Núm. 14-71 H Mecanización de la uiña y trazado de la plantación JAIME VALLES SANTOMA Ingeniero Técnico Agrícola JUAN CAPDEVILA VIDAL Agente de Extensión Agraria YINI8TERI0 DE AGRICOLTUR^ Mecanización de la uiña y trazado de la plantación La viña requiere unas labores mínimas que, junto con el resto de las operaciones de cultivo, permitan obtener de ella la producción óptima que haga rentable su explotación. Cuanto más baratas resulten estas labores, tanto más reducido será el costo de la producción. Se admite actualmente que las labores en la viña han de de darse en un solo sentido, lo que hace que la disposición de la plantación tenga una enorme importancia en el momento de constituir el viñedo. A1 tratar una nueva plantación, hay que hacerlo de forma que se cumplan las siguientes condiciones: - Las calles han de tener una anchura mínima, que permita el paso del tractor, en un solo sentido, de forma que sea capaz de labrar con un solo pase toda la anchura de la calle. - La longitud de las calles ha de ser lo más larga posible, para evitar virajes que provocan pérdidas de tiempo. - Se deben evitar las líneas de máxima pendiente que provocan erosiones y dificultan la mecanización. Cuando las irregularidades del terreno la requiera, se plantará siguiendo aproximadamente las curvas de nivel, pero siempre las hileras serán rectas con tantas variaciones de dirección como sean necesarias, de modo que coincida cada una de ellas con el eje de los caminos transversales. El tractor de ruedas de anchura graduable, de 35 a 45 CV., con elevador hidráulico de tres puntos, es el más idóneo para adaptarlo a las necesidades de la explotación, salvo cuando se usa exclusivamente para el cultivo del viñedo, en cuyo caso, puede ser oruga, cualidad importante para terrenos que tengan una determinada pendiente, en que el tractor de ruedas sufre desplazamientos laterales. - 3 - LABORES DE CULTIVO La primcra labor de invierno, se realizará con vertederas, mediante volteo de la tierra del centro de la calle hacia las cepas, dejando un pequeño surco abierto en el centro de la misma, y calzadas las cepas. Esta labor se realiza con un apero denominado cultivador de vertederas. Se trata de un bastidor en el cual van sujetas varias vertederas, en número de 8 ó 10, según la anchura de las calles. Con esta labor se profundiza unos 15 centímetros, se deja el suelo mullido y con el aporcamiento se favorece a las cepas durante el invierno. El tractor antes descrito, en terreno normal, realiza bien esta labor de un solo pase. La segunda labor de invierno se efectúa con el mismo cultivador de vertederas, pero en sentido invcrso, es decir, voltcando la tierra de la eepas hacia el centro de la calle. Fig. 1.-Vista de una calle con disposición de la plantación psra mecanizar las labores. Fig. 2.-Plantación de cepzs con variación de dirección. Para ello, se cambian de posición las vertederas en el bastidor, o sea, las vertederas del lado derecho pasan al lado izquierdo y viceversa, y se suprimen las dos centrales que antes abrieron el surco. En esta segunda labor, el terreno se deja completamente llano, con la ventaja de dejar al lado de cada hilera un surco abierto que facilita la labor de la cavadora intercepas o de.scaballonadora. Realizada esta segunda labor, queda un espacio a lo larga de las hileras que es necesario cavar. Con el cultivador de vertederas sólo se llega a unos 20 centímetros del tronco de la cepa, ya que la anchura entre las cepas no permite dar mecánicamente una labor cruzada y, en caso de darla, quedaría también un espacio alrededor de las cepas que sería necesario cavar. Esta labor se realiza con la cavadora intercepas, que suprime la cava manual. Aprovechando los dos surcos dejados a lo largo de las hileras de cepas, la cavadora intercepas con vertederas, acoplada al tractor, descalza completamente el tronco de las cepas en una labor perfectísima y deja únicamente, como labor manual, el arranque de rebrotes del pie o portainjerto y las hierbas que pueden quedar por su proximidad al tronco. Fig. 3.-Primera labor de invierno, con surco abierto en el centro de las calles. Fig. 4. Segunda labor de invierno, con surco al lado de cada hilera. Fig. 5.