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ORDENES DEL DIA
CONGRESO NACIONAL
CAMARA DE SENADORES
SESIONES ORDINARIAS DE 2004
ORDEN DEL DIA N° 565
Impreso el día 23 de junio de 2004
SUMARIO
COMISION DE AMBIENTE Y DESARROLLO SUSTENTABLE
Dictamen en distintos proyectos de varios señores senadores
adhiriendo a la celebración del Día Mundial del Medio
Ambiente.SE
ACONSEJA
APROBAR
OTRO
PROYECTO DE DECLARACION.(S-1619, 1637, 1640,
y 1662/04)
DICTAMEN DE COMISION
Honorable Senado:
Vuestra Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable ha considerado
los proyectos de declaración de la senadora CASTRO, de la senadora
CAPARROS, del senador OCHOA, y del senador SAADI, adhiriendo a la
celebración del Día Mundial del Medio Ambiente; y, por las razones que dará
el miembro informante os aconseja la aprobación del siguiente:
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación
DECLARA:
1. Su adhesión a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, que
se celebra el 5 de junio de cada año, instituido por la Organización de
las Naciones Unidas en el año 1972.
2. Su compromiso de apoyar las acciones e iniciativas encaminadas a la
protección del ambiente.
De acuerdo con las disposiciones pertinentes del Reglamento del H. Senado,
este dictamen pasa directamente al Orden del Día.
Sala de la Comisión, 10 DE JUNIO DE 2004.
Luz M. Sapag.- Ada Maza.- Silvia E. Gallego.- María E. Castro.- Elva A. Paz.María D. Sánchez.- Delia N. Pinchetti de Sierra Morales.- Marcela F.
Lescano.- Ricardo C. Taffarel.
ANTECEDENTES
(I)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación:
DECLARA
Su adhesión a la celebración del “Día Mundial del Medio Ambiente” a
conmemorarse el próximo 5 de Junio de 2004, instituido por la Organización
de las Naciones Unidas en el año 1972.
María E. Castro
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
La celebración del Día Mundial del Medio Ambiente instituido en el año 1972
por Resolución Nro. 2994 de las Naciones Unidas pone de manifiesto la
importancia que le ha conferido la comunidad internacional a un tema que
desde las tres últimas décadas del siglo pasado ha transformado la manera de
entender el desarrollo, los procesos productivos, la relación con nuestro
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entorno y la conciencia de elaborar políticas sustentables a mediano y largo
plazo.
En la fecha se conmemora la apertura de la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente Humano celebrada en Estocolmo, Suecia. En
la misma se estableció el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA).
Veinte años mas tarde, la Asamblea General convocó a la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Rio ´92), ocasión
en que los gobiernos se reunieron con el objeto de adoptar las decisiones
necesarias para llevar a cabo los objetivos de la Conferencia de Estocolmo y
asumir el compromiso de alcanzar un equilibrio viable y equitativo entre el
medio ambiente y el desarrollo, así como un futuro sostenible para la tierra y
los seres vivos que en ella habitan.
Nuestro planeta ha devenido en la gran aldea global, en la cual todos los
parámetros de desarrollo que se consideraban como verdades irrefutables
deberán ser revisados en el futuro próximo, porque ya no escapa a ninguno de
nosotros que la humanidad entera ha ido comprendiendo a lo largo del tiempo
que solo desarrollándonos en armonía con nuestro ambiente es que
podremos ser una especie sustentable para las futuras generaciones.
Por todo lo expuesto, solicito de mis pares la aprobación del proyecto de
declaración.María E. Castro
(II)
PROYECTO DE DECLARACIÓN
El Senado de la Nación
DECLARA:
1°) Su adhesión al Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra el 5 de
junio de cada año, ratificando su compromiso de apoyar las acciones e
iniciativas encaminadas a la protección del medio ambiente como derecho de
raigambre constitucional.
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2°) La necesidad de generar programas de acción para el desarrollo
sostenible, caracterizado por la mejora en los niveles de vida de la población y
en la salud del planeta del que todos dependemos.
