Vulnerabilidad social, consumo problemático de sustancias

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Vulnerabilidad social,
consumo problemático de sustancias psicoactivas
e involucramiento en prácticas delictivas
por parte de adolescentes y jóvenes
Agosto 2014
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
Dr. Julio Alak
Secretaría de Justicia
Dr. Julián Álvarez
Subsecretaría de Política Criminal
Dr. Juan Martín Mena
Dirección de Política Criminal en Materia de Justicia y Legislación Penal
Dr. MartínDegoumois
Etapa III del proyecto de investigación
“Vulnerabilidad social,
consumo problemático de sustancias psicoactivas
e involucramiento en prácticas delictivas
por parte de adolescentes y jóvenes”
Equipo de Investigación:
María Gabriela Innamoratto
María Alejandra Acquaviva
Juan José Canavessi
Jorge David Ruiz
ÍNDICE
I.- INTRODUCCIÓN GENERAL A LA INVESTIGACIÓN
Objeto y problema de investigación ………………………………………………………………… 2
Etapas I y II de la investigación ………………………………………………………………………… 2
Etapa III …………………………………………………………………………………………………………… 3
Metodología ……………………………………………………………………………………………………. 4
Elementos teóricos para el análisis de resultados de las encuestas …………………… 5
A) Vulnerabilidad social en poblaciones juveniles
B) Consumo problemático de sustancias psicoactivas
C) Involucramiento de jóvenes socialmente vulnerables en prácticas delictivas
D) Jóvenes en condiciones de vulnerabilidad social, consumo problemático de sustancias
psicoactivas y prácticas delictivas
II.- PRESENTACIÓN DE DATOS DE LA ENCUESTA
Caracterización socio demográfica de la población en estudio ……………………………
A) Sexo y Edad
B) Nivel de educación
C) Situación laboral
Entorno familiar …………………………………………………………………………………………………
D) Situación familiar actual
E) Infancia y crianza
F) Sustancias psicoactivas y contexto familiar
Consumo de sustancias psicoactivas y tratamiento …………………………………………….
G) Consumo problemático de drogas y alcohol
H) Tratamientos
Involucramiento en prácticas delictivas………………………………………………………………
I) Consumo de drogas y prácticas delictivas
J) Uso de armas
K) Relaciones / contactos con instancias judiciales y/o policiales
Propuestas de los encuestados ………………………………………………………………………….
11
AGRADECIMIENTOS ……………………………………………………………………………………………….
47
1
17
23
30
45
I.- INTRODUCCIÓN GENERAL A LA INVESTIGACIÓN
Este trabajo presenta un avance preliminar del análisis de la encuesta realizada a personas en tratamiento
por consumo problemático de sustancias psicoactivas en instituciones del área metropolitana Buenos Aires Conurbano Bonaerense1 pertenecientes a la Federación de Organismos No Gubernamentales de la Argentina
para la Prevención y el Tratamiento de Abuso de Drogas (FONGA)2.
Las encuestas realizadas integran la Etapa III del proyecto de investigación: “Relación entre las
condiciones de vulnerabilidad social, el consumo problemático de sustancias psicoactivas y el involucramiento
en prácticas delictivas por parte de adolescentes y jóvenes”, quedesarrollaun equipo de la Dirección de
Política Criminal en Materia de Justicia y Legislación Penal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la
Nación.
La citada Dirección tiene entre sus funciones la de investigar cuantitativa y cualitativamente los
fenómenos asociados a la comisión de delitos a fin de diseñar e impulsar políticas preventivas. En ese marco,
se ha emprendido una investigación cuya finalidad es contribuir al diseño, evaluación y puesta en marcha de
políticas públicas en la materia, así como brindar un aporte a las políticas existentes.
Objeto y problema de investigación
El objeto de la investigación es indagarla incidencia de las condiciones de vulnerabilidad social sobre
prácticas de riesgo por parte de adolescentes y jóvenes en el conglomerado urbano Buenos Aires-GBA a lo
largo de las últimas décadas. Como problema de investigación se ha planteado la exploración y descripción de
las posibles relaciones entre el consumo problemático de sustancias psicoactivas y el involucramiento en
prácticas de delito callejero por parte de adolescentes y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad social.
Etapas I y II de la investigación
1
El Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) coincide con el área geográfica que el INDEC define como Aglomerado Gran Buenos
Aires (AGBA) aplicando criterios de continuidad física. Abarca total o parcialmente la Ciudad de Buenos y 32 municipios de los tres
cordones del conurbano bonaerense.
2 La Federación de Organizaciones no Gubernamentales de la Argentina para la Prevención y el Tratamiento de Abuso de Drogas –
FONGA– nuclea a 65 instituciones de todo el país dedicadas a la prevención y asistencia de las adicciones. Reúne una amplia variedad
de modelos de abordaje, acordes a la complejidad y diversidad que la problemática del consumo de sustancias presenta hoy en
nuestro país. Actualmente es presidida por el Lic. Fabián Chiosso.
2
Ya se ha concluido con la Etapa I, consistente en la elaboración de unmarco teórico y del estado de la
cuestión3. Esta etapa permitió explorar la problemática a partir del relevamiento tanto de la bibliografía
teórica como de las principales investigaciones empíricas disponibles.
La Etapa II4 presenta y analiza la postura acerca del problema de investigación por parte de reconocidos
expertos y funcionarios de distintas áreas y niveles de gestión, responsables de la atención de la problemática
de las adicciones durante las tres últimas décadas5.
Etapa III
Teniendo en cuenta que los adolescentes y jóvenes en tratamiento por consumo problemático de
sustancias psicoactivas constituyen una fuente privilegiada de informacióna partir de la cual esposible ensayar
una comprensiónintegral del fenómeno, se desarrolló la Etapa III. La mismaconsistió en una indagación
empírica a través de la realización de encuestas a jóvenes en tratamiento por consumo de sustancias
psicoactivas en instituciones que integran la Federación de Organismos no Gubernamentales de la Argentina
para la Prevención y el Tratamiento de Abuso de Drogas –FONGA– situadas en el Área Metropolitana de
Buenos Aires (AMBA). A tal fin, en noviembre de 2012, se firmó un acta acuerdo entre la Dirección Nacional de
Política Criminal en Materia deJusticia y Legislación Penal y la mencionada Federación, en la cual se
acordópromover en forma conjunta acciones tendientes al desarrollo de proyectos de investigación,
capacitación, organización de reuniones de intercambio técnico-científico y toda otra iniciativa que surja en el
futuro.
3
La síntesis de este trabajo se ha publicado en el portal Infojus en octubre 2013: “La relación / asociación entre prácticas de delito
callejero y consumo problemático de sustancias psicoactivas por parte de jóvenes en condiciones de vulnerabilidad social”,
http://www.infojus.gov.ar/doctrina/dacf120022-innamorattorelacion_asociacion_entre_practicas.htm;jsessionid=1v2jvhmhwsxzmwxvsngg1atlk?0
4 En vías de publicación.
5 Los especialistas a quienes se entrevistó son: Marcelo Del Campo, Daniel Duarte, Rubén González, Alejandro Pedro Gregori, Wilbur
Ricardo Grimson, José María Gutiérrez, Sergio Marquet, Félix Martín, Gracia Nuesch, Mario Puentes, Juan Carlos Rossi, Jorge David
Ruiz y Juan Alberto Yaría.
3
Metodología
Para la indagación se diseñó una encuesta que alterna 77 preguntas cerradas y abiertas, a fin de poder
obtener tanto datos cuantitativos como cualitativos a través de 5 secciones:

Datos personales – Educación – Trabajo. En este segmento se procura alcanzar una caracterización
socio demográfica de la población en estudio y se exploran aspectos que configuran condiciones de
vulnerabilidad social.

Datos familiares. Este módulo parte de un concepto de familia como sistema intrínsecamente activo y
dinámico. Analiza algunas variables familiares y su relación con las prácticas de adolescentes y
jóvenes que son objeto de este estudio. Se indagan los vínculos afectivos tempranos, modalidades de
crianza, figuras de referencia, pautas de sociabilidad e interacción, modelos y estilos de vida.
