se trata de hechos previos (trastornos genéticos, obesidad, insuficiencias valvulares, etc.) que por causa de un infortunio laboral (bipedestación) provocan un hecho nuevo (várices primitivas bilaterales, complicaciones como tromboflebitis, váricoflebitis, úlceras varicosas, etc.) que modifican
el organismo del trabajador hasta su resolución médica o médico-legal.
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Algunas medidas preventivas
Por tratarse de una enfermedad con un cuadro clínico definido, es posible
realizar la prevención en cuanto a la aparición o exacerbación de las várices
primitivas bilaterales, teniendo en cuenta estas medidas preventivas:
1. Evitar la permanencia en bipedestación en forma prolongada.
2. Evitar igualmente, la posición sedente en forma prolongada.
3. Evitar el exceso de peso.
4. Evitar las exposiciones prolongadas al sol, especialmente en inmovilidad.
5. Evitar el calor directo de estufas, calefactores, agua excesivamente
caliente, suelos radiantes y cera de depilar sobre las piernas.
6. Evitar los climas calurosos o húmedos.
7. Evitar el calzado cerrado y muy ajustado.
8. Evitar las medias con elásticos que dificultan la circulación periférica
en las pantorrillas.
9. Realizar cortas caminatas en el trabajo y cambiar la posición de las
piernas en forma frecuente.
10. Realizar actividades físicas, especialmente caminatas y subir y bajar
escaleras en vez de utilizar los ascensores.
11. De ser posible, practicar ciclismo y/o natación.
Conclusiones
En enero de 2014, el PEN sancionó el Decreto 49/2014 que incluyó las várices
primitivas bilaterales como Enfermedades Profesionales en orden a factores
relacionados con los trabajos en bipedestación estática, con deambulación
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restringida, con portación de cargas y con exposición a Carga Térmica.
Las várices primitivas bilaterales reconocen como factor etiológico en su aparición una predisposición genética- hereditaria a padecerlas, determinada por
insuficiencias valvulares que son debidas a malformaciones, agenesias o debilidad valvular a lo que puede sumarse una distrofia de la pared venosa en sus
componentes conjuntivo, muscular o elástico.
Sobre este terreno predisponente, actuarían factores desencadenantes como
el embarazo, la obesidad, el aumento de la presión intra-abdominal, factores
hormonales, actividades que requieran estancias prolongadas en posición de
pie y sedentarismo.
Todavía no se ha resuelto el enfoque médico-legal que involucra trasladar,
empujar o movilizar objetos pesados, hecho que generará probablemente situaciones problemáticas ya que el Decreto 49 remite a la Resolución MTESS
Nº 295/03 que especifica solamente los valores límites para el levantamiento
manual de cargas, teniendo en cuenta dos variables: la situación horizontal del
levantamiento y la altura del levantamiento.
Al ordenar el Decreto 49 el desdoblamiento entre los factores atribuibles al
trabajo y los factores atribuibles al trabajador, se está aceptando la existencia
de hechos previos, conocidos o no por el trabajador, sintomáticos o no que
igualmente deben ser asistidos médicamente y reparados económicamente.
Esta situación podría restablecer la vigencia de la teoría de la indiferencia
de la concausa, teniendo en cuenta que es imposible, desde el punto de vista
científico, desdoblar en porcentajes los valores atribuibles al trabajo y al trabajador.
No obstante ello, la Salud Ocupacional rama de las Ciencias Médicas destinada
a la prevención de los infortunios laborales, dispone de herramientas para
evitar o atenuar la aparición de las várices primitivas bilaterales contribuyendo
de esta forma, al mantenimiento de la salud de los trabajadores.
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Monografía
El mundo flotante invade Europa
La influencia del arte y artistas Japoneses de la era Edo y Meiji,
sobre las producciones artísticas europeas
de la segunda mitad siglo XIX.
José Manuel Pozo
Virginia Volonté del Olmo
[email protected]
Documento recibido: 20/09/15
Documento aceptado: 20/10/15
Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
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Datos de los autores
José Manuel Pozo Municio
Arquitecto y Doctor titulado en la Universidad de Navarra. Escuela
Técnica Superior de Arquitectura.
Especialista en Diseño Arquitectónico (MDA) de la ETSAUN
Actualmente se dedica a la Docencia y la Investigación en esta
casa de estudios.
Virginia Volonté del Olmo
Arquitecta Titulada en la UNC FAUDI y en ETSA Sevilla.
Magister en Diseño Arquitectónico.
Docente de la carrera de Arquitectura y Urbanismo UM (sede Cervantes Río Cuarto)
Ha cursado numerosos cursos de posgrado y ha asistido a eventos
académicos registrando publicación de artículos
Ha desarrollado su carrera en forma independiente desde sus comienzos, ha trabajado en España y Argentina.
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RESUMEN
El objetivo de este trabajo es el estudio de la influencia del arte japonés en los
artistas europeos, teniendo en cuenta las diferencias en conceptos fundamentales para la realización de una obra de arte en las diferentes disciplinas en uno
y otro lado del hemisferio.
La historia del Japón se divide en grandes períodos en términos de producción
artística. Si bien todos los periodos contribuyeron a la formación del espíritu
nipón, el cierre de sus fronteras de manera casi impenetrable, durante tres
siglos, constituyó un punto de inflexión para la formación de la identidad japonesa y despertó, con su apertura, una gran curiosidad en occidente.
Para lograr comprender el arte del Japón y el porqué fascino a los europeos
cien años después de su concepción, debemos ahondar brevemente en el mundo oriental, tratando de comprender su filosofía y pensamiento y el momento
donde se forja parte de la cultura japonesa que tiene influencia hasta el día de
hoy,
El intercambio cultural entre Extremo Oriente y Occidente es uno de los
acontecimientos artísticos más importantes de nuestra historia. La llegada a
Europa de piezas de arte japonesas, supuso una transformación del arte occidental y su influencia fue decisiva.
A este fenómeno, que se extiende desde mediados del siglo XIX, hasta el periodo entre guerras, se lo denomino Japonismo.
Palabras claves
Japonismo, Mundo Flotante, Estampa japonesa Ukiyo-e, Abstracción, Intercambio cultural.
Abstract.
The objective of this work is to study the influence of Japanese art on European artists, taking into account differences in fundamentals embodiment, to
the artwork of different disciplines on either side of the hemisphere.
The history of Japan itself is divided into periods of great artistic production
Terms bathroom open. While all periods contributed to the formation of the
spirit Nipon, closing its borders impenetrable way for three cases centuries, it
was a turning point for the formation of identity and woke Japanese, opening
a large en curiosity West.
To achieve and art v Understand why Japan and Europe one hundred years
after its charm of conception, to deepen briefly in the Eastern world, trying to
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understand the philosophy of thought, where and when to build part of Japanese culture having influence to this day,
The exchange of culture between the Far East and West is Artistic most important events in our history. The arrival of Japanese art pieces in Europe,
represents a transformation of Western art and was a decisive influence.
This phenomenon since the mid-nineteenth century extends the period between the wars, if I call Japonisme.
Keywords
Japonisme, Floating World, Ukiyo-e, Kabuki, Abstraction.
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Objetivo
El objetivo de este trabajo es el estudio de la influencia del arte japonés en los
artistas europeos, teniendo en cuenta las diferencias en conceptos fundamentales para la realización de una obra de arte en las diferentes disciplinas en uno
y otro lado del hemisferio.
En el intento de comprender los motivos ¿Por qué hasta el siglo XIX, el arte
japonés disfrutó de un aislamiento que se rompió a mediados de dicho siglo?
¿Cuáles fueron los principios que diferencian la concepción de arte del Japón
y el producido en occidente, más concretamente en la Europa del siglo XIX?
¿Por qué en la segunda mitad del siglo XIX, la estética japonesa fue una verdadera fuente de inspiración para los artistas occidentales?
¿Cuáles fueron los primeros modelos de referencia que llegaron a Europa?
¿Cómo se reflejó esta influencia concretamente en el arte europeo?
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INTRODUCCIÓN
Encuentro y desencuentro entre Oriente y Occidente.
Primeros tiempos.
La historia del Japón se divide en grandes periodos en términos de producción
artística. Si bien todos los periodos contribuyeron a la formación del espíritu
nipón, el cierre de sus fronteras de manera casi impenetrable, durante tres
siglos, constituyó un punto de inflexión para la formación de la identidad japonesa y despertó, con su apertura, una gran curiosidad en occidente.
El primer contacto con la cultura japonesa que tuvo Occidente, fue en 1300
con el primer viaje que realiza Marco Polo, luego los intercambios comerciales continuaron a través de la ruta de la seda, lo que derivó en intercambio
de especias y diferentes bienes que modificarían para siempre la historia de
occidente.
En 1549 los Jesuitas, seguidos por los portugueses y compañías holandesas
continúan con el contacto y el avance europeo en Oriente.
Fig.1 Ilustración del libro La historia de los jesuitas en Japón. Osami
Coincidiendo con el shogunato Tokugawa, los japoneses observan a los europeos como los “bárbaros de ojos grandes”. Tras un primer encuentro presidido
por la curiosidad, los nipones reaccionan salvajemente expulsándolos y con
el triunfo de una opción centralizadora poderosa como es el shogunato Tokugawa, las fronteras se cierran a la influencia occidental por tres siglos.
Ningún japonés estaba autorizado a salir del Japón y solo Holanda y China,
consiguen mantener las relaciones desde un islote artificial en la bahía de Nagasaki, cuya simbología es importante, ya que no es sobre tierra japonesa, es
solo madera flotante.
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Este hecho coincide en el tiempo con el traslado de la capital a una ciudad llamada Edo (1603-1867), la actual Tokio. El cierre de las fronteras, es un punto
de inflexión para la formación de la identidad japonesa, si bien todos los periodos de su historia han contribuido a forjar la cultura nipona, entre las Era Edo
y parte de Meiji (1868- 1912), se hallan dos de los periodos más florecientes
para la formación de la identidad japonesa que posteriormente fascinará a los
europeos e influenciará de manera decisiva en los artistas de ese periodo.
Fig 2 Fotografías de maquetas que reproducen la vida del Japón en la era Edo. Museo Edo
Tokio Japón
La formación de la identidad japonesa.
La tierra del sol naciente.