Mabel L. Caparrós
FUNDAMENTOS
Señor Presidente:
Nuestro afán por lograr un medio ambiente saludable es un proceso
incesante, cotidiano y debe formar parte integral de nuestro estilo de vida y
cada acto individual, estadual o colectivo debe ser un oportuno recordatorio de
la función que cada uno de nosotros desempeñamos en el ecosistema. En su
Resolución 2994 del 15 de diciembre de 1972, la Asambleas General de
Naciones Unidas designó el 5 de junio como "Día Mundial del Medio
Ambiente" para dar a conocer en mejor forma la necesidad de conservar,
cuidar y mejorar el medio ambiente. Se eligió tal fecha porque ese día se
había iniciado la "Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio
Humano", celebrada en Estocolmo en 1972, a raíz de lo cual se creó el
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Veinte años después la Asamblea General convocó en Río de Janeiro la
"Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo", en la cual los países del mundo se reunieron para adoptar las
decisiones necesarias para hacer frente al desafío de lograr un equilibrio
viable y equitativo entre medio ambiente y desarrollo. Desde entonces todos
los años, el día 5 de junio adquiere relevancia mundial la celebración del Día
Mundial del Medio Ambiente, evento en que gente de todo el mundo se reúne
para demostrar su compromiso con la protección del medio ambiente a nivel
internacional.
Celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente conscientes de que las
cuestiones ambientales están inexorablemente vinculadas a las relacionadas
con la coexistencia pacífica, la cooperación Internacional y el desarrollo
económico. Y a pesar de los grandes avances logrados en el reconocimiento
de que el desarrollo debe coexistir con el medio ambiente, continuamos
procurando el progreso económico de maneras que erosionan los cimientos
ecológicos de nuestra existencia. Especialmente en el siglo pasado la
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humanidad ha tomado conciencia de que esta función representa un gran
reto. En poco tiempo la humanidad ha destruído el maravilloso ecosistema
que nos brinda sustento y las generaciones venideras sentirán las
repercusiones de estas destructivas acciones. En efecto, corregir esta
situación podría precisar otro milenio. Nuestra supervivencia misma como
especie tal vez dependa de nuestra capacidad para conciliar el progreso
tecnológico con el progreso moral en términos de equidad y desarrollo
sustentable.
Debemos propender a una conciencia general para darnos cuenta de que las
consecuencias de nuestros actos no se limitan exclusivamente a la esfera en
que se los realiza. De hecho, esas consecuencias ya se han hecho sentir en
todos los rincones del planeta. Cada estado debe generar un sentimiento y un
espíritu común, la torna de conciencia de que estamos todos conectados a
pesar de las diferencias geográficas, culturales o económicas. En nuestras
vidas diarias, no siempre es fácil reconocer cuan estrechamente vinculados
estarnos con nuestros semejantes.
No obstante, reconocemos cada vez más que lo que vincula a cada hombre o
mujer del planeta, dondequiera que se encuentre y sea cual fuere su actividad
y estándar de vida, es el medio ambiente mundial. Estas son algunas de las
cuestiones más apremiantes a que se enfrenta el planeta: muchas partes del
mundo están sufriendo una grave escasez de agua. Alrededor del 20% de la
gente del planeta no tiene acceso al agua potable y el 50% carece de
servicios de saneamiento adecuados. A causa del rápido crecimiento de la
urbanización hay una contaminación masiva del aire. En todo el mundo los
fenómenos climáticos se están volviendo con frecuencia violentos e
inexplicables. Está disminuyendo la fertilidad de la tierra y aumentando su
degradación.
Más del 80% de os bosques del planeta están destruidos o degradados, una
cuarta parte de las especies mamíferas del mundo está en grave peligro de
extinción y la diversidad biológica está desapareciendo a una velocidad
alarmante. La contaminación por compuestos nitrogenados está poniendo en
peligro los ecosistemas terrestres y acuáticos y contribuyendo al
calentamiento de la atmósfera. Más de la mitad de los arrecifes de coral se
ven amenazados por las actividades del hombre y la recolección excesiva de
las poblaciones de peces marinos es tal que es posible que no puedan
recuperarse en forma rápida.