Asimismo, se exploran los antecedentes de consumo de drogas y abuso de alcohol y del
involucramiento en prácticas delictivas en el entorno familiar y de amigos, entendiéndolos en tanto
aspectos vinculados a los factores de riesgo.

Consumo de sustancias psicoactivas. Se explora el tipo de sustancias que se han consumido, la edad
de inicio en el consumo y las sustancias de consumo al momento de inicio de tratamiento por cuanto
resulta importante en la medida que epidemiológicamente caracteriza el uso problemático de drogas.
Asimismo, se indaga acerca de la percepción que presentan los jóvenes sobrelos factores
intervinientes en relación alinicio en el consumo.

Tratamiento. El tipo de tratamiento y la existencia o no de instancias anterioresdan cuenta de
importantes aspectos del perfil de la problemática y permite una mejor interpretación al momento
de análisis.

Conflicto con la ley.En esta sección se indaga el involucramiento en prácticas delictivas, las
características de esos delitos y los factores intervinientes.Se intenta estimar la magnitud y
características de la vinculación entre el consumo de sustancias psicoactivas y la comisión de
delitos yel sentido de esa vinculación. Se exploran las percepciones acerca de las problemáticas y
su posible asociación.
Como queda expuesto, las diferentes secciones de la encuesta tienen por finalidad indagar diferentes
variables acorde a la complejidad del fenómeno en estudio.
4
Tanto la metodología como el cuestionario requirieron ser probados exhaustivamente antes de la puesta
en marcha del trabajo de campo específico en las diferentes instituciones. En tal sentido, se han desarrollado
dospruebas piloto: una con jóvenes y adolescentes en tratamiento bajo la modalidad de internación en la
Fundación Viaje de Vuelta, sede San Francisco de Asís6, y otra con jóvenes y adolescentes en tratamiento bajo
la modalidad ambulatoria en elCe.Va.Re.So.7. Esas instancias resultaron muy útiles para definir el instrumento.
Una vez completadaslas pruebas piloto y establecido el acuerdo con FONGA, el equipo de investigación
tomó contacto con cada una de las instituciones para informar de la tarea que se quería realizar, dar a conocer
el instrumento y solicitar el acuerdo y colaboración de la institución. De manera casi unánime se contó con
una respuesta afirmativa para autorizar la encuesta.
En el primer semestre de 2013 se llevó a cabo el trabajo de campo en el que los integrantes del equipo de
investigación concurrieron acerca de 50 centros de atención para la realización de las encuestas.
Accedieron voluntariamente a realizar en forma anónima la encuestaautoadministradaun total de 1140
personas, que se encontraban presentes en las instituciones y prestaronsu consentimiento informado para la
participación en la misma.Del total de personas relevadas en las instituciones y a partir de los datos que
surgen de las entrevistas con sus referentes, se obtiene que se ha encuestado el 67% del total de la población
atendida en esos centros.
La modalidad de tratamiento de los encuestados se organizó en tres categorías:
 Internación: tratamientos que requieren alojar al paciente en la institución.
 Centro de Día / Medio Día: tratamientos con asistencia diaria de 4-8 horas.
 Ambulatorio: tratamiento en los cuales el paciente asiste en días y horarios predeterminados.
La mayoría de la población encuestada, un 76%, llevaba a cabo un tratamiento en la modalidad de
internación. Esto se debe a que parte de la población que realiza tratamiento bajo la modalidad ambulatoria
no se encontraba presente en la institución al momento de la toma de las encuestas.
Elementos teóricos para el análisis de resultados de las encuestas
Para la lectura y análisis de los gráficos resulta conveniente tener presente una breve síntesis de los
conceptos nodales desarrollados a lo largo de las etapas previas de la investigación.
6
Fundación Viaje de Vuelta, sede San Francisco de Asís, Comunidad Terapéutica de Rehabilitación de drogadictos y alcohólicos, a
puertas abiertas. Esta Sede funciona hace 28 años en Barrio Otamendi, Campana, Provincia de Buenos Aires.
7Ce.Va.Re.So. es el efector municipal dependiente de la Secretaria de Salud del Municipio de Florencio Varela destinado a dar
respuesta a la problemática de las adicciones en el distrito.
5
A) Vulnerabilidad social en poblaciones juveniles
El objeto del presente estudio toma como punto de partida las condiciones de vulnerabilidad social juvenil
y su incidencia sobre algunas prácticas de riesgo. De ahí que sea importante esclarecer el contenido que este
concepto tiene en la investigación:
Un abordaje integral de la vulnerabilidad no se restringe a la consideración dela pobreza sino también
a las diversas modalidades de desventaja social (…)Vulnerabilidad social como el resultado negativo
de la relación entre la disponibilidadde los recursos materiales o simbólicos de los actores, sean ellos
individuoso grupos, y el acceso a la estructura de oportunidades sociales, económicas,culturales que
provienen del Estado, del mercado y de la sociedad8.
En tal sentido, vulnerabilidad social no alude sólo a carencias materiales, sinoa unproceso o situación de
desventaja social cuando existe una brecha entre los bienessociales disponibles y las posibilidades de acceso a
los mismos por parte degrupos o personas. Se entiende vulnerabilidad social y exclusión – desafiliación en
tanto proceso, acorde a la perspectiva teórica desarrollada por Castel9.
La integración social de adolescentes y jóvenes se ve seriamente obstaculizadacuando las condiciones
socioeconómicas imperantes, en lugar de favorecer mecanismos para el desarrollo de la personalidad, del
sentido de pertenencia y de la inclusión, propician la vulnerabilidad social, la fragmentación, laexclusión, la
estigmatización y la pérdida de horizontes de futuro.En el marco de grandes transformaciones a nivel mundial
y latinoamericano, lagran crisis económica de la Argentina durante los años 2000-2002 y sus consecuenciashan
incidido sobre miles de hogares y en los procesos de formación de muchos jóvenes.Si bien en la última década
han mejorado algunos índices y se han implementadodistintas políticas sociales, todavía una porción
considerable de adolescentes y jóvenes se encuentran con grandes dificultades para participar del sistema
educativo, insertarse laboralmente y ejercer una ciudadanía plena.
B) Consumo problemático de sustancias psicoactivas10
8Abramovay,
Miriam; García Castro, Mary; de Castro Pinheiro, Leonardo; de Souza Lima, Fabiano; da Costa Martinelli, Claudia
(2002): Juventud, violencia y vulnerabilidad social en América Latina: desafíos para políticas públicas, Brasilia, Ediciones UNESCO
Brasil, pp. 29-30.
9
Castel, Robert (1997): Las metamorfosis de la cuestión social. Una crónica del salariado, Buenos Aires, Paidós.
10
Si bien se considera que ningún uso de sustancia psicoactiva sea absolutamente inocuo y que un único episodio de consumo puede
ser fatal, peligroso o dañino, consumo problemático engloba el abuso y dependencia a sustancias psicoactivas.
6
Si bien el consumo y el abuso de sustancias psicoactivas constituye un fenómeno de enorme
heterogeneidad según las condiciones sociales, los horizontes culturales, las subjetividades y las propias
sustancias, esta problemática presenta características propias y novedosas en relación con la vulnerabilidad
social. En este estudio las prácticas de consumo problemático de sustancias por parte de adolescentes y
jóvenes se abordan en relación con los procesos de vulnerabilización social, en tanto resultantesde una
interacción entre el entramado social, cultural y económico en que se encuentran los sujetos y sus condiciones
individuales, sus propias subjetividades ylas condiciones de fragilidad individual, familiar y social11.
El discurso de los especialistas entrevistados en la Etapa IIsostiene que el incremento del
consumoproblemático de sustancias psicoactivas en los últimos tiempos se encuentra favorecido por las
transformaciones en el universo de valores, la crisisde la institución familiar tradicional y la carencia de un
reemplazo apto para esa función, el individualismo, la pérdida de concienciade otredad, un modelo de
convivencia que incluye la violencia como forma decomunicación y el ingreso abrupto y desmedido a la
sociedad de consumo en unaépoca en que la brecha entre ricos y pobres se ha acrecentado.