Fig. 3 Izanagi e Izanami, consolidando la tierra con la lanza de Ama –no-Nuboko. Pintura de
Eitaku Kobayashi (Era Meiji).
Para lograr comprender el arte del Japón y por qué fascinó a los europeos cien
años después de su concepción, debemos ahondar brevemente en el mundo
oriental, tratando de comprender su filosofía y pensamiento.
Japón se compone de un universo que se teje en el mundo de lo invisible, la
explicación de su origen es mitológica y a falta de una documentación, los
japoneses explican su origen a través de narraciones sobre las generaciones y
genealogías de los dioses recopiladas en los primeros documentos nacionales,
escritos en el siglo VIII 1.
Con objeto de este trabajo, nos centraremos en la producción artística de las
Eras Edo y Meiji, en las que el Japón llega a un apogeo y florecimiento de
las artes, manifestándose la maduración de su espíritu, con manifestaciones
1 Agustin Yoshiyuki Kondo, (1999) Japón. Evolución Histórica de un Pueblo. (Hasta 1650 .Pág.
41-45. España Editorial Nerea
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culturales en la poesía, la cerámica, la arquitectura, la decoración, la vestimenta, el teatro. Muchas de estas referencias se asocian hasta nuestros días y
las describiremos brevemente:
El mundo de geishas.
Comenzaron a existir en el siglo XVII en Edo, aunque su florecimiento fue
durante el siglo XVIII, en el “mundo flotante”, identificadas por su vestir con
elaborados kimonos y la cara pintada Eran escogidas entre las muchachas más
bellas del país, elegidas desde niñas y llevadas a la casa del té, allí comenzaba
su entrenamiento, donde se les enseñaban distintas artes, como cantar, bailar,
la danza del abanico, hervir el té, hacer ramos de flores, bordar, conversar,
componer pequeños poemas. Eran grandes conocedoras de la etiqueta y del
estilo.
Fig. 4. Grupo de Geishas. Grabado Ukiyo-e. Chikanobu. Detalle. Publicado por Fkuda Hatsuhiro.1895.
El teatro Kabuki.
El teatro Kabuki se caracterizaba por su drama estilizado y el uso de maquillajes.
El ambiente se lograba en la combinación de la música, el relato, la vestimenta
y la pintura que utilizaban. Los actores se colocan máscaras de fuerte colorido
y emociones acentuadas. El actor interactuaba con los espíritus, era el portal
al mundo de lo sagrado,
El Kabuki, que en sus inicios fue una manifestación popular, con el tiempo
se transformó en un arte contemplado tanto por las clases altas como por las
clases más bajas de una sociedad que, como la japonesa estaba claramente
dividida.
Fig. 5. Fotografías de maquetas que reproducen el aspecto de una representación de Teatro
Kabuki en la Era Edo. Mueso de Edo, Tokio Japón.
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La ceremonia del té.
El té como bebida se introdujo en el siglo V ó VI a.c. y se convirtió en bebida
común entre la población a partir de la práctica samurái. Se denomina maccha
o matcha, es de un color verde vivo, no es en hojas sino en polvo, y no se hace
por infusión sino por emulsión.
La ceremonia del té nació como la unión entre la sensibilidad estética, el acto
social y el cultural. En ella se combinaba la arquitectura, jardinería, cerámica,
caligrafía, historia y religión, unidos en un único concepto estético.
El jardín era considerado como la transición entre el mundo exterior y la casa
del té. Se configura como un camino iniciático. La casa del té es un espacio
cerrado que no interrelaciona con el exterior. El jardín está hecho para recorrerlo, no para observarlo, es húmedo y con mucho musgo, no hay flores, sólo
arboles o arbustos de flor perenne para dar la sensación de perpetuidad.
El recorrido por el jardín está pre-guiado, en el jardín exterior se reciben los
invitados, y en el interior se realizan labores de reposo.
La casa del Té era siempre de madera, con pilares sin pulir, elevada del suelo
para preservarla de la humedad y para mostrar su espiritualidad. Las paredes
de estuco terroso, el suelo tatami y las ventanas de un enrejado cubierto de
papel, el pavimento era la guía del espíritu.
El diseño de los jardines.
El jardín está cargado de simbología e insinuación, como todo arte japonés,
pudiendo hacerse dos lecturas paralelas, una, geográfica y otra, topográfica.
La más directa es considerada como el reflejo del propio paisaje japonés, un
archipiélago de islas organizadas en su mayoría en torno al Mar Interior de
Seto. Pero en un segundo plano, puede ser la visión del cosmos, correspondiendo con la religión sintoísta, al concepto de un gran vacío (mar), que se
llena con objetos (islas).
Todo patio japonés tenía y tiene elementos que lo conforman invariablemente:
las rocas, el agua, la casa del té, aunque en el diseño lo que moldea es el vacío
y la tensión que se genera entre los elementos.
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Fig. 6. Fotografías El Iris Horikiri fue uno de los atractivos de la era Edo, convirtiéndose en el tema
de una de las impresiones en color “Cien vistas de Edo” de Hiroshige.
Ukiyo-e o estampa japonesa.
Pinturas del mundo flotante.
Para el desarrollo y entendimiento de este trabajo es importante comprender con
profundidad las características de la estampa japonesa o grabado, que fue uno de
los primeros elementos de la cultura japonesa que llegó a Europa.
Las estampas japonesas “Ukiyo-e significan pinturas del mundo flotante, son
grabados realizados mediante xilografía, es decir sobre una pieza de madera.
Los orígenes del Ukiyo-e se encuentran en el periodo Edo, abarcando un desarrollo
entre 1867 hasta 1912 de la Era Meiji.
Fig. 7 Estampa del Ukiyo-e del shögun Tokugawa.
Dentro del periodo Edo, se vivió un periodo de calma, lo que proporcionó el
entorno ideal para el desarrollo artístico en una forma comercial; mientras que el
periodo Meiji se caracterizó por la apertura de Japón a nuevas influencias provenientes de Occidente, por lo que el arte del Japón se occidentalizó de alguna
manera.
El Ukiyo-e, es un género claramente identificado con el mundo de la burguesía, la
cual había amasado grandes fortunas durante el periodo Tokugawa (1603-1868).
Los temas y los artistas
Los comerciantes con dinero pero sin prestigio social, nuevos ricos, habían transformado la vida de las ciudades dando nacimiento a una vida cultural paralela a
la oficial y aristocrática.
La actividad del nuevo grupo en ascenso se desarrollaba fundamentalmente en
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barrios de las ciudades de Edo y Osaka y su banalidad, inconsistencia y frivolidad le valieron el nombre de Ukiyo: el Mundo Flotante, un mundo que dará
prioridad a una serie de manifestaciones culturales mucho más populares y
menos intelectualizadas que las preferidas por la nobleza.
Es así como se producen los cambios culturales como frente a la literatura tradicional surge el género humorístico y el rakugo; frente al excesivamente abstracto y elitista teatro Novo surgen el Kabuki y el teatro de Marionetas, frente
a la austeridad del código del Guerrero Samurái, las barracas para combates
de Sumo, y frente a la pintura tradicional aparece la estampa.
Los nuevos barrios se pueblan además de burdeles y espectáculos que las clases superiores considerarán vanos, y un nuevo tipo de héroes: luchadores de
sumo, cantantes, actores y cortesanas pasarán a reinar en este Mundo Flotante.
La estampa xilográfica será la manifestación plástica por excelencia del nuevo
panorama urbano, frente al refinamiento y exclusividad de las obras realizadas
por las escuelas de pintura tradicionales, ofrecerá, a la manera de nuestras
postales, instantáneas de ese mundo que los japoneses más tradicionales ven
frívolo e inconsistente, convirtiéndose en un medio de comunicación de masas, que informaba acerca de los distintos aspectos de la vida en la capital y
sus protagonistas: el mundo del teatro y los actores, las cortesanas, parajes que
rodeaban la ciudad o aquellos más lejanos hacia los que no a todos les era
posible desplazarse.
El arte de las estampas explica su trascendencia, al estar ligado fuertemente a
la tradición pictórica y la delicada estética japonesa.
Los motivos y sugerencias, son fácilmente percibidos por el público. En respuesta al aislamiento del imperio japonés, que innatamente se incitó a profundizar de manera fervorosa en su propia historia y creencias filosóficas.
Fig. 8. Hishikawa Moronobu. Panel de un total de doce, que muestra una obra del estilo shunga.
Los artistas, se inspiran en una temática variada, reflejando la vida cotidiana,
los placeres y el mundo del espectáculo, paisajes, volcanes, costas, puentes,
animales, campesinos, etc.
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No se preocupan de reflejarlos de manera realista, lo más importante era la
insinuación, transmitir con trazos limpios y sintéticos, las diferentes escenas.
Entre los nombres importantes de quienes cultivaron este género, tenemos a:
Hishikawa Moronobu (1618-1694). Hijo de un tintorero y bordador, lo que
le dio una predilección por los detalles y motivos decorativos. El delicado
juego lineal en sus figuras y el ímpetu de su composición lo convirtió en el
ideal del ukiyo-e. Trabajó en el tradicional grabado en blanco y negro, especialmente sobre temas históricos y literarios, pero también en carpetas de
motivos para quimonos, libros ilustrados y series eróticas.
Fig. 9. Okumura Masanobu. Zu Shoki, caminando Shoki, en formato pilar. 1751.
Okumura Masanobu (1686-1764) vivió la evolución del grabado hacia la
policromía, siendo uno de sus mejores exponentes. Los personajes de sus
obras procedían de las leyendas épicas, del teatro y de la vida en las casas públicas, representando además animales y paisajes, donde muestra influencia
europea en la acentuación de la perspectiva.
Fig. 10. Suzuki Harunobu. Dos chicas en un porche. 1750.
Suzuki Harunobu (1725-1770).Participó en forma importante en el desarrollo del nishiki-ey se lo conoce como el pintor de las mujeres hermosas.
Fig. 11 Kitagawa Utamaro Geisha de la casa Sumiyoshi frente a un espejo.1796.
Kitagawa Utamaro (1753-1806). Se caracterizó por su abundancia y
diversidad y su perfeccionamiento en las técnicas de utilización de procesos
de impresión y grabados en relieve. Se lo reconoce principalmente por sus
ilustraciones de mujeres en actividades diarias, cuyos colores frescos y claros
sumados a la delicadeza del trazo, otorgan a los rostros alargados de sus
personajes un aire de realeza y personalidad sin precedentes.
