ADvocate

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Volumen 1 Núm.2
Diciembre 2012
Care
·
ADvocate
Para la persona con demencia, ¿cómo se
presenta el dolor?
E
l dolor afecta a cada uno de nosotros de manera diferente. Algunas
personas pueden caminar todo el día con dolor y nunca lo sabríamos.
Para otros, expresiones faciales o la manera en que se paran podrían
claramente mostrar que están muy incómodos y, probablemente, con dolor.
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¿Pero qué pasa con una persona con demencia? Algunas veces no pueden decirnos que sienten dolor. Otras veces
por la expresión en sus rostros o su comportamiento es obvio que sienten dolor. Lo que estamos aprendiendo es que
el dolor es mucho más común entre las personas con demencia de lo que creíamos y es posible que no lo pueden
expresar a los demás debido a su confusión y falta de percepción. Podrían gritar, gemir o agitarse mucho, y a veces
hasta tratar de golpear a sus cuidadores. Con frecuencia en el pasado, hemos asumido que este comportamiento era
una consecuencia inevitable de tener demencia, y que no podía hacerse nada para mejorarlo.
Existen muchos desafíos para determinar el dolor. Las personas con demencia en las etapas tempranas podrían describir el lugar y la intensidad del dolor usando escalas de autoclasificación; sin embargo, a medida que la demencia
progresa hacia un etapa avanzada, la persona pierde la habilidad de comunicar claramente las necesidades y quejas
básicas. Aun si pueden verbalizar y responder, podrían no reportar la intensidad verdadera del dolor. Aparte del dolor
físico, podrían también experimentar incomodidad por estreses ambientales (como un ambiente ruidoso), hambre,
constipación o fatiga; o angustia emocional como resultado de un aumento de la frustración y dificultades en el
manejo de las actividades diarias. Podría haber enfermedades físicas preexistentes que contribuyan al dolor como
artritis, osteoporosis, dolor lumbar, COPD, etc. Las consecuencias del dolor sin tratar pueden ser bastante serias,
llevando a una disminución en funciones físicas y sicológicas, disminución en la socialización y aumento en la dependencia e impotencia, todos afectando la calidad de vida de la persona.
Afortunadamente, hay maneras seguras y efectivas de ayudar. El primer paso es aprender sobre las maneras que las
personas con demencia nos dejan saber que sienten dolor. Como un miembro de la familia o amigo, usted puede
jugar un papel clave en asistir al personal de la instalación en este proceso al comunicar sus observaciones. Usted está
más familiarizado con los patrones de comportamiento de su familiar, su umbral previo de dolor y reacciones al dolor, factores que podrían contribuir al malestar y forma preferidas de aliviar el dolor, por ejemplo, masajes, escuchar
música, etc. Usted podría también estar en una posición mejor para notar cambios en comportamiento causados por
el dolor que no son expresados verbalmente. Asegúrese de compartir esta información e inquietudes con el médico
y personal de enfermería.
Hay varias herramientas de observación del comportamiento por dolor que se han desarrollado para asistir al personal de residencias para personas de la tercera edad. Un ejemplo es la Evaluación del Dolor en Demencia Avanzada,
o PAINAD. PAINAD ayuda a cuantificar el dolor y a hacer que el dolor sea ‘visible’. Lo que diferencia a PAINAD
es que identifica comportamientos típicos de muchas personas con demencia que no son asociados con frecuencia
con el dolor, como:
•Respiración: Periodos de hiperventilación, sibilancia y respiración dificultosa, o respiración irregular
Alzheimer’s Association, New York City Chapter
PRÓXIMOS EVENTOS Y RECURSOS
Evaluación del dolor en
demencia avanzada
Para más información sobre la
Evaluación del Dolor en Demencia Avanzada (PAINAD) visite:
http://www.geriatricpain.org/
Content/Assessment/Impaired/
Carol O. Long, PhD,
RN, FPCN
Consultora de Atención
Geriátrica y Paliativa
Co-Directora, Atención Paliativa
Demencia Avanzada, Campus
Beatitudes para
480-893-3685
[email protected]
rítmica
•Vocalización negativa: Llorar, gemidos o quejidos fuertes, llantos o
lamentos, gritos afligidos repetidos, hablar en voz baja, murmurar
•Expresiones faciales: Tristeza, fruncir el seño, ansiedad o alarma, expresión en el rostro de mucha angustia, podría cerrar los ojos apretadamente
•Lenguaje corporal: La persona se para rígidamente o empuja o jala,
golpea, patea o agarra a otros, parece tensa, se mueve de manera angustiante
o está intranquila
•Falta de consuelo: La persona está visiblemente molesta y no puede ser
tranquilizada o consolada, actúa distraída
Además, trabaje con el personal para notar y documentar el lugar del dolor, la
historia o comienzo, duración, patrón, frecuencia, características (ej.: leve, agudo, doloroso, intermitente), y qué mejora o empeora el dolor. Solicite que se
complete un examen físico completo, y ayude al personal a completar los antecedentes de enfermedades médicas dolorosas como la artritis o neuropatías
o lesiones previas. Esté alerta a los posibles efectos del dolor, incluyendo cambios en la interacción personal, cambios en actividades o rutinas (por ej.: interrupciones del sueño, apetito) o aumento en la confusión o cambios de humor.
Es posible satisfacer las necesidades de las personas con demencia avanzada en una
manera centrada en la comodidad. Aquí incluimos algunas recomendaciones para
ayudar a usted y al personal de la instalación a evaluar y responder al dolor proactivamente:
1.No asuma que la persona con demencia no puede explicar o clasificar su dolor. Siempre pregúnteles directamente si sienten dolor. Además, usar
otra palabra aparte de dolor, como “¿Tiene alguna molestia?” o “¿Adonde te
lastimaste?” podría obtener una mejor respuesta. Sin embargo, cuando ya no
pueden expresar verbalmente su dolor pero demuestran malestar obvio, explore
más la causa y manifestación de su dolor. Siempre descarte otras formas de
incomodidad, desde ropa interior sucia o posiciones incómodas hasta condiciones médicas agudas.
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2.Cuando una persona ya no puede expresar su dolor, provea sus observaciones al equipo interdisciplinario y asístalos donde sea posible en la
aplicación de una herramienta de evaluación del dolor como PAINAD.
3.Consulte con médicos y enfermeros para un plan de tratamiento/cuidado, el cual podría incluir analgésicos y estrategias sin medicamentos, como
masajes, bolsas calientes o frías y reposicionamiento. Recuerde que órdenes
PRN (dadas cuando son necesarias) no son útiles para personas con demencia
porque ellas no pueden generalmente decirle cuando sienten dolor.
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4.Monitoree los resultados del plan de tratamiento/cuidado. Preste atención a cualquier cambio de comportamiento y establezca canales de comunicación con todos los miembros del personal para ayudar a determinar si el plan
está dando comodidad general y control del dolor, y si los comportamientos y
autoexpresión sugieren que el alivio se está logrando. Trabaje con el personal
para determinar si existen momentos específicos cuando el medicamento es
útil, si debería suministrarse 24 horas al día y si se necesita indefinidamente, qué
tan bien continúa funcionando con el tiempo. Finalmente, aliente al personal
Deseamos reconocer a
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