En esta línea,Castel y Coppel consideran a “la toxicomanía como fractura” interpretando que el
problemadel uso de drogas no es un problema en sí mismo, puesto que no se presentacomo “problema” sin
que antes se hayan quebrado las formas espontáneasde resolución, ligadas principalmente a las redes de
sociabilidad primaria. En estesentido, y desde una contextualización histórica y antropológica, conciben que
esta cuestión no siempre se ha desarrollado de manera semejante: sólo desde hace pocotiempo se observa lo
que denominan como “usos salvajes de las drogas”12.
En adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad social o exclusión muchas de las prácticas
asociadas a este consumo de sustancias psicoactivas seencuentran enmarcadas en conductas de alto riesgo,
con un alto deterioro de la salud y con bajísimas expectativas de futuro.
C) Involucramiento de jóvenes socialmente vulnerables en prácticas delictivas
Esta compleja problemática es interpretada a partir del análisis del deterioro en los procesos de
socialización de adolescentes y jóvenes. El impacto de las transformaciones sociales, económicas, espaciales y
culturales no sólo impide la integración de las nuevas generaciones sino que favorece el desarrollo de
identidades, sistemas de valores, universos simbólicos, formas de acceso a bienes de consumo y estrategiasde
11
Ahumada, Graciela (coord.) (2011): “La situación epidemiológica en Argentina 2011. Un abordaje integral para su comprensión y
seguimiento”, Observatorio Argentino de Drogas, SEDRONAR.
12Castel, Robert y Coppel, Anne (1994): “Los controles de la tóxicomanía”, en Ehrenberg, Alain (comp.), Individuos bajo influencia,
Buenos Aires, Nueva Visión, pp. 221-238.
7
supervivencia diferentes de las formas tradicionales, algunas reñidas con las socialmente legítimas.Daniel
Míguez sostiene que se produce una socialización alternativa por parte de muchos adolescentes y jóvenes de
sectores vulnerables, para quienes las vías tradicionales de integración se encuentran vedadas. Este proceso
articula los niveles de provisión, capital relacional y universo de valores y creencias dadores de identidad,
sentido y proyección:
Para los hijos de marginados y desempleados –o de aquellos que sólo accedena empleos de baja
remuneración- la calle, el grupo de pares o el tiempo libresin ocupación específica se vuelven espacios
de referencia. Imposibilitados yade incorporar los valores tradicionales (porque han perdido sus
sentidos y susreferencias) muchos jóvenes empiezan a generar nuevos sistemas de creencias,vida y
cultura. Dado ese estado de cosas –ante la falta de proyectos a largoplazo- la violencia empieza a ser
vista como expresión del coraje y la destrezafísica. Y se vive en una especie de inmediatismo,
entendido como la necesidaddel disfrute repentino e ilimitado en tiempo y espacio.La criminalidad se
agrega a estas actividades, en parte como acción esporádicay aventurera, pero también como fuente
de ingreso alternativa y como canalexpresivo del resentimiento 13.
Quienes han estudiado la incidencia de la pobreza y el desempleo sobre el delito han concluido que existe
una relación entre estos términos, si bien la misma no es mecánica. Los estudios afirman que ni el desempleo
ni la pobreza son causas directas del delito pero sí coadyuvan a generar inequidad y exclusión social, las cuales
se consideran factores de alta incidencia al momento de buscar las causas del delito. Se puede establecer
relación entre el incremento de las tasas de delito y las variables que señalan un incremento en los índices de
inequidad y exclusión social14.
D) Jóvenes en condiciones de vulnerabilidad social, consumo problemático de sustancias
psicoactivas y prácticas delictivas
Se observa que los factores sociales, económicos y culturales, analizados por los diferentes autores
expuestos en la Etapa I de la investigación, al interpretar la problemática del incremento y de las nuevas
modalidades de consumo problemático de sustancias psicoactivas por parte de adolescentes y jóvenes en
condiciones de vulnerabilidad social, son análogas a las expuestas en relación con la cuestión del creciente
involucramiento de jóvenes en condiciones de vulnerabilidad social en prácticas de delito callejero.
13
Míguez, Daniel (2010): Los pibes chorros. Estigma y marginación, Buenos Aires,Capital Intelectual, pp. 55-56.
Puede accederse al análisis de muchos trabajos de diversos autores y a una interpretación de la problemática en Innamoratto,
María Gabriela; Canavessi, Juan José y Hoffmann, Ximena (2012): “Descripción y análisis del involucramiento de jóvenes en
condiciones de vulnerabilidad social en prácticas de delito callejero”, en VV.AA: Inseguridad social, jóvenes vulnerables y delito
urbano, Buenos Aires, Espacio Editorial.
14
8
A partir de las investigaciones que se han desarrollado en las últimas décadas acerca de estas cuestiones,
se han establecido criterios para designar distintos tipos de vínculos entre consumo de sustancias psicoactivas
y prácticas delictivas. El enfoque “toxicológico” considera que la intoxicación induce a la comisión de delitos.
En segundo lugar, el enfoque “económico-compulsivo” refiere a delitos que se cometen para conseguir
recursos para obtener drogas. El enfoque “sistémico” corresponde a los delitos cometidos por estar los
autores involucrados en el mercado de las drogas. Hay un cuarto enfoque llamado de “definición legal” que
incluye a los delitos vinculados a la posesión de sustancias, la conducción de automóviles bajo el efecto de
alcohol u otras sustancias psicoactivas y los delitos relacionados con narcotráfico15.
El análisis de los principales estudios teóricos e investigaciones con base empírica realizados por el
Observatorio Argentino de Drogas,realizado en la Etapa I, muestra un amplio consenso en considerar que
existe relación / asociación entre prácticas delictivas y consumo problemático de sustancias psicoactivas,
particularmente cuando se presentan condiciones de vulnerabilidad social.Investigaciones cualitativas
sostienen que la relación entre el consumo de sustancias psicoactivas y la comisión de delitos se puede
interpretar a partir de considerar a ambos como elementos comunes de una misma experiencia grupal-juvenil
que los contiene y les da forma.Se puede constatar la existencia de condicionantes semejantes en el inicio
tanto del uso de sustancias psicoactivas como en el inicio de prácticas delictivas, lo cual induce a pensar que
ambos fenómenos se originan en circunstancias y condiciones análogas, antes queresponsabilizar a un
fenómeno como causante del otro.
Al análisis bibliográfico y de estudios empíricos, se suma el aporte del discurso de los expertos
entrevistados en la Etapa II. Como resultado de esas entrevistas, se puede afirmar que la gran mayoría de los
jóvenes en condiciones de vulnerabilidad social que se encontraban realizando tratamiento por consumo
problemático de sustancias psicoactivas en relación con los entrevistados, se habían involucrado en prácticas
de delito callejero. Los expertos se refieren a una fuerte asociación entre ambas prácticas en jóvenes en
situación de vulnerabilidad social. Esa condición, si bien no es excluyente, es considerada por ellos como
relevante.
Se ha visto en los dichos de los expertos que ni las adicciones a las drogas en jóvenes se desarrollan de la
misma forma y por los mismos motivos a lo largo del tiempo, ni los delitos cometidos por los jóvenes que
llegaron a tratamiento son idénticos en las últimas décadas. De manera que, si bien se reconoce que ambas
15
Las tresprimerastipologíasprovienen de Goldstein, Paul (1985): “The drugs/violence nexus: a tripartite conceptual framework”,
Journal of Drug Issues, vol.15 (4), pp. 493-506 y Goldstein, Paul (1995): “The Drugs/Violence Nexus: A Tripartite Conceptual
Framework”, en J.A. Inciardi& K. McElrath (eds.), The American Drug Scene: An Anthology, Los Angeles, Roxbury Publishing Co. En
febrero de 2007 la CICAD/OEA organizó en San Salvador una reunión de expertos con la participación de Argentina, Chile, Costa
Rica, Colombia y Canadá. Allí coincidieron en incorporar a la taxonomía propuesta por Goldstein un cuarto vínculo, el de tipo
“legal”, que tiene en cuenta aquellos delitos que implican por definición una infracción de la ley de drogas de cada país.