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Toshusai Sharaku. (1794-1795). Fue un personaje enigmático, salvo por su
legado pictórico. Sus obras poseen un intenso trazado de la línea y un uso
acertado de los contrastes cromáticos, aprovechando todas las posibilidades
técnicas. Debido a sus retratos hiperrealistas y caricaturas sicológicas, se ganó
la desaprobación del público y de los artistas del espectáculo, ya que no se
veían de manera idealizada en sus obras.
Fig. 12. Toshusai Sharaku .Los dos actores de Kabuki Bando Zenji y Yodogoro Sawamura,
1794.
Katsushika Hokusai. (1760-1849). Uno de los grandes maestros de la estampa japonesa. Se inició muy joven en la profesión, como aprendiz y estudiante
de la pintura europea y china. La influencia de Hokusai se debe a su audacia en
la combinación de los colores, las perspectivas, los detalles y la naturalidad de
representación que mostraban un realismo drástico.
Hokusai fue un maestro para captar la fisonomía de paisajes y personajes y el
autor de una de las obras japonesas que mayor repercusión tuvo en Europa,
un conjunto de bocetos tipo Manga, publicados en 15 volúmenes, entre 1817
y 1878, donde se recogían aspectos de la vida cotidiana y de la naturaleza de
Japón, una obra que expone los distintos caracteres y rasgos fisonómicos de
cortesanas, de luchadores de sumo o de los protagonistas de distintos trabajos.
Estos volúmenes fueron reproducidos mediante la técnica xilográfica 2 .
Fig. 13. Estampa de la serie “Treinta seis vistas del Monte Fuji”.
Utagawa Hiroshige (1797-1858). El último gran maestro del ukivo-e. En sus
inicios ilustraba temas típicos de sus predecesores, luego se dedicó al paisajismo, área en la que es reconocido. Poseía una gran capacidad para interpretar y
representar el colorido que producían los ambientes de la naturaleza y según la
hora del día o la estación del año.
Es importante destacar la gran influencia, que ejerció en Europa, en cuanto a la
2 Ejemplar del Manga de Hokusai, la obra que Bracquemond dijo haber encontrado por primera vez en 1859.
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nueva la concepción del espacio, el tipo de encuadre. Su obra Las Cincuenta y
tres paradas del Tókaidó en cuya serie el artista muestra el paisaje del camino
que une Tokio con Kioto, aportó frescura a la visión de los artistas europeos.
En esta serie Utagawa, se coloca desde un nuevo punto de vista, observando
el paisaje, que era el protagonista, en un segundo plano y colocando en primer
plano al elemento humano y a sus avatares cotidianos.
Fig. 14. Utagawa Hiroshige. Estampas de la serie “Las Cincuenta y tres paradas del Tókaidó”
·.
Fig. 15. Utagawa Hiroshige. Estampa nº6 de la Serie “Cien famosas vistas de Edo” realizada
sobre paisajes y lugares emblemáticos de Edo. “El picadero de Hatsune no baba en Bakurochō”. 1857
Otra de las estampas de gran éxito en Europa fue la de El transbordador en
Haneda y el santuario de Benten, donde el artista adopta el punto de vista de
uno de los viajeros del ferri y nos muestra el santuario, el verdadero protagonista de la escena, cortado y oculto tras las piernas del remero3.
Fig. 16. Hiroshige: Cien famosas vistas de Edo (1856-1858). Lorenz Bichler,
Melanie Trede. Editorial Taschen. Estampa Nº 72. Citado por Eva Fernández
del Campo en Anales de la Historia del Arte. Las fuentes y lugares del Japón.
Pág. 333.
Fin de una era. Japón abre sus fronteras.
Luego de tres siglos de aislamiento, en 1853, desde los EEUU el Almirante
Perry obliga al enquistado shogunato Tokugawa a firmar acuerdos para la
apertura de las fronteras y comercio en el plazo de un año. Es así como Japón
3 Esta obra recibió algunas críticas por lo inusitado de su concepción: Basil Srewart, autor de Subjetcts
Portrayed in Japanese Colour Prints (1922), opinaba que era una muestra de la “temprana senilidad” del
autor, mientras que el historiador del arte japonés Uchida Minoru calificó la obra de “absoluto erro”».
En cambio, para Takahashi Seiichirò era una “prueba de la extraordinaria genialidad de Hiroshige”. Este
santuario se derribó tras la Segunda Guerra Mundial para construir un aeropuerto, aunque en su lugar se
dejó un toril sagrado
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se ve obligado a abrirse a Occidente.
Fig. 17. Utagawa Hiroshige. Estampa de la Serie 101 Samurai.
El siglo XIX, coincide con una etapa de cambios, el viejo mundo se encuentra
en revolución industrial y la búsqueda de expansión hacia otros territorios.
Hasta este momento, en las tierras del sol naciente, el contacto con otras civilizaciones había estado sumamente acotado y controlado por las autoridades niponas. Comienza una nueva etapa con la apertura de sus fronteras. Las
expediciones a sus tierras y la curiosidad por su cultura tienen consecuencias
directas en dos sentidos. Por un lado, la occidentalización del Japón y por
otro, el fenómeno del Japonismo en Europa, que en voces entusiastas de la
época se equiparaba a la influencia de griegos y romanos en el Renacimiento.
En una época caracterizada por la expansión europea por el mundo y las formas de gobierno absolutistas, lo oriental se transformó, más que nunca, en un
símbolo de riqueza y poder.
El Japonismo
El intercambio cultural entre Extremo Oriente y Occidente es uno de los acontecimientos artísticos más importantes de nuestra historia. La llegada a Europa de piezas de arte japonesas, supuso una transformación del arte occidental
y su influencia fue decisiva.
A este fenómeno, que se extiende desde mediados del siglo XIX, hasta el periodo entre guerras, se lo denominó Japonismo.
Origen de la apertura.
Desde la apertura de los puertos japoneses previa a la restauración Meiji
(1868), los intelectuales y artistas de París descubrieron en el arte japonés una
seductora vía para enriquecer la cultura de su tiempo, de modo que en la década de los años 80, más que una novedad, el Japonismo era ya una corriente
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consolidada y difundida en las principales capitales europeas y americanas
Los protagonistas del Japonismo no conocían directamente el Extremo Oriente y su arte, pero como las relaciones comerciales eran más intensas, en la
segunda mitad del siglo XIX, se produjo un auge del coleccionismo asiático.
En este contexto, nos parece muy importante la valoración de dos medios de
extraordinaria eficacia para la divulgación de la cultura oriental.
Por un lado, las publicaciones y los medios de comunicación, especialmente
las revistas ilustradas que acompañaban sus textos con grabados y fotografías.
Por otro lado, la celebración de Exposiciones Internacionales con participación japonesa.
En el siglo XIX, cualquier rincón de la vida cultural estaba marcado por el
exotismo del Extremo Oriente: el arte, la decoración, el diseño, la literatura,
la moda, los espectáculos y la publicidad. En el terreno de las Bellas Artes,
apreciamos una doble lectura del fenómeno del Japonismo
Gran parte del interés por el Japonismo es la influencia del arte japonés en los
grandes maestros de la pintura moderna ya que fue un factor decisivo para la
renovación del arte académico occidental y aportó elementos de vanguardia,
especialmente en los impresionistas, post-impresionistas, simbolistas y modernistas.
Proceso de un descubrimiento
Desde 1670, existían publicaciones (6) sobre el arte oriental y japonés en Europa, tales como: Atlas Japanensis, Londres 1670, The History of Japan, Londres, en 1727, libro que estuvo en la biblioteca del crítico Burty e Histoire et
description générale du Japon, Japon, París 1736, entre otros ejemplos.
Pero la irrupción masiva, se produjo con la entrada de las estampas japonesa y
se identifica el Japonismo con la influencia en Europa del Ukiyo-e, aunque en
realidad, el Japonismo concentró muchas manifestaciones artísticas de otros
géneros que se detallaran más adelante.
Las vías de contacto con el arte japonés fueron diversas, coleccionistas,
galerías, tiendas especializadas en arte oriental y Exposiciones Universales pero
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también personajes como Félix Bracquemond o Samuel Bing constituyeron
una vía más para el acercamiento con el arte japonés.
Félix Bracquemond. (1833-1914). Artista gráfico y diseñador, se atribuyó
el papel de introductor del Ukiyo-e en Europa al afirmar que había visto por
primera vez grabados japoneses (concretamente un ejemplar del Manga de
Hokusai) en 1956, utilizado como material de desecho, envolviendo unas porcelanas llegadas a la tienda del grabador Delâtre a través de unos ciudadanos
franceses establecidos en Japón4.
Otras fuentes afirman que recién en 1859 se firma un tratado comercial
que permite traer productos japoneses a Francia y sólo a partir de 1866
Bracquemond tiene acceso para copiar en sus grabado los Manga de Hokusai.
Es interesante recalcar la anécdota que relata sobre la forma en qué encontró
las estampas que pone de manifiesto el carácter menor y el poco prestigio que
por entonces tenían las xilografías entre los japoneses.
Bracquemond fue uno de los primeros admiradores del Japón y el encargado
de darlo a conocer a críticos como Baudelaire, los hermanos Goncourt o a
artistas como Manet, Degas, Whistler o Monet.
Samuel Bing. (1838-1905), es otro de los personajes comprometidos seriamente con la transmisión del arte japonés en su verdadera dimensión, fue
coleccionista y hombre de negocios, en 1895 junto a Hayashi Tadamasa crea
l´Art Nouveau en París, inspirado por el Aesthetic Movement inglés, que se
convirtió en uno de los centros neurálgicos de la vida artística parisina.
Fig. 18. Portada de la Revista L´Art Nouveau producida por el Sr. Bing.
En 1875, Bing viaja a Japón y allí compra gran cantidad de estampas, que luego
expondría y vendería en su local parisino. Organizó, además exposiciones
fuera y dentro de París y en varias ocasiones, fue el encargado de seleccionar
4 Difundido en la presentación del primer número de “Le Japon Artistique”. Publicado en 1888)
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las piezas japonesas que se expondrían en las Exposiciones Universales.