Asimismo y en términos de estadísticas funcionales, la población del mundo
ha superado los 6.000 millones de personas y un alto porcentaje de éstos
seres humanos viven en la pobreza. Al mismo tiempo, también está
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aumentando la proporción de los, recursos del planeta que utiliza la minoría
opulenta. Estas dos cuestiones, la pobreza de la mayoría y el consumo
excesivo de la minoría, están impulsando la degradación ambiental.
En el nuevo milenio, la cooperación mundial debe fomentar el desarrollo
sostenible. Los acuerdos mundiales que garantizan políticas comerciales y
ambientales que se apoyan mutuamente deben tener éxito en la tarea de
ayudar a los más pobres de los pobres del mundo. También deben tener éxito
por el bien del medio ambiente. Es absolutamente imperativo revertir esa
tendencias, pero para que podamos realmente avanzar, el programa
ambiental del Siglo XXI debería hacer que las mejoras ambientales fueran de
la mano de los beneficios económicos y sociales.
Lo que necesitamos ahora es una mayor voluntad política para lograr un
cambio, y resulta cuanto menos alentador el hecho de que los jóvenes sean
cada vez más conscientes de las cuestiones ambientales y expresen sus
opiniones al respecto para garantizar que no deberán pagar un precio
demasiado alto por las faltas que cometemos en relación con el medio
ambiente. La comunidad mundial debe emplear un criterio integrado en la
gestión del medio ambiente. Este criterio debe basarse en la necesidad de
que, en la elaboración y la aplicación de las medidas normativas, participen
los distintos agentes de la sociedad civil. Este es un momento decisivo.
Contamos con los conocimientos y la tecnología para resolver muchos de los
problemas ambientales a que se enfrenta nuestro planeta.
La única manera de que los programas de acción - para el desarrollo
sostenible - den resultado es que se generen a partir de un consenso. Y el
consenso no se logra fácilmente.
En este Día Mundial del Medio Ambiente debemos tomar la decisión de
revertir las tendencias del milenio anterior. Tomemos las medidas necesarias
que nos llevarán a un futuro más sostenible caracterizado por las mejoras en
nuestros niveles de vida y en la salud del planeta del que todos dependemos.
Por las razones expuestas, solicito de mis pares la aprobación del presente
Proyecto de Resolución.
Mabel L. Caparrós
(III)
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PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación...
DECLARA
Su adhesión a la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, el
próximo 5 de junio del corriente año.
Raúl E. Ochoa
FUNDAMENTOS
Sr. Presidente
En su resolución 2994 (XXVII), del 15 de diciembre de 1972, la Asamblea
General designó el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente para dar a
conocer mejor la necesidad de conservar y mejorar el medio ambiente. Se
eligió tal fecha porque ese día se había iniciado la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo en 1972, a
raíz de la cual se creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA). Veinte años después, la Asamblea convocó en Río de
Janeiro la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, en la cual se reunieron los países para adoptar las decisiones
necesarias para reavivar las esperanzas que había infundido la Conferencia
de 1972 y a hacer frente al desafío de lograr un equilibrio viable y equitativo
entre medio ambiente y desarrollo.
Preguntas como ¿Cuántos seres humanos puede soportar el planeta Tierra?,
¿Cuántos recursos no renovables puede consumir cada ser humano en cada
región?, ¿A qué tasa pueden ser utilizados los recursos renovables para que
sigan siendo renovables?, son preguntas sobre el futuro de la humanidad que
llevaron a científicos a realizar proyecciones sobre el agotamiento de los
recursos, sobre el crecimiento demográfico, sobre la capacidad de la Tierra
como sumidero de los residuos que producimos cada vez a mayor escala los
humanos y otros tópicos importantes para conocer la
forma de comportarnos que debíamos afrontar para vivir más tiempo y con
mayor calidad de vida sobre la Tierra.
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Muchas veces las proyecciones realizadas en aquella época fueron
exageradas y muchas cosas de las que se predijeron, por suerte, no
sucedieron. Pero estas proyecciones fueron importantes para que nos demos
cuenta de que la Tierra no es infinita y que nuestras acciones de hoy pueden
tener graves consecuencias en el futuro, por lo que el futuro en definitiva está
en nuestras manos.
