Petitorio de la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial de la PUCV: Actualmente, los ciudadanos chilenos se encuentran en un escenario en donde la educación tanto nivel preescolar, básica, media y superior dependen del ingreso económico de las familias, puesto que en el capítulo 3, artículo 19 de la Constitución chilena establece que la familia se encargará de la educación de sus hijos, quitándole el rol garantista y regulador al Estado, quien a pesar de otorgar a las familias la opción de educar a sus hijos a nivel preescolar, básica y media en un sistema gratuito, éste funciona mediante las municipalidades, desligándose finalmente el Estado del rol protector, por lo que la educación pasa a ser entendida como un bien de consumo y no como el derecho que en realidad es (UNESCO, 2000). En este sentido, como estudiantes de la carrera de Educación Diferencial de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, consideramos que el Estado es quien debe ser garante del sistema educativo en general, abarcando todos sus niveles, siendo el Ministerio de Educación el encargado de velar de que la educación esté al alcance de todos y todas, presentando a su vez calidad, entendiendo ésta como la formación de personas integrales, vale decir, que presenten valores, pensamiento crítico, autónomo y divergente, ya que como menciona el director de la oficina regional de educación para América Latina y el Caribe, Jorge Sequeira (2012) la educación aporta al crecimiento constante y permanente de una nación, pues un país que renuncia a la educación de sus ciudadanos, es un país que renuncia a su futuro (Montessori, 1898). Para lograr este objetivo, referido a la educación básica y media, consideramos pertinente que se des municipalice la misma, de tal modo que sea el Estado quien financie completamente el sistema educativo de acuerdo a la cantidad y características de los estudiantes que pertenecen a éste, pues al depender de las municipalidades, el financiamiento variará según la localidad y el gasto que ésta decida hacer en educación tomando en cuenta sus ingresos. Por este motivo una municipalidad cuyos ingresos sean mayores, gastará más dinero en educación que una municipalidad que reciba menos dinero, lo que provoca que la brecha educativa sea más pronunciada y perpetuada. De este modo los ejes elegidos para confeccionar el presente petitorio de estudiantes de la Carrera de Educación Diferencial de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso son: I.- Financiamiento: Chile posee un PIB de 303,5 miles de millones de dólares, de este monto el porcentaje asignado a la educación en general en el 2013 fue del 4,3% aproximadamente, en el 2012 fue del 4,24%, en 2011 del 4,23% y en el 2010 del 4,06%. Del monto actual, para educación superior se asigna el 0,5% tanto a instituciones públicas como privadas, lo que sitúa a Chile como el país con menor gasto público por estudiante en educación superior. Como consecuencia de lo anterior, Chile es por lejos el país con mayor coeficiente de gasto privado/público en educación superior, pues por cada peso que aporta el Estado a la educación universitaria, los jóvenes y sus familias deben poner 5 pesos (Meller, 2011). El costo de un estudiante universitario supera el 40% del ingreso familiar de los tres primeros quintiles, por lo que el Estado propone becas y créditos como una forma de financiamiento a esos altos costos, sin embargo estas soluciones no son suficientes, puesto que al hacer esto se está apuntando a implementar una medida superficial y no a resolver el problema de raíz, lo que se evidencia en que cada vez que ocurra una requintilización habrá una cierta cantidad de estudiantes que perderán los beneficios otorgados por el Estado, hecho que en la actualidad ya sucedió y tiene hasta el momento a 412 alumnos afectados por la pérdida de sus becas y/o crédito debido al cambio en su situación socio económica (MINEDUC, 2013). Es por esto que al existir una educación superior gratuita se garantiza que el estudiante podrá permanecer y titularse de una carrera universitaria sin tener la constante preocupación de si le aprobaron o no la beca y/o el crédito. En este sentido, como estudiantes de la carrera de Educación Diferencial de la PUCV, consideramos necesario que el Estado otorgue a los ciudadanos una educación superior gratuita, la cual puede ser costeada de las siguientes maneras: 1) Aumento del PIB destinado a la educación. Para lograr esto, como estudiantes creemos necesario que se podría disminuir el porcentaje del PIB destinado a gasto militar, el cual bordea el 3,04% del mismo (Banco Mundial, 2010), aún cuando Chile es un país que no participa en guerras hace más de 120 años, por lo cual creemos que es factible reducir este porcentaje y dedicarle una porción del mismo al gasto en educación. 2) Renacionalización del cobre. Según la investigación realizada por el comité técnico de la CONFECH (2011), para lograr financiar la educación superior, es necesario: Crear una política nacional social para la gran minería del cobre. Darle valor agregado a nuestros recursos naturales refinando el cobre en Chile. Cerrar las brechas tributarias. Establecer un verdadero royalty regional. Exigir transparencia en el comité de inversiones extranjeras. 