En 1890, organizó una exposición de Ukiyo-e en l´Ecole Supérieure des
Beaux Arts, que impresionó a muchos artistas como, Toulouse Lautrec y Nabis Vuillard y Bonnard y algunos de los artistas de este momento, próximos al
círculo de Bing, entre ellos Van Gogh, Monet, Emile Bernard y Rodin.
El arte japonés ya flota en Europa
La Exposición Universal de 1867 en Paris ofreció por primera vez en Francia
una muestra de obras de arte japonesas y la excelencia técnica de las artes
aplicadas tuvo un efecto inmediato en la industria europea.
De los obras expuestas, se vendió posiblemente el biombo descrito por Zola
en su novela Nana (quizá el mismo que aparece en el retrato que le hace Manet en el año 1868).
En 1873, el Pabellón Japonés fue la atracción más comentada de la Exposición de Viena. Pero fueron las Exposiciones de 1878 y 1889 en Paris las que
supusieron la definitiva introducción de las artes decorativas y del grabado
japonés en Europa.
Las muestras siguieron a las exposiciones universales y en 1878 se realizó una
gran exposición de arte japonés organizada por Maeda Masana y otra organizada por Samuel Bing, aunque no fue fácil para los europeos apreciar estas
obras, como se desprende de las siguientes palabras del crítico Burty:5 “los
cacharros, los pequeños cuencos, las tacitas (...) eran de una materia burda, a
veces bastos ... revestidos de un esmalte que no tenía ningún brillo; poco falta
para que los metamos entre los objetos primitivos”6.
En la Exposición parisina de 1889 se instaló un Buda dorado colosal, procedente de Nara y a través de Samuel Bing se abrió una exposición de cuencos
de té, bronces, peines, máscaras, entre otros objetos. A partir de ese momento,
5 Philippe Burty. Crítico de Arte Francés. Fue el primero en emplear el término “Japonismo” en un artículo
publicado en 1876 para describir el interés y fascinación por la cultura japonesa.
6 Philippe Burty, «La poterie et la porcelaine au Japon», en Revue des Arts Décoratives, 1884-85, p. 386.
Citado en Yvonne Brunhammer La Exposicion Universal de Paris. 1851-1989.1983. Union Centrale des
Arts Décoratifs.
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en las Exposiciones se muestran obras de artistas europeos que han asimilado
formas y técnicas japonesas: el Japonismo había nacido.
En 1890 Bing, organizó la mencionada exposición de Ukiyo-e en L´École
Supérieure des Beaux Arts, que tanto impresionó a Toulouse Lautrec, Nabis
Vuillard y Bonnard; éstos se inspiraron en las estampas de mujeres y en sus
kimonos para representar a sus parisinas y algunos de los artistas de este momento, próximos al círculo de Bing, poseyeron importantes colecciones de
estampas japonesas, entre ellos Van Gogh, Monet, Émile Bernard y Rodin.
En la Exposición de París de 1900, Hayashi Tadamasa construye un Pabellón Imperial, con una retrospectiva de Japón, mostrando esculturas budistas,
kakemonos y toda una serie de obras representantes del género Rimpa, que se
consolida en el Salón de Otoño de París de 1905.
Como señalamos anteriormente si bien el impacto de la estampa japonesa en
el arte europeo de finales del siglo XIX fue una de las formas más importantes
de penetración de lo asiático y sin duda la más estudiada, no es la única.
El grabado xilográfico japonés era un género considerado menor en el Japón
Meiji; una forma artística de reproducción masiva destinada a una burguesía
emergente pero con una educación mucho menos refinada que la de la aristocracia.
Otra de las expresiones artísticas, enraizada en la tradición más culta que
representa a la nobleza, que tuvo también un impacto decisivo en Europa a
través de las Exposiciones Universales, fue la Escuela Rimpa.
Artistas como Ogata Korin 7, de quien Samuel Bing compró un álbum de dibujos en su viaje a Japón de 1875 o Tawaraya Sotatsu8, quien cultivó muchas
otras artes además de la pintura. De hecho, los primeros elementos japoneses
que llegaron a Europa fueron los utensilios de uso cotidiano: cerámicas, cajas
de laca y decoración para todo tipo de usos, peines utensilios de plata, abanicos, textiles.
7 Ogata Korin (1657 -1716) pintor y lacador japonés conocido por su estilo decorativo en biombos. Originario de la escuela Ripa de pintura japonesa.
8 Tawaraya Sotatsu (1643 – s/datos) Artista Japonés cofundador de la escuela de Rimpa.
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Fig. 19. Tawaraya Sotatsu El Dios del Viento y el Dios del Trueno Técnica sobre dos pantallas
dobladas, tinta y color sobre papel cubierto con hojas de oro
El fenómeno de la Gran Escuela del Arte decorativo es de importancia para el
arte japonés, puesto que a través de sus manifestaciones artísticas, Japón crea
un estilo propio e indiscutible y se libera de la influencia china.
Entre las obras más destacadas de esta Escuela Rimpa figuran varios biombos
y puertas correderas pintadas con motivos de paisaje. No se trata de paisajes
naturalistas, sino de paisajes pertenecientes al bunjin-ga, género que tiene su
origen en la pintura china y que plasma una naturaleza simbólica.
Su propósito era captar la esencia de la naturaleza más allá de la naturaleza
real que percibimos a través de los sentidos. En este género, los elementos del
entorno pasan de ser reales a ser simbólicos.
Esta capacidad de abstracción es también otra constante del arte japonés, que
le permite apoderarse de la esencia de la naturaleza y convertirla en un símbolo, utilizando para ello una parquedad de recursos y una sencillez asombrosas.
Otra característica fundamental de toda la escuela Rimpa es el contraste entre
elementos pintados con gran precisión y elementos muy simples.
La escuela de Rimpa también produjo excelentes piezas cerámicas, con obras
realizadas para la ceremonia del té, pero que no fueron apreciadas por la Europa de ese momento, por considerarlas extrañas.
Los maestros explotaron estéticamente la materia bruta, haciendo gala de una
imaginación extraña y de una deliberada rudeza muy difícil de valorar entonces en Occidente, utilizaban colores naturales, mantenían en las obras irregularidades, grietas y manchas.
Fig. 20. Ogata Kōrin. Prunus Rojo. Sobre pantalla.
Una de las obras más conocidas de Koetsu 9 es un cuenco de té, con el nombre
9 Honami Kōetsu (1558-1637) Artesano, alfarero, barnizador, calígrafo y Pintor del Shogunato Tokugawa.
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de Fuji-san, refiriéndose al Monte Fuji. El cuenco no tiene ninguna representación del Fuji, sino que él mismo se convierte en el monte sagrado. Su
naturaleza evoca la del volcán, como él, proviene del horno y se ha hecho con
tierra y con fuego. Una grieta atraviesa el cuenco, recordándonos el poder destructor de la combinación de estos elementos y la belleza a la que dan lugar.
Finalmente, la blancura del engobe de la parte alta, recuerda a las nieves de la
cumbre del Fuji.
Fig. 21. Libro de goshun matsumura.1789.
El arte del Japón en manos de artistas europeos
La admiración por la cultura japonesa por parte de los artistas europeos, dio
como resultado un acercamiento a las obras orientales, primero a través de
exposiciones, posteriormente a través de las colecciones particulares.
El estudio y contacto directo, no solo los llevó a la introducción de motivos
orientales en sus obras sino también a copiar las estampas japonesas y comenzaron a experimentar con los nuevos recursos plásticos. La influencia del
Japonismo modificó la forma de ver la realidad, que luego plasmaron en sus
lienzos.
Centrándonos en la pintura, los artistas incorporaron además de alusiones explícitas, recursos del Ukiyo-e, nuevas técnicas como la xilografía y los bruñidos, el cambio en el uso de formatos tipo; abanico, biombo, verticales y
alargados.
Fig. 22. Ramón Casas y Miquel Utrillo. Sombras. Barcelona, 1870.
Fig. 23. “Exposición Universal de Barcelona. Instalación Japonesa”. La ilustración ibérica,
Su obra inspiró la fundación de la escuela Rimpa. Trabajó junto al pintor Tawaraya Sótatsu, ilustró
muchas de las caligrafías con el uso de láminas de oro.
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núm. 284,9 de junio de 1888, p. 361.Biblioteca de Catalunya
La concepción del espacio cambia, se abandona la tradición euclidiana para
hacerse cada vez más abstracto, se explota la capacidad expresiva del blanco
y negro, el contraste, la simplicidad de recursos, la valoración del vacío, la
creación de espacios abstractos que alejan a la pintura de la visión naturalista
del paisaje, dando lugar a obras más abstractas con novedosos efectos de luces
y sombras, que en palabras de Emile Zola (1840-1902): “Era lo que necesitábamos para liberarno de nuestra lóbrega tradición”10.
Por ejemplo Degas (1834 –1917), como dice Bernard Dorival11 estudió a fondo el Manga y muy posiblemente tuvo en su posesión un ejemplar de la obra
Cien mujeres de diferentes clases de Sukenobu.
En el Ukiyo-e encuentra la manera de representar la espalda de los personajes
sin que esto se muestre como algo grotesco y partiendo de él, introduce en
Occidente nuevos puntos de vista forzados, perspectivas en esquina o a vista
de pájaro, que liberan de las perspectivas frontales y permiten espiar a los
protagonistas de sus cuadros, observarles sin ser vistos, introducirse en su
quehacer cotidiano e intimo; sus pinturas de mujeres bañándose recuerdan a
las obras de Kitagawa Utamaro (1753-1806) en sus retratos de cortesanas
de los barrios de placer de Edo, que no se muestran ataviadas para recibir al
cliente, sino que dan la sensación de ser sorprendidas mientras se arreglan o
maquillan, o en actividades cotidianas, durante el día, cocinando, lavando o
cuidando de sus hijos.
El contacto con obras como las Cien famosas vistas de Edo de Hiroshige que
tuvo gran influencia en los artistas europeos y favoreció la ruptura de la concepción renacentista del espacio. La estampa japonesa muestra una nueva manera de mirar al objeto que no requiere la tridimensionalidad, la obra no es
concebida como una ventana a la que el público se asoma con un punto de
10 Las Vanguardias del siglo XIX. Mireia Frexa., Barcelona. O. Gili, 1983. pp. 191-198. E. Degas. Estudio
de bailarina. 1874 /Utamaro. Joven Mujer Pintándose.