9
prácticas suelen encontrarse juntas actualmente en muchos adolescentes y jóvenes en condiciones de
vulnerabilidad social en tratamiento por adicciones, no se trata de una asociación directa, necesaria, causal o
mecánica sino de una relación que se establece a partir de una serie de factores que configuran una situación
propicia para que se desarrollen ambas prácticas.
Cabe destacar que el discurso de los expertos en la Etapa II es encuadrable en las tipologías enunciadas,
pero no se circunscribe a ellas ya que se ha aludido a la asociación entre el delito callejero y el consumo
problemático de sustancias psicoactivas por parte de jóvenes en procesos de vulnerabilidad social en tanto
integrantes de un conjunto de prácticas identitarias y dadoras de pertenencia grupal, algo no contemplado en
las taxonomías referidas. Ambas prácticas se enraízan en una situación general que las favorece: delinquen y
realizan un consumo problemático de sustancias psicoactivas porque se desarrollan en condiciones
socialmente vulnerables, no encuentran sentido a sus vidas, no tienen expectativas de futuro, carecen de
suficiente sustento afectivo, familiar e institucional y porque la situación de exclusión no ha favorecido una
socialización exitosa. Son además adolescentes y jóvenes que, padeciendo inequidad, se sienten presionados a
“tener” para poder “ser”, paradójicamente invitados a integrarse a una sociedad consumista que les cierra sus
puertas.
Es a partir de allí donde pueden encontrarse las claves para diseñar e implementar políticas públicas en la
materia.
10
II.- PRESENTACIÓN DE DATOS DE LA ENCUESTA
Caracterización socio demográfica de la población en estudio
A) Sexo y Edad
Distribución de la muestra en función del sexo y la edad
Frecuencia
% Menor
Frecuencia
% Mayor 18
SEXO
Menor de 18
18 años
Mayor 18
años
años
años
total
186
varones
Mujeres
153
33
16%
13%
3%
943
828
114
84%
74%
10%
La proporción varones/mujeres fue de 7 a 1, dato que podría corresponderse con el mayoritario número
de varones que se presentan a solicitar atención por consumo problemático de sustancias psicoactivas y a la
dificultad que conlleva la asistencia a mujeres con hijos bajo la modalidad de internación. En cuanto a la
distribución de edades podemos observar que el 16% fueron jóvenes menores de 18 años y el 84% fueron
mayores de edad, manteniéndose la proporción varones y mujeres antes mencionada.
Edad
250
200
150
100
50
0
11
El rango de edades osciló entre 13 y 76 años. En el gráfico se establece una subdivisión por agrupación de
3 años. Este tipo de diferenciación obedece al interés por crear categorías que permitan reflejar
adecuadamente la tendencia de edades. Al respecto, el grupo que mayor representatividad tuvo fue el de 1618 años, siendo 17 la edad que aparece más frecuentemente en toda la muestra (MODA: 17).
B) Nivel de educación
Escolaridad
terciario completo
6%
s/instrucción
0%
Primaria incompleta
10%
terciario incompleta
12%
primaria completa
7%
secundaria
completa
13%
secundaria
incompleta
52%
¿Dejaste la escuela alguna vez?
NO
27%
A jóvenes que dejaron la
escuela: ¿cursas actualmente?
N: 825
N/C
1%
N/C
2%
SI
30%
NO
68%
SI
72%
La mayoría de los encuestados no alcanzó el nivel de educación formal obligatoria (69%). Es esperable que
los menores de 18 años no tengan sus estudios completos. No obstante ello, surge de la muestra que éstos
12
representan solamente el 16% de los encuestados, por lo que se estima que la diferencia observada entre la
población que se esperaría hubiera terminado su ciclo secundario y la que efectivamente lo hizo, se debe al
abandono escolar.
Este dato resulta significativo, en especial si lo comparamos con el 72% de las personas que dijeron haber
abandonado alguna vez la escuela.
¿A qué edad dejaste la escuela?
N: 825
160
140
120
100
80
60
40
20
0
8
9
10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 más
de
27
¿Hasta qué grado/año cursaste?
N: 825
200
150
100
50
0
1G
2G
3G
4G
5G
6G
7G
1A
2A
3A
4A
5A
n/c
En cuanto a la edad de abandono, surge que el 59% lo hizo entre los 14 y 17 años, siendo la edad de
mayor frecuencia los 16 años. En cuanto al nivel escolar en el que se produjo el abandono, casi 6 de cada 10
personas lo hicieron entre 7° grado y 2° año.
Debe destacarse que el 30% de este grupo que abandonó la escuela está cursando actualmente. Esto
permitiría pensar que, a partir de iniciar un tratamiento, muchos han retornado a la educación formal.
13
¿Por qué dejaste la escuela?
N: 825
Consumo de sustancia y tratamiento
299
224
Falta de interés/quede libre
165
Trabajo/problemas económicos
89
Problemas familiares y personales/falta de límites
Junta/calle
62
N/C
60
50
Repeti/me echaron
32
Delitos
Problemas de salud/psiq/psic
11
Varios
10
Embarazo/formar pareja
9
Entre los motivos más frecuentes del abandono escolar que expresaron los participantes, se destacan el
consumo de sustancias psicoactivas, la falta de interés, haber quedado libre por diversos motivos, cuestiones
de tipo económico o haber conseguido trabajo.
C) Situación laboral
Situación laboral previa al tratamiento
Trabajo en blanco
y en negro
2%
no trabajan
26%
Trabajo en negro
43%
Trabajo en blanco
29%
14
En cuanto a la ocupación laboral, una importante mayoría refirió tener trabajo (74%). En el cuadro que se
detalla a continuación pueden observarse las variables laborales expresadas. Para ello se estableció una
división entre trabajo en blanco y trabajo en negro. Este último incluyó el trabajo sin aportes ni obra social,
como así también el trabajo en changas. En este sentido, los guarismos arrojaron los siguientes porcentajes: el
29% refirió tener trabajo en blanco, el 43% trabajo en negro y un 2% ambos tipos de trabajo. En tanto el 26%
manifestó que no trabajaba.
Asimismo, del grupo heterogéneo de encuestados, que provenían de distintos estratos sociales, el 59%
refirió tener obra social. Este número puede tener un sesgo, ya que esta población está en un tratamiento y,
por las particularidades del caso, éstos suelen tener cobertura de obras sociales, en tanto que una minoría lo
cubren becas o particulares.
La encuesta incluyó una pregunta muy específica referida a la relación entre el consumo problemático de
sustancias psicoactivas y la vida laboral. Al respecto, se indagó si habían perdido algún trabajo a causa del
consumo: más de la mitad de la población afirmó haber perdido al menos uno.
¿Perdiste algún trabajo por consumo de drogas?
N/C
4%
NO
41%
SI
55%
Asimismo, se propuso una pregunta amplia respecto del uso del tiempo libre.
15
¿En qué empleabas tu tiempo antes de empezar este tratamiento?
trabajo/changas
Droga/consumo
Calle/Esquina/Junta
Familia/hijo/casa
Robo/delito/tráfico
Deporte
Nada
Estudio
tratamiento/internaciones
Alcohol
N/C
Detenido
Varios
528
515
225
125
109
106
92
70
48
43
36
18
17
0
100
200
300
400
500
600
El total de los encuestados expresó mayoritariamente que el trabajo y el consumo de sustancias
psicoactivas eran las actividades a las que más se abocaban. El estar en la calle y juntarse con amigos o
conocidos en la esquina siguieron en importancia. Un 11% mencionó dedicar su tiempo a la familia y casi el
mismo número expresó dedicarlo al delito y otro tanto al deporte.
¿En qué empleabas tu tiempo antes de empezar este tratamiento?