-Cultivador de vertederas para las labores de invierno. Las labores de primavera y verano, se darán con cultivador de rejas por el centro de las calles y de intercepas, con rejas de golondrina, para cavar los espacios entre cepas. Si el terreno es fuerte y no hay hierbas, se utilizará el cultivador con rejas penetrantes. Si el suelo es suelto y con hierbas, se empleará el cultivador con rejas de golondrina. Las rejas estarán dispuestas en el bastidor con tres o más planos, para que expulsen con facilidad las hierbas y no arrastren la tierra. En todas las labores de verano, en que sea necesaria la cavadora intercepas, si esta no va acoplada al cultivador, se efectuará primero la labor de intercepas y después la de cultivador. Procediendo a la inversa, es decir, primero el cultivador y después cl intercepas, quedaría el suelo apelmazado por las ruedas del tractor, cosa que no ocurre actuando en la forma que se ha indicado. F^g. 6.-Cavadora intercepas o descaUallonadora con vertederas, La labor de intercepas no perjudica a las cepas, porque lleva una varilla en el brazo, delante de la reja, que, al tocar a la cepa, desplaza el brazo hacia el centro de la calle. El mando es automático, pero puede ser manual para cavar bar, hados, injertos, cepas deformadas, etcétera. COMO SE MARCA UN ANGULO RECTO EN EL CAMPO Con frecuencia, para realizar el trazado de las plantaciones se parte en ángulos rectos, es decir, una línea base recta y una perpendicular a la misma establecidas sobre el propio terreno. De este modo es fácil realizar la plantación a marco real y a marco rectangular, que son normalmente los más utilizados en las plantaciones de viñedo y frutales. Para marcar un ángulo recto, se traza primero la línea base de la plantación, a ser posible en uno de los bordes de la parcela. - 8 - Sobre la línea base, se toma una distancia de 4 metros y se delimita con dos estacas (fig. 7-a). En una cuerda de una longitud mínima de 8 metros, se señalan, separados por un nudo, dos tramos de 3 y 5 metros respectivamente. Si la cuerda mide más de 8 metros, se practica un nudo al final de cada tramo, de modo que entre ambos quede una distancia de 8 metros (fig. 7-b). Se coloca la cuerda, así, marcada sobre la distancia de 4 metros señalada en la línea base, de modo que coincidan los extremos de la cuerda con los puntos donde están las estacas (fig. 7-c). Cuando la cuerda tiene 8 metros y la distancia señalada sobre la línea sólo 4 metros, al tensar la cuerda por el nudo del centro se forma un triángulo, en el cual el tramo de cuerda de 3 metros marca el lado del ángulo recto. En este punto se coloca una estaca. Continuando esta línea se obtiene la prolongaci^^n de la perpendicular en toda su longitud (figura 7-d). 3 m, 5 m, Fig. 7.-Esquema del proceso que hay que seguir para marcar un ángulo recto en el campo. - 9 - Con este sistema, es fácil trazar sobre una línea recta base, todas las perpendiculares que se necesiten. COMO SE MARCA LA BISECTRIZ DE UN ANGULO EN EL CAMPO Si la parcela tiene forma irregular es difícil conseguir un trazado que evite los virajes. En este caso, es necesario recurrir a las variaciones de dirección. En cada variación de dirección es obligatorio dejar un camino de anchura variable, según el cultivo, cuyo eje sea la bisectriz o recta que divide por la mitad al ángulo que forman las dos líneas base de la variación. Se trazan primero las dos líneas base, a ser posible en el borde de la parcela. En el vértice de unión se clava una estaca. A partir de este vértice, se mide una longitud de 10 metros sobre cada una de estas líneas, y se clava una estaca o caña en este punto (fig. 8-a). En una cuerda de una longitud mínima de 44 metros, se señalan, separados por un nudo, dos tramos de 20 metros cada uno. Si la cuerda mide más de 40 metros, se practica un nudo al final de cada tramo, de modo que quede, entre ambos, una distancia de 40 metros (fig. 8-b). 20 m b -f ^ 20m 40 m Fig. 8.-Esquema de las dos primeras fases para marcar la bisetriz de un ángulo en el campo. ^ Fig. 9.