11 Bernard Dorival. L´influence de l´estampe japonaise sur l´art euroéen. Yamada, F Chisaburh, Japon et
Occident: deux siècles d´échanges artistiques. Pais. Bibilotheque des Arts, 1977, p36.
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vista único o solo un punto de fuga sino que nos ofrece nuevas posibilidades
para sugerir el espacio: picados y perspectivas a vista de pájaro, la diagonal,
el agrandamiento del objeto principal o puntos de vista insospechados que
desencuadran la imagen y cortan los objetos.
Fig. 24. Estudio de Bailarina. Degas. 1873.
Fig. 25. Kitagawa Utamaro Geisha de la casa Sumiyoshi frente a un espejo.1796.
Hiroshige es un verdadero maestro de este recurso, y artistas europeos como
Degas o Manet (1832-1883) se inspirarán en su obra para sus perspectivas o
en sus composiciones diagonales, especialmente útiles en las escenas de barcos y botes de paseo, tan frecuentes en ambas tradiciones.
Para Giulio Carlo Argán12 es, sin embargo, Pierre Bonnard (1867- 1947) el
artista que mejor y más profundamente asimila la experiencia japonesa; según
Argán, desarrolló como nadie la dialéctica dibujo, color, imagen y materia,
entendiendo que el arte moderno no puede basarse en el concepto de forma,
como que la representación del espacio no se podía explicar mediante las leyes de la perspectiva.
Fig. 26. Pierre Bonnard. Mujer con parasol.
La capacidad de abstracción que tiene la estampa japonesa, la manera tan
nítida y sencilla de apoderarse de la esencia de la naturaleza que fluye y convertirla en un símbolo, es posiblemente una de las razones fundamentales de
su impacto y de su pervivencia en nuestra pintura y en el mundo del diseño.
La emblemática La gran ola de Kanagawa13 de Hokusai es un claro ejemplo
12 Giulio Carlo Argán. La contribution japonaise à l´art contemporain. Del Japón absorbe la idea, de que
la representación espacial no tiene por qué responder a las tres dimensiones de la perspectiva y el resultado
es su imagen ultra dimensional
13 Kanagawa okinamiura literalmente, Bajo una ola en altamar en Kanagawa, también conocida simple
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de esta presencia; en la xilografía se ve una enorme ola en el preciso momento
en que ha llegado a su punto más alto ya ha acabado de levantarse para romper; la cresta de la ola, llena de espuma erizada, está a punto de caer sobre las
barcas de los pescadores que se tambalean en un peligroso equilibrio inestable
sobre el mar embravecido. En ese preciso momento, la ola deja ver, al fondo,
el Fuji, la montaña sagrada de Japón.
Fig. 27. Hokusai. La gran ola. 1830-1833.
Los dos elementos, la montaña y la ola, son resumidos con una simplicidad de
medios asombrosa, sintetizando la esencia del paisaje. Dos elementos antagónicos, uno estático e inamovible, el otro dinámico y versátil, dependiendo uno
del otro, en perfecto equilibrio inestable.
Otro artista que se vio influenciado de manera importante por el Japonismo
fue Vicent Van Gogh (1853-1890), La admiración que Van Gogh profesaba
por el grabado japonés le llevó a decir: “De alguna forma todo mi trabajo se
funda en el arte japonés” 14 y que desde el año 1885, Japón aparezca continuamente mencionado en las cartas que escribe a su hermano Théo.
Fig. 28. La cortesana. de Kesai Eisen Circa 1825.
Fig. 29. La cortesana. (Copia de una estampa de Kesai Eisen) Portada de la revista Paris Illustré, nº 45-46 (dedicado al Japón), mayo de 1886.
Fig. 30. La cortesana. (Según Kesai Eisen).Vincent van Gogh. 1887. Oleo sobre lienzo.
El pintor, también compara su lugar de trabajo, Arles, con Japón, un país del
que tiene una visión idílica: “Si tuviéramos menos Mistral, esta región sería
realmente tan bella y se prestaría tanto al arte como Japón”15. Su admiración
mente como La ola o La gran ola. Grabado. Hokusai. Publicada en 1830 – 1833. Periodo Edo
14 Van Gogh, Cartas à Théo. Barcelona. La carta Nº’ 533 habla de la famosa “Ola” de Hokusai» p. 259:
Hokusai te hace lanzar el mismo grito, pero él con sus líneas, su dibujo… la nave está presa allí dentro,
uno lo siente.
15 Van Gogh, Cartas à Théo. Barcelona .Carta n.” 539, fragmento
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es tal, que se autorretrata con la cabeza rapada, siguiendo la tradición del retrato de los bonzos y como él mismo:”con los ojos algo oblicuos a la japonesa”.16
Vincent se sintió tan atraído por las estampas que no solo se inspiró en ellas
para muchos de sus cuadros, sino que copió a Hiroshige e incluso, los cuadros
terminados los enmarcaba con madera lacada y signos japoneses. Se maravillaba de su colorido, el tratamiento del color, la utilización de grandes planos
de una única, la perspectiva sin punto de fuga, como un encuadre fotográfico.
Además Van Gogh, incluye en sus cuadros de árboles, el movimiento típico
de las estampas japonesas, las ramas de los árboles en primer plano y con los
troncos y ramas retorcidas.
La influencia que ejercieron sobre los impresionistas es notoria, por ejemplo:
La influencia de Utamaro (1753-1806) en el cuadro La Japonesa de Monet
(1840-1902), es muy marcada, pintó a su señora vestida con un kimono y
abanicos (1876), a la usanza de las hermosas y seductoras mujeres orientales
que pintaba Utamaro.
Fig. 31. Monet. La japonesa, 1876. Camille, la mujer de Monet, posa con una peluca rubia,
vestida con un kimono sobre una alfombra típicamente oriental.
La pared está repleta de abanicos con decoración japonesa. El dibujo es más preciosista, interesándose en algunos detalles, quizá por su deseo de conseguir algo de dinero. Los colores rojos,
verdes y amarillos otorgan enorme alegría al lienzo.
Toulouse Lautrec (1864-1901), en sus pinturas tipo afiche, usa colores planos, líneas negras de gran riqueza para definir esas zonas y resaltarlas como
en las estampas japonesas.
Fig 32. Toulouse Lautrec. Rousse, La Toilette. 1896.
El tema de sus obras, es totalmente innovador para el Paris de entonces, aparecen las bailarinas del Moulin Rouge, muy audaz para la época, pintadas en
16 Van Gogh, Cartas à Théo. Barcelona, 1997, p. 230
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poses atrevidas para los occidentales, pero eran poses suaves para la mentalidad japonesa, en comparación con las mujeres representadas por Utamaro del
barrio de los placeres de Edo, puesto que los japoneses tenían otro concepto
del erotismo.
Incluso la misma firma de Lautrec estaba inspirada en los sellos japoneses que
venían en las estampas además, en algunas obras, utilizó el color rojo para
firmarlas, igual que los japoneses.
Paul Cézanne (1839-1906), y su conocida serie de pinturas sobre su amada
Montaña Santa Victoria, a la representó en 44 óleos y 43 acuarelas, es posible
que este concepto de serie haya sido inspirado por la serie de 36 vistas del
Monte Fuji de Hokusai (1760- 1849). Además de la nueva perspectiva que
utiliza, tipo encuadre fotográfico, tal como lo hacían los artistas japoneses del
Ukiyo-e de un siglo atrás.
Fig. 33 Cézanne. Camino de la montaña Santa Victoria.1898–1902 Fig. 34. Monte Fuji de
Hokusai. 1830.
Conclusión.
Fig. 35. Lluvia repentina en el puente de Atake”. Pintura Ukiyo-e de Ando Hiroshige. 1857
…. Nada de particular a primera vista.
Se ve el agua.
Se ve una de sus orillas.
… Imposible evitar un comentario.
No se trata de un cuadro inocente.
Aquí el tiempo ha sido detenido. Se han obviado sus leyes. …
A causa de un rebelde, un tal Hiroshige Utagawa …
Hay quienes van más lejos.
Incluso oyen el rumor de la lluvia,
sienten las frías gotas en la espalda y en la nuca,
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miran el puente y a los hombres
como si se vieran allí retratados,
en esa carrera que nunca llega al fin
de un camino sin fin eternamente por recorrer,
y en su desfachatez creen
que en realidad así es.
Hombres en el Puente. Wislawa Szymborska
El arte que se produjo especialmente en el Japón durante las eras Edo y Mejí,
fue muy fructífero para el Japón y el hecho que este florecimiento se desarrollara en forma paralela en el mundo europeo, ocurrió cuando el Japón se vio
obligado a abrir sus fronteras, en una fascinación por parte del viejo continente y sus artistas.
Mientras Japón se encontraba en plena explosión artística, en Europa el iluminismo, la revolución industrial se abría pasos y en el arte el academismo y los
revival de antiguos periodos, un oficio reglado y regulado regia las creaciones
artísticas
En contraposición, el arte japonés presenta una bocanada de arte fresco, con
una perspectiva totalmente diferente, abarcando todas las artes.
En la pintura en particular, influye en el cambio de formatos, las líneas, los
ángulos de visión, el juego de las figuras – fondo, aparece el dorado en los
cuadros como luego se verá en el Gustav Klimt (1862-1918) recordando a la
escuela de Rimpa.
La influencia japonesa, en los Ukiyo-e atraía a los artistas, interesados en lo
mismo, escenas de la vida cotidiana, pero que en la estampa japonesa, por
ejemplo, se expresa con un lenguaje totalmente innovador. En artistas como
Manet, Bonnard, Renoir, Degas, Lautrec… fascinados por estas técnicas, alejadas del arte greco romano.
Es interesante destacar que si bien el Japonismo desapareció durante la década
de 1940, podemos encontrar su influencia hasta nuestros días, hasta hoy podemos observar su inspiración.
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Tal como reza el Museo d´Orsay en su exposición sobre el Japonismo, considera que sirvió para comprobar la verdad que encerraban las palabras de
Roger Marx cuando afirmó, en abril de 1891, que la influencia del Japón, fue
«tan sólo comparable con el influjo que ejerció la Antigüedad en la época del
Renacimiento», y «el elemento de lo que constituye, a pesar nuestro, el estilo
actual».