Edad: hasta 25 años
N: 576
Droga/Consumo
Trab./Changa/buscaba trabajo
Calle/Esquina/Junta/Compañeros de consumo/joda
Rob/Del/Trafico
Nada/ocio
Estudio/leer/cursos
Deporte/arte/cultura
Ttos/Internado/instituto/hogar/parador
N/C
Familia/Hijos/esposa/o/novia/o/pareja
Casa
Detenido
Alcohol
Varios
En conseguir plata
298
188
168
90
65
54
49
25
24
20
17
13
9
4
0
16
Ahora bien, si se toman sólo las respuesta que ofrece la franja etaria hasta 25 años, que constituye la
mitad de la muestra, se puede observar que las actividades ligadas al consumo de drogas ocupan claramente
el primer lugar y las actividades laborales se emparejan con el estar en la calle y juntarse con amigos o
conocidos en la esquina. Por otra parte, si se compara el ítem “robo/delito/tráfico”, puede observarse que el
82,5% de los encuestados que respondieron esa opción, tienen hasta 25 años de edad. Asimismo, el indicador
correspondiente al ítem “Familia…” desciende considerablemente al 16% de quienes respondieron esa opción
en la muestra total.
Entorno familiar
D) Situación familiar actual
Estado Civil
Viudo
1%
Separado
11%
En pareja
10%
N/C
1%
Casado
7%
Soltero
70%
¿Cuántos hijos?
¿Tenés hijos?
N/C
2%
4 o más
hijos
8%
SI
39%
N: 446
N/C
8%
3 hijos
12%
2 hijos
26%
NO
59%
17
1 hijo
46%
El 70% de los encuestados refiere ser soltero y sólo el 30% tener o haber tenido algún tipo de vínculo de
pareja (en tal situación se incluyen personas casadas, en pareja, separados y viudos). Sin embargo, casi el 40%
manifiesta tener hijos propios. De ellos, cerca de la mitad refirió tener sólo un hijo.
¿Con quién vivías antes de iniciar este tratamiento?
Flia origen biparental
Flia propia (pareja o ex-pareja)
Solo
Flia origen monoparental (con hnos y/o abuelo/a)
Solamente mamá
Flia origen ensamblada
Situación de calle
Abuelo/a
N/C
Familiares varios (sobrinos, tíos, primos)
Hermanas/os
Solamente hijos
Solamente papá
Amigo / compañero
242
180
171
143
129
76
44
40
40
37
33
32
28
25
0
50
100
150
200
250
300
En relación a sus hogares, el 38% vive con la familia de origen (20% biparental, 12% monoparental y 6%
ensamblada), en tanto que el 15% vive con una familia que construyó, a esto llamamos familia propia. De
ellos, el 3% vive sólo con sus hijos. Un 9% de los encuestados vive con otros familiares, entre los que incluimos
hermanos, abuelos, tíos, etc. Un 14% refirió vivir solo, en tanto que un 3% dijo vivir en la calle.
E) Infancia y crianza
Algunas preguntas aludieron al contexto familiar de la infancia y cuestiones de crianza.
18
¿Con quién te criaste?
800
600
400
200
0
mamá y
papá
sólo mamá
sólo papá otros fliares institución
otros
El siguiente cuadro permite visualizar que la mayoría (63%) de los encuestados fueron criados en un hogar
constituido por ambos padres, es decir, familia biparental, en tanto que el 31% fue criado en un hogar
monoparental. También se realizaron preguntas respecto a formas de vinculación familiar. Al respecto, el 68%
mencionó que existían situaciones de violencia, la mitad refirió violencia verbal y física y la otra mitad sólo
verbal.
¿Recibiste castigos físicos
en la infancia? (golpes,
zamarreos, cachetadas, patadas)
¿Había muchas situaciones de
peleas en tu casa?
N/C
1%
Sin
violencia
32%
NO
38%
SI
61%
Con
violencia
verbal o
física
68%
En cuanto a formas de crianza resulta de interés que el 61% de los encuestados mencionó haber sido
castigado en su infancia con castigos tales como golpes, zamarreos, cachetadas y patadas.
19
De los que dijeron haber recibido castigos
¿Alguna vez quedaste lastimado?
N/C
2%
NO
36%
SI
62%
¿Quiénes ejercieron castigo físico en tu infancia?
N/C otros
4% tíos
2%
4%
padre
37%
padrastro
madrastra
5%
abuela/o
5%
hermanos
8%
madre
35%
Respecto a quienes ejercían estos malos tratos, el 72% de quienes manifestaron haber recibido castigos
en la infancia refirió que los recibió del padre o la madre y un 8% de los hermanos. Los padrastros
representaron sólo un 5%, al igual que los abuelos y un porcentaje similar los tíos. Preguntados acerca de si a
causa de estos castigos habían quedado lastimados alguna vez, el 62% respondió de forma afirmativa.
F) Sustancias psicoactivas y contexto familiar
Se consultó sobre la existencia de consumo problemático de alcohol en el entorno familiar.
20
¿Había personas que tenían
problemas con el consumo
de alcohol en tu casa?
n/c
3%
Personas que tenían problemas con el
alcohol en tu casa ¿quiénes?
N: 526
padre
si
46%
no
51%
312
madre
98
hermanos/as
110
tíos/as
61
abuelo/a
67
otros familiares
32
pareja madre
26
N/C
3
novio esposo pareja
2
hijo/a
1
Al respecto, 46% de los encuestados mencionaron que en su casa había al menos 1 persona que tenía
problemas con el consumo de alcohol, siendo el padre el principal actor, triplicando el número de madres
(proporción 3,2:1) o de hermanos (2,8:1) que consumen alcohol.
¿Había personas que
consumian
drogas en tu casa?
Total de los encuestados
n/c
3%
no
62%
Personas que consumían drogas en tu
casa ¿Quiénes?
N: 404
hermanos/as
si
35%
241
padre
95
madre
46
tíos/as
47
pareja madre
24
primos
23
otros familiares
21
abuelo
3
N/C
2
hijo/a
2
novio esposo pareja
1
21
En relación al consumo de drogas, el 35% refirió tener al menos un familiar con esta condición. Sin
embargo, la proporción se invierte siendo los hermanos los actores principales, con una proporción de 2,6:1
en relación al padre y 5,2:1 en relación a la madre, y similar guarismo para los tíos convivientes.
¿Había personas que consumían
drogas en tu casa?
Edad: hasta 25 años
N: 576
n/c
3%
si
50%
no
47%
Se observa que al tomar sólo la franja etaria de hasta 25 años, el porcentaje de encuestados que responde
tener al menos un familiar conviviente que presenta consumo de drogas se eleva al 50%.
¿Tenés otros familiares
que no vivían con vos y
consumían drogas?
n/c
22%
si
42%
Familiares que no convivian con vos y
consumían drogas ¿Quiénes?
N: 484
primos
276
tíos/as
211
hermanos/as
70
padre
no
36%
32
cuñados
17
otros familiares
15
abuelo/a
9
madre
7
sobrinos
6
muchos/todos
3
N/C
2
novia esposa pareja
1
22
Considerando la familia extensa, es decir, parientes no convivientes, el consumo de drogas por parte de
familiares aumenta a un 42%, siendo en este caso los primos y los tíos los principales representantes.
Consumo de sustancias psicoactivas y tratamiento
G) Consumo problemático de drogas y alcohol
¿Tuviste problemas con el consumo de
alcohol?
N/C
1%
NO
31%
SI
68%
Respecto del propio consumo, casi 7 de cada 10 contestaron que tuvieron problemas con el consumo de
alcohol. Esto es importante si se tiene en cuenta que el alcohol y el tabaco son consideradas las dos sustancias
psicoactivas legales de mayor consumo. Por otra parte, el alcohol es la sustancia “socializadora” por
excelencia. Asimismo, según la teoría de la transición, es muy difícil que alguien llegue a abusar de alguna
droga ilegal si antes no tuvo episodios de abuso de alcohol. Por ello, es importante destacar que, al momento
de pensar y planificar políticas preventivas, no se puede dejar de incluir el consumo de las sustancias legales.
23
¿A qué edad empezaste a consumir alcohol?
N: 969
180
160
140
120
100
80
60
40
20
4
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
mas
0
En el siguiente cuadro vemos que la edad de inicio se sitúa mayormente entre los 12 y 15 años,
concentrándose allí un elevado porcentaje: 62%. En este rango de edades se observa una curva ascendente
entre los 12 y 14 años.