3) Aumentar el porcentaje de impuesto que grava a las grandes empresas en Chile. Según los datos otorgados por el Servicio de Impuestos Internos (SII), en nuestro país el impuesto de primera categoría (impuesto a las utilidades) desde el año 2011 es del 20%, sin distinguir entre negocios pequeños o grandes empresas, es decir que todos los negocios, sin importar cuánto sea su aporte al PIB chileno, pagan el mismo porcentaje de impuesto. Asimismo, se grava mayormente a cada persona, pues el impuesto de segunda categoría (impuesto a la renta) es un tributo progresivo que se determina mediante una escala de tasas, empezando por un primer tramo exento hasta un último tramo con una tasa marginal de 40%. Como estudiantes de la carrera de Educación Diferencial de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, consideramos que esta es una situación injusta, ya que en este sistema es progresivo únicamente el impuesto a la renta, y no el impuesto a las utilidades, por cuanto creemos que es necesario que éste también sea progresivo a la cantidad de utilidades que genera cada empresa o negocio, ya que consideramos ilógico que se grave más a cada persona y su familia que a las empresas. 4) Aumento de aportes basales a la educación superior: Esto debe ser garantizado por ley y orientado a las instituciones con rol público. La PUCV, debido a las políticas de autofinanciamiento, tiene aranceles que equivalen a los ingresos económicos de una persona ubicada entre el tercer y quinto quintil; lo que se traduce en que una cantidad importante de los estudiantes de dicha universidad, que no poseen la solvencia económica suficiente como para poder pagar por el “derecho a la educación”, deban recurrir al endeudamiento o a la subvención de las distintas becas que se ofrecen, con el fin de cubrir sus necesidades. Frente a esta situación creemos que nuestra casa de estudio es en cierta medida responsable de que el actual modelo de financiamiento a la educación superior haya continuado desde su imposición en dictadura hasta la actualidad. Debido a lo mencionado anteriormente es que consideramos, como un gesto que demuestre el interés de la universidad por un cambio real desde una educación sustentada en la deuda a una que sea sustentada mediante financiamiento estatal, los siguientes aspectos: 1. Congelamiento de los aranceles reales hasta el logro del financiamiento de la educación por el estado, no por las familias: Esta situación demostrará el interés de la universidad por la modificación de los mecanismos de financiamiento que traspasan responsabilidades que debieran ser de la sociedad en su conjunto a los individuos. 2. Construcción de una propuesta económica y legal que permita transitar de una educación superior financiada a través de la deuda a una que sea garantizada por el estado: La universidad cuenta con facultades de ciencias económicas y administrativas, junto con una facultad de derecho, las cuales tienen el imperativo ético de pronunciarse sobre las perversiones que crea el modelo económico neoliberal, ya que conocen los procedimientos legales y técnicos que se requieren para las modificaciones a las leyes y las reformas macropolíticas necesarias para la consecución de la educación garantizada por el estado; con esto creemos que se deja de lado la construcción de conocimientos que respondan a intereses del mercado y se pasa a la generación de conocimientos que propicien el desarrollo social. Otro aspecto que se relaciona con el autofinanciamiento es la precarización del trabajo, pues con el eufemismo de mejorar la gestión administrativa, se delegan las responsabilidades que tiene la institución hacia sus trabajadores, los cuales son derivados hacia terceros o se les contrata por horas, lo cual distorsiona la relación patrón-trabajador. Por lo mismo consideramos necesario que: 1. Se avance en la contratación directa de los trabajadores por parte de la universidad, disminuyendo la subcontratación tanto de académicos como de funcionarios con el objetivo de erradicarla: Esta acción favorecerá la seguridad y estabilidad laboral, propiciando la construcción de la comunidad universitaria. También esto evitará un mecanismo que suele ser utilizado para el lucro, situación que se encuentra prohibida por ley. II.