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Aplicación didáctica
Aportes para la elaboración de
Informes en psicologia educacional
Marcos Ariel Faletti
[email protected]
Documento recibido: 30/10/15
Documento aceptado: 07/11/15
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Datos del autor
Mgter. Marcos Ariel Faletti
Licenciado en Psicología (Universidad de Buenos Aires),
Doctorando de la Universidad de Buenos Aires
Titular de Cátedra de Orientación Vocacional y Ocupacional
(Universidad Católica de Cuyo), Tutor de Campo en Prácticas
Profesionales Supervisadas en Psicología Educacional (Universidad Católica de Cuyo / Universidad de Mendoza)
Responsable del Gabinete Psicológico-Psicopedagógico de Cervantes (Río Cuarto).
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RESUMEN
El presente artículo realiza aportes para la elaboración de informes
psicológicos en el área educacional. Surge a partir de la demanda de estudiantes y colegas, de la experiencia académica y educacional obtenida en cátedras
de enseñanza y de la labor en gabinetes institucionales. Aporta información
respecto a la forma y contenido del informe como instrumento de comunicación de resultados tras la realización de procesos de intervención en psicología educacional. Con ello pretende mejorar las condiciones de producción
de este instrumento, frecuentemente solicitado por instituciones educativas y
profesionales del campo de la salud, y cuyo valor es de suma relevancia para
la toma de decisiones en el campo psicológico, educacional e institucional.
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INTRODUCCIÓN
La elaboración de informes constituye una labor frecuente en el quehacer del psicólogo. Dicha práctica es de carácter transversal, ya que atraviesa
las cinco áreas de incumbencia profesional del psicólogo, definidas por la
Resolución 2447/85 del Ministerio de Educación y Justicia de la Nación.
A partir de la labor docente realizada en el marco de la Cátedra de Orientación
Vocacional y Ocupacional, y de las Prácticas Profesionales Supervisadas, en
la Licenciatura en Psicología, tanto en la Universidad Católica de Cuyo como
en la Universidad de Mendoza con sede en Río Cuarto, surgió la necesidad de
sistematizar los contenidos referidos a la elaboración del informe psicológico
en el área educacional.
Dicha inquietud fue motivada por la demanda de los estudiantes y, especialmente, por la carencia de publicaciones referidas al tema. Esto no ocurre
respecto de otras áreas de la psicología donde es posible hallar interesantes
aportes bibliográficos (Celener, 2010; Cattaneo, 2013).
La importancia de contar con material orientativo en el área educacional radica, además, en la creciente demanda de informes por parte de directivos
de establecimientos educativos de diferentes niveles, personal docente e inspectores de áreas escolares, a fin de esclarecer problemáticas de orden psicoeducacional que atraviesan los sujetos del aprendizaje.
Definiciones
El informe escrito, dentro del área de la psicología educacional, constituye una comunicación clara y sintética mediante la cual el psicólogo realiza
una descripción del consultante como sujeto de aprendizaje, considerando las
variables psicológicas que intervienen favorable y desfavorablemente en sus
procesos de construcción cognoscitiva y objetal.
Dentro del área en cuestión es importante señalar, conforme a la Resolución
2447/85, las dos temáticas posibles concernientes al contenido del informe:
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(a) la descripción diagnóstica, asistencial, de orientación y asesoramiento sobre aspectos psicológicos del consultante vinculados a lo educacional; (b) la
descripción del consultante de un proceso sistemático de orientación vocacional y ocupacional.
En ambos casos se trata de un sujeto en situación de aprendizaje. La primera de ellas puede situarse en el contexto educativo, más allá de cualquier
distinción sobre niveles o modalidades de enseñanza, en el cual el individuo
debe apropiarse de una trama de significados complejos requiriendo ciertos
recursos cognitivos. La segunda situación es la del sujeto que elige y define
un proyecto vocacional, en términos educativos o laborales, cuyo aprendizaje
es de otro orden, no reductible a lo cognitivo-pedagógico.
Las singularidades de cada uno de estos informes merecen un capítulo aparte
que desarrollaremos a futuro. Sin embargo responden a consideraciones equiparables respecto de sus características generales, estilo y estructura.
Una última distinción, no menos importante, consiste en el uso del término
“consultante”. Bajo dicha denominación nos referimos a la diversidad de sujetos que estudiamos desde la psicología educacional, cuyo grado de imposibilidad en la construcción de sentidos cognoscitivos y electivos no los sitúa en
el campo de lo patológico. Esto fundamenta el incorrecto pero frecuente uso
del término “paciente” que no se corresponde necesariamente con el amplio
espectro de problemáticas que se presentan en el área educacional.
Características generales
El informe ofrece una síntesis focalizada, descriptiva e interpretativa
de la singularidad del consultante sobre la base de un proceso de exploración
que tuvo lugar en un tiempo y espacio limitado. Ofrece una perspectiva global
del proceso sintetizando los aspectos singulares del consultante.
Su carácter focalizado radica en el recorte de información que realiza el psicólogo, considerando solo los aspectos pertinentes al ámbito educacional, a fin
de resguardar bajo confidencialidad los aspectos clínicos que no son pertinentes a los fines de su elaboración.
Incluye descripciones generales sobre las distintas modalidades de conducta
que mantuvo el consultante durante el proceso, e interpretaciones (denominadas inferencias) respecto a los mecanismos psicológicos que configuran su
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estructura psíquica.
Rosenfeld y Avrutín en Celener (2010) plantean que la consistencia del informe radica en la integración de inferencias fundamentadas en la convergencia
de los materiales obtenidos a través de las técnicas –observación, entrevistas,
técnicas de exploración y pruebas evaluación psicológica- utilizadas en el
proceso.
Estilo
Klopfer (1995) subraya la importancia de la comprensibilidad del informe. Su contenido descriptivo y presuntivo debe ser expresado en un lenguaje directo y sencillo, evitando el uso de rodeos y términos técnicos cuya
significación dé lugar a ambigüedades e interpretaciones equívocas por parte
del lector, el cual la mayoría de las veces no es un profesional de la psicología.
Su carácter descriptivo prescinde de cualquier tipo de juicios de valor sobre
el consultante, que podrían derivar en la formación de estereotipos o rótulos
estigmatizadores. Por el contrario, nuestro aporte profesional se basa en la
formulación de hipótesis diagnósticas, que como tales tienen carácter temporal y presuntivo, derivadas de los elementos observados y de la capacidad
analítica del psicólogo.
La elaboración del informe requiere, además, de un manejo cauteloso y coherente de la conjugación de diferentes tiempos verbales, debido a que se
reconstruye lo acontecido durante instancias de un proceso llevado a cabo en
un pasado reciente; ciclos vitales, madurativos o puntos críticos que se cursan
en el presente o forman parte de la biografía del sujeto e hipótesis que explican, en términos potenciales y presuntivos, las conductas del consultante y su
proyección a futuro.
Además, debe preservar la confidencialidad de lo acontecido en el ámbito del
consultorio o gabinete, presentando hipótesis metapsicológicas (Tercer Nivel
de Inferencia) e interpretaciones de la empírea (Segundo Nivel de Inferencia),
sobre la base del recorte de observables gestuales, verbales y gráficos (Primer
Nivel de Inferencia). Estos últimos son omitidos en el texto así como los resultados obtenidos en las pruebas de evaluación psicológica.
Finalmente, vale aclarar que se aspira a lograr una síntesis completa pero no
extensa. Usualmente se estila elaborar informes educacionales que no supe-
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ran las dos carillas. Sin embargo, esto puede variar sensiblemente en función
de las características del proceso y la capacidad de síntesis del profesional.
Estructura
El informe se compone de tres secciones generales que, en su interior,
sintetizan e integran información y presunciones teórico-clínicas sobre la singularidad del caso, elaboradas durante el proceso. Las mismas se presentan
en el texto formalmente indiscriminadas, y solo a los fines didácticos, serán
presentadas de manera fragmentada.
La introducción contiene información formal respecto al consultante, al proceso diagnóstico, asistencial o de orientación según el caso, e incluso, respecto al motivo explícito de consulta. El desarrollo ofrece una síntesis descriptiva e interpretativa del consultante en términos psicológicos. El cierre aporta
ciertas sugerencias respecto a hipótesis explicativas, evolución y pronóstico e
intervenciones a realizar en pos del mejoramiento de las condiciones actuales
del consultante.
Información Personal
Inicialmente se deben detallar, ya sea de manera nominal encabezando el informe o durante el desarrollo del mismo, los siguientes datos del consultante:
• Apellido y Nombre
• Edad
• Fecha y Lugar de Nacimiento
• Documento Nacional de Identidad
• Institución Educativa / Carrera
• Grado / Año
• Fecha de elaboración del informe
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Características del Proceso
A posteriori se explicitan los aspectos temporo-espaciales y metodológicos del proceso realizado por el consultante. Se establece el periodo en el
que fue llevado a cabo (meses y año), la modalidad de la intervención (individual o grupal), la cantidad de encuentros y frecuencia de los mismos (semanal,
quincenal, mensual, etc.), el ámbito de realización (consultorio, gabinete institucional), las técnicas utilizadas e instrumentos aplicados de manera genérica (entrevistas, cuestionarios de intereses, pruebas de evaluación psicológica,
técnicas lúdicas, dinámicas grupales, etc.). La explicitación de las pruebas
administradas será necesaria en caso de remitir el informe a un colega.
Motivo de consulta
Se describe el motivo manifiesto, generalmente formulado en la instancia de pre-entrevista y desarrollado con mayor profundidad en la entrevista
de admisión o entrevistas preliminares según las características del dispositivo
o servicio. Se explicita además quienes fueron los actores involucrados inicialmente en la solicitud de intervención.
Descripción e inferencias
El desarrollo del informe se centra en la articulación de pasajes descriptivos e interpretativos focalizados en el consultante. El psicólogo puede
realizar una primera aproximación descriptiva destacando, según sus impresiones contra-transferenciales, ciertas características significativas del consultante como su modalidad de presentación –tono de voz, modos de expresión,
gestualidad, mirada-, hábitos, intereses, datos significativos de su historia educacional, familiar y personal; e incluso modo de vestir y características físicas.