¿A qué edad empezaste a consumir drogas?
N: 1078
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
mas
200
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
En cuanto al inicio del consumo de drogas el comportamiento de la curva es muy similar, concentrándose
entre los 12 y 15 años el 55%. La edad de 14 años se repite como la edad de mayor incidencia tanto para el
inicio de consumo de alcohol como de drogas.
24
Se consultó a los encuestados respecto de su interpretación de los motivos principales que ellos
consideran que incidieron en su inicio en el consumo de drogas. El estudio de las “causas” (factores de riesgo)
en relación al consumo de drogas resulta de especial interés de cara a planificar y desarrollar políticas de
prevención en la materia. Su identificación y análisis son fundamentales, tanto para determinar los objetivos
operativos, como también las poblaciones, los grupos o los individuos que se encuentran en situaciones de
alto riesgo y precisan intervenciones específicas. La ausencia de las referencias de los factores predisponentes
y facilitadores no permitiría establecer cuáles son las necesidades y, por tanto, difícilmente se podrían conocer
los aspectos sobre los cuales intervenir.
¿Por qué creés que empezaste a consumir drogas?
N: 1078
Varios
1%
Por Abuso sexual
1%
Pertenencia / Identidad
21%
N/S - N/C
8%
Diversión/Placer
7%
Pérdidas/Vacío/Evasión
12%
Problemática
familiar/falta de limites
o contención
21%
Problemas
Personales/baja
estima/timidez/
Inseguridad/Angustia/
frustracion
13%
Curiosidad/
Experimentar/
Porque quise
16%
Entre los motivos más frecuentes se destacan los problemas familiares y los personales, que agrupados
suman el 46%, seguidos por las cuestiones relativas al sentido de pertenencia grupal e identidad con un 21% y
la curiosidad con un 16%.
25
¿Qué drogas consumiste?
COCAINA
MARIHUANA
ALCOHOL
PSICOFARMACOS
PASTA BASE/PACO/CRACK
LSD
PEGAMENTO/TOLUENO
SOLVENTES/INHALANTES
EXTASIS/MDMA/GHB/CRISTAL
KETAMINA
OTROS ALUCINOGENOS (HONGOS/PLANTAS)
OPIACEOS
OTRAS
N/C
975
911
821
507
414
363
242
199
184
100
69
41
3
4
A partir del análisis de los datos acerca del tipo de sustancia consumida, podemos constatar el desarrollo
del policonsumo como modalidad prevalente. La cantidad de personas que presentan esta modalidad
asciende a 1000, mientras que sólo 78 han referido monoconsumo de drogas y 62monoconsumo de alcohol.
La droga de mayor consumo entre las personas en tratamiento es la cocaína (85,5%), seguida por la
marihuana (80%). El alcohol aparece en tercer lugar con un 72%, en tanto que las pastillas/psicofármacos
ocupan el cuarto lugar con un 44%. El 36% consumió pasta base, el 32% LSD, el 21% pegamentos/tolueno,el
17, 5 solventes/inhalantes y el 16% éxtasis, mientras que el resto se ubican por debajo del 10%.
26
¿Qué droga estabas consumiendo antes de iniciar
este tratamiento?
COCAINA
674
MARIHUANA
529
ALCOHOL
338
PASTA BASE/PACO/CRACK
304
PSICOFARMACOS
231
LSD
82
PEGAMENT/TOLUENO
46
EXTASIS/MDMA/GHB/CRISTAL
37
SOLVENTES/INHALANTES
25
KETAMINA
16
OPIACEOS
16
OTROS ALUCINOGENOS (HONGOS/PLANTAS
14
N/C
5
Al momento de iniciar el tratamiento, se destaca que 479 personas expresaron realizar consumo de una
única sustancia.Se trata de una cantidad mayor que la del cuadro anterior.Si bien sigue manifestándose una
mayoría de policonsumidores, se observa que al llegar a la instancia del tratamiento hay un crecimiento de
respuestas encuadrables como monoconsumo.
En cuanto a la prevalencia de sustancias se mantiene el mismo orden del cuadro anterior: primer
lugarcocaína, seguida por marihuana y alcohol.
H) Tratamientos
Se indagó acerca de la edad de inició en el tratamiento actual, la existencia de tratamientos previos y si
han recibido medicación psiquiátrica en los mismos.
27
¿Qué edad tenías al inicio de este tratamiento?
120
100
80
60
40
20
12
14
16
18
20
22
24
26
28
30
32
34
36
38
40
42
44
46
48
50
52
54
56
58
60
62
64
0
La franja etaria de mayor prevalencia en el inicio de tratamiento se ubica entre 15 y los 20 años y la edad
en los 17 años.
¿Hiciste anteriormente otros tratamientos por
consumo de drogas y/o alcohol?
N/C
1%
NO
48%
SI
51%
Cabe destacar que más de la mitad de las personas participantes manifestaron haber realizado
tratamientos previos por consumo de alcohol o drogas.
28
¿Cuántos tratamientos hiciste antes de éste?
N: 540
6 tratamientos
2%
7 tratamientos
2%
8 o más
2%
5 tratamientos
5%
4 tratamientos
7%
1 tratamiento
46%
3 tratamientos
13%
2 tratamientos
23%
Entre quienes refieren haber realizado otros tratamientos previos por consumo problemático de alcohol o
drogas, el 46% realizó un sólo tratamiento y el 54% múltiples tratamientos.
Se indagó también acerca de tratamientos psiquiátricos o psicológicos previos y no relacionados al
consumo problemático de sustancias psicoactivas. Al respecto, el 63% dijo haber realizado al menos uno.
¿Te dieron medicación en esos
tratamientos?
Antes de tu actual tratamiento
N/C ¿Hiciste tratamientos pisquiátricos
2%
y/o psicológicos?
N: 716
NO
35%
NO
23%
SI
63%
N/C
3%
SI
74%
29
¿Actualmente, recibís medicación
psiquiátrica?
N/C
7%
SI
50%
NO
43%
De este grupo, el 74% mencionó haber recibido medicación en aquellos tratamientos y un 50% recibirla en
la actualidad. Resultan altamente significativos estos datos, considerando la alta prevalencia entre consumo
de sustancias psicoactivas y comorbilidades con enfermedades mentales o conflictos psíquicos.
Involucramiento en prácticas delictivas
I) Consumo de drogas y prácticas delictivas
Se realizó un grupo de preguntas que abordaron temas relacionados con prácticas delictivas. El bloque se
inició con una pregunta abierta que apuntaba a saber cómo los entrevistados conseguían dinero para el
consumo de sustancias psicoactivas. Por ser de tipo abierta, la pregunta admite más de una respuesta.
30
¿Cómo conseguias el dinero para consumir drogas?
700
600
500
400
300
200
100
0
En el total de la muestra, el trabajo fue el recurso más referenciado para comprar drogas, en un segundo
término el robo. Ahora bien, si se suma el robo y el robo a familiares, se supera a la variable trabajo. La venta
de drogas constituye una pequeña proporción de respuestas.
Si se analiza la franja etaria de hasta 25 años, se observa un cambio significativo: el robo es la forma más
mencionada de obtener dinero para consumir drogas y agrupando las respuestas “Robaba” y “Robo a familia”
la cantidad supera en un 90% a la opción referida a trabajo.
¿Cómo conseguías el dinero para consumir drogas?
Edad: hasta 25 años
N: 576
339
236
92
88
33
31
31
28
27
23
Se realizó una pregunta para sondear sus opiniones acerca de una posible asociación entre consumo de
drogas y prácticas delictivas.
¿Crees que consumir drogas te
acerca al delito?
N/C
2%
NO
20%
SI
78%
Al respecto una importante mayoría, el 78%, respondió que creía que consumir drogas los acerca al delito.
Para poder establecer los criterios por los cuales se contestó afirmativa o negativamente, la siguiente
pregunta les solicitó una justificación: “¿por qué?”
¿Por qué creés que consumir drogas
te acerca al delito?