-Esquema del modo de marcar la bisectriz de un ángulo en el campo. Los extremos de los tramos marcados en la cuerda, se colocan sobre puntos señalados con las estacas en cada una de las líneas base (fig. 9-a). Tensando la cuerda por el nudo, da un punto en el que se coloca una estaca. A1 unir este punto can el vértice de las dos líneas base, da la bisectriz del ángulo, que es a su vez eje del camino (fig. 9-b). Cuando se realizan variaciones de dirección sin tener en cuenta la bisectriz del ángulo, las calles de una dirección no enlazan con las de la otra y esto dificulta el paso de las máquinas. EJEMP'LO DE TRAZADO DE PLANTACION En una parcela cualquiera (fig.10), delimitada por A-B-CK-D-E-O-H-I-R-S-X, se pretende realizar un trazado de plantación de forma que las calles tengan la máxima longitud para evitar virajes a las máquinas. - 11 - Fig. 10. Parcela de contorno irregular. Con una simple ojeada se ve que no es posible un trazado recto de la plantación sin recurrir a variaciones de dirección, ya que los vértices C y H estrechan la parcela en su parte central. En el trazado de la plantación, se busca dar a las calles una longitud máxima con el mínimo de variaciones posibles. Para la primera variación de dirección, se escoge el vértice C que permite una longitud de calles de B a K con variación en C. Después de la primera variación en C, es necesario practicar una segunda variación a la altura del vértice H(fig. 11). Con dos variaciones de dirección se enlazan la mayor par- te de las calles de un extremo a otro de la parcela, reduciéndo al mínimo los virajes. Una vez elegido el ]ugar de la primera variación, vértice C (fig. 10), se realiza el trazado dc la misma. Para cllo, se señalan dos líneas base, lo más paralelas posiblc a los bordes de la parcela C-B y C-K. Estas líneas C1 - B^, y C^ - K^, serán las - 12 - - 13 - primeras líneas útiles de la plantación. Conviene tener en cuenta que las líneas base no son siempre las primeras líneas útiles de la plantación. Las dos líneas base C1 - B^ y C1 - K^, se cortan en el punto C^, formando un ángulo. La bisectriz o recta que divide el ángulo en dos partes iguales, marca el eje de la variación (línea de trazo discontinuo). La bisectriz, se trazará en la forma descrita en el apartado correspondiente. En toda variación es necesario dejar un camino para permitir el giro de las máquinas y entrada y salida de las mismas, cuyo ancho es diferente según el cultivo y ángulo de la variación. Lo frecuente, es tomar una anchura media uniforme para cada tipo de plantación, independientemente del ángulo de la variación. En viña, 4 metros. A ambos lados del eje de la variación y equidistantes del mismo, se trazan dos paralelas que señalan los linderos del camino. La plantación sólo se realizará hasta los linderos del camino. Establecida la variación, se marcan las líneas de la plantación paralelas a las líneas base C1 - B1 y C^ - K^, que constituirán las calles de la plantacicín. Las líneas de ambos lados de la variación se unen en la bisectriz o eje de la variación (fig. 11). La distancia o separación entre estas líneas, se toma sobre una perpendicular trazada a cada una de las líneas base, L y M(fig. 10). La distancia entre líneas se tomará siempre sobre una perpendicular a la línea base. Practicada la primera variación y trazado de plantación, se marca la segunda variación (fig. 11). Para establecer la segunda variación se escoge el vértice H, y junto al borde H-O se traza una línea Z. El punto de unión de esta línea Z con la recta P, trazada en la variación anterior, forma el ángulo de la nueva variación. Igual que en la primera variación se traza la bisectriz del ángulo que forman las líneas Z y P, que constituye el eje de la nueva variación. Equidistantes de este eje se trazan los linderos del camino. Fig. 12. Detalle de la variació^n de dirección en las líne,as de una plantación. La distancia o separación entre líneas se marca en la perpendicular T, trazada sobre la línea Z. Las líneas de ambos lados de la variación han de unirse en la bisectriz o eje de la variación. El trazado final de la plantación queda como indica la figura 13, dando a las calles la máxima longitud posible, con sólo dos variaciones de dirección. En el caso descrito, para practicar las variaciones de dirección, sólo se ha tenido en cuenta la irregularidad de la parcela en su contorno. En el caso de que en el terreno sea accidentado o de relieve irregular, las variaciones de dirección han de practicarse en función de contorno y relieve para evitar la erosión y facilitar la mecanización. W Y - 16 Carninos Fig. 14.-Esquema de variación de dirección en función de ]as curvas de nivel. En el trazado se seguirán las curvas a nivel, siempre con líneas rectas, situando los ejes de las variaciones en las curvas de nivel más acentuadas. PUBLICACIONES DE CAPACITACION AGRARI_4 Bravo Murillo, 101. Madrid-20 Se autoriza la reproducción integra de esta publicación mencionand^ su origen: •Hojas Divulgadoras del Ministerio de Agricultura•. Depósito legal: M. 24106-i1 cráficas Aragón, S. A.-Madrid.