Esta primera descripción, de carácter global y meramente introductoria, permite una aproximación imaginaria del caso.
Luego se realiza una descripción de la conducta del consultante durante el
proceso, considerando las continuidades y discontinuidades, así como permanencias y cambios producidos. Deben considerarse los aspectos actitudinales
y aptitudinales que favorecieron u obstaculizaron la asistencia regular, la rela-
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ción del consultante con el psicólogo y el desarrollo de las tareas propuestas.
Se observará el criterio de realidad del consultante, su grado de comprensión
de las consignas, la pertinencia de las respuestas frente a los estímulos propuestos, las fluctuaciones de su estado anímico y su predisposición para el
trabajo.
Posteriormente se enuncian las hipótesis metapsicológicas (Tercer Nivel de
Inferencia) y de la empírea (Segundo Nivel de Inferencia), vinculadas con la
temática educacional. El contenido es variable, dependiendo de las técnicas e
instrumentos de exploración empleados, el motivo de consulta y el encuadre
teórico desde el que se interviene. Podrán articularse recursos cognitivos,
actitudes y motivaciones, dimensiones o estilos de la personalidad, representaciones, mecanismos de defensa, ansiedades prevalentes, características de
la estructura psicológica, apoyo socio-familiar, obstáculos para la elección
y tolerancia a la frustración, entre otras. Deberán ser enunciados en modo
potencial, en función de su carácter conjetural. No se expresarán resultados en
bruto de las pruebas de evaluación psicológica sino su correspondiente interpretación y valoración cualitativa, las cuales hacen accesible su comprensión.
El enlace de estas hipótesis deberá ser equilibrado, balanceando los aspectos
favorables y desfavorables del consultante. La integración de tales aspectos
requiere de la avidez en la escritura y de un entrenamiento en la tarea de observación y registro por parte del psicólogo.
Pronóstico y estrategias de abordaje
Sobre la base de las inferencias realizadas puede ser posible la enumeración de comportamientos esperables, favorables o desfavorables, respecto al
malestar abordado. Esto permite sugerir futuros pasos a seguir, con vistas
a la continuidad del abordaje psicológico, la derivación hacia otras áreas psicológicas –por ejemplo la clínica- o no psicológicas –por ejemplo el campo
médico o psicopedagógico-, la interconsulta hacia otros profesionales por problemáticas observadas en el proceso que pueden ser tan prioritarias como las
de orden educacional, la realización de intervenciones en el entorno familiar y
escolar, la necesidad de la intervención complementaria de otros profesionales
e inclusive la recomendación de otras actividades que pueden contribuir al
106
Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
mejoramiento de las condiciones psico-educativas del consultante.
Cierre
Cabe agregar lo favorable que resulta el quedar a disposición de las
autoridades o agentes institucionales a los fines de aclarar cualquier duda respecto del informe. Así mismo, se debe incluir nuevamente la fecha y lugar de
realización del informe como modo de resaltar la transitoriedad de su contenido en función de la plasticidad y el carácter dinámico del psiquismo.
Devolución y entrega del Informe
Si bien ambas instancias no forman parte de la estructura textual del
informe, constituyen momentos cruciales de cierre de un proceso que fue iniciado con el motivo de consulta. La devolución constituye una instancia de
diálogo (Rosenfeld, Avritín y Jordá en Celener, 2010) en la cual se comparten,
de manera sintética y orientativa, los aspectos psicológicos y características
del proceso transitado por el consultante y el psicólogo. Tiene una función
clarificadora en relación al motivo de consulta y orienta respecto a futuras
intervenciones, en caso de ser necesarias. Opera como punto de cierre del
proceso y puede ser el marco para la realización de un nuevo contrato psicológico que dé origen a otro tipo de vínculo profesional entre el consultante, su
entorno y el psicólogo. Es recomendable acompañar la entrega de informes
de una entrevista de devolución que permita canalizar de manera anticipada
las ansiedades que genera la lectura del texto, especialmente en los padres de
niños. La confidencialidad de la información debe ser resguardada, evitando
el envío de informes a través de medios que no aseguren el acceso restringido
y el empleo responsable de la información. Actualmente suele acompañarse
esta instancia por la firma y el consentimiento de la persona que recibe dicho
informe, responsabilizándose de su destino.
Consideraciones finales
La elaboración del informe constituye una labor ardua que merece
nuestra mayor consideración profesional, en virtud de su carácter testimonial
y el valor documental que adquiere para sucesivas tomas de decisiones ajenas
Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
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al quehacer del psicólogo pero de suma importancia para el consultante. Tal
razón es fundamento necesario para asumir responsablemente dicha demanda,
e instrumentar todos los recaudos necesarios en el proceso de exploración,
diagnóstico, orientación, elaboración, devolución y entrega. No debe descartarse el apelar a la instancia de supervisión en los casos en que se considere necesario, ya sea durante el trabajo de análisis del material como en la
redacción definitiva del informe. De este modo se superarán los escotomas
producidos por la impericia e inexperiencia del profesional, otorgando mayor
validez y confiabilidad al informe.
Referencias Bibliográficas
- Cattaneo, B. (2013) Informe Psicológico. Elaboración y características en
diferentes ámbitos. Buenos Aires: Eudeba.
- Celener, G. (2010) Técnicas Proyectivas. Actualización e interpretación en
los ámbitos clínico, laboral y forense Tomo II. Buenos Aires: Lugar Editorial.
- Frank de Verthelyi, R. (1997) Temas en Evaluación Psicológica. Buenos
Aires: Lugar Editorial.
- Klopfer, W. G. (1995) El informe psicológico. Uso y comunicación de los
descubrimientos psicológicos. Buenos Aires: Tiempo Contemporáneo.
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Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
Informaciones
Reglamento de la revista Espacio Científico
Definición
Espacio Científico es una revista científica multidisciplinaria, con referato,
semestral, publicada en soporte impreso y electrónico por Fundación Cervantes.
Tiene como misión contribuir al conocimiento y al desarrollo de este centro
de estudios y de la comunidad científica nacional e internacional.
Su objetivo es estimular un tipo de reflexión que vincule las inquietudes académicas de este centro de estudios con problemas de la realidad social.
La revista está dirigida a la comunidad científica y a quienes se interesen por
conocer, ampliar y profundizar, desde perspectivas académicas, temas de debate social, cultural y económico del país en particular y de América Latina,
en general.
Publica artículos originales de investigación, comunicaciones científicas y
académicas, reseñas bibliográficas y documentos sobre Ciencia, Tecnología
y Sociedad.
Su edición electrónica es publicación de acceso libre. Ambas presentaciones
(impresa y on-line) cuentan con el respectivo Nº de ISSN
Modalidad y frecuencia de la publicación
La modalidad general de la revista sostiene una estructura diversa según se
detalla en el punto siguiente y un contenido multidisciplinario, especializado
y original, según las normas contenidas en este documento.
La frecuencia será semestral con un número en mayo-junio y otro en octubre
noviembre de cada año.
Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
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Es posible también proponer periódicamente, según los aportes y necesidades
ejemplares Monográficos para el tratamiento de temas específicos.
Seccciones de la revista
Cada edición de Espacio Científico se estructura en torno de las siguientes
secciones
• Investigación
En esta rúbrica, la revista Espacio Científico acepta artículos que presenten
una nueva investigación o un trabajo de síntesis que introduzca una perspectiva original de investigaciones anteriores, teorías y proyecciones sociales derivadas
• Práctica e investigación
En esta rúbrica, la revista Espacio Científico acepta propuestas en todos los
dominios que cubren los estudios de Cervantes como sede de diversas Universidades y propios de la Fundación Cervantes en sus diversos aspectos como
balances o análisis de experiencias de aplicación de tecnologías y metodologías.
Los artículos deberán relatar de manera precisa las aplicaciones pertinentes ya
sea por sus aspectos innovadores, sus resultados significativos para los alumnos y los profesionales de la institución concernidos. Propondrán también informaciones de orden metodológico o conceptual que permitan a los lectores
inferir su proyección a otros contextos educacionales y profesionales.
• Puntos de vista y debates
En esta rúbrica, la revista Espacio Científico acepta textos cortos (ver dimensión en Condiciones) que discutan artículos ya publicados en la revista u
ofrezcan puntos de vista acerca de los dominios institucionales sobre temas de
confrontación teórica y analítica.
Se agrega la posibilidad de publicar en esta rúbrica Resúmenes sobre resultados de coloquios, jornadas o congresos organizados por la institución o de
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Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
relevancia nacional.
• Análisis de libros, trabajos monográficos, sitios y material informáticos. Recensiones
En esta rúbrica, la revista Espacio Científico acepta la propuesta de breves
análisis críticos de libros y publicaciones del dominio propio de la revista
que, por ser particularmente interesantes o representativos, constituyen aportes académicos de orientación bibliográfica.
Se agrega la posibilidad de publicar el comentario sobre materiales de Internet con el objeto de promover una metodología de análisis crítico de nuevas
formas de difusión de los conocimientos. Otra posibilidad de esta rúbrica es
publicar referencias o resúmenes acerca de Tesis defendidas en la institución
Responsables de la revista
Consejo Editorial
La revista Espacio Científico estará dirigida y gestionada por un Consejo
Editorial designado por Fundación Cervantes y compuesto por un mínimo
de cinco miembros seleccionados entre los docentes e investigadores de la
Institución y de instituciones externas que reúnan las condiciones académicas
pertinentes y relacionadas con experiencias de publicación académica.
Este Consejo Editorial dependerá del Área de Ciencia y Técnica y será presidido por el Director General de Cervantes.
A este Consejo Editorial, cuyos miembros serán designados por dos años de
gestión prorrogables, le compete:
- Decidir acerca del contenido de cada número de la revista y de la selección de los artículos publicados previa consulta con el Comité de
lectura o Referato y evaluadores externos que se designen para dicha
evaluación.
-
Designar entre sus miembros el /la directora/a de la revista cuyo cargo
durará por tres años prorrogables
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111
Al Director de la revista le compete:
- Realizar todas las consultas pertinentes acerca de la diagramación y
modalidad escogida para la revista así como las propuestas de presupuesto para su edición.