- Calidad: Cuando hablamos de exigir calidad en la educación estamos pensando en que esta debe asegurar y garantizar: 1) La formación y desarrollo de las personas de manera integral, es decir que la educación apunte a brindar experiencias no sólo en las áreas impuestas por la educación actual, sino también en el área de los valores e ideales de su comunidad. Al mismo tiempo que permitan el desarrollo del pensamiento crítico, autónomo, divergente y convergente; considerando que la educación es un derecho que permite el desarrollo de las personas de una manera íntegra e integral y no tan solo técnica orientada al rendimiento o reproducción de estas en un empleo o tareas específicas. (Educación 2020, 2013) 2) La gratuidad en la educación preescolar, inicial, secundaria y superior, entendida no sólo desde que los estudiantes llegan a la escuela sino incluso, desde los procesos que afectan a cada niño y adolescente como para que pueda asistir o no ella. Comprendiendo que el estado desde el ministerio de educación no debe encargarse de hacer la educación obligatoria sino, de dar las condiciones para que todas puedan acceder a ella, por ejemplo a través de la gratuidad. (Cones, 2012) 3) Que las instituciones educativas se constituyan como espacios de construcción y deconstrucción de saberes y conocimientos compartidos por su nación, garantizando la mayor diversidad posible en sus aulas para generar una sociedad más consciente de la variedad de pensamientos y culturas, y al mismo tiempo tolerante comprendiendo los espacios de discusión como legítimos y necesarios para la construcción de una sociedad para todas y todos. 4) Que en la formación inicial de docentes se fomente y desarrolle la reflexión crítica en torno a su desempeño laboral, ya que en ésta el docente evalúa la pertinencia de sus estrategias, metodología, objetivos, contenidos y todos los elementos que influyen en el proceso de enseñanza y aprendizaje, con el fin de propiciar el aprendizaje de todas y todos los estudiantes. Dicha reflexión no sólo es individual, también es importante que los docentes de diversas áreas reflexionen en conjunto acerca de sus prácticas y se apoyen mutuamente en la elaboración de estrategias que respondan a las necesidades de los alumnos. Es por esto que creemos que es necesario aumentar las instancias de discusión y reflexión crítica dentro del cuerpo docente. (Educación 2020, 2013) 5) Que de manera transversal se fomente el trabajo en conjunto y equipo por sobre la competencia, para desarrollar personas empáticas y que comprendan al otro como un legítimo otro necesario para llevar a cabo los cambios sociales del hoy y de mañana. III.- Democratización: Respecto de la democratización, como estudiantes de la carrera de Educación Diferencial de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, creemos que para garantizar la participación triestamental y el desarrollo de todos los ciudadanos en todas las instituciones educativas, se hace necesario garantizar de manera legal y asegurar que las prácticas democráticas sean parte de la forma de hacer y construir universidad en conjunto y comunidad, por lo tanto exigimos: 1) La derogación de todas las normas vigentes que lo prohíben, tales como el DFL 2 de 2009, específicamente en los artículos 56 letra e), 67 letra e), y 75 letra e) del MINEDUC que refunde la ley 20.3 con el DFL 1 de 2005 que refunde los artículos no derogados de la LOCE, que impiden la participación tanto de las universidades, los institutos profesionales y los centros de formación técnica creados con posterioridad a 1980. Las universidades creadas con posterioridad a 1980 se rige por el decreto ley 3.541 que en su artículo 22° impide el voto a los trabajadores y estudiantes. Sabemos que la modificación de los DFL es posible sólo si existe la voluntad política para llevarlo a cabo, por esto es que creemos que a nivel de PUCV se deben mostrar los beneficios de la vida en comunidad, donde la participación sea el eje que guíe la construcción del conocimiento, por lo que pedimos: 2) La validación y creación de mecanismos de participación vinculantes tales como encuestas, convenciones y claustros en los que los acuerdos logrados sean convertidos en decretos que rijan el quehacer del espacio dado; esto último lo hacemos evidente ya que nuestra universidad otorga autonomía a las unidades académicas, por lo que los acuerdos logrados pueden, inclusive, ser aplicados sólo en dichas unidades. 3) Asegurar los espacios que promuevan el desarrollo de la libertad de expresión y de asociación entre estudiantes y trabajadores de la educación, ya sea de profesores, administrativos y funcionarios de todas las instituciones, para garantizar por ejemplo el ejercicio de la ciudadanía IV.- Acceso: SIMCE A fines de los años setenta, la dictadura militar impuso la lógica mercantilista en la educación, impulsando a esta a variadas reformas que han influido en el acceso de los habitantes chilenos a la educación. Para cumplir este objetivo se le encargó a la universidad Católica de Chile la elaboración de la prueba de evaluación de rendimiento escolar (PER). El PER arrojó bajísimos resultados en el sistema escolar, los que empeoraban entre 4° y 8° básico. Al mismo tiempo se evidenció una profunda inequidad y una confusa relación con la condición socio económico de las familias. La búsqueda de la instauración del “modelo de mercado” en educación era evidente. Luego de la consolidación de la municipalización y el financiamiento vía subvención se creó en 1988 el Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE), esta vez bajo el alero del ministerio de educación. La prueba SIMCE no es un reflejo de las habilidades que exige poner en práctica la realidad, es decir, se evalúan aspectos irrelevantes para