Otro aspecto que hizo que la Conferencia de Estocolmo en 1972 se convirtiera
en paradigmática para el ambientalismo fue que está, llevó al establecimiento
del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Y
sentó precedentes para que se sigan organizando grandes reuniones con la
participación de diferentes países, para discutir temas ambientales.
Veinte años más tarde, en 1992, ya se habían evidenciado impactos
ambientales a escala global, como el adelgazamiento de la capa de ozono
estratosférico, y las presunciones de que se estaba produciendo un
calentamiento global de la temperatura del planeta producida por las
crecientes emisiones de dióxido de carbono provenientes de la combustión de
hidrocarburos, principalmente.
Estos impactos globales, motivaron a los decisores a pensar en una
alternativa viable de desarrollo que contemple tanto la calidad de vida de la
especie humana, como el respeto a otras formas de vida y la preservación del
ambiente para que pueda seguir cumpliendo con sus principales funciones: la
de fuente de recursos y la de sumidero de residuos. El desarrollo propuesto
por las naciones más poderosas se basaba en la combustión de reservas
fósiles de hidrocarburos como principal fuente de energía.
Este sistema cuenta con dos problemas principales: el agotamiento de las
reservas de hidrocarburos, debido a la creciente extracción de estos recursos
y a su lenta renovación que se mide en tiempos geológicos; y el aumento de la
temperatura media del planeta a causa del dióxido de carbono, principal
residuo de la combustión de hidrocarburos. La alternativa que surge es un
modelo de Desarrollo Sustentable, cuya definición más conocida es la que
dice que es: “un tipo de desarrollo capaz de satisfacer las necesidades de las
generaciones presentes, sin comprometer las de las generaciones futuras”.
La importancia de este día radica en que fue fijado en la fecha en que
comenzó una de las reuniones más importantes para el ambientalismo, con el
fin de que se sigan llevando adelante estas reuniones, que oyen las voces de
distintos pueblos y distintas realidades, y que proponen un espacio para
discutir e implementar políticas y acciones para corregir los graves problemas
ambientales que estamos atravesando como habitantes y parte de la biosfera.
Es trascendente recordar que de estas reuniones surgieron importantes
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tratados internacionales tendientes a resolver situaciones conflictivas. Por
ejemplo: El Protocolo de Kyoto (tendiente a minimizar el cambio climático), el
Protocolo de Montreal (Destinado a la reducción de gases destructores de
la capa de ozono) o el Convenio CITES (Para evitar la pérdida acelerada de
biodiversidad que estamos provocando). La importancia de estos tratados es
muy grande y brindan oportunidades y propuestas para resolver problemas de
difícil resolución.
Haciendo esta breve referencia al Día Mundial del Medio Ambiente quiero
adherirme a su celebración en pos del bienestar mundial y de las
generaciones futuras.
Por lo precedentemente expuesto, solicito señor Presidente, la aprobación del
presente proyecto.
Raúl E. Ochoa
(IV)
PROYECTO DE DECLARACION
El Senado de la Nación:
DECLARA:
Su adhesión a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente,
instituido por las Naciones Unidas el 5 de junio de cada año, y que en el
presente se desarrolla bajo el lema: “Se buscan!: Mares y Océanos. ¿Vivos o
Muertos?.”
Ramón E. Saadi
FUNDAMENTOS
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Señor Presidente:
En su Resolución Nº 2994 (XXVII) del 15 de diciembre de 1972, la Asamblea
General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó al 5 de
junio como "Día Mundial del Medio Ambiente", con el fin de concientizar a la
población mundial sobre la necesidad de proteger el ambiente.
Dicha fecha fue elegida porque fue el día de apertura de la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano celebrada en Estocolmo,
Suecia, en 1972. Esta conferencia marcó un hito en el movimiento
ambientalista mundial ya que en la misma los distintos participantes
provenientes de diversas partes del mundo comenzaron a pensar en el
concepto de "los límites al crecimiento".
Otro aspecto que hizo que la Conferencia de Estocolmo en 1972 se convirtiera
en paradigmática para el ambientalismo fue que la misma llevó al
establecimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA) y sentó precedentes para que se sigan organizando grandes
reuniones con la participación de diferentes países, para discutir temas
ambientales.
