economía doméstica El precio de retirar dinero en cualquier lugar Las entidades bancarias fijan tarifas de 0,45 a 2 euros por el uso de los cajeros automáticos desde el pasado mes de enero y cada banco decidirá qué parte del coste repercute a sus clientes Consejos para abaratar las comisiones bancarias Las comisiones de mantenimiento y administración por emitir transferencias, ingresar cheques, recibir correspondencia, asociar tarjetas o retirar efectivo de un cajero automático son las comisiones más habituales. La Orden EHA 2899/2011, la normativa básica que regula las comisiones bancarias, establece que “las comisiones percibidas por servicios prestados por entidades de crédito serán las que se fijen libremente entre dichas entidades y los clientes”. Es decir, los bancos tienen carta blanca para establecer las comisiones que quieran. Las únicas limitaciones que establece la ley es que las comisiones repercutidas a los clientes sean por “servicios solicitados en firme o aceptados expresamente por un cliente y siempre que respondan a servicios efectivamente prestados o gastos habidos”. E spaña es uno de los países con un mayor número de cajeros automáticos. En el último trimestre del año 2015, el Banco de España contabilizó un total de 50.271, agrupados en las tres principales redes españolas de medios de pago: ServiRed, 4B y Euro 6000. Se trata de uno de los instrumentos bancarios más populares entre los consumidores. Según el Banco de España, el año pasado, los ciudadanos realizaron cerca de 680.000 millones de operaciones de retirada de efectivo en cajeros y se entregaron casi 85.000 millones de euros. Para ello, los consumidores españoles contaban en 2015 con más de 44 millones de tarjetas de crédito y cerca de 25 millones de tarjetas de débito en circulación. Comisión: cuándo y por qué Por regla general, sacar dinero de nuestro banco habitual con la tarjeta de débito no cuesta dinero. Sí se paga 34 un plus, si la misma operación se realiza en un banco diferente: entre 0,45 y 2 euros, en función de la entidad. Esto ocurre porque ese banco en cuestión le cobrará una comisión a la entidad habitual del usuario. Y esta, a su vez, asumirá el coste o se la hará pagar a su cliente (entera o parte). Eso sí, nunca le podrá cargar al consumidor una comisión más alta de la que ya se les había aplicado a ellos. Por contrato Las comisiones por sacar dinero figuran en el contrato que se firma al recibir la tarjeta. En todo caso, si esta prima cambia en el tiempo, el banco está obligado a informar a sus usuarios con una antelación mínima de dos meses. En el caso de que no avisen, el consumidor debe reclamar para que le devuelvan el importe. Asimismo, es obligatorio que los cajeros informen de la comisión y de los gastos de la operación antes de que se realice (Orden EHA/2899/2011, de 28 de octubre, de transparencia y protección del cliente de servicios bancarios) y dar la posibilidad de anular la operación. Esta nueva política de comisiones, efectiva desde enero, perjudica a los bancos que cuentan con una red de cajeros pequeña o inexistente. Es el caso de los usuarios de Bankinter, Evo Banco e ING, quienes hasta ahora podían retirar dinero sin cargo o con una pequeña comisión en muchos cajeros. Otros casos Cuando se accede al saldo y a los movimientos de la cuenta, las entidades bancarias también pueden cobrar una cantidad fija por cada consulta. El coste variará en función de si se realiza en un cajero perteneciente a la misma red que el emisor de la tarjeta o en uno diferente. No se cobrará ninguna comisión si la consulta se hace en un cajero de la entidad habitual del usuario. En este sentido, se debe tener en cuenta que, al igual que si se saca efectivo, si se cobra por consultar el saldo, el cajero automático siempre debe informar con anterioridad del coste de esa consulta y permitir anular la operación. En el extranjero Si se viaja a un país miembro de la Unión Europea (incluidos Noruega, Islandia y Liechtenstein) y se retiran con tarjeta y en cajeros automáticos hasta 50.000 euros en efectivo, las comisiones bancarias deberán ser iguales a las que el banco cobre en el país donde esté establecido. Sin embargo, las entidades bancarias no suelen tener cajeros propios en el extranjero (o no de la red a la que pertenece). De modo que se les permite aplicar una comisión por utilizar redes ajenas. Así que ni el Banco de España ni ningún otro regulador, sobre la base de la ley actual, pueden restringir las comisiones que aplican los bancos, ni limitar los importes ni sobre qué servicios se puede cobrar, salvo en contadas excepciones. Sin embargo, aunque algunas comisiones no se pueden evitar, si se tienen en cuenta una serie de recomendaciones, el cajero puede salir más barato: • Las comisiones más comunes e importantes son las de emisión, renovación y mantenimiento de la tarjeta. Suman un importe fijo anual que oscila entre 10 y 50 euros, según el tipo de tarjeta, y no se pueden eliminar. Sin embargo, sí se puede negociar con el banco al respecto. • Si se retira dinero de manera frecuente, se debe hacer con una tarjeta de débito. Si se saca en la entidad del usuario, no cobran, y con ella es posible llevar un control acerca de todo lo que se va gastando. • Siempre se debe leer la letra pequeña y no aceptar comisiones sobre las que no hubieran advertido. Además, hay que estar atento a las modificaciones y reclamar si no ha existido un aviso previo. www.consumer.es 35