N: 883
500
400
300
200
100
0
32
Entre las razones que brindaron quienes respondieron “sí”, surge que el principal motivo aludido para
relacionar prácticas delictivas y consumo de drogas es la realización de acciones ilegales cuya finalidad es la
obtención de recursos para conseguir drogas. En segundo lugar, se alude a las prácticas delictivas realizadas
bajo efectos del consumo de sustancias psicoactivas.
¿Por qué creés que consumir drogas
NO te acerca al delito?
N: 232
100
80
60
40
20
0
El 20% respondió que el consumo de drogas no lo acerca a las prácticas delictivas. La mayor parte no
contestó por qué. Quienes respondieron ofreciendo una justificación, argumentaron que depende de cada
uno, que existen otros medios para conseguir las sustancias, que delinquir no está bien o que se trata de
cuestiones diferentes.
¿Cometiste algún delito fuera de tu casa?
N/C
2%
NO
37%
SI
61%
33
El 68% de los encuestados menciona haber realizado algún robo o hurto dentro de su ámbito familiar para
consumir drogas y preguntados acerca de si habían cometido algún delito fuera de su casa, el 61% refirió
haber cometido algún delito fuera de su casa.
A este 61% se le realizaron varias preguntas con el objetivo de caracterizar esta práctica de riesgo,
comenzando por cuál había sido el delito cometido y a qué edad.
¿Qué edad tenías cuando cometiste tu primer delito fuera de tu casa?
N: 699
120
100
80
60
40
20
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
MAS 40
0
Respecto de la edad, el 76%, dijo haber cometido su primer delito entre los 13 y los 15 años.
34
Primer delito ¿cuál fue?
N: 699
Lesiones
1%
Estafa,
falsificación
1%
Tentativa
homicidio/
homicidio
2%
Hurto
4% Secuestro
0%
NC
5%
Varios
2%
Ley 23737
comercializacion
3%
Robos
82%
El 82% refirió que el primer delito cometido fuera de su hogar fue un robo.
¿Por qué motivo cometiste este primer delito fuera de tu casa?
N: 699
Para comprar droga
Para tener dinero/plata facil
Identidad, pertenencia, imagen
Adrenalina, gusto, divierte robar
NC
Tener mis cosas, vestirse
Familia, necesidad básica
Porque estaba drogado
Varios
Bronca, rabia, resentimiento, envidia
Para diversión, joda
0
50
100
35
150
200
250
300
Respecto de los motivos que lo llevaron a cometer ese primer delito, los encuestados manifestaron
mayoritariamente que lo hicieron para comprar drogas, coincidiendo con la categoría “económica” en la
tipología de Goldstein.
Asimismo, se consultó sobre el estado toxicológico en que se encontraban durante ese primer delito.
Distribución de sustancias
consumidas en el primer delito
En ese primer delito fuera de tu
casa habías consumido drogas o
alcohol?
N: 387
No estaba
drogado ni
alcoholizado
43%
Estaba
alcoholizado y/o
drogado
57%
Estaba
drogado
56%
Estaba
drogado y
alcoholizado
34%
Estaba
alcoholizado
10%
El 57% mencionó estar alcoholizado y/o drogado en ese momento. De ese porcentaje, más de la mitad
refirió estar drogado y un tercio manifestó estar drogado y alcoholizado, en tanto el 10% dijo estar sólo
alcoholizado
Se realizó una pregunta abierta de tipo hipotético para la indagación de factores o condiciones que los
encuestados consideran han tenido incidencia en relación con sus prácticas delictivas. A continuación se
presenta una categorización de las distintas respuestas obtenidas.
36
Yo no hubiese delinquido si….
250
200
150
100
50
0
Se preguntó acerca de la comisión de otros delitos posteriores al primer delito referido en respuestas
previas.
¿Cometiste otros delitos después del primer delito?
N: 699
N/C
3%
NO
15%
SI
82%
El 82% respondió haber continuado realizando prácticas delictivas.
37
Edad de quienes refirieron haber
cometido más de un delito
mayores
de 25 años
37%
hasta 25
años
63%
Del total de la muestra, 699 encuestados refirieron haber cometido algún delito. 573 encuestados
refirieron haber cometido otros delitos aparte del “primer” delito. De ellos, 441 tienen hasta 25 años, lo cual
representa un 63% (cerca de los dos tercios). En la misma línea, los datos obtenidos permiten afirmar que el
76,5% de la franja etaria hasta 25 años refirió haberse involucrado en prácticas delictivas.
¿Qué otros delitos cometiste después del primero?
N: 575
robo/tentativa robo
N/C
robo comercio
robo auto
robo casa
robo celular, ropa, cartera, zapatillas
hurto
ley 23737 comercializacion
varios
lesiones
tentativa homicidio/homicidio/tent homic robo
estafa, falsificación
secuestro
313
102
90
71
66
40
40
31
20
16
13
11
8
38
Los tipos de delitos cometidos muestran una amplia prevalencia de robos sin especificar. Dado que la
pregunta era abierta, algunos refirieron con mayor especificación los delitos cometidos, lo cual se encuentra
representado por el gráfico. Si se suman todos los delitos encuadrables como robos, resultan
abrumadoramente mayoritarios.
¿Por qué motivos volviste a delinquir?
N: 575
260
Para comprar drogas
130
Para tener dinero/plata fácil
65
Adrenalina, gusto, divierte robar
51
Gustos/vestirse bien
Identidad, pertenencia, imagen
29
N/C
26
Familia, necesidad básica
21
Bronca, rabia, resentimiento, envidia
18
Porque estaba drogado
18
Varios
13
Preguntados por los motivos para seguir delinquiendo luego de aquella primera vez, las respuestas han
sido bastante similares a las obtenidas respecto del primer delito, salvo una categoría en que se han agrupado
respuestas alrededor de “Identidad, pertenencia e imagen”, que en las respuestas respecto del primer delito
cometido tenía mayor índice de respuestas.
Otra forma de indagar en las motivaciones respecto de las prácticas delictivas, consistió en preguntar por
el uso del dinero obtenido por medio de delitos. La pregunta era abierta, para permitir que se expusieran
diferentes usos y destinos.
39
¿En qué gastabas el dinero obtenido por medio de delitos?
N: 699
Droga
Ropa, calzado
Joda, boliche, mujeres, prostitutas.
Comida
Gustos materiales (auto, moto, celular, etc)
N/C
Alcohol
Familia casa
Varios
Armas - Balas
0
100
200
300
400
500
600
Hay una importante mayoría que ha respondido que lo destinaba para comprar drogas, coincidiendo con
las respuestas acerca de la motivación por la cual lo realizaron. No obstante ello, aparece con cierta relevancia
el uso del dinero para bienes de consumo tales como ropa, calzado, motos, celulares y también para
divertimentos expuestos como como “joda”, “boliche”, ”prostitutas”. Esto también coincide con la segunda
gran motivación que fue la de obtener dinero o plata fácil. El destino de dinero hacia necesidades del hogar o
comida no aparece entre las respuestas más numerosas.
Con el fin de observar diferentes formas de asociación entre prácticas delictivas y consumo de sustancias
psicoactivas, a quienes afirmaron haber cometido delitos se les realizó una serie de preguntas con respuesta
cerrada, cuyos resultados se exponen en los gráficos siguientes.
¿Cometiste algún delito
alcoholizado?
¿Cometiste algún delito
estando drogado?
300
250
200
150
100
50
0
300
250
200
150
100
50
0
40
Al respecto, según se observa en los gráficos, en las personas que afirman haber delinquido bajo efectos
de sustancias psicoactivas fue más frecuente hacerlo bajo los efectos de drogas antes que de alcohol.
¿Cometiste delitos para
comprar drogas?
¿Cometiste delitos para
comprar alcohol?
400
350
300
250
200
150
100
50
0
350
300
250
200
150
100
50
0
La obtención de recursos para conseguir drogas aparece como una motivación muy referida para cometer
delitos, encuadrándose en la categoría “económica”. Por el contrario, la comisión de delitos para disponer de
alcohol no figura como una motivación relevante.
En cuanto a si han consumido drogas o alcohol con la finalidad de cometer delitos, aparecen coincidencias
y diferencias.
¿Te drogaste para cometer
algún delito?