Veinte años más tarde, en 1992, la Asamblea General convocó a la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo
(CNUMAD), más conocida como “Río ´92”. En Río de Janeiro los gobiernos se
reunieron con el objeto de adoptar las decisiones necesarias para llevar a
cabo los objetivos propuestos en la Conferencia de Estocolmo.
Para el año 1992, ya se habían evidenciado impactos ambientales a escala
global, como el adelgazamiento de la capa de ozono estratosférico, y las
presunciones de que se estaba produciendo un calentamiento global de la
temperatura del planeta producida por las crecientes emisiones de dióxido de
carbono provenientes de la combustión de hidrocarburos, principalmente.
Es trascendente recordar que de estas reuniones surgieron importantes
tratados internacionales tendientes a resolver situaciones conflictivas. Por
ejemplo: El Protocolo de Kyoto (tendiente a minimizar el cambio climático), el
Protocolo de Montreal (Destinado a la reducción de gases destructores de la
capa de ozono) o el Convenio CITES (Para evitar la pérdida acelerada de
biodiversidad que estamos provocando).
La importancia de estos tratados es muy grande y brindan oportunidades y
propuestas para resolver problemas de difícil resolución.
Las grandes reuniones ambientales también deben prever mecanismos para
que las voces de los diversos actores sean escuchadas con equidad y no
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triunfen como sucede en muchos de los casos las voces de los más
poderosos o de los que tienen grandes intereses comerciales.
En la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible los gobiernos
convinieron en una serie de metas con plazos determinados para mejorar la
ordenación de la pesca y poner a punto un enfoque por ecosistemas respecto
del desarrollo sostenible de los mares y océanos -inclusive el establecimiento
de una red representativa de zonas marinas protegidas y un proceso periódico
para informar sobre el estado del medio marino y evaluarlo.
Estas metas complementan los objetivos internacionalmente convenidos en
materia de desarrollo previstos en la Declaración del Milenio. La reducción del
hambre y la pobreza, así como el mejoramiento de la salud, la educación y las
oportunidades de los seres humanos -sobre todo de las mujeres y los niños en todo el mundo cqntribuirá sobremanera a reducir la carga que pesa sobre
los mares y océanos.
Los mares y océanos del mundo están cada vez más degradados a causa de
las aguas residuales sin tratar, la contaminación atmosférica, los efluentes
industriales y el limo procedente de cuencas hidrográficas mal gestionadas. La
sobrecarga de nitrógeno debida a los fertilizantes está generando un número
cada vez mayor de "zonas muertas" faltas de oxígeno en las aguas costeras
de todo el mundo. Los desechos que contienen los mares causan la muerte
de hasta 1 millón de aves marinas y 100.000 mamíferos y tortugas marinos al
año. Puesto que más del 40% de la población humana vive ya a menos de 60
kilómetros de la costa y el porcentaje no deja de crecer, es probable que estos
problemas no hagan sino agudizarse.
Hace menos de dos años, en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo
Sostenible, los gobiernos se comprometieron a cumplir en plazos
determinados los objetivos de poner fin a las prácticas pesqueras
insostenibles, restablecer las poblaciones de peces agotadas, instaurar una
evaluación mundial periódica del medio ambiente marino y crear una red
representativa de zonas marítimas protegidas.
En este año el tema del Día Mundial del Medio Ambiente: “¡Se buscan! Mares
y océanos, ¿vivos o muertos?”, nos recuerda que la sociedad ya no puede
considerar los mares como un vertedero de desechos a su disposición ni una
fuente Inagotable de recursos.
Estas premisas adquieren singular importancia en nuestro país, debido a la
crisis generada por la sobrepesca de algunas especies del caladero nacional,
que no sólo ha puesto en serio riesgo el aprovechamiento sustentable del
recurso ictícola, sino además la continuidad de las fuentes de trabajo de miles
de personas relacionadas con la actividad.
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Los fundamentos precedentes ameritan suficientemente el presente proyecto
de declaración, por lo que solicito el voto favorable de los señores Senadores.
Ramón E. Saadi
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