-
Inscribir la revista en la Cámara del Libro para la obtención de su
ISSN impreso y on- line y avalar todos los trámites de indización y
actualización de la revista.
-
Informar al Consejo Editorial de todas las actividades citadas y de las
que pudieren generarse propias de la actividad de edición, divulgación, etc..
Comité de lectura o Referato
Estará propuesto por el Consejo Editorial y compuesto por miembros de la
comunidad de Cervantes y de la comunidad académica nacional (o internacional) que según la forma de evaluación de pares o de ciego (ver Condiciones
de presentación) evaluarán la pertinencia y la forma de presentación de los
diferentes aportes de cada rúbrica.
Este Comité puede incluir miembros ocasionales (internos y externos) según
la necesidad de evaluación de temas específicos.
Condiciones de admisión y evaluación de los trabajos
La revista Espacio Científico recibe los aportes de los autores interesados en
publicar durante todo el año según las condiciones que siguen:
- Los artículos deberán ser originales, inéditos, en idioma español y no
estar aprobados para su publicación en otras revistas o publicaciones
impresas o on-line. Es incumbencia del autor de la presentación señalar si un trabajo similar ha sido ya publicado o si está en curso de
publicación.
-
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Los autores cuyos textos sean aceptados para su publicación deberán
ceder los derechos de manera permanente a la revista Espacio Cientí-
Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
fico. Sin embargo, pueden libremente republicar sus trabajos (impresos o en soportes electrónicos) en la medida en que:
-
-
Comuniquen a la redacción de la Revista Espacio Científico, el envío a una nueva publicación y reciban su aprobación.
-
En el caso inverso, cuando el artículo haya sido publicado
en otra revista y se cuente con la aprobación para republicar deberán expresar claramente las referencias de la
publicación original en la Revista Espacio Científico
-
Los autores cuyos textos sean aceptados para su publicación eximen a la revista Espacio Científico de todo recurso o acción de terceros (editores, autores, etc.) cuyos
respectivos derechos de autor se hayan visto infringidos
de manera deliberada o no. Los autores son responsables
de la exactitud de las referencias y citas.
El Consejo Editorial de Espacio Científico se reserva el derecho de
decidir sobre la publicación de los trabajos, así como el número y la
sección en la que aparecerán. Para su evaluación y selección final, los
artículos serán sometidos a arbitraje según el sistema de doble ciego
o de revisión por pares (peer review) que consiste en pasar cada trabajo por el filtro de, al menos, dos evaluadores conocedores del tema
propuesto a fin de valorar su calidad en relación con su originalidad,
pertinencia, claridad de expresión, metodología, resultados, conclusiones y bibliografía. En este sistema el evaluador desconoce el nombre y procedencia del autor y el autor recibe observaciones anónimas.
En caso de desacuerdo, el artículo será enviado a un tercer evaluador.
Este tipo de evaluación rige para los trabajos propuestos para las rúbricas Investigación y Práctica e Investigación. Los aportes enviados
para las demás rúbricas serán analizados por miembros del Comité de
lectura y referato y el autor recibirá comunicación de este análisis sin
Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
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mención del nombre del analista.
- En una hoja aparte, el autor o autora hará constar su nombre, grado académico y/o estudios, adscripción institucional o laboral, el título del artículo, la fecha de envío, dirección postal y correo electrónico. En el caso de coautorías,
deberán incluirse los datos de todos los colaboradores. Se
debe indicar expresamente si el autor desea que se publique su correo electrónico (en el formulario especial).
-
El título del artículo no podrá contener más de diez 10 palabras y podrá ser modificado por los editores de la revista,
previo acuerdo con los autores.
-
Los artículos deben estar precedidos de un resumen no
mayor a 800 caracteres con espacios (100 a 150 palabras).
Se aconseja que el resumen sea redactado en español y en
inglés para ampliar la difusión de su contenido. Esta norma se aplica para las rúbricas Investigación y Práctica e
investigación.
Además los autores deben proporcionar de cinco (5) a ocho
(8) descriptores o palabras clave que reflejen el contenido
del artículo. Esta norma se aplica para las rúbricas Investigación y Práctica e investigación.
El Comité de lectura y referato de la revista Espacio Científico se
reserva el derecho de operar modificaciones editoriales en todo texto
aceptado para su publicación concernientes a correcciones estilísticas.
Los autores serán consultados sólo en los casos de modificaciones
mayores.
Las personas interesadas en publicar artículos en la revista Espacio
Científico deberán enviar sus trabajos originales por correo electrónico a [email protected] o a la
cuenta que se indique o por correo postal a la siguiente dirección en
una versión impresa:
114
Espacio Científico. Año 6. Nº 12. Diciembre 2015
Cervantes Revista Espacio Científico
Belgrano 200
5800 Río Cuarto
Condiciones de presentación o formato
- Los textos deberán ser presentados en el formato Word 2003/2007 (o versiones siguientes), tipo de fuente Arial 12. Las imágenes en formato JPEG (fotos)
o GIF. Si un formato diferente es necesario, se ruega informar a la redacción.
- Los gráficos pueden enviarse de forma separada en cualquier formato legible
estándar (indicar el formato), siempre que en el texto se mencione la ubicación
sugerida por el autor. Para asegurar la calidad final el autor/a hará llegar a la
redacción un archivo digital con alto nivel de resolución (en cd, disquette, zip,
usb u otra forma de archivo).
- La extensión máxima de los artículos variará según las secciones de la revista y se medirá en el contador de palabras de Word. La extensión deberá
considerar tanto el cuerpo del artículo como sus notas al pie y bibliografía, de
modo que el número total de caracteres con espacios (cce) será el siguiente:
- Investigación: de 25.000 a 30.000 cce
-
Práctica e investigación: de 25.000 a 30.000 cce
-
Puntos de vista y debates: de 15.000 a 25.000 cce
-
Análisis de libros, publicaciones, sitios y material informáticos:
-
10.000 a 12.000cce
Lineamientos editoriales
Observaciones generales
- No numerar las páginas del texto, no agregar formato de encabezamiento ni de de pie de página.
- Cada párrafo nuevo a la línea sin tabulación: El espaciamiento vertical
será regulado por la editorial.
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Para la puesta en relieve y estilos tipográficos
Con el fin de facilitar la lectura, limitar las puestas en relieve y no agregar
estilos tipográficos al texto
- utilizar negrita o cursiva para poner en evidencia una palabra o
grupo
- no utilizar el subrayado;
- no escribir con mayúsculas grupos de palabras ni frases
Títulos y párrafos
- Si el artículo contiene varias secciones, los títulos irán sin numeración,
utilizando los estilos de su tratamiento de textos (Título1, título 2, etc.)
-
La introducción y la conclusión deben tener un título.
Citas y referencias en el cuerpo del texto
- Si el artículo contiene citas textuales menores de cinco líneas, éstas deberán
ir en el cuerpo del texto, entre comillas. Si la extensión de la cita es mayor,
deberán escribirse en párrafo aparte, con sangría en todo el párrafo, sin comillas, en el mismo tamaño de letra (Arial 12) y en espacio sencillo. Cuando la
cita contenga agregados y omisiones del autor, éstos deberán encerrarse entre
corchetes.
- Para las obras que se citen dentro del cuerpo del texto se usará el sistema
autor-año, con las páginas citadas cuando sea el caso. Ejemplos:
Con respecto a la relación entre el azar y el conocimiento, “la cantidad de azar presente en el universo, o la cantidad de él que interviene
en los procesos naturales,no tiene más límite que el de avance del
conocimiento” (Wagensberg, 1985: 22).
Al respecto, Wood (1991) considera que la violencia en los medios
estimula la agresividad de niños y adolescentes en sus interacciones con extraños.
- El autor deberá asegurarse de que las citas incluidas en el texto coincidan
con todos los datos aportados en la bibliografía.
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- Cuando se mencione la obra de un autor, el título de la misma deberá ponerse en cursiva.
- Las notas explicativas se situarán a pie de página, a espacio sencillo, con
letra Arial 12 .
Citas y referencias al final del texto
Al final del texto deberá figurar un listado completo de la bibliografía empleada (en orden alfabético) con los siguientes formatos:
Para los libros:
Russell Newman, W. (2002), El futuro de la audiencia masiva. México: Fondo de Cultura Económica.
Aristóteles (1974), Poética, edición trilingüe de Valentín García Yebra. Madrid: Gredos (Biblioteca Románica Hispánica IV. Textos 8).
Para los artículos
Entre comillas y en fuente regular. El título o nombre del libro o revista donde se encuentra el artículo en cursiva. La indicación In (en tal libro) puede
preceder el título del libro. Ejemplos:
Giménez, G. (2003), “La investigación cultural en México. Una aproximación” en José Manuel Valenzuela Arce (coord.) in Los estudios culturales en
México. México: Fondo de Cultura Económica, pp. 56-79.
Carretero, A. E. (2003), “Una aproximación a la sociología de lo imaginario
de Michel Maffesoli” en Sociológica, año 18, núm. 53, septiembre-diciembre.
México: UAM-Azcapotzalco, pp. 101-119.
Para la bibliografía en la red:
Ulloa, M. (2002), “Yo, lo otro y los retos de la multiculturalidad”. Artículo en
línea disponible (fecha) en:
<www.terra.es/personal3/redpobreza/intercul/interculturalidad.rtf>. [Agregar
fecha de consulta].
Si la fecha de creación no está determinada poner en su lugar (nd) “no datado”
- Las contribuciones que incluyan pasajes en un idioma distinto del español
deberán presentar también la traducción al español, en el texto o en nota
a pie de página.
-
La primera vez que se utilicen siglas o acrónimos deberán escribirse entre
paréntesis e ir antecedidos del nombre completo. Ej: Organización Mun-
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dial de la Salud (OMS)
-
Los cuadros y figuras deben estar numerados (Cuadro 1, Figura 2) y acompañados por un título. En el texto del título no poner remisión a referencia
bibliográfica
-
Las notas a pie de página deben evitarse o ser poco numerosas. Si una nota
comporta elementos bibliográficos se deben seguir las mismas indicaciones que para las referencias bibliográficas finales.
-
Para las obras colectivas o números de revistas coordinadas por un director se colocará (dir.) como abreviación de “dirigido o coordinado por” o
(ed) del inglés “edited by” si hay varios directores.
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