Apuntes biográficos de Enrique Bodes Mangel, precursor intelectual

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IDENTIDAD / domingo 30 DE Marzo de 2014
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Apuntes biográficos de Enrique Bodes Mangel,
precursor intelectual de la Revolución Mexicana
Es la figura más ilustre que se encuentra en el panteón municipal
número uno de la ciudad de Tijuana. Ahí ha permanecido su
tumba olvidada hasta la fecha. Es hora de reconocer sus méritos y
trayectoria.
Por José Gabriel
Rivera Delgado
[email protected]
*Archivo Histórico de Tijuana IMAC
Esta breve semblanza biográfica es un recuento de la vida,
obra y trayectoria de uno de los
personajes más interesantes de
la historia de Tijuana y para
fortuna de la ciudad, aquí descansan sus restos mortales.
Tuvo un sobresaliente papel
en la historia de nuestro país y
de una de las etapas más coyunturales del México del siglo XX:
la Revolución Mexicana.
Don Enrique Bordes Mangel
fue uno de sus actores protagónicos más importantes
de los inicios de este proceso
histórico y por ende, fue una
figura preponderante de la vida
política del país en las primeras
tres décadas del siglo pasado.
Hablar de Enrique Bordes
Mangel es hablar de uno de
los más fieles vanguardistas de
la democracia mexicana promovida en 1910 por Francisco
I. Madero.
Por su trayectoria se sabe que
siempre se caracterizó por ser
un orador fogoso, encendido y
agresivo que denunció siempre
las injusticias sociales y fiel a
sus convicciones estuvo en
constante desacuerdo con las
imposiciones que iban contra
los principios revolucionarios
como la reelección en el poder
político.
Sin duda alguna, Enrique
Bordes Mangel fue uno de los
personajes más respetables de
la Revolución Mexicana ya que
fue uno de sus precursores al
demostrar su elevada inspiración política participando
activamente en los inicios
del antireeleccionismo en la
República Mexicana.
Se caracterizó por ser un
hombre intelectual, menos
de armas y más de ideas, de
acción parlamentaria, de gran
facilidad de palabra, además
de bien preparado y muy combativo de fuerte carácter, que
lo llevó a tener fuertes desacuerdos y desencuentros con
diversas personalidades de la
época, entre ellas con el mismo
Madero, Venustiano Carranza y
Álvaro Obregón.
Es muy oportuno aquí destacar la valentía, la decisión, el
coraje, la firmeza y la visión de
Enrique Bordes Mangel que en
1910 siendo apenas un joven de
tan sólo 24 años intentó ideológicamente, transformar el
México convulsionado de principios del siglo XX.
Bordes Mangel nació en
Guanajuato, Guanajuato, el 9 de
junio de 1886, siendo su padre
de origen francés llamado
Abraham Juan Bautista Bordes
y Saffores y Adela Mangel
du Mesnil García, de origen
chileno. Casó con Enriqueta
Cervantes con quien procreó a
hijos: Rafael Enrique, Enriqueta
Diana, Adela y Juan. A lo largo
de sus fructíferos 49 años de
edad tuvo una intensa actividad
política y una álgida vida que lo
llevó a vivir desde muy joven en
diversas partes del país, pero
siempre defendiendo sus principios ideológicos.
En los primeros años del siglo
XX realizó estudios de Derecho
así como en el Colegio Militar,
donde no terminó para iniciar
sus primeras actividades en
contra del régimen porfirista,
editando un periódico crítico al
sistema en Torreón, Coahuila en
1908 llamado Juventud Liberal.
En esta ciudad emprendió
sus primeras manifestaciones
antiporfiristas desde la bandera Reyista, apoyando la candidatura del general Bernardo
Reyes en la vicepresidencia de
la República y de Venustiano
Carranza a la gubernatura de
Coahuila.
Sin embargo para 1910, con 24
años de edad, ya era un integrante importante del Partido
Nacional Democrático, en el
cual participó activamente
en la Convención Nacional
Antirreelecionista, en el
Tívoli del Eliseo, promovida
por Madero y efectuada en la
Ciudad de México, en abril de
ese histórico año de 1910. Ahí,
frente a la Asamblea con los
220 delegados representantes
de todas las entidades del país,
tuvo las agallas de estar en contra de la postulación de la candidatura a la presidencia de la
República del propio Francisco
I. Madero, entonces principal
figura de oposición al gobierno
de Porfirio Díaz, proponiendo
Bordes Mangel a otro importante personaje político de la
época, su paisano, el abogado
guanajuatense Toribio Esquivel
Obregón.
Después, el 14 de julio de
1910, al lado de Cándido
Aguilar, proclamó el Plan de
San Ricardo, levantándose en
armas en Atoyac, Veracruz,
siendo así considerado también
como uno de los precursores de
la Revolución Mexicana.
Así fue que como antirreeleccionista tuvo una intensa
actividad política en ese año
de 1910. Participó como orador en las calle de la ciudad
de México y fue redactor de
artículos críticos en periódicos
en contra del Porfirismo. Por
sus acciones mencionadas fue
perseguido y encarcelado por
el gobierno porfirista, lo que
lo obligó a buscar refugio temporal en San Antonio, Texas.
En esta población estadounidense, Madero encabezó el
movimiento revolucionario
con un grupo de hombres de
sus mayores confianzas, entre
ellos don Enrique Bordes, quien
por cierto, desde entonces, les
unió una gran amistad y respeto
Enrique Bordes Mangel.
mutuo.
Esta relación con Madero, le
permitió a Bordes Mangel junto
con otros destacados intelectuales, periodistas y oradores
como Roque Estrada, Federico
González Garza y Juan Sánchez
Azcona, participar a solicitud
expresa de Madero, en la redacción del Plan de San Luis Potosí,
documento que sería el sustento político con el que se iniciaría la Revolución Mexicana
el 20 de noviembre de 1910.
Entre octubre y noviembre
de 1910 va a ser comisionado
por Madero para que reparta,
arriesgando su vida, el documento del Plan de San Luis a
simpatizantes del movimiento en diversas ciudades de la
República Mexicana.
Una vez triunfado el movimiento revolucionario en
mayo de 1911, Bordes Mangel
se desempeñó en diversos
cargos públicos: jefe militar
en Pachuca, Hidalgo, en 1911,
secretario en el gobierno del
Distrito Federal en 1912, secretario general del Gobierno de
Hidalgo en 1914, diputado al
Congreso Federal (1912-1913),
(1920-1922) y (1926-1927) y
Embajador en Honduras y El
Salvador (1922-1924).
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