la formación de los alumnos, considerando que los alumnos no solo se deben formar en el ámbito académico. Los test aplicados se dirigen a un solo tipo de pensamiento correcto-incorrecto, a responder de manera corta, concisa y precisa, en vez de desarrollar la capacidad reflexiva y fundamentada hacia el desarrollo del análisis, sopesando soluciones a los problemas de la realidad. El inconveniente de la aplicación masiva de este tipo de evaluaciones, es que en el caso de la prueba SIMCE se transformó en el único instrumento o indicador para tomar decisiones acerca del financiamiento, calidad, promoción de profesores, determinantes del futuro académico de los alumnos y modificaciones interinas de los establecimientos, junto con la visión de que los resultados obtenidos en la prueba SIMCE eran el fiel reflejo del funcionamiento de los establecimientos, lo que no siempre resultaba verdadero. El sistema educativo de calidad que se requiere necesita de instrumentos de evaluación que permitan verificar avances significativos y retrocesos en los objetivos de aprendizaje planteados, además de aquellos instrumentos que de verdad evalúen los aprendizajes significativos de los alumnos. Es por esto que debido al análisis realizado podemos afirmar que el SIMCE privilegia una lógica de presión y castigo por sobre una de retroalimentación, análisis crítico y reflexivo, además dicho instrumento fomenta la competitividad entre los establecimientos educativos y la mercantilización de la educación, entendiéndose como el bien por el que uno paga más esperando recibir calidad, lo que ha quedado demostrado según las estadísticas que en la mayoría de los casos no tienen relación alguna. PSU La desigualdad en el ingreso que se evidencia en el sistema de educación superior chileno recae en gran parte en la barra en el acceso conocida como la PSU, en la que el porcentaje de matrícula de alumnos provenientes de establecimientos municipales es muy bajo en comparación a los alumnos que provienen de establecimientos privados, constatándose así que la PSU es un mecanismo de ingreso que tiene directa relación con la clasificación socio económica que tienen los estudiantes. La constitución de 1980 consagró la libertad de enseñanza como la libertad para aquel que puede pagarla, en términos simples la constitución condicionó la opción a elegir la educación que cada familia quiere para sus hijos primando ante este derecho las capacidades económicas de estas; ya que “La libertad de enseñanza incluye el derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales. (…) Los padres tienen el derecho de escoger el establecimiento de enseñanza para sus hijos”. La OCDE, en su informe acerca de la educación superior en Chile (2009) señala que “los alumnos de escuelas municipalizadas y familias más pobres tienen mucho menos posibilidades de aprobar la PSU que los de colegios privados y familias más ricas. Si la aprueban, es menos probable que logren los puntajes más altos que les permite tener acceso a los programas de apoyo financiero y a las mejores universidades”. El informe de la OCDE esclarece algunas de las principales razones entre las cuales se encuentran: la desigualdad económica que se reproduce en el sistema educacional actual en Chile, la incidencia que tiene el currículo establecido en los conocimientos a rendir en la PSU y el rol que juegan los pre universitarios en “preparar” a los estudiantes de mayores ingresos. Es por lo anteriormente planteado que el acceso debe estar enfocado en aumentar la participación, siendo una plataforma real para la igualdad de oportunidades y el desarrollo, considerando que los talentos están distribuidos en toda la población no se debiese hacer distinción al estudiar por los recursos económicos que se posean. ¿Cómo lograrlo? 1. Agregar otros instrumentos de acceso a la educación superior 2. Fortalecer las vías de acceso complementarias al sistema educativo 3. Fomentar programas de nivelación, mantención y titulación. Bibliografía: Constitución Chilena Educación 2020 (2013) La Reforma que Chile necesita. CONES (2012) Compendios de propuestas y demandas estudiantiles. UNESCO (2000). Foro Mundial de Educación de Dakar Jorge Sequeira (2012). UNESCO: ¿Es posible pensar en educación gratuita para Chile? . Extraído del diario electrónico uchile en radio.uchile.cl Montessori, M (1898). Congreso de Turín. O.P, E.V (2012) Gasto en Educación equivaldría al 4,3% del PIB en el 2013. Extraído de emol.cl. MINEDUC (2013). Renovación de becas y créditos: Ministra Schmidt y vicepresidente del CRUCH entregan últimas cifras y explican en detalle el proceso Banco Mundial, (2010). Extraído de: http://www.google.cl/publicdata/explore?ds=d5bncppjof8f9_&met_y=ny_gdp_mktp_cd&id im=country:CHL&dl=es&hl=es&q=pib#!ctype=l&strail=false&bcs=d&nselm=h&met_y= ms_mil_xpnd_gd_zs&scale_y=lin&ind_y=false&rdim=region&idim=country:CHL&ifdim =region&tstart=643435200000&tend=1274587200000&hl=es&dl=es&ind=false www.sii.cl Patricio Meller (2011). Costos y financiamiento de la educación superior. CONFECH (2011). Bases técnicas para un sistema gratuito de educación.