250
200
150
100
50
0
¿Te alcoholizaste para
cometer algún delito?
400
350
300
250
200
150
100
50
0
41
Respecto de ambas sustancias, la respuesta individualmente tomada que más aparece es “nunca”. Sin
embargo se observa una diferencia entre el consumo de ambos tipos de sustancias al sumar las otras
opciones: el 60% contestó que “nunca” ingirió alcohol para cometer delitos mientras que las demás opciones
suman 40%. En cambio, respecto del uso de drogas, sólo el 38% contestó “nunca” y suman el 62% quienes
refirieron que “una” vez, “pocas” veces, “muchas” veces o “siempre” ha ingerido drogas con la finalidad de
cometer delitos. Entre éstas, “pocas veces” y “muchas veces” son las más referidas.
J) Uso de armas
Respecto a la pregunta sobre la existencia de armas en la casa, el 50% de los entrevistados afirmó que
había armas, y casi la mitad de ellos mencionó ser el propietario de las mismas.
Existencia de
armas en la casa
n/c
2%
¿De quién eran las armas?
322
283
87
NO
48%
SI
50%
Si, eran mías
Si, eran de
alguien de mi
familia
Sí, eran de
unos amigos
La siguiente pregunta fue dirigida solamente a quienes habían afirmado haber cometido delitos fuera de
sus casas.
42
¿Alguna vez usaste armas para
cometer algún delito?
arma
de
fuego,
403
N: 699
N/C
3%
¿Qué tipo de arma usaste?
N: 464
arma
blanca,
239
NO
31%
algo
utilizad
o como
arma,
113
SI
66%
N/C, 9
Dos tercios respondieron haber utilizado algún arma para cometer al menos un delito.
De ellos, el 47% refirió utilizar diversas armas, siendo las de fuego las más utilizadas 87%.
K) Relaciones / contactos con instancias judiciales y/o policiales
En la siguiente sección se presentan las respuestas a las pregunta referidas a la situación judicial y a las
experiencias de detención de los encuestados y sus entornos.
¿Tenés o tuviste
familiares privados
de libertad?
N/C
3%
NO
63%
SI
34%
Familiares privados de libertad ¿Quiénes?
N: 387
tíos/as
primos
hermanos/as
padre
madre
cuñados
otros
pareja madre
abuelo/a
novio/a esposo/a pareja
N/C
130
104
100
61
18
14
13
12
8
6
4
En relación al contexto familiar surge que el 34% de los entrevistados tiene o tuvo algún familiar privado
de libertad, siendo los tíos, primos y hermanos los más mencionados entre las respuestas dadas.
43
N/C
3%
¿Tenés o tuviste alguna
causa judicial?
¿Qué tipo de causa?
N: 661
Juzgado
Civil y
Penal
7%
NO
39%
N/C
0%
Juzgado
Civil
8%
SI
58%
Juzgado
Penal
85%
La mayoría de los encuestados tuvo alguna causa judicial y, entre ellos, hay una clara prevalencia de
causas de tipo penal.
¿Alguna vez estuviste
detenido?
¿Dónde estuviste
detenido?
N/C
7%
N: 723
700
600
500
400
300
200
100
0
NO
30%
SI
63%
Comisaria
Instituto de
Menores
Penales
Asimismo, cerca de dos tercios de los encuestados estuvo detenido. De ellos, una enorme mayoría estuvo
detenido en comisarías.
44
¿Cuánto tiempo en total estuviste detenido?
N:723
horas
hasta un día
tres días a una semana
N/C
dos días
entre un año y tres años
entre tres y seis meses
de un mes a tres meses
entre dos semanas y un mes
entre seis meses y un año
2 semanas
entre tres y cinco años
más de cinco años
0
20
40
60
80
100
120
140
160
180
200
Alrededor de la tercera parte de quienes refieren haber estado detenidos, han permanecido en tal
condición sólo unas horas o hasta un día.
Propuestas de los encuestados
Por último la encuesta formuló una pregunta abierta con la finalidad de recoger las opiniones, propuestas
y sugerencias de las personas en tratamiento respecto de las acciones tendientes a disminuirel
involucramiento de jóvenes en prácticas delictivas.
45
¿Qué proponés para disminuir la delincuencia juvenil?
más y mejor Educación
Eliminar droga, sacarla de la calle, combatir narcos
Trabajo y Capacitación laboral
N/C
accesibilidad a tratamientos
prevención especifica
Más policías, más seguridad, sacar armas
Combatir corrupción policIal y política
Contención familiar
Cumplir ley, mayor pena, bajar edad imputabilidad
Disminuir pobreza inclusión social
Varios
Alternativas para que los pibes no estén en la calle
Valores
servicio militar
nada / no sé
deportes, recreación
0
50
100
150
200
250
300
Se observan dos grandes líneas de propuestas.
Por un lado, respuestas referidas ala implementación deestrategias de inclusión social tendientesa
disminuir la pobreza, aumentar /mejorarla educación y a incrementar la inserción laboral. Por otro lado, se
proponen acciones referidas al accionar de las fuerzas de seguridad y el poder judicial, en relación tanto a
combatir el delito en general como específicamente el tráfico de drogas. En esa línea, abundan alusiones
aintensificar la presencia policial, aumentar las penas y combatir la corrupción tanto policial como política.
En otro orden, se recogieron muchas propuestas relacionadas a la necesidad de una mayor accesibilidad a
los tratamientos para personas que realizan un consumo problemático de sustancias psicoactivas y accionesde
prevención específica en la materia. Asimismo,se destacaron alusiones a la contención familiar, la trasmisión
de valores y la necesidad de implementación de actividades recreativas, deportivas y culturales en las que los
jóvenes puedan desarrollar sus potencialidades.
46
AGRADECIMIENTOS
Queremos expresar un sincero agradecimiento al Lic. Fabián Chiosso y a la Comisión Directiva de
laFederación de Organizaciones no Gubernamentales de la Argentina para la Prevención y el Tratamiento de
Abuso de Drogas (FONGA),así como también a cada uno de los responsables y equipos de las instituciones que
nos abrieron sus puertas para poder realizar las encuestas:
Elsa Gervasio y equipo deA.C.I.A.R. El Reparo, Raúl Vázquez y equipo de Asociación Aleph, Alejandro Del
Frades y equipo de Asociación Centro de Vida, Gladys Madeddu y equipo de Asociación Civil El Palomar,
Guillermo Ferrando y equipo de Asociación Civil Modelo Minnesota, Laura Etchebhere y equipo de Asociación
Civil Proyecto Dicere, Juan Carlos Roemer y equipo de Asociación Civil Yo Soy, José Rshaid y equipo de Casa del
Sur, Fabián Chiosso y equipo de Comunidad Terapéutica Santa Clara de Asís, Paula Krugery equipo de
Fundación Araucaria, Daniel Duarte y equipo de Fundación Atreverse, Carlos Souza y equipo de Fundación
Aylen, Jorge Gomá y equipo de Fundación Belén de Escobar, Graciela Ojeda y equipo de Fundación Candil,
Mercedes Aranguren y equipo de Fundación Convivir, Clementina Paret y equipo de Fundación Creando la
Libertad, Andrés Picone y equipo de Fundación Creer es Crear, Mario Puentes y equipo de Fundación Dehum,
Juan Yaría y equipo de Fundación Gradiva, Lía García y equipo de Fundación Plural, Carlos Hernán Varangot y
equipo de Fundación Programa San Carlos, Alejandro Rosatti y equipo de Fundación Viviré, Alberto Gourdy
Allende y equipo de Programa Andrés, José Rubén Gonzálezy equipo de Programa Centro Juvenil Esperanza,
Facundo Cincunegui y equipo de Programa Choice, Luis del Río y equipo de Programa Cuarta Opción, Alberto
Rey y equipo de Programa Delta, David Ismain y equipo de Programa Ser Humano, Marita Míguez y equipo de
Programa Sur y Fabián Ottone y equipo de Proyecto Uno.
Y un agradecimiento muy especial a las personas en tratamiento que prestaron su colaboración a fin de
que su voz sea tenida en cuenta en el diseño e implementación de políticas públicas en la materia.
47
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